DOMINGO, FIESTA, PRESENTACIÓN DEL SEÑOR 2 DE FEBRERO 2020 - Nº 2504 - CICLO A
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LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO DE JERUSALÉN
JORNADA DE ORACIÓN POR LA VIDA CONSAGRADA
El mensajero del Señor: Ml 3,1-4. El
libro de Malaquías abunda en visiones
futuras sobre el tiempo final en el que se
reunirán en torno a Yahvé las naciones
para adorarle. El templo está reconstruido,
el culto funciona, pero el pueblo está
desanimado al ver que las antiguas
promesas siguen sin cumplirse, cae en
la apatía religiosa y en la desconfianza.
En este ambiente, el profeta abre un
paréntesis para referirse a la llegada del
“Día del Señor”.
Semejante en todo a sus hermanos...
por eso es “digno de fe”: Hb 2,14-18. El predicador
presenta a Jesús como el “Sumo Sacerdote”: el es de
nuestra familia, de nuestra carne, vive nuestra historia,
conoce nuestros pecados y nuestras miserias. Ha
aprendido todo lo nuestro — sin ser pecador—, para poder
llegar al corazón y cambiarlo. Es, sobre todo, “compasivo y
fiel”. Nos ha traído la salvación y ha hecho posible nuestra
reconciliación con Dios.
Luz para alumbrar a todas las naciones: Lc 2,22-40.
PREGUNTAS Como bautizado (mujer/varón), ¿soy portador de la Luz de Jesucristo que debe alumbrar a todas
DE REFLEXIÓN las naciones?
RITOS INICIALES
M. Nuestro encuentro de cada domingo, la Palabra que
escucharemos, la Eucaristía que nos alimentará nos
dará la fuerza para proclamar con palabras y acciones la
profecía de Simeón: “Jesús es salvación y luz que ilumina
a las naciones”. Hoy la Iglesia pide a todos los fieles orar
por la Vida Consagrada.
BENDICIÓN Y PROCESIÓN DE LAS CANDELAS
(La comunidad se reúne en un lugar oportuno, fuera del Templo
hacia el que va a encaminarse la procesión. Los fieles tienen en su
mano las candelas apagadas. Llega el Sacerdote con los ministros,
revestidos con vestiduras blancas o bien con la capa pluvial que en
ese caso se usa hasta que termine la procesión).
M. Encendamos nuestros cirios, que van a ser bendecidos
por el Sacerdote. Nuestros ojos contemplan la luz de la
Salvación y nosotros hemos de ser luz para nuestros
hermanos.
Canto: “Lámpara es tu Palabra, Señor” (VSJ ER 1146)
Lámpara es tu Palabra, Señor para mis pasos.
Luz de mi sendero, Señor, estoy afligido
dame vida según tu promesa.
1. SALUDO
C. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
C. El Dios de la esperanza, que por la acción del Espíritu
Se ha de tener en cuenta que no era
necesario que el niño fuera llevado al
templo para cumplir con el precepto de
esa ley de la purificación de la madre (Lv
12,1-8), porque la presentación del niño
no era requerida por la ley de Moisés. Lo
importante era poner de manifiesto que
los padres de Jesús querían incardinar
a su hijo en la vida de fidelidad a Dios
cumpliendo ciertos preceptos. El anciano
Simeón expresa el sentido del hecho:
Jesús no ha venido solamente para
salvar al pueblo de Israel, sino a todos los
hombres. Y la profetisa Ana viene en apoyo de lo que Simeón
anuncia. Ya no es simplemente la mujer que en silencio ora
y asiste a las ceremonias sagradas, sino que rompe muchos
silencios de siglos con la llegada de este Niño al templo.
Asimismo, María Santísima, para san Lucas, no solamente
es una figura histórica, que lo es como madre que lleva a su
hijo, sino que representa a la nueva comunidad, que fiel a
Dios pasa desde su experiencia de la fidelidad a la ley a la
experiencia de la fidelidad al Espíritu.
Santo nos llena con su alegría y con su paz, permanezca
siempre con ustedes. Y con tu espíritu.
C. Queridos hermanos: Hoy conmemoramos el día feliz en
que Jesús fue presentado en el templo por María y José,
cumpliendo públicamente la ley de Moisés, pero, en realidad,
yendo al encuentro de su pueblo que lo esperaba con fe. Los
santos ancianos Simeón y Ana fueron al templo impulsados
por el Espíritu Santo; allí, iluminados por el mismo Espíritu,
conocieron al Señor y lo proclamaron con alegría. También
nosotros, congregados en la unidad por el Espíritu Santo,
vayamos hacia la casa de Dios al encuentro de Cristo. Lo
encontraremos y reconoceremos en la fracción del pan, hasta
que vuelva revestido de gloria.
(El sacerdote bendice las candelas, diciendo con las manos juntas)
C. Oremos. Dios y Padre nuestro, fuente y origen de toda
luz, que en este día has mostrado al justo Simeón la Luz
para iluminar a las naciones: te pedimos humildemente que
(✝) bendigas estos cirios. Escucha las súplicas de tu pueblo,
que se dispone a llevarlos para alabanza de tu nombre, a fin
de que, siguiendo el camino de las virtudes, pueda llegar a
la luz que no tiene fin. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
(Y rocía las candelas con agua bendita sin decir nada, y coloca el
incienso para la procesión. El Sacerdote recibe del Diácono o Ministro
su propia candela encendida y comienza la procesión diciendo).
C. ¡Vayamos en paz al encuentro del Señor! Amén.
2. CANTO: “Si vienes conmigo” (VSJ 53; ER 17) justicia. La ofrenda de Judá y de Jerusalén será agradable
Si vienes conmigo y alientas mi fe, al Señor, como en los tiempos pasados, como en los
si estás a mi lado, ¿a quién temeré? primeros años.
A nadie tengo miedo, a nadie he de temer. Palabra de Dios. / Te alabamos, Señor.
Señor, si me protegen tu amor y tu poder. 6. SALMO RESPONSORIAL Sal 111,4-7.8a-9 (Leccionario
Me llevas de la mano, me ofreces todo bien; dominical pág. 888)
Señor, Tú me levantas si vuelvo a caer. R. El Rey de la gloria es el Señor de los ejércitos.
Qué largo mi camino, qué hondo mi dolor, ¡Puertas, levanten sus dinteles,
ni un árbol me da sombra, ni escucho una canción. levántense, puertas eternas,
¿Será que a nadie puedo mirar ni sonreír? para que entre el Rey de la gloria! R.
Señor, Tú solo quedas, Tú solo junto a mí.
¿Y quién es ese Rey de la gloria?
3. GLORIA: Gloria, Misa criolla (VSJ 84; ER 703) Es el Señor, el fuerte, el poderoso,
el Señor poderoso en los combates. R.
4. ORACIÓN COLECTA
¡Puertas, levanten sus dinteles,
C. Oremos (silencio). Dios todopoderoso y eterno, te levántense, puertas eternas,
pedimos humildemente que así como tu Hijo unigénito, para que entre el Rey de la gloria! R.
hecho hombre, fue presentado hoy en el templo, también
nosotros podamos presentarnos a ti con un corazón puro. ¿Y quién es ese Rey de la gloria?
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina El Rey de la gloria
es el Señor de los ejércitos. R.
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los
siglos de los siglos. Amén. 7. SEGUNDA LECTURA
M. Jesús para salvarnos, se hizo solidario con nosotros,
LITURGIA DE LA PALABRA compartiendo nuestros sufrimientos. Así nos liberó de toda
esclavitud, incluida la muerte.
5. PRIMERA LECTURA Lectura de la carta a los Hebreos 2,14-18 (Leccionario
M. Precedido por un mensajero, llegará el Señor y dominical pág. 889)
entablará juicio contra todos los pecados. Hermanos:
Ya que los hijos tienen una misma sangre y una misma
Lectura de la profecía de Malaquías 3,1-4 (Leccionario carne, Jesús también debía participar de esa condición,
dominical pág. 887) para reducir a la impotencia, mediante su muerte, a aquél
Así habla el Señor Dios: que tenía el dominio de la muerte, es decir, al diablo, y
Yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino liberar de este modo a todos los que vivían completamente
delante de mí. Y en seguida entrará en su Templo el Señor esclavizados por el temor de la muerte.
que ustedes buscan; y el Ángel de la alianza que ustedes Porque Él no vino para socorrer a los ángeles, sino a
desean ya viene, dice el Señor de los ejércitos. los descendientes de Abraham. En consecuencia, debió
¿Quién podrá soportar el Día de su venida? ¿Quién hacerse semejante en todo a sus hermanos, para llegar a
permanecerá de pie cuando aparezca? Porque Él ser un Sumo Sacerdote misericordioso y fiel en el servicio
es como el fuego del fundidor y como la lejía de los de Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo.
lavanderos. Y por haber experimentado personalmente la prueba
y el sufrimiento, Él puede ayudar a aquellos que están
Él se sentará para fundir y purificar: purificará a los hijos sometidos a la prueba.
de Leví y los depurará como al oro y la plata; y ellos serán
para el Señor los que presentan la ofrenda conforme a la Palabra de Dios. / Te alabamos, Señor.

8. EVANGELIO

M. En el marco institucional de judaísmo, el pueblo de Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado

Israel, representado por Ana y Simeón, encuentra al
que será la gloria de Israel y la luz de las naciones.
Aleluia.
Luz para iluminar a las naciones paganas
y gloria de tu pueblo Israel.
Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Lucas 2,22-32 (Leccionario dominical pág. 890)
Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la
purificación de ellos, llevaron al niño a Jerusalén para
presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: “Todo
varón primogénito será consagrado al Señor”. También
debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de
pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor.
Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el
consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él
y le había revelado que no moriría antes de ver al
Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu,
fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron
al niño para cumplir con él las prescripciones de la
Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios,
diciendo:
“Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera
en paz, como lo has prometido, porque mis ojos
han visto la salvación que preparaste delante de
todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones
paganas y gloria de tu pueblo Israel”.
Palabra del Señor. / Gloria a Tí, Señor, Jesús.
9 . HOMILIA / Silencio (Para meditar el Mensaje de la Palabra)
10. CREDO
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del
cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo,
nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció
bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está
sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la
comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
11. ORACIÓN UNIVERSAL
C. Dios Padre nos ofrece el amor y la libertad. Él está
presente en todo tiempo y atento a nuestras oraciones.
Pidámosle que escuche nuestras peticiones diciendo:
Por Cristo, Luz de las naciones, óyenos.
Por la Iglesia: para que sea portadora de la Luz
de Cristo y esperanza para todas las naciones del
mundo. Oremos.
Por el Papa Francisco y nuestros Obispos: para que
con su labor pastoral sigan animando a los cristianos
a ser fieles testigos del Evangelio. Oremos.
Por todos los que son llamados a la vida consagrada:
para que testimonien el amor de Cristo a la humanidad
y perseveren en su vocación. Oremos.
Por los pobres y por todos los que sufren: para que
encuentren apoyo en nuestra solidaridad cristiana.
Oremos.
Por todos nosotros presentes en esta Eucaristía:
para que iluminados por el amor de Cristo, seamos
apóstoles misioneros comprometidos con el
Evangelio. Oremos.
(La Asamblea formula otras intenciones de acuerdo a la
actualidad)
C. Dios Padre Bueno, acepta la oraciones que te
presentamos, concédenos lo que con fe te pedimos. Por
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
12. CANTO DE LAS OFRENDAS: “Mira nuestra ofrenda” (VSJ 141; ER custodie sus corazones y pensamientos, en el conocimiento
1505)
Mira nuestra ofrenda, mírala, Señor.
Todo te ofrecemos para unirnos más.
Porque tu ofrenda es nuestra ofrenda,
porque tu vida es nuestra vida. (2)
¿Qué podemos darte, nuestro Creador?
Solo nuestra nada, tómala Señor.
Acepta estos dones, Padre y buen Señor,
fruto de sudores, signo de tu amor.
Tu vida en la nuestra presente estará,
tu Cuerpo y tu Sangre fuerza nos dará.
13. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
C. Mira con agrado, Dios nuestro, la ofrenda de tu Iglesia Que de ti, Mamita, aprendamos hoy
desbordante de alegría, Tú que aceptaste el sacrificio de a vivir sembrando la paz y la unión. (2)
tu Hijo único, ofrecido como Cordero inmaculado para la Que nuestra promesa hoy junto a tu altar
vida del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. sea siempre fuerza que nos haga amar. (2)
PLEGARIA EUCARÍSTICA
14. CANTO DE COMUNIÓN: “Tú has venida a la orilla” (VSJ 290;
ER 2912)
Tú, has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos:
tan sólo quieres que yo te siga.
Señor, me has mirado a los ojos,
sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca,
junto a ti buscaré otro mar.
Tú, sabes bien lo que tengo:
en mi barca no hay oro ni espada,
tan sólo redes y mi trabajo.
Tú necesitas mis manos,
mi cansancio, que a otros descanse,
amor que quiera seguir amando.
Tú, pescador de otros lagos,
ansia eterna de hombres que esperan.
Amigo bueno, que así me llamas.
Tú, Salvador de los hombres,
pronunciaste palabra insinuante:
“un voluntario ¿dónde encontrarlo?”
15. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
C. Padre, por estos sacramentos recibidos, completa
en nosotros la obra de tu gracia, y así como colmaste el
anhelo de Simeón de contemplar al Mesías antes de morir,
concédenos recibir la vida eterna saliendo al encuentro del
Señor. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
RITO DE CONCLUSIÓN
M. Retornemos a nuestras actividades de cada día con
el propósito de presentar a Jesús como la luz de la
familia, de la iglesia, del país y del mundo. Elevemos a
Dios oraciones para que bendiga a su Iglesia enviando
numerosas vocaciones para la vida consagrada.
16. BENDICIÓN
C. El Señor esté con ustedes. Y con tu Espíritu.
C. La paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar,
de Dios y de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Amén.
C. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo, (✝)
y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca
para siempre. Amén.
17. CANTO FINAL: “A vuestros pies” (VSJ 270; ER 2720)
A vuestros pies, Madre, llega un pecador
cercado de angustias y de penas mil. (2)
Escucha benigna nuestro gran sentir,
nuestras graves culpas en nuestro vivir. (2)
¿A quién, dulce Madre, podrán acudir
estos pobres hijos, a quién sino a ti? (2)
 Fiesta de la “Presentación del Señor”
Este domingo se celebra la fiesta de la
“Presentación del Señor”. La fiesta es
de origen oriental: Se la conocía como
“Hipapanto = Encuentro”. Hasta el s. VI
se celebraba el 15 de Febrero, contando
cuarenta días desde la Epifanía, después
comenzó a calcularse desde la Navidad y
de ahí pasó a celebrarse el 2 de febrero.
Es una fiesta de Jesucristo junto con María
Santísima, su Madre, con la advocación de
“La Candelaria”.

JORNADA DE LA VIDA RELIGIOSA

Horizonte Inspirador de la Vida Consagrada en América Latina y el Caribe

an todo lo que Él d El Papa Francisco afirma que la Vida Consagrada

H ag iga es: alabanza que da alegría al pueblo de Dios, visión

profética que revela lo que importa. Cuando es así,
florece y se convierte en un reclamo para todos
contra la mediocridad: contra el descenso de altitud
en la vida espiritual, contra la tentación de jugar
con Dios, contra la adaptación a una vida cómoda
y mundana, contra el lamento, la insatisfacción y
el llanto, contra la costumbre del «se hace lo que
se puede» y el «siempre se ha hecho así». La vida
consagrada no es supervivencia, es vida nueva.
Es un encuentro vivo con el Señor en su pueblo.
Es llamada a la obediencia fiel de cada día y a las
sorpresas inéditas del Espíritu. Es visión de lo que
importa abrazar para tener la alegría: Jesús.
¡Ya es la hora! (En la celebración de la Santa Misa con ocasión de la XXIII
Jornada Mundial de la Vida Consagrada, en la Basílica de San
Pedro).
Visítanos en:

Dios nos habla cada día: Del 3 al 9 de febrero 2020.

Liturgia de las Horas: IV Semana.
Lunes: 2Sm 15,13-14.30;16,5-13a; Sal 3,2-8a; Mc 5,1-20
Martes: 2Sm 18,9-10.14ab.24-26.31-32 ̶ 19,1; Sal 85,1-6; Mc 5,21-43
Miércoles: 2Sm 24,2.9-17; Sal 31,1-2.5.6.7; Mc 6,1-6
Jueves: 2Re 2,1-4.10-12; Sal Resp: 1Cro 29,10-11ab.11d-12d; Mc 6,7-13
Viernes: Eclo 47,2-11; Sal 17,31.47.50.51; Mc 6,14-29
Sábado: 1Re 3,4-13; Sal 118,9-14; Mc 6,30-34
Domingo 5 Durante el Año: Is 58,7-10; Sal 111,4-9; 1Co 2,1-5; Mt 5,13-16
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