Sunteți pe pagina 1din 2

1 – Sentir mejor el sabor de los alimentos

Sí. a primera vista parece que eso no tiene mucho sentido, pero vamos por partes. En primer
lugar conviene aclarar que si ponemos la comida en la oreja no potenciaremos el sabor de la
misma. La cuestión es que una de las funciones de las orejas es justamente transmitir las
señales gustativas cerebro, y esto es posible gracias a un nervio conocido como la cuerda del
tímpano.Este nervio traspasa la región central de la oreja conectando la lengua y el cerebro.
Por eso, la oreja puede afectar potencialmente la forma en que sentimos el sabor de los
alimentos que comemos y por este motivo algunas enfermedad o cirugías en las orejas
pueden afectar el paladar.

2 – Estructuralmente hablando El oído humano tiene tres huesos nominales, martillo,


yunque y estribo. Son minúsculos huesos que, unidos, corresponden al tamaño de una
moneda pequeña – el hueso más pequeño del cuerpo humano es el estribo, que se encuentra
en el oído. El área interna del oído no supera el tamaño de un arándano y sólo allí se
encuentran unos 20 000 cilios, que son pequeños pelos que vibran cuando escuchamos
cualquier sonido y sirven para proteger la región.

3 – El oído no descansa nunca Cuando dormimos, los oídos siguen activos y escuchan todo
todos los sonidos que nos rodean. Sin embargo, el cerebro apaga la mayoría de los
receptores de sonidos para que podamos dormir tranquilos y solamente despertarnos si se
produce un ruido distinto a los ruidos constantes que estamos acostumbrados. Se trata de un
mecanismo de defensa natural que nos permite estar alerta aun estando dormidos.

4 – Equilibrio El oído es el responsable de mantener el equilibrio del cuerpo. Los problemas


relacionados con vértigo y mareo crónico pueden indicar que la persona tiene laberintitis. La
estructura interna del oído conforma un laberinto formado por la cóclea, cuya función está
relacionada con la audición, y se encarga además de mantener el equilibrio. La función de
estas estructuras pueden verse afectadas por inflamaciones, infecciones o tumores.

5 – Un productor de impulsos electrónicos El sonido es captado por nuestro oído y


transformado en impulso electrónico. La cóclea, situada en el hueso temporal, es la encargada
de transformar el sonido en un impulso electrónico que se envía al cerebro.
6 – El oído produce cera La cera de los oídos se produce en el conducto auditivo externo y
cumplen dos funciones importantes. Por un lado, protege la piel del interior del canal auditivo
evitando infecciones y además el cerumen actúa como una barrera protectora entre el mundo
exterior y el tímpano. Los productos que usamos en el pelo, entre ellos la laca, podrían llegar
fácilmente al oído si no fuera por la acción protectora del cerumen.

7 – ¿Cómo limpiar los oídos?La verdad es que no se necesita – y no se debería – utilizar


bastoncillos de algodón. El oído es un órgano inteligente y se limpian solos. La elevada
cantidad de cilios, entre otras funciones, se encarga de expulsar la cera excedente que el oído
produce.

8 – La piel del oído se renueva siempre El cambio de piel en la región del oído ocurre
frecuentemente – cada año se pierde y se gana poco más de 3 cm de piel. Si sólo ganáramos
y no perdiéramos piel, al cabo de 20 años tendríamos 60 cm de piel extra colgando de cada
oreja.

9 – Las orejas no paran de crecer Es curioso pero tanto la nariz como las orejas nunca dejan
de crecer. Las orejas ayudan a captar las ondas sonoras para estas sean enviadas al tímpano,
así que como es sabido, a medida que envejecemos perdemos capacidad auditiva de modo
que tener orejas más grandes en la vejez nos ayuda a captar más ondas sonoras y así
escuchar mejor. La naturaleza es sabia.

S-ar putea să vă placă și