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CONCEPTOS PRELIMINARES
La política criminal, por tanto, sus derroteros han de encauzarse según los
fines tuitivos–preventivos de intereses jurídicos dignos y merecedores de
tutela penal. Coordenadas de política criminal que son alimentadas por la
situación criminológica de nuestra sociedad, es la realidad social la que debe
auspiciar el direccionamiento de la política penal, en respeto a los principios
limitadores del «ius-puniendi» estatal4.
4
De fragmentariedad, subsidiariedad y de ultima ratio.
5
Seguró, M. (comp.); Presentación del libro "Hartos de Corrupción", Herder, cit., p. 15.
6
Ibidem, cit., p. 22.
el agente corrupto (licitaciones, obras públicas, contrataciones del Estado =
Cohecho y Colusión ilegal).
7
Entendiendo la materialidad de los delitos de Cohecho, como un injusto de naturaleza
pluri-subjetiva, protagonizada por el agente estatal y el particular, relativizada por la
regulación de un Cohecho de carácter monosubjetivo, conforme la modificación
efectuada por la Ley N° 28355.
un acto preparatorio de un delito de Cohecho, cuya materialidad sustantiva
no está condicionada a la consumación de este último. Por tanto, el delito
de Tráfico de Influencias guarda plena autonomía e independencia, con
respecto al tipo penal de Cohecho, en sus diversas variantes. Dicho a modo
de ejemplo: si es que A -vendedor de humos-, intercede efectivamente ante
el funcionario público C que está viendo el caso que interesa a B -comprador
de humos-, y le ofrece una determinada cantidad de dinero para resolver a
favor del patrocinado de B (aceptando la propuesta el juzgador), A parte de
ser autor de Tráfico de influencias, responde también como autor del delito
de Cohecho activo y C como autor del tipo penal de Cohecho pasivo propio.
8
Conforme el CP español de 1995.
9
Vizueta Fernández, J.; Delitos contra la Administración Pública, 1. En: Tutela Penal de las
Administraciones Públicas. Juan Manuel Lacruz López y Mariano Melendo Pardos
(Coordinadores), cit., p. 260-261.
es un delito de peligro abstracto, para el cual es irrelevante que se verifique
si se ha producido o no la influencia efectiva sobre los funcionarios públicos;
basta que los intervinientes en el hecho punible tengan la capacidad material
para perturbar los principios de imparcialidad y objetividad del funcionario
que tiene conocimiento del caso judicial o administrativo, pues lo que se
pretende es bloquear los comportamientos riesgosos de ataque o lesión a
dichos bienes jurídicos institucionales"10. Como lo hemos venido enfatizando,
el cumplimiento de la promesa efectuada por el vendedor de humos, es un
factor a incidir en orden a verificar un probable delito de Cohecho, pero no
para acreditar la materialidad del delito de Tráfico de Influencias. La
Segunda Sala Penal Transitoria en el RN N° 1406-2007-Callao, afirma lo
siguiente: "El cohecho es un delito de participación necesaria y de mera
actividad, en el cual el funcionario público acepta o recibe un bien para sí o
para tercero, a fin de cumplir, omitir o retardar un acto propio de su cargo,
existiendo una relación de finalidad entre la aceptación del bien y el acto que
se espera sea ejecutado, omitido o retardado. Solo el acuerdo de voluntades
configura el tipo penal, no siendo necesario el cumplimiento del pago, de la
promesa o del acto indebido, ya que el bien jurídico protegido es la
regularidad e imparcialidad en la correcta administración de justicia en los
ámbitos jurisdiccionales o administrativos11". Mientras que la Primera Sala
Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Lima, en la resolución recaída
en el Exp. N° 00087-2013-15-1826-JR-PE, indicó que: "El encausado, en los
procesos ante la Fiscalía y el Jurado Nacional de Elecciones, no realizo
realmente una defensa de la ex alcaldesa, solo se limitó a invocar influencias
ante ella, jactándose de su amistad con los magistrados y prometiendo
favorecerla a cambio de 60 mil nuevos soles. Su conducta no corresponde al
ejercicio regular de la abogacía, pues con su actuación (visitas, supuestas
gestiones ante los magistrados, alardes de amistad) ha quebrantado los
10 En: Gaceta Penal y Procesal Penal, tomo 79, 2016, cit. p. 201.
11 En: Gaceta Penal y Proceso Penal, Tomo 2, agosto 2009, cit., p. 229.
bienes jurídicos protegidos (la imparcialidad, objetividad, independencia y
buena imagen de la administración)12".
Sobre la penalización de esta figura delictiva, CARLOS MIR PUIG, indica que
ello pone de manifiesto la gran sensibilización ante el tema de la corrupción
por parte de la sociedad y de los propios grupos políticos, que ha llevado a
lo que se ha llamado expresivamente una <<huida al derecho penal>>,
teniendo la incriminación del referido precepto- y de los propios del tráfico
de influencias-un importante valor simbólico, buscando completar una
función pedagógica y de recordatorio de la relevancia penal de
comportamientos anclados en nuestros usos sociales. Tal vez la realidad no
ha puesto de relieve que esta decisión político-criminal no ha supuesto tanto
la aplicación de estas nuevas figuras delictivas, como una mayor
sensibilidad frente a los delitos preexistentes que normalmente contienen
comportamientos más disvaliosos que los contenidos sobre los preceptos de
nueva intervención13.
12 En: Gaceta Penal & Procesal Penal, N° 72 - junio 2015, cit., p. 164.
13 Mir Puig, C.; Los delitos contra la administración pública en el nuevo Código penal, cit.,
p. 261.
indiscutible ilicitud y esto lo decimos, cuando se le pretende revestir de
impunidad, cuando se postula que aquel que negocia la torcedura de la
voluntad de la Administración Pública y el vendedor de humos no cumple con
el trato, es víctima del delito de Estafa. Un planteamiento inconcebible,
entendiendo que solo aquellos actos y/o negocios jurídicos que tienen un
fin lícito14 pueden ser objeto de amparo legal y no aquellos que se encaminan
en desviar los fines jurídico-constitucionales de la función pública.
El tema pasa entonces por definir del grado de participación delictiva del
tercero interesado – del comprador de humos, dependiendo de su posición en
el escenario delictivo, sea como cómplice primario o como instigador, para ello
analizaremos los fundamentos expuestos por la Corte Suprema en el
Acuerdo Plenario N° 03-2015 conforme nuestros propios planteamientos.
Detrás de los autores del delito, de quienes se cuentan con el dominio del
hecho, están los partícipes, conforme a un concepto restrictivo de autor y
de acuerdo al principio de «accesoriedad en la participación». Se trata de
individuos que aportan, colabora o dígase prestan una contribución para
que el autor pueda perfeccionar la realización típica del delito en cuestión.
14
Como apunta Torres Vásquez el acto jurídico es lícito si es conforme con el ordenamiento
jurídico e ilícito cuando es contrario a normas imperativas, al orden público y a las buenas
costumbres; Código Civil, sexta edición, IDEMSA, cit., p. 126.
acciones en relación con los autores y coautores que reciben el nombre de
ejecutores directos por cuanto realizan la acción delictiva directamente15;
llevada dicha idea a las siguientes palabras: autor será por lo general aquel
que emprende de forma personal el injusto penal, cabiendo una
instrumentalización del ejecutor inmediato, cuando el hombre de atrás ejerce
una suerte de dominio sobre el curso causal del evento típico.
18
De la formalidad literal.
19 Stratenwerth, G.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 281.
entiende -dice MEZGER la circunstancia de que ciertos hechos punibles
requieren, con arreglo a su tipo, la participación de varias personas20.
25
Con ello no queremos decir que este sea el planteamiento fundamental, para sustentar
la acriminación participativa del comprador de humos.
26
La punibilidad o no del tercero interviniente debe medirse según ciertos criterios, en
cuanto a la naturaleza del bien jurídico -objeto de tutela-, el sujeto pasivo del delito como
lo que necesario que esta resulta para que el mismo pueda sufrir algún tipo de afectación;
variables, sin duda no pueden ser deducidas del tenor literal del precepto normativo, sino
de la interpretación que solventemente pueda elucubrarse.
27
A decir de Jiménez N., (...) lo relevante no es determinar si el aporte del cómplice ayuda
o no, auxilia o no, a la materialización del injusto del autor, sino si crea un riesgo penalmente
relevante a la materialización de la infracción a la vigencia de la norma; Al otro lado del
camino:..., cit., p. 217.
coloque en una posición de riesgo o peligro. Es un delito de mera actividad
en el que se sanciona el simple comportamiento del agente, sin que sea
relevante para su configuración que se produzca un resultado o si las
influencias son reales o simuladas28".
28
En: Gaceta Penal & Procesal Penal, N° 15, septiembre 2010, cit., p. 220.
29
En posición de Jescheck, (...) de la sola falta de mención legal del partícipe necesario lo
único que cabe deducir inequívocamente, es que el mismo no puede ser autor del delito,
y no necesariamente que no pueda ser castigado como partícipe (...); Tratado de Derecho
Penal. Parte General. Traducción de Muñoz Conde y Mir Puig, cit., p. 979.
30
Rodríguez Puerta, Mª J.; El delito de Cohecho: Problemática Jurídico-Penal del Soborno
de funcionarios, cit., p. 96.
31
Rodríguez Puerta, Mª J.; El delito de Cohecho…, cit., p. 99.
Delitos como el analizado, la lesión –si bien lejana- al bien jurídico tutelado
(imparcialidad, objetividad y legalidad de la actuación pública), no puede ser
explicada al margen de la intervención del comprador de humos, por lo que
su conducta debe ser necesariamente punible. La propia formulación del
tipo legal es la que nos da la razón, es precisamente esta fundamentación
que exige que la conducta incriminada sea examinada a la luz de la premisa
fáctica descrita en la norma, atribuida al tercero interesado. Lo otro queda
claro, que la premisa fáctica principal refiere estrictamente a la persona del
autor32. Es por tales razones que se considera más adecuada la tipificación
del delito de tráfico de influencias como pluripersonal, a la vista de que tanto
el bien jurídico tutelado –el correcto desempeño de la función pública, y en
concreto el respeto del principio de imparcialidad-, como la propia
naturaleza de la acción lesiva –influir para acordar la adopción de una
resolución- requieren la necesaria intervención de al menos dos personas,
sin que ninguna de ellas sea ni víctima ni sujeto pasivo del delito33.
Importante lo que dice RODRÍGUEZ PUERTA –líneas adelante-, no es
correcto exigir una identidad estructural de las conductas de los distintos
concurrentes. No sólo no es necesario que la actividad llevada a cabo por los
distintos autores presente una significación equivalente desde la óptica del
bien jurídico, sino que tampoco es requisito indispensable que sean
idénticas u homogéneas34.
32
En el RN AV N° 05-2008-10-Lima, la Sala Penal Transitoria, expone que; "Invocar influencias
es atribuirse para sí con relación a terceros, facultades de poder determinar o motivar
comportamientos sobre otros, de modo tal que ello posibilite la consecución de propósitos
buscados por el interesado (...)". En: Gaceta Penal & Procesal Penal, N° 34, abril 2012, cit.,
p. 227.
33
Rodríguez Puerta, Mª J.; El delito de Cohecho…, cit., ps. 101-102.
34
Rodríguez Puerta, Mª J.; El delito de Cohecho…, cit., p. 103.
prestación es de pagar el precio acordado con el autor del injusto penal35.
La posibilidad de verse afectado –distanciadamente-, el interés jurídico
tutelado, es la suma de ambas intervenciones: - vendedor de humos y el
tercero interesado. No puede configurarse este hecho punible sin la
participación de este último36, y al no ser víctima del mismo, no puede
sustentarse válidamente su impunidad; siendo así, su intervención debe ser
punible a título de cómplice primario37. Cuando la iniciativa parte de este,
escribe VIZUETA FERNÁNDEZ, esto es, cuando es él quien ofrece la dádiva
y el sujeto con capacidad de influir la recibe o acepta la promesa de su
entrega futura, aquel responderá por inducción a un delito del art. 430 CP.
Si la iniciativa, por el contrario, corre a cargo del que posteriormente ejercerá
la influencia, el planteamiento debe ser distinto38. En el RN N° 1552-2003-
Santa, la Corte Suprema propone el siguiente argumento: "De autos se
aprecia que el interesado, ante los problemas legales que tenía aceptó la
propuesta de ir a entrevistarse con el encausado, el cual supuestamente tenía
influencias sobre los magistrados de la Corte Superior de Justicia del Santa
y podría solucionarle sus problemas; que, siendo así tanto el interesado como
el intermediario habrían actuado como instigadores del delito de tráfico de
influencias; declararon haber nulidad en la propia sentencia en cuanto se
tiene como agraviado al interesado. En el delito de tráfico de influencias la
35
Para Jiménez N., (...) no se puede negar que al existir una acción de venta, también se
encuentra presente una acción de compra, máxime si una de las circunstancias descritas
es la de recibir, con la cual se estaría "cerrando el círculo" de la compraventa; Al otro lado
del camino: el interesado en el delito de Tráfico de Influencias. En: Gaceta Penal & Procesal
Penal, N° 38, agosto 2012, cit. p. 212.
36
Lo cual es asumido por la Corte Suprema (Fundamento 9): "Aun cuando la intervención
del tercero interesado en la fenomenología delictiva es indispensable para el hecho
globalmente entendido como el comercio ilícito de influencias, resulta claro que su
intervención no es propiamente de contribuir a la configuración de los elementos típicos
centrales del delito de tráfico de influencias, tales como recibir o solicitar una ventaja
indebida tras atribuirse la existencia de dichas influencias".
37
Así, Mir Puig, C.; al señalar que si el tercero acepta la solicitud del sujeto activo o autor del
delito, aquel es un cooperador necesario del art. 430, en concurso ideal con el art. 423.2
(cohecho activo de respuesta); Los delitos contra la administración..., cit., p. 274.
38
Vizueta Fernández, J.; Delitos contra la Administración Pública, y 2, cit., p. 262.
víctima no es el funcionario público al que se buscar influenciar sino el Estado,
pues se afecta la administración pública y su responsabilidad39".
39
En: San Martín Castro, C.; Jurisprudencia y precedente penal vinculante. Selección de
ejecutorias de la Corte Suprema. PALESTRA, Lima, 2006, cit., ps. 311-312.
40
A decir de Reátegui Sánchez, al legislador ha querido ser expreso al reprimir este tipo de
conducta activa dentro del proceso corruptivo, situación que no se presenta en algunos
otros delitos considerados de participación necesaria dentro del mismo Código penal (...);
Delitos contra la Administración en el Código Penal, cit., p. 662; el hecho de que el tipo
penal no señale de expresa su punición no quiere decir que la intervención de extraños o
de funcionarios no calificados, no sea objeto de sanción punitiva, para ello se requiere de
una interpretación sostenida justamente sobre los principios de la participación delictiva.
41
Rodríguez Puerta, Mª J.; El delito de Cohecho…, p. 109.
42
Vide, Jiménez, N.; Al otro lado del camino:..., cit. p. 216.
43
En palabras de Díaz y García Conlledo, el menor desvalor de la conducta del extraneus
se fundamenta por el hecho de que la falta de cualificación lo aleja o distancia (en caso
de la participación estricto sensu) más que en los casos normales del ámbito de lo típico en
los delitos especiales, es decir, su conexión con lo típico existe, pero es menor que en los
casos normales, lo cual justificaría la no exclusión del extranei de la punición; La autoría, cit.,
ps. 161-162.
suficientemente ofensivas, la voluntad del legislador las ha hecho
merecedoras de una sanción penal4445. El particular accede a este ámbito
funcional46 pero en grado mucho menor que el sujeto público, no en vano la
penalidad adquiere contornos más leves de punición. Bajo la línea
interpretativa esbozada por el Supremo Tribunal, la conducta del tercero
interesado, del comprador de humos cae en un manto de inexplicable
impunidad, lo cual resulta político criminalmente insatisfactorio.
44
Rodríguez Puerta, Mª J.; El delito de Cohecho…, p. 111.
45
Si la finalidad del cohecho es luchar contra la corrupción en el seno de la Administración,
apunta Feijoó Sánchez, tanto en funcionario como el particular atentan contra la
Administración pública como bien jurídico protegido; Delitos contra la Administración
Pública: Consideraciones generales, nuevas figuras delictivas y modificación de otras
conocidas. En: Delitos contra la Administración Pública, Centro de Estudios Penales,
Heyddeger y otro (Coordinadores(, Lima, IDEMSA, cit., p. 49.
46
En opinión de Rueda Martín, (...) como el funcionario público o Autoridad ejerce una
función de dominio social en la estructura social en la que está involucrado el bien jurídico
protegido en estos delitos, la acción del particular tiene un efecto lesivo o de puesta en
peligro del bien jurídico porque accede al dominio social que ostenta el sujeto cualificado;
Reflexiones sobre la participación de..., cit., p. 143.
del autor material del delito. La inducción implica necesariamente que el
instigador tenga plena conciencia del hecho en el cual participa, por eso
tiene que ser necesariamente dolosa, de ahí que se llamara autor intelectual,
pues es quien ha concebido realmente el delito y se lo transmite a otra
persona, el autor47.
50
Cuya comprobación en los hechos no es necesario para dar por consumado el tipo penal
en cuestión.
51
En: Pérez Arroyo, M.; La evolución de la jurisprudencia penal en el Perú (2001-2005), T. III.
Instituto Peruano de Criminología y Ciencias Penales, Editorial San Marcos, Lima, 2006, cit.,
p. 1522.
AP, ya no sería punible la conducta de quien lo determina a desviar los
cauces normales y constitucionales de la Administración Pública.
52
Gómez López, quien cita a Maurach; El Homicidio..., cit., ps. 138-139.