Computadoras y redes: la revolución de la información

Las computadoras son máquinas que tratan con la información que reciben, almacenan los
procesos y presentan información. Las redes son sistemas de conexiones que mueven la
información: las redes permiten que muchas computadoras diferentes tengan acceso a la misma
información. Cuando combinamos computadoras y redes, hacemos posible que la información
pase de un lugar a otro con más eficiencia y velocidad de lo que era posible imaginar incluso
hace unos pocos años, y es esta combinación de computadoras y redes que está causando la
"revolución de la información".

La información afecta a cada parte de nuestras vidas, y se presenta en multitud de formas:

discurso, imágenes, videos, música, cartas de amor, informes de negocios, arte, novelas,
nuevas, etc. Tenemos muchas formas de transmitir información directamente, o por teléfono,
enviando cartas, enviando faxes, más los medios masivos de prensa, radio y televisión. La
diferencia entre todos los métodos anteriores de pasar información y el método utilizado por las
computadoras es que las personas tendrán que hacer menos trabajo. Un concepto clave en la
revolución de la información es que las personas no serán necesarias para el trabajo involucrado
en pasar y procesar información.

Las computadoras ahora pueden lidiar con la mayoría de los tipos de información. Las
supercomputadoras pueden procesar millones de comandos por segundo y proporcionarnos
pronósticos del clima, un análisis detallado para comercializar un nuevo producto, un diagnóstico
médico. Las computadoras sensoriales manejan la información auditiva y responden a las
personas que les hablan. Las computadoras robóticas responden a la instrucción y hacen
productos. Millones de computadoras personales manejan la información que se les da a través
de varios tipos de software y ayudan a las personas en el hogar y en el trabajo. (A los jóvenes
les gusta trabajar con estas computadoras personales, y las hijas las muestran). Y miles de
millones de computadoras forman parte de productos como automóviles, lavadoras, televisores,
etc., donde regulan un ciclo predeterminado.

Las redes son dos tipos básicos: LAN (redes locales) y WAN (redes amplias). Las redes se
utilizan para conectar computadoras en el mismo edificio o vecindario, y las WAN se usan para
conexiones de larga distancia. En una LAN, un "servidor" funciona como centro de control: es
una computadora poderosa, que funciona como terminales o estaciones de trabajo. Las distintas
personas que trabajan en diferentes partes del mismo edificio (un banco, por ejemplo) pueden
enviar y recibir información a través de sus computadoras.

Las WAN son posibles gracias a los avances en la tecnología de la comunicación y esta es la
segunda parte de la revolución de la información. WANa utiliza líneas telefónicas, pero también
utiliza la nueva tecnología de comunicación que han desarrollado las compañías telefónicas y
los medios de comunicación (radio y televisión). Las líneas telefónicas tradicionales,
generalmente de cobre, están siendo reemplazadas por fibras de vidrio que permiten que más
información pase más rápidamente de un lugar a otro, ahora es posible enviar datos a mil
millones de bits (un gigabit) por segundo, lo que significa que alguien en Madrid puede enviar un
documento de 500 páginas a alguien en Tokio en unos pocos segundos. Las redes celulares
permiten que estas conexiones telefónicas lleguen a las personas que conducen o caminan, ya
que no se necesitan cables telefónicos o cables.

Ahora podemos imaginar un mundo donde cientos de millones de computadoras se comunican

entre sí. La correspondencia comercial puede llegar a su destino en segundos, de modo que una
empresa con oficinas en Londres, Barcelona, Nueva York y Tokio pueda colaborar en un proyecto
simultáneamente. Las personas pueden trabajar desde casa, enviando su trabajo
instantáneamente a la oficina. Un estudiante en Bangkok puede obtener información de una
biblioteca en París, y alguien que estudia inglés en Hong Kong puede intercambiar cartas con
alguien en Manchester en cuestión de segundos.