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Año: 2017
Cantidad de alumnos: 27
Edad: 4 años
Objetivo de la clase
Actividad
En un friso, colocaré dibujos de rostros con diferentes emociones. Colocaré a los niños
en una ronda, sentados. Y les diré: hoy vamos a jugar un juego muy divertido, en donde
cada uno de ustedes tendrán que elegir unas de estas caras, mostrándose como se
sienten o como están hoy. Y deberán contarnos porque se encuentran así.
Evaluación
Antes de realizar la actividad me sentí muy emocionada e intrigada por saber si la clase
iba a cumplir con mi objetivo, me interés o esta actividad ya que en mi sala se encuentra
una niña que siempre está de mal humor, la cual pelea constantemente con sus
compañeros. Al mismo tiempo estaba ansiosa porque pensaba que al llevar a cabo esta
actividad íbamos a poder descubrir en grupo los sentimientos de cada uno y si era
posible hablar y ayudarnos.
Más allá del aprendizaje, se busca el bienestar personal y social de cada alumno, como
factor preponderante de una verdadera educación integral. En el paradigma lógico-
emocional, el cuerpo, la mente y las emociones que actúan de manera interrelacionada,
y cuando se toman en cuenta todos estos aspectos, el alumno aprende mejor. Esto
significa que el aspecto emocional de los alumnos es tan importante como lo es el
aspecto cognitivo, ya que lo que afecta un aspecto va a tener un impacto en el otro
Autores como Romagnoli, Mena y Valdés (2007) afirman las existencias de etapas del
desarrollo emocional.
El enojo es una emoción primaria que todos sentimos, generalmente disparada por una
percepción de injusticia (esta emoción surge del instinto ofensivo que compartimos con
todos los mamíferos superiores).
La agresión es diferente, ya que esta conducta tiene una intención clara de dañar a otra
persona o a un objeto.
Los docentes necesitamos marcar esta diferencia: todos nos enojamos, pero no
podemos agredir. Acá es donde el docente debe enseñar las estrategias para encauzar
y manejar el enojo.
Registro narrativo
Al ingresar al aula los niños se encontraron con un gran friso de dos colores llamativos
donde se encontraban colocadas los rostros dibujados con diferentes emociones.
Al ingreso de todos mis alumnos, realizamos el saludo diario y les conté que íbamos a
hacer una nueva actividad que por eso estaba ese friso con todas esas caritas, les
comenté de qué trataba la actividad y todos eufóricos quisieron comenzar, yo les dije
que de a uno y con mucho respeto íbamos a escucharnos y conversar. La seño iba a ir
eligiendo de a uno quien iba a pararse a contarnos cómo se siente y elegir la carita con
la que se sienta identificado. Que iban a participar todos.
La niña que siempre se la ve agresiva, sujetó la carita de enojada y dijo que ella es mala.
Brian le dijo:” Martina no debes ser así porque no tendrás amigos” y no podrás jugar al
sube y baja con nadie y te vas a aburrir. O no seño? Yo por dentro me sentí muy
emocionada, alegre y sorprendida ver como al ser tan niños analizan perfectamente sus
entornos y sacaban sus deducciones.
Quede encantada con esta clase y estoy segura que seguiré implementándola siempre
porque a ellos también le agradó mucho