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FRANCISCO NIETO VIDAL

MÉTODOS

ESOTÉRICO-PRÁCTICOS

PARA EL

DESARROLLO INTERNO

MÉTODOS
ESOTÉRICO-PRÁCTICOS
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PARA EL
DESARROLLO INTERNO

“Que la Luz de estas humildes palabras


iluminen el camino que deban seguir en esta vida
mi hija, hijo y nieta Karen,
a quien está especialmente dedicado este libro”

INDICE

Prólogo del autor X La Retrospección


Introducción XI La Concentración
I Los Vehículos del Espíritu XII La Meditación
II El Ego XIII La Observación
III La Mente XIV El Discernimiento
IV El Cuerpo de Deseos XV La Contemplación
V El Cuerpo Vital XVI La Adoración
VI El Cuerpo Físico XVII La Oración
VII El Karma XVIII La Autoprogramación
VIII El Purgatorio XIX Actuar en nombre de......
IX Introducción a los ejercicios para el Conclusión
desarrollo interno ***

PRÓLOGO DEL AUTOR

El desarrollo espiritual es algo que todo Ser humano debe alcanzar de una manera progresiva por medio de
las experiencias y de las Leyes Divinas. Cuando el individuo trabaja voluntaria y conscientemente a favor de
esas Leyes, está colaborando en la Gran Obra de la Divinidad y se une a Ellas; cuando se une a Ellas se separa
de lo material y personal para sentirse uno con todos y con el Universo
Ha sido mi gran ilusión y deseo desde hace aproximadamente 20 años, poder encontrar un libro donde
aprender algo bueno y útil, y que me enseñara claramente cuál es el camino del desarrollo espiritual, bien por
métodos y técnicas, o bien por cualquier medio o escuela. La Escuela la he encontrado pero el libro, aunque
hay muchos similares, no ha sido así; quizás sea un poco exigente, pero la exigencia, cuando uno busca el
desarrollo interno, no es mala. A la vez, me he dado cuenta de la cantidad de personas que también están
buscando lo que yo, y eso me ha llevado a plantearme, y a preguntarme a mí mismo, que por qué no lo
escribo yo.
Cuando comencé a interesarme por el mundo de lo esotérico solía tener mi mente entretenida en un mundo
ilusorio y fantástico, - creo que como la mayoría cuando empezamos - en el cual reinaban los maestros,
místicos y personajes de buena voluntad que despertaban en mí grandes y elevados ideales espirituales y de
misterio sobre la vida y el Ser. Al cabo de unos años me di cuenta de que ese mundo no tenía nada de real y
que, por tanto, lo tenía que construir yo dentro de mí, por mi propio esfuerzo y sacrificio. A partir de ahí todo
mi afán ha sido encontrar esos métodos para llevarlos a la práctica, pero a la vez trabajando por medio del
conocimiento esotérico para ver de qué manera puedo yo sacar provecho de mis pensamientos y actitudes
allá donde me encuentre.
Conocí diferentes centros y escuelas, leí y sigo leyendo muy buenos libros esotéricos de verdaderos ocultistas
investigadores de los mundos ocultos, que han dejado una maravillosa filosofía antes de pasar a los mundos
invisibles - Max Heindel, Corinne Heline, Blavatsky, Steiner, Annie Besant, Leadbeater, Dion Fortune, Alice
Bailey y pocos más - Todos ellos han dejado una maravillosa enseñanza que, según la humanidad vaya
comprendiéndola, irá cambiando su punto de vista sobre la vida, la muerte y el desarrollo que tiene que hacer
para llegar a completar su evolución. De todos ellos aprendí mucho y sigo aprendiendo pero todavía no he
encontrado el libro que he deseado tener en mis manos.
Creo que debería ser un libro pequeño, concreto, práctico, sencillo de leer para los que empiezan a
interesarse por el esoterismo pero, sobre todo, que sirva para que las personas cambien su punto de vista
sobre la humanidad y la naturaleza. Según los ideales que yo tengo, este libro debería servir para elevar el
carácter hacia la comprensión, la tolerancia, la devoción, el amor, los pensamientos y los sentimientos.
Debería inclinar a ver el aspecto espiritual del Ser Humano; debería servir para quitarnos los defectos y
aumentar las virtudes; para descubrir el verdadero significado del altruismo y de la Fraternidad Universal;
para unir la personalidad con el Espíritu, el hombre con Dios.
Es mi intención con esta pequeña y humilde obra intentar ayudar a todas las personas que tienen estos
mismos ideales, a conseguir desarrollar todas esas cualidades y virtudes en el mayor grado posible en esta
vida. Es cierto que nada se consigue sin esfuerzo y sacrificio y, por lo tanto, cada uno debe esforzarse y
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trabajar de una manera persistente, metódica y paciente - cargar con su cruz - pero deseo de todo corazón
que las palabras, métodos, técnicas, o simplemente conocimiento que voy a escribir, puedan ser los medios
para que el que inicia el “Sendero de retorno” encuentre esa Luz y ese estado de conciencia y de Paz interior
que todos deseamos.
Soy totalmente consciente de mis pocas cualidades como escritor, pero eso no impide que exprese mis
sentimientos y deseos a modo de colaboración con otros muchos ocultistas esotéricos que el único afán que
les movió, y les mueve, es ayudar a desarrollar la parte espiritual y divina que todos llevamos dentro. No
pretendo hacer un best-seller sino solamente dejar escrito de la única manera que sé, lo mejor de mí mismo
para que, algún día, sea ahora o en el futuro, este conocimiento haga el efecto que deseo en las personas. Ese
efecto no es ni más ni menos que encontrar la Verdad que todos, tarde o temprano, tenemos que descubrir
para poder dirigirnos a ese Sendero de Retorno que nos llevará a la Libertad, al Amor, a la Amistad y a la
Fraternidad Universal.
La humanidad está en un momento delicado de su evolución, y es fácil que se deje llevar por tantas y tantas
tentaciones que le pueden dejar rezagado con respecto a los que van a la cabeza del desarrollo espiritual, por
eso, ojalá que este libro también sirva, o al menos caiga en manos de todos aquellos que, aunque no crean en
el esoterismo, sean capaces de ver y entender el mensaje que intento dar por medio de lo que me sale del
corazón.
La devoción a ideales elevados, la concentración, la oración, la meditación, el discernimiento y la
retrospección son algunos de los métodos imprescindibles para el desarrollo espiritual del Ser Humano
actual. En este libro intentaré dar una idea clara sobre todos ellos para que, por su práctica, pueda sacar el
mayor provecho posible todo aquel que lo intente. Decía el que para mí fue todo un ejemplo de desarrollo
espiritual, Max Heindel: "Se puede considerar vencido el que deja de intentarlo”, “Persistencia, siempre
persistencia y al final vencerás”
Mi mayor deseo para todo aquel que lea este libro es que tenga la suficiente capacidad de entendimiento para
sacar el mayor provecho de él y, a su vez, ser una Luz que alumbre el camino de la humanidad allá donde se
encuentre; que la meditación y el discernimiento le acompañen desde el principio hasta el final.
Pido al lector que medite sobre las enseñanzas de este libro con una mente abierta, que deje todos los
conceptos e ideas anteriores a un lado e intente comprender el verdadero significado de estas palabras que
sólo tienen la intención de ayudar a las personas que las lean. Este libro está dirigido a todas las personas sin
distinción de raza, credo o religión, y si tuviera que identificarlas con alguna enseñanza lo haría con las de
Cristo, porque tarde o temprano todos tenemos que hacer que el niño Cristo nazca en nuestro interior.
Sin embargo, y como comprendo que cada uno está evolucionando en un nivel diferente, y eso hace que cada
uno estemos buscando por diferentes sitios y medios, quiero dejar claro una cosa. Actualmente hay grupos de
personas que dicen contactar con extraterrestres mensajeros de la paz o enviados para cambiar nuestra
forma de pensar, otros son contactados de Ángeles que les mandan formar grupos para dar las enseñanzas
que reciben, otros dicen ser maestros que tienen el poder de dar Iniciaciones o despertar poderes, etc. Si eres
de las personas que buscan esas cosas, deseas desarrollar poderes internos rápidamente o eres de los que
buscan un Maestro porque necesitas ser guiado y te tienen que decir lo que tienes que hacer, entonces no
encontrarás satisfacción en este libro.
Si buscas cambiar tu carácter, tu forma de vida, tu concepto sobre las personas y la naturaleza, si deseas
elevar tu conciencia hacia los mundos espirituales, si quieres emanciparte para ser tú mismo en
pensamiento, palabra y obra y, por último, si buscas el contacto con tu verdadero Maestro interno, entonces
lee este libro. Cada palabra, cada frase y cada capítulo de él lo he escrito con la intención de que cada persona
que “busca” encuentre medios para trabajar por su propio desarrollo y por el de la humanidad. Pero recuerda
que, lo que buscas lo llevas dentro de ti, yo no te voy a regalar nada, sólo te indicaré algunas formas de
conseguirlo, eres tú quien debe luchar y trabajar. “El que busca encuentra, el que pide recibe”, pero esta
búsqueda tiene recompensa cuando lo hacemos de corazón y de manera desinteresada. “El que tenga ojos
que vea y el que tenga oídos que escuche”

***

INTRODUCCIÓN
“ A los que comienzan el Sendero de retorno
y comienzan a ver la verdadera Luz del mundo”

INTRODUCCIÓN
Todo Ser humano en algún momento de su evolución o de su vida, se pregunta que de dónde viene, quién es
y a dónde va.
Si preguntamos a una persona materialista, agnóstica o a algún científico que de dónde venimos y a dónde
vamos, casi seguro que su respuesta sea que venimos de la nada, que somos lo que somos gracias a una serie
de circunstancias, y que después de la muerte volvemos a la nada para no volver a saberse nunca más nada de
nuestra existencia.
Si preguntamos a los teólogos o a algún que otro representante de las religiones occidentales, es fácil que nos
respondan que el hombre es un Espíritu creado y que viene de Dios; que cada uno vive una vida en muy
diferentes circunstancias según dónde y cómo nazca; y que después de la muerte vuelve otra vez a ése mundo
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del cual vino, y que allí estará toda la eternidad en un estado de felicidad o sufrimiento dependiendo de lo
que haya hecho aquí en esta vida.
Si consultamos las enseñanzas esotéricas o “Filosofía Oculta”, veremos que su teoría dice que: El hombre es
un Espíritu que también procede de Dios y que por medio de las Leyes de “Renacimiento y Consecuencia,”
está desarrollando sus posibilidades latentes en poderes dinámicos por medio de un proceso de lento
desarrollo pero de creciente eficacia. Esto será hasta que por medio de la evolución alcancemos la perfección
o unióncon Ese Gran Ser que normalmente llamamos Dios. “Las cosas que Yo hago y mayores aún las haréis”
dijo Cristo.
Si este libro va a tratar de la “evolución” y el desarrollo espiritual, es conveniente saber cuál de estas teorías
es la más lógica y razonable para saber hacia dónde se dirige el Ser humano por medio de las Leyes Divinas.
Sobre la primera teoría del científico o materialista incrédulo, la mayoría de las personas que razonen verán
que cuesta creer que exista todo lo que existe en este Universo para que el hombre disfrute, a modo de
una vida casual, del planeta Tierra. Si la humanidad tiene un cuerpo tan perfecto en su funcionamiento y
posibilidades, y si estamos en un Sistema Solar tan equilibrado, donde hay unas leyes que rigen todo lo que
existe para que no sea un caos, es lógico pensar que esto ha debido ser concebido por una mente
inimaginablemente superior a la del hombre. Si esa mente que ha creado el Universo con su perfección es tan
poderosa y elevada ¿Por qué va a crear todo un Universo perfecto en sus movimientos para que no lo disfrute
nadie? ¿Es para nosotros que estamos en este pequeño planeta? ¿O se ha hecho por casualidad? ¿Crearíamos
nosotros la mejor universidad del mundo para que nuestros hijos asistan un solo día a ella? ¿No es lógico
pensar que lo haya hecho Dios por algo que nosotros no alcanzamos a comprender? Si esto es así, ¿No es
lógico pensar que también haya creado unas Leyes, las cuales tienen que ver con el desarrollo de la
humanidad y con la meta o perfección que tiene que alcanzar?
Si razonamos la segunda teoría que dicen algunos teólogos y personas de pensamiento similar, podríamos
decir lo siguiente:
1º. Si como todas las religiones dicen, Dios es Amor ¿Cómo puede Dios poner a unos Espíritus para que
nazcan en la pobreza y en la enfermedad y a otros en la riqueza y en la salud?
2º. ¿Cómo puede Dios pedir la misma responsabilidad a los que Él mismo pone casi en la necesidad de robar
para vivir, mientras que a otros no les falta de nada en la vida?
3º. Se dice en algunos libros de religión y algunas personas de ese entorno, que Dios permite, destruye,
castiga por toda la eternidad, o sólo salva a unos pocos de sus hijos. Si como también dicen, Dios es
Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente ¿Cómo puede Dios permitir la destrucción de sus hijos? Si es
Amor ¿Por qué no va a salvar al resto de sus hijos si nosotros mismos, imperfectos, lo haríamos? ¿Cómo les
va a castigar a toda la eternidad de sufrimiento si son parte de Él mismo y Él mismo les puso en su destino
casi predispuestos para hacer el mal? ¿Por qué mandó a su hijo para salvar a toda la humanidad si luego
permite que otros muchos se pierdan sin poner interés en remediarlo? ¿Puede ser destruido algo que es parte
de un Ser Omnipotente?
4º. El hombre, aún con lo imperfecto que es, tiene planes para prevenir que las personas mueran en
determinadas circunstancias, ¿Por qué no los va a tener Dios si su Sabiduría es infinita? ¿No es lógico pensar
que Dios tenga unas leyes que gobiernen la evolución del hombre, así como ocurre con la naturaleza, para
que todo sea cada vez más perfecto?
Las Enseñanzas Esotéricas dicen que ningún Espíritu se pierde porque es parte de Dios, que ése Espíritu
renace, y que por medio de la Ley de Causa y Efecto - lo que sembréis, cosecharéis - en cada vida obtiene lo
que le corresponde en bien y en mal según las causas que haya hecho en su anterior vida. Por lo tanto, el Ser
humano es y tiene el resultado de sus propias acciones y no el resultado de un Dios antojadizo. Dios no
castiga sino que hace que sus Leyes nos enseñen a ir por el camino más recto, - como nosotros hacemos con
nuestros hijos - esas Leyes nos traen los efectos de unas causas que cometimos para que a través de la
experiencia aprendamos a ser cada vez más espirituales, humanitarios y mejores instrumentos de Dios en la
Tierra.
Sólo las obras de la humanidad esclavizan a la humanidad; sólo las obras del ser humano estorban al ser
humano; sólo el mal uso de la voluntad, el libre albedrío y la mente castigan al hombre. Hay una frase muy
conocida en la Filosofía Oculta que dice: “ Hombre, conócete a ti mismo y conocerás a Dios”. El desarrollo
espiritual trata de adelantar en cada vida unos pasos en ese Sendero de vuelta al Padre, si el ser humano
aprende a utilizar sus cuerpos para su propio desarrollo y el de los demás, estará andando a pasos
agigantados. Si aprende a utilizar y practicar algunos de los diferentes métodos o técnicas de desarrollo, verá
que sus conceptos sobre la vida, el Ser, y la naturaleza cambian por completo obteniendo así una vida interior
más elevada que inclina a ser más benevolente, altruista y caritativo. Esa es la primera meta que tenemos que
alcanzar, y tengo la mi intención de ayudar con este libro a todo aquel que lo desee.
Una de las cosas en que las enseñanzas esotéricas y la teología coinciden es en que, como dijo Cristo,
"Cosechamos lo que sembramos". La diferencia entre algunas religiones y la enseñanza oculta es que las
Leyes Divinas - Dios - no nos dan lo que merecemos como castigo sino porque nos pertenece, ya que nosotros
hemos sido los sembradores.
Si una persona en esta vida se desvía de su destino por causa del alcohol, y a su vez, maltrata e impide que
también se cumpla el destino y las posibilidades de desarrollo de su esposa e hijos, esta creándose lo que en
ocultismo llamamos un “mal karma” o mal destino, dicho de otra manera, esta sembrando y creando causas
que son negativas.
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Ante este caso, las Leyes Divinas no le castigan sin más ni más, sino que la primera lección que le enseñan es
grabar en su conciencia el resultado del sufrimiento que tendrá en el “purgatorio”, o sea, el dolor que
sintieron su esposa e hijos por su maltrato. Cuando haya sufrido todo esto, y lo una al resultado de otros
sufrimientos y experiencias de otras vidas, habrá dado otro paso más en su evolución, pero lo habrá
hecho por medio del sufrimiento y no por medio de actos benévolos voluntarios; esta es una gran diferencia.
La segunda lección que tienen que aprender y que el Ego en su propio mundo y con su conciencia libre de la
influencia de los deseos acepta, es volver a unirse a esos Egos o Espíritus que fueron esposa e hijos para que,
de alguna manera, (como familia, amigos, compañeros o jefe de trabajo), les pueda beneficiar materialmente
por los perjuicios que les causó en su anterior vida. Así actúa la Ley de Consecuencia, dándonos el resultado
de nuestras acciones y haciendo que cosechemos lo que sembramos, pero siempre de una manera justa y sin
maldad, porque en los mundos espirituales no existe el mal.
El mayor enemigo de la humanidad es la ignorancia, y por mucho que los Seres espirituales que están por
encima del hombre nos quieran ayudar, si el ser humano no aprende por el correcto uso de su mente y el
control de sus deseos, estos seres, con todo el dolor de su corazón, no lo podrán hacer. Cuando ellos ven que
una persona se esfuerza por quitarse vicios y defectos e intenta elevar su desarrollo moral y espiritual,
aunque no lo creamos, ellos trabajan desde los mundos invisibles para darle todo su amor y hacer que esa
nueva luz no se apague y que cada vez brille más.
El hombre tiene dos caminos para aprender en esta vida: 1º. Por medio de sus experiencias buenas o malas y,
2º. Por medio de las experiencias de los demás. En estos dos casos es muy importante el uso del
discernimiento, la observación, la meditación y otros ejercicios que mencionaré en este libro.
Los Maestros espirituales y Guías de la humanidad desean que nuestra evolución sea rápida y por el camino
del bien, pero también respetan nuestro libre albedrío, y por lo tanto “sufren” cuando el hombre comete
tantos errores. Nosotros intentamos guiar a nuestros hijos con todo nuestro amor, pero si ellos
voluntariamente hacen algo que les causa dolor significa que aprenderán de esa experiencia por medio del
dolor y no por nuestra guía amorosa de padres. De forma similar actúan estos Seres elevados, ellos no nos
obligan, sino que como padres nos quieren llevar por el mejor camino; en nosotros está hacerlo y aprovechar
su ayuda o no.
El resultado de todas estas experiencias, es lo que sacamos como fruto para la próxima vida en forma de
“Sabiduría” o “Conciencia", esta conciencia es la base de la estructura mental, instinto, o deseos de elevación
vida tras vida. Si quisiéramos saber hacia dónde nos lleva la Ley del Karma, veríamos que su fin
es mostrarnos que el Ser humano es uno con Dios, que la humanidad debe conocerse a sí misma para
conocer a Dios, y que debe amarse a sí misma para amar a Dios. Pero para amar es necesario desarrollar
todas las virtudes que nos llevan al amor, y para conocernos tenemos que ser conscientes de estas Leyes y
saber que somos dueños de nuestro destino. Todo pensamiento, palabra y obra tendrán su efecto sobre
nosotros, por lo tanto, si deseamos elevarnos a los conceptos anteriores, debemos empezar a cambiar
nuestros deseos por nobles aspiraciones, para que la mente guiada por el espíritu anheloso pueda alcanzar la
meta de perfección cuanto antes.
Las aspiraciones, hábitos y deseos elevados de nuestra anterior vida, nos traen como efecto, mayores
posibilidades de desarrollo para esta, por eso, nuestro deber es cumplir las aspiraciones de la vida pasada y
crear otras nuevas y más elevadas. Si no lo hacemos así, tendremos una gran lucha con nuestra conciencia,
porque ella sabe que, como Espíritus, nos comprometimos antes de renacer a cumplir una serie de
obligaciones y a hacer otras cosas en favor del desarrollo espiritual individual y de la humanidad. Si no lo
cumplimos por dejarnos llevar por nuestros deseos materiales y pasionales, estaremos interrumpiendo
nuestro propio desarrollo de una manera seria y grave.
Así, la Ley de Causa y Efecto es perfecta, justa y amorosa puesto que actúa para nuestro propio desarrollo.
Nosotros somos nuestros propios carceleros y verdugos, o nuestro propios Ángeles de la Guarda y Guías
espirituales. Si hacemos mal a alguien nos lo hacemos nosotros mismos; si robamos, nos robamos nosotros
mismos; si no cuidamos nuestro cuerpo físico –que es el Templo de Dios - nos saldrán enfermedades y así
aprenderemos a valorarle; si abusamos de la energía creadora por medio del sexo y de la mente sobre
cualquier otra persona, naceremos con un defecto físico o psíquico, y así sucesivamente. Esta Ley hace que
tomemos conciencia de los valores espirituales y materiales para que lo utilicemos en nuestro desarrollo y el
de los demás.
Tenemos y somos lo que nos corresponde y nos relacionamos con quienes tenemos deudas pendientes de
anteriores vidas, pero nuestro deber es quedar bien con todas las personas y ayudar allá donde podamos de
manera desinteresada. Esta Ley no la puede burlar nadie, si el hombre colabora con ella encuentra dicha y
recompensa, pero si no, encuentra sufrimiento y castigo.
Nuestro deber es meditar y discernir para ver cuándo hacemos el bien y cuándo el mal, cuándo hacemos el
bien de corazón o cuándo por egoísmo. Nuestro deber es actuar de una manera compasiva, justa, amable y
sincera, porque así borramos de nuestro subconsciente toda semilla del mal y hacemos que nazca y florezca el
bien.
Yo os invito a reflexionar detenidamente sobre estas enseñanzas para que intentéis ver el efecto de las causas
que cometéis en vuestra vida diaria, pero, ¡cuidado! no os obsesionéis con lo malo, ved también lo bueno y
sabed que vuestras aspiraciones e intenciones son posibilidades de desarrollo para el futuro. Cuidad vuestras
actitudes con el prójimo, no manifestéis odio, impulsividad, injusticia, cólera, ni cosas similares, eso os traerá
los peores efectos. Pensad que una vez sufrida una deuda o pagado un karma, ya no nos vuelve más; pensad
que las leyes de Dios están actuando en todo y constantemente; por lo tanto, si colaboráis con ellas os traerán
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prosperidad, salud y grandes posibilidades de desarrollo. Si queréis ver la Luz, abrid bien los ojos espirituales
porque la tenéis dentro de vosotros mismos.
***

CAPÍTULO I

LOS CUERPOS O VEHÍCULOS DEL SER HUMANO

EXPLICACIÓN DEL DIAGRAMA Nº 1 “LOS CUERPOS”


Los cuerpos son vehículos que utiliza el Espíritu y son imprescindibles para evolucionar en los mundos en los
que actualmente está desarrollando los poderes internos y cualidades espirituales.
Lo mismo que tenemos un cuerpo físico para experimentar a través de la vida en el mundo material, así
tenemos un cuerpo etérico que es igual al físico y que es donde radica el subconsciente, la memoria y donde
formamos los hábitos. Este vehículo se desarrolla por medio de la purificación de la materia del cuerpo físico
y los buenos hábitos y costumbres.
El tercer cuerpo es el llamado de “deseos” o astral, este puede estar formado de materia de las siete regiones
del Mundo del Deseo pero siempre tenemos más de unas que de otras. Cuando llevamos una vida pura en
sentimientos, atraemos materia de deseos de las regiones superiores donde está el altruismo, el afecto, la
simpatía, etc., pero si somos más bien negativos, atraeremos materia de las regiones más bajas donde está la
maldad y nos rodearemos de espíritus elementales negativos que intentarán estimularnos hacia esa línea de
conducta. Esa materia es la que nos ata después de la muerte, y hasta que nos deshacemos de ella no nos
podemos elevar a las regiones superiores.
El cuerpo mental (cuarto cuerpo), es de materia más sutil y pertenece al Mundo del Pensamiento, pero
ocurre lo mismo que con el cuerpo de deseos, cuanto más puros sean los pensamientos más elevada y pura es
la vibración de la materia que lo compone, y más elevado será lo que atraigamos hacia nosotros desde los
mundos espirituales.
Resumiendo, nuestro deber en cada vida, es elevar la vibración de esos cuerpos y aumentar su brillo,
volumen y belleza para que puedan atraer la mirada de los Maestros que siempre están vigilantes para
poder echarnos una mano en nuestro desarrollo interno.

“ Maestro, ¿ Qué he de hacer para desarrollar mi espíritu y elevar mi conciencia?


Trabajar, trabajar y siempre trabajar ”

Para hablar del desarrollo espiritual humano, debemos hablar antes, de las herramientas o medios que éste
tiene para poder expresarse en este mundo, y así experimentar y tomar conciencia del resultado de sus
acciones.
Es muy importante, llegado este punto, que olvidemos el concepto de que somos sólo un cuerpo físico y
comencemos a tomar conciencia de que somos un Espíritu que se manifiesta por medio de diferentes
envolturas, que a su vez, nos velan la verdadera conciencia espiritual. Según comprendamos esto, veremos
más claramente el error de pensar que somos un cuerpo de materia densa, y las posibilidades de dominar
nuestros hábitos, carácter y forma de pensar. Este es el primer paso para que la humanidad exprese su
conciencia “fuera del cuerpo” y comience a manejar sus vehículos como mejor crea conveniente en su
desarrollo espiritual.
El verdadero Yo, es parte del Yo Universal, y sus cuerpos son las envolturas en las que está encerrado. Lo más
importante ahora es que ese "Yo" aprenda a dirigir sus cuerpos, que, como si fueran un carruaje tirado por
cuatro caballos, quieren ir donde les apetece. Ese Yo Superior es un Ser con unas posibilidades latentes
inimaginables para el hombre, esas posibilidades deben ser transformadas en poderes dinámicos por medio
de la voluntad y las experiencias en el mundo físico. Según avanza la humanidad en su progreso espiritual, su
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conciencia se eleva hacia otros planos espirituales y adquiere más poder. Según adquiere poder y amplia su
conciencia, así manifiesta ciertas facultades nuevas que se convertirán en virtudes aquí en la Tierra.
Dice un axioma hermético que “Toda causa tiene su efecto y todo efecto tiene su causa”, además, sabemos
que lo primero que debe hacer el Ser humano es “conocerse a sí mismo”. El cuerpo físico no puede ser el
hombre, puesto que el cuerpo es “materia densa” como cualquier otro objeto material, aunque con alguna
diferencia en su composición no deja de ser “materia muerta”; si no fuera por la vida que le anima sería un
objeto inerte. Se ha demostrado a través de experimentos con básculas muy precisas que en el momento de la
muerte, el cuerpo
físico pierde peso,algo abandona el cuerpo. Entonces, lo lógico es pensar que nosotros abandonamos ese
cuerpo y lo que queda es un cadáver como cuando se mata a un animal. Esto es lógico puesto que sabemos
que la mente domina o hace lo que quiere con el cuerpo y no el cuerpo con la mente.
Si imaginamos un cuerpo físico con vida, no veremos nada más que un “cuerpo que se mueve”, sin sentido de
ninguna clase ni orientación, entonces podemos llegar también a la conclusión, de que el hombre no es ésa
vida que anima el cuerpo físico; esto indica que la “vida” es una energía que vitaliza y anima el cuerpo hasta
un determinado año. Pero, vamos a imaginarnos otro cuerpo que será la causa de nuestros sentimientos,
deseos y emociones. Éste tercer cuerpo es el que hace que el hombre desee cosas, sienta, tenga un incentivo
para ir o venir, que sienta emociones, odios, pasiones, y un largo etcétera. Ahora podemos ver que tenemos
un cuerpo físico con vida y que, además, se mueve en determinadas direcciones porque “desea” y “siente”. Si
lo meditamos nos daremos cuenta rápidamente que este cuerpo de “deseos”, tampoco puede ser el ser
humano porque nosotros no actuamos dominados totalmente por los deseos, pasiones y odios. La
humanidad tiene la capacidad de dominar muchos de sus deseos y controlar sus sentimientos y emociones,
tiene voluntad para actuar en el mundo.
Cuando el hombre ve que sus deseos, vicios, pasiones, odios y rencores perjudican su bienestar y su salud,
razona, y por medio de su voluntad comienza a cambiar de actitud en la vida. Si la humanidad no tuviera
mente, no podría hacer esto ni sería dueño de su vida y no evolucionaría como lo hace. Sabiendo esto,
podemos ver que nosotros también tenemos una mente para dominar los deseos por medio del
discernimiento y para dirigir nuestra vida de una manera razonada y lógica.
Para la mayoría de las personas, el ser humano es un cuerpo físico que vive, tiene deseos y emociones, y
piensa. Para el ocultista, también tiene esos cuatro cuerpos o vehículos de manifestación, pero el verdadero
ser humano está por encima de ellos y tiene la posibilidad de dominarlos y dirigirlos a su antojo. Veamos,
todas las personas se habrán dado cuenta que su mente, en un momento determinado, se ha puesto a pensar
en "mil cosas a la vez” o está “tarareando” una canción que ha oído y que ya no la quiere cantar porque le
aburre; otras veces nos damos cuenta de que nuestra mente está pensando en cosas absurdas y sin
importancia que no sirven para nada. Cuando esto ocurre, algunos dicen: ¡Qué tontería estaba pensando
yo! ¿Por qué estoy pensando en esto si no tiene importancia y no va conmigo? ¡No sé que hacer para
quitarme esta canción de la cabeza!
Ahora nos podemos preguntar ¿Quién es ése, o eso, que se pregunta esas cosas y que no puede dominar o
controlar la mente? ¿Quién es ése que cuando se da cuenta de que está pensando en algo que no quiere, corta
ese pensamiento? ¿Quién es ése que cuando quiere concentrarse para hacer algo utiliza la mente consciente,
voluntaria y firmemente para hacer con ella lo que desea y sacar provecho mediante su uso? Ese es el Ego o
Yo Superior que algunos llaman el verdadero Ser humano. Es el “Yo” que está por encima de los otros
cuerpos, el Espíritu velado por diferentes grados de materia que le impiden manifestarse tal y como es. Esos
velos son los deseos, pasiones, hábitos, la mente incontrolada, etc., y esos velos son los que el Ego debe
quitarse por medio de la evolución y desarrollo moral, mental y espiritual, para poder manifestarse por
medio de su vehículo más denso, el cuerpo físico.
Para hacer eso, debe cambiar todo lo negativo que tengan esos cuerpos y hacerlo positivo y espiritual, eso es
el “ Desarrollo Espiritual Esotérico ”, eso es “Conocerse a sí mismo”, eso es “Conocer y crear causas” para
hacer nuestro propio destino de una manera consciente. Según el hombre descubre como son sus
sentimientos y como piensa, así puede cambiar su línea de conducta y empezar a recorrer el “Sendero de
Retorno” que le llevará de vuelta a casa.
El Ser humano es una vida de la “Vida Universal”, una mente de la “Mente Universal” y una esencia de la
“Esencia Universal”. Sus cuerpos son vehículos para su expresión en el mundo físico; son un conglomerado o
vida colectiva de millones de vidas que evolucionan por medio de nuestra conciencia y cuerpo. Así mismo,
nosotros lo hacemos por medio de la Conciencia de Dios y su expresión física o manifestación material, ya
que “En Dios vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.”
Cada uno de esos cuerpos pertenece a un mundo. El cuerpo físico compuesto de materia física pertenece al
mundo físico, y al morir, esta materia se vuelve a integrar en el caos de átomos de donde surgió. El cuerpo
vital o etérico es de materia más sutil, este cuerpo pertenece a la parte etérica del mundo físico y es el clásico
“fantasma” que se puede ver en los cementerios, ya que es idéntico al cuerpo físico. El cuerpo emocional o de
deseos, pertenece al Mundo Astral o de Deseos y, al cabo de un tiempo después de la muerte, también se
desintegra como lo hacen los anteriores para que su materia vuelva al caos a donde pertenece. Este cuerpo
también es utilizado por algunos Espíritus para manifestarse en sesiones espiritistas o mediumnicas y,
algunas personas tienen la capacidad de utilizarlo de una manera consciente y voluntaria para hacer ciertas
actividades mientras su cuerpo físico duerme. El cuerpo mental pertenece a las regiones inferiores del
Mundo del Pensamiento, y ahí es donde el Ego o verdadero Yo, forma sus pensamientos para que después se
revistan del sentimiento adecuado, se vitalicen, y al final se manifiesten en actos físicos, palabras o cosas
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materiales. Estos cuerpos están todos en un mismo espacio, todos compenetran el cuerpo físico, podríamos
decir que es como el bloque de hielo donde hay: sólidos, líquidos, gases, y partículas atómicas, o sea,
diferentes grados de materia en un sólo cuerpo. Después de que el cuerpo físico muere, van muriendo los
demás y volviendo al caos de donde proceden para poder formar parte de un futuro cuerpo más perfecto,
pues esta materia también evoluciona vida tras vida.
Lo podríamos resumir de la siguiente manera, lo mismo que en el bloque de hielo hay diferentes grados de
materia hasta llegar a la que el hombre no percibe con su ojo físico, así el Ego, está funcionando o
manifestándose aquí en el mundo físico con un cuerpo material. Este cuerpo está vitalizado por un cuerpo
etérico, que a su vez está compenetrado por otro más sutil de deseos y emociones, y todo esto está gobernado,
o al menos así debería ser, por otro vehículo de materia todavía más sutil llamado cuerpo mental. Según se
esfuerce el hombre por ser mejor moral, mental y espiritualmente, así estará facilitando la manifestación de
ese Espíritu lleno de Sabiduría y Poder.
El que un ciego no pueda ver el mundo físico no significa que no exista, así mismo, el que la mayoría de las
personas no puedan percibir los mundos o cuerpos invisibles del hombre, tampoco significa que no existan.
Hay infinidad de partículas en la atmósfera, señales de radio, televisión, partículas que las reconocemos por
medio del olfato o el oído, y otras muchas señales que se detectan por su vibración y por medio de aparatos
específicos; sin embargo no lo detectan nuestros ojos físicos por el simple hecho de no tener esa sensibilidad
o poder de captación.
Existen personas que no ven nada, otros ven poco, otros ven lo normal y ¿Por qué no puede haber personas
que vean más allá de lo normal? Si cogemos una rueda y la hacemos girar con fuerza, al principio veremos
sus radios, a continuación veremos algo indefinido con un determinado color y, más tarde los radios
desaparecerán y oiremos un sonido ¿Qué ha pasado? Pues simplemente que hemos ido aumentando la
vibración de la rueda y la hemos puesto en un nivel que nuestros ojos físico no son capaces de captarla y no
nos queda otro sentido que el oído para captarlo. Si esto lo pudiéramos aumentar más, la rueda
desaparecería de la vista y no oiríamos nada porque el oído tampoco captaría esa otra vibración tan elevada.
El hombre conoce y admite lo que sus sentidos captan y no sabe que hay algunas personas con una visión
tal que captan vibraciones más elevadas, y por lo tanto, ven otros grados de materia más sutil que es invisible
para nosotros; a estas personas se les suele llamar clarividentes.
Cada uno de nuestros cuerpos (físico, vital, de deseos y mental) están formados de materia de diferentes
grados de densidad, pero esa materia está toda en un sólo espacio o cuerpo físico lo mismo que en la carne
hay células, moléculas, átomos, protones, neutrones, etc. Estos cuerpos son los que utiliza el Ego vida tras
vida para renacer, experimentar, aprender y desarrollarse en todos los sentidos. Lo mismo que un inventor
crea una idea, la elabora, da vida con el pensamiento, la pone un sentimiento o deseo, y por último, la
manifiesta materialmente en el mundo físico; así el Ego desde su propio mundo, se manifiesta por medio de
su mente, deseos, vida y cuerpo físico para experimentar y evolucionar, o dicho de otra forma, para adquirir
conocimiento y elevar su conciencia.
Algunos de los motivos principales por los que necesitamos estos cuerpos son:
1º. Porque necesitamos experimentar para poder evolucionar.
2º. Porque tenemos que perfeccionar esos cuerpos cada vez más, para sacar mayor provecho de los mundos
en los que evolucionamos.
3º. Porque tenemos que desarrollar la voluntad.
4º. Porque tenemos que espiritualizar el carácter.
5º. Porque debemos desarrollar la mente.
Lo mismo que aquí trabajamos durante el día y descansamos por la noche para asimilar las experiencias
diarias y para restaurar el cuerpo físico, así mismo renacemos, aprendemos y experimentamos durante toda
una vida para después, en esos mundos invisibles, asimilar el fruto de la misma y unirlo a la “conciencia” que
es el resultado de la experiencia de las anteriores vidas. Lo mismo que un niño tiene que volver al colegio
para continuar su aprendizaje, también el hombre renace por medio de esos cuerpos para continuar su
desarrollo y evolución aquí en el mundo físico. Lo mismo que un niño hace los deberes o estudia para grabar
mejor lo que ha aprendido en clase, así mismo el Ego asimila lo bueno de la vida pasada, borra los malos
hábitos, aprende a obrar de una manera benévola y honesta, y hace que en la próxima vida nos inclinemos
con más fuerza hacia el desarrollo de las virtudes espirituales para que la voz de nuestra conciencia sea más
fuerte. Así pues, por medio de este aprendizaje después de la muerte del cuerpo físico, estamos más
evolucionados y renacemos más preparados para hacer el bien en la humanidad, y comprender que todos
somos hermanos en espíritu y que nos tenemos que ayudar mútuamente porque todos tenemos que llegar al
mismo sitio.
Estos cuerpos son lo más preciado que tiene la humanidad ya que sin ellos no podría evolucionar, por eso
también debemos aprender a valorarlos comenzando con el físico. Cuanto más vivamos, más oportunidades
tendremos de aprender y de quitarnos deudas que tenemos de otras vidas, si cuidamos el cuerpo por medio
de no tomar substancias que alteren la mente y que perjudiquen su organismo, estaremos haciendo una obra
muy importante. Si no abusamos o derrochamos la energía en esfuerzos físicos innecesarios, si no
derrochamos la energía sexual creadora e incluso mental, tendremos mas vitalidad y el cuerpo físico
funcionará mejor. Esta energía es creadora y gracias a ella pensamos y creamos, trabajamos y procreamos. Si
no nos dejamos llevar por las pasiones, la sensualidad, los vicios y deseos que hacen grandes daños en el
cuerpo astral, repercutiendo así en el cuerpo vital y en el sistema nervioso, estaremos mejorando y cuidando
también este cuerpo y daremos pie a que nuestros deseos sean cada vez más elevados y espirituales. Si
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utilizamos la mente de una manera concentrada, voluntaria y conscientemente, haremos sólo lo que
verdaderamente deseamos para nuestro bien y el de nuestros cuerpos, pero si la dejamos a su libre albedrío,
se dejará llevar por los deseos y estará en mil cosas a la vez para no sacar provecho de nada.
Por todo esto, es muy importante que dominemos y cuidemos nuestros cuerpos porque, cuanto más lo
hagamos, antes seremos más felices, antes descubriremos a nuestro verdadero Ser, antes seremos unas
personas tranquilas llenas de amor, paz, y buenos sentimientos. Esa es la meta del Ser humano, y si no fuera
por sus cuerpos no lo conseguiría, por lo tanto, cuanto antes nos pongamos manos a la obra desde el puesto
del propio Espíritu y pongamos todo nuestro empeño en espiritualizar nuestrosvehículos, antes les
doblegaremos, guiaremos y seremos las personas más felices del mundo.
Ahora estamos en una situación más provechosa para explicar detalladamente cómo podemos sacar
provecho de estos cuerpos para nuestro propio desarrollo espiritual. Veremos cómo, por medio de los
cuerpos y su funcionamiento, la humanidad puede cambiar sus costumbres, carácter y punto de vista sobre la
humanidad y la naturaleza.
“Mantened claros estos principios y discernir diariamente en todo lo que hacéis, sentís o pensáis, fijad
vuestra meta en el Yo Superior e intentad sentir su influencia y guía”

***

EL EGO
“Por medio del conocimiento de la Verdad y su práctica,
el hombre llegará a ser libre”

CAPITULO II
EL EGO
Nuestro Ego o, Yo Superior, tiene gran sabiduría como resultado de todas las anteriores reencarnaciones
desde que alcanzamos la individualización como seres humanos, por lo tanto, sus experiencias son inmensas
y su sabiduría grande, como resultado de esas experiencias; en él está resumida toda la evolución pasada. El
Ego nos está influenciando constantemente por medio de lo que llamamos “conciencia” ya que, en esta
conciencia, está grabado todo el sufrimiento y felicidad que hemos recibido después de cada vida. Su deber es
advertirnos para que no volvamos a caer en los mismos errores que nos causaron sufrimiento, y guiarnos
hacia el desarrollo espiritual por medio de la comprensión y el discernimiento entre lo bueno y lo malo. El
Ego nos habla desde el Mundo del Pensamiento en forma de vibraciones, que se transforman en sonido y
color en los diferentes cuerpos inferiores, hasta que llegan al cerebro como una voz casi imperceptible. Esas
vibraciones son siempre buenas, pero dependiendo de como pensamos y cuáles sean nuestros sentimientos y
deseos, así se transforman, y así las podemos recibir e interpretar para bien o para mal. Si el hombre tuviera
una vida más relajada e intentara tener más paz mental, sacaría gran provecho de estos mensajes, ya que el
Ego es “causa de todo bien”, y está deseando que nos esforcemos en hacer el bien y aborrezcamos el mal para
poder manifestarse tal y como es.
Cuando el Ser humano persiste en ser altruista, amoroso, comprensivo, tolerante, etc., está elevando la
vibración de sus diferentes cuerpos y está purificando la materia de la que están compuestos, esto hace que
vaya haciendo camino para la unión de la material con lo espiritual, de la persona con Dios. Si por el
contrario, el Ser humano está lleno de malicia, rencor, envidias y cosas similares, está atrayendo materia de
ese grado de vibración hacia sus cuerpos, y está obscureciendo y cerrando la puerta a los consejos y guía del
Ego. Cuando el hombre actúa así se pone en contra de las Leyes Divinas y de la evolución de su propio
espíritu.
Cuando el ser humano alcanza el grado de desarrollo espiritual necesario para comprender estos principios
filosóficos, y comienza a actuar de manera positiva, intentando ver lo Divino y bello que existe en todo lo que
nos rodea, es señal de que el Ego ha recorrido mucho camino. Cuando el hombre piensa en sentido amoroso
y desinteresado en su deseo de crecimiento y actividad, y si trabaja consciente y voluntariamente, eleva su
conciencia y poder espiritual para que el Ego pueda manifestarse.
Así podemos ver que lo que es malo conlleva el germen de la destrucción y lo que es bueno el de la salvación.
Lo malo será transformado o destruido, lo bueno reinará como Voluntad Divina en la conciencia de la
humanidad. Todo lo bueno es evolución, es la parte activa de la conciencia del Alma. Cuando el Ser humano
domina sus vehículos inferiores y se une a esa conciencia del Alma, está haciendo que nazca el Yo Superior.
Sólo así seremos conscientes de la Divinidad que está oculta en nuestro interior.
Según evoluciona la humanidad por medio del Renacimiento y la Ley de Consecuencia, así se va convirtiendo
el Ego en el conductor de sus vehículos, y les va dirigiendo hacia nuevas y elevadas experiencias por medio de
la cultura, religión, filosofía, etc. El Ego intenta manifestar lo mejor de él mismo para que seamos
instrumentos de amor y sabiduría, y para que seamos medios de manifestación en la Obra Divina y así poder
liberarse de su atadura a la Tierra. Lo material se debe unir a lo espiritual, pero eso no puede ocurrir hasta
que el hombre, de una manera consciente, intencionada y voluntaria, sea creador de todas las mejores
virtudes humanas.
Según alimentamos el sentimiento de fraternidad, amor y altruismo, vamos incrementando la conciencia
espiritual y sentimos la presencia del Poder Supremo; según nos desarrollamos espiritualmente nos sentimos
más unidos al género humano y más nos duele el dolor ajeno. Cada individuo debe escuchar a su Yo Superior,
debe intentar ponerse en su puesto para identificarse con él, y sentir sus inspiraciones y enseñanzas para
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fortalecer sus lazos de comunicación. Cuando confiamos en él, nos manda todo su amor y sabiduría en forma
de iluminación para que la compartamos con las demás.
Alguien se puede preguntar ¿Exige algo nuestro Yo Superior?Naturalmente que sí, él quiere que no nos
apeguemos a lo temporal y material por medio de deseos y pasiones; que practiquemos el discernimiento
para distinguir el bien del mal; que cuidemos nuestros cuerpos de expresión puros y limpios para poder
experimentar y aprender durante más tiempo aquí en la tierra; que practiquemos y elevemos las virtudes
humanas, y que tengamos confianza en Dios.
Debemos desarrollar el “músculo espiritual”, y si queremos fortalecerle y utilizarle para nuestro propio
desarrollo, debemos empezar por autocontrolarnos y autodirigirnos para aprovechar las oportunidades que
nos surgen todos los días, y decir como alguien dijo “No importa lo estrecha que sea la puerta y lo cargado de
castigos que esté el camino, yo soy el señor de mi destino y el capitán de mi alma”. Cuando nos llega el
momento, en una determinada vida, de comenzar voluntariamente a recorrer el Sendero que algunos llaman
de aceleración o retorno, debemos comenzar de una manera sistemática a erradicar las indulgencias que
tienden a estimular lo que pertenece al yo inferior. Nunca debemos expresar nada que sepamos que es
perjudicial para el desarrollo del Ego. Debemos aprender o controlar todos los deseos y apetitos que
pertenecen a lo físico, el temperamento, el carácter, y a utilizar las actitudes de tendencia espiritual. Nuestro
deber es poner en práctica nuestro conocimiento espiritual ante cualquier circunstancia y prueba de la vida,
pero además, debemos mantener nuestra “casa” en orden y no dejar que entre ningún intruso en ella.
Debemos tener la seguridad de que nada se interponga entre nuestros deseos de elevación y nuestro Yo
Superior.
Tarde o temprano, el que inicia el sendero de desarrollo espiritual, debe aprender a sacrificarse en favor de su
Yo Superior. Es el sacrificio de lo que desea la personalidad de lo que se debe deshacer para el
engrandecimiento del Espíritu. Cuando se hace ese sacrificio nos damos cuenta que, lo que parecía ser perder
una vida de disfrute no era tal, y que por el contrario, descubrimos que hemos ganado una vida inmortal. Es
cierto que debe hacerse una ofrenda completa de todo lo que amamos y apreciamos, pero también es cierto
que hallamos una vida superior cuya felicidad es indescriptible, porque el sentimiento es tan profundo que
no se puede expresar.
Cuando nos sentimos felices gracias a nuestro desarrollo espiritual, no debemos bajar la guardia ante las
tentaciones y pruebas de la vida, además, es lógico que como efecto de todo esto nos surja una importante
preocupación, esta preocupación es que nada de nuestra naturaleza nos obstaculice para ser expresión
perfecta de ese Yo Superior. Somos su instrumento que puede ser usado por su voluntad y debemos
mantener esta actitud ante nuestra vista como el estado de conciencia al queaspiramos. A través de su
desarrollo, el ser humano llega a un nivel en que se da cuenta de que uno de los deberes más importantes es
trabajar para el beneficio y sostenimiento de la humanidad. Este es uno de los pasos más elevados porque
para ello debe dejar de identificarse con las formas separadas y identificarse con la Vida Una (que se expresa
en vidas individuales) para intentar elevarlas a la perfección. Identificándose así, debe trabajar enteramente
por el bienestar y auxilio de sus semejantes y de todo el mundo. La Vida es Divina en todos los niveles y tiene
diferentes formas de expresión, si ayudamos a la evolución en alguna parte del Todo, estaremos cooperando
con el Plan Divino.
Si queremos colaborar en el desarrollo espiritual de nuestro Ego, debemos tomar conciencia de lo que es la
Vida Una, una vez hecho esto, tenemos que tener siempre presente que no hay que despreciar ninguna vida
por muy poco evolucionada que ésta sea, si lo hacemos, debemos tener muy bien grabado en la mente el
siguiente mensaje, “Respeta la vida como la respeta los que la desean”. El reconocimiento de esta verdad
fundamental significa que el ser humano debe amar a sus semejantes y interesarse por ellos como parte de la
Vida Universal. Nuestro deber es ver la vida en todas sus más amplias posibilidades. El resultado es que
cuanto más evolucionado sea el Yo Superior, más tolerante con toda la vida manifestada será y tanto más
grande será su compasión por los demás, puesto que intenta manifestar la Compasión Divina.
El poder del espíritu o primer aspecto de Dios es “Voluntad”, el Yo Superior debe utilizar la voluntad para su
desarrollo espiritual por medio de las experiencias. Según se desarrolla, adquiere “confianza propia”, y
gracias a la confianza propia, empieza a darse cuenta de que la fuerza de su Espíritu es la fuerza de lo Infinito
que le impulsa porque es uno con su propio Espíritu; la confianza en su espíritu, a su vez, se convierte en
confianza en Dios. Nosotros somos parte de Dios y confiando en Dios confiamos en nosotros mismos porque
cada uno de nosotros es una chispa de lo Divino. Solo necesitamos darnos cuenta de ello y desarrollarlo,
entonces el Ego se convertirá en ese Espíritu parte del Todo.
A algunas personas les parecerá difícil llevar a la práctica todo lo mencionando, son pasos elevados que
cuestan sacrificio y esfuerzo constante, pero para acercarnos al Yo Superior debe ser así. Es curioso, pero en
este nivel espiritual que estamos comentando, a veces nos encontramos con cosas que no entendemos, por un
lado y sin darnos cuenta, nos aislamos del mundo en que vivimos y de las personas con las que tratamos, y
por otro lado, queremos unirnos a todo el mundo fraternalmente. En este caso, el ser humano debe ser cauto
para no crear una forma de vida separada del resto de las personas, más bien al contrario, debe fortalecer el
Yo Superior por medio del amor a todos, aunque no se relacione con las personas que lo hacia antes. Lo
mismo que el Sol ilumina y da calor a toda la humanidad y no toma nada de nadie, así nosotros debemos
aprender a estar solos frente a las adversidades de la vida y valernos de nuestro discernimiento y conciencia
interna para dar luz y calor allá donde estemos, pero sin necesidad de relacionarnos con todas las personas.
De cualquier forma, esta separatividad no es real porque estamos unidos a todos los demás hermanos en
Espíritu.
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Estamos hablando del Ego y su mundo, y de cómo alimentarle o aumentar nuestra conciencia en relación con
él, pero sería bueno preguntarnos lo siguiente ¿Cuántas veces nos ocupamos de servir y alimentar al Ego con
nuestras buenas obras de una manera consciente y voluntaria? Normalmente, muchas personas que están en
el Sendero del desarrollo espiritual, se quejan de que no tienen ayuda de los mundos espirituales o de su
propio Yo Superior, yo preguntaría a estas personas ¿Cuántas veces actúas en nombre de tu propio Yo
Superior? Cuanto antes y más trabajemos con nuestros pensamientos y sentimientos para elevarle hacia una
vida libre de críticas, malos pensamientos, egoísmos, etc., antes conseguiremos su ayuda. Haciendo esto, más
ayuda recibiremos de nuestro Yo Superior e incluso de otros elevados seres que están pendientes de nuestro
desarrollo. Por otro lado, cuanto más nos esforcamos en identificarnos con el Ego y llevar a cabo la misión
que él desea que se cumpla, más claro veremos el porqué de la vida y mejor sabremos solucionar los
problemas. Si alguien se pregunta ¿Qué es lo que el Ego desea que hagamos? Yo le pregunto, ¿Qué sientes o
has sentido cuando has hecho una obra con todo tu corazón y todo tu amor? Eso que has sentido es la
vibración que nos manda nuestro Ego como expresión para decirnos ¡bien hecho, sigue así y los dos pronto
seremos Uno ante Dios! Por lo tanto, debemos persistir en establecer dentro de nosotros mismos esas
vibraciones que hacen que nos unamos a él, o al menos, debemos tener cuidado para no entorpecer su
desarrollo con nuestras actitudes.
¿Nos hemos puesto a pensar hacia dónde se dirige el esfuerzo y desarrollo del Ego? Como es lógico, hacia su
unión con lo Divino y Primordial, hacia el Padre, hacia la colaboración en la gran Obra del Logos; luego
entonces, si nosotros nos esforzamos para unirnos a nuestro Ego, debemos trabajar en la misma línea para el
desarrollo de las virtudes y poderes, para así ser más útiles en su servicio. Olvidándonos de nosotros mismos
por el trabajo desinteresado, crecemos como partes del Ego y a su vez como partes de Dios, de modo que, no
es pensando en nosotros mismos, sino luchando para favorecer y ayudar a otros como más avanzamos hacia
nuestra meta. La gran Idea es “El cumplimiento de la perfección en la Gran Obra de Amor del Logos, nuestro
Dios”. Naturalmente, que una de las primeras cosas que tenemos que desarrollar para trabajar por esa unión
con nuestro Ego, es tomar conciencia de que existe en nosotros mismos, que somos nosotros mismos cuando
intentamos ser amorosos con los demás sabiendo que ellos también son hermanos nuestros en espíritu. Si no
podemos ver a Dios en nosotros mismos, no lo podremos ver en los demás, porque hasta que no nos
reconozcamos como tal, no nos responderá nuestro Dios interno; y si no nos responde, no podremos actuar
como instrumentos suyos en esta vida. Dicho de otro modo, hasta que no seamos capaces de ver el lado noble
y espiritual de todos los seres, y hasta que no rechacemos todo lo vulgar e inferior que impide el desarrollo
espiritual interno, no podremos responder a nuestro Ego y entender la Vida Superior.
El camino que unifica el Yo Superior con el Yo Universal comienza con el inegoísmo, el egoísmo es una de las
barreras más altas que debemos superar, y sin embargo apenas lo vemos. Si meditamos nuestra forma de
pensar y de actuar en general, comprobaremos que el egoísmo está encasi toda nuestra vida, aunque a veces
nos cueste verlo. Algunas de las cosas que un discípulo debe desarrollar y llevar a la práctica para luchar
contra el egoísmo es la humildad, la sencillez y el pasar desapercibido. El Ego siempre nos intenta decir que
si tenemos que tener egoísmo sea siempre por lo espiritual y no por lo material, porque lo material es lo que
le ata al renacimiento. Cuando el hombre se apega a lo material, debe vivir con la intención de hacerlo como
si fuera para su Yo Superior, o mejor dicho para Dios, -así no caemos en el egoísmo- Nunca debe esperar que
lo elogien, adulen ni nada parecido, porque sabe que todo lo que es y tiene, es gracias a Dios.
El discípulo no busca el éxito, sino que si le viene lo acepta como premio de algo bueno que ha hecho antes;
no quiere ser el primero, simplemente cumplir con su trabajo, deberes y responsabilidades; no trabaja para
su beneficio propio, sino que lo hace pensando en la humanidad porque sabe que su trabajo y posición
también es gracias a otros; no piensa en los resultados de sus obras, porque sabe que el deseo por lo material
le esclaviza, por lo tanto, trabaja para la humanidad y para Dios. Por eso está escrito: “Los últimos serán los
primeros” “El que quiera ser el primero que sea el último y el servidor de todos” “Buscad primero el reino de
Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura” Después de analizar esto, podemos decir que el
Ego intenta enseñarnos que el verdadero trabajo del hombre es hacer todo con amor, como si fuera para
Dios; que la mayor satisfacción es “servir” allá donde podamos, porque lo que hagamos por la humanidad lo
hacemos por Él; y que; el mayor progreso lo hacemos por medio de actuar voluntaria, consciente, y
persistentemente.
Para corregir esto debemos comenzar con las cosas pequeñas, vencer el orgullo, el odio, el rencor, la
arrogancia, estos son los primeros pasos para hacernos fuertes. Según controlemos nuestras debilidades y
espiritualicemos nuestro carácter, iremos tomando fuerza para superar otras cosas peores. Lo importante es
ponerse a trabajar con la clara idea de que somos un Ego que intenta manifestarse plenamente, pero que se lo
impide todo lo negativo de nuestro carácter, actitudes y forma de afrontar la vida. Debemos hacernos a la
idea de que somos un centro de Amor que intenta beneficiar y ayudar a los demás, porque haciendo eso,
indirectamente nos beneficiamos nosotros mismos, pero ¡cuidado! No actuemos con esa intención, porque
eso sería una forma sutil de egoísmo.
La comunicación con nuestro propio Ego yace en nuestro corazón, así que, cuando actuamos de corazón, lo
estamos haciendo como el verdadero Ego. Si tenemos nuestra conciencia puesta en todo lo que hacemos,
estaremos actuando con toda nuestra mejor intención para el desarrollo espiritual. Esto significa que
derramamos toda nuestra fuerza en lo que hacemos, la reforzamos y además, anulamos todo lo que se
relaciona con la personalidad; o sea, nos acercamos a la Verdad Divina y dominamos a lo inferior haciendo
de la personalidad una expresión del Yo Superior. Como Egos evolucionantes y hermanos del prójimo,
debemos tener siempre presente que actuar con el corazón en nuestra relación con ellos, es dejar a un lado
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los intereses propios e intentar llegar al corazón de las cosas y de ellos mismos para dar lo mejor que
tenemos, de esta forma, la Fuerza Divina se realizará en nosotros para hacernos cada vez más grandes
servidores de la humanidad.
A lo largo del camino y según vamos dominando y transformando nuestro carácter, temperamento y forma
de ver la vida, vamos sintiendo cada vez más fuertemente el amor, la buena voluntad y lo bello de las
personas. En esa etapa ya echamos cómodamente a un lado algunas de las cosas de la personalidad que no
nos gustan y actuamos guiándonos siempre por nuestros mayores y más elevados ideales. Mostramos de
manera más constante nuestro espíritu de ayuda humanitaria, pero debemos tener cuidado porque siempre
estaremos en peligro de caer en nuevas tentaciones que creemos vencidas o en otras nuevas. Somos tentados
y probados para elevarnos y fortalecernos, y eso nos puede venir en forma de aspiraciones materiales, de
elevación y otras muchas pruebas que pueden hacer que renazca el egoísmo, la arrogancia, la envidia o la
simple crítica. Por lo tanto, debemos estar siempre alerta y no olvidar nunca que cuando estamos en esta
etapa del Sendero, los Maestros nos observan esperando el momento en el que estemos preparados para ser
sus discípulos.
Es bueno y trae excelentes resultados, hacerse a la idea de esta realidad, cuando intentamos actuar como
nuestro propio Yo Superior estamos aumentado la Luz espiritual, y eso atrae la visión del Maestro. Si
pensamos que podemos ser discípulos de un Maestro y intentamos ser su instrumento para beneficio de la
humanidad; si dejamos que su fuerza fluya por nosotros sin adulterarla ni mancharla; y si hacemos todo lo
posible para que este vínculo no se rompa; veremos como nuestras actitudes en la vida cambian para el bien
de nuestro propio desarrollo. Naturalmente que para llevar a cabo esto, debemos tener siempre presente la
presencia del Maestro como supervisor de nuestras actividades y forma de pensar, además, debemos estar
siempre alerta para que nuestras cosas negativas no le lleguen e interrumpan la conexión. Nuestro deber
principal es estar serenos, pacíficos, haciendo que nuestros sentimientos y pensamientos sean los más
elevados porque, actuando así, antes nos capacitaremos para estar cara a cara ante su presencia. En este caso
nuestra mente y deseos deben estar siempre a disposición del Maestro o, mejor dicho, deben ser sus
instrumentos de expresión aquí en la tierra.
Dicen los Maestros que siempre están observando a la humanidad para ver cuándo se enciende una nueva luz
en la oscuridad. Cuando las ven, no pueden dejar de observarla e intentan ayudar a esa persona para no que
no cese en sus esfuerzos en la decisión que ha tomado, y para que esa pequeña luz se convierta en una llama
que ilumine a los que le rodean. De esa manera tiene que trabajar la persona que desea evolucionar, su
persistencia en hacer el bien debe encender su Luz, y al entregarse en servicio amoroso a la humanidad se
convertirá en una llama que dará luz y calor a los demás.
No es fácil poner los diferentes cuerpos a disposición del Ego para que él se exprese tal y como es, pero bien
vale la pena hacer constantemente todo lo que podamos para ello. No basta con decir que vamos a hacer lo
que éste libro diga que es bueno, si estas enseñanzas no penetran en nuestra propia vida y las llevamos a la
práctica, no conseguiremos nada. Debemos aprovechar todas las oportunidades, aún en medio del tumulto,
de la excitación y de los problemas de nuestra vida cotidiana; debemos estar ansiosos de encontrar
oportunidades para el desarrollo y para llevar a la práctica todo este conocimiento. Sólo los que se esfuerzan
y persisten en actuar de acuerdo con esta filosofía, se están preparando y están encendiendo la Luz que hará
venir al Maestro.
El Ego es la Voz de la Conciencia, y como tal sabe lo que es correcto y loque no. Cuando nuestro desarrollo
permite una más clara expresión del Ego, no sólo actuamos intentando hacer y ver lo recto, sino que, además,
pensamos en las consecuencias que eso puede traer y cómo puede afectar a los demás. No debemos pensar en
los efectos de nuestras acciones desde el punto de vista del beneficio, sino desde el punto de vista de
beneficiar a la humanidad ya que, las Leyes Divinas se encargan de darnos lo que merecemos. Para hacer
esto, es imprescindible el discernimiento entre lo real y lo irreal; lo que se relaciona con el Ego y lo que se
relaciona con la persona; lo que obstaculiza o lo que favorece la expresión del Ego; lo duradero o eterno y lo
perecedero o material. Esta práctica es muy importante y debe ser puesta en práctica constantemente.
También dicen los Iniciados que el ser humano tiene que desarrollar dentro de sí mismo al “Niño Cristo”.
Cuando estamos encaminados en el Sendero, por cada buena acción, pensamiento y palabras desinteresadas,
altruistas y humanitarias, atraemos materia espiritual hacia los cuerpos invisibles, y cuanto más actuemos
así, mayor cantidad retenemos para engrandecer y hacer que brillen nuestros cuerpos. Esta materia
espiritual es la base de un nuevo cuerpo que debemos formar llamado Cuerpo-Alma, para hacer crecer ese
Cuerpo-Alma, debemos alimentarla con las buenas acciones de Amor y abnegación, y por medio de no
practicar lo que perjudique a los demás. Si no la alimentamos muere de hambre, por eso nuestro deseo de
superación y nuestros anhelos espirituales deben estar siempre presente en nosotros. Ese Cuerpo-Alma es el
futuro cuerpo para poder funcionar en la próxima etapa de desarrollo de la humanidad en este planeta.
Cuando este Cuerpo-Alma se desarrolla, nace el Niño Cristo en nosotros y tenemos que alimentarle con esa
materia etérica espiritual que resulta de nuestros buenos actos. Este Niño Cristo es una Fuerza Radiante y
benéfica para el mismo Ser humano y para su utilización en bien de la humanidad. Es una armadura que
ningún mal puede atravesar y que, además, hace que el mal que nos intenta penetrar se vuelva contra la
persona como lo hace un boumerang respecto al que lo lanza; esto, al fin y al cabo, es una Armadura de Dios,
una armadura que nos protege y ayuda siempre que nuestro deseo sea el del amor y el servicio al prójimo.
No podemos amar a nuestro Yo Superior, si no nos aproximamos a él por medio de nuestras buenas acciones,
y no podemos aproximarnos, si no comprendemos lo que él representa en cada ser humano No podemos
amarlo sin sentirlo, y no podemos sentirlo si no existe en nosotros mismos. Debemos amar lo Divino en la
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humanidad tanto como lo Divino en nosotros mismos, una vez hecho esto, seremos uno con el Yo Superior y
no habrá nada que no podamos conseguir.
Si deseamos ser un hermano más que camina en compañía de otros hacia la cima de la montaña,
debemos penetrar en nuestro corazón, conocer la Divinidad que se manifiesta en nosotros como un Alma
inmortal, y buscar en nosotros lo perfecto e inmutable. Cuando encontremos y consigamos esto, nuestra luz
se unirá a la de los demás para poder actuar como bienhechores de la humanidad que velan por el desarrollo
espiritual. Debemos saber que en esa “Hermandad” no caben las imperfecciones y, por lo tanto, el fuego del
Amor de Dios debe consumir todo lo opuesto a Él. Debemos ir siempre con estas verdades como si formaran
nuestro propio cuerpo y nos debemos rodear de un aura esplendorosa que no permita la entrada de ninguna
substancia corrupta producida por pensamientos impuros. Nuestros sentidos internos se deben abrir a la
perfección de las verdades espirituales y nuestra mente debe estar iluminada por la Sabiduría Divina. Cuando
lleguemos a este punto se despertaran los poderes internos que nos harán invencibles, sufriremos una
transformación y una restauración que harán de nosotros un Ser de Luz, y nuestro cuerpo será la mansión
del Espíritu Divino.
Dice el maravilloso libro “Luz en el Sendero”:
“Manténte ajeno a la batalla que empieza, y aunque tú pelees,
no seas el guerrero; Busca al Guerrero y deja que pelee en ti;
Recibe sus órdenes para la batalla, y obedécelas;
Obedece, no como si fueras un general, sino como si fueras tú mismo y
como si sus palabras fuesen la expresión de tus secretos deseos;
pues él es tú mismo, aunque infinitamente más sabio y fuerte que tú;
Búscale antes de que en el fragor y fiebre de la batalla puedas dejar de percibirlo;
pues él no te reconocerá a menos que tú lo conozcas;
Si tu grito llega a su oído atento, entonces luchará en ti y llenará el triste vacío del interior;
Y si esto sucede, entonces podrás permanecer sereno e infatigable durante la batalla, manteniéndote
apartado y dejándole pelear por ti;
Entonces será imposible que des un solo golpe en falso;
Pero si no lo buscas, si pasas a su lado sin percibirle, entonces no hay salvaguardia para ti.
Tu cerebro te turbará, y tu corazón se tornará irresoluto, y en medio del polvo del campo
de batalla, tu vista y sentidos se oscurecerán; y no distinguirás a tus amigos de tus enemigos.
Él es tú mismo, sin embargo, tú eres finito y sujeto a error. Él es eterno y seguro. Él es la verdad eterna. Una
vez que haya penetrado en ti y se haya convertido en tu guerrero, jamás te abandonará por completo, y en el
día de la gran paz, él y tú os convertiréis en uno”.

***

LA MENTE

“Como el hombre piense en su corazón,


así es él”

CAPITULO III
LA MENTE
La mente es el primer vehículo que tiene el Ego para manifestarse desde su propio plano, está compuesta de
materia del Mundo del Pensamiento y es con esta materia con la que envuelve sus ideas para crear sus
“formas de pensamiento,” que dan origen a lo que quiere manifestar en el mundo físico. La mente es el
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instrumento que utiliza el Ego para crear por medio del pensamiento estando en estado de vigilia y de una
manera consciente o inconsciente. Cuanto menos desarrollo humano tiene una persona, menos poder tiene
sobre su mente y más se guía por su instinto y sus deseos; según evoluciona el hombre hacia lo humano,
moral y espiritual, más dominio tiene sobre ella para obligarla a actuar en la línea que el Ego quiere. La
mente recibe las impresiones del exterior por medio del cuerpo de deseos y en forma de vibraciones o
“sonidos”, según el control del hombre sobre su mente, así responderá en bien o en mal hacia la persona o
cosa que percibe. De ahí la importancia de que el hombre gobierne su mente.
Cuando una persona habla durante un tiempo con otra que no conoce, saca un concepto sobre ella, este
concepto se habrá formado por las vibraciones que ha captado el Ego a través de la mente, y según hayan sido
esas vibraciones - o mejor dicho, según se haya comportado en bien o en mal la otra persona - así será el
concepto. Si las vibraciones no están en armonía con las nuestras, o lo que es lo mismo, si no piensa de una
manera similar a la nuestra, es fácil que nuestro concepto sobre ella sea negativo y, por lo tanto, no
estaremos de acuerdo con él en muchas cosas. Esa es la manera de actuar de la mente, nos sirve de foco y es
intermediaria entre el mundo físico o las personas, y nosotros mismos como Egos. Sin embargo, nosotros
somos libres, y con nuestro libre albedrío podemos actuar con los demás de una manera positiva y armónica,
creando pensamientos de afecto o, al menos, evitando que nuestra mente forme conceptos y pensamientos
que al llegar al cuerpo mental de la otra persona, le perjudicarían. Lo mismo que nosotros captamos las
vibraciones y pensamientos de los demás, así captan ellos los nuestros. Los pensamientos de naturaleza
maligna se apegan a las personas que tienen esa misma vibración, y eso mismo ocurre con los de naturaleza
benigna, por lo tanto, y sabiendo que existe la Ley de Consecuencia que nos trae a cada uno lo que
sembramos, es un deber de la persona que busca su desarrollo interno, procurar pensar siempre cosas que
beneficien a los demás.
La mente se desarrolla a través de las experiencias de la vida, cuanto más provecho sacamos de ella mejor
cuerpo mental tendremos en la próxima vida. Cuanto mayor sea nuestro dominio sobre ella por medio de la
concentración, meditación, observación y discernimiento, más evolucionaremos y la desarrollaremos; cuanto
más positivamente pensemos, mas materia espiritual atraeremos para formar nuestros pensamientos y
desarrollar nuestra mente de una forma más pura y elevada. Si el hombre se deja llevar por los deseos,
pasiones, odios y rencores, está dejando su mente a disposición del cuerpo de deseos, (el gran tentador), el
cual nos pervierte y nos lleva a la oscuridad. Entonces es cuando los deseos animales nos dominan y hacen
que hagamos cosas que, después de haberlas hecho, nos arrepentimos.
Cuando el ser humano lleva una vida llena de devoción a elevados ideales, de inspiración y llena de buena
voluntad hacia el prójimo, no sólo crea y se rodea de materia mental elevada y espiritual, sino que a la vez,
también atrae materia que está en el mismo grado de vibración que la suya y aumenta su desarrollo
espiritual. De esta manera también estamos uniendo o identificando la mente con el Ego para que, cuanto
antes, llegue el día en que sean un sólo cuerpo para su propio desarrollo y evolución.
El Ego debe llegar, a través de la mente, a distinguir la personalidad de la individualidad, sobre todo por
medio del discernimiento entre lo correcto y positivo, y lo incorrecto y negativo. Se debe dar cuenta de que él
no es la personalidad que desea cosas materiales, sino que es el Ego que a través de la mente “conoce” y
aprende de la experiencia sobre lo material y humano. Si el Ser humano fuera capaz de aislar y cortar la
conexión del Yo Superior con la mente, ésta no podría pensar porque le faltaría la “voluntad” para hacerlo.
Con esto quiero decir que el hombre tiene pleno poder sobre su mente y no tiene que hacer nada más que
aprender a dirigirla y controlarla, porque el Ego, que al fin y al cabo somos nosotros mismos, tiene dominio
sobre la mente por medio de la voluntad.
Sabiendo esto, debemos tener claro que el origen del pensamiento está en nosotros mismos, que si no
queremos pensar no lo hacemos, y que si queremos pensar bien, también está en nosotros. El hombre es el
dueño de la mente y no su esclavo, por eso no se debe dejar llevar por cualquier pensamiento que penetre en
su mente. Dicen que “como un hombre piensa en su corazón, así es él”, esto es cierto porque el origen de la
acción y de la palabra está en el pensamiento, y si el pensamiento es positivo, atraerá sentimientos
espirituales que se manifestaran en el cuerpofísico con un aspecto de paz y de tranquilidad. La persona que
en su pensamiento es feliz, bondadosa, altruista y generosa, tendrá un semblante de felicidad y atraerá a las
personas sin saber por qué, pero la que piensa en cosas negativas, de tristeza, preocupaciones y odios, se
manifestará en su cara con un efecto de amargura ante todas las cosas de la vida, y no permitirá ni siquiera
que nadie la ayude.
Cuando una persona crea un pensamiento, afecta a otros en bien o en mal según sea el mismo y según estén
las personas en la misma sintonía de vibración o no. Cuando una persona manda un pensamiento a otra, ese
pensamiento llega y penetra en el cuerpo mental de la otra, y la estimula hacia una determinada línea de
conducta, pero lo mismo que nosotros volveremos al Ser que nos creó, así nuestros pensamientos vuelven a
nosotros y nos traen el mensaje de la vida y experiencias que hayan tenido. Traerán grabados el bien o el mal
que hayan captado de esa persona o de otras con las cuales se haya puesto en contacto por medio de sus
mentes y, por lo tanto, repercutirán en nosotros también, para bien o para mal, así que ¿No deberíamos tener
más cuidado con lo que pensamos?
Si nos acostumbramos a pensar lo que queremos, cuando queremos y como queremos, seremos dueños de
nuestro propio destino, porque gobernando el pensamiento cambiamos nuestro carácter y temperamento; si
cambiamos nuestro carácter, cambiaremos nuestros hábitos, y si cambiamos nuestros hábitos, estamos
creando un nuevo y mejor destino para la vida futura. Esto en el lenguaje astrológico, sería como decir que
estamos creando la próxima carta astral de nuestra vida futura, pero esta carta estaría llena de posibilidades
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de desarrollo espiritual en todos los sentidos. Debemos ser dueños de la mente como cuando conducimos un
coche porque, tanto para pensar voluntariamente, como para estar en guardia ante los pensamientos
intrusos, siempre tenemos que ser dueños de nuestra mente. Cuando queremos mandar pensamientos de
ayuda, cariño, comprensión, etc., a otra persona y lo hacemos con voluntad y concentración podemos tener la
seguridad de que le llegarán, sin embargo, también debemos ser conscientes de que los
pensamientos negativos de odio, rencor, y otros similares, también les llegan y afectan para mal. En tal caso,
la ley de Consecuencia nos traerá a cada uno el efecto del pensamiento que hayamos creado.
Debemos saber que la mente es poderosa, cuando la utilizamos de una manera concentrada para estudiar o
resolver cualquier cosa es una muestra de ello, la concentración es una de las cosas que debemos practicar
porque, gracias a ella, ampliamos la conciencia y nos elevamos en el plano mental. En nuestra aura llevamos
la materia de los pensamientos que solemos crear, si nuestros pensamientos suelen ser elevados, atraeremos
pensamientos elevados hacia nosotros y aumentaremos nuestro bien. Si no tenemos concentración o
dominio, y nuestra mente se une a los deseos, iremos sembrando pensamientos dañinos allá donde nos
encontremos, por lo tanto, es conveniente utilizar la concentración para pensar positivamente con nuestra
mente.
También es importante saber que hay una atmósfera mental en todas partes, eso significa que según sea la
vibración de nuestros pensamientos, así nos sentiremos bien o mal en el lugar que nos encontremos, y así
será la material mental que atraigamos y que, por tanto, nos puede perjudicar o beneficiar. Se dice que una
persona de pensamientos elevados no aguantaría mucho tiempo en un lugar o ambiente de bajos deseos y
pasiones sin caer en la tentación. También dicen los verdaderos clarividentes, que si el Ser humano viera lo
que hay en los sitios de alterne y vicio, no entraría en ellos porque tendría pánico y repugnancia hacia todas
las clases de espíritus y elementales que se concentran allí; estos se dedican a “pinchar” y estimular a las
personas para que sigan consumiendo y practicando toda clase de vicios que a ellos les gusta.
Las personas deben llevar siempre consigo su “Templo Mental” formado por pensamientos de altruismo,
amor, etc., deben ser fuertes ante las tentaciones y resistir con la reserva que lleven en su aura. Además, todo
aquél que pueda hará muy bien en construir un templo en cualquier rincón de la casa, este templo hecho con
sus mejores pensamientos y sentimientos, será su refugio etérico-espiritual donde confortará su alma. Este
templo creado por medio de la oración, la devoción, la meditación y otras técnicas elevadas, puede llegar a
ser tal, que cuando entremos en él, notemos nuestra propia vibración espiritual que elevará nuestros mejores
sentimientos; este será el refugio del Alma para sus momentos de decaimiento. Debemos acordarnos siempre
que nuestro verdadero Ser tiene su morada en un plano bastante más elevado y espiritual que donde trabaja
normalmente, por lo tanto, nosotros tenemos pleno dominio sobre ella. Como somos libres, cada uno puede
utilizarla en colaboración con su Ego o con su cuerpo de deseos, uno se elevará hacia lo espiritual y el otro
hará que descendamos a lo animal.
Sabiendo que la mente es un Poder Creador que tenemos a nuestro alcance, nos deberíamos preguntar ¿Para
qué debo usarla como tal? ¿Puedo cambiar mi vida por medio de su buen uso? La respuesta sería:
¡Naturalmente que sí!. Cuando nuestros pensamientos son elevados y espirituales, ya lo estamos haciendo
porque lo estamos grabando en el subconsciente, y eso es como una orden para que en un futuro pueda
manifestarse físicamente. Los pensamientos de optimismo, cariño y similares son como un banco donde
estamos ahorrando, porque tarde o temprano recibiremos parte de esos ahorros como beneficios propios, (Lo
que sembréis cosechareis) pero en los casos de amor, lo recibiremos con creces. Naturalmente que también
debemos deshacernos de los malos pensamientos, y eso no es fácil, pero existe un buen método, éste es el
siguiente: “Cuando te venga un pensamiento que no deseas, debes sustituirlo por otro de naturaleza
espiritual, devocional o simplemente concentrarte fuertemente en crear o inventar algo original y nuevo.
(Una oración, un poema, concentrarse en algún tema abstracto como por ejemplo la Cábala, Cosmogénesis,
la Astrología, o los símbolos ocultos que hay en el Tarot). Debes hacerlo de una manera concentrada y con
gran esfuerzo de voluntad”. El hecho es que, la mente no puede pensar en varias cosas a la vez (lo mismo que
dos objetos no pueden ocupar el mismo espacio a la vez), por tanto, haciendo esto de una manera voluntaria
y consciente tendremos dominio sobre ese pensamiento. Cuando por medio de la repetición de este método
lo tengamos casi dominado, podremos ver que ya no lo practicamos, y así se atrofiará mientras fortalecemos
otros pensamientos más elevados.
Debemos tener claro que según adquirimos dominio de nuestros cuerpos, también adquirimos Poder
Interno, o lo que es lo mismo, nos unimos más a nuestro propio Espíritu que es Omnipotente como Dios
Mismo, puesto que es parte suya. Cuanto más nos elevamos por estos medios, más influencia recibimos de
los planos espirituales en forma de intuición e inspiración, que a veces nosotros mismos nos preguntamos de
dónde vienen. Así podemos ver claramente que por nuestra forma de pensar podemos cambiar toda nuestra
vida, carácter e incluso aspecto físico; los fracasos se convierten en éxito y las tristezas en alegrías; sólo
debemos hacer dos cosas:
1ª. Dirigir la actividad mental hacia donde queramos.
2ª. Tener tranquilidad mental para que podamos escuchar lo que nos viene de arriba en forma de Guía
Espiritual.
Debemos meditar en la paz de nuestra alma y escuchar la Voz de nuestra Conciencia, la fe en todo esto hace
milagros y que desaparezcan las depresiones y cosas similares para que nos inclinemos a trabajar más
pensando en los demás. La oración también es muy importante y ayuda a purificar el aura, siempre que se
haga con devoción e intencionadamente y no como rutina.
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La felicidad o tristeza del hombre tienen su origen en la mente, si pensamos en felicidad, atraeremos materia
astral y mental que nos causará felicidad, y con la repetición de estos sentimientos, haremos una coraza en
nuestra aura que no podrá traspasar ningún otro pensamiento negativo. Si pensamos en cosas elevadas, nos
acercamos cada vez más a la Conciencia Crística y comenzaremos a hacer que nazca el Niño Cristo en
nosotros, así transformamos la personalidad en un instrumento útil para el servicio desinteresado a los
demás.
Todas las expresiones bajas proceden de la personalidad, estas no deberían estar en nosotros porque no son
de nuestra naturaleza, pero si nos esforzamos y buscamos el Sendero en nuestro interior, hallaremos los
tesoros que tenemos almacenados de otras vidas. Pero ¡Cuidado! no dejéis de mirar al exterior donde tenéis
una gran labor que hacer para vuestro desarrollo individual y para el de los demás, porque el Ser humano
evoluciona gracias a su actitud y a sus pensamientos ante los demás. El mayor error de la humanidad es
identificarse con la naturaleza inferior - cuerpo de deseos - y permitir que le lleve a un mundo irreal. Si el Ser
humano dirige sus cuerpos, les dirigirá por medio de la mente y del discernimiento. La mente gobernada
supone un progreso rápido, y cuanto más control mayor rendimiento. No es lo mismo estar haciendo algo y
pensando en cualquier cosa, que estar haciendo algo y pensar en eso mismo para “observar y meditar” de qué
manera lo podemos hacer mejor. No es lo mismo hacer una oración de una manera rutinaria y monótona sin
pensar conscientemente lo que decimos, que decir la oración con el sentimiento adecuado a la frase que
estamos diciendo voluntariamente. Cuando lo hacemos así, tenemos más poder y obtenemos mejores
resultados.
A veces queremos pero no podemos, ayudar a una persona que se ha encerrado en un mundo de tristeza y
depresión, por medio de sus pensamientos negativos, porque eso mismo hace que rechace la ayuda, así
mismo, nosotros debemos tener cuidado de no construir una coraza que no permita el contacto con lo
superior ni la ayuda de otras personas de buena voluntad. Los pensamientos son casi tangibles y tienen un
efecto muy real sobre nosotros, por lo tanto: “No os encerréis en pensar algo malo, si algo os ocurre o tenéis
algún problema serio, pensad en Dios y veréis como se despeja todo ese ambiente que os perjudica”
No debemos utilizar el pensamiento para criticar, censurar, ni tampoco para separarnos de los demás por
cosas absurdas y poco razonadas. Es conveniente siempre tener en cuenta que ellos son hermanos en
Espíritu; que esos errores los hemos podido cometer nosotros antes, o los podemos cometer aún; que lo que
ellos son lo hemos podido ser en otra vida; y que, mientras queden hermanos por debajo de nosotros nuestro
deber es ayudarles. Es muy aconsejable utilizar la mente para mandar pensamientos de amor y comprensión
si no nos admiten cuando vamos con la mejor intención para a solucionar un problema, en ese caso, debemos
buscar cualquier otro medio para hacer la paz, pero nunca se debe utilizar el pensamiento contra otros; si lo
hacemos engrandeceremos su mal y el nuestro. Hay que recordar que nuestra mente es parte de la Mente
Universal, y como tal se debe utilizar para algo constructivo y benévolo, su camino de perfección es su uso
para sacar provecho de la experiencia y para elevarse al propio mundo mental de Dios, de donde en realidad
procede.
Al leer deberíamos utilizar la mente y los ojos del Alma, el anhelo del desarrollo espiritual tiene que abrir los
“ojos del Espíritu” y para ello debemos meditar y concentrarnos en lo que leemos. Dicen que hay que leer
cinco minutos y meditar dos horas, si queremos ser capaces de sacar provecho de las lecturas, debemos
estabilizar y equilibrar las emociones, los sentimientos y la mente, así encontremos la luz en los libros como
este. “Medita y descubre el poder de la mente”.
Antes de hablar deberíamos pensar más lo que vamos a decir, la relajación física y mental armoniza los
cuerpos y facilita la expresión del Yo Superior. ¿Cuántas veces ofendemos al día por no pensar antes lo que
vamos a decir? Si nos pusiéramos en el puesto de los demás no hablaríamos igual. Si llevamos esto a la
práctica veremos que en poco tiempo habremos avanzado bastante y sentiremos cierto regocijo interior por
saber que ya no perjudicamos tanto a los demás.
Se dice en ocultismo que debemos buscar el bien en todas las cosas, y más aún si son negativas, si meditamos
esa frase podemos llegar a las siguientes conclusiones:
1ª. Practicándolo persistentemente, llegaremos a conseguir no fijarnos en lo malo que veamos o que oigamos
a nuestro alrededor, esto a su vez implica no criticar y no crear pensamientos negativos que perjudiquen al
resto de las personas.
2ª. Así aumentamos la atmósfera mental positiva de nuestra aura y del lugar donde nos encontremos, a la
vez, beneficiamos a la humanidad por nuestra acción directa e indirecta.
3ª. También colaboramos con las Leyes Divinas y las Jerarquías que las administran.
4ª. Creamos causas nuevas que en algún momento vendrán a nosotros como efectos beneficiosos y
posibilidades de desarrollo.
5ª. Transmutamos el mal y así aumentamos el bien en los mundos espirituales, y colaboramos para la
eliminación de la maldad en los mismos.
6ª. Colaboramos con el mantenimiento de la salud del cuerpo físico.
7ª. Somos un ejemplo a seguir y despertamos cualidades similares en los demás.
8ª. Podemos hacer que nuestros posibles enemigos se vuelvan amigos.
9ª. Aplicándolo a nosotros mismos conseguiremos:
A. Elevar las virtudes y cualidades
B. Atrofiar todo lo que tenemos de negativo y perjudicial por medio de “no practicarlo ni pensar en ello”.
10ª. Que practicando todo esto, no nos faltará el Aliento del Espíritu que nos ayudará a crear un santuario en
nosotros mismos, donde nos reconfortaremos en momentos de debilidad.
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Si nos fijamos en lo malo solamente, casi seguro que nos haga criticar, y eso hace que esta fuerza mental y
oral arrase con todo lo que se ponga delante de ella. Estas críticas no llegan a ninguna parte ni benefician a
nadie, sino que aumentan el mal en los mundos inferiores. La crítica es una úlcera en el carácter y ésta debe
ser eliminada cuanto antes porque, si hemos de criticar, ha de ser en sentido de poner los medios necesarios
para remediar una situación negativa y ayudar a las personas en su progreso. Si sugerimos o indicamos las
faltas de los demás debe ser de manera que nuestra sugestión sea la mejor o la más positiva solución para
remediar ese problema, pero además, debe ser hecha de manera que no se ponga ningún sentimiento
personal en contra. Hay un medio para acostumbrarse a no criticar o no ver lo malo en los demás, este es:
“Estar siempre pendientes de ver el bien en todas las cosas, personas y situaciones que nos rodean a pesar de
lo adverso que pueda parecer”. Esto construye una forma mental que con el tiempo se convertirá en una
bendición para nosotros en todos los sentidos, materiales y espirituales. “Elogiad todo lo bueno que veáis en
los demás, sea de importancia o no, sed comprensivos y tolerantes y por último, perdonad todo, porque de
esta manera os mantendréis perdonados”.
Debemos ser precavidos con el uso de la mente respecto a las creencias, estudios, imaginación y cosas
similares donde no estemos seguros de que son buenas, porque si no lo hacemos, formamos una especie de
nube obscura o coraza, que no permite que el Yo Superior nos aconseje y guíe. Un ejemplo de esto son las
personas que se encierran en pensar en las tristezas y el pesimismo, ellos no admiten consejos de nadie, ni
reciben la influencia clara de su Yo Superior que les quiere guiar. También hay actualmente muchas personas
que se encierran en un mundo de total fantasía, sólo porque se dejan llevar por su imaginación y por los
libros y enseñanzas que cada día proliferan más. Cierta persona puede traer la tendencia a interesarse por las
enseñanzas ocultas y los misterios, y quizás empiece por leer libros sobre el tema ovni o por interesarse por
los poderes del espíritus con intenciones personales y egoístas. Si esta persona se deja llevar por su
imaginación y por otras personas que ya están metidas en ese mundo; que afirman que curan con gemas,
colores, sonidos, arquetipos, chacras y un sin fin de cosas más; o le cuentan que hacen el viaje astral y son
videntes; esta persona puede torcer su posible destino e interés por la verdad. Esta persona comienza a
rodearse de pensamientos que tienen que ver poco con la realidad material y espiritual, y esto hace que
acudan elementales de ese tipo de vibración. A continuación, empezará a trabajar para que esa clase de
imaginación aumente, y si está metida en algún grupo o centro donde se sumerja más en ese mundo, donde
“todo es por algo y por que tiene que ser así”, o la hacen pensar que ella puede conseguir todo lo que quiera
por el simple hecho de desearlo y sin explicarla cómo trabajan las Leyes Divinas, puede caer más aún en ese
mundo irreal.
Lo positivo de todo esto es la experiencia, gracias a ella se dará cuenta que tiene que aprender a discernir
entre lo real y lo irreal, entre lo que es verdaderamente útil y lo que no, lo que lleva al desarrollo espiritual o
al contrario. Se dará cuenta de que no tiene tan fácilmente al alcance de su mano todos esos poderes que
dicen, que no es tan fácil conseguir tantas cosas sobrenaturales, muchas veces se reirán de ella cuando diga
muchas de las cosas que le cuentan o que ha leído en los libros que ofrecen todo esto y más, con tal de
vender o ganar dinero. ¿Sería el mundo como es si las personas que dicen que curan por tantos y tantos
métodos, se dedicaran a curar a todos sus familiares, amigos y otros muchos, como acto de solidaridad o
fraternidad o, es que deben de hacerlo a cambio de dinero? ¿Estaría el mundo como está, si fuera cierto que
hay tanto vidente, contactados con seres espirituales, y adivinadores del futuro por medio bolas de cristal y
otras muchas cosas más, o es que hay decirles de qué manera pueden ayudar a la humanidad para evitar la
delincuencia, droga, asesinatos, violencia, etc.? ¿No será que el egoísmo está por encima de lo humanitario y
fraternal, y se meten en ése mundo irreal y fantasioso para engañar y sacar dinero por medio de decir que
pueden desarrollar no sé cuántos poderes, a todas las personas que pueden?
Lo mismo que la mente nos traiciona dejándose llevar por el deseo del alcohol o de cualquier cosa que nos
guste, también disfruta -si se la deja- en ese mundo de poderes, viajes astrales y clarividencias, pero
¡Cuidado! muchas personas han terminado muy mal de salud física y mental por ignorar dónde se meten. El
discernimiento y la meditación son muy importantes en el camino del esoterismo y el ocultismo, y lo que hoy
llaman magia blanca es más negra que blanca. Es bueno tener presente lo que sigue: Magia negra es todo lo
que pueda perjudicar a alguien, que se haga en contra de su voluntad, y con intención de dominarle o
inducirle a hacer algo que él no desee (amarres, hechizos, mandar pensamientos para hipnotizar a alguien o
para inducirle en una determinada dirección, etc.) Magia blanca es todo lo que hagamos por ayudar a la
humanidad. Es el acto de transformar el mal en bien, es actuar siempre con la sana intención de ser un
instrumento para la realización de la fraternidad en la Tierra, es Orar por los demás, mandar pensamientos y
sentimientos de amor y de salud, es intentar ver siempre la parte buena de las cosas que otros muchos ven
mal. “Dirigir vuestra mente siempre de una manera voluntaria y consciente hacia el bien de la humanidad y
estaréis haciendo magia blanca, y estaréis colaborando en la transformación del mal en bien junto con las
Jerarquías y Seres que están por encima del hombre común”
Cuando creamos formas de pensamiento destructivas que nos limitan, o si nos dejamos influenciar y
dominar por el mal o ideas falsas y fantasiosas, estamos encarcelando al Yo Superior y le estamos impidiendo
que nos hable, entonces nos limitamos a nosotros mismos y decimos que la vida es triste y no merece ser
vivida. Para luchar contra esto debemos crear formas de pensamientos de optimismo, alegría, felicidad y
otros similares, con el convencimiento de que se manifestarán; estas formas mentales se unirán, por ser de la
misma vibración, y crearán un gran poder interno de tal fortaleza que acabará con esas rejas que no nos
permiten vivir la verdadera vida. Sólo los pensamientos erróneos bloquean el poder del Yo Superior, si los
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cambiamos veremos la vida desde otro punto de vista más elevado. La felicidad sólo reside en la mente y, por
el control y substitución de los pensamientos es como obtenemos la clave de la felicidad y el éxito en la vida.
Con respecto a este tema hay que mencionar dos principios metafísicos:
1º. Mantened la mente siempre positiva y alerta respecto a qué pensamientos tenéis, no la tengáis inmóvil e
inerte, el pensamiento positivo corta la influencia de los pensamientos ajenos que os puedan penetrar;
además, así mejorareis las condiciones mentales para la materialización de las cosas.
2º. Cuando estéis en apuros o tengáis problemas, no continuéis creando formas de pensamiento negativas
sobre el problema, porque eso sólo os traerá depresión y tristeza, cambiad los pensamientos a positivos y
pensad en Dios, así construiréis una fortaleza para la bondad y el éxito.
La fuerza del pensamiento es el medio más poderoso para obtener conocimiento del mundo que nos rodea,
por medio de la concentración, el hombre se puede abrir paso a través de cualquier obstáculo o llegar a
descubrir lo más profundo de las cosas. El hombre inclinado a despreciar su fuerza mental no sabe lo que
hace y por lo tanto, le será de muy poca ayuda y utilidad. Con la mente construimos todo lo que
verdaderamente somos, tanto visible como invisible, según sea el desarrollo de nuestra conciencia, así
seremos capaces de preparar el destino de nuestra futura vida. Según pensamos así construimos los cuerpos
o aura, y de acuerdo a como sean, así atraeremos lo bueno o lo malo. Una mente franca, serena y servicial,
dará lo mejor de sí misma para ayudar a los demás, será como un Ángel Guardián de sus hermanos que cuida
de no hacerles daño y de ayudar siempre que pueda, será como un diapasón que por simpatía estimula a otro
que está a su lado. Nuestros pensamientos unidos a nuestros sentimientos, son semillas que vamos
sembrando para que puedan fructificar en otras mentes, si amamos lo puro y buscamos lo bueno,
conservaremos y alimentaremos todo lo bueno que hay en el Universo, para que otros puedan alimentarse de
ello por medio de su cuerpo mental.
Algunas personas tienen vislumbres de lo que ocurre en el Mundo del Pensamiento, incluso antes de
contactar con el Maestro, nosotros también podemos comenzar a desarrollar esto por diferentes medios. Lo
primero que debemos saber es que cada vez que meditamos y razonamos de una manera abstracta, nos
situamos en las regiones superiores de este mundo, si utilizamos la mente en estudios sobre Cosmogénesis,
Cábala, Astrología, etc., estaremos desarrollando y elevando la conciencia y la intuición, pero además,
empezaremos a sentir la liberación de otras muchas cosas que nos atan. Nuestra capacidad de abstracción
será tal, que la conciencia se compenetrará con los poderes espirituales internos en estado de vigilia, y así
podremos empezar a obtener algún vislumbre de ese mundo. En general la mente puede ser mejorada de
diferentes formas. La concentración es uno de los mejores métodos porque además del beneficio de su
práctica sobre cosas elevadas, conseguimos liberarla de la influencia del cuerpo de deseos que tiende a
atarnos a lo material y pasional. También es interesante mantener la mente abierta para que no se cristalice o
fanatice en una sola línea de pensamiento. Las formas de pensamiento positivas deben mantenerse vivas y
ser fortalecidas por la acción, porque, si no lo hacemos, estos pensamientos morirán y los elementales que los
animan y que en cierto modo nos ayudan y protegen, se irán a otro sitio o centro creador mental para animar
otros pensamientos positivos similares.
Verdaderamente no hay muchas personas que sepan o que tenga una idea clara del poder de la mente, tanto
para el bien como para el mal. Mucha gente piensa que por el hecho de no hablar o decir lo que están
pensando no hacen mal a nadie, ¡ Están equivocados! La mente es creadora de formas de pensamientos, estas
formas son arquetipos de cosas que en algún momento se manifestarán en el mundo físico, dependiendo de
la fortaleza y repetición que se haga de los mismos. Estos pensamientos se colorean de acuerdo al
sentimiento que hayamos puesto, si el pensamiento es bueno y el sentimiento, como es lógico, también, nos
beneficiará en la salud, en la felicidad y en el éxito dentro del mundo que nos rodea. Cuando creamos formas
de pensamiento de odio, envidia, temor, celos, etc., las emociones que le acompañan son fuertes y, esto puede
alterar mucho el estado general de los cuerpos astral, vital y físico; esto a su vez se puede manifestar como
desequilibrio emocional, psíquico y como mala salud.
Cuando trabajamos positivamente con la mente surgen las emociones que nos causan amor puro y gozo
natural, por lo tanto su influencia es benéfica sobre nosotros mismos. Pero también debemos asimilar esto
con respecto al efecto que pueden causar nuestros pensamientos en el resto de las personas. Cuando los
pensamientos son malos, estimulan la maldad en la mente ajena y le tientan para que actúe de esa forma y
para que forme pensamientos similares. Sabiendo esto, ¿Qué clase de pensamientos deberíamos crear? .
Cuando los pensamientos son buenos, son una bendición para la persona, que por estar en la misma
vibración los capta, éstos la beneficiarán e inclinarán a hacer el bien, ¿No sería maravilloso que todo el día
estuviéramos creando pensamientos buenos?
Hay un método de innovación que no requiere ningún cambio importante respecto a la casa o al ambiente
que nos rodea, este cambio es superior al físico porque nos conduce al crecimiento espiritual y requiere la
práctica hasta conseguir los cambios en el interior. Cualquiera puede cambiar su conciencia, no tiene que
hacer nada más que cambiar sus reacciones y actitudes para establecer otras nuevas vestidas con el Amor
Crístico y el deseo de servir. Se trata de dejar que se atrofien - por no practicarlo- las formas obstinadas e
inflexibles de pensar y actuar sobre nuevos ideales, por este medio puede conseguirse cambios físicos,
mentales, y espirituales de una manera sorprendente, además transforma el ritmo y la armonía.
MEDITACIÓN
Antes de hacer una meditación es muy importante relajarse perfectamente, por lo tanto comenzad por
poneros cómodos y relajados como anteriormente habéis hecho, hasta comprobar que nada os molesta y que
tenéis totalmente controlado el cuerpo físico. Comenzad a pensar que sois un Espíritu -como ya sabéis- que
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tiene varios cuerpos (físico, vital, de deseos y mental) pero que, por encima de ellos, estáis vosotros y tenéis
pleno dominio sobre los mismos. Sois parte de Dios y tenéis todos sus poderes latentes para desarrollarlos,
en esta meditación vais a trabajar sobre el aspecto mental, pero sin olvidar que sois como todas las demás
personas.
Comenzad por analizar vuestra vida diaria y ver dónde y cómo soléis caer en cosas que no queréis. A
continuación, repetir con toda vuestra convicción y confianza: “Yo soy el Poder de Dios, mi firmeza y
equilibrio son fuertes, y por medio del valor y la confianza propia, puedo vencer y dominar esas situaciones
incomodas”. A partir de ahí, empezad a visualizar cómo vosotros, que sois una Vida manifestada por Dios,
compenetráis el problema para haceros uno con Él. La Vida de Dios es la vida Universal que todo lo
compenetra y transforma, vosotros estáis compenetrando el problema y transformándolo hacia un estado
más positivo y elevado. Vosotros sois armonía, paz, equilibrio, bondad, etc., ved como, según lo
compenetráis, lo vais transformando y cambiando, su respuesta es inmediata, vuestros pensamientos e
imágenes mentales se deben transformar en hechos. Repetid las palabras, pero siendo totalmente
conscientes de lo que decís para que eso ocurra; intentad sentir el resultado de vuestra transmutación;
observad como vuestro punto de vista ya no es el mismo de antes. Sabéis que todo lo negativo puede ser
transformado por la mente, y que cuanto más se repitan estos ejercicios más fácil os será cambiar todos
vuestros problemas; persistir en visualizar cómo por vuestra voluntad, la mente trabaja para que os llegue el
sentimiento de unidad y armonía. No tengáis miedo en “soñar despiertos” para transformar todos vuestros
problemas con las personas y las cosas, ved cómo lo rodeáis y lo lleváis a vuestro interior y lo equilibráis y
armonizáis. No puede ser de otra manera, porque vosotros sois una vida transformadora armónica y
equilibrada. Controlad la mente para que no ande suelta, sujetadla con toda vuestra voluntad para que no os
arrastre, al principio costará pero cuando consigáis su dominio será la más fiel servidora.
Las palabras dichas con convencimiento tienen mucho poder, pero la mente concentrada y dirigida con un
propósito determinado, pone en marcha una acción que, tarde o temprano, se manifestará en el plano físico;
aprended a controlarla y dirigirla y conseguiréis el éxito deseado.
Si vuestro problema es laboral, podéis visualizaros a vosotros mismos emitiendo pensamientos buenos sobre
esa persona o motivo que os perjudica, tenéis que esforzaros en ver como ese problema va cambiando por
medio de vuestros pensamientos y sentimientos. Si es una persona, enviadle pensamientos de amor, amistad
y afecto; envolverle con ellos y ved con vuestra imaginación como esa persona os sonríe. Visualizaros junto a
él dándole vuestras mejores vibraciones por medio de vuestra aura, los elementales de vuestros cuerpos se
encargarán de hacer que le lleguen, y de estimular su parte afectiva hacia vosotros.
Cuando se repite este ejercicio a menudo, estamos programando una serie de acontecimientos para que
cuando llegue ese momento real ocurra, o al menos, nos acordemos del ejercicio y actuemos para que se
produzca lo que deseamos. Cuando por medio de la imaginación y la visualización, vemos y solucionamos un
problema para que llegue a un buen fin moral, mental y espiritual, podemos tener la seguridad de que tarde o
temprano se producirá -siempre y cuando aprovechemos las oportunidades de nuestra vida cotidiana- Es
conveniente que cada día imaginemos la situación mejor y de una manera más equilibrada, armónica y bella;
ved como ese problema responde positivamente a vuestras buenas intenciones y pensamientos; ved como sus
colores cambian de pardos y oscuros a colores bellos y claros, ved como su aura aumenta y brilla cada día
más.
Persistir en este ejercicio con el pleno convencimiento de que cuando llegue el momento real del contacto
físico con el problema o personas, os acordéis de esta práctica y actuéis en consecuencia para que llegar a la
meta que os habéis fijado.

***

CAPÍTULO IV

EL CUERPO DE DESEOS
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EXPLICACIÓN DEL DIAGRAMA Nº 2 “EL CUERPO Y SUS ÁTOMOS”


Los átomos simientes de cada cuerpo sirven para dos principales cosas:
1ª. “Para grabar las experiencias de las cuales sacamos después el fruto de la vida”. Ejemplo: En
el átomo físico estamos grabando constantemente todo lo que sucede a nuestro alrededor para
que, a la hora de la muerte, nos podamos llevar esa película que será la base de nuestra actividad
en el Purgatorio y en el Primer Cielo.
Las imágenes se graban por medio del aire que respiramos –como ocurre en las fotos, - estas
imágenes se mezclan con la sangre y llegan al corazón que es donde está el átomo, después de la
muerte nos lo llevamos al purgatorio del Mundo Astral, y ahí vemos las imágenes y sentimos el
sufrimiento que hemos causados a otros, para tomar conciencia de nuestros errores y
proponernos no volver a caer.
Una vez aborrecido el mal, ascendemos al Cielo y vemos otra vez la película para hacer lo mismo
respecto a las cosas buenas. De esta forma en cada vida grabamos y asimilamos el fruto que será la
base del futuro destino.
La 2ª acción importante del átomo es que: “Como después de cada vida elevamos su vibración
hacia la espiritualidad, –somos mejores- en el descenso para una nueva vida, ese átomo actúa como
un imán respecto a la materia que debemos atraer para formar los futuros cuerpos”.
Si en la reencarnación teníamos ciertas tendencias negativas, y unas las hemos superado en la
vida física y otras las sufrimos y aprendemos la lección después de la muerte por medio del
sufrimiento, eso queda grabado en el átomo como “lecciones aprendidas” y, por lo tanto, la
vibración del átomo se eleva.
De esta forma y en el nuevo descenso, este átomo, atraerá materia para la formación de unos
cuerpos
más elevados y puros y con más posibilidades de desarrollo espiritual, intelectual y moral. Así el
Ser humano aprende las lecciones, evoluciona, y renace cada vez en un cuerpo más perfecto.
“Sólo nuestras propias obras pueden encadenarnos a lo material
y obstruirnos en lo espiritual”

Como ya dije, el cuerpo astral es el cuerpo de los deseos, emociones y sentimientos, y está conectado
directamente con la mente y con la vida que anima el cuerpo físico. Cuando el Ser humano ve alguna cosa que
le causa sensación o deseo, el sistema nervioso comunica ese hecho al sistema nervioso vital y al cerebro
etérico. Este sistema etérico es el que por medio de los vórtices conocidos como chacras, comunica esa
impresión al cuerpo de deseos o astral y este a su vez, lo comunica al cuerpo mental donde el Ego capta la
vibración correspondiente y la interpreta. Esto es lo que esta ocurriendo constantemente, y aunque esto
ocurre todo en un mismo instante, podemos darnos cuenta de la importancia de todos los vehículos.
El cuerpo de deseos es el encargado de transformar los deseos, emociones y sentimientos que captan los
sentidos físicos, y el resultado de este proceso puede ser cualquiera dependiendo de la materia de que esté
constituido o del desarrollo interno de la persona.
El cuerpo de deseos está compuesto de materia del Mundo de Deseos, como el cuerpo físico está compuesto
de materia física, pero así como un imán no puede atraer nada más que el hierro, el cuerpo de deseos no
puede atraer nada más que materia del grado de vibración que muestre la espiritualidad y el desarrollo de la
persona. Por lo tanto, los deseos, sentimientos y emociones que en general muestra el Ser humano, son los
significadores del desarrollo espiritual de su cuerpo de deseos. Los deseos también evolucionan vida tras
vida, son más elevados en general, y según sean los deseos de una persona, así atraerá materia más o menos
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pura. Esta materia es la que al ponerse en contacto con otro cuerpo de deseos, dependiendo de si estamos
más o menos en su misma sintonía de vibración o no, hace que causemos un buen o mal concepto.
El cuerpo astral tiene forma de ovoide y sobresale unos 45 cm. del cuerpo físico, mostrando muchos colores
que pueden ser más o menos bellos dependiendo del desarrollo espiritual y de los deseos que tenga la
persona. Si los deseos son morales, espirituales y devocionales, se muestran colores muy bellos, claros y
brillantes; pero si son pasionales, de odio, envidia, y similares, serán pardos, oscuros, indefinidos y con
formas poco armónicas.
Cuando una persona crea un pensamiento -vibración y sonido- éste pasa al cuerpo de deseos y su vibración
atrae el material que le corresponde, de acuerdo a si es bueno o malo. Esa materia hace que ese pensamiento
forma tome un color, y una vez que se ha producido esto, los elementales de esa región del Mundo del Deseo,
lo animan y utilizan como cuerpo para su propio desarrollo y para cumplir la misión encomendada. Si, por
ejemplo, el pensamiento es de odio hacia una determinada persona, la vibración mental es baja, el color
astral es feo y el elemental que lo anima será de poco desarrollo, pero aún así, el elemental se encargará de
llevar el pensamiento y deseo de odio hacia esa persona y penetrar en su cuerpo astral para afectarle
negativamente. Lo peor de todo esto, y que poca gente sabe, es que a partir de ahí, ese elemental vuelve a
nuestro cuerpo de deseos pero aumentado por la maldad del otro. Así, esta persona estaría haciendo mal a
otro, incluso a otros con los cuales el elemental y pensamiento puede ponerse en contacto, y a él mismo
porque la Ley le devuelve el mal que le corresponde.
Actualmente se están formando unas creencias que aumentan rápidamente por medio de personas con poco
discernimiento, poca consideración por los demás, y que sólo buscan ganar dinero para satisfacer sus deseos
egoístas. Estas creencias en forma de cursos, invitan a las personas a hacerse clarividentes, a hacer el viaje
astral, o incluso a contactar con seres extraterrestres o similares que nos pueden dar poderes mentales o
iniciaciones. Otros, ofrecen enseñar a curar a los enfermos a cambio de dinero y por medio de piedras,
chacras, manos, símbolos, etc., y otros más, enseñan a desarrollar poderes por medio de los Chacras o de la
energía kundalini sin saber el gran peligro que eso conlleva. Si buscamos la parte buena a todo
esto podríamos decir que están atrayendo a mucha gente hacia el mundo del ocultismo, y algunos de ellos lo
aprovecharan para después continuar con otras cosas más serias y provechosas. Quizás algunas personas
tengan en sus destinos pasar por estas experiencias para aprender una determinada lección, pero de
cualquier forma, creo que con la Verdad y con las Ciencias Sagradas no se debe traficar ni cobrar dinero. No
es fácil imaginar a Jesús cobrando dinero por enseñar la Verdad a sus discípulos o por curar con sus manos.
Actualmente ha muerto Teresa de Calcuta y creo que es un deber mencionarla como vivo ejemplo de lo que es
uno de los caminos más duros y sacrificados para conseguir el desarrollo interno espiritual, seguro que
Teresa sólo pensaba en “ Servir con Amor” y era partidaria de la frase bíblica, “El que quiera ser el primero
que sea el último y el servidor de todos”
Es mi sana intención y opinión decir a quienes buscan el desarrollo espiritual interno, que no es necesario
hacer todos esos cursos y pagar dinero a esas personas egoístas para desarrollar el espíritu. Es conveniente
saber que:
1ª. Ningún poder se le concede a la persona a cambio de dinero, si alguien lo obtiene es porque ya ha
trabajado en sus anteriores vidas para merecerlo.
2ª. Si alguna vez alguien despierta este poder en determinada persona, será un Maestro espiritual (Maestro
es quien trabaja por el bien de la humanidad sin recibir nada a cambio y que pasa desapercibido ante el
mundo) después de observar al discípulo o tenerle a prueba (desde los Planos Internos) para que desarrolle
una serie de cualidades espirituales.
3ª. Los chacras son centros o sentidos del cuerpo astral, a los cuales se tiene que adaptar el aspirante
espiritual (como el niño se va adaptando y va desarrollando los sentidos del cuerpo físico desde que nace),
por medio de las enseñanzas de un Maestro, o al menos de una persona clarividente, (porque un ciego no
puede guiar a otro ciego)
4ª. Despertar esos poderes sin la ayuda, o preparación adecuada, y a través del desarrollo espiritual de la
persona, puede (como ya se han dado casos) causar la muerte o una enfermedad mental para toda la vida.
5ª. El nivel que tiene la mayoría de la humanidad no permite viajar conscientemente en los cuerpos etéricos
ni utilizar esos supuestos poderes tal y como dicen, excepto ciertas personas que por determinadas razones lo
han desarrollado.
Por consiguiente, no son muy de fiar la mayoría de esas prácticas que hoy aconsejan para conseguir todas
esas cosas que algunos dicenconseguir, aunque, como cada uno es libre de hacer lo que quiera, allá cada cual.
Hay que respetar el libre albedrío y si una persona admite de buen grado las ofertas de otro para conseguir
poderes, allá él y lo que haga con su dinero. Así colaboramos en la estafa, el engaño, el egoísmo y la ambición,
y con muchas más cosas que entorpecen la evolución y el desarrollo espiritual de las personas que, al fin y al
cabo, son ignorantes y no saben lo que hacen. También es cierto que las personas que pagan dinero para
desarrollar esos supuestos poderes, se están dejando llevar por su cuerpo de deseos, y por tanto, están
aprendiendo una nueva lección que le será muy útil en el futuro.
Es bueno meditar en las siguientes frases: “Por sus obras les conoceréis” “Buscad primero el reino de Dios y
su Justicia y todo lo demás os será dado por añadidura” -El que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que
escuche-
El cuerpo de deseos es muy sensible a las impresiones externas mentales así como a las nuestras propias,
normalmente responde a todos los pensamientos con mucha actividad y cambios de color; de aquí la
importancia de dominarlo y transformarlo por medio de deseos puros, amorosos, altruistas y similares.
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Cuando nos ponemos a orar o a crear pensamientos elevados, estamos atrayendo materia de las regiones más
elevadas del Mundo del Deseo y del Mundo del Pensamiento. Si esto lo hacemos asiduamente, acumularemos
gran cantidad de esa materia y se mostrará con un color casi uniforme en nuestro cuerpo astral; eso atraerá
elementales elevados y así seremos una fuente de buenas influencias respecto a las personas con que nos
juntamos. De aquí podemos sacar la conclusión de que, el único medio natural para desarrollar este cuerpo,
es por medio del esfuerzo continuo por parte de la persona para ser mejor instrumento de Cristo. Como ya
dije, cuando nuestros cuerpos brillan de pureza vendrá el Maestro y desde los planos invisibles nos enseñará
a manejarlos sin ningún peligro.
En líneas generales el Ser humano debería practicar todos los días algún método o ejercicio que le ayude a
desarrollar el espíritu. Todos, en algún momento podemos tener un enfado serio, y entonces, si no estamos
fortalecidos, se nos pegarán esos elementales del mal que hacen de nuestro cuerpo su templo para el odio y
cosas similares. Cuando nos ejercitamos a diario en este sentido, nos estamos protegiendo de todo ese mal
que está por todos los sitios y que sólo afecta a quien se pone en sintonía con él.
Si una persona se pierde en la maldad, su cuerpo de deseos será un blanco fácil en las sesiones espiritistas,
será presa fácil de los peores deseos que haya donde se encuentre, y al final, puede terminar obsesionado por
algún espíritu para que practique o cometa algo que arruinará su vida. Luego quizás diga “¿Pero qué he
hecho yo?” Y otras personas dirán de él “¡ha perdido la cabeza, no es el de antes!” Esto es totalmente cierto,
cuando uno se deja llevar por los peores deseos puede llegar a violar, matar, robar y otras cosas más de las
cuales, después de algún tiempo y cuando haya purificado un poco su cuerpo astral, se arrepentirá. Cuando
alguien cae en esto, su mente cede al dominio del cuerpo de deseos y no es capaz de razonar para ver su error.
También hay que decir que cuando una persona cae en esta maldad, le costará mucho sufrimiento deshacerse
de esa materia negativa de su cuerpo astral después de la muerte, por consiguiente, ¿Qué beneficio nos trae
dejarnos llevar por el mal o meternos a hacer prácticas de las cuales no sabemos nada más que lo que nos
cuentan determinadas personas?
No es conveniente dejarse llevar por los deseos de poder y ambición, ni colaborar con el egoísmo de otros que
no saben lo que hacen. El discernimiento, la meditación y el razonamiento son muy útiles ante la duda, es
preferible quedarnos tal como somos y con la buena intención de ser mejor, que meternos en un mundo
aparentemente maravilloso o fantástico para la satisfacción de nuestros deseos que sólo nos llevará a la
pérdida económica y otros problemas sociales. No es conveniente creer a ciegas ni siquiera lo que dice este
libro, cada cual está en un nivel evolutivo y por lo tanto, no a todos nos sirven los mismos consejos. Es mejor
meditar y discernir desde un punto de vista lógico y razonable y escuchar la voz de la conciencia, entonces
estaremos listos para tomar una decisión o para superar una tentación o prueba.
Caer en vicios por ceder a nuestros deseos también nos perjudica de otra manera. Supongamos que somos
alcohólicos, toxicómanos, terroristas o cualquier otra cosa similar, después de morir el cuerpo físico y pasar
al mundo astral, nos podemos quedar durante un tiempo en la parte etérica del mundo físico. Esto significa -
y de hecho ocurre- que el terrorista muerto deseará venganza, el alcohólico deseará alcohol y el toxicómano
deseará drogas, porque su cuerpo de deseos está más activo que antes y les exige el alimento como lo hacía
cuando tenían cuerpo físico. Entonces, lo que hacen es que acuden a los lugares donde hay lo que buscan
para intentar saciarse, esto lo intentan constantemente afectando a los cuerpos de deseos de los vivos que
practican esas mismas cosas y así les perjudican aún más.
Esto quiere decir que la persona que cae en la maldad (por muy poca cosa que parezca ser), está siendo
influenciado constantemente por una serie de espíritus que no vemos, y que se alimentan de nuestra maldad
y nos incitan a que hagamos peores cosas. Aquí vemos claramente que el mal aumenta el mal, y el bien
aumenta el bien; uno nos puede hacer caer en lo peor para luego sufrir las consecuencias, y otro nos eleva
hacia lo más bello de la vida y nos traerá felicidad después de la muerte. Es muy importante la purificación de
nuestros deseos y sentimientos, porque según sean así será lo que atraigamos. La purificación del cuerpo de
deseos debe ser hecha de una manera lenta pero sin pausa, no es conveniente ponerse a trabajar duramente
para que al poco tiempo nos cansemos y lo dejemos. Es preferible empezar a transformar y vencer los deseos
negativos pequeños y sin importancia, para después continuar con los mayores que más nos cuestan, ya que,
cuanto más “pequeños” venzamos, más fortaleza obtenemos para vencer los mayores. Hay que proponerse
vencer los malos deseos y procurar estar pendientes durante todo el día, para que cuando nos quieran
dominar, seamos nosotros con nuestra voluntad y fortaleza quienes venzamos; al final la persistencia
vencerá.
En ocultismo se dice que es el hombre mismo quien se “esclaviza y encarcela”. Veamos, ya hemos visto como
el hombre es creador de pensamientos por medio de la voluntad y de la mente, y hemos explicado, que a cada
pensamiento acude un espíritu elemental que utiliza la forma de pensamiento como vehículo, y afecta a los
cuerpos de deseos y las mentes de los demás, pero ¿Qué ocurre con nosotros?
Por medio de la repetición de unos determinados deseos, (por ejemplo de robar) el hombre llega a
obsesionarse y a atraer tal cantidad de elementales, o a hacerles tan grandes, que esos elementales le estarán
estimulando para que siga pensando y deseando lo mismo o para que pase a la acción. Esto mismo ocurre
cuando una persona se pone a dar vueltas a un problema y toma una decisión, como por ejemplo el suicidio.
La persona misma cae en su propia trampa, no sabe salir ni tampoco ve ninguna salida, porque se ha
encarcelado en su propia aura y se ha obsesionado él mismo. Sin embargo, aún encarcelado dentro de su
creación obsesiva, sigue siendo libre para actuar, pensar y desear; y aunque esté obligado a actuar dentro de
unos límites, siempre podrá comenzar un nuevo ciclo de liberación desde adentro.
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Si esta persona se propone ver lo positivo y bueno de la vida y de las personas, y sigue fortaleciendo esos
deseos por medio de crear pensamientos positivos, estará haciendo dos cosas para salir de esa cárcel
obsesiva.
1ª. Estará atrayendo elementales más elevados hacia su cuerpo de deseos.
2ª. Conseguirá que se atrofien y mueran sus anteriores creaciones negativas.
Los pensamientos y deseos de la misma vibración se unen y fortifican -como lo hacen las células para crear
los tejidos- para crear un hábito, y cuando el hombre consigue formar buenos hábitos, está formando un
nuevo carácter.
Una de las cosas que debemos saber, es que la persona que se esfuerza por llevar su aura brillante gracias a
sus buenos pensamientos y deseos está dando un gran paso, porque en su próxima vida le facilitarán todos
los medios para que siga esa labor. Lo físico sigue y obedece a lo superior o mental, y cuando el hombre desea
y piensa en hacer el bien y no caer en el mal, los Ángeles del destino le facilitarán el camino para que siga en
el Sendero ayudando a la humanidad.
De esta forma podemos ver que el hombre mismo es quien se obsesiona, se crea los problemas, la mala salud,
los vicios, los malos hábitos y un sinfín de cosas más. Las Leyes Divinas actúan desinteresada e
impersonalmente, dando a cada uno lo que busca o se merece. El Ser humano puede hacerse libre y feliz
viendo lo bueno y bello de todo lo que le rodea, o puede encerrarse y esclavizarse con sus deseos egoístas y
con su maldad. Así pues, podemos decir que el hombre es el resultado de sus propias acciones y que tiene lo
que le corresponde.
No conviene quedarnos solamente a meditar con lo dicho sobre cada persona, es aconsejable pensar en los
efectos que causamos en los demás, así encontraremos respuesta a muchos problemas que nos ocurren en la
vida. Tener presente que “cada efecto tiene su causa y cada causa tiene su efecto,” y el hombre está creando
“causas” constantemente. ¿Qué pasaría si fuéramos conscientes de todas las creaciones originales que
hacemos de forma voluntaria? o sea, que todo pensamiento, palabra y obra fueran creadas de forma
consciente y voluntaria. No crearíamos ni una sola causa o pensamiento de maldad, y, al contrario, todos
serían de altruismo, amor, amistad, simpatía, etc., entonces, ¿Qué es lo que nos impide comenzar a
intentarlo? “Meditad esto, intentad visualizar o imaginar todo lo mencionado, ved el resultado de todo ello en
vuestros trabajos y relaciones sociales, y recordar que el hábito se hace por medio de la repetición, y con el
hábito creamos un nuevo carácter, pero además, creando un nuevo carácter construimos un nuevo destino”
Lo mencionado anteriormente no es más que una pequeña explicación de cómo el Ser humano crea su karma
individual y colectivo. Es también colectivo porque las Leyes que rigen el universo hacen que los deseos y
pensamientos de cada individuo, además de reflejarse en su aura y tener su efecto sobre sí mismo, también se
unan y se reflejen en el aura del planeta hasta que, tarde o temprano, cause el efecto que corresponda en bien
o en mal sobre la humanidad que lo ha creado.
Habrá quien al leer estas líneas se pregunte (aunque ya está explicado en parte) que cuál es la raíz de todo
esto. La causa suele ser el “objeto del deseo” que estimula o hace que la mente ponga su atención en él, pero
en realidad no es tal, ya que el objeto de deseo no hace nada más que invitarnos a desear o a actuar, porque el
deseo no es director sino propulsor.
El ser humano es libre de pensar lo que quiera, por tanto puede centrar su mente en el objeto de deseo y
desearlo, e incluso pasar a la acción; o bien, no hacerle caso y centrar la mente en otro objeto o cosa que les
interese más, o incluso meditar sobre ese objeto que no nos interesa para sacar conclusiones por medio de un
razonamiento. El mecanismo es el siguiente: El deseo tiene el poder de ser propulsor, y éste engendra al
pensamiento, pero el Ego que está por encima de la mente, puede actuar como director y centrar el
pensamiento en el objeto deseado o no hacerlo, por consiguiente podemos decir que, “el poder director del
pensamiento guía la acción”. Por el pensamiento podemos transmutar el deseo y en consecuencia la acción, y
así, modelando el deseo, podemos ser dueños y no esclavos.
La base del karma es algo así como “el lazo que ata al deseador con el objeto deseado”, esto es atar el Yo al
No-Yo”. Cuando el hombre se deja llevar por sus deseos, se ata a ellos y no tiene nada más que dos caminos
para separarse: O bien, solo lo consigue por medio de la acción o rompe el lazo de unión por medio de un
razonamiento lógico y espiritual para repudiar el objeto. Este es el medio por el cual la humanidad se ata a la
Ley de Renacimiento. dice Annie Besant en uno de sus libros maestros “La cosa deseada se asimila al cuerpo
del Yo, y si es mala debemos eliminarla cueste lo que cueste, si no, tendrá que ser eliminada por la lenta
acción del tiempo y del pesar” “Solamente el fuerte puede matarla, el débil ha de esperar a que crezca,
fructifique y muera”
Sabiendo todo esto, debemos tener claro que la humanidad se libera del renacimiento según domine su
cuerpo de deseos por medio de la mente, y según utilice su mente para crear bien en el mundo. Si no lo
hacemos así, sufriremos el efecto de los malos deseos en el purgatorio, y así aprenderemos que en la próxima
vida debemos utilizar la mente para razonar cuando nuestro cuerpo de deseos nos tiente.
Si nos damos cuenta del mecanismo y de cómo actúa, observaremos que nos podemos valer de la fuerza del
deseo para vencer al deseo, es decir, que la misma fuerza que hace que nos atraiga un deseo que se puede
convertir en un vicio perjudicial para nosotros, la podemos utilizar para desear cosas que nos causen
felicidad espiritual. Estos a su vez se opondrán a los deseos que nos causan dolor, y al final vencerán y harán
que mueran. Dice el Bhagavad Gita “Aún el mismo gusto abandona a quien persevera en la visión del
Supremo Ser”, ése es el valor de la devoción, el amor al Ser Supremo que destruye las ligaduras que
mantienen al corazón en esclavitud de los objetos del deseo. Cuando el hombre descubre la vida o espiritual,
se pone por encima del yo personal que se identifica y une a la forma. El hombre debe discernir entre lo
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espiritual y lo personal, y así la energía de los bajos deseos se transmutará en deseos superiores guiados por
la mente. De esta forma aumenta y toma fuerza la “Voluntad” que es un Divino atributo del Espíritu.
Uno de los métodos que podemos practicar es visualizar e imaginar la duradera tristeza que nos puede causar
los deseos, repugnar la imagen del pasajero placer que nos causaría el deseo y a la vez, imaginar el dolor que
nos causaría en el purgatorio al no poder satisfacerlo.
Cuando la persona desea elevarse hacia lo espiritual y comienza a practicar, desear y pensar en cosas
positivas para su desarrollo, aunque tenga materia grosera o de baja vibración en su cuerpo de deseos, ésta
no será vivificada más porque los deseos son más refinados. Sin embargo, debe estar alerta porque los
elementales que están en todos los sitios y pueden venir de cualquier persona, pueden aferrarse a esa materia
inactiva para vivificarla, por eso, debe ser fuerte para rechazar estos deseos como cosas extrañas hasta que
mueran y le dejen libre. También durante el sueño podemos ser tentados sobre un deseo o vicio que hemos
vencido y esto nos puede causar angustia inexplicable. Cuando soñamos así, significa que aún tenemos cierta
debilidad en el cuerpo de deseos yque debemos ponernos en guardia por si acaso renacen.
Es conveniente tener en cuenta que normalmente tenemos dos medios para adquirir el poder sobre el cuerpo
de deseos. El primero es cuando la mente se ve vencida por los deseos en la vida física y después sufre en el
purgatorio. Después del sufrimiento viene la asimilación de la lección, y así la voluntad se fortalece y se hace
“Poder”. Este Poder es el que vence al cuerpo de deseos poco a poco, o sea que, por cada derrota de la mente,
asimilamos poder para la victoria sobre el cuerpo de deseos; así en la matriz del dolor se está formando el
futuro poder que nos hará vencedores. El otro medio es el de comenzar voluntaria y conscientemente a
trabajar durante el día y por la noche para conseguir esta misma victoria por medio del ejercicio de la
retrospección del que más adelante hablare de una manera amplia y concreta.
Hagamos un razonamiento sobre esa frase tan conocida por medio de algunos autores ocultistas que dicen
que hay que “matar el deseo”. El deseo es parte del hombre desde hace millones de años, el deseo fue el
principal motivo de la caída en la depravación y la maldad en la época Atlante. El deseo gobernaba casi
totalmente la mente del hombre que estaba recién nacida, éste se dejaba dominar por el deseo egoísta y ese
deseo le llevó a practicar toda clase de maldades para su propio beneficio. Esa fue la más baja manifestación
de deseo, o sea, el deseo de más baja vibración que ha utilizado el hombre, sin embargo, y buscando la parte
buena que existe en todas las cosas (o como normalmente decimos que “no hay mal que por bien no
venga”) nos benefició en nuestro desarrollo como nos está beneficiando la “Caída del hombre” porque, a
través de la experiencia y el sufrimiento, adquirimos Sabiduría y evolucionamos.
El deseo es imprescindible y NO hay que matarle, al menos en la etapa que estamos actualmente. La
humanidad evoluciona a través del deseo por medio de diferentes etapas, y se debe valer del deseo para
desarrollar su Espíritu. La primera etapa es, la del deseo egoísta, en la cual, no deseamos nada más que lo
que nos pueda servir o beneficiar sin pensar en los demás. La segunda es la que lleva al Ser humano a actuar
con el deseo de compartir, porque ya es capaz de asimilar materia de deseos que hace que tenga sentimientos
de colaboración y ayuda. La tercera es cuando el ser humano descubre que hay una vida superior y
comprende que el deseo es el medio por el cual busca el conocimiento esotérico, místico o similares, que
elevan las vibraciones del cuerpo de deseos y empieza a transformar los deseos egoístas en altruistas y más
caritativos. La cuarta, sería la etapa en la que la humanidad descubre que el deseo, unido a la aspiración y a
los anhelos, es imprescindible para comenzar el Sendero de Retorno. Ese deseo por lo elevado que le lleva a
desarrollar la parte espiritual, es imprescindible para el individuo que desea elevarse cada vez más hacia los
mundos espirituales. La quinta es la etapa en la que la humanidad comienza a “Matar el deseo” o más bien a
“dejar de desear”. En esta etapa, y pensando ya en cómo podemos dejar de renacer sin que la Ley de Causa y
Efecto nos ate a la rueda de renacimiento, debemos empezar a actuar con la pura intención de servir o
trabajar -en pensamiento, palabra y obra- pero sin deseo por el efecto y recompensa que nos puedan traer
nuestros actos y pensamientos. Cuando la humanidad llega a esta etapa no debe desear, sino simplemente
actuar con el único motivo de trabajar como un deber y a modo de colaboración con el desarrollo y evolución
de la humanidad. Cuando el Ser humano actúe así dejará de atarse a la Tierra, porque estará actuando como
si su vida estuviera dedicada -a modo de donativo- a la humanidad y, por eso, le Ley de Causa y Efecto no le
obligará a recibir los efectos haciéndole renacer otras veces. Además, sabiendo que lo que hacemos por la
humanidad es como si lo hiciéramos para Dios, llegamos a la conclusión, de que nuestra labor está dedicada
a apresurar la evolución de la humanidad y de Dios, y esto, queramos o no, nos trae el efecto de nuestras
acciones, pero de una forma muy diferente y más elevada de la que normalmente nos trae la Ley kármica.
Es cierto que la humanidad no está preparada para esta última etapa que he mencionado, pero algunas
personas ya lo han conseguido; otras también están trabajando y terminando en la cuarta etapa. Es
conveniente dejar claro, que el neófito debe comenzar cuanto antes a dominar, transformar y controlar sus
deseos según las etapas mencionadas, no es fácil, pero “el que no comienza no acaba” y “el que no persiste no
vence”, solamente es vencido el que deja de intentarlo, y en este caso, y como ya he explicado, nuestro trabajo
principal está dirigido hacia el deseo.
Hay personas que son idealistas, y eso también puede ser útil para su desarrollo, porque un ideal no es ni
más ni menos que un concepto fijo en la mente, pero es un concepto de naturaleza inspiradora que puede ser
muy útil para guiar la conducta. El medio más eficaz para crear un ideal es por medio de influir en el deseo.
El mejor momento para crear un ideal es cuando el cuerpo de deseos está relajado y la mente predispuesta
para el trabajo espiritual. Entonces, la persona debe meditar sobre la finalidad y la meta de su vida y de sus
aspiraciones, después de tener claro todo esto, debe escoger los medios y cualidades que va a necesitar para
llegar a su meta, y una vez que úna todas sus cualidades en un sólo concepto, debe representárselo todos los
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días de la manera más vigorosa posible, de tal manera que el ideal aparezca con toda claridad y lleno de
belleza y nobleza para que sea verdaderamente atractivo.
Así, cuando la tentación y los bajos deseos aparezcan, la persona abrazará con el intenso amor de su corazón
y con sus ansiosos brazos ese ideal formado por él mismo. Los deseos superiores vencerán a los inferiores,
haciendo que la persona fortalezca su ideal y sus nobles pensamientos para hacer que los bajos deseos
pierdan poder hasta que mueran de inanición. Así el hombre puede hacer de su enemigo un aliado, y de los
deseos unas alas que le eleven al cielo.
A algunas personas les resulta más fácil luchar contra la naturaleza de deseos de la siguiente manera: Se
ponen a meditar e imaginar cómo caen en un determinado vicio (el que quieren vencer), observan como
ceden a las tentaciones de la manera más simple y absurda porque ni siquiera intentan luchar contra ellas
Observan como cada vez ceden más a ese vicio y se hunden porque están totalmente dominados y
esclavizados, a continuación, ven como su cuerpo enferma y cambia su forma hasta que, al fin, comprenden
su inevitable muerte. Quien tiene conocimientos ocultos o esotéricos puede continuar este método a partir
del momento de la muerte, imaginándose en el purgatorio sufriendo de una manera muy intensa por no
poder acceder a esos deseos de cosas materiales. Allí, el deseo existe y es más intenso porque no tiene cuerpo
físico que lo amortigüe, pero no puede obtener esos objetos del deseo que en su vida física le satisfacían,
quiere salir de ese lugar, pero sus deseos no se lo permiten y le atan al mundo astral inferior, donde está lo
peor de la naturaleza humana y astral. Así, puede - y debe- ver como cede a sus siniestros deseos, le puede
costar muy caro porque, no sólo le causan sufrimiento en la vida física y en el purgatorio, sino que en algún
momento de su desarrollo deberá vencer esa tentación voluntariamente, ya que él mismo cayó, y por lo tanto,
él mismo debe superarlo.
Este ejercicio de repulsión tiene el inconveniente de que cuando pensamos en esas cosas repulsivas, atraemos
materia astral de la misma vibración y nos puede perjudicar, si después no nos fortalecemos con ejercicios y
pensamientos espirituales, pero de todas formas, se puede utilizar cuando no conseguimos dominar ese vicio
por ningún otro medio.
El cuerpo astral o de deseos, también se le conoce como cuerpo emocional, y como tal, también hay que
comentar alguna cosa. La emoción es una fuerza motriz que aviva el pensamiento e inclina a la acción, es el
resultado de la acción del intelecto sobre los deseos. Las emociones sonpoderosas y muchas personas se ven
dominadas por ellas hasta terminar en elevación o en caída, en alegría o tristeza. Es muy importante la
práctica del discernimiento para hallar el equilibrio ante las emociones, la razón es quién debe dominar,
cuando una persona llora por compasión hacia una amiga enferma, está siendo dominada por el cuerpo de
deseos, y aunque aparentemente esta actitud es positiva, en realidad no está haciendo bien porque es más
útil la ayuda moral y el razonamiento para buscar soluciones a la enfermedad, que no dejarse llevar por esa
emoción que puede perjudicar a la otra persona. Digamos que la emoción es quien impulsa a la acción, pero
esa acción debe estar controlada por el discernimiento, así es como el Yo Superior, puede ser dueño y guía de
las emociones y no su víctima.
Las personas que se dejan llevar por las emociones, llenan su aura de esa determinada vibración y a su vez
crean una atmósfera similar en sus hogares, como resultado, ellos ven todo a través de su aura o punto de
vista emocional porque lo alteran antes de llegar a la mente, la cual, no puede interpretarlo tal y como es en
realidad. El mejor método para dominar las emociones es la meditación, pero ésta debe hacerse en los
momentos de mayor relajación o nada más despertarse por la mañana, porque el Ego acaba de incorporarse
al cuerpo físico, y por lo tanto los cuerpos, y sobre todo el cuerpo de deseos, está más relajado.
Dentro de los métodos que trataremos más adelante, estudiaremos uno que se relaciona con las emociones,
se trata de visualizar y programar nuestras actitudes ante determinadas situaciones en que nos dejamos
llevar por las emociones, para luego intentar estar todo el día pendiente para que cuando lleguen esos
momentos, seamos nosotros quienes podamos dirigir la situación por medio del control del cuerpo de deseos.
Hay quien opina y piensa, que la persona que en esas situaciones o actitudes utiliza la mente y frena la lengua
hasta tener bien claro lo que va a decir y pensar, es un iniciado en el control de las emociones. “La verdad
realza y la mentira deprime,” es mejor meditar y hablar solamente cuando es necesario, y siempre con la
verdad y de manera suave y agradable. Los chismes, las burlas y las críticas, crean emociones frívolas y
desgastan la energía mental y moral, por eso, más vale “el buen callar que el necio hablar”, porque en el
silencio se fortalecen, se equilibran y armonizan las emociones y así sujetamos la fuerza del carácter.
También es cierto que practicar el silencio nos puede llevar a la descortesía, el desánimo y al desaliento hacia
los demás, por lo tanto, debemos tenerlo siempre presente para actuar en sentido equilibrado.
Otro método para dominar las emociones, es refrenar las acciones impulsivas. Hoy estamos acostumbrados a
actuar con prisas, sin embargo, en la mayoría de los casos no es necesario, siempre tenemos tiempo para
meditar y razonar con prudencia antes de pasar a la acción; no es bueno actuar a raíz de un impulso
emocional sin haber razonado el hecho con la suficiente tranquilidad. El estímulo o impulso emocional parte
de la conciencia, pero es siempre como respuesta a un estímulo externo, es una energía no razonada, que
hace que nos precipitemos, por tanto, hay que responder con reflexión y calma. La verdad es que nos gusta lo
fácil y no nos gusta refrenar las cosas que nos perjudican, pero el aspirante a la vida superior, debe estar
siempre luchando y renunciando incluso a ciertas emociones que aparentemente no nos influyen
negativamente. La meditación diaria, el discernimiento, el razonamiento antes de hablar, y no responder a
los impulsos, son los mejores medios para transformar las emociones peligrosas en nuestros más y mejores
colaboradores.
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Cuando la persona domina las emociones las puede utilizar para hacer una buena obra con el prójimo, esto
es, si nos encontramos, o tenemos un problema con una persona muy enfadada, sus vibraciones de odio o de
mal humor intentarán estimular nuestro cuerpo emocional para que nosotros también nos enfademos y le
respondamos. Así como el odio despierta odio, y el amor también estimula el amor, cuando ocurre un caso de
estos debemos refrenar el impulso de cólera y dejar que las vibraciones del contrario se estrellen contra
nuestro cuerpo emocional inalterable, y, si somos dueños de nuestras emociones, responderemos con amor y
paciencia. Cuando respondemos firmemente, y de manera automática a esas vibraciones emotivas, estaremos
preparados para devolver “bien por mal”, además, de esta forma, colaboramos con los Hermanos Mayores,
Guías de la humanidad, en su gran obra de limpiar la maldad que hay en el planeta. También y de manera
individual, podemos utilizar nuestro cuerpo emocional para mandar todos nuestros mejores sentimientos a
las personas que queremos.
¿Cuántas veces nos hemos visto debilitados para continuar en el Sendero del desarrollo interno, nos hemos
quedado sin aspiraciones, sin anhelos de elevación, y no sabemos cómo continuar? También aquí el cuerpo
emocional nos puede ayudar mucho, si creamos las emociones adecuadas y las unimos a un objeto de
devoción, por medio del cual, sacaremos la fuerza y el ímpetu necesario para continuar nuestro camino
espiritual. Aunque hablaremos de esto más adelante en la teoría de un ejercicio, se trata de trabajar con lo
que llamamos “Adoración”, o sea, dirigir nuestra admiración e intenso amor hacia un determinado Ser de
gran exaltación, porque, quien es capaz de amar y de admirar, posee una de las mayores fuerzas de la
humanidad. Esto despierta en nosotros el amor y el estímulo, y hace que amemos lo grande y prescindamos
de lo pequeño, si a este gran ideal o Ser ejemplar, le hacemos parte de nuestra vida, tendremos un gran
motivo para actuar siempre de manera benevolente, altruista y amorosa. Algunas personas verán más fácil
hacer estas prácticas reverenciando a su propio Yo superior, como si fuera su Guía espiritual o Ángel de la
Guarda, quienes actúen así, y amen y honren a ese Ser, estarán acercándose cada día más al vestíbulo de la
Iniciación.
Según purificamos nuestros deseos y los hacemos más puros, ponemos a nuestra disposición sus poderes, y
lo mismo que un maestro orfebre comienza por familiarizarse con sus herramientas y tarda mucho en
hacerse hábil en su manejo, así nosotros por medio de la purificación del cuerpo de deseos, empezaremos a
dominarle y con el tiempo, a despertar sus poderes. Este trabajo también se relaciona con las actividades
nocturnas mientras el cuerpo físico duerme, digamos que, cuanto más esfuerzo durante el día, mejores
resultados en las actividades nocturnas en el mundo astral; cuanto antes nos deshagamos de materia grosera
astral, antes tomaremos conciencia de ese mundo.
El que se encuentra en este nivel del Sendero, debe empezar ya y en serio a elevar sus deseos hacia lo
superior, debe intentar ser un Ser espiritual en sentimientos y deseos, para olvidarse y dejar que se atrofien
sus antiguos deseos animales. Debe dejar de estar a merced de sus deseos y pasiones, y hacer que se
conviertan en anhelos espirituales; debe darse cuenta de que hasta ahora ha sido un esclavo de sus deseos, y
a partir de ahora puede volar a cimas más altas donde los deseos vayan todos dirigidos hacia cómo ayudar a
la humanidad. Somos libres de hacer lo que queramos, pero cuanto antes empecemos a trabajar, antes
aceleraremos nuestro desarrollo interno, y si en esta vida no conseguimos desarrollar esos poderes, podemos
tener la seguridad de que hemos avanzado a pasos agigantados, y que en otra los obtendremos. El cuerpo de
deseos debe ser nuestro fiel servidor, y no nosotros sus esclavos, pero la única forma de conseguirlo es
cambiando los deseos materiales por otros morales y espirituales.
Si nuestra voluntad y mente trabajan sobre el cuerpo de deseos con la verdadera intención de acelerar
nuestro progreso espiritual, podemos decir que:
1º. La voluntad de obrar de acuerdo a las Leyes Divinas, o de sembrar aspiraciones y deseos para mejorar a la
humanidad, se transformaran en capacidades para desarrollarlas.
2º. Los deseos de elevar a la humanidad por medio del amor y el servicio desinteresado que no hemos
conseguido desarrollar, se convertirán en potentes ideas mentales para que sean ejecutadas en un futuro
próximo.
3º. El deseo de actuar de cierta manera en esta vida, tomará forma e impulso para que sea desarrollado en la
siguiente.
4º. La repetición de los pensamientos y sentimientos elevados en esta vida, se convertirán en tendencias para
la mente, e inclinaciones para su manifestación en la próxima.
5º. Es conveniente recordar que, la constante repetición de un acto crea un hábito, y el hábito da paso a la
acción.
Cuando comenzamos a esforzarnos por cambiar, suele ocurrir que nuestro mayor deseo sea “ayudar a la
humanidad”, esto es aparentemente fácil, pero también tiene algo de fantasía. El aspirante que desea
purificar su cuerpo astral para ser un servidor de la humanidad, debe comenzar por las cosas pequeñas,
quiero decir, que debe estar atento para aprovechar cualquier oportunidad que se le presente. Esta actitud es
conveniente, porque estas pequeñas cosas son las que nos prueban para comprobar hasta dónde deseamos
servir, y cuál es nuestra fortaleza para ayudar. Primero debemos vencer nuestro mal carácter y otros defectos
similares, para que cuando estemos sirviendo, no seamos un problema para otras personas, debemos brillar
por nuestra buena voluntad, y una vez que lo consigamos, podremos cumplir mejor nuestros deseos.
Desarrollar el Amor es lo que más debemos desear, pero este amor es sólo aquel que sale del alma y quiere
manifestarse en todos los seres para satisfacer sus necesidades espirituales; la riqueza que más debemos
desear es aquella que nos permita tener muchas oportunidades para servir y predicar la Verdad que
conocemos; el Poder que debemos desear es sólo aquel que nos sirva para elevar a la humanidad en lo moral
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y espiritual; la Fama no deberíamos desearla, pero si nos viene, debemos aprovecharla para diseminar
nuestro conocimiento, sabiduría, y Amor por medio de conferencias, libros y cualquier otro medio; el Anhelo
que debemos tener, es el del servicio en pensamiento, palabra y obra, pero no para satisfacernos a nosotros
mismos, sino para beneficiar al prójimo.
Olvidarse de uno mismo para servir y ayudar a los demás es la verdadera meta, y para ello, hay que empezar
por ser amable, simpático, compasivo, servicial, etc., pero no de vez en cuando, sino siempre y de corazón
Hay quien opina que “el tiempo que no se aprovecha en servir es tiempo perdido”. Cada vez que hacemos una
buena obra porque ese es nuestro deseo, estamos creando la oportunidad de que se produzca otra de mayor
importancia, y esto debemos practicarlo en la medida que nuestros deseos se purifican. Después viene otro
paso más, cuando conseguimos cumplir los deseos de servir y ayudar donde podamos, debemos intentar
crear una “unidad”, quiero decir que no basta con servir, sino que debemos compenetrarnos con los demás
por medio de nuestra aura, identificarnos, penetrar en sus corazones y comprenderles. Se trata de: “Auxiliar,
comprender, conocer y amar”, pero esto siempre debe ser practicado con humildad, porque la humildad lleva
a la Sabiduría. Está escrito: “Sed humildes si queréis alcanzar la sabiduría, sed más humildes aún cuando la
halláis conseguido”
Se dice que el cuerpo de deseos es el gran tentador, y que si cedemos a su influencia nos puede llevar a la
perdición. El deseo, como todo en el universo, evoluciona, y esto lo podemos ver si estudiamos la naturaleza
personal del Ser humano de hoy y la comparamos con la de hace unos siglos atrás. Cuando por el desarrollo
espiritual pasado, el hombre contacta con una escuela esotérica o mística en una vida, significa que es un
alma madura, o lo que es lo mismo, que se ha esforzado por superar y purificar su naturaleza personal y está
comenzando en el verdadero camino de la iniciación. Las Escuelas preparatorias, como por ejemplo la
Fraternidad Rosacruz de Max Heindel, representa y enseña el verdadero camino de desarrollo interno para
todo aquel que quiere esforzarse y sacrificarse para vencer -principalmente- su naturaleza de deseos y
comenzar a dirigir sus vehículos de una manera voluntaria, consciente y emancipada de todo lo que le rodea.
Naturalmente que, hasta llegar aquí, el hombre ha sufrido mucho para purgar sus deseos, y por eso debe
empezar cuando antes a abandonar ese deseo material y egoísta que le ata a la rueda de renacimiento. Yo no
creo que se deba eliminar el deseo, sino solamente los deseos materiales y egoístas, los deseos de
conocimiento y crecimiento espiritual deben estar presente en esta etapa, después vendrá el deseo de
alcanzar al Maestro y la Iniciación; además, debemos estudiar con qué sentimiento e intención deseamos las
cosas, porque si es con el deseo de ayudar a otros, tampoco se debería eliminar. El hombre debe desear
trabajar por la humanidad, pero identificándose con la vida universal que anima la forma para llevarla a la
perfección. El aspirante o discípulo debe despojarse del deseo de vida, pero de vida personal, y sin embargo,
debe tener el deseo único de estar o servir dónde y cómo Dios le necesite, su deseo en este sentido será de ser
un instrumento de la vida universal.
Esta es la gran diferencia, la humanidad de hace unos siglos, y una gran mayoría de hoy ayudan por egoísmo,
y el Ser humano que inicia el sendero del desarrollo interno, lo hace de corazón y con el único deseo de
ayudar a las vidas que son parte de Dios, para que alcancen el desarrollo espiritual cuanto antes. Cuanto más
evolucionada es la persona, más tolerante y compasivo es con los demás. A medida que el hombre destruye
en sí mismo el deseo de vida separada, respeta cada vez más a los que la desean, y comienza a adquirir el
sentido de lo eterno en todas las formas que le rodean.
En este Sendero, el aspirante debe llegar a un grado en que no desee la adquisición de conocimiento
espiritual y ni siquiera llegar al Maestro, sino simplemente ser un instrumento de Dios. De esta forma se
vuelve activo como los que tienen ambición, -pero sin tenerla- y con el único fin de ser un canal de lo
superior, así su energía es absorbida por Dios; ese es el único y principal motivo para su vida.
Una vez puestos a trabajar por lo superior, debemos abandonar progresivamente lo inferior y vulgar,
debemos perder lo bajo para ganar lo alto. En esta etapa nos damos cuenta de que empezamos a vivir en la
mente y cada vez menos en el deseo, ya hemos aprendido que dejarse llevar por ciertos deseos, pasiones y
sentimientos es innoble, por lo tanto, comenzamos a dominar y a seleccionar estos aspectos del cuerpo astral.
Después de un tiempo de más elevado desarrollo, nos damos cuenta de que la mente tampoco nos satisface, y
entonces buscamos la vida del Yo Superior para mirar todas las cosas desde ese punto de vista. Entonces
puede surgir el “impedimento” del “deseo del propio desarrollo”, pero no debemos dejarnos obstaculizar por
ese deseo, sino que nuestra actuación debe ser la de aceptar cumplir correctamente con las oportunidades
que se nos presentan pensando: “No es un trabajo para mi desarrollo, sino un deber para con el Maestro y
con Dios”
Otro deseo que debemos eliminar, es el de “ser superior a los demás”, debemos tener cuidado porque, si lo
tenemos o vuelve a renacer después de creerle vencido, significa que todavía estamos en peligro de caer en
ciertas tentaciones perjudiciales para nuestro desarrollo. Ese sentimiento pertenece al yo personal, por tanto,
no debemos ceder a él por el sólo deseo de crecimiento para el propio beneficio, así, cuando el aspirante
supera el deseo de crecimiento por encima de los demás, de donde puede surgir el menosprecio, el orgullo, la
arrogancia, etc., debe volverse indiferente y centrarse en el gozo que puede llevar a dar a los demás, por
medio de su ejemplar vida. De modo que no es pensando y deseando cosas para nosotros mismos como
debemos avanzar, sino luchando por el bienestar de los demás. Si pensamos en nosotros, debe ser solamente
con la intención de desarrollar las virtudes y poderes para poder servir mejor porque, olvidándonos de
nosotros mismos por el trabajo desinteresado, crecemos como partes del Todo.
Si podemos concebirnos como parte de la humanidad y como conquistadores de nuestro avance en pro de la
misma, y sin que exista pensamiento o deseo alguno del yo inferior, entonces habremos elevado y purificado
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nuestro deseo convirtiéndolo en aspiración que, en este caso sí es completamente deseable. El aspirante que
trabaja sin preocuparse por sus propios intereses y procura estar en segunda línea o pasar desapercibido en
la sociedad, no será comprendido, porque la gente comprende y admira al de gran fuerza, conquistador y
famoso que causa impresión y se esfuerza por ser el primero. Para la gente, esta persona ha conseguido el
éxito y ha demostrado ser el más fuerte, pero el Aspirante puede ser mucho más fuerte aún, y sin embargo no
mostrará sus cualidades de ninguna forma porque no quiere hacerse notar.
El trabajo o servicio a la humanidad sin deseo egoísta, es servicio a Dios, porque la comunicación con Dios
está en el corazón mismo de las cosas, y el hombre que hace sus “deberes” pensando en Dios, derrama toda
su energía en ese mismo sentido, y así aumenta la Divina Fuerza que continuamente se está derramando por
todas partes. De esta forma no hay resultado personal en los mundos inferiores, pero con cada acto
voluntario en esa línea se acerca más a la verdadera vida del Espíritu y se convierte en mejor y más amplia
expresión de la Divinidad. De esta manera, no es correcto decir que no obtenga resultados, pero es que en el
Universo regido por las Leyes, nada puede quedar sin resultado, sin embargo, no hay resultado tangible que
le pueda beneficiar materialmente.
Hasta aquí hemos visto como, en las etapas del aspirante a la vida superior, debemos eliminar los deseos
personales y llevar a cabo los espirituales, es conveniente que cada uno medite sobre sus deseos para ver
cuáles debe fomentar y cuáles debe dejar morir de inanición. Dijo un poeta que “El deseo es la base para
formar un vicio, y el vicio es tan espantoso que para rechazarlo no hay que hacer nada más que verlo, sin
embargo, si lo vemos muy a menudo nos familiarizamos y unimos a él, y así, lo que ocurre es que, primero
resistimos al deseo, después lo complacemos y, por último, lo abrazamos”. Como nosotros somos libres y
tenemos voluntad propia, podemos alimentar al deseo, o utilizar esa misma fuerza para combatirlo creando
mentalmente un nuevo carácter moral y espiritual y llevarlo a la práctica para que, por medio de la
repetición, se consolide como un hábito o nuevo carácter.
“Si queréis vencer ciertos deseos, no los alimentéis pensando en ellos y comenzad a desear otros contrarios,
pero sin permitir que la mente se centre en los anteriores.” Esto requiere fuerza de voluntad, pero con cada
victoria se fortifica la misma, centrar vuestra mente en el nuevo deseo y embellecerlo y sacarle el mayor
provecho, eso le hará fuerte para que sea la base de vuestro ideal y línea de actuación en la vida. Tened claro
que la mayoría de las cosas que hacemos están basadas en el hábito, y de lo que se trata, es de crear un nuevo
hábito espiritual para conseguir atrofiar al otro deseo que no nos gusta. Ya he dicho que la repetición crea el
hábito, el hábito forma un nuevo carácter, y el carácter puede cambiar el destino de la persona; pero para
conseguir esto debéis repetir mucho las imágenes del nuevo hábito y carácter, y vivirlas y sentirlas para que
se graven en el subconsciente y os recuerden la línea de actuación a seguir. También y como es lógico, debe
de haber persistencia, lo más importante del dominio propio consiste en no dejarse llevar por el deseo y la
impulsividad”.
MEDITACIÓN
Una vez relajados, comenzad a repetir con el pleno convencimiento y sentimiento de que lo sois, algunas
palabras como: “Yo soy fuerte en la persistencia y en la voluntad, mi valor y confianza propia hacen que
consiga el progreso espiritual que deseo, mi equilibrio y armonía me ayudan a cambiar mis hábitos y
carácter, etc.” A continuación comenzad a imaginar y visualizar cómo cambiáis esos malos deseos y
actuaciones que en determinadas circunstancias os afligen, ved vuestra actuación de la manera deseada
desde el punto de vista espiritual. Observad todos los detalles y vivir las imágenes como si realmente
estuvierais en esa situación, y sentir la satisfacción de que os está saliendo como verdaderamente deseáis. No
tengáis reparo en seguir visualizando cómo vencéis esos deseos cambiando vuestra línea de actuación, la
práctica repetida os hará conseguir implantar el nuevo carácter. Fijar en la mente la nueva línea de conducta,
y practicarla con perseverancia y paciencia. No olvidéis que este ejercicio es, al fin y al cabo, la creación de un
ideal en vosotros, por tanto, no debéis olvidar llevar a cabo la práctica constante de éste ideal.
No hay que olvidar tampoco que los ideales se consolidan con la práctica diaria en las situaciones que nos
surgen, y por eso debemos practicarlo en la vida real, para que el nuevo carácter, libre de deseos negativos, se
forme y fortalezca. Con este ejercicio llegareis a comprobar cómo, cuando queremos, podemos cambiar
muchas actitudes de nuestra vida personal. Recordad que sois un Espíritu que está por encima de la mente,
deseos y hábitos, y que tenéis todo el poder del Espíritu que se manifiesta como voluntad y confianza propia
para vencer los obstáculos del desarrollo interno. Intentad tener siempre presente los más elevados ideales,
para que por medio de la repetición mental y física, podáis incorporarlos a vuestra naturaleza interna. No
olvidéis que, como Egos, sois los verdaderos directores de la personalidad, y si queréis, podéis vencer los
deseos materiales con los espirituales.
***

EL CUERPO VITAL
“Todo desarrollo espiritual comienza
en el cuerpo vital”
CAPÍTULO V
EL CUERPO VITAL
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El cuerpo vital está compuesto de cuatro éteres y su imagen es exactamente igual al físico, con la única
diferencia de que al compenetrar el vital al físico le da la vida y mantiene su vitalidad. Por este cuerpo
circulan varias energías, y su misión principal es mantener al cuerpo físico vivo y en buen estado de salud, a
primera vista parece como si estuviera lleno de puntitos brillantes. Estos éteres no solamente compenetran el
cuerpo físico, sino que también compenetran todas las formas físicas que nos rodean, puesto que todo lo
físico procede de un mar de éter, que a su vez, procede de otro de materia de deseos y así sucesivamente. La
única diferencia con la materia física es que, al ser más sutil no le percibimos normalmente con nuestra vista,
y esto es porque vibra en un grado muy superior a los átomos físicos.
La vibración de los mundos superiores es cada vez más elevada y “grande” en sentido de que la partícula
etérea rodea y compenetra a la física, el cuerpo vital rodea -es más grande- y compenetra al cuerpo físico, el
cuerpo etéreo del planeta compenetra y rodea al planeta físico, etc.
Normalmente y a la vista de un clarividente, este cuerpo se ve de un color rosado como efecto de la vitalidad,
cuando esta vitalidad se debilita, se nota en su color, vibración y fuerza de los rayos vitales que salen en línea
recta del cuerpo y que normalmente expulsan las materias nocivas y microorganismos que crean la
enfermedad. Cuando muere el cuerpo físico también muere el vital, éste queda unido al físico por medio de
un cordón de color plata y se descompone al mismo tiempo, siendo esto un espectáculo repugnante para
quien tiene la sensibilidad suficiente en la vista como para verlo. Hay personas que han visto muchas veces
este cuerpo -fantasma- después de morir una persona.
En realidad este cuerpo es parte de la “Vida Universal”, la vida que compenetra el universo y que nosotros
utilizamos para vitalizar y mantener vivo el cuerpo físico. Según el desarrollo, destino y conformación del
cuerpo físico, así podemos - y nos designan los Señores del Destino- utilizar esta energía etérica, o sea, que si
por nuestras deudas kármicas tenemos que padecer una enfermedad, los Ángeles adaptarán este cuerpo con
una determinada vibración para que sus éteres formen determinadas células que se manifestarán como
enfermedad Si en nuestro destino debemos tener buena salud, naceremos con un cuerpo vital propenso a
crear materia física -cuerpo físico- sana, después nosotros somos quienes podemos mantener esa vitalidad o
derrocharla sin discernimiento. Respecto a las otras enfermedades comunes, también tiene mucha
importancia que sepamos utilizar nuestra vitalidad, porque cuandotenemos salud, el cuerpo vital dirige la
energía hacia el exterior con la suficiente fuerza como para expulsar todos los microbios. Sin embargo,
cuando estamos bajos de vitalidad, esos rayos apenas tienen fuerza para salir de nuestro cuerpo físico y no
pueden cumplir su misión.
Si profundizamos en este tema podríamos llegar a muchas conclusiones, sobre todo basándonos en el axioma
hermético “Como es arriba es abajo”. Lo mismo que nosotros podríamos considerarnos vidas individuales
que dependen y están compenetradas por la vida del Espíritu Planetario, y este a su vez es una vida que
depende y está compenetrado por la vida del Logos Solar, así, y por debajo de la forma física del hombre,
existen innumerables vidas -microbios, células, bacterias, etc.- que están bañadas y compenetradas por
nuestra vida o cuerpo vital. Lo mismo que nosotros estamos evolucionando vida tras vida con cuerpos vitales
más elevados y armónicos en el cuerpo vital del planeta y del Sistema solar, así éstas diminutas vidas
evolucionan a través de vidas más cortas y por medio de nuestro cuerpo vital en el gran universo que es
nuestro cuerpo físico.
En éste cuerpo circulan, como he dicho, varias energías, una procede de dentro y actúa sobre los átomos, la
segunda es la llamada fuego serpentino de kundalini, y la tercera normalmente llamada vitalidad o prana,
que absorbemos de la atmósfera y que podemos ver como puntitos brillantes y vibrantes. Esta vitalidad
procede del Sol, y aunque parezca que no es así, el hombre carga su cuerpo vital durante el día, ya que no lo
puede hacer durante la noche; también en días nublados se nota que el hombre absorbe menos vitalidad, de
ahí la importancia que tiene saber administrarla. Esta vitalidad o “prana”, es absorbida por el vórtice o
chacra que está a la altura del bazo en el cuerpo vital, y aunque es brillante e incolora, cuando pasa por este
centro se transforma en siete colores relacionados con los siete rayos, que a su vez se relacionan con los otros
cuerpos superiores. Estos colores o tipos de energía, se distribuyen cada uno de ellos hacia una determinada
parte del cuerpo vital para cumplir su misión, pero el color que más suele verse por todo el cuerpo es el
rosado. Esta energía de color circula por todo el sistema nervioso y es la vitalidad que se puede utilizar para
sanar a otras personas.
El nerviosismo es efecto de la falta de vitalidad, y eso mismo ocurre con todos los demás síntomas de
enfermedades y dolores, cuando una persona enferma, se pone en contacto con otra que rebosa de salud,
puede absorber su vitalidad y notar cierto bienestar. Cuando una persona no se alimenta bien y no tiene los
suficientes cuidados físicos y higiénicos, o derrocha mucha energía sin necesidad, se sentirá débil, fatigado y
tendrá mareos o síntomas similares; y como el cuerpo físico necesita de la vitalidad así como del alimento, si
no pone remedio, envejecerá antes y tendrá mala salud.
Estos átomos de energía que circulan por el sistema nervioso, van debilitándose según cumplen su misión y
su color se hace más pálido hasta que, al final, son expulsados del cuerpo por los poros de la piel; esto es lo
que normalmente llamamos el aura del cuerpo vital que suele verse transformada en un color azul claro. Con
el tiempo, el ser humano aprovechará esta energía y la especializará para que cumpla una más perfecta
misión en todo el cuerpo vital y físico. Para ello debe empezar por tener una vida sana, una buena higiene,
alimentación sana, -sin carnes ni sustancias animales- y sin alcohol, tabaco ni nada que entorpezca o domine
la mente ni a los demás vehículos. Si a eso añadimos una vida sana moral y mental, estaremos purificando
nuestro cuerpo vital.
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Cada cuerpo etérico absorbe materia etérica, las personas que se ponen muy cerca de otras absorben la
materia etérea que estas expulsan. Así como ciertas personas pueden poner vitalidad en el cuerpo etérico de
otro, también puede hipnotizar echando los éteres del cerebro etérico y poner los suyos; y así como también,
pueden sanar a alguien si esta enfermo, también pueden transmitirle involuntariamente una enfermedad
(todo depende del desarrollo del que lo hace).
A estas alturas del libro, ya debemos tener claro que el Yo Superior está por encima del cuerpo vital y que
también lo utiliza para su manifestación por medio del cuerpo físico. Si el Yo Superior puede (y debe)
controlar la mente con su voluntad para saber razonar y discernir, también debe dominar, a través de la
mente, el cuerpo de deseos y manejarle a favor de su propia evolución. También utiliza el Ego estas energías
del cuerpo vital para conectar los vehículos superiores al cuerpo físico, y así poder manifestarse en la Tierra
para adquirir experiencia y asimilar el fruto para continuar su desarrollo interno.
Sin este cuerpo vital no podría existir el cuerpo físico ni podríamos asimilar el fruto de la vida, ya que es el
asiento de la memoria y es donde gravamos toda nuestra vida desde que nacemos hasta el momento de la
muerte. Además, el Ego también sería incapaz de dominar al cuerpo físico. A la hora de la muerte, y como
ocurre con el cuerpo físico, se desintegra y sus éteres vuelven a sus elementos originales, eso mismo ocurre
con los miembros amputados de cualquier cuerpo físico, con la diferencia de que la parte etérica puede
causar ciertas sensaciones -por ejemplo picor- como si la parte amputada aún estuviera en el cuerpo. Como
este cuerpo es la energía vital que mantiene vivo el físico, este gasta su energía con cada acto que hacemos y
palabras y pensamientos que creamos, pero además, este cuerpo está en lucha constante con el cuerpo de
deseos, que es el que principalmente nos perjudica por medio del deseo y las tentaciones. Quien aprende a
controlar sus actitudes y actividades, quien controla sus deseos negativos y sabe dirigir su mente, si además,
practica la relajación, sabrá almacenar energía y ganar bienestar y salud.
Como he dicho, este cuerpo está compuesto de cuatro éteres, pero los dos superiores llamados “Luminoso” y
“Reflector” son muy importantes en el desarrollo interno del Ser humano. Por cada buena obra, deseo
elevado, y pensamiento amoroso que creamos, hacemos una aportación a esos éteres que en realidad son los
componentes del “Cuerpo-Alma” o “Cristo interno.” Estos éteres son el fruto más elevado de nuestras
experiencias en la vida, y cuanto más nos esforzamos en llevar una vida espiritual de amor y servicio
desinteresado, más aumentamos su número y volumen y más bella será nuestra aura porque se irá
transformando en un color oro y azul.
Si alguien se pregunta que cómo anima el cuerpo etérico al físico, la respuesta es que lo hace por medio de
sus átomos prismáticos, estos átomos etéricos compenetran a los físicos y les transmiten su vibración -vida-.
Estos átomos se mezclan con la sangre y circulan por todo el cuerpo físico, pero si una persona corta la
circulación sanguínea a un miembro del cuerpo, por ejemplo el brazo, éste se dormirá y no le sentiremos,
esto ocurre porque los átomos etéricos del cuerpo vital no circulan ni vitalizan el brazo con su vibración.
Cuando vuelve a circular la sangre sentimos un cosquilleo en ese miembro, significando esto, que el brazo
etérico que ha minimizado su vibración e incluso se ha salido del brazo físico, vuelve a tomar vida y
a compenetrar el mismo.
Cuando una persona está enferma, la vitalidad no circula bien por la parte del cuerpo afectada y, a la vista de
un clarividente, toma un color gris oscuro y un aspecto gelatinoso que obstruye el sistema nervioso. Cuando
por el efecto de la medicina, pases magnéticos de una persona, o cualquier otro método, el cuerpo vital
empieza a funcionar correctamente, pasa a revitalizar y dar salud al cuerpo físico.
También hay que decir que algunas personas recomiendan hacer ejercicios respiratorios o rítmicos y muchas
veces no saben el peligro que encierran. Estos ejercicios aceleran la vibración del cuerpo vital y como éste
está conectado con los sentidos físicos y con el sistema cerebro-espinal y nervioso, puede causar un gran
peligro a las personas. Esos ejercicios respiratorios fueron dados por los guías espirituales de una raza y sus
subrazas, porque necesitan elevar la vibración de sus cuerpos. Es cierto que se sienten o experimentan cosas
que a ciertas personas les atrae, como por ejemplo sentirse fuera del cuerpo o flotando sobre el suelo, pero
repito, es muy peligroso. La vibración del cuerpo vital debe ser acelerada por los buenos pensamientos,
sentimientos y actitudes en la vida, eso acelera y acrecienta los átomos superiores y estos nos darán a cada
uno lo que merecemos en su momento. Estos ejercicios producen mal porque desconectan los centros de los
sentidos etéricos de las células cerebrales, pero cuando la pureza de vida controla la energía (y
principalmente la sexual) y la elevan hacia el corazón, evitando el aumentodel éter vital, estaremos en el
camino evolutivo que nos llevará a desarrollar los poderes anímicos y espirituales que todos tenemos
latentes.
Cuando a lo largo de un día de actividad gastamos mucha vitalidad, y llega la noche que debilita la energía
solar, el hombre agota sus energías, y como ya apenas tiene para continuar sus actividades, decimos que tiene
sueño o está cansado. Entonces, el fluido vital no circula por los nervios y es necesario que el Ego salga con
los vehículos superiores para restaurar el cuerpo de deseos, vital y físico. Una vez restaurado el cuerpo de
deseos en el mundo astral, restauramos el cuerpo vital introduciendo energía rítmica, la que a su vez, actúa
sobre el cuerpo físico eliminando todo lo que es un estorbo para la salud y la actividad del nuevo día. Por eso,
las personas que tienen preocupaciones, o que por cualquier motivo no duermen profundamente, no pueden
restaurar perfectamente sus cuerpos, esto es porque los vehículos superiores se ven atados al físico
obteniendo como resultado sueños absurdos, fruto de la mezcla de imágenes del mundo físico y del astral.
Como resultado, estas personas suelen notar cansancio y sueño a la mañana siguiente.
La palabra clave del cuerpo vital es “repetición”, y por esta repetición sobre cosas elevadas, es como
comenzamos el camino hacia la vida superior (Esta es la clave que estoy utilizando para escribir este libro). El
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mejor medio para poner en actividad espiritual el cuerpo vital es por medio del amor y del servicio
desinteresado a los demás, pero esto implica que una vez despertado a esta vida superior nos pida
"alimento”, o sea, que continuemos en esa línea y por lo tanto, luchemos contra lo inferior. Esta actividad
influye muy directamente sobre los éteres superiores, y cuanto más fortificados estén, más poder tendremos
sobre el cuerpo físico, y más facilitaremos la labor de crear un nuevo carácter y nuevos hábitos. Según trabaja
el Ego controlando su cuerpo de deseos por medio de la mente, aumenta el brillo y volumen de estos éteres.
Las enseñanzas occidentales esotéricas enseñan que el desenvolvimiento espiritual empieza en el cuerpo
vital. Esto significa que cada vez que repetimos actos y pensamientos de amor o similares, estamos creando
un nuevo cuerpo al que normalmente llamamos “Cuerpo-Alma”. Así es como nuestro cuerpo brillará y los
Maestros, que están siempre alerta para ayudar a aquél que se esfuerza por vivir la vida superior, nos
ayudarán a conseguir nuestro objetivo.
Después de saber esto comprenderemos mejor que cuando una monja, o cualquier otro miembro de
cualquier religión, toma por costumbre repetir cierta oración, está haciendo principalmente dos cosas: 1ª.
Trabajar sobre el cuerpo vital de una manera consciente, voluntaria, y en favor de su desarrollo espiritual. 2ª.
Que no permite que el cuerpo de deseos le tiente o le lleve a actuar de determinada manera para satisfacer
deseos que estarían en contra del desarrollo que quiere conseguir. También es importante la repetición de
lecturas, charlas, estudios, etc., porque estas repeticiones tienen un efecto más estable y duradero sobre el
cuerpo vital, estos efectos son precisamente los que después influyen sobre el cuerpo de deseos y la mente,
purificando y elevando su vibración. El resultado es un cuerpo de deseos más grande y brillante y de unos
colores indescriptibles, y una mente más limpia y pura.
Según trabajamos y avanzamos en el cuerpo vital obtenemos grandes adelantos espirituales, porque incluso
podemos borrar muchos de nuestros males por medio del arrepentimiento, (perdón de los pecados) o del
ejercicio de la “retrospección”. El Ser humano debe cambiar su carácter y temperamento por medio de la
repetición de las cosas elevadas, y principalmente por la oración, adoración, meditación, devoción,
concentración y observación. Por medio de estos ejercicios es como puede vencer al cuerpo de deseos y así
cambiar su carácter. La oración junto con la retrospección, son quizás, las mejores técnicas para el desarrollo
interno, pero la oración nunca se debe hacer por intereses personales; las lecturas y rituales de las iglesias
cristianas tienen un efecto muy espiritual sobre el cuerpo vital, si se repiten y hacen con devoción. Por esto es
conveniente que el aspirante se observe de vez en cuando, para ver si aún conserva ese “Amor y Aspiración”
que debe tener junto al "Fervor”, para estar seguro de que está trabajando sobre el cuerpo vital para su
desarrollo interno.
Como ocurre con los demás cuerpos, el Ego también debe dominar éste, pero además, debe controlar su
polaridad y vibración transmutándolo hasta el punto de ser un Iniciado, pero para ello debe haber una
preparación. La persistencia en la repetición de pensamientos y sentimientos elevados son imprescindibles
para este desarrollo o sensibilización. Por la persistencia y la devoción trabajamos sobre los éteres inferiores
para facilitar su labor sobre el cuerpo físico, y a la vez, facilitar la desconexión de los otros éteres superiores;
con la observación y el discernimiento espiritualizamos los dos éteres superiores, y cuando lo conseguimos,
una sola fórmula del Maestro nos hará capaces de desarrollar ciertos poderes.
Cuando el aspirante consigue esto, puede viajar conscientemente al mundo astral y ser clarividente
voluntario, o sea, “ver cuando quiera y lo que quiera”, cosa que no hacen ni pueden conseguir estos videntes
que normalmente se dan a conocer; ellos ven a veces, cuando se le presenta la imagen, pero no ven lo que
quieren ni cuando quieren. Pero el aspirante espiritual se distingue por otra cosa mucho más bonita, él se
convierte en un auxiliar invisible por las noches mientras su cuerpo duerme, y se dedica a ayudar a la
humanidad, bien como protector, o bien como colaborador de alguna de las obras que se llevan a cabo por las
noches.
Este cuerpo tiene unos centros o vórtices comúnmente llamados Chacras que, como los del cuerpo astral, son
intermediarios para que el Ego pueda transferir las vibraciones o formas mentales y deseos al cuerpo físico y
así utilizar su cerebro. Estos Chacras del cuerpo vital, están en la superficie y son como torbellinos de
diferentes colores por los cuales circulan también las energías de los cuerpos superiores, no cabe duda de que
el desarrollo de estos chacras trae consigo un aumento de conciencia y un despertar de poderes. Los dos
primeros chacras trabajan con energías terrenales y solares, y no se relacionan con la conciencia. El tercer
chacra, es el que adapta la energía solar para repartirla por el cuerpo, éste está a la altura del bazo, los demás
cumplen una función relacionada con el cuerpo físico, región inferior y superior del cuerpo de deseos y con la
mente. Estos centros vibrantes están comunicados con los del cuerpo de deseos y se relacionan con las
células nerviosas del cuerpo físico; también se encargan de transmitir las vibraciones que reciben del mundo
exterior al cuerpo de deseos para su desenvolvimiento. Las energías que circulan por este cuerpo son de
diferentes colores y cada una de ellas tiene una función con determinada parte del cuerpo. Hay un tipo de
energía y color -rojo- que se dirige hacia el primero de los chacras, que normalmente estimula los deseos
sexuales, pero que si se estimula sin la debida dirección de un Maestro clarividente, puede hacer que la
persona caiga en las peores perversiones. Sin embargo, esa misma energía la podemos hacer ascender hacia
el cerebro por medio de una vida de devoción y de servicio.
Aunque los cuerpos se relacionan entre sí, estos chacras son individuales de los del cuerpo astral, los cuales
capacitan al hombre para viajar y funcionar en el mundo del deseo con ellos como si fueran los sentidos, son
algo similares a los sentidos que tenemos en el cuerpo físico para poder valernos aquí en la tierra. Es cierto
que los centros o chacras se pueden despertar por diferentes técnicas o yogas, y eso trae consigo cierta
actividad con el resultado de despertar algunas cualidades y capacidades latentes, unas serán buenas y otras
31

malas. Lo cierto es que, como dicen los verdaderos ocultistas que han investigado los cuerpos y mundos
invisibles, el Ser humano no debería intentar despertarlos hasta que no haya evolucionado lo suficiente
moral y espiritualmente. Dice Leadbeater en “Los Chacras”, que son graves y terribles los peligros que
pueden traer ese despertar, además de los sufrimientos y afecciones que causan a los vehículos superiores.
Hoy, desgraciadamente, hay muchas personas que con tal de ganar dinero dando cursos, hacen creer que
ellos enseñan a despertar esos chacras para conseguir así desarrollar los poderes, ¡mucho cuidado! La
mayoría de los que dan cursos de este tipo “no saben lo que hacen”.
Ningún verdadero ocultista -y mucho menos si es clarividente voluntario- o persona que haya profundizado
en los conocimientos esotéricos, enseñará ejercicios para ese despertar. Ningún Maestro enseña eso en
público ni a cambio de dinero, sólo los que son ignorantes de estas verdades ocultas se ofrecen a enseñarlo a
cualquier persona y por cualquier medio. No es aconsejable ese “despertar forzoso de los chacras”, porque
pueden traer problemas en el ámbito psíquico y físico. El desenvolvimiento de estos poderes espirituales nos
llegará en su momento, y cuando esto ocurra, seremos instruidos para ello por un Maestro que verá los
ejercicios que cada uno necesita de manera individual y nunca colectiva. Según el desarrollo, cualidades, y
defectos que cada uno tenga y deba superar, así nos aplicará las instrucciones para que trabajemos
individualmente. Esto, normalmente, ocurre en los planos invisibles -y no en el mundo físico- cuando ya
estamos en un nivel espiritual en el cual el Maestro deposita cierta confianza en nosotros.
Dice Alice Bailey en su “Tratado sobre magia blanca”, que la primera etapa para el despertar de los chacras
es: “Mediante la práctica de una vida disciplinada y la purificación de la vida de pensamiento...., esta etapa no
implica peligro si no se le permite al discípulo dirigir su pensamiento a cualquiera de los centros... está
prohibido concentrar su mente sobre los centros para energetizarlos o despertarlos... debe dedicarse a
purificar los cuerpos astral, vital y físico. La Luz Mística brilla para todos aquellos que están esforzándose por
servir realmente en el altar del autosacrificio, el aspirante sincero está en una Luz no vista por la multitud y,
si está realmente sirviendo, la guía le llegará de los Maestros”
El cuerpo vital es el vehículo de la percepción sensorial y de la memoria, y su nota-clave, como sabemos, es la
“repetición”, he aquí la gran importancia de éste vehículo. Desde que el cuerpo físico nace, cada siete años,
van naciendo los demás vehículos, por lo tanto, el cuerpo vital nace a los siete años. Sabiendo esto, los padres
que tengan niños pequeños deberían tenerlo en cuenta para que la “repetición” de cosas elevadas, sea de una
manera correcta y amorosa en su educación, además, y sabiendo que los niños son todo “ojos y oídos”,
también la repetición debe ser hecha respecto al ejemplo que se les da.
La repetición hace su grabación en el éter reflector, uno de los éteres superiores, y de éste, el Ego toma
conciencia por medio del éter luminoso. La repetición forma los hábitos en el inconsciente, y si trabajamos
así sobre el cuerpo vital, lograremos formar una base estable para que en el futuro nuestros hijos sepan
aprovechar las oportunidades de la vida y convertirlas en desarrollo espiritual. Hay que tener en cuenta que
de lo que se trata es de aumentar en todos los sentidos los dos éteres superiores, y para ello, la repetición de
todo lo que eleve los sentimientos, la moral y la conciencia, es siempre beneficioso.
El método de curación de la Fraternidad Rosacruz, está basado en el cuerpo vital y también tiene que ver con
el paciente y con el Auxiliar Invisible. Las personas enfermas pueden solicitar ayuda para su curación a esta
Fraternidad, no deben tener miedo por nada, pues no les cuesta dinero, ni tienen que asociarse a nada, sólo
deben colaborar con unos ejercicios que deben hacer en casa unos determinados días y, por supuesto, tener
fe en que Dios atiende nuestras súplicas. El método Rosacruz de curación actúa directamente sobre el cuerpo
vital de la persona enferma mientras ésta duerme. Cuando el Ego sale del cuerpo por las noches, los
Auxiliares Invisibles, (que también están fuera de su cuerpo físico y pueden viajar en los mundos invisibles),
trabajan bajo la dirección de un médico para restaurar el cuerpo vital enfermo de la persona.
Alguien se preguntará ¿Quiénes son los Auxiliares Invisibles? Estos Auxiliares son personas normales que
comenzaron a interesarse por el método de desarrollo espiritual Rosacruz, y después de un tiempo se han
comprometido como “probacionistas” a intentar actuar siempre de una manera amorosa, desinteresada, y
servicial allá donde estén. Estas personas han hecho un compromiso ante su propio Espíritu para que, por
diferentes ejercicios y con persistencia, el cuerpo vital pueda ser un vehículo espiritual para el Ego. Estas
personas están dirigidas por los Hermanos Mayores de la Orden Rosacruz y salen del cuerpo físico por las
noches para ir a curar a las personas que lo solicitan, luego, cuando vuelven, unos son conscientes de su labor
y otros no, pero de cualquier forma, ellos también trabajan con su cuerpo vital en esta gran obra.
COMENTARIOS PARA UTILIZAR CON LA NOTA CLAVE DEL CUERPO VITAL
“REPETICIÓN”
El secreto de las transmutaciones y de nuestro avance está en el conocimiento, poder y utilización del Cristo
interno y en nuestra actitud de trabajar con Él. Si deseamos ser uno de los escogidos, debemos hacernos
conscientes de Su Presencia, ya que Él es nuestro Yo real. ¡Esforcémonos para aprovechar todas las
oportunidades que se nos presenten para manifestar nuestro Cristo interno!. Cuando iniciamos el sendero,
tenemos grandes ilusiones de servir a la humanidad y al prójimo, sin embargo, no debemos olvidar que para
llegar a esas grandes alturas, antes debemos empezar a conquistar las cosas más pequeñas. Esto implica estar
más vigilantes para aprovechar cualquier oportunidad que se nos presente por pequeña que sea, aunque
algunos no lo estimen ni comprendan, nuestro deber es “brillar”. Es fácil que el mundo nos rodee con
halagadoras tentaciones y pruebas que intentaran conseguir que renunciemos a todas las promesas o
proposiciones que hemos hecho, pero en medio de todo eso debemos tener claro nuestros objetivos y
anhelos, y cuando surjan las pruebas preguntarnos ¿Servirá lo que voy a hacer para mejorar la obra y ser el
canal adecuado para el Cristo interno?
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Todo aquél que comprende que es el momento de dedicarse a la vida superior, se da cuenta de la gran
cantidad de cosas que tiene que superar, ya hemos comentado algo sobre la crítica destructiva, pero no
hemos hablado del “qué dirán”. El aspirante debe hacerse totalmente indiferente a las opiniones de los
demás, y controlar sus sentimientos, deseos y emociones. Si piensan y hablan bien del él, no debe alegrarse
por ello, y si lo contrario, tampoco debe molestarse, sin embargo, no debe ser indiferente a esas opiniones o
críticas en cuanto se refiere a lo que puedan afectar a la persona que las dice. Debemos pensar en el mal
karma que esa persona se crea cuando actúa así, y el mal que él mismo se hace, luego entonces debemos
procurar no dar motivos para que las personas hablen mal de nosotros.
El aspirante debe empezar cuanto antes a vencer la costumbre de molestarse por lo que viene del exterior, lo
que le cause dolor, le conturbe, y le cause dificultad por medio de la personalidad, debe llegar a ser capaz de
no sentir pena por sus intereses aislados y hacer que la personalidad sea el vehículo del Yo Superior. Hay
Maestros que dicen que el discípulo debe vivir como si la totalidad de los sufrimientos estuvieran ante su
vista, y que su trabajo principal es remediar esos sufrimientos sin preocuparse por esas otras cosas sin
importancia. El mejor medio para dominar a la personalidad y no dejarse llevar por las alegrías, penas,
críticas, etc. es hacer que la mente piense en el dolor ajeno y en la manera de remediarlo. Hay que tener en
cuenta que cuando ayudamos a alguien de corazón, debemos sentir sus problemas como si fueran nuestros, si
hacemos el problema nuestro, le ayudamos desde nuestro interior y aumentamos su poder de vida; pero si no
lo hacemos nuestro, la ayuda será solamente temporal. De esta manera comprendemos los padecimientos y
sufrimientos de la humanidad y esto hace que perdamos de vista los nuestros, al fin y al cabo, todos tenemos
una carga respecto al sufrimiento de la humanidad.
También el lenguaje tiene gran importancia, en los primeros pasos del aspirante debe aprender cuanto antes
a controlar sus palabras para no causar dolor, no solamente por la crítica que hiere, sino también en la forma
del lenguaje que puede causar menosprecio, o fijarse en las debilidades y defectos de los demás. El aspirante
debe quitarse todo aquello que pueda causar dolor a otro, por eso, si intentamos ser una misma vida con la
vida de los demás, nos costará más hacer daño al prójimo; esto es lo que en otras palabras se llamaría “el
deber de evitar herir a nuestros hermanos”. Pero ¡cuidado! Hay otra forma más sutil aún, que hace que
muchas veces no nos demos cuenta del mal de nuestras palabras, esto es por medio del lenguaje bromista,
ridiculizador, o imitador que algunas persona tienen por su falta de sensibilidad.
Hay otras maneras sutiles de tentar al Ser humano para caer muchas veces, entre ellas está el orgullo o el
poder. Un verdadero aspirante a la vida superior, debe tener bien claro que no debe tener ningún tipo de
orgullo por mucho que sepa y haya adelantado, pero hay más, porque después de vencer eso, debe tener más
cuidado de no tener orgullo de no ser orgulloso o de ser humilde en pensamiento palabra y obra. Debemos
ser humildes, sencillos, benevolentes, etc. pero el sentido en que lo que hagamos, lo debemos hacer como un
deber por el bien de la humanidad y de nuestra propia evolución interna; la personalidad debe pasar
desapercibida y no llamar la atención. Con el deseo hay que ser más cuidadoso, porque si le dejamos crecer
en las primeras etapas, luego será tarde y nos costará mucho deshacernos de él. Por lo tanto, el hombre no
debe pensar en adquirir conocimiento para tener orgullo y poder, sino para que ese conocimiento sirva de
ayuda al mundo. Después de esto llegaremos a la siguiente fase en que lo importante es “ser instrumentos de
Dios”, debemos ser activos como los que tienen ambición, pero solamente con el fin de ser un canal para las
influencias de nuestro Yo Superior.
Respecto al trabajo, diré que el aspirante debe ser un vivo ejemplo en el trabajo del mundo, pero ese ejemplo
debe ser perfecto, y para que sea perfecto no debe de haber deseo por el fruto de la acción. Lo mismo que
Cristo trabaja y se sacrifica por la humanidad año tras año, nosotros también nos debemos llenar de ese
mismo Espíritu para trabajar mejor, y no para nuestra ganancia. Si trabajamos siendo conscientes de que
somos parte de Dios, no nos tiene que preocupar el fracaso, porque sabemos que Dios no puede fracasar. Si a
simple vista parece que algo fracasa podemos pensar que es algo necesario, y por lo tanto, no es un fracaso
desde el punto de vista de Dios. La única duda es si ha sido un error nuestro, pero si lo hemos hecho lo mejor
posible, podemos decir que todo está bien y no tenemos por qué preocuparnos. Por otro lado, no debe
preocuparse el aspirante por que su trabajo sea apreciado o no, lo importante es que el trabajo se haga y de la
mejor manera posible, porque el Maestro y los Seres que velan por nuestro desarrollo lo reconocerán. Sin
embargo, tampoco eso lo debemos tener en cuenta, el motivo debe ser siempre hacerlo como si fuera para
Dios, porque así es como si fuera para la humanidad, ya que Dios y nosotros somos Uno. Lo que Dios desea y
lo que Él haría, son las cosas que debemos tener como motivos de acción.
Si notamos que en nuestro interior no hay felicidad, debemos buscar el motivo, pero en la mayoría de los
casos es porque no estamos trabajando o colaborando en el Plan de Dios, eso significa que no estamos
haciendo lo suficiente. El estar ocupado en la colaboración con Dios respecto a la humanidad, nos da
felicidad y no nos deja tiempo para las preocupaciones terrenales, solo el hecho de estar creando
pensamientos benevolentes, ya es un medio de colaboración con el Plan de Dios. El interés por el trabajo
debe ser constante porque hay mucho, de esta manera no tendremos ocios inútiles o infructíferos desde
el punto de vista espiritual.
Cuando nos ponemos a trabajar de una manera persistente, con confianza y buena voluntad, y vemos los
buenos resultados de nuestro progreso, debemos tener cuidado con los sentimientos y pensamientos que
creamos. Es mejor pensar que somos instrumentos de Dios y que cumplimos con el deber, que no pensar, “Yo
he hecho esta buena obra y obtengo muy buenos resultados para mi desarrollo”; es preferible pensar: “Me
siento feliz de haber hecho esta buena obra porque sé que servirá de ayuda a alguien”. Pero además de esto,
también es importante que no nos sintamos satisfechos con determinado estado de desarrollo, eso
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significaría un estancamiento o paralización. Para que esto no ocurra, debemos estar siempre pensando de
qué manera podemos emprender una nueva etapa o una nueva obra, lo importante es pretender alcanzar y
desarrollar nuevos trabajos y decidirse a ir siempre adelante para elevarnos en el desarrollo interno. Nunca
nos debemos dejar vencer por los fracasos, las inquietudes y los problemas, que al fin y al cabo, son
temporales, debemos adelantarnos y dirigir nuestra mirada hacia el futuro para decir: “Ya he superado estas
debilidades, ahora soy de esta otra forma pero todavía me quedan estas otras cosas que vencer y estos otros
trabajos que realizar”. Sólo se puede considerar vencido aquél que deja de intentarlo por medio de la
persistencia.
Cuando hablo que superar nuestros defectos para desarrollar virtudes y trabajar por la humanidad, quiero
decir que el pecado de la humanidad es nuestro pecado, porque mientras el Ser humano sea parte de la
humanidad y la humanidad tenga manchas, también las tendremos nosotros y nos afectarán. Pero esto
también implica otro hecho, cuando un hombre cae en algo negativo, también está haciendo caer a la
humanidad, porque él y todos sus cuerpos están unidos a los cuerpos y vidas de toda la humanidad; este
conocimiento nos tiene que dar las fuerzas suficientes para no ceder a las tentaciones y debilidades. Cada
victoria y adelanto espiritual que hacemos se lo debemos a la humanidad, pero además, nuestro adelanto
también repercutirá en el adelanto de la misma. Los trabajos del Ser humano en la vida así como después de
la muerte, como también el que hacen la infinidad de seres celestiales que existen en los mundos invisibles,
van todos dirigidos hacia el desarrollo individual y colectivo del Ser humano. Toda la actividad de los mundos
se centra en que los individuos adelanten cuanto antes por medio de sus cualidades y virtudes para que las
desarrollen con sus hermanos que les siguen y que son inferiores.
Una de las cosas en las que tenemos que estar alerta es en la sutil forma de “separatividad” que nos puede
venir por cualquier medio. Una persona con un cargo sobre otros, otra persona muy inteligente, otra con
buenos medios económicos, etc., suelen crear barreras que separan el aspecto humano entre ellos y los
demás, esto puede llevar consigo el orgullo, la arrogancia y otros aspectos similares. El verdadero Ser
humano, la Chispa Divina, es parte del Gran Todo y hermano de los demás, si Dios -como todas las religiones
afirman- es Amor, nosotros tenemos y somos ese Amor, y los demás también, la única diferencia es que unos
lo manifiestan más que otros o de diferente manera. Cuando sabemos esto y vivimos positivamente, nos
unimos a los demás porque, según está escrito, “Si nos amamos mutuamente, Dios está en nosotros y Su
Amor es perfecto en nosotros,” luego entonces, no debemos construir ese muro separativo. Debemos tener
claro que si nos dejamos llevar por cualquier forma de separatividad sobre cualquier persona, lo que estamos
haciendo es unirnos a ella por medio del karma. Peor es aún, cuando nos apartamos de otro con horror por
su forma de ser y le respondemos negativamente, porque lo que hacemos entonces es empeorar su camino
con nuestros pensamientos, sentimientos y actitudes. Es cierto que a veces no podemos ayudar físicamente,
pero sí podemos hacer dos cosas: 1ª. Ayudarle con pensamientos y sentimientos amorosos. 2ª. No crear ni
una sola vibración negativa con respecto a esa persona.
No nos debe impresionar ni servir de crítica el mal que hace una persona, más bien debemos responder con
comprensión y tolerancia, sabiendo que está en un grado inferior de desarrollo y que nosotros hemos pasado
por ahí o quizás podamos pasar todavía. No nos hagamos ilusiones de separarnos del “Mal”, esas personas
malas somos nosotros mismos y más que construir muros separatistas, debemos derribarlos y ver de qué
manera podemos ayudar. Las personas verdaderamente buenas están llenas de Amor hacia los que se dirigen
o están en el mal, pues saben que ellos han pasado por ahí, se están identificando con sus defectos porque
saben que los han tenido, pero además, saben que esas personas están evolucionando a través de la
experiencia del mal y después se harán fuertes en el bien. El hombre puede evolucionar por sus propias
experiencias o por las experiencias de los demás. En el caso que estamos comentando, podemos sacar
provecho de ese mal en que han caído esas personas, pero sin separarnos, debemos aprender de sus
experiencias para nuestro propio desarrollo. Sin embargo, eso no nos debe dar motivo para criticar, ni
hacernos pensar que somos mejores que ellos, más bien debemos pensar: “Me podía haber pasado a mí, lo
tendré en cuenta”.
A menudo comentamos hechos sobre el “Sendero” pero, ¿qué es el Sendero? No es ningún camino especial
que esté en determinado lugar. El sendero le construimos nosotros mismos cada vez que damos un paso en el
dominio y transformación de la personalidad, y abrimos nuestros sentidos, y la mente en particular, a esa
conciencia que nos intenta guiar por los atajos espirituales. Según el temperamento y carácter de la persona
así es el sendero, puede estar lleno de espinas, de rosas perfumadas o de Ángeles que acompañan; ahora bien
¿Cómo construimos o encontramos ese sendero espiritual?, Valiéndonos de todo lo que nos rodea y de lo que
llevamos dentro. En algún momento utilizaremos la devoción, la religión o las lecturas litúrgicas, pero otras
veces utilizaremos el conocimiento esotérico. El hombre que trabaja ardientemente está construyendo su
sendero.
Debemos saber que ningún medio por sí sólo nos llevará a la meta, todo lo que nos rodea y que se cruza en
nuestro destino nos puede servir y debemos intentar sacar provecho de ello. Debemos aumentar la devoción,
lo mismo que la comprensión y la tolerancia, o valernos de nuestras propias victorias sobre nuestros vicios y
defectos, para no volver a caer en otros nuevos. El Ser humano que quiere desarrollar su propio sendero,
debe vivir su vida desde el punto de vista espiritual y ha de emplear todas sus facultades y poderes para ello,
así se manifestará lo que el hombre es verdaderamente en su esencia, “Una manifestación de Dios”.
La persona que controla sus vehículos dos horas al día, está dando grandes pasos, pero el que lucha con
empeño para elevarse hacia su Espíritu, percibe los obstáculos en el sendero como vibraciones de naturaleza
inferior que debe rechazar y apartar a un lado de su camino; además, siempre está en guardia ante los
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obstáculos o tentaciones que le puedan hacer perder el equilibrio. El estudiante fervoroso de la vida interna
no puede apartarse de la realidad, debe ser práctico y firme para aplicar constantemente sus ideales en la
vida diaria. Cuando comenzamos a andar verdaderamente sobre el Sendero de Santidad, nuestro progreso
aumenta a pasos agigantados siempre que continuemos esforzándonos. Hasta aquí se dice que el hombre
progresa en sentido aritmético (2 - 4 - 8 - 16 - etc.) pero parece ser que, como respondió un Maestro a su
discípulo: “Cuando el discípulo pone todas sus energías, voluntad y amor en conseguir elevarse, su progreso
no aumenta en proporción aritmética ni geométrica, sino por potencias”

***

CAPÍTULO VI

EL CUERPO FÍSICO
¿No sabéis que vuestro cuerpo
es el Templo de Dios?

El cuerpo físico es la manifestación física de todos los vehículos del hombre, es la condensación de
todas las fuerzas que presionan para que el Espíritu se manifieste en este mundo. Se le considera el más
inferior de los siete principios por ser el de materia más densa, pero sin embargo, si no fuera por este cuerpo,
las influencias de los demás vehículos no se podrían manifestar. El Ser humano, como espíritu y con la ayuda
de otras Jerarquías Superiores, ha hecho un recorrido en sentido descendente llamado “Involución”, o sea,
un descenso desde su propio mundo espiritual hacia el mundo físico. En ese descenso a través de los siete
mundos, el Espíritu ha ido perdiendo la conciencia superior y formando los diferentes vehículos hasta llegar
a obtener el físico y la conciencia de vigilia. Portanto, el cuerpo físico es el último de la constitución
septenaria del ser humano, y gracias a él y a sus sentidos, podemos experimentar en la Tierra para sacar
provecho de las experiencias y unirlas a todas las de las otras vidas. Así obtenemos lo que llamamos
“Conciencia”, que es la que nos advierte cuando hacemos mal porque en otra vida ya hemos sufrido por ello.
El cuerpo físico es, como decía San Pablo, “El Templo del Espíritu -Dios-” y éste lo necesita para evolucionar.
Cada cuerpo es individual como las huellas mismas, porque el Espíritu construye su cuerpo de acuerdo a sus
necesidades de desarrollo y al destino que traiga para recoger lo que sembró en su anterior vida. Por eso,
cada persona tiene el deber de mantener su cuerpo sano y en plena disposición para ser el instrumento de
trabajo del Espíritu. El alimento, la higiene, el deporte, respirar aire puro, y sobre todo, no ingerir cosas que
perjudiquen y dominen a la mente, son imprescindibles para que este cuerpo viva el tiempo que está
predestinado a vivir; si no es así, envejece y muere antes.
Lo mismo que nosotros nos podemos considerar células físicas que evolucionamos por medio de una
conciencia en un Cuerpo Macrocósmico del cual no conocemos el límite, así mismo nuestro cuerpo físico es el
cuerpo macrocósmico para las células que, con su pequeña conciencia, están evolucionando en él; las células
nacen, evolucionan y mueren -como nosotros en este planeta y sistema solar- y para ellas nuestro cuerpo
también es infinito. Esto me lleva a comentar la frase bíblica: “EN Dios vivimos, nos movemos y tenemos
nuestro Ser”, esto significa que nuestros cuerpos invisibles están formados de materia del mundo al cual
pertenecen, y cada uno de nuestros cuerpos está unido a cada uno de los siete mundos de diferente densidad
que existen en este Universo. Cuando llegamos a lo más elevado, al mundo del cual procede nuestro
verdadero Espíritu, nos encontramos con que estamos en el propio Mundo de Dios, al cual debemos volver a
través de nuestro desarrollo interno. Si meditamos esto, veremos que esa frase es cierta como lo es también
esta otra: “Dios está más cerca de nosotros que nuestras propias manos”, esto significa que la humanidad,
aún aparentemente física, tiene en sí mismo, (en diferentes grados de materia) el infierno, el purgatorio, el
cielo y al mismo Dios. Según el nivel espiritual en que nos encontremos, estaremos en uno de esos sitios.
Vida tras vida vamos elevándonos hacia Dios, que es la meta de perfección, pero esto tiene que ser
imprescindiblemente a través del cuerpo físico; por eso hay Santos que dicen que han visto a Dios, y otras
personas que caen en drogas se encuentran como en el infierno o tienen visiones terroríficas.
Podemos tomar dos motivos importantes de este comentario: 1º. Que necesitamos el cuerpo físico para
evolucionar, y por lo tanto lo debemos cuidar. 2º. Que si lo hacemos así, estamos colaborando con infinidad
de materia sutil y física como las células, para que ellas también evolucionen a través de nuestro cuerpo. Hay
otros muchos aspectos que podrían servir para comprender lo importante que es el cuerpo físico, pero creo
que el lector sabrá meditar y sacar sus propias conclusiones.
Todos los cuerpos, como todos los mundos, están compuestos de siete grados de materia, en el cuerpo físico,
aparentemente sólo hay tres: sólido, liquido y gaseoso La ciencia ya no considera el átomo como lo más
denso de la materia, sino que lo considera energía por que ha conseguido separar sus componentes, además,
sigue descubriendo que la materia se va haciendo más sutil. Así, el cuerpo físico, tiene ése otro cuerpo vital
compuesto de los cuatro grados de densidad de materia, para que en total sean siete.
Cuando éste cuerpo etérico se separa a la hora de la muerte, cuando la vida abandona el cuerpo físico, estos
átomos, células y moléculas, vuelven a su estado natural en el mundo físico para que puedan ser usados en la
construcción de otros vehículos. Dependiendo de nuestro esfuerzo por mantener un cuerpo sano y un estado
moral e intelectual espiritualizados, así, esta materia podrá servir -como ocurre con toda la de los demás
cuerpos- para la formación de otros vehículos, cuyos Espíritus estén en ese grado de vibración. Podemos
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decir que el esfuerzo que una persona haga para su propia evolución, no sólo le beneficia a él, sino que
también beneficia a otros muchos seres que están evolucionando en los otros mundos.
El desarrollo que pueda conseguir el Ser humano con su cuerpo físico no es suficiente para hacerse un ser
perfecto en la Tierra, pero cuanto más trabaje por su perfección y mantenimiento, más está facilitando el
trabajo evolutivo de los demás cuerpos. El cuerpo físico es nuestro instrumento, y lo debemos cuidar y usar
para nuestro propio desarrollo, nunca debemos dejar que los cuerpos nos dominen. El cuerpo debe ser
refinado, modelado y educado para la mejor expresión del Espíritu, y estos aspectos son los que hay que
repetir, fomentar y practicar. El cuerpo físico es fácil de guiar sabiendo que nosotros tenemos poder sobre la
mente y el cuerpo de deseos, por eso podemos inducirle y acostumbrarle a todo lo más fructífero desde el
punto de vista espiritual. Naturalmente que, como el timón del cuerpo físico está en el cerebro y le
gobernamos a través del cerebro etérico del cuerpo vital, si tomamos cosas que afecten al cerebro y al sistema
nervioso, estamos impidiendo el poder de manejar ese timón. Si hacemos esto, estamos impidiendo la
expresión de la conciencia, y si esta conciencia no se expresa, los átomos, células y moléculas del cuerpo
físico, pierden el gobierno que hay sobre ellas de tal manera que pueden manifestarse enfermedades y otros
inconvenientes para la evolución.
Para una buena salud y armonía espiritual es imprescindible cuidar el cuerpo físico y dominar el cuerpo
astral y mental. Recordad que si no hacemos esto, y al contrario, maltratamos, drogamos, derrochamos su
energía y mal alimentamos el cuerpo físico, estamos formando barreras para el desarrollo y evolución de
nuestro propio Espíritu.
Dice Mme. Blavatsky que la ciencia nunca ha estado tan cerca de las enseñanzas esotéricas como hasta ahora
cuando dicen que: “Nuestros cuerpos, así como los de los animales, plantas y minerales, están
completamente formados por seres (bacteria, microbios, etc.)” Esto es cierto hasta donde la ciencia alcanza
con todos sus medios, porque hay innumerables vidas que aún no han podido -y tardarán mucho- detectar y
estudiar. La materia física es la misma en todos los cuerpos y reinos de la naturaleza, las vidas que lo animan
también; cada partícula orgánica o inorgánica es una vida, cada átomo y molécula son productores de vida y
de muerte para la forma. Estas diminutas vidas son las que forman las células, y éstas a su vez las moléculas,
y así hasta formar el cuerpo físico, pero todo eso se produce gracias a la “Vida”. Si el hombre no valora la Vida
el cuerpo muere, y todos estos microbios y agentes destructores desintegran la materia y el cuerpo se deshace
quedando, por tanto, el hombre sin vehículo de manifestación y sin posibilidad de desarrollo. La conciencia
de las moléculas y células las hace apresurarse a cerrar heridas, pero si la conciencia del hombre no está en el
cuerpo, eso no se produce. La muerte del cuerpo ocurre cuando la energía del cuerpo vital se retira y deja a
las diminutas vidas en libertad, a partir de ahí, esas vidas descoordinadas siguen sus propios impulsos, se
separan unas de otras y tiene lugar lo que llamamos descomposición. Entonces ya no tienen coordinación por
medio de la conciencia y dejan de cumplir su misión volviéndose locas, así, estas vidas destruyen la “Forma”
que resultaba de su correlación y organización.
Podemos comprender que el hombre es dueño de su cuerpo, gracias a que “toma conciencia de él” por medio
de sus vehículos superiores, si el hombre no toma conciencia de su cuerpo no lo puede utilizar para su propio
desarrollo pero, ¿Cómo se forma éste cuerpo físico? Cuando el Ego se encuentra en su “propio hogar”,
desnudo y sin ningún cuerpo todavía, decide volver a renacer para continuar experimentando en la vida física
y así sacar provecho de la misma como desarrollo espiritual. Según el grado de desarrollo o vibración de sus
últimos cuerpos, así atraerá la materia -como un imán atrae al hierro- del mundo mental y astral. Esa
materia será la más adecuada para formar los cuerpos de más elevada vibración que los anteriores, y por este
medio están más predispuestos para sacar mucho mayor provecho de la futura vida física.
Una vez en la región etérica del mundo físico, donde debe formar su cuerpo etérico, obtendrá la ayuda de los
Ángeles del Destino (del karma) Cada cuerpo tiene un átomo simiente, y este es el que en el descenso del Ego,
desde los mundos espirituales hasta el mundo físico, atrae la materia que está de acuerdo con su vibración y
es la fuerza que representa el propio desarrollo que ha alcanzado el Ego a través del renacimiento. De
acuerdo al desarrollo obtenido y al destino que tenga ese Ego en el mundo físico, los Ángeles forman el
cuerpo vital o molde etérico, en base al cual se formará el cuerpo físico. Ese cuerpo etérico tendrá la
formación, calidad, y vibración necesaria para que el futuro cuerpo físico tenga determinada forma,
enfermedad, vitalidad, etc., y le pondrán en la matrizde la madre -ya elegida- para que se forme el futuro
cuerpo.
A partir de la fertilización del óvulo y después de unos días, el Ego penetra en el cuerpo de la madre y forma
su cuerpo físico. Una vez que nace, aún tiene conciencia de los mundos espirituales y aún está en contacto
con otros seres invisibles, después de un tiempo comienza a perder contacto con esos mundos y comienza a
tomar conciencia de su cuerpo físico y del mundo donde va a desarrollar y experimentar otra nueva vida.
Cuando pasan 7 años nace el cuerpo vital, a esta edad es muy importante trabajar con la repetición de cosas
elevadas, devocionales y morales sobre el niño. A esa edad, y puesto que los niños son todo “ojos y oídos”,
empiezan a grabar y formar la memoria y el subconsciente, que es una base importante para toda su vida.
Cuanto más se repitan las cosas buenas, mejor quedan grabadas en este cuerpo y serán la base para las
buenas costumbres y hábitos. A los 14 años nace el cuerpo de deseos, a partir de aquí la persona empieza a
sentirse más mayor, le cambia el tono de voz, le sale el vello en el cuerpo, y se empieza a interesar por el sexo
opuesto, desde ese momento y si no tiene una buena base, se puede dejar llevar por los deseos, pasiones,
sentimientos, etc., por lo tanto, también es muy importante una buena educación moral, espiritual y sexual.
A los 21 años nace la mente, -mayoría de edad- a esta edad es cuando podemos desarrollar la voluntad, la
responsabilidad y el discernimiento; si ha habido un buen trabajo en los años anteriores esta persona podrá
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utilizar su cuerpo físico para alcanzar un gran desarrollo espiritual, podrá hacer del cuerpo un instrumento
perfecto para razonar, vencer los deseos y tentaciones, y tener un cuerpo sano.
Estos cuerpos son -al fin y al cabo- la manifestación del arquetipo que formamos en los mundos espirituales y
que es la indicación del desarrollo obtenido hasta ahora por el Ego. Si nos esforzamos en desarrollar las
mejores cualidades espirituales, cuando nos llevemos el fruto de esta vida, elevaremos la vibración de ese
arquetipo y tendremos una vida futura mucho más elevada en todos los sentidos, porque el fruto de una vida
se transforma en mayor perfección y mejores oportunidades para la siguiente.
Viendo el valor e importancia que tiene el cuerpo físico, alguien se preguntará: ¿Qué ocurre con las personas
que se suicidan y se quedan sin cuerpo físico antes de lo debido? Dice Max Heindel en sus libros de Preguntas
y respuestas: “El arquetipo que formamos con la ayuda de algunas Jerarquías Superiores tiene una nota-
clave o determinada vibración, en base a la cual vibran los átomos simientes de cada uno de los cuerpos del
hombre. Estos a su vez, transmiten esa vibración al resto de los átomos que componen los cuerpos para
mantener la forma y el equilibrio”. La diferencia entre un suicidio y la muerte natural está en que a la hora de
la muerte, cuando la vida abandona el cuerpo físico, el Ego se lleva este átomo porque en él está grabada toda
su vida y de ahí es de donde saca su provecho y desarrollo interno; pero cuando alguien se suicida, se queda
sin cuerpo físico, y sin embargo es como si continuara viviendo en él. Mientras el cuerpo deba vivir hasta una
determinada cantidad de años, el átomo vibrará, pero al no tener cuerpo físico, el suicida sufrirá por ello en
un grado máximo porque la misión de este átomo, entre otras, es la de mantener la materia unida. Cuando
una persona se suicida y se queda sin cuerpo físico también se lleva el átomo, pero como no era el momento
de su muerte, el arquetipo sigue vibrando y por lo tanto el átomo físico también, esto causa una sensación
similar a “estar vacío”, y esto a su vez, puede compararse a tener un hambre muy intensa. Echará de menos el
cuerpo físico, y aún teniendo materia física a su alrededor no la podrá utilizar como cuerpo, esto le causa un
gran sufrimiento que le durará el tiempo que dure la vida del arquetipo. Así enseñan las Leyes Divinas a la
persona que se suicida a valorar y cuidar su cuerpo físico y a no escapar de la escuela de la vida. Esto se
gravará en su conciencia de tal manera que en la vida próxima no se le pasara ni siquiera por la cabeza
maltratar su cuerpo físico, además es posible que incluso tenga miedo a la muerte.
Es conveniente poner también un ejemplo de lo que ocurre a la persona que se deja llevar por los deseos de
alcohol, drogas, o cualquier cosa de las que dominan al hombre. Además del efecto que tienen sobre su
carácter, nervios y forma de pensar, estos productos, pasiones y obsesiones llevan a debilitar y a crear
desarmonía en todos sus vehículos. Cuando un hombre alcohólico o dominado por cualquier otra droga, pasa
al Mundo del Deseo, siente la necesidad de continuar consumiendo ese producto, pero como no tiene cuerpo
físico, no puede satisfacer ese deseo y esto hace que sufra tres veces más que si estuviera aquí en la tierra; se
afirma que tres veces más, porque el cuerpo físico amortigua los deseos, cosa que en el mundo astral ya no
ocurre. Cuando en este sufrimiento quieren satisfacer ese deseo no le queda otro remedio que acudir a donde
haya ese producto para intentar compenetrar su cuerpo astral con él. Por ejemplo, si es alcohol, irá a bares o
establecimientos donde se consuma ycompenetrará los cuerpos de las personas que beben, para absorber las
partículas o gases fruto del alcohol que hay en el estómago. A la vez, estimularan el cuerpo astral de esas
personas para que sigan bebiendo, no sacarán gran cosa pero se consuelan. Por esta razón dicen los
verdaderos ocultistas clarividentes que el espectáculo que se ve en estos sitios de alterne es repugnante.
Con estos ejemplos podemos imaginar el sufrimiento y el dolor que el hombre se busca a causa de dejarse
llevar por el alcohol, tabaco, drogas, sexo, etc. Lo peor de todo, es que estas personas no pueden elevarse
hacia planos más elevados, hasta que por medio del sufrimiento hayan aprendido la lección de que el Ser
humano debe dominar la materia y el mundo físico y no al contrario. Cuando estas personas aprendan que
esa droga no sirve para nada más que para obstruir su desarrollo y para hacerles sufrir, y ya no la echen de
menos ni la necesiten, entonces se ven liberados de esa región del mundo astral y pueden elevarse al cielo.
Ahora nos podemos preguntar ¿Qué sacamos de toda esta clase de vicios que tenemos y que nos dominan?
El cuerpo físico del niño es elástico y el del anciano rígido, este cambio se produce a través de los años de
vida, pero siempre por medio de todo lo que metemos por la boca. Todo lo que ingerimos se distribuye por el
cuerpo gracias a la sangre, y es la sangre la que muestra como estamos en general de salud. Si nuestra
alimentación es lo más natural posible, introduciremos en el organismo pocos productos calcáreos y
alimentos similares que nos perjudiquen y nos hagan envejecer antes de lo debido. Lo mismo que la planta se
alimenta de minerales, de otras plantas vegetales, y de insectos -carne-, así mismo hay animales que se
alimentan de carne de animales que ellos matan, otros comen carne y otras cosas que no lo son, y otros ya ni
siquiera comen carne. El hombre, cuanto más salvaje más carnívoro es, hay otros que comen carne y
vegetales y otros que ya ni siquiera comen carne. Esto demuestra que la evolución no deja escapar nada, y se
muestra incluso en la alimentación de los reinos de la naturaleza. Esto indica que según el hombre se
desarrolla interna y espiritualmente, irá dejando de comer carne por muchas razones que ahora no voy a
explicar. Cuando esto suceda, el cuerpo físico durará más tiempo y será más flexible y sutil, sobre todo
porque las plantas tienen mucha más vitalidad que la carne y no tienen tantos componentes que perjudiquen
a la salud.
Esta es otra de las razones importantes para cuidar el cuerpo físico, el hombre debería estudiar y aprender
qué productos o alimentos perjudican al riñón, al hígado, al estómago, etc., para después consumir los que
pueda y que perjudiquen menos.
Como ya hemos mencionado, el niño va tomando conciencia física desde que nace y va descubriendo su
cuerpo mientras va perdiendo la conciencia espiritual, la clave es: “tomar conciencia del cuerpo físico”. Yo he
llegado a la conclusión, de que uno de los mejores métodos para desarrollar esa conciencia, es por medio de
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la concentración y la meditación durante y en cualquier momento del día. Esto es que, cuando estemos
escribiendo observemos nuestra mano y veamos cómo se mueve, cómo es, su agilidad, etc.; que si vamos
caminando observemos cómo se mueve nuestro cuerpo, cómo camina, cómo respira, cómo escucha, etc.; que
si estamos sentados en un autobús observemos cómo nuestros ojos perciben las imágenes de cerca y de lejos,
cómo vemos los cuerpos que utilizan los Egos que están evolucionando como nosotros. Se trata de tomar
conciencia de todo lo que hacemos por medio de la “observación” de nuestro cuerpo y lo que hacemos con él.
“Practicad esto y meditad cómo el Ego percibe todas esas cosas y cómo las puede dominar y dirigir; observad
cualquier parte de vuestro cuerpo y meditad ¿Qué es? ¿Cómo se ha formado? ¿Por qué está vivo? ¿Cómo
hacemos que se mueva?
EJERCICIO DE RELAJACIÓN
Antes de comenzar una relajación es conveniente quitarse todo lo que pueda molestarnos en el cuerpo y todo
lo que pueda interrumpirnos o sobresaltarnos cuando estemos relajados, también es muy importante que os
acomodéis muy bien en un sillón o en una cama. Si alguien piensa que es mejor hacer alguna postura de
yoga, como la de loto u otras similares, opino que no son nada recomendables para los cuerpos occidentales,
y que lo que tenemos que hacer es ponernos de la mejor manera para estar cómodos y que no nos moleste
nada, porque si es así, estaremos más pendientes de mantener la postura o de las molestias, que de la propia
relajación. La espina dorsal debe estar recta y la barbilla un poco hacia adelante para que no nos cree tensión
en las cervicales. “Recuerda que si tienes que salir de la relajación por algún motivo no te asustarás ni te
sentirás mal, más bien estarás en perfecto estado de salud físico y mental”.
Para comenzar da tres respiraciones profundas haciendo que el aire llegue a la parte baja del abdomen, esto
libera las tensiones y las emociones, cuando expulses el aire, procura relajar el cuerpo y dejar caer su peso.
Antes de comenzar la verdadera relajación tienes que hacer dos cosas: 1ª. Estira los músculos de tu cuerpo
todo lo que puedas -sobre todo los brazos y piernas- y déjalos flojos de una manera repentina. 2ª. Imagina -
una vez algo relajado por el ejercicio anterior-, que estás flotando en el aire sobre un colchón de plumas,
empieza a imaginar que pesas mucho, cada vez más, hasta que de pronto caes sobre ese colchón, en el cual
casi te hundes por completo ¡deja caer el peso de tu cuerpo!.
Comienza la relajación por los pies, imagina que los huesos están sueltos, como si no tuvieran músculos para
unirlos, los músculos son tan sumamente suaves y finos que no los notas... suelta los músculos...aflójalos
más...cada vez más...es como si preguntásemos a los miembros que si están relajados.
Continua por toda la pierna, viendo y sintiendo cómo esa zona se relaja... al principio parece que la pierna
pesa mucho, pero cuando la relajas totalmente parece como si flotara... afloja los músculos, intenta sentir e
imaginar que tus piernas cuelgan del tronco como dos simples cuerdas... Es importante sentir que los
miembros están pesados al principio para luego, por medio de la imaginación, comprender y sentir que
cuelgan o flotan porque no pesan nada.
Pasa al otro pie y haz lo mismo que antes, imagínate los huesos sueltos, los músculos muy flojos... que
parezca como si los músculos no existieran... Si en estos momentos os pusieran de pie vuestras piernas se
balancearían por su propio peso...intentad experimentarlo...aflojad los músculos más y más...ya están
completamente sueltos.
Antes de continuar, repasa la otra pierna por si se ha puesto tensa. Ahora haz lo mismo con las manos y
brazos, siente que los huesos están sueltos, los músculos relajados y sueltos... imagina que te levantan el
brazo y de pronto lo sueltan y rebotan en el tronco por su propio peso. Una vez relajados, ya apenas los
sientes y parecen dos hilos colgando que se mueven por la fuerza del aire...el sistema nervioso no te molesta
porque está relajado y controlado.
A continuación céntrate en el tronco, imagínate que está muy pesado, está como muy hundido en el colchón
de plumas... suelta todos los músculos del tronco, pero principalmente la espina dorsal y las cervicales... tu
columna debe estar totalmente suelta y floja... los huesos separados y los músculos como suaves hilos de
seda... tus órganos funcionan perfectamente, tu respiración... los latidos del corazón... ¡Relaja los músculos
del abdomen, relaja el corazón, observa como la sangre muy oxigenada llega hasta el último rincón de tu
cuerpo y lo relaja completamente!
Recuerda que las cervicales deben estar muy relajadas. Da un repaso a las piernas.
Ahora céntrate en la cabeza, suelta la mandíbula... los músculos de la frente... de la boca... los párpados...los
labios...la lengua... la barbilla...Imagina como la sangre fluye y relaja todos los músculos de la cabeza, los
globos oculares quedan completamente sueltos. Relaja todos los músculos y siente como todas las partes de
tu cabeza quedan sueltas, como si estuvieran separadas.
Ahora olvídate de tu cuerpo, estas en la cabeza. Tú como Ego y por medio de la mente controlas tu cuerpo,
tus emociones, tu sistema nervioso.... Sé tu mismo y no pienses en nada sólo sé tú, un Ego que es consciente
de que tiene varios cuerpos y está relajando su cuerpo físico... ahora intenta sentir lo que es tu
cuerpo...escúchale y sé consciente de lo que manifiesta...
Ahora que eres el verdadero Ser, tienes que proponerte superar todas las cosas que entorpecen tu desarrollo
espiritual, propóntelo y visualiza cómo lo vas a superar todo cuando llegue el momento, y como cambias tu
punto de vista sobre la vida y el ser humano. Observa como te haces más servicial y amoroso con todo el
mundo.
Este es el mejor momento para proponerte una nueva vida llena de actitudes positivas hacia todos los seres
que te rodean, recuerda que eres un Espíritu, y que en estos momentos estás en tu propio mundo... el
Espíritu te da lo que necesitas para elevarte. Él es Amor y el Amor lo puede todo....
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Relaja tu mente unos momentos más, y cuando te apetezca salir de la relajación da una respiración profunda
y piensa “voy a salir de esta relajación”, a continuación mueve los dedos de las manos y de los pies... Toma
una segunda respiración profunda y sé consciente de donde estás, a continuación mueve las piernas y los
brazos... toma la última respiración profunda para mover la cabeza y el resto del cuerpo. Por último, abre los
ojos ....
Al principio intentad hacer esto como si te lo estuvieran dictando, luego lo puedes hacer como te apetezca,
pero recuerda que es mejor practicar cinco minutos diarios que dos horas al mes. Si lo haces tal y como lo he
dictado y persistiendo, conseguirás los objetivos que menciono, y verás que éste ejercicio es muy beneficioso
incluso para todos los cuerpos. Recuerda que tienes que llevar a la práctica los compromisos que haces
cuando estás en lo más profundo de la relajación.
Mi mejor deseos para vosotros es que lo consigáis y lo sepáis utilizar para vuestra mejora física y espiritual.
***

EL KARMA

Lo que sembréis con vuestras acciones


cosecharéis como fruto”

CAPÍTULO VII
EL KARMA
La palabra “karma” suele estar cada día más en boca de las personas que se interesan por los conocimientos
esotéricos, esta palabra significa “acción” y está unida a la Ley de Causa y efecto, y en cierto modo, a la de
Renacimiento. Es muy importante tener claro que el Ser humano es la causa de todo el bien y todo el mal que
existe, tanto en sentido individual como colectivo. En otras palabras “Cada pensamiento, palabra y obra que
el hombre hace, tiene su efecto sobre él mismo y sobre la humanidad”
Si hay un “Plan Divino” perfecto, y se debe llevar a cabo hasta su perfección, debe de haber Leyes Divinas y
perfectas que actúen justamente dando a cada uno lo que se merece, pero siempre con la mejor intención. Si
esas Leyes nos deben llevar a la meta de perfección por medio del desarrollo interno, debe ser siempre por
medio del Amor, igual que nosotros queremos guiar a nuestros hijos por el mejor camino y a veces les
tenemos que castigar, pero lo hacemos por su bien y no por caprichos personales. Estamos en un Universo
donde rigen las Leyes Divinas -como en la Tierra rigen las creadas por el hombre- y no las debemos violar,
pero sí las podemos conquistar para trabajar con ellas. Actuando así, no crearemos mal ni desarmonía en el
Universo porque todo mal es el resultado de la ignorancia de estas Leyes, y más concretamente de la de
Causa y Efecto.
Antes de centrarme en el Karma, quiero explicar algo sobre los “Elementales” que tanto mencionan algunas
personas. Todos los mundos están habitados por innumerables Jerarquías, unos por encima del hombre
como son los Ángeles, Arcángeles, Querubines, Serafines, etc., y otros por debajo y que normalmente les
conocemos como espíritus de la naturaleza -Gnomos, Ondinas, Silfos, Salamandras, Devas, etc.- y
elementales. Estos seres inferiores no pertenecen al esquema evolutivo de la humanidad pero, sin embargo,
su mundo está compenetrado con el nuestro, ya que es de materia más sutil, y no nos molestamos unos a
otros en ningún sentido. Es decir, que lo mismo que en una habitación puede haber varios tipos de
alumbrado -vela, fluorescente, bombilla, etc.- y cada uno cumple su misión sin molestarse para nada, así el
mundo físico está compenetrado por otros mundos etéricos, y los seres que evolucionan en ellos no nos
molestan ni perjudican mientras nosotros no nos metamos en su mundo y entorpezcamos su labor o
desarrollo.
Para hablar del karma hay que hablar de los elementales pero, ¿Qué son los elementales? Los elementales
son vidas no individualizadas -con respecto a nosotros - no son conscientes de lo que hacen, y están
involucionando a través de los mundos como si formaran parte de la materia de los mismos, con la diferencia
de que responden a los estímulos exteriores para así comenzar a “experimentar”. Por ejemplo: Los
elementales del mundo mental están “menos evolucionados” que los del mundo de deseos, porque éstos ya
han descendido más y han aprendido a responder a los estímulos de nuestros pensamientos y a las
Jerarquías de ese mundo, y ahora lo están haciendo de igual manera en el mundo astral. Por esa fase -o
similar- ha pasado el Ser humano, y según hemos involucionado hacia la materia, nos hemos familiarizado
con sus diferentes grados de densidad, y hemos empezado a utilizarla hasta que hemos adquirido el poder de
crear formas para poderlas utilizar como vehículo experimental. Con esta explicación queda claro que hay
elementales -vidas- en los diferentes mundos donde estamos evolucionando, y que estos elementales se
sirven de nuestros pensamientos, deseos y emociones para evolucionar ellos también. Actúan de acuerdo a
las Leyes Divinas y del propio mundo donde están, por eso, cuando hablamos de como la Ley de Causa y
Efecto nos devuelve el mal o el bien que hemos hecho, podemos decir que ellos también intervienen como
agentes de esta Ley. Pero como he dicho, no son inteligentes ni tienen maldad, sólo responden a
determinadas vibraciones de la materia y la utilizan para su propia “evolución”.
Gracias a estos elementales la humanidad es consciente del mundo que le rodea, siente gracias a que estos
elementales transforman las vibraciones exteriores en sensaciones, son ellos los que hacen que podamos
influir a otros con nuestros pensamientos, sentimientos y deseos. Cuando una persona es consciente y tiene
el poder de trabajar en los mundos invisibles, puede, por medio de su voluntad, ordenarles lo que quiera por
medio del lenguaje del sonido y el color. Estos obedecerán, (aunque seamos inconscientes de ello) todo lo que
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se le mande sin discernir entre lo que es bueno y lo que es malo -en este secreto radica la magia negra,
aunque muchas personas hoy la practiquen diciendo que es magia blanca- Por eso, entre otras cosas, se han
ocultado estos conocimientos.
Pongamos un ejemplo de cómo funcionan estos elementales a nivel del trabajo mental humano. Cuando una
persona crea un pensamiento, la vibración de ese pensamiento, atrae un elemental que está en la misma
vibración y utiliza a éste como vehículo del cual adquirirá experiencia, dependiendo del trabajo o misión que
tenga. Si es un pensamiento que va dirigido contra otra persona, este elemental irá hacia la otra persona e
intentará penetrar y afectar a su cuerpo mental para estimularle o hacerle pensar en el mismo sentido de la
forma de pensamiento que él lleva. Después de esto, el elemental vuelve al creador del pensamiento y le
devuelve -como efecto- el mal o bien que ha mandado, pero engrandecido por el efecto que haya causado en
la persona a quien lo mandó.
De esta forma, el elemental “evoluciona dentro de su involución” utilizando los pensamientos del hombre
como alma y vehículo. Pero, como he dicho, están en todos los mundos y por lo tanto, están en nuestros
propios cuerpos invisibles. Sabiendo esto podemos llegar a la conclusión de que tienen relación, no
solamente con los pensamientos, sino que también la tienen con el cuerpo de deseos. Es decir, que nuestros
deseos, sentimientos, odios, etc. también les sirven para experimentar por medio de esa respuesta vibratoria.
El mundo del pensamiento es el mundo del sonido y el del deseo es el mundo del color, esto también significa
que estos elementales se dividen en multitud de vibraciones de sonido y color para poder utilizar y responder
a los pensamientos y deseos del hombre. Esto es así, cuando pensamos una determinada cosa, emitimos una
vibración en nuestro cuerpo mental -que se relaciona con el Mundo del Pensamiento-, esta vibración o
sonido atrae a un elemental que esté en esa vibración y éste actúa como un transmisor. Cuando este
pensamiento desciende al mundo del deseo para que se forme el sentimiento, emoción o deseo adecuado,
acude otro elemental del color, -Mundo del Deseo- que también lo utilizará para asimilar algo de la
experiencia que ese pensamiento tenga. Por eso, los clarividentes que alcanzan a ver el cuerpo de deseos, ven
toda una serie inmensa de colores en movimiento que indican el estado emocional y de deseos en que esa
persona se encuentra. Con esta explicación llegamos a la conclusión de que el hombre está atrayendo
constantemente a estos elementales y los está utilizando para manifestarse y para percibir las impresiones
del mundo físico. Hay algo más importante aún, y es que, por medio de ellos estamos sembrando ese
“karma”, bueno o malo, que en su momento nos repercutirá en esta vida o en las próximas.
Si meditamos sobre estas enseñanzas, podemos darnos cuenta del beneficio de ciertos hechos ya
mencionados, como por ejemplo la repetición -nota clave del cuerpo vital-, para que por medio de su práctica
podamos formar un cuerpo mental y de deseos más elevados. Por este mismo conocimiento llegaremos a la
conclusión, de que podemos crear un medio ambiente de paz y armonía en cualquier rincón de la casa, a
través de la oración y la devoción, ya que así atraeremos elementales que se identificarán con esas
vibraciones y trabajaran aumentando la armonía espiritual. Pero también es cierto que si una persona se
encierra en crear pensamientos negativos, lo que está haciendo es formarse una especie de cárcel que no le
permitirá ver la luz -el bien- y no querrá ni que le hablen. Hasta que esta persona no comience a pensar
positivamente para atraer elementales más elevados, no podrá descubrir lo positivo de la vida y de las
personas, porque esa coraza es como un cristal oscuro y sucio que no le permite ver claramente el mundo
real.
Este es un ejemplo concreto de cómo actúa el karma, la persona misma es quien se ha encerrado en su propio
mundo de negatividad y tristeza. Sin embargo, el hombre tiene la Voluntad como primer aspecto del Espíritu,
y es esta voluntad la que le puede sacar del sufrimiento que ella misma se ha causado. El hombre es libre, y
nadie es quién para quitarnos ese derecho, ni los Ángeles y Arcángeles lo hacen, porque saben que es un
derecho universal, por lo tanto, el que aquí en la tierra quita la libertad u opera sobre la voluntad de otra
persona para que haga algo que no quiere, no sabe lo que está haciendo y la Ley kármica se lo tendrá que
enseñar.
El hombre puede cambiar su carácter y destino gracias a este conocimiento oculto y a que puede crear
pensamientos y sentimientos espirituales que atraerán elementales seleccionados por todos sus buenos
ideales. Cuando estos se repiten, crecen y toman colores brillantes que atraerán más materia similar de esos
mundos, hasta que el Maestro vea la “luz” que brilla en la oscuridad y haga acto de presencia. El hombre
puede hacer mucho bien a la humanidad gracias a este conocimiento, porque, no solamente va sembrando
bien con sus buenas acciones y pensamientos, sino que además, puede, de manera voluntaria y consciente,
mandar pensamientos y sentimientos amorosos y desinteresado a otras personas, para ayudarles a superar
muchos problemas. También es esta la forma en que el hombre se crea su propia atmósfera -aura- espiritual,
su templo invisible en el que se refugia para orar y fortalecerse ante las pruebas difíciles, su espíritu familiar,
y incluso el espíritu de patria, religión, etc.
Si el hombre no pensara no tendría karma, porque cada pensamiento nuevo se queda marcado en el átomo
simiente como base para el karma de su próxima vida. Los animales no tienen karma porque no
tienen cuerpo mental. El Ser humano es el único responsable de sus actos voluntariosque nacen en la mente,
y por ello, ésta Ley nos da a cada uno el efecto de cada causa que hacemos aquí en la Tierra. Somos
sembradores de karma, y estamos unidos a cada grano -pensamiento, palabra y obra- que sembramos para
recoger el fruto que nos dé. Si cuidamos y sembramos cuidadosamente nuestros granos, cosecharemos buen
fruto que nos vendrá en forma de “buen destino”; si nos descuidamos, no tenemos derecho a reclamar ni a
quejarnos, porque sólo nosotros hemos intervenido en la siembra. “A mayor conocimiento mayor
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responsabilidad”, esta es la escuela de la vida, y de esta escuela nadie puede escapar porque, “cada causa
tiene su efecto y cada efecto tiene su causa.”
Los Ángeles del Destino (del karma), no dejan nada al azar, ellos toman nota exacta de todos nuestros actos,
y por eso intervienen antes de renacer para formar ese molde etérico -cuerpo vital- que tiene que ver con el
karma de nuestra futura vida. La grabación que hacemos en cada vida sobre el átomo simiente, es la base del
karma y es lo que nos hace sufrir después de la muerte en el purgatorio, de estas imágenes grabadas,
formamos nuestro cuerpo para la próxima vida. Así podemos ver claramente que, si creamos causas buenas,
estaremos facilitándonos nuestra estancia en el purgatorio, desarrollaremos cuerpos de más elevada
vibración, y crearemos un destino más fructífero y lleno de oportunidades para nuestro propio desarrollo y el
de la humanidad. Dice Annie Besant que: Las aspiraciones y deseos elevados de una vida se convierten en
“capacidades” en la siguiente; que la repetición de pensamientos elevados se convierten en “tendencias”; que
la voluntad de hacer cosas se convierten en “acciones”; que las experiencias se convierten en sabiduría; y que
las experiencias dolorosas se convierten en conciencia; así actúa la ley de Causa y Efecto.
Cuando el Ego desciende para su nuevo renacimiento en el mundo físico, lleva consigo los átomos simiente
cuyas vibraciones muestran su grado de desarrollo interno. Si en una vida nos esforzamos por hacer el bien y
ser mejores, elevaremos esa vibración y en el descenso de los átomos-simiente, atraerán materia de más
elevada vibración para formar los cuerpos de nuestra futura vida. Aquí también vemos como actúa el karma,
dándonos los vehículos que necesitamos y lo que merecemos como herramientas para aprender por medio de
la experiencia. Como es natural, según sea la vibración de estos cuerpos, la voluntad, y hacia dónde dirijamos
nuestro interés en la vida, vamos sembrando el bien o el mal. Según sea la causa, así será el resultado, y por
eso podemos decir que si en una vida una persona, aún sin medios, se esfuerza por servir
desinteresadamente, en la próxima vida podrá servir mucho más, pero cuando no aprovechamos las
oportunidades que nos dan para nuestro desarrollo, la ley del karma nos trae problemas y frustraciones.
“En el transcurso del tiempo utilizado en escribir este libro sólo he tenido en mi mente una intención, que el
que lo lea pueda alcanzar un gran desarrollo espiritual por medio de la práctica de todo este conocimiento”.
Pienso que es un libro de los que se debe leer durante cinco minutos y meditar una hora, haciendo esto, nos
daremos cuenta de que podemos vivir la vida como nosotros queramos, en el bien o en el mal. La persona que
se esfuerza por transformar su carácter, por medio de estar voluntaria y conscientemente alerta con todo lo
que crea en pensamiento, palabra y obra, está creándose un futuro destino lleno de oportunidades
paraalcanzar grandes alturas. Sólo tiene que decidirse y ponerse a trabajar, la Ley del Karma se encargará de
darle todo el bien que se merece.
Cuando el hombre transforma lo malo en bueno a través de este conocimiento, está transformando el mundo
y ayudando a la humanidad, pero además está aniquilando su karma. El conocimiento puede hacer variar el
destino, y por lo tanto el karma, no hace falta nada más que crear “causas buenas” para “neutralizar las
malas”; los elementales buenos se encargarán de cumplir la misión de neutralizar a las vibraciones negativas
para que no nos tienten. Cuando actuamos así, manifestamos el impulso Divino que todos llevamos dentro, y
nos fortalecemos para llegar cuanto antes a nuestra meta. Este conocimiento nos da paz y confianza ante
cualquier problema porque actuamos de acuerdo a estas leyes, cuando uno colabora con algo, está en el
mismo tren y dirección para llegar al mismo sitio. Por medio de este conocimiento podemos ser
colaboradores para la salvación, curación y pacificación del mundo, pero no hay que olvidar esto, “No os
quejéis de vuestro destino, porque vosotros lo habéis creado como ahora estáis creando el de vuestra futura
vida, haced frente a los problemas con optimismo y de corazón porque sabéis que una vez pasados ya no
vuelven; tened presente que cada deuda que pagamos es fortalecimiento para vencer otra, y recordar que sólo
nuestras obras pueden estorbarnos y sólo nuestra voluntad puede esclavizarnos.
***

EL PURGATORIO

EXPLICACIÓN DEL DIAGRAMA Nº 4 “RENACIMIENTO”


(Extraído de la Filosofía Rosacruz de Max Heindel)
Este diagrama explica dónde está evolucionando el ser humano en la época actual. Debemos tener claro
que lo mismo que nuestros cuerpos de diferentes estados de materia se compenetran mutuamente, así
mismo, los Mundos están compenetrados de tal manera que también ocupan un mismo espacio.
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El proceso de reencarnación es el siguiente: El Ego, o expresión del Espíritu, está en las regiones superiores
del Mundo del Pensamiento, desde allí desciende, como una vida reencarnante, y forma una mente, un
cuerpo de deseos, un cuerpo vital y un cuerpo físico con la materia que le corresponde y dependiendo del
estado evolutivo y espiritual que tenga.
Una vez compenetrado con el destino futuro que es fruto de sus vidas anteriores, más las posibilidades de
hacer causas nuevas para poder desarrollar más aún sus cualidades y poderes, el Ego renace en alguna
familia con la que ya tiene alguna relación de otras vidas.
En el Mundo físico desarrollamos las cualidades y las virtudes, por lo tanto, también elevamos –como
efecto- la vibración del cuerpo vital, de deseos y mental. De esta forma evolucionamos, purificamos los
cuerpos, y elevamos la conciencia.
Después de la muerte del cuerpo físico nos llevamos la película de nuestra vida –la que algunos dicen que
han visto cuando supuestamente han muerto- nada más romperse el cordón de plata. A continuación
pasamos al Mundo del Deseo para estar algún tiempo en el purgatorio y tomar conciencia del mal que hemos
hecho a los demás. Después pasamos al cielo donde asimilamos todo el bien que hemos hecho y que nos han
hecho, y con estos dos resultados, que son el fruto de la vida pasada, nos elevamos al segundo cielo en un
estado de conciencia superior. Aquí preparamos la futura vida de acuerdo a las necesidades de experiencias y
a las deudas que tengamos con otros Espíritus, para así ir despojándonos de ellas y elevándonos cada vez más
hacia la perfección.
En cada reencarnación nacemos con el fruto de las vidas anteriores, más el fruto del sufrimiento del
purgatorio, más la propuesta de no caer en los mismos errores –para eso está la conciencia- más la
oportunidad de crear nuevas causas para la elevación del Ego.

***

“El purgatorio y el cielo no existen,


nosotros los creamos con nuestras acciones”

CAPÍTULO VIII
EL PURGATORIO
Recuerdo que en mi niñez se decía que había un purgatorio, un infierno y un cielo, y que si no éramos buenos
en la vida, después de la muerte íbamos allí y sufríamos por toda la eternidad. La verdad es que no era muy
confortante, pero reconozco que también era una manera -adaptada a aquella mentalidad- de decir que el Ser
humano “debe practicar el bien y no el mal”
Las enseñanzas esotéricas también hablan del purgatorio y en cierto modo del infierno. La verdad es que
tiene un gran papel en la evolución y desarrollo de la humanidad, antes de explicar lo que ocurre en el
purgatorio, estará bien ampliar las tres teorías que menciona Max Heindel sobre la vida y la muerte en su
obra maestra “El concepto Rosacruz del Cosmos”
La primera teoría, que podríamos identificar con el científico, materialista o agnóstico que no creen en nada,
la podemos explicar más o menos de la siguiente manera. Estas personas opinan que venimos de la NADA,
que la mente es el resultado de una serie de correlaciones en la vida, que el Ser humano es el ser más
inteligente del Universo y que después de la muerte no hay nada, por lo tanto, la mente se desintegra. Digo yo
que, de la nada no se puede crear nada puesto que no existen medios, por otro lado, sabemos que los átomos
y células cambian cada pocos años, luego entonces, las grabaciones que hacemos y que llamamos memoria y
subconsciente, no podrían existir más de esos pocos años y no conservaríamos la memoria. Estas personas
llaman NADA a lo que no ven o no detectan, pero hace unos años decían que lo más denso de la materia era
el átomo y, sin embargo, hoy dicen que son los protones, neutrones y otras partículas más o menos etéreas,
además, ya no la llaman materiasino energía, entonces ¿Por qué no puede haber otros muchas formas de
materia mucho más sutiles que las que conocemos actualmente? ¿Quién se hubiera atrevido a decir hace cien
años que una mesa es energía como hoy se afirma? ¿Quién se atreve a decir que los protones y los neutrones
son la materia o energía más sutil que el hombre pueda descubrir? ¿No existen en el hielo diferentes estados
de materia -sólido, líquido, gaseoso, el aire y otras energías- y otras partículas atómicas más sutiles? ¿Por qué
el hombre no puede tener otros cuerpos de materia etérea con los cuales pueda funcionar en otros mundos
etéreos como lo hace aquí con el físico? Y por último, si se forma un cuerpo tan perfecto de esa NADA, tiene
que haber inteligencia en ELLA, y si esa inteligencia es capaz de modelar un cuerpo físico o un Universo para
que todo gire, se mueva, y cumpla una determinada misión, tiene que ser una inteligencia muy por encima de
la humanidad. Si es así, tiene que existir en un mundo que nosotros no vemos, pero que sin embargo es de
donde todo procede. Si lo razonamos un poco, veremos que es más lógico creer que hay otro mundo de
diferente grado de densidad de materia y que no vemos, (pero que es la fuente de todo lo manifestado
físicamente) a creer que todo y todos, procedemos de algo que NO EXISTE.
Pongamos un ejemplo, cuando una persona decide inventar algo, se pone a pensar con la mente, después de
una larga concentración tiene claro lo que quiere inventar y lo manifiesta por medio de lo que llamamos una
forma de pensamiento, a esa forma se une un sentimiento -del cuerpo de deseos- que estará de acuerdo y en
sintonía con el motivo del invento. Luego le dará vida en su imaginación para ver como funciona, y por
último, lo creará material y físicamente; entonces, ¿Qué ha hecho este inventor sino plasmar con materia
física lo que estaba en su inteligencia y que no veíamos? ¿Por qué no puede haber una inteligencia cósmica de
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donde sale todo y se va materializando con los diferentes grados de densidad de los éteres hasta que se
manifiesta de una forma inteligente aquí en el mundo físico? ¿Por qué no puede estar incluido el hombre en
esa forma de manifestación? ¿Se va a crear todo este Universo infinito para que el hombre sólo viva una vida?
Eso sería como hacer una universidad con los mejores adelanto técnicos y científicos para mandar a nuestros
hijos un sólo día a ella.
La segunda teoría, que podríamos llamar teológica o religiosa, dice que somos almas creadas por Dios, y que
venimos de un mundo invisible. Explica que después de la muerte volvemos a ese mundo, del cual ya no
volvemos nunca más, y que nuestra felicidad o desdicha en él, depende de como haya sido nuestra actitud en
la vida física. Hay quien opina y asegura que no toda la humanidad se salvará y que sólo serán unos pocos, el
resto se perderá o destruirá
El dios de esta teoría no puede existir, porque si en alguna cosa coinciden las religiones, es en que Dios es
Amor. Si venimos de Dios y es Dios quien pone a cada uno en una forma de vida -unos en la pobreza y en la
enfermedad y otros en la riqueza y en la salud- ¿Cómo pueden decir que Dios salvará a los buenos si es Dios
mismo quien les ha dado una vida feliz sin necesidad de hacer el mal? ¿Cómo puede castigar a unas personas
que él mismo ha puesto en la pobreza, para que se vean inclinados a hacer el mal? Si Dios va a salvar a unos
pocos ¿Para qué ha creado tantos y tantos billones de almas a través de la historia de la humanidad? ¿Cuáles
son los buenos sabiendo que la humanidad está evolucionando en todas las épocas y, por lo tanto, los recién
nacidos serán siempre mejores que los que nacieron hace cien años? Si Dios mandó a Su Hijo para SALVAR
AL MUNDO -salvar a la humanidad- ¿Por qué solo salvará a unos pocos? Si nosotros que somos imperfectos
en nuestras acciones y nos volcamos rápidamente a auxiliar y salvar a las personas que pueden morir en una
catástrofe, y nos servimos de todos los medios a nuestro alcance ¿Cómo no va a tener Dios un Plan o los
medios suficientes para salvar a toda la humanidad si, como dicen las religiones, Dios es omnipotente?
¿Cómo se pueden perder o destruir los hijos de un dios Omnipotente?
La tercera teoría es la que da las enseñanzas esotéricas y que la podemos llamar del “Renacimiento”. Esta
teoría enseña que el hombre también viene de Dios, y por lo tanto, tenemos todas Sus cualidades latentes,
dice que por medio de la Ley de Causa y Efecto y de Renacimiento, el hombre reencarna una y otra vez para
que por medio de la experiencia en el mundo físico, pueda desarrollar esas “cualidades latentes en poderes
dinámicos”, dice que vamos evolucionando de una forma progresiva y segura hasta que todos alcancemos la
meta de la perfección sin que nadie se pierda o destruya.
Esto es algo así como comenzar en la guardería - como el hombre salvaje- e ir pasando por los otros grados
escolares para aprender una serie de lecciones en cada clase - o lo que es lo mismo, en cada vida-, al final, la
persona adquiere una carrera, pero a través de muchos años de esfuerzo y sacrificio. Así desarrolló la
humanidad la inteligencia, y por medio de ella y del renacimiento aprende las lecciones que harán que
desarrolle lo que lleva internamente. De esta forma, ninguna alma se pierde sino que todos -aunque algunos
adelanten más que otros- alcanzaremos la meta. Si todo evoluciona en esta vida, -como podemos ver en
nosotros mismos ya que no pensamos igual que hace veinte años, ni la humanidad tampoco-, ¿Por qué no va
a existir esa “evolución” para el Espíritu? ¿No dijo San Pablo que teníamos un cuerpo espiritual y otro
material? Y ¿No está escrito que la carne no heredará el reino de los cielos? Entonces ¿Por qué no admitir
que el verdadero Ser humano es un Espíritu, que por medio de la reencarnación y de la Ley de Causa y Efecto
está evolucionando progresivamente? Si una persona hace mal en una vida, las Leyes le llevaran a unas
circunstancias en las que debe recibir ese mal para que aprenda lo que es ése sufrimiento que ha causado a
otros, y tome conciencia de que eso no se debe hacer; así, en la siguiente vida no lo hará ¿No es mejor esta
explicación que las otras desde el punto de vista de lo que es justo?
Dios es Amor, y Él tiene unas Leyes Divinas que dan a cada uno, de manera impersonal y amorosa, lo que
necesita para que evolucione cuanto antes, pero siempre con la mayor justicia y sin odios ni rencores. Ellas
nos enseñan el camino más corto para llegar a la meta. Algunos de los motivos de la reencarnación son los
siguientes:
1º. Adquirir experiencias
2º. Desarrollar la voluntad
3º. Espiritualizar el carácter
4º. Desarrollar la mente
Esto no se consigue si no experimentamos en el mundo físico y tomamos conciencia de él, pero además,
tampoco lo perfeccionaremos si no es a través del Renacimiento y la Ley de Consecuencia que hace que
cosechemos lo que hemos sembrado.
Después de ver las tres teorías veamos qué es y qué ocurre en el purgatorio. Nada más morir el cuerpo físico,
el Ego comienza a grabar en los átomos-simiente de sus cuerpos invisibles y durante un plazo máximo de tres
días y medio, toda su vida pasada. (Esta grabación es la que han visto estas personas que supuestamente han
muerto y después han vuelto a la vida) Una vez grabada la película dejan totalmente el cuerpo físico, al cual
estaban unidos por un cordón plateado y pasan al purgatorio, esto es, a las regiones más bajas del Mundo del
deseo. Lo mismo que nuestro mundo está compuesto de siete grados de densidad de materia -sólido, líquido,
gaseoso y cuatro éteres superiores que no vemos- así el Mundo del Deseo también está compuesto de siete
grados de materia, y el purgatorio está en las regiones inferiores, siendo la primera la que contiene más
maldad. Quiero decir con esto que las personas que hacen mucho mal van a esa primera región, las de
término medio van a la segunda y las que han hecho poco mal van a la tercera.
Pero, ¿Qué ocurre ahí? Como ya hemos demostrado, cuando hacemos mal, creamos en nuestros cuerpos
unas vibraciones que se relacionan con ése hecho y esto se grava en el átomo-simiente del cual sacamos
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nuestro provecho de la vida. Cuando llegamos a esa primera región, nuestras vibraciones de maldad se
identifican con las que hay allí y, por lo tanto, nos atamos a ella por medio de la maldad que hemos hecho en
la Tierra. De ahí no nos podemos elevar a las regiones superiores ni al cielo, hasta que no hayamos aprendido
por medio del sufrimiento, que no debemos hacer ese mal. Si nosotros causamos un gran dolor a una persona
vamos a sentir ese dolor “en nuestro propio cuerpo” para que tomemos conciencia del sufrimiento que
causamos en su momento y para que en la próxima vida, esa conciencia nos advierta cuando lo intentemos
hacer otra vez. Cuando purgamos así todo ese mal, pasamos a otra región superior, pero hasta que no
suframos todo el mal que hemos hecho, no podemos elevarnos a las regiones superiores que son conocidas
como “cielos”. Esto significa que la persona que ha sido muy mala sufrirá intensamente y por mucho tiempo
en “SU PROPIO INFIERNO,” el infierno y el purgatorio no existen, sino que cada uno se los crea según las
actuaciones que tenga en la vida física.
Después de pasar por el purgatorio pasamos al cielo y allí recibimos todo el bien que hemos hecho y que nos
han hecho. El resultado de este proceso es que obtenemos una gran conciencia de lo que es correcto y lo que
no. Este resultado lo unimos a la conciencia de las otras vidas, y así, vida tras vida, aumentamos la
“CONCIENCIA” que es la voz que nos está aconsejando y advirtiendo constantemente de lo que es correcto, y
de los peligros que nos rodean y nos pueden hacer caer en algo que ya hicimos antes.
Pongamos un ejemplo: Una persona casada cae en la droga, como resultado de esto causará sufrimiento,
dolor, y entorpecerá el destino de su esposa e hijos. Cuando ésta persona muera en su momento -si no acorta
su vida él mismo- irá con su cuerpo de deseos al purgatorio, y como el deseo de la droga aún le sigue
dominando, sufrirá mucho por no poder tomarla -de aquí que el hombre no deba caer en vicios que le
dominen y si cae, intente salir de él cuanto antes-, ¿Hasta cuándo sufrirá? Hasta que venza el deseo y ya no
quiera droga porque se dé cuenta de que no sirve para nada. Pero además, tiene que sentir el sufrimiento que
causó a su familia, y por lo tanto tiene que estar más tiempo en la región que corresponda hasta que, ese
dolor que hizo, le llegue a lo más profundo de su ser y haga que se arrepienta de todo corazón.
Alguien se preguntará ¿Y por qué sufrimos también aquí en la tierra? Continuando con el mismo ejemplo,
cuando el Ego asciende a las regiones superiores y se queda sin vehículos, comprende mejor el sentido del
renacimiento porque tiene otra conciencia más elevada. Ahí se compromete a saldar las deudas pendientes
que tiene con determinadas personas, y de esta forma se pondrá en contacto con ellas, bien como amigo o
bien como familiar. Así tendrá la oportunidad de devolver en sentido material -trabajo, donativos, herencias,
etc.- las pérdidas que les ocasionó en su anterior vida. Con este ejemplo vemos como actúan las Leyes de
Renacimiento y Consecuencia, renacemos para convivir con las personas que tenemos deudas o que ellos
tienen con nosotros; trabajamos en determinados sitios y tenemos determinada posición porque lo
merecemos; nos casamos con quien tenemos un gran compromiso adquirido de otra vida; nos surgen los
obstáculos que nos deben surgir a raíz de los problemas y el mal que hicimos; padecemos de determinadas
enfermedades porque no tratamos bien nuestros cuerpos físicos y no supimos utilizar bien nuestras mentes,
etc. etc.
Estas Leyes hacen que corrijamos los defectos y mantengamos el equilibrio; que el hombre purgue y tome
conciencia del mal que nos traen los deseos inferiores que obstaculizan nuestro progreso; que borremos los
malos hábitos y nos fortalezcamos ya que el sentimiento subsiste para otra vida; que aborrezcamos los malos
hábitos haciendo imposible su gratificación; que aprendamos a obrar desde el punto de vista espiritual; que
nos inclinemos hacia el desarrollo de las virtudes y dominemos los vicios; y que en la próxima vida
renazcamos libres de malos hábitos. Cuando volvemos para renacer, obtenemos materia más pura y elevada
para formar nuestros futuros cuerpos, porque la hemos purificado por medio del sufrimiento en el
purgatorio, así traemos nuevas y mejores tendencias para llevar a cabo en bien de nuestro desarrollo; la
conciencia también es más elevada, y su voz más fuerte para que la podamos escuchar mejor.
Más de una persona se preguntará ¿Por qué debemos renacer?, Lo solucionaremos con las siguientes
respuestas:
1º. Porque el propósito de la vida no es la felicidad, sino la experiencia.
2º. Porque evolucionamos por medio de las tristezas y el dolor que nosotros nos creamos y que son nuestros
maestros.
3º. Porque por medio del conocimiento de las causas que producen los actos, y por medio de la voluntad,
adquirimos experiencia, la cual es imprescindible para evolucionar.
4º. Porque no podemos estar siempre en los mundos invisibles, ya que entonces no aprenderíamos -esto
sería como enviar a un niño un día a la guardería y al día siguiente a la universidad-
5º. Porque lo mismo que descansamos por la noche para continuar la vida y el trabajo al día siguiente, así
descansamos y nos preparamos en el cielo para una nueva vida y aprendizaje que harán elevarnos. -esto es
como el niño que va al colegio y un día aprende unas cosas, descansa por la noche, y al día siguiente vuelve
para continuar su aprendizaje.
6º. Porque si no volviéramos a la tierra ¿Qué utilidad tendría la vida? ¿Por qué una vida de felicidad en un
cielo eterno debería ser la recompensa de una buena vida? ¿Qué beneficio podría producir una buena vida en
un cielo donde todo el mundo es ya feliz?
7º. Porque los cuerpos se van haciendo rígidos y si no fuera por la reencarnación nos cristalizaríamos en la
misma vida.
8º. Porque no se construye una escuela tan maravillosa como es el Universo para ir sólo un día a clase.
9º. Porque la expresión se adquiere en el duro camino de la experiencia personal, y la observación de los
actos ajenos razonados y guiados por la luz de nuestra experiencia.
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10º. Porque la elección es nuestra, pero mientras tengamos cosas que aprender y deudas que saldar, tenemos
que volver una y otra vez.
Si alguien se pregunta, (puesto que este libro es esencialmente práctico) cómo podemos aprovechar este
conocimiento sobre el purgatorio, veremos dos respuestas:
1ª. Este conocimiento nos advierte del mal que estamos haciendo en esta vida, y que por lo tanto, tendremos
que sufrir en el purgatorio, si lo captamos como debe de ser, procuraremos ser más conscientes en lo que
decimos, pensamos y hacemos
2ª. Este conocimiento nos ayudará a comprender y sacar más provecho del ejercicio de la “Retrospección”
que mencionaré a continuación. Ahora y con más razón de las que ya he dado, podemos decir que lo que el
hombre es y tiene es el fruto de sus propias acciones, y que lo que podemos conseguir y desarrollar lo
tenemos en nosotros mismos.
Nosotros, como Egos, somos quienes pensamos, nos dejamos llevar por los deseos y hacemos lo que
queremos para bien o para mal; el resto lo hacen las Leyes para enseñarnos el mejor camino y hacernos ver
nuestros errores.
***

INTRODUCCIÓN A LOS EJERCICIOS PARA EL DESARROLLO INTERNO


“No busques un camino fácil,
busca una cuesta empinada”

CAPÍTULO IX
INTRODUCCIÓN A LOS EJERCICIOS PARA
EL DESARROLLO INTERNO
Hace millones de años, cuando la humanidad aún no había desarrollado la inteligencia actual, estábamos con
la conciencia más centrada en los mundos superiores que en el mundo físico -lo mismo que los niños al nacer
y durante un tiempo después-, pero como debíamos conquistar el mundo material, fuimos perdiendo ese
estado de conciencia para enfocar nuestra mente totalmente en lo físico, y así ser conscientes de nuestras
experiencias y así poder evolucionar.
En aquél entonces el Ser humano tenía en actividad dos órganos que hoy están aparentemente dormidos, la
glándula pineal y el cuerpo pituitario, según dejamos de ser conscientes de los otros mundos se atrofiaron, y
hoy se piensa que no sirven para nada. Entonces, estos órganos estaban relacionados con el sistema nervioso
simpático -involuntario- y éste se relacionaba con el cuerpo de deseos haciendo que los vórtices o chacras
giraran en sentido contrario a las agujas de un reloj, dando como resultado una clarividencia involuntaria, o
sea, no veíamos cuando, ni lo que queríamos. Esto es lo que les pasa hoy a las personas que se ponen a hacer
ciertos ejercicios sin control, sus vórtices giran en sentido contrario al que deberían girar y por eso, algunas
veces, ven imágenes del mundo astral, que no pueden controlar y que pueden llegar incluso a atormentarles.
Los métodos dados por las Escuelas Iniciáticas o de Misterios Menores -como la Fraternidad Rosacruz- son
métodos generales para el desarrollo interno de cada persona, y por lo tanto, tienen una cosa en común con
los que dan los Maestros de éstas Escuelas. No hay ningún peligro de caer en la mediumnidad, en la
obsesión, ni en cosas similares, sin embargo, cuando el aspirante ha evolucionado hasta cierto grado, es el
Maestro quién le dará los ejercicios que necesite según lo que Él vea en cada aspirante. Hay muchas personas
que no saben esto y se arriesgan a hacer ejercicios que, ignorantemente, recomiendan algunas personas. La
mediumnidad y la clarividencia involuntaria se desarrollan fácilmente, pero es necesario tener muy en cuenta
que lo mismo que el niño debe nacer a los nueve meses para tener la garantía de que su cuerpo está bien
formado, así, la clarividencia voluntaria y verdadera, nace cuando el hombre se ha esforzado por ser cada día
más espiritual y por practicar algunos ejercicios como los que doy a continuación, esta es la única manera de
tener la seguridad de que no correremos ningún riesgo. A la naturaleza y a las Leyes Divinas no se les puede
burlar; el que busca encuentra, pero dependiendo de los métodos e intenciones, así encontrará lo que
merece.
Algunas de las personas que hoy dicen ser clarividentes -menos de los que lo aseguran- suelen serlo pero
involuntarios, o sea, han conseguido hacer que los vórtices giren en sentido contrario a las agujas del reloj
como lo hacíamos hace millones de años, y ante esto tienen dos posibilidades: 1ª Dejar de hacer estos
ejercicios para hacer otros positivos. 2ª Si continúan en esa línea, llegar a un límite del que quizás no puedan
salir y por lo tanto, tengan que sufrir mucho en el purgatorio después de la muerte -sobre todo si son
obsesionados. El hombre actual está empezando a desarrollar la clarividencia voluntaria por medio de su
desarrollo espiritual que le lleva a “encontrar” la escuela o enseñanza que necesita. Estas escuelas o
enseñanzas -de verdaderos ocultistas- son muy útiles para:
1º. Poner en correcto movimiento los vórtices del cuerpo de deseos
2º. Para desarrollar y poner en actividad la glándula pineal y el cuerpo pituitario, y así desarrollar la
clarividencia voluntaria que es la que nos permite ver lo que queremos y cuando queremos.
He dicho que no son tantos los clarividentes que hoy dicen serlo, pero además de eso, los clarividentes
voluntarios son menos aún, y normalmente no dicen que lo sean. Utilizan la clarividencia para hacer el bien
sin pedir o esperar nada a cambio, porque saben que es un poder divino con el cual no se debe comerciar bajo
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ningún pretexto. ¿Qué ocurriría si éste poder estuviera en manos de cualquier persona en la cual sus
sentimientos son aún egoístas o interesados? La naturaleza concede éste poder a las personas que se han
esforzado por entregarse a la humanidad, cuando una persona recibe éste poder está preparado para no
comerciar con él y para utilizarlo de una manera muy responsable.
Los ejercicios de este libro no tienen ningún peligro y nos llevan a trabajar con el sistema nervioso voluntario
-el cual nos trae la clarividencia voluntaria-, estos son algunos de los que he practicado o practico, y creo que
pueden ser muy útiles para el desarrollo interno. A la larga hacen que los vórtices giren en sentido de las
agujas del reloj, para que así podamos investigar en los mundos superiores y ayudar a la humanidad.
En alguno de los capítulos se menciona que no es conveniente concentrarse en la parte inferior del cuerpo, y
más concretamente en la zona de los órganos sexuales, esto tiene su explicación. Hay una energía “creadora”
que el hombre utiliza con su pensamiento, palabra y obra, pero además, esa energía es la que utilizamos para
procrear. Desde la época Atlante en que la humanidad estaba totalmente dominada por su egoísmo y sus
pasiones, hasta nuestros días, que gracias al desarrollo de la mente estamos dominando la pasión y la
sensualidad “animal”, esta energía ha sido utilizada para nuestro propio desarrollo y para satisfacer nuestros
deseos sexuales. En estos momentos y gracias al razonamiento y al saber utilizar la mente para cosas
abstractas, místicas, esotéricas, etc., el Ser humano empieza a dejar de concentrar su mente en esas regiones
inferiores del cuerpo, y a elevarla hacia la cabeza y el corazón. Aquí es donde entra en juego el desarrollo
esotérico, es decir, los ejercicios de este libro y todo el conocimiento expuesto, tratan de mantener la
conciencia en el corazón y en la mente para hacer que esa energía, (normalmente llamada de kundalini), se
eleve a estas dos partes, y así unir el cuerpo pituitario con la glándula pineal para que se desarrolle la
clarividencia voluntaria.
Sabiendo esto es conveniente que dejemos, en lo posible, el abuso y derroche de la energía sexual, porque esa
energía es la que necesitamos para nuestro propio desarrollo. Es cierto que no todo el mundo está preparado
para ello, pero según evoluciona el Ser humano tendrá que dominar ese vicio, como el alcohólico debe
dominar el alcohol. Esto no es fácil hasta controlar la mente. Si llegamos a dominar y enfocar la mente en
otras cosas más elevadas, no la dejaremos tiempo o no la utilizaremos en pensar en el sexo. El mejor medio
es olvidarse de esa práctica, no pensar en ella en ningún sentido hasta que de una manera progresiva, lenta y
sin tampoco retener el deseo por la fuerza, la controlemos. La repetición de oraciones, el pensar en algo
abstracto o intentar crear mentalmente algo original -una oración, poesía, etc.- también hace que esa energía
no estimule los órganos sexuales. Cuando esta energía comienza a ascender de manera natural hacia el
corazón, como en el caso del místico, o hacia la mente como en caso del intelectual o hacia ambas partes,
como en el caso del ocultista, el hombre empieza a vivir la vida interna. Recomiendo leer el capítulo XVII del
Concepto Rosacruz del Cosmos.

***
LA RETROSPECCIÓN
“La retrospección es uno de los métodos
más elevados para evitar el purgatorio”

CAPÍTULO X
LA RETROSPECCIÓN
Retrospección significa “mirar hacia atrás o a la inversa”. La retrospección es uno de los dos ejercicios que
recomienda Max Heindel en el “Cristianismo Rosacruz”. Fue dado por los Hermanos Mayores de la Orden
Rosacruz, como uno de los mejores métodos para el desarrollo de la visión o percepción espiritual. La
retrospección causa en la persona un sentimiento de “Verdad” que está más allá de la razón, a la vez, también
desarrolla la devoción, que es otro de los ejercicios que el aspirante espiritual debe practicar.
Como ya hemos visto, el cuerpo de deseos tiene unos centros o chacras, que bien se pueden llamar los
“sentidos” para percibir conscientemente el mundo astral. Estos centros pueden ser despertados, pero
dependiendo del método que se utilice, así será el resultado. Cuando un aspirante consigue despertar y poner
en movimiento estos centros por los métodos apropiados, además de por su propio desarrollo espiritual, lo
hace de tal manera que esos vórtices giran en el sentido de las agujas del reloj, y esto le permite ver los
mundos invisibles cuándo y como quiera. Sin embargo, cuando estos centros se despiertan con drogas,
respiraciones rítmicas, mirando a espejos o cristales, o cualquier otra cosa similar que hoy -ignorantemente-
recomiendan algunas personas, los centros giran en sentido contrario a las agujas del reloj, y el efecto es que
hay peligro de terminar en un centro psiquiátrico o incluso en otro sitio peor. En este último caso, el
clarividente ve las imágenes como si fuera en un espejo, o sea, que aunque se vean, no están ahí e incluso se
ven al contrario y son difíciles de interpretar, porque son más bien un reflejo.
Ya se ha mencionado que el Ser humano que desea alcanzar la clarividencia, puede practicar algunos
ejercicios que le serán muy útiles, estos pueden ser: La concentración, la retrospección, la observación, la
adoración, la devoción y la meditación. Todos ellos contribuyen al desarrollo interno, y aunque nos pasemos
toda la vida haciéndolos sin desarrollar la clarividencia, podemos tener la seguridad de que hemos hecho un
gran trabajo para la próxima vida, y un aumento del poder anímico en ésta. Cuando a través de estos
ejercicios alcanzamos la meta para el desarrollo de esos poderes, nuestra Luz es tan brillante que atraerá la
atención del Maestro, y a partir de ahí, es cuando comenzamos a ser instruidos por Él, dándonos a cada uno
los ejercicios particulares y adecuados que necesitamos según nuestro propio desarrollo. Todas las persona
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tenemos una nota-clave y para que esa nota-clave vibre, debemos hacer lo que el Maestro diga, porque Él ve
internamente lo que más necesitamos y lo que menos peligro tiene para nosotros.
Naturalmente que cuando hablo de Maestros no me estoy refiriendo a cualquier persona que se haga llamar
así, bien porque sea oriental, o bien porque sea un profesor de un centro o escuela donde se imparten cursos
y conferencias. Los Maestros a los que me refiero no se dan a conocer como tal nada más que en los planos
internos, pasan desapercibidos por la Tierra -cuando tienen cuerpo físico-. Cuando se aparecen no cabe la
menor duda de que son ellos por la manera en que se comunican con el aspirante, son Seres de muy elevada
espiritualidad que hacen todo con Amor, humildad y sencillez, porque intentan imitar a Cristo en todos los
sentidos. Por lo tanto, todo lo que hacen con sus discípulos queda en los planos internos y no se entera nadie,
no se exterioriza físicamente como ceremonia ni prácticas de ninguna clase.
Es un vulgar pretexto el que ponen en algunos sitios o algunas personas para ganar dinero, dicen que es para
pagar los gastos -y luego ganan tres veces más- o bien dicen que es para los desplazamientos y comida. Un
verdadero Maestro no actúa así, ellos no comercializan sus enseñanzassino que lo hacen como servicio
altruista y amoroso, por eso es bueno guiarse por la frase “Por sus hechos les conoceréis”. Los Maestros están
a la expectativa para contactar con quien está preparado, pero mientras el aspirante no prepare ese momento
por medio de estos ejercicios y conocimientos, no podrá enseñarle ni ayudarle a desarrollar la clarividencia.
El aspirante debe trabajar duro y con persistencia -cosa que hoy cuesta mucho- para espiritualizar los dos
éteres superiores del cuerpo vital y así desconectarlos de los otros dos. Aquí entra y tienen un papel muy
importante los ejercicios de Concentración y Retrospección dado por los Hermanos Mayores de la
Fraternidad Rosacruz. Una vez que se consigue esto y con la ayuda de la observación y el discernimiento, es
cuando estamos preparados para recibir las instrucciones oportunas de un Maestro, y así despertar esa
percepción espiritual.
Así es, al fin y al cabo, como ponemos en correcto funcionamiento esos “chacras astrales”, pero veamos qué
papel tiene aquí la retrospección, ya que por el día esos centros están como adormecidos y solamente se
ponen en movimiento normal cuando dormimos y salimos del cuerpo físico para restaurar los vehículos
inferiores. Este método hace que esos centros se pongan en movimiento estando despiertos, para así, y unido
a la concentración, encontremos el equilibrio y seamos conscientes en el Mundo del Deseo.
Para hacer el ejercicio de la retrospección es muy importante estar relajado, por lo tanto es conveniente
aprender a relajarse, o al menos, hacer algún otro ejercicio de imaginación o visualización que nos
compenetre de armonía y nos equilibre, una vez en la cama, y un momento antes de la retrospección. Esto
podría ser algo así: Hay que relajarse todo lo que se pueda, después imaginar o visualizar el cuerpo vital un
poco más grande que el cuerpo físico, lleno de puntitos brillantes de un color rosado y en los bordes de azul y
oro. A continuación, imaginad al cuerpo de deseos que se expande algo más, y cuyos colores preciosos y fuera
de lo común, están en constante movimiento. Por último, intentad sentir y visualizar el cuerpo mental en la
parte superior del cuerpo físico, vibrando con un determinado sonido y relacionándose con los demás
vehículos. Vosotros como Egos, estáis por encima de todos los cuerpos y los manejáis perfectamente
haciendo que haya armonía y equilibrio. Por eso hay que relajar los vehículos, y sobre todo el cuerpo de
deseos, para conseguir que los músculos se suelten y que la sangre circule con toda libertad y sin obstáculos.
En estos momentos es cuando estaréis listos para hacer la retrospección.
El ejercicio de la retrospección trata de revisar los hechos del día en sentido inverso -desde que nos
acostamos hasta el momento de levantarnos- para revisar nuestras acciones y pensamientos del día. Por un
lado, nos debemos censurar y por otro felicitar, dependiendo de lo que hallamos hecho, pero sobre todo hay
que poner un verdadero y profundo sentimiento de arrepentimiento o contrición. Las imágenes deben de ser
claras, porque esto también ayuda a practicar el discernimiento y la imaginación, la concentración es muy
importante para estudiar una determinada actitud, pero también lo es la observación de las imágenes. Todo
esto tiene como base los hechos del día que acaba de terminar, y por eso es muy importante también la
práctica continua de la observación. Si observamos con atención durante el día, a la hora de la retrospección
recordaremos mejor todas los hechos y actitudes, y además, las imágenes estarán de acuerdo y en armonía
con las del subconsciente mientras transcurre el ejercicio.
Como ya hemos visto en un anterior capítulo, después de la muerte vamos al purgatorio y a continuación al
cielo, para recoger y grabar en la conciencia el fruto de nuestras acciones, pensamientos y palabras de la
anterior vida -excepto cuando hay un arrepentimiento de corazón y un perdón de los pecados- El fruto del
purgatorio viene dado por el hecho de sufrir “nosotros mismos” el dolor que causamos a otros, y cuando el
sufrimiento nos hace conscientes del mal y nos arrepentimos, se nos borra el “pecado”, y sólo nos queda el
recuerdo grabado en el átomo-simiente. Así en la próxima vida nos hablará como conciencia, para
advertirnos de que no volvamos a caer otra vez en lo mismo.
El ejercicio de la retrospección nos lleva a vivir el purgatorio y el cielo en la misma vida física, o sea, a sufrir
cada día a la hora de acostarnos, el mal que hemos hecho a otros y sentir toda la felicidad de ese mismo día.
De esta manera se vive la experiencia purgatorial y celeste en la misma vida y así ahorramos tiempo después
de la muerte para poder utilizarlo en otras actividades para nuestro propio progreso y el de la humanidad.
Las acciones y emociones que más hay que examinar son:
1º. Las que impliquen emociones fuertes como: venganza, temor, cólera, odio, etc.
2º. Las acciones mediante las cuales intentamos escapar de la realidad y la responsabilidad, o evadir la
experiencia.
3º. Cuando juzgamos a alguien o cuando manifestamos atracción o repulsión por cualquiera.
4º. Nuestra actitud hacia el trabajo y otros deberes, como padre, marido, etc.
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5º. Si las palabras que hablamos fueron dichas con verdad o falsamente, si con amor u odio, si fueron
necesarias o no, si pudimos ofender o crear burla, si exageramos o reprimimos, preguntémonos ¿Hablamos y
actuamos en verdad y justamente?
6º. Cómo actuamos respecto al sexo opuesto, ¿Hubo deseo pasional o sensual? ¿Cómo miramos al sexo
opuesto y qué pensamos?
7º. ¿Cumplimos nuestros deberes o protestamos y lo hacemos de mal humor? ¿Lo hacemos con egoísmo o
indiferencia?
8º. ¿Hemos sido bondadosos, comprensivos y tolerantes con los demás?
9º. ¿Comemos para vivir o vivimos para comer y envenenar nuestro cuerpo con cosas nada puras ni
saludables?
10º. Observar la actitud moral en cada escena que visualizamos.
Estas son algunas de las cosas que debemos mirar, por supuesto que hay muchas más, pero resumiendo los
beneficios de la retrospección, diré que son:
1º. Relajación del cuerpo físico.
2º. Desarrollo de un fervor devocional y un reconocimiento intuitivo de la verdad.
3º. Conocimiento de cómo actúa la Ley de Causa y Efecto.
4º. Restauración diaria de la armonía en los diferentes cuerpos con más rapidez de lo normal.
5º. Acortamiento del tiempo que se pasa en el purgatorio y en el cielo.
6º. Progreso en el desarrollo del carácter.
7º. Control mental, lo cual tiene que ser resultado de un esfuerzo disciplinado de trazar los sucesos del día de
una manera amorosa y altruista.
Si alguien se pregunta el porqué del sentido inverso de la retrospección, diré que la explicación está basada
en que desde que hacemos la primera inspiración de aire en el momento de nacer, hasta que hacemos la
última a la hora de la muerte, estamos grabando las imágenes del mundo físico que nos rodea por medio del
aire que respiramos y a través de la sangre que llega al corazón, así quedan impresas en el átomo-simiente
que está ubicado en el ventrículo izquierdo. Por eso, cuando vemos la película de nuestra vida después de la
muerte, vemos primero los efectos y después las causas que hicimos para que ese sufrimiento o felicidad se
manifestara. Por eso mismo, debemos ver primero los hechos de la noche para terminar con las de la
mañana, de esta forma podremos comprobar muchas veces como una simple palabra puede causar un efecto
muy negativo.
El hecho más importante de la retrospección está en que se debe juzgar la persona misma de una manera
imparcial e impersonal como lo hace la Ley de Causa y Efecto, debemos ponernos en su puesto, pero
¡Cuidado! un sólo y simple repaso maquinal no nos beneficia en nada, es el sentimiento o “remordimiento”,
de sincero arrepentimiento por lo cometido, lo que erradica las imágenes del átomo-simiente y lo deja
inmaculado. De esta manera, cuando llegamos después de la muerte al purgatorio, no tendremos materia
astral -pecados- de las regiones inferiores del Mundo del Deseo y, por lo tanto, no nos tendremos que quedar
allí.
El valor de la retrospección es enorme, es mucho más beneficioso que cualquier otro ejercicio porque, no
solamente nos evita estar muchos años en el mundo astral, sino que una vez que hacemos el trabajo de
restauración y equilibrio de los cuerpos invisibles, podemos dedicarnos a hacer otras cosas. Con este trabajo
incorporamos cada noche un sentimiento de rectitud en el Espíritu, para así aumentar nuestra conciencia y
dirigirnos hacia una manera de pensar y actuar por encima de la humanidad común.
Alguien dirá “Si yo hago algo malo y me arrepiento en el momento también sirve”, ¿no? No es lo mismo,
normalmente no tenemos el suficiente tiempo cuando estas cosas ocurren como para crear un verdadero
sentimiento de arrepentimiento de corazón y, por lo tanto, los beneficios no son los mismos que cuando los
examinamos con tranquilidad por la noche. Además, tampoco es bueno estar todo el día pendiente y dando
vueltas a nuestros errores para criticarnos, porque así lo único que hacemos es impedir el normal desarrollo
de la vida y de las experiencias, y evitar muchas veces que se cumplan las esperanzas. Por el contrario, el
control de los pensamientos, palabras, acciones y sentimientos, sí deben estar presente para dominar la
naturaleza inferior.
Así podemos ver como eludimos el purgatorio, producimos crecimiento anímico y nos creamos una nueva
forma de pensar y actuar que nos beneficia mucho en nuestra vida cotidiana. También es importante la
retrospección porque expulsamos los sucesos y recuerdos desagradables de nuestra memoria subconsciente,
y así, al quedar borrados los errores, nuestras auras empiezan a brillar. Me estoy refiriendo más bien al
“mal”, puesto que es más importante, pero no hay que olvidar que después del purgatorio vamos al cielo, y
por medio de la retrospección también podemos evitar pasar tiempo en esos planos, para pasar cuanto antes
a las regiones superiores donde nuestro desarrollo sigue de muy diferente manera. Por lo tanto, es
conveniente que veamos y examinemos también todo lo bueno que hemos hecho y nos han hecho, para así
sentir la felicidad y la dicha. Hay que evaluar tanto las buenas como las malas acciones para reconocer la
intención que había tras de ellas, alavándose una veces y causando remordimiento en otras, debe haber un
sentir profundo y una nueva propuesta cada noche para no volver a caer en las mismas cosas.
Naturalmente esto conduce a un gran cambio progresivo de conciencia, así aprendemos a ver y pensar con el
corazón y a sentir con la mente, esto es “vivir en el espíritu”, y quien vive en el espíritu trasciende lo material
y la carne. El resultado es una transformación, una regeneración de nuestras vidas para así dedicarnos, por
norma, a la vida superior y no materialista.
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Dice el profeta Isaias. “Laváos, limpiáos, quitad la iniquidad de vuestras obras delante de mis ojos; dejad de
hacer lo malo; aprended a hacer el bien”. “Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán
blanqueados; si fueran rojos como el carmesí, se volverán como la blanca lana”.

***

LA CONCENTRACIÓN
“La concentración es imprescindible para conseguir
cualquier cosa en la vida”

CAPÍTULO XI
LA CONCENTRACIÓN
Concentración es “enfocar la mente en un sólo punto”, “dirigir los pensamientos a un centro para
examinarlos en toda su pureza”. Es algo así como potenciar nuestra voluntad para extraer todo lo posible del
objeto de concentración, es lo mismo que cuando concentramos los rayos del sol con una lupa. Cuando
centramos así nuestra mente, aumentamos su poder de concentración y, cuanto más concentración, mayor
poder para no permitir que la mente se desvíe hacia otras cosas.
La verdadera concentración debe ser tal, que nos absorbamos en el objeto o motivo, de tal manera que no nos
enteremos de cualquier ruido que haya a nuestro alrededor. Esto se puede empezar a practicar -aunque no es
fácil- intentando leer un libro donde haya gente hablando, hay que ser capaces de cerrar los sentidos a todas
las influencias externas, de tal manera que no tengamos conciencia de nada más que de la lectura del libro.
La concentración llega a unir la naturaleza espiritual del hombre con la del objeto o motivo de concentración,
porque la concentración -profundización- va eliminando lo externo y superfluo, para llegar a lo profundo y
verdadero. Con este ejercicio, no solamente obtenemos poder de concentración, desarrollo de la voluntad,
paciencia y persistencia, sino que además es muy útil para el desarrollo de la clarividencia. Con este ejercicio
“limitamos el campo de atención”, para concentrarnos y tener una visión o percepción más clara, y una
conciencia más real del objeto.
Podríamos decir también, que cuando el hombre trabaja internamente con todos los medios posibles -lo que
intento hacer con este libro-, está trabajando de fuera para adentro, está penetrando en busca de su Espíritu,
y cuando llegue a cierto punto, el Espíritu se manifestará hacia el exterior, mostrando entonces el aspirante,
un semblante relajado, sereno y bondadoso.
La concentración hace que el hombre progrese de menos a más, por ejemplo: De un amor frío o indiferente, a
un amor simpatizante, de éste, a un amor de pareja, de éste otro, a un amor fraternal hacia una persona que
apreciamos de corazón, y de éste último, a amar a toda la humanidad sin distinción de raza, credo, etc. Todo
depende del propósito de la concentración y de la meditación (de la que hablaré en el próximo capítulo) La
concentración nos da la oportunidad de descubrir la parte infinita y espiritual en lo finito y material, es decir,
si no nos dejamos llevar por emociones y sentimientos negativos, por medio de la concentración podemos ver
lo más bello y espiritual de la persona que queremos observar, y si una vez hecho esto, manifestamos Amor,
estaremos ejercitándonos para amar a toda la humanidad puesto que todos somos hermanos.
La concentración es imprescindible para conseguir cualquier meta en la vida, el éxito se obtiene por medio de
la concentración, lo mismo que obtenemos mayor grado de comprensión de un libro cuando nos
concentramos en su lectura. El dominio de la mente, los deseos, emociones y acciones por medio del
propósito y de la concentración, puede llevar a cualquier persona a conseguir lo que desea; digo más, el
progreso -las invenciones- no llegaría a ser si no fuera por la concentración de la mente sobre el motivo
deseado para extraer algo nuevo. Todos los filósofos, Escuelas de ocultismo, Maestros espirituales y cualquier
escuela o persona que estudie la evolución del hombre, han observado y pueden observar, lo beneficiosa que
es la concentración. Todos la han utilizado y recomendado como la mejor manera para sacar más provecho
de su estudio y para el desarrollo interno. ¿Qué es la oración o la repetición de un mantra sino la
concentración de la mente sobre una determinada frase? Y, sin embargo, eso hace fluir del interior de la
persona un sentimiento inexplicable que llamamos “fraternidad, amor, etc.”
La concentración en “Amor” nos puede hacer olvidar el “odio” hacia otra persona, así, si nos concentramos en
pensamientos y sentimientos positivos, anularemos la envidia, los celos, la arrogancia, el miedo, etc. Si la
persona practica con concentración los ejercicios y conocimientos de este libro, llegará a cambiar de carácter
y de hábitos, luego entonces, hasta en eso nos puede servir la concentración. Dice Annie Besant, que el
estudiante de ocultismo “Debe empezar a practicar la concentración cultivando un estado ecuánime y sereno
en la mente, y que su vida debe estar limpia, y sus pensamientos puros para concentrarse en asuntos
elevados y cultivar la constancia y la devoción... Cuando ha obtenido cierto grado de dominio mental debe
practicar la concentración, algunos minutos a diario, sobre algún motivo abstracto o elevado objeto de
devoción.. Se debe dominar la mente hasta conseguir tal tranquilidad y fijeza que pueda retirar su atención
del mundo, del cuerpo y de sus sensaciones, siempre y cuando quiera, para aplicarla al punto más elevado
que se pueda alcanzar”. Por la concentración de la mente en temas abstractos, podemos descubrir una nueva
vida superior a la que normalmente tenemos, y el que lo haga con motivos de devoción, descubrirá a Dios en
todo y comprenderá que todo está en Dios.
Como todo en la vida, la concentración se debe de comenzar por ejercicios sencillos sobre las cosas que nos
rodean, pero hay una cosa que sí hay que tener en cuenta siempre, y es que no hay que ponerse tenso, hay
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que relajar la mente. “Poned el objeto o la imagen delante de vuestra mente y concentraos de una manera
tranquila, como cuando estáis viendo una película en el cine”; para ver los detalles no es necesario el esfuerzo
mental, también los podemos ver con una mente relajada. “Comenzad por practicar cinco minutos diarios,
primero observad el objeto, y luego concentrad la mente poco a poco para que sólo exista ese objeto, el objeto
debe ser del mundo en el que está vuestra conciencia; esto se puede hacer con los ojos cerrados o abiertos,
pero no es necesario fruncir el ceño ni poner en tensión los músculos del cuerpo”. La concentración puede
practicarse constantemente, pero debe hacerse sin esfuerzo, de una manera persistente y relajada,
deshaciéndose a la vez de las agitaciones del cuerpo de deseos. Con la práctica, cada vez se necesitan menos
minutos para extraer lo que deseamos o quedar satisfechos del ejercicio; sin embargo, cuanto más
adelantamos más desearemos practicar la concentración sobre ciertos motivos.
Cuando la persona que practica la concentración tiene conocimientos esotéricos y sabe cómo el Ego domina
la mente y sus vehículos, ya tiene mucho a su favor, porque lo tendrá todo más claro, más al alcance de su
mano, y además desarrollará una gran confianza propia. Esto es lo mismo que cuando se nos avería un coche,
si tenemos conocimientos mecánicos, antes averiguaremos cuál es la avería.
La confianza propia desarrolla o facilita la concentración así como la observación facilita el desarrollo de la
memoria, pero también es cierto que el escepticismo y la incertidumbre son obstáculos que nos perjudican.
La concentración se puede utilizar de dos maneras en nuestra vida cotidiana y en cualquier sitio:
1ª. Utilizando la mente para pensar en determinadas cosas relacionadas entre sí o que son parte de un mismo
tema, como por ejemplo todos los conocimientos esotéricos.
2ª. Concentrándonos en todo lo que hacemos continuamente, esto es polarizar la mente por medio de la
concentración, es iniciar una tendencia o un hábito que nos puede ser muy útil en nuestra vida cotidiana.
Pongamos un ejemplo: “Una persona quiere quitarse la costumbre de pensar mal sobre otra”, entonces, si
cada vez que le viene a la cabeza se concentra voluntariamente en esa persona y lo hace en alguna de sus
cualidades o virtudes, estará polarizando su forma de pensar -su mente- hacia esas cualidades, y a la vez, está
abandonando la parte negativa. Este ejercicio de concentración, unido a un sentimiento de verdadera
amistad, puede dar como resultado una sincera relación de los dos.
Cuando nos concentramos constantemente en lo que hacemos, estamos desarrollando la voluntad, pero
también estamos polarizando las acciones, sentimientos y pensamientos en una determinada línea de
actuación que se relaciona con nuestro propio desarrollo. Por lo tanto, es conveniente tener claro lo que
queremos desarrollar o conseguir, para ir polarizando nuestra mente hacía ese campo. A la hora de escoger el
motivo de concentración, es preferible hacerlo sobre algo positivo de una persona cualquiera o de nosotros
mismos, esto es una manera de no aumentar el deseo por lo material. Si además, es un ser fuera de lo común
-un ideal elevado- aprovecharemos la concentración para que nazcan sentimientos elevados sobre la
humanidad; es preferible esto que no permitir a la mente deambular de un sitio para otro. Para que haya
triunfo externo tiene que haber trabajo interno, el triunfo se obtiene dependiendo de lo que se busca y de
cómo se busca.
La concentración es la esencia y la base de todo conocimiento, porque si no hay concentración no hay toma
de conciencia, el hombre pierde mucha energía por medio de sus creaciones mentales innecesarias y
absurdas, sin embargo, si concentra su mente en todo lo que hace, ahorraría energía y sacaría más provecho
de las experiencias. El hombre concentrado comete muchos menos errores que el que no lo es, porque es él
mismo quien actúa, y de la otra forma son sus sentimientos y pensamientos los que obran libremente.
Dicen los yoguis de la India que el yoga sirve para unir al hombre con Dios, bien, pues la concentración sirve
para eso. Es como utilizarla para ir perforando en lo material hasta descubrir el Espíritu, es controlar los
sentidos y la mente, y enfocar la voluntad hacia el Espíritu.
Hay varios procesos para concentrar la mente:
1º. Controlar la mente para evitar la intromisión de lo externo y así no perjudicarnos en nuestra búsqueda.
2º. Absoluta sinceridad en pensamiento, palabra y obra.
3º. Profundizar a lo más profundo del motivo de concentración.
Si hemos trabajado con los ejercicios y el conocimiento dado, nos habremos dado cuenta que estamos
cambiando interiormente, somos más sensibles a lo espiritual y humano, y estamos descubriendo un mundo
nuevo. Al comenzar la práctica de la concentración, nos daremos cuenta que algo se revela y nos hace más
difícil este ejercicio, porque no admite la disciplina mental, aún así, seremos unas personas más relajadas y
serenas, llenas de calma, bienestar y seguridad interna. Esto es sólo el principio, debemos practicar durante
el día los ejercicios que podamos, porque todos ellos nos llevan a contactar con nuestro Espíritu o, al menos,
a ver la vida desde otro punto de vista. No debe de cesar el anhelo, el esfuerzo ni el ardor, la practica debe de
ser constante; la meditación, la observación, la contemplación, la adoración etc., son pasos hacia la
iluminación del Ser, pero esto no se consigue si no hay voluntad y concentración.
Sabemos que los hábitos se adquieren por medio de la repetición, si queremos crear hábitos espirituales por
medio de la concentración, debemos desarrollar la persistencia y la paciencia para el desarrollo de los
mismos y para destruir los malos hábitos que ya tenemos adquiridos. Es conveniente elegir unas
determinadas horas del día para hacer todos estos ejercicios y así practicar, siempre que podamos, la
concentración. También es conveniente hacerlo siempre en el mismo sitio, -asiento, habitación, etc.- porque
ese hábito nos facilitará mucho el ejercicio, de hecho, el día que no le hagamos, nos lo recordará el Ego y lo
echaremos de menos.
Hay quien le gusta hacer estos ejercicios con algún motivo alentador de tendencia espiritual o mística, pero
es aconsejable tener en cuenta lo siguiente:
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1ª. No carguéis la habitación de cosas extrañas o raras, tenedla sencilla y con cosas naturales
2º. Si utilizáis incienso procurar utilizar el que utiliza la iglesia -es una fórmula propia que tienen desde hace
siglos y tiene muy buen efecto- o, si utilizáis otros, procurad que sea el de Benjuí, Olívano o, como último
recurso, el de Sándalo. Estos inciensos armonizan y equilibran la atmósfera, crean un ambiente espiritual y
devocional, y atraen elementales que están en esa misma vibración positiva, por lo tanto, no ocurre como con
los otros inciensos que atraen otros elementales que estimulan otros deseos inferiores y poco recomendables.
Los motivos para la concentración pueden ser muchos, algunas personas elegirán frases abstractas o
mantrans incomprensibles, otros elegirán una simple palabra u oración cuyo significado le haga sentir algo
bello y espiritual dentro de ellos mismos. Pero de un modo u otro, al crear un sentimiento o emoción fuerte, y
por medio de la repetición, nos introduciremos en tal y profundo estado de concentración, que adquiriremos
el poder de conectarnos o desconectarnos cuando queramos. De todas formas, es conveniente comenzar con
ejercicios simples, como por ejemplo, concentrarse en una semilla para que por medio de la imaginación
creativa, veamos cómo de esa semilla se forma una flor que a su vez echa más semillas similares.
Este ejercicio es el segundo más importante que da la Fraternidad Rosacruz para que el aspirante al
Discipulado llegue a desarrollar la percepción espiritual o clarividencia. Este ejercicio lleva al aspirante a
“obligar al cuerpo de deseos a realizar el mismo trabajo dentro del cuerpo físico, mientras éste está
completamente despierto, positivo y consciente, como cuando aquél está fuera durante el sueño o en el
estado post-morten”.
Como ya vimos cuando hablé de los chacras o vórtices, éstos son una especie de sentidos para el cuerpo de
deseos, como lo son los del cuerpo físico para el mundo físico, pues bien, la concentración trata de ponerlos
en movimiento de una manera consciente. Esos chacras están en su mayor movimiento después de la muerte
y cuando dormimos, y por eso somos conscientes en el mundo astral, pero cuando volvemos a entrar en el
cuerpo físico casi se paralizan y, por lo tanto, perdemos esa conciencia del mundo astral y adquirimos la de
vigilia. Así llegamos a la conclusión, de que la clarividencia se adquiere por medio de “despertar
conscientemente” ese movimiento, pero de tal manera que no haya ningún peligro para el cuerpo físico.
MECÁNICA DEL EJERCICIO
Los Hermanos Mayores de la Fraternidad Rosacruz recomiendan hacer éste ejercicio nada más despertarse
por la mañana, para ello no es necesario hacer ninguna cosa ni preparación de ninguna clase, más bien al
contrario. Si se puede, no hay que moverse para nada, hay que acomodarse y relajarse. El motivo de hacerlo
así es porque el Ego acaba de entrar en el cuerpo físico -cuando nos despertamos- y se han ralentizado los
chacras, sin embargo, es el mejor momento para hacer contacto consciente con el Mundo del Deseo. El
trabajo principal es relajar el cuerpo físico para que las conexiones entre éste y el de deseos estén bien
sintonizadas y el cuerpo se sienta en el mismo estado que se encontraba cuando estaba dormido, pero, con la
diferencia de que el Ego está dentro y está despierto. Así es como ponemos en funcionamiento esos vórtices
del cuerpo astral.
La concentración debe ser total en este ejercicio, debemos estar totalmente absortos en el motivo de la
concentración y no enterarnos de nada del exterior, de esta forma conectaremos con esos mundos invisibles
hasta que llegue el momento en que nos venga el aspecto espiritual del motivo de concentración. De esta
forma, los chacras van haciéndose fuertes en el cuerpo físico para que, poco a poco y con persistencia, se
desarrolle la total clarividencia.
Los motivos deben ser, siempre que se pueda, de naturaleza elevada, abstracta y de tal forma que haga a la
persona salir de su mundo mental rutinario y le lleve fuera del tiempo y el espacio. Dice Max Heindel “No hay
mejor fórmula que los cinco versículos del Evangelio de San Juan. Tomándolos como base, sentencia por
sentencia y una mañana tras otra, a su debido tiempo darán al aspirante una percepción admirable del
principio de nuestro universo y del mérito de la creación. Una percepción que está más allá de cuanto
podemos aprender en los libros”
“Después, -sigue aconsejando Max Heindel- de mantener la concentración durante cinco minutos, es
conveniente que expulsemos la imagen o idea sobre la que estamos concentrados, para dejar la mente en
blanco y relajarla, hasta ver si nos viene o penetra algo y se muestra en ese vacío. Así, cuando se desarrolla el
poder de traer a la visión interna alguna cosa, estaremos capacitados para observar e investigar cualquier
cosa de los mundos invisibles”. Cuando conseguimos esto nuestra aura brilla y atrae la atención de un
Maestro, Éste será quien nos enseñe a funcionar conscientemente y a defendernos de los peligros del mundo
del deseo.
“Recordad que a mayor evolución mayor humildad y sencillez en la forma de vida, se trata de pasar
desapercibido y no mostrar lo que somos o tenemos por encima de las personas. Si alguna vez conseguís esta
clarividencia, no lo contéis -es fácil que la perdáis- no la utilicéis para beneficio propio ni para curiosear
nada, solamente debe ser usada para ayudar a la humanidad y de una manera amorosa y desinteresa. Podréis
investigar en los mundos ocultos, pero procurad que el conocimiento que saquéis sea para darlo como ayuda
a las personas que lo necesiten o lo busquen. Si lo utilizáis para ver los cuerpos invisibles de alguien, que sea
para advertirle de una enfermedad o para ayudarle de cualquier otra forma. El aspirante debe mirar todo
cuanto le ocurre durante la concentración como una cosa sagrada y debe guardarlo estrictamente para sí
mismo”.

***

LA MEDITACIÓN
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“La meditación es un proceso ordenado por medio del cual


el hombre se puede unir a Dios”

CAPÍTULO XII
LA MEDITACIÓN
La meditación es un método práctico por medio del cual nos ponemos en contacto con las regiones
superiores del Mundo del Pensamiento. Gracias a la meditación, la personalidad se une a su Yo Superior y
éste, desde supropio mundo, influye en los vehículos inferiores de diferentes formas. Cuando conseguimos
esto, podemos darnos cuenta que nuestra conciencia nos habla de cosas nuevas, y nos manda “imágenes” que
reflejan los arquetipos de ese mundo, y del cual no mucha gente tiene contacto consciente.
La meditación eleva al hombre más allá del Mundo del Deseo, si en este mundo practicamos la adoración y la
oración por medio de la meditación,nos elevamos a lo abstracto a través del conocimiento y la comprensión.
El místico dice que medita en Dios, pero su meditación está centrada en el cuerpo de deseos de donde sale su
devoción, fervor y oración, por el contrario, el ocultista no se centra en su cuerpo de deseos ni en su corazón,
sino que por el conocimiento y la imaginación medita en las regiones de la mente para superar su naturaleza
emocional. El verdadero ocultista tiene que aprender a sentir y meditar de tal manera que esté centrado en el
corazón y la mente, o sea, pensar con el corazón y sentir con la mente. Es cierto que se alcanza los mundos
espirituales por dos caminos, uno es el camino de la fe -del místico que no necesita ninguna explicación
razonada- y otro es el camino del intelecto, por medio del cual buscamos lo Divino y espiritual en todas las
cosas de una forma razonada y comprensiva.
Está escrito que “En Dios vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”, si nosotros somos parte de Dios y
estamos en Él, tiene que haber algún medio para contactar con Él. Uno de ellos es la meditación, porque
gracias a ella llegamos a unirnos a nuestra alma individual e inmortal y cuando esto ocurre, comprobamos
que ya no existe en nosotros el concepto de un Dios externo. La meditación hace que nuestras creencias sean
comprobaciones y que las teorías sean experiencias probadas. Dice Alice Bailey en su magnífica obra “La Luz
del Alma”: “Por medio de la meditación, desaparece gradualmente lo que oscurece la Luz y, cuando la
conciencia se refleja en la instancia espiritual, entonces se obtiene la percepción del Yo”. Por lo tanto,
podemos asegurar que la meditación es un proceso ordenado por medio del cual el hombre se puede unir a
Dios, es parte de los métodos naturales que necesita el Ser humano para evolucionar y, a su vez, es el medio
de transformación y reorientación de las fuerzas mental, emocional y física para revelar al verdadero Yo.
La meditación hace que obtengamos conocimiento espiritual por medio del conocimiento común y del
cuerpo mental, digamos que nuestra mente se expande por medio del conocimiento y la meditación hasta
llegar a obtener Sabiduría. Este es el resultado de la relación entre la personalidad y el Alma, el Alma tiene
directo control sobre el cerebro físico y así se purifica el cuerpo de deseos y termina por manifestar el amor
divino en lo material. De esta manera, dos diferentes vehículos se unifican y forman un sólo cuerpo armónico
cuya fuente de energía espiritual es el Yo Superior. Como consecuencia de todo esto, se desarrollan los
poderes del Alma de una manera natural, según el dios interno domina y dirige sus vehículos.
Con la concentración enfocamos la conciencia sobre un objeto o tema determinado para aumentar el poder
de visualizar correctamente, para practicar la meditación tenemos que tener en cuenta los siguientes
elementos principales:
1º. Nosotros como pensadores voluntarios (Yo Superior)
2º. La mente como instrumento que necesitamos utilizar.
3º. Lo que vamos a meditar
4º. El impulso o energía que ponemos y que traerá un efecto.
Lo ideal es llevar una vida equilibrada, moral, emocional y mentalmente, porque en la meditación el
instrumento físico que utilizamos es el cerebro, y éste es la avenida del cuerpo de deseos y del mental, por
esto debemos observar y transformar los sentidos inferiores para equilibrarlos y ponerlos en sintonía con el
Yo Superior. Así el sentimiento personal debe ser desechado para fortalecer y mantener la mente con una
firme voluntad en la Luz de la verdad que ya comenzamos a captar.
Para practicar la meditación es necesario tener un gran anhelo de superación espiritual, pero no es necesario
pensar que para meditar se necesita algo especial, pues no es así. Todos tenemos muchos conocimientos y
experiencias guardadas en el subconsciente y por medio de la meditación nos sorprenderemos por los
descubrimientos que se pueden hacer, de las facultades que se pueden desarrollar y de la percepción que
podemos adquirir; pero eso sí, debe haber persistencia, sobre todo al principio. A la meditación se la llama
“el camino soberano de la unión” o “ciencia de la coordinación”, porque con ella aprendemos a coordinar las
diferentes naturalezas hasta llegar a la “unificación” del Yo Superior. Para llegar a esto, hay que tener
presente que deberíamos tener una vida consagrada a estos ejercicios, de tal manera que el pensador o Yo
Superior, organice su vida desde el punto de vista “práctico” de la concentración y la meditación, y sobre
todo, para no permitir a la mente divagar, dejarse llevar por otros pensamientos ajenos, y menos aún por el
cuerpo de deseos.
El aspirante debe practicar la concentración y la meditación en todas sus actividades diarias hasta el punto de
poder centrar o retirar su mente de forma voluntaria de cualquier objeto que desee. Por medio de la
meditación, la mente está controlada por el Yo Superior, no dando opción a que la mente se ponga en contra
de nuestra voluntad, se adquiere el poder de pensar más claramente, porque además de grabar las
52

experiencias normales en el cerebro y subconsciente, grabamos lo que recibimos de los mundos elevados y
nos hacemos coordinadores. La parte emocional y de deseos del hombre también queda controlada y no
entorpece el desarrollo interno, además de adquirir intuición y capacidad para pensar. Cuando aquietamos y
controlamos los sentidos también se ponen en actividad los centros de la cabeza -cuerpo pituitario y la
glándula pineal- y con el tiempo establecemos un puente magnético que nos puede traer la iluminación. Todo
esto es fruto de tener dominada la mente y de una vida disciplinada en los ejercicios de concentración y
meditación.
Hay muchas personas que son poco mentales y se cansan rápidamente de hacer estos ejercicios, así no
conseguirán nada más que dejarse llevar por la corriente de las circunstancias, sin aprovechar apenas las
experiencias. Para meditar a diario hay que fijarse un determinado lugar y horario, para empezar con sólo
quince minutos es suficiente ¿Quién no tiene esos pocos minutos libres? Estos ejercicios dan más resultado
cuando lo hacemos por la mañana cuando venimos del Mundo del Deseo, porque, no estamos cansados por
las actividades del día y la mente es más fácilmente manejable. Si comenzamos el día con un ejercicio
espiritual o devocional, tendremos sus buenos efectos durante todo ese día y además estaremos formando un
buen hábito.
La imaginación y la visualización tienen un papel importante en la meditación porque son las causas
subjetivas de muchos de nuestros efectos objetivos, esta práctica nos lleva a acelerar la manifestación del
ideal que queremos formar. Cuando por la meditación visualizamos determinada forma espiritual, atraemos
cierta vibración de materia mental que está de acuerdo con el motivo de la visualización, y así le damos vida
en nosotros mismos.
Voy a dar a continuación un ejercicio dado por Alice Bailey que creo que es muy interesante y que, como dice
ella, ha demostrado su efectividad con muchas personas.
1º. Hay que lograr la mayor comodidad física posible.
2º. Visualizar el triple yo inferior -físico, emocional y mental-
A: En contacto con el Yo Superior
B: Como canal de la energía del Yo Superior que por la mente llega al cerebro para controlar el cuerpo físico.
3º. Hay que concentrarse definida y voluntariamente para mantener la mente fija en ciertas palabras para
aclarar su significado en la conciencia.
4º. Pronunciar con la atención enfocada las siguientes palabras: “Más radiante que el Sol, más puro que la
nieve, más sutil que el éter, es el Yo, el Espíritu que reside en mí; Yo soy Ese Yo. Ese Yo soy Yo”
5º. Concentrarse sobre las palabras “Dios tú me ves”.( No debe permitirse a la mente vacilar cuando se
concentra en la significación)
6º. Se termina diciendo la afirmación final: “Hay una paz que a toda comprensión trasciende; reside en el
corazón de quienes viven en lo Eterno. Hay un poder que todas las cosas renueva; es el que vive y se mueve
en quienes saben que el Yo es uno.”
Aunque parece ser que es una meditación para principiantes, también es cierto que debe dar unos muy
buenos resultados, pero hay que tener en cuenta dos cosas en cualquier la meditación:
1ª. Que este proceso no debe ser un trabajo frío y rutinario
2ª. Que la mente debe estar “activa y ocupada con las ideas” y no en el esfuerzo por estar concentrado.
También hay que tener en cuenta que como la meditación está basada en un objeto o motivo, es conveniente
definir alguna línea de actuación, esta puede ser:
1ª. Meditar sobre la naturaleza de la forma.
2º. Sobre la cualidad.
3º. Sobre el propósito
4º. Sobre la vida que anima esa determinada forma.
La meditación es un acto creativo de uno mismo, porque con la ayuda de la concentración hacemos que salga
al exterior el Yo Superior, la persona que no tiene concentración ni medita, tiene poco dominio sobre sí
mismo, y por lo tanto se deja llevar por las circunstancias de la vida y por su cuerpo de deseos. Quien tiene
capacidad de concentración y quien medita, comprende y lleva a la práctica los más elevados conceptos de la
vida, porque por medio de meditar sobre ellos alcanza un alto nivel de comprensión. Hay que tener claro que
la meditación no es atraer algo a nosotros, sino elevarlo para alcanzar el pensamiento y el sentimiento más
claro sobre ese motivo desde el punto de vista espiritual. Es decir, que es más provechosa cuando la hacemos
sobre los asuntos de la vida, para así corregir y enriquecernos con el fruto de la misma y añadir nuevas
propuestas más elevadas para el futuro.
Meditar es “obstruir las actividades exteriores y mantener el pleno fluir de la energía consciente”. Para
conseguir esto debemos dejar de enfocar nuestra atención en el cuerpo físico, y olvidar -durante la
meditación- todos los problemas y cosas que nos puedan entorpecer emocionalmente. A la vez, debemos
elevar la conciencia hacia lo sutil y abstracto, para que las ideas y sentimientos elevados ocupen nuestra
mente siempre que podamos, de esta forma podemos hacer que:
1º. Podamos captar algo elevado de los mundos superiores.
2º. Que nos elevemos en alas de la aspiración, hasta llegar al reino de lo Divino y desarrollar el carácter en
sentido positivo, y fijar en él las cualidades o virtudes que deseamos.
Dice E. Wood en uno de sus libros prácticos que “Si una persona no se quiere complicar en la meditación,
medite en su ser interior”. Este es un buen principio para llegar a desarrollar esa frase tan conocida en el
mundo del ocultismo que dice: “Hombre conócete a ti mismo”. Para conseguirlo, debemos profundizar tanto
en ese ser interior, que nos debemos olvidar totalmente de nuestro cuerpo físico y mejorar y transformar la
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forma de la mente. Primero hay que dar la forma, y después ocuparnos del crecimiento para así tener
verdadero poder y libertad para acabar con lo inferior y poder desarrollar el amor. Debemos ser francos con
nosotros mismos y definir muy claramente nuestros propósitos, para así poder fijar los medios que
necesitamos para alcanzar la meta fijada. Si aún somos muy materialistas e interesados, debemos trabajar
sobre esa faceta y reconocer que es así, para ir directamente hacia ella y transmutarla. Recordar que la
eficacia de la meditación no se obtiene cuando hay división de opiniones en nosotros mismos, ni conflictos
con los deseos, sino cuando alcanzamos la paz interna.
Si queremos conocernos a nosotros mismos por medio de la concentración, deberíamos comenzar por
meditar en nuestros propios cuerpos. Por ejemplo, podemos meditar en esta frase: “Yo no soy ello”, o sea,
meditar por qué nosotros no somos el cuerpo físico, el emocional y el mental, con esto veremos que no somos
nuestras emociones, pensamientos, ni hábitos, sino que son nuestros cuerpos y su manifestación. A
continuación deberíamos meditar en la frase: “Yo no soy tu” viendo que la manifestación en sentimientos,
deseos, costumbres, etc., forman lo que podría ser una personalidad, y así entender que ese “yo” tampoco
somos nosotros mismos, porque nosotros les podemos usar y cambiar como ocurre con los cuerpos. Por
último, nosotros como conciencia, nos identificamos con el verdadero Yo, y es entonces cuando decimos: “Yo
soy Yo”, porque esa conciencia somos nosotros mismos y no nos podemos cambiar, alterar ni reducir. Para
conseguir esto, es imprescindible utilizar la voluntad para discernir y percibir la naturaleza interior de las
cosas, esta práctica se debería fomentar a todas nuestras actividades diarias para aumentar el poder de la
voluntad, del amor y del pensamiento.
Tanto para la concentración como para la meditación, es imprescindible que tengamos la mente bajo el
control de nuestra voluntad, para que no se desboque y ande de un lado para otro, si la dejamos actuar a su
antojo, poco provecho conseguiremos de ella. El mundo ha llegado a ser lo que es, gracias al dominio mental
que algunas personas hicieron para así conseguir cierto progreso en los muchos aspectos de la vida, por lo
tanto, bueno es que empecemos a hacer que la mente se vuelva hacia el interior y que no se pierda por el
exterior.
Hay algunas cosas que el aspirante debe tener en cuenta en la meditación. Como ya he dicho, dependiendo de
lo que meditemos así estimularemos el cuerpo de deseos, por lo tanto hay que tener mucho cuidado con lo
que elegimos para meditar. No es conveniente elegir cosas que nos exciten, de alegría, llanto, tristeza, etc., la
meditación debe ser serena y relajada, y para ello hay que saber con qué tipo de energía estamos trabajando.
Otra cosa sería estar atento a lo que meditamos, imaginamos o visualizamos para no dejarnos llevar por esas
imágenes y para grabar correctamente en el cerebro el resultado de la misma. Mas adelante estudiaremos un
ejercicio en el cual juega un papel muy importante la visualización, como ejemplo pondremos a Cristo, pero
ahora veremos algo al respecto. Cuando una persona se pone a meditar sobre un personaje elevado, místico o
cualquier otro similar, debe tener cuidado con lo que visualiza para no dejarse llevar por el personaje mismo
como si verdaderamente le hablara o le dijera que haga tal o cual cosa. Hay que tener en cuenta que estamos
trabajando en la región etérica del mundo físico y no en la región de los arquetipos del mundo mental, que es
donde verdaderamente están estos seres espirituales, por lo tanto esas imágenes son creaciones nuestras. Sin
embargo, es cierto que se nos puede presentar alguna imagen de ese mismo ser, creadas y mantenidas vivas
por las mentes de otras muchas personas; en este caso, vendrían gracias al principio de polaridad.
Algunas personas escriben sobre hechos que en estos ejercicios les ocurren o ven, para contarlas como algo
muy especial, y otros van más allá y escriben libros y dan conferencias, diciendo los maravillosos contactos
que tienen con maestros, y llegan incluso a mostrar cierto orgullo y complejo de superioridad. Esto no puede
ser cierto, cuando un Maestro enseña a un elegido es porque está preparado, y no cabe en él el más mínimo
orgullo ni nada parecido, pero además, está lo suficientemente preparado como para no contar nada, ya que
es uno de sus deberes como discípulo. Otros casos en los que no hay que fiarse ni tomárselos muy en serio, es
cuando una persona recibe un mensaje en la meditación a modo de inspiración o por cualquier otro medio.
Hay que meditar mucho sobre lo que significa ese mensaje y para qué sirve -si es que sirve para algo útil -,
estos suelen ser catastrofistas, para decir algo sobre alguien, o para crear orgullo o engañar a la persona que
lo recibe. Es muy conveniente meditar sobre estos resultados, los Maestros tienen un trabajo relacionado con
toda la humanidad en común, y no pierden el tiempo en hacer algo en sentido personal, luego entonces, no
pueden ser ellos, pero además, un Maestro no diría las cosas que normalmente cuentan estos supuestos
contactados.
Sobre los Ángeles casi no merece la pena decir nada, quien sepa verdaderamente quiénes son los Ángeles,
comprenderá que un Ángel no puede tener un contacto con un cuerpo físico, ni mucho menos coger a un Ser
humano como instrumento para enseñarle o inducirle para que hagadeterminadas cosas. Los Ángeles
están por encima de la humanidad, y su labor con nosotros no es esa, porque para eso están los Hermanos
Mayores y Maestros de diferentes grados de iniciación. Algunas personas llegan a contactar con el Mundo del
Deseo o con el mental, pero al fin y al cabo, es lo mismo para lo que se refiere a los contactos o aún peor,
porque pueden contactar con arquetipos o imágenes creados por otros y que se han hecho muy fuertes y
poderosas a través de los años y siglos. Estos arquetipos o imágenes les pueden dar mensajes bonitos, pero si
se meditan y se tiene un conocimiento serio sobre todas estas materias, se puede comprobar que tienen muy
poca credibilidad. Otros sacan de sus subconscientes, toda una serie de grabaciones que ellos mismos
hicieron hace años, y de esta forma también puede sentirse engañados. Resumiendo, muchas personas se
pueden engañar a sí mismos por medio de la meditación visualizada y concentrada, pero además, y esto es lo
peor de todo, es que luego engañan a otros -ignorantemente- por medio de sus escritos, conferencias, etc.
Esos, al fin y al cabo, tienen disculpa, pero cuando quienes escriben saben -que los ha habido, hay y habrá-
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que no existe ningún contacto sino que todo es fruto de su imaginación creativa, esos quizás no sepan el mal
que están haciendo y el karma que se están creando.
Naturalmente que, como todos estamos evolucionando por muy diferentes caminos, necesitamos de todos los
medios a nuestro alcance, por lo tanto, habrá personas que les sea útil todos estos mensajes, y por medio de
ellos cambien su carácter y se hagan mejores personas pero, ¿Qué necesidad hay de dejarnos llevar por
fantasías o cosas poco serias de unos supuestos contactados, clarividentes y personas similares? Estas cosas
tienen su utilidad si solamente cogemos -por medio de la meditación y un razonamiento lógico- la parte útil
que nos puede ayudar en nuestro desarrollo interno, de lo demás debemos pasar totalmente ¿Por qué
creernos que una determinada persona ha contactado con un extraterrestre, Ángel o Maestro que le dicta
todas esas cosas -a veces absurdas- para formar una agrupación de elegidos o para fomentar una supuesta
misión en la tierra? ¿No tienen otros medios? Ya son muchos los casos (y abusos) que ha habido, donde las
personas han puesto sus ilusiones y dinero para que, al cabo de pocos años, esa agrupación de elegidos y
contactados desaparezca.
Tengo que decir que estos ejercicios mentales pueden hacer que un día cualquiera, determinada persona
pueda recibir una enseñanza o profecía totalmente seria y verdadera, pero eso no ocurre tanto como dicen
muchas personas que les pasa a ellas, además, suelen diferenciarse bastante de todo lo mencionado
anteriormente. Según Alice Bailey, hay otros peligros que pueden surgir por medio de la meditación, aconseja
que si surgen problemas de insomnio, nervios, dolor en la cabeza, sensación de plenitud o vibraciones que
molestan en la cabeza etc., debería abandonarse temporalmente la meditación para luego comenzar por
practicarla no más de quince minutos diarios. Otras personas - ocurre más en las mujeres- sienten ansiedad,
irritabilidad o ganas de llorar, esto es por su naturaleza emocional; hay otros casos que pueden traer más
problemas, pero he de dejar bien claro que nunca se debe meditar sobre temas relacionados con el sexo, ni
nada que nos pueda llevar a actuar de una manera inmoral o en contra de las leyes sociales. Por último,
aconsejo no meditar en la parte inferior del cuerpo, plexo solar y órganos sexuales, estos centros son más
peligrosos de lo que muchos piensan. Es preferible meditar sobre cosas abstractas para elevarnos a la cabeza,
o sobre cosas relacionadas con el Amor místico, el altruismo, la sabiduría, el servicio o, una simple oración;
aunque parezca que no, el trabajo interno siempre será más provechoso. Hablando de oraciones, voy a
recomendar una oración para que meditéis sobre ella - además de repetirla a menudo- intentad meditar
sobre el significado de cada una de sus frases, y preguntaros: ¿Lo llevo a la práctica? ¿Cuántas veces? ¿Cómo
y con qué sentimiento lo hago? ¿Lo puedo practicar constantemente? ¿Qué beneficio puedo hacer con ello a
otros? etc. Esta es una oración muy bonita en su verdadero significado y nos puede ser muy útil para nuestro
desarrollo espiritual.
¡ Dios mío!
“Ayúdame a servir a los demás,
y a ver el bien en todo mal;
para hacer todo con Amor,
y ser tu instrumento de Paz”
¡A Tus pies me arrodillo para que sea Tu voluntad!.
MEDITACIÓN
“Explicaré un ejercicio de meditación algo abstracto para que tengáis tiempo suficiente como para olvidaros
totalmente del mundo externo. Comenzad por meditad sobre la materia de la que está echo vuestro cuerpo
físico, esta materia es una de las muchas modalidades o estados en que se manifiesta la materia etérica o
primordial. Imaginad como esta materia se descompone hasta llegar a sus elementos originales, hasta llegar
a ser un tipo de energía de una determinada vibración -de acuerdo a vuestra evolución-, esto lo debéis hacer
intentando tener vuestra conciencia fuera del cuerpo físico, en la cabeza. Observad cómo las células son el
resultado de otras combinaciones hasta llegar a los electrones que giran alrededor de un núcleo central a
modo de sistema solar. Una vez aquí, podéis ver y comprender que en realidad todo es energía, lo visible y lo
invisible proceden de un mismo “Todo” o Principio, y se manifiesta en diferentes estados de conciencia, vida
y materia.
Si todo procede de ese Todo manifestado, y en ese Todo visible e invisible se muestra inteligencia y vida, -el
sistema solar, el cuerpo físico, etc.- significa que vuestro cuerpo físico es parte de la materia de ese Todo
manifestado, así como vuestra vida debe ser vida de esa Vida manifestada que hace que todo en el Universo
se mueva. Si todo se mueve como dirigido y controlado por una inteligencia, significa que esa inteligencia es
Todo y, si vosotros sois inteligentes, significa que habéis adquirido el conocimiento de esa Inteligencia, pero
además, si hacéis esto, es porque tenéis voluntad de aprender y experimentar. Esto significa que tiene que
haber una Voluntad Universal que ha creado todo lo que vemos y que no vemos, y si hay una Voluntad, tiene
que haber Algo que no sabemos Quién o Qué es, pero que “Es”. Por lo tanto, eso es la fuente de donde nace la
manifestación para que haya actividad, así es que, vosotros tenéis que ser parte de Él o Ello, porque tenéis en
vosotros mismos todo lo que Él tiene o manifiesta.
Esto es sólo una pequeña base para que empecéis a meditar, con la práctica, podréis estar hasta varias horas,
porque este tema es inmenso y abstracto y por su medio podéis elevar la conciencia, quien le guste podrá
disfrutar con él y además profundizar mucho más en todo lo mencionado. Espero que así sea.

***

MEDITACIÓN
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Antes de nada y como para cualquier otra meditación y relajación, ponte en una posición cómoda de tal
manera que no tengas que estar pendiente de ninguna molestia, la mejor posición es la que haga que te
olvides cuanto antes de tu cuerpo físico. A continuación, relaja todo tu cuerpo comenzando por los dedos de
los pies, suelta todos los músculos e imagina que tu sistema nervioso está bajo tu control y por lo tanto te
obedece. Sigue relajando todo tu cuerpo desde las piernas hasta el tronco, luego pasa a los dedos de las
manos y brazos, y a continuación relaja muy profundamente la zona de tu cuello, esto es muy importante.
Procura que tu columna esté más o menos recta y la barbilla un poco inclinada hacia adelante, luego termina
por relajar toda la cabeza, párpados, mejillas, mandíbulas, frente, etc. Este no es un libro de relajación y por
eso sólo doy las líneas generales para que cada uno practique a su manera o como mejor pueda.
Después de la relajación estarás mejor preparado para meditar sobre ti mismo como Yo Superior. Una vez
relajada también la mente y teniendo en cuenta que eres tú el dueño de la misma, comienza el siguiente
ejercicio: Comienza por repetir la frase “Yo soy Yo”, pero intentando causar la sensación de que estas por
encima de la mente y fuera del cuerpo. A continuación añade estas otras frases “Yo no soy el cuerpo físico,
soy su dueño y puedo hacer con él lo que quiera” “Yo no soy mis deseos ni mis pasiones, yo estoy por encima
de ellos y las puedo transformar porque tengo el Poder del Espíritu” “Yo no soy mi mente y, por lo tanto,
puedo utilizarla para pensar cuando y lo que Yo quiera”.
Sin dejar de repetir “Yo soy Yo”, combinad estas palabras con las frases mencionadas anteriormente, pero
siempre con el sentimiento y la convicción de que verdaderamente tenéis todo ese poder y estáis por encima
de esos vehículos. Debéis hacer todo lo posible para intentar sentiros por encima de ellos, utilizad la
imaginación y la visualización si os hace falta, pero el sentimiento debe ser de comprensión y el
convencimiento, de que todo es verdad y de que luego y a partir de la meditación, vais a poder hacer todo lo
que meditéis. Meditad sobre vuestra forma de ser en la vida diaria, y ved como el “Yo” no se puede manifestar
porque está velado por los deseos y por la mente. Meditad y ved de qué manera y cómo muchísimas veces a
diario, perdéis la oportunidad de doblegar estos instrumentos. Meditad y comprender cómo y cuándo debéis
imponeros sobre vuestros cuerpos para hacer lo que vosotros queréis como Yo Superior. Estad atentos a no
desviaros hacia otras cosas y pensamientos, tenéis que utilizar la mente para lo que vosotros queráis y para
crear los sentimientos que creáis conveniente. Vosotros sois el Poder y como tal, teneis que identificaros con
el Yo Universal, no caigáis en la tentación de pensar que vosotros hacéis las cosas; pensad que “vuestro
cuerpo hace lo que queréis; que vuestro cuerpo de deseos desea lo que vosotros queréis sentir y desear; que
vuestra mente piensa lo que vosotros queréis pensar; y que podéis dominar siempre y en todo lugar a
vuestros instrumentos.
Si queréis facilitar este ejercicio durante el día y desarrollar esa conciencia, intentad observad cómo se
expresan esos vehículos, estad pendientes de lo que hacéis para dominarlos, guiarlos y educarlos. Debéis ser
vosotros mismos, debéis llegar a dominarlos de tal manera que sea el Yo Superior, quien se manifieste en
pensamiento, palabra y obra. Dad libertad a todos vuestros ideales elevados y espirituales y a vuestros deseos
amorosos y desinteresados, actuar siempre de una manera justa, honrada y noble, así manifestareis lo que
verdaderamente sois: “Una parte del Amor Infinito que se manifiesta con Sabiduría a través de su
Inteligencia y de sus Actividades en el mundo físico.

***

LA OBSERVACIÓN
“La observación favorece el desarrollo de
la voluntad, la meditación y el discernimiento”
(ver desenho verso pág.1)
CAPÍTULO XIII
LA OBSERVACIÓN
La observación trata de que la persona enfoque la mente en todo lo que le rodea, es como si la persona
misma se expandiera hasta contactar con esos objetos o personas que se encuentran cerca de él en todo
momento. Una vez hecho esto, puede estudiar con detalle los objetos y las circunstancias.
Normalmente, las personas vamos por el mundo “mirando sin ver” y “oyendo sin escuchar”, pasamos por el
mundo sin apercibirnos de todo lo que nos rodea y ocurre a nuestro alrededor, es como si nuestra vista se
perdiera en ningún sitio. Sin embargo, cuando actuamos como observadores a través de una lupa, nos
favorece para el desarrollo de la meditación, concentración, voluntad, discernimiento, y para grabar en el
subconsciente todo lo que vemos; así aumentamos también el poder de la propia memoria. La observación es
imprescindible para la comprensión de las cosas y para que queden impresas en la conciencia, también
podemos decir que, según el grado de observación sobre las cosas, así será el grado de grabación o
memorización en el subconsciente.
Normalmente podemos llevar a la práctica dos clases de observación, una la del mundo exterior que nos
rodea, y otra la del mundo interno; una la podemos practicar mientras estamos activos, y otra mientras
estamos descansando sin nada que hacer. Dentro de estas dos formas de observación es conveniente que
sean voluntarias y no involuntarias y sin atención, porque esas sirven para muy poco. Cuando observamos
con atención el mundo que nos rodea, se nos despierta el interés por muchas de las cosas que vemos, este
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interés le podemos aprovechar a la vez, para sacar provecho por medio de la meditación y el discernimiento.
Por ejemplo, si observamos como dos personas discuten porque uno le ha empujado a otro sin querer, si
comenzamos a discernir y a meditar a partir de la observación desde el principio de los hechos,
aprenderemos principalmente dos cosas: 1ª. Que lo podían haber evitado por medio del diálogo, la
comprensión y la tolerancia, y 2ª. Que aprendemos la lección para que, cuando nos ocurra a nosotros, no
reaccionemos así. Por lo tanto, es conveniente observar con interés y atención.
La observación también desarrolla el interés y la memoria, y de esto nos podemos dar cuenta porque cuando
somos viejos ya no prestamos la misma atención, -no observamos el mundo que nos rodea y parece como si
perdiéramos facultades mentales-. Es muy conveniente ejercitar la observación pero, teniendo siempre claro,
que no debemos tener la atención puesta en varios sitios a la vez. Hay quien opina que para mejor provecho
de la observación, deberíamos observar tan profundamente que nos tendríamos que olvidar de nosotros
mismos. Para ver si nuestra observación va en aumento, coged un objeto que tenga muchos detalles y
observadlo durante un minuto, luego, anotar todos los detalles que hayáis visto, al siguiente día, coged el
mismo objeto y haced lo mismo, comprobaréis que cada día vais viendo más detalles. Esto también se puede
hacer en el interior de una casa, con un paisaje, etc. Por medio de la observación alimentamos la mente y
obtenemos el beneficio de la disciplina. La observación lleva a la obtención de las facultades cognoscitivas
por medio de los sentidos, la impresión mental resulta de la observación consciente de las cosas. Una de las
cosas que hay que tener en cuenta en la observación, es que no hay que hacerlo en conjunto, sino por
detalles, por ejemplo: forma, color, tamaño, con qué se relaciona, qué nos recuerda, de qué está echo, etc.
La observación es el empleo de los sentidos como medio de obtener información del mundo que nos rodea,
por eso es muy importante que observemos todo lo que vemos y lo que nos ocurre sin perder el menor
detalle. El motivo principal es porque haciéndolo así, las grabaciones de la memoria consciente serán iguales
que los recuerdos que se graban automáticamente en el subconsciente; esto es una manera de mantener un
equilibrio armónico en nuestro aspecto mental y sentimental. Este ejercicio también se relaciona con la vida
que tenemos en el purgatorio después de la muerte.

***

EL DISCERNIMIENTO

“El discernimiento es la facultad que nos permite


distinguir entre lo verdadero y lo falso”

CAPÍTULO XIV
EL DISCERNIMIENTO
El discernimiento también tiene mucha importancia en el desarrollo interno y espiritual del Ser humano, es
un complemento de la observación, ya que primero tenemos que aprender a observar para luego poder sacar
conclusiones lógicas y razonadas. El discernimiento es la facultad que nos permite discernir entre lo
verdadero y lo falso, entre lo esencial e importante y lo efímero e insignificante, separando así la realidad de
lo falso e ilusorio.
Ya hemos expuesto muchos razonamientos que nos pueden servir como ejemplo de lo que es el
discernimiento. Cuando queramos practicar este ejercicio de una manera sencilla, no tenemos que hacer
nada más que analizar los mismos hechos de la vida, lo que hacemos y lo que decimos, porque la misma vida
cotidiana nos brinda muchas oportunidades para discernir entre lo verdadero y lo falso. Pongamos unos
ejemplos simples, si nos recomiendan un libro en el cual hablan de que los Ángeles vienen en naves
espaciales para hacer no sé qué cosa al Ser humano, gracias al discernimiento y al conocimiento esotérico,
podemos llegar a la conclusión de que si no tienen cuerpo físico para qué necesitan una nave. Estamos
acostumbrados a decir que nosotros somos el cuerpo físico, gracias al discernimiento nos daremos cuenta
que el cuerpo es una cosa, las emociones otra y la mente otra. Quiero decir que el discernimiento es el
resultado de la utilización de la mente por el Ego, -en su propio plano- para ver y analizar un hecho o
situación, y sacar unas conclusiones lógicas y razonadas por medio del conocimiento que tenemos, tanto
consciente como del que nos pueda venir en forma de intuición o del subconsciente.
La lógica es el mejor instructor que tenemos, y por eso, cuando hemos aprendido a observar con toda
claridad, podemos empezar a practicar el discernimiento en todo lo que nos rodea para cultivar las facultades
razonadoras y sacar conclusiones de los actos. El discernimiento es la base para que se forme el Alma
intelectual, y éste es uno de los primeros pasos que necesitamos para dirigirnos a la vida superior. El
discernimiento se basa en el agrupamiento de una serie de acontecimientos, cuando reunimos una serie de
hechos que han tenido que ver con determinada circunstancia, es cuando podemos discernir para sacar
conclusiones lógicas y razonadas. No se trata de agrupar para criticar y juzgar a nadie, sino que se debe hacer
para sacar conclusiones, para ver lo verdadero y lo falso desde el punto de vista del Espíritu -según el
desarrollo de cada uno- Si para hacer esto tenemos que hacer críticas sobre alguien -cosa que se puede evitar-
no interesa discernir sobre ese hecho. Las críticas deben ser siempre constructivas, deben señalar o indicar lo
positivo y las mejores soluciones para arreglar una situación; la crítica es destructiva como un huracán y no
ayuda, sino que entorpece y crea mucho mal en todos los mundos. La crítica y el juicio deben ser hechos
siempre con ánimo de ayudar a la persona a salir de ese mal o situación, y no para empeorarle moral y
espiritualmente. Cuando señalemos una falta, que sea para decir cómo se puede superar. En la pequeña
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oración que he escrito anteriormente y que recomiendo practicar a menudo, digo: “Ayúdame a servir... Y a
ver el bien en todo mal”, éste es un buen ejemplo de discernimiento, ¿Cómo puede haber bien en lo que
aparentemente es malo? Sí, lo hay, porque el mal es un bien en formación y si sabemos discernir, lo
encontraremos.
De esta forma vemos, que después de la concentración, (donde desarrollamos la voluntad y el poder de la
mente), y después de practicar la meditación para profundizar en el motivo u objeto y contactar con lo
verdadero que hay de ello, debemos practicar la observación y el discernimiento. Los dos primeros ejercicios
son más bien de trabajo interno, y la observación y el discernimiento son para analizar y sacar conclusiones,
son ejercicios externos, éstas son herramientas que facilitamos al Ego para acelerar así su desarrollo y
evolución.
***

LA CONTEMPLACIÓN

“La contemplación
lleva a la unión con el Alma Universal”

CAPÍTULO XV
LA CONTEMPLACIÓN
Este ejercicio se debe practicar después de haber adquirido cierto desenvolvimiento, porque de otra manera
no obtendremos resultados. Naturalmente y aunque sea así, nos ayuda en la concentración y en el desarrollo
de la voluntad. En la contemplación no es necesario hacer nada de las cosas que hacemos con los otros
ejercicios, no es necesario meditar, imaginar o visualizar, sino que lo único que debemos hacer es contemplar
el motivo u objeto que hayamos elegido. En la contemplación es el Ego quien tiene el papel principal, cuando
contemplamos, cesamos todas las actividades externas y el Ego se pone en contacto con la personalidad para
centrarse en el motivo de la contemplación y registrar lo que emana de ése fenómeno espiritual que se
esconde detrás de lo material. Este ejercicio es un proceso de unión de lo transcendente con lo
intranscendente, es una manera de entrar en el reino del alma para comprobar la verdad, es una manera de
percibir en el cerebro físico lo que el Alma percibe.
Con lo único que se trabaja en la contemplación es con la concentración de la mente. Se trata de fijar o
concentrar nuestra atención sobre un objeto, pero con la intención de ver su aspecto o parte espiritual y
etérica. He dicho que no es necesario que meditemos, pero tampoco digo que no se haga, porque la
meditación nos puede ser de ayuda para llegar a esa parte espiritual. Sin embargo, la meditación debe ser a
modo de introducción a la contemplación, o sea, que meditemos un corto tiempo y sin poner mucho esfuerzo
para que sea superficial; cuando comprendamos que por la meditación nos hemos acercado a la parte
espiritual, entonces debemos dejar la meditación y practicar la contemplación.
La contemplación es una etapa superior de la mente, ya que con ella penetramos a través de la forma y
contactamos con el espíritu que está en los mundos espirituales. Pongamos un ejemplo: Una persona que sea
muy devota elegirá una imagen que le despierte los mejores sentimientos espirituales como motivo para la
contemplación, entonces se pondrá a contemplar la imagen con devoción, adoración y todos los mejores
sentimientos, hasta llegar al más completo olvido de sí mismo; intentará penetrar esa imagen hasta
encontrar algo nuevo y vivo, y cuando lo encuentre sentirá una especie de éxtasis espiritual. Esta sería
aproximadamente la contemplación de un motivo de devoción o de una persona de tendencia mística. Como
es lógico, la contemplación tiene muchos motivos para practicar, dependiendo si la persona es de tendencia
religiosa o intelectual, pero de una forma u otra, hay que tener siempre en cuenta estas cosas:
1ª. Que no debemos dejar de enfocar la atención sobre el motivo hasta olvidarnos del cuerpo físico y de todo
cuanto nos rodea
2ª. Que la mente debe estar activa y expectante continuamente y no dejarla decaer hacia cierto grado de
pasividad.
Para esto es bueno hacernos a la idea de que tenemos que concentrar y alcanzar un punto muy profundo en
ese motivo de contemplación, esta idea debe estar muy clara.
Si no hay actividad e intención de “profundizar hasta encontrar” mientras contemplamos, no conseguiremos
mucho. Se trata de elegir un motivo, y por medio de todo lo que le rodea y se relaciona con él, llegar a su
principio mismo de manifestación. Cuando nos hemos servido de todos los elementos de la misma naturaleza
que el motivo tiene para llegar a lo más profundo del mismo, lo dejamos e intentamos llegar al verdadero
arquetipo que se encuentra en las regiones superiores del mundo del pensamiento. Dicho de otra forma,
cuando la atención ha abandonado todos los elementos complementarios, la mente se mueve con todo su
poder, como si no existiera otra cosa que ella misma, en dirección al Espíritu interno de lo que hayamos
elegido. Si continuáramos con el ejemplo anterior, diríamos que, cuando el devoto se vale de imágenes o del
conocimiento que tiene sobre un determinado personaje místico, y llega a profundizar tanto en la vida de ese
personaje que ya no puede continuar profundizando más, entonces es cuando debe centrar su voluntad de
contemplar en la imagen y no pensar en nada más, sólo debe contemplar y esperar; entonces y con la
práctica, será cuando aparezca la parte espiritual que está más allá de la mera imagen material.
Hay ocultistas que aconsejan que la contemplación se practique de tal manera, que la persona no se sienta
separada del motivo para que no haya sentimiento de separatividad y de relación entre el motivo y la
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persona. Esto es difícil, pero no imposible, porque debemos identificarnos de tal manera con el motivo, que
debemos olvidarnos de que existimos y de que estamos separados de ese motivo de contemplación; así nos
introduciremos y seremos uno con su naturaleza abstracta o arquetípica. Hay quien ha comparado este
ejercicio con nuestra actitud cuando en la oscuridad o en un día de niebla, esforzamos nuestra vista para
penetrar y conseguir ver lo que nos oculta. Cada persona meditará en lo que más le plazca, pero hay que tener
presente siempre que hay que agotar las posibilidades hasta llegar al principio. Cuando contemplamos un ser
viviente, es bueno que comencemos por ver su naturaleza física, que luego pasemos a su aspecto emocional, y
-si es una persona- por último, veamos su aspecto mental, así llegaremos al límite y nos quedaremos absortos
contemplando su naturaleza interna para ver si se nos aparece su Espíritu. Pero cuando es un ser que nos
causa devoción, entonces no debemos reprimir esos sentimientos, sino que, al contrario, debemos
manifestarlos hacia ella.
Pongamos otro ejemplo: Decidimos contemplar la imagen de Cristo, primero nos valemos del conocimiento
amoroso y espiritual que tenemos sobre Él para manifestar todo lo mejor que tenemos, y luego nos unimos a
Él e intentamos penetrar en Su naturaleza interna, así podremos sentir lo que creemos que Él sentía y pensar
lo que Él pensaba. Cuando dejamos eso a un lado, nos encontramos con que no podemos continuar, y
entonces tenemos dos salidas, 1ª. Contemplamos la imagen sin pensar en nada más hasta ver si se nos
presenta algo de su naturaleza interna. 2ª. Llegamos a comprender que es Dios, e intentamos verle como un
Ser Supremo. Si contemplamos un objeto, también nos podemos valer de ciertos aspectos de su naturaleza
para llegar a su interior, pero no podemos hacer mucho más, sólo esperar a que su Espíritu nos hable,
naturalmente, repito lo dicho antes, hay que estar con la mente activa y alerta, entonces es posible que esa
forma material desaparezca y se nos muestre en su forma de vida.
Cuando un aspirante ha trabajado con la concentración y la meditación, y llega, por medio de la
contemplación, a ver la vida que hay detrás de cada forma material, puede seguirla y comprobar que esa vida
se relaciona con otras, y al final resulta ser la Vida Una universal. Un buen ejercicio de contemplación es
hacerlo con nosotros mismos, ya lo hemos explicado en otro sitio como motivo de meditación, pero en este
caso se trata de llegar a nuestra propia naturaleza interna y a contemplar nuestro propio Espíritu con la clara
idea de que es parte del Espíritu Universal. ¡Concentrad la mente ahí y contemplad el Yo Superior!
***

LA ADORACIÓN

“La adoración
es la común unión del Alma con el Espíritu”
CAPÍTULO XVI
LA ADORACIÓN
La adoración es un aspecto mental diferente, una nueva etapa dentro de la evolución espiritual del Ser
humano. Lo mismo que en la contemplación nos ayudamos con la meditación, concentración o imaginación,
así, en la adoración es imprescindible la contemplación, porque la “adoración” es algo así como
“identificarnos con algo superior y ser uno con ello por medio de adorarle”; es como si fuéramos un rayo del
Sol y por la adoración hacia éste nos fuéramos acercando a él. Este ejercicio es una facultad del Espíritu y no
es fácil -como ocurre con la contemplación- conseguir desarrollarlo hasta obtener un resultado; Max Heindel
opina que sin la ayuda de un Maestro no se consigue. La adoración consiste en sacar algo nuevo de lo más
profundo de nuestro Ser, para unirlo a lo más profundo o fuente de todo lo existente, porque aunque algunos
se quedan extasiados con cualquier motivo de adoración, la Vida, el Principio o Fuente de todo, es Una -Dios-
. La adoración nos lleva a identificarnos con Dios, y cuando alcanzamos cierto éxtasis ocurre algo nuevo
dentro de nosotros.
Este ejercicio se debe hacer -si tuviera que seguir un orden- después de haber obtenido resultados con la
contemplación, pero esto no significa que no se pueda hacer, porque todos estos ejercicios ayudan a elevar
nuestra naturaleza interna y hacen que nuestra aura brille y atraiga la atención de los Maestros. Nadie debe
pensar que porque en esta vida no adquiera ningún poder ha perdido el tiempo, no es así, todos estos
ejercicios nos ayudan mucho en la vida y actividades cotidianas, y se puede asegurar que por su medio
alcanzaremos un gran desarrollo moral, mental y espiritual. Pero también hay que decir que obtener poderes
no es lo más importante, eso nos tiene que dar igual, la única preocupación que debemos tener es ser cada
día mejor y mejores servidores de la humanidad, haciendo esto y practicando los ejercicios, podemos
asegurar que estamos actuando bien en todos los sentidos.
La devoción es un complemento o fase de la adoración y, por hacer alguna mención sobre ella, diré que
cuando sentimos o tenemos devoción por algún ideal o ser elevado nos ayuda a subyugar los instintos
animales. La devoción, como actitud emocional, pasiva y no intelectual, la suelen escoger como línea a seguir
las personas de tendencia mística, y según la intensidad emocional y la persistencia en los ejercicios, llegan a
desarrollar y acelerar la vibración de la materia de su cuerpo emocional, hasta que alcanzan ese éxtasis
religioso del cual nos habla Sta. Teresa de Jesús.
El místico profundiza tanto en el amor religioso, que la devoción resultante le hace sentir la “Verdad” sin
necesidad de buscar explicaciones razonables. Estas personas viven por la fe y no tienen un mundo muy
amplio para trabajar lo que sienten ni para explicar nada, la parte intelectual apenas influye en su vida, ellos
sólo viven internamente y no piden ni necesitan explicaciones, sólo viven por la fe y el amor. El problema es
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que no saben como trabajar mentalmente para mejorar a la humanidad, porque no razonan para ver cómo
pueden hacerlo, sienten pero no practican el discernimiento apenas, y lo ideal es que sientan y razonen para
ver como pueden utilizar sus sentimientos para beneficio del prójimo. Lo mismo ocurre con el intelectual, si
no siente, si no desarrolla los sentimientos de compasión y fraternidad, no podrá hacer algo inteligentemente
útil para el bien de la humanidad. Por esto, como ya he dicho “debemos pensar con el corazón y sentir con la
mente”.
***

LA ORACIÓN

“La oración nos permite abrir un canal


para que la Vida y la Luz Divina, puedan fluir hacia nosotros”
CAPÍTULO XVII
LA ORACIÓN
La oración fue enseñada por las Jerarquías Superiores a la humanidad, como medio para elevar su
naturaleza interna a través de puros y elevados pensamientos. Ésta ha sido usada desde que el Ser humano
cayó desde su naturaleza espiritual a lo pasional y al egoísmo, y por eso fue dada con la intención de que
tuviéramos un medio para pedir ayuda a Dios a través de esas Jerarquías. El propósito de la oración es que el
devoto pueda conectar con los planos superiores.
A través de la evolución humana hemos podido comprender que cuando comenzamos a utilizar la mente no
existía la religión, la humanidad se guiaba por el sentimiento y el egoísmo, y era capaz de dar la vida por
defender a los suyos, en aquella época éramos casi insensibles a las vibraciones espirituales. Las Jerarquías
que entonces guiaban a la humanidad decidieron que nos tenían que ayudar para que el Espíritu, (como
naturaleza superior), pudiera adquirir dominio sobre la inferior, y entonces sometieron a la personalidad al
“miedo”. Esto es lógico, si nos hubieran dado una religión de amor -que es la religión del futuro- no lo
hubiéramos comprendido como tampoco lo comprendería un hombre primitivo en nuestros días. Así nos
enseñaron que había un Dios fuerte y poderoso, que tenía poder sobre la naturaleza, y que le debíamos
temer. Más adelante nos enseñaron que había un Dios "dador”, que si le obedecíamos nos iría todo mejor, y
que si no le obedecíamos nos mandaría toda clase de calamidades. A continuación nos enseñaron la ley del
“sacrificio”, y como éramos tremendamente egoístas y materialistas, nos costaba mucho sacrificar nuestras
posesiones, sin embargo, nos convencía lo que nos decían que si sacrificábamos algo de nuestras
pertenencias, Dios nos las devolvería multiplicadas. Por último nos enseñaron que hay un cielo, y que si le
queremos alcanzar tenemos que sacrificarnos nosotros mismos y no nuestras propiedades, debemos
sacrificar la naturaleza inferior, la personalidad, y aquí es donde nace la fe de que algún día alcanzaremos el
cielo.
La fe es la que nos abre el camino para la comunicación con Dios y con la naturaleza superior que nos da vida
y poder, la duda, sin embargo, nos deprime y ciega; la fe y la esperanza nos animan y la duda y el
escepticismo deprimen y entristecen. Por eso, debemos tener claro que la fe nos abre el camino hacia la
espiritualidad y hacia el conocimiento de la verdad. Esta fe debe ser como la de un niño, que sin
conocimientos y sin punto de vista sobre nada, no se pone a razonar para encontrar respuestas a sus dudas,
es una fe ciega pero natural y sin ningún tinte de fanatismo. La fe no debe ser ciega ni irrazonable, sino que
debe ser un estado mental abierto, tranquilo y sin prejuicios. En todos estos pasos a través de la evolución
humana, la humanidad ha utilizado la oración de muy diferentes maneras, pero hoy que hemos vencido el
egoísmo que nos hacía orar para recibir o intercambiar cosas con Dios, debemos practicar la oración como
medio de abrir un camino hacia Dios y para estar en perfecta armonía con Él.
Se puede considerar que cada acto es una oración que hacemos, y que bajo la ley de Causa y Efecto nos traerá
los resultados correspondientes, cuando persistimos en una misma línea de acción es como si orásemos, y
por lo tanto, en su momento vendrá la respuesta. Esta es al fin y al cabo la base de la oración, con la
diferencia de que la verdadera oración debe ser hecha consciente y voluntariamente para que alcance los
mundos espirituales y recibamos la mejor respuesta.
Como sabemos, el cuerpo vital, cuya nota-clave es la repetición, es el asiento donde se forma la memoria y
donde grabamos todos los hechos de nuestra vida, éste es el mecanismo para la oración y por eso está escrito
debemos “orar sin cesar”. Hay muchas personas que no admiten el beneficio de la oración y su ayuda, porque
dicen que el hombre no puede cambiar las Leyes Divinas, pero eso no es correcto, porque no debemos pensar
que todas las circunstancias de la vida están sometidas a la fatalidad; el hombre tiene libre albedrío para
practicar la iniciativa.
El valor de la oración viene dado por el pensamiento que ponemos en ella, es decir que aunque parezca que la
oración es un conjunto de palabras que no pueden alcanzar al Espíritu, el pensamiento es el encargado de dar
significado o crear la idea para que una vez creada, podamos sentir en el corazón. La oración debe ser clara,
sencilla y concisa, no hacen falta palabras o frases inútiles o pomposas, cada palabra debe tener su objetivo
para despertar una idea y conmovernos interiormente, nos debe hacer reflexionar; si no es así, de poco nos
servirá. Por eso se dice que: “La verdadera oración científica, es uno de los métodos más poderosos y eficaces
para encontrar la gracia delante de nuestro Padre, y recibir la inmersión de la Luz espiritual, la cual
alquímicamente transforma al pecador en santo y le envuelve con el velo dorado del luminoso Cuerpo-Alma”.
Pero no nos engañemos, con la oración solamente no podemos conseguir ese Cuerpo-Alma (cuerpo espiritual
futuro de la humanidad), si no dedicamos las 24 horas del día, tanto despiertos como en sueños, a actuar de
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manera que nuestros pensamientos, palabras y obras sean una oración para la iluminación y santificación,
nuestras plegarias no alcanzaran el Reino de Dios, y por lo tanto, no recibiremos Su bendición.
La oración nos permite abrir un canal para que la Vida y la Luz Divina puedan fluir hacia nosotros -como un
interruptor que permite fluir la corriente eléctrica cuando se acciona- Si oramos por motivos mundanos, lo
contrario al amor y a la ley del Bien Universal, nuestras oraciones serán inútiles. Debemos quitarnos de la
cabeza que, cada vez que nos acerquemos a nuestro Padre sea para pedirle algo ¿Cómo actuaríamos si
tuviéramos un hijo así? El aspirante sincero nunca pedirá bienes materiales, sino más bien iluminación
espiritual con la más elevada intención de utilizarla para beneficiar a la humanidad. Cuando nos acercamos
al Padre con alabanza y adoración, nos ponemos en un estado receptivo que nos acerca a nuestro ideal y en el
que podemos experimentar un descenso de la Gracia del Espíritu sobre nosotros. Cuando hagamos esto,
aprenderemos de una manera directa que la oración es un poderoso método, que debe ser usado para
perfeccionar nuestra capacidad de reconocer la Luz Divina.
La oración continua y de corazón es muy útil incluso para obtener el perdón por los males que hemos
causado a otros, además, perdonando a los que nos han ofendido (para eliminar los malos sentimientos)
purificamos nuestros cuerpos etéricos. Esta oración continua, hecha conscientemente y de corazón, nos eleva
al Trono de Dios para ofrecernos a nosotros mismos como sacrificio. Sentarse en silencio y cerrar la puerta a
lo material, y la petición hecha por simples palabras no dan resultado. Cuando oramos fervorosamente y con
tal sinceridad que nuestros sentidos externos se calman y cierran, y cuando la oración es inegoísta, es cuando
el Poder Divino de Dios nos manda sus bendiciones de muy diferentes maneras.
La oración no debe ser un ejercicio mental sin sentimientos, se necesita cierta cantidad del sentimiento
apropiado para que tenga efecto y pueda alcanzar su destino, debe haber un intenso fervor para que sea
efectiva. El amor, la riqueza, el poder y la fama son las cosas más deseadas por la humanidad, pero eso es en
una fase inferior y más material a la que debe desear el verdadero aspirante espiritual. El aspirante a la vida
superior debe transformar el amor egoísta en nobles aspiraciones, aquéllas que son del alma y abrazar a
todas las personas sin distinción de raza, credo y religión. La riqueza que debe desear es la de la abundancia
de oportunidades para servir a los demás; el poder que debe desear es el que sirva para elevar a la humanidad
y, la fama que debe desear no debe ser ninguna, o en todo caso la que aumente la capacidad de enseñar por
cualquier medio, la verdadera Luz que pueda dar consuelo a los corazones dolorosos.
Las personas que estamos ocupados en el trabajo del mundo pensamos a menudo que estamos alejados e
impedidos para orar por tal razón, pero si hacemos todas las cosas como si fueran para Dios y somos
cuidadosos, veremos que estamos orando siempre y que con el tiempo se nos presentarán otras grandes
oportunidades que jamás hubiéramos soñado. Debemos cultivar un anhelo de unión, que haga que nuestros
pensamientos estén siempre dirigidos hacia Dios, como cuando dos enamorados se vuelven a encontrar
después de algún tiempo sin verse y se produce ese “éxtasis” entre ellos. Esta es una preparación
absolutamente esencial para la oración, y si volamos hacia nuestro Padre de la manera indicada, la Luz de Su
Presencia, y la dulzura de Su Voz, nos enseñará y nos acariciará más allá de nuestras más ardientes
esperanzas.
Una de las cosas que concurren en la oración es el lugar donde se hace, cada oración ya hablada o en
meditación, cada canto de ruego, las lecturas litúrgicas, etc., si son hechas por un lector cuidadosamente
preparado que ame y viva lo que lee, derrama sobre el lugar de la oración la Gracia del Espíritu. De este modo
y con el tiempo, se construye un templo invisible alrededor del lugar físico, el cual, en los casos de una
congregación de devotos, se hace tan bello que trasciende todo lo imaginable. Este templo -que debe
construir el aspirante a la vida superior- no es un montón de piedras, sino una “cosa viviente” con un sonido
peculiar que proviene, a modo de poema, de los corazones de los devotos, místicos y todas las personas
buenas. Es un lugar maravilloso que vibra con la Fuerza Divina y es de inmensa ayuda para los fieles, porque
auxilia en el ajuste de las caóticas vibraciones del mundo, y las impregna con su aura como una verdadera
“Casa de Dios” para que se logre la adecuada actitud para la oración. De esta forma se ayuda a sí mismo el
aspirante al Trono de la Gracia Divina, allí ofrece su oración, plegaria y adoración que, en amorosa respuesta,
recibirá una nueva bendición espiritual que vendrá directamente del Padre.
Es cierto que no todo el mundo tiene la facilidad de tener un espacio para dedicarle como templo de oración,
y por eso dijo Cristo que “cuando necesitemos o queramos orar nos recojamos dentro de nosotros mismos”.
Por eso podemos orar en cualquier sitio, aún así, creo que todos podemos crear éste templo en cualquier
rincón de nuestra casa. No importa cómo sea ésta, lo importante es la separación invisible que nosotros
creamos con nuestras oraciones porque, en ese espacio, podemos recibir la Gracia de Dios. Hay que tener en
cuenta que una vez construido el templo, debemos mantenerle con nuestras oraciones, ya que si no lo
hacemos así, se desintegrará. Cuando nos dirijamos a éste santuario, nuestro Espíritu debe volar hacia
delante, como si pretendiera arrastrar a nuestro lento cuerpo y sentir anticipadamente las delicias que nos
tienen reservadas. Debemos olvidar todo lo demás, para sólo dejar lugar a los pensamientos reverentes que
debemos mantener durante el camino. Ésta es una experiencia real de quien ama verdaderamente a Dios, si
no tenemos este Espíritu, lo podemos cultivar y conseguir por medio de la oración.
Las invocaciones usadas para pedir cosas materiales entran de lleno en la magia negra, tenemos la promesa
de “Buscad primero el Reino de Dios y Su Justicia y todas las demás cosas se os darán por añadidura”. Cristo
puso el límite cuando enseñó “Danos hoy nuestro pan de cada día”, tanto si es para nosotros como si es para
los demás, debemos guardarnos muy bien de traspasar este límite en la oración, aún cuando oremos por
bienes espirituales, debemos evitar que se manifieste algún sentimiento egoísta en nuestra plegaria porque
destruiría nuestro crecimiento anímico. Más aún, si amamos a Dios por las alegrías que experimentamos en
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la dulce comunión con Él, somos tan egoístas como las multitudes que seguían a Cristo porque les había
alimentado. De todo esto puede surgir la siguiente pregunta ¿Cuál debe ser el motivo de la invocación y la
oración? La respuesta es: “Alabar y Adorar”. Tampoco es necesario que la invocación, ya sea hablada o
mental, sea mantenida durante todo el tiempo que dure la oración, cuando por medio del Amor y de la
Aspiración, impulsados por la intensidad de nuestro deseo, nos hemos acercado al Trono de nuestro Padre,
llegará un momento dulce, aunque en silenciosa comunión, más delicioso que cualquier otro estado
imaginable. Este momento es análogo a la felicidad de dos enamorados que pueden estar sentados uno al
lado del otro sin romper el silencio, que se hallan poseídos de demasiado amor para exteriorizarlo, un éxtasis
que trasciende en mucho el estado aquel en que las palabras que se dicen les sirven de entretenimiento. Así
también es el clímax final, cuando el alma “descansa” en Dios con todos los deseos satisfechos por tal
sensación de comunión expresados por las palabras de Cristo: “Mi Padre y Yo somos Uno”. Cuando se ha
alcanzado esta gradación, el Alma ha probado la quintaesencia de la alegría que causa la plegaria u oración, y
no importa cuán sórdido pueda parecer el mundo o cuán triste sea el destino al que tenemos que hacer
frente, el Amor de Dios que sobrepasa toda comprensión, es una panacea para todo.
Es muy conocido el hecho de que nada de valor se alcanza sin esfuerzo, todo lo que un hombre lleva a cabo,
otro hombre también puede hacerlo, y si empezamos a cultivar la fuerza de la invocación en armonía con las
Leyes espirituales especificadas anteriormente, llegará el día en que cosecharemos unos resultados que ni
siquiera nos podemos imaginar.
Cuando practicamos la oración mística en la que nos encontramos cara a cara con Dios, cuando todo está en
calma en nuestro interior, la voz silenciosa nos habla desde adentro y se manifiesta en nosotros para que
experimentemos la unidad que hace innecesarias las palabras; en ese momento sentimos en nosotros lo que
Dios mismo siente. Cristo nos enseñó la más sublime oración que pueda ser expresada en palabras y, sin
embargo, el verdadero devoto no necesita ir más allá de la primera palabra “Padre”, no quiere pedir nada,
porque tiene la promesa de “Dios es mi pastor, nada me faltará”. Hay un ejemplo que podría expresar más
exactamente esta actitud, esto es, “Un perro fiel mirando con muda devoción a la cara de su amo, toda su
alma reflejándose a través de sus ojos con gran amor”. Así mismo, y aún con más intensidad, le sucede al
verdadero místico que mira al Dios interno y lo proyecta en su Ser con una adoración silenciosa. De esta
manera podemos orar intensamente sin cesar, al mismo tiempo que trabajamos con gran celo en el mundo.
En el Padrenuestro que enseñó Cristo hay siete oraciones distintas y separadas, una para cada uno de los
siete principios del Ser humano; cada oración está particularmente adaptada para promover el adelanto de
ese principio al cual se refiere, esta oración es única como Cristo mismo.

***

ORACIONES
ORACIÓN ROSACRUZ
“No pedimos más luz, ¡oh Dios!, sino ojos para ver la que ya existe;
ni cantos más dulces, sino oídos para percibir las melodías actuales.
No pedimos más fuerza, sino el modo de utilizar la que ya poseemos;
ni más amor, sino habilidad para convertir el ceño en sonrisa.
No pedimos más gozo, sino poder apreciar su radiante presencia que nos circunda
para compartir con otros lo que ya tenemos de valor y alegría.
No pedimos más dádivas, amado Dios, sino solamente sentido para hacer el mejor uso
posible de los dones preciosos que ya hemos recibido de Ti.
Haz que dominemos todos los temores, que conozcamos todas las alegrías,
que seamos los buenos amigos que deseamos ser;
danos medios para enseñar la verdad que conocemos,
que amemos lo puro, que busquemos lo bueno, que elevemos poderosamente a todas las
almas para que vivan en armonía a la Luz perfecta de la libertad.”

PLEGARIA ROSACRUZ
(Si repites esta plegaria con regularidad, desarrollarás el conocimiento interno de un modo
científico y espiritual)

“Acrecienta mi amor por Ti ¡Oh Dios! Para poder servirte mejor cada día.
Haz que las palabras de mis labios y las meditaciones de mi corazón sean gratas a Tus ojos,
Señor, mi fuerza y mi redentor”
*
PETICIÓN
“Señor ayúdame a vivir cada día de una forma totalmente inegoísta,
de modo que cuando me arrodille ante Ti para orar,
mis plegarias sean siempre para el bien de los demás”

*
ANTES DE DORMIRSE
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“Dios Mío, de todo corazón te pido,


que esta noche mientras mi cuerpo descansa dulcemente en sueños,
puedo yo trabajar fielmente en la viña del Señor,
ya que mi Espíritu no necesita descanso”.

***

CAPÍTULO XVIII
AUTOPROGRAMACIÓN
En sentido general, trata de resolver de antemano lo que nos puede suceder, por medio de tomar una
resolución positiva y repetir el ejercicio todos los días. Si tenemos un problema con una persona, nuestra
resolución nos debe llevar a terminar de una manera amistosa con ella, para ello debemos prevenir nuestra
actuación de acuerdo a cómo ella puede actuar respecto a nosotros; es muy importante seguir el plan
seriamente trazado, porque le hemos hecho por la mañana cuando tenemos la mente y el cuerpo astral en
calma. También es muy importante que nos programemos incluso en lo que pensamos, cuanto más nos
visualicemos con buenas actitudes, palabras y pensamientos respecto a la persona o problema, más estamos
fomentando dentro de nosotros esa línea a seguir. En la autoprogramación debemos crear imágenes de
ayuda, buenos sentimientos y palabras de consuelo hacia la otra persona. Es importante que seamos sinceros
en el momento de la autoprogramación para que ésta sea correcta, y que nos pongamos en su puesto y
seamos optimistas para solucionar el problema.
Resumiendo, debemos ver lo que va a ser todo nuestro día, parándonos especialmente en los problemas con
personas o cosas para su estudio, meditarlos y crear las imágenes llenas de buenos sentimientos hasta ver
que ese problema se soluciona. Pongamos un ejemplo: Un problema con un compañero de trabajo. En este
caso tenemos que visualizarnos junto a él creando buenos sentimientos y pensamientos, y por supuesto, no
creando otros malos como lo veníamos haciendo, con esto solamente ya estamos haciendo dos cosas: 1ª. No
nos estamos creando un mal destino con esa persona, y 2ª. Estamos borrando y transformando lo malo que
teníamos en nosotros mismos por lo bueno y nuevo que estamos ejercitando. Después debemos continuar la
visualización y programación de manera que nos veamos como mandamos -en forma de luz- todo lo mejor
que le podamos dar, y ver cómo penetra en su aura para después compenetrar su cuerpo de deseos, mental y
físico, donde llega al corazón y le despierta buenos sentimientos hacia nosotros. A continuación pasaremos a
visualizar un encuentro en el que, de alguna manera, nos hablamos de una manera sencilla, relajada y
amigablemente. Así podemos continuar con otras muchas cosas más, lo importante es que no continuemos
creando malos pensamientos ni sentimientos contra él, porque esto anulará el trabajo y el buen efecto de este
ejercicio.
Alguien dirá que hay personas que no admiten volver a tener esa amistad, yo les digo que en la mayoría de los
casos -si se quiere y desea de corazón- si se puede conseguir, aunque cueste y sea un proceso lento. Lo
importante es que luego, en la vida real, lo intentemos porque si no lo hacemos así nuestra programación no
nos ayudará en nada. Este ejercicio lo recomiendo más bien para superar problemas personales y para
cambiar nuestra manera de actuar en determinadas circunstancias. También lo debemos practicar por la
mañana recién despiertos, quiero decir que debemos empezar a visualizarnos desde el momento en que nos
despertamos para, a continuación, ver cómo actuamos, pensamos ysentimos en todo momento, pero sobre
todo en determinados sitios y con determinadas personas con los que podamos tener inconvenientes.
Al crear este ejercicio me he basado en el conocimiento de que, antes de renacer el Ego en un cuerpo físico,
visualiza lo que va a ser su vida futura y colabora y se compromete a llevarla a cabo con toda su buena
voluntad, sabiendo que, lo adverso que tenga, serán deudas pendientes que debe intentar superar por el bien
de su propio desarrollo.
Con este método debemos prevenir los problemas que nos pueden surgir, para crear de antemano la línea de
actuación que debemos tener en esos momentos. Si normalmente somos alterados mental y emocionalmente,
debemos visualizarnos en ese justo momento y con esas mismas personas, de una manera relajada y
controlada. Debemos programar cómo vamos a actuar, para que por medio de la repetición de este ejercicio,
actuemos así en ese preciso momento, ya que nuestro Ego nos lo recordará. Pongamos un ejemplo: Si somos
una persona de las que se inquieta y enfada cuando conduce, y no aguanta los atascos de la circulación
porque siempre lleva prisa, entonces debemos visualizarnos en nuestro coche con un sentimiento de
comprensión y tolerancia respecto a los demás conductores. Debemos pensar que lo que algunos hacen lo
hemos hecho nosotros, o lo podemos hacer aún; que si estuviéramos en su puesto actuaríamos igual que ellos
y no nos gustaría que se metieran con nosotros; debemos visualizarnos conduciendo con una sonrisa en los
labios, tranquilo y relajado, porque sabemos que el enfado no nos lleva a ningún sitio; debemos visualizarnos
cediendo el paso a otros que a su vez lo agradecen; debemos visualizarnos, en fin, todo lo positivo que
podamos imaginar, con la seguridad de que, cuanto más lo repitamos, más fuerza tendrá el arquetipo que
estamos creando para recordarnos -nada más montar en el coche-, que tenemos que actuar así en todas las
circunstancias.
En el caso de que en la vida real no podamos solucionar el problema por culpa del rechazo de la otra persona,
no nos tiene que preocupar, porque nosotros estamos cumpliendo con las Leyes Divinas. Es un deber
humano terminar la vida en paz con todas las personas, para así no tener deudas pendientes con ellas para
otra vida, por lo tanto, si nosotros intentamos arreglar una situación de todo corazón y no nos admiten,
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nosotros nos libramos de ese mal como causa, y será el otro el que deba hacerlo frente como tal; pero eso sí,
no miremos esto con alegría o desprecio, sino más bien con pena de que un hermano se está creando un
karma que no le traerá nada bueno.
En estos casos es bueno sentirse un foco de Luz que alumbre allá donde estamos, esto nos predispone a ir con
una buena y espiritual intención. “Visualizad cómo durante todo el día, y particularmente ante esas
situaciones, tenéis un aura de luz muy grande y brillante; ved como rodeáis con vuestra aura a esas personas,
hasta ver cómo cambian todos los aspectos del problema; pensad que sois amor y, como tal, sois
instrumentos de Dios para solucionar el problema de la mejor manera. Visualizarlo con confianza y
optimismo, notaréis cierto sentimiento confortante y cierta satisfacción.
Recordar que quien persiste vence, y aunque digamos que no, todos podemos conseguir nuestros objetivos,
porque cuando nos ponemos a trabajar, siempre hay Seres espirituales y elevados que nos ayudan y que están
al lado nuestro para alentarnos y darnos fuerza, amor y luz.

***
EL PADRENUESTRO

EL PADRENUESTRO
En el Padrenuestro tenemos la oración más admirable que satisface todas las necesidades del Ser humano
como ninguna otra puede hacerlo, en pocas sentencias encierra todas las complejidades de la relación entre
Dios y el hombre. Para comprender perfectamente esta oración, hay que explicar antes algunas cosas
importantes.
El individuo actual, del cual tanto he hablado como personalidad, está compuesto de cuatro cuerpos: físico,
vital, de deseos y mental. Estos cuerpos se han formado por medio de la influencia del Espíritu en su
descenso desde el propio mundo de Dios hasta el mundo físico, donde estamos evolucionando. Como
intermediario y representante de ese Espíritu está el Ego, que en realidad es el verdadero Ser Interno o Yo
Superior, y éste es el que evoluciona vida tras vida a través de las experiencias y del fruto que recogemos
después de cada muerte física. Por lo tanto, en la oración del Padrenuestro debemos tener en cuenta los siete
principios siguientes: Un Espíritu que, como Dios mismo es triple -Espíritu Divino, Espíritu de Vida y
Espíritu Humano- y, cuatro vehículos o cuerpos -cuerpo físico, etérico, de deseos y mental-. El Ego o Yo
Superior, es en realidad, quien ora fervorosamente a Su Padre que está en los cielos en representación del
propio Espíritu. Dios como trinidad es: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Veamos el verdadero significado oculto del Padrenuestro.
“PADRE NUESTRO QUE ESTAS EN LOS CIELOS” Esta frase indica a quién va dirigida la oración, -a Dios,
que es Padre, Hijo y Espíritu Santo-
Las tres siguientes oraciones nos ponen en adoración ante Dios, para alcanzar la exaltación espiritual que
necesitamos para pedirle por nuestros cuerpos inferiores.
“SANTIFICADO SEA TU NOMBRE” El 3º aspecto de nuestro Espíritu, “el Espíritu Humano”, adora a su
contraparte en Dios: el Espíritu Santo.
“VENGA A NOSOTROS TU REINO” El 2º Aspecto o “Espíritu de Vida” adora a su contraparte: el Hijo
(Cristo)
“HÁGASE TU VOLUNTAD EN EL CIELO COMO EN LA TIERRA”El 1º Aspecto o “Espíritu Divino” se
arrodilla y adora: al Padre (primer aspecto de la divinidad).
Las tres siguientes peticiones las hace nuestro Espíritu a Dios -trino- para que atienda las necesidades de
nuestros cuerpos inferiores.
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“DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA” El “Espíritu Divino” pide al primer aspecto de Dios -al Padre-
por su contraparte material el “cuerpo físico”.
“PERDONA NUESTRAS OFENSAS ASÍ COMO NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS
OFENDEN” El “Espíritu de Vida” ruega a su contraparte -el Hijo- por su contraparte inferior el “cuerpo vital”
que es el asiento de la memoria.
“NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN” El “Espíritu Humano” pide a continuación al tercer aspecto de
Dios -el Espíritu Santo- para que atienda las necesidades del “cuerpo de deseos”, el gran tentador.
“LÍBRANOS DEL MAL” Por último y más importante, hacemos, como un “Triple Espíritu” que somos, la
oración por la mente, que es la intermediaria entre lo espiritual y lo material, y es la mejor herramienta para
acelerar nuestro propio desarrollo interno.
“AMEN” Es como una humilde petición o sentencia para que todo lo anterior se cumpla.
Actualmente estamos influenciados por la religión del Hijo, Cristo, y su objeto es nuestra unión con Él por
medio de la purificación y control del cuerpo vital. El propósito de la religión del Hijo es elevar más aún a la
humanidad, formando con ésta una Hermandad Universal de individuos separados. Deberíamos decir en
nuestras oraciones diarias esta maravillosa oración que nos enseñó Cristo, y además tener en cuenta que
éstas deben ser inegoístas y estar en armonía con el Bien Universal, de esta forma crearemos un canal
mediante el cual la Vida y la Luz Divina, puedan descender hacia nosotros para nuestra iluminación y
elevación hacia los mundos espirituales.

***

CAPÍTULO XIX

ACTUAR EN NOMBRE DE .....

“Antes de andar el Sendero


debemos crearle e identificarnos con él”

Si tuviera que definir en pocas palabras el significado de este ejercicio, lo haría de la siguiente manera: “Trata de
identificarnos tan profundamente con un elevado ideal de nuestra propia creación, que a la hora de actuar, sea él quien
actúe en nuestro puesto”
Este ejercicio puede servir perfectamente a cualquier persona, sólo es necesario que sepa formar un ideal o modelo para
que, por medio de la imaginación, visualización y concentración, haga de él, el más elevado de los ejemplos espirituales.
Con esta práctica tratamos de realizar los máximos objetivos a que podemos aspirar aquí en la tierra, desde el momento
en que nuestra vida está preparada para comenzar el Sendero de santidad, este ejercicio nos puede llevar a ser un
verdadero discípulo del Maestro. En este proceso, lo más importante es crear, por medio de la imaginación, un modelo
perfecto para, a continuación, adaptarse al mismo; es idealizar constantemente y tratar de encarnar esas idealizaciones
elevadas. Ésto, sea en el nivel que sea, es una “razón de vivir”, una meta de aproximación a ese modelo o Ser espiritual.
Debemos lanzarnos a la conquista con decisión, como si fuera una única oportunidad, sin intentar ver los frutos que nos
pueda traer, sino con la idea clara de ser ese modelo de perfección. Sólo debemos estar amparados por la seguridad y la
plena confianza de que Él es el único e insustituible “modelo de vida”, el que guía nuestros pasos y nos arma con toda su
fortaleza.
A este método le llamo: “sustitución causal”, puesto que es una afirmación constante de un propósito espiritual que nos
guía hacia las más altas realidades, es un ejercicio fácil de practicar y de asimilar. Dicho de otra forma, “Se trata de que
ante cualquier situación, sea del carácter que sea, sepamos remontarnos en la conciencia a lo más elevado de nosotros
mismos, para actuar de acuerdo a ese modelo de acción que hemos creado y que es lo más elevado, que tenemos a
nuestro alcance.” El modelo será el que la persona crea conveniente de acuerdo a su estado de desarrollo interno, pero
ante todo, lo que sí debemos tener claro es que ese modelo debe ser una imagen perfecta de la espiritualidad que
queremos desarrollar y alcanzar. Para algunos será Buda, y para otros puede ser la Virgen María, o cualquier otro
Maestro espiritual o Santo conocido, lo importante es que siempre sea un ser sumamente espiritual que nos ayude o sirva
de guía para desarrollar las cualidades morales y espirituales que nos hacen falta. De cualquier forma, ese Ser será tan
elevado, real y perfecto, que estaremos convencidos de que en nuestros momentos de decaimiento y superación, Él nos
enviará su rayo de Luz y esperanza, siempre que lo necesitemos.
Por todo esto, es conveniente que elijamos un modelo muy especial, él será la base de nuestras acciones, será el motivo
para tomar la iniciativa para reemplazarle en todas sus funciones y hacer que nuestras acciones sean una réplica exacta
de la suya. Naturalmente nuestra actitud debe ser íntegramente activa y consciente en todos los acontecimientos que se
produzcan, debemos prestar una gran atención hacia el desarrollo de los hechos, para ser conscientes de todas y cada una
de las experiencias de la vida. Debemos vivir plenamente integrados en sentido físico, emocional y mental, para que
gracias a todo esto, podamos introducir más Luz en los vehículos inferiores, y así redimirlos de substancia gravitatoria o
kármica, y someterlos progresivamente a las pruebas que nos llevarán a ser Discípulos de un Maestro.
Esta práctica está basada en el hecho de que el Ego necesita puntos elevados o metas, para acelerar su evolución y no
rezagarse en el camino, y quedarse inactivo y sin aspiraciones. El hilo que nos debe unir a ese ideal debe ser el del Amor,
la admiración, y la adoración, porque quien es capaz de amar y admirar, dispone de una de las mayores fuerzas
resultantes de la humanidad. Otra cosa importante es que ese ideal o modelo debe despertar en nosotros amor y
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estímulos de nobleza para amar lo grande y prescindir de lo pequeño, este Ser debe ser un auxilio y motivo de inspiración
en nosotros, por eso, y entre otras cosas, he elegido para este ejemplo a Cristo, que es el más grande y evolucionado Ser
que ha pisado la Tierra.

***
MECÁNICA DEL EJERCICIO

Yo aconsejo hacer este ejercicio de una manera imaginativa durante un tiempo antes de llevarlo a la práctica,
por supuesto, siempre de una manera persistente. Por las mañanas, al despertarnos, debemos
concentrarnos para crear y visualizar la imagen de Cristo, esta debe ser bella, humilde, sencilla y sobre todo,
llena de Luz y Amor. Debemos trabajar mentalmente con ésta imagen hasta compenetrarnos con ella como si
empezáramos a cambiar gracias a su influencia. Nos podemos servir de lo que queramos e incluso intentar
hablar con ella - a veces nos habla-, pero sobre todo, es necesario tener siempre presente que es el más
elevado emblema del Amor y del Sacrificio. Una vez que nos familiarizamos con Él lo suficiente como para
tener la confianza de que vamos a conseguir que Él actúe en nuestro nombre, pasaremos a la acción.
Pasar a la acción es tenerle siempre presente, es saber que Cristo pensará por nosotros, sentirá por nosotros y
hablará por nosotros. Esto es algo así como estar preguntándonos constantemente ¿Cómo hablaría Cristo en
mi puesto en este momento? ¿Cómo actuaría Cristo, ahora que tengo que hacer esta determinada obra? ¿Qué
pensaría Cristo de esto que acabo de ver o que me acaban de hacer? Este trabajo nos llevará a actuar poco a
poco en Su Nombre, o mejor dicho, permitirá que Cristo mismo nos guíe ante todas estas situaciones. Con la
práctica veremos cómo cualquier cosa, por muy pequeña que sea, la haremos en Su puesto e intentaremos
sentir lo que Él sentía en los momentos de soledad y meditación; debemos intentar comprender lo que
pasaba por su cabeza respecto a los humanos y sus actitudes; debemos actuar como Él actuaba siempre
pensando en que estaba sacrificándose para la gloria de Dios Padre; debemos intentar comprender y sentir
los conceptos que Él tenía sobre la comprensión, tolerancia, bondad, fraternidad y altruismo; debemos, por
fin, permitir que sea Él el que, compenetrándonos con Su Espíritu de Vida, nos ilumine y nos guíe en todas
nuestras actuaciones momento a momento.
Sé que no es fácil, pero también pienso que, junto a la retrospección y como complemento de ella, es el mejor
ejercicio de los que he practicado y explicado en éste libro. Si conseguimos llevarlo a la práctica, aunque sólo
sea una hora, comprobaremos lo beneficioso que es para nuestro Espíritu. Si persistimos -y lo debemos
hacer-, conseguiremos imitarle por mucho más tiempo, y comprenderemos lo grande y maravilloso que es
éste Gran Espíritu, y el gran sacrificio que hizo y está haciendo por la humanidad; pero además, estaremos
haciendo que nazca en nosotros mismos el niño Cristo que toda la humanidad debe desarrollar. Con éste
ejercicio podemos llegar a lo más elevado que podamos imaginar, sólo es necesario intentarlo y no dejar de
persistir en ser el emblema de Amor que fue Cristo.

***
CONCLUSIÓN

“El que quiera ser el primero


que sea el último y el servidor de todos”

Es bueno adquirir conocimiento, pero hay que tener cuidado de no dejarnos llevar por él y engañarnos a nosotros mismos
respecto a su uso. “El conocimiento engríe y el Amor edifica”, si el conocimiento no nos sirve para hacernos mejores y
ayudar a la humanidad, de poco nos puede valer, porque para Dios y para nuestro desarrollo no significa nada. El
conocimiento debe ser llevado a la práctica y ser utilizado para enseñar a quien esté preparado para recibirlo, si no es así,
es como si una persona que se hace el mejor matemático del mundo no enseña sus conocimientos ni los utiliza para el
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bien de la humanidad. Este conocimiento debe ser filtrado por el corazón para poder mostrar que nuestros sentimientos
profundos están unidos a él y listos para su uso.
El hombre debe vivir y evolucionar en el mundo, no puede recluirse, así es que, lo ideal es que aprovechemos este
conocimiento para acelerar nuestra evolución; el conocimiento debe ser vivido para convertirlo en sabiduría, y haciendo
esto es como ayudamos a la humanidad y nos hacemos mejores servidores del mundo. Todavía hay personas que muchas
veces dicen ¿Por qué tengo que hacer yo eso si lo puede hacer otro? La respuesta esotérica más correcta sería “El que
quiera ser el primero que sea el último y el servidor de todos”. Cristo es el Iniciado más elevado de los Arcángeles, y sin
embargo, vino a enseñarnos el único y verdadero camino que hay que seguir: “El servicio amoroso y desinteresado a los
demás”, éste es el camino más corto para alcanzar nuestra meta de perfección; luego entonces sería conveniente
preguntarnos ¿Por qué no lo hago yo, en vez de dejar que lo haga otro? Si me gusta que me consuelen en mis momentos
de decaimiento y tristeza ¿Por qué no hacerlo yo cuando otros lo necesitan? Si me gusta que me sirvan y ayuden ¿Por qué
no puedo ayudar y servir yo? ¿Por qué no hacer yo a otros lo que me gustaría que me hicieran a mí? Si otros han
cambiado su carácter, temperamento, forma de vida y han elevado su moral y espiritualidad por medio del conocimiento
esotérico, ¿Por qué no lo puedo conseguir yo?
Es correcto atender a nuestros deberes materiales y responsabilidades, pero también es cierto que podemos dedicar
quince minutos diarios a nuestro propio desarrollo interno, y prestar atención a nuestra actitud y forma de actuar en
nuestra vida cotidiana. Esta es la mejor manera de cambiar nuestro carácter y forma de ver la vida, pero acordaros que el
servicio amoroso, o un sentimiento benévolo en todas nuestras actitudes, es imprescindible para ir elevándonos día a día.
También es cierto que hay muchas personas que pueden decir: “yo sirvo todos los días”, quizás sea así pero, ¿Estas
sirviendo porque es tu deber laboral o porque es algo que te gusta? ¿Te esfuerzas por servir en lo que no te gusta? Seamos
sinceros y no nos engañemos, no pongamos pretextos absurdos para no sacrificarnos y obtener mejor desarrollo,
debemos ser conscientes de que nuestra elevación espiritual no la podemos comprar, ni nadie puede actuar por nosotros
para conseguirlo.
Tenemos dos elecciones:
1ª. Ir dando vueltas alrededor de la montaña hasta llegar a su cima -como meta para la perfección espiritual-
2ª. Coger el camino más corto, empinado y recto que nos lleva a esa misma cima, pero que nos evitará mucho sufrimiento
y pérdida de tiempo.
El desarrollo interno espiritual se obtiene gracias a cambiar todas nuestras actitudes (en pensamiento, palabra y obra) y
en tener un esfuerzo continuo en servir allá donde podamos. Esto requiere sacrificio, pero según recorremos el sendero,
vamos descubriendo esa Luz y esa Verdad que nos confortará de nuestros esfuerzos y nos dará la Paz que necesitamos.
Cuando nos consagramos a la vida superior comenzamos a regenerarnos, y esta misma actitud hace que demos de lado a
todas nuestras malas costumbres, esto a su vez ,hace que veamos la vida desde otro punto de vista más elevado, y que
comencemos a sentir en nuestro interior, lo que es la verdadera Vida del Espíritu.
Si queremos hacernos verdaderos servidores del mundo e imitadores de Cristo para acelerar nuestro regreso al Padre,
debemos empezar cuanto antes a dominar nuestros cuerpos, pero sobre todo, a tener nuestra mente vuelta hacia el
interior y siempre dirigida hacia lo bueno y bello de la vida. Debe quedar claro, que nuestro cuerpo mental está
compuesto de la materia del mundo mental de Dios -Mundo del Pensamiento-, que nuestro cuerpo de deseos está
compuesto de la materia del cuerpo de deseos de Dios -Mundo de Deseos-, y así sucesivamente. Entonces y sabiendo
esto, debemos comprender que nuestra primera meta debe ser purificar todos esos estados de materia, y elevar su
vibración por medio de ver lo bueno en todas las cosas; hacer todo como si fuera para Dios; imitar a Cristo; desarrollar
ideales elevados para trabajar en una determinada línea; etc. Esto sería algo así como si tuviéramos que purificar y hacer
de nuestro cuerpo físico un cuerpo sano, empezaríamos por hacer deporte, no fumar, no beber alcohol, tener la moral
alta, los pensamientos positivos, la alimentación sana, etc. Eso mismo, deberíamos hacer con nuestra mente, deseos y
sentimientos. Si queremos elevarnos, debemos empezar a trabajar para la purificación de los cuerpos de tal manera que
nos acerquemos -despacio pero sin pausa-, a la vibración o perfección que tienen estos mundos -Cuerpos de Dios-
El hombre no puede dar de lado su propio destino ni su meta, todos somos hijos de Dios, y como tal, debemos volver a
nuestro hogar. En este recorrido somos libres de actuar en bien o en mal, pero según actuemos, así será nuestro camino,
lleno de espinas o llano y cómodo de andar. Las Leyes son justas y sólo nos dan lo que merecemos, y lo mejor para
nuestro propio desarrollo, si trabajamos “con” ellas, emprenderemos rápidamente el camino de regreso. Está escrito que
“Dios es Luz, si caminamos en la Luz como Él está en la Luz, tendremos comunión unos con otros” ¿Qué es caminar en la
Luz sino actuar de una manera amorosa y desinteresada? También es Luz todo lo que intentemos beneficiar a los demás;
todo lo que nos salga del corazón; todos nuestros sentimientos de ayuda, de oración, de altruismo, de compasión, etc.;
todo eso y más es estar en la Luz” Alguien puede pensar que eso es muy difícil de hacer, pero la verdad es que todos
podemos estar de alguna manera en la Luz. Otro paso, quizás algo más elevado, es el que indican estas otras frases
bíblicas: “Si nos amamos mútuamente, Dios está en nosotros y Su Amor es perfecto en nosotros”; “Dios es Amor, y quien
permanece en el Amor, permanece en Dios y Dios en él”. Es conveniente meditar sobre el significado de estas frases,
meditando tranquilamente veremos qué significado tan profundo y bello tienen, cuando lo comprendamos veremos que
podemos estar en ese Amor que es Dios, y Dios en nosotros. Quizás sólo sea un momento, en una determinada
circunstancia, pero tarde o temprano sentiréis lo que esa frase significa.
Si Dios es Amor, es omnipresente y nosotros somos sus hijos, o sea, tenemos todas sus cualidades latentes, significa que
nosotros somos Amor, -aunque sin desarrollar aún perfectamente- Por consiguiente, somos una fuente de Amor
inagotable. ¿Qué significa esto? Significa que podemos estar dando amor constantemente, cuando saludamos a alguien,
cuando escribimos, cuando trabajamos, todo lo podemos hacer con amor hacia las personas o como si fuera para Dios,
porque el Amor no se acaba nunca. Aunque a alguien le parezca una tontería, he de decir que hacer esto es como
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manifestar desde nuestro interior una nueva forma de vida. Pero ¿Qué es el Amor? El Amor es todo lo bueno que
podamos hacer con el sentimiento más profundo y elevado hacia los demás. El servicio, la comprensión, la tolerancia, la
humildad, la sencillez, la benevolencia, etc., etc., eso hace que desarrollemos el amor, porque son grados inferiores del
amor que, sin embargo, nos llevarán a la fuente de donde proceden.
Como dije al principio, no me considero un escritor, sino un principiante que intenta andar el camino espiritual por
medio del conocimiento esotérico, el cual, me está sirviendo de mucho en el desarrollo interno. Por eso decidí escribir
éste libro a modo de poner un granito de arena más, para que la persona que lo lea, también encuentre algunos medios
para su propio desarrollo espiritual. Yo sé perfectamente que éste conocimiento no es mío, sino que me lo han dado, y por
lo tanto, no debo guardármelo, por eso deseo que el que lo lea encuentre la Luz, no tengo otros medios de darlo, además
de algunas conferencias y cursos, pero lo hago de todo corazón porque, “las palabras se pierden y los libros perduran”.
Creo que he cumplido con un deber que yo mismo me impuse, pero mi satisfacción sería más grande aún, si este libro
sirviera para que otros, no solamente aceleren su desarrollo interno, sino que además, también siembren allá donde se
encuentren.
Espero haber llegado a vuestros corazones para despertar ese sentimiento de Hermandad y Fraternidad, si lo he hecho, es
muy buena señal, porque eso significa que está desarrollándose la Verdad y una nueva y más elevada conciencia en
vosotros. Una Verdad que os hará libres y os emancipará de todo lo material para hacer de vosotros unos fieles
imitadores de Cristo. Espero haber dado los suficientes conocimientos como para que, en vuestras reflexiones, os deis
cuenta de que sois parte de un Espíritu Universal y Amoroso que se muestra en todo lo que nos rodea, desde el átomo
hasta el sistema solar. La fuente o Espíritu de todo lo manifestado es Dios, y por lo tanto, Dios -Amor- está en todo, si
habéis comprendido esto, valoraréis hasta lo más insignificante de la vida, porque, todo está en un proceso de evolución,
como nosotros mismos estamos haciendo. Espero, por fin, que mis palabras no sean mal interpretadas por algunas
personas, no es mi intención criticar ni dar una imagen de fanatismo religioso ni nada parecido, sólo he querido dejar
claro mis opiniones sobre ciertos aspectos, pero siempre con la sana intención de ayudar al lector para que tome
precauciones y medite sus decisiones.
Finalizaré invitando a los lectores a renovar sus fuerzas y a proponerse nuevas metas, para dedicarse a colaborar con la
humanidad y con los Seres superiores que están trabajando desde los mundos invisibles. El tiempo apremia, y cuanto
antes comencemos, antes seremos medios para neutralizar la maldad que hay en la Tierra. Aunque sea muy poco lo que
podamos hacer, siempre será útil, unos brillarán como una cerilla y otros lo harán como un gran faro, pero todos somos
útiles para contrarrestar las fuerzas negativas que desestabilizan la armonía del planeta. Por todo esto, yo os pido,
“Actuad como una Luz en la oscuridad, a la cual puedan acudir otros que andan ciegos por la vida.”
“Que el Amor se desarrolle en vosotros,
y que vuestra luz se una a la Luz del mundo.”

***

CONTRAPORTADA

A LOS QUE BUSCAN LA VERDADERA VIDA Y


LA LUZ DE LA VERDAD

Si buscas un contacto extraterrestre, si deseas desarrollar poderes ocultos, recibir enseñanzas de Ángeles,
contactar con un maestro para que te diga lo que tienes que hacer o aprender a hacer magia; no lo busques e
n este libro, pues no lo encontrarás.
Si buscas cambiar tu carácter, tu forma de vida, tu concepto sobre las personas y sobre Dios, si deseas elevar
tu conciencia hacia los mundos espirituales y, por último, si buscas el contacto con tu verdadero Maestro
interno; entonces te aconsejo que lo leas. Cada palabra, cada frase y cada capítulo, está escrito con la
intención de que cada persona que “busca”, encuentre medios para trabajar para su propio desarrollo y por el
de la humanidad.
Pero recuerda que lo que buscas lo llevas dentro de ti, yo no te voy a regalar nada, sólo te indicaré algunas
formas de conseguirlo, eres tú, quien debe luchar y trabajar para conseguir llegar a la meta que te propongas.
“El que busca encuentra, el que pide recibe”, pero esta búsqueda tiene recompensa cuando lo hacemos de
corazón y de manera desinteresada.

“El que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que escuche”

Francisco Nieto Vidal

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