Sunteți pe pagina 1din 7

ACTAS

DE LOS
MÁRTIRES
V
Introducciones, notas y versión española por
D aniel R uiz B ueno

(Reimpresión)

Biblioteca de Autores Cristianos

01. Acta mártires (I-VIII).indd 5 25/01/18 13:49


Primera edición: mayo de 2012
— segunda impresión: enero de 2018

© Biblioteca de Autores Cristianos, 2018


Añastro, 1. 28033 Madrid
Tel.: 91 343 97 91
www.bac-editorial.com

ISBN: 978-84-220-1569-7
Depósito legal: M-17734-2012
Impresión: Cofás Artes Gráficas, Juan de la Cierva, 58, Móstoles (Madrid)
Impreso en España. Printed in Spain

Ilustración de cubierta: Santa Perpetua (detalle de la vidriera del siglo xix en la iglesia
de Notre-Dame de Vierzon, Francia)
Diseño: BAC

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra


solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a
CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento
de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

01. Acta mártires (I-VIII).indd 6 25/01/18 13:49


Índice general

INTRODUCCIÓN GENERAL ........................................................................ 3


1. Martirio y testimonio .................................................................. 3
2. Las persecuciones ....................................................................... 69
3. El número de los mártires .......................................................... 104
4. Los procesos ................................................................................ 117
5. Las cárceles .................................................................................. 133
6. Las actas ...................................................................................... 139
7. Testimonio y enseñanza .............................................................. 153
8. Nuestra colección ....................................................................... 167

Mártires del siglo I


I. La Pasión de Nuestro Señor Jesucristo ..................................... 171
II. Martirio de san Esteban ............................................................. 192
III. Martirio de Santiago y prisión de san Pedro en Jerusalén ........ 200
IV. Martirio de Santiago, «hermano del Señor» y obispo de Jerusalén . 208
V. El incendio de Roma y los mártires del Vaticano ...................... 216
VI. Martirio de los apóstoles san Pedro y san Pablo ....................... 228
VII. Los mártires de la nobleza romana bajo Domiciano ................. 234

Mártires del siglo II


I. Los mártires de Bitinia bajo Trajano .......................................... 243
II. Martirio de san Simeón, obispo de Jerusalén ............................ 249
III. Rescripto de Adriano sobre los cristianos ................................. 252
IV. Martirio de santa Sinforosa y de sus siete hijos ......................... 258
V. Martirio de san Policarpo, obispo de Esmirna .......................... 262
VI. Martirio de los santos Ptolomeo, Lucio y otro bajo Antonino
Pío ................................................................................................ 273
VII. Martirio de santa Felicidad y de sus siete hijos bajo Marco
Aurelio y Lucio Vero .................................................................. 281
VIII. Martirio de san Justino y de sus compañeros bajo Marco Au-
relio .............................................................................................. 294
IX. Martirio de san Potino y los otros mártires de Lyon bajo Marco
Aurelio ......................................................................................... 307
X. Martirio de los santos escilitanos ............................................... 332
XI. Martirio de san Apolonio bajo Cómodo ................................... 338
XII. Martirio de los santos Carpo, Papilo y Agatónica ..................... 352
XIII. Intermedio. La Exhortación a los mártires, de Tertuliano ......... 360
VIII ÍNDICE GENERAL

Mártires del siglo III


I. Martirio de las santas Perpetua y Felicidad y de sus compa-
ñeros bajo Septimio Severo ..................................................... 369
II. Los mártires de Alejandría bajo Septimio Severo .................. 411
III. Los mártires bajo la persecución de Decio ............................. 420
IV. El tratado De lapsis, de san Cipriano ...................................... 481
V. Los mártires de Alejandría en la persecución de Decio ......... 505
VI. Martirio de san Pionio bajo Decio ......................................... 515
VII. Actas de san Acacio, obispo de Antioquía de Pisidia ........ 536
VIII. Martirio de san Máximo bajo Decio ...................................... 542
IX. Martirio de los santos Luciano y Marciano bajo Decio ............ 546
X. El martirio, no consumado, de Orígenes bajo Decio ............. 551
XI. Intermedio. La reconciliación de los «lapsos» y la prepara-
ción al martirio ........................................................................ 553
XII. Mártires bajo Galo ................................................................... 566
XIII. La persecución de Valeriano ................................................... 571
XIV. Condenados a las minas bajo Valeriano ................................. 579
XV. El segundo edicto de Valeriano y el martirio de san Sixto,
papa .......................................................................................... 590
XVI. Vida y martirio de san Cipriano, obispo y mártir de Cartago,
por su diácono Poncio.............................................................. 595
XVII. Martirio de san Cipriano, obispo de Cartago ........................ 613
XVIII. Cinco sermones de san Agustín en el natalicio de san Cipriano . 623
XIX. Martirio de san Fructuoso, obispo de Tarragona, y de Eulo-
gio y Augurio, diáconos .......................................................... 643
XX. Martirio de los santos Montano, Lucio y compañeros bajo
Valeriano .................................................................................. 661
XXI. Martirio de los santos Santiago y Mariano y otros muchos, en
Numidia, bajo Valeriano ........................................................ 676
XXII. Martirio de san Nicéforo, en Antioquía de Siria, bajo Va-
leriano ....................................................................................... 687
XXIII. Martirio de los santos Prisco, Maleo y Alejandro, en Cesarea
de Palestina, bajo Valeriano .................................................... 695
XXIV. Martirio de san Marino, centurión, bajo Galieno .................. 696

La persecución de Diocleciano
I. Los mártires bajo Diocleciano, según el relato de Eusebio de
Cesarea ..................................................................................... 701
II. Los mártires de Palestina, por Eusebio Pánfilo ..................... 730
III. Martirio de san Procopio en Cesarea de Palestina ................ 756
IV. Martirio de san Maximiliano bajo Diocleciano ...................... 759
V. Martirio de san Marcelo, centurión, en Tánger ..................... 766
VI. Martirio de san Félix, obispo de Tibiuca, bajo Diocleciano .. 770
VII. Actas de Munacio Félix, «flamen» perpetuo ...................... 775
VIII. Martirio de los santos Saturnino, Dativo y otros muchos
mártires de África bajo Diocleciano ...................................... 779
ÍNDICE GENERAL IX

IX. Martirio de san Vicente, diácono de Zaragoza, en Valencia,


bajo Diocleciano ...................................................................... 796
X. Sermones de san Agustín en honor de san Vicente mártir .... 812
XI. Martirio de san Ireneo, obispo de Sirmio ............................ 819
XII. Martirio de las santas Agape, Quionia, Irene y otros bajo
Diocleciano .............................................................................. 825
XIII. Martirio de san Polión, en Cíbalis .......................................... 834
XIV. Martirio de san Euplo, diácono, bajo Diocleciano ................ 838
XV. Martirio de san Felipe, obispo de Heraclea, bajo Diocleciano . 842
XVI. Martirio de los santos Táraco, Probo y Andrónico bajo Dio-
cleciano .................................................................................... 861
XVII. Martirio de santa Crispina ...................................................... 888
XVIII. Martirio de los santos Fileas y Filoromo bajo Diocleciano ... 893
XIX. Martirio de san Julio bajo Diocleciano ................................... 901
XX. Martirio de los santos Claudio, Asterio y compañeros bajo
Galerio ..................................................................................... 905
XXI. Martirio de san Sereno, jardinero, bajo Galerio .................... 911

ÍNDICE ONOMÁSTICO ............................................................................... 915


8. NUESTRA COLECCIÓN 167

primordial de la religión cristiana, que nos revelaron los már-


tires de los tres primeros siglos, y que radica en el Evangelio
mismo y en el mandamiento reiterado del Señor: el martirio,
el testimonio. Todos somos hoy más o menos racionalistas.
Todos nos horrorizamos ante una posible contradicción lógica
y nos pareceía escándalo y locura mayor admitirla en nuestra
fe que a judíos y griegos admitir la locura y escándalo de la
cruz. Y no es que la razón no tenga sus fueros y derechos. Si la
fe cristiana es vida, la razón o inteligencia humana no puede
quedar como la rama seca a la que no llegue, en la forma que
le competa, la savia que la fe inyecta en el hombre todo injer-
tado en Cristo. Pero la vida es una totalidad y la inteligencia y
la razón ha de integrarse en ella, no erigirse en módulo mismo
de su realidad y condición de su existencia. Puede haber y hay
vida, aunque la inteligencia no la entienda y la razón no la
razone. Llegamos, en fin, a donde queríamos venir.
Los cristianos de hoy, los cristianos de principios del siglo
XXI, tenemos misión semejante a la de los cristianos de los pri-
meros siglos, de Nerón a Constantino: la evangélica misión de
ser testigos de Jesús en el mundo, de dar testimonio de que Él
vive y nosotros vivimos. La apologética de las razones debe
ceder, en parte al menos, a la apologética del testimonio. La
fe es vida, y la vida no se demuestra, sino que se muestra. De
entre los millares de mártires de los primeros siglos, bien
pocos habría capaces de una demostración lógica de su fe;
todos, en cambio, la afirmaron de la manera más irrecusable
y victoriosa: dando su vida por ella.
Los mártires, pues, tienen una sustancial palabra que
decirnos. En realidad, nos repiten la palabra de Jesús a los
suyos, momentos antes de remontarse a los cielos: Seréis mis
testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta el confín de la
tierra (Hch 1,8).

8. Nuestra colección

Réstanos decir unas palabras, muy breves, sobre la presen-


te colección de Actas o documentos de los mártires. Quisiéra-
mos, ante todo, haber hecho obra de edificación, y si el cris-
tiano de hoy siente, ante estas maravillosas páginas que
168 INTRODUCCIÓN GENERAL

chorrean sangre, reavivarse su sentimiento de espiritual


entronque con los mártires de los tres primeros siglos, lo
habremos plenamente conseguido, y por ello rendiremos
humildes gracias a Dios, solo arquitecto en toda obra de edifi-
cación de las almas. Pero digamos enseguida que solo preten-
demos edificar sobre la piedra granítica de la verdad, no sobre
movediza arena de leyenda o novela. Cada tiempo tiene sus
exigencias. El nuestro nos exige imperiosamente verdad, y ver-
dad críticamente apurada. Las pías leyendas que edificaron a
otras épocas hoy nos hastían irremediablemente. Todas, pues,
han sido excluidas de nuestra colección, donde no entran, en
principio, sino actas auténticas o como tales reconocidas por
autoridades en la materia. Confesemos, sin embargo, que más
bien se ha tendido a benignidad que a rigor en la admisión, si
bien las introducciones particulares dan razón del estado de la
cuestión de la autenticidad de cada una de las aquí incluidas.
Los textos originales se han tomado de las mejores ediciones
críticas modernas, y solo cuando estas faltan o no nos han sido
accesibles se ha seguido el texto de Ruinart, quien, por lo
demás, sabía trabajar con escrupulosidad crítica y sobre fuen-
tes primeras.
La bibliografía de que hemos podido disponer no ha sido
muy amplia, y el lector la irá encontrando citada a lo largo de
la obra.
En fin, ningún pórtico mejor pudiera darse a los relatos de
la heroica muerte de millares de cristianos por su fe que la
revelación del secreto íntimo de su vida que nos entregan las
obras de los Padres Apostólicos. Así, lo que a primera vista
pudiera parecer dispar, se nos presenta en la profunda unidad
de la continuidad de la vida la Iglesia.
Y ya terminemos esta no breve introducción con la súplica
que en momento solemne de la Misa dirige a Dios Padre la
santa Madre Iglesia, en que se aúnan también apóstoles y már-
tires: «También a nosotros, pecadores, siervos tuyos, que con-
fiamos en la multitud de tus misericordias, dígnate darnos
alguna parte y consorcio con tus santos apóstoles y mártires...».

S-ar putea să vă placă și