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Conforme la nueva redacción del Código Civil y Comercial en su art. 1017, deben
ser hechos en escritura pública:
A. Los contratos que tienen por objeto la adquisición, modificación o extinción de derechos
reales sobre inmuebles. Quedan exceptuados los casos en que el acto es realizado
mediante subasta proveniente de ejecución judicial o administrativa;
B. Los contratos que tienen por objeto derechos dudosos o litigiosos sobre inmuebles;
C. Todos los actos que sean accesorios de otros contratos otorgados por escritura pública;
D. Los demás contratos que, por acuerdo de partes o disposición de la ley, deben ser
otorgados por escritura pública.
Análisis de INCISO A:
El texto legal prescribe como forma la escritura pública que constituye así un requisito
especial de existencia o tipificación de todos los actos jurídicos que tienen por objeto
transmitir el dominio sobre las cosas inmuebles, constituir derechos reales sobre tales
bienes o traspasar las desmembraciones de la propiedad raíz ajena.
En este caso, el INCISO A no guarda diferencia con el INCISO 1º del art. 1184 del código
anterior que tenía una redacción parecida e idéntica sustancia.
Este inciso se encontraba indirectamente establecido en el INCISO 8 del art. 1184 del
Código anterior, que regulaba que las transacciones sobre inmuebles debían realizarse
mediante escritura pública.
Si bien no están mencionados en el artículo 1017 del Código actual, en general estos
últimos supuestos siguen requiriendo escritura pública para su instrumentación. En el
nuevo Código, la necesidad de escritura pública respecto a los supuestos mencionados se
encuentra contemplada en la regulación específica: art. 448 para las convenciones
matrimoniales, el art. 2299 para las renuncias de herencia, el art. 1599 para la renta vitalicia,
el art. 2202 respecto de la cesión de derechos hereditarios y el art. 363 para la
representación, que consigna que si el acto para el cual la representación se otorga debe
ser celebrado en escritura pública, el poder respectivo debe tener también dicho formato.
El art. 969 del CCC establece: “Los contratos para los cuales la ley exige una forma para
su validez, son nulos si la solemnidad no ha sido satisfecha. Cuando la forma requerida
para los contratos, lo es sólo para que estos produzcan sus efectos propios, sin sanción de
nulidad no quedan concluidos como tales mientras no se ha otorgado el instrumento
previsto, pero valen como contratos en los que las partes se obligaron a cumplir con la
expresada formalidad. Cuando la ley o las partes no imponen una forma determinada, ésta
debe constituir sólo un medio de prueba de la celebración del contrato”.
Entendemos entonces que aquellos contratos que debiendo ser hechos en escritura
pública, fuesen hechos por instrumentos privados firmados por las partes, no quedan
concluidos como tales mientras la escritura pública no se halle firmada; pero sí quedan
concluidos como contratos en el que las partes se han obligado a hacer escritura pública.
Por ejemplo, en el caso del contrato de compraventa, es común que las partes, antes de
realizar la escritura pública, celebren el boleto de compraventa. Sin embargo, el contrato de
compraventa celebrado a través de dicho instrumento no quedará concluido como tal hasta
que se realice la escritura pública, la tradición e inscripción en el Registro de Propiedad. El
contrato no es traslativo por sí del dominio, sino simplemente declarativo.
En tal sentido, si la parte sujeta a esa obligación de hacer se resistiera a cumplir con la
misma, podrá ser demandada por la otra para que se otorgue la escritura pública. En estos
casos, el juez otorgará y firmará la escritura pública a costa del deudor.
Respecto a esto, el art. 512 del Código Procesal Civil y Comercial indica que “la sentencia
que condenare al otorgamiento de escritura pública, contendrá el apercibimiento de que si
el obligado no cumpliera dentro del plazo fijado, el juez lo suscribirá por él y a su costa. En
este caso la escritura se otorgará ante el registro del escribano que proponga el ejecutante,
si aquél no estuviera designado en el contrato. El juez ordenará las medidas
complementarias que correspondan”.
Cabe indicar que al respecto, el dictado del fallo plenario “Cazés de Francino, A. c.
Rodríguez Conde, M”, sentó pautas elementales al momento de ejecutar la condena a
escriturar.