Sandra Cascales Gómez

Experto Universitario en Psicología legal y forense. Dinámica pericial.

Módulo 1. Actividad 1

ACTIVIDAD 1

¿Son la confidencialidad y el secreto profesional de obligado cumplimiento por el

perito forense?

Según Cristina Vasallo, en su artículo del conocimiento por razón de su oficio o de sus
2001: “El secreto profesional en el ejercicio de relaciones laborales, será castigado con la
la profesión de psicólogo”, las relaciones entre pena de prisión de uno a tres años y multa
el profesional y el cliente se caracterizan por la de seis a doce meses. 2. "El profesional que,
confianza subyacente en las mismas. con incumplimiento de su obligación de
Producto de la confianza es la sigilo o reserva, divulgue los secretos de
confidencialidad, entendida como "una otras personas, será castigado con la pena
obligación para el profesional que tiene su de prisión de uno a cuatro años, multa de
causa en el contrato suscrito con el cliente, tal doce a veinticuatro meses e inhabilitación
cual es la obligación de guardar secreto especial para dicha profesión por tiempo de
profesional". dos a seis años".

En resumen, existen normas deontológicas,

Por ello, el profesional se convierte así en
aprobadas por el Colegio, que regulan
"confidente necesario": el cliente no le
como derecho y como deber ético
suministra la información voluntariamente
profesional del psicólogo la obligación de
sino que se ve obligado a ello para
guardar secreto profesional por la
conseguir del profesional una adecuada
información recibida en el ejercicio de
prestación de su servicio. Esta esfera de
nuestra profesión, en defensa de los
“confidente necesario” se aplica en muchas
intereses profesionales y garantía de la
profesiones, entre ellas la nuestra, la
profesionalidad de los colegiados. La
psicología.
violación de este derecho implica la
apertura de un expediente administrativo
Como psicólogos, estamos obligados según
con resultado de sanción. Asimismo, el
nuestro código deontológico a no utilizar
cliente afectado por la revelación o
ningún tipo de información privilegiada
divulgación de datos que afectan a su vida
recibida en el desempeño de nuestras
personal y familiar, puede reclamar los
funciones como medio de obtener
perjuicios causados tanto ante la
beneficios personales o para otros.
jurisdicción civil como penal.
Asimismo, tampoco debemos divulgar
informaciones que otorguen ventajas a
Sin embargo, en el campo de la psicología
otras personas. Por lo que respecta a la
forense estas normas deontológicas muy
información obtenida en el trascurso de
claras en la psicología clínica se desdibujan
nuestro estudio, no debe revelarse a
y pueden quedar algo sombrías, debido a la
terceros, ni de forma oral, ni por escrito.
naturaleza y al fin, entre otras diferencias,
de la evaluación psicológica llevada a cabo
A tenor de lo anteriormente expuesto, se
por el profesional. En la psicología forense,
suma el código 40 del código deontológico,
que recoge: “toda información que el/la cuando el psicólogo es citado ante un
Psicólogo/a recoge en el ejercicio de la tribunal, debe concurrir al llamamiento
profesión, sea en manifestaciones verbales judicial, ya que de lo contrario se
expresas de sus clientes, sea en datos infringiría el artículo 410 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal "de concurrir al
psicotécnicos o en otras observaciones
llamamiento judicial para declarar cuanto
profesionales prácticas, está sujeta a un
supiere sobre lo que les fuere preguntado..."
deber y a un derecho de secreto profesional
del que sólo podrá ser eximido por el y supondría un delito de desobediencia.
consentimiento expreso del cliente. El/la
Aun así, una vez en presencia del Juez, el
Psicólogo/a velará porque sus eventuales
psicólogo podrá alegar el secreto
colaboradores se atengan a este secreto
profesional, aunque no bajo todas las
profesional.”
preguntas de la sala, únicamente a las que
pueden afectar a la intimidad y vida
Por otro lado, el secreto profesional goza
también de protección en el Código Penal, privada del cliente.
concretamente en el artículo 199: 1."El que
revelare secretos ajenos, de los que tenga
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Tampoco el secreto profesional exime de
denunciar un hecho delictivo, aunque se
haya llegado al conocimiento del mismo
por razón de la profesión. El derecho al
secreto debe ceder ante el deber de
declarar y denunciar delitos que atenten o
pongan en peligro la vida, la integridad, la
libertad o la seguridad de las personas.
Aun a pesar de que el secreto profesional
es de obligado cumplimiento según el
código deontológico de los psicólogos, en la
tabla 1 adjunta del artículo de Echeburúa
et al. “La evaluación psicológica forense
frente a la evaluación clínica: propuestas y
retos de futuro” (2011), vemos como el
secreto profesional en evaluación forense
no está presente, al contrario que para una
evaluación clínica, que sí lo está.
Según este artículo, la evaluación
psicológica forense se encuentra con
algunas dificultades específicas, como la
involuntariedad del sujeto (los evaluados
no van voluntariamente a consulta sino
que son derivados por los jueces o los
tribunales, por lo que se encuentran
suspicaces, desconfiados y temerosos por
las consecuencias personales y familiares
que el dictamen pericial pueda acarrearles
de), los intentos de manipulación de la
información aportada (simulación o Código deontológico de Aspejure (Asociación profesional
disimulación, especialmente en casos de
custodia) o la influencia del propio proceso
legal en el estado mental del sujeto.
Además, el dictamen pericial no finaliza
con un psicodiagnóstico conforme a las
categorías del DSM o CIE, sino que la
psicopatología detectada debe ponerse en
relación con el asunto jurídico demandado.
Los informes psicológicos periciales están
sujetos a obligaciones legales (derivadas de
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la normativa vigente en el ámbito judicial) y
a exigencias deontológicas. De hecho, la
intervención del psicólogo en el ámbito
forense acentúa los dilemas éticos y es el
área del ejercicio profesional en donde con
más frecuencia se presentan demandas de
usuarios a las comisiones deontológicas de
los Colegios Profesionales, sobre todo en el
ámbito del derecho de familia.
Frecuentemente he sido testigo de cómo
peritos han evaluado a menores sin el
consentimiento de ambos padres, o no han
incluido a uno de los progenitores al ser un
informe de parte del otro, con el fin de
conseguir la custodia, aspectos que
lamentablemente, se dan en el día a día.
Según Echeburúa et al. (2011), el informe
clínico está sujeto al secreto profesional.
Sin embargo, el dictamen pericial está al
servicio de la demanda judicial y, desde
este punto de vista, supone una quiebra
del principio de confidencialidad. Es decir,
el perito psicólogo no está sujeto al secreto
profesional, pero sólo en relación con los
operadores jurídicos que demandan su
intervención y sólo en las informaciones
obtenidas relacionadas con el objeto de la
pericia. Esta peculiaridad de la relación
psicólogo-sujeto evaluado en el ámbito
forense necesita ser explicada a los
peritados y requiere el consentimiento
informado de éstos antes del comienzo de
la evaluación.
Por ello, en muchas ocasiones, antes de
proceder con nuestra evaluación como
psicólogos forenses, deberíamos ponernos
en contacto con nuestro colegio de
psicólogos para planificar de forma
anticipada nuestra forma de proceder,
conseguir información sobre los impresos
necesarios y los trámites que tenemos que
poner en marcha antes de iniciar la
evaluación con cualquier evaluado, sobre
todo en caso de menores.
Referencias bibliográficas:
colegial de peritos judiciales de España), recuperado de
https://www.aspejure.com/codigo-deontologico.php
Echeburúa, E., Muñoz, J.M, y Loinaz, I. (2011). La evaluación
psicológica forense frente a la evaluación clínica: propuestas y
retos de futuro. International Journal of Clinical and Health
Psychology, 11(1),141-159.[fecha de Consulta 21 de Enero de
2020]. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=337/33715423009
Vasallo, C. (2001). El secreto profesional en el ejercicio de la
profesión de psicólogo. Consejo General de Colegios Oficiales
de Psicólogos. (80). Recuperado de
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