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ENFERMEDADES RESPIRATORIAS AGUDAS

Las enfermedades respiratorias agudas, constituyen una de las primeras causas de


muerte en niños y personas mayores así como de enfermedad y ausentismo escolar y
laboral.
Aunque se agudizan en épocas frías y húmedas, se presentan durante todo el año.
Son todas aquellas que afectan uno o varios órganos del sistema respiratorio y entre las
más frecuentes están:
- La gripe o influenza.
- El resfriado común.
- La amigdalitis.
- La bronquitis.
- La neumonía o pulmonía.
Las enfermedades respiratorias pueden ser ocasionadas por virus, bacterias o elementos
ambientales.
Deben ser atendidas oportuna y adecuadamente, ya que sus complicaciones suelen ser
severas, por lo que se debe acudir al médico ante cualquier síntoma, seguir el
tratamiento completo y evita el contacto con otras personas, para evitar el contagio.

RESFRIADO COMÚN: Es una infección viral leve, que ataca las fosas nasales y la
faringe. Se contagia fácilmente, ya que el virus (RINOVIRUS) se encuentra en pequeñas
gotas invisibles presentes en el aire que respiramos, en las cosas que tocamos o cuando
una persona tose o estornuda. Existen más de 200 tipos de rinovirus distintos y los
síntomas son dolor de garganta y de cabeza, goteo nasal y tos seca.

GRIPE o INFLUENZA: Es una enfermedad respiratoria grave que compromete todo el


organismo, causada por un virus. Se desarrolla rápidamente y los síntomas suelen ser
más fuertes que los de un resfrío común. Los más comunes son: fiebre alta, escalofríos,
mucosidad nasal, tos seca, dolor de cabeza y muscular, pérdida de apetito, entre otros.
AMIGDALITIS: Es una inflamación de las amígdalas, las masas de tejido carnoso que
cuelgan a ambos lados de la parte posterior de la garganta, cuya función consiste en
ayudar a luchar contra los gérmenes que entran en el cuerpo a través de la boca. En la
amigdalitis, las AMÍGDALAS se inflaman y adquieren un color rojizo, pudiéndose recubrir
de una capa de secreciones amarillas, blancas o grises. Aparece acompañada de dolor
de garganta, fiebre, los ganglios linfáticos del cuello inflamados y problemas para
respirar.

BRONQUITIS: Es la inflamación del tejido que recubre los conductos bronquiales, los
cuales conectan a la traquea con los pulmones. Este delicado tejido que produce
mucosidades, cubre y protege al sistema respiratorio, los órganos y los tejidos
involucrados en la respiración. La bronquitis se acompaña de tos acompañado de un
catarro de las vías respiratorias superiores (moco nasal, faringitis, laringitis). Afecta a los
bronquios y se acompaña de expectoración (flemas).

NEUMONÍA (pulmonía): La neumonía es una inflamación del pulmón. Puede ser


causada por BACTERIAS, VIRUS o MICOPLASMA (organismo pequeño relacionado con
las bacterias). De las neumonías bacterianas, la más común es causada por el
Streptococcus pneumoniae (NEUMOCOCO).Hay un acumulo de exudado purulento en el
interior de los bronquiolos terminales (los más finos y extremos) y de los alvéolos.
Normalmente se acompaña de fiebre y malestar general (malestar, dolor de cabeza,
dolores musculares y de las articulaciones) y cualquier combinación de los siguientes
síntomas: tos, flemas, dolor torácico y dificultad respiratoria. Puede haber escalofríos. La
tos en general se acompaña de flemas purulentas o herrumbrosas (como la herrumbre).
Aparece un dolor en el costado que aumenta con la tos o con la respiración profunda y
respiración superficial agitada.

Síntomas generales
Las principales manifestaciones de estas enfermedades son:
 Tos.
 Estornudo.
 Dolor de cabeza.
 Dolor de garganta.
 Dolor de oídos.
 Aumento de la temperatura.
 Malestar general.
En casos más graves pueden presentarse síntomas como: dificultad para respirar, para
deglutir o para hablar o dolor en el pecho.
Se debe evitar la automedicación, ya que lo más importante es identificar bien el
problema y atenderlo de forma específica.

Recomendaciones si te enfermas
 Abrigate.
 No te expongas a cambios de temperatura o al
frío.
 Descansa.
 Quédate en casa y si te es posible evite acudir
a tu trabajo, escuela, lugares públicos o de
gran concentración como teatros, cines, bares,
terminal de autobuses, metro, etc.; así evitarás
contagiar a los demás.
 Aliméntate bien, come bastante fruta y verdura ricas en vitamina A y C como
zanahoria, papaya, guayaba, naranja, mandarina, lima, limón y piña entre otros.
 Toma mucha agua limpia y hervida.
 Cubrir nariz y boca con pañuelos desechables al toser o estornudar.
 Lávate las manos para proteger a las demás personas.
 No saludes de forma directa (de beso o mano) para no contagiar a otras
personas.
 Evitar el contacto con niños ancianos o personas con enfermedades crónicas.
 Lava tus utensilios después de comer con agua caliente y jabón para matar los
microbios.
 Acuda a tu unidad de salud más cercana o consulta a tu médico, especialmente
niños y ancianos con fiebre alta, debilidad generalizada, dificultad al respirar, tos
seca persistente y dolores musculares.
 Sigue el tratamiento que el médico te recomiende y termínalo. Muchas veces en
cuanto nos empezamos a sentir mejor suspendemos los medicamentos, acción
errónea porque los microbios pueden reproducirse nuevamente y como nuestras
defensas están bajas, la enfermedad puede ser más grave.

Cómo prevenir enfermedades respiratorias


Para prevenirlas, es necesario:
 Vacunar a los niños y personas mayores de 65 años contra la influenza.
 Salir cubiertos a la calle y evitar cambios bruscos de temperatura.
 Alimentarse bien y consumir alimentos ricos en vitamina C, como la guayaba y los
cítricos.
 Ante cualquier síntoma permanecer en reposo y tomar abundante agua.
 Si los síntomas no ceden pronto, acudir al médico y seguir sus instrucciones
 Evitar lugares de alta concentración poblacional como cines, teatros, bares,
autobuses, metro, etc.
 Lávate las manos con frecuencia, en especial después de tener contacto con
personas enfermas.
 Evita tocarte ojos, boca y nariz, ya que los gérmenes se diseminan cuando una
persona toca algún objeto contaminado y luego se toca los ojos, boca o nariz.

MALARIA
La malaria es una enfermedad causada por un parásito llamado Plasmodium, que vive
una parte de su vida en los humanos y otra parte en los mosquitos. Existen más de 100
diferentes tipos de Plasmodium. Esta enfermedad sigue siendo uno de los asesinos más
importantes de los humanos en todo el mundo. Vive en áreas tropicales de Asia, África,
América Central y América del Sur.

Causas
Existen cuatro tipos de Plasmodium que frecuentemente infectan a los humanos y tienen
diversas características vistos al microscopio y producen diferentes síntomas.
 Plasmodium falciparum. Es el responsable de casi todas las muertes,
especialmente en África. Esta infección puede desarrollar complicaciones súbitas
que ponen en riesgo la vida, aunque con tratamiento rápido y efectivo casi
siempre se cura.
 Plasmodium vivax. Es la especie más extendida y produce síntomas menos
graves, aunque pueden presentarse recaídas y la enfermedad crónica es muy
debilitante.
 Plasmodium malariae. No sólo produce los síntomas típicos de la malaria sino
que puede vivir en la sangre por periodos muy largos y puede transmitirse por las
tranfusiones.
 Plasmodium ovale. Es muy raro, pero causa recaídas.

¿Cómo se transmite?
La malaria típicamente se transmite a las personas a través de los mosquitos que
pertenecen al género Anopheles. En casos raros, una persona puede contraer la malaria
a través de sangre contaminada, o el feto puede infectarse durante el embarazo.
También puede transmitirse a través de la transfusión sanguínea, el trasplante de
órganos, o por compartir agujas o jeringas contaminadas con sangre. La malaria puede
pasar de la madre al feto antes o durante el parto (malaria congénita).

¿Cómo se propaga la malaria?


Deben darse factores biológicos y ambientales, casi todas las personas que viven donde
vive el mosquito están expuestas a la infección en forma repetida. Aquellos que
sobreviven a la malaria en la infancia, gradualmente van creando cierta inmunidad,
aunque pueden ser portadores y servir de reservorios para la transmisión a través de los
mosquitos sin desarrollar una enfermedad grave. En otras regiones, donde la
enfermedad es baja, las personas no desarrollan inmunidad porque raramente están
expuestas, lo que los hace más susceptibles a las epidemias.
Signos y síntomas
La malaria típicamente produce una sucesión de ataques recurrentes, o paroxismos,
cada uno de los cuales tiene tres fases: resfriados, seguidos de fiebre y posteriormente
sudoración. Durante los resfriados, las personas pueden presentar dolor de cabeza,
malestar, fatiga, dolor muscular y ocasionalmente náusea, vómito y diarrea. Pasadas una
o dos hojas, aumenta la temperatura del cuerpo y la piel se siente caliente y seca,
posteriormente, como disminuye la temperatura corporal, comienza la sudoración. Las
personas se sienten cansadas y débiles. Los primeros síntomas aparecen 10 a 16 días
después de la picadura del mosquito.

Diagnóstico
Los médicos sospechan la enfermedad en cualquier persona que haya ido recientemente
a lugares tropicales o haya recibido transfusiones sanguíneas, y aquellos que desarrollan
fiebre y otros síntomas parecidos a los de la gripa.
Los médicos toman muestras de sangre para evaluarlas al microscopio para confirmar el
diagnóstico y proporcionar el mejor tratamiento.

Tratamiento
En la mayoría de los casos el tratamiento es exitoso. Para decidir qué medicamento
debe utilizarse, es necesario identificar la especie de parásito responsable de la
enfermedad y se administran medicamentos que interfieran con el ciclo de vida del
parásito o el metabolismo.

Prevención
La prevención esencial es evitar la exposición a mosquitos y tratar en forma intensiva a
las personas infectadas. Los programas de control de la malaria en muchas partes del
mundo son ineficientes. Si viaja a países donde la malaria es frecuente, debe tomar
medicamentos antimalaria. Se recomienda: cerrar las ventanas por la noche, dormir con
protectores contra los mosquitos, utilizar insecticidas, cubrir el cuerpo lo más que se
pueda, aplicar repelente contra insectos en las áreas no cubiertas.

DIARREA

¿Qué es?
Se denomina diarrea a un aumento en la frecuencia de las deposiciones (más de tres al
día) acompañada de una disminución de la consistencia de éstas. A veces la diarrea
puede contener sangre, moco, pus y alimentos no digeridos.

Causas
Existen muchas causas de diarrea, si bien la mayor parte tienen su origen en un proceso
infeccioso que se adquiere por intoxicación alimentaria. En los niños la causa más
frecuente de diarrea son los virus. También producen diarrea diferentes enfermedades
inflamatorias del intestino (como son la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn) y la
insuficiencia del páncreas. La ansiedad y situaciones estresantes pueden ser causa de
diarrea en algunas personas. Ciertos medicamentos (principalmente los antibióticos
aunque no es exclusivo de ellos) producen diarrea como efecto secundario.

Síntomas de Diarrea
Aunque el hecho fundamental es el aumento en
el número de deposiciones y la disminución de la
consistencia, no es infrecuente que se asocien
otros síntomas como la presencia de fiebre,
intolerancia a la comida acompañada de náuseas
y vómitos y dolor abdominal. Si la diarrea es muy
cuantiosa puede aparecer deshidratación por
pérdida de líquidos.

Diagnósticos
En la mayoría de los casos de diarrea infecciosa,
si la situación del paciente no es grave, los síntomas son tan claros que no es necesario
realizar ninguna exploración para confirmar el diagnóstico. El antecedente de consumo
de alimentos que pudieran estar en mal estado o la afectación de varias personas que
han participado en una misma comida es un hecho frecuente que ayuda al diagnóstico.
Otras veces si existe mucha repercusión general y el paciente está postrado y con signos
de deshidratación será conveniente estudiar las heces para descubrir el germen
responsable y valorar la necesidad de iniciar un tratamiento específico. Cuando la causa
más probable no es la infecciosa es necesario realizar estudios más completos del
intestino y del páncreas para conocer el origen de la diarrea.

Tratamientos
El tratamiento depende del diagnóstico y de la severidad de la diarrea. Si es leve basta
con administrar abundantes líquidos en el propio domicilio del paciente. Si la diarrea es
severa y se acompaña de deshidratación es necesario tratar al paciente en el hospital
para administrar líquidos por vía venosa. Las diarreas de causa no infecciosa
habitualmente requieren tratamientos específicos según el tipo de enfermedad. Como
norma general no es aconsejable utilizar sin indicación del médico fármacos
antidiarréicos ya que pueden complicar la evolución de la diarrea.

Otros datos
La diarrea puede afectar a cualquier persona. No es infrecuente que aparezcan brotes de
diarrea aguda en instituciones como guarderías, residencias de ancianos, cuarteles etc.
Como la mayor parte de las diarreas infecciosas se deben al consumo de agua y
alimentos en mal estado o contaminados, es muy importante conocer las medidas de
higiene básicas para intentar prevenirlas. También es frecuente que padezcan diarrea
personas que viajan a zonas tropicales o países en vías de desarrollo.

RECETA DE SUERO CASERO

Cómo hacer un litro de suero casero con agua, arroz y zanahorias


 Poner una sartén a calentar, cuando desprenda algo de
humo, soltar un puñado de arroz y mantenerlo ahí hasta
que se tueste o adquiera un color marrón claro.
 En una olla o cazuela, colocar 1 ½ litro de agua. Al entrar
en estado de ebullición o hervor, soltar el arroz
previamente tostado y mantenerlo durante cinco minutos.
Depositar dos zanahorias medianas cortadas en trozos pequeños y dejar hervir a
fuego medio durante veinte minutos.
 Cuando el preparado se haya enfriado, colarlo. El líquido que resulte será el
suero casero, que podrá también ser tomado como agua de tiempo.

RECETA DE SUERO CASERO

Ingredientes
1 litro de agua hervida
El jugo de un limón
2cucharadas soperas de azúcar
1 cucharadita de las de café de bicarbonato
Media cucharadita de sal.

Modo de elaboración:
Hervir durante cinco minutos el agua y cuando esté
templada, añadir el resto de ingredientes y mezclar
perfectamente. Este suero se tolera muy bien y
ayuda a reponer líquidos, electrolitos y a evitar la
deshidratación, pero es necesario llevar a la persona al médico si se ha puesto muy
malita para descartar cualquier secuela.

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