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Pisos aéreos
El primer piso está formado por árboles altos, tales como el cedro, caoba y otros.
El segundo piso están los arbustos, tales como guao, jibá, etc.
El tercer piso lo componen las plantas herbáceas como el tibisí y algunas
gramíneas como sacasebo, cambute y otras.
El cuarto piso lo ocupan los hongos, musgos y líquenes.
Pisos subterráneos
Las raíces de las plantas del bosque se sitúan también por pisos, la que constituyen
los pisos subterráneos.
Las raíces de los árboles altos del primer piso penetran en la tierra profundamente.
Las raíces de los árboles bajos del segundo piso son generalmente mas cortas y
forman dentro de la tierra también el segundo piso.
Las plantas de los demás pisos presentan raíces cortas y están en los pisos
superiores del suelo. Eso permite a las plantas de los pisos superiores del bosque,
absorber el agua y las sales minerales de las capas más profundas de la tierra.
Las plantas de los pisos inferiores reciben las sustancias nutritivas de la capa
superficial del suelo, que está cubierta por la hojarasca que está constituida
fundamentalmente por restos de hojas muertas más o menos descompuestas y
también restos de otras partes aéreas de las plantas.
La mayoría se caracteriza porque en ellos los períodos de lluvia y sequía son muy
marcados y los árboles del primer piso o piso principal pierden parte de sus hojas
en la época de sequía, mientras que muchas especies de los pisos que se
encuentran debajo mantienen sus hojas en la época de seca. Este tipo de
bosques es llamado semideciduo tropical y su nombre está relacionado con las
características de la caída de parte de las hojas de sus árboles. El crecimiento de
estos árboles es en altura y llega alcanzar aproximadamente hasta más de 20 m.
El otro tipo de bosque es llamado bosque húmedo tropical; estos bosques no
son muy numerosos y se encuentran en diferentes zonas como por ejemplo, en
Moa y Sierra Cristal donde las lluvias son frecuentes y abundantes. Son muy ricos
en especies de plantas y en ellos crecen altos árboles que en ocasiones
sobrepasan 25 m de altura. Algunos de los árboles de este bosque son: el ocuje,
la majagua, el copey y otros.
Protección de la vegetación
No talar ni destruir los árboles.
Mantener la limpieza de los lugares de excursión como parques, bosques y
jardines, cuidando de no tirar latas, papeles y desperdicios de comida.
Eliminar la basura.
No tirar fósforos encendidos ni dejar fogatas encendidas en los bosques, parques,
etc., porque en ellos la hierba seca puede arder con facilidad y estos lugares
pueden ser destruidos.
Participar en los trabajos de restauración forestal, sembrando árboles y arbustos.
Cuidar y mejorar las áreas sembradas.
Clasificación
En 1973 se hizo una clasificación internacional de las formaciones vegetales, establecida por
la FAO, con la cual se distinguen 225 tipos diferentes, clasificados de forma coherente. Esta
clasificación determina 5 clases de formaciones fundamentales:
Bosques compactos.
Bosques claros.
Matorrales y espesos.
Arbolado bajo y landas bajas.
Vegetación herbácea.
Esta primera clasificación tiene, a su vez, una subclasificación para cada una de las clases
anteriores:
Siemprevivas.
Caducifolios.
Xerotérmicas, etc.
En cada subclasificación se distinguen, asimismo, formaciones y subformaciones.
No obstante, con los avances realizados respecto a la corología y la fitosociología, esta
clasificación tiende a reemplazarse por una más precisa de reagrupamiento vegetal, con
objeto de tener en cuenta las especies concretas que componen una comunidad y el medio al
que se hallan asociadas.
El estudio del reino vegetal requiere de un método para clasificar las distintas formas de vida.
La clasificación en uso es la de Carl von Linné, que se basa tanto en los rasgos visibles de la
planta como en las características específicas de su estructura. Según esos criterios, todas las
plantas se agrupan en dos grandes divisiones: las inferiores y las superiores.
Plantas inferiores
La primera gran división del reino vegetal está constituida por las plantas inferiores, que se
caracterizan por no tener flor ni semilla. En sistema de reproducción más generalizado en ellas
-por medio de esporas que se desprenden de la planta madre- hace que también se las
conozca como esporofitas.
A su vez, las diferentes clases de algas se diferencian entre sí por su forma y color, y las
principales son las rojas, las verdes y las pardas. Asimismo, este primer grupo no presenta una
división clara entre hojas, tallo y raíz; en su lugar tienen una única estructura fibrosa llamada
talo.
Las briofitas, sin llegar a diferenciar sus partes, están más desarrolladas que las anteriores, ya
que constan de un órgano similar a una raíz llamado rizoide, un tallo con células diferenciadas
y pequeñas hojuelas, en donde se realiza la fotosíntesis (proceso de la planta que transforma la
energía solar en energía aprovechable para su crecimiento). Las briofitas se subdividen en dos
clases: hepáticas – poco evolucionadas- y musgos.
Por su parte, las pteridofitas, en épocas geológicas, predominaron sobre otras formas de
vegetación, con notable cantidad de especies arbóreas. Entre las actuales se encuentran los
licopodios, de tallos rastreros; los equisetos, de tallos nudosos, y los helechos. Estos últimos
son las plantas inferiores más evolucionadas, con raíz, tallo y hojas visiblemente diferenciados.
Pteridofitas: Los helechos, con sus más de 9.000 especies, son las pteridófitas más
evolucionadas. Poseen esporas que se observan a simple vista como puntos oscuros en el
reverso de las hojas.
Talófitas: Las algas integran la subdivisión de las talófitas dentro de la gran división de las
plantas inferiores.
Briófitas: Todas las especies de musgos pertenecen a la subdivisión de las briofitas, primeras
plantas con rizoides, tallos y hojuelas diferenciados.
Plantas superiores
La característica esencial de las plantas superiores es que poseen flor y, por consiguiente,
semillas. Su mecanismo reproductivo es, pues, diferente al de las inferiores. También reciben el
nombre de espermatofitas por tener visibles sus órganos reproductores. Se subdividen en
gimnospermas y angiospermas.
Las gimnospermas presentan semillas sin envoltura exterior, colocadas entre escamas, a veces
superpuestas; su ejemplo más conocido es el de las piñas de los pinos y abetos. Estos árboles y
otros semejantes pertenecen al orden de las coníferas.
En las angiospermas, la otra subdivisión de las superiores, las semillas se hallan protegidas
dentro de un órgano llamado ovario, cuyo desarrollo genera el fruto. Se subdividen a su vez en
dos clases, según la estructura de la semilla: monocotiledóneas, en las que el embrión no está
dividido, y dicotiledóneas, con embrión dividido en dos cotiledones o primer par de hojas.
Dicotiledóneas: Todas las semillas de las plantas dicotiledóneas, generan primero una plántula
con dos cotiledones o pequeñas hojas que tienen sustancias de reserva utilizadas durante la
germinación.