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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN LABORAL

Magistrado Ponente: RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO


Radicación No. 35692
Acta No. 01
Bogotá, D. C., veinticuatro (24) de enero de dos mil doce
(2012).

Se pronuncia la Corte respecto de los recursos de casación

interpuestos por ÉDGAR CRUZ MORA y la sociedad

INGENIEROS CIVILES ASOCIADOS S.A. “ICA DE MÉXICO

S.A.” contra la sentencia del Tribunal Superior del Distrito

Judicial de Medellín, Sala Laboral, de fecha 9 de noviembre

de 2007, proferida en el proceso ordinario laboral promovido

por ÉDGAR CRUZ MORA contra las sociedades

INGENIEROS CIVILES ASOCIADOS S.A., GRANDICON

LTDA. Y TERMOTÉCNICA COINDUSTRIAL S.A.


Radicación Nº 35692

ANTECEDENTES

La demanda inicial se inició con el propósito de obtener la

declaración de empresa de las sociedades mencionadas y del

consorcio que INGENIEROS CIVILES ASOCIADOS S.A.

conformó con las otras dos compañías, para que, de manera

conjunta y solidaria o independiente, procedan a pagar al actor

el reajuste de la indemnización por despido injusto, salarios,

auxilio de cesantías, sus intereses y la prima de servicios, en

virtud a que el salario no se le volvió a reajustar desde enero

de 1988.

También se solicitó la nulidad del escrito correspondiente a la

conciliación celebrada el 31 de agosto de 2000 y, que se

condenara a las demandadas a pagar la pensión de jubilación

al señor ÉDGAR CRUZ MORA por haber laborado más de 20

años con INGENIEROS CIVILES ASOCIADOS S.A. “ICA DE

MÉXICO S.A.”, y por no haber sido afiliado al ISS para los

riesgos de invalidez, vejez y muerte, tomando como salario

base de liquidación la suma de $3.000.000,oo, reajustados e

indexados, con su pago a partir del momento en que cumplió

55 años de edad.
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Radicación Nº 35692

En subsidio de la pensión de jubilación mencionada, se solicitó

la pensión sanción, derivada de haber laborado más de 15

años con ICA DE MÉXICO S.A., sin haber sido afiliado al ISS

para los riesgos de invalidez, vejez y muerte, y ser despedido

sin justa causa. En su lugar, se pidió que se condenara al pago

de las cotizaciones por todo el tiempo laborado y, como tercera

subsidiaria, el pago del bono pensional.

En sustento de las pretensiones anotadas, se afirmó que la

demandada, conocida como ICA DE MÉXICO S.A., era una

empresa de ingeniería, que, desde la década del 70, ha venido

incursionando en el mercado colombiano, especialmente en la

construcción de hidroeléctricas, debido a lo cual creó su

sucursal en Colombia, pero ha venido tratando de esconder su

titularidad como empleadora mediante la aparente constitución

de consorcios; que aparentó constituir los siguientes: ICA

GRANDICON, conformado con la firma GRANDICON LTDA.,

con la que obtuvo las obras Jaguas y San Carlos y, también, el

de ICA TERMOTÉCNICA conformado con la firma

TERMOTÉCNICA COINDUSTRIAL S.A. obteniendo la obra del

Guavio; que ICA DE MÉXICO S.A. participó en las obras de El


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Radicación Nº 35692

Alto Anchicayá, Oleoducto Caño Limón Coveñas, Oleoducto

Vasconia Coveñas y Proyecto Hidroeléctrico Sonsón II; que

ICA DE MÉXICO S.A. tuvo el manejo de personal vinculado a

las obras a su cargo, decidiendo de manera autónoma el lugar

de prestación del servicio de las personas contratadas, lo que

le resultaba muy fácil en razón de que las obras mencionadas

fueron realizadas en forma simultánea y sucesiva en el tiempo,

lo cual contribuyó para que vinculara en forma directa a un

gran número de trabajadores desde ingenieros hasta

maquinistas, personas que una vez vinculadas fueron

capacitadas y mantenidas en el desempeño de sus funciones

trasladándolas de una obra a otra (incluso de un país a otro),

donde fuera más útil su experiencia y conocimientos; que, bajo

las circunstancias y con los procedimientos mencionados, la

Sociedad de INGENIEROS CIVILES ASOCIADOS S.A. contrató

en Colombia más de 10.000 trabajadores, entre ellos al

demandante ÉDGAR CRUZ MORA, quien laboró para ICA DE

MÉXICO S.A., mediante contrato a término indefinido, en dos

períodos que sumados superaron los 27 años de trabajo, así:

“En un primer período (del 9 de febrero de


1.971 a 18 de febrero de 1.988 un total de 17 años ) laboró
mediante contrato a término indefinido con ICA DE
MEXICO S.A. en el cargo de INGENIERO MECANICO DE
MANTENIMIENTO iniciando labores el 9 de febrero de 1.971
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Radicación Nº 35692

en el Proyecto Hidroeléctrico Alto Anchicayá donde laboró


hasta diciembre 31 de 1.974; de aquí fue trasladado el
Proyecto Chingaza donde inició labores en enero de 1.975 y
laboró hasta el 5 de mayo de 1.980, de aquí fue trasladado a
República Dominicana en la Ciudad Santiago de los
Caballeros en el Proyecto Canal de Riego Yaque del Norte
(EN EL CARGO DE SUPERINTENDENTE DE MAQUINARIA);
donde inició labores el 5 de mayo de 1.980 hasta el 22 de
octubre de 1.982: cuando se le trasladó a Colombia al
Proyecto San Carlos con el cargo de Superintendente de
Maquinaria, laboró en San Carlos desde octubre de 1.982 a
febrero de 1.984 cuando se le trasladó a Bogotá a las obras
de reparación del proyecto chingaza hasta febrero de 1.985;
luego, fue nuevamente trasladado a República Dominicana a
la obra Canal de Riego Yaque del Norte laborando en este
proyecto de marzo de 1.986 a febrero de 1.988; cuando le
dieron por terminado su contrato de trabajo de manera
unilateral e injusta (para probar este primer período se
anexan certificación de retefuente practicada por ICA DE
MEXICO al salario del señor Edgar Cru z).

Entre Marzo de 1.988 y febrero de 1.990 no


laboró para ICA DE MÉXICO.

En el segundo período (un total de 10


años que se inician el 1 de marzo de 1.990 y lo despiden
el 31 de mayo del 2.000). Comienza cuando ICA DE
MEXICO S.A. llama a mi poderdante a seguir laborando
mediante un contrato a término indefinido, esta vez en la
Ciudad de Barranquilla en la Reparación de la Maquinaria de
ICA (proyecto REICA). Iniciando el 1 de marzo de 1.990 y
terminando el 25 de marzo de 1.990 (anexo copia de la
liquidación de prestaciones por este período); De el (sic)
proyecto de Barranquilla se le traslado al proyecto el Guavio
donde llega el 26 marzo de 1.990 y labora hasta septiembre
22 de 1.992 (anexo copia de la liquidación de prestaciones y
certificado de ingresos para el año 1.990 y carta de aumento
de salario para 1.991 de ICA para el Ingeniero Edgar Cruz);
Del proyecto el Guavio ICA DE MEXICO lo traslada al
proyecto Línea Oleoducto Vasconia donde inicia labores el
28 de septiembre de 1.992 y donde labora hasta el 24 de
agosto de 1.995 (anexo copia del contrato a término
indefinido celebrado para el cambio de proyecto y ca rta de
ICA DE MEXICO al fondo de cesantías porvenir donde
advierte que al trabajador se le dio por terminado su contrato
el 24 de agosto de 1.995); Del Oleoducto Vasconia es
trasladado al Proyecto Cerrejón Zona Centro, donde inicia el
26 de agosto de 1.995, anexo copia del contrato a término
indefinido celebrado para este proyecto con Ingenieros
Civiles Asociados S.A., en este proyecto la relación laboral
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duró hasta el 15 de abril de 1.997 (anexo copia de la


liquidación de prestaciones sociales por este período); De
aquí se le manda a vacaciones (que tenía acumuladas y
compensatorios) y cuando regresa se le manda al Proyecto
Sonsón II donde labora hasta 1.998, (se anexa contrato de
trabajo a termino indefinido con ICA para el proyecto Sonsón
II y comunicación de enero de 1.998 para aumento de sueldo
a 3.000.000 para el Ingeniero Edgar Cruz), de Sonsón II y sin
hacerle firmar nuevo contrato se le traslada al proyecto de la
malla vial de Bogotá, más conocido como proyecto de la
“calle 80” y se le despide de manera unilateral e injusta el
día 31 de mayo de 2.000 (se anexa carta de despido del 3 0
de mayo de 2.000 donde se le advierte que la empresa da
por terminado su contrato a partir de mayo 31 de 2.000 ).
Como puede verse laboró de manera continua e
ininterrumpida para el mismo empleador ICA DE MEXICO
S.A.

También se anota en el capítulo de los hechos que la compañía

ICA DE MÉXICO omitió, durante los períodos que

transcurrieron las vinculaciones laborales mencionadas, afiliar

al demandante al ISS, para los riesgos de invalidez, vejez y

muerte, pese a que todas las obras tenían cerca al Instituto de

Seguros Sociales y que el sitio de residencia del trabajador con

su familia había sido la ciudad de Medellín, donde también

tenía cobertura esa entidad; que el actor fue despedido de

manera unilateral e injusta, por parte de ICA DE MEXICO S.A.,

el 31 de mayo de 2000, cuando laboraba como ingeniero para

el Proyecto Malla Vial de Bogotá, recibiendo sólo una

indemnización parcial; que el último salario mensual percibido

por el trabajador fue de TRES MILLONES DE PESOS

($3.000.000), que le había sido asignado desde enero de 1998;


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que el actor, una vez fue despedido, reclamó de ICA DE

MÉXICO S.A. el reajuste del pago de su indemnización por

despido, el reajuste salarial y prestacional por no habérsele

incrementado su salario en los últimos dos años laborados, y,

además, pidió a esa empresa que se respondiera por su

seguridad social; que fue citado a una reunión, para el 31 de

agosto de 2000, en la que fue presionado a firmar un acta de

conciliación, en la que se fijó por la empleadora la suma de

$30.000.000,oo, sin la presencia del inspector del trabajo, ni de

ningún juez de la República, que garantizara que no se le

violaran derechos ciertos e indiscutibles; que, al momento de la

elaboración del acta referida, no se encontraba presente el Dr.

Luís Édgar Alvarado Vásquez, inspector 24 del Ministerio de

Trabajo, de allí que no aparezca su firma en la que fue

aportada como prueba; que en ese documento no aparecería el

consecutivo numérico, hora de realización de la supuesta

audiencia, firma del inspector de trabajo, ni la rúbrica de la

secretaria de la inspección del trabajo, que el señor ÉDGAR

CRUZ MORA tenía derecho a la pensión de jubilación, dado

que laboró por más de 20 años para el mismo empleador ICA

DE MÉXICO S.A. y tenía más de 55 años de edad, y no fue

afiliado al ISS para los riesgos de vejez, invalidez y muerte;


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Radicación Nº 35692

que en la supuesta acta de conciliación, a la que antes se hizo

mención, nada se dijo de la pensión de jubilación y únicamente

se mencionó dentro de los puntos supuestamente conciliados

la pensión sanción.

La empresa INGENIEROS CIVILES ASOCIADOS S.A. admitió,

al pronunciarse respecto de la demanda inicial, que era una

empresa de ingeniería y también que ha ejecutado algunas

obras en el país, algunas veces en forma independiente y otras

con el concurso de empresas de ingeniería colombiana. Aclaró ,

en relación con los vínculos laborales aducidos por el

demandante, que no era cierto que hubiera trasladado al

accionante de una obra a otra, pues sucedió fue que trabajó en

forma discontinua e interrumpida para los diferentes consorcios

constituidos para la ejecución de obras de ingeniería, los que

jurídicamente constituían empleadores distintos.

También expresó que los consorcios para los que prestó sus

servicios el señor ÉDGAR CRUZ ZAMORA no lo pudieron

afiliar al Instituto de Seguros Sociales, porque en los

municipios donde se ejecutaron las obras no tenía cobertura

esta entidad de seguridad social, de allí que los consorcios


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Radicación Nº 35692

asumieran íntegra y directamente los diferentes riesgos. Así

mismo, propuso las excepciones de indebida integración del

litisconsorcio necesario, prescripción, inexistencia de la

obligación, pago, compensación y cosa juzgada.

Por su parte, la compañía TERMOTÉCNICA COINDUSTRIAL

S.A. apuntó, al dar respuesta a la demanda inicial, que el

consorcio que conformó con ICA DE MÉXICO S.A., para la

realización de parte de las obras de ingeniería del Guavio, se

encontraba liquidado. Igualmente, propuso las excepciones de

prescripción, cosa juzgada, pago e inexistencia de la

obligación.

En tanto que, la sociedad GRANDICON LTDA. compareció al

proceso a través de curador ad litem, quien manifestó que la

pensión reclamada no estaba en cabeza del consorcio ICA

GRANDICON, pues con esta unión sólo laboró cuatro años. Por

otra parte, propuso como medio de defensa la excepción de

prescripción.

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Radicación Nº 35692

II. DECISIONES DE INSTANCIA

En audiencia pública de juzgamiento celebrada el 19 de enero

de 2007, el Juzgado Séptimo Laboral del Circuito de Medellín

declaró la nulidad del acta de conciliación presentada por la

sociedad INGENIEROS CIVILES ASOCIADOS S.A. “ICA DE

MÉXICO” y condenó a dicha sociedad, a GRANDICON LTDA. e

INGENIEROS CIVILES ASOCIADOS S.A., que conformaban el

consorcio ICA GRANDICON y a TERMOTÉCNICA

COINDUSTRIAL S.A., que conforman el consorcio ICA

TERMOTÉCNICA, a reconocer y pagar a favor del señor

ÉDGAR CRUZ MORA el bono pensional a que tenía derecho,

según lo explicado en la parte motiva.

La decisión acusada en casación confirmó la de primer grado,

pero aclaró que el pago del bono pensional no se hace

directamente al demandante sino al Instituto de Seguros

Sociales. Además, revocó la condena a la sociedad

TERMOTÉCNICA COINDUSTRIAL S.A., para, en su lugar,

absolverla, declarar la nulidad del acta de conciliación

celebrada el 31 de agosto de 2000, para oficiosamente darle

prosperidad a la excepción de transacción.


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Radicación Nº 35692

El juzgador de segundo grado extrajo de las pruebas del

proceso que la sociedad INGENIEROS CIVILES ASOCIADOS

S.A. “ICA DE MÉXICO S.A.” en algunas ocasiones había

vinculado al demandante de manera directa y en otras a través

de los consorcios ICA-GRANDICON e ICA-TERMOTÉCNICA,

en diferentes obras civiles; que el consorcio como tal no era

más que la conjunción temporal de dos o más personas

jurídicas para desarrollar un objeto determinado, o, en los

términos del artículo 7 de la Ley 80 de 1993, para presentar

una propuesta común dirigida a lograr la adjudicación,

celebración y ejecución de un contrato estatal, pero cuya

característica era que el consorcio no constituye, per se, una

entidad jurídica autónoma e independiente de los socios que lo

conformaban; que con respecto a TERMOTÉCNICA

COINDUSTRIAL S.A., el demandante sólo había laborado

mientras esta empresa formó parte del consorcio con ICA DE

MÉXICO S.A., vinculación que, dijo, tuvo lugar entre el año de

1990 y el mes de septiembre de 1992, según se colegía de las

declaraciones de DAVID BENAVIDES CASTRO (fl. 386), en

concordancia con los documentos de folios 50 y 51, por lo que,

estimó, la responsabilidad de dicha empresa sólo se extendía


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Radicación Nº 35692

hasta donde surgieron las obligaciones causadas en ese

período y en la medida de su incumplimiento, sin que vayan

más allá de la fecha en que se terminó el objeto para el cual

fue conformado aquel consorcio en particular y por ello no

asumía el pago del bono a que fue condenada.

Acerca de la manera como se cumplieron los servicios que el

demandante prestó a la sociedad ICA DE MÉXICO S.A., indicó

que el conjunto probatorio acredita que aquél se había

vinculado como trabajador a esta empresa desde el año 1971 y

“que a) su labor no fue regular con la misma empresa, ni bajo

el mismo contrato ni en la misma zona; b) en veces laboró

para ICA DE MEXICO S.A. únicamente, y en ocasiones lo hizo

para los consorcios de los cuales ésta empresa formó parte;

c) ejecutó el servicio en diferentes zonas del país- además de

haber laborado durante algunos períodos en el exterior – donde

en general el ISS no había extendido la cobertura de sus

servicios, particularmente los atinentes al riesgo de vejez. Así

por ejemplo, trabajó en zonas rurales del Alto Anchicayá,

Chingaza, El Guavio, Puerto Berrio, San Carlos, San Rafael,

entre otros.”; que, conforme a los artículos 193 y 259 del

Código Sustantivo del Trabajo, en consonancia con lo previsto


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Radicación Nº 35692

en la Ley 90 de 1946 que estableció el seguro social obligatorio

en Colombia, se había dispuesto que las pensiones de

jubilación serían asumidas transitoriamente de manera directa

por los empleadores, pero dejarían de serlo cuando el ISS

asumiera el riesgo correspondiente, siendo así como, en

desarrollo de las normas referidas, el Acuerdo 224 de 1966,

aprobado por el Decreto 3041 de 1966, había ordenado que el

hoy Instituto de Seguros Sociales asumiera el riesgo de vejez

en sustitución de las pensiones de jubilación que

correspondían a los empleadores; que dicha cobertura,

conforme a la Resolución 0831 del 19 de diciembre de 1966,

había comenzado a regir para los riesgos de Invalidez, Vejez y

Muerte a partir del 1 de enero de 1967, pero iniciando en

determinadas zonas del país, extendiéndose gradualmente a

otras regiones nacionales; que, para algunos lugares, el

Consejo Directivo del Seguro Social nunca había llamado a

inscripción obligatoria hasta antes de la entrada en vigencia de

la Ley 100 de 1993, lo que, explicaba que el demandante sólo

viniera a ser afiliado al régimen de seguridad social integral en

razón de la entrada en vigencia de la Ley 100 de 1993, al cual

había logrado cotizar aproximadamente durante 171 semanas,

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Radicación Nº 35692

según consta al folio 390, entre el 29 de agosto de 1994 y el

año 2003.

En vista de la situación legal descrita, concluyó el Tribunal, que

no era procedente ordenar el pago de la pensión de jubilación a

cargo de ninguna de las entidades accionadas, y en particular

de ICA DE MÉXICO S.A., por cuanto, señaló, el riesgo de

vejez había sido asumido por la seguridad social, aun en su

caso, con la entrada en vigencia del Sistema de Seguridad

Social Integral; que tampoco había lugar a la pensión sanción

reclamada en subsidio de la pensión de jubilación, dado que,

dijo, exigía como principio cardinal que el trabajador no hubiera

sido afiliado al Sistema General de Pensiones por omisión del

empleador, hipótesis que en este caso no operaba, pues,

observó, que con anterioridad a la entrada en vigencia de la

Ley 100 de 1993, las demandadas no estaban forzadas a la

afiliación por falta de cobertura del sistema en las zonas

geográficas de prestación del servicio, y se aclaró que no podía

hablarse de una supuesta afiliación con notoria

extemporaneidad pues ésta se hubiera producido poco tiempo

después de la entrada en vigencia de la Ley 100 de 1993.

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Radicación Nº 35692

Respecto del bono pensional, pedido como pretensión

subsidiaria, señalo que había sido establecido en Colombia a

raíz del establecimiento del nuevo sistema de seguridad social

integral, implantado con la Ley 100 de 1993, en el que se

habían consagrado en materia de pensiones, dos regímenes

solidarios excluyentes pero que coexistían, como fueron el de

prima media con prestación definida y el de ahorro individual

con solidaridad (propio de los Fondos Privados); que el artículo

115 de la Ley 100 de 1993 definía los bonos pensionales como

aquellos aportes destinados a contribuir a las pensiones de los

afiliados al Sistema General de Pensiones y señalaba que

tenían derecho al bono pensional, además de quienes se

trasladan de régimen, los afiliados que reunían los siguientes

requisitos: “a) quienes hubieren efectuado cotizaciones al

Instituto de Seguros Sociales o a las cajas o fondos de

previsión del sector público; b) quienes hubiesen estado

vinculados como servidores públicos al Estado o a sus entes

descentralizados; c) quienes estuvieren vinculados mediante

contrato de trabajo con empresas que tenían a su cargo

exclusivo el reconocimiento y pago de pensiones, a 23 de

diciembre de 1993, o que se hubieren vinculado con

posterioridad a esa fecha, y d) los que hubieren estado


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Radicación Nº 35692

vinculados a Cajas Previsionales del sector privado o que

tuvieren a su cargo exclusivo el reconocimiento y pago de

pensiones.”; que la preceptiva del ordinal c, reseñado, se

entendía en concordancia con lo normado en el literal f) del

artículo 13 de la Ley 100 de 1993, en armonía con el literal c)

del artículo 33, en cuanto prescribía que para aquellos efectos,

con miras a adquirir el derecho a la pensión de vejez de que

trata dicha ley, se tendría en cuenta el tiempo de servicio como

trabajadores vinculados con empleadores que tuvieran a su

cargo el reconocimiento y pago de la pensión, siempre que la

vinculación laboral se encontrara vigente o se iniciara con

posterioridad a la vigencia de dicha ley; que ello lo corrobora,

el artículo 1 del Decreto 1887 de 1994, que había

reglamentado lo concerniente a la metodología para el cálculo

de la reserva actuarial o cálculo actuarial que deberían

trasladar al Instituto de Seguros Sociales las empresas

empleadoras del sector privado que, con anterioridad a la

vigencia del sistema general de pensiones, tenían a su cargo el

reconocimiento y pago de pensiones, en relación con los

trabajadores que seleccionaron el régimen de prima media con

prestación definida, sólo a favor de los trabajadores cuyo

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Radicación Nº 35692

contrato de trabajo estuviere vigente al 23 de diciembre de

1993, o se hubiere iniciado con posterioridad a dicha fecha.

Concluyó que la situación del señor ÉDGAR CRUZ MORA se

enmarcaba dentro de la hipótesis anterior, de modo que tenía

derecho al bono pensional con la aclaración de que su importe

no estaba dirigido a incrementar su peculio personal, sino que

estaba destinado para que el Instituto de Seguros Sociales

pudiera conformar el capital necesario para financiar su

pensión. Aclaró, en torno a la expresión usada de bono, que

en este asunto era más exacto referirse a título pensional, pero

el que se haya solicitado como bono pensional no incidía en su

reconocimiento. En su apoyo, trajo apartes de una sentencia de

esta Sala de febrero 25 de 2004, radicada con el número

20.319.

En relación con el acta de conciliación que presentó ICA DE

MÉXICO, el Tribunal determinó que tal acuerdo no constituía

una conciliación, pero advirtió que en todo caso se había dado

por lo menos un acuerdo privado de voluntades con

connotaciones jurídicas, que para el caso reunía los requisitos

de una transacción en los términos del artículo 2469 del Código


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Civil. Bajo tal perspectiva advirtió que la condena impuesta por

bono pensional no se afectaba, pues además de que éste no

era transigible, tampoco había sido, en rigor, materia de

regulación concreta en ese acuerdo.

EL RECURSO DE CASACIÓN DE LA PARTE DEMANDANTE

Solicita que la Corte case la sentencia del Tribunal, en cuanto

confirmó la decisión del juez del conocimiento que negó la

pensión de jubilación consagrada en el artículo 260 del C. S.

del T., o, subsidiariamente, confirmó la decisión de primer

grado de absolver de la pensión sanción pretendida, prevista

en el artículo 37 de la Ley 50 de 1990.

En sede de instancia, pide se revoque el fallo de primer grado,

que negó el pago de pensión de jubilación y, en su lugar, se

condene al pago de dicha prestación, prevista en el artículo

260 del C. S. del T.

En subsidio, solicita que se revoque el fallo de primer grado,

que negó la pretensión subsidiaria de pensión sanción, y se

condene a la demandada a pagarla al actor.


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Con este propósito, presenta dos cargos, fundados en la causal

primera de casación laboral, que tuvieron réplica oportuna y

que serán examinados en el orden propuesto.

PRIMER CARGO

Acusa a la sentencia recurrida de violar directamente por

infracción directa, el artículo 36, incisos 2 y 6, de la Ley 100 de

1993, en concordancia con los artículos 260 del C. S. del T.; 48

y 53 de la Constitución Política. Quebranto normativo que, dice,

condujo a la aplicación indebida de los artículos 193 y 259 del

C.S. del T., en consonancia con la Ley 90 de 1946; el Acuerdo

224 de 1.966, aprobado por el Decreto 3041 de 1966; la

Resolución 0831 del 19 de diciembre de 1966 y el artículo 33

de la Ley 100 de 1.993.

La censura critica la conclusión de que no era procedente

ordenar la pensión de jubilación reclamada, dado que el riesgo

de vejez había sido asumido por la seguridad social a la

entrada en vigencia del mencionado sistema general de

pensiones, porque, afirma, las semanas aportadas, en número

de 171, establecidas en la decisión recurrida, son inferiores a


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las exigidas por el artículo 33 de la Ley 100 de 1993 para que

se cause el derecho a la pensión de vejez; razón por lo que

considera que el Tribunal quebrantó de manera directa, en el

concepto de aplicación indebida, los artículos 193 y 259 del C.

S. del T. y la Ley 90 de 1946, habida consideración que,

señala, no eran aplicables al caso controvertido, puesto que,

afirma, para exonerarse el empleador de responder por la

pensión de jubilación, se requiere que el ISS haya asumido la

pensión de vejez por cumplirse con los requisitos del artículo

33 de la Ley 100 de 1.993, lo que, afirma, no ocurrió en este

asunto; que, además, se violaron de manera directa, por falta

de aplicación, las demás normas acusadas como violadas,

porque al exonerar el Tribunal a la demandada de responder

por la pensión de jubilación del demandante, desconoció

derechos adquiridos del trabajador, conforme al artículo 260

del C. S. del T., que, dice, se encontraba vigente antes de que

entrara a regir la Ley 100 de 1993, que debió ser aplicada por

disposición del artículo 36 de la misma ley, de manera que se

quebrantó el principio de la condición más beneficiosa

consagrado en el artículo 53 de la Constitución Nacional en

concordancia con el artículo 48 del mismo texto, que garantiza

el derecho irrenunciable a la seguridad social; que


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Radicación Nº 35692

adicionalmente se denuncia la infracción directa del artículo 36

de la Ley 100 de 1993, en la que se prevé que el riesgo de

vejez va a ser asumido por este nuevo sistema, porque en

éste también se consagra un régimen de transición para los

trabajadores que cumplían con los requisitos del artículo 36,

inciso 2, de la Ley 100, según el cual la edad, tiempo de

servicio y monto de la pensión sería la establecida en el

régimen anterior al cual se encontraran afiliados.

LA RÉPLICA

Indica que en este caso el actor prestó sus servicios en

diferentes zonas del país, laborando incluso durante algunos

períodos en el extranjero, donde el Instituto de Seguros

Sociales no había ampliado la cobertura de sus servicios , razón

por la cual el demandante sólo fue afiliado al Sistema de

Seguridad Social Integral con la entrada en vigencia de la Ley

100 de 1993, de manera que por no haber existido la obligación

de afiliarlo al sistema no es procedente el pago de la pensión

de jubilación, pues, según lo concluyó el Tribunal, el riesgo fue

asumido por la seguridad social, aun con la entrada en vigencia

del Sistema de Seguridad Social Integral.


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Radicación Nº 35692

SE CONSIDERA

Es un aspecto fáctico no controvertido en el proceso que, al

entrar en vigencia el Sistema General de Pensiones, previsto

en la Ley 100 de 1993, el demandante no se encontraba

afiliado al Instituto de Seguros Sociales, dado que sus servicios

los venía prestando en lugares donde esta entidad no tenía

cobertura, de manera que su particular situación se enmarca

dentro de las previsiones del artículo 1 del Decreto 1887 de

1994, pues al entrar en vigencia el referido sistema, el

trabajador fue afiliado al régimen de prima media con

prestación definida y su contrato se encontraba vigente al 23

de diciembre de 1993, luego, correspondía a su empleador

trasladar al Seguro Social la reserva actuarial o cálculo

actuarial; lo que guarda consonancia con la decisión de

segundo grado que confirmó la sentencia del juez del

conocimiento, pues está fundada precisamente en la norma

antes indicada.

El traslado del cálculo actuarial referido tiene por objeto que el

tiempo de servicios prestado, con anterioridad a que entrara a


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regir la Ley 100 de 1993, sea computado dentro de las

semanas exigidas para la causación de la pensión de vejez, de

acuerdo con lo previsto en el numeral 2 del artículo 33 de la

Ley 100 de 1993, tanto antes como después de que fuera

subrogado este precepto por el artículo 9 de la Ley 797 de

2003; luego, en la medida que sea suficiente, contribuirá para

que se consolide a favor del afiliado la pensión requerida, lo

que encarna una garantía aún mayor a la que traía el régimen

pensional implantado en el país con la Ley 90 de 1946, y

mediante el cual se previó que la seguridad social subrogaría el

régimen de prestaciones a cargo de los empleadores, de

manera progresiva y gradual, de conformidad con los

reglamentos que expidiese el Instituto.

Fue así sí como el Acuerdo 224 de 1966, aprobado por el

Decreto 3041 de ese mismo año, consagró en sus artículos 60

y 61 un régimen de transición, para gobernar la situación de las

personas que venían trabajando antes de que el Seguro Social

fuera asumiendo la cobertura del riesgo de vejez en

determinadas regiones, pero del que sólo se beneficiaban

quienes tuvieran para ese momento una relación laboral de 10

o más años de servicios para un empleador, en el que no se


23
Radicación Nº 35692

contabilizaba ese tiempo para el reconocimiento de la pensión

de vejez sino que el empleador estaba obligado a reconocer la

pensión correspondiente, cuando se daban los presupuestos de

las normas anteriores que las regulaban, con la obligación de

seguir cotizando por cuenta del trabajador hasta que éste

reuniera las exigencias para que el Seguro reconociera la

pensión de vejez. Previsiones que, en el mismo sentido se

contemplaron en el Acuerdo 049 de 1990, aprobado por el

Decreto 758 del mismo año, que estuvo vigente hasta el

momento en que entró a regir la Ley 100 de 1993.

En tanto que en el nuevo sistema general de pensiones, de la

Ley 100 de 1993, el tiempo de servicios que llevaba un

trabajador para un empleador del sector privado que tenía a

cargo la pensión de jubilación, por falta de cobertura del

Instituto de Seguros Sociales en determinado lugar geográfico

del país, con contrato de trabajo vigente al 23 de diciembre de

1993, suma a través del traslado de la reserva o cálculo

actuarial para que el trabajador reúna, en el régimen de prima

media, el mínimo de semanas requerido para adquirir el

derecho a la pensión de vejez, pero con la ventaja de que

también se adiciona el tiempo de servicios como servidores


24
Radicación Nº 35692

públicos, las semanas cotizadas a cajas de previsión del sector

privado, el tiempo de servicios como trabajadores vinculados a

empleadores que no cumplieron la obligación de afiliar al

trabajador y el número de semanas cotizadas en cualquiera de

los de los dos regímenes del sistema general de pensiones.

Resulta claro entonces que la modalidad del traslado de la

reserva o cálculo actuarial es más beneficiosa para los

trabajadores que el régimen de transición que operaba, antes,

en los acuerdos del Instituto de Seguros Sociales, en la medida

que facilita al trabajador que complete las semanas exigidas

para consolidar el derecho pensional, con la garantía de que la

prestación estará a cargo de una entidad de la seguridad

social.

En las condiciones anotadas, no resulta fundado el cargo, dado

que la parte actora sustentó la solicitud de reconocimiento de

la pensión de jubilación prevista en el artículo 260 del C. S. del

T., en que la empresa ICA DE MÉXICO S.A. no cumplió con la

obligación de afiliar al señor ÉDGAR CRUZ MORA al Instituto

de Seguros, pese a que en todos los lugares donde estuvieron

localizadas las obras en las que prestó sus servicios tenían

cobertura de del Instituto de Seguros Sociales, habida


25
Radicación Nº 35692

consideración que el Tribunal estableció fue lo contrario, esto

es que el demandante prestó sus servicios, hasta antes de que

entrara en vigencia la Ley 100 de 1993, en sitios donde el ISS

no había asumido los riesgos de invalidez, vejez y muerte, de

allí que absolviera de esa aspiración del accionante, al

encontrar que el trabajador era beneficiario del artículo 1 del

Decreto 1887 de 1994, que previó el traslado al Instituto de

Seguros Sociales de la reserva actuarial o cálculo actuarial,

según se explicó antes.

El cargo, en consecuencia, no está llamado a prosperar.

SEGUNDO CARGO

Acusa a la sentencia recurrida de violar directamente, por

infracción directa, el artículo 36, inciso 2 y 6 de la Ley 100 de

1993, en relación con los artículos 37 de la Ley 50 de 1990,

que modificó el artículo 267 del C. S. del T., subrogado por el

artículo 8 de la Ley 171 de 1961; 48 y 53 de la Constitución

Nacional. Quebranto normativo que, afirma, dio lugar a la

aplicación indebida del artículo 133 de la Ley 100 de 1993.


26
Radicación Nº 35692

En el desarrollo del cargo afirma la censura que, de haberse

aplicado el régimen de transición previsto en el artículo 36 de

la Ley 100 de 1993, se habría concluido por el Tribunal que la

norma vigente para aplicación de la denominada pensión

sanción, para el momento de entrar en vigencia dicho

ordenamiento, era el artículo 37 de la Ley 50 de 1990, por ser

más favorable que la prevista en el nuevo régimen de

pensiones, pues, según esta norma, el trabajador que no haya

sido afiliado al Instituto de Seguros Sociales bien por falta de

cobertura o por omisión del empleador, que haya laborado por

más de 10 o 15 años, y haya sido despedido injustamente,

tiene derecho a la pensión sanción a cargo del empleador

liquidada con base en el último salario.

Dice que no está de acuerdo con la apreciación del juzgador de

segundo grado referente a que la omisión del empleador no

opera en este caso, porque, previa a la entrada en vigencia de

la Ley 100 de 1993, las sociedades demandadas no estaban

forzadas a la afiliación en las zonas geográficas del país donde

no tenía cobertura el sistema, porque, en su opinión, de

acuerdo con el artículo 37 de la Ley 50 de 1990, la falta de


27
Radicación Nº 35692

afiliación por ausencia de cobertura, lejos de constituir un

eximente para la causación de la pensión sanción, se erige en

una condición de la norma para que el empleador que no afilió

al trabajador por ausencia de cobertura responda por la

pensión sanción. Así mismo se argumenta que tampoco es

razón que exima a la empresa de reconocer la pensión aludida

la circunstancia de que el empleador simplemente dejara de

afiliar al trabajador.

Reitera en el ataque la censura su desacuerdo con la

apreciación del Tribunal, porque estima que la norma que se

debió aplicar fue el artículo 37 de la Ley 50 de 1990, dado que ,

según esta disposición, la falta de afiliación por falta de

cobertura o la falta de afiliación por simple omisión constituyen

una condición para que se conceda la pensión sanción, de

manera que de haberse aplicado en la sentencia recurrida ese

precepto, la conclusión no debía ser otra distinta a que el

demandante tenía derecho a la pensión sanción, conforme a lo

dispuesto por el artículo 37 de la Ley 50 de 1990.

28
Radicación Nº 35692

LA OPOSICIÓN

Resalta que el ataque no destruye la apreciación esencial de la

decisión del Tribunal consistente en que el demandante

inicialmente prestó sus servicios en zonas del país donde no

operaba el ISS, razón por la que el empleador no tenía

obligación legal de afiliarlo.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

El nuevo Sistema General de Pensiones, que implantó la Ley

100 de 1993, reformó de manera íntegra los regímenes

pensionales que regían en el país, salvo las excepciones

previstas en su artículo 279; sin embargo, contempló un

régimen de transición en el artículo 36 respecto de quienes

tenían una expectativa cercana de adquirir la pensión de

jubilación, por razón del tiempo de servicios o la edad, cubierta

por el régimen pensional en el que se encontraban afiliados al

entrar en vigencia el nuevo Sistema General de Pensiones, que

por su naturaleza expresa, según lo tiene dicho la

jurisprudencia de la Sala, no puede extenderse a pensiones de


29
Radicación Nº 35692

otra índole, como son las de sobrevivientes y la denominada

pensión sanción, en el caso del actor.

Al respecto, corresponde anotar que el demandante fue

despedido cuando se encontraba vigente el artículo 133 de la

mencionada ley, que subrogó el artículo 267 del Código

Sustantivo del Trabajo, que, a su vez, fue subrogado por el

artículo 37 de la Ley 50 de 1990, de manera que esta última

disposición no era aplicable al caso, por encontrarse derogada,

de manera que la reclamación del señor ÉDGAR CRUZ

ZAMORA debía dilucidarse conforme al citado artículo 133,

según el cual se origina la pensión sanción cuando el

trabajador despedido, con 10 o 15 años de servicios, no se

encontraba afiliado al Sistema General de Pensiones por culpa

del empleador. Situación que no se presenta en el caso del

actor, toda vez que, según lo dio por demostrado el Tribunal y

no lo discute el censor, en los lugares donde éste prestó sus

servicios no había cobertura del Instituto de Seguros Sociales,

por lo que no podía hablarse en este caso de omisión del

empleador, que, a su vez, afilió oportunamente a su trabajador

en el momento en que surgió para él dicha obligación, esto es,

cuanto entró en vigencia la Ley 10 de 1993. Supuestos fácticos


30
Radicación Nº 35692

en que se soporta la decisión recurrida y que no denotan los

dislates que imputa el cargo.

Importa precisar que en este asunto no hay lugar a la

aplicación de la condición más beneficiosa, pues no se trató de

un tema de tránsito normativo, según lo admite, en algunos

casos, la mayoría de la Sala, sino de la derogatoria expresa de

una norma de carácter resarcitorio, que ya no encuadra dentro

de las previsiones de la nueva normatividad, pues el punto es

tratado de manera diferente por el nuevo precepto, en el que se

sanciona básicamente la omisión en la afiliación del trabajador

que es despedido después de cierto tiempo de servicios,

donde ya no tiene trascendencia que se trate del despido de un

trabajador que no fue afiliado al Instituto de Seguros Sociales,

porque no había cobertura en el lugar donde prestó sus

servicios, porque en tal caso la nueva legislación previó el

traslado de la reserva actuarial o del cálculo actuarial, en el

caso de los empleadores privados que tenían a su cargo la

pensión de jubilación y respecto de trabajadores que tenían

vigente su contrato de trabajo al 23 de diciembre de 1993, y en

otros casos del bono pensional, para subsanar la desigualdad

originada por la falta de cobertura de la seguridad social en


31
Radicación Nº 35692

ciertas regiones del país. Ello está corroborado en este caso

donde se condenó a pagar al Instituto de Seguros Sociales el

Título pensional.

En este sentido la Sala señaló en sentencia de 22 de julio de

2008, radicada con el número 32193, lo siguiente:

"Del mismo modo, precisa decirse que no resulta viable la


aplicación del régimen de transición establecido por el artículo
36 de la Ley 100 de 1993, como lo sugiere el cargo, dado que
ésta norma no procede para quien aspire al reconocimiento de
la pensión restringida prevista en el artículo 8° de la Ley 171
de 1961, atendiendo el propio texto del aludido artículo 36, que
en lo pertinente señala Régimen de transición. La edad para
acceder a la pensión de vejez, continuará en cincuenta y cinco
(55) años para las mujeres y sesenta (60) para los hombres,
hasta el año 2014, fecha en la cual la edad se incrementará en
dos años, es decir, será de 57 años para las mujeres y 62 para
los hombres".’

‘"Es indudable entonces, acorde con el aparte del precepto


reproducido, que el régimen de transición está previsto sólo
para eventos que tengan que ver con la pensión de vejez, y de
ninguna manera para aquellos que, como los actores, aspiran
al reconocimiento de la pensión restringida o pensión sanción
establecida por el artículo 8 de la Ley 71 de 1961".

“La entidad que afilia a sus trabajadores al ISS, a partir de


cuando lo ordenó la Ley 100 de 1993, queda relevada de
asumir el riesgo relativo a la pensión, y con mayor razón como
en este caso que así procedió desde antes de la vigencia de
dicha normativa. Así quedó consignado en sentencia de 14 de
noviembre de 2007, en un caso de similares contornos, que
reiteró la del 11 de septiembre de 2007 Rad. 28429.

‘"De tal manera que al producirse esa afiliación, no se puede


pretender la aplicación del artículo 133 de la Ley 100 de 1993,
porque si los demandantes fueron afiliados el 1º de abril de
1994, esto significa que la accionada cumplió a cabalidad con
dicha previsión legal, por lo que resulta contrario a dicha
normatividad imponerle el pago de la prestación reclamada.”’
32
Radicación Nº 35692

El cargo, conforme a lo expuesto, no prospera.

EL RECURSO DE CASACION DE LA PARTE DEMANDADA

Solicita la casación parcial de la sentencia recurrida en cuanto ,

al confirmar la de primer grado, condenó a ICA DE MÉXICO

S.A. al pago del bono pensional a favor del Instituto de Seguros

Sociales; para que, en sede de instancia, se revoque tal

condena y se absuelva a dicha empresa.

Con este propósito, la acusación presentó dos cargos fundados

en la causal primera de casación laboral que tuvieron réplica

oportuna.

PRIMER CARGO

Acusa a la sentencia recurrida de violar directamente, por

interpretación errónea, los artículos 1, 11, 13, 33, 36 y 115 de

la Ley 100 de 1993; lo que condujo a la indebida aplicación de

los artículos 20 y 78 del C. P. L. y de la S.S.; 2 y 17 del

33
Radicación Nº 35692

Decreto 1299 de 1994, 1 del Decreto 1887 de 1984; y 2 del

Decreto 1314 de 1994.

Comienza la acusación por sostener que para condenar el

sentenciador ad quem al pago del bono pensional a favor del

Instituto de Seguros Sociales se remitió al artículo 115 de la

Ley 100 de 1993, que define los bonos pensionales y señala

quiénes tienen derecho a éstos. Al respecto, precisa que el

artículo 33 de la Ley 100 de 1993 establece los requisitos para

tener derecho a la pensión de vejez y cita textualmente el

contenido de los parágrafos l y 2 de su literal c., que, dice, en

su orden disponen, el primero, que el tiempo de servicio como

trabajadores vinculados con empleadores que tienen a su

cargo el reconocimiento y pago de la pensión se contabilizará

para el reconocimiento de esta prestación, siempre que la

vinculación laboral se encuentre vigente o se inicie con

posterioridad a la vigencia de la presente ley y, el segundo,

que el cómputo será procedente siempre que el empleador

traslade, con base en un cálculo actuarial, la suma

correspondiente del trabajador que se afilie a satisfacción de la

entidad administradora.

34
Radicación Nº 35692

A continuación menciona que el parágrafo 1 del inciso 2 del

artículo 33 de la Ley 100 de 1993 fue reglamentado por el

Decreto 1887 de 1994, del que se hizo referencia en la

sentencia y cita un aparte de dicha providencia donde se hace

alusión a esa preceptiva.

La censura advierte que el Tribunal fundó la condena al pago

del bono pensional en normas que sustentan la existencia,

metodología y sistemática del cálculo actuarial, que constituye

un titulo pensional que es diferente a la figura del Bono

pensional, regulado por el artículo 115 de la Ley 100 de 1993,

que guarda conexión con el traslado al régimen de ahorro

individual con solidaridad, con unos requisitos que el

demandante no cumplió, pues de acuerdo con la sentencia fue

como consecuencia de la entrada en vigencia de la Ley 100 de

1993 que el actor fue afiliado al régimen de prima media con

prestación definida.

Indica que el artículo 1 del Decreto 1887 de 1994 dispone que

si un afiliado al Instituto de Seguros Sociales cuyo contrato de

trabajo estuviere vigente al 23 de diciembre de 1993 o se

hubiere iniciado con posterioridad a esa fecha, estuvo


35
Radicación Nº 35692

vinculado, antes de la entrada en vigencia del Sistema General

de Pensiones, con empleadores que asumían directamente el

reconocimiento y pago de pensiones, tendrán derecho a que su

tiempo de servicio sea reconocido o convalidado con un título

pensional, distinto del bono pensional, el cual corresponde al

cálculo actuarial, que deberán trasladar a dicha institución y

que representa para el afiliado un número de semanas válidas

para la pensión.

Apunta la acusación que los bonos pensionales constituyen

recursos destinados a contribuir a la conformación del capital

necesario para financiar las pensiones de los afiliados al

sistema general de pensiones y describe los tipos de bonos y

las modalidades de algunos de ellos; para afirmar, luego de

hacer tal descripción, que el juzgador de segundo grado

cambió el sentido de las normas aplicables, pues dentro de la

tipología y regulación legal de los bonos pensionales no hay

ninguno que coincida con la situación fáctica del caso concreto;

pese a la anterior se condenó a ICA DE MÉXICO S.A. al

reconocimiento y pago del Bono Pensional al Instituto de

Seguros Sociales, con la confusión de dos figuras jurídicas

distintas.
36
Radicación Nº 35692

LA RÉPLICA

Aduce la censura que el cargo mezcla argumentos jurídicos y

fácticos, omitiendo sustentar la interpretación errónea de las

normas que cita como violadas y que, además, dejó de atacar

normas que sirvieron de sustento al juzgador de segundo grado

para condenar al bono pensional.

SE CONSIDERA

Según se anotó al resolver el primer cargo de la parte actora

recurrente en casación, no es materia de discusión en el

proceso que, al entrar en vigencia el Sistema General de

Pensiones, previsto en la Ley 100 de 1993, el demandante no

se encontraba afiliado al Instituto de Seguros Sociales, dado

que sus servicios los venía prestando en lugares donde esa

entidad no tenía cobertura, de manera que su particular

situación se enmarca dentro de las previsiones del artículo 1

del Decreto 1887 de 1994, pues al entrar en vigencia el referido

sistema el trabajador fue afiliado al régimen de prima con

prestación definida y su contrato se encontraba vigente al 23


37
Radicación Nº 35692

de diciembre de 1993; luego, correspondía a su empleador

trasladar al Seguro Social la reserva actuarial o cálculo

actuarial; lo que guarda consonancia con la decisión de

segundo grado que confirmó la sentencia del juez del

conocimiento, pues está fundada precisamente en la norma

antes indicada.

Es cierto, entonces, que el juzgador de segundo grado de

manera impropia, se refirió al pago del bono pensional, pero

ello lo hizo de manera conciente pues así lo indicó en sus

consideraciones al apreciar a folio 478 del cuaderno principal

que “con más exactitud, el concepto anterior corresponde al del

título pensional, sin que el hecho de que se hubiere solicitado

como bono pensional incida en su reconocimiento o no en

virtud del principio de la universalidad del sistema”

En rigor sólo existió una incorrección que no tiene

trascendencia significativa pues, de acuerdo con la situación

fáctica inicialmente descrita, el demandante tiene derecho a

que la sociedad recurrente traslade al Instituto de Seguros

Sociales la reserva actuarial o cálculo actuarial, que en los

términos del artículo 6 del Decreto 1887 de 1994 se representa


38
Radicación Nº 35692

en un pagaré o título pensional, en concordancia en el artículo

1 del mismo decreto, luego la impropiedad en la denominación

aludida no entraña ninguna confusión y mucho menos

reconocimiento de un derecho inexistente.

El cargo, conforme a lo expuesto, no prospera.

SEGUNDO CARGO

Acusa, por la vía indirecta, la aplicación indebida de los

artículos 1, 11, 13, 33, 36 y 115 de la Ley 100 de 1993, 20 y 78

del C. P. del T. y de la S. S. 2 y 17 del Decreto Ley 1299 de

1994, 1 del Decreto 1887 de 1994 y 2 del Decreto 1314 de

1994.

Quebranto normativo que, se apunta, se originó en la

equivocada apreciación del acta suscrita entre las partes, el 31

de agosto de 2000, visible a folios 70 a 76 del cuaderno de

instancia, lo que dio lugar a los siguientes yerros fácticos:

39
Radicación Nº 35692

“1. No dar por demostrado, estándolo, que en el Acta suscrita

entre las partes el 31 de agosto de 2000 quedaron transigidos

los eventuales derechos del demandante y se hizo alusión

indirecta al bono pensional del actor.

“2. No dar por demostrado, estándolo, que al declarar a las

empresas ahora demandadas a paz y salvo de “cualquier

derecho laboral que pudiera estar pendiente de pago” en el

Acta mencionada, incluyendo las “expectativas jubilatorias de

cualquier naturaleza”, mi representada no está en la obligación

de sufragar el bono pensional del actor.

“3. No dar por demostrado que operó la excepción de cosa

juzgada respecto de todos los eventuales derechos del

demandante, entre ellos al bono pensional reclamado en este

juicio.”

Se argumenta que si la decisión del juzgador de segundo grado

fue la de negarle el carácter de conciliación al acta suscrita por

las partes el 31 de agosto de 2000, pero de otorgarle la

naturaleza de transacción, la consecuencia lógica de ello es

que dicho acuerdo continúa surtiendo plenos efectos respecto


40
Radicación Nº 35692

de las acreencias laborales allí concentradas; sin embargo, esa

Corporación no señaló la conclusión obvia pues limitó su

estudio a la validez del acta de conciliación pero no dedujo lo

que emerge de su claro tenor.

El ataque cita un aparte de la decisión recurrida para anotar

que de la lectura del acta se puede inferir el nítido acuerdo de

voluntades mediante el cual las partes manifestaron en forma

contundente e inequívoca que la suma de $30.000.000,oo

dejaría a paz y salvo a las empresas demandadas, pues nada

diferente emerge de ese vital documento, en el que sin reserva

o reparo alguno el demandante así lo consignó paladinamente

y declaró a la empresa a paz y salvo por todo concepto.

Encuentra que si la declaración de paz y salvo cubrió

expectativas de jubilación, es innegable que con mayor razón

estaban cubiertos los bonos y los títulos pensionales, además

de que explícitamente quedó transigido cualquier otro eventual

derecho laboral que pudiera estar pendiente de pago.

Pone de presente que en el acta del 31 de agosto de 2000 no

se violaron derechos ciertos o indiscutibles, como tampoco fue


41
Radicación Nº 35692

probado por la parte actora, si lo que pretendía era su nulidad,

en punto a que el consentimiento dado por el trabajador en

este acto estuviera viciado de error, fuerza o dolo, razón por la

que dicho instrumento debe producir los efectos en ella

consignados, esto es, que, mediante el pago de la suma de

$30.000.000,oo, se cubrió toda acreencia laboral derivada del

contrato de trabajo del señor ÉDGAR CRUZ MORA, incluido el

pago del Bono Pensional al cual fue condenada la empresa.

En el mismo sentido apunta que si el acta no dejó a salvo

ningún concepto derivado directa o indirectamente del contrato

de trabajo y si el propio Tribunal le dio el carácter de cosa

juzgada, se equivocó al estimar la prueba al no derivar la

conclusión obvia del efecto de cosa juzgada, por lo que se

configuran los errores de facto enunciados, que de no haber

existido no se habría presentado la condena por concepto de

bono pensional.

LA RÉPLICA

Resalta que en la sentencia acusada no se apreció

equivocadamente el acta que suscribieron las partes y sostiene


42
Radicación Nº 35692

que la acusación persigue que se dé el carácter transigible a

derechos que, de acuerdo con las normas laborales y

constitucionales, no son transables. Además, estima que no es

admisible que ICA DE MÉXICO S.A. pretenda que

$30.000.000.oo millones alcanzan para pagar los reajustes

salariales no pagados, las bonificaciones, el reajuste de la

indemnización por despido y la seguridad social del trabajador.

SE CONSIDERA

Confrontado el texto del acta de transacción que celebraron las

partes, el 31 de agosto de 2000, se observa que en ella no se

hace alusión a que, la suma acordada para zanjar cualquier

diferencia económica que se pudiera presentar entre ellas,

cubriera la reserva actuarial o cálculo actuarial que debió

trasladar ICA DE MEXICO, al entrar en vigencia la Ley 100 de

1993, conforme al artículo 187 de 1994, dado que la relación

laboral del demandante se encontraba vigente al 23 de

diciembre de 1993 y la prestación de sus servicios se había

dado en lugares donde no tenía cobertura el Instituto de

Seguros Sociales.

43
Radicación Nº 35692

En tales condiciones se encuentra que la manifestación que se

hace en el acta mencionada respecto a que el trabajador

renuncia a cualquier acción derivada, entre otras, de las

eventuales expectativas jubilatorias de cualquier naturaleza y

de la pensión sanción, no puede entenderse que comprenda la

reserva actuarial o cálculo actuarial, pues su naturaleza es

distinta y en sí misma no constituye un derecho pensional sino

un aporte que hace el empleador privado que eventualmente

puede sumar para que se configure el derecho pensional

previsto en el artículo 33 de la Ley 100 de 1993, que es una

cosa distinta.

En todo caso, este aspecto no era susceptible de transacción,

dado que, según el mismo documento, no se discute la

existencia de la relación laboral y, además, las partes informan

un tiempo de servicio preciso (ver folio 71 del cuaderno

principal), el que es ratificado en la respuesta a la demanda

cuando se contesta el hecho cuarto (fl. 179 del cuaderno

principal); luego, es claro que se está frente a un derecho

cierto con el carácter de irrenunciable.

El cargo, en consecuencia, no prospera.


44
Radicación Nº 35692

No hay lugar a costas en los recursos interpuestos por las

partes, dado que ninguno de ellos tuvo prosperidad.

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala

de Casación Laboral, administrando justicia en nombre de la

República de Colombia y por autoridad de la ley, NO CASA la

sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de

Medellín, Sala Laboral, de fecha 9 de noviembre de 2007,

proferida en el proceso ordinario laboral que ÉDGAR CRUZ

MORA le sigue a INGENIEROS CIVILES ASOCIADOS S.A.

“ICA DE MÉXICO S.A.”, INGENIEROS CIVILES ASOCIADOS

S.A., GRANDICON LTDA. y TERMOTÉCNICA

COINDUSTRIAL S.A.

Sin costas en los recursos.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE, PUBLÍQUESE Y DEVUÉLVASE EL EXPEDIENTE AL


TRIBUNAL DE ORIGEN.

RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO


45
Radicación Nº 35692

JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN

LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS CARLOS ERNESTO MOLINA MONSALVE

FRANCISCO JAVIER RICAURTE GÓMEZ CAMILO TARQUINO GALLEGO

46

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