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Registro: 2007918
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 12, Noviembre de 2014, Tomo I
Materia(s): Común
Tesis: P./J. 54/2014 (10a.)
Página: 19
Si de las constancias de autos aparece que la sentencia que otorgó el amparo no fue
cumplida, pero por la naturaleza del acto reclamado cambió la situación jurídica que
imperaba al momento de la concesión del amparo, y por ello existe imposibilidad jurídica y
de hecho para cumplirla, el incidente de inejecución de sentencia debe declararse sin
materia.
Incidente de inejecución 541/98. León Sánchez Flores. 29 de abril de 2005. Cinco votos.
Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Ma. de la Luz Pineda Pineda.
Incidente de inejecución 139/2006. Herminio Chávez Rojas. 7 de abril de 2006. Cinco votos.
Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Ma. del Consuelo Núñez Martínez.
Tesis de jurisprudencia 2/2008. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en
sesión privada del nueve de enero de dos mil ocho.
El artículo 80 de la Ley de Amparo, establece que la sentencia que lo conceda tendrá por
efecto restituir al agraviado en el pleno goce de la garantía individual violada,
restableciendo las cosas al estado que guardaban antes de la violación, cuando el acto
reclamado sea de carácter positivo, y cuando sea de carácter negativo, el efecto será obligar
a la autoridad responsable a que obre en el sentido de respetar la garantía de que se trate
y a cumplir, por su parte, lo que la misma garantía exija. Ahora bien, si el amparo se concedió
para efectos de que la responsable dejara insubsistente una resolución que confirmó la baja
decretada por otra autoridad, emitiendo otra debidamente motivada, haciendo extensiva
la protección a los actos de ejecución de dicha baja, y se acredita que ya se emitió la nueva
resolución donde se subsanó el vicio formal, lo procedente es declarar sin materia el
incidente, por haberse restituido al quejoso en el goce de la garantía individual violada, sin
que sea óbice que no se le haya restituido en su empleo y se le hayan cubierto los salarios
caídos que reclamó como consecuencia de la ejecución de la orden, toda vez que la
concesión del amparo, en cuanto a esa ejecución, sólo tenía efectos declarativos porque el
quejoso ya estaba suspendido provisional o temporalmente por virtud de una resolución
diversa dictada por otra autoridad, la que fue motivo de impugnación ante la responsable,
quien emitió la resolución objeto de la concesión del amparo.
Incidente de inejecución 296/96. Sandra Dolores Reyes Rodríguez. 9 de diciembre de 1996.
Cinco votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Mercedes Rodarte Magdaleno.
Incidente de inejecución 85/95. Pedro Luis Naif Chessani. 1o. de noviembre de 1995. Cinco
votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Mercedes Rodarte Magdaleno.
Este tribunal decide apartarse del criterio sostenido en la tesis que con el título de:
"INCONFORMIDADES PREVISTAS POR EL TERCER PARRAFO DEL ARTICULO 105 DE LA LEY DE
AMPARO E INCIDENTES DE INEJECUCION DE SENTENCIA. REQUIEREN, COMO PRESUPUESTO
NECESARIO, LA IMPUTACION DE UNA ACTITUD ABSTENCIONISTA TOTAL POR PARTE DE LA
AUTORIDAD RESPONSABLE PARA ACATAR LA EJECUTORIA DE AMPARO", está publicada en
el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación de mil novecientos ochenta y ocho,
Primera Parte, página ochocientos veintiocho, pues un nuevo examen de la fracción XVI del
artículo 107 constitucional vigente, en relación con el sistema previsto en la Ley de Amparo
para lograr el cumplimiento de las sentencias protectoras, específicamente en sus artículos
95, fracciones II a V, 105, 106 y 107, muestra que los incidentes de inejecución y de
inconformidad deben estimarse procedentes no sólo en el supuesto de que exista una
abstención total de la autoridad responsable obligada a cumplir la sentencia, sino también
en aquellos casos en que dicha autoridad realiza actos que no constituyen el núcleo esencial
de la prestación en la cual se traduce la garantía que se estimó violada en la sentencia, es
decir, que se limita a desarrollar actos intrascendentes, preliminares o secundarios que
crean la apariencia de que se está cumpliendo el fallo, toda vez que sólo admitiendo la
procedencia de tales incidentes, se hace efectivo el derecho del quejoso de someter a la
consideración de este alto tribunal la conducta de la autoridad responsable que a través de
evasivas y actos de escasa eficacia, pretende eludir el cumplimiento del fallo protector, lo
que no podría lograrse a través del recurso de queja por defecto o exceso en la ejecución,
ya que su substanciación en ningún caso conduciría a imponer la sanción prevista en el
precepto constitucional en cita; en este sentido, habrá "principio de ejecución" y serán
improcedentes por tal motivo los incidentes de inejecución y de inconformidad, por surtirse
los supuestos del recurso de queja, cuando se advierta que la autoridad responsable ha
realizado cuando menos en parte, aquella prestación que es la esencial para restituir al
quejoso en el goce de la garantía violada, considerando la naturaleza del bien
fundamentalmente protegido o resguardado en la ejecutoria de amparo, que es el núcleo
de la restitución en la garantía violada, el tipo de actos u omisiones de las autoridades
necesarias para restaurar ese bien protegido y su sana intención de acatar el fallo.
Del análisis de lo dispuesto en el artículo 105 de la Ley de Amparo, se desprende que para
que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva en definitiva un incidente de
inejecución de sentencia, es necesario que exista, previamente, una determinación del Juez
de Distrito, de la autoridad que haya conocido del juicio de amparo o del Tribunal Colegiado
de Circuito, en el sentido de que no se ha cumplido con la sentencia de amparo pese a los
requerimientos hechos a las responsables, y no obre en autos constancia alguna que
demuestre lo contrario. En estas condiciones, se concluye que si encontrándose pendiente
de resolver ante este Alto Tribunal un incidente de inejecución de sentencia, la autoridad
responsable lleva a cabo algún acto tendiente a acatar la ejecutoria de amparo, que se
pudiera considerar como un principio de ejecución del fallo protector, dicho incidente
deberá declararse sin materia, porque éste exige, como presupuesto para su procedencia,
que la aludida responsable incurra en una abstención total de dar cumplimiento a la
ejecutoria protectora, lo que no se actualiza si aquélla efectúa algún acto relacionado con
el núcleo esencial de la obligación.
Incidente de inejecución 1/2002. Víctor Matías Batriz. 20 de marzo de 2002. Cinco votos.
Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Miguel Ángel Velarde Ramírez.
Tesis de jurisprudencia 63/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en
sesión de veinticinco de septiembre de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los
señores Ministros: presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto
Román Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Época: Novena Época
Registro: 181449
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XIX, Mayo de 2004
Materia(s): Común
Tesis: P. XVIII/2004
Página: 143
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintinueve de abril en curso, aprobó,
con el número XVIII/2004, la tesis aislada que antecede; y determinó que la votación es
idónea para integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a veintinueve de abril
de dos mil cuatro.
Del análisis de lo dispuesto en el artículo 105 de la Ley de Amparo, se desprende que para
que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva en definitiva un incidente de
inejecución de sentencia, es necesario que exista, previamente, una determinación del Juez
de Distrito, de la autoridad que haya conocido del juicio de amparo o del Tribunal Colegiado
de Circuito, en el sentido de que no se ha cumplido con la sentencia de amparo pese a los
requerimientos hechos a las responsables, y no obre en autos constancia alguna que
demuestre lo contrario. En estas condiciones, se concluye que si encontrándose pendiente
de resolver ante este Alto Tribunal un incidente de inejecución de sentencia, la autoridad
responsable lleva a cabo algún acto tendiente a acatar la ejecutoria de amparo, que se
pudiera considerar como un principio de ejecución del fallo protector, dicho incidente
deberá declararse sin materia, porque éste exige, como presupuesto para su procedencia,
que la aludida responsable incurra en una abstención total de dar cumplimiento a la
ejecutoria protectora, lo que no se actualiza si aquélla efectúa algún acto relacionado con
el núcleo esencial de la obligación.
En términos del citado precepto legal, se considerará incumplimiento el retraso por medio
de evasivas o procedimientos ilegales de la autoridad responsable, o de cualquiera otra que
intervenga en el trámite relativo. En atención a lo anterior, en los casos en que las
autoridades pretendan acreditar el cumplimiento de la sentencia de amparo -pero no
cuando han sido omisas al respecto-, el Juez de Distrito o el Tribunal Colegiado de Circuito,
según sea el caso, deberá considerar si la actuación de la autoridad responsable o vinculada
al cumplimiento implica un actuar evasivo respecto del incumplimiento de la sentencia de
amparo o si se han efectuado procedimientos ilegales que retarden su cumplimiento, cuyo
objetivo consista en no cumplir con el mandato federal, pues sólo en esos supuestos deberá
imponerse la multa correspondiente y continuar con el procedimiento de inejecución,
mediante el envío de los autos al Tribunal Colegiado de Circuito o a la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, según corresponda, para que en el momento procesal oportuno, en
caso de que proceda, se determine la destitución del cargo y, posteriormente, la
consignación de las autoridades contumaces. Así, el incumplimiento por medio de evasivas
se actualizará cuando las autoridades responsables o vinculadas lleven a cabo actos
intrascendentes respecto del cumplimiento del fallo, lo que, en todo momento, deberá
analizarse en función tanto de los efectos plasmados en la sentencia de amparo, como, y
especialmente, del requerimiento de su cumplimiento, pues en la medida en que éstos se
encuentren claramente determinados, podrán imponerse las sanciones aplicables por el
incumplimiento del fallo protector. Debe entenderse que se retrasa el cumplimiento de la
sentencia de amparo por medio de procedimientos ilegales, cuando se lleven a cabo, so
pretexto de generar una condición de determinación de los deberes impuestos en la
sentencia de amparo, procedimientos innecesarios para el cumplimiento de la sentencia
constitucional en la medida en que no son condiciones exigibles por el fallo. En términos de
lo anterior, debe considerarse que si una autoridad responsable o vinculada, según sea el
caso, propone el cumplimiento de la sentencia de amparo y ello no satisface al órgano
jurisdiccional -pero éste no advierte una actitud evasiva o la práctica de procedimientos
ilegales que generen retraso en el cumplimiento de la sentencia-, se deberá requerir de
nueva cuenta el cumplimiento de la sentencia de amparo especificando qué debe realizar
la autoridad responsable y/o vinculada al cumplimiento y las razones por las que el acto con
el que la autoridad pretendía cumplir no satisfacen esta condición, sin que ello dé lugar a la
imposición de una multa o al envío de los autos al órgano jurisdiccional competente
(Tribunal Colegiado de Circuito o Suprema Corte de Justicia de la Nación, según
corresponda) para continuar el trámite respectivo, pues esto último sólo ocurrirá cuando
se advierta que se actualiza alguna o ambas de las condiciones apuntadas -actos evasivos o
la práctica de procedimientos ilegales- que retardan el cumplimiento de la sentencia de
amparo, tal y como se establece en el artículo 196 de la ley de la materia. De igual manera,
cuando las autoridades judiciales de amparo adviertan que existe exceso o defecto en el
cumplimiento de la sentencia de amparo y que por ello no puede tenerse como cumplida
tal y como lo ordena el artículo 196 de la Ley de Amparo, ello tampoco da lugar a que se
continúe con el trámite de inejecución que eventualmente puede concluir con la aplicación
de las sanciones (pecuniaria, separación del cargo y consignación ante un Juez penal), sino
que se deberá requerir a la autoridad para que subsane dicha deficiencia (exceso y defecto)
y exprese con claridad la razón por la que se considera que existe un cumplimiento excesivo
o defectuoso.
La reforma a la fracción XVI del artículo 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, que entró en vigor el 18 de mayo de 2001, introduce los vocablos excusable e
inexcusable en torno al incumplimiento de una sentencia de amparo, y aunque no los
define, ni del debate parlamentario se advierten elementos que permitan conocer el
sentido que el Poder Reformador de la Constitución quiso atribuir a esas expresiones, tal
omisión no impide la aplicación de esa disposición, pues ésta sólo establece principios
básicos y conceptos esenciales, cuyo desarrollo corresponde al juzgador, en este caso a la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. Al ser la aplicación de las sanciones previstas en
dicha fracción facultad exclusiva del Tribunal Pleno, a éste corresponde decidir en cada caso
cuándo el incumplimiento es excusable y cuándo no lo es, máxime si se toma en
consideración que en virtud de las disposiciones relacionadas con la inejecución de
sentencias, sus lagunas han sido superadas por este Alto Tribunal en varios aspectos a
través de la interpretación de las normas, así como del establecimiento de precedentes y
de tesis jurisprudenciales que constituyen principios coherentes y lógicos sobre el
particular. Por tanto, conforme a tales principios, desde una perspectiva jurídica y racional,
el incumplimiento de una sentencia de amparo es excusable cuando exista una razón válida,
a juicio de la Suprema Corte, que dispense la omisión en la satisfacción de la obligación
restitutoria, en cuyo caso no deben aplicarse a la autoridad responsable las medidas
establecidas en la fracción XVI del artículo 107 constitucional. Por el contrario, el
incumplimiento es inexcusable cuando no exista esa razón que justifique la falta de
acatamiento a los deberes impuestos por la ejecutoria de garantías o que disculpe la
omisión, hipótesis en la cual deben aplicarse las medidas contenidas en el citado precepto
constitucional.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintinueve de abril en curso, aprobó,
con el número XVII/2004, la tesis aislada que antecede; y determinó que la votación es
idónea para integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a veintinueve de abril
de dos mil cuatro.
Época: Décima Época
Registro: 2008045
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 12, Noviembre de 2014, Tomo IV
Materia(s): Común
Tesis: XIX.1o.P.T. J/3 (10a.)
Página: 2790
En los artículos 279 a 284 del Código de Procedimientos Administrativos del Estado de
México, se establece un sistema de cumplimiento de sentencias de dos instancias, donde la
primera se lleva ante las Salas Regionales del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, y
lo actuado por éstas es susceptible de control por las Secciones de su Sala Superior, las que,
por no contar con facultades ni regulación sobre dilaciones procesales o recepción de
pruebas, no pueden sustituirse plenamente a las Salas de primer grado, sino sólo operar
como revisoras. Así, el procedimiento relativo, es el siguiente: 1. Cuando se dicte una
sentencia favorable al actor en el juicio contencioso administrativo y ésta cause ejecutoria,
comenzará la etapa de cumplimiento, la que se iniciará con el requerimiento, de oficio y sin
demora, que se comunicará de inmediato a las autoridades demandadas; 2. En dicho
requerimiento se ordenará a la autoridad administrativa que cumplimente la sentencia
dentro de los tres días siguientes a la notificación, o al menos que justifique y demuestre
que se encuentra en vías tendentes, por no ser posible el acatamiento inmediato; 3. Si la
sentencia no quedare cumplida dentro del plazo señalado o no se realiza algún acto
tendente a ello (sólo cuando esto sea razonable), se le dará vista al administrado para que
manifieste lo que a su derecho convenga por otros tres días; 4. La vista se otorgará también
por tres días a las autoridades obligadas al cumplimiento, cuando el administrado denuncie
o manifieste que existe exceso, defecto o repetición en el cumplimiento de la sentencia; 5.
Cuando se manifieste en dicha vista que la sentencia no se encuentra cumplida o se
denuncie el exceso, defecto o repetición, la Sala Regional deberá resolver dentro de otros
tres días si existe el vicio manifestado o denunciado; 6. Si fuera necesario se admitirán
pruebas para demostrar el cumplimiento o incumplimiento; 7. Al resolver sobre la
manifestación o denuncia de incumplimiento, la Sala Regional deberá declarar si la
sentencia fue cumplida o no; 8. Si se considera que fue incumplida, se requerirá
nuevamente y de forma directa a la autoridad demandada para que la acate en el plazo de
tres días más, bajo apercibimiento de multa por la cantidad equivalente de 50 a 1,000 días
de salario mínimo en caso de renuencia (la que se podrá imponer y reimponer cuantas veces
sea necesario) y, además, si dicha autoridad tiene superior jerárquico, la Sección
correspondiente de la Sala Superior, a petición de la Sala Regional, resolverá si se solicita al
titular de la dependencia estatal, municipal u organismo al que se encuentre subordinado,
que la conmine al cumplimiento (esto, con independencia de las otras formas de
responsabilidad que pudieran presentarse); 9. Si la autoridad, a pesar de lo anterior,
persiste en el incumplimiento, el Magistrado de la Sala Regional comisionará al secretario
de Acuerdos o actuario para que, en defecto de la autoridad, cumpla directamente la
ejecutoria cuando ésta no lo haga en el último plazo concedido; 10. Sólo cuando no sea
materialmente posible dar cumplimiento dentro de los plazos anteriores, el Magistrado de
la Sala Regional podrá ampliar dicho plazo hasta por diez días; 11. Cuando la autoridad no
cumpla dentro de los plazos anteriores, la Sección podrá decretar su destitución, salvo que
gozara de fuero constitucional, supuesto en el cual se dará aviso a la Legislatura Estatal para
que se proceda como corresponda; 12. Las autoridades requeridas como superiores
jerárquicos serán responsables del incumplimiento de sus inferiores; 13. Sólo en los casos
que señala la ley se podrá pedir el cumplimiento sustituto (privación de bienes inmuebles),
previo incidente para fijar el valor comercial de los bienes afectados; 14. No podrá
archivarse ningún asunto hasta que no quede cumplida la sentencia; 15. Contra las
resoluciones dictadas por las Salas Regionales en la etapa de cumplimiento procede recurso
de revisión, cuya materia se limitará a verificar la legalidad de lo realizado por la Sala de
primer grado; 16. En congruencia y aplicación analógica de las jurisprudencias 1a./J.
44/2007 (9a.) y 1a./J. 61/2009, de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, cuando sea necesario fijar una cantidad líquida (créditos, salarios,
contraprestaciones, etcétera), antes de proceder a la etapa de cumplimiento, la Sala
Regional deberá abrir un incidente (en términos similares a la cuantificación en el
cumplimiento sustituto) para determinar la cantidad exacta que habrá de pagarse con
motivo de la cumplimentación de sentencia, y una vez obtenida se procederá conforme a
lo anterior; y, 17. Si en revisión, la Sección de la Sala Superior advierte que el procedimiento
de ejecución fue seguido sin fijar previamente la cantidad exacta a cubrir, deberá ordenar
su reposición y dejar sin efectos lo actuado, a fin de que, antes de comenzar la etapa de
cumplimiento, se haga la cuantificación exacta referida.
Cuando el órgano jurisdiccional de amparo reciba por primera vez el cumplimiento dado
por la autoridad responsable a la ejecutoria amparadora, y estime que ésta no se cumplió
puntualmente, ya sea porque no fue acatada en su totalidad o lo fue con excesos o defectos,
previo a instaurar el procedimiento sancionador establecido en el artículo 193 de la Ley de
Amparo, esto es, antes de imponer la multa respectiva y remitir los autos al Tribunal
Colegiado de Circuito o a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, según corresponda,
deberá requerir por una vez más a la autoridad responsable el puntual cumplimiento de la
ejecutoria de amparo, en aras de lograrlo. Esto, encuentra fundamento en el tercer párrafo
del citado artículo 193, en cuanto dispone que si la autoridad responsable demuestra que
la ejecutoria está en vías de cumplimiento o justifica la causa del retraso, el órgano
jurisdiccional de amparo podrá ampliar el plazo por una sola vez, subsistiendo los
apercibimientos efectuados. Bajo ese contexto, cuando la autoridad responsable incumple
por primera vez la sentencia amparadora, no procede imponer la multa con la que se
apercibió y volver a requerir el cumplimiento con el apercibimiento de otra, pues ello
equivaldría a una doble imposición de la sanción; lo que no puede acontecer, dado que la
multa es parte del procedimiento señalado en el referido artículo 193, el cual sólo acontece
cuando la autoridad responsable reitera el incumplimiento de la ejecutoria amparadora. De
ahí que sólo pueda existir un apercibimiento de multa y no dos, pues sólo procede imponer
ésta una vez, prosiguiéndose con el procedimiento de inejecución indicado en el invocado
numeral 193.
El último párrafo del artículo 196 de la Ley de Amparo establece que si la sentencia de
amparo no se encuentra cumplida, entendiendo por ello que se cumpla en su totalidad y
correctamente, o se considera de imposible cumplimiento, el órgano judicial de amparo
remitirá los autos, según corresponda, al Tribunal Colegiado de Circuito o a la Suprema
Corte de Justicia de la Nación para seguir el trámite de inejecución. En este sentido, si las
condiciones de exigibilidad de la sentencia son ambiguas y ameritan la aclaración oficiosa
de sus efectos, es ilegal que el órgano jurisdiccional aluda directa o indirectamente a una
incompatibilidad de los efectos del fallo protector con la conducta, gestiones e informes
desarrollados por la autoridad responsable y denuncie el incidente de inejecución
respectivo, pues el genuino diferendo en su entendimiento conduce a la apertura oficiosa
del diverso incidente previsto en el párrafo cuarto del artículo 193 de la propia ley, a fin de
corregir los errores o imprecisiones cometidos en la forma o términos en que se precisaron
los efectos y se ordenó el cumplimiento de la ejecutoria, para lograr su debida ejecución y
garantizar el derecho fundamental a una impartición de justicia. Ello, porque su falta de
precisión o entendimiento no extingue el presupuesto que motivó el otorgamiento de la
protección constitucional ni conduce, per se, a estimar excusable el incumplimiento de la
autoridad responsable; de ahí la improcedencia del incidente de inejecución planteado.
Esta tesis se publicó el viernes 25 de enero de 2019 a las 10:26 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.