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Alfabeto latino

El alfabeto latino, abecedario latino, alfabeto romano o abecedario romano (en latín tardío: Alfabeto latino
Abecedarium Latinum) es el sistema de escritura alfabético más usado del mundo hoy en día, con
más de 2500 millones de personas. Se compone de 27 letras principales, más ciertas
modificaciones y letras adicionales según el idioma del que se trate.

El alfabeto latino se utiliza en la mayoría de los idiomas de la Unión Europea, América, el África
subsahariana y las islas del océano Pacífico.

Entre los idiomas que lo emplean en su escritura se cuentan los siguientes:

el groenlandés el napolitano
el afrikáans
el guambiano el neerlandés Tipo Alfabeto bicameral
el aguaruna
el guaraní el noruego Idiomas
el aimara Latín y lenguas latinas
el guna el ñe'engatú
el albanés Lenguas germánicas,
el hausa el occitano
el alemán ugrofinesas, eslavas occ. y
el hawaiano el polaco
el aragonés austronésicas
el húngaro el portugués
el asturiano Mayoría de lenguas de Europa,
el indonesio el quechua
el azerí de América, de África y de
el inglés el rapanui
el catalán Oceanía
el irlandés el rumano
el checo Época Siglo VIII a.C a la actualidad
el islandés el selk'nam
el chono Antecesores Jeroglíficos egipcios
el italiano el serbio
el croata Alfabeto fenicio
el javanés el somalí
el danés
el kawésqar el suajili Alfabeto griego
el eslovaco
el kazajo el sueco Alfabeto etrusco
el esloveno
el kirguís el tagalo Alfabeto latino
el español
el latín el tahitiano
el esperanto Historia Historia del alfabeto latino
el letón el turco
el estonio Hermanos Cirílico, copto, armenio, rúnico
el lojban el turcomano
el euskera Dio lugar a Numerosos derivados
el lituano el tzeltal
el feroés
el maltés el tzotzil Dirección de izquierda a derecha
el fiyiano
el mapuche el uzbeko Letras letra latina
el finés
el malayo el vietnamita Unicode U0000 (http://www.unicode.org/char
el francés
el maya el wayú ts/PDF/U0000.pdf)
el friulano
el na'vi el yagán ISO 15924 Latn, 215
el gallego
el náhuatl el yine Mapa de distribución
Además se usa en el pinyin (transcripción fonética del chino mandarín) , el rōmaji (transcripción
fonética del Idioma japonés) y en la romanización revisada del coreano.

Actualmente, la expresión alfabeto latino se utiliza para cualquier derivación directa del alfabeto
usado por los romanos. Estas variaciones pueden perder letras —como el euskera— o añadir
letras —como es el caso del español— con respecto al alfabeto romano clásico. Muchas letras,
por otro lado, han cambiado a lo largo de los siglos, como las minúsculas, forma desarrollada en
la Edad Media que los romanos no habrían reconocido.

Índice
Abecedario latino clásico
Visión general del abecedario latino
Extensiones
Otras letras
Ligadura
Diacríticos
Evolución
Desarrollo medieval y posterior
Expansión del alfabeto latino
Clasificación alfabética con extensiones
Véase también
Referencias
Abecedario latino clásico

El abecedario latino en la época clásica estaba


conformado por 23 letras. La tipografía de la
imagen es de tipo lapidaria, como la que aparece
en la Columna de Trajano .

Visión general del abecedario latino


El abecedario latino internacional moderno tiene como base al romano, añadiendo J, U, W y sus correspondientes formas minúsculas:

A, B, C, D, E, F, G, H, I, J, K, L, M, N, O, P, Q, R, S, T, U, V, W, X, Y, Z.
Se pueden formar letras adicionales

por ligadura: W era VV, & es igual a ET, Æ viene de AE, Œ de OE, ß de ſ y s (s larga y s normal), ŋ de NG, Ȣ de OU, Ñ de NN, ä de
ae (véase Sütterlin), Ç de CZ y @ de AD.
por diacríticos: como Ñ, Å, Č, Ų, Ĉ, Ĝ, Ĥ, Ĵ, Ŝ, Ŭ;
por dígrafos: como IJ, LL, RR, CH;
por modificación: como la J que era I, como Ø, eth Ð, yogh (Ȝ) de G, o schwa (ə) de A o E; o
pueden ser prestadas de otro alfabeto: como thorn (Þ) y wynn (Ƿ) —eran de la escritura rúnica—.
De todos modos, estos glifos no son siempre considerados letras independientes en el alfabeto. Por ejemplo, en inglés moderno æ se considera una
variante gráfica de ae en vez de una letra por separado. También en latín, tanto æ, como œ simplemente son variantes de los diptongos ae y oe; por lo
tanto, tampoco se consideran letras independientes; mientras que en los alfabetos danés y noruego æ es una letra por sí misma y está situada al final del
alfabeto conjuntamente con ø y aa/å. En francés, œ tampoco forma parte del alfabeto, simplemente es variante gráfica del diptongo oe. En español, la
ch y la ll se consideraban letras independientes desde la Ortografía de 1754, pero desde la publicación de la Ortografía de 2010 son, oficialmente,
dígrafos de c, h; y l, l; respectivamente. En el catalán y belsetano, existe la l·l geminada.

Extensiones
Con el paso del tiempo, el alfabeto latino ha sido adoptado para el uso de nuevas lenguas, algunas de las cuales tienen fonemas que no habían sido
usados en las lenguas que tenían este alfabeto como medio de escritura. Por lo tanto, se crearon extensiones de este alfabeto cuando se necesitaban.
Estas toman la forma de símbolos modificados cambiándoles la forma o añadiendo diacríticos, juntando varias letras con ligadura o creando nuevas
formas.

A estas nuevas formas se les da un lugar en el alfabeto, como se verá más adelante.

Otras letras
En inglés antiguo fueron añadidas eth ð y las letras rúnicas thorn þ y wynn ƿ. Eth y thorn fueron reemplazadas por th y wynn por la nueva letra 'w'.

En islandés moderno, thorn y eth se siguen usando.

En turco moderno las consonantes ç, ğ, ş y las vocales ı, ö, ü hacen parte formalmente del alfabeto como letras independientes, mientras que en otras
lenguas éstas sólo representan letras modificadas por diacríticos como la ç del francés, portugués y catalán, que no hace parte del alfabeto sino es una
modificación de la c.

Por poco tiempo en la historia de Roma, se añadieron tres letras (letras claudias) al alfabeto, pero no tuvieron buena acogida y se eliminaron.

La lengua africana hausa usa tres consonantes adicionales: ɓ, ɗ y ƙ, que son variantes de "b", "d" y "g". Y se usan por lingüistas para representar
ciertos sonidos que les son similares.

En español se usa la ñ.

En asturiano se usan la ḷḷ (che vaquera) y la ḥ (hache aspirada).

Ligadura
Una ligadura es la fusión de dos o más letras ordinarias en un nuevo glifo. Ejemplos de ligaduras son Æ de AE , Œ de OE, ß de ſs, la ij neerlandesa de i
y j. El par ſs es simplemente la doble s arcaica. La primera parte (ſ) es la forma medieval arcaica y la segunda es su forma final (s). Nótese que ij en
mayúsculas es IJ (y no Ij). El francés usa el dígrafo Œ, como en sœur, bœuf, cœur...

Diacríticos
Los diacríticos son signos que se añaden a letras específicas para modificar su pronunciación. Las características que representan dependen de cada
lengua.

El acento agudo (tilde en español) se encuentra en portugués, español, asturiano, gallego (á, é, í,
ó, ú), en catalán (é, í, ó, ú), en francés (é), irlandés, e italiano (é, ó). Adicionalmente, ý también
se usa en guaraní (á, é, í, ó, ú, ý), feroés (á, í, ó, ú, ý), islandés, checo y eslovaco. Cabe aclarar
que los diacríticos no son de uso exclusivo en el alfabeto latino, en griego moderno se usa sobre
cualquier vocal (ά, έ, ί, ό, ύ, ή, ώ). Tiene usos diferentes: Puede indicar acento tónico como en el
caso de español y griego moderno o alargamiento vocálico en el caso de húngaro y checo en
contraposición a las vocales simples. En francés modifica el sonido de e. En polaco (ć ń ś ź) que
representan letras independientes: ć es [tɕ] (una variante de la ch, que en polaco se escribe cz);
ń es idéntica a nuestra ñ; ś es [ɕ] (una variante de la sh inglesa, que en polaco se escribe sz); y ź
es [ʑ] que es una variante de la j francesa (que en polaco se escribe ż). En vasco se utilizaba
antiguamente las letras D́, Ĺ, Ŕ, T́ para sustituir gráficamente a la doble D, L, R y T Utilización en euskera de Ŕ en lugar
respectivamente. Normalmente, era sólo de aplicación para mayúsculas, observándose en de RR.
cartelería y toponimia antigua.
El acento grave en italiano (à è ì ò ù), en francés (à, è, ù), portugués (à), catalán (à è ò) entre otras lenguas.
El acento circunflejo en francés (â, ê, î, ô, û), portugués (â, ê, ô), rumano (â, î y tienen su lugar en el alfabeto), en turco (â, î, û) y en
otras lenguas; en las semivocales ŵ ŷ en galés y en las consonantes ĉ, ĝ, ĥ, ĵ, ŝ en esperanto.
El carón en el checo (č, š, ž, ř, ě), en esloveno (č, š, ž).

La virgulilla, en portugués (ã y õ), en guaraní se consideran letras separadas en el alfabeto y se utilizan en ã, ẽ, ĩ, õ, ũ, ỹ, g̃ y ñ; en


estonio (õ). En portugués, era originalmente una pequeña n escrita encima de la letra (había marcado la elisión de una antigua n,
ahora marca la nasalización de la letra base). En estonio, õ se considera una letra del alfabeto por separado. En español ñ se
considera una letra diferente de n y tiene el valor de sonido de /ɲ/. Representa la antigua grafía –nn– que se transformó al igual que
el portugués en tilde suscrita, pero para representar un sonido completamente diferente.
La diéresis (umlaut en alemán y tréma en francés) se encuentra en varias lenguas. En español, asturiano, gallego , catalán y el
portugués de Brasil hasta 2008, ü indica que la u debe pronunciarse. En francés (ë, ï), griego moderno (ϊ) se usa para indicar un
hiato, y también en español (en textos poéticos), gallego y catalán, en un uso distinto al caso anterior. En alemán (ä, ö, ü), en
albanés y ladino (ë), y en turco moderno (ö y ü). Su finalidad es indicar un sonido diferente a sus homólogas sin diacrítico. En
alemán, esta marca se escribía antiguamente con una pequeña e por encima de la vocal afectada. En turco representa los mismos
sonidos del alemán. En aimara indica alargamiento vocálico.
La coma suscrita es usada en rumano (ş y ţ; aconsejadas: ș y ț) a menudo presentada como una cedilla en fuentes tipográficas.
También se usa en letón (ķ ļ ņ ŗ) y en el Alfabeto Fonético Internacional.
La cedilla en ç era originalmente una pequeña z escrita por debajo de la c: en otro tiempo simbolizó /ts/ en lenguas romances, hoy en
día le da a c un sonido 'suave' cuando va antes de a, o y u; por ejemplo, /s/ en francés façade, portugués caçar y en catalán caçar.
En albanés y turco la "ç" cambia la cualidad del sonido "c" y se pronuncia como "ch". En lengua turca la s cedilla "ş" cambia el sonido
"s" por el sonido "sh".
El háček en č š ž es usado en lenguas bálticas y eslavas para marcar la versión postalveolar del fonema base. Se usa también en
checo sobre ř y ě

El punto sobreescrito en ċ ġ ż en maltés, ż en polaco, ė en lituano y ḃ ċ ḋ ḟ ġ ṁ ṗ ṫ en ortografía tradicional irlandesa denota


lenición. Se usaba en griego antiguo.

El punto suscrito en ạ ặ ậ ẹ ệ ị ọ ộ ợ ụ ự ỵ en vietnamita y en ḥ ḷḷ en asturiano.


El ogonek en ą ę į ų en lenguas polaca y lituana.
El macrón en ā ē ī ō ū en letón, maorí, hawaiano, samogitiano (dialecto del lituano), pinyin (fonética del chino mandarín), rōmaji
(japonés romanizado) y latín (cuando se indica duración de la vocal).
El doble acento agudo en ő ű en húngaro, representa versiones largas de las vocales con umlaut ö y ü.
El breve en ă en rumano, ğ en turco moderno es para suavizar el sonido de g, y sobre todo para el alargamiento de la vocal anterior ,
ŭ es usada en esperanto y en el alfabeto łacinka del bielorruso. No se debe confundir con el carón cuya forma es un ángulo en vez
de un semicírculo.
la i sin punto (un "diacrítico negativo") ı se usa en turco.

el gancho como en ả ẳ ẩ ẻ ể ỉ ỏ ổ ở ủ ử ỷ en vietnamita.


La barra como en đ, en croata, en vietnamita, y la versión con el alfabeto latino en lengua serbia (a, b, v...). Usada también en ŧ del
sami septentrional y en ħ del maltés.
Hay otros diacríticos y otros usos para los que se han descrito aquí, que pueden verse en Alfabetos derivados del latín.

Evolución
Se mantiene, generalmente, que los latinos adoptaron la variante occidental del alfabeto griego en el siglo VII a. C. de la colonia griega en Cumas (sur
de Italia). El antiguo alfabeto etrusco fue derivado del alfabeto de Cumas, y los latinos finalmente adoptaron 21 de las 26 letras etruscas originales.

En el alfabeto original latino:

C representaba g y k.
I representaba i y j.
V representaba u y v.
Más adelante la Z se perdió y una nueva letra G se adoptó en su posición, inventada por Spurius
Servilius Ruga, un antiguo esclavo. Un intento por el emperador Claudio para introducir tres
nuevas letras (letras claudias) duró poco tiempo pero, tras la conquista de Grecia en el siglo I a. C.,
las letras Y y Z fueron adoptada y readoptada, respectivamente, y situadas al final. El nuevo
alfabeto latino contenía 23 caracteres:

El abecedario latino original constaba de 21 letras.


En la imagen, aparece escrito con una caligrafía
rústica.

Letra A B C D E F G H I K L M N O P Q R S T V X Y Z
Nombre latino ā bē cē dē ē ef gē hā ī kā el em en ō pē qū er es tē ū ex ī graeca zēta
Pronunciada (AFI). [aː] [beː] [keː] [deː] [eː] [ɛf] [geː] [haː] [iː] [kaː] [ɛl] [ɛm] [ɛn] [oː] [peː] [kʷuː] [ɛr] [ɛs] [teː] [uː] [ɛks] [iː 'grajka] ['zeːta]

La W está formada por dos uves (VV) o úes (UU). Fue añadida en tiempos romanos tardíos para representar un
sonido germánico. Las letras U y J, de manera similar, se consideraban originalmente como variantes de V e I
respectivamente.

Los nombres latinos de algunas letras son discutidos. La H probablemente tenía otro nombre en el latín hablado:
basando en las lenguas romances actuales, éste debe haber sido haca, a consecuencia de perder su sonido en
épocas tardías del latín, pues era necesario distinguirla de la [a]. En general, de cualquier modo, los romanos no
usaban los nombres tradicionales (derivados de los semitas) como en griego: los nombres de las consonantes
oclusivas fueron formados añadiendo [eː] al sonido (excepto C, K y Q en las que se necesitaba diferentes
vocales para distinguirlas) y los nombres de las fricativas consistieron en, ya sea el sonido en sí, o el sonido
precedido de [ɛ]. Cuando se introdujo la letra Y fue, probablemente, llamada hy [hyː] como en griego (el
nombre ípsilon no era usado todavía) pero se cambió por i graeca ("i griega") cuando el sonido [i] y [y] se
mezclaron en latín. A la Z se le dio su nombre griego, zeta. La inscripción Duenos, datada del
siglo VI a. C., muestra la forma más
antigua conocida del alfabeto latino
Desarrollo medieval y posterior arcaico.

No fue hasta la Edad Media que se añadió la J (que representaba la I no silábica), y la U y la W (para
distinguirlas de V).

El alfabeto usado por los romanos comprendía únicamente las letras mayúsculas. Las minúsculas se desarrollaron, a partir de la grafía cursiva, en la
Edad Media, primero como escritura uncial y luego como escritura minúscula. Las antiguas letras romanas se mantuvieron para inscripciones formales
y para dar énfasis en documentos escritos. Las lenguas que usan el alfabeto latino, generalmente, usan letras mayúsculas para empezar párrafos y frases
y para nombres propios. Las reglas de las mayúsculas han cambiado a lo largo del tiempo y no son las mismas para todos los idiomas.

A diferencia del español, idiomas como el inglés usan la mayúscula inicial para lenguas, nacionalidades y meses, entre otros; el alemán moderno
capitaliza todos los sustantivos; el polaco capitaliza los pronombres.

Expansión del alfabeto latino


El alfabeto latino se expandió desde Italia, con la lengua latina, a las tierras alrededor del mar Mediterráneo con la expansión del imperio romano. La
parte este del imperio romano, incluyendo Grecia, Asia Menor, Levante y Egipto, continuó usando la lengua griega como lingua franca, pero el latín
era ampliamente hablado en la parte oeste del imperio y, del latín, se desarrollaron las lenguas romances occidentales incluyendo el español, francés,
catalán, gallego, portugués e italiano, que continuaron usando y adaptando el alfabeto latino. Con la expansión del cristianismo, el alfabeto latino se
extendió a los pueblos del norte de Europa que hablaban lenguas germánicas, desplazando sus anteriores alfabetos rúnicos, como también a las lenguas
bálticas, como el lituano y el letón, y muchas lenguas no indoeuropeas como las fino-ugrias, más notablemente el húngaro, el finés y el estonio.
Durante la Edad Media, el alfabeto latino se empezó a usar entre los hablantes de las lenguas eslavas occidentales, incluyendo los ancestros de los
polacos, checos, croatas, eslovenos y eslovacos modernos, a medida que adoptaban el catolicismo; los hablantes de las lenguas eslavas orientales,
generalmente, adoptaron el cristianismo ortodoxo y el alfabeto cirílico.

Hasta 1492, el alfabeto latino estaba limitado a las lenguas habladas en Europa occidental, norte y central. Los Eslavos Cristianos Ortodoxos del este y
sur de Europa, mayormente, usaban el alfabeto cirílico y el alfabeto griego se seguía usando entre los hablantes griegos alrededor del Mediterráneo
oriental. El alfabeto árabe se extendió ampliamente entre el Islam, entre naciones árabes y no árabes, como los iranios, indonesios, malayos y los
turcos. La mayor parte del resto de Asia usaba una variedad de alfabeto brahmi (devanagari) o escritura china.

A lo largo de los últimos 500 años, el alfabeto latino se ha expandido por todo el mundo. Llegó a América, Australia y a partes de Asia, África y el
Pacífico bajo las colonias europeas, de mano de las lenguas española, portuguesa, inglesa, francesa y neerlandesa. En el siglo XVII, los rumanos
adoptaron el alfabeto latino; aunque el rumano es una lengua romance, los rumanos eran predominantemente cristianos ortodoxos y, hasta el siglo XIX
la Iglesia usaba el alfabeto cirílico. Vietnam, bajo dominio francés, adoptó el alfabeto latino para escribir el idioma vietnamita, que había usado los
caracteres chinos con anterioridad. El alfabeto latino se usa también en muchas lenguas austronesias, incluyendo tagalo y otros idiomas de Filipinas, el
malayo oficial y el indonesio, que reemplazó la los anteriores alfabetos árabe y brahmi. Otro idioma que adaptó la alfabetización latina fue el rapa nui.
En 1928, como parte de la reforma de Mustafa Kemal Atatürk, Turquía adoptó el alfabeto latino para el turco, reemplazando el alfabeto árabe. La
mayoría de los hablantes de las lenguas túrquicas de la antigua Unión Soviética, incluyendo los tártaros, los bashkirios, azeríes, los kazajos, los kirguís,
etc. usaron el alfabeto túrquico uniforme en los años treinta. En los cuarenta todos esos alfabetos fueron reemplazados por el cirílico. Tras el colapso de
la Unión Soviética en 1991, muchas de las recientemente independientes repúblicas de habla túrquica, adoptaron nuevamente el alfabeto latino,
reemplazando al cirílico. Azerbaiyán, Uzbekistán y Turkmenistán han adoptado el alfabeto latino para las lenguas azerí, uzbeka y turcomana,
respectivamente. Hay proyectos similares en Kazajistán. En los años setenta, la República Popular China desarrolló una transliteración oficial del chino
mandarín al alfabeto latino, llamado pinyin, aunque todavía predomina el uso de caracteres chinos.

Las lenguas eslavas occidentales y la mayoría de las del sur, usan el alfabeto latino en vez del cirílico, como
reflejo de la religión dominante entre esa gente. Entre ellos, el polaco, usa una variedad de diacríticos y dígrafos
para representar valores fonéticos especiales, como también la l con barra (ł) para un sonido similar a la u en
posición inicial de diptongo ([w] en AFI – similar a la w inglesa). En checo usa diacríticos como el háček. En
croata, esloveno y en la versión latina del serbio también se usan háčeks y acentos agudos como en ć y barras
como en đ.

Las lenguas de los eslavos orientales de la Iglesia ortodoxa, generalmente usan cirílico. En serbio se usan los
Expansión del uso exclusivo del
dos. En los Balcanes no utilizan el alfabeto latino solamente Grecia y Bulgaria, aunque las minorías turcas de alfabeto latino en territorios de la
ambos países lo utilizan oficialmente para su lengua turca. desaparecida Yugoslavia.

Recientemente las autoridades secesionistas de etnia albanesa de Kosovo han propuesto el uso exclusivo del
alfabeto latino en perjuicio del cirílico, para cancelar todo vestigio de la dominación serbia en la región, de mayoría albanesa. En la actualidad en
Kasajstán por iniciativa del presidente del país, Nursultán Nazarbáyev, ha decidido que su lengua nacional se escriba en el alfabeto latino, igual que la
mayoría de los idiomas túrquicos como parte de la estrategia de desarrollo estatal, abandonando el cirilico.1 2

En India recientemente ha sido propuesto el uso del alfabeto latino.

Clasificación alfabética con extensiones


Los alfabetos que derivan del latín tienen clasificaciones alfabéticas varias:

En el alfabeto alemán, las letras con umlaut (Ä, Ö, Ü) son tratadas generalmente como no acentuadas o se escriben la Ä/ä: AE/ae, la
Ö/ö: OE/oe, la Ü/ü: UE/ue; ß se clasifica como ss. Esto hace el orden alfabético: Arg, Ärgerlich, Arm, Assistant, Aßlar, Assoziation.
En los directorios de teléfono y otras listas de nombres similares, los umlauts se encuentran en donde las combinaciones de letras
"ae", "oe", "ue". Esto hace el orden alfabético: Udet, Übelacker, Uell, Ülle, Ueve, Üxküll, Uffenbach.

En asturiano LL y CH tienen tratamiento de letra, y no está presente la J. Asimismo, existen los diacríticos Ḷḷ (ché vaqueira) y Ḥ (H
aspirada). La primera representa variedades dialectales de LL "Ḷḷumi/Llumi" (Lumbre) o "Ḷḷeiti/Lleiti" (Leche) y se pronuncia como "j"
en francés y portugués y Ḥ representa un sonido de H aspirada, similar a la H inicial inglesa, para palabras como guaḥe (niño).
En bretón, no hay "c" pero existen las ligaduras "ch" y "c'h", que son clasificadas entre "b" y "d". Por ejemplo: « buzhugenn, chug,
c'hoar, daeraouenn » (lombriz de tierra, zumo, hermana, lágrima).
En checo y eslovaco, las vocales acentuadas tienen una clasificación secundaria –comparadas a otras letras, son tratadas como la
letra base (A-Á, E-É-Ě, I-Í, O-Ó-Ô, U-Ú-Ů, Y-Ý), pero son clasificadas detrás de ésta (por ejemplo, el orden lexicográfíco correcto es
baa, baá, báa, bab, báb, bac, bác, bač, báč). Las consonantes acentuadas, tienen clasificación primaria y son situadas
inmediatamente después de las consonantes base, con excepción de Ď, Ň y Ť, que tienen un peso secundario. CH se considera una
letra separada y va entre H y I. En eslovaco, DZ y DŽ también se consideran letras por separado y se sitúan entre Ď y E (A-Á-Ä-B-C-
Č-D-Ď-DZ-DŽ-E-É…).

En croata y esloveno y las lenguas eslavas familiares, los cinco caracteres acentuados y los tres dígrafos, se clasifican tras el
original:..., C, Č, Ć, D, DŽ, Đ, E,..., L, LJ, M, N, NJ, O,..., S, Š, T,..., Z, Ž.
En los alfabetos danés y noruego, existen las mismas vocales extras que en sueco (ver abajo), pero en diferente orden y con
diferentes glifos (..., X, Y, Z, Æ, Ø, Å). Además, "Aa" se clasifica como una equivalencia de "Å". El alfabeto danés ha visto,
tradicionalmente, la "W" como una variante de "V", pero hoy día se considera una letra por separado.
En esperanto, tanto las consonantes con acento circunflejo (ĉ, ĝ, ĥ, ĵ, ŝ), como la ŭ (u con breve), se cuentan como letras separadas
y se clasifican separadamente en su alfabeto (a, b, c, ĉ, d, e, f, g, ĝ, h, ĥ, i, j, ĵ... s, ŝ, t, u, ŭ, v, z).
En estonio õ, ä, ö y ü se consideran letras separadas y se sitúan detrás de la w. Las letras š, z y ž aparecen sólo en préstamos y
nombres propios extranjeros y siguen a la letra s en su alfabeto que, sino, no se diferencia del alfabeto latino.
En feroés también se tienen algunas de las letras danesas, noruegas y suecas, como Æ y Ø. Aparte de eso, el alfabeto feroés usa la
letra islandesa eth ð, que sigue a la D. Cinco de las seis vocales (A, I, O, U y Y) pueden tener acentos y se sitúan tras la vocal base.
Las consonantes C, Q, X, W y Z no aparecen. Por lo tanto, las cinco primeras letras son A, Á, B, D y Ð, y las últimas cinco V, Y, Ý,
Æ, Ø.
En filipino y otras lenguas de Filipinas, la letra Ng se considera una letra por separado. Además, letras derivadas (como Ñ) siguen a
la letra base. En filipino también se usan diacríticos, pero no se usan ampliamente, excepto la tilde (~).
El alfabeto finés y sus normas de clasificación alfabética, son iguales a las del sueco, con excepción de las adicionales Š y Ž, que se
consideran variantes de S y Z.
En el alfabeto francés e inglés, los caracteres con diéresis (ä, ë, ï, ö, ü, ÿ) se tratan normalmente igual que las letras inacentuadas. Si
dos palabras difieren sólo por un diacrítico en francés, la que lo tiene es mayor. (De todos modos, el libro de Unicode 3.0 especifica
reglas más específicas para la clasificación tradicional de las letras acentuadas francesas).
El galés también tiene reglas complejas: las combinaciones CH, DD, FF, NG, LL, PH, RH y TH se consideran letras simples, y cada
una es listada detrás de la primera letra del dígrafo, con la excepción de NG que se lista tras G. De todas maneras, la situación es
más complicada ya que estas combinaciones no son siempre letras simples. Un ejemplo del orden es: LAWR, LWCUS, LLONG,
LLOM, LLONGYFARCH: la última de éstas palabras es una yuxtaposición de LLON y GYFARCH, y, contrariamente a LLONG, no
contiene la letra NG.
Las vocales húngaras tienen acentos, umlauts y doble acentos, mientras que las consonantes se escriben solas o en dígrafos. En la
clasificación, las vocales acentuadas siguen a las no acentuadas y los dígrafos siguen a la letra simple original. El orden alfabético
húngaro es: A, Á, B, C, CS, D, E, É, F, G, GY, H, I, Í, J, K, L, LY, M, N, NY, O, Ó, Ö, Ő, P, Q, R, S, SZ, T, TY, U, Ú, Ü, Ű, V, W, X, Y, Z,
ZS. (Por ejemplo, el orden lexicográfico correcto es baa, baá, bab, bac, bacs,..., baz, bazs, báa, báá, báb, bác, bács).
En islandés se añade Þ, y a D la sigue Ð. Cada vocal (A, E, I, O, U, Y) está seguida por su correspondiente con acento agudo: Á, É,
Í, Ó, Ú, Ý. No hay Z, y Þ, Æ, Ö se sitúan tras Ý.
Ambas letras usadas por los escribanos anglosajones que también usaron la letra rúnica wynn (Ƿ) para representar /w/.
thorn (Þ) también es una letra rúnica.
Eth (Ð) es la letra D con una barra.

En neerlandés, la combinación IJ (IJ), fue antiguamente situada como Y (o a veces, como una letra separada Y < IJ < Z), pero,
actualmente, se clasifica como dos letras (II < IJ < IK). Los directorios de teléfono son excepciones; IJ se sitúa siempre como Y ya
que en muchos apellidos se usa Y cuando la ortografía moderna hubiera requerido IJ. Nótese, que las palabras que empiezan con
« ij » capitalizan ambas letras, como por ejemplo la ciudad de IJmuiden (Velsen) y el río IJssel.
En polaco, los caracteres con acento agudo, ogonek o con punto se sitúan tras la letra base: A, Ą, B, C, Ć, D, E, Ę,..., L, Ł, M, N, Ń,
O, Ó, P,..., S, Ś, T,..., Z, Ż, Ź. Esto es ya que representan diferentes sonidos, no sólo variaciones de un mismo fonema (en polaco
coloquial E y Ę se diferencian sólo de su rasgo de oralidad-nasalidad, aunque tradicionalmente se hubieran diferenciado en más; Ó
representa el sonido idéntico a U, vocal que también es usada en la lengua). Todas excepto las que tienen ogonek, pueden perderlo
según el caso en el que están. Cuando esto sucede, se añade, generalmente, i detrás de la letra o r delante en el caso de Ż. En
estos casos, son tratados como dos letras por separado. También tienen dígrafos como sz o rz que son tratados como dos letras,
también.

En rumano, los caracteres especiales derivados del alfabeto latino se sitúan tras los originales: A, Ă, Â,..., I, Î,..., S, Ş, T, Ţ,..., Z.
En el alfabeto sueco, "W" es una variante de "V" y no una letra por separado. De todos modos, se mantiene en nombres como
"William". El alfabeto también tiene tres vocales extra que se sitúan al final (..., X, Y, Z, Å, Ä, Ö).
El abecedario español está hoy formado por las veintisiete letras siguientes: a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w,
x, y, z. Asimismo, se emplean también cinco dígrafos para representar otros tantos fonemas: «ch», «ll», «rr», «gu» y «qu»,
considerados estos dos últimos como variantes posicionales para los fonemas /g/ y /k/.3 Los dígrafos ch y ll tienen valores fonéticos
específicos, por lo que en la Ortografía de la lengua española de 17544 comenzó a considerárseles como letras del alfabeto español
y a partir de la publicación de la cuarta edición del Diccionario de la lengua española en 18035 6 se ordenaron separadamente de c y
l,7 y fue durante el X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española celebrado en Madrid en 1994, y por
recomendación de varios organismos, que se acordó reordenar los dígrafos ch y ll en el lugar que el alfabeto latino universal les
asigna, aunque todavía seguían formando parte del abecedario.8 Con la publicación de la Ortografía de la lengua española de 2010,
ambas dejaron de considerarse letras del abecedario.9

En tártaro y turco, hay 9 letras adicionales. 5 de ellas son vocales, emparejadas con las letras originales como dura-suave: a-ä, o-ö,
u-ü, í-i, ı-e. Las cuatro que quedan: ş es la sh inglesa, ç es ch, ñ es ng y ğ es gh.
El algoritmo de situación alfabética de Unicode puede ser usado para obtener cualquiera de las secuencias descritas aquí.

Véase también
Alfabeto
Alfabeto etrusco
Alfabeto griego
Anexo:Alfabetos derivados del latino
Antigua Roma
Historia del alfabeto
Historia del alfabeto latino

Referencias
1. http://www.lavanguardia.com/internacional/20170421/421894550799/kazajistan-alfabeto-latino-cirilico-rusia.html
2. https://www.efe.com/efe/espana/portada/kazajistan-adoptara-el-alfabeto-latino-para-2025/10010-3236674
3. Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2010), Ortografía de la lengua española, Madrid:
Espasa Calpe, p. 64, ISBN 978-6-070-70653-0.

5.4.1.1 Letras y dígrafos: el estatus de ch y ll

Como ya se ha explicado (v. § 5.2), solo son propiamente letras los grafemas, esto es, los signos gráficos simples. Por esta
razón, no deben formar parte del abecedario las secuencias de grafemas que se emplean para representar ciertos
fonemas.

En español, además de las veintisiete letras arriba indicadas, existen cinco dígrafos o combinaciones de dos letras, que se
emplean para representar gráficamente los siguientes fonemas:

a) El dígrafo ch representa el fonema /ch/: chapa, abochornar.


b) El dígrafo ll representa el fonema /ll/ (o el fonema /y/ en hablantes yeístas): lluvia, rollo.

c) El dígrafo gu representa el fonema /g/ ante e, i: pliegue, guiño.

d) El dígrafo qu representa el fonema /k/ ante e, i: queso, esquina.

e) El dígrafo rr representa el fonema /rr/ en posición intervocálica: arroz, tierra.

4. «Desde la segunda edición de la ortografía académica, publicada en 1754, venían considerándose letras del abecedario español los
dígrafos ch y ll (con los nombres respectivos de che y elle), seguramente porque cada uno de ellos se usaba para representar de
forma exclusiva y unívoca un fonema del español (antes que la extensión del yeísmo alcanzara los niveles actuales y diera lugar a
que hoy el dígrafo ll represente dos fonemas distintos, según que el hablante sea o no yeísta). Es cierto que se diferenciaban en esto
de los demás dígrafos, que nunca han representado en exclusiva sus respectivos fonemas: el fonema /g/ lo representa también la
letra g ante a, o, u (gato, goma, gula); el fonema /k/ se escribe además con c ante a, o, u y con k (cama, cola, cuento, kilo, Irak); y el
fonema /rr/ se representa con r en posición inicial de palabra o detrás de consonante con la que no forma sílaba (rama, alrededor,
enredo).

Sin embargo, este argumento no es válido desde la moderna consideración de las letras o grafemas como las unidades mínimas
distintivas del sistema gráfico, con independencia de que representen o no por sí solas una unidad del sistema fonológico. Por lo
tanto, a partir de este momento, los dígrafos ch y ll dejan de ser considerados letras del abecedario español, lo cual no significa,
naturalmente, que desaparezcan de su sistema gráfico; es decir, estas combinaciones seguirán utilizándose como hasta ahora en la
escritura de las palabras españolas. El cambio consiste, simplemente, en reducir el alfabeto a sus componentes básicos, ya que los
dígrafos no son sino combinaciones de dos letras, ya incluidas de manera individual en el inventario. Con ello, el español se asimila al
resto de las lenguas de escritura alfabética, en las que solo se consideran letras del abecedario los signos simples, aunque en todas
ellas existen combinaciones de grafemas para representar algunos de sus fonemas.». Citado en RAE y ASALE (2010), Ortografía de
la lengua española, Madrid: Espasa Calpe, pp. 64-65, ISBN 978-6-070-70653-0.
5. Ch (http://lema.rae.es/drae/?val=ch), en el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española
6. Ll (http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=ll), en el Diccionario de la lengua española de la Real Academia
Española
7. «Debido a su anterior consideración de letras del abecedario, los dígrafos ch y ll tuvieron un apartado propio en el diccionario
académico desde su cuarta edición (1803) hasta la vigesimoprimera (1992), de modo que las palabras que comenzaban por esos
dígrafos o los contenían se ordenaban alfabéticamente aparte, es decir, después de completarse la serie de palabras con c y l. En el
X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, celebrado en Madrid en 1994, sin dejar de considerar aún los
dígrafos ch y ll como letras del abecedario, se acordó no tenerlos en cuenta como signos independientes a la hora de ordenar
alfabéticamente las palabras del diccionario. Así, en la vigesimosegunda edición del DRAE (2001), primera publicada con
posterioridad a dicho congreso, las palabras que incluían esos dígrafos ya se alfabetizaron en el lugar que les correspondía dentro de
la c y de la l, respectivamente.». Citado en RAE y ASALE (2010), Ortografía de la lengua española, Madrid: Espasa Calpe, p. 65,
ISBN 978-6-070-70653-0.
8. Diccionario panhispánico de dudas, Santillana Ediciones Generales, ISBN 958-704-368-5, pág. 5-6
9. Real Academia Española, ed. (2010). «Exclusión de los dígrafos ch y ll del abecedario» (http://www.rae.es/consultas/exclusion-de-ch-
y-ll-del-abecedario). Consultado el 30 de noviembre de 2014.

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