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UNIVERSIDAD NACIONAL

“PEDRO RUIZ GALLO”

FACULTAD DE DERECHO Y
CIENCIA POLÍTICA
____________________________________________

ESCUELA PROFESIONAL: DERECHO

ASIGNATURA: MEDICINA LEGAL Y PSIQUIATRIA FORENSE

DOCENTE: Dr. AQUINO MARQUEZ SERGIO JOSE

TEMA: “NECROPSIA MEDICO LEGAL Y SEMIOLOGIA DE DELITOS


CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL”

ALUMNO: ARAIUJO CAVERO. William Gianmarco


CASTRO SANDOVAL, Geraldine Paola
CHALE BRAVO, Luiggi Sandro
GUERRERO TORRES, María Elsy
QUIROGA TENORIO Camelot del Milagro
RUIZ SOLDADO, Anthony André

LAMBAYEQUE - PERÚ - 2020


NECROPSIA MEDICO LEGAL

La necropsia Médico Legal, es el examen o inspección de un cadáver humano


realizado por el Especialista en Medicina Legal, patólogo o médico Legista,
aplicando las técnicas y procedimientos de la Criminalística, con apoyo en los
conocimientos de la ciencia médica, además de otras áreas de las ciencias Forenses.
La necropsia es un componente esencial en la investigación médico legal de la
muerte.
Tiene 3 requisitos indispensables:

- Ser completo
- Ordenada (se siga un método)
- Descriptiva, veraz y detallada

Objetivos de la autopsia médico legal:


Determinar la causa de muerte
Contribuir a establecer la manera de muerte
Contribuir a establecer tiempo de muerte
Identificación de cadáveres no identificados
Documentar lesiones o su ausencia
Documentar enfermedades asociadas contributarias a la causa de muerte
Recolección evidencias físicas o biológicas

1. Identificación del cadáver.


1.1 Formas de Identificación
1.1.1. Comparativas.

Se realizan con mayor frecuencia y consiste en tomar los antecedentes,


reseñas y registros previos para compararlos con los hallazgos encontrados en el
cadáver a identificar.

1.1.2. Reconstructivas.
Se hacen en cadáveres que han quedado en un estado de descomposición
avanzado, esqueletizado, carbonizado, o que simplemente mediante las técnicas
comparativas no son suficientes para la individualización.
2.2. Clases de Identificación

2.1. Fehaciente.

Es aquella en la que se emplean métodos como documentos, carta dental,


dactiloscopia, prueba de ADN que permitan caracterizar aspectos únicos de cada
persona dando un alto grado de certeza en el reconocimiento.

A. Necrodactila:
- Método más usado
- Útil en vivos y en cadáveres frescos o con algún grado de putrefacción
B. Carta dental
- Número de dientes
- Restauraciones y prótesis
- Caries dentarias
- Patrones del hueso
- Patología bucal
- Formación anómala de un diente
C. ADN
2.2. Indiciaria.

Es aquella en la que se recopilan datos biográficos, retratos hablados,


descripciones de características individuales, etc. Lo que hace suponer que esos datos
pertenecen al sujeto que se quiere identificar.

2.3. Identificación Ontológica

Se da en los siguientes casos:

- Identificación de cadáveres NN individuales o en desastres masivos.


- Identificación con evidencia de mordedura
- Identificación en cadáveres incinerados, dentro de los cuales destacan
tres formas:
A. Tratamiento dental: Los tratamientos dentales representan los mayores
caracteres en la identificación del cadáver.
B. Radiología dental: La protección natural de labios, carrillos, y hueso
alveolar, aunado a la resistencia del esmalte dental y cemento radicular permiten la
identificación del cadáver incinerado respecto a su posición, número y morfología
radicular.
C. Diametrología odontológica:

3. Tiempo de muerte.

Al médico legista corresponde distinguir entre muerte aparente y muerte real.


La muerte aparente consiste en pérdida del conocimiento e inmovilidad, con
actividad mínima o cese transitorio de la circulación y de la respiración. La muerte
real, también llamada muerte verdadera, se &ha definido como el cese irreversible de
la circulación, la respiración y el sistema nervioso central. Esa detención no siempre
es simultánea en los tres sistemas. Por ejemplo, en anestesiología es conocido el
efecto de algunos fármacos que producen paro respiratorio, mientras el corazón sigue
latiendo durante algún tiempo. En ciertas enfermedades del corazón puede sobrevenir
primero el paro de este órgano, el cual, debido a su repercusión inmediata sobre la
función respiratoria, a menudo se engloba bajo la denominación común de paro
cardiorrespiratorio. En cualquier caso resulta afectado el sistema nervioso central,
que es muy vulnerable a la falta de oxígeno.
Una vez extinguida la vida el cuerpo empieza a experimentar una serie de
cambios que reciben el nombre de fenómenos cadavéricos, los cuales se subdividen
en: fenómenos cadavéricos tempranos o inmediatos y fenómenos cadavéricos tardíos
o mediatos.

3.1. Fenómenos cadavéricos tempranos.


Estos fenómenos son el enfriamiento, la deshidratación, las livideces, la
rigidez y el espasmo cadavérico.

3.1.1. Enfriamiento.

También llamado algor mortis obedece al hecho de que el cadáver trata de


igualar su temperatura con la del medio circundante. Y si ésta es inferior a la
temperatura corporal (37 0 C o 99.60 F), el cuerpo empezará a enfriarse desde el
momento en que se extingue la vida. El enfriamiento empieza a manifestarse en las
partes expuestas (cara, manos y pies); luego, en los miembros, pecho, espalda y a
continuación en vientre, cuello, axilas, y finalmente en las vísceras.
Este descenso de la temperatura corporal se efectúa a razón de 10 C por hora
durante las primeras doce horas, y a razón de 0.5 ° C por hora en las segundas doce
horas. En las escala de Fahrenheit, el promedio de enfriamiento es de 11/2° por hora.
En caso de las personas seniles y niños aceleran su enfriamiento. Un recién
nacido iguala su temperatura con la del ambiente en 5 o 6 horas

3.1.2. Deshidratación.

Esto se da por la pérdida de agua por evaporación. En niños pequeños puede


manifestarse un descenso de peso a razón de 8 gramos por kilogramo de peso, por
día.
Los principales manifestaciones de deshidratación de cadáver se hayan en los
ojos, y constituyen los signos de Stenon – Louis y de Sommer.

A. Signo de Stenon – Louis.


- Hundimiento del globo ocular
- Perdida de transparencia
- Midriasis
- Aparecen a los 45 minutos en el ojo abierto y 24 horas
con los parpados cerrados.
B. Signo de Sommer.
- Mancha negra en forma de triángulo en la esclerótica.
- Aparece primero en la mitad externa del ojo.
- Aparece en la parte no cubiertas por los parpados.
- De 3 a 5 horas
3.1.3. Livideces

Conocidas como livor mortis, son las manchas purpuras en la piel del cadáver
en el nivel de las partes que quedan en declive. En los órganos internos constituyen
la hipostasia visceral.
Aparecen aproximadamente a las tres horas de la muerte, aunque en el
cadáver de espaldas (en decúbito dorsal) pueden verse, a la media hora en la parte
posterior del cuello.
Durante las primeras doce horas de formadas obedecen a los cambios de
posición y en las segundas doce horas pueden formarse nuevas manchas en nuevas
posiciones, sin embargo las anteriores no desaparecen.
Pasado las 24 horas no se forman nuevas livideces y las existentes se
mantienen.

3.1.4. Rigidez

Llamada rigor mortis. Consiste en el endurecimiento y retracción de los


músculos del cadáver. Es producto de la degradación del ATP, que se convierte en
ADP y AMP.
Empieza a las tres horas de la muerte, se completa entre 12 a 15 horas y
desaparece entre 20 y 24 horas.
Empieza a manifestarse en los musculos maseteros, orbicular de los párpados
y otros músculos de la cara. Sigue por el cuello, tórax y miembros superiores para
finalmente aparecer en el abdomen y miembros inferiores.
Su aparición puede retardarse por el abrigo y una buena musculatura. Su
importancia médico legal es que permite dar un diagnóstico de muerte así como la
hora de la muerte.

3.1.5. Espasmo cadavérico.

También denominado signo de Puppe, y hace referencia a la persistencia que


tiene el cadáver de la postura que adopta al momento de su muerte.
El espasmo cadavérico se diferencia de la rigidez en que no va precedido de
una fase de relajación como ocurre en esta, sino que se da de manera inmediata al
fallecimiento. Permite conocer la forma de muerte

3.2. Fenómenos cadavéricos tardíos

De los cuales se diferenciamos los destructores y conservadores.

3.2.1. Fenómenos cadavéricos tardíos destructores.

Son la autolisis, putrefacción y la antropofagia cadavérica, que llevan a la


destrucción completa del cadáver.

A. Autolisis.

Consiste en la disolución de los tejidos por medio de enzimas o fermentos


propi0os de las células. No hay intervención de bacterias. Tenemos algunos
ejemplos:

- En la sangre, la hemolisis empieza a las 2 y 3 horas.


- En la vesícula biliar, el tono ver5doso de toda la pared.
- En el páncreas, su reblandecimiento, friabilidad y
borramiento de su estructura lobular normal
- Glándulas suprarrenales, la medular su fluidifica
- En el timo, el reblandecimiento y cavitación en los recién
nacidos
- En el encéfalo, la colicuación más notable en recién
nacidos y lactantes
- Estómago y esófago, el reblandecimiento que afecta a la
mucosa y paredes
- En fetos muertos , la maceración y la imbibición
hemática
B. Putrefacción.
Consiste en la descomposición de la materia orgánica del cadáver, por acción
bacteriana. Esto se da por la ausencia de agentes de protección del cuerpo lo que
facilita la diseminación de las bacterias.
La putrefacción empieza a manifestarse partir de las 20 a 24 horas de la
muerte. En caso de niño y adulto se inicia en la porción del intestino grueso, a
diferencia de recién nacido o fetos que se produce en las fosas nasales y ojos.
De manera general la putrefacción se acentúa en donde se encuentra la mayor
concentración de sangre.
Se distinguen cuatro periodos:

- Cromático, de una duración de horas


- Enfisematoso, duración de días
- Colicuativo, de semanas
- Reducción esquelética, de años

C. Antropofagia cadavérica.

Es la destrucción del cadáver por acción de los animales. Se da por larvas en


el rostro, erosión de piel por hormigas, destrucción de partes blandas por la acción de
peces. Partes blandas devoradas por aves, etc.

3.2.2. Fenómenos cadavéricos tardíos conservadores.

Son la momificación, adipocira y la corificación; aquellos que tienden a


preservar el cadáver.

A. Momificación.

Es la desecación del cadáver por evaporación del agua de sus tejidos. Sin
embargo existen condiciones para su desarrollo, las cuales son:

- Medio seco, calor y aire circulante


- Cadáver adelgazado o desangrado
- Período mínimo de un año
Aparece al cabo de un año del deceso. Se inicia en las partes expuestas y
posteriormente al resto del cuerpo. Se mantiene durante varios años.
B. Adipocira

Transformación jabonosa de la grasa subcutánea del cadáver, consiste en el


desdoblamiento de la grasa en glicerina y ácidos grasos. Las condiciones para su
desarrollo son:

- Medio húmedo
- Cadáver con buen panículo adiposo
- Período mínimo de seis meses

Aparece a los 6 meses de la muerte y se completa al año y medio. Aparece en


mejillas, manos y glúteos. La adipocira puede mantenerse durante varios años.

C. Corificación

Hace referencia al aspecto de cuero curtido que adopta la piel del cadáver. Se
produce la desecación de todos los tejidos, olor a éteres, conservación de las formas
exteriores.
Aparece entre el final del primer año y comienzo del segundo de fallecido.

4. Agentes causales de muerte.

Distinguimos tres agentes por los cuales se produce el deceso.

4.1. Agentes biológicos.


Un agente biológico o bioagente es un organismo, como una bacteria, un
virus, un parásito, un hongo, etc., una toxina que afectan directamente que genera un
cambio climático inverso en nuestro planeta terrestre con la capacidad de afectar de
manera adversa la salud de los humanos en diversos modos. Los agentes biológicos
pueden ser utilizados como un tipo de arma con el propósito de generar daños a la
población mundial en la llamada guerra biológica, además de ser el elemento
principal en el bioterrorismo. Existen más de 1200 tipos de agentes biológicos.
- Botánicos
- Zoológicos
- Microorganismo
4.2. Agentes químicos

El agente químico viene definido en nuestra legislación actual: como todo


elemento o compuesto químico, por si solo o mezclado, tal como se presenta en
estado natural o es producido, utilizado o vertido, incluido el vertido como residuo,
en una actividad laboral, se haya elaborado o no de modo intencional y se haya
comercializado o no.

- Cáusticos
- Tóxicos
- Farmacológicos
4.3. Agentes físicos

Son manifestaciones de la energía que pueden causar daños a las personas.


Tales manifestaciones son: La energía mecánica, en forma de ruido y vibraciones. La
energía calorífica, en forma de calor o frío.

- Mecánicos
- Térmicos
- Eléctricos
- Radiación

5. Causa y mecanismo de la muerte


La causa de la muerte es el traumatismo, enfermedad o combinación de
ambos responsable de la iniciación de la serie de trastornos fisiopatológicos, breves o
prolongados, que terminan con la vida de una persona (silencio eléctrico cardiaco y
cerebral). La causa de la muerte es única (inmediata y fundamental) cuando la lesión
o enfermedad producen la muerte tan rápidamente que no hay lugar a secuelas o
complicaciones. Cuando hay una demora entre el inicio de la enfermedad o lesión y la
muerte final, pueden distinguirse una causa inmediata o última (la que produjo la
muerte directamente) y otra fundamental, inicial o básica. Este intervalo puede ser muy
prolongado, incluso de años. Es decir, cuando la lesión o enfermedad produce la
muerte de forma inmediata (decapitación, herida por arma de fuego en la cabeza, etc.),
no procede una distinción entre causa inmediata y fundamental, pues esencialmente
son la misma. Si hay un periodo de supervivencia y aparecen complicaciones (p. ej.
neumonía) entonces ésta es la causa inmediata y la que inició el proceso es
la fundamental, siempre que exista relación de causalidad directa entre ellas. Es decir,
la causa inmediata de la muerte es complicación de la causa fundamental o inicial.
Mecanismo de muerte es el trastorno fisiopatológico puesto en marcha por la
enfermedad o lesión (causa de la muerte) que conduce al cese de la actividad eléctrica
celular. Ejemplos de mecanismos de muerte son: edema pulmonar, sepsis, choque
hipovolémico, insuficiencia renal, edema cerebral o fibrilación ventricular
(diagnóstico sólo aceptable cuando el paciente está conectado a un monitor). Cada uno
de estos trastornos puede ser consecuencia de una amplia variedad de enfermedades y
traumatismos.
La causa y el mecanismo de muerte están interrelacionados y uno puede
explicar el otro. Por ejemplo, en una autopsia en la que se encuentran signos de
ateroesclerosis coronaria severa y concentraciones de benzodiacepinas y opiáceos por
encima de los niveles terapéuticos. Si la muerte fue presenciada, resultando que el
sujeto se encontraba consciente, orientado y se colapsó súbitamente, se puede deducir
que el mecanismo de muerte fue una arritmia y la causa la cardiopatía isquémica. Si
con los mismos hallazgos de autopsia las circunstancias que condujeron a la muerte
fueron que el sujeto estaba somnoliento y progresivamente entró en coma mostrando
una depresión del centro respiratorio hasta la muerte, éste sería el mecanismo, y la
intoxicación por drogas, la causa7. Si la muerte no fue presenciada y no se dispone de
la referida información, el caso es especialmente polémico (apartado Casos
especialmente complejos. Más de una causa de muerte).
5.1. Muerte natural y muerte violenta
El Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española define la
muerte natural como la que sólo se atribuye a la vejez, y violenta a la consecutiva a
un traumatismo fortuito o la que se ejecuta privando de la vida a alguien
intencionadamente. De estas definiciones, desde un punto de vista médico-legal,
quedarían excluidas todas las enfermedades como causa de muerte natural, y
como violentas todos los suicidios y los accidentes no causados por traumatismos,
como las intoxicaciones, baja temperatura ambiental, ciertas asfixias, etc. Resultando
estas definiciones sin consenso, sin embargo aceptadas en la comunidad forense.
Es de difícil consenso, una definición satisfactoria de muerte natural ni de
muerte violenta (no natural). La dificultad en delimitar ambos conceptos antagónicos
radica en que incluyen un aspecto médico-biológico y otro legal-administrativo. Los
criterios más utilizados en las definiciones tradicionales causa
exógena, responsabilidad de terceros, intencionalidad, etc., o son compatibles con
ambos tipos de muertes o no abarcan todos los casos.
Definir exclusivamente la muerte violenta por su origen accidental, suicida u
homicida cumple con su aspecto legal, pero no con el médico-biológico.
Así pues, una definición simple y práctica desde el punto de vista médico sería
establecer como naturales las debidas exclusivamente a enfermedad y como violentas
(no naturales) las no debidas a enfermedad. Si a la muerte contribuye cualquier
traumatismo, lesión o daño, sea mecánico, químico o agente físico, la muerte no es
natural.
Algunos añaden al concepto de muerte natural como la debida exclusivamente
a enfermedad, el efecto del envejecimiento y las complicaciones del embarazo y parto.
La senilidad o edad avanzada como diagnóstico de causa de muerte después de una
autopsia sólo estaría justificada en casos de personas de más de 90 años, sin
antecedentes patológicos y con hallazgos mínimos de autopsia15.
La dificultad en elaborar una definición se complica porque hay casos que
según las circunstancias podrían incluirse en uno u otro tipo, es decir que si una
enfermedad, que se consideraría muerte natural, se ocasiona intencionadamente sería
una muerte violenta. Por ejemplo el Carbunco o la Peste pulmonares, si se adquieren
espontáneamente en la naturaleza serían muertes naturales, pero si se trata de una
víctima por utilización del Bacillus anthracis o Yersinia Pestis como arma biológica
sería violenta (homicidio), y como accidente de trabajo también sería violenta.
Por ello proponemos la siguiente definición:
Muerte violenta (no natural) es la causada por traumatismos de cualquier tipo
(mecánico, agente físico, etc.), asfixias, el efecto tóxico de cualquier sustancia, elevada
o baja temperatura ambiental, hambre o sed. También la causada por otros agentes
patógenos, si es a consecuencia de un accidente, homicidio o suicidio.
En general, la causa de la muerte establece el origen natural o violento de la
muerte. Los mayores problemas surgen cuando coexisten o coinciden enfermedad y
traumatismo o violencia de cualquier tipo (apartado Traumatismo y enfermedad).
La presencia de una lesión violenta domina la determinación del origen de la
muerte. Si cualquier tipo de violencia es causa o contribuye a la muerte, la muerte no
puede ser natural; no importa que la referida lesión se consigne como causa
fundamental o como otro proceso significativo que contribuyó a la muerte.
Si no se puede establecer claramente este origen o no se conoce la causa de la
muerte hablamos de muerte de origen indeterminado.
También utilizamos el origen sin clasificar por complicación de la terapéutica,
En esta clasificación se producen algunas situaciones paradójicas, así si la muerte se
produce por intoxicación alcohólica aguda se clasifica como muerte violenta; sin
embargo, si la muerte es consecuencia del abuso crónico de alcohol se establece
tradicionalmente como natural, tal como ocurre en las cirrosis o miocardiopatías
alcohólicas, convulsiones por abstinencia alcohólica, etc.
Trastornos precipitados por una intoxicación aguda, como la hemorragia
cerebral o la ruptura de una placa de ateroma de una arteria coronaria durante una
intoxicación por cocaína, se establecen como muerte violenta (accidental), siempre
que el diagnóstico de laboratorio confirme una intoxicación aguda.
En síntesis, y en el modo tradicional de clasificar las muertes:

1. Muerte natural (es debida a una enfermedad). Es el resultado de un proceso


morboso en el que no han participado fuerzas extrañas o externas al organismo. La
etiología del proceso morboso que termina con la muerte es endógena o si es exógena
ha de ser espontánea (no inducida o provocada por terceros), como en el caso de las
infecciones.
2. Muerte violenta (es debida a causas externas). Se debe a un mecanismo
suicida, accidental u homicida, exógeno al sujeto. La muerte se debe a mecanismos
traumáticos o a fuerzas extrañas que irrumpen violentamente en el organismo
Las muertes violentas se dividen en 3 grandes grupos:
a. Muertes homicidas.
b. Muertes suicidas.
c. Muertes accidentales.
6. Modos o maneras de muerte violentas

6.1. Muertes suicidas: El suicidio se ubica entre las 10 primeras causas de


muerte en los países desarrollados, cada día se suicidan al menos 1 110 personas y lo
intentan al menos entre 10 y 15; anualmente mueren un millón de personas por esta
causa. 1

Las tasas de suicidio tienden a aumentar con la edad y alcanzar cifras más altas
entre las personas mayores de 75 años, dentro de cada país estas pueden diferir entre
los grupos raciales y étnicos, así como entre las áreas rurales y urbanas. Se suicidan
con más frecuencia los hombres que las mujeres, con una media de 3 suicidios
masculinos por 1 femenino. 2
Desde el punto de vista médico-legal definiremos la muerte suicida como
“aquella muerte resultado de una acción u omisión generada por la propia víctima”,
teniendo en cuenta en esta definición 2 elementos fundamentales:
1. Existe la voluntad o intencionalidad del sujeto de provocarse la muerte.
2. En ocasiones existe intención de autolesión y que la muerte sea
consecuencia de esta.
Investigar una muerte violenta es un proceso complejo, que depende de
numerosos factores e incluso de datos aportados por profesionales disímiles, incluso
hay casos en los que no se puede determinar con claridad, ni con la muy de moda
autopsia psicológica.
Existen diferentes dificultades para el diagnóstico de suicidio. En primer lugar,
en Psiquiatría forense no existe un seguimiento a priori de los casos, la mayoría de las
veces se parte de un hecho consumado, se tiene que evaluar clínicamente a un
individuo que no ha sido su paciente, y en segundo lugar no toda muerte suicida sigue
una evolución rectilínea, con un proceso previo de enfermedad o dificultades que
conllevan a crisis que culminan coherentemente con la autoagresión. En muchos casos
esta conducta aparece en forma explosiva en personas en las cuales no existen
antecedentes biográficos, ni médicos de problemas o trastornos psiquiátricos.
Estableceremos el diagnóstico de suicidio a partir de 2 elementos: Elementos
externos de la investigación (que también podemos nombrarlos como del lugar de los
hechos y testimoniales) y elementos nucleares (o de la autopsia propiamente dicha).
Los elementos externos de la investigación se definen como actuaciones que
nos aportan datos fuera de las operaciones de autopsia o complementarias a ella. Estos
a su vez se dividen en 2 grupos: Grupo A: El examen del lugar de los hechos y lugares
relacionados con este. Grupo B: Recogida sistemática de datos testimoniales.
La diferencia entre los 2 grupos consiste en que el primero se refiere a
evidencias concretas aportadas por el investigador y el segundo a las pruebas que
llegan indirectamente a través de otras personas. Si hacemos un símil con la clínica el
primer grupo serían los signos y el segundo los síntomas, este conjunto de síntomas y
signos nos lleva a un síndrome que es la conducta suicida.
Nos referiremos a continuación al grupo A, el examen del lugar de los hechos
es el que se realiza en el lugar donde ha aparecido el cuerpo y en todos aquellos lugares
donde puedan aparecer datos o evidencias relacionadas con el caso.
Elementos que se debe tener en cuenta:
1. Accesibilidad, que no es más que la valoración de presencia de terceros en
el lugar.
2. Ausencia de elementos criminalísticos de presencia de terceros como
huellas, pelos, u otros indicios biológicos.
3. Situación de orden general, posición del cuerpo, presencia o no de signos
de lucha, este criterio debe ser relacionado con otros elementos de juicio por tener
falsos positivos y negativos.
4. La existencia de elementos en cuanto a la disposición de objetos en el lugar
de los hechos que de manera clásica se han convertido en elementos indicadores de
suicidio, entre los que podemos destacar:
o La ubicación del cadáver ante un espejo.
o Haberse quitado la ropa de forma total o parcial, se pueden
encontrar las prendas bien dobladas en caso de denudación total, es clásico el
descalzarse ante una precipitación o ahorcadura y colocar el calzado de forma paralela
y ordenada junto al sitio del salto.
o La desnudez parcial se refiere a las zonas anatómicas donde se
produce la lesión.
o El medio que produce la agresión cerca del cadáver en una
disposición que indica que ha sido manipulado.
o La reconstrucción en el lugar de los hechos del mecanismo
utilizado, en las ahorcaduras por ejemplo el punto de suspensión, en los lanzamientos,
el arco seguido por el cuerpo.
o La carta suicida.
No siempre existen elementos indicadores. También, pueden existir elementos
distorsionadores como la intervención de terceras personas después de los hechos, esto
se observa sobre todo ante la necesidad de ocultar el suicidio, para los sobrevivientes
evitar ser juzgados o cuestionados en dependencia de su religión o legislación, en
nuestro país esto no sucede, el suicidio en sí no es condenado legalmente
El grupo B se refiere a la recogida testimonial de datos. Esta supone la
recopilación de datos procedentes de la investigación judicial y policial, existen 2 tipos
de datos testimoniales:
1. Testigos directos, aunque la mayoría de las acciones suicidas se producen
en la intimidad, el testigo directo ideal es aquel que no guarda relación ni interés con
la causa (pueden existir testigos accidentales, sobre todo cuando el mecanismo de
muerte es el lanzamiento al vacío, pero lo más frecuente es que el suicida se aísle antes
de consumar el acto y evite testigos que puedan interferir en sus propósitos).
2. Recogida de antecedentes, que se puede hacer mediante la autopsia
psicológica.
Los elementos nucleares se derivan de las observaciones de la autopsia, sus
exámenes complementarios; creemos en el viejo adagio de la medicina forense:
Los testigos pueden mentir o equivocarse, las circunstancias ser engañosas,
pero el cadáver y las evidencias que en él quedan impresas son el testimonio más
elocuente de los hechos.
6.2. Muertes Homicidas: Son los de mayor interés desde el punto de vista
penal, en este los mecanismos lesivos utilizados no pueden estar o haber sido
manipulados por la víctima, tengan en cuenta que el límite entre uno y otro es muy
difuso y el diagnóstico casi siempre escapa a elementos de orden médico legal, el
diagnóstico certero se basa, en la mayoría de los casos, en elementos periféricos de
base criminológica o policiológica. Existen circunstancias como enfermedades
mentales, problemas familiares o económicos graves que son indicadores de riesgo
suicida, pero que en ocasiones pueden ser elementos también de riesgo de ser víctima
de un homicidio. Es importante saber que la existencia de factores de riesgo es útil
para orientar una investigación, pero no para afirmar que se haya producido el evento
o conducta más probable u otra distinta , por ejemplo en una muerte dudosa
encontramos que el sujeto tenía riesgo suicida, entonces creemos que no lo mataron,
como si una cosa excluyera la otra, cuando en realidad en conducta para suicida pudo
perfectamente ocurrir que la víctima fuera provocador o imprudente y lo hubiesen
matado o que simplemente tuviese un accidente. El diagnóstico final está dado en la
exclusión sistemática de la presencia o posibilidad de intervención de terceras personas
en la producción del mecanismo lesivo. 6

¿Cómo excluimos mediante la necropsia la posibilidad de intervención de


terceras personas?
Esto se hace mediante la constatación de 3 elementos básicos:
1. Ausencia de elementos o signos de reducción mecánica que hayan podido
producir pasividad en la víctima y facilitar la acción.
2. Ausencia de signos de lucha del tipo que sea, tanto en el cadáver como en
la vestimenta como en el lugar de los hechos (hay que tener en cuenta que en
determinados mecanismos suicidas pueden aparecer lesiones de resistencia que deben
de ser evaluadas cuidadosamente, como en la intoxicación por cáusticos, donde con
frecuencia se observa en el lugar gran desorden y aparentes signos de lucha).
3. La ausencia de elementos de reducción química, la ausencia de estados
importantes de embriaguez o intoxicación por sustancias psicoactivas depresoras del
sistema nervioso que puedan reducir la resistencia de la víctima.
Además, de todos estos elementos para establecer una diferencia entre sobre si
hubo la intervención de un agente externo o no, hay que demostrar que, efectivamente,
la muerte se ha producido por el mecanismo aparente, esto nos lleva a la investigación
de los llamados suicidios simulados, 7 en los cuales el mecanismo aparente
es posmortem, existiendo mecanismos vitales de carácter homicida que han producido
la muerte de la víctima. (Se han encontrado cadáveres ahorcados después de
fallecidos.).

6.3. Muertes Accidentales: Estos tienen un menor interés penal, aquí no se


trata de situaciones en las cuales resalte la apariencia suicida de la muerte, sino de
situaciones en las cuales se ha hecho un diagnóstico preliminar del accidente y
aparecen hechos que nos llevan a la sospecha de que se trata de un suicidio.

Existen 3 tipos de circunstancias que plantean mayores problemas a la hora de


realizar este diagnóstico:
Los politraumatismos de tránsito, los cuales se califican automáticamente de
accidentes de tránsito, esto constituye un elemento apriorístico en la investigación,
esto no quiere decir que la mayoría de estas muertes sean de tipo accidental, de ahí la
importancia de la necropsia médico legal en este tipo de accidentes. Otro elemento
polémico en este tipo de muertes lo tenemos en aquellas situaciones en las cuales el
resultado mortal sea producto de la imprudencia, aunque es cierto que la imprudencia
es una constante en los accidentes de tránsito, hay casos en los cuales la magnitud de
esta imprudencia demostrada en la víctima hace que bajo el punto de vista médico
legal dicha imprudencia sea más que una imprudencia inconsciente, una conducta
para suicida. Es evidente que el límite entre una imprudencia temeraria y una
conducta suicida no existe en otro lugar que no sea en la conciencia del sujeto (sitio
este de no muy fácil acceso) pero sí creemos en la existencia de conductas para
suicidas.
1. Intoxicaciones: Es conocido por todos que la ingestión de ciertas
sustancias y determinadas dosis pueden dar al traste con la vida humana, ahora aquí el
problema diagnóstico está en determinar la intencionalidad y voluntariedad con fines
lesivos del consumo, es cierto que hay sustancias que tienen un escaso margen de
seguridad tóxica y que su consumo puede provocar la muerte, como el carbonato de
litio y otras en las que hay que valorar la posibilidad real de un accidente o una mala
prescripción médica. Otro aspecto de relevancia en esto y de lo cual se aboga con
mayor fuerza en estos momentos está en relación con la capacidad de cada sujeto de
procesar los metabolitos activos de estas sustancias (psicofármacos sobre todo),
estamos hablando de lo metabolizadores lentos 8 como principal grupo de riesgo.
2. Cuando la muerte se produce como efecto indirecto de una conducta
suicida a eso se le denomina el problema de la con causalidad. 9 Esta situación dificulta
aún más el diagnóstico de conducta suicida o accidental, es importante tener siempre
en cuenta que la causa directa de la muerte tiene que ser una secuela o consecuencia
del acto consciente de quitarse o privarse de la vida. Como el caso de una bronco
aspiración producto de un vómito por una ingesta de psicofármacos con fines auto
quiricos.
SEMIOLOGIA DE LOS DELITOS CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL

Constituyen un conjunto de delitos que tienen en común la falta de libertad en el

consentimiento de la víctima para la relación sexual.

1. Aspectos Jurídicos

El delito de violación está configurado por los siguientes elementos:

- Acceso carnal.

- Sujeto activo.

- Sujeto pasivo.

- Utilización de medios violentos.

1.1. Acceso carnal

La palabra acceso procede del latín (accesus: entrada, paso). El acceso carnal es

denominado cópula en algunos códigos penales.

Tradicionalmente, se ha definido como la introducción completa o incompleta del

miembro viril en la vía vaginal, anal o bucal de la víctima. Código modernizados,

amplían el concepto para admitir como violación la introducción de objetos o partes del

cuerpo por alguna de las dos primeras vías.

1.2. Sujeto activo

A lo largo de la historia se ha considerado que solamente el hombre podría ser sujeto

activo de violación, por ser el miembro viril el único en condiciones de llevar a cabo la

penetración carnal de la víctima, sin embargo los ordenamientos jurídicos vigentes y en

este caso, la legislación peruana en su artículo 170 del Código Penal, prescribe como

sujeto activo del delito de violación sexual al que con violencia o grave amenaza, obliga
a una persona a tener acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o realiza otros actos

análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías.

1.3. Sujeto pasivo

El sujeto pasivo puede ser un hombre o una mujer de catorce años en adelante,

puesto que en el caso de personas de menos de catorce años estaremos ante un delito de

violación de menores el cual tiene una connotación diferente ya que establece la

violación sexual presunta.

En ambos tipos objetivos es decir activo o pasivo, el comportamiento comprende

tanto la actividad heterosexual como la homosexual.

Anteriormente, es decir antes de la modificatoria del art. 170 estábamos con la

necesidad de que uno de los sujetos sea un hombre, ya que establecía la penetración

natural, por lo que al ser el hombre el único capaz de realizar esta actividad, era

imprescindible la presencia de este para que se configure el delito.

1.4. Utilización de medios violentos

Se trata de violencia física o de la violencia moral que emplea el actor del delito para

vencer la voluntad de la víctima, quien en ese momento está psíquica y físicamente

capacitada para oponer resistencia. (Fontán Balestra).

1.5. Situaciones Particulares

Conviene mencionar las siguientes situaciones particulares:

- Violación de menores de edad.

- Violación de persona “privada de razón”.

- Violación de una prostituta.

- Violación dentro del matrimonio.


2. Aspectos Médico - legales

La prueba médica es indispensable para fundamentar la denuncia de la persona

ofendida.

Los objetivos de la pericia del médico forense son los siguientes:

1. Diagnóstico de acceso carnal reciente.

2. Diagnóstico de la manera en que fue realizado.

3. Diagnóstico de vinculación del acusado con el hecho.

Para cumplir con tales objetivos se debe seguir este procedimiento:

a) Examen de la víctima.

b) Examen del acusado.

c) Examen del escenario.

3. Examen de la Víctima

Para llevar a cabo este examen, el médico forense debe contar con los siguientes

elementos:

a) Orden judicial específica para estudio por este tipo de delito.

b) Consentimiento informado de la víctima o de su representante legal.

c) Presencia de una enfermera o de otro funcionario judicial durante la realización

del examen.

El examen médico-legal comprende:

- Interrogatorio.

- Inspección.

- Examen de las lesiones.

- Muestras para el laboratorio.


- Evaluación psicopatológica forense.

3.1. Interrogatorio

El interrogatorio es importante porque orienta el resto del estudio médico. Interesa

saber:

1. Cuando ocurrió el hecho. La fecha y hora exacta, si fue día festivo o laborable,

de principio o fin de semana.

2. Cómo se llevó a cabo el hecho. La manera en que fue llevada la víctima al

escenario, las características de la relación sexual (vaginal, anal o ambas

sucesivamente), si fue obligada al coito bucal, a masturbar al agresor o a adoptar

posiciones sexuales o sometida a cunilinguo; si fue amenazada con armas u otra

forma de intimidación, golpeada o atada; si se le suministró alguna bebida,

inyección o comprimido; etcétera.

3. Dónde tuvo lugar el hecho (hotel, casa y su ubicación; vía pública, parque,

potero, edificio, automóvil, etcétera).

4. Quién o quiénes, la agredieron (conocidos o desconocidos), relación con la

víctima (ascendiente, descendiente, colateral, novio, exnovio, amante, examante).

En uno u otro caso se debe dar información acerca de sus características físicas y

psíquicas, y aclarar si la víctima podría reconocerlo.

5. Por qué. Se refiere al móvil que impulsó al agresor. En ocasiones este lo expresa

a la víctima mientras lleva a cabo el hecho (culpa a la sociedad; odio contra las

prostitutas, etcétera).
3.2. Inspección

Interesa el tipo constitucional, la estatura, el peso, desarrollo musculo esquelético y

genial, actitud, fascies, gestos, lesiones en la piel, orden o desorden de cabellos y

maquillaje, y daño en las ropas (si son las mismas que llevaba al ser asaltada).

La actitud puede ser normal, deprimida, angustiada, indiferente. El tipo

constitucional (normolíneo, brevilíneo, longilíneo, u otra clasificación), correlacionado

con el desarrollo muscular, puede dar indicios acerca de la veracidad de la historia de

incapacidad para resistir la agresión.

3.3. Examen de las lesiones

Para este objetivo, se divide al cuerpo en tres áreas: genital, paragenital y

extragenital.

- Área genital. Comprende los genitales externos, la región anorrectal y la zona

triangular entre ambas llamada periné.

- Área paragenital. Está representada por la superficie interna de los muslos, las

nalgas y la parte baja anterior del abdomen.

- Área extragenital. Es la porción restante de la superficie del cuerpo. Interesan,

sobre todo, el cuello, las mamas, las muñecas y los tobillos.

3.4. Semiología médico-legal de la vía genital femenina.

Para el examen médico-legal de los genitales, la mujer debe ser explorada en una

mesa ginecológica. Acostada sobre la espalda, sus nalgas deben quedar algo por fuera

del borde anterior de la mesa: los miembros inferiores flexionados en las rodillas, con

los pies apoyados en los estribos, y los muslos separados para exponer el área genital.
El examinador dispondrá los dedos pulgar e índice de la mano izquierda en “U”

invertida, a fin de separar los labios mayores, mientras apoya la palma de la mano sobre

el monte de Venus.

En el caso de las niñas, es aconsejable que la menor acostada en la mesa, flexione y

separe los muslos sobre el abdomen y las piernas sobre aquellos.

Como métodos auxiliares pueden citarse el himeneoscopio y el colposcopio. El

primero consiste en un manguito inflable que una vez introducido por el orificio del

himen, se insufla y empuja la membrana hacia el frente. El colposcopio es útil para

demostrar lesiones que a simple vista no son comprobables, como en casos de

penetración incompleta.

Los objetivos del examen de los genitales externos femeninos son los que a

continuación se señalan:

a) Recolección de pelos, fibras, manchas y otros indicios en la vulva.

b) Descripción de lesiones en la vulva.

c) Descripción de la condición del himen.

d) Descripción de las lesiones y recolección de indicios en la vagina.

3.4.1. Experiencia sexual previa.

Para autores ingleses como Paul, dada la gran variabilidad anatómica del himen, es

más confiable la vagina para emitir opinión de perito.

Para este propósito, son útiles el alargamiento de la vagina y el aplanamiento de las

rugosidades de su mucosa. En relación con la longitud de este órgano, se acepta que la

mujer ha tenido experiencia sexual cuando su vagina admite la introducción del dedo

índice del examinador en toda su longitud en el fondo del saco posterior.


En cuanto a las rugosidades de la mucosa, se ha establecido que pueden aplanarse

con un mínimo de seis coitos, aunque el término medio puede ser de 20. En la

interpretación de tales alteraciones debe considerarse, por una parte, el aspecto

subjetivo, y por otra la eventualidad de que la mujer use un vibrador como recurso de

masturbación, dispositivo que también puede causar los citados cambios.

3.4.2. Clasificación de los hímenes.

Preferimos la distinción clásica en hímenes típicos e hímenes atípicos, que ha

probado su gran utilidad en la práctica médico forense.

a) Hímenes típicos. Son aquellos en los cuales el orificio está en el centro, hacia

arriba o en la línea meda. Así, se reconocen tres tipos de hímenes típicos: anular,

semilunar y labiado.

a.1) Himen anular. Presenta un orificio central, rodeado por membrana con un

ancho más o menos igual. Sus puntos débiles están en 2, 5, 7 y 10 de la carátula de

reloj.

a.2) Himen semilunar. Tiene el orificio desplazado hacia la porción superior, de

modo que por debajo queda una media luna de membrana. Sus puntos débiles están

en 4 y 8.

a.3) Himen labiado. Tiene un orificio alargado en la línea media, de dirección

sagital, con membrana a uno y otro lado, a la manera de labios. Puede romperse en 6

y 12.

b) Hímenes atípicos. Comprenden múltiples variedades que escapan al tipo de

descripción sencilla de los hímenes típicos. Entre los más frecuentes se encuentran el

septado o tabicado (con un tabique horizontal o vertical que divide el orificio), el


cribiforme (con múltiples orificios), en coliflor o corola (con prolongaciones o la

manera de pétalos que se disponen unos sobre otros), el imperforado (carece de orificio

y requiere intervención quirúrgica para la salida de la sangre menstrual).

3.4.3. Diagnóstico de la ruptura.

a) Localización. En el caso del himen típico es necesario establecer primero el tipo

para ubicar la posición de las posibles rupturas, de acuerdo con los respectivos puntos

débiles.

b) Antigüedad. La verdadera ruptura del himen debe llegar hasta el borde de

inserción. Si es reciente, sus labios muestran signos de inflamación aguda

(enrojecimiento, hinchazón, calor, dolor y sangrado). Si la ruptura es antigua, tiene la

forma de una “V” con el vértice sobre dicho borde. Observada con el colposcopio, sus

labios están recubiertos por epitelio y no por tejido cicatrizal, como tradicionalmente se

había sostenido.

c) Diagnóstico Diferencial. Debe distinguirse entre ruptura antigua y escotadura

congénita.

La ruptura o desgarre llega hasta el borde de la inserción; en única o múltiple, sus

bordes pueden ser ligeramente irregulares. La escotadura congénita no llega hasta el

borde de inserción y sus bordes son regulares; puede ser única o múltiple. En este

último caso, su localización no es necesariamente simétrica.

3.4.4. Orificio del himen.

Debe distinguirse entre himen dilatable o con orificio dilatado.

El himen dilatable, mejor conocido como himen complaciente, presenta un orificio

que permite el paso del pene o de dedos sin romperse y vuelve a las dimensiones
normales una vez que aquel o aquellos se retiran. Esta condición se debe a una mayor

elasticidad de algunos hímenes.

El himen con orificio dilatado tiene también la membrana íntegra, pero en cambio el

orificio mantiene un diámetro anormalmente grande. Esta condición puede ser

congénita o adquirida por dilataciones lentas, repetidas y progresivas.

El diámetro transverso máximo del orificio del himen (máxima distancia de la hora 9

a la 3 de la carátula de reloj) normalmente es el siguiente:

Edad (en años) Diámetro (en mm)

2 4

2-5 5

6-9 9

10 15

En general, a partir de los seis años de edad, los hímenes, tanto el tipo dilatado como

el dilatable, permiten el paso de dos dedos del médico examinador.

3.5. Semiología de la vía anal.

Debe recordarse que el ano es parte del área genital, para efectos médico legales.

Anatómicamente, el ano es considerado como un conducto muscular de 1.4 a 2 cm

de largo. Su parte superior se llama línea ano rectal y pasa por el borde libre de las

válvulas semilunares del recto. La parte inferior se denomina línea ano perineal y está a

1.5 o 2 cm debajo de la superior.

Al examen, el ano se presenta como una hendidura anteroposterior en cuyo contorno

convergen, en forma radiada, cierto número de pliegues llamados pliegues radiados. Al


ser dilatado adquiere una forma circular y los pliegues se borran. La piel que rodea al

orificio anal es más fina, más rosada y lisa, y desprovista de pelos, que la de las partes

vecinas; se llama margen del ano.

3.5.1. Técnica de examen.

Se coloca al paciente de rodillas sobre la mesa de examen, con el tronco y la cabeza

más bajos que las nalgas, que pueden ser separadas por las manos del mismo paciente.

En la descripción de las lesiones se seguirá el orden la carátula del reloj, como se ha

dicho para el himen.

3.5.2. Aspectos médico legales del ano

Interesa establecer si hay signos de violencia reciente o de coito anal habitual.

Como signos de violencia reciente pueden citarse:

a) Desgarro triangular en hora 6.

b) Desgarros de algunos de los pliegues anales.

c) Desgarros recto perineales.

d) Hemorragia incoercible en desgarros de paredes ano rectales o perineales.

Como signo de coito anal habitual, el único criterio actualmente admisible como

sugestivo son las cicatrices antiguas en el ano. Otros signos a los que los textos

tradicionales atribuían el carácter de indicadores de pederastia, el ano infundibuliforme,

el borramiento de los pliegues radiados, la piel anal hiperqueratótica y la eversión

mucocutánea, han perdido valor médico legal. El ano infundibuliforme es tan poco

frecuente que se duda de su existencia y, a lo sumo, se le considera una variante

anatómica, lo mismo que el borramiento de pliegues radiados. La piel anal

hiperquerastósica, plateada, brillante, puede verse en caso de hemorroides y de


oxiuriasis. En cuanto a la eversión mucocutánea, se observa en el estreñimiento crónico

severo.

3.6. Examen físico de las áreas paragenitales y extragenital

El área paragenital se refiere al periné, la pared abdominal anterior en su tercio

inferior, las nalgas y la cara interna de los muslos, que pueden mostrar contusiones

(excoriaciones, equimosis, hematomas y hasta heridas contusas).

En el área extragenital deben buscarse contusiones en piel cabelluda, hematomas y

excoriaciones en rostro, cuello, tórax; sugilaciones y mordeduras en cuello y mamas:

hematomas en pared abdominal, muslos, rodillas y piernas, así como signos de

compresión toracoabdominal.

Algunos autores hacen énfasis en las marcas de ataduras recientes por juegos

sexuales a los que la víctima pudo ser sometida, y a la presencia de cicatrices que

corresponden a tentativas suicidas antiguas o a farmacodependencia, que demuestren

inestabilidad emocional y expliquen falsas denuncias.

3.7. Muestras para laboratorio

Las muestras que se suministran al laboratorio tienen como objetivos establecer los

siguientes aspectos:

1. Coito reciente.

2. Grupos sanguíneos de víctima y agresor.

3. Administración de tóxicos a la víctima.

4. Enfermedades de transmisión sexual preexistentes en la víctima.

5. Embarazo preexistente a la agresión.

6. Fibras y pelos para identificar el lugar del hecho y el agresor.


3.7.1. Coito reciente

Un importante indicador de penetración es el semen en la vagina, en recto y en la

boca de la víctima.

El semen consta de dos fracciones: la porción celular o esperma, que contiene los

espermatozoides y representa 5% de su volumen, y la porción líquida o plasma seminal,

que contiene las enzimas y representa 95% por ciento.

De acuerdo con Parikh conviene analizar el contenido vaginal en la mujer viva así:

a) Espermatozoides móviles, significa eyaculación tres horas antes.

b) Espermatozoides inmóviles, eyaculación 24 horas antes.

Para establecer el carácter humano del semen se aplica a una prueba de precipitación,

originalmente ideada por Farnum y luego mejorada por Hoektoen.

3.7.2. Grupos sanguíneos de víctima y de agresor.

Para esta determinación es necesario tomar muestras de sangre y saliva de la víctima.

La muestra de saliva tiene por objetivo aclarar si la víctima es de tipo secretor. De

este modo, toda mancha que muestre grupos diferentes corresponderá al agresor o

agresores.

3.7.3. Administración de tóxicos a la víctima.

Se investigará especialmente alcohol, psicotrópicos y estupefacientes, como la

cocaína. Si el interrogatorio y el examen físico lo sugieren, puede solicitarse el análisis

por anestésicos, por lo común inhalables.

3.7.4. Enfermedades de transmisión sexual preexistentes en la víctima.

La finalidad de estos análisis es aclarar responsabilidades futuras. Si el examen

realizado poco después del hecho resulta negativo, su positividad posterior permitirá
correlacionarlo con el hecho, con base en la cronología de los respectivos periodos de

incubación; por ejemplo, gonorrea dentro de la semana siguiente, sífilis dentro de las

tres semanas posteriores.

Conviene recordar que para el diagnóstico de gonorrea, la mejor muestra en la mujer

es el moco del cuello uterino, y en el hombre la secreción uretral. Para sífilis y SIDA se

debe tomar muestras de sangre.

3.7.5. Embarazo preexistente a la agresión.

De modo similar a los análisis para contagio venéreo, con el diagnóstico precoz de

embarazo es posible aclarar si éste provino de una relación sexual anterior o, de

positivizarse la prueba un mes después, puede atribuirse a la violación.

3.7.6. Fibras y pelos para identificar el lugar del hecho y el agresor.

Obliga a su búsqueda en ropas, cabellos, piel, vagina y recto. Con este estudio se

pretende identificar al agresor y localizar el lugar del hecho.

3.8. Evaluación Psicopatológica

Está a cargo de psiquiatras y psicólogos forenses. Su objetivo judicial es aclarar si la

víctima estaba “privada de razón” o “incapacitada para resistir”.

Por otra parte, con esta evaluación puede descartarse la falsedad de la denuncia en

mujeres mitomaníacas, histéricas, etc.

4. Examen del Acusado

De manera similar a lo que ocurre con la víctima, para proceder al examen médico

legal del presunto violador debe existir una orden judicial y el consentimiento

informado de aquél.

Dicho estudio pretende determinar los siguientes aspectos:


a) Capacidad de erección.

b) Fuerza física para vencer a la víctima.

c) Signos de coito reciente efectuado con violencia.

d) Signos que lo vinculen con el delito investigado.

Para cumplir con esos objetivos, es necesario seguir el procedimiento que se detalla a

continuación:

- Examen físico.

- Muestras para laboratorio.

- Evaluación psicopatológica.

4.1. Examen físico

Comprende signos generales y signos especiales:

4.1.1. Signos generales.

Son el tipo constitucional, estatura, peso, desarrollo musculo esquelético y desarrollo

genital, actitud y facies.

En las ropas y la piel, interesa la presencia de fibras, manchas y pelos.

4.1.2. Signos especiales.

Consisten en el examen por las tres áreas corporales mencionadas en ocasión del

estudio de las víctimas: área genital, área paragenital y área extragenital.

4.2. Semiología médico legal del pene

Mediante la retracción del prepucio, se debe descubrir el glande y el surco

balanoprepucial, con el fin de buscar lesiones o cuerpos extraños.


El cuerpo del pene debe exprimirse y observar si por el meato urinario fluye

secreción o semen de eyaculación reciente, así como para obtener material que permita

el estudio bacteriológico por enfermedades de transmisión sexual.

En el área genital interesa: a) Capacidad de erección, b) signos de coito reciente, y c)

signos de coito reciente con violencia.

4.2.1. Signos de coito reciente.

Consisten en la presencia de células vaginales, detectadas mediante la técnica

citológica de Papanicolaou; sangre de características serológicas iguales a las de la

víctima (grupo, tipo y características); flujo de semen a la expresión del cuerpo del

pene; tricomonas y otros agentes frecuentes en la vía genital femenina.

4.2.2. Signos de coito con violencia.

Los signos pueden encontrarse en el glande (edema inflamatorio, contusiones, sangre

o ruptura del frenillo), herida contusa en prepucio, inflamación de éste y cuerpos

extraños en el surco balanoprepucial, manchas de sangre de la víctima, materia fecal.

Los signos que vinculan al acusado con el delito, pueden también ser localizados en

las otras áreas. De ellos son importantes las lesiones que la víctima puede haber causado

al defenderse de la agresión (estigmas ungueales en cuello y manos, mordedura en

miembros superiores o en el pecho).

4.3. Muestras para laboratorio

Las muestras que se suministran al laboratorio tienen por objetivo establecer:

a) Signos de coito reciente.

b) Grupos sanguíneos de la víctima y del presunto violador.

c) Enfermedades de transmisión sexual preexistentes.


d) Fibras y pelos correspondientes a la víctima y al lugar del hecho.

e) Tóxicos.

4.4. Evaluación psicopatológica

El estudio psicopatológico del violador tiene dos objetivos principales.

Respecto al primer objetivo, Achával afirma: “sólo la apreciación del estudio de una

personalidad muy patológica podrán permitir la discusión sobre si pudo comprender la

criminalidad del acto o si pudo perder la capacidad de dirigir sus acciones”.

En cuanto a la psicodinámica, existen varias clasificaciones referidas a la violación y

al violador. Sobre el agresor se ha descrito dos categorías:

1. Violadores para quienes la agresión es el medio para lograr un fin, de manera que

no emplean más fuerza que la necesaria a ese propósito.

2. Violadores para quienes la violencia es el fin mismo o al menos una meta

secundaria. En estos casos, la mujer o, en general, la víctima, es sometida a más fuerza

de la necesaria o se le maltrata una vez que la actividad sexual ha concluido.

5. Examen del Escenario

La investigación del escenario del hecho tiene por objetivo recolectar indicios para:

a) Confirmar la comisión del delito.

b) Determinar la forma en que se realizó.

c) Establecer la vinculación del acusado con el hecho.

Asimismo, se establecerán:

5.1. Signos generales

Orden, desorden, ubicación probable de los protagonistas, posibilidad de que los

gritos de auxilio de la víctima pudieran haber sido escuchados por terceros, etcétera.
5.2. Signos especiales

Manchas de semen, sangre y saliva en sábanas, suelo, césped o planteas, presencia de

pelos y trozos de ropa, preservativos, etcétera.

BIBLIOGRAFIA

https://es.slideshare.net/mileidylara/tanatologia-medicina-legal

VARGAS ALVARADO Eduardo. Medicina Legal. Editorial Trillas. Segunda


edición. México – 1999.

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