ACTIVIDAD de FLUIDEZ

DE LA HABANA HA VENIDO UN BARCO CARGADO DE…

CONTENIDOS Fluidez Oral.

Verbalizar palabras que siguen un criterio (semántico o fonológico) con una
CRITERIOS DE
pronunciación y una dicción correctas, articulación, ritmo, entonación y
EVALUACIÓN
volumen.

ESTÁNDAR DE -Enumera palabras, siguiendo un ritmo fluido, mostrando un acceso fácil a la
APRENDIZAJE verbalización de la palabra
Manos a la obra
Metodología
OBJETIVO DE LA Conseguir una denominación fluida de palabras sin paradas excesivas ni
ACTIVIDAD titubeos en el nombrado.
Vamos a jugar a un juego llamado “De la Habana ha venido un barco cargado
de...”. Es un barco muy grande que viene de una ciudad que está muy lejos y lo
podemos traer cargado de diferentes cosas. Por ejemplo, de animales, colores,
comidas, nombres de niños/as, etc. El juego consiste en decir, por ejemplo, todos
los animales que se nos ocurran, pero lo más rápido que podamos.
DESARROLLO DE LA Estableceremos un tiempo determinado para ello (25/30 s.). La actividad se
ACTIVIDAD realizará de forma individual.
Esta actividad se puede realizar también atendiendo al aspecto fonológico.
Podemos pedir que el barco esté cargado de palabras que empiecen por una
determinada sílaba o un determinado sonido. Por ejemplo, palabras que
empiecen por MA o que empiecen por /m/.
 FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA DE ESTA ACTIVIDAD

La fluidez verbal es la habilidad para expresarse correctamente de forma

continua y con una pronunciación adecuada. Para hablar con fluidez es
Para necesario dominar las reglas sintácticas y ser capaz de recuperar
saber rápidamente las palabras de la memoria. Habitualmente, la fluidez se evalúa
más contabilizando el número de palabras que una persona es capaz de producir
durante un periodo breve (30-60 ss) siguiendo un criterio determinado. Se
utilizan dos tipos de criterios. El criterio semántico consiste en pedir que se
digan nombres de frutas o de alimentos. Bajo el criterio fonológico se solicita
que se digan palabras que empiecen por un determinado fonema, p.e.: “p” o
por “s”. Pese a la sencillez de la prueba, ha mostrado ser un buen detector
de dificultades lingüísticas, cognitivas y de daño neurológico.

La fluidez es una medida del dominio lingüístico porque está relacionada con
el número de palabras conocidas. A medida que niños y niñas incorporan
nuevas palabras en su vocabulario comienzan a poder referirse a mayor
número de objetos, situaciones o cualidades. De este modo, junto con la
adquisición de vocabulario, se expande el conocimiento del mundo y la
capacidad para hablar sobre él.

La fluidez informa también sobre de las funciones ejecutivas en cuanto que

es una actividad controlada que requiere esfuerzo y concentración. Para
responder eficientemente a la tarea de fluidez, el hablante necesita proceder
de forma organizada para dirigir su atención hacia las palabras que cumplen
con el criterio establecido e inhibir otras palabras que le vienen a la mente,
pero que no se ajustan a la búsqueda.

Estudios neurológicos han señalado que la fluidez es un indicador del estado

de las regiones frontales del hemisferio izquierdo. Tanto adultos como niños
con lesiones en el lóbulo frontal izquierdo muestran una menor fluidez que
pacientes con alteraciones en el lóbulo frontal derecho o en la zona temporal
izquierda.

Durante los primeros años de escolaridad se observa un paulatino aumento

de la fluidez. Entre los 6 y los 12 años casi se duplica el número de
respuestas. Sin embargo, en torno a los 12 años la fluidez se estabiliza y no
aparecen diferencias significativas entre el número de palabras que nombran
los adultos.

Un resultado común es que el número de respuestas sea más elevado con el

criterio semántico que el fonológico. Una de las posibles explicaciones es que
las palabras se almacenan de forma natural en la memoria agrupadas en
campos semánticos y que el criterio fonológico surja posteriormente como
resultado de dominio lingüístico y la alfabetización. Otra posibilidad es que el
criterio fonológico plantea un ámbito de búsqueda más restringido y exige
un análisis detallado de las palabras a nombrar. Por tanto, las diferencias en
el número de respuestas podrían explicarse por la dificultad para recuperar
las palabras de la memoria.