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Conservatorio Provincial Juan José Castro.

Historia IV.
Profesora: María dolores Bravo.
Alumno: Tomás Fiszman.
Trabajo práctico nro 1: Juan Carlos Paz.
Fecha de entrega: 9/9/2019.
Juan Carlos paz (5 de agosto de 1897, Buenos Aires – 25 de agosto de 1972, Buenos Aires).
Fue una de las figuras del arte argentino más importantes del siglo XX, no solo por su rol como
compositor y pianista, sino también por su trabajo como crítico, ensayista, profesor y difusor de
nuevas tendencias musicales. Su carrera estuvo signada por un constante inconformismo y el
rechazo permanente de fórmulas preestablecidas. Dicho rechazo no se limitaba a la música, a lo
largo de su vida trabó reación con los artistas argentinos más rupturistas de su época tales como
Emilio Petorutti, Xul Solar y Julio Cortázar. Se trata de un personaje fundamentalmente polémico y
cuestionador, que desde el Grupo Renovación, del que fue socio fundador, se dedico a rivalizar
abiertamente con la corriente del nacionalismo musical. Según Paz, para quien las nuevas técnicas
debían siempre estar al servicio de la ruptura con lo establecido, los nacionalistas musicales se
servían de elementos folklóricos para reproducir esquemas anticuados aprendidos de Europa.
Su estilo compositivo paso por varias etapas. En sus comienzos, cultivó un estilo
postromántico, fruto de las enseñanzas de Constantino Gaito y Eduardo Fornarini, quienes lo
introdujeron a la obra de César Frack. Más adelante, al descubrir a Stravinsky, Hindemith y los seis
franceses, viró hacia el nuevo diatonismo. A partir de 1934 se avocó al dodecafonismo, siendo
pionero del método atonal schoembergiano en América Latina. Su inconformismo y constante
búsqueda de evolución lo llevaron a saturarse del mismo, por lo que más adelante incursionó en el
puntillismo Weberiano, pasando luego fugazmente incluso por la música aleatoria. Además, su
producción artística no se limitó sólo a lo musical: incursionó en la pintura, a la que nunca se dedicó
profesionalmente, y en la actuación, participando en la película Invasión, de Hugo Santiago, basada
en textos de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares. Formó parte de una generación que vivió
dos guerras mundiales (con las consecuencias que estas tuvieron sobre la producción y difusión
musical), la irrupción de las vanguardias artísticas y la psicodelia de los años 60´, y mantuvo una
posición de avanzada respecto del quehacer musical en todo momento.

Juan Carlos Paz nació el 5 de agosto de 1897 en Buenos Aires. Su padre, de Hegidio Paz
Hermo, llegó de España luego de haber enviudado trayendo como fuente de trabajo su práctica
musical. Ya en Argentina se casó con María Clotilde Pimentel, la madre de Juan Carlos. Para
solventar los gastos de su familia, se dedicó a dar clases de piano llegando incluso a dirigir el
Orfeón Gallego. Juan Carlos ingresó de niño, enviado por su padre, al conservatorio donde
aprendería a tocar galopas y valses. Su primera maestra de piano era una señora francesa de perfecta
escuela, de la que pronto se aburriría, como le sucedería con todos los profesores que tuvo a lo largo
de su vida. A sus 10 años se muda con su familia del caseron de Villa Urquiza, que entonces era un
barrio de calles de tierra, a un departamento de la calle Billinghurst en el centro de la ciudad.
Durante su infancia, el norte musical estaba marcado por personalidades como Chaminade, Dalmiro
Costa, Nepomuceno y Gottschalk.
A los 14, decide que va a dedicarse a la música e ingresa al conservatorio Santa Cecilia,
donde pronto se aburriría nuevamente. Su profesor de piano le comunica a su madre, quien sería su
más fiel acompañante y su inspiración, que Juan Carlos tiene grandes condiciones y que es mejor
que lo lleve con un docente más capacitado. Es entónces cuando lo toma como alumno Alphonse
Thibaud, que por entónces dirigía el conservatorio Thibaud Piazzini. Pronto se cansa de las clases
con Thibaud y se va a estudiar lectura e interpretación con Roberto Neri, el primero al que pudo
considerar como Maestro.
Su familia se vuelve a mudar, esta vez a la boca, donde entra en contacto con el clima
portuario, la bohemia, las salas de teatro y los cines, allí empieza a trabajar como pianista. Es por la
misma época que conoce a Luis Gianneo y a Pablo, Juan José y José María Castro. Son ellos
quienes le hablan de Constantino Gaito, con quien continuaría sus estudios. Para aprender de él, Paz
ingresa a la Sociedad Argentina de Cuarteto como “davueltador” de hojas y es ahí donde entra en
contacto por primera vez con la obra de Franck, Schumman y Honneguer, junto con una gran
cantidad de repertorio operístico sinfónico. Estudió armonía con Gaito durante tres años, luego de
los cuales decidió que el estudio de tratados y reglas no tenían sentido para él, y que la verdadera
manera de aprender era mediante el estudio de las obras, no de la teoría. A partir de entonces su
aprendizaje pasó a ser mayormente autodidacta, comenzó dicha experiencia mediante el la lectura
de obras de Bach y Beethoven. A poco de comenzar la tarea comprendió que su formación, más allá
de la pianística, era bastante incompleta y fue entónces cuando visitó a Eduardo Fornarini, el
compositor italiano que representó un antes y un después para la generación de Paz. Fue quien le
mostró la obra de Franck, Debussy, Ravel, Schoenberg y Stravinsky a la camada conformada
además por Luis Gianneo y los hermanos Castro, entre otros jóvenes compositores. Fornarini
defendía a la sonata como forma suprema de la música pura, frente a la estética operística
massenetiana y pseudo-wagneriana imperante en la música argentina de la época. Gracias a esa
experiencia y al estudio del tratado de composición de D´Indy, Paz pudo obtener una nueva apertura
frente a la obra de Bach y Beethoven. El valor pedagógico de Fornarini y sus innovaciones no
pasaron desapercibidas por el ambiente musical porteño, acostumbrado sentimentalismo francés y al
verismo italiano. Pronto se encontró con un ejército de detractores, que lo empujaron a abandonar el
país al poco tiempo de haber llegado.

A partir de 1914 en Buenos Aires se abre un nuevo universo sonoro, la sociedad porteña, se
encuentra con las visitas de André Messager, Isadora Duncan y Ernest Ansermet con el ballet ruso
de Sergei Diaghilev. En 1917 Ferruccio Catalani dirige el Mar de Debussy y visitan el país Saint
Saens y los cuartetos Lenner y Kolisch. Por primera vez se escuchan en Buenos Aires las sonatas de
Franck y Debussy. Es por la misma época que Paz toma clases de órgano con Jules Beyer, alumno
de Franck. Las prácticas en la iglesia le fueron de gran utilidad para controlar los parámetros
sonoros y la articulación interna de sus futuras obras. En 1922 el público porteño escucha Pelleas y
Melisande de Debussy, Ariane y Barba Azul de Dukas y la tetralogía de Wagner. Los compositores
argentinos, se nutrieron estas nuevas musicas provenientes de Europa. En 1923 Paz se inicia en la
composición, manejando un contrapunto poco ortodoxo y con una gran dificultad para acceder a
materiales de estudio tales como partituras y discos. Cansado de Bach, encuentra una salida en
César Franck, y compone en 1923 Preludio, coral y fuga, en homenaje al compositor Belga.
En 1924 en Europa fallece Lenin, Mussolini abole los sindicatos no fascistas y en Alemania
emerge la figura de Hitler. En Buenos Aires el pianista español Ricardo Viñes crea la asociación
Amigos del Arte, la que daría cobijo a las nuevas expresiones artísticas, tales como el futurismo y la
nueva música francesa, y aparece la revista Martín Fierro, nucleando a una gran cantidad de jóvenes
creadores argentinos regresados de su experiencia europea, encabezados por Emilio Petorutti. Su
objetivo era el de encontrar una nueva estética, rindiendo culto al la libertad de las formas,
aboliendo los modelos cláscos en todas las ramas del arte. Mientras que en la literatura se cuestiona
las leyes rítmicas estróficas, en la música se hace lo propio con la regularidad métrica, el sistema
tonal, la variación obvia y la recapitulación. Fueron los críticos pertenecientes a la revista quienes
mencionaron por primera vez obras pertenecientes a autores como Schoenberg, Berg, Milhaud,
Auric, Stravinsky y Honneger. El mismo año Ansermet vuelve a la Buenos Aires, con un contrato
para dirigir cinco ciclos de conciertos anuales, gestionados por Victoria Ocampo, en los que
interpreta música de Honneguer, Prokofiev, Stravinsky, Hindemith, Debussy y Ravel. Es entonces
cuando Paz viaja a Europa con su familia. Primero va a Lisboa, después a Madrid y finalmente a
París, donde pasa un año estudiando con Vincent D´Indy en la Schola Cantorum. En Paris escucha
las 6 fugas sobre el nombre de Bach Op.60 de Robert Schumman, inspiradas en las sonatas para
órgano de Mendelssohn, y compone su única obra durante su estadía en la ciudad: 4 fugas sobre un
tema para piano. Desde entonces incluyó fugas en muchas de sus obras.
Ya de vuelta en Buenos Aires, termina un poema sinfónico, iniciado en Europa, con el
objetivo de presentarlo en un concurso de la Asociación del Profesorado Orquestal. Su intención en
caso de ganar era la de usar el dinero del premio para volver viajar. Finalmente gana pero gasta el
dinero en otras cosas y además rompe la partitura porque considera que no puede seguir manejando
una estética postromántica después de escuchar la música que se estaba haciendo en Europa.
Paz encuentra en Debussy y en el jazz, el canal para dar el salto definitivo que lo alejaría del
cromatismo postromantico Franckiano y lo sumergiría en el nuevo diatonismo. Siguiendo por esta
vía, incursiona en el politonalismo y el neoclasisismo, en un retorno a la música de Bach (dentro de
la estética del signo XX). Fruto de dichos cambios son el Canto de navidad para orquesta, Dos
sonatas, Nueve baladas, Pampeana y Junto a Paraná. Estas últimas dos, inspiradas en elementos
de la música argentia, demuestran que Paz no renegaba del color local en sí mismo, sino de los
procedimientos con que sus elementos eran utilizados. A la vez no encontraba demasiado
justificativo en que en una ciudad tan cosmopolita como Buenos Aires, se compusiera música de
aires norteños o cuyanos, con la que él no sentía ningún tipo de familiaridad.

Llegaba a su final la década que Paz definió como le edad de oro de la gran aldea, marcada
por los siguientes hechos:
• La primera visita de la Orquesta Filarmonica de Viena al País.
• Los conciertos diriguidos por Richard Strauss en el Colón, en los que mostró casi toda su
producción orquestal.
• Los estrenos de Salome y Elektra.
• Los ciclos anuales de la Asociación del Profesorado Orquestal.
• La visita del London String Quartet.
• La fundación del la Orquesta de Cámara Renacimiento, dirigida por Juan José Castro.
• El estreno de Las bodas de Stravinsky en el Teatro Colón.
• La llegada a Buenos Aires de Julio Perceval y Jane Bathori.

A estos hitos se podrían agregar:


• La estabilización de la orquesta del Teatro Colón.
• La creación del Conservatorio Nacional de Música y Declamación.
• La visita al País de Erich Kleiber, director del estreno mundial de Wozzek. 1

En septiembre de 1929 en la sede de Amigos del Arte, Paz, junto a José María y Juan José
Castro, Jacobo Fischer y Gilardo Gilardi2, funda el Grupo Renovación. En cuyo manifiesto
postulaba los siguientes objetivos.
1. Estimular la superación artística de cada uno de sus afiliados por el conocimiento y examen
crítico de sus obras.
2. Propender a la difusión y conocimiento de las obras por medio de audiciones públicas.
3. Editar las obras de sus afiliados.
4. Extender al extranjero la difusión de la obra que realiza el grupo.
5. Prestar preferente atención a la producción general del país, facilitando su conocimiento por
los medios a su alcance.
6. Abrir opinión públicamente sobre asuntos de índole artística, siempre que ello pueda
significar una contribución al desarrollo o afianzamiento de la cultura musical. 3

Desde sus inicios el grupo se caracterizó por la heterogeneidad: la amplitud que tenía el
manifiesto permitíó la convivencia de un compositor afín al nacionalismo, como lo era Gilardi, con
un vanguardista a ultranza, como Paz. Los objetivos pautados en su documento fundacional se
llevaron a cabo de manera satisfactoria: realizaron una gran cantidad de conciertos en la Asociación
Wagneriana y lograron cierta difusión en el extranjero, sobre todo a partir de la incorporación del
Grupo como sección argentina de la International Society for Contemporary Music, ISCM. Uno de
sus rasgos característicos fue el enfrentamiento que mantuvo con los “Esclavos del Folklore”4,
como definio Siccardi a los compositores que ocupaban los cargos más importantes de las
instituciones oficiales de musica. Según él, se valían de la utilización de un pseudo-nacionalismo
1 Scarabino, Guillermo: El Grupo Renovación (1929-1944) y la “nueva música en la Argentina del siglo XX.”
Buenos Aires, EDUCA, 1999, pag. 66.
2 Para finales de 1931 se habían incorporado también los compositores argentinos Luis Gianneo y Honorio Siccardi,
el italiano Alfredo Pinto y el belga Julio Perceval.
3 Scarabino, Guillermo: Obra citada, pag. 69.
4 Scarabino, Guillermo: Obra citada, pag. 77.
musical como excusa por la falta de recursos técnicos. Igualmente es importante destacar que el
grupo no se oponía necesariamente a los principios nacionalistas en la música, sino a los
procedimientos con los que el material autóctono era incorporado. Ya decía Paz, refiriéndose a los
compositores nacionalistas: “Dicen que no quieren copiar modelos foráneos actuales para poder
mantener a propa identidad, pero lo único que hacen es copiar modelos foráneos perimidios y es así
que tenemos incas racelianos y coyas franckianos”5. Las deserciones en 1933 de Gilardi, Pinto,
Perceval, y Juan José Castro dejaron al Grupo nuevamente con cinco miembros, por lo que la
analogía con Los cinco rusos por parte de la prensa no tardó en llegar. Pronto la crítica los comenzó
a llamar Los cinco argentinos.
En 1932 Paz se casa con casa con Eloísa García Castro, prima de José María y Juan José,
con la que se muda a una pensión en la calle Riobamba. Dicho matrimonio sería un fracaso y
duraría poco tiempo. Según Eloisa, ella nunca habría sido aceptada por la madre de Paz, a la que,
por otro lado, este nunca puso un límite: contaba con total libertad para entrometerse en los asuntos
de la pareja, siempre en desmedro de Eloisa. Años más tarde Paz dijo: “Matrimonio: institución
siniestra. Esasas excepciones. Quien esté libre de matrimonio, que arroje la primera esposa.”6 En
1933 envía al Festival de la ISMC su 2° Sonatina para flauta y clarinete, tildada de pretenciosa por
parte de sus colegas del Grupo. La obra mostraba la depuración alcanzada por el compositor,
después de renegar de las sonoridades organísticas y del gran sinfonismo. No fue aceptada en el
Festival, pero el compositor Josef Koffler, miembro del jurado, le hizo llegar a Paz una extensa
devolución, que sería considerada fundamental para su posterior desarrollo en la técnica
dodecafónica.

En 1936 Paz es invitado a renunciar por parte de los demás miembros del Grupo. Las
hipótesis acerca de la ruptura son diversas. Por un lado, autores como Jacobo Romano sostienen que
su pretensión de estar siempre a la vanguardia de las técnicas compositivas no fue tolerada por los
demás integrantes del Grupo, según los cuales “nunca se había compuesto así”7, y por lo tanto se le
oponían constantemente. Al parecer, la incursión de Paz en 1934 en la técnica dodecafónica no cayó
bien dentro del Grupo, con la excepción de Julio Perceval, quien continuaba apoyándolo. En esta
línea también se puede destacar la incomodidad que generaban entre sus compañeros las críticas
musicales que Paz publicaba en el diario Crítica. Las mismas contaban tan alto nivel de agresividad
que cierta noche los músicos de la Orquesta del Teatro Colón lo fueron a buscar para darle una
paliza pero se contuvieron por respeto a José María Castro, que estaba acompañándolo. Más allá de
que el Grupo se dedicaba trabajar fundamentamente con música contemporanea no todos
compartían el desprecio de Paz hacia los que no comulgaban con su nivel de rupturismo.
Otros autores, como Guillermo Scarabino, argumentan que el tema estético no tuvo
vinculación directa con su alejamiento y lo que sí habría desatado el conflicto fue la decisión de Paz
en 1936 de enviarle al compositor yugoslavo Slavko Osterc, jurado del Festival de la ISCM, su
Passacaglia para que participe de la quinceava edición del certamen, que sería llevada cabo en París
al año siguiente.8 El hecho habría resultado disruptivo porque existía un acuerdo dentro del grupo
según el cual los contactos que cada miembro hacía con editores, compositores y demás
personalidades potencialmente útiles para su crecimiento, debían ser compartidos y en este caso Paz
se había separado, presentándose por su propia cuenta al Festival. Cabe destacar que las funciones
de Paz dentro del Grupo eran varias, y entre ellas se encontraba la de manejar las comunicaciones
con el exterior (tanto del Grupo como del país), por lo que todo contacto epistolar pasaba por sus
manos. Esta posición le habría otorgado cierta ventaja en caso de haber pretendido usufructuarla en
su propio beneficio.

Al poco tiempo de su alejamiento, en 1937, crea la Agrupación de la Nueva Música, gracias

5 Fischerman, Diego, “La nueva música en Argentina según Juan Carlos Paz, el mal amado”, Página/12, 26/8/2002.
6 Romano, Jacobo: Vidas de Paz. Gai, Buenos Aires, 1976, pag. 41.
7 Romano, Jacobo: Obra citada, pag. 46.
8 Scarabino, Guillermo: Obra citada, 1999, pag. 66.
al apoyo de Elena Sansinena de Elizalde. En los conciertos presentados por la Agrupación se
incluyeron obras de Chavez, Santoro, Koellreutter, Schoemberg, Hindemith, Krenek, Webern, Berg
y Cowell, entre otros. La relación epistolar que Paz mantuvo con este último (Henry Cowell) le
permitió abrirse al mundo de la música contemporanea norteamericana, iniciando el camino que lo
llevaría a publicar 1952 su ensayo La música en los Estados Unidos. La importancia de los
cociertos de Agrupación en el ámbito internacional puede verse en la presencia de Aaron Copland
en Buenos Aires en 1940 estrenenando su 2° Sonata para piano. A la organización de los conciertos
Paz agregó además una sostenida labor como conferencista difundiendo en Buenos Aires la obra de
compositores que eran todavía considerados de avanzada incluso en Europa.
Con el estallido de la 2° Guerra Mundial la conexión con Europa se vio interrumpida y Paz
se avocó totalmente al trabajo en la Agrupación junto con Esteban Eitler, Daniel Devoto y Teodoro
Fuchs. En el marco de su trabajo como difusor de las nuevas tendencias artísticas funda en 1945,
junto a Adolfo de Obieta, Emilio Pettoruti y Daniel Devoto la revista 9 Artes, que públicaría sólo
cuatro números. En el año 1946 fallece su madre, María Clotilde Pimentel, quien lo acompañó
desde sus inicios en el piano y fue su principal apoyo en la búsqueda de crecimiento y superación
constante. El duro golpe lo aleja de la composición y lo lleva a tomar almumnos, entre los que se
encontraron Francisco Kropfl y Mauricio Kagel. Paz, que esencialmente no creia en la relación
maestro-alumno, carecía de un método, por lo que moldeó su forma de enseñanza de acuerdo a las
características de cada alumno.

Ya en la década de 1950 cansado ya del dodecafonismo y buscando una nueva inspiración en


Messiaen, compone muy pocas obras. Las que estrena son Dedalus (una de sus obras más
importantes, que representa su despedida de la estética schoenbergiana), Transformaciones
canónicas, Rítmica ostinata y Seis superposiciones para oequesta. En 1956, estrena las
Trnasformaciones, dirigida por Victor Tevah, en Amigos de la Música. Una vez finalizada la obra
(de un lenguaje demasiado moderno para el auditorio) hubo una silvatina generalizada, que sólo se
detuvo tras el retorno de Tevah al escenario acompañado por Juan Carlos Paz. Pasado el estreno el
compositor se interna, por encontrarse muy mal de salud. Los 42 días que pasó convaleciente
consumieron gran parte de sus ahorros y fue el director de cine Leopoldo Torre Nilsson quien
acudió en su ayuda al encargarle la música para su nueva película, La casa del Ángel. Fue así que
dio inicio su breve pero fructífera carrera como compositor de músca para películas: a La casa del
angel le seguirían El secuestrador (estas dos bandas sonoras serían premiadas, otorgándole a Paz un
gran alivio económico), La caída (1959), En ardiente oscuridad, Simiente humana y Fin de fiesta.
Entre 1955 y 1959 se avoca además a la escritura y es entonces cuando a La música en los Estados
Unidos Paz agrega Introducción a la música de nuestro tiempo y Arnold Schoenberg o el fin de la
era tonal. Además comienza a escribir sus memorias bajo el título Alturas, tensiones, ataques,
intensidades, obra que sería editada en 1972.

Con Continuidad 1960 inicia su período post-serial. El estreno mundial de la obra estuvo a
cargo de la Orquesta Filarmónica de Berlin bajo la batuta de Lorin Maazel, en 1963. La
envergadura del organismo encargado de su estreno da cuenta del reconocimiento con el que a estas
alturas Paz contaba a nivel internacional. En esta obra, claramente influenciada por el trabajo de
Edgard Varese, los sonidos tienen valos por si solos y no obedecen a normas que rijan su
ordenamiento. A Continuidad, le siguieron la Invención para cuarteto de cuerdas, de estética
puntillista al estilo weberiano, y Núcleos, donde el compositor asocia libremente células interválicas
de manera sucesiva o simultánea demostrando el pleno desarrollo de su lenguaje musical. En 1964
compuso Concreción y Galaxia sus últimas dos obras, en un retorno a la estética serial.

A partir de 1965 se dedica a viajar, codeándose con las personalidades musicales más
importantes de aquel entonces. En 1966 en Venezuela conoce a Gertrude Schoenberg (viuda de
Arthur), Penderecki y Xenakis y en 1967 en París al director de cine Hugo Santiago, quien lo invita
a participar como actor de su nueva película, Invasión (1969), sobre textos de Jorge Luis Borges y
Adolfo Bioy Casares. Paz acepta la proposición y es así que interpreta en el largometraje el papel de
Don Porfirio, un conspirador que trama una invasión a la ciudad de Buenos Aires.

Hacia el final de su vida le sería ofrecido el título de académico por parte de la Academia
Nacional de Bellas Artes, lo que fue tomado por Paz como una agresión personal, después de haber
pasado toda una vida luchando contra el academicismo, en una fuga permanente hacia el futuro. Fue
por esta razón que el grupo Poesía Buenos Aires ldecidió hacerle un festejo “anti-académico”, del
cual Paz haría el cierre dando uno de sus típicos discursos llenos de humor y sarcasmo.

Bibliografía:
Veniard, Juan María. Aproximación a la música académica argentina. Buenos Aires, EDUCA,
2000.
Scarabino, Guillermo. El Grupo Renovación (1929-1944) y la “nueva música en la Argentina del
siglo XX.” Buenos Aires, EDUCA, 1999.
Romano, Jacobo: Vidas de Paz. Gai, Buenos Aires, 1976.
Fischerman, Diego, “La nueva música en Argentina según Juan Carlos Paz, el mal amado”,
Pagina/12, 26/8/2002.

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