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ARTEFACTO, OBRA Y
DISCURSO
ISBN 978-987-723-016-1
Introducción 9
Adrián Bertorello y Diego Parente
7
La lógica hermenéutica del esquematismo 117
narrativo
Leandro Catoggio
La constitución lingüística de la agencia. 127
Acerca de la estructura interna de las acciones
desde un punto de vista pragmático
trascendental
Leandro Paolicchi
La producción del reconocimiento mutuo 141
Gustavo Salerno
8
Introducción
Adrián Bertorello y Diego Parente
1. El grupo está conformado por Catalina Barrio, Leticia Basso, Leandro Catog-
gio, Romina Conti, Andrés Crelier, Luciano Mascaró, Leandro Paolicchi y
Gustavo Salerno.
9
10 • Artefacto, obra y discurso
§ 1 La lógica hermenéutica
La lógica hermenéutica es una corriente de pensamiento
que está vinculada a lo que Otto Bollnow denomina “la
lógica de Göttinger” (Cfr. Bollnow, 1964: 23). Agrupa a tres
filósofos de la Universidad de Göttingen que en la prime-
ra mitad del siglo XX, antes de la Segunda Guerra Mun-
dial, desarrollaron un programa de investigación sobre los
vínculos entre las estructuras lógicas y la vida. Sus nombres
son: Georg Misch (1878-1965), Hans Lipps (1889-1941) y
Joseph König (1893-1974).
Si bien suele pensarse que la primera mención del tér-
mino “lógica hermenéutica” aparece en el libro de Georg
Misch Die Lebensphilosophie und die Phänomenologie del año
1931, se puede constatar ya una referencia a esta expresión
en el libro del filósofo ruso Gustav Spet Die Geschichte als
Problem der Logik de 1916. Spet elabora una concepción del
lógos que toma como punto de partida las Logische Untersu-
chungen de Husserl y la filosofía de la vida de Dilthey (Cfr.
Kühne-Bertram, 1993: 286-287). Esta primera referencia ya
muestra las dos tradiciones filosóficas a partir de las cuales
se forma la lógica hermenéutica. Por un lado, Misch toma
como punto de partida la filosofía de Dilthey y como con-
trapunto de su exposición discute con la fenomenología de
Husserl y de Heidegger. Por otro lado, Hans Lipps y Joseph
König desarrollan una concepción hermenéutica del lógos
que está muy cerca de los conceptos centrales del filósofo
de Messkirch y, al mismo tiempo, continúan con ciertas
temáticas de Misch.
A pesar de los matices y de las diferencias que hay
entre ellos, se puede afirmar que el común denominador del
programa de una lógica hermenéutica no consiste en algo
así como una renovación de la lógica formal a partir de la
introducción de los métodos hermenéuticos de interpreta-
ción. La reflexión sobre el lógos tiene más bien la intención
de situarse en el plano de la lógica trascendental kantiana
(Cfr. Kühne-Bertram, 1993: 284). De lo que se trata es de
Introducción • 11
3. Ricœur habla de una transformación de las seis funciones del lenguaje cuando
se pasa del discurso a la escritura. Su tesis implica a) oponer el discurso oral al
escrito y b) la transformación total de las seis funciones cuando se pasa de un
discurso al otro (Cfr. Ricœur, 1998: 39-50; 2001: 170-175). Nuestra distinción
no toma en cuenta la distinción entre texto escrito y discurso oral porque cree-
mos que hay casos de textos escritos que funcionan semánticamente de acuerdo
a las funciones comunicativa y referencial (carteles, señalizaciones, instruccio-
nes, recetas, manuales de uso, etc.). Ciertamente que hay una transformación
de todas las funciones del lenguaje, pero cuando un mensaje (oral, escrito, o en
otro soporte material significante) asume la función poética.
16 • Artefacto, obra y discurso
§ 3 El libro
El libro está dividido en cuatro partes. La primera se titula
“La lógica hermenéutica como problema”. Consta de dos
textos en los que se exponen los problemas metateóricos
de la lógica hermenéutica. En ellos se discute el proyecto
filosófico mismo. Ramón Rodríguez pone en tela de juicio
la viabilidad de este proyecto. Roberto Walton expone las
continuidades y las diferencias entre la lógica trascendental
prehemenéutica de E. Husserl, la lógica trascendental intra-
hermenéutica de P. Ricœur y la lógica hermenéutica para-
trascendental de M. Heidegger. La segunda parte lleva por
título “El lógos hermenéutico en diálogo con la pragmática
trascendental”. Recoge tres trabajos: uno de Andrés Crelier,
otro de Diego Parente y otro de Andrés Vaccari sobre la
filosofía de la técnica. El tema que unifica las tres perspec-
tivas corresponde a uno de los aspectos de la estructura
semántica de la acción, a saber, el problema de la autoría
del artefacto. La tercera parte tiene el título de “El lógos
hermenéutico en diálogo con la pragmática trascendental”.
Consta de cuatro trabajos: uno de Catalina Barrio, otro
de Leandro Catoggio, otro de Leandro Paolicchi y otro de
18 • Artefacto, obra y discurso
Referencias
Bollnow, O. (1958). Die Lebensphilosophie, Berlin-Göttingen-
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Delius H. y Patzig, G., Argumentationen: Festschrift für Josef
König, Göttingen, Vandenhoeck & Ruprecht, pp.21-41.
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— (1995), Logik: die Frage nach der Wahrheit, Frankfurt am
Main, Vittorio Kloster mann.
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Kühne-Bertram, G. (1993), “Logik als Philosophie des
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Logik”, Archiv für Begriffsgeschichte XXXVI, pp. 260-293.
Ricœur, P. (1998), Teoría de la interpretación. Discurso y exce-
dente de sentido, México, Siglo XXI.
— (2001), Del texto a la acción. Ensayos de hermenéutica II,
México, FCE.
I. La lógica hermenéutica como
problema
El programa de una lógica
hermenéutica: Heidegger y la Escuela
de Dilthey
Ramón Rodríguez1
21
22 • Artefacto, obra y discurso
sin duda, Der Aufbau der Logik auf dem Boden der Philosop-
hie des Lebens, un curso que Georg Misch dio cuatro veces
entre los años 1928 y 1934. Publicado en 1994, supone una
buena base para saber qué pretenden y a qué apuntan las
indagaciones lógicas de la filosofía de la vida diltheyana, esa
corriente genuinamente hermenéutica que ha sido clara-
mente preterida por la historia en favor del giro ontológico
de la hermenéutica de Heidegger y Gadamer.
Como su nombre indica, el propósito de Misch es cla-
ro: ensayar una construcción o, mejor, reconstrucción de
la lógica sobre la base de la filosofía de la vida. Lo cual
significa dos cosas: que se trata de un intento de asistir cog-
noscitivamente a la emergencia y al desarrollo de las formas
lógicas a partir de un origen y que ese origen o fundamento
es concebido de acuerdo con las pautas del pensamiento de
Dilthey. Lo primero sitúa decididamente estas investigacio-
nes lógicas en el terreno de la génesis: no son las estructuras
lógicas lo que es tematizado, sino su generación a partir
de momentos que deben entenderse como prelógicos, en el
sentido de que, siendo ajenos a la lógica formal, contienen
sin embargo in nuce la forma lógica. Lo segundo implica que
esta visión germinal de lo lógico toma como punto de par-
tida la “conexión entre expresión y significación” que se da
en todas las formas de vida, herencia claramente diltheyana.
Éste es el punto genuinamente lebensphilosophisch: las cate-
gorías de expresión y significación son elementales y uni-
versales, de manera que toda forma de vida, desde la ameba
hasta el hombre, engendra por sí misma expresiones que
significan. Sólo en el hombre ciertamente se da el discurso,
del que proviene la lógica, pero la expresión es común e
impide trazar un abismo (Kluft) entre el hombre y el animal
(77). Hay que resaltar que este anclaje en la expresión Misch
lo justifica por su carácter universal: si la lógica es la ciencia
de validez universal por antonomasia, su origen ha de tener
el mismo rango universal (53-54) y eso sólo lo encontra-
24 • Artefacto, obra y discurso
4. Es el caso, por ejemplo, del puro sonido “brrr” que emitimos a veces como
expresión de sentir frío.
26 • Artefacto, obra y discurso
9. Como es bien sabido, Heidegger toma como marco para explicar el carácter
propio de la indicación formal la distinción husserliana entre formalización y
generalización (cfr. GA, 60: 57-62). Su adecuada comprensión exige un trata-
miento mucho más largo del que puede permitirse este artículo. Me remito por
ello a mi libro Rodríguez, 1997: 162-169, así como al artículo Rodríguez, 2012.
36 • Artefacto, obra y discurso
Referencias
Heidegger, M. (1919), Anmerkungen zu Jaspers Psychologie der
Weltanschaungen. GA 9
— (1922), Einleitung in die Phänomenologie der Religion. GA 60
— (1925/1926), Logik. Die Frage nach der Wahrheit. GA 21
— (1928), Metaphysisiche Anfangsgründe der Logik im Ausgang
von Leibniz. GA 26
— (1929/1930), Grundbegriffe der Metaphysik. GA 29/30
— (1921), Phänomenologische Interpretationen zu Aristoteles.
GA, 61
Bollnow, O.-F. (1964), “Zum Begriff der hermeneutischen
Logik”, in Delius, H./Patzig, G. (Hg.), Argumentationen.
40 • Artefacto, obra y discurso
41
42 • Artefacto, obra y discurso
4. Se intenta, en relación con los escritos posteriores al giro, realizar una refle-
xión análoga a la que Ricœur realiza, respecto de Ser y tiempo, en su artículo
“¿Lógica hermenéutica?”. Según Ricœur, a pesar de su motivación antiepiste-
mológica y antilógica, la hermenéutica radicalizada de Ser y tiempo no escapa
a una reflexión de tipo gnoseológico porque tiene que indagar las condicio-
nes de posibilidad del discurso hermenéutico. Se trata de una reflexión de
segundo grado que sólo está débilmente elaborada y que se advierte en la
consideración de un nuevo tipo de verdad previo a la verdad proposicional,
en la distinción entre categorías y existenciales, y en la derivación de la pro-
blemática de las ciencias históricas a partir de la ontología de la historicidad.
En estos análisis aflora la cuestión kantiana de las condiciones de posibilidad
(cfr. Ricœur, 2010: 125-133).
Lógica hermenéutica y lógica trascendental • 57
4. Conclusión
Mientras que la lógica trascendental prehermenéutica se
asocia con la referencia intencional como núcleo de la
dimensión trascendental, la lógica trascendental intraher-
menéutica se instala en el terreno de la redescripción o
refiguración de la referencia, y la lógica hermenéutica para-
trascendental se ocupa de señas que se sustraen a la refe-
rencia. Frente a estas diferencias, hay que señalar, por un
lado, que la redescripción o refiguración no deja de estar
asociada, como operación de la imaginación productiva, a
un análisis trascendental y, por el otro, que el intento de
escapar a la referencia encuentra dificultades en razón de
una persistencia de la relación sujeto-objeto. Inversamente,
el análisis fenomenológico-trascendental se ve enriquecido,
por un lado, con la explicitación del poder constituyente y
refigurante de la imaginación y, por el otro, con el análisis
de las dimensiones latentes del mundo.
4.1. Ricœur conecta lo trascendental con la imagina-
ción productiva y presenta un análisis de la imaginación
según dos ejes. Por el lado del objeto –eje noemático–, la
oposición va de la presencia a la ausencia, es decir, de la
imagen como huella de la percepción en la imaginación
reproductiva a la imagen de ficción que diverge de lo pre-
sente en la imaginación productiva. Por el lado del sujeto
–eje noético–, la oposición va de la conciencia fascinada a
la conciencia crítica (cfr. Ricœur, 1986: 215 s.). Los diversos
tipos de imaginación que están en juego deberían ser en su
totalidad, desde una perspectiva husserliana y de acuerdo
con la terminología noético-noemática utilizada, tema de
un análisis trascendental. Ricœur lo afirma explícitamente
Lógica hermenéutica y lógica trascendental • 63
Referencias
Dilthey, W. (1979), Der Aufbau der geschichtlichen Welt in den
Geisteswissenschaften, Gesammelte Schriften, VII, Stuttgart,
B. G. Teubner/Göttingen, Vandenhoeck & Ruprecht.
Gadamer, H.-G. (1972), Wahrheit und Methode. Grundzüge
einer philosophischen Hermeneutik, Tübingen, J. C. B. Mohr
(P. Siebeck).
— (1986), Hermeneutik II. Wahrheit und Methode, Tübingen, J.
C. B. Mohr (Paul Siebeck).
Heidegger, M. (1979), Heraklit, Gesamtausgabe, 55, Frankfurt
am Main, V. Klostermann.
— (1980), Hölderlins Hymnen „Germanien“ und „Der Rhein“,
Gesamtausgabe 39, Frankfurt am Main, V. Klostermann.
— (1982), Hölderlins Hymne „Andenken“, Gesamtausgabe, 52,
Frankfurt am Main, V. Klostermann.
— (1983), Aus der Erfahrung des Denkens 1910-1976, Gesam-
tausgabe, 13, Frankfurt am Main, V. Klostermann.
— (1985), Unterwegs zur Sprache (1950-1959), Gesamtausgabe,
12, Frankfurt am Main, V. Klostermann.
— (1989), Beiträge zur Philosophie (Vom Ereignis) (1936-1938),
Gesamtausgabe, 65, Frankfurt am Main, V. Klostermann.
71
72 • Artefacto, obra y discurso
IV. Conclusiones
Es necesario pensar la autoría para comprender el fenó-
meno de la tecnicidad humana. Sin una noción de autor,
estos fenómenos se nos escapan a la comprensión desde
diferentes puntos de vista metodológicos, epistemológicos
y ontológicos. En lugar de proponer una única noción de
autor y someterla a discusión, propuse dos nociones un
tanto diferentes. La primera de ellas admite que el autor de
un ítem técnico pueda no ser ni individual, ni consciente,
ni intencional, lo cual permite entender fenómenos don-
de cabe de todos modos atribuir un “quién” a la creación
técnica. El problema es que en algunos casos esta última
se confunde con la mera efectividad causal, como sucede
con el ejemplo paradigmático de las sendas abiertas en un
bosque.
La segunda de las nociones propuestas supone, por
su parte, que un autor ha producido intencionalmente la
entidad técnica, acercándose con ello a nuestras intuicio-
nes corrientes acerca de los artefactos. Pero deja sin expli-
car diversos fenómenos de autoría no intencional, como el
recién mencionado o el de los bioartefactos.
Si bien ninguna de estas nociones carece por sí sola
de inconvenientes explicativos, una teoría pluralista de la
82 • Artefacto, obra y discurso
I. Introducción
Hay cierto consenso en el debate contemporáneo en filoso-
fía de la técnica a la hora de considerar los artefactos como
productos intencionales (intended products) de la actividad
humana. En este sentido se ha señalado insistentemente
que ellos constituyen objetos dependientes de intención
(intention dependent). Esta caracterización ha puesto en un
segundo plano las condiciones causales y materiales que
intervienen en la emergencia de todo producto técnico ade-
más de las destrezas de los agentes involucrados en su pro-
ducción. El presente trabajo pretende explorar las razones
de esta focalización de los modelos intencionalistas en la
dependencia conceptual a fin de analizar algunas de sus
aporías fundamentales.
1. CONICET
83
84 • Artefacto, obra y discurso
Referencias
Baker, L. (2007), The metaphysics of everyday life. An essay
in practical realism, Nueva York, Cambridge University
Press.
Hilpinen, R. (1993), “Authors and Artifacts”, Proceedings of
the Aristotelian Society, 93, pp. 155-178.
— (1992), “On Artifacts and Works of Art”, Theoria, 58
(1), pp. 58-82.
Intenciones, materialidad y autoría • 93
95
96 • Artefacto, obra y discurso
2. “Artifacts are objects intentionally made to serve a given purpose” (Baker, 2004: 99);
“An artifact may be defined as an object that has been intentionally made or produced
for a certain purpose” (Hilpinen, 2004); “it seems part of the very idea of an artifact
that it must be the product of human intentions” (Thomasson, 2007: 52); “Artifacts,
whatever exactly they are, belong to a genus of artificial entities. These are entities that
are, in some sense, made —they are products of intentional behavior” (Dipert, 1995).
98 • Artefacto, obra y discurso
3. “Las artes que dominan la materia y la conocen son dos: unas consisten en
saber hacer uso de las cosas, y otras, que pertenecen a las artes productivas, son
las arquitectónicas. El arte de hacer uso de las cosas es de algún modo tam-
bién arquitectónico, aunque ambas se diferencian por el hecho de que las artes
arquitectónicas conocen la forma, mientras que las artes productivas conocen la
materia. El timonel, por ejemplo, conoce y prescribe cuál ha de ser la forma que
el timón tiene que tener; el otro, en cambio, sabe con qué madera y mediante
qué movimientos el timón puede operar.”
La ontología de la autoría en el contexto de la tecnología • 99
Referencias
Aristóteles (1995), Física, Barcelona, Planeta de Agostini.
Baker, L. R. (2004), “The ontology of artifacts”, Philosophical
Explorations, 7 (2), pp. 99–111.
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logy, Chicago, University of Chicago Press.
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Systems Theory, Complexity, and the Human Sciences), Nueva
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Dipert, R. (1995), “Some issues in the theory of artifacts:
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Hilpinen, R. (2004), “Artifact”, Stanford Encyclopedia of Phi-
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artifact/ [Consultado el 23 de julio de 2009.]
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Indiana University Press.
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Routledge.
Latour, B. (2005), Reassembling the Social: An Introduction to
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Law, J. y Hassard, J. (eds.) (1999), Actor Network Theory
and After, Oxford y Keele, Blackwell and the Sociologi-
cal Review.
106 • Artefacto, obra y discurso
I. Introducción
El presente trabajo pretende mostrar que el sujeto polí-
tico en Arendt se define a partir de su dimensión narrativa.
Por narratividad se entiende la afirmación de una iden-
tidad autorial y la presencia del autor como función del
discurso histórico. En este sentido, se indagará sobre la
función-autor que determina al sujeto condicionado por la
narración. “El sujeto como texto” permite entonces preci-
sar, a partir de algunas lecturas políticas francesas como las
de Louis Marin y de Roger Chartier, la categoría narrati-
va como propia de la identidad o ipseidad (en términos de
Ricœur) en la constitución del sujeto plural. La dimensión
narrativa entendida como obra del sujeto denota la dis-
tancia entre lo visible y los textos (Marin, 1993: 18). Esta
distancia aparece en Arendt como lo visible y lo significado.
El significado presenta y representa al sujeto reflexivo y
enunciativo. La tesis de este trabajo sostiene que es posible
pensar la visibilidad del sujeto político a partir de esta cate-
goría enunciativa (o narrativa) determinante que parte de la
acción política tal como la comprende Arendt.
Demostrar esta tesis en la autora supone manifestar
lo que se entiende por visibilidad e invisibilidad respecto
al sentido de lo enunciado. Por invisible se entiende que
algo pueda existir sin manifestarse a la vista (Arendt, 2002:
95). Y por visible se comprende la capacidad de acción y
1. CONICET, UNMdP
109
110 • Artefacto, obra y discurso
IV. Conclusión
Cerraré el trabajo con una cita de R. Chartier que me
parece significativa en lo que respecta a la lógica de la
producción en Arendt. La cita es la siguiente:
Referencias
Arendt, H. (2002), La vida del espíritu, Buenos Aires, Paidós.
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del mal, Barcelona, Lumen.
Chartier, R. (2000), Entre poder y placer, Madrid, Cátedra.
Marin, L. (1993), Des pouvoirs de l’image, París, Seuil.
Merleau-Ponty, M. (2010), Lo visible y lo invisible, Buenos
Aires, Nueva Visión.
White, H. (2011), La ficción de la narrativa, Buenos Aires,
Eterna Cadencia.
La lógica hermenéutica del
esquematismo narrativo
Leandro Catoggio1
1.
En la conferencia “¿Lógica hermenéutica?” (2010: 123-196),
Ricœur manifiesta que la cuestión que se propone con este
concepto es la de averiguar cuáles son las condiciones de
posibilidad del discurso hermenéutico. Esta consideración,
que parte de Lipps y se vincula con el giro ontológico de
la hermenéutica efectuado por Heidegger y Gadamer, es
retomada por Ricœur con la intención de plantear su esta-
tuto reflexivo-crítico. Así, en el desarrollo de la conferencia,
el hermeneuta francés recapitula las críticas dirigidas por
Habermas y Apel al posicionamiento gadameriano evaluan-
do el modo en que la lógica hermenéutica debe responder
a tal desafío. Todo parece quedar resumido en el siguiente
cuestionamiento: si toda comprensión es mediada histó-
ricamente, entonces, ¿se puede decir que la reflexión de
la hermenéutica sobre ella misma también lo es?2 Ricœur
evalúa dos posibles respuestas. La primera dirigida por la
imagen gadameriana, o cierta imagen al menos, que argu-
mentaría a favor de una mediación total que lleva a pensar
la propia finitud de modo radical entendiendo la reflexión
dentro del paradigma epocal en que se inserta el discurso.
En este caso, para Ricœur, la hermenéutica se mantiene fiel
a su tesis de base pero excluye toda cientificidad, es decir,
todo posicionamiento objetivo de conocimiento posible. La
1. CONICET, UNMdP
2. “Si toute compréhension est historiquement médiatisée, faut-il dire que la réflexion
de l’herméneutique sur elle-même l’est aussi?” (Ricœur, 2010: 195).
117
118 • Artefacto, obra y discurso
2.
Dije que la conferencia no presenta hacia el final un argu-
mento que termine por zanjar la aporía entre las dos pos-
turas; sin embargo, en el desarrollo del texto, Ricœur pre-
senta una caracterización de la réplica hermenéutica, más
precisamente gadameriana, a las críticas de Habermas, en
la que deja aparecer en parte su propia posición frente al
problema. Ante el reparo al carácter universal de la her-
menéutica, el hermeneuta francés apela a tres puntos. El
primero concierne al nivel formal con el que se argumenta
la universalidad de la hermenéutica. Esto se entiende por
el perfil atópico que la hermenéutica comparte con la retó-
rica en cuanto a su ilimitado campo de acción frente a la
limitación de la reflexión crítica que parte de las ciencias
sociales. Es verdad que Wahrheit und Methode se apoya y
parte desde la experiencia de la obra de arte y la experiencia
de la historia pero esto no significa que sea reducible a estos
dos ámbitos de trabajo. Es sobre todo el tercer espacio de la
experiencia hermenéutica elucidado por Gadamer, la expe-
riencia del lenguaje, el que muestra la amplitud de la empre-
La lógica hermenéutica del esquematismo narrativo • 119
5. “Or, où ce règne de la chose dite sur les interlocuteurs est-il plus apparent que lorsque
la Sprachlichkeit devient Schriftlichkeit, autrement dit lorsque la médiation par le
langage devient médiation par le texte?” (1986: 100).
6. “Ma propre réflexion procède d’un refus de cette alternative et d’une tentative pour
la dépasser” (1986: 101).
122 • Artefacto, obra y discurso
7. “Theoria ist wirkliche Teilnahme, kein Tun, sondern ein Erleiden (pathos)” (1990:
130) .
124 • Artefacto, obra y discurso
3.
En suma, como indica Jean Grondin, en el caso gada-
meriano nos encontramos más comprometidos con el
ser-afectado-por-la-historia mientras que con Ricœur nos
hallamos ante “una capacidad de iniciativa de la concien-
cia inmersa en la historia” (2009: 51). La lógica ricœuriana
que quiere contemplar la reflexión crítica entiende que la
cosa del texto no deja de ser el mundo de la obra.8 Sin
embargo el obrar es la producción discursiva en cuanto que
se codifica en géneros literarios, es un producto acabado,
poiético. Esto es lo que muestra Ricœur como el comienzo
del distanciamiento: el pasaje del decir a lo dicho o, si se
quiere, concebir el decir en lo dicho. Y esta distancia marca
también el desplazamiento con respecto al padecimiento
gadameriano de la historicidad. La apertura del decir no
trata de aprehenderse en la afección de ese acto sino en lo
que se documenta de él. Sólo hay comprensión interpreta-
tiva en la medida en que la lingüisticidad se comprende en
su uso codificado. La hermenéutica, de esta manera, tiene
su operatividad en esta esfera separada del discurso. Por eso
Ricœur explica que el discurso como obra debe entenderse
según la forma de la codificación, la forma que se aplica a
la composición misma del discurso, y esa codificación se
8. “Mais surtout l’appropriation a pour vis-à-vis ce que Gadamer appelle ‘la chose du
texte’ et que j’appelle ici ‘le monde de l’œuvre’” (1986: 116).
La lógica hermenéutica del esquematismo narrativo • 125
Referencias
Dilthey, W. (2000), Dos escritos sobre hermenéutica. El surgi-
miento de la hermenéutica y los esbozos para una crítica de la
razón histórica, Madrid, Istmo.
Gadamer, H.-G. (1990), Gesammelte Werke 1. Hermeneutik I,
Tübingen, Mohr.
— (1993a), Gesammelte Werke 2. Hermeneutik II, Tübingen,
Mohr.
— (1993b), Gesammelte Werke 8. Ästhetik und Poetik, Tübin-
gen, Mohr.
Ricœur, P. (2010), Écrits et conférences 2. Herméneutique, París,
Éditions du Seuil.
— (1986), Du texte a l’action, París, Éditions du Seuil.
La constitución lingüística de la agencia.
Acerca de la estructura interna de las
acciones desde un punto de vista
pragmático trascendental
Leandro Paolicchi1
1. CONICET, UNMdP
2. Para una visión completa del desarrollo de la pragmática trascendental puede
verse Apel, 1973, 1976, 1998, 2001, 2002; Böhler, 1985, 1986, 1997, 2003;
Kuhlmann, 1985, 1992.
3. Cfr. Böhler, 2004: 111.
127
128 • Artefacto, obra y discurso
Pues bien, bajo ese punto de vista puede decirse que quien
se propone podar un árbol que se encuentra en el frente de
su casa eleva, primero, una pretensión de verdad. En efecto,
con su acción de poda el individuo afirma, por ejemplo, que
existe verdaderamente en el mundo un árbol al que podar, que
él tiene una casa con un árbol en el frente o que posee los
elementos necesarios para llevar a cabo su actividad.
Pero no sólo es posible reconstruir una pretensión de
verdad en su acción sino también una pretensión de correc-
ción normativa. Así, el sujeto que se propone podar su árbol
presupone que su acción se adapta a los códigos municipa-
les de poda o a los códigos de convivencia entre vecinos. Esa
persona poda un árbol que le pertenece a él (no a su vecino),
realiza dicha acción en el momento del año autorizado para
ello y la efectúa pues puede hacerlo y no corresponde a la
jurisdicción municipal hacer dicha tarea, por ejemplo. El
sujeto realiza una acción que se adapta a la normativa en el
marco de la cual es llevada a cabo.
Lo mismo puede decirse de la última pretensión men-
cionada, es decir, de la pretensión de sinceridad. Con su
acción el sujeto afirma verdaderamente su intención de
podar el árbol y no representa esa actividad una excusa para
controlar las actividades de sus vecinos, no asistir al trabajo
o escapar de alguna responsabilidad que tuviera en el marco
de su familia. El sujeto pretende verdaderamente realizar esa
acción y no otra cualquiera. Entonces, como puede verse
a través del ejemplo, las pretensiones de validez no sólo
es posible reconstruirlas en las acciones lingüísticas sino
también en las acciones en principio no lingüísticas.
9. Cfr. Böhler, 1985: 278. Véase también Kuhlmann, 1985: cap. IV.
10. Para un análisis más detallado de la predicación y su función para identificar
y diferenciar acciones (y en última instancia como génesis de las mismas),
véase Tugendhat, 1976.
134 • Artefacto, obra y discurso
Referencias
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am Main, Suhrkamp, II Bde.
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wendige Anerkennung? Beruht der Ansatz der transzen-
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bindung mit Riccardo Pozzo, Zur Rekonstruktion der
praktischen Philosophie. Gedenkschrift für Karl-Heinz
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zit einer reflexionstheorie in der Philosophie der Gegen-
wart”, en Burckhart, H. y Gronke, H. (eds.), Philosophieren
La constitución lingüística de la agencia • 139
I.
La praxis del reconocimiento mutuo reconstruye la lógica
hermenéutica como lógica ontogenética: por medio de ésta
se muestra que tanto la mismidad como la alteridad se cons-
tituyen de acuerdo con intercambios conflictivos y polisé-
micos. Aquí “constitución” debe comprenderse en el sentido
de un “llegar a ser” transindividual, por lo que “ser” con
otros es tanto una condición presupuesta por nuestra exis-
tencia como un resultado o un producto de ésta. El ejemplo
paradigmático de dicha lógica lo ofrece el estudio de la
lucha a muerte por el reconocimiento (Kampf um Anerken-
nung) en la formulación que de él realiza Hegel en Phänome-
nologie des Geistes (1970 [2009]). Allí “ser” equivale a la máxi-
ma universalidad, abstracción e inmediatez. Su concreción,
su determinación y su mediación remiten a un lógos herme-
néutico que declina el verbo infinitivo “ser” en un gerundio:
“siendo”. Y esto que se halla en curso no es una realización
1. CONICET, UNMdP
141
142 • Artefacto, obra y discurso
2. En otro trabajo De Zan explicita su interpretación al referir que la lucha a muerte por
el reconocimiento se trata de “la constitución de los presupuestos o las condiciones de
posibilidad de todo espacio social, histórico y cultural, como es la intersubjetividad y el
sentido de la validez universal en cuanto tal” (2003: 286).
144 • Artefacto, obra y discurso
II.
La poiesis del reconocimiento está inscripta en una lógica
complementaria a la de la praxis, a saber: la lógica de la pro-
ducción. Esta complementariedad está justificada genética-
mente, pues poiesis no significó originariamente “sublima-
ción” artística o “representación” poética, en ambos casos
en rechazo de la acción, sino precisamente un “hacer” en
sentido material y concreto. En efecto, este sentido es el
que puede recogerse en el uso de poiesis realizado por
Homero –quien se refiere a la fabricación y edificación–,
por Hesíodo –quien alude al traer a la existencia, al crear–
o por Heráclito –quien reconstruye con ese término todo
el obrar humano despierto– (Lledó, 1961: 15 y ss.). Ahora
bien, esta correspondencia entre poiesis y praxis no impide
una distinción analítica entre ellos.
El presupuesto fundamental de la lógica de la produc-
ción se condensa en la siguiente tesis: “ser es ser producido”
(Hergestelltsein). Para arribar a ella, Heidegger reconstruye la
concepción del ser presente en Aristóteles de este modo:
4. El subrayado me pertenece.
5. Sería propicio ingresar aquí una doble digresión que conecte la dificultad
señalada con los aportes de la hermenéutica de Gadamer y la filosofía de Ben-
jamin. De acuerdo al primero, se trataría de recuperar la dialéctica pregunta-
La producción del reconocimiento mutuo • 153
6. “Para que la historia no sea un juego de títeres tiene que ser historia de
procesos anímicos y todos los acontecimientos exteriores que relata no son más
que puentes tendidos entre impulsos y actos volitivos por un parte, y por otra,
reflejos sentimentales provocados por aquellos sucesos exteriores” (Simmel,
1950: 13). “Sea cual fuere el acontecer externo que designemos con el nombre
de social, sería para nosotros un juego de marionetas no más comprensible ni
significativo que la confusión de las nubes o el entrecruzamiento de las ramas
del árbol, si no reconociésemos que los sujetos de aquellas exterioridades, lo
más esencial de ellas, lo único interesante para nosotros, son motivaciones,
pensamientos, necesidades del alma” (Simmel, 1986 I: 31-32).
La producción del reconocimiento mutuo • 155
Referencias
Bauman, Z. (2007), La hermenéutica y las ciencias sociales,
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Vals Plana, R. (1994), Del yo al nosotros, Barcelona, PPU.
IV. El sentido hermenéutico del
lógos y la obra de arte
Indicios de una dualidad del a priori en
la obra del joven Heidegger
(1919-1923)
Leticia Basso Monteverde1
159
160 • Artefacto, obra y discurso
aquello que nos antecede y que determina nuestra experiencia. El término Vor-
griff literalmente da cuenta de ello.
5. Para un análisis de la noción de sentido en el joven Heidegger, véase el estudio
de Ramón Rodríguez, 2011.
6. También debemos aclarar que Heidegger entiende originariamente lo “his-
tórico”: 1) en el sentido de Geschehen como acontecer, acaecer o suceder, que
distingue a través de la comprensión de la historia como Geschichte de la histo-
riografía como Historie y 2) como “lo trasmitido en cuanto tal [geschichtliche], sea
ello reconocido en un saber histórico, sea tan sólo recibido como cosa obvia,
oculta en su procedencia.” (SZ: 379/395). Esta segunda acepción es la que en
este trabajo destacaremos. Lentamente, a lo largo de los cursos de la década
de 1920, se irá conformando la noción de lo histórico, adquiriendo un sentido
fundamental en la vivencia, en la constitución ontológica del Dasein y en la
reflexión acerca del despliegue del ser.
162 • Artefacto, obra y discurso
9. Stefano Cazzaneli explica muy bien el sentido del “Es gibt” en contraste
con el pensamiento neokantiano: “El camino de abandono del teoreticismo
neokantiano hacia la fenomenología coincide con un camino de reducción del
mundo fenomenológico a la pura donación, al simple ser-dado. Este es gibt
es la puerta de entrada para lo que tanto los neokantianos como Heidegger/
Lask/Husserl llaman vor-theoretische. Sin embargo mientras para los primeros
esta esfera originaria de la donación preteórica es algo mudo, opaco, del que
nada se puede afirmar (y del que sólo se deduce su existencia), para los segun-
dos ella coincide con el primer resplandor del significado, posee de por sí un
sentido […] El momento de lo originario no es un noúmeno desconocido o
un factum bruto, sino un primer compromiso significativo entre la conciencia
y el mundo” (2010: 14).
164 • Artefacto, obra y discurso
10. Tal como aclara Adrián Bertorello en su libro El límite del lenguaje. La
filosofía de Heidegger como teoría de la enunciación, Heidegger usa ciertos términos
para diferenciarse de la filosofía moderna. Por eso propone la denominación:
historisches ich (yo histórico). “De esta manera, el ‘sí mismo’ debe ser atribuido
a un sujeto histórico y singular que obra aquí y ahora. Esta condición situada
y fáctica del ‘yo’ expresa lo peculiar y distintivo de la vida humana, a saber, su
facticidad. Heidegger a lo largo de estos textos busca un concepto que exprese
Indicios de una dualidad del a priori • 165
esta peculiaridad de la vida humana. Toda este esfuerzo culmina con la acuña-
ción terminológica del Dasein” (Bertorello, 2008: 94-95).
11. En el curso del Kriegsnotsemester se destaca la siguiente definición: “La
vivencia no desfila delante de mí como un objeto o como una cosa que yo
coloco ahí, sino que yo mismo me la a-propio, y ella se a-propia de sí misma
según su esencia. En el momento que comprendo la vivencia de esta manera,
dejo de comprenderla como un proceso, una cosa o un objeto para pasar a
comprenderla como algo completamente nuevo, como una apropiación (Ereig-
nis)” (GA 56/57: 75/91).
166 • Artefacto, obra y discurso
12. Para Heidegger: “Esto auténticamente propio sólo puede ser entendido
como la estructura previa de la propia existencia que tiene lugar en una apro-
piación de sí misma en la respectiva facticidad de la vida, como la estructura
previa del descubrir y el mantener abierto el concreto horizonte de expectati-
vas, marcado por la preocupación y ansiedad, que constituye todo contexto de
cumplimiento activo en cuanto tal” (GA 9: 22/31).
Indicios de una dualidad del a priori • 167
13. Es importante indicar que dentro de este proceso que describe la actitud del
Dasein con lo dado en la constitución del sentido, el Vollzugssin es un elemento
fundamental en la teoría de Heidegger. Adrián Bertorello sostiene que en los
cursos del filósofo de este período éste tiene una connotación fáctica e histórica
pero que en Sein und Zeit esta noción –que marca el sentido de los existenciales–
adquiere meramente un carácter formal.
14. Heidegger introduce dos términos para referirse a la constitución: Ver-
fassung y Konstitution.
168 • Artefacto, obra y discurso
16. Aunque en el caso particular de Emil Lask se puede decir que ha sido
una gran influencia de Heidegger. Según Alejandro Vigo, “hay que tener en
cuenta que Lask desarrolla en sus libros más importantes, ‘Doctrinas de las
categorías’ y ‘Doctrina del juicio’, una ontología que se caracteriza como hyle-
morfismo trascendental. Lask intenta pensar la constitución originaria del sentido
en el nivel de la experiencia antepredicativa con un modelo trascendentalis-
ta, basado en la distinción forma (categorial) y material (sensible), que posee
una orientación más aristotélica que kantiana, en la medida en que enfatiza
fuertemente el papel determinante que desempeña el material respecto de la
forma” (Vigo, 2008: 123). Dejamos para otra investigación las relaciones entre
Heidegger y Lask que muy bien desarrolla Vigo, entre otros estudiosos de la
obra del primer Heidegger.
17. García Gómez-Heras dice que: “El apriori descubierto por Husserl en la
intuición categorial y por Heidegger en la intuición originaria, no coinciden, sin
embargo, ni en la calidad ontológica ni en funciones. El ‘mundo de la vida’ de la
conciencia del primero es fundamentalmente un apriori epistemológico, cuya
comprensión genera la lógica trascendental en la que Husserl hizo consistir su
fenomenología. El ‘ser en el mundo’ heideggeriano, quiere ser, por el contrario,
Indicios de una dualidad del a priori • 173
18. Heidegger explica que en esta instancia no sucede algo así como que los
objetos se presenten desnudos, en un estado natural, y que luego se les añada un
valor. Valor y significatividad no son lo mismo. El valor se determina luego de
una objetivación teórica y, por el contrario, el aspecto significativo de los obje-
tos se encuentra desde el comienzo en la vivencia, tal como explica Heidegger
con la noción de Umwelterlebnis.
176 • Artefacto, obra y discurso
20. Como rescata Sheehan en Heidegger “Ohne Da –sinn, kein Sinn. Ohne Sinn,
kein Da-sinn” (2011: 57)
Indicios de una dualidad del a priori • 179
Referencias
Obras de Martin Heidegger
GA 9: “Anmerkungen zu Karl Jaspers ‘Psychologie der Wel-
tanschauungen’” en Wegmarken, Frankfurt am Main, Vit-
torio Klostermann, 1976.
GA 17: Einfürung in die phänomenologische Forschung. Der
Beginn der neuzeitlichen Philosophie, Frankfurt am Main,
Vittorio Klostermann, 1994.
GA 20: Prolegomena zur Geschichte des Zeitbegriffs, Frankfurt
am Main, Vittorio Klostermann, 1979.
GA 21: Logik. Die Frage nach der Wahrheit, Frankfurt am
Main, Vittorio Klostermann, 1976.
GA 56/57: “Die Idee der Philosophie und das Weltans-
chauungsproblem” y “Über das Wesen der Universität
und des akademischen Studium” en Zur Bestimmung der
Philosophie, Frankfurt am Main, Vittorio Klostermann,
1987.
GA 58: Grundprobleme der Phänomenologie 1919/1920,
Frankfurt am Main, Vittorio Klostermann, 1993.
GA 59: Phänomenologie der Anschauung und des Ausdrucks.
Theorie der philosophischen Begriffsbildung, Frankfurt am
Main, Vittorio Klostermann, 1993.
180 • Artefacto, obra y discurso
§ 1.
En el comienzo de las Untersuchungen zu einer hermeneutis-
chen Logik, Hans Lipps analiza la afirmación de Aristóte-
les en el Peri Hermenéias sobre el carácter significativo del
lógos. De acuerdo con la traducción propuesta por Tren-
delenburg, “semántikos” significa “Bezeichnung”, “indicación”.
De allí infiere Lipps que la condición significativa del lógos
tiene un sentido apofántico: algo se muestra desde sí mismo
(Lipps, 1976: 8). Que lo propio del lógos hermenéutico sea
la significación da lugar para preguntarse si la lógica herme-
néutica puede ser considerada una semántica. Intentaré dar
una respuesta a este interrogante desde el pensamiento de
M. Heidegger. La semántica filosófica clásica versa sobre la
relación que se puede establecer entre determinadas estruc-
turas lingüísticas, a saber, los enunciados, y el mundo con-
cebido como una diversidad de entidades que comparecen
ante nosotros. Una semántica de este tipo que se preocupa
por la correlación veritativa entre lenguaje y objetos ocupa
un lugar secundario dentro del pensamiento de Heidegger.
La razón fundamental está en el concepto de mundo. Para
Heidegger uno de los sentidos del término “mundo” expresa
el punto de vista de la semántica filosófica. El mundo como
una totalidad de entes que nos enfrentan da cuenta de una
primera aproximación a este concepto. Esta primera apro-
ximación tiene un sentido prefenomenológico. El sentido
1. CONICET, UBA
183
184 • Artefacto, obra y discurso
§ 2.
En sus trabajos sobre lógica hermenéutica, Bollnow desa-
rrolló una línea de investigación que pone de relieve un
aspecto muy interesante y fructífero de los temas clásicos de
esta disciplina. La lógica hermenéutica no sólo es el intento
de mostrar cómo la lógica se deriva del lógos inmanente
de la vida, sino también y fundamentalmente es el intento
de localizar la primera articulación significativa concebida
como la relación entre fuerza (Kraft) y significado (Bedeu-
186 • Artefacto, obra y discurso
§ 3.
La tesis de Bollnow afirma que desde Dilthey hasta Ricœur
la primera articulación de la significación surge cuando se
190 • Artefacto, obra y discurso
Referencias
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Obra de arte y artefacto desde el
concepto de correalidad de Max Bense.
Una aproximación crítica
Romina Conti1
1. CONICET, AAdIE·BA/UNMdP
2. El esquema discursivo de la acción, que se presenta como un a priori, incluye
una interpretación del ser del hombre, en cuanto que lo que lo define es la
praxis y una concepción del lenguaje en la que se define por referencia al
marco de la acción humana.
3. Max Bense nació en Estrasburgo en 1910 y falleció en 1990. Fue matemático
y físico además de filósofo, se doctoró en Bonn, con una tesis dirigida por
Oskar Becker sobre mecánica cuántica y relatividad (1937). En 1967 fundó la
revista Semiosis, de la que fue su editor. A nuestro idioma han sido traducidas
las siguientes obras: Estética. Consideraciones metafísicas sobre lo bello, Buenos
Aires, Nueva Visión, 1957; Hegel y Kierkegaard, México, UNAM, 1969; Estética
de la información, Madrid, Alberto Corazón, 1972; y La semiótica: guía alfabética,
Barcelona, Anagrama, 1975. Su preocupación estética, que comienza a desarro-
llar en la obra que trabajamos aquí, lo llevará a adoptar luego la intención de
establecer una proximidad entre estética y ciencia basándose en cierta matema-
193
194 • Artefacto, obra y discurso
6. Pese a que no sea posible abordarlo aquí, vale señalar que para el autor
aquello que denomina “aparecer” es un elemento constitutivo de todas las
204 • Artefacto, obra y discurso
Referencias
Bense, M. (1957), Estética. Consideraciones Metafísicas sobre lo
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Lipps, T. (1924), Los fundamentos de la estética, Madrid, Jorro.
Seel, M. (2010), Estética del aparecer, Buenos Aires, Katz.
Notas acerca de la relación teoría-praxis
en la filosofía del primer Heidegger
Luciano Mascaró1
1. Introducción
Tomando como punto de partida la filosofía heideggeriana
de los veinte, este trabajo examinará una serie de reflexio-
nes en torno a la posible articulación del comportamiento
contemplativo, que hace del ente aquello que sólo está-ahí
ante los ojos, y la conducta pragmática de la ocupación, que
caracteriza a la cotidianidad; es decir, se analizará la rela-
ción teoría-praxis tal como fuera expuesta desde un punto
de vista existencial. Se investigará el carácter derivado de la
actitud contemplativa y la posibilidad de su surgimiento a
partir del trato ocupacional. En este marco, se propondrá
la problemática convivencia de dos sentidos del término
“teoría” y se caracterizará el surgimiento de la actitud cien-
tífica como un proceso de autonomización de la mirada
dirigida al ente.
1. CONICET, ANCBA
207
208 • Artefacto, obra y discurso
Referencias
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heorie, Bonn, Bouvier.
Notas acerca de la relación teoría-praxis • 221
ISBN 978-987-723-016-1
Introducción 9
Adrián Bertorello y Diego Parente
7
La lógica hermenéutica del esquematismo 117
narrativo
Leandro Catoggio
La constitución lingüística de la agencia. 127
Acerca de la estructura interna de las acciones
desde un punto de vista pragmático
trascendental
Leandro Paolicchi
La producción del reconocimiento mutuo 141
Gustavo Salerno
8
Introducción
Adrián Bertorello y Diego Parente
1. El grupo está conformado por Catalina Barrio, Leticia Basso, Leandro Catog-
gio, Romina Conti, Andrés Crelier, Luciano Mascaró, Leandro Paolicchi y
Gustavo Salerno.
9
10 • Artefacto, obra y discurso
§ 1 La lógica hermenéutica
La lógica hermenéutica es una corriente de pensamiento
que está vinculada a lo que Otto Bollnow denomina “la
lógica de Göttinger” (Cfr. Bollnow, 1964: 23). Agrupa a tres
filósofos de la Universidad de Göttingen que en la prime-
ra mitad del siglo XX, antes de la Segunda Guerra Mun-
dial, desarrollaron un programa de investigación sobre los
vínculos entre las estructuras lógicas y la vida. Sus nombres
son: Georg Misch (1878-1965), Hans Lipps (1889-1941) y
Joseph König (1893-1974).
Si bien suele pensarse que la primera mención del tér-
mino “lógica hermenéutica” aparece en el libro de Georg
Misch Die Lebensphilosophie und die Phänomenologie del año
1931, se puede constatar ya una referencia a esta expresión
en el libro del filósofo ruso Gustav Spet Die Geschichte als
Problem der Logik de 1916. Spet elabora una concepción del
lógos que toma como punto de partida las Logische Untersu-
chungen de Husserl y la filosofía de la vida de Dilthey (Cfr.
Kühne-Bertram, 1993: 286-287). Esta primera referencia ya
muestra las dos tradiciones filosóficas a partir de las cuales
se forma la lógica hermenéutica. Por un lado, Misch toma
como punto de partida la filosofía de Dilthey y como con-
trapunto de su exposición discute con la fenomenología de
Husserl y de Heidegger. Por otro lado, Hans Lipps y Joseph
König desarrollan una concepción hermenéutica del lógos
que está muy cerca de los conceptos centrales del filósofo
de Messkirch y, al mismo tiempo, continúan con ciertas
temáticas de Misch.
A pesar de los matices y de las diferencias que hay
entre ellos, se puede afirmar que el común denominador del
programa de una lógica hermenéutica no consiste en algo
así como una renovación de la lógica formal a partir de la
introducción de los métodos hermenéuticos de interpreta-
ción. La reflexión sobre el lógos tiene más bien la intención
de situarse en el plano de la lógica trascendental kantiana
(Cfr. Kühne-Bertram, 1993: 284). De lo que se trata es de
Introducción • 11
3. Ricœur habla de una transformación de las seis funciones del lenguaje cuando
se pasa del discurso a la escritura. Su tesis implica a) oponer el discurso oral al
escrito y b) la transformación total de las seis funciones cuando se pasa de un
discurso al otro (Cfr. Ricœur, 1998: 39-50; 2001: 170-175). Nuestra distinción
no toma en cuenta la distinción entre texto escrito y discurso oral porque cree-
mos que hay casos de textos escritos que funcionan semánticamente de acuerdo
a las funciones comunicativa y referencial (carteles, señalizaciones, instruccio-
nes, recetas, manuales de uso, etc.). Ciertamente que hay una transformación
de todas las funciones del lenguaje, pero cuando un mensaje (oral, escrito, o en
otro soporte material significante) asume la función poética.
16 • Artefacto, obra y discurso
§ 3 El libro
El libro está dividido en cuatro partes. La primera se titula
“La lógica hermenéutica como problema”. Consta de dos
textos en los que se exponen los problemas metateóricos
de la lógica hermenéutica. En ellos se discute el proyecto
filosófico mismo. Ramón Rodríguez pone en tela de juicio
la viabilidad de este proyecto. Roberto Walton expone las
continuidades y las diferencias entre la lógica trascendental
prehemenéutica de E. Husserl, la lógica trascendental intra-
hermenéutica de P. Ricœur y la lógica hermenéutica para-
trascendental de M. Heidegger. La segunda parte lleva por
título “El lógos hermenéutico en diálogo con la pragmática
trascendental”. Recoge tres trabajos: uno de Andrés Crelier,
otro de Diego Parente y otro de Andrés Vaccari sobre la
filosofía de la técnica. El tema que unifica las tres perspec-
tivas corresponde a uno de los aspectos de la estructura
semántica de la acción, a saber, el problema de la autoría
del artefacto. La tercera parte tiene el título de “El lógos
hermenéutico en diálogo con la pragmática trascendental”.
Consta de cuatro trabajos: uno de Catalina Barrio, otro
de Leandro Catoggio, otro de Leandro Paolicchi y otro de
18 • Artefacto, obra y discurso
Referencias
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I. La lógica hermenéutica como
problema
El programa de una lógica
hermenéutica: Heidegger y la Escuela
de Dilthey
Ramón Rodríguez1
21
22 • Artefacto, obra y discurso
sin duda, Der Aufbau der Logik auf dem Boden der Philosop-
hie des Lebens, un curso que Georg Misch dio cuatro veces
entre los años 1928 y 1934. Publicado en 1994, supone una
buena base para saber qué pretenden y a qué apuntan las
indagaciones lógicas de la filosofía de la vida diltheyana, esa
corriente genuinamente hermenéutica que ha sido clara-
mente preterida por la historia en favor del giro ontológico
de la hermenéutica de Heidegger y Gadamer.
Como su nombre indica, el propósito de Misch es cla-
ro: ensayar una construcción o, mejor, reconstrucción de
la lógica sobre la base de la filosofía de la vida. Lo cual
significa dos cosas: que se trata de un intento de asistir cog-
noscitivamente a la emergencia y al desarrollo de las formas
lógicas a partir de un origen y que ese origen o fundamento
es concebido de acuerdo con las pautas del pensamiento de
Dilthey. Lo primero sitúa decididamente estas investigacio-
nes lógicas en el terreno de la génesis: no son las estructuras
lógicas lo que es tematizado, sino su generación a partir
de momentos que deben entenderse como prelógicos, en el
sentido de que, siendo ajenos a la lógica formal, contienen
sin embargo in nuce la forma lógica. Lo segundo implica que
esta visión germinal de lo lógico toma como punto de par-
tida la “conexión entre expresión y significación” que se da
en todas las formas de vida, herencia claramente diltheyana.
Éste es el punto genuinamente lebensphilosophisch: las cate-
gorías de expresión y significación son elementales y uni-
versales, de manera que toda forma de vida, desde la ameba
hasta el hombre, engendra por sí misma expresiones que
significan. Sólo en el hombre ciertamente se da el discurso,
del que proviene la lógica, pero la expresión es común e
impide trazar un abismo (Kluft) entre el hombre y el animal
(77). Hay que resaltar que este anclaje en la expresión Misch
lo justifica por su carácter universal: si la lógica es la ciencia
de validez universal por antonomasia, su origen ha de tener
el mismo rango universal (53-54) y eso sólo lo encontra-
24 • Artefacto, obra y discurso
4. Es el caso, por ejemplo, del puro sonido “brrr” que emitimos a veces como
expresión de sentir frío.
26 • Artefacto, obra y discurso
9. Como es bien sabido, Heidegger toma como marco para explicar el carácter
propio de la indicación formal la distinción husserliana entre formalización y
generalización (cfr. GA, 60: 57-62). Su adecuada comprensión exige un trata-
miento mucho más largo del que puede permitirse este artículo. Me remito por
ello a mi libro Rodríguez, 1997: 162-169, así como al artículo Rodríguez, 2012.
36 • Artefacto, obra y discurso
Referencias
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Weltanschaungen. GA 9
— (1922), Einleitung in die Phänomenologie der Religion. GA 60
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— (1928), Metaphysisiche Anfangsgründe der Logik im Ausgang
von Leibniz. GA 26
— (1929/1930), Grundbegriffe der Metaphysik. GA 29/30
— (1921), Phänomenologische Interpretationen zu Aristoteles.
GA, 61
Bollnow, O.-F. (1964), “Zum Begriff der hermeneutischen
Logik”, in Delius, H./Patzig, G. (Hg.), Argumentationen.
40 • Artefacto, obra y discurso
41
42 • Artefacto, obra y discurso
4. Se intenta, en relación con los escritos posteriores al giro, realizar una refle-
xión análoga a la que Ricœur realiza, respecto de Ser y tiempo, en su artículo
“¿Lógica hermenéutica?”. Según Ricœur, a pesar de su motivación antiepiste-
mológica y antilógica, la hermenéutica radicalizada de Ser y tiempo no escapa
a una reflexión de tipo gnoseológico porque tiene que indagar las condicio-
nes de posibilidad del discurso hermenéutico. Se trata de una reflexión de
segundo grado que sólo está débilmente elaborada y que se advierte en la
consideración de un nuevo tipo de verdad previo a la verdad proposicional,
en la distinción entre categorías y existenciales, y en la derivación de la pro-
blemática de las ciencias históricas a partir de la ontología de la historicidad.
En estos análisis aflora la cuestión kantiana de las condiciones de posibilidad
(cfr. Ricœur, 2010: 125-133).
Lógica hermenéutica y lógica trascendental • 57
4. Conclusión
Mientras que la lógica trascendental prehermenéutica se
asocia con la referencia intencional como núcleo de la
dimensión trascendental, la lógica trascendental intraher-
menéutica se instala en el terreno de la redescripción o
refiguración de la referencia, y la lógica hermenéutica para-
trascendental se ocupa de señas que se sustraen a la refe-
rencia. Frente a estas diferencias, hay que señalar, por un
lado, que la redescripción o refiguración no deja de estar
asociada, como operación de la imaginación productiva, a
un análisis trascendental y, por el otro, que el intento de
escapar a la referencia encuentra dificultades en razón de
una persistencia de la relación sujeto-objeto. Inversamente,
el análisis fenomenológico-trascendental se ve enriquecido,
por un lado, con la explicitación del poder constituyente y
refigurante de la imaginación y, por el otro, con el análisis
de las dimensiones latentes del mundo.
4.1. Ricœur conecta lo trascendental con la imagina-
ción productiva y presenta un análisis de la imaginación
según dos ejes. Por el lado del objeto –eje noemático–, la
oposición va de la presencia a la ausencia, es decir, de la
imagen como huella de la percepción en la imaginación
reproductiva a la imagen de ficción que diverge de lo pre-
sente en la imaginación productiva. Por el lado del sujeto
–eje noético–, la oposición va de la conciencia fascinada a
la conciencia crítica (cfr. Ricœur, 1986: 215 s.). Los diversos
tipos de imaginación que están en juego deberían ser en su
totalidad, desde una perspectiva husserliana y de acuerdo
con la terminología noético-noemática utilizada, tema de
un análisis trascendental. Ricœur lo afirma explícitamente
Lógica hermenéutica y lógica trascendental • 63
Referencias
Dilthey, W. (1979), Der Aufbau der geschichtlichen Welt in den
Geisteswissenschaften, Gesammelte Schriften, VII, Stuttgart,
B. G. Teubner/Göttingen, Vandenhoeck & Ruprecht.
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C. B. Mohr (Paul Siebeck).
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Gesamtausgabe 39, Frankfurt am Main, V. Klostermann.
— (1982), Hölderlins Hymne „Andenken“, Gesamtausgabe, 52,
Frankfurt am Main, V. Klostermann.
— (1983), Aus der Erfahrung des Denkens 1910-1976, Gesam-
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— (1985), Unterwegs zur Sprache (1950-1959), Gesamtausgabe,
12, Frankfurt am Main, V. Klostermann.
— (1989), Beiträge zur Philosophie (Vom Ereignis) (1936-1938),
Gesamtausgabe, 65, Frankfurt am Main, V. Klostermann.
71
72 • Artefacto, obra y discurso
IV. Conclusiones
Es necesario pensar la autoría para comprender el fenó-
meno de la tecnicidad humana. Sin una noción de autor,
estos fenómenos se nos escapan a la comprensión desde
diferentes puntos de vista metodológicos, epistemológicos
y ontológicos. En lugar de proponer una única noción de
autor y someterla a discusión, propuse dos nociones un
tanto diferentes. La primera de ellas admite que el autor de
un ítem técnico pueda no ser ni individual, ni consciente,
ni intencional, lo cual permite entender fenómenos don-
de cabe de todos modos atribuir un “quién” a la creación
técnica. El problema es que en algunos casos esta última
se confunde con la mera efectividad causal, como sucede
con el ejemplo paradigmático de las sendas abiertas en un
bosque.
La segunda de las nociones propuestas supone, por
su parte, que un autor ha producido intencionalmente la
entidad técnica, acercándose con ello a nuestras intuicio-
nes corrientes acerca de los artefactos. Pero deja sin expli-
car diversos fenómenos de autoría no intencional, como el
recién mencionado o el de los bioartefactos.
Si bien ninguna de estas nociones carece por sí sola
de inconvenientes explicativos, una teoría pluralista de la
82 • Artefacto, obra y discurso
I. Introducción
Hay cierto consenso en el debate contemporáneo en filoso-
fía de la técnica a la hora de considerar los artefactos como
productos intencionales (intended products) de la actividad
humana. En este sentido se ha señalado insistentemente
que ellos constituyen objetos dependientes de intención
(intention dependent). Esta caracterización ha puesto en un
segundo plano las condiciones causales y materiales que
intervienen en la emergencia de todo producto técnico ade-
más de las destrezas de los agentes involucrados en su pro-
ducción. El presente trabajo pretende explorar las razones
de esta focalización de los modelos intencionalistas en la
dependencia conceptual a fin de analizar algunas de sus
aporías fundamentales.
1. CONICET.
83
84 • Artefacto, obra y discurso
Referencias
Baker, L. (2007), The metaphysics of everyday life. An essay
in practical realism, Nueva York, Cambridge University
Press.
Hilpinen, R. (1993), “Authors and Artifacts”, Proceedings of
the Aristotelian Society, 93, pp. 155-178.
— (1992), “On Artifacts and Works of Art”, Theoria, 58
(1), pp. 58-82.
Intenciones, materialidad y autoría • 93
95
96 • Artefacto, obra y discurso
2. “Artifacts are objects intentionally made to serve a given purpose” (Baker, 2004: 99);
“An artifact may be defined as an object that has been intentionally made or produced
for a certain purpose” (Hilpinen, 2004); “it seems part of the very idea of an artifact
that it must be the product of human intentions” (Thomasson, 2007: 52); “Artifacts,
whatever exactly they are, belong to a genus of artificial entities. These are entities that
are, in some sense, made —they are products of intentional behavior” (Dipert, 1995).
98 • Artefacto, obra y discurso
3. “Las artes que dominan la materia y la conocen son dos: unas consisten en
saber hacer uso de las cosas, y otras, que pertenecen a las artes productivas, son
las arquitectónicas. El arte de hacer uso de las cosas es de algún modo tam-
bién arquitectónico, aunque ambas se diferencian por el hecho de que las artes
arquitectónicas conocen la forma, mientras que las artes productivas conocen la
materia. El timonel, por ejemplo, conoce y prescribe cuál ha de ser la forma que
el timón tiene que tener; el otro, en cambio, sabe con qué madera y mediante
qué movimientos el timón puede operar.”
La ontología de la autoría en el contexto de la tecnología • 99
Referencias
Aristóteles (1995), Física, Barcelona, Planeta de Agostini.
Baker, L. R. (2004), “The ontology of artifacts”, Philosophical
Explorations, 7 (2), pp. 99–111.
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logy, Chicago, University of Chicago Press.
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Systems Theory, Complexity, and the Human Sciences), Nueva
York, Hampton Press.
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Dipert, R. (1995), “Some issues in the theory of artifacts:
defining ‘artifact’ and related notions”, The Monist, 78 (2),
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Latour, B. (2005), Reassembling the Social: An Introduction to
Actor-Network-Theory, Oxford, Oxford UP.
Law, J. y Hassard, J. (eds.) (1999), Actor Network Theory
and After, Oxford y Keele, Blackwell and the Sociologi-
cal Review.
106 • Artefacto, obra y discurso
I. Introducción
El presente trabajo pretende mostrar que el sujeto político
en Arendt se define a partir de su dimensión narrativa.
Por narratividad se entiende la afirmación de una iden-
tidad autorial y la presencia del autor como función del
discurso histórico. En este sentido, se indagará sobre la
función-autor que determina al sujeto condicionado por la
narración. “El sujeto como texto” permite entonces preci-
sar, a partir de algunas lecturas políticas francesas como las
de Louis Marin y de Roger Chartier, la categoría narrati-
va como propia de la identidad o ipseidad (en términos de
Ricœur) en la constitución del sujeto plural. La dimensión
narrativa entendida como obra del sujeto denota la dis-
tancia entre lo visible y los textos (Marin, 1993: 18). Esta
distancia aparece en Arendt como lo visible y lo significado.
El significado presenta y representa al sujeto reflexivo y
enunciativo. La tesis de este trabajo sostiene que es posible
pensar la visibilidad del sujeto político a partir de esta cate-
goría enunciativa (o narrativa) determinante que parte de la
acción política tal como la comprende Arendt.
Demostrar esta tesis en la autora supone manifestar
lo que se entiende por visibilidad e invisibilidad respecto
al sentido de lo enunciado. Por invisible se entiende que
algo pueda existir sin manifestarse a la vista (Arendt, 2002:
1. CONICET, UNMdP.
109
110 • Artefacto, obra y discurso
IV. Conclusión
Cerraré el trabajo con una cita de R. Chartier que me
parece significativa en lo que respecta a la lógica de la
producción en Arendt. La cita es la siguiente:
Referencias
Arendt, H. (2002), La vida del espíritu, Buenos Aires, Paidós.
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del mal, Barcelona, Lumen.
Chartier, R. (2000), Entre poder y placer, Madrid, Cátedra.
Marin, L. (1993), Des pouvoirs de l’image, París, Seuil.
Merleau-Ponty, M. (2010), Lo visible y lo invisible, Buenos
Aires, Nueva Visión.
White, H. (2011), La ficción de la narrativa, Buenos Aires,
Eterna Cadencia.
La lógica hermenéutica del
esquematismo narrativo
Leandro Catoggio1
1.
En la conferencia “¿Lógica hermenéutica?” (2010: 123-196),
Ricœur manifiesta que la cuestión que se propone con este
concepto es la de averiguar cuáles son las condiciones de
posibilidad del discurso hermenéutico. Esta consideración,
que parte de Lipps y se vincula con el giro ontológico de
la hermenéutica efectuado por Heidegger y Gadamer, es
retomada por Ricœur con la intención de plantear su esta-
tuto reflexivo-crítico. Así, en el desarrollo de la conferencia,
el hermeneuta francés recapitula las críticas dirigidas por
Habermas y Apel al posicionamiento gadameriano evaluan-
do el modo en que la lógica hermenéutica debe responder
a tal desafío. Todo parece quedar resumido en el siguiente
cuestionamiento: si toda comprensión es mediada histó-
ricamente, entonces, ¿se puede decir que la reflexión de
la hermenéutica sobre ella misma también lo es?2 Ricœur
evalúa dos posibles respuestas. La primera dirigida por la
imagen gadameriana, o cierta imagen al menos, que argu-
mentaría a favor de una mediación total que lleva a pensar
la propia finitud de modo radical entendiendo la reflexión
dentro del paradigma epocal en que se inserta el discurso.
En este caso, para Ricœur, la hermenéutica se mantiene fiel
a su tesis de base pero excluye toda cientificidad, es decir,
todo posicionamiento objetivo de conocimiento posible. La
1. CONICET, UNMdP.
2. “Si toute compréhension est historiquement médiatisée, faut-il dire que la réflexion
de l’herméneutique sur elle-même l’est aussi?” (Ricœur, 2010: 195).
117
118 • Artefacto, obra y discurso
2.
Dije que la conferencia no presenta hacia el final un argu-
mento que termine por zanjar la aporía entre las dos pos-
turas; sin embargo, en el desarrollo del texto, Ricœur pre-
senta una caracterización de la réplica hermenéutica, más
precisamente gadameriana, a las críticas de Habermas, en
la que deja aparecer en parte su propia posición frente al
problema. Ante el reparo al carácter universal de la her-
menéutica, el hermeneuta francés apela a tres puntos. El
primero concierne al nivel formal con el que se argumenta
la universalidad de la hermenéutica. Esto se entiende por
el perfil atópico que la hermenéutica comparte con la retó-
rica en cuanto a su ilimitado campo de acción frente a la
limitación de la reflexión crítica que parte de las ciencias
sociales. Es verdad que Wahrheit und Methode se apoya y
parte desde la experiencia de la obra de arte y la experiencia
de la historia pero esto no significa que sea reducible a estos
dos ámbitos de trabajo. Es sobre todo el tercer espacio de la
experiencia hermenéutica elucidado por Gadamer, la expe-
riencia del lenguaje, el que muestra la amplitud de la empre-
La lógica hermenéutica del esquematismo narrativo • 119
5. “Or, où ce règne de la chose dite sur les interlocuteurs est-il plus apparent que lorsque
la Sprachlichkeit devient Schriftlichkeit, autrement dit lorsque la médiation par le
langage devient médiation par le texte?” (1986: 100).
6. “Ma propre réflexion procède d’un refus de cette alternative et d’une tentative pour
la dépasser” (1986: 101).
122 • Artefacto, obra y discurso
7. “Theoria ist wirkliche Teilnahme, kein Tun, sondern ein Erleiden (pathos)” (1990:
130) .
124 • Artefacto, obra y discurso
3.
En suma, como indica Jean Grondin, en el caso gada-
meriano nos encontramos más comprometidos con el
ser-afectado-por-la-historia mientras que con Ricœur nos
hallamos ante “una capacidad de iniciativa de la concien-
cia inmersa en la historia” (2009: 51). La lógica ricœuriana
que quiere contemplar la reflexión crítica entiende que la
cosa del texto no deja de ser el mundo de la obra.8 Sin
embargo el obrar es la producción discursiva en cuanto que
se codifica en géneros literarios, es un producto acabado,
poiético. Esto es lo que muestra Ricœur como el comienzo
del distanciamiento: el pasaje del decir a lo dicho o, si se
quiere, concebir el decir en lo dicho. Y esta distancia marca
también el desplazamiento con respecto al padecimiento
gadameriano de la historicidad. La apertura del decir no
trata de aprehenderse en la afección de ese acto sino en lo
que se documenta de él. Sólo hay comprensión interpreta-
tiva en la medida en que la lingüisticidad se comprende en
su uso codificado. La hermenéutica, de esta manera, tiene
su operatividad en esta esfera separada del discurso. Por eso
Ricœur explica que el discurso como obra debe entenderse
según la forma de la codificación, la forma que se aplica a
la composición misma del discurso, y esa codificación se
8. “Mais surtout l’appropriation a pour vis-à-vis ce que Gadamer appelle ‘la chose du
texte’ et que j’appelle ici ‘le monde de l’œuvre’” (1986: 116).
La lógica hermenéutica del esquematismo narrativo • 125
Referencias
Dilthey, W. (2000), Dos escritos sobre hermenéutica. El surgi-
miento de la hermenéutica y los esbozos para una crítica de la
razón histórica, Madrid, Istmo.
Gadamer, H.-G. (1990), Gesammelte Werke 1. Hermeneutik I,
Tübingen, Mohr.
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Mohr.
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gen, Mohr.
Ricœur, P. (2010), Écrits et conférences 2. Herméneutique, París,
Éditions du Seuil.
— (1986), Du texte a l’action, París, Éditions du Seuil.
La constitución lingüística de la agencia.
Acerca de la estructura interna de las
acciones desde un punto de vista
pragmático trascendental
Leandro Paolicchi1
1. CONICET, UNMdP.
2. Para una visión completa del desarrollo de la pragmática trascendental puede
verse Apel, 1973, 1976, 1998, 2001, 2002; Böhler, 1985, 1986, 1997, 2003;
Kuhlmann, 1985, 1992.
3. Cfr. Böhler, 2004: 111.
127
128 • Artefacto, obra y discurso
Pues bien, bajo ese punto de vista puede decirse que quien
se propone podar un árbol que se encuentra en el frente de
su casa eleva, primero, una pretensión de verdad. En efecto,
con su acción de poda el individuo afirma, por ejemplo, que
existe verdaderamente en el mundo un árbol al que podar, que
él tiene una casa con un árbol en el frente o que posee los
elementos necesarios para llevar a cabo su actividad.
Pero no sólo es posible reconstruir una pretensión de
verdad en su acción sino también una pretensión de correc-
ción normativa. Así, el sujeto que se propone podar su árbol
presupone que su acción se adapta a los códigos municipa-
les de poda o a los códigos de convivencia entre vecinos. Esa
persona poda un árbol que le pertenece a él (no a su vecino),
realiza dicha acción en el momento del año autorizado para
ello y la efectúa pues puede hacerlo y no corresponde a la
jurisdicción municipal hacer dicha tarea, por ejemplo. El
sujeto realiza una acción que se adapta a la normativa en el
marco de la cual es llevada a cabo.
Lo mismo puede decirse de la última pretensión men-
cionada, es decir, de la pretensión de sinceridad. Con su
acción el sujeto afirma verdaderamente su intención de
podar el árbol y no representa esa actividad una excusa para
controlar las actividades de sus vecinos, no asistir al trabajo
o escapar de alguna responsabilidad que tuviera en el marco
de su familia. El sujeto pretende verdaderamente realizar esa
acción y no otra cualquiera. Entonces, como puede verse
a través del ejemplo, las pretensiones de validez no sólo
es posible reconstruirlas en las acciones lingüísticas sino
también en las acciones en principio no lingüísticas.
9. Cfr. Böhler, 1985: 278. Véase también Kuhlmann, 1985: cap. IV.
10. Para un análisis más detallado de la predicación y su función para identificar
y diferenciar acciones (y en última instancia como génesis de las mismas),
véase Tugendhat, 1976.
134 • Artefacto, obra y discurso
Referencias
Apel, K.-O. (1973), Transformation der Philosophie, Frankfurt
am Main, Suhrkamp, II Bde.
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Suhrkamp.
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dentalpragmatischen Diskursethik auf einem intellektua-
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zit einer reflexionstheorie in der Philosophie der Gegen-
wart”, en Burckhart, H. y Gronke, H. (eds.), Philosophieren
La constitución lingüística de la agencia • 139
I.
La praxis del reconocimiento mutuo reconstruye la lógica
hermenéutica como lógica ontogenética: por medio de ésta
se muestra que tanto la mismidad como la alteridad se cons-
tituyen de acuerdo con intercambios conflictivos y polisé-
micos. Aquí “constitución” debe comprenderse en el sentido
de un “llegar a ser” transindividual, por lo que “ser” con
otros es tanto una condición presupuesta por nuestra exis-
tencia como un resultado o un producto de ésta. El ejemplo
paradigmático de dicha lógica lo ofrece el estudio de la
lucha a muerte por el reconocimiento (Kampf um Anerken-
nung) en la formulación que de él realiza Hegel en Phänome-
nologie des Geistes (1970 [2009]). Allí “ser” equivale a la máxi-
ma universalidad, abstracción e inmediatez. Su concreción,
su determinación y su mediación remiten a un lógos herme-
néutico que declina el verbo infinitivo “ser” en un gerundio:
“siendo”. Y esto que se halla en curso no es una realización
1. CONICET, UNMdP.
141
142 • Artefacto, obra y discurso
II.
La poiesis del reconocimiento está inscripta en una lógica
complementaria a la de la praxis, a saber: la lógica de la pro-
ducción. Esta complementariedad está justificada genética-
mente, pues poiesis no significó originariamente “sublima-
ción” artística o “representación” poética, en ambos casos
en rechazo de la acción, sino precisamente un “hacer” en
sentido material y concreto. En efecto, este sentido es el
que puede recogerse en el uso de poiesis realizado por
Homero –quien se refiere a la fabricación y edificación–,
por Hesíodo –quien alude al traer a la existencia, al crear–
o por Heráclito –quien reconstruye con ese término todo
el obrar humano despierto– (Lledó, 1961: 15 y ss.). Ahora
bien, esta correspondencia entre poiesis y praxis no impide
una distinción analítica entre ellos.
El presupuesto fundamental de la lógica de la produc-
ción se condensa en la siguiente tesis: “ser es ser producido”
(Hergestelltsein). Para arribar a ella, Heidegger reconstruye la
concepción del ser presente en Aristóteles de este modo:
4. El subrayado me pertenece.
5. Sería propicio ingresar aquí una doble digresión que conecte la dificultad
señalada con los aportes de la hermenéutica de Gadamer y la filosofía de Ben-
jamin. De acuerdo al primero, se trataría de recuperar la dialéctica pregunta-
La producción del reconocimiento mutuo • 153
6. “Para que la historia no sea un juego de títeres tiene que ser historia de
procesos anímicos y todos los acontecimientos exteriores que relata no son más
que puentes tendidos entre impulsos y actos volitivos por un parte, y por otra,
reflejos sentimentales provocados por aquellos sucesos exteriores” (Simmel,
1950: 13). “Sea cual fuere el acontecer externo que designemos con el nombre
de social, sería para nosotros un juego de marionetas no más comprensible ni
significativo que la confusión de las nubes o el entrecruzamiento de las ramas
del árbol, si no reconociésemos que los sujetos de aquellas exterioridades, lo
más esencial de ellas, lo único interesante para nosotros, son motivaciones,
pensamientos, necesidades del alma” (Simmel, 1986 I: 31-32).
La producción del reconocimiento mutuo • 155
Referencias
Bauman, Z. (2007), La hermenéutica y las ciencias sociales,
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IV. El sentido hermenéutico del
lógos y la obra de arte
Indicios de una dualidad del a priori en
la obra del joven Heidegger
(1919-1923)
Leticia Basso Monteverde1
159
160 • Artefacto, obra y discurso
aquello que nos antecede y que determina nuestra experiencia. El término Vor-
griff literalmente da cuenta de ello.
5. Para un análisis de la noción de sentido en el joven Heidegger, véase el estudio
de Ramón Rodríguez, 2011.
6. También debemos aclarar que Heidegger entiende originariamente lo “his-
tórico”: 1) en el sentido de Geschehen como acontecer, acaecer o suceder, que
distingue a través de la comprensión de la historia como Geschichte de la histo-
riografía como Historie y 2) como “lo trasmitido en cuanto tal [geschichtliche], sea
ello reconocido en un saber histórico, sea tan sólo recibido como cosa obvia,
oculta en su procedencia.” (SZ: 379/395). Esta segunda acepción es la que en
este trabajo destacaremos. Lentamente, a lo largo de los cursos de la década
de 1920, se irá conformando la noción de lo histórico, adquiriendo un sentido
fundamental en la vivencia, en la constitución ontológica del Dasein y en la
reflexión acerca del despliegue del ser.
162 • Artefacto, obra y discurso
9. Stefano Cazzaneli explica muy bien el sentido del “Es gibt” en contraste
con el pensamiento neokantiano: “El camino de abandono del teoreticismo
neokantiano hacia la fenomenología coincide con un camino de reducción del
mundo fenomenológico a la pura donación, al simple ser-dado. Este es gibt
es la puerta de entrada para lo que tanto los neokantianos como Heidegger/
Lask/Husserl llaman vor-theoretische. Sin embargo mientras para los primeros
esta esfera originaria de la donación preteórica es algo mudo, opaco, del que
nada se puede afirmar (y del que sólo se deduce su existencia), para los segun-
dos ella coincide con el primer resplandor del significado, posee de por sí un
sentido […] El momento de lo originario no es un noúmeno desconocido o
un factum bruto, sino un primer compromiso significativo entre la conciencia
y el mundo” (2010: 14).
164 • Artefacto, obra y discurso
10. Tal como aclara Adrián Bertorello en su libro El límite del lenguaje. La
filosofía de Heidegger como teoría de la enunciación, Heidegger usa ciertos términos
para diferenciarse de la filosofía moderna. Por eso propone la denominación:
historisches ich (yo histórico). “De esta manera, el ‘sí mismo’ debe ser atribuido
a un sujeto histórico y singular que obra aquí y ahora. Esta condición situada
y fáctica del ‘yo’ expresa lo peculiar y distintivo de la vida humana, a saber, su
facticidad. Heidegger a lo largo de estos textos busca un concepto que exprese
Indicios de una dualidad del a priori • 165
esta peculiaridad de la vida humana. Toda este esfuerzo culmina con la acuña-
ción terminológica del Dasein” (Bertorello, 2008: 94-95).
11. En el curso del Kriegsnotsemester se destaca la siguiente definición: “La
vivencia no desfila delante de mí como un objeto o como una cosa que yo
coloco ahí, sino que yo mismo me la a-propio, y ella se a-propia de sí misma
según su esencia. En el momento que comprendo la vivencia de esta manera,
dejo de comprenderla como un proceso, una cosa o un objeto para pasar a
comprenderla como algo completamente nuevo, como una apropiación (Ereig-
nis)” (GA 56/57: 75/91).
166 • Artefacto, obra y discurso
12. Para Heidegger: “Esto auténticamente propio sólo puede ser entendido
como la estructura previa de la propia existencia que tiene lugar en una apro-
piación de sí misma en la respectiva facticidad de la vida, como la estructura
previa del descubrir y el mantener abierto el concreto horizonte de expectati-
vas, marcado por la preocupación y ansiedad, que constituye todo contexto de
cumplimiento activo en cuanto tal” (GA 9: 22/31).
Indicios de una dualidad del a priori • 167
13. Es importante indicar que dentro de este proceso que describe la actitud del
Dasein con lo dado en la constitución del sentido, el Vollzugssin es un elemento
fundamental en la teoría de Heidegger. Adrián Bertorello sostiene que en los
cursos del filósofo de este período éste tiene una connotación fáctica e histórica
pero que en Sein und Zeit esta noción –que marca el sentido de los existenciales–
adquiere meramente un carácter formal.
14. Heidegger introduce dos términos para referirse a la constitución: Ver-
fassung y Konstitution.
168 • Artefacto, obra y discurso
16. Aunque en el caso particular de Emil Lask se puede decir que ha sido
una gran influencia de Heidegger. Según Alejandro Vigo, “hay que tener en
cuenta que Lask desarrolla en sus libros más importantes, ‘Doctrinas de las
categorías’ y ‘Doctrina del juicio’, una ontología que se caracteriza como hyle-
morfismo trascendental. Lask intenta pensar la constitución originaria del sentido
en el nivel de la experiencia antepredicativa con un modelo trascendentalis-
ta, basado en la distinción forma (categorial) y material (sensible), que posee
una orientación más aristotélica que kantiana, en la medida en que enfatiza
fuertemente el papel determinante que desempeña el material respecto de la
forma” (Vigo, 2008: 123). Dejamos para otra investigación las relaciones entre
Heidegger y Lask que muy bien desarrolla Vigo, entre otros estudiosos de la
obra del primer Heidegger.
17. García Gómez-Heras dice que: “El apriori descubierto por Husserl en la
intuición categorial y por Heidegger en la intuición originaria, no coinciden, sin
embargo, ni en la calidad ontológica ni en funciones. El ‘mundo de la vida’ de la
conciencia del primero es fundamentalmente un apriori epistemológico, cuya
comprensión genera la lógica trascendental en la que Husserl hizo consistir su
fenomenología. El ‘ser en el mundo’ heideggeriano, quiere ser, por el contrario,
Indicios de una dualidad del a priori • 173
18. Heidegger explica que en esta instancia no sucede algo así como que los
objetos se presenten desnudos, en un estado natural, y que luego se les añada un
valor. Valor y significatividad no son lo mismo. El valor se determina luego de
una objetivación teórica y, por el contrario, el aspecto significativo de los obje-
tos se encuentra desde el comienzo en la vivencia, tal como explica Heidegger
con la noción de Umwelterlebnis.
176 • Artefacto, obra y discurso
19. Thomas Sheehan presenta en su artículo “Facticity and Ereignis” (2011: 42-68) una
tesis arriesgada que entre líneas presenta grandes similitudes con nuestra mirada. El
autor sostiene, sin empaparse demasiado del lenguaje heideggeriano, que tanto en la
fenomenología como en el caso particular de Heidegger el Sein/Seyn se reduce al sen-
tido. Para Sheehan cada vez que Heidegger se refiere, sea en los años veinte como en
los treinta, al ser está queriendo explicar la develación del sentido. De este modo, a lo
largo de su pensar se describe el sentido a través: del sentido de lo significativo (Inner-
weltiches), del sentido dado como tal (Welt) y de la fuente del sentido (Ereignis). “Ereignis
y Faktizität nos hablan de lo mismo: el destino del hombre de mantener el proceso de
Indicios de una dualidad del a priori • 177
sentido dado y donado” (2011: 68). Esta lectura concuerda con el punto de apoyo de
nuestra argumentación, a saber, la idea de que para nosotros el a priori no es más que el
sentidodualdelavivenciaquesedevelaenlaconstitucióndesuestructura.
178 • Artefacto, obra y discurso
20. Como rescata Sheehan en Heidegger “Ohne Da –sinn, kein Sinn. Ohne Sinn, kein Da-
sinn” (2011: 57).
Indicios de una dualidad del a priori • 179
será necesario revisar. Más que nada esta revisión se hace con
el fin de comprender esa vertiente modal del a priori que lleva
a Heidegger a trabajar el sentido, ya no a través del concepto de
vivencia sino por medio de la constitución del Dasein.
Referencias
§ 1.
En el comienzo de las Untersuchungen zu einer hermeneutis-
chen Logik, Hans Lipps analiza la afirmación de Aristóte-
les en el Peri Hermenéias sobre el carácter significativo del
lógos. De acuerdo con la traducción propuesta por Tren-
delenburg, “semántikos” significa “Bezeichnung”, “indicación”.
De allí infiere Lipps que la condición significativa del lógos
tiene un sentido apofántico: algo se muestra desde sí mismo
(Lipps, 1976: 8). Que lo propio del lógos hermenéutico sea
la significación da lugar para preguntarse si la lógica herme-
néutica puede ser considerada una semántica. Intentaré dar
una respuesta a este interrogante desde el pensamiento de
M. Heidegger. La semántica filosófica clásica versa sobre la
relación que se puede establecer entre determinadas estruc-
turas lingüísticas, a saber, los enunciados, y el mundo con-
cebido como una diversidad de entidades que comparecen
ante nosotros. Una semántica de este tipo que se preocupa
por la correlación veritativa entre lenguaje y objetos ocupa
un lugar secundario dentro del pensamiento de Heidegger.
La razón fundamental está en el concepto de mundo. Para
Heidegger uno de los sentidos del término “mundo” expresa
el punto de vista de la semántica filosófica. El mundo como
una totalidad de entes que nos enfrentan da cuenta de una
primera aproximación a este concepto. Esta primera apro-
ximación tiene un sentido prefenomenológico. El sentido
1. CONICET, UBA.
183
184 • Artefacto, obra y discurso
§ 2.
En sus trabajos sobre lógica hermenéutica, Bollnow desa-
rrolló una línea de investigación que pone de relieve un
aspecto muy interesante y fructífero de los temas clásicos de
esta disciplina. La lógica hermenéutica no sólo es el intento
de mostrar cómo la lógica se deriva del lógos inmanente
de la vida, sino también y fundamentalmente es el intento
de localizar la primera articulación significativa concebida
como la relación entre fuerza (Kraft) y significado (Bedeu-
186 • Artefacto, obra y discurso
§ 3.
La tesis de Bollnow afirma que desde Dilthey hasta Ricœur
la primera articulación de la significación surge cuando se
190 • Artefacto, obra y discurso
Referencias
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Siglo XXI.
Obra de arte y artefacto desde el
concepto de correalidad de Max Bense.
Una aproximación crítica
Romina Conti1
1. CONICET, AAdIE·BA/UNMdP.
2. El esquema discursivo de la acción, que se presenta como un a priori, incluye
una interpretación del ser del hombre, en cuanto que lo que lo define es la
praxis y una concepción del lenguaje en la que se define por referencia al
marco de la acción humana.
3. Max Bense nació en Estrasburgo en 1910 y falleció en 1990. Fue matemático
y físico además de filósofo, se doctoró en Bonn, con una tesis dirigida por
Oskar Becker sobre mecánica cuántica y relatividad (1937). En 1967 fundó la
revista Semiosis, de la que fue su editor. A nuestro idioma han sido traducidas
las siguientes obras: Estética. Consideraciones metafísicas sobre lo bello, Buenos
Aires, Nueva Visión, 1957; Hegel y Kierkegaard, México, UNAM, 1969; Estética
de la información, Madrid, Alberto Corazón, 1972; y La semiótica: guía alfabética,
Barcelona, Anagrama, 1975. Su preocupación estética, que comienza a desarro-
llar en la obra que trabajamos aquí, lo llevará a adoptar luego la intención de
establecer una proximidad entre estética y ciencia basándose en cierta matema-
193
194 • Artefacto, obra y discurso
6. Pese a que no sea posible abordarlo aquí, vale señalar que para el autor
aquello que denomina “aparecer” es un elemento constitutivo de todas las
204 • Artefacto, obra y discurso
Referencias
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Notas acerca de la relación teoría-praxis
en la filosofía del primer Heidegger
Luciano Mascaró1
1. Introducción
Tomando como punto de partida la filosofía heideggeriana
de los veinte, este trabajo examinará una serie de reflexio-
nes en torno a la posible articulación del comportamiento
contemplativo, que hace del ente aquello que sólo está-ahí
ante los ojos, y la conducta pragmática de la ocupación, que
caracteriza a la cotidianidad; es decir, se analizará la rela-
ción teoría-praxis tal como fuera expuesta desde un punto
de vista existencial. Se investigará el carácter derivado de la
actitud contemplativa y la posibilidad de su surgimiento a
partir del trato ocupacional. En este marco, se propondrá
la problemática convivencia de dos sentidos del término
“teoría” y se caracterizará el surgimiento de la actitud cien-
tífica como un proceso de autonomización de la mirada
dirigida al ente.
1. CONICET, ANCBA.
207
208 • Artefacto, obra y discurso
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