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GENERALIZACIONES NO LOCALES
DE LA ECUACIÓN NO LINEAL DE
SCHRÖDINGER CON SOLUCIONES
SINGULARES
R E P O R T E
DE AVANCE DE TESIS DEL:
PRESENTA
ASESOR
DR. JORGE FUJIOKA ROJAS
CO-ASESOR
DR. IDRISH HUET HERNÁNDEZ
1. Protocolo de Investigación 1
1.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2. Objetivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.3. Estructura Tentativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.4. Calendarización Tentativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2. Primer Semestre 7
2.1. Tópicos Selectos de Óptica Fı́sica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
2.2. La Ecuación No Lineal de Schrödinger . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
2.3. El Principio de Mı́nima Acción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
2.4. El Método Variacional de Anderson . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.5. El Teorema de Noether . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.6. Protocolo de Tesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
3. Segundo Semestre 13
3.1. Tópicos Selectos de Óptica No Lineal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
3.2. El Colapso Óptico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
3.3. Análisis de la Estabilidad de las Ecuaciones Diferenciales de Hayata y Koshiba 15
3.3.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
3.3.2. Estabilidad de los Pulsos (2a) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
3.3.3. Estabilidad de los Pulsos (2b) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
3.3.4. Discusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
iii
iv ÍNDICE GENERAL
4. Tercer Semestre 32
4.1. Una Introducción al Cálculo Fraccionario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
4.2. Ecuación NLS al Estilo de Fujioka . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
4.2.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
4.2.2. Derivadas Fraccionarias Derechas e Izquierdas . . . . . . . . . . . . 34
4.2.3. El Coeficiente ε(α) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
4.2.4. La No Linealidad Fraccional, Estabilidad e Incrustación . . . . . . . 40
4.2.5. Conservación de la Energı́a y Momento . . . . . . . . . . . . . . . . 47
4.2.6. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
4.3. Extensión No Local del Modelo de Fujioka . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
4.4. Avance de Tesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
Bibliografı́a 54
Capı́tulo 1
Protocolo de Investigación
1.1. Introducción
El tema de investigación propuesto para la tesis doctoral está relacionado con la famosa
“ecuación no lineal de Schrödinger” (NLSE: Nonlinear Schrödinger Equation, por
sus siglas en Inglés), la cual es la ecuación central en el estudio de la propagación de pulsos
luminosos en fibras ópticas. Esta ecuación fue descubierta en1961 por L. P.Pitaevskii, pero
empezó a volverse famosa en 1971, cuando V. E. Zakharov y A. B. Shabat mostraron que
la NLSE es una ecuación totalmente integrable, ya que el problema de condiciones
iniciales para la NLSE puede ser resuelto por el método de “inverse scattering”1 ,
desarrollado inicialmente (en 1967) para resolver la ecuación de Korteweg-de Vries. A
partir de entonces se han encontrado cientos de problemas interesantes relacionados con
la NLSE, y miles de artı́culos han sido publicados sobre esta ecuación (y sus múltiples
variantes).
Entre los cientos de temas interesantes relacionados con la NLSE está la existencia de
variantes de esta ecuación que tienen soluciones cuyo valor se vuelve infinito en un tiempo
1
La transformación de dispersión inversa es un método para resolver algunas ecuaciones diferenciales
parciales no lineales. El nombre “método de dispersión inversa” proviene de la idea clave de recuperar
la evolución temporal de un potencial a partir de la evolución temporal de sus datos de dispersión: la
dispersión inversa se refiere al problema de recuperar un potencial de su matriz de dispersión.
1
2 Capı́tulo 1. Protocolo de Investigación
1.2. Objetivo
1. Introducción.
3. Modelo 1: Extensión no local de una NLSE con colapso óptico mediante derivadas
fraccionarias.
4. Modelo 2: Extensión no local de una NLSE con colapso óptico mediante términos
integrales.
5. Modelo 3: Extensión no local de una NLSE con colapso óptico mediante un par
LAX.
Primer Semestre
Segundo Semestre
Tercer Semestre
Cuarto Semestre
Quinto Semestre
Sexto Semestre
Séptimo Semestre
Octavo Semestre
Primer Semestre
1. Teorı́a Ondulatoria
2. Teorı́a Electromagnética
3. Reflexión y Refracción
4. Interferencia
5. Análisis de Fourier
6. Dispersión
7
8 Capı́tulo 2. Primer Semestre
7. Coherencia
Este curso fue evaluado mediante tareas y exámenes escritos con una calificación final
aprobatoria de 9.5.
expresión en la cual Pl (r, t) modela los efectos lineales, Pnl (r, t) aquellos de caracterı́sticas
no lineales y r representa las coordenadas espaciales. Asumiendo que: (i) la respuesta
no lineal del medio es instantánea, (ii) que Pnl (r, t) puede ser considerada como una
perturbación de Pl (r, t), (iii) que el campo óptico mantiene su polarización en propagación
y ademas (iv) que el campo óptico es cuasi-monocromático, proponemos una solución en
la forma:
E(r) = Ψ(r)eiβ0 z , (2.3)
donde k0 = 2π/λ y nnl modela la no linealidad en función de la intensidad del haz óptico.
A continuación, se define nnl = n2 G (|Ψ|2 ), con n2 el coeficiente Kerr2 del material no
lineal y se propone el siguiente cambio de variables:
X Y Z p
x= , y= , z= , U= k0 |n2 |Ld Ψ, (2.5)
ω0 ω0 Ld
donde ω0 es un parámetro de escala transversal relacionado con el ancho del haz inicial y
2
Ld = β0 ω0 es conocida como la distancia de Rayleigh o la longitud de difracción. De esta
manera, la ec.(2.4), puede ser reescrita de manera adimensional como:
1 ∂ 2U ∂ 2U
∂U 2
i + + + N |U | U = 0, (2.6)
∂z 2 ∂x2 ∂y 2
el primer término es conocido como el término de evolución o propagación, el segundo
término toma en cuenta el fenómeno de difracción, mientras que el ultimo término es el
responsable de caracterizar la no linealidad. Esta ecuación es conocida como la ecuación
no lineal de Schrödinger generalizada (GNLSE: Generalized Nonlinear Schrödinger
Equation, por sus siglas en Inglés). Se dice que esta ecuación es (2+1)-dimensional, donde
el 2 se refiere al número de dimensiones transversales del haz y el +1 corresponde a la
dirección de propagación en z.
las trayectorias posibles que transcurren entre el instante t1 y t2 , el sistema escogerá aquella
que minimice la acción S. La magnitud de la acción viene dada para cada trayectoria por
la integral:
Z t2
S [qi (t)] = L [qi (t), q˙i (t), t] dt. (2.7)
t1
Puede probarse mediante principios variacionales, que de todas las trayectorias po-
sibles, la que hace mı́nima (o, más bien, estacionaria) la anterior expresión es la que
corresponde para todo i la siguiente ecuación:
Z t2
0=δ L [qi (t), q˙i (t), t] dt, (2.8)
t1
El Principio de Fermat
Fermat.
d dr
∇n(r) − n(r) = 0, (2.10)
ds ds
en este se explica el motivo principal del estudio de dicho tema y sus objetivos, además
de plasmar un calendario tentativo de trabajo para que el estudiante pueda terminar en
tiempo y forma dicha investigación. Debido a esta importancia el Protocolo de Tesis se
presenta como el capı́tulo 1 de este reporte de avance de tesis.
El Protocolo de Tesis Doctoral fue presentado en la Sala de Usos Múltiples de la
FCFM-UNACH el dı́a 31 de Enero de 2019, estando presentes todos los Profesores-
Investigadores (2 vı́a Skype) que forman mi Comité Tutoral:
Segundo Semestre
13
14 Capı́tulo 3. Segundo Semestre
Este curso fue evaluado mediante tareas y exámenes escritos con una calificación final
aprobatoria de 10.
La ec. (2.6) es considerada una de las ecuaciones universales de la óptica no lineal. Sin
embargo, existen algunas situaciones en donde el uso de dicha ecuación puede dar lugar a
la obtención de resultados erróneos en el Análisis Numérico[11]. Una situación en donde
se presenta este tipo de problemas es cuando en la ec. (2.6) se utiliza un funcional no
lineal que no sea de tipo Kerr. Por ejemplo, si se tiene un funcional con una no linealidad
de m-potencia dado por:
N |U |2 = ±|U |2m ,
(3.1)
se puede mostrar que en este caso la GNLSE permite propagar solitones cuya energı́a
puede llegar a concentrarse de manera inmediata en un punto durante la propagación,
produciendo una singularidad en la intensidad del haz, fenómeno que recibe el nombre de
Colapso Óptico.
Para ilustrar el fenómeno del colapso óptico, en la fig. 3.1 se muestra la propagación
realizada a partir de una condición inicial de la forma U (x, 0) = exp(−x2 /4) y cuya
propagación se ha realizado en un medio de competición de no linealidades:
N |U |2 = c1 |U |2 + c2 |U |4 ,
(3.2)
con c1 = 0 y c2 = +1. Se puede observar que conforme se propaga el haz óptico, existe
un incremento del valor pico de intensidad, esto debido al fenómeno no lineal de auto-
enfocamiento. Sin embargo, a un cierto valor de distancia (z ' 1.6), dicho crecimiento
se vuelve exponencial y se produce rápidamente un incremento singular en la intensidad,
invalidando desde esa distancia la simulación de propagación, ya que dicho efecto serı́a
contrarrestado fı́sicamente por algún fenómeno de saturación o de otra ı́ndole.
3.3. Análisis de la Estabilidad de las Ecuaciones Diferenciales de Hayata y Koshiba 15
3.3.1. Introducción
1
u(t) = 3 γ2 γ1 2 , (3.4a)
4 γ1
+ 6D t
1
u(t) = 1/2 , (3.4b)
2 γ2 γ1 2
3 γ1
+ 2D
t
Para investigar que tan estable es la solución (3.4a) de la ec. (3.3a) se debe aplicar el
método ALV a una condición inicial de la forma:
1
u(0, t) = , (3.5)
M + N t2
además de ver si evoluciona según la ec. (3.3a), y observar si los valores de los parámetros
M y N difieren de los valores que aparecen en (3.4a). Para aplicar el método ALV, se
3.3. Análisis de la Estabilidad de las Ecuaciones Diferenciales de Hayata y Koshiba 17
debe elegir una función de prueba que pueda describir la evolución del pulso inicial. Una
opción razonable es una función de prueba con una amplitud similar a (3.5), pero con
funciones de x en lugar de los parámetros M y N , y un factor oscilatorio que incluye
una variación de fase cuadrática a través del perfil del pulso (o chirp). En consecuencia,
consideraremos la siguiente función de prueba:
1
ei[h(x)+b(x)t ] .
2
u(x, t) = 2
(3.6)
f (x) + g(x)t
Esta función de prueba tiene que ser sustituida en la densidad Lagrangiana de la ec.
(3.3a):
4
L = iu∗ ux − iuu∗x − γ1 |u|3 + γ2 |u|4 − 2D|ut |2 . (3.7)
3
Sustituyendo (3.6) en (3.7), y calculando el Lagrangiano promedio:
Z∞
hLi = L(x, t) dt, (3.8)
−∞
donde las primas indica la derivada respecto a x, y δ es una constante cuyos valores depen-
den de los parámetros M y N . Se puede observar que g(x), b(x) y h(x) están determinados
por la función f (x). Para encontrar el comportamiento de f (x) es conveniente introducir
el siguiente cambios de variable:
f (x) = a1/2 (x). (3.15)
luego V (a) deberá ser una función estrictamente monótona decreciente, y consecuente-
mente una partı́cula moviéndose en este potencial eventualmente se deslizará hacia valores
más bajos del potencial, y la función a(x) deberı́a incrementar sin lı́mite, esto implica que
los pulsos de luz tenderán a cero.
Si δ = δcr tendremos casi la misma situación, con la única excepción en que hay un
punto de equilibrio inestable donde V 0 (a) = 0. Por lo tanto, en este caso, a(x) también
crecerı́a sin lı́mite y la altura del pulso tenderı́an a cero, excepto si las condiciones iniciales
fueran tales que la partı́cula ficticia moviéndose en el potencial V (a) llegue al punto donde
V 0 (a) = 0 con energı́a cinética igual a cero.
Finalmente, si δ < δcr define un potencial que no se extiende al infinito, pero tiene
una anchura finita, como se muestra en las figuras 3.2 y 3.3. Podemos ver en estas figuras
3.3. Análisis de la Estabilidad de las Ecuaciones Diferenciales de Hayata y Koshiba 19
Figura 3.2: Gráfica del potencial V (a) dado en la ec. (3.17), para D = 1/2, γ1 = 11, γ2 = 8 y
exp(δ) = M 3 N = 0.405504. Este valor de la exp(δ) puede ser obtenida en particular, si M = 0.88 ME y
N = NE , donde ME = 3γ2 /4γ1 y NE = γ1 /6D son los valores que corresponden a la sol. exacta (3.4a).
que V (a) tiene dos puntos aBM y aP K , donde V 0 (a) = 0. El primero (aBM ) corresponde al
fondo del pozo de potencial, y el segundo (aP K ) define la posición del pico de una barrera
potencial muy amplia. Cuando tenemos esta situación, el movimiento de una partı́cula
en el potencial V (a) puede ser limitado (oscilatorio) o ilimitado. Un movimiento limitado
ocurrirá, en adición a la condición δ < δcr , las siguientes dos desigualdades se satisfacen:
(i) ET < V (aP K ), y (ii) a(0) < aP K . Si alguna de estas condiciones no se satisface, una
partı́cula moviéndose en el potencial V (a) deberá escapar eventualmente al infinito, a(x)
crecerá sin lı́mite, y la altura del pulso tenderá a cero. Para saber si estas condiciones
se satisfacen, necesitamos determinar los valores de aP K , que es una de las raı́ces de la
ecuación V 0 (a) = 0. Resolviendo esta ecuación, puede encontrarse que:
( " ( 3 )#)2
5γ2 5γ2 1 2D 12γ1
aP K = + cos arc cos 1 − exp(δ) . (3.19)
12γ1 6γ1 3 γ1 5γ2
Figura 3.3: Gráfica del potencial V (a) dado en la ec. (3.17), para D = 1/2, γ1 = 11, γ2 = 9 y
exp(δ) = M 3 N = 0.404156. Este valor de la exp(δ) puede ser obtenida en particular, si M = 0.88 ME y
N = 0.7NE , donde ME = 3γ2 /4γ1 y NE = γ1 /6D son los valores que corresponden a la sol. exacta
(3.4a).
a(0) = M 2 , (3.20)
a0 (0) = 0, (3.21)
exp(δ) = M 3 N, (3.22)
Podemos ahora escribir las tres condiciones para un movimiento oscilatorio en términos
de M y N como sigue:
3
γ1 5γ2
3
M N< , (3.24)
D 12γ1
5 DM 5 N 5M 2 γ2 M 2 γ1
DM N − γ2 + M γ1 < − + 1/2 , (3.25)
8 a2P K 8aP K aP K
M 2 < aP K , (3.26)
donde aP K está dado por la ecuación (3.19). La condición (3.24) garantiza la existencia de
un buen potencial. Si esta condición no se satisface, luego las ecuaciones (3.25) y (3.26)
3.3. Análisis de la Estabilidad de las Ecuaciones Diferenciales de Hayata y Koshiba 21
dejan de tener sentido. Por lo tanto, si la ec. (3.26) se sostiene, luego la ec. (3.25) garantiza
que la energı́a de la partı́cula no es suficiente para superar la barrera de potencial la cual
constituye el lı́mite del pozo potencial. Consecuentemente, si la partı́cula está inicialmente
dentro del pozo, quedará dentro y si está inicialmente fuera, quedará fuera. Finalmente,
si las ecuaciones (3.24) y (3.25) se satisfacen, luego la ec. (3.26) garantiza que la posición
inicial de la partı́cula estará dentro del pozo de potencial.
En la ec. (3.19) podemos ver que aP K depende de exp(δ) = M 3 N . Por lo tanto, los
valores posibles de aP K están confinados en un intervalo finito, cuyos lı́mites superior e
inferior son independientes de M y N . Esto es:
2 2
5 γ2 5 γ2
amin ≡ < aP K < ≡ amax . (3.27)
6 γ1 4 γ1
Estas desigualdades implican que M 2 < amin es una condición suficiente para que (3.26)
se satisfaga, y M 2 < amax es una condición necesaria. Estas dos condiciones pueden ser
escritas en las formas:
1 6 γ1
> [condición suficiente para que (3.26) se satisfaga] , (3.28)
M 5 γ2
y
1 4 γ1
> [condición necesaria para que (3.26) se satisfaga] . (3.29)
M 5 γ2
Como M −1 es la altura del pulso inicial, la condición (3.29) define un lı́mite inferior ab-
soluto (es decir, un lı́mite inferior independiente de N ) para la altura de los pulsos. Si el
pulso inicial es demasiado bajo, es decir, si (3.29) no se satisface, luego, independiente-
mente de los valores de N , a(x) necesariamente crecerá sin lı́mite y la altura de los pulsos
tenderá inevitablemente a cero.
Esto es también posible para obtener un lı́mite superior para M −1 si reescribimos la
ec. (3.19) usando la ec. (3.22) en la siguiente forma:
12DM 3 N
aP K = 3/2 . (3.30)
4 1 1/2 12
5γ2 cos2 3
3
π + 3 arc cos −γ1 (DM N ) 5γ2
A partir de esta expresión el siguiente lı́mite inferior para aP K puede ser obtenida:
48DM 3 N
alow ≡ < aP K (3.31)
5γ2
22 Capı́tulo 3. Segundo Semestre
y por lo tanto una condición suficiente para que (3.26) se satisfaga es la siguiente:
1 48DN
< [condición suficiente para que (3.26) se satisfaga] . (3.33)
M 5γ2
Esta desigualdad define un lı́mite superior para la altura del pulso inicial.
Es importante observar que la ec. (3.33) es una condición suficiente para que la ec.
(3.26) se satisfaga, pero no es una condición necesaria. Por consiguiente, aunque la ecua-
ción (3.33) no se satisfaga, no deberı́amos concluir que la altura del pulso tenderá a cero.
Hay, por lo tanto, un camino para probar que el pulso inicial es muy alto y suficientemente
estrecho, esta altura necesariamente tenderá a cero. Al hacer esto se deberá observar que
la condición (3.25), implica que ET < V (aP K ) también puede escribirse en la forma:
1 1
< 1/2 . (3.35)
M aCR
A partir de esta desigualdad podemos ver que si reducimos simultáneamente el valor de M
e incrementamos el valor de N , de tal manera que el producto M 3 N permanece constante,
el valor de aCR no cambiarı́a, pero M −1 incrementarı́a. Por lo tanto, si el punto inicial
es muy alto (M muy bajo) y suficientemente estrecho (N/M muy grande) la condición
(3.25) no será satisfecha, y luego la altura del pulso tenderá a cero.
Al cerrar esta sección, nos gustarı́a mencionar que podrı́amos haber obtenido esen-
cialmente las mismas conclusiones con respecto a la estabilidad de la solución de onda
3.3. Análisis de la Estabilidad de las Ecuaciones Diferenciales de Hayata y Koshiba 23
solitaria (3.4a) si hubiéramos aproximado la condición inicial algebraica (3.7) por un pulso
Gaussiano de la forma:
2 /2a2
u(0, t) = A0 e−t 0 . (3.36)
Usando ahora la condición inicial Gaussiana (3.36), habrı́amos llegado a la siguiente de-
sigualdad:
1/4 1/4
4Dγ12 Dγ12
9/2
A0 > 2 ln 2 ≈ 2.8 . (3.41)
wg2 γ23 wg2 γ23
Como podemos ver, ambas condiciones son muy similares. Podemos también considerar
la condición de los lı́mites superior e inferior (3.28) y (3.33), de los cuales ambos son
condiciones suficientes para que la ec. (3.26) se satisfaga. Usando la ecuación (3.39) estas
condiciones pueden ser escritas en la forma:
1/2 1/2
8(3/5)1/2
γ1 6 γ1 1 D 6.20 D
1.20 = < < ≈ . (3.42)
γ2 5 γ2 M wa γ2 wa γ2
24 Capı́tulo 3. Segundo Semestre
En el otro caso, usando la condición inicial Gaussiana (3.36), abrı́amos llegado a las
siguientes condiciones de frontera superior e inferior:
1/2 1/2
27/4 (6 ln 2)1/2
γ1 2 γ1 D 6.86 D
1.15 ≈ 1/2 < A0 < ≈ . (3.43)
γ2 3 γ2 wg γ2 wg γ2
Como podemos ver, estas condiciones son similares a las mostradas en la ec. (3.42).
ei[h(x)+b(x)t ] .
2 /2a2 (x) 2
u(x, t) = A(x)e−t (3.45)
Esta función de prueba tiene que ser sustituida en el Lagragiano de la ec. (3.3b), el cual
está dado por:
2
L = iu∗ ux − iuu∗x − γ1 |u|4 + γ2 |u|6 − 2D|ut |2 . (3.46)
3
C
a= , (3.48)
A2
1 A0
b=− , (3.49)
2D A
1D 3 γ1 γ2
h0 = 2
− 6Db2 a2 − b0 a2 − 3/2 A2 + 3/2 A4 , (3.50)
2a 2 2 3
0 2
(A ) Dγ1 2D 2γ2 D
A00 − 3 + 1/2 2 A7 − 2 3/2
− 2 A9 = 0, (3.51)
A 2 C C 3 C
donde las primas indican la derivada con respecto a x, y C = a0 A20 es una constante
cuyos valores dependen de la condición inicial. Podemos observar que a(x), b(x) y h(x)
son determinados por la función A(x), y la ecuación para A(x) toma una forma simple si
introducimos el siguiente cambio de variables:
1
A(x) = . (3.52)
q 1/2 (x)
21/2 Dγ1
00 d 2D D 2γ2 1
q + − + = 0, (3.53)
dq C 2 C 2 33/2 q 2 C 2q
que puede ser considerada como la ecuación de movimiento de una partı́cula de masa
unitaria moviéndose en una dimensión sobre la acción del potencial:
R S
V (q) = − + , (3.54)
q2 q
donde definimos:
2D 2γ2 D
R≡ 2 3/2
− 2 (3.55)
C 3 C
y
21/2 Dγ1
S≡ . (3.56)
C2
Debemos observar que la partı́cula imaginaria que se mueve en el potencia (3.54) empieza
su movimiento con velocidad inicial cero (es decir q 0 (0) = 0). La razón de esto es que
las ecuaciones (3.44) y (3.45) deberán coincidir en x = 0, esto implica que b(0) = 0 y
26 Capı́tulo 3. Segundo Semestre
Figura 3.4: Forma del potencial V (q), definido por las ecuaciones (3.54)- (3.56), para R > 0, D = 1/2,
y diferentes valores de los coeficientes γ1 y γ2 . La constante C 2 = a20 A40 , que aparece en V (q), será
tomada igual a 9D/(2γ2 ln 2), que corresponden a los valores de a0 y A0 que hacen que la Gaussiana
por consiguiente, debido a las ecuaciones (3.49) y (3.50), también implican que A0 (0) =
q 0 (0) = 0.
La forma del potencial V (q) depende de los signos de los coeficientes de q −2 . Si estos
coeficientes son positivos( o cero) V (q) deberán ser estrictamente funciones monótonas
decrecientes (para q > 0), y por lo tanto una partı́cula colocada en este potencial con
velocidad inicial cero se deslizara hacia abajo necesariamente, q(x) se incrementará sin
lı́mite, y la altura de la onda A(x) tenderá a cero. Tomando en cuenta que C = a0 A20
podemos ver que los coeficientes de q −2 es positivo o cero si las condiciones siguientes
sostienen: 1/4
33/2 D
A0 ≤ ≡ As . (3.57)
2γ2 a20
Ahora, si A0 > As los coeficientes de V (q) deberán ser negativos, y la forma del potencial
será como se muestra en la figura 3.4. Podemos ver en esta figura que para cada elección
de los parámetros γ1 y γ2 , la función potencial tiene un pico, que corresponde a un punto
de equilibrio inestable. A partir de la ec. (3.54) podemos encontrar que la posición de este
pico esta localizado en:
qPK = 2R/S, (3.58)
Como la partı́cula que se mueve en el potencial V (q) comienza su movimiento con veloci-
dad inicial cero, si q(0) > qP K la partı́cula se deslizará hacia abajo de la colina potencial
hacia valores mayores de q, y a partir de la forma de V (q) podemos ver que:
Si q(0) < qP K , los valores de q(x) tenderán a cero, y A(x) explotará (es decir, los valores
de A(x) incrementarán sin lı́mite). Una caracterı́stica muy interesante de esta explosión
es que esto ocurre en una distancia finita. Esto es, hay un valor finito xB (que depende
de γ1 , γ2 , D, a0 y A0 ) tal que:
lı́m A(x) = ∞. (3.62)
x→xB
El valor de xB puede encontrarse a partir de la ecuación (3.53), que puede ser reescrita
en la forma:
1 0 2
(q ) + V (q) = E, (3.63)
2
donde E ≤ VP K es la energı́a total de la partı́cula. De las ecuaciones (3.63) y (3.54) se
sigue que:
Z q(x)
−1/2 −1 2
1/2 S 2
−1/2
x=2 E Eq − Sq + R + Eq − Sq + R dq , (3.64)
2E q(0)
Hemos encontrado, por lo tanto que un blowup ocurre si q(0) < qP K . Esta condición
puede reescribirse en términos de los parámetros iniciales A0 y a0 con la ayuda de las
ecuaciones (3.48), (3.52), (3.55), (3.56) y (3.58), y el resultado es que un blowup ocurre
si (y sólo sı́):
( 1/2 )1/2
3(61/2 ) γ1 3(61/2 ) γ1
64 Dγ2
A0 > AB ≡ + 1 + 3/2 2 2 (3.67)
16 γ2 16 γ2 3 a0 γ1
3.3.4. Discusión
En las dos secciones anteriores vimos que la estabilidad de la solución de onda solitaria
(3.4a) de la ec. (3.3a) es muy diferente de la solución de onda solitaria (3.4b) de la ec.
(3.3b). En el caso de la ec. (3.3a) el método ALV indica que la solución (3.4a) es una
solución estable, como condición inicial de onda solitaria se convierte (tal como (3.5) o
(3.36)) en una solución oscilatoria, cuya envolvente permanece cerca del pulso inicial (y
también cerca de la solución exacta), si tres condiciones de estabilidad (las desigualdades
(3.24)-(3.26)) están satisfechas. Estas condiciones de estabilidad implican que si el pulso
inicial es demasiada alta o demasiado baja, será completamente dispersado. En particular,
en el caso de la condición inicial algebraica (3.5), fue encontrado que la desigualdad (3.26)
se cumplirá si se cumplen las siguientes condiciones de frontera inferior y superior:
6 γ1 1 48 DN
< < . (3.68)
5 γ2 M 5 γ2
Vale la pena notar que la existencia de un lı́mite superior para las alturas de los pulsos
iniciales es una caracterı́stica interesante de la ec. (3.3a), que lo distingue de la ecuación
3.3. Análisis de la Estabilidad de las Ecuaciones Diferenciales de Hayata y Koshiba 29
donde Dγ > 0, Satsuma and Yajima probaron que una frontera inferior existe para las
alturas de los pulsos iniciales de la forma:
y si tomamos ahora:
9D
C2 = (3.72)
2γ2 ln 2
que corresponden a los valores de a0 y A0 lo que hace la Gaussiana (3.44) igual en altura
y anchura a la solución exacta (3.4b), obtenemos:
γ14
Esta expresión muestra que cuanto mayor sea la relación γ22
, más inestable será la solución
de onda solitaria de la ecuación (3.3b). En el caso particular en que γ1 = γ2 = 1 el pico de
potencial es extremadamente plano (como se puede ver en la figura 3.4) y por consiguiente,
para estos valores de γ1 y γ2 , la estabilidad de las soluciones son muy débiles. Este es
probablemente la razón de que la simulación numérica llevadas por Hayata y Koshiba
(que usaron γ1 = γ2 = 1) parecia indicar que la solución (3.4b) era estable, mientras que
en realidad no lo es.
Tercer Semestre
Este curso fue evaluado mediante tareas y exposiciones con una calificación final apro-
batoria de 10.
32
4.2. Ecuación NLS al Estilo de Fujioka 33
4.2.1. Introducción
Durante varios años, se creyó que las extensiones de la ecuación no lineal de Schrödin-
ger (NLS), incluidos los términos dispersivos de orden superior (es decir, derivadas de
tercer o cuarto orden) no podı́an tener soluciones similares a solitones debido a una reso-
nancia entre pulsos solitarios y los modos de radiación capaces de propagarse en sistemas
NLS. Tales resonancias disparan la emisión de radiación, y los pulsos pierden energı́a
continuamente. Sin embargo, en la década de los noventa se encontraron algunas pruebas
que indican que las soluciones de solitones pueden existir en estos sistemas generalizados
de la eciuación NLS. Finalmente, durante la última década, diferentes extensiones de la
ecuación NLS que incluyen tanto términos dispersivos de orden superior como no linea-
lidades de orden superior, tienen soluciones exactas de tipo solitón que no resuenan con
los modos de radiación, a pesar de tener números de onda que están contenidos en el
espectro de los modos de radiación. En particular, se encontró que las ecuaciones de la
forma [2, 15]:
∂u ∂ αu ∂ 4u
i + ε(α) α + 4 + |u|2 u − |u|4 u = 0, (4.1)
∂z ∂t ∂t
donde a < t y b > t son constantes arbitrarias, h es una variable real positiva, y el sı́mbolo
[x] utilizado en los lı́mites superiores de las sumas denota el mayor entero menor que (o
igual a) x. En estas expresiones los coeficientes binomiales se definen como de costumbre:
α Γ(α + 1)
= , (4.4)
k Γ(k + 1)Γ(α − k + 1)
donde Γ(α) es la función gamma. La definición de GL presenta cuatro ventajas que nos
impulsaron a utilizar este tipo de FDs en el presente estudio. En primer lugar, esta defi-
4.2. Ecuación NLS al Estilo de Fujioka 35
nición puede considerarse como la más fundamental, ya que implica la menor cantidad de
restricciones en la función f (t). En segundo lugar, los derivadas de GL son más adecuados
para cálculos numéricos. Un tercer activo es que las expresiones GL (4.2) y (4.3) nos per-
mitirán verificar la conservación de la energı́a del sistema de una manera bastante directa,
como veremos en la Sección 4.2.5. Finalmente, la cuarta ventaja es que la definición de
GL es la más transparente, ya que existe una relación directa entre las expresiones (4.2)
y (4.3) y las aproximaciones en diferencias finitas a la derivada de enésimo orden de f (t)
[que indicaremos como f (n) (t)].
El origen de la ec. (4.2) queda claro si observamos que la aproximación por diferencias
finitas hacia atrás de f (n) (t) es:
n
1 X k n
(−1) f (t − kh), (4.5)
hn k=0 k
mostrando ası́ que la ec. (4.2) es una generalización directa de esta expresión al caso
cuando n no es un número entero. Por lo tanto, el GLFD izquierdo también podrı́a
llamarse GLFD hacia atrás. Por otro lado, el significado de la ec. (4.3) es ligeramente
diferente, ya que la aproximación de la diferencia finita hacia f (n) (t) viene dada por:
n
(−1)n X
k n
(−1) f (t + kh), (4.6)
hn k=0 k
1
Dα u(z, t) ≡ [−∞ Dtα u(z, t) + (−1)α t D∞
α
u(z, t)] , (4.7)
2
∂u ∂ 4u
i + ε(α)Dα u + 4 + |u|2 u − |u|4 u = 0, (4.8)
∂z ∂t
una función apropiada ε(α) que sea consistente con la propagación de ondas solitarias
localizadas.
Conocemos que la función ε(α) debe satisfacer las condiciones de frontera ε(2) = 1 y
ε(3) = i, y dos de las funciones más simples que satisfacen estas condiciones son:
3π
ε+ (α) = − exp iα , (4.9)
2
π
ε− (α) = − exp −iα . (4.10)
2
Ambas describen un cı́rculo unitario en el plano complejo, pero ε+ (α) gira alrededor del
cı́rculo en sentido contrario a las agujas del reloj, mientras que ε− (α) lo atraviesa en la
dirección opuesta. A primera vista, no es evidente cuál de estas funciones deberı́a elegirse.
Sin embargo, la elección correcta queda clara si consideramos la parte lineal de la ec. (4.8):
∂u ∂ 4u
i + ε(α)Dα u + 4 = 0, (4.11)
∂z ∂t
y tener en cuenta la presencia del factor (−1)α en la ec. (4.7), puede probarse que
F [Dα u(z, t)] = (−iω)α U (z, ω). Por lo tanto, el FT de la ec. (4.11) conduce a la ecua-
ción:
∂U
− ε(α)(−iω)α + ω 4 U = 0,
(4.13)
∂z
cuya solución es:
Para evaluar esta integral es conveniente dividirla en dos partes (u1 y u2 ), correspondientes
a las integrales sobre las frecuencias positiva y negativa, respectivamente. Si ahora consi-
deramos que ε(α) = ε+ (α), la primera de estas integrales (u1 ) diverge para 2 < α < 3, lo
que implica que ε+ (α) no es una elección correcta. Por otro lado, cuando ε(α) = ε− (α),
estas dos integrales toman las siguientes formas:
Z∞
wA πwω
u1 (z, t) = sech ef (z,α,ω) eig(z,t,α,ω) dω, (4.17)
2 2
0
Z∞
wA πwω
e(−zω +zω +ωt) dω,
α 4
u2 (z, t) = sech (4.18)
2 2
0
donde:
En este caso, si 2 < λ < 3 las integrales (4.17) y (4.18) convergen y pueden ser evaluadas
numéricamente. Por lo tanto, la ec. (4.11), con ε(α) = ε− (α), 2 < λ < 3 y una condición
inicial de tipo sech , constituye un problema bien planteado que describe la evolución de
un pulso solitario bajo la acción de una fracción y un término dispersivo de cuarto orden.
Si tomamos, por ejemplo, α = 2.75 y la condición inicial u(0, t) = A sech (t/w), con
A = 2.2 y w = 1.5, la solución numérica de la ec. (4.11) muestra que el pulso se dispersa
a medida que se mueve hacia la derecha, como podemos ver en la figura 4.1.
Para cerrar esta sección, vale la pena observar que el efecto del término dispersivo
fraccional ε− (α)Dα u con 2 < α < 3 es diferente del de una combinación lineal de derivadas
de orden entero de la forma ε2 utt − iε3 uttt . Si resolvemos, por ejemplo, la ecuación:
∂u ∂ 2u ∂ 3u ∂ 4u
i + ε2 2 − iε3 3 + 4 = 0, (4.21)
∂z ∂t ∂t ∂t
4.2. Ecuación NLS al Estilo de Fujioka 39
Figura 4.1: Perfil (|u|2 ) de la solución de la ecuación fraccional (4.11) con α = 2.75, correspondiente a
la condición inicial u(0, t) = A sech (t/w), con A = 2.2 y w = 1.5. Los cinco perfiles mostrados
Figura 4.2: Perfil (|u|2 ) de la solución de la ecuación fraccional (4.21) con α = 2.75, correspondiente a
la condición inicial u(0, t) = A sech (t/w), con A = 2.2 y w = 1.5. Los cuatro perfiles mostrados
con ε2 − iε3 = ε− (α = 2.75) y la misma condición inicial utilizada para obtener la figura
4.1, encontramos que el pulso evoluciona como se muestra en la figura 4.2. Podemos ver
que con esta ecuación la distorsión del pulso es más grave. Pierde su carácter localizado
más rápidamente que en el caso de la ecuación (4.11), ya que el pulso se dispersa y se
rompe en varias ondas en valores anteriores de la distancia de propagación z. Por lo tanto,
el efecto del término fraccionario ε− (α)Dα u es menos perjudicial (para una onda solitaria)
que el efecto de la combinación lineal ε2 utt − iε3 uttt .
40 Capı́tulo 4. Tercer Semestre
Figura 4.3: El valor máximo de |u|2 en función de z, donde u(z, t) es la solución de la ecuación (4.8)
con ε(α) = ε− (α), α = 2.3 y la condición inicial fue la solución de solitón exacta de la ec. (4.22) con ε2
∂u ∂ 4u
i + ε− (α)Dα u + 4 + |u|2 u ± sin(απ)|u|2(α−1) u − |u|4 u = 0 (4.23)
∂z ∂t
Figura 4.5: El valor máximo de |u|2 en función de z, donde u(z, t) es la solución de la ec. (4.23) con el
signo más colocado delante de sin(απ), la condición inicial fue la solución de solitón exacta de la ec.
Resolvimos la ec. (4.23) con diferentes valores de α, usando como condición inicial la
solución de solitón exacta de la ec. (4.22), con ε2 y ε3 definidos por la ecuación ε− (α) =
ε2 − iε3 . Cuando se utiliza el signo más delante del coeficiente sin(απ), los resultados son
desalentadores: la forma del pulso no se conserva y su altura cae dramáticamente, como
se muestra en la figura 4.5 (para α = 2.2, 2.4, 2.6 y 2.8). Sin embargo, cuando el signo
menos se pone delante del sin(απ), los resultados son completamente diferentes. La figura
4.6 muestra el comportamiento de la potencia máxima del pulso en este caso para seis
valores diferentes de α. Como podemos ver en esta figura, si 2.5 ≤ α ≤ 2.8 la altura del
pulso muestra un comportamiento oscilatorio claramente amortiguado y alcanza un valor
de equilibrio bien definido. En la figura 4.7 podemos apreciar el avance del pulso en el
caso particular cuando α = 2.6. Estos resultados implican que la ec. (4.23), de hecho,
permite la propagación del solitón si se colocan 2.5 ≤ α ≤ 2.8 y el signo menos delante
del sin(απ). Estos solitones serán referidos como solitones fraccionarios en lo que sigue.
En este punto surge una pregunta natural. Sabemos que la solución de solitones de la
4.2. Ecuación NLS al Estilo de Fujioka 43
Figura 4.6: Lo mismo que en la figura 4.5, pero con el signo menos colocado delante de sin(απ) y
diferentes valores de α.
Figura 4.7: El valor máximo de |u|2 , donde u(z, t) es la solución de la ec. (4.23) con α = 2.6 el signo
menos colocado delante de sin(απ), y la condición inicial fue la solución de solitón exacta de la ec.
(4.22) con ε2 y ε3 definidos por ε− (α) = ε2 − iε3 . (a) z = 0, (b) z = 100, (c) z = 200.
44 Capı́tulo 4. Tercer Semestre
y obtendremos la solución numérica de la ec. (4.23). Para elegir valores razonables para
los parámetros A, w y r tendremos en cuenta que la ec. (4.22) tiene soluciones exactas de
la forma:
t − a0 z
u(z, t) = A0 sech ei(q0 z+r0 t) , (4.25)
w0
donde:
1/2
3ε23
6 −1/2
A0 = 1 − 2ε2 + 24 ,
5 4
241/4 ε3
w0 = , r0 = , (4.26)
A0 4
Figura 4.8: La energı́a de los solitones fraccionales como una función de sus números de onda.
depende de sus números de onda (ksol ) como se muestra en la figura 4.8. De esta figura
es evidente que:
dE
E 0 (ksol ) = < 0. (4.28)
dksol
A primera vista, esta desigualdad parecerı́a implicar que los solitones fraccionarios de la
ec. (4.23) son inestables, ya que en la literatura se afirma con frecuencia que el criterio de
estabilidad de Vakhitov Kolokolov (VK) dice que E 0 (ksol ) > 0 es una condición necesaria
para la estabilidad del solitón. Sin embargo, una revisión cuidadosa de la derivación del
criterio VK revela que este criterio, de hecho, dice que la estabilidad del solitón implica
la desigualdad:
1 dE
> 0. (4.29)
ksol dksol
Entonces, solo cuando ksol > 0 el criterio de estabilidad se reduce a E 0 (ksol > 0. Cuando
los números de onda son negativos (como en el presente caso), la condición necesaria para
la estabilidad es la desigualdad (4.29), lo que implica que en estos casos (cuando ksol < 0)
los solitones estables deben satisfacer E 0 (ksol < 0. Por lo tanto, la pendiente negativa de
la curva E(ksol que se muestra en la figura 4.8 es una manifestación de la estabilidad de
los solitones fraccionarios de la ec. (4.23).
La estabilidad de las solitones de la ec. (4.23) podrı́a verse como una sorpresa, ya que
los solitones de la ec. (4.1), ya sea con α = 2 ó α = 3, son inestables. Sin embargo, hay
dos diferencias esenciales entre los solitones de la ec. (4.1) y las solitones fraccionales de
46 Capı́tulo 4. Tercer Semestre
la ec. (4.23), que dan cuenta de su diferente estabilidad. Primero, debemos recordar que
los solitones de la ec. (4.1) son soluciones aisladas, que solo existen para valores únicos de
amplitud, ancho y número de onda. Este aislamiento contribuye a la inestabilidad de estos
solitones. Por el contrario, las solitones fraccionales de la ec. (4.23) forman una familia
continua, con diferentes energı́as y velocidades, y la existencia de esta familia hace que
sea más fácil para un solitón perturbado encontrar una nueva configuración estable. La
segunda diferencia es que los solitones de la ec. (4.1) son solitones incrustados, es decir,
contienen números de onda que están inmersos (o ”incrustados”) en el espectro de los
modos de radiación.
Para probar que las solitones fraccionales de la ec. (4.23) no están “incrustados”, te-
nemos que verificar que los números de onda de los solitones ksol no estén contenidos en el
rango de la relación de dispersión lineal k(ω) correspondiente a la ec. (4.23). En otras pa-
labras, tenemos que verificar que la condición de resonancia ksol = k(ω) no tenga ninguna
solución real para la frecuencia. La relación de dispersión se puede obtener aplicando el
operador de transformada de Fourier doble F:
ZZ
1
F [u] ≡ u(k, ω) = √ u(z, t)e−i(kz−ωt) dz dt (4.30)
2π
a la parte lineal de la ec. (4.23) a saber:
∂u α ∂ 4u
i + ε− (α)D u + 4 = 0. (4.31)
∂z ∂t
Teniendo en cuenta que el operador F satisface las identidades F [uz ] = ikF [u], F [ut ] =
−iωF [u] y F [Dα u] = (−iω)α F [u], la aplicación del operador F a la ec. (4.31) lleva a:
Esta función tiene una parte imaginarı́a para ω ≥ 0, y la parte real de k(ω) es la siguiente:
k (ω) ≡ ω 4 − cos(απ)ω α , ω ≥ 0,
+
kr (ω) = (4.33)
k (ω) ≡ ω 4 − (−ω)α , ω < 0.
−
Figura 4.9: Parte real de la relación de dispersión lineal dado en la ec. (4.33) con α = 2.6.
2.5 ≤ α < 3 la función kr (ω) tiene solo un mı́nimo colocado en la frecuencia ωmin dada
por:
1
α 4−α
ωmin = − . (4.34)
4
En particular, cuando α = 2.6 tenemos ωmin = −(0.65)5/7 ≈ −0.735, y kr (ωmin ) ≈
−0.157. La gráfica de kr (ω) para este caso puede ser visto en la figura 4.9. Todos los
solitones fraccionarios que encontramos numéricamente en este caso (cuando α = 2.6)
tienen números de onda ksol que son más negativos que −0.5, como se muestra en la
figura 4.8. Por lo tanto, dado que todos estos números de onda se encuentran fuera del
rango de la función kr (ω), la ecuación ksol = kr(ω) no tiene solución para ω, lo que implica
que estos solitones fraccionarios no son incrustados.
Hasta este punto, la introducción de una derivada fraccional mixta de la forma (4.7)
con el fin de generalizar los términos dispersivos de la ec. (4.1) para órdenes fraccionarias,
se mostró que era solo una opción razonable, respaldada por argumentos cualitativos. Sin
embargo, en esta sección mostramos que existe una necesidad real de introducir derivados
fraccionarios hacia atrás y hacia adelante, si se desea conservar la energı́a y el impulso. De
manera similar, también mostraremos que la forma del coeficiente ε− no es solo una de las
funciones más simples que satisfacen las condiciones de contorno ε− (2) = 1 y ε− (3) = −i,
48 Capı́tulo 4. Tercer Semestre
De la ec. (4.23) podemos obtener expresiones para uz y u∗z . Sustituyendo estas expresiones
en la integral que se muestra arriba, y usando las definiciones de Dα u y ε− (α) para
simplificarla, llegamos a la ecuación:
Z+∞ +∞
d
|u|2 dt = −
R
[(xu + yv)−∞ Dtα v + (yu − xv)−∞ Dtα u] dt
dz −∞
−∞
+∞
R α α
− [(xu − yv)t D∞ v − (yu + xv)t D∞ u] dt (4.36)
−∞
donde x y y denota la parte real e imaginaria de ε− (α). Ahora, usando las definiciones de
las derivadas GL (4.2) y (4.3) (con a = −∞ y b = ∞), se puede probar que la siguiente
identidad se cumple para las funciones arbitrarias p(t) y q(t):
Z+∞ Z+∞
p(t)−∞ Dtα q(t)dt = α
q(t)t D∞ p(t)dt. (4.37)
−∞ −∞
Teniendo en cuenta esta identidad, podemos ver que los cuatro términos en el r.h.s.
de la ec. (4.36) que involucran derivados de GL izquierda cancelan los cuatro términos
con derivadas de GL derecha, y por lo tanto la ec. (4.35) de hecho se mantiene. Se debe
enfatizar que un factor clave para probar esta ecuación es la presencia de ambas derivadas
de GL izquierda y derecha, en las r.h.s de la ec. (4.36). Si en la definición (4.7) de Dα u
solo consideramos la derivada de GL izquierda (o solo la derecha), la ec. (4.35) no estarı́a
satisfecha.
Además, cabe mencionar que en la derivación de la ec. (4.36) era esencial que ε− (α)
satisface la ecuación:
(−1)α ε− (α) = ε∗− (α), (4.38)
4.2. Ecuación NLS al Estilo de Fujioka 49
lo que implica que ε− (α) debe ser necesariamente proporcional a − exp(−iαπ/2). Por
lo tanto, ahora está claro que la forma de ε− (α) dada en (4.10) es (hasta un factor
constante) la única opción que, junto con la derivada Dα u definido en (4.7), garantiza que
las soluciones de la ec. (4.23) conservar la energı́a.
Ahora probaremos que la ec. (4.23) también conserva el momento, definido como:
Z+∞
M= i (uu∗t − u∗ ut ) dt. (4.39)
−∞
Z+∞
dM
= M 0 (z) = − i (uz u∗t + uu∗zt ) dt + c.c. = 0, (4.40)
dz
−∞
donde c.c. indica el complejo conjugado. Resolviendo la ec. (4.23) para uz , la sustitución
de la expresión resultante en (4.40) y la integración por partes repetidamente conduce a
la ecuación:
Z+∞
M 0 (z) = − ε− (α)u∗t Dα u + ε∗− (α)ut (Dα u)∗ dt + c.c.
(4.41)
−∞
Si ahora sustituimos aquı́ las expresiones para Dα u y ε− (α) dadas por (4.7) y (4.10),
aplique nuevamente la integración por partes, y tenga en cuenta que [33]:
d
(−∞ Dtα u) = −∞ Dtα ut (4.42)
dt
llegamos a la ecuación:
+∞ +∞
0 1 −iαπ/2 α ∗ ∗
R R α
M (z) = 2
e utt D∞ u dt − u −∞ Dt ut dt
−∞ −∞
+∞ +∞
+ 12 eiαπ/2 u∗t t D∞ u−∞ Dtα u∗t dt
R α
R
udt − + c.c., (4.43)
−∞ −∞
lo que implica, debido a la ec. (4.37), que M 0 (z) = 0. Por lo tanto, la ec. (4.23) conserva
tanto, la energı́a como el momento.
50 Capı́tulo 4. Tercer Semestre
4.2.6. Conclusiones
El FD [dado por la ec. (4.7)] que aparece en la ec. (4.23) es un promedio de las FDs
de Grünwald–Letnikov hacia atrás y hacia adelante. Demostramos que la introducción
simultánea de estos dos tipos de derivados, hacia atrás y hacia adelante, es necesaria para
satisfacer la conservación de la energı́a y el impulso.
Vale la pena observar que la introducción de las FD tanto hacia atrás como hacia
4.3. Extensión No Local del Modelo de Fujioka 51
adelante, en el término Dα u(z, t) de la ec. (4.23) hace que este modelo sea bastante
excepcional, ya que las FDs hacia adelante en el tiempo por lo general no aparecen en la
α
fı́sica. El problema habitual con el FD delantero (−1)α t D∞ f (t) es que la evaluación de
esta cantidad en t = t0 requiere el conocimiento de f (t) en tiempos futuros t > t0 , lo que
en los problemas mecánicos equivalen a una violación de la causalidad. Sin embargo, como
mencionamos anteriormente, en el contexto de la fibra óptica la variable de evolución no
es el tiempo, sino la distancia z a lo largo de la fibra. Por lo tanto, en la ec. (4.23) la
condición inicial que se considera conocida no es la dependencia z de la función u(z, t = 0),
sino la dependencia temporal de u(z = 0, t) en todo el intervalo −∞ < t < ∞.
Como observación final, nos gustarı́a mencionar que un problema importante que no
se ha abordado en este capı́tulo es la búsqueda de expresiones analı́ticas aproximadas para
las solitones ópticos fraccionales de la ec. (4.23). Este problema es bastante desafiante y
permanece como un problema abierto para futuras investigaciones.
∞
1 X (−1)k Γ(α + 1)
Dpα f (x) = lı́m (−1)α/2
α
f (x − kh), (4.45)
+ k + 1 Γ α2 − k + 1
x→0 hα Γ
k=−∞ 2
Soluciones Numéricas
una Ecuación de Ondas
no Lineal Solitarias de
de Schrödinger
Generalizada
1 1 2
L. Hernández-Sánchez , Sergio Mendoza Vázquez , Jorge Fujioka Rojas .
1 FCFM Universidad Autónoma de Chiapas, 2 IF Universidad Autónoma de México.
de Schrödinger obtenida por Hayata y Kos- donde u(x, t) es la amplitud de campo complejo, γj (j = 1, 2) son constantes reales que no se desvanecen
hiba, la cual incluye dos términos no lineales y p es un número natural que indica el orden de la no linealidad. Para p =2 la ec. (1) aparece en la
de potencia p y 2p, respectivamente. Para lle- óptica no lineal al modelar una no linealidad de tipo Kerr con saturación. Para p=1 esta ec. aparece
var a cabo este análisis, se utiliza el algoritmo en el contexto de Polaritones de onda solitaria.
de Split Step de Fourier mediante el software Las soluciones algebraicas de la ec. (1) para p=1 y p=2 están dadas por:
de Matlab. Los resultados obtenidos muestran u(x, t) = u0 L(x : α, 1) HK1 Brillante, (2a)
que bajo ciertas condiciones la onda solitaria
u(x, t) = u0 L(x : α, 1/2) HK2 Brillante, (2b)
exhibe una característica solitónica (es decir,
conducen a la obtención de ondas solitarias de u(x, t) = u0 |L(x : α, 1) − 3/4| exp(iβt) HK1 Oscuro, (2c)
tipo brillante y de tipo oscuro) o una singula- u(x, t) = u0 xL(x : α, 1/2) exp(iβt) HK2 Oscuro, (2d)
ridad conocida como colapso óptico. −q
donde L(x : α, q) ≡ αx2 + 1 con α>0 y q > 0, indica la versión extendida del Lorentziano.
Conclusión
Se han presentado mediante el algoritmo de
Split Step de Fourier las soluciones numéricas
de la NLSE generalizada de Hayata y Koshiba Figura 1: Propagación de ondas solitarias de tipo algebraica a lo largo de la coordena temporal t. Para
y el análisis de su estabilidad obtenida de for- p = 1 y γ1 = γ2 = 1 (a) Tipo Brillante y (c) Tipo Oscuro. Para p = 2 , γ1 = γ2 = 1 (b) Tipo Brillante y
ma analítica por Fujioka y Espinosa, corrobo- γ1 = 6 y γ2 = 3 (d) Tipo Oscuro.
rando así la existencia del colapso óptico para
p = 2 alrededor de XB = 22.3266.
Agradecimientos
Los autores agradecen al Programa de Fortaleci-
miento de la Calidad Educativa 2019 (PFCE) y a la
FCFM-UNACH, por el apoyo otorgado para la reali-
zación y presentación de este trabajo.
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