Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Esta traducción fue realizada sin fines de lucro por la cual no tiene costo alguno.
Es una traducción hecha por fans y para fans.
Si el libro logra llegar a tu país, te animamos a adquirirlo.
2
No olvides que también puedes apoyar a la autora siguiéndola en sus redes
sociales, recomendándola a tus amigos, promocionando sus libros e incluso
haciendo una reseña en tu blog o foro.
Poderosos, leales, inolvidables
3
Sigue a los Titan
a medida que encuentran el verdadero amor…
Sinopsis 5 Ocho 73
Dedicatoria 6 Nueve 86
Siete 66
El mundo de Jasmine Freeman está a punto de caer alrededor de ella y el único
responsable de ello no es otro que su primer amor, Derek Titan. No lo ha visto en diez
años, y ambos van a descubrir la verdad de lo que sucedió en ese entonces.
Jasmine creció siendo rica y ajena a la destrucción que su padre causó a su
alrededor. Derek estaba del lado equivocado de las pistas. En diez años sus vidas se 5
invertirán. Él ahora es un magnate billonario y ella trabaja duro, pero apenas subsiste
debido a las prácticas comerciales poco éticas de su padre.
Derek viene buscando venganza y en su lugar se entera que tiene un hijo medio
crecido y la mujer con la que ha estado enojado durante tantos años no es quien
pensaba que era. Ambos luchan contra la pasión que todavía sienten el uno por el otro,
pero al final es irresistible.
9
Traducido por Flochi
10 años después…
O
tra noche, otra fiesta, aunque por una vez probablemente no habría
otra mujer. Derek Titan miró en torno a la sala repleta de gente y tuvo
que obligarse a no bostezar. No podía soportar el asistir a eventos
donde todos bebían demasiado, reían ruidosamente y se esforzaban demasiado en
impresionarse entre sí.
Derek sabía que era lo que las mujeres consideraban un buen partido. Diablos,
12
una estúpida revista había hecho una reseña con los solteros más cotizados de Seattle
y puso su foto en el primer puesto. Había estado furioso e intentó que lo quitaran del
artículo, pero su abogado había soltado una perorata sobre tonterías como la libertad
de expresión. De acuerdo, había algunos buenos puntos en la Primera Enmienda, pero
no había visto muchos. Desde que el artículo, había sido abordado incluso por más
mujeres con sus ojos en el premio.
La revista enumeró sus ingresos como equivalentes a los de Bill Gates. Aunque
un poco exagerado, esa parte al menos había estado relacionada a los negocios. Pero,
¿qué posible interés o importancia tenía la frase trillada “alto, oscuro y apuesto”? ¿Y
qué si tenía un metro ochenta y dos, con hombros anchos? Tuvo náuseas cuando leyó
“músculos ondulantes”. El condenado autor incluso dio un consejo sobre cómo
conocerlo: No te molestes en acosarlo en el gimnasio, odiaba esos lugares, pero
comiencen a correr, porque él corría cada mañana y a veces también en las tardes, ya
que era una gran manera de aliviar su estrés.
Aunque lo daba a entender, al menos el artículo no decía la que resultaba ser
su segunda manera de aliviar el estrés. Pero esta era: En el instante en que llevara a
una mujer a su cama, se alejaba, y eso no era algo para inspirar la lectura femenina de
la revista. Claro, muchas mujeres intentaron que se quedara, pero nadie mantuvo su
interés más tiempo del que le tomaba abotonarse sus pantalones.
Había dejado que una sola mujer lo derrotara en el juego del sexo. Y después
que su corazón había sido roto por Jasmine, y destruido por la aventura empresarial
de su padre, no estuvo interesado en ninguna otra mujer, excepto claro, para el sexo.
Su prioridad por mucho tiempo había sido su venganza. Pensó que una vez la
consiguiera, pensaría en sentar cabeza.
Una mujer pasó junto a él usando demasiado perfume y eso lo trajo
abruptamente a la realidad. Suspiró, a la vez que agarraba un vaso de vino de uno de
los camareros que pasaban.
Estas fiestas se trataban de aquellos que tenían más por ofrecer. Las mujeres
estaban al acecho y los hombres de caza. Él no estaba interesado.
Observó mientras un par de señoritas pasaba, cargadas con diamantes y
vestidos cortos. Estaban intentando llamar su atención y normalmente haría el día más
divertido coquetear un poco, dándoles la impresión de que tenían posibilidades. Pero
hoy no era ese día. Tenía un rampante dolor de cabeza y estaba enfadado por haber
sido convocado a esta aburrida fiesta.
—Ahí estás, muchacho. ¿Qué estás haciendo escondido en el rincón? —Daniel
Titan, su padre, se había acercado para cuestionarlo.
13
—Me estoy preguntando por qué estoy aquí cuando preferiría estar en casa con
un whisky escocés y descansando mis pies —respondió Derek.
—Estás aquí debido a que recibiste un pedido de tu padre. Tengo algunos
asuntos que discutir contigo después —dijo Daniel en una voz franca.
—¿Y no podía esperar hasta mañana? —preguntó Derek.
—Oh, vive un poco. Siempre estás tan ocupado sumando más millones a tu
cuenta bancaria que no te detienes a oler el cabernet Sauvignon —dijo su padre.
—Vivo plenamente. Demonios, estuve en Milán la semana pasada.
—Estuviste en Milán por negocios, eso no cuenta —le dijo su padre.
—Para mí, el momento ideal es mezclar el placer con los negocios —le dijo
Derek meneando las cejas. Los dos hombres se relajaron—. De verdad, papá, tengo
un dolor de cabeza. ¿Qué es tan importante que no podía esperar hasta mañana?
Una vez que Derek hizo su primer millón, mudó a su padre a la ciudad. Daniel,
ahora el director financiero de su inmensa corporación, había ayudado a la compañía
a crecer todavía más. Pero su padre había pasado varios momentos complicados
mientras Derek estaba creciendo.
—David Freeman está aquí esta noche y está hablando con algunas personas,
intentando conseguir inversores —dijo Daniel, sus ojos entrecerrándose ligeramente
mientras miraba al hombre que había destruido su subsistencia algunos años antes.
Derek se puso al instante en alerta. Buscó en la sala, divisando a su enemigo.
David fue quien lo convirtió en el hombre de negocios despiadado que era.
—Es muy tarde para él. Para mañana por la mañana sabrá que su compañía es
mía, no importa lo que intente esta noche —dijo Derek.
Mientras Derek observaba a David, una hermosa mujer se acercó a él,
poniéndose de puntillas para darle un beso en la mejilla. David ni siquiera se molestó
en darse la vuelta y saludarla. El hombre no notaba nada alrededor de él a menos que
tuviera signos de dólares encima, ni siquiera a su impresionante hija.
Los ojos de Derek se entrecerraron hasta ser rendijas. No había visto a Jasmine
por diez años y estos le habían sentado muy bien. No era para nada lo que había estado
esperando, no obstante, con su suprema frivolidad, debió saber que ella se enfocaría
primero y principalmente en su apariencia.
Su vestido se aferraba a su cuerpo en la parte superior, cayendo tanto en el
frente como detrás. Sus curvas estaban aún más pronunciadas ahora que su cuerpo 14
había madurado. Su brillante cabello oscuro estaba recogido en un clásico moño, con
rizos flotando alrededor de su delicado rostro. Sus ojos cafés oscuros una vez lo habían
fascinado. Tenían una cualidad hipnótica, con su engañosa inocencia brillando a
través de esas pestañas gruesas.
Su vientre se tensó ante el hecho de verla, y eso lo enfadó. ¿Seguía siendo un
completo idiota por ella? Casi lo había destruido y sin embargo todavía la deseaba.
Pero estaba bien. Después de todo, su venganza completa la incluía; volvería a tenerla
en su cama y entonces ella rogaría que no se fuera. Los loqueros podrían llamarlo
cierre. Para él, todo era más primitivo.
—Me voy ahora, papá. No hay nada que él pueda hacer esta noche y mañana
es un día ajetreado para mí —dijo Derek. Tras estrechar la mano de su padre, se dio
la vuelta y se marchó de la sala, sin siquiera mirar detrás.
Jasmine vio a Derek a través de la sala y fuego y hielo batallaron dentro de ella.
¿Cómo se atrevía a caminar como si el lugar le perteneciera? Ella conoció su lado más
amable, más bondadoso, pero ese chico hace mucho tiempo desapareció.
Probablemente nunca existió más allá de su imaginación juvenil.
El hombre que había visto esta noche, no era el chico que había tomado su
virginidad y prometido un para siempre. Deseó poder olvidarse de ese verano hace
tantos años atrás cuando había esperado en la iglesia abandonada todo el día, esperó
y esperó, teniendo la esperanza de que algo le hubiera sucedido que lo hiciera llegar
tarde. Cuando el sol se había desvanecido del cielo, finalmente había admitido que él
no iba a ir. Todo había sido mentiras.
Lo observó ahora, mientras se daba la vuelta y salía de la sala. Era por mucho
el hombre más sexy del lugar, con su esmoquin a medida y penetrantes ojos azules.
Tenía un cuerpo exquisito, a pesar de que estaba sentado en una oficina todo el día.
Su corazón se estremeció, recordándole esas largas noches de verano recorriendo y
lamiendo esos duros músculos.
No tenía idea que el mundo estaba a punto de ponerse de cabeza. Pronto iba a
aprender que el hombre que pensaba como su héroe, su padre, no era quien realmente
pensaba que era. Esta sería verdaderamente su última noche de inocencia. Cuando la
mañana llegara, nada volvería a ser lo mismo.
A medida que Derek desaparecía a la vuelta de la esquina, no pudo evitar
15
pensar en el verano diez años atrás. Había sido un tiempo cuando de verdad creía en
cuentos de hadas y magia.
Había crecido siendo muy rica en un pequeño pueblo en las afueras de
Washington, Seattle. Su padre era dueño de una compañía de varios millones de
dólares y ella siempre había tenido más de lo que la mayoría de las personas podía
esperar.
Él había escogido su hogar en el pueblito, había pensado ella, para poder vivir
en una zona agradable. Más tarde aprendería que en realidad escogió vivir allí para
poder ser el gran hombre del campo. Le gustaba sentirse superior a todos aquellos
alrededor de él, pero entonces ella no lo sabía. Había sido joven e ingenua. Había
aprendido los siguientes meses cuánto había ocultado su padre de ella.
Su madre murió durante el parto, por lo que nunca la había conocido. Su padre
nunca volvió a casarse, aunque salía con muchas mujeres. Ninguna de ellas le prestaba
atención por lo que no desarrolló apego por ninguna. A veces, pensaba que sería lindo
tener a una mujer que la ayudara a escoger un vestido o le enseñara cómo arreglarse
el cabello. El personal era fantástico y siempre la consentían, lo cual irritaba a su
padre.
Había visto a Derek en la escuela desde que era joven, pero llegó a conocerlo
el verano antes de su último año en la preparatoria. Él había sido del barrio pobre. Su
familia había sido pobre, pero él estaba decidido a tener éxito en su vida y cambiar las
cosas. Terminó ayudándola con matemáticas y pronto fueron inseparables. Había
amado sus ansias y motivación y la manera en que hablaba de cualquiera. Ella pensó
que era cada uno de sus cuentos de hadas vuelto realidad.
Se encontró pasando cada momento en vela con él. Cuando su padre descubrió
que estaba saliendo con un chico del lado pobre del pueblo se había puesto furioso y
le exigió acabar con la relación. Era la primera vez en su vida que su padre le decía
que no podía tener algo que ella deseaba. También era la primera vez que lo había
desafiado.
Había sido terca, dando zapatazos y continuó viendo a Derek a espaldas de su
padre. Amaba que pareció gustarle ella y no su dinero. Nunca la dejaba gastar su
dinero en él, jamás. Trabajaba duro para una compañía de construcción, lo cual la
frustraría a veces, porque quería que estuviera con ella y no en el trabajo.
Él simplemente se había reído, pero siempre la compensaba los fines de
semana. Ese último fin de semana que habían estado juntos, se escaparon y fueron a
acampar al bosque. Había hecho el amor con él por primera vez. Fue la experiencia 16
más mágica que había tenido. Él le propuso matrimonio esa noche y ella aceptó. Iban
a encontrarse en la iglesia abandonada en las afueras del pueblo el domingo y huirían
juntos. Él había estado ahorrando todo su dinero y se iba a dirigir a la ciudad para
hacer algo de sí mismo.
Había ido a casa, luego de haberse ido toda la noche y su padre había estado
gritando que estaba muy enfadado con ella. Ella le había dicho que ya era mayor de
edad y podía hacer lo que quisiera. Le dijo a su padre que amaba a Derek e iba a
casarse con él. Su padre había parecido aceptar su decisión, porque se había puesto
inquietantemente tranquilo y la besó en la mejilla. Eso fue algo raro ya que
normalmente no era un hombre de expresar afecto abiertamente.
Dijo que ella tenía razón y estaba orgulloso que tomara decisiones adultas.
Luego le preguntó si podía ayudarla con algo. Ella había estado tan feliz que su padre
aceptara su decisión que se lo contó todo.
Al día siguiente terminó llegando tarde a la iglesia porque tuvo que hacer
algunos recados que su padre le había pedido hacer. Sabía que tendría el resto de su
vida con Derek por lo que podía esperar un par de horas para huir con él. Sabía que él
la esperaría. Estaba confiada en su relación.
Llegó a la iglesia y se sorprendió que no estuviera allí, pero pensó que había
estado ocupado igual que ella. Esperó y esperó. Se sentó allí toda la tarde hasta que
finalmente aceptó que él no iba a llegar cuando el sol comenzó a ocultarse en el cielo.
Se había arrastrado de regreso a casa, llorando todo el camino. Cuando entró
en la casa y su padre la vio, la había tomado en sus brazos y preguntado qué sucedía.
Había llorado contra él y finalmente le contó que Derek no apareció.
Él siguió acariciándola en la espalda diciéndole que todo estaba bien. Le había
explicado que nunca confió en el chico y que por eso había sido tan sobreprotector.
Ella nunca sospechó que su padre tuvo que ver con que Derek nunca llegara.
Derek abandonó el hotel y estaba pensando en ese verano también, pero sus
recuerdos eran muy diferentes a los de Jasmine. Tenía tanta amargura sobre ese día,
pero si lo pensaba realmente, eso fue lo que lo formó en el hombre que era ahora.
17
Se había enamorado perdidamente de la chica. Nunca había pensado que sería
digno de salir con alguien tan increíble como ella, pero estaba decidido a serlo.
Cuando acabó ayudándola con la tarea de la escuela y encontró una conexión, fue
incapaz de mantenerse alejado.
Pensó que ella era tan diferente de los otros chicos que tenían dinero. Su familia
era la más rica del pueblo y su padre se regodeaba de ese hecho. Caminaba por ahí
con sus trajes hechos a medida y conducía costosos autos. Diablos, la casa del hombre
era una obra maestra por lo que todas las personas inferiores a él podían apreciarla
desde la puerta.
Cuando él y Jasmine hicieron el amor por primera vez y se dio cuenta que ella
le había dado su regalo más sagrado, estuvo abrumado. Se propuso de inmediato y
decidió huir con ella, para hacer lo correcto.
Planeaba dirigirse a la ciudad y hacer algo de sí mismo para poder continuar
dándole todas las cosas a las que estaba acostumbrada. Quería asegurarse que nunca
le faltara nada. Quería ponerla en un trono y malcriarla. Le daría todo lo que ella
quisiera.
Había aparecido en la iglesia lleno de ingenuos sueños adolescentes y un bolso.
Cuando escuchó pasos acercándose, se había dado la vuelta con anticipación. Su
corazón se hundió cuando vio a su padre. El hombre se acercó con una sonrisa
empática plasmada en su cara.
—Derek, lo lamento, pero Jasmine me pidió que viniera a hablar contigo —
había dicho David. Derek no comprendía por qué ella enviaría a su padre—. Jasmine
dijo que no podía enfrentarte, pero no quería irse de aquí. Tengo algo de dinero aquí
para ayudarte en tu camino. Dijo que planeabas irte a la ciudad y quiero ayudarte a
llegar allí —dijo con esa misma sonrisa en su cara.
Derek sintió a su mundo desplomarse bajo sus pies. El hombre sacó un sobre
lleno de billetes de cien dólares. Se lo tendió a Derek. David estaba intentando pagarle.
Fue como si estuviera diciendo: Gracias por el entretenimiento para mi hija, pero tus
servicios ya no son necesitados.
—No quiero tu dinero —le espetó Derek. David siguió sosteniendo el sobre,
como si no pudiera creer que el chico del lado equivocado de la ciudad no saltara por
tener tanto dinero.
—Jasmine esperaba que esto apaciguaría tus sentimientos y te ayudara a seguir
con tu vida —tuvo el descaro de decir David.
—Dile a Jasmine no, gracias —gruñó Derek, luego se dio la vuelta y se marchó. 18
Nunca miró hacia atrás. Había estado enfadado cuando David le había ofrecido
pagarle, pero cuando descubrió que fue idea de Jasmine vio todo rojo.
No podía creer lo equivocado que estuvo respecto a ella. Lo que más lo enojaba
era el dolor atravesando sus venas ante el conocimiento de que no la volvería a ver.
Mientras se dirigía de regreso a su casa de la infancia prometió que algún día la tendría
rogándole que lo aceptara de vuelta y entonces él sería quien se marcharía.
Había regresado a su casa, despedido de su padre y luego se marchó a la ciudad.
Trabajó día y noche hasta que compró su primera compañía. Era excelente en su
trabajo. Encontraba compañías que estaban al borde de la quiebra, las compraba y las
dividía, haciendo enormes sumas de dinero. Su primera absorción había conducido a
muchas, muchas más. Ahora valía mucho más de lo que Jasmine había valido y estaba
a punto de cobrarse su venganza.
Se bebió su escocés y fue a la cama. Su día sería uno ajetreado mañana y quería
estar bien descansado para lo que iba a venir. Finalmente tendría a Jasmine a su
merced, cuando a su papi ya no le quedara dinero.
Traducido por Flochi
D
erek estaba sentado ante su escritorio, con una enorme sonrisa de
suficiencia en su cara. Los papeles estaban firmados y ahora era el
propietario de La Corporación Freeman. Se sentía increíblemente
bien. La había tomado justo debajo de las narices de David, sin que siquiera el hombre
fuera consciente de lo que estaba pasando.
David sabía que su compañía se encontraba en problemas, pero no sabía de la
absorción hostil. La victoria de Derek se sentía mucho mejor, sabiendo que David
había entrado a sus antiguas oficinas hoy solamente para encontrarse con la seguridad
de Derek. 19
Había estado tentado de estar allí, sentado en la silla del hombre, solo para
poder ver su reacción. Apenas había sido capaz de detenerse, pero tenía mucho tiempo
para regodearse. Se dio la vuelta y miró por las enormes ventanas de la oficina,
mirando a la pujante ciudad de Seattle. Siempre se sentía bien cuando adquiría una
nueva compañía, pero esta era diferente. Esta era el pináculo de todo para lo que había
estado trabajando por los últimos diez años.
Derek escuchó una conmoción afuera de la oficina y se dio la vuelta para
encontrar que el hombre en cuestión había logrado colarse hasta su puerta. La
secretaria de Derek llegó detrás de él.
—Señor, no puede entrar allí. —Estaba intentando decir, su voz y sus ojos
asustados.
—Está bien, Lana, puedo ocuparme de esto —le dijo. Ella se disculpó y se
quedó allí, sin saber qué hacer—. Puedes llamar a seguridad, tengo la sensación de
que el señor Freeman necesitará ser escoltado del edificio una vez que acabemos de
hablar —terminó. La sonrisa nunca abandonó su cara. Esta confrontación estaba
llegando más rápido de lo que había anticipado.
—¡Pedazo de mierda! —le gritó David.
—Es bueno volver a verte, David —dijo Derek, nunca perdiendo su
tranquilidad.
—Estaba arreglando las cosas y entonces te abalanzas y robas mi compañía
debajo de mis narices —continuó gritando el hombre. Estaba tan enojado, su cabeza
estaba completamente roja y apenas podía hablar. Cuanto más enojado parecía David,
más calmado se sentía Derek.
—Supongo que deberías dirigir tu negocio un poco más inteligentemente y no
dejarlo vulnerable para una adquisición —dijo Derek. David parecía como si quisiera
saltar a través del cuarto y estrangularlo. Derek miró al hombre, que pareció mucho
más inmenso cuando todavía era un adolescente. Ahora parecía encogido y viejo. Fue
satisfactorio.
—Dirigí mi negocio exitosamente, por más de cuarenta años, pomposo pedazo
de basura. Puedes haber engañado al resto del mundo, pero sé de dónde vienes y quién
eres realmente —le espetó David.
Derek estaba perdiendo algo de su calma. Entrecerró sus ojos en el hombre que
había cambiado su vida. Sabía que David estaba intentando sacarle una reacción, pero
se negaba a morder el anzuelo.
20
—A diferencia de ti, David, mantengo un ojo protector y vigilante sobre mi
negocio. Pude haber comenzado en el lado equivocado de la ciudad, como te gusta
señalar, pero tomé decisiones para cambiar mi vida y ahora tú eres el que no tendrá
nada —dijo, con una sonrisa burlona.
David arremetió contra él, cuando los guardias de seguridad entraron a la sala.
Derek alzó la mano, para detenerlos de sujetar al hombre. Quería intentar lanzarle un
puñetazo. Derek normalmente no era una persona violenta, pero sería para su
completo disfrute golpear a David en su patética mandíbula.
David vio la mirada en los ojos de Derek y retrocedió rápidamente.
—Esta no es la última vez que oirás de mí —dijo, todavía sin irse.
—Seguridad, por favor, escolten al señor Freeman de mi edificio. Informen en
la recepción que ya no es bienvenido a poner un pie en las instalaciones —terminó.
Entonces volvió su cabeza, como si no le importara en lo más mínimo.
—Pagarás por esto, solo espera —gritó David, mientras los hombres lo
arrastraban. Derek continuó sonriendo mientras se reclinaba en su asiento y una vez
más miraba los papeles que le daban la propiedad de La Corporación Freeman.
Derek presionó el botón.
—Lana, ¿puedes, por favor, traerme la lista completa de empleados para La
Corporación Freeman y los documentos financieros?
—Sí, señor, tendré la información en pocos minutos —respondió, tan eficiente
como siempre. No sabía cómo había sido tan afortunado de encontrarla, pero si ella
alguna vez se retiraba la pasaría mal buscándole un reemplazo.
Le trajo la información y se puso a trabajar. No había hecho su normal
investigación al adquirir la corporación. Normalmente conocía el negocio por dentro
y por fuera antes de tomarlo. Simplemente no le había importado en este caso. Iba a
comprarlo sin importar qué. Ni siquiera le importaba si la compra terminaba
costándole millones; tenía dinero de sobra. Esto se trataba sobre su orgullo y nada
más.
Mientras estudiaba los papeles a la tarde, lo sorprendió encontrar que había
razones legítimas para mantener a la compañía como estaba, en vez de separarla como
normalmente haría. Si David hubiera dirigido las cosas como se suponía, la
corporación nunca habría entrado en peligro de ser tomada. El hombre era más idiota
de lo que Derek había pensado originalmente.
Tendría que pensar lo que iba a hacer con respecto a esta. Si decidía dejarla
intacta, lo primero en desaparecer sería el nombre. Derek no dejaría el nombre de ese
21
hombre sujeto a cualquier aspecto del negocio.
La Corporación era un gran productor de equipamiento médico. De hecho,
hacían productos de calidad, pero tenían un horrible departamento de marketing. Si
las personas correctas fueran traídas, podía decidir mantener la compañía junta.
Mientras estudiaba los papeles en el trascurso de los siguientes días, descubrió
que David había malversado millones de dólares. Esa fue una de las razones por las
que la compañía estaba en tal estado debilitado. Dejaría que su departamento legal se
encargara de ello. No le importaría si el hombre terminaba en la cárcel. Simplemente
sería la cereza del pastel.
En el minuto que David había puesto la corporación en el mercado de valores;
tuvo inversores a los que rendir cuenta. Dado que David había estado robando de esos
inversores por años, iban a querer respuestas. Sonrió más cuando pensó en la vida de
David continuando yéndose por el desagüe.
Dejó a todo el personal en sus trabajos por el momento, pero habían enviado
circulares notificándoles que iban a tener que defender sus trabajos. Normalmente
dejaba todo eso a su equipo, pero dado que esta operación era personal para él, estaría
manejando muchas de esas entrevistas él mismo.
Derek tenía un par de socios confiables yendo con él y estaba como un niño en
la mañana de Navidad. Era momento de ir a su nueva compañía y hacer algo de
investigación. Había tomado la decisión de mantener la compañía como estaba, pero
mucha gente perdería su empleo y habría muchas nuevas contrataciones. Llevaría
meses poner todo en orden.
Estaba preparándose para ir, cuando su padre entró en su oficina.
—¿A dónde vas, hijo? —preguntó su padre.
—Voy a la nueva compañía hoy. Tengo que eliminar a varios del personal y
acordar con recursos humanos contratar nuevos empleados —respondió en tanto se
dirigía al ascensor.
—Iré contigo, dado que soy un gran juez de carácter —dijo, mientras se subía
al ascensor con él. 22
—Sería estupendo. Podría necesitar una persona extra en la que confíe —
respondió Derek. Sabía que su padre era blando, pero también era un hombre de
negocios astuto y sabría en quién podía confiar para quedarse y quién era demasiado
leal a David como para ser tenido en cuenta.
—Hijo, sé que este ha sido tu sueño desde que esa bolsa de basura te lastimó,
pero tienes que recordar que la mayoría de esos empleados ni siquiera conocían a
David Freeman. Son iguales a ti y a mí, intentando ganarse la vida —razonó su padre.
—Odio cuando tienes razón, pero lo sé. La mayoría de las posiciones ejecutivas
serán reemplazadas. Simplemente no puedo confiar en las personas que trabajaron
más de cerca con David. No estoy preocupado por ninguno de los trabajadores de la
fábrica. Mi equipo se asegurará de comprobar los antecedentes, pero aparte de eso los
dejaré en paz, bueno, no completamente en paz —añadió.
—¿Qué? —preguntó su padre, con confusión.
—David les pagaba muy poco a los trabajadores de la fábrica, mientras
abultaba los bolsillos de los ejecutivos. Apenas llegan al salario mínimo —dijo Derek
con enojo—. Voy a alzarles la paga y ofrecer bonos por alta producción de trabajo y
terminación temprana de proyectos.
—Es por eso que eres tan exitoso, hijo, realmente te preocupas por el núcleo
de la compañía —lo elogió su padre. Derek sabía lo que era apenas ser capaz de
sobrevivir y no le gustaba ese sentimiento. Siempre trataba bien a sus empleados.
Tenía una tasa muy baja de reemplazos. Una vez que las personas llegaban a trabajar
para una de sus compañías, no se iban.
—El malnacido ni siquiera les ofrecía seguro médico a los trabajadores. No es
de extrañar que estuviese perdiendo todo —continuó Derek enojado.
—Bueno, solo recuerda que estas personas están asustadas por sus trabajos y
no saben que eres diferente. Sería una muy buena idea si lo primero que haces es pedir
una reunión con ellos y los calmas —dijo Daniel.
—Tienes razón, de nuevo. No estaba planeando hacerlo, pero pediré una
reunión a primera hora mañana. Quiero pasar el día de hoy mirando y luego
eliminando a algunos del peso muerto —le dijo Derek.
—Parece que tienes un plan, hijo —ofreció Daniel, mientras le daba palmadas
a Derek en la espalda.
Viajaron a la nueva oficina en silencio. Derek estuvo inmensamente satisfecho
al ver al equipo trabajando en el nuevo cartel del frente. El viejo estaba abajo y el 23
nuevo cartel iba a subir con el nombre de su corporación en él. Cada vez que veía eso,
su corazón saltaba en su pecho con orgullo.
Sabía que tenía que desmantelar la mayoría de las corporaciones que compraba.
Hacía mucho dinero con eso, además algunas de las compañías no podían
solucionarse. Eso sí, adoraba mantener enteras a las buenas, haciéndolas de nuevo
competitivas. Podía darle muchos puestos de trabajo a las personas y la sensación de
éxito, mientras las arreglaba, era lo que lo motivaba.
Derek entró al edificio, rodeado por los mejores miembros de su equipo y su
padre. Sabía que todos ellos ofrecían una vista intimidante y disfrutaba las miradas en
las caras de los miembros del personal cuando caminaron por el pasillo.
Se acercaron a seguridad. Ese había sido el primer cambio que había hecho.
Siempre ponía a su propio equipo de seguridad, de inmediato. No quería que los
anteriores dueños pusieran un pie en los edificios luego que él los adquiría.
—Buenos días, señor Titan, es bueno verlo —lo saludó el guardia.
—Hola, Tim. ¿Cómo está todo? —preguntó.
—Toda ha estado bien en los últimos días. El señor Freeman intentó entrar el
día después de la adquisición, pero lo escoltamos fuera y no ha regresado desde
entonces —informó el hombre.
—Tengo nuevas credenciales y nadie entra sin una de ellas. Todos los
empleados que se conservan recibirán su credencial antes de que se marchen hoy.
Habrá mucha gente que se irá y no los quiero husmeando y causando problemas.
También quiero que varias personas de seguridad suban al piso veinticinco para
escoltar a las personas cuando sean despedidas. Hoy, desafortunadamente no va a ser
agradable.
—Sin problemas, señor Titan, los enviaré arriba de inmediato —respondió.
—Aquí está tu credencial y algunas para tus hombres. Unos trabajadores
vendrán en los siguientes días a poner teclados numéricos en todos los ascensores y
salidas. Aquí está la lista de los hombres que vendrán a hacer el trabajo. Estos hombres
y solamente ellos tienen permitido entrar. Si su compañía intenta enviar reemplazos,
llámame y te haré saber si están aprobados o no —terminó.
—Entendido, jefe —contestó Tim, entonces se puso a trabajar haciendo
llamadas telefónicas.
24
Derek pasó la primera parte de la mañana explorando el enorme edificio. Pasó
más tiempo en los pisos inferiores, evaluando la fábrica y a sus trabajadores. Ellos lo
estaban viendo con temor y supo que su padre tenía razón; tenía que hablar con ellos
pronto. El trabajo iba lento y notó varios errores obvios que se estaban haciendo. Supo
que mucho de eso tenía que ver con la falta de entusiasmo por la baja paga y otra
parte, con el hecho de que estaban muy inseguros de sus futuros.
Decidió llamar a una reunión inmediatamente. No era culpa de los empleados
que el anterior dueño fuera un hombre horrible. Derek sabía que las actitudes de ellos
cambiarían, una vez conocieran los cambios que iba a hacer.
Les habló a sus hombres, que fueron en busca del encargado de cada piso. Solo
les tomó como treinta minutos y tuvo a todos los trabajadores de la fábrica reunidos.
Miró a la enorme audiencia. Había como quinientos rostros mirándolo con miedo. El
mercado laboral estaba ya terrible y todas estas personas tenían miedo de unirse a las
filas de los desempleados.
Se paró en el podio improvisado y agarró el micrófono.
—Mi nombre es Derek Titan y soy el nuevo dueño de esta compañía. Primero,
quiero asegurarles a todos que vamos a mantener la compañía abierta —comenzó.
Escuchó a varias personas soltar las respiraciones que estaban conteniendo. También
vio muchos rostros en la multitud relajarse visiblemente—. Habrá algunos cambios,
pero creo que les gustará lo que tengo en mente. Beneficiará a cada uno de ustedes.
He mirado a través de los registros financieros y han estado terriblemente mal pagados
y sin beneficios ofrecidos. Recibirán un diez por ciento de aumento y les ofreceré
seguro médico. Para el final del día, recibirán la documentación que demuestra los
cambios. Tendrán que pasar a través de una verificación de antecedentes antes de
seguir trabajando aquí, pero verán que las cosas van a ser mucho mejores —siguió
hablando.
Ahora estaba viendo sonrisas en la audiencia y algunos boquiabiertos. Tuvo
que contener su propia sonrisa de que se extendiera por su cara. Tenía que parecer
confiado y a cargo. No podía parecer un amigo. El jefe debía ser respetado, no
necesariamente agradar.
—Si trabajan duro para mí y cumplen los plazos de producción, serán
recompensados. Quiero cambiar esta compañía a lo que debería ser. Hacen productos
de calidad aquí, así que hagamos una compañía de calidad también. Quiero que los
inversores caminen a través de estas estaciones y vean a los empleados contentos,
haciendo un trabajo de máxima calidad. Mientras mejor lo hagan, más bonos
obtendrán. Instalaremos a algunos representantes de recursos humanos aquí en las
oficinas y traeremos a cada uno de ustedes en los siguientes días para que firmen el
25
papeleo. Esta es una nueva corporación y si eligen irse les ofreceremos un paquete de
indemnización. Si tienen preguntas, por favor, esperen hasta que sean llamados para
que podamos avanzar rápidamente —terminó—. Por favor, regresen al trabajo y sus
encargados los llamarán en los próximos días. Necesito que todos los supervisores,
por favor, se reúnan conmigo aquí —concluyó.
Explicó lo que estarían haciendo con más detalle a los supervisores, luego se
dirigió a las oficinas ejecutivas. No había muchas personas en los alrededores. Vio
unas pocas secretarias, que miraban de manera cansada en su dirección cuando
pasaba, pero no muchos otros.
Llegó hasta la vieja oficina de David Freeman y suspiró con deleite. Al pasar
a través de la puerta, sintió una abrumadora sensación de logro. Los muebles ya habían
sido reemplazados. No había querido sentarse en el mismo asiento o usado el mismo
escritorio que ese hombre. No había tocado las otras oficinas, pero esta sería suya
cuando estuviera trabajando allí y necesitaba estar cómodo.
Se sentó en su silla y giró hacia las ventanas. La oficina no era tan agradable
como la de su oficina principal, pero serviría. Ya había hecho un cambio completo
por lo que había nuevos pisos de madera de cerezo y costosos muebles. Tenía piezas
invaluables de arte colgando en las paredes y un avanzado sistema de líneas de
computadoras. Le gustaba rodearse de las cosas más finas de la vida.
Disfrutó de la vista desde las inmensas ventanas y sus pocos minutos de paz,
antes de tener que continuar con su día. Iba a ser uno muy largo y sabía que tendría
suerte si salía de allí antes de la medianoche. Las personas nunca se ponían contentas
al ser despedidas y tenía a mucha gente que debía irse. Suspiró, mientras se daba
vuelta para regresar a la computadora y comenzaba a mirar los archivos.
26
Traducido por Flochi
49
Traducido por Myr62
D
erek llegó a casa y encontró a su primo sentado en su estudio con una
bebida en la mano y una sonrisa en su rostro. Estaba inmensamente
complacido de ver al hombre. Estaban más cerca de lo que cualquier
hermano podría ser.
—Voy a tener que hablar con el portero de nuevo sobre mantener a la gente
indeseable, fuera de aquí —dijo Derek, sin creer una palabra de ello.
—Sí, sé lo que quieres decir, parece que dejan entrar a cualquier viejo
vagabundo de la calle ahora. Ya no hay seguridad en el hogar —respondió Drew.
50
—Al menos estamos de acuerdo —dijo Derek.
—¿Cómo te va, primo? —le preguntó Drew.
—Estoy muy bien, Drew, ¿y tú?
—Bueno, desde que encontré tu whisky de cien años, me siento muy bien —
dijo Drew con una sonrisa traviesa en su rostro mientras sostenía la cara botella, que
tenía mucho menos líquido.
—De acuerdo, si vas a beber mis mejores cosas, lo menos que puedes hacer es
servirme un vaso —dijo Derek mientras se quitaba la chaqueta y se enrollaba las
mangas.
—No hay problema. ¿Cómo te trata el mundo corporativo de la toma de
posesión? —preguntó Drew mientras le entregaba el vaso.
—Finalmente conseguí mi compañía —dijo Derek con una sonrisa genuina.
No tenía que explicar cuál era esa compañía. Drew había crecido con él. Había estado
allí cuando Jasmine lo dejó y había estado allí a su lado mientras planeaba su
venganza.
Drew era de la misma zona que él y estaba tan decidido a salir como él. Siempre
había sido él, Drew y su otro primo, Ryan. Sus padres eran hermanos, así que
compartían el mismo apellido. Los padres de Ryan habían muerto en un horrible
accidente automovilístico cuando tenía diez años y se había mudado con Drew, al lado
de Derek. Los tres chicos habían sido inseparables.
Todos se habían ido a los veinte años y habían hecho éxitos de sus vidas.
Permanecían en contacto, tanto como su trabajo lo permitía y a veces Derek realmente
odiaba la distancia que los dividía.
—Eso es más allá del gran Derek, ¿cómo pasó todo esto? —preguntó Drew
con interés genuino.
—David era un muy pobre hombre de negocios y todo lo que tenía que hacer
era esperar mi tiempo y sacarlo. Finalmente cometió demasiados errores, dejando las
puertas abiertas para que entrara y asumiera el control. Se ha sentido muy bien, pero
pensé que de alguna manera me sentiría mejor, como algo de realización o algo así.
—Creo que solo estás creciendo y vengarte no es tan importante como solía ser
para ti. ¿Qué vas a hacer con la empresa?
—He decidido mantenerla intacta. El producto es en realidad de alta calidad y
hay más de quinientos empleados en la fábrica que perdería sus puestos de trabajo si
lo divido. Creo que harán un trabajo espectacular una vez que se les pague lo que 51
realmente deberían —respondió Derek.
—Te volviste suave de corazón, ¿eh? ¿Qué pasó con mi serpiente de primo de
corazón frío?
—Supongo que como has dicho, he crecido y puedo pensar más allá de mí de
vez en cuando —dijo Derek, un poco incómodo con los elogios.
—No te preocupes, no voy a contar tus secretos al mundo. Todos pueden pensar
que sigues siendo un chacal —dijo y le dio un puñetazo en el brazo.
—De acuerdo, suficiente sobre mí, ha pasado demasiado tiempo desde que
hablamos por última vez, dime lo que has estado haciendo —exigió Derek.
—Acabo de regresar de España. Nosotros abrimos otro complejo. Tienes que
venir a quedarte allí, es una belleza —dijo Drew.
Sacó una carpeta y Derek miró a través de las fotos. Sin duda era un complejo
impresionante, lleno de alarmas y controles digitales.
—Tiene tres piscinas de tamaño olímpico, un spa de uso completo, un par de
salas de entrenamiento de primera calidad y mucho más. Es un paraíso para damas y
un sueño para los hombres. Debería recibir un premio por este lugar —dijo Drew con
entusiasmo.
Derek decidió que iba a tomar unas vacaciones allí, una vez que terminara con
la situación de los empleados. Había visto las primeras fases de este nuevo complejo
y no se había dado cuenta que había pasado tanto tiempo desde que había hablado con
su primo.
Derek estaba acostumbrado a quedarse en algunos lugares agradables, pero
durante los últimos cinco años se quedaba en los lugares de su primo siempre que
podía. Le gustaba revisar el servicio de Drew, ya que no podía estar en todos los
lugares a la vez, pero realmente le gustaban los complejos también. Eran de primera
calidad y él obtenía el mejor servicio que en cualquier hotel regular.
Había podido quedarse con ellos sin que supieran quién era al principio y
hacerle una revisión honesta a su primo, pero su nombre era demasiado conocido
ahora y el empleado lo reconocía desde el momento en que atravesaba las puertas. No
importaba, el servicio era excepcional, si sabían quién era o no.
—Ella es mi favorita, hasta ahora. Sabes, es una vida difícil viajar a todos estos
lugares exóticos. —Drew suspiró. No podía contener la enorme sonrisa que separaba
su cara. Los chicos nunca habían estado fuera del estado de Washington hasta que
llegaron a los veinte años, por lo que la enorme cantidad de viajes que hicieron ahora
era casi incomprensible. 52
—Necesito seriamente permitirme más vacaciones. Ahora que he adquirido
Freeman Industries, puedo ir más despacio —dijo Derek. Tenía solo treinta años, pero
había experimentado tanto en su vida que se sentía mucho mayor.
—Sí, creo que veo unos cuantos cabellos grises allí —lo incitó Drew.
—Puedo ser unos meses mayores que tú, pero todavía puedo patearte el trasero
—dijo Derek no queriendo decir nada con eso.
—Sí, estoy muy asustado. Vamos a salir de aquí. Necesito una hamburguesa
grasienta y una cerveza. Este scotch está bien, pero a veces una botella fría de brote
es lo único que llega al lugar —dijo, antes de vaciar su vaso.
—Suena bien para mí, Drew. El trabajo ha sido estresante. Será bueno ir a un
garito de comida grasosa — estuvo de acuerdo.
Derek subió rápidamente las escaleras y se puso unos vaqueros y una camiseta.
Golpeó su gorra de béisbol favorita, desgastada. Sonrió mientras se miraba en el
espejo. Las personas con las que trataba en el mundo corporativo ni siquiera lo
reconocían en su ropa de tiempo libre. Le gustaba eso. Le recordaba sus raíces. Por
suerte, nunca se topó con ninguno de ellos en su local de comida grasosa favorito, que
pasó a ser un bar de música country en el que tocaban algunos de los mejores talentos
sin descubrir de alrededor. Incluso había ayudado a algunas de las bandas, sin su
conocimiento, enviando su música a algunas de sus conexiones.
Los muchachos se metieron en la gran Pick-up Ford de Drew y salieron. El bar
estaba a una hora en auto, cuando no había mucho tráfico. Durante la hora pico podía
tomar varias horas. Por suerte el tráfico no estaba mal y estaban sentados a una mesa
en un momento.
Cada uno ordenó hamburguesas, patatas fritas y cerveza, luego se sentó a
escuchar la banda. Este era uno de los pocos lugares que sabía que tocaba música en
vivo, siete días a la semana y siempre era bueno.
Se sintió relajado. Se las arregló para empujar su estrés lejos y disfrutar de la
conversación con su primo. El día estaba resultando ser uno de los mejores que había
tenido en demasiado tiempo para recordar.
Estaba sentado, comiendo su comida y bebiendo su cerveza, cuando su primo
interrumpió su estado semi comatoso.
—¿No has visto a Jasmine todavía? —preguntó Drew. Derek empezó a
ahogarse con el sorbo de cerveza que acababa de tomar. Drew le golpeó la espalda,
mientras luchaba por recuperar el aliento—. Supongo que eso es un sí —supuso Drew. 53
—Ella trabaja para la corporación. —Derek finalmente logró decir.
—Vaya, ¿cómo está funcionando? ¿No la has despedido aún? —preguntó.
Drew sabía que Derek quería venganza de la chica que le había roto el corazón.
—No, todavía no la he despedido. Quiero que se arrepienta de su decisión de
echarme a la basura antes de arrojarla sobre su trasero —dijo. La idea de lanzarla era
cada vez menos atractiva para él. Su primo levantó las cejas, mientras estudiaba a
Derek.
—Ya veo —dijo Drew, mientras ponía una sonrisa en el rostro.
—¿Qué ves? —preguntó Derek.
—Te estás enamorando de la chica de nuevo, en lugar de al revés —lo incitó
Drew.
—No sabes de qué estás hablando —soltó Derek. Estaba enojado, más consigo
mismo que con Drew, porque pensaba que podía haber algo de verdad en sus palabras.
—Oye, han pasado diez años y la gente puede cambiar—dijo Drew.
—No olvidaré lo que me hizo —le dijo Derek a Drew y a sí mismo.
—Bromas aparte, eres un tipo inteligente. Sigue tu instinto y sabrás qué hacer
—le dijo Drew. Una de las razones por las que Derek amaba a Drew era que, aunque
el mundo lo veía como un gran playboy que no podía tomar nada en serio, era
realmente muy inteligente y el hombre más cariñoso que conocía. Le gustaba
proyectar la imagen de sí mismo como el chico despreocupado, pero tanto Derek
como Ryan lo conocían. Se les permitió ver un lado de Drew que nadie más llegó a
ver—. Además, primo, siempre pensé que Jasmine era una verdadera trampa y ustedes
dos estaban destinados a estar juntos. Tal vez el destino este interviniendo por ustedes
dos, por fin.
—Está bien de esta basura emocional. Salgamos de aquí, regresemos a mi casa
y bebamos demasiado —dijo Derek. Drew estuvo de acuerdo con él. Pagaron la
factura, dejando a la camarera una propina muy generosa y luego se dirigieron a la
camioneta para el largo viaje de vuelta.
Si la gente pudiera ver a los primos en su tiempo libre, no tendrían idea de
cuánto valían. Les gustaba llevar ropa vieja, que era sobre estilos diversos de
comodidad y les gustaban los bares tipo garito mucho más que los restaurantes cinco
estrellas. Habían jurado no olvidar nunca de dónde venían y en diez años habían sido
fieles a ese voto.
54
Derek se calmó rápidamente cuando regresaron a casa. Sabía a lo que su primo
se refería y no estaba tratando de obtener una reacción, pero eso le hizo pensar
demasiado en lo que realmente eran sus intenciones hacia Jasmine. Ella fue la que se
escapó y él esperaba ser lo suficientemente fuerte esta vez para no dejar que ella lo
rompiera.
Sabía que ciertamente era más maduro, pero parecía volver a su infancia
cuando miraba aquellos ojos verdes de mar. Ella estaba haciendo su camino
golpeándolo por lo bajo. Se endurecería de nuevo cuando regresara a la oficina.
Demonios, por lo demás, solo necesitaba unos días más, antes de poder estar
seguro que la operación sería supervisada por su competente personal. Podía controlar
a la compañía desde su oficina principal y no tener que ver a Jasmine más. Eso no
sonaba atractivo. Maldición, iba a tener que poner cierta distancia entre ellos.
Decidió que lo haría una vez que la sacara de su sistema por última vez.
Necesitaba llevarla a la cama un par de veces más y luego perdería el interés. Siempre
perdió el interés una vez que la persecución había terminado.
Sonrió para sí pensando que había calculado todo el asunto. Todavía no estaba
enamorado de ella; solo estaba disfrutando de la persecución.
Jasmine llegó a la escuela justo a tiempo para recoger a Jacob. Llegó corriendo
por el pasillo y le dio un gran abrazo. Amaba los raros momentos en que se dejaba ir
y le permitía abrazarlo.
—¿Cómo fue tu práctica? —le preguntó.
—Fue realmente genial, sujeté a Timmy en tres segundos —murmuró
entusiasmado.
—Buen trabajo, Pequeño Hombre. ¿Se levantó y le diste un apretón de manos
después?
—Por supuesto, mamá —dijo rodando sus ojos. Le encantaba haberle enseñado
a su hijo lo suficiente como para que ser educado fuera una segunda naturaleza para
él. Ella odiaba cuando los hombres, o las mujeres se regodeaban en sus victorias. Le
había enseñado que tener buen espíritu deportivo era tan importante como ganar el
juego.
55
Algunos de sus entrenadores le habían dicho lo impresionados que estaban con
él. Le habían dicho que era inusualmente respetuoso con sus compañeros y sus
entrenadores. Había agradecido con orgullo. Ella era una madre típica y pensó que su
hijo no podía hacer nada mal, pero cuando alguien lo confirmó, flotó en una nube.
—Timmy me preguntó si podía quedarme la noche del viernes, él tiene una
fiesta de cumpleaños y van a Skate World —le preguntó, con emoción saliendo de él.
—Hablaré con la mamá de Timmy y me aseguraré de que esté bien, pero no
veo ninguna razón por la que no puedas.
—Gracias, mamá, eres la mejor —dijo con una de sus sonrisas que transformó
su rostro en algo parecido a su padre. Cuanto más mayor se hacía Jacob, más se parecía
a Derek. Rezaba para que nunca se conocieran, porque el parecido era demasiado
grande como para ser pasado por casualidad.
Realmente no ayudaba que a Jacob le gustara que su cabello lo cortara de una
cierta manera ahora, que era casi la misma imagen del corte del de Derek. Sacudió sus
pensamientos y revolvió el cabello de su hijo.
Salieron y el entrenador de Jacob se les acercó.
—¿Cómo estás, Jasmine? —preguntó.
—Estoy bien. ¿Y cómo estás, Chuck?
—Lo estoy haciendo genial. Jacob se olvidó de agarrar uno de estos volantes.
Tenemos un torneo el sábado a partir de las dos —dijo mientras le entregaba un
pedazo de papel.
—Eso suena divertido. ¿Hay algo que pueda traer?
—Siempre sé que puedo contar contigo —dijo con una carcajada—. ¿Sería
demasiado pedirte que traigas un plato principal para el almuerzo? Tengo algunas
personas trayendo bebidas y fruta, pero nadie se apuntó con un plato principal. Puedes
hacer sándwiches si quieres, pero sé que te gusta tener todo de lujo —dijo, con una
sonrisa coqueta.
Ella era bien conocida por sus platos creativos y eso era por lo que nadie más
había firmado para el lugar.
—Me conoces bien —dijo con una carcajada—. Por supuesto, haré algo bueno.
Tengo que asegurarme de que estos muchachos se alimenten en abundancia. —Podía
ver que estaba tratando de esforzarse para pedirle que volvieran a salir y después de
su tarde con Derek no deseaba una cita. Le dio sus excusas y se alejó rápidamente.
Realmente le gustaba Chuck. Él era un entrenador fenomenal, pero no se sentía
56
atraída por él. Era realmente muy malo porque era un gran tipo. Puede que tuviera que
superarse a sí misma e ir a la cita.
—Suena como que vas a tener un fin de semana muy ocupado —le dijo a Jacob
mientras conducían hacia casa.
—Lo sé. No puedo esperar a la fiesta. Trevor dijo que estaba teniendo un pastel
de helado —dijo Jacob, prácticamente rebotando en su asiento.
—Recuerda que estás luchando al día siguiente, así que, si comes demasiada
comida chatarra, te enfermarás en tu encuentro y vomitarás encima de tus oponentes.
—Eso sería genial —exclamó. Jasmine sacudió la cabeza, realmente no
entendía a los niños a veces. Se dio cuenta que tenía que dejar pasar algunas cosas.
—De acuerdo, recuerda que te advertí cuando te sientas enfermo el sábado por
la mañana —dijo con la sabia sonrisa de una madre. Jacob puso los ojos en blanco,
pero permaneció en silencio.
Llegaron a la casa y les hizo una buena cena y luego arrojó una pelota en el
patio trasero. Le encantaba cuando el tiempo cooperaba y podía pasar tiempo al aire
libre con su hijo. A pesar de que Seattle era una ciudad estupenda, a veces la lluvia
era un poco demasiado.
Necesitaba ahorrar algunos fondos y llevar a Jacob a unas vacaciones en el
invierno, para alejarse de los oscuros cielos. Comenzaba a ser demasiado a veces y
ella estaba empezando a estar un poco deprimida. Eso no era justo para Jacob ni para
ella.
Jugó con la pelota con él hasta que no pudieron ver más y luego finalmente
entraron, así él podría tomar una ducha y prepararse para la cama. Temía ir a la oficina
al día siguiente, pero lo haría con la cabeza en alto.
57
Traducido por Myr62
J asmine atravesó aquellas puertas una vez más y se dirigió lentamente hacia
el ascensor. Pensó en subir las escaleras, solo para retrasar lo inevitable,
pero no creía que pudiera respirar cuando llegara al piso veinticinco.
Al menos era viernes. Podría sobrevivir un día más. Los últimos
días habían estado llenos de una increíble tensión sexual, por lo menos para ella. No
creía que Derek hubiera pensado en el tiempo en su mesa desde que se había subido
los pantalones. Apenas siquiera la miró. Estaba tratando de convencerse de que eso
era algo bueno.
Se sermoneó todo el camino hasta la cima del edificio. Podía pasar un día más. 58
Estaban cerca de sus últimos archivos y luego probablemente volvería a la oficina
central y ella podría relajarse.
Sonó la campana del ascensor, que la hizo saltar. La puerta se abrió y salió
como si estuviera en la milla verde, caminando sus últimos pasos a la sala de
ejecución. Ni siquiera se molestó en entrar en su oficina. Sabía que en el momento en
que se sentara, Derek la llamaría y exigiría que llegara a su oficina.
La correa de su bolso se deslizó por su hombro y sus manos estaban llenas con
el café, por lo que no podía hacer nada al respecto. Entró en la oficina de Derek y
suspiró. Por supuesto que estaba allí, delante de ella. El hombre nunca dormía hasta
tarde, ni aparecía siquiera hasta dos minutos antes de las siete de la mañana.
Estaba acostumbrada a ser la primera en trabajar, pero era imposible con él. No
podía llegar antes, ya que tenía que mandar a su hijo a la escuela. Colocó la taza de
café extra delante de él y luego tomó su lugar delante del montón mucho más pequeño
de carpetas de personal.
—Gracias —murmuró Derek, mientras tomaba la taza, sin siquiera mirar hacia
arriba. Ella solo le había traído uno, porque el otro día había entrado con un gran
macchiato de caramelo y él le había tirado uno de cincuenta y le había dicho que le
trajera uno también, ya que ella se detenía allí de todos modos.
No se había molestado en preguntarle si tenía inconveniente, no se había
molestado en preguntarle el plazo, había asumido que lo haría por él. No había sido
una batalla que valía la pena luchar, así que solo compró el café. No era como si
tuviera que salirse de su camino. Además, él ahora pagaba por el suyo también y los
chutes de cafeína de la mañana no eran baratos.
Ella en serio viviría de los cafés y nada más, si pudiera salirse con la suya.
Había hecho eso un par de diferentes días y al final, le estaba temblando todo, pero su
casa se había vuelto increíblemente limpia.
—Tenemos un par de entrevistas más para hacer hoy, con el último de los
anteriores empleados. Quiero que vayas a través de las aplicaciones que han entrado
en la semana y limpiar a través de ellos. Encuentra los mejores candidatos y
prográmalos para la próxima semana para entrevistas. Tenemos que conseguir esos
puestos lo más pronto posible —dijo Derek, cuando él finalmente levantó la vista.
Desafortunadamente para ella, cuando levantó la vista, estaba ocupada
observando su cuerpo en lugares inapropiados. Sus cejas se levantaron y ella no pudo
detener el profundo rubor que manchaba sus mejillas. Se apartó de él, rezando para
que fingiera que no había sucedido.
Necesitaba salir de su oficina, porque cada vez que miraba a la mesa, se
59
imaginaba sentada allí con él entre sus muslos. Asintió y luego fingió estar absorta
con el expediente frente a ella.
—M
amá, estoy en casa —gritó la voz de Jacob, despertando
a Jasmine de su sueño. Escuchó sus pasos corriendo y
luego lo vio asomarse en la puerta—. Sí, aquí está,
señora Winters, gracias por el aventón —dijo Jacob y luego escuchó la puerta del
frente cerrarse.
—Hola, Jacob —le dijo a su hijo todavía medio dormida y luego miró al reloj.
La sorprendió ver que eran más de las once. Sintió un movimiento a su lado e
instantáneamente se puso alerta. Por un momento, había pensado que todo había sido
un sueño. Los ojos de su hijo se agrandaron cuando vio a Derek. 73
—¿Quién eres? —preguntó Jacob. Jasmine debió verse completamente
aterrada. Su hijo ni una sola vez la había visto con un hombre en la cama. No había
estado con otro hombre desde Derek. Lo miró y descubrió que su completa atención
estaba en su hijo. Ella pudo ni siquiera haber existido.
Quiso saltar de la cama y esconder a Jacob de los ojos conocedores de Derek,
pero era demasiado tarde. No sabía cómo podría salir de esto. No podía creer que le
había hecho el amor, no solamente una vez sino dos, y luego se quedó dormida en sus
brazos, cuando su hijo regresaría. Era simplemente una estúpida. Su mente estaba
peleando por descubrir cómo explicarle a su hijo de nueve años.
Derek continuó mirando al chico, lo que era como mirar a una foto de sí mismo
de chico. No tuvo ninguna duda de que el chico era suyo.
Tenía todo tipo de emociones, compitiendo a la vez, dentro de él. Sobre todo,
había alegría por tener un hijo, había un extremo enojo hacia Jasmine por haberle
ocultado a su hijo. Estaba confundido, porque acababa de tener el mejor sexo de su
vida y sin embargo quería estrangular a la madre de su hijo. No sabía cuál emoción
abrazar primero. Se dio cuenta que su hijo le había preguntado quién era y también se
dio cuenta que Jasmine estaba sentada allí como un ciervo atrapado en las luces
aproximándose de un auto.
—Soy tu padre —dijo. Escuchó la inhalación de Jasmine y ni siquiera se
molestó en mirarla. Tenía mucho miedo de ceder a su impulso de estrangularla. Sabía
que no lo haría realmente, pero estaba bastante furioso con ella en este momento.
—¿En verdad? —preguntó Jacob escéptico. Su rostro se contorsionó en tal
reflejo de sí mismo que quiso gritar de alegría. Estaba conociendo a su hijo. Quiso
saltar de la cama y atraerlo a sus brazos, pero estaba completamente desnudo debajo
de la protección de la ropa de cama. Supo que la única razón por la que Jasmine seguía
en la cama era la misma que él.
—De verdad lo soy —dijo Derek, teniendo que luchar con las emociones
intentando romperlo.
—Si eres mi padre, entonces ¿qué le decías a mamá cada noche antes de tener
que irte? —le preguntó el chico y Derek supo que estaba siendo probado. No había
pensado en esas palabras en todos esos años y, sin embargo, nunca las olvidaría.
Inhaló hondo y murmuró las palabras que no había dicho desde la noche antes
de tener que encontrarse con Jasmine y huir.
—Dulces sueños, princesa, te rescataré de tu torre a la luz de la mañana —dijo,
con un ligero picor en su garganta. 74
Oyó a Jasmine volver a jadear y entonces sintió a su cuerpo sacudirse
ligeramente. Le echó un vistazo y vio las lágrimas cayendo de sus ojos. Entonces
gruñó cuando Jacob saltó sobre la cama y le arrojó los brazos. Se sintió pasmado
mientras sostenía a su hijo en sus brazos por primera vez. Estaba asombrado y
maravillado por el hombrecito. Lo rodeó con fuerza y sostuvo su pequeño cuerpo
contra el de él.
—Eres mi papá —dijo el chico con asombro. Alzó las manos para tocar el
rostro de Derek, como si estuviera intentando descubrir con certeza si era real—.
Mamá dijo que te fuiste por negocios, pero me dijo que un día regresarías y lo hiciste,
de verdad volviste —dijo Jacob, mientras una lágrima se deslizaba por su ojo. Derek
sintió como si su corazón hubiera estallado en su pecho. Jasmine ahora estaba
sollozando junto a ellos en la cama.
Ella observaba mientras padre e hijo se abrazaban y su mundo se sentía como
si se estuviera desmoronando. Se había equivocado tanto al no decirle a Derek sobre
Jacob en el instante que lo vio. Pudo ver el amor prácticamente fluyendo de él.
Le había contado a su hijo todo sobre Derek y cómo había parecido su príncipe
de brillante armadura. Nunca le había contado de su sufrimiento, cómo había esperado
por él en vano en esa pequeña iglesia destartalada. Había querido que su hijo pensara
que movería cielo y tierra para estar con él.
Jacob hablaba a un millón de kilómetros por minuto, mientras le hacía un
montón de preguntas y Derek pacientemente le respondía cada una. Seguían aferrados
el uno al otro y Jasmine se sintió como una intrusa. Se habría puesto de pie, dado
tiempo a solas, pero estaba atrapada debajo de las mantas. Se movió a un lado, pero
su cama no era tan grande y Derek era un tipo grande. Sin importar cuánto se moviera,
todavía seguían tocándose.
—¿Vas a venir a mi combate de lucha libre? —preguntó Jacob, con esperanza
brillando en sus ojos—. Si no quieres, podemos saltarlo —dijo, aunque amaba luchar
y nunca se había perdido un encuentro. Le rompió el corazón cuánto su hombrecito
quería complacer a su padre.
—Nada me haría más feliz que verte luchar —dijo Derek y lo decía en serio.
Se había perdido nueves años ya y no perdería ni un minuto más.
—Es realmente divertido. Pregúntale a mamá. Nunca se pierdes mis juegos.
Siempre grita muy fuerte pero el entrenador dice que está bien porque ella está en
verdad orgullosa de mí —dijo, como si no pudiera entender a las mujeres—. Sin
embargo, me gusta un poco —le susurró a Derek, creyendo que ella no sería capaz de
75
escucharlo. Ella tuvo que contener una sonrisa.
—¿Puedes ir a la cocina por un minuto así tu mamá y yo podemos prepararnos?
—le preguntó Derek. Jasmine estuvo aliviada. Tenía que salir de la cama.
—¿Prometes que no te irás? —le preguntó Jacob, pareciendo al borde de las
lágrimas.
Derek lo volvió a estrechar con fuerza.
—Te prometo que nunca me volveré a ir —dijo y luego fulminó a Jasmine
sobre el hombro de Jacob. Un estremecimiento le recorrió la espalda al ver esa mirada.
No estaba contento con ella. Puso rígida la espalda y le devolvió la mirada fulminante.
Ella no fue quien lo abandonó. ¡Cómo se atrevía a mirarla de esa manera!
—Bien, estaré allí fuera —dijo Jacob, casi como una amenaza, en caso de que
Derek decidiera desaparecer.
Dejó lentamente el cuarto, cerrando la puerta detrás de él. Tan pronto como se
fue, Jasmine agarró la sábana y se bajó de la cama. Corrió dentro del baño y cerró con
llave la puerta. Necesitaba unos minutos para recomponerse antes de tener que
enfrentarlo. Se apoyó contra el lavabo y respiró hondo varias veces. Unos segundos
después, Derek estaba afuera de la puerta.
—O puedes abrir la puerta o la echaré abajo, tú eliges —dijo, con una mortal
voz calma. Ella decidió no ponerlo a prueba.
Él estaba parado allí sin nada más que sus pantalones y el hombre se veía
demasiado sexy después de simplemente bajarse de la cama. No le dijo nada por varios
segundos, sin saber cómo comenzar esta conversación. Decidió ir a la ofensiva.
—No tenías que soltarlo así. ¿Qué si no eres el padre? —dijo y dio un paso
hacia atrás ante la furia de sus ojos.
—Ni siquiera intentes jugar conmigo, Jasmine. Es más que obvio que es mío y
ya me has arrebatado nueve años de su vida. No me quitarás nada más, ¿lo he dejado
claro? —le gruñó, mientras la hacía retroceder a la esquina.
Ella pasó de ofensiva a defensiva en cuestión de segundos.
—No dije que no fuera tuyo, solo decía que debiste preguntarme primero, en
vez de soltarlo así —dijo, un poco temblorosa.
—¿Para poder salir con más mentiras? No lo creo, Jasmine. Cálmate. Voy a
pasar el día con mi hijo y no quiero que sepa que quiero lastimar a su madre —le
espetó, antes de darse la vuelta para marcharse.
76
Derek salió de la habitación y tuvo que contener las lágrimas que escocían por
salir, cuando vio a su hijo sentado junto a la puerta principal. Su hijo tenía tanto miedo
que se fuera de nuevo, que estaba vigilando la puerta. Le probaría al chico que nunca
se iría. No pasarían una sola noche más separados. Pensaría qué iba a hacer con
Jasmine después.
Llevó a Jacob a la cocina y le preparó el desayuno. Padre e hijo se sentaron,
comiendo su primera comida juntos y llegando a conocerse el uno al otro.
Jasmine se deslizó por la pared luego que Derek saliera hecho una furia. Se
sentó allí, sollozando en sus manos y sintiendo pena de sí misma. ¿Cómo era que la
vida había cambiado tanto en solo una semana? Finalmente se puso de pie y entró a
la ducha. Se paró allí hasta que el agua se volvió fría y entonces reacia salió,
temblando. Tenía piel de gallina por todo el cuerpo.
Se puso un chándal y una sudadera, se recogió el cabello en un moño y no se
molestó en ponerse maquillaje. Tenía poca energía incluso para que le importara su
aspecto, aunque iba a salir en público. Simplemente estaba muy asustadas sobre lo
que sucedería luego.
Entró en la cocina ante el sonido de la risa de su hijo. Le sonrió y luego lo besó
en la cabeza.
—Oh, mamá —gruñó y luego puso sus ojos en blanco en dirección a Derek.
Jasmine contuvo el aliento, porque si Derek decía que su madre besándolo era
asqueroso, su hijo nunca más la dejaría hacerlo. Él ya estaba adorando al hombre.
Derek la sorprendió, agarrándola por la cintura, lo que la puso fuera de
equilibrio, por lo que cayó en su regazo. La besó de lleno en los labios y luego la soltó
con la misma rapidez. Se estaba sintiendo mareada a la vez que se ponía de pie. Incluso
enojada con el hombre, la había sentir cosas que nadie más la había hecho sentir jamás.
—Jacob, nunca nos quejamos cuando una hermosa mujer quiere besarnos —le
dijo a su hijo y luego meneó sus cejas hacia él. Jacob se rio y el corazón de Jasmine
se expandió. Derek había dicho lo correcto.
—Qué asco, papá —dijo Jacob con más risitas y luego volvió a comer su
desayuno. Alzaba los ojos cada poco segundo para mirar fijamente a Derek, como
para asegurarse de que no iba a desaparecer. 77
—Tengo que hacerles el almuerzo a los chicos —murmuró Jasmine y se puso
a trabajar en preparar una enorme cazuela de sopa casera y pan recién horneado. Los
aromas provenientes de la cocina estaban haciendo que el estómago de Derek gruñera.
Lo que sea que estuviera preparando olía delicioso.
—El entrenador dice que mamá hace los mejores almuerzos del mundo y es
por eso que siempre quieren que ella haga la comida para nuestros torneos —dijo
Jacob con orgullo.
—Si sabe tan bien como huele, puedo entender por qué el entrenador dice eso
—concordó Derek. Jasmine sintió algo de orgullo recorrerla. Disfrutaba cocinando
para su hijo, diablos, disfrutaba cocinar para cualquiera que lo apreciara.
—Apresúrate, mamá, o vamos a llegar tarde —le gritó una hora después. Ella
estaba poniendo la sopa en el bolso aislante. Había varias cosas que debía llevar hacia
el auto y se estaba poniendo nerviosa, ya que se había quedado dormida y oficialmente
iban a llegar tarde.
—Deja que agarre eso por ti —dijo Derek, haciéndola saltar. No estaba
acostumbrada a tener a alguien allí para ayudarla.
—Gracias —murmuró, renunciando a algunos de sus bolsos.
—Podemos llevar mi auto —ordenó Derek.
—Sí —dijo Jacob y luego jadeó cuando vio el brillante auto negro estacionado
en la acera—. ¿Es tu auto? —preguntó con sorpresa.
—Sí —dijo con suficiencia. Jasmine puso los ojos en blanco ante el embeleso
que estaban compartiendo los dos mientras admiraban el demasiado costoso Porsche.
—Mis amigos vas a pensar que soy genial —dijo Jacob, mientras saltaba en el
lugar ante solo la idea de subirse al auto de lujo.
—¿Quieres que baje el techo? —preguntó Derek.
—Sí —gritó Jacob y luego puso a reírse cuando Derek presionó un botón y el
techo comenzó a retirarse hacia atrás poco a poco. Jasmine no estaba tan emocionada
de subirse al pequeño vehículo. Prefería por mucho su robusta furgoneta.
78
Jacob subió al asiento trasero y se abrochó el cinturón. Era bueno que todavía
fuese pequeño porque apenas cabía allí atrás.
De ninguna manera un adulto podría apretujarse en la parte trasera. Ella se
subió reacia en el asiento del pasajero y cuando Derek se sentó en el asiento del
conductor, estuvo agradecida de que el techo hubiese sido bajado. El pequeño auto la
estaba haciendo sentir claustrofóbica y Derek estaba demasiado cerca para sus ya
enervados nervios para manejarle.
Derek puso el auto en marcha y recorrió la calle, adquiriendo velocidad
rápidamente.
—No estamos tan apurados. —Jadeó ella con temor, mientras se sujetaba
fuertemente del tablero.
—Oh, mamá —gruñó Jacob—. Ve más rápido —alentó a Derek. Éste le dio
una enorme sonrisa en el espejo retrovisor y salió a la autopista acelerando. Pasaron
rápidamente a los autos como si éstos estuviesen quietos. Jacob estaba riendo a
carcajadas, en tanto su cabello negro flotaba en el viento y ellos volaban por la
autopista.
Jasmine nunca se lo admitiría a ninguno de los chicos, pero la estaba
empezando a emocionar el viaje en el auto, luego de que su temor inicial se
desvaneciera. Él era un conductor experimentado y recorría los carriles del tráfico con
suavidad, haciéndolo parecer como si estuviesen volando.
Alcanzaron su salida y tuvieron que reducir la velocidad.
—Tenemos que hacer esto de nuevo —gritó Jacob desde el asiento trasero.
Jasmine estuvo de acuerdo en silencio.
—Haremos un recorrido largo luego del encuentro de lucha e iremos a cenar
—le prometió Derek. Jasmine no apreció cómo asumía que ellos no tenían planes.
Ella habría dicho algo, pero no quería pelear frente a su hijo.
Se detuvieron en la escuela y Jacob se aferró a la mano de Derek.
—Vamos, papá, quiero que conozcas al entrenador —dijo emocionado.
—Déjame ayudar a tu mamá a llevar la comida dentro y entonces puedo
conocerlo —le respondió con una paciencia infinita. La impresionó lo bien que se
estaba comportando con su hiperactivo hijo de nueve años. Muchos padres no podían
manejar a sus hijos, luego de años para acostumbrarse y él pareció caer directamente
en el rol de padre. Vería cómo actuaba en una semana o incluso en un mes. Esa sería
79
la verdadera prueba.
Entraron al gimnasio, como un millón de otras familias. Jacob tenía su pequeña
mano aferrada a la de Derek y ella caminaba al otro lado de él. Para el resto del mundo
parecerían la perfecta familia suburbana. Sin embargo, ella conocía la verdad. Sabía
que la confrontación se estaba acercando e iba a intentar prepararse para ello.
Derek apenas tuvo tiempo de poner la comida en la mesa, antes de que Jacob
se lo llevara a rastras. Estaba tan orgulloso de enseñarle su padre al entrenador y a
todos sus amigos. Observó mientras él orgulloso cruzaba el espacio y corría hacia
Chuck.
Chuck los vio con sorpresa y entonces ella observó cuando su ceño se arrugó,
antes de conseguir rápidamente plasmar una sonrisa en su cara y estrechar la mano de
Derek. Supo que él debía estarse preguntando qué estaba sucediendo entre ellos, como
es que nunca antes había mencionado al padre de Jacob.
Jacob debe haberle insistido a Derek que se sentara con él en la zona de
jugadores, sin estar dispuesto a que su padre dejara su lado, porque ella lo vio, al
magnate de los negocios, arrodillarse y sentarse en las esteras. Se le habrían metido
moscas en la boca si ellos dos hubiesen estado cerca de tanto que la tenía abierta. La
cerró rápidamente y preparó la comida para los chicos.
—¿Quién es el hombre sexy junto a tu hijo? —dijo una de las muchas madres
solteras, cuando se acercó—. Por favor, dime que es tu hermano perdido y soltero —
continuó la mujer. Jasmine se sintió al instante celosa, mientras miraba a la bella
mujer, que a diferencia de ella, estaba vestida con un traje ceñido, con el cabello y el
maquillaje a la perfección.
No sabía cómo describir a Derek. No eran una pareja y no lo habían sido por
diez años. Era el padre de su hijo y le había hecho el amor tan ardientemente que
estaba sorprendida que las sábanas no se hayan prendido fuego, pero ella no tenía
ningún derecho sobre él.
—Es el padre de Jacob —dijo simplemente. No sabía qué más agregarle a eso.
—Mmmm, no has mencionado al padre de Jacob antes. ¿Vive fuera de la
ciudad? —preguntó la mujer, con demasiado interés.
—Perdimos el contacto por algunos años, pero no creo que vaya a querer estar
lejos de Jacob más tiempo —dijo.
—Ya veo —dijo la mujer para luego caminar hacia su hijo, quien justamente
estaba cerca de Derek. Jasmine observó cuando la mujer tuvo el valor de fingir
tropezarse y caer hacia Derek. No pudo creer que él se creyera eso, cuando éste alargó 80
los brazos para atraparla. Encima de eso, ella se sentó inapropiadamente cerca de él.
Jasmine pudo sentir su enojo incrementándose a la vez que los dos se sentaban
y charlaban como grandes viejos amigos. Se preguntó qué demonios encontraban tan
divertido, cuando rieron juntos. Se dijo que no era de su incumbencia si él coqueteaba
con alguna mamá de fútbol facilona. Diablos, podía casarse con ella y tener una gran
familia feliz por lo que le importaba, siempre y cuando el hombre la dejara a ella y a
Jacob en paz.
Supo que sonaba como una ex esposa celosa, incluso en su propia cabeza, pero
él ni siquiera estaba intentando ocultar su flirteo con otra mujer cuando ella estaba
parada en el mismo cuarto. Era peor, si consideraba que hace unas pocas horas él
había extasiado su cuerpo. El hombre era un canalla y ella se encontraba mejor sin él.
—Así que, ese es el padre de Jacob, ¿eh? —le dijo Chuck cuando se acercó a
la mesa. Jasmine estaba herida, enojada y necesitaba sentirse bien consigo misma, por
lo que se descargó un poco con el pobre Chuck.
—Sí, había estado ausente por un largo tiempo y quiere volver a conectar con
su hijo —dijo. No quería que todo el mundo supiera de sus asuntos y que Derek
acababa de descubrir que era padre ese día.
—Jacob parece bastante contento con ello —dijo, mientras ambos miraban
hacia Jacob. Derek la estaba mirando directamente y ya no parecía estarse riendo. Tal
vez le molestó un poco tener que estar sentado y verla coquetear, pensó un poco
maliciosamente.
—Sí, Jacob está en verdad emocionado con ello —dijo y entonces se encontró
riendo y, a la vez que le tocaba el brazo. ¿Qué estaba pasando con ella? Ahora estaba
actuando como esa madre zorra, la que tenía sus manos encima de Derek. Tenía que
calmarse.
Los ojos de Chuck se agrandaron ante su tacto y se movió un poco más cerca
de ella. Era un hombre realmente bien parecido. Tenía más o menos la misma altura
y peso que Derek, aunque no tan musculoso. Sabía que muchas madres tenían un
encaprichamiento por él y le coqueteaban, con la esperanza de tener una cita, pero él
por un tiempo pareció tener una fijación por ella. Ella simplemente no había estado
interesada.
—¿Qué harás más tarde? —preguntó y ella pudo verle los engranajes girándole
en la cabeza. La estaba invitando a salir de nuevo, alentado por el coqueteo de ella.
Maldita sea, no había pensado en ello. Antes de poder responderle, sin saber qué iba
a decir, Derek apareció e interrumpió la conversación. 81
—Lo siento, Chuck, vamos a ir a la ciudad esta noche —dijo Derek, a la vez
que la rodeaba con un brazo, dejando que Chuck y cualquier otro hombre en la
habitación supiese que ella no estaba disponible. No entendió lo que él estaba
haciendo, ya que no eran una pareja y hacía apenas dos segundos, prácticamente había
estado babeando en el regazo de otra mujer.
—Oh, estaba pensando en tener una fiesta con pizza para los chicos y así
celebrar el final de su temporada —dijo, recuperándose rápidamente. Ella estuvo
impresionada; debió tener planeado un respaldo en caso de que ella lo rechazara de
nuevo. Se sintió realmente mal. No debió haber dejado que su temperamento se le
descontrolara y usado a él para aplacar sus propios sentimientos.
—Deberíamos pensar hacerlo la siguiente semana, puedo ordenar trofeos para
los chicos, si me das una lista de sus nombres —dijo Derek suavemente.
—Eso sería muy generoso de tu parte —dijo Chuck con sinceridad, quizás un
poco celoso.
—Sería un placer. Me he perdido mucho de la vida de mi hijo y planeo
compensarlo por eso ahora al no pasar otro minuto sin él —dijo Derek, dejando claro
que no se iba a ir a ninguna parte.
—Eso es estupendo, bueno, mejor regreso y dirijo a los chicos —dijo, mientras
se iba apresurado. Supo que Jasmine se encontraba fuera de los límites y estaba
haciendo una rápida escapada. Quiso decirle algo a Derek sobre su comportamiento
arrogante pero no les daría a los entrometidos padres la satisfacción de una pelea en
público.
Derek se agachó y la besó íntimamente, antes de dejarla ir. Estaba marcando
su territorio para que todo el mundo viera. Supo que era alguna cosa de Tarzán, pero
aun así se estaba sintiendo levemente ligera sobre sus pies mientras él regresaba con
Jacob. Finalmente se dio cuenta que lo estaba mirando fijamente y se dio la vuelta,
solo para notar casi cada par de ojos en el edificio puesto en ella. Sintió a sus mejillas
calentarse mientras el sonrojo se apoderaba de sus rasgos.
Tenía que dejar de olvidarse que había un mundo de personas alrededor de ella
cada vez que ese hombre la tocaba. Se ocupó de la comida, solo deteniéndose cuando
fue el turno de luchar de Jacob. Ya no era la fanática más ruidosa en la audiencia,
pensó, cuando escuchó a Derek alentando a Jacob a través de su duelo.
Luego de que Jacob ganase, corrió hacia su padre, quien lo alzó, haciéndolo
girar en un enorme abrazo. Su corazón se conmovió cuando corrió hacia ella a
continuación y dejó que lo besara en la mejilla y lo felicitase. Lo amaba tan 82
profundamente que no había nada que no haría para hacer su vida mejor, incluso si
significaba tolerar a su insufrible ex.
El encuentro terminó y todos los chicos corrieron a la mesa para devorarse la
comida. Estuvo complacida con todos los oohs y aahs mientras los chicos tragaban la
comida como si se tratase de la última. No tomó mucho tiempo que cada trozo fuese
consumido.
Ella siempre se quedaba para ayudar con la limpieza y eso les tomó como una
hora antes de que fueran capaces de irse. La mayor parte de los padres ya se habían
ido a sus casas, pero notó que la madre señora Ligona seguía por ahí, junto con otras
de las madres solteras.
Todos salieron juntos a la puerta, algunas de las mujeres siendo demasiadas
coquetas, en su opinión con un hombre que estaba clamando que estaba tomado. Pensó
que ellas supusieron que, si no tenía un anillo en el dedo, todavía era juego limpio.
Cielos, pensó, a algunas de ellas no les importaría si ella tuviese un anillo puesto.
Estaba viendo un lado complemente nuevo para los padres solteros.
A medida que se aproximaron al auto, las madres miraron con ojos más
anonadados y ella casi pudo ver los signos de dinero haciendo clic en sus cabezas.
Buitres, pensó, de verdad irritada. Chuck divisó el auto y bajó la cabeza un poco,
pensando que estaba fuera de su liga y se marchó caminando más rápido de lo normal.
—Nos vemos luego —dijo Jasmine, a la vez que subía en el vehículo. Solo
quería poner distancia de las mujeres, que una vez había pensado eran sus amigas.
Supuso que la amistad tenía un límite y ése era el impresionante Derek Titan.
—Gracias por toda la ayuda, señoras. Supongo que tengo que estudiar sobre
lucha para conocer mejor lo que hace mi hijo —dijo Derek con un guiño. Jasmine le
echó un vistazo con una expresión sorprendida atravesando sus rasgos. Él estaba
alentando a las mujeres hambrientas de dinero. Ni siquiera pudo averiguar quién era
él. Le hizo un guiño a ella y los sacó del estacionamiento con el sonido de las señoras
riéndose y gritando sus despedidas. ¡Qué alivio!, pensó.
Jasmine estuvo extremadamente irritada con Derek por varias horas luego de
que se dirigieran de nuevo hacia su casa y estacionaran en la entrada. El Porsche
83
parecía fuera de lugar junto a su usada furgoneta. Era otro ejemplo que le enseñaba lo
diferentes que habían resultado sus vidas.
Ella era quien había nacido como la niña más rica de la ciudad, mientras que él
había sido el pobre y que trabajaba por cada dólar que ganaba. Ahora las tornas se
habían dado vuelta y no solo era billonario, sino que ella apenas estaba subsistiendo.
A ella no le importa tanto, pero con el nuevo estatus de él, también venía esa
arrogancia y distancia que no le agradaba.
Bajaron lentamente del auto y caminaron hacia la casa. Jacob apenas podía
mantener los ojos abiertos, pero estaba luchando contra la extenuación. Sabía que su
hijo tenía miedo de irse a dormir para luego despertar y descubrir que su padre había
desaparecido.
Alejar al hombre de su hijo en este momento sería cruel, sobre todo desde que
él había saboreado lo que era ser padre. Deseó poder regresar el tiempo a esa mañana
y haber sido capaz de resistirse a su encanto el tiempo suficiente para sacarlo de su
casa y poder pensar. No quería que su hijo resultase lastimado.
—Es hora de ir a la cama, bebé, puedes ducharte a la mañana —le dijo a su
hijo, mientras lo llevaba a su cuarto.
—Pero no estoy cansado, mamá —dijo, antes de que un enorme bostezo se
apoderara de sus rasgos.
—Diría que ese bostezo dice que estás muy cansado —le dijo dulcemente,
todavía llevándolo a su habitación.
—¿Seguirás estando aquí a la mañana? —le preguntó Jacob a Derek, con
grandes ojos tristes.
—Te prometo que cuando despiertes a la mañana estaré aquí mismo —dijo
Derek, a la vez que se agachaba y alzaba a Jacob en sus brazos como si no pasase
nada. A Jasmine le costaba alzarlo en estos tiempos. Se había vuelto tan grande. La
sobrepasaría en unos pocos años. No supo a dónde se iba el tiempo.
—¿Me leerás mi historia esta noche? —le preguntó Jacob y a Jasmine le dieron
un poco de celos. La hora de la historia había sido de ellos solamente y no quería
compartirlo.
—Me encantaría —contestó Derek.
—Tú también ven, mamá —dijo Jacob, con otro bostezo somnoliento.
—Claro, cariño —respondió cariñosamente. 84
Los tres fueron al cuarto de Jacob. Estaba lleno con sus juguetes favoritos y
afiches de Spiderman por todas las paredes. Se había obsesionado con Spiderman
desde hace más o menos un año y tenía cada afiche y figura de acción que ella había
sido capaz de encontrar.
—Me gusta tu cuarto —le dijo Derek.
—Gracias, papá. Mamá y yo buscamos cosas nuevas todo el tiempo —dijo con
orgullo.
—Eso suena divertido —dijo Derek—. ¿Qué historia quieres escuchar? —
preguntó, mientras le echaba un vistazo a la estantería, que estaba repleta con cada
libro imaginable.
—Puedes escoger. Me gustan todos —dijo, mientras Jasmine lo ayudaba a
encontrar sus pijamas. Rápidamente se cambió y se arrastró en la cama, sentándose
contra el cabecero. Jasmine se apoyó a su lado mientras Derek escogía un libro.
Encontró un libro de superhéroes y leyó la historia, insertando voces de
villanos. Cuando trató de imitar a una damisela en apuros, tanto Jacob como Jasmine
comenzaron a carcajearse por su muy pobre imitación de una mujer.
—Oye, pensé que salió bastante bien —dijo, con una sonrisa. Acabó la historia
y Jasmine metió las mantas debajo de la barbilla de su hijo.
—Buenas noches, amor, te veré en la mañana —dijo y se dio la vuelta para
dejar a padre e hijo solos por un momento.
—Eso no es lo que dices, mamá —le dijo y esperó expectante. Ella miró a
Derek avergonzada y después a su hijo, que estaba esperando.
—Buenas noches, mi joven príncipe, que el nuevo día te traiga aventuras,
tesoros y mucho más —le susurró y abandonó la habitación rápidamente. Le había
dicho las mismas palabras desde que era un bebé. Fue una de sus maneras de darle un
trozo del lado romántico de su padre. Estaba cerca de las lágrimas, ya que Derek
estaba allí pero ya no era su príncipe azul.
Él la siguió a la sala de estar unos pocos minutos después y se quedaron
mirando fijamente entre sí. Supo que era el momento de la confrontación. Solo que
no estaba preparada para ello.
85
Traducido por Myr62
92
Traducido por Flochi
—S
é que de verdad te gusta tu casa, pero es que es muy pequeña.
Voy a ponerme en contacto con un agente el día de hoy y
acordar algunas reuniones. Eché un vistazo rápido anoche y
hay algunos lugares realmente buenos en el mercado que me gustaría ver. Preferiría
construir mi propia casa, pero eso tomará demasiado tiempo y quiero que nos
instalemos tan pronto como sea posible —dijo Derek, mientras compartían un picnic
en el parque.
Jacob estaba jugando fútbol con algunos otros chicos, dejándolos solos por
primera vez en el día. Todo su cuerpo se puso rígido ante sus palabras. Le gustaba su 93
casa. Sabía que era pequeña, pero la había pagado toda ella sola y no quería tener que
renunciar a ella.
—No quiero vender mi casa —dijo, a la vez que se cruzaba de brazos y lo
fulminaba con la mirada.
—No tienes que venderla. Puedes alquilarla si lo desea o simplemente dejarla
vacía. Puedo contratar un equipo de limpieza para que vaya una vez por semana y se
asegure de que no le salga moho o resulte dañada —ofreció.
—¿Tengo elección? —le espetó. Sabía que el lugar era demasiado pequeño y
que estarían más cómodos con espacio extra pero su mundo le estaba siendo
arrebatado y sentía que no tenía control sobre nada.
—No soy tu enemigo, Jasmine; estoy intentando hacer lo correcto por mi hijo.
¿Cómo es que querer verlo crecer me convierte en el enemigo? —le preguntó con
exasperación.
Cuando él se expresaba así se sentía como si ella fuera la mala. No era justo
que estuviera torciendo las cosas de esa manera. Iba a tener que superar sus
sentimientos de traición hacia él por haberla abandona, o los siguientes nueve años de
vida iban a parecer una eternidad.
—Tienes razón, estoy siendo difícil, pero tienes que darte cuenta que Jacob y
yo hemos estado bien los últimos nueve años y es difícil cambiar —admitió.
—¿Podemos pedir una tregua por el momento, por el bien de nuestro hijo? —
preguntó él.
—Suena bien —le respondió, queriendo algo de paz.
Derek hizo unas cuantas llamadas mientras Jacob estaba jugando y dentro de
una hora tenía citas en seis sitios diferente. La asombró la velocidad del hombre de
ser capaz de tener resueltas las cosas.
Jacob llegó corriendo y se sumergió en la comida. Todo el momento que estuvo
jugando lo hizo estar muy hambriento.
—Hola, amigo, ¿quieres ir a ver algunas casas? —le preguntó Derek.
—¿Por qué? —preguntó Jacob, sin interés.
—Vamos a buscar un lugar más grande para vivir así tendrás más espacio para
jugar —le dijo Derek. Jacob estuvo muy interesado tras eso. No podía esperar para
irse del parque y mirar las casas. Las primeras a las que fueron dejaron a Jasmine
asombrada. Había crecido en la casa más grande de su ciudad y pensó que era 94
extravagante pero no se comparaba a los lugares que estaban viendo ahora.
Cada casa tenía portones electrónicos, que requerían una clave para entrar
incluso a la entrada. Las casas eran enormes y tuvo miedo de que perdería a Jacob si
se mudaban a alguna de ellas. Se iba a asegurar de que él no abandonara su vista
cuando recorrieran una casa. No sabía lo que Derek estaba buscando, pero las casas
no estaban capturando su interés. Ella estuvo agradecida por ello. Estaba esperando
que los otros lugares fueran un poco más pequeños.
Cada vez que dejaban unas de las casas la agente inmobiliaria parecía
decepcionada, pero a Jasmine la impresionó lo bien que lo cubría. Estaba segura que
la mujer iba a conseguir una increíble comisión si Derek compraba una de las casas,
ya que sus precios eran en millones.
La cuarta casa a la que fueron tenía una entrada similar e igual de grande que
las otras, pero le pareció un poco diferente, no parecía tan fría, como si las personas
que vivieron allí, tal vez fuesen más reales. Tenía un estilo colonial que contaba con
una recepción de tres pisos hecha en roca blanca. La puerta era lo bastante grande
como para conducir un camión a través de ella, pensó, cuando entraron.
—Esta casa solo tiene tres años de antigüedad y fue construida para recibir
invitados. El hombre y su esposa la crearon a su gusto, pero él tiene que regresar al
extranjero por unos años y decidieron seguir adelante y venderla porque él no está
seguro dónde estarán cuando regresen. Sé que si esposa está triste por abandonar esta
espectacular casa —comenzó la agente—. Tiene tanto que ofrecer, como pueden ver
simplemente al entrar por las puertas principales. Algunos rasgos clave de la cada es
que la propiedad contiene veinte acres utilizables, una cancha de tenis de tamaño
completo, una cancha de básquet interior y exterior de tamaño completo, junto con
dos piscinas, una interior y otra exterior. Al parecer, los vendedores tenían hijos
adolescentes que también construyeron una pista de paintball en el extremo sur de la
propiedad, pero si les gustaría que eso fuese quitado sería una tarea simple —dijo
mientras miraba a Jacob, pensando que a él podría gustarle esa característica—. Hay
una bella sala abierta en esta dirección, que puede ser fácilmente usada para
conferencias, bailes o cualquier forma de entretenimiento que les guste. Cuenta con
esta bella araña de Italia que ha sido hecha específicamente para la casa —siguió
hablando a medida que caminaban de cuarto a cuarto.
Jasmine estaba pensando que la araña probablemente valía más que la casa.
—Hay una casa separada encima de la cochera a la que muchas personas les
gustaría usar para que sus invitados o parientes viviesen. Tiene su propia entrada
separada para darle privacidad —dijo mientras miraba a Derek.
95
Jasmine pudo sentir su cara calentarse con enojo cuando se dio cuenta que ella
le estaba mencionando un lugar secreto donde podría ir para un romance como una
ventaja. Ya no le agradaba la agente inmobiliaria en lo absoluto y miró con furia su
espalda a medida que continuaron.
—A lo largo de este corredor hay varias habitaciones, aptas para niños o
visitantes. Jacob puede explorar si gusta pero que no toque las pertenencias de los
propietarios —añadió cuando salió corriendo por el pasillo—. A través de este par de
puertas está la suite principal. Si pasas por aquí tienes otra sala, con otra puerta hacia
el dormitorio principal. Cuenta con dos armarios completos, con hermosos gabinetes
en ellos. El baño principal cuenta con hidromasaje, ducha a pie y ducha a vapor
separadas, como también una sauna. La habitación tiene su propia terraza privada con
una chimenea a gas, tanto en la habitación como en la terraza cubierta. Estoy segura
que hay mucho más que estoy dejando fuera, pero si están interesados puedo darles el
listado completo, el cual tiene todo en él —dijo sin parar.
La mujer sabía cuándo hablar y cuándo quedarse callada, porque salió de la
habitación y los dejó dar un vistazo alrededor. Jasmine odiaba admitir que estaba
impresionada. La casa era palaciega, pero tenía muchos detalles que la hacían sentirla
más como una casa que un hotel y le gustaba más que las otras. Solo desearía que no
fuese tan grande.
—Mamá, mi habitación es tan genial. Tiene un armario enorme, que es tan
grande como mi vieja habitación y encontré una puerta secreta que lleva a ninguna
parte. Estaba oscuro y no tenía mi linterna, por lo que no pude entrar, pero de verdad
me gusta, mamá. Podría conseguir muchos más posters porque las paredes son muy
altas —dijo Jacob cuando llegó corriendo a la habitación completamente sin aliento y
más que emocionado. Derek le dio un vistazo a la cara de Jacob y ella pudo ver que
había tomado una decisión.
—Esta es la que quiero —dijo Derek cuando se dio vuelta hacia la agente
inmobiliaria, que prácticamente estaba salivando sobre sus zapatos. Su rostro se
iluminó con dicha, mientras sacaba una pila de papeles para que él llenara. Jasmine
estaba segura que la mujer estaba contenta por haber decidido aceptar una llamada de
última hora en su fin de semana.
Derek rellenó la información necesaria, mientras la agente le hablaba
animadamente a Jasmine y a Jacob. La mujer probablemente no veía la hora de acabar
e ir a celebrar.
—Diles a los vendedores que les daré cien mil más de su precio pedido si
pueden irse en una semana. También pagaré todos los gastos por escrituración y los
profesionales de la mudanza para que lleven sus objetos a donde sea que deseen. No 96
tendrán que pagar nada; puede ser hecho en un solo día. Quiero sus respuestas para
las nueve de mañana y la quiero por escrito. Si no pueden estar de acuerdo con esas
condiciones entonces encontraré otro lugar —le dijo Derek a la mujer, cuyos ojos se
habían agrandado. Jasmine estaba segura que no estaba acostumbrada a tratar con
clientes como él. También sabía que por más que le gustara la casa, si los términos no
eran cumplidos, se apartaría. Estaba segura que eso fue lo que lo había hecho un feroz
hombre de negocios. Una vez que decidía un curso de acción, se apegaría a este,
incluso si eso significara que no siempre podía conseguir lo que originalmente
deseaba.
—Se los haré saber, pero no estoy segura si todas las inspecciones y depósitos
necesarios pueden ser hechos en esa cantidad de tiempo —dijo, temerosa de perder la
enorme comisión.
—Hablaré con mi gente y no habrá problemas en tener listo lo necesario. Estaré
pagando en efectivo por esta casa, por lo que no habrá problemas de financiamiento.
Si los vendedores están de acuerdo con mi oferta, puedo tener este lugar listo para
pagar en tres días máximo. Estaba siendo amable al ofrecerles una semana para
mudarse —dijo, con su voz autoritaria. El hombre tenía una manera de hablar que
hacía a las personas querer saltar por hacer su voluntad. Era tan poderoso; no había
otra palabra para describirlo.
Si hubiese vivido en el pasado, él sería uno de esos dioses idolatrados por la
gente, no se habría establecido en nada menos. Un estremecimiento recorrió su
columna en tanto se daba cuenta que iba a casarse con él. Siempre tendría que recordar
quién era ella y no desvanecerse detrás de su sombra. También tenía que admitir que
era increíblemente masculino cuando afirmaba su resuelta autoridad.
—Bien, señor Titan, tendré todos los papeles necesarios para comenzar. Me
pondré en contacto con el agente de ventas y con suerte los vendedores, esta tarde. Le
notificaré tan pronto como me hayan dado una respuesta, pero sé que han estado
ansiosos por vender, por lo que no debería ser un problema —dijo ella, pareciéndose
más a la agente segura que había parecido cuando la conocieron unas horas antes.
Estaba intentando realmente mantener su profesionalismo, lo que no podía ser sencillo
con Derek alrededor.
—Lo aprecio y estaré esperando —dijo como si esperar no fuera algo fácil para
él. Tomaron caminos distintos y se dirigieron a la casa de Jasmine.
Cuando se estacionaron frente a su casa, ésta parecía más pequeña que nunca.
Cuadró los hombros a medida que entraba por la puerta. Puede que sea capaz de caber
en la sala de la otra casa, pero había hecho un lugar estupendo para ella y Jacob, y no
había nada malo con ello. 97
Derek se acercó detrás de ella y puso su mano sobre su hombro.
—Jasmine, de verdad no estoy menospreciando tu casa. Solo que mucho de mi
trabajo lo hago desde la casa y necesito más espacio. Jacob también necesitará mayor
seguridad una vez que la prensa se entere que es mi hijo. Tengo muchos amigos, pero
aún más enemigos. Cuando te dedicas a adquirir empresas, haces muchos enemigos.
No dejaré que algo le pase a mi hijo porque alguna persona descontenta decide
lastimarme a través de mi hijo —dijo, intentando razonar con ella.
—Entiendo —dijo Jasmine. No quería seguir hablando de ello, por lo que se
marchó a su habitación para estar sola por un rato.
La agente inmobiliaria llamó un par de horas después y prácticamente estaba
riéndose mientras explicaba que los vendedores aceptaron su oferta. Dijo que podía
encontrarse con él donde sea que gustara al otro día para tener listos todos los
documentos.
Derek hizo una cita para que ella se reuniera con ellos en la oficina y la cabeza
de Jasmine estuvo prácticamente dando vueltas por lo rápido que las cosas se estaban
moviendo. Era un domingo a la tarde y Derek había concertado inspecciones para el
día siguiente y programado el depósito para el viernes. Recibirían las llaves de la casa
antes del fin de semana siguiente.
Jacob estaba chillando de alegría al tener su propia piscina, entre otras cosas.
Llamó a sus mejores amigos y les contó todo al respecto y le preguntó a Derek si
podría tener una fiesta para que ellos pudiesen ver su nueva habitación. Derek,
obviamente dijo que sí, pero que al menos Jacob tendría que esperar un par de semanas
para que pudieran asentarse primero.
Derek ofreció tener a una compañía de mudanzas para que embalara sus cosas
y ella se puso firme. No quería que un extraño anduviera entre sus pertenencias. Él
incluso tuvo el descaro de poner los ojos en blanco. Supo que él estaba pensando que
no tenía nada que ellos querrían, pero ese no era el punto. Sus cosas eran personas
para ella y no las quería manchadas por un montón de extraños poniendo sus dedos
sobre ellas.
Sabía que la mayor parte de sus muebles acabarían siendo donados y eso le
parecía bien. Las cosas que quería conservar las iba a guardar y no había nada que él
pudiera hacer para detenerla.
98
102
Traducido por Flochi
L
a semana pasó volando. Jasmine hizo un progreso increíble con las cajas
empacadas y tuvo al centro de caridad local pasando dos veces porque
los objetos se estaban apilando y llenando su sala. Fue algo triste ver sus
cosas lentamente disminuyendo y su casa tornándose más vacía, pero se sintió bien el
tenerlo todo listo.
El viernes a la mañana, Derek iba a firmar el último de los documentos y las
personas de la mudanza iban a recoger sus cosas al mediodía. Se despertó con una
sensación de emoción y también de tristeza. Se encontró deseando mudarse a la casa
nueva. Todo era un poco emocionante. Los dueños anteriores ya la habían desocupado 103
y Derek había enviado a un equipo de limpieza ayer, por lo que todo lo que quedaba
era conseguir las llaves y mudarse.
Derek fue a la oficina y la llamó un par de veces, dejándole saber que todos los
papeles fueron firmados y estaban listos para mudarse. Estaría allí en una hora para
ayudarla con los preparativos finales que necesitaran ser hechos.
Jasmine caminó con lentitud alrededor de su casa una vez acogedora y no pudo
evitar que las lágrimas corrieran por sus mejillas. Esta casa había sido la primera
sensación real de seguridad que ella y Jacob habían tenido. Había estado tan orgullosa
cuando firmó con su nombre en los papeles y supo que el lugar era suyo y nadie podría
quitárselo y ahora se iba a ir de allí. Sintió como si estuviese abandonando su casa
segura.
Ahora todo se encontraba en cajas, o habían desaparecido y ella se iba a
marchar hacia una nueva aventura. Se limpió las lágrimas y decidió que iba a venderla.
El pensamiento de regresar a su casa sola era demasiado deprimente para siquiera
contemplarlo. Caminaría a través de las habitaciones y vería a Jacob en cada esquina
y ahora también se imaginaría la inmensa presencia de Derek allí. Rompería su
corazón un poco cuando alguien más la ocupase, pero al menos, entonces sería amada
y nuevos recuerdos podrían ser creados.
Le diría a Derek que hiciera las llamadas, dado que era bueno en ello.
Conociendo a Derek, estaría vendida en cuestión de días. El hombre tenía una manera
de hacer que las cosas sucedieran mucho más rápido que la persona promedio nunca
podría lograr.
Compuso su cara a tiempo, porque Derek atravesó las puertas y echó un vistazo
alrededor.
—Supongo que no queda nada por hacer más que esperar a los de la mudanza.
Traje algo de almuerzo para que comamos y llamaré a la empresa y los haré venir
antes —dijo.
La empresa de mudanza apareció como unos treinta minutos después de su
llamada. A ella le sorprendió que no se teletransportaran y aterrizaran en las escaleras,
mientras él se encontraba en el teléfono con ellos.
Los hombres eran profesionales y ella no tuvo que decirles o hacer nada.
Vaciaron su casa en el camión en aproximadamente una hora y estuvieron en camino
hacia la mansión donde Derek tenía a alguien esperándolos para dejarlos entrar. Derek
estaba esperándola, mientras ella miraba alrededor de la casa completamente vacía,
con una sensación de completo asombro. Comprobó cada armario dos veces para
asegurarse de no haber olvidado una sola cosa y prolongó su última vez en la casa por
104
unos minutos más.
Tuvo que darle crédito a Derek porque no dijo nada mientras ella arrastraba los
pies. Él incluso salió para darle unos cuantos minutos más a solas. Una última lágrima
se deslizó por su ojo y luego cuadró los hombros, se limpió la cara y salió por la puerta
del frente, cerrando con firmeza detrás de ella mientras se despedía de su vieja vida.
—¿Te encuentras bien? —le preguntó Derek, a medida que se dirigían a sus
vehículos. Fue un momento raro y tierno y casi logró que sus lágrimas regresaran.
—Estoy bien, solo es un poco más difícil de lo que pensé que sería despedirme
de esta casa. Sé que no es mucho, pero ha sido mi cada por casi nueve años —dijo
con un pequeño gimoteo.
—Es un lugar estupendo y lo mantuviste hermoso —dijo con un poco de
incomodidad.
—Gracias, Derek, lo aprecio, aunque sé que no te gusta —dijo poniendo sus
ojos en blanco.
—Podría llamar a los de la mudanza y que la lleven a la propiedad si quieres.
Hay mucho espacio allá —le dijo. Ella lo miró, con la boca abierta, con asombro. Ella
pudo notar que estaba hablando completamente en serio. Si ella se lo pidiese, él
pagaría un precio ridículo para mover su casa, solo para que dejara de llorar.
Comenzó a reír ante la idea, era tan ridícula. Solo se movían las casas cuando
tenían un valor histórico, no movían una casa cualquiera, solo porque la persona se
había encariñado. Se rio incluso más fuerte cuando pensó seriamente en cuánto dinero
gastaría el hombre en un solo día. Estaba segura que era más del que ella gastaría en
un año entero.
—Gracias por la risa, Derek, me estoy sintiendo mucho mejor ahora —dijo y
luego por un completo impulso le arrojó los brazos alrededor del cuello y le dio un
abrazo. Ella no había iniciado el contacto desde que se habían vuelto a unir. Él se puso
rígido por un momento de sorpresa y luego envolvió sus brazos alrededor de ella,
atrayéndola con fuerza.
Ella necesitaba el consuelo y no pudo retirarse. Derek le frotó la espalda y
aunque él era la razón por la que su vida estaba cambiando tan drásticamente sus
manos consoladoras la estaban haciendo sentir mejor. Más tarde pensaría en la ironía
de la situación. Era ciertamente divertido.
Sus movimientos en su espalda dejaron de ser consoladores y comenzó a
llevarla más cerca a la vez que su mano vagaba más abajo con cada pasada. La
105
respiración de ella se hizo más profunda, mientras su tacto comenzaba a incendiar su
cuerpo. Llevó una mano a su barbilla, alzándola la cara. Antes de tener tiempo a
parpadear, llevó sus labios hacia los de ella para un suave beso. Si hubiese sido
urgente, como lo era normalmente, pudo haber sido capaz de resistirse, pero con este
lado amable de él, no tuvo ni una oportunidad.
Le arrojó los brazos al cuello y se apoyó en él mientras él profundizaba el beso,
haciendo que su estómago temblara con necesidad. Envolvió los brazos alrededor de
su cuello, disfrutando la sensación de ser contenida y el sabor de su boca, mientras él
se deslizaba dentro. Ella no parecía poder acercarse lo suficiente.
—No sabía que te estabas yendo —dijo una voz, trayéndola de regreso a la
realidad. Jasmine se apartó de Derek, que parecía un poco sorprendido y se dio la
vuelta hacia el sonido, para encontrar a su anciana vecina parada a pocos metros de
ella. O la mujer fue ajena al abrazo en el que ella estaba, o no le importaba, pero no
parecía preocupada por haberlos interrumpido.
—Sí, Mary, todo pasó tan rápido que no he hablado con nadie de ello —le dijo
Jasmine a su vecina, sintiéndose un poco culpable por mudarse sin decir adiós.
—Bueno, te extrañaremos y al precioso Jacob —murmuró la mujer.
—También te extrañaré y a tus maravillosas galletas de mantequilla de maní
—dijo Jasmine con la voz queda. Se acercó, le dio a su vecina un abrazo y luego se
despidieron.
—Puedes seguirme —dijo Derek, mientras se subía a su vehículo. Ella se subió
a su propia fiable furgoneta, la cual tristemente ya no tenía atractivo luego de haber
conducido la lujosa SUV y lo siguió fuera de la entrada. Miró por el espejo retrovisor
hasta que su casa quedó fuera de la vista. Soltó un profundo suspiro y supo que su
vida cambiaría para siempre.
Se detuvieron en la nueva casa y Derek entró el código para que los portones
se abrieran. Ella manejó por el largo camino de entrada detrás de él, contemplándolo
todo. Había estado allí una sola vez por lo que miró el lugar con nuevos ojos,
intentando empaparse con todo ello.
La casa ciertamente era una pieza de exhibición, con sus inmaculados jardines.
106
Había una sorprendente falta de flores y ella prometió cambiar eso en cuanto pudiera,
pero la fuente en el centro del camino era una linda pieza, tanto reconfortante como
acogedora a la vez. Podría llegar a querer la casa, es decir, si pudiera descubrir cómo
llegar de un lado al otro.
Tuvo que estacionarse en la entrada, ya que había dos enormes furgonetas de
mudanza retrocediendo ala enorme cochera. Había varios hombres llevando cosas
desde la parte trasera de los camiones y caminando arduamente hacia la casa. Derek
y ella entraron y el lugar se veía diferente con las paredes desnudas y sin muebles.
Había varios muebles del departamento, pero la casa anterior de él había sido mucho
más pequeña e iban a tener que comprar muchos más artículos para llenar el lugar.
Sin embargo, la casa se veía mucho mejor para ella, con todas las cosas de los
dueños anteriores desaparecidas. Ahora podía imaginarse sus propias pertenencias
llenando los espacios. Mientras más caminaba alrededor de la casa vacía, comenzaba
a sentirse mejor. De hecho, estaba emocionada de usar la piscina, no estaría disponible
hasta el siguiente día, porque Derek había traído a gente para que le hiciera una
limpieza especial, aunque le había parecido impecable a ella antes. Él había dicho que
quería asegurarse, dado que su hijo nadaría en ella. No pudo discutir eso.
A los hombres de la mudanza les tomó varias horas descargar los camiones y
luego estuvieron en el enorme lugar, solos por primera vez. Se dirigió directamente a
la cocina, más emocionada con esa estancia, que con cualquiera de las otras y
comenzó a desempacar las cajas.
Derek había intentado convencerla de dejar que los hombres de la mudanza
desempacaran, pero parte de la emoción de mudarse era encontrar sus tesoros y
ubicarlos donde ella quisiera. No quería que extraños lo hiciesen, además, nunca sería
capaz de encontrar nada.
—Voy a recoger a Jacob —le dijo y ella miró el reloj. No tenía idea que se
había hecho tan tarde.
—Puedo ir contigo —ofreció reacia. Realmente no quería dejar lo que estaba
haciendo. Por la sonrisa que vio en el rostro de él, se dio cuenta.
—Sigue y continúa con lo que estás haciendo. Parece que estás disfrutando —
dijo y se dio la vuelta para salir.
—Oh mira, hay estantes movedizos en los esquineros —exclamó de pronto—.
Están hechos de una muy buena madera también —agregó como una niña que acabara
de descubrir la marca de un juguete nuevo. 107
Derek la miró como si hubiera perdido la cabeza. La mujer no estaba
impresionada con la mansión de diez millones en sí, sino que estaba embelesada
cuando descubrió pequeños estantes giratorios. No podía entenderla. Salió por la
puerta, mientras ella continuaba explorando todas las grietas de la cocina. Estaba
conmovido por el amor de ella hacia las pequeñas cosas y estaba intentando luchar
contra el tirón de su propio corazón.
Se había enamorado completamente de ella cuando era adolescente, porque a
pesar de que era la niña más rica en la ciudad, nunca lo había presumido, a diferencia
de su padre. Ella siempre había preferido unos vaqueros gastados y una camiseta por
encima de la ropa de última moda. Se había parecido mucho más a él que a los otros
chicos pretenciosos.
Parecía que no mucho había cambiado, si miraba la casa de ella, vehículo y
posesiones. Ella tenía cosas lindas, pero nada decía a gritos extravagancia. De hecho,
su hijo tenía muchas más cosas en su pequeño espacio que ella. Era bastante obvio
que ella amaba y malcriaba a Jacob. Él sabía cuánto ganaba también y era
ridículamente bajo para lo que hacía. Su propio padre no le había dado un aumento en
todo el tiempo que había estado allá. Él había asumido que eso era solamente en los
libros y que su padre le estaba dando más por su cuenta, pero por la manera en que
ella vivía, ya no lo creía.
Tal vez ella no era la persona fría que había pensado que era cuando envió a su
padre para despedirse. Tal vez había otra razón para todo lo que había sucedido.
Estaba decidido a descubrir cuáles fueron esas razones, incluso si ello rompía la semi
tregua que había comenzado a compartir.
Alcanzó la escuela y Jacob estuvo en la acera y subió al vehículo, apenas poco
antes de que él lo detuviera. Estaba hablando a miles de kilómetros por minutos y no
podía contener la emoción de ir a su casa nueva.
Estaba preguntando si todas las cosas habían llegado ya y si la piscina estaba
lista para nadar en ella. Quería saber si Derek le había comprado una pelota de
baloncesto y si podía tener un cachorro. Derek respondió cada pregunta que pudo,
pero no sabía si Jacob lo escuchaba, porque le dispararía otro torrente antes de que
siquiera acabase de hablar.
Se encontró sonriendo ampliamente mientras disfrutaba el entusiasmo
vertiéndose de su hijo. Al menos había hecho feliz a uno con su compra. Sin embargo,
tenía la sensación de que Jasmine iba a sentirse unida a la casa, si su emoción en la
cocina era alguna indicación.
Apenas se estacionó en la cochera antes de que Jacob saltara del vehículo y
corriera a través de la puerta. Lo escuchó saludar a su madre a los gritos, antes de
108
escuchar sus pisadas desvaneciéndose mientras subía corriendo las escaleras. Era
increíble que el chico recordara cómo desenvolverse.
—Espero que no se pierda —dijo Jasmine con algo de preocupación, mientras
escuchaba al tornado de energía que su hijo acababa de dejar detrás.
—Bueno, entonces podremos jugar Marco Polo también —respondió Derek
con una carcajada. Ella lo miró por un momento, entonces se rindió y dejó que la
diversión sobrepasara mientras se reía con él—. Me aseguraré que encontró su cuarto
y luego ver qué puedo hacer para poner el lugar en orden —dijo mientras desaparecía.
Jasmine no vio a ninguno de los chicos por un par de horas, mientras todos se perdían
en sus diferentes proyectos.
Traducido por Flochi
—B
ueno, mira quién ha ascendido en el mundo —dijo Drew en
el altavoz, mientras esperaba a que el portón se abriese.
—¿Cómo me encontraste? Pensé que estaba
escondido —contestó Derek. Se había preguntado quién estaba tocando el timbre.
—Oh, siempre es fácil encontrar a mi presa —respondió Drew.
—Oye, abre el portón antes de que lo salte y patee tu lamentable culo —habló
la voz de Ryan en el micrófono.
—¿Para qué demonios lo trajiste? —dijo Derek, a la vez que presionaba la 109
combinación para que las puertas se abrieran. Salió a la puerta delantera y esperó a
que sus primos salieran de la camioneta.
—Lindo lugar, ¿tiene espacio extra? —dijo Ryan, cuando subió las escaleras y
le daba una palmada en la espalda a Derek.
—Claro, tengo que contratar a un jardinero —respondió Derek, quien se ganó
otro golpe.
—Diablos, alguien está madurando para ser un verdadero hombre, tienes la
casa, al hijo y pronto a la esposa, ¿qué sucedió con nuestra promesa de ser solteros
para siempre? —dijo Drew mientras se ponía cómodo y atravesaba las puertas.
—Maldita será, no creo que tengas suficiente espacio —gritó Ryan, con un
silbido bajo, a la vez que contemplaba el lugar.
—Lo que sea, Ryan, tus ingresos son iguales, si no es que más que los míos —
replicó Derek poniendo los ojos en blanco.
—Bueno, sí, es más que los tuyos, porque no he lo he derrochado todo en una
casa —contestó el hombre con una sonrisa maliciosa. Él supo que el dinero ni siquiera
había disminuido en lo que se refería a Derek.
Se dirigieron hacia el fondo y al sonido de Jacob chapoteando en el agua. Miró
a los dos hombres y sus ojos se llenaron de curiosidad. Derek los consideraba a ambos
más como hermanos y se los presentó a Jacob como sus tíos. Jacob estaba eufórico al
descubrir que tenía tíos, dado que su mamá era hija única y tenía una familia pequeña.
—Espero que tengas bañadores adicionales, porque voy a meterme en el agua
de una manera u otra y no quiero que te veas mal delante de tu prometida al mostrarle
lo deficiente que eres —dijo Drew con un meneo de sus cejas.
Esta vez fue Derek quien lo golpeó en el brazo y luego lo llevó a los
cambiadores junto a la piscina, que ya estaba surtida con trajes extra. Sus dos primos
se cambiaron rápidamente y pronto los cuatro estaban teniendo una guerra de agua
que tuvo a Jacob riendo sin control.
—Entonces, ¿dónde está Jasmine? No la he visto en una eternidad —preguntó
Ryan.
—Tuvo que ir a recoger algunos alimentos así podríamos comer. Jacob, aquí,
es un pozo sin fondo. Al parecer, a él no le gusta ir a comprar alimentos —dijo Derek
con afecto. Él mismo odiaba ir a comprar comida. No podía esperar a contratar
personal para que se encargara de todo.
110
Jugaron en la piscina un rato más y luego finalmente se arrastraron fuera,
reacios. Se cambiaron de ropa y después ayudaron a Derek a desempacar. Había una
biblioteca de piso a techo por la que Jasmine había llorado. Quería sorprenderla,
poniendo todos sus libros allí. La habitación era bastante grande, con una chimenea
de madera y un ventanal con un asiento. Iban a pasar la semana comprando muebles
para llenar este cuarto, junto con muchos otros.
Con sus primos allí ayudándolo, tuvo la biblioteca y la sala desempacada en
nada de tiempo. Incluso consiguieron colgar la mayoría de las obras de arte en las
paredes. Miró alrededor, sintiéndose bien por su progreso.
Acababan de sentarse, cuando escuchó la puerta de la cochera abrirse. Se puso
de pie para ayudar a Jasmine a cargar los comestibles y Drew y Ryan lo siguieron.
Cuando salieron al garaje, Jasmine los vio y todo su rostro se iluminó.
—Drew, Ryan, es tan bueno verlos —dijo, mientras corría hacia ellos y
arrojaba sus brazos alrededor de uno y luego del otro.
—Jasmine, te ves más hermosa si eso es posible. ¿Estás segura que quieres
quedarte con este holgazán? Creo que puedo convencerte de que el niño es mío y
podemos escaparnos juntos —le ofreció Drew con una sonrisa malvada hacia su
primo.
—Drew, he extrañado tanto tu sentido del humor. Tienes que contarme todo lo
que te ha pasado en los últimos diez años. Estoy segura que hay un sendero de mujeres
con el corazón roto en tu estela —dijo con una sonrisa genuina.
—Sí, Drew es un barril de risas —dijo Derek, no gustándole que Jasmine fuese
tan abierta y tranquila con Drew y tan poco comunicativa con él.
Los chicos agarraron los comestibles y los pusieron sobre la encimera así ella
podría guardarlos. Se sentaron en los mostradores por lo que siguieron charlando con
ella mientras ponía las cosas donde pertenecían y luego comenzaba a hacer la cena.
Muy pronto, increíbles aromas rodearon a los hombres y ella tuvo que
empujarlos de la cocina, porque no dejaban de picotear las cosas.
—Vayan a jugar por un rato y les haré saber cuándo todo esté listo —les dijo.
—Podríamos desaparecer y será tu culpa —dijo Ryan antes de bajarse y salir
de la cocina. Ella acabó la ensalada y metió la cazuela en el horno, por lo que decidió
ir a trabajar en la biblioteca. Estaba de verdad ansiosa por arreglar todo. No podía
esperar hasta el día en que los estantes estuviesen llenos de arriba a abajo. Le tomaría
años, pero parte de la diversión era agregar libros nuevos cada semana.
Entró a la sala y jadeó. Los chicos habían desempacado todo y se veía muy
111
bien. Incluso habían ordenado los libros correctamente. Solo encontró algunos fuera
de lugar. Regresó a la sala de estar, donde estaban sentado y le dio a Derek un enorme
abrazo, el cual lo sorprendió.
—Muchas gracias por acomodar todos los libros, sé que debió haber sido un
poco angustiante, dada la cantidad —habló entusiasmada.
—De nada. Quería que comenzaras a sentirte en casa. Sé que esta casa es un
poco intimidante —dijo con un encogimiento de hombros.
—Fue muy dulce de tu parte —dijo con una sonrisa.
—Oye, nosotros ayudamos, ¿dónde están nuestros abrazos? —dijo Ryan con
una sonrisa maliciosa. Ella se acercó y lo abrazó y luego a Drew. Derek fulminó con
la mirada a sus primos, mientras ellos la sostenían un poco más del tiempo apropiado.
Sabía que sus primos nunca intentarían quitarle a su mujer, pero también sabía que a
los hombres les gustaba subirle la presión sanguínea y estaban haciendo un buen
trabajo.
—No puedo esperar a ir de compras a todas las tiendas de libros usados y llenar
esos estantes —dijo con entusiasmo.
—Apuesto a que los llenarás en una semana y luego nosotros tendremos que
construir más estantes —dijo Drew. Jasmine siempre había sido una ávida lectora en
la escuela. Ella nunca iba a ninguna parte sin al menos un libro en su bolso, solo en
caso de que acabara atrapada en algún lugar. Si tenía un libro, tenía una forma
constante de entretenimiento.
—No puedo esperar a conseguir uno de esos sofás súper cómodos así puedo ir
allí y quedarme dormida con un buen libro —dijo un poco soñadora.
—Oh, primo, parece que has sido reemplazado por un buen sofá y algún héroe
de ficción —bromeó Ryan.
—Están a punto de ser echados sin la cena —los amenazó Derek. Sabían que
era todo palabras y ni siquiera parecieron un poco preocupados.
El temporizador del horno sonó y los hombres se dirigieron inmediatamente al
comedor. Por suerte, Derek ya tenía una enorme mesa y había suficiente espacio para
todos. Ella hizo que los hombres llevaran los platos a la mesa y luego observó con
asombro, cuando todo lo que había preparado desapareció en nada de tiempo.
—Esto está bueno, mamá —dijo Jacob. Los hombres estuvieron rápidamente
de acuerdo con él, entre bocados. Ella se sintió estupenda, porque la cocina era un 112
sueño en la que cocinar y su compañía había disfrutado la comida.
—Creo que en serio deberías abrir un restaurante —le dijo Drew.
—Nunca querría hacer eso, porque entonces se volvería un trabajo y ya no lo
disfrutaría, y en este momento amo cocinar, especialmente cuando es para personas
que le gustan —le respondió.
—Bueno, puedo venir aquí cada noche, para que tengas audiencia —se ofreció
Ryan.
—Cuando quieras —dijo ella, diciéndolo en serio. De verdad le importaban los
primos de Derek y estaba contenta de tenerlos en su vida de nuevo. Es como si todo
hubiera completado el círculo. Tal vez era hora de dejar el pasado y concentrarse en
el aquí y ahora. Derek era un padre increíble y estaba siendo bueno con ella.
Tenía que ser cuidadosa con su corazón, no obstante, porque él ya le había
dicho que solamente estarían juntos el tiempo suficiente para que su hijo creciera. Si
se encariñaba demasiado, la destruiría cuando fuera echada de su hogar y de su vida.
—¿Cuándo es la boda? —dijo Drew, luego de que acabaran de comer sus
postres. Jasmine miró a Derek, porque nunca habían discutido un período de tiempo.
—Deseaba que nos acomodáramos primero en la casa así que creo que en un
mes. ¿Eso te daría tiempo suficiente, Jasmine? —preguntó Derek, poniendo toda la
presión sobre ella.
—Es bastante tiempo —le respondió, sintiendo que un poco del pánico
regresaba.
—Bueno, entonces está acordado. Nos casaremos en cuatro semanas a partir
de hoy. Un sábado siempre es bueno para hacerlo, ¿cierto? —le preguntó nuevamente.
—Eso estaría bien pero honestamente no tiene que ser lujoso. Simplemente
podemos ir al juez de paz o algo así. Jacob podría usar el esmoquin aquí —rogó. No
necesitaba seguir sumando más recuerdos que dolerían más cuando todo hubiera
acabado completamente.
—No puedes casarte así. Esta es tu boda. Querrás fotos, un pastel y por
supuesto, todos tus invitados quieren comida —dijo Drew, lo que la sorprendió. Él
era un conocido playboy y estaba hablando sobre una boda. No parecía ser propio de
él.
—No te preocupes, tendremos una boda verdadera —dijo Derek y luego casi
la fulminó con la mirada; como si estuviese ofendido de que siquiera hubiera 113
mencionado lo contrario.
—Solo estaba intentando hacer las cosas más simples —dijo ella con
culpabilidad.
—Mejor nos vamos yendo, tengo que salir de viaje de negocios mañana —dijo
Drew, a la vez que se ponía de pie—. Gracias por la estupenda comida, Jasmine. No
puedo esperar a regresar por más —le dijo y luego se inclinó para darle un beso de
despedida.
—Sí, muchas gracias, todo estuvo estupendo. Fue increíble conocerte,
hombrecito, y regresaremos a enseñarte algunos malos hábitos —agregó Ryan y le
dio un abrazo a Jacob.
Derek los acompañó a la puerta y la casa de pronto pareció mucho más vacía
sin ellos en ella. Tenían una manera de llevar vida a donde sea que fueran. Ella pensó
que algunas cosas nunca cambiaban.
Todos estaban cansados y llevaron a Jacob a su habitación. Tomaron turnos
para leerle su historia y luego dejaron la habitación. Jasmine había estado tan cansada
la noche anterior que se había quedado dormida con Jacob mientras le leía su historia.
Se dio cuenta que no tenía idea dónde se suponía que iba a dormir.
Salió al corredor y estuvo insegura de la dirección que tomar.
—¿Problemas? —preguntó Derek, sin hacerle las cosas más fáciles.
—Es solo que no sé en qué habitación voy a dormir. He estado tan ocupada,
que no he tenido tiempo de explorar dónde ha sido puesto todo —dijo.
—Pensé que sabías dónde está el dormitorio principal —dijo mientras
continuaba mirándola fijamente. Ella lo miró como un ciervo en los faros de un auto.
No estaba lista para volver a caer en su cama, pero se habían estado llevando bien y
no quería que la tregua acabara. No sabía qué hacer.
Derek la agarró por los brazos y la besó sin pensarlo, mientras amoldaba sus
cuerpos. La tuvo respirando entrecortadamente y su mente estaba completamente en
blanco. Ella podía muy fácilmente ceder a sus propias necesidades y a las de él
también.
La soltó tan de pronto como la había agarrado y la fulminó con los ojos.
—Nunca he forzado a una mujer a estar conmigo y no voy a obligarte. Toma
la habitación principal y tomaré una de las habitaciones de invitados, por el momento.
Rogarás unirte a mí pronto —dijo con una arrogancia que la hizo apretar los dientes.
114
—No contendría el aliento si fuera tú —gritó y luego se alejó de él cerrándole
la puerta en la cara. Derek pensó en ir tras ella por un minuto, antes de darse cuenta
que eso acabaría con ellos en la cama de nuevo, sin nada resuelto.
Podía aguardar por un poco más de tiempo, pero si no venía hacia él pronto,
entonces él sufriría una implosión. Caminó dando largas zancadas hasta el final del
corredor y entró a la única otra habitación con una cama en ella. Se metió en la ducha
y congeló su erección, antes de subirse a la pequeña cama. Se quedó acostado por
horas, imaginándola en su enorme cama tamaño King de cuatro postes, lo que lo puso
duro de nuevo e hizo miserable. No ayudaba que su aroma pareciera estar impregnado
en la cama y lo rodeara. Gimió mientras se revolvía y daba vueltas.
Tendrían que llegar a un entendimiento dentro de muy poco tiempo, o él no iba
a lograrlo. Su cuerpo simplemente no podía soportar el dolor.
119
Traducido por Myr62
D
urante las próximas semanas, la tensión entre Jasmine y Derek
aumentó. Continuó dejándola tener el dormitorio principal por su
cuenta, pero ella estaba encontrando que estaba muy solitaria en la
enorme habitación. Tenía miedo de que pudiera terminar ganando una vez más e iría
a rogarle que se uniera a ella.
Habían estado planeando la boda juntos, pero en su mayor parte él estaba
haciendo todo. Su vestido estaba siendo hecho para ella y tenía varios accesorios. Ella
estaba enamorada de él, en realidad estaba muy emocionada por el producto
terminado. No sabía cómo Derek había logrado hacerlo, pero el diseñador estaba 120
haciendo el vestido casi idéntico a la imagen que tenía. Jasmine había tomado
fragmentos de varias fotos de diferentes vestidos que le gustaban y lo reconstruyó. El
diseñador era fenomenal y no podía esperar a usarlo.
Ella y Derek comenzaron a llevar vehículos separados a las oficinas, ya que
estaba pasando su tiempo entre la oficina principal y la más reciente toma de posesión
de él. Ya que gente nueva había sido contratada y ocupando sus puestos, él estaba
viniendo solo un día a la semana. También regresaba a la casa más tarde y más tarde.
Jacob estaba comenzando a quejarse con él.
Le prometió a Jacob estar en casa más tiempo, una vez que terminara de
trabajar en su nuevo negocio, pero Jasmine pensó que había mucho más que eso.
Pensó que estaría feliz de no tener que verlo tanto, pero se había acostumbrado a que
estuviera cerca y ahora que estaba desapareciendo, se sentía abandonada en su enorme
casa.
Trató de aprovechar lo mejor de la situación y entretuvo a Jacob tanto como le
fue posible. Él tenía su pijamada y cerca de diez niños vinieron a pasar la noche.
Estaban enamorados de la piscina y la cancha de baloncesto y no podían averiguar
qué hacer primero.
Pasaron de actividad en actividad hasta que se agotaron y se estrellaron en la
guarida, viendo películas de terror y llenándose de comida chatarra.
Jasmine continuó ocupada con su hijo y la boda y pronto pasó casi un mes
entero. Su boda estaba llegando en unos días más y estaba aterrorizada. Apenas había
hablado con Derek desde que se habían mudado y advirtió que buscaría y encontraría
razones para que estuvieran en la misma habitación. Él no parecía sentir lo mismo. Y
estaba rompiendo su corazón nuevamente.
Parecía ser la misma historia de cuando ella era solamente una chica de
dieciocho años. Había conseguido lo que quería, así que ya no quería estar con ella.
Estaba empezando a sentir pánico con toda la situación. Ya estaba dependiendo de él
una vez más y sabía cómo era Jacob, pero no sabía si iba a ser capaz de recoger las
piezas esta vez si él los dejaba.
Jasmine estaba sentada leyendo en la biblioteca, lo cual no era inusual. Jacob
estaba en una fiesta de pijamas y Derek estaba en la oficina, tarde otra vez. El timbre
sonó alertando de alguien en la puerta.
Sabía que no podían ser Drew o Ryan, ya que tenían el código, pero no podía
averiguar quién más estaría allí tan tarde en la noche. Se levantó y contestó el timbre.
—¿Puedo ayudarte? —preguntó, sintiéndose un poco tonta hablando a una
caja.
121
—Soy Amy. Tengo algunos materiales para Derek —dijo la sexy voz
femenina.
Jasmine no podía entender por qué Derek dejaría que una de sus ex novias
viniera a su casa, pero pensó que a él no le importaba que le arrojara la mujer a la cara.
Abrió la puerta y solo esperaba que entrara y saliera rápidamente.
Jasmine la encontró en la puerta, porque quería que la visita terminara pronto.
La mujer parecía la fantasía de cada hombre que cobró vida, con su falda
increíblemente corta, su blusa ajustada a su piel y sus tacones que hacían que sus
piernas parecieran infinitas. Tenía uñas rojas para emparejar su lápiz labial rojo y
Jasmine se sentía un poco intimidada, pues estaba allí de pie, sin maquillaje y su
cabello tirado hacia atrás en un moño muy desordenado.
—Gracias por traer esto. Se lo daré a Derek tan pronto como llegue a casa —
dijo Jasmine, mientras tendía su mano para tomar los artículos.
—Oh, ¿no ha vuelto todavía? —dijo la mujer, como si supiera exactamente por
qué no estaba allí.
Jasmine entrecerró los ojos, sin siquiera pretender ser amable.
—Estará en casa en cualquier momento —dijo Jasmine.
—Lo sé, me reuniré con él aquí. Tenemos mucho trabajo por hacer, así que
estoy segura que puedes encontrar algo más que hacer —sugirió de una manera que
implicaba que ella y Derek tenían mucho más que hacer que negocios. El primer
instinto de Jasmine fue lanzar a la mujer por la puerta de su casa, con el puño, pero
era mejor que eso.
—Bueno, puedes esperar en su despacho —dijo Jasmine con los dientes
apretados. Decidió que si iba a traer a sus fulanas a la casa esto no funcionaría. Iba a
decirle lo que pensaba, más tarde.
Se acostó en la biblioteca para esperar a que regresara a casa y el sueño
finalmente la alcanzó. Cuando despertó eran las tres de la mañana. Se incorporó
rápidamente y miró por la ventana. Se sintió aliviada al ver que el auto de Amy había
desaparecido, pero todavía estaba enojada, le había pedido a la mujer que se dirigiera
a su casa. Había algunos límites que no cruzabas.
Subió las escaleras y se dirigió a su habitación. No estaba allí, así que, en lugar
de buscar por la casa de arriba a abajo, decidió dormir un poco y luego enfrentarse a
él por la mañana.
Rápidamente se desnudó y se metió debajo de las sábanas. Sintió un
movimiento y se sobresaltó al encontrar a Derek en su cama.
122
—¿Qué estás haciendo aquí? —se quejó, mientras trataba de saltar de la cama.
Estaba demasiado enfadada con él para hacer algo.
—Me enfermé de esperar que vinieras a mí y estoy cansado de tu cama —dijo,
mientras sacaba el brazo para sujetarla antes de que pudiera alejarse. Cuando se dio
cuenta que estaba completamente desnuda, gimió de placer y luego sintió que sus
labios se unían a los suyos.
En el momento en que empezó a besarla, pudo sentir la respuesta de su propio
cuerpo. Ella intentó una vez más alejarse, pero él simplemente aumentó la presión de
su boca mientras sus manos comenzaron a frotarse sobre sus curvas.
No habían estado juntos en un mes y ella estaba tan hambrienta como él. Dejó
la pelea y envolvió sus manos alrededor de su cabeza para acercarlo más a ella. Estaba
ardiendo y necesitaba que él se lo quitara. Se olvidó de sus preocupaciones y dejó que
el deseo de su cuerpo se hiciera cargo.
Derek mantuvo la boca en la de ella, empujando su lengua dentro y alrededor
de su boca. Podía sentir el calor acumulado en su núcleo. Estaba presionado a su lado
y ella podía sentir su ardiente excitación presionada contra su cadera. Su necesidad
era abrumadora, deseándolo dentro de ella.
Movió sus labios por su cuello y lamió a lo largo de su pulso golpeando,
haciendo que su cuerpo se retorciera debajo de él. Sus manos se frotaban lentamente
hacia arriba y abajo de su cuerpo, y cuando él rozó su pezón endurecido, su espalda
se arqueó de la cama, deseando mucho más.
Finalmente se movió por los montículos de sus pechos y besó todo el lugar que
necesitaba que tocara. Su lengua corrió alrededor de las capas externas de sus pezones
palpitantes y ella trató de girar en su dirección, así que le llevaría el brote a su boca.
Finalmente hizo lo mismo que su cuerpo le estaba pidiendo y también chupó
el brote apretado en su boca, causando una onda de aligeramiento disparar todo el
camino hasta su núcleo. Podía sentir el calor juntándose y preparándose para que su
erección empujara dentro de ella.
Él masajeó sus pechos con sus manos mientras succionaba y lamía los brotes
hinchados. Ella siguió moviéndose debajo de él, hasta que finalmente bajó por su
estómago y luego no pudo detener el estremecimiento que estaba alcanzando su
cuerpo. Se movió por su superficie lisa y finalmente alcanzó el núcleo palpitante de
su cuerpo.
Mientras su lengua se deslizaba para acariciar sus pliegues, podía sentir la
presión dentro de ella. Él chupó su sensible nudo en su boca y ella se sacudió con el
123
poderoso orgasmo que se barrió a través de ella. Siguió temblando mientras las
ondulaciones la atravesaban una y otra vez. Él lentamente besó su camino por su
cuerpo, sin perder un solo lugar.
Cuando acercó sus labios a los suyos en una suave caricia, sintió como si
pudiera flotar en una nube. Era mágico en su intensidad. Él continuó besándole la
boca y el rostro y su cuerpo empezó a calentarse de nuevo.
Ella lo lanzó audazmente sobre su espalda, para devolver algo del placer que
acababa de recibir. Pasó la lengua por su garganta masculina. Le encantaba el sabor
ligeramente salado de su cuerpo.
Siguió bajando por sus duros pectorales, amando la sensación de sus músculos
temblando debajo de su lengua. Su cuerpo era tan increíble y le encantaba la textura
de su piel lisa y dura. Bajó por su estómago y trazó la línea de vello debajo de su
ombligo. Sus caderas se sacudieron mientras seguía bajando sobre su cuerpo.
Finalmente alcanzó su hinchado pene y lo sostuvo en su mano, frotándolo entre
sus dedos. Rodeó la cabeza y luego lamió el líquido que goteaba. Sus caderas se
sacudieron de la cama con placer, mientras un gemido escapaba de sus labios.
Jasmine finalmente bajó la cabeza sobre el duro eje y lo tomó profundamente
dentro de su boca. Él gimió mientras bajaba la cabeza hacia arriba y abajo de su
miembro, mientras acariciaba de arriba a abajo con su mano. Disfrutaba de la suave
piel sedosa dentro de su boca y continuaba moviéndose hacia arriba y abajo, más
rápido mientras sus gemidos de placer la excitaban.
Se puso rígido y luego agarró su cabeza para apartarla.
—Esto va a terminar demasiado rápido si sigues haciendo eso —gruñó. La
levantó por su cuerpo y ella se montó a horcajadas en sus caderas. Nunca habían hecho
el amor con ella en la parte superior antes y estaba nerviosa sentada allí, con sus ojos
vagando por todo su cuerpo. Ella sintió una sensación de poder y fue increíblemente
erótico.
Él dirigió su eje palpitante hacia su entrada y luego ella se deslizó lentamente
sobre él. Cuando su cuerpo bajó, sintió que la presión crecía y que los instintos
naturales de su cuerpo tomaban el control. Empezó a moverse arriba y abajo de su
erección, mientras su cuerpo allanaba el camino. Estaba tan caliente y húmeda y él se
deslizó fácilmente dentro y fuera de ella.
Podía sentir que empezaba a temblar mientras el orgasmo se acumulaba dentro
de ella. Él levantó las manos para amasar sus pechos, mientras se balanceaban con
124
cada movimiento que hacía. Le frotó los pezones entre los dedos, ligeramente
pellizcándolos, antes de alisar sus manos sobre los picos. Podía sentir el tirón hasta
abajo, profundamente dentro de ella.
Movió una mano y empezó a frotar su nudo palpitante en un círculo apretado,
aumentando aún más la presión. Empezó a moverse rápidamente, mientras su cuerpo
se endurecía. Ella echó la cabeza hacia atrás y apoyó las manos en la cama. Ambos
cuerpos temblaban, mientras continuaba el movimiento de arriba abajo.
Ella empujó hacia abajo con fuerza y luego comenzó a temblar
incontrolablemente mientras el orgasmo oscilaba a través de todo su cuerpo. Podía
sentir el fuego disparando por sus piernas, como se disparaba ola tras ola de placer
intenso a través de ella. Perdió toda la energía, mientras se desplomaba sobre su pecho.
Ambos cuerpos estaban cubiertos por una fina capa de sudor y ella se deslizó contra
su duro pecho, haciendo que sus sensibles pezones se estremecieras.
Él la sujetó de las caderas, para estabilizarla y empujar hacia arriba y hacia
abajo, su cuerpo todavía temblando hasta que se tensó y gritó mientras disparaba su
liberación profundamente dentro de su vientre. Siguió moviéndose unas cuantas veces
más para sacar el placer y luego permaneció inmóvil mientras ella yacía tumbada
encima de él.
Sus manos subían y bajaban por su espalda, alisando su trasero, haciendo que
su aún sensible cuerpo se sacudiera con el placer de su toque. Él le acarició el cabello,
ya que ambos disfrutaron de las consecuencias de su amor. Finalmente giró la cabeza
y la besó suavemente haciéndola caer aún más enamorada de él de lo que había estado
antes.
Finalmente se apartó de él, rompiendo la conexión de sus cuerpos. Ella no sabía
qué hacer y se iba a levantar, pero él se negó a soltarla. Siguió acariciándole el cabello,
el cuello y la espalda, convirtiendo todo su cuerpo en gelatina.
Su respiración finalmente se puso bajo control y se quedaron allí en un silencio
cómodo. Ella estaba empezando a dormirse cuando finalmente habló:
—¿Por qué no solo has abierto las puertas a Amy, sino que la has dejado entrar
a nuestra casa? —le preguntó. Su voz no estaba llena de cólera sino de incredulidad
de que hubiera hecho tal cosa. Ella lo miró sorprendida. No parecía estar contento de
haber dejado entrar a la mujer. Tal vez Amy había mentido acerca de su reunión de
negocios.
—Ella me dijo que tenía documentos de negocios para ti y que tenían una
reunión programada. Realmente hizo que pareciera que los dos eran todavía amantes,
de los cual iba a hablarte, pero como que me distrajiste —dijo, apenas por encima de
125
un susurro. Realmente no quería que él confirmara que era amante de otra mujer, sobre
todo después de hacerle el amor tan apasionadamente. Era difícil para ella imaginar
que podría estar con ella así, y luego ir y estar con otra mujer.
Él la miró por unos momentos, parecía estar sorprendido.
—Nunca he dormido con esa mujer, de hecho, ella estaba empezando a
empujar los límites de su empleo y la despedí hace un mes y no la he visto desde
entonces. Me sorprendió bastante entrar en mi despacho para encontrarla sentada allí,
medio desnuda. Rápidamente la escolté fuera de las instalaciones —dijo, con una voz
que no dejaba duda de que decía la verdad—. Era muy obvio que ella vino aquí esta
noche para hacer una actuación para mí, lo que entendí en su mente demente, pero lo
que me estaba molestando es que no podía entender por qué la habrías dejado entrar.
Supongo que nunca mencioné que ella ya no era una empleada y ¿por qué habrías
pensado que éramos amantes? —le preguntó.
—El día que estábamos comiendo juntos, ella estaba en el baño y me dijo que
no solo eran amantes, sino que esperaba que le propusieras matrimonio en cualquier
momento. Pensé que realmente querías estar con ella, pero descubriste que tenías un
hijo y estabas haciendo lo correcto por él. Realmente me molesta porque no puedo
dormir contigo mientras estás teniendo relaciones sexuales con otras mujeres. Sé que
no nos vamos a casar por amor, pero no quiero que ninguno de los dos tome a otros
amantes si compartimos la misma cama —dijo.
Ella se había alejado de él, porque no quería que viera el dolor en sus ojos. No
quería que él supiera la verdad de lo mucho que realmente le importaba. No era
irrazonable para ella pedirle que no tuviera una amante. Había una serie de razones
además del amor por la que ella haría esa petición.
—Quiero compartir una cama contigo Derek, si vamos a ser fieles el uno al
otro. —Finalmente ganó el valor de decir. Era muy difícil para ella, ya que la última
vez que le había abierto el corazón, se había alejado sin mirar hacia atrás.
Derek la volcó sobre su espalda otra vez y cubrió su cuerpo con el suyo. Ella
estaba sorprendida, cuando su erección completamente hinchada estaba en su entrada,
rogando para entrar. Él abrió suavemente sus piernas y se deslizó dentro de su calor
todavía húmedo.
Inmediatamente sintió que la presión comenzaba a crecer, mientras él
lentamente empujaba dentro y fuera de ella. Estaba empezando a perder todos los
pensamientos, incluso de lo que estaban hablando.
—No tengo ganas de estar con ninguna otra mujer cuando estoy contigo. No 126
he dormido con otra desde que regresaste a mi vida y te garantizo que no lo haré. Eres
mía ahora —gruñó, antes de cerrar sus labios sobre los suyos.
Jasmine sintió una sensación de paz, junto con la presión de su cuerpo, mientras
continuaba acariciándola con las manos y el cuerpo. Ellos hicieron el amor varias
veces más esa noche, como si no hubiera manera de que ninguno de ellos pudiera
obtener suficiente uno del otro. Estaría muy cansada durante la próxima semana.
Traducido por Myr62
E
ra el día de su boda y Jasmine estaba teniendo dificultad para respirar.
Había sido depilada, encerada, planchada y cualquier otro mimo
inimaginable tanto que no reconocía a la persona que se veía mirando al
espejo.
Se dio la vuelta en un círculo lento para verse a sí misma. El vestido era todo
lo que podría haber imaginado y mucho más. Tenía capa sobre capa de seda y encajes
que caían en cascada por su cuerpo. La parte superior estaba ajustada y la hacía parecer
una verdadera princesa. Derek incluso le había comprado una tiara, que era más que
un poco sospechoso, contenía diamantes reales en ella. No lo había dejado fuera de su 127
vista por un momento.
Tenía que admitir que el personal que había contratado había hecho un trabajo
espectacular, porque se veía muy bien. Suspiró mientras se encontraba en la sala de
espera. Él había sido muy reservado sobre dónde se llevaba a cabo la boda real, ella
estaba en una enorme tienda con particiones. Iba a ser recogida en cualquier momento,
para ser llevada al sitio.
—Señora Freeman su carruaje está aquí —le dijo una de las personas. Salió y
sintió lágrimas en sus ojos al ver el carruaje. Era algo directamente escapado de
Cenicienta y era absolutamente perfecto. Había cuatro caballos blancos tirando de él
y un portero que llevaba un esmoquin pasado de moda, manteniendo la puerta abierta.
Derek realmente había pensado en todo para hacer de la boda un verdadero cuento de
hadas y se quedó sin palabras.
Se deslizó hacia el carruaje por la suave alfombra colocada hasta la puerta. Uno
de los asistentes sostenía la cola de su vestido, para que no se arrastrara por el suelo.
El portero la ayudó a entrar y luego un par de personas más arreglaron su vestido.
Pronto el carruaje se adelantó y miró por las ventanas abiertas, preguntándose
qué podría venir a continuación. No había visto a Jacob en todo el día y no podía
esperar a ver cómo se veía en su pequeño esmoquin. Había estado tan entusiasmado
con todo el evento.
Doblaron una esquina y entonces vio a dónde iban y su aliento se enganchó en
su pecho. ¿Por qué él haría eso? Sabía que él estaba enojado con ella por mantener a
su hijo lejos de él, pero ¿por qué iba a tomarse tantos problemas para darle la boda de
cuento de hadas que siempre había querido y luego elegir el punto que significó el
desamor completo para ella?
Cuando se detuvieron frente a la pequeña iglesia, se quedó esperando sola y
notó que él había estado ocupado. El pequeño edificio, que una vez había sido
condenado, estaba ahora completamente remodelado. Era la misma iglesia y parecía
estar como cuando fue construida originalmente, pero ahora estaba completamente
arreglada y había flores decorando las escaleras, que llevaban a su interior.
Se negó a dejar el auto. El portero se quedó allí y parecía un poco apenado,
mientras la novia se negaba a salir. Sintió una lágrima resbalar por su rostro y no le
importó si su maquillaje se arruinaba. No le importaba nada de eso. Lo único que le
importaba era que incluso el día de su boda Derek sentía que debía castigarla por
alguna razón desconocida.
Le dijo al conductor del carruaje que la llevara de regreso y él la miró como si
hubiera perdido la cabeza. Sabía que había sido contratado por Derek y no había
manera de que se fuera con la novia todavía en el carruaje, pero tenía que intentarlo. 128
Vio abrir las puertas y luego Daniel bajaba las escaleras. Siempre había amado al
padre de Derek y aunque normalmente hubiera estado feliz de ver al hombre, hoy no
era uno de esos días.
Se acercó a las puertas y la vio llorando en silencio. No dijo nada durante unos
instantes mientras permanecía allí y luego le tendió silenciosamente un pañuelo para
que se limpiara la cara.
—¿Qué ocurre, Jasmine? —preguntó, con lo que parecía verdadera
preocupación.
—¿Por qué quiere hacerme tanto daño? No entiendo por qué elegir este lugar
para nuestra boda. Este es el lugar en que me dejó de pie y por mi cuenta. ¿Está él
incluso ahí, o todo esto ha sido una gran broma para él? —dijo, sin importarle siquiera
que era a su padre al que estaba hablando.
Los ojos de Daniel se abrieron de sorpresa mientras hablaba con él, pero solo
le dijo que volvería. Habló suavemente al conductor y luego le dio unas palmaditas
en la mano y volvió a entrar en la iglesia. El carruaje repentinamente se movió una
vez más y Jasmine se sorprendió y se puso muy feliz cuando dio la vuelta a la esquina.
Él no se movió lejos, pero al menos ella no tenía a la vista el lugar que sostenía tanta
angustia.
Estaba tratando de decidir si debía o no irse con su enorme vestido o
simplemente sentarse allí hasta que el conductor decidiera que podían irse. Entonces,
la puerta se abrió de nuevo y Derek se deslizó a su lado. Él miró su cara en confusión
mientras sus lágrimas caían en silencio.
—Mi padre dijo que necesitaba hablar contigo, así que aquí estoy. Tenemos un
acuerdo Jasmine y espero que seas lo suficientemente inteligente para recordar eso.
He hecho todo lo posible para hacer de esto la boda que querías —le dijo con una voz
casi cínica.
—¿Por qué elegiste este lugar? —preguntó, mientras algunas nuevas lágrimas
escapaban. La miró otro momento antes de hablar.
—Pensé que este lugar era muy apropiado, después de todo es al lugar que
enviaste a tu padre para comprarme y alejarme de tu vida. Pensé que era irónico
casarse en el lugar donde me dejaste saber que no era lo suficientemente bueno para
ti —casi escupió.
Ahora era el turno de Jasmine mirarle con la boca abierta. No sabía de qué
estaba hablando. Él era el que la había dejado, no al revés. Sus lágrimas se secaron en
su confusión y apenas notó cuando él agarró la servilleta y limpió su cara hacia arriba.
129
—Me dejaste, no al revés —apenas le susurró—. ¿Por qué dices que mi padre
te pagó? ¿Por qué dices algo de eso? No lo entiendo —gritó. Estar en este lugar lo
estaba haciendo todo nuevo y fresco. El dolor de ese día todavía la perseguía,
especialmente cuando miraba el rostro de su hijo.
Ambos se miraron unos a otros mientras trataban de averiguar de qué estaba
hablando el otro.
—¿Por qué no me cuentas sobre ese día? —le preguntó por fin. Estaba
empezando a tener un mal presentimiento en su estómago.
—¿Por qué querrías que me humillara más? —preguntó ella. No podía creer
que fuera tan horrible que pudiera disfrutar de su dolor.
—¿Por favor, solo dime todo lo que pasó después de que nos despedimos esa
noche? —le preguntó y el cambio en su tono la alertó de que algo estaba mal. No
parecía condenatorio ni acusador. Sonaba como si realmente quisiera saber lo que
había hecho, así que comenzó a revivir el peor día de su vida.
Ella le contó cómo había ido a casa y le había dicho todo a su papá y que él la
había apoyado. Le contó cómo había ido a la iglesia y esperó hasta que el sol se
hundiera en el cielo. Explicó que nunca había estado más devastada en su vida y
cuando descubrió un poco más tarde que llevaba a su hijo, el dolor había sido doble.
Fue horrible. Lloraba una vez más al final de su conversación.
Derek no dijo nada, mientras le decía la verdad de aquella mañana. No tenía
dudas de que lo decía era verdad. Ahora comprendía que había sido su padre todo el
tiempo y que el hombre había logrado romperlos. Su padre era realmente un hombre
horrible, porque debía saber que el niño que llevaba era suyo y, sin embargo, todavía
no había tratado de arreglar las cosas. El hombre merecía todo lo que le había sucedido
en los últimos meses y mucho más.
Derek finalmente tomó su barbilla en sus manos y la levantó para encontrar sus
ojos tristes con los suyos. Parecía tan destrozada y lo mató saber que él era responsable
de su dolor. No lo había dejado, se dio cuenta y su corazón se llenó de alegría. La
amaba aún más que cuando todavía eran jóvenes e ingenuos.
Amaba a la mujer que era, tanto que no podía creer que hubiera desperdiciado
tanto tiempo y haber intentado intencionadamente hacerle daño. Él se sentía en el
punto más bajo de todos los tiempos y se prometió recompensárselo el resto de sus
vidas.
Él no dijo nada mientras continuaba mirando hacia sus hermosos y tristes ojos.
Él lentamente bajó la cabeza y capturó sus labios con los suyos. El beso fue suave y
130
lleno del amor que desbordaba de él. La besó durante varios minutos, antes de arrastrar
los labios por las mejillas, besar las lágrimas y luego bajó la cabeza para estrechar
suavemente la suave seda de su garganta.
Ella ya no estaba llorando, cuando él siguió besándola suavemente por toda la
boca, cara y cuello. No la estrechó contra él, ya que no quería arrugar su hermoso
vestido, pero su tacto suave le mostraba tanto amor, que era indescriptible.
Él se apartó de ella a regañadientes y una vez más la miró a los ojos.
—Jasmine, tengo mucho por lo que pedir disculpas, muchísimo. —Empezó.
Estaba allí en la iglesia esa mañana. Estaba allí temprano porque no podía esperar a
huir contigo —dijo y sus ojos estaban redondeados con confusión—. Tu padre
apareció. Me dijo que ya no querías estar conmigo y me ofreció mucho dinero para
comenzar mi nueva vida. Realmente creí al hombre. Estaba tan enojado con él y
extremadamente enojado contigo. Pensé que me habías arrojado a un lado, como un
pedazo de basura y he prometido vengarme desde ese momento —dijo con pesar en
su voz. No le dio la oportunidad de hablar mientras continuaba—. Me dolía tanto y
ese pensamiento de venganza era lo que me motivaba, pero cuando te vi de nuevo, me
di cuenta que todavía te amaba. Me mentí a mí mismo y dije que solo quería llevarte
a la cama y luego dejarte, como me habías dejado, pero eso tampoco era cierto. Esa
primera vez que estuvimos juntos de nuevo, después de tantos años, me tiró de los
pies. Cada vez que te toco, nunca es suficiente. Es mucho más que sexo. Es porque te
quiero aún más hoy que hace diez años. Por favor, dime que me vas a perdonar y que
esta boda puede ser un matrimonio real —dijo.
Jasmine lo escuchó, con esperanza empezando a llenar su corazón. Cuando
terminó de hablar, su pecho estaba tan lleno que no entendía cómo su corazón no latía.
Se entristeció al darse cuenta de todos los años que habían desperdiciado, pero se dio
cuenta que nada de eso importaba ya, porque él la amaba y ella realmente lo amaba y
que podrían ser una verdadera familia.
—Lo siento mucho, Derek. Realmente pensé que te habías alejado de mí hace
tantos años. Nunca sospeché de mi padre, pero debería haberlo hecho. Él no es un
buen hombre y en los últimos meses me he dado cuenta de eso. Lamento que te haya
costado la mitad de la vida de nuestro hijo. Debería haberme esforzado más para
encontrarte.
Él devolvió sus labios a los suyos y la besó con tanto hambre y amor, que
estuvo tentada de saltarse la boda y decirle al conductor que los llevara a casa. Como
si pudiera leer sus pensamientos, él se apartó rápidamente y sin confiar en sí mismo
saltó del carruaje. 131
—Eres demasiado tentadora, mujer. Tenemos una boda a la que llegar —dijo,
con una sonrisa brillante-. Habló con el conductor y luego volvió a correr hacia la
iglesia. Esta vez, cuando el auto se detuvo frente a la alfombra, estaba más que
dispuesta a pasar por sus puertas. El portero pareció más que aliviado cuando tomó su
mano y bajó a la alfombra.
El conductor no debió haber querido correr riesgo, porque tan pronto como ella
estaba libre del carruaje, se fue hacia el parque. Ella rio un poco por la velocidad en
la que se fue.
Estaba de pie en la ancha alfombra y podía sentir sus nervios sobrepasándola.
No tenía damas de honor, ni alguien que la llevara por el pasillo y de repente se sintió
tan sola. Ahora podía entender por qué la novia siempre descendía del brazo de su
padre. Era para que ella no se cayera, o correría hacia otro lado. La idea de ese largo
paseo era intimidante cuando estabas sola.
Vio las puertas abiertas, justo cuando los asistentes le arreglaron el vestido.
Daniel volvió a bajar las escaleras y se acercó a ella.
—Voy esta vez, lo prometo —le dijo, con su primera sonrisa real del día. Se
inclinó y la besó en la mejilla. Ella estaba llena de calidez por la fácil aceptación de
este maravilloso hombre.
—No tengo ningún temor de que huyas, Bella —comenzó—. Quería ofrecerte
mis servicios. Sé que tu padre no podría estar aquí hoy, así que pensé que te gustaría
un brazo para apoyarte —le dijo.
Jasmine estaba tan llena de amor por este increíble hombre. Sabía que su padre
no estaba allí porque no quería, no porque no pudiera estar, pero se aseguró de decirle
su frase de una manera que no le doliera. También estaba de pie para ser el tipo de
papá que debió haber sido el suyo. Sus ojos se llenaron una vez más, haciendo que los
asistentes a su alrededor gimieran.
—Ahora no empieces a llorar de nuevo, señorita, o nunca te llevaremos a ese
altar —dijo él, con una risa suave y unos ojos suspicazmente brillantes.
—Sería un honor para mí que me acompañara por el pasillo. —Finalmente
logró superar el nudo en su garganta.
Sus brazos se entrelazaron y lentamente se dirigieron al frente de la iglesia. Las
puertas dobles se abrieron y Jasmine quedó sin palabras por lo que vio dentro. Había
miles de luces centelleantes encendidas por todas partes y el olor de las rosas flotó en
el aire de los cientos de arreglos colocados por todas partes.
La pequeña iglesia estaba llena de adelante hacia atrás, con invitados que 132
estaban todos de pie y se volvieron hacia ella. Tuvo que luchar contra las lágrimas
para no caer de nuevo. Miró por el pasillo, sembrado de pétalos de rosa, a Derek, que
parecía tan apuesto en el frente y Jacob a su lado. Drew y Ryan estaban de pie en el
lugar donde las damas de honor normalmente estarían, sería para que su lado no se
viera tan vacío.
Los hombres eran una vista impresionante, todos vestidos con esmoquin
pasado de moda con colas y camisas blancas. Todos eran realmente impresionantes.
Jacob le estaba sonriendo mientras caminaba lentamente por el pasillo y parecía que
estaba llevando todo en él para no correr y abrazarla. Ella sentía lo mismo.
Cuando sus ojos se conectaron una vez más con Derek, el resto del mundo
pareció desvanecerse y ella no podía mirar a ninguna otra parte. El hombre era
hermoso y no podía creer que era todo suyo. Aceleró su ritmo, sin darse cuenta de lo
que estaba haciendo, hasta que oyó la risa de Daniel.
Llegaron al púlpito y luego Daniel se inclinó y la besó suavemente en la mejilla,
antes de tomar su lugar al lado de su hijo. La fiesta de bodas estaba completa, con
todos esos hombres impresionantes que la rodeaban. Realmente se sentía como una
princesa, con su vestido blanco esponjoso, en medio de hombres masculinos, pero
especialmente con Derek a su lado.
Ella repitió los votos, mientras seguía mirando a los ojos de Derek y todo pasó
en un borrón. Después de la boda, la llevó a la parte trasera de la iglesia, donde se
instalaron enormes tiendas, con los proveedores corriendo alrededor, sirviendo
aperitivos y champán.
Hicieron todas las cosas tradicionales como cortar el pastel y tener su primer
baile. Él lentamente la atrajo hacia sus brazos, su corazón estallando en pura felicidad.
La miraba como si fuera un tesoro enterrado que acababa de descubrir y el nudo en su
garganta no desaparecería.
—Gracias por cuidar tan bien a mi hijo. Siento que tuvieras que hacerlo sola
todos esos años. Siento que hayas pensado que me alejé de ti. Soy un estúpido por
pensar que cualquier cosa podría haber hecho que hicieras eso. Eres la persona más
pura que he conocido y te prometo que pasaré el resto de mi vida demostrándote lo
especial que eres para mí —dijo mientras la hacía girar.
El resto de la gente desapareció cuando compartieron juntos la íntima danza.
Se sentía como si estuviera flotando en una nube. Esperaba que se quedaran en las
estrellas por el resto de sus vidas. Amaba a Derek tanto que parecía imposible. ¿Cómo
pudo haber tenido tanta suerte de tener todos sus sueños hechos realidad?
—Te extrañaba todos los días. Cuando miraba a nuestro hijo me llenaba de una
133
mezcla de alegría y tristeza. Cuanto más viejo se hacía más te eché de menos. Los
primeros días fueron los más difíciles porque quería compartir todos esos momentos
contigo. Nunca he sentido tanto dolor como cuando pensé que nunca estaría en tus
brazos otra vez. Nunca pude odiarte —dijo con los ojos llenos de emoción.
—Ni siquiera hablaremos de los negativos más. A partir de este momento, solo
nos centraremos en nuestro futuro. Si puedes perdonar a un tonto, prometo amarte el
resto de nuestras vidas —dijo. Ella envolvió sus brazos más fuertes alrededor de su
cuello, amando que nunca más tendría que retener sus sentimientos de él otra vez.
Drew se puso de pie y la habitación quedó en silencio. Había mucho ruido por
el tintineo de los cristales.
—Es hora de los brindis —dijo Drew. Ella se sorprendió de nuevo por lo
afortunada que era—. Derek y yo somos más cercanos de lo que ni siquiera los
hermanos podrían ser. Él y Ryan son los dos únicos seres sobre este planeta por los
que yo tomaría una bala hasta hoy. Conozco a Jasmine desde que era solo una pequeña
niña en la escuela primaria y su belleza solo ha sido eclipsada por su verdadero
corazón. Es un gran privilegio tenerla como parte de mi familia, a partir de hoy. Estoy
tan contento de tenerla a ella y a Jacob como adiciones y tomaría una bala por ellos
también —dijo—. Por una vida de felicidad y muchos más bebés por venir, felicidades
Derek y Jasmine —dijo, al atronador aplauso de la multitud.
Jasmine logró separase de Derek y lanzo sus brazos alrededor de Drew y le dio
las gracias por sus amables palabras. Luego envolvió a Ryan y le dijo cuánto lo amaba
también. La noche continuó, con muchas risas, baile y besos y para el momento en
que terminó, Jasmine estaba un poco triste porque acabara.
Daniel había insistido en mantener a Jacob por unos días, para que pudieran
tener una luna de miel adecuada y ella sabía que Jacob sería arruinado por su abuelo.
Había sido recelosa al principio, ya que su único otro ejemplo de abuelo no había sido
bueno, pero en tan poco tiempo estaban increíblemente cerca.
Mientras Derek y Jasmine corrían a través del arroz hacia el carruaje que
esperaba, supo que su vida no podría haber sido mejor que en ese momento. Estaba
equivocada, sin embargo, porque cuando Derek la llevó a su cama como su esposa, se
dio cuenta de la pasión y el amor que se tenían, e hizo todo mejor y mejor con cada
nuevo día.
134
Traducido por Myr62
137
Drew Titan decide que es
momento de tomarse unas vacaciones
en uno de sus exóticos resorts y acaba
literalmente chocándose con Trinity
Mathews mientras él está surfeando.
Acaban teniendo un tórrido romance
en la larga semana de vacaciones, hasta
que ella descubre que él es el
propietario del resort, y que le ha
mentido. Ella ha renegado de todos los
hombres de negocios, dado que parece 138
no poder encontrar uno que
permanezca siéndole fiel, razón por la
cual acabó en ese resort en primer
lugar. Regresa a su casa para descubrir
que el primer acto impulsivo que ha cometido en su vida la ha dejado embarazada y
sola, eso es hasta que Drew la encuentra y no se irá hasta que ella esté de acuerdo con
casarse con él.
Disfruta de las aventuras que Drew y Trinity toman juntos en esta divertida
historia que tiene amor, pasión, pelea y besos. Los primos de Drew, Derek y Ryan, le
agregan humor e incluso más amor a la aventura y te dejarán deseando un galán
propio.
Melody Anne es una autora éxito en ventas de las populares series: Billionaire
Bachelors, Surrender, Baby for the Billionaire, Unexpected Hero’s, Billionaire Aviators y
algunos títulos solitarios. También tiene una serie para jóvenes adultos: Rise of the Dark
Angel.
Como aspirante a autora, escribió por años, para publicar en 2011 y encontrar su
verdadero amor por la escritura. Teniendo una licenciatura en negocios, adora escribir sobre
hombres de negocios fuertes y poderosos y el mundo empresarial.
Cuando no está escribiendo, pasa tiempo con su familia, amigos y sus muchas
mascotas. Como una chica de campo de corazón, adora los pueblos y las comunidades fuertes
donde ha vivido y se involucra en muchos proyectos comunitarios.
Hasta la fecha, ha tenido ventas por más de siete millones de libros y ha ganado un
lugar en muchas listas de best seller. Pero más allá de eso, ama hacer lo que la hace feliz,
vivir en su mundo de fantasía el 95% del tiempo.
Visita su sitio web: www.melodyanne.com Responde a todas sus fans. También
puedes unirte a ella en Facebook: www.facebook.com/authormelodyanne, o a twitter:
@authmelodyanne. También sigue su blog en authormelodyanne.blogspot.com.
Espera escuchar de ti y agradecerte por tu constante interés en sus historias.
Traducción
Flochi
Myr62
140
Recopilación, revisión y corrección
Flochi, LizC y Nanis
Diseño
Moreline
141