Sunteți pe pagina 1din 17

Historia del Arte I

Futurismo

Oscar Esteban Hernández Correa


ohernandez@unicauca.edu.co
¿A qué se denominó Futurismo?

Fue la denominación que se dio a un movimiento artístico,


definitorio de la vanguardia estética europea del S. XX, liderado
por el escritor y empresario cultural italiano Filippo Tommaso
Marinetti; autor del afamado “Manifiesto Futurista”, publicado el
20 de febrero de 1909 en diario “Le Figaro” de la capital
francesa.

El movimiento se inspiró en las ciudades , la tecnología, la


velocidad, la violencia latente del mundo que se estaba
configurando por ese entonces y se basó en las ideas de
pensadores como Bergson y Nietzche, surgiendo entonces un
arte y una ideología acordes con su heroica y muy politizada
visión de la modernidad.
Manifiesto futurista

1. Nosotros queremos cantar el amor al peligro, el hábito de


la energía y de la temeridad.

2. El coraje, la audacia y la rebeldía serán elementos


esenciales de nuestra poesía.

3. Nuestra pintura y arte resalta el movimiento agresivo, el


insomnio febril, la carrera, el salto mortal, la bofetada y el
puñetazo.

4. Afirmamos que el esplendor del mundo se ha enriquecido


con una belleza nueva: la belleza de la velocidad.

5. Queremos alabar al hombre que tiene el volante, cuya


lanza ideal atraviesa la Tierra, lanzada ella misma por el
circuito de su órbita.

6. Hace falta que el poeta se prodigue con ardor, fausto y


esplendor para aumentar el entusiástico fervor de los
elementos primordiales.
7. No hay belleza sino en la lucha. Ninguna obra de arte sin carácter agresivo puede ser
considerada una obra maestra. La pintura ha de ser concebida como un asalto violento
contra las fuerzas desconocidas, para reducirlas a postrarse delante del hombre.

8. ¡Estamos sobre el promontorio más elevado de los siglos! ¿Por qué deberíamos
protegernos si pretendemos derribar las misteriosas puertas del Imposible? El Tiempo y el
Espacio morirán mañana. Vivimos ya en lo absoluto porque ya hemos creado la eterna
velocidad omnipresente.

9. Queremos glorificar la guerra —única higiene del mundo—, el militarismo, el patriotismo, el


gesto destructor de los anarquistas, las ideas por las cuales se muere y el desprecio por la
mujer.

10. Queremos destruir y quemar los museos, las bibliotecas, las academias variadas y
combatir el moralismo, el feminismo y todas las demás cobardías oportunistas y utilitarias.

11. Cantaremos a las grandes multitudes que el trabajo agita, por el placer o por la revuelta:
cantaremos a las mareas multicolores y polifónicas de las revoluciones en las capitales
modernas; cantaremos al febril fervor nocturno de los arsenales y de los astilleros
incendiados por violentas lunas eléctricas..
Representantes
destacados del
movimiento:

Giacomo Balla
Italia, 1871–1958

Giacomo Balla, 1912, Dinamismo di un Cane al Guinzaglio (


Dinamismo de un perro con correa ), Galería de arte
Albright-Knox
Umberto Boccioni
Italia, 1882 - 1916

Umberto Boccioni, 1916, Risata (La Risa), MoMA NY


Valentine de Saint-Point
1875 – 1953
Francia - Egipto

Valentine de Saint-Point, La Métachorie, 1914


Dadaísmo
¿A qué se denominó Dadaísmo?

Fue el nombre dado a un movimiento artístico que nació en Zurich


(Suiza) en 1916. La situación histórica en la que se origina es la
Primera Guerra Mundial, a partir de un grupo de intelectuales
europeos que se refugian en el país helvético, para escapar de la
guerra. Este grupo está compuesto por Hans Arp, Tristan Tzara,
Marcel Janco, Richard Huelsenbeck, Hans Richter, y su debut
oficial tiene lugar el 5 de febrero de 1916, el día en que se
inauguró el Cabaret Voltaire fundado por el director de teatro Hugo
Ball. Algunos de ellos son alemanes, como el pintor y escultor
Hans Arp, algunos rumanos, como el poeta y escritor Tristan Tzara
o el arquitecto Marcel Janco.
La palabra Dada, que identificaba
el movimiento, no significaba
absolutamente nada, y ya en esto
hay una primera característica
del movimiento: rechazar
cualquier actitud racionalista. El
rechazo de la racionalidad es
obviamente provocativo y se
utiliza como coartada para
romper las convenciones
burguesas en torno al arte. Para
negar la racionalidad, los
dadaístas no desechan ninguna
actitud de profanación, y todos
los medios son adecuados para
alcanzar su objetivo final:
destruir el arte.
El Ready-Made

Una contribución notable Dada a


la definición de una nueva estética
es el Ready-Made.
El término indica trabajos
realizados con objetos reales, no
producidos con fines estéticos, y
presentados como obras de arte.
En la práctica, los Ready-Made
son un invento de Marcel
Duchamp, quien también inventa
el término para definirlos, que en
español significa "ya hecho“ o
Marcel Duchamp, Bottle Rack, 1914/59 (signed 1960).
"confeccionado".
El primer manifiesto Dadaísta

Fue escrito por Tristan Tzara y publicado en


1918 en el número 3 de la revista DADA de
Zurich

La magia de una palabra


—DADA— que ha puesto a los periodistas
ante la puerta de un mundo
imprevisto, no tiene para nosotros
ninguna importancia
Para lanzar un manifiesto es necesario: A, B,C. Irritarse
y aguzar las alas para conquistar y propagar muchos
pequeños y grandes a, b, c, y afirmar, gritar, blasfemar,
acomodar la prosa en forma de obviedad absoluta,
irrefutable, probar el propio non plus ultra y sostener que
la novedad se asemeja a la vida como la última aparición
de una cocotte prueba la esencia de Dios. En efecto, su
existencia ya fue demostrada por el acordeón, por el
paisaje y por la palabra dulce. Imponer el propio A.B.C.
es algo natural, y, por ello, deplorable. Pero todos lo
hacen bajo la forma de cristal-bluff-madonna o de
sistema monetario, de producto farmacéutico o de
piernas desnudas invitantes a la primavera ardiente y
estéril.
Representantes
destacados del
Movimiento

Hans Arp
1887 – 1966
Francia - Suiza

Jean (Hans) Arp. Ptolemy. 1953


Francis Picabia
1879 – 1953
París

Francis Picabia, La Revolución


Española, 1935
Man Ray

1890 – 1976

Estados Unidos - Francia

Man Ray, Sin título, 1931


Bibliografía:

-HUMPHREYS, Richard. Futurismo: movimiento en el arte


moderno, serie Tate Gallery. Madrid: Editorial Encuentro, 2000.
132 págs.

S-ar putea să vă placă și