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Resumen
Si bien el trabajo social empresarial en
América Latina no es reciente, en algunos
países su desarrollo es sumamente limita-
do, y en otros tiene una marcada presencia,
coexistiendo con iniciativas profesionales
enmarcadas en la acción del Estado, pero
con una limitada o nula reflexión sobre
su desarrollo, fortalezas y limitaciones. El
presente documento posiciona algunas
reflexiones introductorias que faciliten la
comprensión de esta experiencia profe-
sional. Para ello se recurrió inicialmente a
contextualizar el trabajo social latinoame-
ricano desde su génesis en la década del
veinte, para luego avanzar por las trans-
formaciones societarias que hemos venido
experimentado desde la década de los cin-
cuenta, y la emergencia del neoliberalismo
desde los años setenta del siglo pasado,
periodo que marca un golpe de timón en
las expresiones que asumió la profesión. El * Artículo de reflexión resultado de disertaciones
trabajo social se ha incorporado de diver- académicas en el marco del I Encuentro Latinoame-
ricano de Trabajo Social en Empresa: Nuevos
sas formas en esas transformaciones, sea Escenarios y Desafíos para la Intervención del Tra-
desde la estructura del Estado, del trabajo bajo Social en la Gestión Humana, organizado por
social liberal, desde las empresas o desde la Asociación de Asistentas Sociales de Empresas
(ASEM) del Perú durante 2010.
el tercer sector, espacio donde tiene cabida
la responsabilidad social empresarial y el ** Licenciado en Trabajo Social y maestrando en
denominado trabajo social empresarial. Se Ciencias Políticas. Profesor de la Escuela de Trabajo
Social de la Universidad de Costa Rica. Integrante
reflexionará sobre los dilemas y posibilida- de la dirección ejecutiva de la Asociación Latinoa-
des que la profesión tiene en ese espacio de mericana de Enseñanza e Investigación en Trabajo
intervención profesional. Social, gestión 2009-2012.
humanos, una mejor comprensión de la rea- El golpe de Estado en Chile (contra Allen-
lidad social, sus contradicciones y sus efectos de) y la asunción de los “Chicago Boys” en
en los “problemas sociales”, reconocimiento la administración de los temas económicos
de la autonomía relativa del Estado y de los y sociales de ese país, así como el arribo al
profesionales en trabajo social. Estas remo- Gobierno de Margaret Thatcher y Ronald
zadas cualidades profesionales, en conjunto Reagan en Inglaterra y Estados Unidos
con la ampliación del Estado en materia de América, respectivamente, dan cuenta de
social, facilitaron la incorporación de miles cómo el Estado neoliberal desplaza al
de profesionales en el desarrollo de políticas Estado desarrollista, en algunos países de
sociales de muy diversa naturaleza, y que forma apresurada y en otros progresiva.
podían ser entendidas como una forma de En términos estrictamente instrumentales, el
garantizar la reproducción del sistema ca- Estado desarrollista no garantizaba para me-
pitalista, pero que a su vez materializaban diados de la década de los setenta las tasas de
la lucha de décadas de diversos sectores so- acumulación de riqueza que el capital reque-
ciales en el afianzamiento de los derechos ría para reproducirse, pero a su vez eviden-
sociales. El Movimiento de la Reconcep- ciaba que existían sectores económicos que
tualización como sello distintivo latinoame- se habían recuperado de las crisis anteriores
ricano al trabajo social mundial se mantiene y que ya tenían la capacidad para asumir
hasta nuestros días en diferentes expresio- las riendas del mercado sin la intermedia-
nes profesionales, sea por las siempre reno- ción4 del Estado. El neoliberalismo supuso
vadas expresiones teóricas de cuño crítico, desmontar la intervención del Estado en la
por el proyecto ético-político que aspira por esfera económica y social vendiendo em-
la emancipación humana y que impregna presas públicas, reformando los sistemas de
a la profesión de una direccionalidad polí- seguridad social, reduciendo su tamaño por
tica o por el constante cuestionamiento a la medio de la disminución del empleo pú-
instrumentalizad que caracteriza al trabajo blico, focalizando la política social hacia los
social desde sus orígenes. grupos de poblaciones más pobres. Así mis-
mo, a través de la descentralización de las
La respuesta hegemónica a los movimien- competencias del Estado con el consecuen-
tos sociales de la década de los cincuenta te traslado de estas a los gobiernos locales, a
y la de los sesenta en América Latina fue las organizaciones no gubernamentales, a las
una serie de golpes de Estado y la insta- organizaciones filantrópicas y a las empresas;
lación de dictaduras militares en varios liberalización económica y libertad de flujos
países de la región. Lo anterior, junto a la de capital, desregulación fiscal y flexibiliza-
crisis económica que se vivió en la déca- ción de la legislación que “afectaba” la activi-
da de los setenta, fomentó un discurso que dad económica.
cuestionaba las capacidades del Estado en
materia económica y social, y que a la pos-
tre pretendía deslegitimar los alcances del 4 Claro que siempre requerirían la legitimidad del
Estado para consolidar las reformas propuestas y
Estado desarrollista (Borón, 1992) y su ex- contar con las garantías jurídicas necesarias para con-
presión social: el Estado de bienestar. solidarlas.
dad de vida del trabajador, atención de las lidad de los procesos productivos que
necesidades de las y los empleados realiza- desarrollan.
ción personal, la persona como un activo de • Impulso de la RSE por medio de alian-
la empresa, inversión en el recurso huma- zas público-privadas.
no, equilibrio entre las necesidades de las y
los trabajadores y los intereses de las em- • Integración de las preocupaciones so-
presas, respeto por la legislación laboral, ciales y medio ambientales en las acti-
encadenamiento productivo socialmente vidades comerciales con la intención de
responsable, participación social (Cerdas, generar procesos de desarrollo sosteni-
2005; Groppo, 2007; Morales, 2009). bles que den respuesta a los problemas
nacionales.
Incorporar estas y otras dimensiones so- La RSE impulsa una fusión estratégica entre
ciales en las prácticas productivas tiene los intereses empresariales y la necesidad
una ventaja fundamental para las empre- de contar con una mano de obra que sea
sas: les permite alcanzar la certificación en funcional a los requerimientos produc-
diversas normas de calidad ISO,10 lo que tivos. Los conocimientos laborales y las
les abre la posibilidad para colocar sus pro- condiciones materiales11 y emocionales12
ductos en mercados donde se ha estable- de las y los trabajadores son fundamentales
cido la obligatoriedad de cumplir con esas para garantizar no solo una mano de obra
normas como requisito para la comerciali- en condiciones de desempeñar su trabajo
zación de sus productos. En el marco de la y generar ganancias económicas, sino tam-
globalización económica, la RSE le brin- bién para desarrollar un sentido de perte-
da a las empresas mejores condiciones de nencia con una organización con la que se
competitividad, un pago más elevado por comparten objetivos, en la que hay posibi-
sus productos pues los y las consumidores lidades de reconocimiento y con la cual se
“responsables” los identifican como social- desarrolla un proceso de identidad que ge-
mente responsables y los tienden a preferir nera inclusión en la estructura empresarial.
en sus compras. A esto hay que sumarle el prestigio social y
Del estudio elaborado por Morales (2009, la legitimación que adquieren las empresas
pp. 101-104) se desprenden algunas ca- cuando se reconoce que propician condi-
racterísticas sobre la RSE que vale la pena ciones laborales y sociales que terminan
destacar, dado que son planteadas por las beneficiando a toda la colectividad, lo que
organizaciones y actores que la impulsan:
11 Atender de forma satisfactoria las necesidades de
• Aumento de la competitividad y exce- abrigo, alimentación, educación, salud y seguridad
lencia empresarial. social de las/os trabajadores es fundamental para
garantizar que sus capacidades personales estén en
• Atención a los y las trabajadoras, a sus sintonía con las necesidades de producción y ganan-
condiciones laborales, así como a la ca- cia de la empresa.
12 Lo emocional es igualmente importante para garan-
tizar la producción. Una trabajadora en conflicto con
10 Organización Internacional para la Estandariza- un familiar, o un clima laboral conflictivo, ve limita-
ción; para el caso que nos ocupa, la RSE se incluye da su capacidad productiva y consecuentemente la
en la norma SA 8000. capacidad de generar ganancias para la empresa.
incluso aumenta el valor de sus acciones y una mercadería que permite alcanzar otros
la marca de la empresa (Groppo, 2007). objetivos, en este caso comerciales.
Iamamoto (2003) plantea que con la re- En el marco del desarrollo capitalista se
tracción del Estado se da un deterioro en aspira a desarrollar una práctica empre-
los servicios sociales públicos y que a su sarial que esté en capacidad de armonizar
vez se genera una transferencia de estas intereses empresariales con los intereses y
competencias a la sociedad civil, hecho que necesidades de la población trabajadora,
“constata una tendencia a la refilantropiza- pero prescindiendo de la universalidad y
ción social, donde las grandes corporacio- solidaridad asociada a la intervención esta-
nes económicas pasan a preocuparse y a tal como se conoció durante las décadas de
intervenir en la cuestión social dentro de los cincuenta, sesenta y setenta, en los paí-
una perspectiva de filantropía empresarial” ses que impulsaron el Estado de bienestar.
(p. 58). Vale la pena mencionar que esta
refilantropización social se distancia de la Con las RSE se atisba una transferencia de
filantropía pura o inicial, en la medida en renta desde el empresariado hacia las y los
que la segunda estaba orientada más por trabajadores, emulando en parte, pero con
la buena voluntad personal, inconexa con severas restricciones, el aporte que brindó
la cuestión social, sin sustento profesio- el Estado de bienestar para consolidar la
nal, sin arraigo metodológico, de limitado reproducción del capital, y sin acercase a los
alcance; mientras que en la refilantropiza- alcances que tuvo el denominado salario
ción se identifican lineamientos nacionales social en términos de su magnitud y ex-
e internacionales que la incentivan y que pansión social. Cualquiera podría pensar
incluso toman forma en legislación (Mo- que es el resurgimiento de la socialdemo-
rales, 2009). Según Iamamoto, la refilan- cracia en los tiempos del neoliberalismo,
tropización se integra al desarrollo de las pero ni por asomo se le acerca a las con-
fuerzas productivas y es incapaz de detener quistas laborales y sociales que se tuvieron
la pauperización que afecta a millones de en la época de oro del Estado de bienestar.
personas. Este esfuerzo empresarial, que puede con-
Sobre el particular, Groppo (2007) es del tar con intencionalidades de muy diverso
criterio de que la RSE se debe enmarcar en cuño, es incapaz de dar respuesta a las di-
la acción de las organizaciones del tercer versas manifestaciones que asume la cues-
sector, las cuales con su práctica tienden a tión social en la actualidad, precisamente
invisibilizar las causas estructurales que se porque:
encuentran detrás de las manifestaciones • No tiene una cobertura universal,14 se
de la cuestión social,13 explicándola en la limita a unas cuantas empresas que
incapacidad de los individuos y grupos por
su falta de educación y de voluntad. Para
este autor, la solidaridad se transforma en 14 En otras palabras, la RSE no cobija a toda la pobla-
ción, sino a pequeños grupos de trabajadores, y si se
toma en cuenta que la informalidad laboral afecta a
13 El autor utiliza el concepto problemas sociales para millones de personas, el alcance de la misma es muy
hacer referencia a la cuestión social. limitado.
ses donde las reformas neoliberales calaron tencionalidad del Estado, ¿qué certezas
con mayor fuerza, siempre encontraremos existen para que las y los profesionales en
profesionales en el sector público, pero un Trabajo Social implementen políticas
importante contingente se ubicará paulati- sociales que enfrenten las manifesta-
namente en empresas y en el tercer sector.15 ciones de la cuestión social con la pre-
tensión de superar las contradicciones
Los dilemas de nuestra profesión no son
estructurales que la explican?
exclusivos del trabajo social empresarial,
pero dado que este espacio de discusión se 2. Al impulsar espacios de participación
articula desde lo privado, reflexionaremos a y organización social mediatizados por
continuación al respecto: el interés y lógica empresarial, y en mu-
chos casos orientados por la filosofía del
1. Para una profesión que incorpora desde
Banco Mundial o el Fondo Monetario
sus primeros años de formación univer-
Internacional, ¿qué posibilidad existe
sitaria la convicción de que es necesario
para avanzar en procesos participativos
avanzar en la construcción de una socie-
dad signada por la igualdad, la solidari- donde diferentes sectores de la sociedad
dad, la justicia social, la distribución de puedan aspirar no solo a definir el tipo
riqueza y la promoción y disfrute de los de sociedad que se quiere, sino también
derechos humanos, la RSE plantea un a participar políticamente en su cons-
primer reto: no se puede aspirar a que trucción?
estos principios sean universales, que- 3. Si el abordaje de la cuestión social se
dan limitados a la empresa y los espacios hace desde la refilantropización, ¿cuál
geográficos en los que desea intervenir. es el futuro de orientaciones medula-
Pero nos preguntamos, ¿se universalizó res como la asistencia social, concebida
esta aspiración durante el periodo de como un derecho que potencia el desa-
oro de los Estados de bienestar?, ¿fue el
rrollo de la persona?
desarrollo pleno del ser humano lo que
estructuró al Estado de bienestar, o por el 4. Ante una experiencia profesional de lar-
contrario el Estado de bienestar de- ga data que aún no termina de articu-
sarrolló condiciones para garantizar la larse y analizarse en lo nacional, cómo
reproducción del capital, y generó así la avanzar en cuantificar sus logros en ma-
inclusión social, identidad societal y legi- teria social, particularmente utilizando
timidad del sistema capitalista? indicadores sociales que den cuenta de
Si la RSE no se articula a un espacio que se avanza en la superación de la po-
de planificación nacional que históri- breza, la exclusión social y ampliación
camente ha sido una competencia e in- de la calidad de vida de toda la colec-
tividad.
de vista los principales retos que enfrenta pero con un dominio muy pobre de las
el trabajo social empresarial? condiciones políticas, económicas y socia-
les (nacionales e internacionales) que
1. Reconocer que la seguridad social que
explican las manifestaciones de la cues-
se implementa desde las empresas es in-
tión social. Acá la apuesta va en el senti-
suficiente para atender las diversas expre-
do de fortalecer nuestras capacidades de
siones de la cuestión social a nivel nacional
lectura crítica de la realidad social. La
e internacional. Antes que nada, no son
crítica no se limitará a hacer una valora-
todas las empresas las que asumen esta
práctica productiva, pueden hacerlo las ción y comentario positivo o negativo so-
más grandes o las que están más vincu- bre una situación en particular, sino que
ladas con procesos de producción y de avanzará en una amplia comprensión de
comercialización en el marco de una la sociedad en la que nos desarrollamos,
economía globalizada. Por otra parte, identificando tendencias de desarrollo,
la cantidad de recursos que se invierten contradicciones estructurales, respues-
internamente en las empresas no se co- tas estatales, del capital, de los actores
rresponden con todas las necesidades de sociales, avances y retrocesos en materia
las y los trabajadores; es cierto que es un de derechos sociales, estructuras de poder,
salario social que es bien recibido, pero enfoques teóricos explicativos de la rea-
el mercado sigue regulando una serie de lidad social en la cual nos desarrollamos,
relaciones sociales en las que no son favo- discusiones técnico-operativas, teórico-
recidos las y los trabajadores. En tal sen- metodológicas y ético-políticas del tra-
tido, soy de la convicción de que no se bajo social.
puede aspirar a que la RSE suplante el
Un trabajador no solo es un activo para
deber que tiene el estado de garantizar
la empresa, es ante todo un ser humano,
la seguridad económica, jurídica, social
con necesidades y particularidades que
y ambiental de su población, se debe re-
se explican en un entramado de rela-
currir a formas de financiación triparti-
ciones y contradicciones sociales. Reco-
ta (trabajadores, empleadores y Estado),
nocer esas condiciones nos permitirá
así como a una estructura de impuestos
progresivos que garanticen el financia- entender a las personas o comunidades
miento de sistemas de seguridad social con las que trabajamos en el marco de
de naturaleza universal. un conjunto de situaciones estructurales
que limitan su pleno desarrollo humano.
2. Históricamente la mayor parte de las
y los profesionales en Trabajo Social se 3. América Latina se destaca por la di-
han ubicado en la ejecución de políticas versidad de debates profesionales que
sociales y han desatendido así la com- generalmente tienen lugar en las uni-
prensión y acción en elementos de na- versidades y que en muchas ocasiones
turaleza estructural que determinan las también recogen y estimulan los cole-
situaciones particulares sobre las cua- gios profesionales. Hay una riqueza im-
les intervenimos. Somos profesionales, presionante en ese sentido, la cual nutre
con una excelente capacidad de ejecución, de forma sustantiva nuestra experiencia
que tienen muchas profesionales en el miento de que cada una de sus acciones
campo del trabajo social empresarial, va a permitir de una u otra forma el res-
pero sí articularse a un proyecto de de- peto y disfrute de los derechos humanos
sarrollo que impulse la inclusión social, de las personas que se benefician con
la igualdad, la justicia social y, ante los servicios sociales que se desarrollan
todo, la universalidad de la seguridad en las empresas.
social. Dispersas por la vida no hacemos Piénsese en una beca que se le brinda a la
mucho por ella.
hija adolescente embarazada de una tra-
6. Uno de los aportes más relevantes del bajadora. En primer lugar, con esa beca se
trabajo social latinoamericano a las va a potenciar el derecho a la educación,
ciencia sociales es el desarrollo de la a una mejor calificación laboral a ga-
sistematización como posibilidad de rantizar movilidad social. Pero si esa
producir, problematizar y socializar co- beca es acompañada con formación en
nocimientos. Por esta razón, tenemos sexualidad humana, en reconocimien-
una deuda pendiente que saldar en esa to de derechos de género, en el derecho
materia desde la intervención profesio- al placer y a mi cuerpo, se terminan
nal del trabajo social empresarial. Con profundizando los derechos humanos
la amplia diversidad de experiencias de esa adolescente. El abanico de posi-
que se vienen desarrollando desde hace bilidades profesionales para avanzar en
varias décadas, imaginemos la expertis materia de derechos y acción política es
metodológica acumulada, y la cantidad inmenso.
de experiencias exitosas y no tan exi-
8. A esta altura de la discusión se hace ob-
tosas que podrían nutrir el trabajo que
vio que se requiere impulsar y fortalecer
hacen miles de colegas. Ni se diga de las
una serie de habilidades gerenciales por
repercusiones positivas que esto tendría
parte de las y los profesionales en Tra-
para las personas y comunidades con
bajo Social que permita:
que trabajamos y para las mismas em-
presas. • Generar espacios de encuentro y
coordinación profesional con un ca-
7. Autores como Iamamoto (2003) y Ala-
rácter integrador de los servicios so-
yón (2000) advierten el riesgo de refilan-
ciales que se impulsan. Esto se puede
tropizar lo social cuando las empresas
realizar entre empresas con objetivos
terminan asumiendo el desarrollo de po-
productivos similares, entre empre-
líticas sociales, especialmente porque
sas ubicadas en una región similar y
estas tienden a ser separadas de la ló-
gica de los derechos humanos, mientras empresas que apuntan a una pobla-
que el resto de la colectividad queda a la ción beneficiaria afín.
deriva ante la inacción estatal. Enton- • Desarrollar espacios de encuentro
ces la primera acción reivindicadora que y debate profesional en los que se
deben asumir las y los profesionales en analice la realidad social, las ten-
Trabajo Social es impulsar una acción dencias profesionales, los desarrollos
profesional sustentada en el reconoci- teórico-metodológicos y los alcances
y limitaciones del trabajo social em- social empresarial acorde a la norma de respon-
presarial. sabilidad social (Tesis de grado). Universi-
dad de Costa Rica, San José.
• Fortalecer espacios de negociación con Chinchilla, M. (2006). Globalización y trabajo
las gerencias y juntas directivas de las social: ¿nuevos compromisos o viejos retos?
empresas para ampliar los servicios so- Savia, 4, 1-17.
ciales que se desarrollan; esto incluye Gómez, L. (1995). Génesis y evolución de los
tener en cuenta la urgente necesidad sesenta años del trabajo social en Chile. En
de investigar y producir conocimien- M. Quiróz (Comp.), Antología del trabajo
to alrededor del trabajo social empresa- social chileno. Concepción: Universidad de
rial, como forma de renovar y mejorar Concepción, 11-29.
constantemente la calidad de la in- Groppo, L. (2007). Responsabilidad social em-
presarial y la mercantilización de la solida-
tervención de nuestra profesión. Nos
ridad. Servicio Social y Sociedad, 91, 143-162.
sobrarán argumentos profesionales y
Iamamoto, M. (2003). El servicio social en la
empresariales para avanzar en esa contemporaneidad: trabajo y formación profe-
dirección, particularmente si se han sional. São Paulo: Cortez.
sistematizado las experiencias. Molina, L. y Romero, M. C. (2004). Modelos de
intervención asistencial, socioeducativo y tera-
Referencias péutico en trabajo social. San Juan: Editorial
Alayón, N. (2000). Asistencia y asistencialismo: Universidad de Costa Rica.
¿pobres controlados o erradicación de la pobre- Morales, A. (2009). Acercamiento a la responsabi-
za? Buenos Aires: Lumen-Hvumanitas. lidad social en Costa Rica: estudio de la proyec-
Borón, A. (1992). La crítica neoliberal y el
ción en el Programa de Acción Social de Asemeco
Estado. Cuadernos de Ciencias Sociales, 48,
- Hospital Clínica Bíblica (Tesis de grado).
243-270.
Benito, L. y Chinchilla, M. (2001). Flexibiliza- Universidad de Costa Rica, San José.
ción laboral y desprofesionalización del tra- Salas, L. (2007). Estado, empresa privada y sec-
bajo social. Tendencias & Retos, 6, 69-80. tor social: una relación entre sectores que
Cerdas, A. (2005). Calidad de vida laboral en fortalece a la sociedad civil. Trabajo Social,
Espejos el Mundo: la intervención de trabajo 5, 107-130.