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RESFRIADO COMÚN: Es una infección viral leve, que ataca las fosas nasales y la
faringe. Se contagia fácilmente, ya que el virus (RINOVIRUS) se encuentra en pequeñas
gotas invisibles presentes en el aire que respiramos, en las cosas que tocamos o cuando
una persona tose o estornuda. Existen más de 200 tipos de rinovirus distintos y los
síntomas son dolor de garganta y de cabeza, goteo nasal y tos seca.
BRONQUITIS: Es la inflamación del tejido que recubre los conductos bronquiales, los
cuales conectan a la traquea con los pulmones. Este delicado tejido que produce
mucosidades, cubre y protege al sistema respiratorio, los órganos y los tejidos
involucrados en la respiración. La bronquitis se acompaña de tos acompañado de un
catarro de las vías respiratorias superiores (moco nasal, faringitis, laringitis). Afecta a los
bronquios y se acompaña de expectoración (flemas).
Síntomas generales
Las principales manifestaciones de estas enfermedades son:
Tos.
Estornudo.
Dolor de cabeza.
Dolor de garganta.
Dolor de oídos.
Aumento de la temperatura.
Malestar general.
En casos más graves pueden presentarse síntomas como: dificultad para respirar, para
deglutir o para hablar o dolor en el pecho.
Se debe evitar la automedicación, ya que lo más importante es identificar bien el
problema y atenderlo de forma específica.
Recomendaciones si te enfermas
Abrigate.
No te expongas a cambios de temperatura o al
frío.
Descansa.
Quédate en casa y si te es posible evite acudir
a tu trabajo, escuela, lugares públicos o de
gran concentración como teatros, cines, bares,
terminal de autobuses, metro, etc.; así evitarás
contagiar a los demás.
Aliméntate bien, come bastante fruta y verdura ricas en vitamina A y C como
zanahoria, papaya, guayaba, naranja, mandarina, lima, limón y piña entre otros.
Toma mucha agua limpia y hervida.
Cubrir nariz y boca con pañuelos desechables al toser o estornudar.
Lávate las manos para proteger a las demás personas.
No saludes de forma directa (de beso o mano) para no contagiar a otras
personas.
Evitar el contacto con niños ancianos o personas con enfermedades crónicas.
Lava tus utensilios después de comer con agua caliente y jabón para matar los
microbios.
Acuda a tu unidad de salud más cercana o consulta a tu médico, especialmente
niños y ancianos con fiebre alta, debilidad generalizada, dificultad al respirar, tos
seca persistente y dolores musculares.
Sigue el tratamiento que el médico te recomiende y termínalo. Muchas veces en
cuanto nos empezamos a sentir mejor suspendemos los medicamentos, acción
errónea porque los microbios pueden reproducirse nuevamente y como nuestras
defensas están bajas, la enfermedad puede ser más grave.
MALARIA
La malaria es una enfermedad causada por un parásito llamado Plasmodium, que vive
una parte de su vida en los humanos y otra parte en los mosquitos. Existen más de 100
diferentes tipos de Plasmodium. Esta enfermedad sigue siendo uno de los asesinos más
importantes de los humanos en todo el mundo. Vive en áreas tropicales de Asia, África,
América Central y América del Sur.
Causas
Existen cuatro tipos de Plasmodium que frecuentemente infectan a los humanos y tienen
diversas características vistos al microscopio y producen diferentes síntomas.
Plasmodium falciparum. Es el responsable de casi todas las muertes,
especialmente en África. Esta infección puede desarrollar complicaciones súbitas
que ponen en riesgo la vida, aunque con tratamiento rápido y efectivo casi
siempre se cura.
Plasmodium vivax. Es la especie más extendida y produce síntomas menos
graves, aunque pueden presentarse recaídas y la enfermedad crónica es muy
debilitante.
Plasmodium malariae. No sólo produce los síntomas típicos de la malaria sino
que puede vivir en la sangre por periodos muy largos y puede transmitirse por las
tranfusiones.
Plasmodium ovale. Es muy raro, pero causa recaídas.
¿Cómo se transmite?
La malaria típicamente se transmite a las personas a través de los mosquitos que
pertenecen al género Anopheles. En casos raros, una persona puede contraer la malaria
a través de sangre contaminada, o el feto puede infectarse durante el embarazo.
También puede transmitirse a través de la transfusión sanguínea, el trasplante de
órganos, o por compartir agujas o jeringas contaminadas con sangre. La malaria puede
pasar de la madre al feto antes o durante el parto (malaria congénita).
Diagnóstico
Los médicos sospechan la enfermedad en cualquier persona que haya ido recientemente
a lugares tropicales o haya recibido transfusiones sanguíneas, y aquellos que desarrollan
fiebre y otros síntomas parecidos a los de la gripa.
Los médicos toman muestras de sangre para evaluarlas al microscopio para confirmar el
diagnóstico y proporcionar el mejor tratamiento.
Tratamiento
En la mayoría de los casos el tratamiento es exitoso. Para decidir qué medicamento
debe utilizarse, es necesario identificar la especie de parásito responsable de la
enfermedad y se administran medicamentos que interfieran con el ciclo de vida del
parásito o el metabolismo.
Prevención
La prevención esencial es evitar la exposición a mosquitos y tratar en forma intensiva a
las personas infectadas. Los programas de control de la malaria en muchas partes del
mundo son ineficientes. Si viaja a países donde la malaria es frecuente, debe tomar
medicamentos antimalaria. Se recomienda: cerrar las ventanas por la noche, dormir con
protectores contra los mosquitos, utilizar insecticidas, cubrir el cuerpo lo más que se
pueda, aplicar repelente contra insectos en las áreas no cubiertas.
DIARREA
¿Qué es?
Se denomina diarrea a un aumento en la frecuencia de las deposiciones (más de tres al
día) acompañada de una disminución de la consistencia de éstas. A veces la diarrea
puede contener sangre, moco, pus y alimentos no digeridos.
Causas
Existen muchas causas de diarrea, si bien la mayor parte tienen su origen en un proceso
infeccioso que se adquiere por intoxicación alimentaria. En los niños la causa más
frecuente de diarrea son los virus. También producen diarrea diferentes enfermedades
inflamatorias del intestino (como son la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn) y la
insuficiencia del páncreas. La ansiedad y situaciones estresantes pueden ser causa de
diarrea en algunas personas. Ciertos medicamentos (principalmente los antibióticos
aunque no es exclusivo de ellos) producen diarrea como efecto secundario.
Síntomas de Diarrea
Aunque el hecho fundamental es el aumento en
el número de deposiciones y la disminución de la
consistencia, no es infrecuente que se asocien
otros síntomas como la presencia de fiebre,
intolerancia a la comida acompañada de náuseas
y vómitos y dolor abdominal. Si la diarrea es muy
cuantiosa puede aparecer deshidratación por
pérdida de líquidos.
Diagnósticos
En la mayoría de los casos de diarrea infecciosa,
si la situación del paciente no es grave, los síntomas son tan claros que no es necesario
realizar ninguna exploración para confirmar el diagnóstico. El antecedente de consumo
de alimentos que pudieran estar en mal estado o la afectación de varias personas que
han participado en una misma comida es un hecho frecuente que ayuda al diagnóstico.
Otras veces si existe mucha repercusión general y el paciente está postrado y con signos
de deshidratación será conveniente estudiar las heces para descubrir el germen
responsable y valorar la necesidad de iniciar un tratamiento específico. Cuando la causa
más probable no es la infecciosa es necesario realizar estudios más completos del
intestino y del páncreas para conocer el origen de la diarrea.
Tratamientos
El tratamiento depende del diagnóstico y de la severidad de la diarrea. Si es leve basta
con administrar abundantes líquidos en el propio domicilio del paciente. Si la diarrea es
severa y se acompaña de deshidratación es necesario tratar al paciente en el hospital
para administrar líquidos por vía venosa. Las diarreas de causa no infecciosa
habitualmente requieren tratamientos específicos según el tipo de enfermedad. Como
norma general no es aconsejable utilizar sin indicación del médico fármacos
antidiarréicos ya que pueden complicar la evolución de la diarrea.
Otros datos
La diarrea puede afectar a cualquier persona. No es infrecuente que aparezcan brotes de
diarrea aguda en instituciones como guarderías, residencias de ancianos, cuarteles etc.
Como la mayor parte de las diarreas infecciosas se deben al consumo de agua y
alimentos en mal estado o contaminados, es muy importante conocer las medidas de
higiene básicas para intentar prevenirlas. También es frecuente que padezcan diarrea
personas que viajan a zonas tropicales o países en vías de desarrollo.
Ingredientes
1 litro de agua hervida
El jugo de un limón
2cucharadas soperas de azúcar
1 cucharadita de las de café de bicarbonato
Media cucharadita de sal.
Modo de elaboración:
Hervir durante cinco minutos el agua y cuando esté
templada, añadir el resto de ingredientes y mezclar
perfectamente. Este suero se tolera muy bien y
ayuda a reponer líquidos, electrolitos y a evitar la
deshidratación, pero es necesario llevar a la persona al médico si se ha puesto muy
malita para descartar cualquier secuela.