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LA BIODISPONIBILIDAD Y SU IMPORTANCIA EN LA
TERAPÉUTICA VETERINARIA
A esto se suma el hecho que los metabolitos formados tienen efectos inversos, en particular
sobre las fibras lisas bronquiales, de manera que si se emplea la administración oral; “el
remedio será peor que la enfermedad”.
La biodisponibilidad no es el único factor implicado en la eficacia o la toxicidad de un fármaco; la
continuidad de un tratamiento es un factor a tener en consideración. La aparición de cataratas
luego de la administración continua de un derivado de hidracina ilustra el papel del
mantenimiento de concentraciones constantes del principio activo.
Administrando dosis de 100 y 250 mg/kg 7 veces por semana, las cataratas aparecen en el 22 y
el 25% de los sujetos. Sin embargo a la dosis de 250 mg/kg administrada 5 veces a la semana
no se registró la aparición de cataratas.
Definición de biodisponibilidad
Según la Agencia Europea de Evaluación del Medicamento (EMEA) el término
“biodisponibilidad” significa la velocidad y el grado (cantidad) de un principio activo (fármaco)
que es absorbido a partir de la forma farmacéutica y llega a estar disponible en el sitio de
acción. No obstante esta definición, para un determinado medicamento el sitio de acción podría
no estar bien definido, por lo que una definición más general sería la velocidad y el grado en
que un principio activo es liberado de la forma farmacéutica y llega a estar disponible en la
circulación general.
Para llegar a estar disponible en la circulación general el fármaco debe poder acceder a la
sangre arterial. Sin embargo, por razones de índole práctica, la biodisponibilidad se determina
midiendo las concentraciones de fármaco en la sangre venosa.
De esta manera podemos apreciar que el concepto de biodisponibilidad involucra a dos
variables bien definidas;
Estos dos componentes de la biodisponibilidad deben ser siempre tenidos en cuenta ya que con
frecuencia solo se considera al segundo de ellos.
Quizá la confusión se origine del uso que la literatura sajona hace del término biodisponibilidad
(bioavailability), ya que todos los textos definen a la biodisponibilidad considerando sus dos
componentes, pero cuando en textos de farmacología y artículos científicos se trata el tema de
Concentración plasmática
Efecto Efecto
Nivel efector Nivel efector
Tiempo Tiempo
En el segundo ejemplo, el mismo fármaco se administra por vía extravascular como dos
formulaciones diferentes (A y B) que presentan la misma fracción biodisponible (100%) pero
estas difieren en la velocidad del proceso de absorción.
La velocidad de absorción de la segunda formulación (B) es mucho más rápida que la obtenida
con la primera formulación (A).
Como resultado se observa que tanto los niveles de eficacia terapéutica logradas con las dos
formulaciones no presentan diferencias que puedan ser consideradas importantes desde un
punto de vista biológico. Sin embargo la rápida absorción que se observó tras la administración
de la formulación B dio lugar a un pico de concentraciones plasmáticas capaces de producir
toxicidad.
Concentración plasmática
Nivel tóxico Nivel tóxico
Tiempo Tiempo
De esta manera, en todo este capítulo, cuando se haga mención a biodisponibilidad se estará
haciendo referencia a los dos aspectos de la misma, mientras que el símbolo F se empleará
para identificar solamente la fracción de la dosis biodisponible en la circulación sistémica
(cantidad ingresada).
Absorción y biodisponibilidad
Desde un punto de vista fisiológico, los términos absorción y biodisponibilidad no deben ser
considerados como sinónimos. La absorción es solo uno de los pasos que separan la
administración de un fármaco desde que este es liberado de la forma farmacéutica hasta su
sitio de acción
k12
kr k01
X0 X1 X2
k21
k00
Este tipo de pérdidas de fármaco pueden ser calificadas como “capaces de ser controladas” ya
que pueden ser minimizadas por la correcta fabricación de la forma farmacéutica, es decir
depende de la calidad del proceso farmacotécnico.
Aunque en el esquema no está indicado, una forma farmacéutica debería garantizar la
liberación del fármaco en su totalidad, de lo contrario una fracción variable de la dosis puede ser
eliminada sin poder llegar a estar disponible en el sitio de absorción. Este fenómeno puede
ocurrir con mucha frecuencia cuando se administran por vía oral a caninos y felinos
comprimidos de uso humano. En este caso, el rápido tránsito de la ingesta del canino y el felino
respecto de lo que ocurre en el humano determina que la permanencia de la forma farmacéutica
en el tracto digestivo no sea la adecuada para garantizar su total disolución y por lo tanto una
importante fracción de la dosis administrada se excreta sin ser absorbida.
Por lo tanto no se debe asociar baja fracción biodisponible con pobre absorción, ya que en el
caso anterior el aumento de la fracción biodisponible está fuera de control y es de esperar que
una nueva formulación no logre mejorar la misma.
Sin embargo, en el contexto de la cuantificación de la biodisponibilidad, los términos absorción y
biodisponibilidad son usados como sinónimos en la mayoría de los textos de farmacología.
Sin embargo, aunque a primera vista este procedimiento parezca razonablemente lógico es sin
embargo bastante cuestionable, ya que el objetivo de todo desarrollo farmacéutico es el
desarrollo de formas farmacéuticas que garanticen la mayor fracción biodisponible posible.
Desde un punto de vista estadístico la variabilidad de la respuesta farmacológica en una
población de individuos es un fenómeno que no se puede eliminar, ya que esta es una
característica común de todos los sistemas, sobre todo en los sistemas biológicos donde un
desvío estándar que represente el 20% del valor de la media (CV 20%) es una medida de
variabilidad aceptable.
Como fuente de variabilidad podemos citar a la variabilidad entre individuos, lo cual suena
razonable ya que ningún individuo tendrá una respuesta terapéutica exactamente igual a otro.
La otra fuente de variabilidad es la intraindividual, ya que por razones de índole fisiológica que
no mencionaremos aquí, la respuesta de un individuo a un fármaco no siempre e la misma a lo
largo de toda su existencia. Sin embargo, aparte de todo lo mencionado, la mayor fuente de
variabilidad en la respuesta terapéutica es la fracción biodisponible de un fármaco.
Esto lo explicaremos con el siguiente ejemplo: Supongamos que el valor promedio de la
fracción biodisponible de un fármaco es 100%, entonces aquí no hay muchas posibilidades de
que los distintos factores de variabilidad entre individuos afecten la exposición del organismo al
fármaco. Por el contrario, si el valor promedio de la fracción biodisponible es de 10%, entonces
es de esperar una enorme variabilidad entre individuos de manera que muchos individuos
presentarán un valor de F muy bajo; por ejemplo 5%, mientras que otros presentarán un valor
de F muy alto; por ejemplo 20%. La relación entre la fracción biodisponible absoluta y la
variabilidad entre individuos de un grupo de fármacos en humanos (Hellriegel et al., 1996) se
presenta en la siguiente figura.
Por ejemplo, si una formulación presenta una fracción biodisponible del 40%, donde unos
individuos presentan un valor de F del 20% y otros un valor de F del 60% y se necesitara una
fracción biodisponible del 100% para garantizar la eficacia del fármaco, a primera vista nos
parece por demás razonable que para solucionar el inconveniente deberíamos multiplicar la
dosis por 3 para lograr niveles plasmáticos equivalentes los obtenidos con un valor de F del
100%.
Sin embargo para garantizar que los individuos en los que se presentan bajos valores de F
exhiban una exposición del fármaco equivalente a una fracción biodisponible del 100%, la dosis
debería incrementarse 5 veces.
Esto determina que los individuos que primariamente exhiben una fracción biodisponible del
60% sean sobreexpuestos a una dosis multiplicada por un factor de 3, es decir tres veces
mayor.
referencia 100% y en el eje de las abcisas se hallan representadas las dosis administradas.
Cada dosis presenta tres tipos de fracción biodisponible, la central es el valor promedio
mientras que las dos restantes representan los valores extremos inferior y superior
respectivamente.
Puede observarse que para que el grupo de individuos que exhibe una fracción biodisponible
baja, la dosis debe multiplicarse por un factor de 5 para que exhiban una fracción biodisponible
de 100%. Como contraparte tenemos que dos subpoblaciones de individuos quedan
sobredosificados.
fármaco, por considerar que las mismas son de índole más práctica para la comprensión del
concepto.
Cuando las dosis administradas son idénticas, entonces estas pueden ser eliminadas de la
ecuación. Esta metodología se basa en el supuesto básico de que tanto el clearance
permanece constante e independiente de la vía de administración empleada, por lo tanto
teniendo en cuenta la siguiente ecuación de balance de masa:
Considerando que el clearance es constante, este puede ser suprimido de la ecuación ya que el
valor del ABC es proporcional a la cantidad de fármaco biodisponible y que es eliminado desde
el compartimiento central.
X u,e.v. Dosis i.v.
F%
100
X u,i.v. Dosis e.v.
donde Xu∞ es la cantidad total de fármaco eliminado por orina u otro líquido biológico u excreta.
Al igual que en el caso anterior, esta metodología se basa en el supuesto básico de que tanto el
clearance permanece constante e independiente de la vía de administración empleada.
La principal limitante de este método es que se necesita recolectar orina (u otro líquido biológico
o excreta durante un período de tiempo que garantice que el fármaco ha sido eliminado en su
totalidad.
ABC test .
F% 100
ABCref.
A B
Si ahora fijamos nuestra atención en el perfil de la segunda formulación veremos que se adecua
a fármacos cuya eficacia es tiempo dependiente como el caso de los antibióticos betalactámicos
o en el caso de un endectocida como la ivermectina que necesita prolongar su permanencia en
el organismo a los fines de mantener su acción protectora.
De manera similar, los efectos tóxicos o secundarios pueden ser totalmente diferentes cuando
la velocidad de ingreso al compartimiento central difiere de manera significativa entre las formas
farmacéuticas.
También es importante conocer la velocidad de ingreso al compartimiento central cuando el
fármaco se presenta en formulaciones especiales que controlan la liberación del fármaco como
por ejemplo las formas farmacéuticas inyectables de depósito, los implantes subcutáneos, los
comprimidos de liberación sostenida, o los bolos intrarruminales con liberación sostenida o
prolongada del principio activo.
A B
Por lo tanto, la precisión de sus valores depende de la frecuencia de muestreo, es decir, cuanto
mas espaciadas sean las concentraciones plasmáticas (figura B), mas imprecisos serán los
valores de estas dos variables respecto de los valores reales (figura A).
Otra limitante de los valores de Cmax y Tmax es la presencia de un fenómeno de flip-flop, el
cual es un efecto de formulación, donde la velocidad de ingreso del fármaco a la circulación
general pasa a ser dependiente de la liberación del fármaco desde la forma farmacéutica, y esta
velocidad deliberación es menor a la velocidad de eliminación global del fármaco desde el
organismo. En este caso, la pendiente de la fase terminal de la curva de disposición plasmática
no se corresponde con la fase de eliminación sino que se corresponde con la fase de liberación
del fármaco desde la forma farmacéutica. Una forma sencilla de identificar un fenómeno de flip-
flop, es la inspección visual de las curvas de disposición plasmática obtenidas tras la
administración intravascular y extravascular del fármaco expresadas en escala semilogarítmica.
En una situación corriente las pendientes de la fase final luego de la administración
extravascular es paralela a la obtenida tras la administración intravascular. En el caso de existir
un fenómeno de flip-flop, esta fase final deja de ser paralela y se vuelve menos pronunciada tal
como se presenta en la siguiente figura.
Cmax 1
Cmax 2
Fenómeno de flip-flop
Cinética normal
Tmax 1 Tmax 2
Cuando se da esta situación, Cmax y Tmax ya no son indicadores de la velocidad del proceso
de ingreso del fármaco al organismo, ya que este se prolonga por tanto tiempo como se
prolonga la fase final de la curva de disposición plasmática.
de las membranas biológicas. Como las moléculas de fármacos débilmente ácidos existen en el
estómago (pH 1-2) mayoritariamente en su forma no iónica, este medio teóricamente favorecerá
su absorción.
En la porción superior del intestino delgado el pH es más alcalino (pH 5-7) y sucederá lo inverso
con los ácidos y las bases débiles.
La ecuación de Jacobs escrita para el pH del líquido gástrico o intestinal (pH 1-2 y 5-6) y el pH
de la sangre (pH 7.4) para un ácido débil, explica que la fuerza propulsora para la absorción
está basada en el gradiente de pH. Consideremos por ejemplo la relación de la solubilidad total
del ácido acetil salicílico (aspirina) que es un ácido débil entre la sangre y el líquido gástrico.
R x/y
1 10 pHx pka
1 10 pHy pKa
En la ecuación, “x” representa la concentración total del fármaco (forma iónica y forma no
iónica) en sangre al tiempo que “y” representa la concentración total del fármaco (forma iónica y
forma no iónica) en el estómago. Si consideramos el pH de la sangre (pH 7.4), el pH del líquido
gástrico (pH 2) y el pKa de la aspirina (pKa 3.4) y reemplazamos los términos en la ecuación y
resolvemos, obtenemos un valor de R x/y de 9618, que resultaría de la relación de un mol de
aspirina en sangre / 0.0001 mol de aspirina en estómago, indicando esto que la aspirina se
absorbe bien en el estómago.
Coeficiente de partición
Entre el momento en que se administra y el momento que se elimina una molécula de fármaco,
esta debe difundir a través de diversas membranas biológicas que actúan como barreras de tipo
lipídico. Un criterio importante para evaluar la capacidad de la molécula de fármaco de penetrar
esas membranas es su coeficiente de partición lípido/agua, también llamado aceite/agua (K)
que se define como:
C0
K
Cu
Estabilidad de la molécula
En las formas farmacéuticas orales es importante la pérdida de fármaco por hidrólisis ácida o
metabolismo en el tracto digestivo. Como una molécula de fármaco en una formulación sólida
se degrada de manera más lenta que se hallara en solución o suspensión se trata de mejorar la
biodisponibilidad mediante formulaciones que protejan la misma.
Por ejemplo para moléculas inestables en el estómago, lo apropiado es el desarrollo de formas
farmacéuticas que permitan liberar el principio activo en el intestino. En cambio sucede lo
inverso con aquellas que son degradadas en el medio intestinal.
Uno de los factores mas importantes que afectan la velocidad de disolución de una forma
farmacéutica sólida es la superficie de las partículas. Los picos de concentración plasmática
(Cmax) ocurren más rápidamente (Tmax) cuando las partículas de fármaco son pequeñas que
cuando son grandes. El tamaño de la partícula también puede afectar la magnitud del área bajo
la curva (ABC). Por ejemplo; los niveles séricos de fenitoína luego de la administración de dosis
iguales de una formulación micronizada mostraron un valor de ABC dos veces mayor que la
obtenida con una formulación convencional.
El tipo de formulación y los procesos de manufactura (farmacotécnia) afectan la velocidad de
disolución de las moléculas de un fármaco. Los ingredientes inertes (excipientes) pueden
afectar la absorción de una molécula de fármaco. Por ejemplo, el estearato de magnesio, que
es un lubricante que comúnmente se emplea en la fabricación de tabletas y cápsulas es
insoluble en agua e hidrófugo (repelente del agua). Esta naturaleza hidrofóbica tiende a retardar
la disolución de una cápsula o comprimida ya que actúa previniendo o retardando el contacto de
los fluidos gastrointestinales con el principio activo. De esta manera un incremento en la
cantidad de este excipiente en la forma farmacéutica resulta en una menor velocidad de
disolución y una disminución de la biodisponibilidad del fármaco.
La naturaleza de la forma farmacéutica en si misma puede afectar el proceso de absorción. Las
principales formas farmacéuticas para uso oral se hallan detalladas en la siguiente tabla en
orden decreciente respecto de la velocidad de disolución-absorción de su principio activo.
Como puede apreciarse el tejido conectivo (en el que se halla incluido el etejido subcutáneo)
representa aproximadamente el 7% del peso corporal y solamente recibe el 1% del volumen
minuto cardíaco, lo que representa un riego sanguíneo de solamente 0.01 ml por gramo de
tejido por minuto, lo cual es un volumen de sangre extremadamente pequeño si lo comparamos
con el riego sanguíneo de otros órganos. Sin ir mas lejos, el riego sanguíneo del músculo en
reposo es tres veces mayor (0.03 ml por gramo de tejido por minuto). Esta variable es
determinante de la rapidez con la que el fármaco abandona el espacio subcutáneo y ingresa a
la circulación general, ya que es el riego sanguíneo el que ejerce un efecto de “lavado” del
fármaco en el sitio de inyección. Si consideramos a un fármaco que fuera administrado en forma
de solución acuosa por las vías subcutánea e intramuscular, podemos inferir en base a lo
expuesto que en el caso de la administración intramuscular la velocidad de absorción será por
lo menos tres veces mayor que en el caso de la administración subcutánea.
La velocidad de absorción luego de la inyección subcutánea es suficientemente lenta y
constante como para garantizar concentraciones prolongadas en plasma y un efecto que se
prolongue en el tiempo. Sin embargo no siempre ese efecto es benéfico para la eficacia de un
regímen terapéutico.
En la siguiente gráfica se puede ver que en una administración de un antibiótico del grupo de
las quinolonas (efecto concentración dependiente) por vía intramuscular (A) las concentraciones
plasmáticas alcanzaron rápidamente un elevado nivel mientras que en la administración
subcutánea (B) el nivel plasmático alcanzado fue significativamente menor y se alcanzó más
tardíamente. Aunque ambas vías de administración garantizaron un nivel plasmático superior a
la CIM, la vía subcutánea no logró el nivel necesario para la total eficacia de este
antimicrobiano.
En otro ejemplo podemos ver como la rápida absorción lograda con la vía intramuscular (A)
garantizó que los niveles plasmáticos efectivos se alcanzaran rápidamente, mientras que en la
administración subcutánea estos no pudieron ser alcanzados lo que determinó la falla
terapéutica.
Este fenómeno es tenido en cuenta para muchas formulaciones en donde se indican diferentes
dosis para una y otra vía de administración. Un ejemplo lo constituye la Ketamina para la cual
se recomendaban para el canino tres tipos de dosis según la vía de administración; intravenosa:
10 mg/kg, intramuscular: 25 mg/kg y subcutánea: 35 mg/kg. Estos diferentes esquemas de
dosificación tenían en cuanta la velocidad de absorción del agente anestésico. Obviamente la
diferencia de dosis garantizaba que las concentraciones plasmáticas llegasen a niveles
efectivos, aunque a diferentes tiempos ya que el efecto depresor aparecía casi
instantáneamente por vía intravenosa, a los 5-10 minutos por vía intramuscular y a los 15-20
minutos por vía subcutánea.
Especie (rumiantes)
Es importante tener presente la gran diferencia entre el aparato digestivo de los rumiantes
respecto de los monogástricos y su incidencia en la farmacocinética de los medicamentos.
Estos puntos ya fueron desarrollados en el capítulo “Aparato digestivo de los rumiantes y su
implicancia en la farmacocinética y la terapéutica veterinaria” y el capítulo “Farmacocinética y
terapéutica antihelmíntica”, por lo el lector deberá remitirse a los mismos, de manera que no nos
extenderemos en estos temas.
Efecto en la velocidad
Factor
de vaciado gástrico
Tipo de alimento
Ácidos grasos, grasas Disminuye
Carbohidratos Disminuye
Amino ácidos Disminuye
pH del contenido estomacal
Disminuido Disminuye
Incrementado Incrementa
Estados patológicos
Úlcera gástrica Disminuye
Hipotiroidismo Disminuye
Hipertiroidismo Incrementa
Fármacos
Atropina Disminuye
Analgésicos narcóticos Disminuye
Metoclopramida Incrementa
Estados patológicos
Es importante considerar los efectos de los proceso patológicos que pueden modificar
(disminuir) la biodisponibilidad de una fármaco. Tengamos presente el efecto contraproducente
que la parasitosis por larvas inhibidas de Ostertagia en bovinos acarrea un grado de lesión de la
mucosa gástrica tal que se ve afectada la secreción de ácido clorhídrico, al tiempo que el pH de
este medio se eleva uno o dos puntos.
Esto da como resultado la disminución de la solubilización de los compuestos de tipo
benzoimidazol, que al ser bases débiles necesitan del pH ácido estomacal para que las
partículas de la suspensión se disuelvan. La consecuencia de esto es una disminución de la
fracción biodisponible de la dosis del benzoimidazólico administrado.
Los estados de gastroenteritis, con presencia de cuadros diarreicos contribuyen a disminuir la
biodisponibilidad de un fármaco. También las enfermedades que afectan el aparato
cardiovascular y el hígado pueden afectar los niveles circulantes de fármaco luego de una
administración oral.
En la siguiente tabla se resumen algunos estudios que muestran el efecto del alimento en la
biodisponibilidad de algunos fármacos.
El efecto del alimento y el tipo de dieta sobre la biodisponibilidad de la eritromicina está bien
documentado. La absorción del antibiótico está reducida de manera significativa cuando se la
administra junto con alimentos que cuando se la administra en condiciones de ayuno. Esto se
explica por el resultado de la degradación de la eritromicina por su prolongada permanencia en
el estómago.
Un retardo en el proceso de absorción fue demostrado tanto para la cefradina como para otras
cefalosporinas cuando se administraron por vía oral junto con el alimento.
Sin embargo muchos fármacos mejoran su biodisponibilidad en presencia del alimento. Esto
puede ser atribuido a una variedad de factores entre los que podemos mencionar a una mejora
en la solubilización del fármaco y un mayor tiempo para la disolución del mismo a causa de una
disminución de la velocidad de vaciado gástrico.
En el caso de fármacos que se metabolizan excesivamente tales como el propanolol, la mejora
de la biodisponibilidad puede ser explicada por el incremento del flujo sanguíneo esplácnico que
reducen el efecto del primer pasaje hepático.
El volumen de líquidos que acompaña a la administración oral de un fármaco también puede
afectar la biodisponibilidad de este. Un volumen de agua que acompañe a la toma del
medicamento puede mejorar la disolución de la forma farmacéutica y acelerar el vaciado
gástrico.
metales de metales polivalentes como el calcio, presentes en la leche y del magnesio en los
antiácidos. La interacción también puede ser indirecta tal como el incremento de la velocidad de
absorción de acetaminofeno debido al incremento de la velocidad de vaciado gástrico producida
por la metoclopramida.
La mayoría de las interacciones entre moléculas de fármacos dan como resultado una
reducción en la velocidad de absorción y la cantidad de medicamento absorbido. Las causas
mas frecuentes de la reducción de la biodisponibilidad son: