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Plan
● Capítulo 1 : Emergencia del PCI en la Historia del Turismo Cultural y sus aportes
a la noción de sostenibilidad del desarrollo.
● Capítulo 2: Reconocimiento del PCI como elemento constitutivo de la identidad
nacional y diversificación de la oferta turística
● Capítulo 3: Incidencia de los avances de la doctrina de turismo cultural y de las
normas culturales internacionales en las políticas públicas para la puesta en valor
del PCI en el sector turístico.
● Capítulo 4 : El fortalecimiento de las comunidades culturales y su papel en la
valorización del PCI
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Introducción a la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Área de Gestión Cultural – FCE – Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
De este modo, el turismo está considerado como una gran oportunidad para los países
subdesarrollados - término de aquel entonces -.
Según Kurt Kraft los beneficios generados por el flujo de turistas viniendo de países ricos
contribuyen a subsanar el sueldo negativo de la balanza de pago de los países subdesarrollados.
Kraft veía en el turismo una modalidad casi automática de redistribución de las riquezas. Esta
teoría es muy cercana de la teoría del desarrollo ROSTOW o de la teoría universal del desarrollo
de Truman. Esta teoría hacía hincapié únicamente en las ventajas del turismo sin preocuparse de
la posible recuperación de los beneficios por grupos económicos poderosos ni plantear la cuestión
de las consecuencias sociales nefastas.
El turismo es una oportunidad única y el Banco Mundial no contemplaba aun en su análisis los
posibles efectos económicos, inflación, sociales o culturales nefastos que pudieran generar el
sector turístico.
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No obstante, la aparición de la doctrina del turismo cultural va a matizar esa teoría universal del
desarrollo. La UNESCO empieza a contribuir a la profundizar la problemática “Turismo versus
Patrimonio”, a partir de los años cincuenta con la puesta en marcha de su política de protección de
bienes culturales y luego, con el desarrollo del concepto de Patrimonio Mundial, noción mucho más
ambiciosa que surgió de las grandes movilizaciones y campañas de salvaguardia de los templos
egipcios amenazados por la construcción del embalse de Asuán, o las inundaciones catastróficas
que amenazaron a la provincia de Venecia en 1966.
El turismo cultural o más bien patrimonial se definiría en aquel entonces como un turismo que
toma en cuenta la necesidad de conservación de los monumentos. Está considerado entonces
como una respuesta a los efectos nefastos de un turismo descontrolado pero no cuestiona ni
desafía la teoría universal de desarrollo impulsada por el Banco Mundial. En este momento el TC
es un turismo en el cual se toma en cuenta la necesidad de conservar los monumentos. No
obstante, la idea del Turismo como una oportunidad vital de desarrollo seguía de pie.
A partir de los años 70 se produce un viraje ideológico muy importante con el posicionamiento del
Tercer Mundo y la concientización de los efectos negativos del turismo de masa. Esta toma de
conciencia impugna el dogma de turismo como factor de desarrollo económico automático de las
“ventajas recíprocas” o intereses complementarios. La creación de la Organización Mundial de
Turismo en 1975 ayudó también a este cambio ideológico puesto que muchos miembros de esta
Organización pertenecen al Tercer Mundo.
En 1976 la UNESCO junto con el Banco Mundial organizan un importante coloquio sobre el
impacto socio cultural del turismo. Por primera vez se hará a nivel internacional un análisis
costo-beneficio (maximizar la plusvalía económica mitigando los costos socio culturales).
La actas de la reunión se publicarán bajo la dirección del gran sociólogo holandés Emmanuel de
Kadt y se intitularon Pasaporte para el Desarrollo? (Tourism Passport for the development?) que
fue una publicación de la Universidad de Oxford en 1979.
Cita de Emmanuel de Kadt: “hasta ahora los planificadores del turismo han tenido en cuenta los
problemas socio culturales y sus efectos sobre las artes y la artesanía solo de una manera
accesoria y con retraso”.
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En las conclusiones de este coloquio no se concibe más el turismo como una actividad de turismo
complementario con ventajas recíprocas, sino como una oposición entre el país de desarrollo
receptor y el país de desarrollado emisor. Se plantea la cuestión de los impactos y uno de los
impactos que se enfatiza en el documento Pasaporte para el Desarrollo? son los efectos negativos
sobre los valores tradicionales. Se destaca que el turismo puede comercializar “las relaciones
humanas” y puede establecer relaciones comerciales que se sustituyen al intercambio intercultural.
La carta de turismo cultural de ICOMOS de 1976 confirma esa concepción casi exclusivamente
basada en una reflexión sobre la relación entre el visitante y el sitio patrimonial. La preocupación
principal es la preservación del sitio que se sitúa en el centro de la definición de turismo cultural.
En 1999 una nueva carta del turismo Cultural de ICOMOS propone una definición mucho más
extensa de la noción de patrimonio. El patrimonio abarca las nociones de paisajes, de
biodiversidad, de prácticas culturales tradicionales.
De manera muy diferente, la carta de 1999 menciona expresamente a los pueblos locales, los
pueblos indígenas, las comunidades receptoras. La referencia “de la comunidad humana” de la
carta de 1976 desaparece. Vemos que con la carta de 1999 se introdujo, sin mencionarla
expresamente, la noción de patrimonio inmaterial y se reconoció la comunidad como un actor
fundamental de la valoración y salvaguardia. Esta evolución del patrimonio coincide con la
evolución de las estrategias o el cambio de las estrategias internacionales del desarrollo; a partir
de los años 80 se introdujo por primera vez la idea de que el desarrollo no es solamente
equivalente al desarrollo económico.
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Amartya Sen propuso en los años 80 una definición mucho más amplia del desarrollo. El desarrollo
tiene como objetivo maximizar no solamente el bienestar material sino también el bienestar
humano. Tendremos que volver sobre esta tema a lo largo de este estudio. Esa nueva concepción
del desarrollo tuvo consecuencias importantes para la introducción de la cultura en la noción de
desarrollo y como lo precisa Lourdes Arizpe, la tarea de vincular la cultura al desarrollo fue lograda
por primera vez por los gobiernos en la Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales
organizado en México 1982 Mondiacult, que ha establecido una nueva definición de la cultura
antropológica de la cultura. La cultura es el conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales,
intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba además
de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales.
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y material en un instrumento normativo internacional que trata de los sitios culturales y naturales de
valor universal excepcional, y hace referencia al interés general de la humanidad por preservarlos.
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En 2002, hubo una especial atención sobre el tema: Año de las Naciones Unidas del Patrimonio Cultural;
Primera Cumbre Mundial del Ecoturismo; Cumbre Mundial del Desarrollo Sostenible de Johannesburgo;
congreso internacional celebrado en Venecia en ocasión del trigésimo aniversario de la Convención Mundial.
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Se trata además de dar respuesta a las presiones del cambio climático, la urbanización rápida y
masiva, el turismo masivo, la pérdida de población en las ciudades históricas y los desastres
naturales, los conflictos locales así como el tráfico ilegal de especies.
También, estamos conscientes del impacto de las nuevas infraestructuras que pueden transformar
las condiciones ambientales y paisajísticas del lugar sin contar con los “parques temáticos” seudo
históricos que invaden algunos sitios culturales. Frente a esta situación, los encargados de la
protección del Patrimonio y los administradores de sitios deben redoblar sus esfuerzos para
mantener la credibilidad de los sitios y su estado de conservación.
En este sentido y a pesar de los extraordinarios cambios que ha vivido el mundo desde 1972, el
texto de la Convención contiene principios y orientaciones de actuación que siguen siendo
totalmente válidos tras cuatro décadas de su aprobación. El corto texto de la Convención
compuesta de apenas 28 artículos puede parecer, en una primera mirada, extremadamente
generalista y poco preciso. Sin embargo leído detenidamente, el documento nos señala claramente
los principios básicos del espíritu fundador, los cuales conservan una vigencia y relevancia
fundamentales en el mundo globalizado de hoy.
Entonces, la protección del patrimonio nos llama a adaptarnos continuamente, siendo cada vez
más inventiva, con el fin de resolver las dificultades que a menudo se extienden más allá y a través
de los Estados y sus fronteras. Por ello, es interesante analizar la evolución que vivió el concepto
de patrimonio, la reformulación de las directrices operativas y las nuevas recomendaciones de
UNESCO o de otros organismos especializados.
Todo esta experiencia acumulada consiste una base indispensable que precisa ser conocida y
estudiada antes de abordar el tema del Patrimonio inmaterial estricto sensu. La evolución de la
Convención se refleja por ejemplo con una mejor incorporación de la Comunidad ¿Cómo este
concepto de Comunidad se integró de manera más profunda en la noción de patrimonio o en la
gestión de los sitios de patrimonio mundial?
En 40 años, los proyectos han crecido y se han vuelto más complejos, lo que hace que el mayor
desafío ya no sea sólo salvar templos o iglesias, centros históricos o parques nacionales. El
concepto de Patrimonio es mucho más amplio y se trata de salvaguardar no solo el bien sino
también su entorno y hasta su espíritu. Ahora, hay una tendencia por ejemplo, hacia la inclusión de
los paisajes culturales y los sitios transfronterizos compartidos por varios países.
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Como otro ejemplo de mejor de integración de la noción de comunidad, quisiera recordar que en
1992 las directrices operativas adoptaron el nuevo concepto de Paisaje Cultural, conformado por
las obras conjuntas de la naturaleza y la humanidad que expresan una relación larga y estrecha
entre los pueblos y su medio ambiente natural. El paisaje cultural está muy vinculado al concepto
de Comunidad y del patrimonio inmaterial, especialmente en el caso del paisaje cultural asociativo
que se justifica en virtud de las fuertes asociaciones religiosas, artísticas, o culturales del elemento
natural más que en la evidencia cultural que puede ser insignificante o incluso inexistente.
Es interesante notar que en la reciente declaratoria del Paisaje Cafetero Colombiano, el plan de
manejo de este paisaje, incorpora de manera ejemplar la cuestión de las comunidades y del
patrimonio cultural inmaterial.
Por otra parte, las Comunidades y su patrimonio trascienden a menudo las fronteras nacionales.
Las culturas mayas, guaraníes o mapuches por ejemplo viven en varios países. Las instancias y
los textos relacionados a los derechos humanos hacen hincapié hoy día en la necesidad de
reconocer esta situación con el fin de asegurar el ejercicio y goce satisfactorio de los derechos
culturales de estas mismas comunidades. Entendemos entonces mejor en este contexto la
importancia del concepto de Itinerario cultural para estas comunidades y pueblos.
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Esa nueva categoría de itinerario, fue incluida por la UNESCO en 2005 en las directrices de la
Convención del Patrimonio Mundial.
Sin embargo es en 2007, que se operó el más notable reconocimiento del papel de las
Comunidades. Recordamos que en 2002, en ocasión del 30º aniversario de la Convención, el
Comité adoptó la “Declaración de Budapest sobre el Patrimonio Mundial”, basada en cuatro
objetivos estratégicos claves conocidos como las “4C”: credibilidad, conservación, capacidades y
comunicación. Una quinta “C” fue agregada en 2007: la de comunidades, poniendo de relieve
la importancia de la participación de las comunidades locales en la preservación del patrimonio
mundial.
Por otra parte, muchas comunidades viven en un entorno urbano hoy día y contribuye a la vida
cultural, social y económica y a la sostenibilidad de los centros históricos. ¿Cómo imaginar los
centros históricos sin sus artesanos, sus comerciantes, sus habitantes que confieren al lugar su
carácter, su alma y su espíritu?
El paisaje urbano histórico es una propuesta de una nueva metodología que responde a la
necesidad de integrar y articular mejor las estrategias de conservación del patrimonio urbano. Se
entiende por paisaje urbano histórico la zona urbana resultante de una estratificación histórica de
valores y atributos culturales y naturales, lo que trasciende la noción de conjunto o centro histórico
para abarcar el contexto urbano general y su entorno geográfico.
Este contexto general incluye por ejemplo, los usos y valores sociales y culturales y los aspectos
inmateriales del patrimonio en su relación con la diversidad e identidad.
En este debate sobre la Comunidad es importante mencionar la Declaración de Quebec del Icomos
de octubre de 2008 sobre la preservación del espíritu del lugar para la salvaguardia del
patrimonio material e inmaterial.
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Esta declaración del Icomos propone nuevos conceptos para considerar el espíritu del lugar y hace
algunas advertencias la necesidad de conservar el espíritu del lugar, y recomienda medidas para
conservar y transmitir este espíritu a las generaciones futuras.
Esta noción permite reconocer mejor el carácter vivo y permanente de los sitios y de los paisajes
culturales y da una visión más fuerte, dinámica y ancha e inclusiva del patrimonio cultural. El
espíritu del lugar existe de una forma u otra en todas las culturas del mundo y se refleja
especialmente en los elementos inmateriales.
Esta noción es esencial para la vida de las comunidades que no pueden desarrollarse ni vivir
correctamente sin un entorno, un lugar adecuado: lo que los antropólogos llaman lugares
antropológicos “que se oponen los no lugares” y que ha desarrollado el antropólogo francés Marc
Augé.
Como lo mencionamos anteriormente el turismo puede ser tanto una oportunidad como una
amenaza para el patrimonio y las comunidades. El turismo de masa desde hace muchos años
constituye una preocupación en este sentido. Los gestores del Patrimonio junto con la UNESCO
buscan soluciones y es notable la creación del concepto de la capacidad de carga. Muchos de los
sitios y manifestaciones son frágiles y la relación de calidad-cantidad debe definirse a partir de la
noción de capacidad de carga del sitio. Es un concepto complejo pero necesario para el manejo
sostenible del sitio. No existen fórmulas para determinar la capacidad de carga: son esencialmente
las comunidades locales y los responsables de la gestión de los sitios que deben definir esa
capacidad de carga en términos prácticos y gestionar el sitio para hacer cumplir este número tope.
En sus continuos esfuerzos para analizar las tendencias actuales en las ciudades y barrios
históricos, fomentar el diálogo entre los diversos actores urbanos y trabajar hacia el desarrollo de
los entornos de la manera más social, cultural, económica y ambientalmente sostenible, los
gestores culturales deben seguir trabajando con desarrolladores urbanos para participar en
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De manera general, los trabajos de supervisión del patrimonio mundial, a menudo demuestran que
muchos de los problemas que afectan a los sitios son resultado de la ausencia de un plan de
gestión o la falta o esencia de algunas piezas claves en el plan o ausencia total de un régimen de
gestión.
Sin embargo, vemos en muchos casos una mejor toma de conciencia y hay que destacar por
ejemplo la integración de la noción de comunidad y del patrimonio inmaterial en algunos planes de
manejo de los sitios de Patrimonio Mundial, tal como es el caso del nuevo plan de manejo de
Colonia del Sacramento en Uruguay.
Todas esas herramientas o nociones que se han adoptado, tienen como propósito apuntar a
mejorar la gestión de los sitios de patrimonio mundial y de la misma manera incorporar la gestión
de sostenibilidad en esta misma gestión.
Esta noción de sostenibilidad es un eje central que existe en todas las convenciones culturales de
la UNESCO (la UNESCO dispone hoy día de 7 Convenciones Internacionales que mencionaremos
brevemente). De hecho, se ha reconocido, que también la cultura y el patrimonio es un nuevo pilar
esencial en la definición de la sostenibilidad del desarrollo. Es decir, que una política de desarrollo
que no toma en cuenta la cultura, la diversidad cultural o la salvaguarda del patrimonio, no es
sostenible.
Sobre este tema, la Convención ha demostrado en los últimos años una capacidad de ajustarse y
adaptarse a la situación del mundo de hoy sin cuestionar su espíritu, sus fundamentos y principios
rectores.
Así, su 34ª sesión (Brasilia en 2010), el Comité adoptó el Plan de Acción de Paraty que contiene
“actividades a implementar con el propósito de integrar una perspectiva de desarrollo sostenible en
la Convención de Patrimonio Mundial”.
En su 35ª sesión en París 2011, el Comité adoptó varias enmiendas a las Directrices
Operativas para que los sistemas de gestión de los sitios de Patrimonio Mundial integren los
principios del desarrollo sostenible.
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Por otra parte, hay que destacar que el Centro de Patrimonio Mundial en los últimos meses, obró
para que se tomara en cuenta el tema del Patrimonio en los resultados de la Conferencia de
Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible, la que se llevará cabo en Rio de Janeiro en
2012 (RIO + 20), y en la nueva agenda para el desarrollo que será adoptada en 2015 por la
comunidad internacional.
En las consultas preparatorias de RIO + 20, UNESCO enfatizó varios resultados y ejemplos que
claramente demuestran la relevancia del patrimonio cultural y natural para la economía verde.
De manera más general, cabe destacar la iniciativa liderada por la UNESCO que ha permitido la
adopción de dos resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas en 2010 y en 2011
para integrar la Cultura en estrategias y políticas públicas y superar la ausencia de la
Cultura como tema prioritario de los Objetivos del Milenio.
Hay que mencionar la actual formulación de política general de la UNESCO sobre los Pueblos
Indígenas y muchas reuniones sobre cómo integrar mejor a las comunidades en la gestión de los
sitios. Hay que destacar los esfuerzos de las organizaciones especializadas de la sociedad civil y
especialmente ICOMOS. ICOMOS publicó en 2011 las “Orientaciones sobre las evaluaciones
del impacto sobre los bienes del Patrimonio Cultural de la Humanidad” y su Asamblea
General adoptó el mismo año la Declaración de París sobre “Patrimonio, motor de
desarrollo”. ICOMOS Noruega está desarrollando un trabajo sobre la dimensión de Derechos
Humanos en la gestión de los sitios.
Adicionalmente UNESCO e IPHAN (Brasil) organizaron una importante reunión de consulta sobre
patrimonio mundial y desarrollo sostenible en Ouro Preto del 5 al 8 de febrero de 2012.
Esta reunión en la cual participaron 50 delegados entre expertos, órganos consultivos y centros
categoría II, entre otros, brindó la oportunidad de debatir y profundizar el marco general y la
relación entre patrimonio mundial y desarrollo sostenible.
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Hizo notar que preservar el patrimonio y alcanzar un desarrollo sustentable, concebido como un
desarrollo que incorpore las preocupaciones sociales y medioambientales, no debería entenderse
como una meta contradictoria.
El concepto de patrimonio es fundamental para la lógica del desarrollo sostenible como resultado
de la dinámica del patrimonio y la continua relación entre las comunidades y su medio ambiente.
Se enfatizó que el resultado de una interacción dinámica puede atravesar las dimensiones de lo
tangible e intangible.
Por lo tanto, se pidió una definición más amplia del patrimonio en el contexto del patrimonio
mundial, que pondría énfasis en su relación inherente a las comunidades locales y su bienestar.
Esto también reforzaría los vínculos operacionales entre la Convención del Patrimonio Mundial y
las políticas nacionales del patrimonio destinado a mejorar la vida de las comunidades locales, y
fomentar la cooperación entre los países sobre la conservación del patrimonio en nombre del
desarrollo sostenible.
También se hizo notar que si el sector del patrimonio no asume plenamente el desarrollo sostenible
y aprovecha los beneficios recíprocos para el patrimonio y la sociedad, se va a encontrar a sí
mismo como una víctima de, en lugar de un catalizador para un cambio más amplio.
La reunión observó la necesidad de una guía práctica sobre desarrollo sostenible para las
personas involucradas en la protección de los bienes del patrimonio mundial.
Por lo tanto, los participantes concluyeron también que había necesidad de una política específica
que permita integrarla preocupación por el desarrollo sostenible dentro de los procesos operativos
de la Convención del Patrimonio Mundial,
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La reunión de Ouro Preto, también identificó una serie de “principios generales” que deberían
informar sobre esta nueva política, en relación con los procesos específicos de la Convención.
Las conclusiones de Ouro Preto, sugieren que la conservación del patrimonio, en el contexto de
Río+ 20, podría ser visto como una estrategia para un desarrollo más sostenible, que fomente una
economía más verde y sociedades más unidas y flexibles. Los bienes declarados Patrimonio
Mundial, podrían servir de banco de pruebas donde se podrían explorar enfoques innovadores y
desarrollar modelos de buenas prácticas.
En 2003, el debate sobre la relación entre patrimonio y turismo a escala global se enriqueció y
complejizó con la adopción de la Convención para la salvaguardia del patrimonio inmaterial. En el
presente estudio, explicaremos la disociación histórica habida entre el patrimonio físico y natural,
por un lado, y el patrimonio inmaterial, por otro. Una de las consecuencias de esta división
conceptual y jurídica ha sido un énfasis insuficiente en el análisis de los impactos del turismo en el
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En su obra Culturas híbridas: estrategia para entrar y salir de la modernidad, Néstor García
Canclini analiza la reciente odisea de “la puesta en escena de lo popular” y expone seis
refutaciones a la visión clásica de los folcloristas:
La doctora Liliana Barela (Argentina), que coordinó la presentación de la candidatura del tango a la
lista representativa de la UNESCO, describió claramente esta especificidad de la cultura
rioplatense:
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La Convención de 2003 está basada en los acuerdos internacionales, así como en las
recomendaciones y resoluciones previamente existentes en materia de patrimonio cultural y
natural, pero refleja el pensamiento internacional actual en lo relativo a la preservación de la
diversidad cultural y la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial.
A los efectos de la Convención, por patrimonio cultural inmaterial se entiende los usos,
representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas –junto con los instrumentos, objetos,
artefactos y espacios culturales que les son inherentes– que las comunidades, los grupos y los
individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio se
manifiesta, en particular, en los ámbitos siguientes:
1. tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural
inmaterial;
2. artes del espectáculo;
3. usos sociales, rituales y actos festivos;
4. conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo, y
5. técnicas artesanales tradicionales.
El patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado
constantemente por las comunidades y grupos –en función de su entorno, su interacción con la
naturaleza y su historia-, a los cuales infunde un sentimiento de identidad y continuidad. Este
patrimonio ha de ser compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos, con
los imperativos de respeto mutuo entre las comunidades y con el desarrollo sostenible.
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La cultura popular argentina y uruguaya tuvo un doble reconocimiento con la presentación de dos
candidaturas a la Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad: el tango y
el candombe. La candidatura del tango fue presentada conjuntamente por Uruguay y Argentina en
septiembre de 2008. En septiembre de 2009, el Comité Intergubernamental decidió la integración
de estas y otras candidaturas a la Lista representativa del patrimonio inmaterial de la humanidad.
Argentina y Uruguay deben encarar ahora un compromiso importante para la salvaguardia de estas
expresiones inmateriales (y de todas las demás que se incluyan en su inventario nacional, puesto
que el compromiso no se limita a los elementos inscritos en las listas internacionales). El término
“salvaguardia” evidencia claramente que el objetivo principal de la Convención es garantizar la
viabilidad a largo plazo del patrimonio inmaterial dentro de las comunidades y los grupos. La
Convención define “salvaguardia” como
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Argentina y Uruguay podrían adoptar una política general destinada a promover el patrimonio
cultural inmaterial e integrar sus medidas de salvaguardia en programas de acción; o designar
órganos competentes en la esfera del patrimonio cultural inmaterial y fomentar la realización de
estudios científicos, técnicos y artísticos. Podrían, además, arbitrar medidas técnicas,
administrativas y financieras destinadas a asegurar el acceso al patrimonio cultural inmaterial –al
tiempo que se respeta los usos consuetudinarios por los que se rige el acceso a ciertos aspectos
de este patrimonio-, y encaminadas a crear o reforzar instituciones destinadas a conservar la
documentación.
La documentación plantea dificultades, sobre todo, cuando se trata de tradiciones orales, pues se
teme una “museización” del patrimonio.
Obviamente, la documentación deberá ser dinámica y tener como propósito mostrar el estado
actual de ese patrimonio. Si un elemento del patrimonio cultural inmaterial corre peligro, los
registros deberán reflejar los riesgos que le amenazan. Por consiguiente, los mecanismos de
actualización y observación permanente del patrimonio vivo son imprescindibles para analizar su
evolución o para detectar posibles amenazas o alteraciones.
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Ya que los conflictos armados, el fuego, el desarrollo urbano, el turismo de masa y los movimientos
migratorios transnacionales pueden amenazar las tradiciones de los lugares, se debe elaborar
políticas para proteger el espíritu de esos sitios tradicionales pero, al mismo tiempo, permitir el
reconocimiento de nuevos lugares y nuevos espíritus.
A pesar de ello, los estudios dedicados al impacto del turismo sobre las comunidades locales
portadoras del patrimonio inmaterial –por su forma de vida y sus costumbres-, siguen siendo
escasos y, muchas veces, adoptan una perspectiva económica.
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Se suele examinar con prioridad cómo aumentar los ingresos gracias al turismo. Por ejemplo,
declaratorias internacionales, como las relativas al tango o a varios carnavales en América Latina
son, sin lugar a dudas, muy atractivas para los inversores turísticos. Debido a que el turismo es hoy
la mayor industria mundial en el sector de los servicios, esa posición es absolutamente
comprensible.
No obstante, descuidar el impacto sobre el patrimonio cultural –sobre todo, si se trata del
inmaterial- conducirá, de modo inevitable, al agotamiento irreversible de este recurso, puesto que,
en definitiva, el turismo también existe gracias a la fuerza de atracción que ejercen las diferentes
culturas intangibles y a la autenticidad de sus manifestaciones.
De forma general, estas normativas internacionales son el resultado de una larga evolución de la
doctrina sobre la relación entre cultura y desarrollo y, de alguna manera, la consagración del
pensamiento de Amartya Sen, resumido en su artículo “How Does Culture Matter?” (“¿Cómo
importa la cultura en el desarrollo?”).
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Sabemos que los planes de desarrollo –incluidos los turísticos- han tendido a ignorar el elemento
esencial que constituye el capital contenido en la diversidad cultural y la creatividad. Así, en
muchos proyectos de desarrollo subyace la noción de un determinismo cultural opuesto a la
diversidad cultural, pues establece que algunas sociedades y culturas tienen mejores capacidades
(mayor capacidad) para desarrollarse que otras y que, en particular, los países multiculturales
tendrán pocas posibilidades de lograr un desarrollo sistemático.
Samuel Huntington divulgó con éxito esta idea tradicional, según la cual el fenómeno de la
globalización puso de manifiesto que algunos países pudieron desarrollarse y otros no según sus
orientaciones culturales. Sen, junto con otros pensadores, descalifica este argumento y desmantela
el mito de que la diversidad cultural constituye un obstáculo para alcanzar los objetivos de un
desarrollo sostenible.
A grandes rasgos, el Sistema de Naciones Unidas ha adoptado los conceptos de Amartya Sen
sobre la relación entre desarrollo y cultura; en lo concerniente al patrimonio cultural inmaterial y su
corolario, la diversidad cultural, Se reconoce que su salvaguardia contribuye a fomentar el
2
bienestar económico y social de los individuos y las comunidades. Destacados economistas han
puesto de relieve el ejemplo de la música de Jamaica –el reggae y otros ritmos jamaicanos como el
dance hall y el ska- que aporta ingresos y empleos sustanciales a la población y, al mismo tiempo,
contribuye, de modo estimable, tanto a la identidad nacional como al prestigio del país, sin
descartar las apreciables ventajas que representa para el sector turístico.
2
Electronic Commerce and Music Business Development in Jamaica: a Portal to the New Economy.
Document UNCTAD/ITE/TEB/8,2002.
3
Marco de estadísticas culturales de la UNESCO:
http://www.uis.UNESCO.org/template/pdf/cscl/framework/FCS_2009_SP.pdf
Bonet Agustín, Lluís. “Reflexiones a propósito de indicadores y estadísticas culturales.” En:
http://www.gestioncultural.org/boletin/pdf/Indicadores/LBonet-Indicadores.pdf
Bourdieu, Pierre. “Sociología y Cultura.” Grijalbo, México, 1990.
Carrasco Arroyo, Salvador. “Indicadores culturales. Una reflexión.” Econcult, 1999.
Getino, Octavio. “Las industrias culturales y la medición de lo intangible.” Apuntes de la Cátedra de
Industrias Culturales, Universidad de Palermo.
Montiel, Edgar. “El mercado de la producción simbólica. Indicadores económicos de la cultura.”
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Si el desarrollo sostenible tiende a mejorar la calidad de vida de las personas, es importante medir
no solamente sus efectos económicos, sociales o medioambientales, sino también su impacto en la
espiritualidad y el mundo afectivo, así como en todos los elementos relacionados con el bienestar
personal y colectivo. Este enfoque holístico es seguramente una de las claves de la gestión cultural
exitosa y, a la vez, uno de sus mayores desafíos. Constituye, de hecho, su fuerza y su debilidad, ya
que lo interdisciplinario no ha logrado todavía una plena aceptación o sistematización en el mundo
académico, en las instancias de cooperación nacionales e internacionales, o en los planes de
gestión de los proyectos de desarrollo a cualquier nivel.
Sin embargo, si bien es importante establecer enfoques o formas integradas de análisis del
desarrollo, no se trata de rechazar, en bloque, la legitimidad de las especialidades y de los
especialistas, sino de intentar unir elementos comunes y pautas en la construcción de nuevas
herramientas de interpretación, evaluación, validación y síntesis.
El verdadero reto será garantizar que esas actividades comerciales no perjudiquen la viabilidad del
patrimonio cultural inmaterial, es decir, que el patrimonio cultural inmaterial pueda seguir teniendo
una función, y un significado para las comunidades y los propios interesados. Que los ingresos
generados beneficien a aquellos que usan y transmiten el cultural inmaterial y que el uso de la
transmisión siga siendo compatible con el desarrollo sostenible.
Según las directrices la actividad comercial puede amenazar la viabilidad del patrimonio cultural
inmaterial, directrices operativas de 116. Es el caso cuando se comercializan los productos
solamente para su venta al turista o solo para la exportación y se desvincula de esta manera a la
tradición del pueblo, lo que tiene como consecuencia la pérdida del significado para la comunidad
a medida que ésta se adapta solamente y exclusivamente a las demandas del turismo.
Las consecuencias son obviamente que puede tener una fosilización y la competencia con
imitaciones baratas importadas, podría afectar la calidad de los productos que llegan así al
mercado.
Las directrices operativas advierten sobre la necesidad de evitar el uso comercial indebido, es
decir la necesidad de lograr un equilibrio entre las relaciones entre las comunidades y los intereses
de la parte comercial, y que el uso comercial no distorsione el significado del patrimonio cultural
inmaterial ni su finalidad para la comunidad de que se trate.
Como bien lo mencionan las directrices se trata de un verdadero reto, el hecho de poder mitigar
los efectos del turismo sobre el patrimonio cultural inmaterial y su salvaguardia.
5
Para ilustrar ese desafío quisiera referirme a un trabajo de investigación de Leticia Maronese en
Buenos Aires y un artículo que ella escribió sobre el “Tango y Turismo: proceso de modificación y
tradicionalización de los espacios tangueros.”
Este ejemplo nos hace reflexionar sobre la dificultad y los desafíos de la salvaguardia del
patrimonio inmaterial y como decía Liliana Barela, la directora general del Instituto Histórico de la
ciudad Buenos Aires, en noviembre de 2009: - creemos que no solo el olvido puede hacer
desaparecer la expresión, la popularidad mundial tiene sus riesgos, por ejemplo la superficialidad
con que se practica el tango en otros países, país exótico de movimientos espectaculares que
nunca existieron en nuestro medio vinculada a “una sensualidad forzada” “que desnaturaliza su
esencia íntima y comunicativa”.
Esa complejidad y este desafío se denominan a veces la paradoja del turismo y lo llamaría el
síndrome del escorpión. El escorpión y la rana es una fábula, en la que un escorpión le dice a la
rana que le ayuda a cruzar el rio prometiéndole no hacerle ningún daño. La rana accede
subiéndole pero cuando está a mitad del trayecto, el escorpión pica a la rana.
5
Maronese, Leticia, Tango y Turismo: procesos de modificación y/o tradicionalización a los espacios
tangueros. Turismo Cultural II. Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la ciudad
de Buenos Aires, 2009.
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Área de Gestión Cultural – FCE – Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
Ésta pregunta incrédula: - cómo has podido hacer algo así? Ahora moriremos las dos-
Esta fábula ilustra entonces la paradoja del turismo que es ese fenómeno del turismo que de
alguna manera tiene el riesgo de matar lo que desea.
Las representaciones o los bienes pueden seguir produciéndose para un público de turista o de
extranjeros por razones puramente comerciales. En este caso con el propósito de mitigar los
riesgos a la viabilidad del patrimonio la convención y las directrices operativas hacen hincapié en
algunos puntos importantes.
Gracias al análisis llevado a cabo por la elaboración para la evaluación de las directrices y también
el estudio de casos, podemos destacar algunos ejemplos de mitigaciones:
25
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local y plantea la necesidad de una gestión que permita la superación entre las contradicciones
entre intimidad y exotismo, entre lucro y espiritualidad, entre supervivencia y sostenibilidad o por
fin entre escenificación y autenticidad.
Es importante mencionar que el centro regional para la salvaguarda del patrimonio cultural
6
inmaterial de América Latina, CRESPIAL , está llevando a cabo reflexiones en torno al patrimonio
inmaterial y los planes y políticas de salvaguarda en particular, una reflexión sobre el impacto que
puede tener las políticas de desarrollo sobre las expresiones inmateriales.
En mayo 2011 en la ciudad de Bogotá ha llevado a cabo un seminario sobre este tema con la
participación de los representantes de los países miembros, y tenía como propósito y objetivo
establecer recomendaciones para la formulación de políticas de cultura inmaterial a partir de
algunos casos presentados por los países.
Dos casos en particular fueron presentados y analizados, que fueron el Carnaval de Oruro en
Bolivia y el Carnaval de Barranquilla en Colombia. En estos dos casos el CRESPIAL hizo un
análisis de las dificultades observadas y del impacto que ha tenido en particular la actividad
turística sobre esos carnavales sobre las expresiones, por ejemplo las apropiaciones indebidas o
la distorsión del propio festival, la invisibilización de algunos grupos portadores. La limitación o
exclusión de portadores nuevos el impacto de la mediatización y de la visión muy exótica que
pueden tener esas expresiones para el turismo, y también un punto importante es la situación de
pobreza de los portadores, a pesar del reconocimiento de esas expresiones como patrimonio de la
humanidad.
Estas observaciones se hicieron para los dos carnavales, se identificaron entonces problemas
comunes pero también, el CRESPIAL hizo una serie de recomendaciones, en torno a los actores
sociales y la participación comunitaria, recomendaciones también sobre las estrategias que hay
que desarrollar en la implementación de los planes de salvaguardia, recomendaciones sobre
instrumentos y metodologías para el monitoreo y la evaluación, y esas recomendaciones son muy
útiles para mejorar los planes de salvaguarda de las expresiones inmateriales.
6
http://www.crespial.org/
26
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¿Existe un sistema de certificación o de calidad para garantizar que el turismo no pone en peligro
el patrimonio inmaterial en cuestión?
Las cuales fueron producto del convenio firmado entre ambas instituciones el 14 de febrero del
2007 surgen las Normas Sectoriales IRAM-SECTUR, herramientas que consideran de forma
integral los principales aspectos que hacen a la prestación de servicios: la gestión de la calidad, la
gestión ambiental y la gestión de seguridad. Puede accederse a ellas a través de
http://www.iram.org.ar [1].
Estas normas se enfocan en las diferentes actividades, por eso se encuentran en un nivel
avanzado de los programas de calidad, por ser bien específicas de una materia. De todas
maneras, pueden agruparse en familias de normas que tienen ciertas similitudes.
Entre los principales beneficios para quienes aplican las normas, podemos mencionar los
siguientes:
- Eleva los niveles de calidad en la prestación de los servicios y acredita un comportamiento
respetuoso con el medio ambiente, mejorando la imagen de la empresa frente a sus clientes. Esto
acerca al empresario a la fidelización del cliente.
- Genera beneficios económicos, ya que al hacer más eficientes los procesos de gestión se genera
un ahorro de recursos.
- Facilita la aplicación de soluciones económicas y estables, así como facilita el desarrollo de la
actividad en condiciones de previsibilidad.
Sumado a lo anterior podemos citar a los diversos Programas de Calidad de la Dirección Nacional
de Gestión de la Calidad Turística perteneciente al MINTUR, que constituyen el SACT Sistema
Argentino de Calidad Turística:
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Actualización de certificaciones: Cada 2 años o 3 años (siempre que el mercado no lo exija con
anterioridad) se realizará la actualización de los programas y en base a las experiencias de
implementación, nuevos problemas detectados, nuevas demandas, tecnologías y avances
científicos.
28
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Certificación del Turismo Sostenible de las Américas, American Hotel and Lodging Association
(AHLA), Caribbean Alliance for Sustainable Tourism (CAST), Conde Nast Traveler, Conservation
International (CI). Expedia, Inc., Fairmont, Federation of Tour Operators (FTO), Hyatt, I nternational
Council on Monuments and Sites (ICOMOS), I nternational Hotel and Restaurant Association
(IH&RA), Marriott International, Travelocity/Sabre Holdings, Sociedad Internacional de Ecoturismo
(TIES), Tourism Concern, Travel Weekly, entre otras.
Es interesante seguir la evolución de estos criterios, aunque se debe destacar que el elemento
medioambiente es predominante y que ninguna organización representa la problemática del
patrimonio inmaterial. Esta ausencia reafirma la necesidad de profundizar en la reflexión sobre la
relación entre turismo y patrimonio inmaterial, así como su impacto en términos de sostenibilidad,
pues son pocos los organismos que desempeñan un trabajo de análisis sistemático en este campo.
La sostenibilidad está muy estrechamente vinculada con la idea de “calidad” en un sentido amplio
de la palabra.
Un panel de selección internacional, nominado por la UNESCO, evalúa los productos presentados
para su certificación con el Reconocimiento. El análisis se basa en cinco (5) criterios, todos los
cuales los productos han de cumplir:
29
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El producto que satisfaga todos los criterios obtendrá la certificación del “Reconocimiento de
Excelencia”. Lo anterior reconoce el más elevado nivel de excelencia en el oficio y distingue a un
producto como referencia para la producción artesanal.
Esta cuestión de la certificación estará profundizada en el último capítulo de la segunda parte y una
propuesta de un modelo de certificación estará elaborada.
30
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El segundo fenómeno atañe a los nuevos modelos para el desarrollo local, debido a los últimos
percances económicos ocurridos, los cuales obligaron a las comunidades a adaptarse a nuevas
situaciones, y a hacer hincapié en la puesta en valor de su patrimonio mediante el turismo cultural
como actividad dinamizadora de las economías locales. Este “turismo emergente” en Argentina y
Uruguay cuenta con este alto valor agregado que constituye el patrimonio y, en particular, el
inmaterial. La creación de nuevos productos turísticos que ponen en valor un rico pasado histórico
y cultural, y que revitalizan un “legado, a veces, olvidado o invisibilizado”, constituye un complejo
desafío para la gestión cultural y turística.
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Esta investigación ofrece una oportunidad para precisar el debate sobre la identidad cultural que
está llevando hoy día en estos dos países, indudablemente marcados los dos por el carácter
multiétnico y multicultural de su gente, el fuerte sincretismo de sus formas de expresión y un afán
de modernidad en el que se conjugan, no sin tensiones, un sentido de múltiple pertenencia a las
raíces europeas, latinoamericanas y africanas.
En este sentido, se sintetizará los resultados del debate actual, y los avances normativos y
políticos sobre el reconocimiento de los derechos culturales en Uruguay y la implementación de
proyectos importantes sobre este tema en los dos países.
En este capítulo se analiza los diferentes planes de Turismo vigentes a nivel nacional y local y de
qué manera estos planes integraron la problemática del Patrimonio y más específicamente el tema
del Patrimonio inmaterial.
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El mismo ejercicio se realizará para el Plan Federal del Turismo Sustentable de la Secretaría de
Turismo de la Nación en Argentina y a nivel de la Ciudad de Buenos Aires.
Es importante destacar que se creó el Programa de Gestores en Cultura y Turismo liderado por la
Dirección Nacional de Política Cultural y Cooperación Internacional que tiene como objetivo la
formulación de estrategias y identificación de buenas prácticas relativas a acciones conciliando la
explotación turístico de recursos patrimoniales y las acciones de salvaguardia para su
sostenibilidad se publicó un importante resultado de los trabajos en “Cultura y Turismo, factores del
Desarrollo económico y Social” Secretaria de Cultura de la Presidencia de la Nación en 2011.
Desde el gobierno de la ciudad es el ente de turismo quien se encarga del tema turismo cultural.
Para conseguir datos hay que consultar el “observatorio de turismo”
http://www.buenosaires.gov.ar/organigrama/min_produccion.php?menu_id=12573
Es importante también analizar de qué manera la institucionalidad cultural trata el tema del turismo
patrimonial y desarrolla estrategias de sinergias entre los Planes de Turismo y la Política de
salvaguardia del Patrimonio. La buena cooperación con el sector de turismo depende mucho del
nivel de institucionalidad del sector cultural.
Son fundamentales la experiencia vital y el sentido que la gente da a sus expresiones vivas. Así, el
carácter patrimonial de una expresión inmaterial procede, en gran parte, de lo que las comunidades
consideran importante para su existencia, su creatividad, su diversidad o su bienestar. En lo que
respecta al patrimonio cultural inmaterial, el concepto de valor universal excepcional no se aplica,
pues no existe jerarquía alguna: todas las expresiones son valoradas por igual. Las expresiones
reconocidas del patrimonio inmaterial deben ser compatibles con los instrumentos de derechos
humanos existentes y con los imperativos de respeto mutuo entre comunidades, grupos e
individuos. La Convención reconoce la importancia del patrimonio inmaterial como instrumento de
la cohesión social, el aprecio de la identidad cultural de otros grupos y el desarrollo sostenible.
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La Convención recalca que el patrimonio cultural inmaterial presente en un territorio debe ser
identificado y definido con la participación de las comunidades, grupos y organizaciones no
gubernamentales pertinentes. Sobre esta base, los Estados Partes han de tratar de conseguir la
más amplia participación posible de las comunidades, grupos y, cuando proceda, individuos que
creen, mantengan y transmitan ese patrimonio, y asociarlos activamente a su gestión.
34
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Por ello, los procesos de inventario, registro y eventual inclusión en las listas, a los que son
sometidas estas expresiones culturales, no son simples acciones de peritaje mediante las cuales
se les otorga un sello de calidad; más aún, deben incluir una reflexión sobre el impacto de la
gestión en la calidad de vida de las comunidades portadoras de las expresiones.
Uno de los aspectos importantes de la gestión del patrimonio inmaterial es su relación con el
turismo. En primer lugar, las políticas no suelen centrar sus esfuerzos en la conciliación de los
intereses de la industria turística y el bien general de las comunidades. En general, las políticas
están orientadas al bienestar del turista y a la calidad de los servicios que se le prestan. Asimismo,
si la Convención de 2003 otorga un papel esencial a la comunidad portadora de las expresiones
patrimoniales, ello implica que la actividad turística pueda ser rechazada de plano.
Sabemos que la industria turística puede transformar las culturas locales en meros bienes de
consumo orientados a satisfacer las expectativas del turista. Como menciona el antropólogo Marc
Augé (Francia), es importante recordar el vínculo del espacio con la cultura, y defender el concepto
de “lugar antropológico”, en el cual se desarrollan las expresiones inmateriales como ámbitos de la
identidad, de la memoria y de los valores de un grupo. Estos ámbitos se contraponen a los
“no-lugares”, que son los espacios globalizados de la circulación, la distribución y la comunicación
masiva, donde “los procesos identitarios no cuentan y la historia se evapora”.
35
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Como lo explica Adolfo Colombes (Argentina): “El no lugar no constituye en rigor de verdad un
espacio público sino abierto al público, lo que no es lo mismo. Tales espacios carecen de identidad
pero no de dueños.” Para el ensayista, son lugares que devastan nuestro imaginario; allí, “los
pueblos no pueden situar sus valores primordiales, los que constituyen su cosmovisión y sus
núcleos de identidad”.
El turismo puede ser generador de no-lugares. Desalojar las expresiones de sus “lugares
antropológicos” puede ser un efecto nefasto del turismo. Los usos sociales, los rituales y los actos
festivos son actividades fundamentales de las sociedades que estructuran la vida de las
comunidades y de los grupos, y son compartidos y estimados por grandes segmentos de esas
comunidades. Su significado emana del hecho de que reafirman la identidad grupal o comunitaria
de quienes los practican. Se perfila entonces un importante reto: cómo establecer mecanismo que
permitan participar a las culturas locales y les brinden la posibilidad de decidir qué tipo y alcance de
turismo desean, teniendo en cuenta que el conflicto de intereses no se plantea sólo entre la
industria turística y la comunidad local, sino entre los actores locales mismos, que no tienen todos
igual percepción del valor del patrimonio.
La necesidad de salvaguardia del patrimonio es evidente. Sin embargo, como bien lo dice Liliana
7
Barela , al hablar del tango:
7
Intercambios con Liliana Barela, directora general del Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires
(noviembre, 2009).
36
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La Asamblea General de los Estados Partes de la Convención para la salvaguardia del patrimonio
cultural inmaterial, en su tercera reunión (París, 22-24 de junio de 2010), enmendó las directrices
operativas para su aplicación, con lo cual incorporó esta preocupación en la gestión de este
patrimonio: “Se deberá velar particularmente por evitar el uso comercial indebido, administrar el
turismo sostenible, lograr un equilibrio adecuado entre los intereses de la parte comercial, la
administración pública y los ejecutantes culturales, y por garantizar que el uso comercial no
8
distorsione el significado del PCI ni su finalidad para la comunidad de que se trate. ”
La advertencia nos reafirma que es preciso tomar con cierta precaución y hasta con reserva, la
consideración de la diversidad cultural como una herramienta para fomentar el desarrollo del
turismo. Se trata de dos sectores que se pueden complementar, pero que tienen lógicas y
necesidades diferentes. En este sentido, constituye un avance en la relación entre turismo y
9
patrimonio la irrupción del concepto de desarrollo sostenible . En correspondencia con este
concepto, un turismo sostenible sería el que atiende a las necesidades de los turistas actuales y de
las regiones receptoras y al mismo tiempo protege y fomenta las oportunidades del futuro.
Se concibe como una vía hacia la gestión de todos los recursos de forma que puedan satisfacerse
las necesidades económicas, sociales y estéticas respetando en mismo tiempo la integridad
cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas que sostienen la
vida.
No obstante como señala Carlos A. Hiriart Pardo en las conclusiones al análisis de los efectos que
provocó el turismo sobre la festividad de la Noche de los Muertos en Michoacán (México),
Patrimonio de la Humanidad:
El patrimonio inmaterial es objeto de una gran presión social, económica y cultural, que se ve
reflejada en mutaciones en la autenticidad, identidad y riqueza cultural de la tradición, visiblemente
degradada en los últimos años en los contextos nacionales por la comercialización excesiva de los
espacios públicos, cambios en los patrones de conducta de los grupos sociales que la ofertan
–poblaciones locales- y de la sociedad consumista que la demanda –turistas-, así como por la
ausencia de procesos de gestión pública holística y la falta de compromiso, en muchos casos, de
las autoridades locales y de la ciudadanía, que ceden a las tentaciones y supuestos beneficios
8
Directrices operativas para la aplicación de la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural
inmaterial. Párrafo 117. Ver también el párrafo 116 en: “Actividades comerciales relacionadas con el
patrimonio inmaterial.
9
Informe Brundtland, 1987.
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económicos que propicia la actividad turística poco sustentable. El turismo es una actividad social
alrededor de la cual se forman diversas tramas de relaciones e intereses, que caracterizan su
funcionamiento como un sistema complejo donde se agrupa a usuarios diversos que perciben su
potencial a través de códigos distintos, lo cual le otorga a este fenómeno una dualidad
positiva-negativa según los intereses que se tengan puestos en él, o las expectativas que se
establecen a partir de su potencial para alcanzar objetivos y metas diversas, muchas veces
alejadas totalmente de una visión integral y horizontal que conlleve procesos de manejo
sustentable de los recursos naturales y culturales. Esta práctica, que se inserta en las actividades
de ocio y esparcimiento de la sociedad globalizada, es una de las actividades económicas más
importantes del mundo, se ha expandido en los últimos años en todos los continentes, provocando
una fuerte competencia entre países y al interior de éstos, entre regiones, ciudades y poblados que
pugnan por posicionarse utilizando –entre otros recursos- el patrimonio cultural tangible e
10
intangible, como producto turístico cultural dentro del mercado nacional e internacional .
Nuestro primer objetivo será identificar los riesgos que corren las expresiones inmateriales
rioplatenses y, en consecuencia, proponer alternativas cuyas bases sean la investigación y la
participación comunitaria en las decisiones y la gestión, lo cual permitiría armonizar la relación
entre turismo y diversidad cultural.
Se deberá analizar de qué modo se canalizaron recursos económicos del sector público, estatal y
local, para impulsar la consolidación de una escenificación para los visitantes, iniciando así un
proceso paulatino de “turistización” (hasta transfigurar, en la actualidad, la autenticidad de las
tradiciones mediante la implantación de un conjunto de actividades complementarias destinadas a
satisfacer demandas y necesidades de los turistas), y analizará el impacto sobre el patrimonio
(artesanías y souvenirs, mezcla de referencias culturales, abandono de las tradiciones de su
identidad cultural, e incorporación de prácticas de costumbres de una sociedad urbana
globalizada).
10
Hiriart Pardo, Carlos A. L a festividad de Noche de los Muertos en Michoacán, patrimonio inmaterial en
riesgo. (2008
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Introducción a la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
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Es importante reflexionar sobre los nexos entre lo local y lo global, y plantear la necesidad de
desarrollar una gestión que permita la superación de las contradicciones entre intimidad y
exotismo, lucro y espiritualidad, sobrevivencia y sostenibilidad, escenificación y autenticidad.
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Introducción a la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
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No existe hoy día una real sistematización de los criterios aplicada al turismo y al PCI. ¿Cuáles son
los criterios que permiten conciliar la salvaguardia del PCI y los intereses del turismo para que se
pueda definir la sostenibilidad de los proyectos que se desarrollen con esta doble perspectiva?
El gestor cultural podría usar herramientas que no fueron elaboradas para el PCI de manera
específica. Una primera fuente de información se encuentra en los sistemas de certificación ya
existentes para el turismo o para la cultura, puesto que no existe ninguno en el campo del turismo
cultural y, aún menos, cuando se trata del patrimonio inmaterial. En el campo más general del
turismo sostenible, se creó recientemente, en el seno de las Naciones Unidas, con sede en Nueva
York, el Consejo de Turismo Sostenible, auspiciado por los organismos internacionales
relacionados con la sostenibilidad turística (UNESCO, OMT, PNUMA), los principales
11
Comisión mundial de medioambiente y desarrollo. Nuestro futuro común. Madrid, España : Alianza, 1987.
12
El reconocimiento tácito de la cultura como cuarto pilar del desarrollo aparece en la Cumbre Mundial
sobre el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo (septiembre de 2002) y en los Objetivos del Milenio
(adoptados en la Cumbre del Milenio, celebrada en septiembre de 2000). Se concreta en un total de
ocho puntos, los cuales comprometen a los países a tomar nuevas medidas y aunar esfuerzos en
aspectos tales como la lucha contra la pobreza, el analfabetismo, el hambre, la falta de educación, la
desigualdad entre géneros, la mortalidad infantil y materna, la enfermedad y la degradación del medio
ambiente. Sin embargo, explícitamente, la cultura no se menciona en ninguna parte y sigue ausente en
la mayoría de los programas de cooperación (con algunas recientes excepciones como el Fondo
Español para los ODM, que abrió varias ventanillas sobre cultura y desarrollo desde 2007).
40
Introducción a la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
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turoperadores internacionales y otros agentes del sector. Este Consejo ha aprobado los requisitos
que deben contener las certificaciones de sostenibilidad turística.
El Instituto de Turismo Responsable, uno de los miembros fundadores de este Consejo, es la única
institución en el ámbito internacional que, mediante su certificación BIOSPHERE, cumple con estos
requisitos. Esta certificación es la única marca internacional que engloba todos los principios de
turismo sostenible, los cuales se concretan, entre muchos otros, en el fomento de la diversidad
cultural, la correcta gestión y conservación de los recursos naturales, históricos y culturales, y la
cooperación para la convivencia y la paz.
Como primer esbozo de propuesta de criterios, se podrá analizar los elementos siguientes:
1. Autenticidad. Se debe decir que se trata de un tema central, tanto para los estudios de turismo,
como para los estudios culturales, por lo que se impone esclarecer su sentido:
1. ¿Cómo examinar su significado?
2. La búsqueda de una autenticidad perdida en las sociedades consumistas, ¿es un mito o
una realidad?
3. ¿Autenticidad objetiva o subjetiva?
4. ¿La mercantilización y la adaptación de los productos al mercado perjudica
necesariamente la autenticidad?
5. ¿Sería oportuno crear sellos de autenticidad?
6. ¿Cómo dialogan los turistas, los portadores de la tradición y los miembros de la industria
del turismo sobre este tema?
7. Representatividad: comprobar el interés de la comunidad portadora.
8. Excelencia o calidad.
9. Creatividad e innovación: una mezcla eficaz y fructífera de lo tradicional y lo
contemporáneo, o de la inventiva.
10. Ecológico: respeto al medio ambiente.
41
Introducción a la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
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Se trata, seguramente, de uno de los elementos más complejos de este curso, puesto que pocas
referencias existen en este campo. Los indicadores son necesarios para comprobar la
sostenibilidad de los proyectos de turismo vinculados al patrimonio inmaterial y a los criterios de
sostenibilidad que esta investigación pretende proponer. Los proyectos de turismo se definen y
evalúan principalmente desde el campo de la economía con indicadores materiales cuantificables.
13
Los antropólogos como Marcel Mauss han logrado demostrar que muchas tradiciones y ritos se
desarrollan para mantener y/o aumentar el prestigio, la autoridad, la solidaridad… de la comunidad.
Además, no se trata solamente de tradiciones como reiteración de la memoria colectiva, sino,
también, de expresiones que permiten generar y producir aspiraciones para encarar e imaginar
nuevas formas de abordar el futuro.
Bajo ningún concepto, la cultura inmaterial puede ser cuantificada con los métodos actualmente
utilizados para medir la sostenibilidad de los proyectos de desarrollo relacionados con esta forma
de patrimonio.
Mauss, Marcel. The Gift: Forms and Functions of Exchange in Archaic Societies. London, Cohen and
13
La paradoja es que este aspecto de la medición es, a la vez, el más ignorado por los expertos del
desarrollo y, al mismo tiempo, el más importante para definir la noción de bienestar social de una
14
comunidad o un pueblo, según los paradigmas definidos por destacados expertos del desarrollo .
Para medir la salvaguardia (tal y como la define la Convención de 2003) del patrimonio inmaterial
en los proyectos de turismo, es necesario elaborar otro tipo de indicadores que faciliten la
valoración de la sostenibilidad de las propuestas.
Para las dos expresiones que serán objeto de los estudios de caso, dos preguntas fundamentales
podrán guiar nuestra reflexión: ¿cuáles son los aspectos susceptibles de medición?, y ¿qué
metodología aplicar a los aspectos que no son cuantificables según los procedimientos usuales?
Obviamente, será posible cuantificar los aspectos materiales relacionados con los espectáculos o
ferias (cantidad de público, gasto e incremento de capital, beneficios de la venta de productos,
etc.). Pero no será tan sencillo medir los aspectos estrictamente culturales en el sentido
psicológico, espiritual, intelectual, es decir, subjetivo.
Este trabajo de investigación se esforzará para identificar los factores objetivos de medición del
impacto del proyecto y los factores subjetivos, según el tipo de patrimonio inmaterial estudiado.
Así, por ejemplo, en el caso del tango, que corresponde al ámbito de las “artes del espectáculo”
según la Convención, se podrá identificar factores objetivos tales como las ganancias de los
14
Appaduraï,,Arjun y Amartya Sen. Culture and Public Action. S tanford University Press, 2004.
15
Appaduraï, Arjun. “The Capacity to Aspire: Culture and the Terms of Recognition”, 2004.
43
Introducción a la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
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espectáculos, los gastos en instrumentos, vestuario, los montos de los contratos de los conjuntos
musicales y bailarines, los gastos de la puesta en escena, etc.
Los factores subjetivos que se tendrá que observar podrán ser: la importancia del tango como
factor de identidad local o nacional, los niveles de aceptación o rechazo de los cambios en el
sonido, la coreografía o el vestuario; la evaluación desde una visión de futuro con una reflexión
sobre la autenticidad frente a las presiones transformadoras del turismo, la función social de la
expresión y su compatibilidad con su uso económico y comercial. En síntesis, una reflexión sobre
lo que puede permanecer estable y lo que se debe cambiar con la necesaria incorporación de la
innovación para la renovación de la expresión.
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Propuesta de un cuestionario tipo para evaluar los proyectos de Turismo de Patrimonio inmaterial :
Principios generales: (1) Existe planificación y evaluación de impactos sociales,
culturales, ecológicos y económicos (incluyendo impactos cumulativos y estrategias de mitigación).
(2) La empresa turística está comprometida a manejo del patrimonio inmaterial. (3) Personal de la
empresa tiene capacitación, educación, responsabilidad, conocimiento y conciencia sobre manejo
del patrimonio inmaterial. (4) Hay mecanismos para monitorear y reportar las actividades
relacionadas al PCI. (5) El mercadeo verídico y responsable conduce a expectativas realistas. (6)
Hay retroalimentación de consumidores.
Aspectos socioculturales: (1) Impactos, locales y nacionales, sobre estructura social,
cultura y economía local. (2) Adquisición, uso y posesión de los espacios en forma apropiada. (3)
Medidas para proteger la integridad de la estructura social de las comunidades locales. (4)
Mecanismos para asegurar el reconocimiento de los derechos y aspiraciones de las comunidades
locales.
Aspectos espaciales: (1) Ubicación apropiada y sentido de lugar. (2) Conservación de
diversidad cultural. (3) Modificación de la expresión y daños de los espacios en lo cuales se
desarrolla la expresión cultural,. (4) Medidas de minimización de impactos de actividades turísticas.
Aspectos económicos: (1) Prácticas éticas de negocio. (2) Mecanismos para asegurar
que las prácticas laborales y relaciones industriales son justas y están en conformidad con la
legislación local e internacional (al estándar más alto). (3) Mecanismos para minimizar impactos
45
Introducción a la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
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En esta parte se explicara los principales riesgos identificados con los principales actores
encontrados:
La desaparición, la folclorización, la mercantilización la cosificación, la fosilización, la
instrumentalización o apropiación indebida, la dominación de turismo cultural y la degradación del
medio ambiente, son algunos de esos identificados
Los criterios de un sistema de certificación deberían demostrar que el proyecto cumple con tres
requisitos generales:
- Salvaguarda del Patrimonio inmaterial
- Calidad del Servicio turístico y rentabilidad comercial
- Mejora de las condiciones de vida de los habitantes
- Impacto del proyecto sobre el entorno, controlado
Requisitos específicos: Los proyectos deberían respetar los criterios relacionados a los siguientes
conceptos.
- Autenticidad
- Accesibilidad
- Respeto del entorno ecológico y cultural (patrimonio natural y material).
- Comercialidad
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- Responsabilidad Social
- Interculturalidad y carácter pedagógico
• Autenticidad. Se debe decir que se trata de un tema central, tanto para los estudios de
turismo, como para los estudios culturales, por lo que se impone esclarecer su sentido:
¿Cómo examinar su significado?
La búsqueda de una autenticidad perdida en las sociedades consumistas, ¿es un mito o
una realidad?
¿Autenticidad objetiva o subjetiva?
¿La mercantilización y la adaptación de los productos al mercado mata necesariamente la
autenticidad?
¿Cómo dialogan los turistas, los portadores de la tradición y los miembros de la industria
del turismo sobre este tema?
¿El proyecto / producto estableció para medir el límite aceptable de cambio o capacidad de carga
con el fin de no poner en peligro la expresión?
● Representatividad: comprobar el interés de la comunidad portadora.
● Excelencia o calidad: calidad artística, estétitca, artesanal… etc
● Creatividad e innovación: una mezcla eficaz y fructífera de lo tradicional y lo contemporáneo,
o de la inventiva. Se trata de un patrimonio vivo y no de una recreación puramente folklorista.
● Respeto del entorno ecológico y cultural (patrimonio natural y material): Es importante de
controlar que el plan de salvaguarda de la expresión inmaterial en cuestión tome en cuenta las
exigencias del plan de manejo del sitio de patrimonio cultural, material o de patrimonio
material. Por ejemplo, las explotaciones turísticas de una expresión inmaterial en un centro
histórico, no puede entrar en contradicción con las exigencias del conservación de este mismo
centro.
● Accesibilidad : doble aspecto
Accesibilidad : un derecho
El proyecto tiene que fomentar un principio de accesibilidad a todos (accesibilidad universal).
Los proyectos tienen que ser de carácter inclusivo, es decir, fomentar una accesibilidad
universal. Implica obligaciones inmediatas y obligaciones evolutivas. Cualquier visitante
independientemente de su religión, sexo, orientación sexual, origen cultural, lingüístico debería
tener acceso al proyecto (es una obligación que incumbe a los gestores del proyecto turístico
cultural). La accesibilidad a otras personas, tal como los discapacitados, tienen que ser
alentadas por los gestores del proyecto en las medidas de lo posible (condiciones físicas del
entorno y posibilidades económicas).
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Introducción a la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Área de Gestión Cultural – FCE – Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
La idea general de este criterio es que el proyecto debe contribuir al fomento de un entendimiento
mutuo entre el visitante y la comunidad receptora con el fin de evitar tensiones. Además el proyecto
oportunidad para ambas partes y especialmente para el visitante de adquirir una sensibilidad o
conocimiento más profundo sobre la comunidad y su cultura. Por ello, las restricciones de acceso
(capacidad de carga, etc.) deben ser claramente justificadas, explicadas y en la medida de lo s
posible compensadas por alternativas de acceso al conocimiento relativo a la expresión inmaterial
en cuestión (por ejemplo, centro de interpretación a carácter pedagógico con el uso de las nuevas
tecnologías y soportes audiovisuales, fotográficos, discográficos, etc.), o se puede también
contemplar espacios de recreación.
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Área de Gestión Cultural – FCE – Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
profundo para la protección del medio ambiente. Estos establecimientos se presentan como
defensores del medio ambiente, pero toman en realidad, medidas mínimas que tienen un impacto
muy reducido para contrarrestar los problemas ecológicos generados por la misma empresa. Este
fenómeno podría aparecer en el caso del Patrimonio inmaterial: “lavado folclorista”. Evitar medidas
de carácter puramente marketing (el hotel promueve la protección del patrimonio inmaterial como
argumento de venta) que no tienen un real impacto en la salvaguarda de la expresión inmaterial.
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*Especialista de Programa de Cultura en la Oficina Multipaíses de la UNESCO para Argentina,
Paraguay y Uruguay con sede en Montevideo. Tiene a su cargo la implementación de varios
programas de alcance nacional o subregional sobre los ejes de acción prioritarios de la UNESCO.
Supervisa la implementación de los proyectos interagenciales en cultura y desarrollo implementado
en el marco UNA ONU en uruguay. Asimismo, tiene bajo su responsabilidad la supervisión del
Proyecto Villa Ocampo en Argentina. Encargado de la cooperación técnica entre UNESCO y el
MERCOSUR Cultural.
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