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Derecho procesal administrativo

Unidad 1. Proceso Administrativo

1.1. Concepto
1. El proceso: Concepto amplio
La idea jurídica de proceso puede ser concebida en sentido amplio, como una secuencia o serie de actos que se desenvuelven
progresivamente, con el objeto de llegar a un acto estatal determinado, destacando entonces en el concepto la unidad de los
actos que constituyen el proceso, y su carácter teleológico; es decir, que éstos se caracterizan por estar encaminados en su
conjunto a un determinado fin.

En este sentido amplio habría proceso en cualquier función estatal y podríamos hablar entonces de: a) Proceso judicial (civil,
penal, comercial, contencioso-administrativo); b) proceso legislativo (es decir, el conjunto de actos parlamentarios que tienen
por fin el dictado de una ley); c) proceso administrativo. (El conjunto de actos de la administración que tienen por objeto la
emanación de un acto administrativo).

En este concepto no interesa, pues, quién dicta los actos que integran y resuelven el proceso: Basta que sea “el sujeto activo
de la función pública, en cualquiera de sus especies,” pudiéndose definir entonces al proceso como la “Serie o sucesión de
actos coordinados que fijan los datos según los cuales ha de ejecutarse la función pública, con derecho del sujeto o sujetos
pasivos de la misma a participar, con el sujeto activo en su formación.”

2. Concepto restringido
No obstante que se suele usar así el término, este criterio no pareciera ser conveniente. En efecto, razones históricas y políticas
han dado a la idea de proceso un significado más alto y valioso que el de mera secuencia de actos estatales destinados a un
fin determinado: Le han atribuido la característica fundamental de ser una secuencia de actos que tienen por fin decidir una
controversia entre partes (litigio) por parte de una autoridad imparcial e independiente (juez), con fuerza de verdad legal.
(Autoridad de cosa juzgada.) No importa fundamentalmente, tal vez, que el acto del juez resuelva estrictamente un litigio, o
que en cambio se refiera a las materias llamadas de “jurisdicción voluntaria;” pero sí es fundamental que el acto final del
proceso sea un acto judicial, es decir, una decisión proveniente de una autoridad imparcial e independiente, “desinteresada”,
con respecto al proceso.

Aplicar el concepto de proceso a todo conjunto de actos dirigidos a la formación o a la aplicación de normas jurídicas (sean
éstas jurisdiccionales, administrativas o legislativas) implica quitarle ese carácter fundamental y tradicional de medio o técnica
para la administración de justicia. Bien es cierto que también la actuación de los órganos administrativos y legislativos está
sujeta a ciertos principios constitucionales básicos y también comunes al proceso, y que igualmente tienen en definitiva como
criterio rector el de la justicia; pero no por ello puede olvidarse que es precisamente en el proceso judicial donde se hará la
determinación definitiva y correctora del derecho y la justicia en un caso concreto, controlando y eventualmente prescindiendo
de la actuación y las conclusiones de los órganos legislativos y administrativos. Por esas razones y por la conveniencia de
establecer una unidad terminológica en el conjunto de actos judiciales que versan sobre actos de la administración, creemos
preferible mantener la designación de proceso estrictamente para el proceso judicial.

1.2. Naturaleza jurídica del concepto (Derecho Procesal)


Conclusión sobre la naturaleza del procedimiento administrativo En conclusión, como señala Ballbé: “...Función
administrativa y función jurisdiccional, miembros de una misma división, son, por tanto, según elemental Lógica, términos
que recíprocamente se excluyen. De ahí se infiere, en consecuencia, que mal puede hablarse, técnicamente, de una
«jurisdicción administrativa» en el sentido de la tesis que se juzga. Téngase en cuenta, en definitiva, que nota constitutiva del
concepto de jurisdicción es la de que el sujeto que ejerce la función es ajeno a la relación sobre que incide (nemo iudex in
causa sua); en la actividad administrativa, por el contrario, quien la ejerce es sujeto de la relación misma. Y como en el
desarrollo de una actividad no se puede ser y no ser, al mismo tiempo, sujeto de una relación, mal puede admitirse la mixtura
«jurisdicción administrativa» como opuesta a «jurisdicción judicial». Una actividad del Estado podrá ser administración o
jurisdicción, pero no ostentar ambas cualidades a la vez;” “Por esta misma razón, es, inadmisible la pretendida «potestad
jurisdiccional» de la administración.

1.3. Diferencia entre proceso y procedimiento


Definición de procedimiento administrativo
Definimos al procedimiento administrativo como la parte del derecho administrativo que estudia las reglas y principios que
rigen la intervención de los interesados en la preparación e impugnación de la voluntad administrativa.

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Estudia, por lo tanto, la participación y defensa del interesado (que puede ser un particular, un funcionario o una autoridad
pública) en todas las etapas de la preparación de la voluntad administrativa, y, desde luego, cómo debe ser la tramitación
administrativa en todo lo que se refiere a la participación e intervención de dichos interesados.

Estudia en particular la defensa de los interesados, y como lógica consecuencia de ello la impugnación de los actos y
procedimientos administrativos por parte de éstos; se ocupa, pues, de los recursos, reclamaciones y denuncias administrativas:
Sus condiciones formales de procedencia, el trámite que debe dárseles, los problemas que su tramitación puede originar y
cómo y por quién deben ser resueltos; pero no estudia cómo deben ser resueltos los problemas de fondo que dichos recursos,
etc., puedan plantear, salvo que estén íntimamente ligados a un problema procedimental.

Proceso y procedimiento
Es necesario ahora distinguir proceso y procedimiento. Proceso es un concepto teleológico, procedimiento un concepto
formal. Al hablar de proceso se destaca que el conjunto de actos en consideración tiene por finalidad esencial llegar al dictado
de un determinado acto: En el concepto que adoptamos, ese acto es el jurisdiccional. Al hablar de procedimiento, por el
contrario, se prescinde del fin que la secuencia de actos pueda tener, y se señala tan sólo ese aspecto externo, de que existe
una serie de actos que se desenvuelven progresivamente.

Por ello el proceso y el procedimiento tienen de común que ambos son una serie o sucesión de actos coordinados; pero
mientras que la mera serie o sucesión de actos coordinados basta para constituir un procedimiento, no alcanza para caracterizar
un proceso. Todo proceso, “por ser su primer elemento una serie o sucesión de actos coordinados, implica el procedimiento;
todo proceso comporta un procedimiento;” pero en cambio no todo procedimiento implica o comporta un proceso.

En efecto, es obvio que restringido el concepto de proceso sólo a aquel que tiene por objeto realizar la función jurisdiccional
a través de órganos imparciales e independientes, todas las series de actos realizados en cumplimiento de alguna función
estatal quedarán englobados dentro del concepto genérico de procedimiento, el que será, según los casos, procedimiento
legislativo (serie de actos parlamentarios para el dictado de una ley del Congreso), procedimiento administrativo (serie de
actos dictados para el dictado de un acto administrativo), o procedimiento jurisdiccional (el de los jueces al realizar su función
específica). Y, en consecuencia, sólo uno de los procedimientos estatales —el tercero— puede a su vez implicar un proceso
en sentido técnico.

Sin embargo, resulta de esto una inconsecuencia: Mientras que en la justicia podemos hablar de procedimiento como concepto
formal y proceso como concepto teleológico, en la administración no tenemos sino un término —procedimiento— para
abarcar tanto la serie de actos (concepto formal) como la serie de actos destinados al dictado de un acto administrativo
(concepto teleológico); no por ello, desde luego, retomaremos el concepto de proceso para aplicarlo a la administración.
Diremos en cambio, simplemente, que el término procedimiento administrativo tiene una ambivalencia y puede ser empleado
tanto como noción teleológica, o como noción formal. La solución no es totalmente satisfactoria, pero en la disyuntiva de
resolverse por ella o por quitar su sentido preciso al proceso (judicial), creemos preferible inclinarnos por la misma.

1.4. Elementos esenciales del proceso:


1.4.1. Jurisdicción
Como ya se explicó anteriormente, el Estado ejerce la función jurisdiccional, la cual consiste en administrar justicia.
http://brd.unid.edu.mx/recursos/Ejecutivas/Teoria_Gral_del_proceso/TP_lectura02.pdf

La jurisdicción como mencionamos es una atribución del Estado para administrar la justicia, dicha potestad le es conferida
por el ordenamiento constitucional como uno de los elementos esenciales de la soberanía del Estado, la cual emana del pueblo
y es ejercida a través del Poder Judicial a través de los órganos que para tal efecto designe la legislación aplicable.

No obstante lo anterior, el concepto atribución o potestad es insuficiente, porque es un poder inherente al estado, atribuido
por la ley a un juez y ejercido por el actor en cuanto hace válida la acción, así pues, el Estado (o por cualquiera de sus
componentes, llámese Poder Judicial, Magistrado o Juez) no puede negarse a resolver un proceso, porque es un poder – deber.
No obstante lo anterior, un Juez no siempre puede conocer de un asunto, porque no corresponde a su materia, supongamos
que una persona intenta hacer válido su derecho de acción penal en un juzgado civil, si bien es cierto que no es posible para
ese Juez conocer del asunto, el Estado no puede negarse a conocerlo; en cuanto sea llevado el asunto ante una autoridad
competente, ésta tendrá la obligación de conocer.

De lo anterior inferimos que la jurisdicción es la función de administrar justica correspondiente al Poder Judicial, mientras
que la competencia es el modo en que es ejercida la atribución de la misma, por tanto la jurisdicción es una facultad mientras

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que la competencia es una limitación de esa atribución que se distribuye de manera práctica en territorio, turno, materia,
cuantía, entre otras para facilitar la aplicación de justicia, es decir, son divisiones de orden práctico.
https://moodle2.unid.edu.mx/dts_cursos_mdl/lic/DE/GP/S10/GP10_Lectura.pdf

1.4.2. Acción
Entendemos como acción el poder recurrir a los órganos jurisdiccionales del Estado, buscando que éste nos otorgue a
pretensión, el titular de ese derecho, puede serlo un particular, persona física o moral, o bien un órgano del Estado.
http://brd.unid.edu.mx/recursos/Ejecutivas/Teoria_Gral_del_proceso/TP_lectura02.pdf

Hemos definido a la acción como el derecho público subjetivo que tienen las partes, en la acepción amplia tiene elementos
que la distinguen de todos los derechos públicos subjetivos que le dan la naturaleza jurídica de garantía procesal, estos
elementos son la capacidad, la instancia y la pretensión, siendo el elemento subjetivo la capacidad de actuación de las partes.
https://moodle2.unid.edu.mx/dts_cursos_mdl/lic/DE/GP/S10/GP10_Lectura.pdf

1.4.3. Competencia
El primer elemento, el de la capacidad, es estrictamente procesal toda vez que su naturaleza legal es la de excitar al órgano
jurisdiccional para que de entrada a la instancia procesal, la capacidad es estrictamente procesal, un menor no puede actuar
por sí mismo, aunque tenga interés en el proceso toda vez que no tiene capacidad de acción, así que será mediante su tutor o
legítimo representante que pueda accionar al órgano jurisdiccional.
https://moodle2.unid.edu.mx/dts_cursos_mdl/lic/DE/GP/S10/GP10_Lectura.pdf

La competencia es la capacidad o aptitud para ejercer la función jurisdiccional en determinados conflictos. La competencia
fija los límites de la jurisdicción, se considera como un poder restringido o limitado.
https://es.slideshare.net/agramonteperu/proceso-accion-y-jurisdiccion

1.4.4. Pretensión
El segundo elemento, la pretensión, que es el objetivo legal del proceso que va ligado a los intereses del actor. Hasta ahora
hemos hablado de la pretensión como el elemento a dilucidar en el proceso a manos del juez de la causa, no obstante en lo
que se refiere a la acción como garantía procesal, es preciso señalar que durante el proceso surgen diversas pretensiones
secundarias durante el proceso como la admisión de pruebas o testigos de descargo y que en una misma acción puede ir
acompañada de varias pretensiones.
https://moodle2.unid.edu.mx/dts_cursos_mdl/lic/DE/GP/S10/GP10_Lectura.pdf

El tercer elemento es la instancia, la cual es el elemento dinámico de la acción, puesto que tiene más de un significado, ya
que es el acto provocativo de la acción, pues insta el curso de las actuaciones durante el proceso. Por otro lado también es la
ejecución de la acción en un juicio, incluso después de la contestación de la demanda y hasta la sentencia definitiva.
https://moodle2.unid.edu.mx/dts_cursos_mdl/lic/DE/GP/S10/GP10_Lectura.pdf

1.5. Principios Jurídicos que rigen a proceso administrativo:


1.5.1. Principio de legalidad
Alcances del principio
Una de las características fundamentales de los recursos administrativos y por lo tanto del procedimiento mismo, es que ellos
son objetivos, en el sentido de que tienden no sólo a la protección del recurrente o a la determinación de sus derechos, sino
también a la “defensa de la norma jurídica objetiva, con el fin de mantener el imperio de la legalidad y justicia en el
funcionamiento administrativo,” por ello es que hay un cierto interés público en su sustanciación, y por ende en la amplia e
integral tramitación y decisión de los recursos y reclamaciones administrativas de los particulares.

En virtud de este principio, se explica, como veremos, que el procedimiento tenga carácter instructorio, y que la autoridad
pueda proceder de oficio, que prive en él el principio de la verdad material, por oposición a la verdad formal, que exista
amplitud para considerar bien interpuestos los recursos y reclamaciones, facilitando así en lo posible el control de los
superiores jerárquicos sobre la buena marcha y legalidad de la administración pública.

De allí se desprende, también, que el desistimiento del recurso recurrente no exima a la administración de la obligación de
determinar si existe o no la ilegitimidad aducida y resolver el recurso, y que incluso el fallecimiento del recurrente no varíe
tal conclusión.

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El principio de la legalidad objetiva como criterio de eficiencia administrativa
De ese mismo principio general surge la necesidad de conferir una amplia oportunidad de defensa al administrado. Esto es un
requisito constitucional exigido en los sistemas liberales en atención a la persona humana misma, es decir, al individuo; pero
incluso prescindiendo de esa consideración, en cualquier régimen estatal —liberal, autoritario o despótico— se hace
técnicamente necesario conferir la máxima oportunidad de defensa para asegurar la efectiva y correcta aplicación de aquello
que en el régimen sea la “legalidad objetiva.”

En efecto, sea el régimen jurídico general respetuoso de los derechos individuales o tiránico, el mismo sólo será aplicado
correctamente si es posible reclamar adecuadamente en vía administrativa contra cualquier desvío o exceso en su ejecución
diaria. Como señala Hamson: “Tal reclamación, en esencia, no va contra la administración, sino contra el hecho de que un
subordinado no dé cumplimiento a la verdadera política de la administración. Es admisible hasta en el despotismo más
absoluto o en el Estado totalitario; la admite incluso un comandante militar. Más aún, esas formas de gobierno pueden alentar
tal tipo de quejas, en cuanto proporcionan a la autoridad central un medio de controlar la conducta de sus subordinados y de
evaluar y, por ende, mejorar la forma en que la política de la autoridad central, por despótica que sea, se lleve a cabo”.

“Así pues, aunque puede funcionar e históricamente ha funcionado el sistema organizado de quejas en sociedades que distan
mucho del Estado de Derecho, y aunque la finalidad del sistema sea a veces dar mayor eficacia a un gobierno completamente
despiadado, o incluso a un régimen militar, la posibilidad de presentar esas reclamaciones y el mecanismo creado para ello
han sido históricamente valiosas y pueden serlo en la actualidad, especialmente en las colectividades que se esfuerzan por
implantar un régimen de derecho”.

“Finalmente, lo que tal vez sea más importante, la maquinaria para tramitar esas quejas no sólo lleva a fiscalizar la
administración, sino también a suprimir la arbitrariedad irresponsable o caprichosa, es decir, la que nace del antojo personal
de cada funcionario. La fiscalización tiene por objeto promover y lograr la regularidad en la administración. Esta regularidad
puede suponer tan sólo una mayor precisión en la ejecución de los deseos del “amo” y dista mucho de la noción de Estado de
Derecho. Con todo, esta regularidad representa cierto progreso con respecto a la arbitrariedad enteramente difusa y
generalizada y constituye un requisito para el logro futuro del régimen de derecho: Acaso no se peque de indebido optimismo
al pensar que la existencia de un procedimiento regular es, al fin de cuentas, más propicio que el simple caos para que la
justicia vea la luz”.

En otras palabras, si bien no hay que llamarse a engaño de que los sistemas autoritarios puedan tener fácilmente un eficiente
sistema de recursos administrativos, de todos modos es evidente que tal sistema en nada perjudica al régimen imperante; sirve,
cuanto menos, para detectar posibles fallas de su funcionamiento. Claro está, si el sistema es verdaderamente autoritario, al
generalizar las soluciones de naturaleza arbitraria y engendrar el temor, da con ello a sus funcionarios la potestad de abortar
en ciernes, precisamente por esos métodos, cualquier intento de reclamo que los individuos puedan tener: En un régimen
despótico, aunque el acto del funcionario inferior no se ajuste a los deseos del déspota, de todos modos aquél puede
eficazmente impedir que la queja llegue a oídos de éste. Por ello las observaciones de Hamson quizá sean principalmente
aplicables (además, por cierto, de los países liberales) a aquellos que se han apartado del estricto sendero del Estado de
Derecho, sin transformarse con todo en regímenes completamente tiránicos. Pasando de un cierto límite de arbitrariedad tal
vez no pueda funcionar tampoco procedimiento alguno.

1.5.2. Principio de instancia de parte


Principio de oficiosidad. Este principio va vinculado con el impulso del procedimiento administrativo. Las leyes de
procedimiento establecen dos tipos clásicos, a partir de este criterio: de oficio o a instancia de parte. En la exposición de
motivos de la LFPA se da una definición clara de la oficiosidad, que está bien traducida en su artículo 18:
“En el Título Tercero, Capítulo Primero, se establece que el Procedimiento Administrativo podrá iniciarse de oficio o a solicitud
de parte interesada y, concretamente, se establece que el procedimiento se impulsará de oficio en todos sus trámites, sin necesidad
del impulso de los particulares, para llegar a una decisión final, obligando a la Administración Pública, por el interés público en
juego a desplegar por sí misma toda la actividad que sea necesaria para dar adecuada satisfacción a ese interés, sin perjuicio de
que si el obstáculo de la continuación del procedimiento es ocasionado por causas imputables al interesado, podrá ser declarado
caduco el procedimiento.”

El artículo 18 de la LFPA prescribe que el procedimiento administrativo continuará de oficio, sin perjuicio del impulso que
puedan darle los interesados, y en caso de corresponderles a estos últimos y no lo hicieren, operará la caducidad en los términos
previstos en el artículo 60 de dicho ordenamiento.
https://www.ijf.cjf.gob.mx/sitio2016/include/sections/revista/5/r5_10.pdf

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1.5.3. Principio de igualdad de las partes
Bajo el entendido de que el Ministerio Público, la víctima, el ofendido, el defensor y el imputado, gozan de las mismas
prerrogativas y oportunidades para aportar, ofrecer y desahogar las pruebas, y por supuesto, para debatirlas dentro del
proceso, de no ser así, se estarían vulnerando sus derechos humanos.
www.cienciajuridica.ugto.mx/index.php/CJ/article/download/226/208

Las partes deben contar con condiciones de paridad durante el proceso, garantizando el pleno ejercicio de los derechos
previstos en la Constitución, los tratados internacionales y las leyes que de ellos emanen.
https://imco.org.mx/justiciapenal/blog/definicion/principio-de-igualdad-entre-las-partes/

1.5.4. Principio de difusión material


Los sistemas de difusión, orientación y quejas contribuyen a la racionalización de los procedimientos y al mejoramiento de
la vida administrativa.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/4/1594/12.pdf

1.5.5. Principio de verdad material


Por último, en íntima unión con el principio de la instrucción cabe mencionar el principio de la verdad material por oposición
al principio de la verdad formal. Esto es fundamental respecto a la decisión que finalmente adopte la administración en el
procedimiento; mientras que en el proceso civil el juez debe en principio constreñirse a juzgar según las pruebas aportadas
por las partes (verdad formal), en el procedimiento administrativo el órgano que debe resolver está sujeto al principio de la
verdad material, y debe, en consecuencia, ajustarse a los hechos, prescindiendo de que ellos hayan sido alegados y probados
por el particular o no, por ejemplo, hechos o pruebas que sean de público conocimiento, que estén en poder de la
administración por otras circunstancias, que estén en expedientes paralelos o distintos, que la administración conozca de su
existencia y pueda verificarlos, etc. Si la decisión administrativa no se ajusta a los hechos materialmente verdaderos, su acto
estará viciado por esa sola circunstancia.

La fundamentación del principio se advierte al punto si se observa que la decisión administrativa debe ser independiente de
la voluntad de las partes, y que, por ejemplo, un acuerdo entre las partes sobre los hechos del caso, que en el proceso civil
puede ser obligatorio para el juez no resulta igualmente obligatorio para el administrador, que está obligado a comprobar la
autenticidad de los hechos; a la inversa, entonces, tampoco puede depender la decisión administrativa de la voluntad del
administrado de no aportar las pruebas del caso: Ella debe siempre ajustarse únicamente al principio de la verdad material.

1.5.6. Principio de celeridad


Este principio dispone que las autoridades administrativas deben evitar costosos, lentos o complicados pasos administrativos
que obstaculicen el desarrollo del trámite del expediente. Se trata de una directiva legal que apela a la racionalidad en el
empleo del tiempo, de los medios y en la configuración de las formas. Los sistemas de difusión, orientación y quejas
contribuyen a la racionalización de los procedimientos y al mejoramiento de la vida administrativa.

Para que el expediente goce de la rapidez debida, es preciso, principalmente, corregir deficiencias dentro de la administración,
manifestadas en la pérdida de tiempo en notificaciones, despacho, firma, etcétera.

Pero aunque así lo disponga la norma legislativa, de hecho no lo es en muchas ocasiones, pues, lamentablemente, el
procedimiento se retrasa por diversas causas, bien por exceso de trabajo, o por no estar éste bien organizado.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/4/1594/12.pdf

1.5.7. Principio de concentración


El principio de concentración en la fase de Juicio Oral y Público se caracteriza porque durante su realización se condensan en
un solo acto los alegatos iniciales de las partes, la práctica o evacuación de las pruebas y los informes conclusivos de los
intervinientes, lo cual contribuye a la celeridad procesal; y la continuidad, nos refiere a que la audiencia en que se desahogue
el juicio, sea de forma continua y sin interrupciones o aplazamientos.
http://stj.col.gob.mx/assets/docs/docs-
saa/(3)Principios%20Rectores%20del%20Juicio%20Penal%20Acusatorio%20Adversarial..pdf

1.5.8. Principio de publicidad


La publicidad del procedimiento, o transparencia, es un principio general del derecho tanto internacional e interno, y se ha
incorporado al procedimiento administrativo por medio del artículo III, inciso 5, de la Convención Interamericana contra la
Corrupción.

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Publicidad en el procedimiento significa el leal conocimiento de las actuaciones administrativas, lo que, según Agustín
Gordillo, “se concreta en la llamada ‘vista’ y fotocopia completa de las actuaciones”.

La Ley Federal de Procedimiento Administrativo, en su artículo 33 establece:

Los interesados en un procedimiento administrativo tendrán derecho de conocer, en cualquier momento, el estado de su
tramitación, recabando la oportuna información en las oficinas correspondientes, salvo cuando contengan información sobre la
defensa y seguridad nacional; sean relativos a materias protegidas por el secreto comercial o industrial, en los que el interesado
no sea titular o causahabiente, o se trate de asuntos en que exista disposición legal que lo prohíba. Ley Federal de Procedimiento.

Asimismo, el artículo dispone:

La administración pública federal, en sus relaciones con los particulares, tendrá las siguientes obligaciones:

III. Hacer del conocimiento de éstos, en cualquier momento, del estado de la tramitación de los procedimientos en los que tengan
interés jurídico y a proporcionar copia de los documentos contenidos en ellos.
VII. Proporcionar información y orientar acerca de los requisitos jurídicos o técnicos que las disposiciones legales vigentes
impongan a los proyectos, actuaciones o solicitudes que se propongan realizar.
VIII. Permitir el acceso a sus registros y archivos en los términos previstos en ésta u otras leyes.

La falta de publicidad y transparencia es sospecha y antesala de corrupción, como surge inequívocadamente de la convención
interamericana contra la corrupción. En este sentido, el artículo 1 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la
Información Pública Gubernamental establece que la ley tiene como finalidad “proveer lo necesario para garantizar el acceso.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/4/1594/12.pdf

1.5.9. Principio de inmediación


El principio de inmediación es uno de los pilares esenciales de los procesos basados en la oralidad, ya que ambas categorías
están íntimamente ligadas en el juicio oral y se presuponen recíprocamente. El principio de inmediación implica que los jueces
deben escuchar los argumentos de las partes y presenciar la práctica de la prueba.

El juicio oral responde de manera total al principio de inmediación, pues el tribunal tiene que escuchar de viva voz los alegatos
de las partes, presenciar la práctica de las pruebas en la audiencia y decidir el caso. Por eso los jueces que deben decidir en
un juicio oral tienen que ser los mismos que han presenciado el debate en todas sus sesiones, so pena de nulidad en caso
contrario. Esta manifestación de la inmediación ha sido elevada a la categoría de principio independiente por algunos autores
bajo el nombre de “principio de la identidad física del juzgador”.
http://stj.col.gob.mx/assets/docs/docs-
saa/(3)Principios%20Rectores%20del%20Juicio%20Penal%20Acusatorio%20Adversarial..pdf

1.5.10. Principio de congruencia


El principio de congruencia que debe regir en toda sentencia estriba en que ésta debe dictarse en concordancia con la demanda
y con la contestación formuladas por las partes, y en que no contenga resoluciones ni afirmaciones que se contradigan entre
sí. El primer aspecto constituye la congruencia externa y el segundo, la interna. En la especie, la incongruencia reclamada
corresponde a la llamada interna, puesto que se señalan concretamente las partes de la sentencia de segunda instancia que se
estiman contradictorias entre sí, afirmándose que mientras en una parte se tuvo por no acreditada la personalidad del
demandado y, por consiguiente, se declararon insubsistentes todas las promociones presentadas en el procedimiento por dicha
parte, en otro aspecto de la propia sentencia se analiza y concede valor probatorio a pruebas que específicamente fueron
ofrecidas y, por ende, presentadas por dicha persona; luego, esto constituye una infracción al principio de congruencia que
debe regir en toda sentencia.
http://www.diccionariojuridico.mx/definicion/principio-de-congruencia/

1.5.11. Principio de probidad


Consiste en observar una conducta funcionaria intachable y un desempeño honesto y leal de la función o cargo, con
preeminencia del interés general sobre el particular. Una forma de fiscalizar el cumplimiento del Principio de probidad es
conocer los intereses económicos y profesionales y el patrimonio de las autoridades y de determinados funcionarios, mediante
declaraciones juradas.
https://www.bcn.cl/obtienearchivo?id=repositorio/10221/19927/5/BCN_Minuta%20probidad_declaraciones_parlamentarios
.pdf

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Principio General de buena fe. La buena fe del latín bona fides, consiste en un estado mental de honradez, de convicción a la
verdad o exactitud de un asunto. Este principio es conocido también como probidad. Este principio predica la concordancia
entre el acto y la conciencia, en cuya virtud se adquieren derechos o beneficios, o bien se liberan responsabilidades o cancelan
deberes.
http://www.aliat.org.mx/BibliotecasDigitales/economico_administrativo/Derecho_administrativo_I.pdf

1.5.12. Principio de impulso procesal


El principio de impulso procesal se fundamenta en el principio de dirección del proceso, tiene el carácter público y se mantiene
de acuerdo a los adelantos de los estudios del Derecho Procesal, a través del cual el Estado hace efectivo el derecho positivo,
en busca de la armonía y la paz social con justicia plena. El impulso procesal tiene como finalidad legitimar la actividad de
las partes haciéndola más dinámica, funcional y directriz. El principio de impulso procesal -conocido también como impulso
oficial, impulso judicial o impulso autónomo- es el que permite poner en movimiento al proceso, de tal manera que no se
detenga hasta que se ponga fin a la instancia. Estos actos de procedimiento pueden hacerse indistintamente: a petición de
parte, de oficio por los órganos jurisdiccionales o por disposición expresa de la ley. El principio de impulso procesal de oficio
se fundamenta en la idea de que el Estado está interesado en la rápida definición de los procesos es por esto, que a los jueces
se les ha dotado de un instrumento procesal que les permita tomar iniciativa en la pronta solución de los conflictos de los
pares sometidos a su competencia, permitiendo que los procesos continúen, no se detengan y que la administración de justicia
sea dinámica, eficiente y oportuna para lograr la paz social. Según la autorizada opinión del maestro ALZAMORA VALDEZ,
el principio de impulso procesal de oficio es de cuatro clases, “formal y material, positivo y negativo. Es formal cuando se
refiere a la sucesión de actos externos del proceso (notificaciones); es material si persigue la realización de actos que tocan el
fondo mismo de la controversia; es negativo cuando tiende a impedir actos irrelevantes y es positivo, que es el más amplio,
si tiene por objeto la realización de toda clase de actos.”
https://es.scribd.com/doc/96798376/Principio-de-Impulso-Procesal

1.5.13. Principio de seguridad jurídica


La seguridad jurídica supone la certeza, estabilidad y razonabilidad en las normas y actos que dicten las autoridades; es decir,
la seguridad jurídica se opone a las modificaciones bruscas, ilegítimas o irrazonables. La situación de un sistema jurídico en
el cual las normas o los actos gozan de estabilidad, considerada como certidumbre en que los eventuales cambios normativos
serán razonables y previsibles, realizados por las autoridades legítimamente investidas de poder para ello, respetarán siempre
los derechos de las personas, permitiendo a los actores del sistema estimar con un margen de alta probabilidad las
consecuencias legales futuras de sus conductas presentes, y resguardando en todo momento una esfera mínima de derechos,
protegidos de toda arbitrariedad.

El carácter universal de ley comporta necesariamente la exclusión de privilegios y de la incertidumbre en su aplicación, tanto
en el ámbito administrativo como judicial, dando paso a la certeza, a la seguridad jurídicas. Por ello, dicho principio aplicado
al procedimiento administrativo, impide que pueda dejarse abandonado el expediente, con la incertidumbre que ello supone.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/4/1594/12.pdf

1.5.14. Principio de audiencia


La iniciativa de la ley federal sin entronizarla expresamente como un principio del procedimiento administrativo, sí tiene en
cuenta a la garantía de audiencia desde el momento de ubicar el fundamento constitucional del propio ordenamiento y al
desarrollar las reglas procedimentales, aunque como ya vimos uno de sus crasos defectos es la contradicción señalada en el
artículo 61 de la LFPA. La iniciativa de la LFPA emplea el término “debido proceso legal”, originario de la terminología
jurídica norteamericana, similar más no idéntico con lo que es conocido en nuestra tradición como garantía de audiencia.
https://www.ijf.cjf.gob.mx/sitio2016/include/sections/revista/5/r5_10.pdf

1.5.15. Principio de equidad


El principio de equidad procesal previsto en el artículo 14, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, que deriva del de igualdad de las personas ante la ley, constituye un derecho que implica el respeto del principio
esencial de contradicción, de modo que los contendientes dispongan de las mismas oportunidades de alegar y probar cuanto
estimen conveniente, lo que significa que el legislador tiene la obligación de crear leyes procedimentales que propicien la
igualdad de las partes en el juicio. Derivado de lo anterior, se sigue que el artículo 28, fracción VI, de la Ley citada, en tanto
prevé que en el juicio de nulidad el actor puede solicitar la suspensión de la ejecución respecto de la determinación,
liquidación, ejecución o cobro de contribuciones o créditos de naturaleza fiscal, la cual se decretará y surtirá efectos si se ha
constituido o constituye la garantía del interés fiscal ante la autoridad ejecutora por cualquiera de los medios permitidos por
las leyes fiscales aplicables, no contraviene el referido principio de equidad procesal, porque no otorga mejores oportunidades
a una de las partes para defender sus intereses, ni desequilibra las reglas procesales para alegar y demostrar en el juicio el
derecho que a cada una de ellas asiste; además, como toda medida cautelar, la suspensión tiene como fin paralizar el

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procedimiento de ejecución, sin desconocer el derecho que, presuntivamente, asiste a la autoridad fiscal de requerir el pago
de una obligación tributaria; es decir, el actor gobernado debe garantizar que con la suspensión no se causará perjuicio al
erario federal, razón por la cual se justifica que sea la propia autoridad exactora la que verifique la satisfacción de los requisitos
exigidos por las leyes fiscales aplicables.
https://sjf.scjn.gob.mx/SJFSist/paginas/DetalleGeneralV2.aspx?ID=2000429&Clase=DetalleTesisBL&Semanario=0

1.6. Acciones administrativas:


“Artículo 137. La acción administrativa será única con pluralidad de pretensiones sin importar el origen de la litis. Las
pretensiones en la acción administrativa podrán ser, entre otras que la ley señale: a) legalidad; b) restablecimiento del derecho;
e) reparatorias; d) contractuales, que incluye la nulidad absoluta; e) ejecutiva; f) electoral y g) relativas a intereses colectivos
o difusos.

Desde entonces se hace referencia a las acciones contencioso administrativas, con el alcance de la acción como un concepto
unívoco, entendido como el derecho a obtener un pronunciamiento del juez competente para juzgar la actividad administrativa
del Estado, respecto de una pretensión específica y previo un proceso.

“La acción, entendida como un derecho autónomo, público y abstracto de acudir a la jurisdicción, tiene singular importancia
en el derecho público porque, sin el sentido tradicional que tenía, de ser instrumento para hacer valer en juicio derechos
particulares, mediante ella se pueden postular pretensiones de derecho público, como la de inconstitucionalidad de la ley y de
los decretos con fuerza legislativa, la de nulidad de los actos administrativos o las que tengan por objeto hacer valer derechos
constituidos con fundamento en disposiciones de derecho administrativo, como prescribe el artículo 67 del Código
Contencioso Administrativo.

“Desde el punto de vista técnico, la acción implica el poder de solicitar la intervención de la jurisdicción, con el objeto de
hacer valer una determinada pretensión. De este modo la acción tiene dos sujetos: el actor y el Estado, con quien constituye
una relación de acción con la posibilidad de una de contradicción entre el demandado u opositor, si existiere, y el mismo
Estado; mientras que la pretensión implica un sujeto activo y otro pasivo, el actor y el demandado. El objeto de la acción es
iniciar el proceso con miras a la sentencia, conforme al derecho objetivo de cada país: su fin es realizar el derecho objetivo y,
secundariamente, proteger los derechos particulares”.
https://revistas.uexternado.edu.co/index.php/Deradm/article/download/2769/2453/

1.7. Excepciones:
1.7.1. Perentorias
"Perentorias son las excepciones que anulan definitivamente la acción, como la excepción de prescripción”.
http://ual.dyndns.org/Biblioteca/Teoria_General_Proceso/Pdf/Unidad_7.pdf

La perentoria, como está destinada a destruir la propia acción, obliga al Juez a realizar un pronunciamiento sobre el fondo
mismo de la controversia, analizar no sólo la procedencia o improcedencia de la acción, sino a valorar las pruebas exhibidas
por las partes en el juicio para determinar si dicha excepción destruye por completo la acción o no.
http://sjf.scjn.gob.mx/SJFSist/Documentos/Tesis/2001/2001917.pdf

1.7.2. Dilatorias
"Dilatorias, las excepciones que excluyen la acción como actualmente existente; ejemplo; la excepción de un término
convencional, el beneficio de excusión, la excepción de retención..."
http://ual.dyndns.org/Biblioteca/Teoria_General_Proceso/Pdf/Unidad_7.pdf

Pues si se trata de Dilatorias, en principio deberá verificar que realmente su naturaleza sea dilatoria, es decir, que únicamente
retrasan el conocimiento del asunto principal controvertido y ello sólo lo puede determinar con un análisis del caso concreto
a la luz de las pruebas que obren en autos pues, de confirmarse dicha naturaleza, no se podrá entrar al estudio del fondo del
asunto.
http://sjf.scjn.gob.mx/SJFSist/Documentos/Tesis/2001/2001917.pdf

1.8. Partes que intervienen en el proceso administrativo


Los sujetos de un procedimiento administrativo son, el sujeto activo: un órgano de la Administración, dotado de competencia,
y de otra parte, el sujeto pasivo: los interesados, afectados por un procedimiento (legitimados), y que pueden ser otras
Administraciones Públicas.
https://www.seguridadpublica.es/2009/04/sujetos-del-procedimiento-administrativo-la-administracion-y-los-interesados/

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Sujetos del Procedimiento Administrativo
1. La Autoridad administrativa:
1.1. Competencia, abstención y recusación.
1.2. Clasificación de órganos administrativos: unitarios y colegiados; y, activos, deliberantes y consultivos.

2. Los administrados:
2.1. Capacidad para comparecer y representación procesal.
2.2. Interés legítimo (administrado y tercero) e interés general (denunciante).
2.3. Derechos y deberes. Las situaciones activas y pasivas del administrado.

Las formas de participación administrativa de los terceros como característica de la Administración Pública abierta: La
audiencia pública y el periodo de información pública.

Todos los sujetos que operan en el campo del Derecho Administrativo se circunscriben a dos posiciones básicas:
El de autoridad administrativa (sujetos activos de poder).
El de administrados (en cuanto destinatarios de la acción administrativa).
https://www.minjus.gob.pe/wp-content/uploads/2017/03/SESION-9-Sujetos-del-Procedimiento-Administrativo.pdf

1.9. Tribunales Federales, su competencia


1.9.1. Suprema Corte de Justicia de la Nación
¿Qué es la Suprema Corte de Justicia de la Nación y dónde se encuentra ubicada?
La Suprema Corte de Justicia de la Nación es el Máximo Tribunal Constitucional del país y cabeza del Poder Judicial de la
Federación. Tiene entre sus responsabilidades defender el orden establecido por la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; mantener el equilibrio entre los distintos Poderes y ámbitos de gobierno, a través de las resoluciones judiciales
que emite; además de solucionar, de manera definitiva, asuntos que son de gran importancia para la sociedad. En esa virtud,
y toda vez que imparte justicia en el más alto nivel, es decir, el constitucional, no existe en nuestro país autoridad que se
encuentre por encima de ella o recurso legal que pueda ejercerse en contra de sus resoluciones.

El edificio sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se encuentra ubicado en Avenida Pino Suárez número 2, Colonia
Centro Histórico, Delegación Cuauhtémoc, C.P. 06065, en la Ciudad de México.

Sin embargo, en el año de 2002, se determinó establecer como sede alterna para el desarrollo de las sesiones del Alto Tribunal,
el edificio ubicado en Avenida Revolución número 1508, Colonia Guadalupe Inn, Delegación Álvaro Obregón, C.P. 01020,
en la Ciudad de México.

¿Cuáles son los asuntos cuya atención corresponde a la SCJN?


La Suprema Corte de Justicia de la Nación es el Máximo Tribunal Constitucional del país, en virtud de lo cual, tiene como
responsabilidad fundamental la defensa del orden establecido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
además de solucionar, de manera definitiva, otros asuntos jurisdiccionales de gran importancia para la sociedad.

De manera más específica, entre los asuntos cuya atención le corresponde, se encuentran los siguientes:

Los llamados Medios de Control de la Constitucionalidad, en los casos que a continuación se señalan:

 Amparos directos trascendentales.


 Recursos.
 Casos de incumplimiento de sentencias o repetición de actos reclamados.
 Casos de violaciones a la suspensión del acto reclamado o de admisión de fianzas ilusorias o
insuficientes.
 El juicio de amparo:
 Las controversias constitucionales.
 Las acciones de inconstitucionalidad.
 Las determinaciones de constitucionalidad sobre la materia de consultas populares.

 Las contradicciones de tesis, sustentadas entre dos o más órganos jurisdiccionales.


 Las controversias que por razón de competencia surjan entre los tribunales locales y federales.
 Los recursos de apelación contra las sentencias dictadas por los Jueces de Distrito en aquellos procesos en que la
Federación sea parte y que por su interés y trascendencia así lo ameriten.
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 Los juicios de anulación que interpongan las entidades federativas contra la declaratoria de exclusión del Sistema
Nacional de Coordinación Fiscal, que emita la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
 Las controversias que surjan con motivo de la falta de cumplimiento de los convenios de colaboración en materia fiscal
entre la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y los Gobiernos de las entidades federativas o del Distrito Federal.
 Los recursos de revisión administrativa contra las resoluciones del Consejo de la Judicatura Federal que se refieran a la
designación, adscripción, ratificación o remoción de Jueces de Distrito y Magistrados de Circuito.
 Las controversias que se susciten con motivo del cumplimiento de los convenios de coordinación administrativa en
materia de readaptación social.
 Los conflictos competenciales que se susciten entre tribunales civiles y militares.
https://www.scjn.gob.mx/conoce-la-corte/que-hace-la-scjn

1.9.2. Tribunales Colegiados de Circuito


Son los tribunales federales integrados por tres Magistrados. En su trabajo son apoyados por un secretario de acuerdos,
secretarios proyectistas, actuarios y otros empleados. Uno de los Magistrados funge como presidente y es elegido por los
Magistrados del propio tribunal. Dura un año en su cargo, sin que pueda reelegirse para el siguiente. El presidente del Tribunal
Colegiado de Circuito representa al tribunal, distribuye los asuntos entre los Magistrados y dirige los debates que se presentan
a la hora de resolver los juicios, además de que firma las resoluciones del tribunal, con el Magistrado ponente y el secretario
de acuerdos.

Las resoluciones de estos tribunales se toman por unanimidad o mayoría de votos de sus integrantes, quienes no pueden
abstenerse de votar, sino cuando tengan excusa o impedimento legal para ello. Pueden estar especializados en una materia o
conocer de varias de ellas (civil, penal, administrativa y de trabajo).

¿Cuáles son las funciones de los Tribunales Colegiados de Circuito?


Los Tribunales Colegiados de Circuito son competentes para conocer, entre otros, de los asuntos siguientes:
1) Los juicios de amparo directo contra sentencias definitivas, laudos o resoluciones que pongan fin al juicio, por
violaciones cometidas en ellos o durante la secuela del procedimiento.
2) Los recursos que procedan contra autos y resoluciones que pronuncien los Jueces de Distrito, Tribunales Unitarios de
Circuito o el superior del tribunal responsable, cuando, entre otros casos, desechen una demanda de amparo o concedan o
nieguen la suspensión definitiva.
3) Los recursos de revisión contra sentencias pronunciadas en la audiencia constitucional por los Jueces de Distrito, Tribunales
Unitarios o el superior del tribunal responsable.
4) Los conflictos de competencia que se susciten entre Jueces de Distrito o Tribunales Unitarios de Circuito en materia de
juicios de amparo.
5) Los impedimentos y excusas que en materia de amparo se susciten entre Jueces de Distrito y en cualquier materia entre
los Magistrados de los Tribunales de Circuito.
6) Los recursos de reclamación.
7) Los recursos de revisión contra resoluciones definitivas de los tribunales de lo contencioso administrativo federales y del
Distrito Federal.
8) Los asuntos delegados por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/11/5357/9.pdf

1.9.3. Tribunales Unitarios de Circuito


Son los tribunales federales integrados por un solo Magistrado, el cual es auxiliado en sus labores por secretarios, actuarios y
otros empleados.

Los Tribunales Unitarios de Circuito conocen de materia civil, penal o administrativa y tienen encomendado resolver
fundamentalmente:
1) Los juicios de amparo contra actos de otros Tribunales Unitarios de Circuito que no constituyan sentencias definitivas.
2) Apelaciones de juicios –excepto el de amparo, en el que debe promoverse la revisión ante Tribunales Colegiados– que se
hayan tramitado en primera instancia ante los Juzgados de Distrito. Esto significa que son tribunales de segunda instancia en
materia de juicios federales.
3) El recurso de denegada apelación –que se interpone cuando un Juez de Distrito no admite una apelación–.
4) Conflictos de competencia entre Jueces de Distrito y la calificación de impedimentos y excusas, excepto en lo relativo a
juicios de amparo.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/11/5357/9.pdf

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1.9.4. Tribunal Superior Agrario
Artículo 1º. Los tribunales agrarios son los órganos federales dotados de plena jurisdicción y autonomía para dictar sus fallos,
a los que corresponde, en los términos de la fracción XIX del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, la administración de justicia agraria en todo el territorio nacional.

Artículo 2º. Los tribunales agrarios se componen de:


I. El Tribunal Superior Agrario, y
II. Los tribunales unitarios agrarios.

Artículo 3º. El Tribunal Superior Agrario se integra por cinco magistrados numerarios, uno de los cuales lo presidirá.

El Tribunal Superior tendrá su sede en el Distrito Federal.

Los tribunales unitarios estarán a cargo de un magistrado numerario.

Habrá magistrados supernumerarios, quienes suplirán las ausencias de los titulares. Uno para el Tribunal Superior y el número
que disponga el Reglamento para los tribunales unitarios.

Artículo 4º. El Presidente del Tribunal Superior Agrario, será nombrado por el propio Tribunal, durará en su encargo tres años
y podrá ser reelecto.

El Presidente del Tribunal Superior será suplido en sus ausencias por el magistrado que designe el propio Tribunal Superior.

Artículo 5º. Para los efectos de esta ley, el territorio de la República se dividirá en distritos, cuyos límites territoriales
determinará el Tribunal Superior Agrario, pudiéndolos modificar en cualquier tiempo.

Para cada uno de los referidos distritos habrá el número de tribunales unitarios que determine el propio Tribunal Superior.

Artículo 6º. En lo no previsto expresamente en esta ley, se aplicará supletoriamente en lo que sea acorde con la naturaleza de
los tribunales agrarios, la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

Artículo 7º. El Tribunal Superior Agrario tomará sus resoluciones por unanimidad o mayoría de votos. Para que sesione
válidamente, se requerirá la presencia de por lo menos tres magistrados, entre los cuales deberá estar el Presidente. Éste tendrá
voto de calidad en caso de empate.

Artículo 8º. Son atribuciones del Tribunal Superior Agrario:


I. Fijar el número y límite territorial de los distritos en que se divida el territorio de la República para los efectos de
esta Ley;
II. Establecer el número y sede de los tribunales unitarios que existirán en cada uno de los distritos. Las
determinaciones de esta naturaleza se publicarán en el Diario Oficial de la Federación. Además, cuando se estime
conveniente, podrá autorizar a los tribunales para que administren justicia en los lugares y conforme al programa que
previamente se establezca;
III. Resolver sobre las renuncias de los magistrados y concederles licencias hasta por un mes con goce de sueldo,
siempre que exista causa justificada y no se perjudique el funcionamiento del tribunal, y hasta por tres meses sin
goce de sueldo. En casos excepcionales, el Tribunal Superior podrá otorgar licencias sin goce de sueldo por plazos
mayores;
IV. Determinar cuando el supernumerario del Tribunal Superior deba suplir la ausencia de algún magistrado y, por
lo que toca a los tribunales unitarios, cuál de los supernumerarios suplirá al magistrado ausente; en los casos en que
la ausencia no exceda de 15 días, el Tribunal Superior podrá autorizar para que lo supla el secretario de acuerdos
adscrito al tribunal unitario de que se trate;
V. Elegir al Presidente del Tribunal Superior de entre los magistrados que lo forman, y determinar las
responsabilidades en que incurra en el desempeño de su cargo;
VI. Fijar y cambiar la adscripción de los magistrados de los tribunales unitarios;
VII. Nombrar los secretarios, actuarios y peritos de los tribunales agrarios, cesarlos, suspenderlos en sus funciones,
aceptar sus renuncias, cambiarlos de adscripción y resolver todas las cuestiones que se relacionen con dichos
nombramientos; así como concederles licencias en los términos de las disposiciones legales aplicables, previa
opinión, en su caso, del magistrado a que se encuentren adscritos;
VIII. Aprobar el anteproyecto de presupuesto anual de egresos;

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IX. Conocer de las denuncias o quejas que se presenten en contra de los miembros de los tribunales agrarios y
determinar las sanciones administrativas que deban aplicarse en caso de determinárseles alguna responsabilidad;
X. Aprobar el Reglamento Interior de los tribunales agrarios, así como los demás reglamentos y disposiciones
necesarias para su buen funcionamiento, y
XI. Las demás atribuciones que le confieran ésta y otras leyes.

Artículo 9º. El Tribunal Superior Agrario será competente para conocer:


I. Del recurso de revisión en contra de sentencias dictadas por los tribunales unitarios, en juicios que se refieran a
conflictos de límites de tierras suscitados entre dos o más núcleos de población ejidales o comunales, o concernientes
a límites de las tierras de uno o varios núcleos de población con uno o varios pequeños propietarios, sociedades o
asociaciones;
II. Del recurso de revisión de sentencias de los tribunales unitarios relativas a restitución de tierras de núcleos de
población ejidal o comunal;
III. Del recurso de revisión de sentencias dictadas en juicios de nulidad contra resoluciones emitidas por autoridades
agrarias;
IV. De conflictos de competencia entre los tribunales unitarios;
V. Del establecimiento de jurisprudencia, para lo cual se requerirá de cinco sentencias en un mismo sentido no
interrumpidas por otra en contrario, aprobadas por lo menos por cuatro magistrados.

Para interrumpir la jurisprudencia se requerirá el voto favorable de cuatro magistrados y expresar las razones en que
se apoye la interrupción.

Asimismo, el Tribunal Superior resolverá qué tesis debe observarse, cuando diversos tribunales unitarios sustenten
tesis contradictorias en sus sentencias, la que también constituirá jurisprudencia, sin que la resolución que se dicte
afecte las situaciones jurídicas concretas derivadas de las sentencias dictadas en los juicios en que hubiese ocurrido
la contradicción.

La jurisprudencia que establezca el Tribunal Superior Agrario será obligatoria para los tribunales unitarios a partir
de su publicación en el Boletín Judicial Agrario;

VI. De los impedimentos y excusas de los magistrados, tanto del Tribunal Superior como de los tribunales unitarios;
VII. Conocer de las excitativas de justicia cuando los magistrados del propio Tribunal Superior no formulen sus
proyectos o los magistrados de los tribunales unitarios no respondan dentro de los plazos establecidos; y
VIII. De los demás asuntos que las leyes expresamente le confieran.

Corresponderá al magistrado ponente instruir el procedimiento y formular el proyecto de resolución definitiva para
someterla a la aprobación del Tribunal Superior.

Artículo 10. El Tribunal Superior podrá conocer de los juicios agrarios que por sus características especiales así lo ameriten.
Esta facultad se ejercerá a criterio del Tribunal, ya sea de oficio o petición fundada del Procurador Agrario.

Artículo 18. Los tribunales unitarios conocerán, por razón del territorio, de las controversias que se les planteen con relación
a tierras ubicadas dentro de su jurisdicción, conforme a la competencia que les confiere este artículo.

Los tribunales unitarios serán competentes para conocer:


I. De las controversias por límites de terrenos entre dos o más núcleos de población ejidal o comunal, y de éstos con
pequeños propietarios, sociedades o asociaciones;
II. De la restitución de tierras, bosques y aguas a los núcleos de población o a sus integrantes, contra actos de
autoridades administrativas o jurisdiccionales, fuera de juicio, o contra actos de particulares;
III. Del reconocimiento del régimen comunal;
IV. De juicios de nulidad contra resoluciones dictadas por las autoridades agrarias que alteren, modifiquen o extingan
un derecho o determinen la existencia de una obligación;
V. De los conflictos relacionados con la tenencia de las tierras ejidales y comunales;
VI. De las controversias en materia agraria entre ejidatarios, comuneros, posesionarios o avecindados entre sí; así
como las que se susciten entre éstos y los órganos del núcleo población;
VII. De controversias relativas a la sucesión de derechos ejidales y comunales;

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VIII. De las nulidades previstas en las fracciones VIII y IX del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos en materia agraria, así como las resultantes de actos o contratos que contravengan las leyes
agrarias;
IX. De las omisiones en que incurra la Procuraduría Agraria y que deparen perjuicio a ejidatarios, comuneros,
sucesores de ejidatarios o comuneros, ejidos, comunidades, pequeños propietarios, avecindados o jornaleros
agrícolas, a fin de proveer lo necesario para que sean eficaz e inmediatamente subsanadas;
X. De los negocios de jurisdicción voluntaria en materia agraria;
XI. De las controversias relativas a los contratos de asociación o aprovechamiento de tierras ejidales, a que se refiere
el artículo 45 de la Ley Agraria;
XII. De la reversión a que se refiere el artículo 97 de la Ley Agraria;
XIII. De la ejecución de los convenios a que se refiere la fracción VI del artículo 185 de la Ley Agraria, así como de
la ejecución de laudos arbitrales en materia agraria, previa determinación de que se encuentran apegados a las
disposiciones legales aplicables; y
XIV. De los demás asuntos que determinen las leyes.
http://www.pa.gob.mx/publica/pa07bg.htm

1.9.5. Tribunal Fiscal de la Federación


El Tribunal Federal de Justicia Administrativa de México, es un tribunal de lo contencioso-administrativo, dotado de plena
autonomía para dictar sus fallos, encargado de dirimir las controversias jurídicas que se susciten entre la Administración
Pública Federal y los particulares,1 sin embargo, no forma parte del Poder Judicial de la Federación, dependiendo
presupuestalmente del Ejecutivo Federal, situación que ha sido muy discutida durante años, al ser considerado violatorio del
principio de División de poderes, aún y a pesar de que, en la práctica, el Tribunal ha brindado resultados positivos, siendo
ampliamente reconocido en el medio jurídico mexicano, como organismo garante de legalidad en materia administrativa y
fiscal, siendo sus sentencias recurribles ante los Tribunales Federales, por la vía del amparo directo ante los Tribunales
Colegiados de Circuito.

El Tribunal se encuentra integrado por una Sala Superior, 46 Salas regionales distribuidas en 23 regiones y una Junta de
Gobierno y Administración.

Los Magistrados son nombrados por el Presidente de la República —el Pleno de la Sala Superior tiene derecho a presentar
una propuesta—, con aprobación del Senado, para ejercer su encargo por un periodo de 15 años, en el caso de los Magistrados
de la Sala Superior, y 10 años para los Magistrados de Sala Regional, contados en ambos casos, a partir de la fecha de su
nombramiento, pudiendo ser removidos solo en casos de responsabilidad, dejar de cumplir con alguno de los requisitos
aplicables, cumplir 75 años de edad o padecer incapacidad física o mental para ejercer el cargo.

El Presidente del Tribunal es electo por el Pleno de la Sala Superior en la primera sesión del año siguiente a aquél en que
concluya el periodo del Presidente en funciones, durando en su encargo un periodo de 3 años, sin derecho a ser reelecto para
el periodo inmediato posterior.

La sala superior, se integra por 16 magistrados, funcionando en pleno o en 3 secciones, la primera y la segunda se encuentra
integrada por 5 magistrados cada una y la tercera por 3 magistrados. El Presidente del Tribunal no integra ninguna sección.
Los Presidentes de las Secciones son electos en la primera sesión del año, durando en su encargo un año, sin derecho a ser
reelectos para el periodo inmediato posterior.

Las Salas Regionales tienen jurisdicción únicamente en el territorio que les sea asignado por el Reglamento interior del
Tribunal, y están integradas por 3 magistrados cada una, y son las encargadas de atender el día a día de la actividad
jurisdiccional, propiamente hablando, al atender, en primera instancia, el Juicio de Nulidad o Juicio Contencioso
Administrativo Federal en los términos dispuestos por la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo. Los
Presidentes de las Salas regionales son electos en la primera sesión del año, sirviendo en su encargo un año, sin derecho a ser
reelectos para el periodo inmediato posterior.

La Junta de Administración y Vigilancia, está encargada de la administración, vigilancia, disciplina y carrera jurisdiccional
del Tribunal, estando integrada por el presidente del Tribunal -quien también lo será de la Junta-, 2 magistrados de la Sala
Superior, y 2 magistrados de sala regional.

Los Magistrados de Sala Superior y de Sala Regional que integran la Junta de Gobierno y Administración son electos por el
Pleno en forma escalonada por periodos de dos años y no pueden ser reelectos para el periodo inmediato siguiente. Tampoco
podrán ejercer funciones jurisdiccionales.

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Actualmente su Presidente es Carlos Chaurand Arzate, quien concluye en diciembre de 2019 su periodo de tres años.

Competencia
De acuerdo con los artículos 3 y 35 de su Ley Orgánica, el Tribunal conocerá de los juicios que se promuevan contra las
resoluciones definitivas, actos administrativos y procedimientos que se indican a continuación:

 Los decretos y acuerdos de carácter general, diversos a los reglamentos, cuando sean autoaplicativos o cuando el
interesado los controvierta con motivo de su primer acto de aplicación;
 Las dictadas por autoridades fiscales federales y organismos fiscales autónomos, en que se determine la existencia
de una obligación fiscal, se fije en cantidad líquida o se den las bases para su liquidación.
 Las que nieguen la devolución de un ingreso de los regulados por el Código Fiscal de la Federación, indebidamente
percibido por el Estado o cuya devolución proceda de conformidad con las leyes fiscales.
 Las que impongan multas por infracción a las normas administrativas federales.
 Las que causen un agravio en materia fiscal distinto al que se refieren las fracciones anteriores.
 Las que nieguen o reduzcan las pensiones y demás prestaciones sociales que concedan las leyes en favor de los
miembros del Ejército, de la Fuerza Aérea y de la Armada Nacional o de sus familiares o derechohabientes con cargo
a la Dirección de Pensiones Militares o al erario federal, así como las que establezcan obligaciones a cargo de las
mismas personas, de acuerdo con las leyes que otorgan dichas prestaciones.
 Las que se dicten en materia de pensiones civiles, sea con cargo al erario federal o al Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
 Las que se dicten en materia administrativa sobre interpretación y cumplimiento de contratos de obras públicas,
adquisiciones, arrendamientos y servicios celebrados por las dependencias y entidades de la Administración Pública
Federal.
 Las que nieguen la indemnización o que, por su monto, no satisfagan al reclamante y las que impongan la obligación
de resarcir los daños y perjuicios pagados con motivo de la reclamación, en los términos de la Ley Federal de
Responsabilidad Patrimonial del Estado o de las leyes administrativas federales que contengan un régimen especial
de responsabilidad patrimonial del Estado.
 Las que requieran el pago de garantías a favor de la Federación, el Distrito Federal, los Estados o los Municipios, así
como de sus entidades paraestatales.
 Las que traten las materias señaladas en el artículo 94 de la Ley de Comercio Exterior.
 Las dictadas por las autoridades administrativas que pongan fin a un procedimiento administrativo, a una instancia
o resuelvan un expediente, en los términos de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo.
 Las que decidan los recursos administrativos en contra de las resoluciones que se indican en las demás fracciones de
este artículo.
 Las que se funden en un tratado o acuerdo internacional para evitar la doble tributación o en materia comercial,
suscrito por México, o cuando el demandante haga valer como concepto de impugnación que no se haya aplicado en
su favor alguno de los referidos tratados o acuerdos.
 Las que se configuren por negativa ficta en las materias señaladas en este artículo, por el transcurso del plazo que
señalen el Código Fiscal de la Federación, la Ley Federal de Procedimiento Administrativo o las disposiciones
aplicables o, en su defecto, en el plazo de tres meses, así como las que nieguen la expedición de la constancia de
haberse configurado la resolución positiva ficta, cuando ésta se encuentre prevista por la ley que rija a dichas
materias. No será aplicable lo dispuesto en el párrafo anterior en todos aquellos casos en los que se pudiere afectar
el derecho de un tercero, reconocido en un registro o anotación ante autoridad administrativa;
 Las resoluciones definitivas por las que se impongan sanciones administrativas a los servidores públicos en términos
de la legislación aplicable, así como contra las que decidan los recursos administrativos previstos en dichos
ordenamientos, además de los órganos constitucionales autónomos;
 Las resoluciones de la Contraloría General del Instituto Nacional Electoral que impongan sanciones administrativas
no graves, en términos de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales;
 Las sanciones y demás resoluciones emitidas por la Auditoría Superior de la Federación, en términos de la Ley de
Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, y
 Las señaladas en esta y otras leyes como competencia del Tribunal.
 Las resoluciones definitivas relacionadas con la interpretación y cumplimiento de contratos públicos, obra pública,
adquisiciones, arrendamientos y servicios celebrados por las dependencias y entidades de la Administración Pública
Federal;
 Las dictadas por autoridades administrativas en materia de licitaciones públicas;
 Las que nieguen la indemnización por responsabilidad patrimonial del Estado, declaren improcedente su
reclamación, o cuando habiéndola otorgado no satisfaga al reclamante, y las que por repetición impongan la

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obligación a los servidores públicos de resarcir al Estado los pagos correspondientes a la indemnización, en los
términos de la ley de la materia;
 Las dictadas por las autoridades administrativas que pongan fin a un procedimiento administrativo, a una instancia
o resuelvan un expediente, respecto de los supuestos descritos en los incisos anteriores de este artículo;
 Las dictadas en los juicios promovidos por los Secretarios de Acuerdos, Actuarios y demás personal del tribunal, en
contra de sanciones derivadas de actos u omisiones que constituyan faltas administrativas no graves, impuestas por
la Junta de Gobierno y Administración o por el Órgano Interno de Control, en aplicación de la Ley General de
Responsabilidades Administrativas, y
 Las que resuelvan los recursos administrativos en contra de las resoluciones que se indican en las demás fracciones
del artículo 35.

El Tribunal conocerá también de los juicios que se promuevan contra las resoluciones definitivas por las que se impongan
sanciones administrativas a los servidores públicos en términos de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de
los Servidores Públicos, así como contra las que decidan los recursos administrativos previstos en dicho ordenamiento.
https://es.wikipedia.org/wiki/Tribunal_Federal_de_Justicia_Fiscal_y_Administrativa

1.9.6. Jueces Federales


Juzgados de Distrito
Son los órganos jurisdiccionales de primera instancia del Poder Judicial de la Federación. Es decir, la unidad básica entre los
órganos de impartición de justicia. Están a cargo de un Juez de Distrito. En virtud de lo anterior, sus facultades y competencias
dependen de la materia que se le designe de acuerdo a los artículos del 50 al 55-bis de la Ley Orgánica del Poder Judicial de
la Federación, sin embargo en términos generales les corresponde resolver:

 Juicios relacionados con la aplicación de leyes federales en las materias civil, penal y administrativa, o de tratados
internacionales, y
 Juicios de amparo indirecto en las materias civil, penal, administrativa y laboral. Algunos de estos órganos están
especializados solo en una materia –penal, administrativa, civil o laboral–, mientras que otros conocen de dos o más
materias.
https://es.wikipedia.org/wiki/Poder_Judicial_de_la_Federaci%C3%B3n_(M%C3%A9xico)

1.9.7. Tribunal de lo Contencioso Administrativo


Caracteres:
Es un tribunal contencioso local creado el 17 de marzo para conocer de las controversias entre los particulares y el
Departamento del Distrito Federal ahora el gobierno de la ciudad de México, el 3 de enero de 1979 se amplió su competencia
para conocer asuntos de carácter fiscal mismos que se ventilaban en el Tribunal fiscal de la federación.

Desde el 19 de diciembre opera bajo la estructura siguiente:


 Tres salas ordinarias de tres magistrados cada una.
 Salas auxiliares tantas como decida la sala superior integrada cada una por tres magistrados.
 Los magistrados son nombrados por el jefe de gobierno con aprobación de la asamblea legislativa del Distrito
Federal.

La sala superior tiene entre sus funciones


 fijar la jurisprudencia
 resolver los recursos en contra de resoluciones de las salas, así como las contradicciones en las sentencias de estas
 resolver el recurso de reclamación en contra de los acuerdos de trámite de la sala superior
 calificar las recusaciones, excusas e impedimentos de los magistrados del tribunal y designar al magistrado sustituto
 establecer reglas para la distribución de asuntos entre las salas y los magistrados del tribunal
 designar al presidente del tribunal quien a su vez lo será también de la sala
 formular el proyecto de presupuesto de egresos del tribunal y remitirlo al jefe de gobierno de la ciudad de México

Las salas ordinarias y auxiliares conocen de:


 los juicios contra actos de las autoridades administrativas de la ciudad de México que ordenen o traten de ejecutar
en perjuicio de los particulares
 los juicios en contra de resoluciones definitivas dictadas por autoridades de la ciudad de México en las que se
determine una obligación fiscal o nieguen la devolución de un ingreso obtenido indebidamente

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 los juicios que por falta de contestación de las mismas autoridades dentro de un término de 30 días naturales a las
promociones presentadas ante ellas por los ciudadanos
 quejas por incumplimiento a las sentencias que dictaron
 juicios promovidos por las autoridades para que sean nulificadas las resoluciones favorables a los particulares y que
causen una lesión al fisco
 impugnaciones a la negativa de indemnización a particulares por responsabilidad de servidores públicos
https://mexico.leyderecho.org/tribunales-de-lo-contencioso-administrativo/

1.9.8. Junta Federal de Conciliación y Arbitraje


La función de la JFCA es impartir justicia, promoviendo la paz social y armonía en las relaciones laborales, mediante la
conciliación y el arbitraje, garantizando a trabajadores y empleadores transparencia, certeza y seguridad jurídica en la
resolución de los conflictos laborales.

La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje es un Tribunal de integración tripartita (igual número de representantes de
trabajadores y empleadores, y un representante del Gobierno) y democrática (los trabajadores y empleadores organizados
designan a sus respectivos representantes) encargada de la resolución de los conflictos laborales.

¿Qué hace la JFCA?


Su finalidad es mantener el equilibrio entre los factores de la producción, mediante las funciones de conciliación e impartición
de justicia en las relaciones laborales de jurisdicción federal con absoluta imparcialidad y apego a derecho, para mantener el
equilibrio en las relaciones entre trabajadores y empleadores, preservando las fuentes de empleo y protegiendo los derechos
de los trabajadores.

De marzo a noviembre de 2015 se presentaron 4 mil 368 emplazamientos a huelga de los cuales más de la mitad se concluyeron
por convenio.

Gracias a esta labor conciliadora y a la mediación del gobierno entre los trabajadores y empleadores, en más de 2 años no se
ha presentado ninguna huelga de jurisdicción federal, un hecho inédito en la historia moderna de nuestro país.
https://www.gob.mx/stps/articulos/conoce-que-es-la-junta-federal-de-conciliacion-y-arbitraje?idiom=es

1.9.9. Comisión Federal de Derechos Humanos


La Comisión Nacional de los Derechos Humanos es un organismo público autónomo del Estado mexicano, es decir, no
depende de ninguna otra autoridad. Su misión es la defensa, promoción, estudio y divulgación de los derechos humanos
reconocidos en la Constitución Mexicana, los tratados internacionales y las leyes.

La CNDH tiene por objeto esencial la protección de los derechos humanos, además, lleva a cabo otras actividades como las
de observancia, promoción, estudio y divulgación de los derechos humanos.

Para lograr lo anterior, la ley le otorga las siguientes funciones específicas.


 Recibir quejas de presuntas violaciones a derechos humanos;
 Conocer e investigar presuntas violaciones de derechos humanos, por acciones u omisiones de las autoridades
administrativas de carácter federal, o por la tolerancia o anuencia de la autoridad de conductas ilícitas que realicen
particulares o agentes sociales;
 Formular recomendaciones públicas, denuncias y quejas ante las autoridades respectivas, cuando se decida en última
instancia las inconformidades que se presenten respecto de las recomendaciones y acuerdos de los organismos de
derechos humanos de las Entidades Federativas; así como por insuficiencia en el cumplimiento de las
recomendaciones de éstos por parte de las autoridades locales.
 Procurar la conciliación entre los quejosos y las autoridades señaladas como responsables, así como la inmediata
solución de un conflicto planteado, cuando la naturaleza del caso lo permita;
 Impulsar la observancia de los derechos humanos en el país;
 Promover el estudio, la enseñanza y divulgación de los derechos humanos en el ámbito nacional e internacional;
 Elaborar y ejecutar programas preventivos en materia de derechos humanos;
 Formular programas y proponer acciones en coordinación con las dependencias competentes que impulsen el
cumplimiento dentro del territorio nacional de los tratados, convenciones y acuerdos internacionales signados y
ratificados por México en materia de derechos humanos
 Supervisar el respeto a los derechos humanos en el sistema penitenciario, mediante la elaboración de un diagnóstico
anual sobre la situación que guardan los centros de reinserción social en el país.

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 La observancia del seguimiento, evaluación y monitoreo, en materia de igualdad entre mujeres y hombres.
 Presentar acciones de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando exista una ley o
tratado que se estime que vulnera derechos humanos.
 Coordinar las acciones del Mecanismo Nacional de Prevención en ejercicio de las facultades que establece el
Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y otros tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes

¿Qué hace la CNDH para crear una cultura de derechos humanos en México?
 Dentro de la función esencial, entendida en el sentido más amplio, de protección y promoción de los derechos
humanos que cumple la Comisión Nacional, es posible identificar otro importante conjunto de acciones tendentes a
la construcción de una cultura de respeto a los derechos humanos en México y a la prevención de las violaciones a
los mismos. Esta clase de medidas forman parte de la labor preventiva que realiza la CNDH a través de la divulgación,
promoción, investigación y estudio de los derechos humanos.
 De manera específica debe señalarse que la CNDH, a través de la Secretaria Técnica del Consejo Consultivo, se
encarga de diseñar y ejecutar programas de capacitación continua en materia de derechos humanos los cuales están
dirigidos al público en general.
 De igual forma, el Centro Nacional de Derechos Humanos participa en la importante labor constructiva de una cultura
de los derechos humanos a través de distintas actividades de carácter educativo, de investigación, formación y de
difusión sobre el conocimiento de los derechos.
 Además, todas las áreas integrantes de la CNDH propician espacios de discusión y análisis sobre los derechos
humanos, a través de sus distintos programas.
http://www.cndh.org.mx/Preguntas_Frecuentes

1.9.10. Tribunal Federal Electoral


El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es un órgano especializado del Poder Judicial de la Federación,
encargado de resolver controversias en materia electoral, proteger los derechos político-electorales de los ciudadanos e
impartir justicia en el ámbito electoral. Está conformado por una Sala Superior, integrada por siete magistrados y magistradas;
cinco salas regionales y una sala especializada, integradas por tres magistrados y magistradas. El actual presidente de la Sala
Superior es el magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera.

¿Qué hacemos?
De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (Artículos 41, Base VI; 60, párrafos segundo y
tercero y 99, párrafo cuarto), el Tribunal Electoral tiene competencia para resolver, en forma definitiva e inatacable, los
siguientes tipos de controversias electorales:

 Las impugnaciones en las elecciones federales de diputados y senadores.


 Las impugnaciones que se presenten sobre la elección de presidente de los Estados Unidos Mexicanos (que son
resueltas en única instancia por la Sala Superior).
 Las impugnaciones de actos y resoluciones de la autoridad electoral federal, distintas a las señaladas anteriormente,
que violen normas constitucionales o legales.
 Las impugnaciones de actos o resoluciones definitivos y firmes de los institutos y tribunales electorales locales (es
decir, de las autoridades competentes de las entidades federativas para organizar y calificar los comicios, o resolver
las controversias que surjan durante los mismos) que puedan resultar determinantes para el desarrollo del proceso
respectivo o el resultado final de las elecciones.
 Las impugnaciones de actos y resoluciones que violen los derechos político-electorales de los ciudadanos de votar,
ser votado y de afiliación.
 Los conflictos o diferencias laborales entre el Tribunal Electoral y sus servidores; así como entre el Instituto Nacional
Electoral y sus servidores.
 La determinación e imposición de sanciones por parte del Instituto Nacional Electoral a partidos, agrupaciones, así
como personas físicas o morales.
 La resolución de procedimientos sancionadores, relacionados con la violación a las normas que regulan el acceso a
radio y televisión de los partidos y candidatos, la aplicación imparcial de recursos públicos, la propaganda de entes
públicos, propaganda electoral, así como actos anticipados de precampaña y campaña.
 Las demás que señale la ley.
https://www.te.gob.mx/front/contents/index/1

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1.9.11. Tribunales Estatales y Municipales, en materia administrativa, penal, civil, laboral, agraria en la República
Mexicana.
Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje
El Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje se sustenta en los principios de legalidad, equidad y justicia social, para
resolver los conflictos jurídicos laborales burocráticos estatales y municipales, haciendo de su actividad diaria la conciliación,
como medio conveniente para la solución de los conflictos entre los servidores públicos y las instituciones.
http://strabajo.edomex.gob.mx/teca

CAPÍTULO III. DEL TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO MUNICIPAL


Artículo 197. En cada municipio podrá existir un Tribunal de lo Contencioso Administrativo, que será competente para
conocer de los recursos de revisión que se interpongan contra los actos de la administración pública municipal o de los jueces
calificadores y las resoluciones que recaigan al recurso de reconsideración.

La actuación del Tribunal de lo Contencioso Administrativo Municipal se regirá por los principios de independencia,
imparcialidad, objetividad, excelencia, publicidad, legalidad, profesionalismo, gratuidad e inmediatez.

Artículo 198. El Tribunal Municipal de lo Contencioso Administrativo estará dotado de autonomía de gestión para dictar sus
resoluciones y estará a cargo de un juez de lo Contencioso Administrativo y será nombrado por el Cabildo con el voto de las
dos terceras partes de sus integrantes, de entre los propuestos por el presidente municipal, en los términos del reglamento
respectivo.

Son requisitos para ser juez de lo Contencioso Administrativo:


I. Contar con título de licenciado en derecho o abogado;
II. No haber sido dirigente de algún partido político ni candidato a puesto de elección popular, en los tres años inmediatos
anteriores;
III. No haber sido condenado por delito doloso que amerite sanción privativa de libertad;
IV. No ser ministro de culto religioso, y
V. No desempeñar cargo similar en otro municipio.

Durarán en su encargo tres años, pudiendo ser ratificados hasta por un periodo igual y sólo serán removidos por causa grave,
calificada por el Cabildo.

Artículo 199. Las autoridades municipales están obligadas a acatar las resoluciones del Tribunal de lo Contencioso
Administrativo Municipal, y en caso de incumplimiento inexcusable, se solicitará al Cabildo la destitución inmediata del
funcionario.

De existir un tribunal de lo contencioso administrativo municipal en cada municipio yucateco, sumarían un total de 106
órganos jurisdiccionales.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-21472013000200012

Unidad 2. Recurso Administrativo

2.1. Concepto, naturaleza procesal jurídica


El recurso administrativo constituye un medio legal de que dispone el particular, afectado en sus derechos o intereses por un
acto administrativo determinado, para obtener en los términos legales, de la autoridad administrativa una revisión del propio
acto, a fin de que dicha autoridad lo revoque, lo anule o lo reforme en caso de encontrar comprobada la ilegalidad o la
inoportunidad del mismo.

Como elementos característicos del recurso administrativo pueden señalarse los siguientes:
1. La existencia de una resolución administrativa que afecte un derecho o un interés legítimo del particular recurrente.
2. La fijación en la ley de las autoridades administrativas ante quienes debe presentarse.
3. La fijación de un plazo dentro del cual deba interponerse el recurso.
4. Los requisitos de forma y elementos que deben incluirse en el escrito de interposición del recurso.
5. La fijación de un procedimiento para la tramitación del recurso, especificación de pruebas, etc.
6. La obligación de la autoridad revisora de dictar nueva resolución en cuanto al fondo.
http://www.diccionariojuridico.mx/definicion/recurso-administrativo/

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El estudio de la naturaleza del recurso administrativo hace surgir la cuestión de si la autoridad administrativa que lo resuelve
ejecuta al hacerlo un acto jurisdiccional o un acto administrativo.

En pro de la primera solución podrían señalarse las siguientes razones:


En primer término, que existe una controversia entre el particular afectado y la Administración que ha realizado el acto, de
tal manera que esta última tiene que poner fin a esa controversia, decidiendo si el acto recurrido constituye o no una violación
a la ley.

En segundo lugar, que el recurso está organizado en las leyes con un procedimiento semejante al procedimiento judicial, pues
en él se establecen formalidades especiales para iniciarlo, términos de prueba, audiencia de alegatos, etc.

Y por último, que en varias leyes se establece que el particular afectado con una resolución administrativa puede optar, para
reclamarla, entre el procedimiento administrativo y el procedimiento judicial, lo cual indica que ellos son equivalentes,
conclusión que se corrobora con la disposición que esas mismas leyes contienen respecto a que elegida una vía no puede
recurrirse a la otra.

La opinión contraria, que sostiene que el recurso no implica una función jurisdiccional sino simplemente administrativa, trae
también un buen número de razones a su favor.

Desde luego afirma que en el recurso administrativo no existe una verdadera controversia, pues para ello sería indispensable
que las pretensiones de la Administración fueran contradictorias con las del particular.

Ahora bien, esto no sucede, pues mientras no se haya agotado la vía administrativa, dentro de la cual encaja el recurso, no
podrá afirmarse que la Administración sostiene un punto de controversia con el particular.

García Oviedo indica que "los recursos administrativos –directos o de alzada- no constituyen verdaderos juicios. Son meras
revisiones que de sus actos efectúa la propia Administración para deshacer sus errores, si los hubiere. Falta en ellos la
verdadera controversia, la discusión. El particular reclama, aduciendo en verdad, los fundamentos legales pertinentes. La
Administración penetra, asimismo, en el fondo de la reclamación y resuelve según derecho; mas lo proveído por ella es
resultado inmediato de una mera labor de revisión, en que ha faltado la controversia ordenada y profunda del juicio. De aquí
su insignificancia" (D. Atlm., pág. 384).

Se sostiene, en segundo término, que la similitud del procedimiento del recurso administrativo con el procedimiento judicial,
no es bastante para concluir que por medio de aquél se realiza una función jurisdiccional, pues las formalidades no trascienden
a la naturaleza jurídica de la función.

Por último, que la ley establezca como paralelos el recurso administrativo y el judicial y que declare que se pierde uno si se
elige el otro, no autoriza para concluir que ambos tengan idéntica naturaleza ya que en el recurso administrativo no existe
propiamente un órgano independiente ante el que se dirima la controversia.

Estimamos que el punto es dudoso y que podrían esgrimirse todavía razones en favor y en contra de ambas opiniones. Sin
embargo, nos parecen más fundados los argumentos aducidos por la que sostiene que el recurso administrativo no constituye
un verdadero acto jurisdiccional, sobre todo si se considera como se acaba de indicar que no hay una autoridad distinta de las
partes que resuelva la controversia.
Gabino Fraga, Derecho Administrativo

2.2. Tipos de recursos


2.2.1. Oposición
La oposición es una vía de recurso de derecho común y de retractación, abierta al defectuante y por efecto de la cual el litigio
vuelve al tribunal que ha estatuido por primera vez.

La oposición es una vía de derecho común, al igual que la apelación. Eso quiere decir que siempre está abierta a menos que
un texto legal la cierre de modo expreso.

Es una vía de retractación, con lo cual se diferencia de la apelación, porque el litigio permanece en el mismo tribunal que ha
dictado la sentencia objeto del recurso de oposición. La apelación, por el contrario, es vía de reformación de la cual conoce
un tribunal inmediatamente superior al que ha dictado la sentencia.
https://www.monografias.com/trabajos82/recursos/recursos.shtml

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2.2.2. Inconformidad
El recurso de inconformidad es un medio legal con el que cuentan los interesados y afectados para manifestar su desacuerdo
sobre los actos y resoluciones de las autoridades administrativas. El objeto es que el Superior Jerárquico de la autoridad
emisora confirme, modifique, revoque o anule el acto administrativo recurrido, el cual se encuentra previsto en el artículo 108
de la Ley de Procedimiento Administrativo de la Ciudad de México. El término con el que se cuenta para promoverlo es de
quince días hábiles a partir del día siguiente al en que surta sus efectos la notificación de la resolución o acto que se recurra
(artículo 109 de la Ley de Procedimiento Administrativo de la Ciudad de México) y de diez días hábiles a partir del día
siguiente al en que surta sus efectos la notificación de la resolución o acto que se recurra (artículo 231 de la Ley del Notariado
para la Ciudad de México).

El recurso de inconformidad es un derecho, por el cual las personas físicas o morales pueden manifestar su desacuerdo sobre
resoluciones tomadas por las autoridades de las instituciones públicas, por medio del cual, a través de la expresión de agravios,
harán del conocimiento del superior jerárquico de la autoridad que haya emitido el acto administrativo, los argumentos que
consideren con la finalidad de revocar la decisión de origen.

La Consejería Jurídica y de Servicios Legales tiene facultades para tramitar, sustanciar y dejar en estado de resolución los
recursos administrativos interpuestos en contra de actos y resoluciones del Jefe de Gobierno y de los titulares de las
dependencias de la Administración Pública de la Ciudad de México con fundamento en el artículo 35 fracción X de la Ley
Orgánica de la Administración de la Ciudad de México

La Dirección General de Servicios Legales como Unidad Administrativa también cuenta con facultades para tramitar y
sustanciar, en los casos en que no se confieran a otras Unidades Administrativas y Unidades Administrativas de Apoyo
Técnico-Operativo, los procedimientos y recursos administrativos que tiendan a modificar o a extinguir derechos creados por
actos o resoluciones emanados del Jefe de Gobierno, así como de los titulares de las Dependencias, preparando al efecto la
resolución procedente.

En la práctica cotidiana, es la Dirección General de Servicios Legales quien tramita y sustancia los recursos de inconformidad
promovidos principalmente en contra de actos y resoluciones que emite la Dirección General Jurídica y de Estudios
Legislativos, tratándose de resoluciones dictadas en los procedimientos de pago de indemnización por expropiación o
afectación o en aquellos casos en los que se emiten resoluciones derivadas de procedimientos de quejas en contra de los
Notarios Públicos de la Ciudad de México. Estos recursos administrativos son tramitados y sustanciados con fundamento en
el artículo 116 fracción III del Reglamento Interior de la Administración Pública de la Ciudad de México.
https://data.consejeria.cdmx.gob.mx/index.php/dgsl/recursos-de-inconformidad-y-quejas

2.2.3. Queja
La queja es un recurso especial y vertical, que tiene por objeto impugnar determinadas resoluciones judiciales denegatorias
que el recurrente encuentra injustificadas. Es un recurso especial porque sólo puede ser utilizado para combatir las
resoluciones específicas que señala el artículo 732, al cual nos referiremos más adelante; y es vertical, en cuanto que su
resolución corresponde al superior jerárquico.

No se debe confundir este recurso de queja con la queja que funciona como denuncia.
http://historico.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/facdermx/cont/105/dtr/dtr13.pdf

2.2.4. Reclamación
El recurso de reclamación es procedente contra los acuerdos de trámite dictados por el Presidente de la Suprema Corte de
Justicia o por los presidentes de sus Salas o de los Tribunales Colegiados de Circuito.

Dicho recurso se podrá interponer por cualquiera de las partes, por escrito, en el que se expresen los agravios relativos, dentro
del término de tres días siguientes al en que surta sus efectos la notificación de la resolución impugnada.
https://mexico.leyderecho.org/recurso-de-reclamacion/

2.2.5. Revisión
La revisión civil es una vía de recurso extraordinaria y de retractación, por medio de la cual se pide a los jueces que han
estatuido, que modifiquen su decisión, bajo la pretensión de la misma se ha obtenido por error.

Se argumenta el error en el cual ha podido incurrir el tribunal, como fundamento básico del recurso de revisión civil.
https://www.monografias.com/trabajos82/recursos/recursos.shtml

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2.2.6. Reconsideración
Recurso de reconsideración es el que se presenta ante el mismo órgano que dictó un acto, para que lo revoque, sustituya o
modifique por contrario imperio. Precisamente por dirigirse el recurso a la misma autoridad que dictó el acto impugnado, la
cual normalmente habrá de ratificar su postura, cabe dudar de que pueda funcionar realmente como medio de impugnación o
de defensa del particular. Para algunos autores “reconsiderar” es no sólo “reexaminar,” sino específicamente “reexaminar
atentamente,” por el origen etimológico de la palabra. Sin embargo, el uso vulgar del vocablo lo aproxima más a un ruego de
que el funcionario “reexamine con benevolencia;” en suma, un recurso graciable. Es que en rigor hay un consejo medieval
español que parecería estar inscripto en piedra en nuestras mentes y que cumplimos como mandato ancestral. Antes de dictar
el acto, pensarlo; luego de dictarlo, mantenerlo. Bien se entiende, mantenla contra viento y marea.

Si atendemos a los efectos prácticos que en la realidad se producen, “reconsiderar” termina siendo “ratificar enfáticamente,”
“mejorar los fundamentos del acto impugnado,” “rebatir los argumentos del recurrente,” etc. Desde este punto de vista, nada
impediría, con cierta licencia literaria, llamarlo “recurso de ratificación.”
https://www.gordillo.com/pdf_tomo4/capitulo9.pdf

2.2.7. Petición
Del derecho a peticionar a las autoridades públicas se deriva, lógicamente, el derecho del administrado a obtener una decisión
expresa, de lo contrario aquel se volvería ilusorio.

Este derecho tiene un amplio contenido, que debe incluir no solo la simple petición, sino también la posibilidad que tienen
los individuos de contar con un recurso efectivo para proteger los derechos humanos; parte esencial del derecho de acceso a
la justicia.
http://derecho.posgrado.unam.mx/congresos/ivci_vmda/ponencias/MiriamMabelIvanega.pdf

El derecho de petición es aquel que tiene toda persona individual o jurídica, grupo, organización o asociación para solicitar o
reclamar algo ante las autoridades competentes (normalmente a los gobiernos o entidades públicas) por razones de interés
público ya sea individual, general o colectivo.
http://gaceta.diputados.gob.mx/Black/Gaceta/Anteriores/62/2013/abr/20130418-VII/Iniciativa-9.html

2.2.8. Apelación
La apelación es un recurso ordinario y vertical, por el cual una de las partes o ambas solicitan al tribunal de segundo grado
(juez ad quem) un nuevo examen sobre una resolución dictada por un juzgador de primera instancia, (juez a qua), con el objeto
de que aquél la modifique o revoque.

La apelación es el instrumento normal de impugnación de las sentencias definitivas; en virtud de ella se inicia la segunda instancia,
el segundo grado de conocimiento del litigio sometido a proceso. Como ya hemos señalado anteriormente, al recurso de apelación
se denominó también en el derecho medieval español recurso de "alzada", ya que se interponía ante el tribunal superior, el tribunal
de "alzada". Actualmente la apelación continúa siendo un recurso vertical o devolutivo.

Becerra Bautista recuerda la etimología de la palabra apelar, que viene del latín appellare, que significa pedir auxilio; "la
apelación –afirma– es una petición que se hace al juez de grado superior para que repare los defectos, vicios y errores de una
resolución dictada por el inferior".

La apelación adhesiva
Ya hemos señalado que, de acuerdo con el artículo 689, se encuentran legitimados para apelar la parte que crea haber recibido
algún agravio, los terceros que hayan salido al juicio y los demás interesados a quienes perjudicar la resolución judicial.
Además, también indicamos que no puede apelar el que obtuvo todo lo que pidió pero el vencedor que no obtuvo la restitución
de frutos, la indemnización de daños y perjuicios o el pago de costas, podrá apelar también.

El artículo 690, por su parte, expresa: "La parte que venció puede adherirse a la apelación interpuesta al notificarse su
admisión, o dentro de las veinticuatro horas siguientes a esa notificación. En este caso, la adhesión al recurso sigue la suerte
de éste".
http://historico.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/facdermx/cont/105/dtr/dtr13.pdf

2.3. Características jurídicas del recurso


El recurso es un derecho
Cuando el administrado es notificado por la administración pública de la existencia de un acto o resolución administrativos
en contra del primero, el administrado puede impugnar dicho acto o resolución, entonces hablamos de un derecho que nace a
favor del administrado para impugnar el acto o resolución de la administración pública que lo afecta.
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El derecho que tiene el administrado de impugnar un acto administrativo, nace de la propia Constitución, por cuanto dicha
norma fundamental reconoce a todos los individuos el derecho de defensa. Además, en la actualidad, este derecho de defensa
está reconocido en tratados internacionales sobre derechos humanos que nuestro país ha firmado y ratificado.

El recurso es un acto jurídico


La manifestación de la voluntad del administrado en interponer un recurso en sede administrativa, constituye un acto jurídico
consistente en pedir a la administración mediante el recurso, que modifique o revoque un acto o resolución administrativos.

Al escrito mediante el cual el administrado interpone un recurso impugnando un acto administrativo, la mayoría de los
doctrinarios le da el calificativo de acto jurídico.

El acto de interposición del recurso implica un reclamo, o una pretensión o solicitud, etcétera, pero ello no significa sino que
el reclamo o la pretensión son el contenido del acto de recurrir.

El recurso es medio de defensa


La principal función que tiene en recurso administrativo es la de constituir un medio de defensa de los derechos del
administrado ante la administración pública. Es decir, dichos remedios se han establecido a favor del administrado, en
beneficio de este, para contrarrestar los abusos y las extralimitaciones de la administración pública.

En esta posición, encontramos la opinión de Serra Rojas, quien explica que el recurso administrativo es un medio de
impugnación y directo de “defensa legal que tienen los gobernados, afectados, en contra de una acto administrativo que lesione
su esfera jurídica de derechos o intereses, ante la propia autoridad que lo dictó”.

Como mecanismo de defensa de los administrados, el recurso administrativo puede ser una valiosa herramienta tanto de la
administración como de los administrados.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/5/2396/18.pdf

2.4. Diferencia del recurso administrativo y jurisdiccional


En materia administrativa los actos son dictados en forma unilateral por la autoridad y no siempre se tramitan mediante un
procedimiento; por tanto, no existe una verdadera controversia entre la autoridad y un particular. En algunos casos, la
autoridad administrativa da inicio al procedimiento a través de una orden dirigida al particular, quien debe acatarla o
combatirla a través del juicio de nulidad o del recurso que prevea la ley que rige a ese acto. En cambio, en el ámbito
jurisdiccional la autoridad es sólo mediadora en la controversia suscitada entre los particulares, y el procedimiento se lleva a
cabo a través de una serie de actos concatenados que son provocados por las propias partes en el proceso, es decir, un
procedimiento jurisdiccional inicia con la presentación de la demanda y culmina con la sentencia definitiva, y se forma con
una serie de etapas que prevé la ley adjetiva y que sujeta a los particulares; es decir, la presentación de la demanda trae como
consecuencia que se lleve a cabo el emplazamiento de la contraparte; el ofrecimiento de pruebas trae como consecuencia su
admisión y desahogo; sin embargo, puede suceder que una vez presentada la demanda no se lleve a cabo el emplazamiento,
en virtud de que el actor desista de la acción o de la instancia; asimismo, el ofrecimiento de pruebas no implica necesariamente
su admisión y desahogo, porque las partes podrían desistir del ofrecimiento o no realizar los actos necesarios para su desahogo.
https://sjf.scjn.gob.mx/SJFSist/Documentos/Tesis/182/182261.pdf

2.5. Clasificación del recurso:


2.5.1. Obligatorios
Cuando el recurso es obligatorio, el particular afectado debe agotarlo para, en caso de persistir la lesión a sus derechos, acudir
posteriormente a la instancia jurisdiccional correspondiente en ejercicio de su derecho de acción. Es práctica común y
lamentable que en los órganos administrativos se asuma una actitud política de confirmar los actos impugnados mediante un
recurso administrativo, a partir de una indebida concepción de la lealtad, simplemente por la consigna de no aceptar las
impugnaciones de los gobernados o si en el órgano encargado de resolver el recurso se desconoce la técnica del Derecho
administrativo. Lo anterior no significa que forzosamente el afectado decida mejor impetrar a los tribunales competentes, en
desmedro del recurso, sino permitirle una amplitud de su derecho a la defensa, pues si considera por el afectado que es mejor
acudir al recurso, no sería sensato vedarle la vía en sede administrativa, si considera que es provechoso para sus intereses, así
como beneficiar, al mismo tiempo, la eficiencia y la legalidad de la función ejecutiva.
https://doctrina.vlex.com.mx/vid/recurso-revision-administrativo-bajo-prisma-71681522

Un obligatorio cuando es necesario que sea agotado para poder acudir a juicio.
https://revista-amparo.webnode.mx/news/recursos-administrativos-o-medios-de-ejecucion/

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2.5.2. Optativos (Garantía de audiencia)
Como su nombre lo indica estamos en presencia de un recurso administrativo optativo cuando queda al criterio del particular
el agotarlo.
https://revista-amparo.webnode.mx/news/recursos-administrativos-o-medios-de-ejecucion/

En lo que hace a la garantía de audiencia, ha sido expresado por el Poder Judicial de la Federación, que la misma es extensible
a las autoridades administrativas, por lo que éstas también deben cumplir con las formalidades esenciales del procedimiento,
más cuando se trata de los recursos administrativos, formas de la actuación administrativa con naturaleza contenciosa.
https://doctrina.vlex.com.mx/vid/recurso-revision-administrativo-bajo-prisma-71681522

2.6. Requisitos del recurso:


2.6.1. Esenciales
Son elementos esenciales aquellos que necesariamente deben darse para que se haga valer un recurso administrativo, que son:

a) Que recurso administrativo esté establecido en el ordenamiento legal correspondiente.


b) La existencia de una resolución administrativa.

"La sola existencia de una resolución administrativa, expedida en contra de un particular, no implica que pueda impugnarse
en un recurso administrativo, sino que ella debe reunir ciertas características para que, dándose, sea una resolución impugnable
mediante el recurso administrativo. Las características que deben reunir dicha resolución, son”:

1.- Que sea definitiva;


2.- Que sea personal y concreta;
3.- Que cause agravio;
4.- Que conste por escrito, excepción hecha de la derivada de una negativa ficta; y
5.- Que sea nueva.
https://revista-amparo.webnode.mx/news/recursos-administrativos-o-medios-de-ejecucion/

2.6.2. Meramente formales


a) Término dentro del cual ha de hacerse valer;
b) Autoridad ante quien debe hacerse valer;
c) Periodo de admisión de las pruebas;
d) Plazo en el cual ha de resolverse el recurso una vez desahogadas las pruebas;
e) Momento en que empieza a correr el término; y
f) Libertad para impugnar la nueva resolución ante los tribunales.
https://revista-amparo.webnode.mx/news/recursos-administrativos-o-medios-de-ejecucion/

2.7. Doctrina Española, su clasificación


2.7.1. Básicos (formales)
El recurso de alzada es el que se interpone contra las resoluciones y actos a los que se refiere el artículo 112.1 de la Ley del
Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, esto es, contra las resoluciones que no pongan fin a
la vía administrativa y los actos de trámite, si éstos deciden directa o indirectamente el fondo del asunto, determinan la
imposibilidad de continuar el procedimiento, producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos e intereses legítimos.
Puede fundarse en cualquiera de los motivos de nulidad o anulabilidad.

El recurso potestativo de reposición se puede interponer contra los actos que pongan fin a la vía administrativa.
http://www.interior.gob.es/web/servicios-al-ciudadano/participacion-ciudadana/derechos-de-participacion-
administrativa/recursos

2.7.2. Optativos
El recurso extraordinario de revisión es el que se interpone contra los actos que agotan la vía administrativa o contra los que
no se haya interpuesto recurso administrativo en plazo, cuando concurra alguna de las circunstancias siguientes:

Que al dictarlos se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte de los propios documentos incorporados al expediente.
Que aparezcan documentos de valor esencial para la resolución del asunto que, aunque sean posteriores, evidencien el error
de la resolución recurrida.
Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios declarados falsos por sentencia judicial firme,
anterior o posterior a aquella resolución.

23
Que la resolución se hubiese dictado como consecuencia de prevaricación, cohecho, violencia, maquinación fraudulenta u
otra conducta punible y se haya declarado así en virtud de sentencia judicial firme.
http://www.interior.gob.es/web/servicios-al-ciudadano/participacion-ciudadana/derechos-de-participacion-
administrativa/recursos

2.8. Elementos del recurso


2.8.1. Básico (formales)
La interposición del recurso deberá expresar:
 El nombre y apellidos del recurrente, así como la identificación personal del mismo.
 El acto que se recurre y la razón de su impugnación.
 Lugar, fecha, firma del recurrente, identificación del medio y, en su caso, del lugar que se señale a efectos de
notificaciones (Conviene expresar el DNI).
 Órgano, centro o unidad administrativa al que se dirige.
 Las demás particularidades exigidas, en su caso, por las disposiciones específicas.
http://www.interior.gob.es/web/servicios-al-ciudadano/participacion-ciudadana/derechos-de-participacion-
administrativa/recursos

2.8.2. Secundarios
PLAZOS
Recurso de alzada: El plazo para la interposición del recurso de alzada será de un mes, si el acto fuera expreso. Transcurrido
dicho plazo sin haberse interpuesto el recurso, la resolución será firme a todos los efectos, sin perjuicio, en su caso, de la
procedencia del recurso extraordinario de revisión.

Si el acto no fuera expreso el solicitante y otros posibles interesados podrán interponer recurso de alzada en cualquier momento
a partir del día siguiente a aquel en que, de acuerdo con su normativa específica, se produzcan los efectos del silencio
administrativo.

Recurso potestativo de reposición: El plazo será de un mes, si el acto fuera expreso. Transcurrido dicho plazo únicamente
podrá interponerse recurso contencioso-administrativo, sin perjuicio, en su caso, de la procedencia del recurso extraordinario
de revisión.

Si el acto no fuera expreso, el solicitante y otros posibles interesados podrán interponer recurso de reposición en cualquier
momento a partir del día siguiente a aquel en que, de acuerdo con su normativa específica, se produzca el acto presunto.

Recurso extraordinario de revisión: Se interpondrá cuando se trate de la causa primera (actos dictados incurriendo en errores
de hecho), dentro del plazo de cuatro años siguientes a la fecha de la notificación de la resolución impugnada. En los demás
casos, el plazo será de tres meses a contar desde el conocimiento de los documentos o desde que la sentencia judicial quedó
firme.

A QUIÉN SE DIRIGEN
El recurso de alzada se dirige al órgano superior jerárquico del que dictó el acto que se desea impugnar. A estos efectos, los
Tribunales y órganos de selección del personal al servicio de las Administraciones Públicas se considerarán dependientes del
órgano al que estén adscritos o, en su defecto, del que haya nombrado al presidente de los mismos.

El recurso potestativo de reposición se dirige ante el órgano que dictó el acto recurrido.

El recurso extraordinario de revisión podrá interponerse ante el órgano administrativo que los dictó.

LUGAR DE PRESENTACIÓN
Las solicitudes, escritos y comunicaciones que los ciudadanos dirijan a los órganos de las Administraciones Públicas podrán
presentarse:
 En los registros físicos de cualquier órgano de la Administración General del Estado, de órganos de las
Administraciones de las Comunidades Autónomas y de entidades que integran la Administración Local.
 En el registro electrónico de la Administración u Organismo al que se dirijan, así como en los restantes registros
electrónicos de cualquier órgano administrativo que pertenezca a la Administración General del Estado, a las
Administraciones de las Comunidades Autónomas, a las entidades que integran la Administración Local o al sector
público institucional.
 En las representaciones diplomáticas u oficinas consulares de España en el extranjero.
24
 En las oficinas de asistencia en materia de registros.
 En las oficinas de Correos.
http://www.interior.gob.es/web/servicios-al-ciudadano/participacion-ciudadana/derechos-de-participacion-
administrativa/recursos

2.9. Causales de improcedencia del recurso


Gastón Jéze, entre otros autores que lo han intentado, llega a la conclusión de que la teoría de las nulidades debe ser muy
matizada para poder armonizar los intereses que se ponen en juego con motivo de la actividad del Poder público, y cuyos
intereses no siempre exigen las mismas soluciones; que así, el interés general exige la ineficacia del acto irregular, porque el
cumplimiento de los requisitos que la ley establece es una garantía de orden social; pero al propio tiempo, ese mismo interés
reclama la estabilidad de las situaciones que un acto irregular ha hecho nacer. De la misma manera el interés de los patrimonios
individuales o administrativos, en unos casos reclama que se prive de efectos a un acto irregular, mientras que en otros exige
que subsistan, porque el perjuicio de la ineficacia es más grave que el que pueda producir la falta de sanción de la irregularidad.
Por último, el interés de los terceros, en unos casos, también requiere la invalidez del acto que lo afecta, en tanto, que en otros
tiende a que se sostenga el acto irregular sobre el cual se han desarrollado otras situaciones jurídicas.

Fernández de Velasco ha resumido las diversas sanciones que resultan posibles dentro de la teoría de Jeze, formando la
siguiente escala: 1º Inexistencia: el acto carece de efectos jurídicos; 2º Nulidad radical: el acto existe, pero gravemente viciado;
posee alguna eficacia jurídica; pero muy precaria y cualquiera puede invocar su nulidad, aunque mientras no se imponga, el
acto mantiene su eficacia; 3º Nulidad menos radical; puede pedirse por todos los interesados y por excepción alegarse en
cualquier instante; el juez resolverá la nulidad; 4º Irregularidades que producen una nulidad relativa: puede alegarse por pocos
interesados y tanto por vía de acción como de excepción, en cierto plazo; 5º Irregularidades de sanción más leve; pueden
invocarse en cierto plazo por contadas personas, convalidarse por ratificación y el juez abstenerse de imponerla, dosificando
los intereses en juego; 6º Irregularidad cuya sanción no es la nulidad, sino que la ineficacia del acto no se alcanza más que
frente a ciertas personas, siendo para las restantes perfecto; se ha de alegar en cierto plazo transcurrido el cual la irregularidad
desaparece; 7º Acto irregular, solamente en relación con algunos de sus efectos; 8º Acto irregular, que manteniendo frente a
los terceros toda su eficacia, es motivo de que el agente emisor sufra una sanción pecuniaria; 9º Irregularidad sin sanción
jurídica. (El Acto Administrativo, pág. 215.)

En vista de todo lo anterior sólo puede afirmarse que la teoría de las nulidades en derecho administrativo, fuera de los casos
en que exista disposición expresa en la ley, sigue cauces diferentes de los que sigue la teoría en derecho privado y que en
muchas ocasiones no basta comprobar una irregularidad para nulificar un acto, sino que de acuerdo con los intereses en juego
el acto podría sostenerse originando tan sólo responsabilidad para su autor.

Algunos lineamientos que puedan servir para formar un criterio sobre las sanciones a las irregularidades de los actos
administrativos.

Inexistencia. La inexistencia de los actos administrativos constituye una sanción especial que no requiere estar consagrada en
la ley, sino que tiene que operar como una necesidad lógica en aquellos casos en que faltan al acto sus elementos esenciales.

"En nuestra concepción (dice Bonnecasse), o más exactamente, en la doctrina clásica, la suerte de la noción de la inexistencia
de los actos jurídicos, no está ligada a la consagración expresa de ésta. . . esta noción domina los textos, más que estar
subordinada a ellos."

Pero si esto es así, queda por determinar cuáles son los elementos cuya falta origina la inexistencia. Para autores como
Lauhadére las irregularidades que determinan la inexistencia jurídica de un acto son aquellas que llegan a una gravedad tal
como la que ocurre en la usurpación de funciones o de invasión de las atribuciones de una autoridad por otra de diverso orden
o cuando los actos en cuestión no se comprenden en ninguna facultad de la Administración (op, cit., 1967, t. 1, pág. 219).
Según este autor, se colocan en general en la categoría de actos inexistentes aquellos en los cuales hay "incompetencia
grosera”, es decir, en los casos de usurpación de funciones, acto verificado por un simple particular o por un organismo sin
existencia legal o también por una invasión de un agente administrativo en las atribuciones del Poder Legislativo o del Poder
Judicial". (op. cit., pág. 212.)

A nuestro modo de ver, la inexistencia puede producirse en los siguientes casos: a) cuando falta la voluntad; b) cuando falta
el objeto; c) cuando falta la competencia para la realización del acto, y d) cuando hay omisión de las formas constitutivas del
acto.

25
245. Siendo imposible concebir que un acto pueda producir algún efecto, si las situaciones jurídicas, si los derechos que está
destinado a engendrar, no tienen objeto sobre el cual recaigan, parece que también debe admitirse la inexistencia de los actos
administrativos por falta de objeto.

246. Es también una causa de inexistencia la falta de competencia. La falta de competencia constitucional viene a traducirse
en una falta de la voluntad creadora del acto jurídico.

247. Por último, creemos que puede señalarse como una causa de inexistencia la omisión de las formas que de acuerdo con la
ley debe revestir el acto, o cuando se usa forma diferente de la que se establece como un elemento solemne del acto. (Hauriou,
op. cit., pág. 453.)
Gabino Fraga. Derecho Administrativo.

De acuerdo con lo establecido en el artículo 124 del Código Fiscal de la Federación, un recurso resulta improcedente y en
consecuencia deberá desecharse, cuando se haga valer en contra de los siguientes actos o resoluciones definitivas:

ARTICULO 124.- Es improcedente el recurso cuando se haga valer contra actos administrativos:
I - Que no afecten el interés jurídico del recurrente.
II - Que sean resoluciones dictadas en recurso administrativo o en cumplimiento de éstas o de sentencias.
III - Que hayan sido impugnadas ante el Tribunal Fiscal de la Federación.
IV - Que se hayan consentido, entendiéndose por consentimiento el de aquellos contra los que no se promovió el recurso en
el plazo señalado al efecto.
V -Que sean conexos a otro que haya sido impugnado por medio de algún recurso o medio de defensa diferente
VI.- En caso de que no se amplíe el recurso administrativo o si en la ampliación no se expresa agravio alguno, tratándose de
lo previsto por la fracción II del artículo 129 de este Código.
VII.- Si son revocados los actos de autoridad.

Respecto al primer punto, ha quedado de manifiesto que sólo quien demuestre tener interés jurídico en el asunto, estará
facultado para promover el recurso en contra de aquel acto que afecte su esfera jurídica; también hemos señalado que de
acuerdo con lo dispuesto por el artículo 19 del Código Fiscal de la Federación, en ningún trámite administrativo se admitirá
la gestión de negocios, lo cual significa que la representación deberá acreditarse bien sea con escritura pública o carta poder
que cumpla con los requisitos de ley.

De acuerdo con la fracción II, debemos precisar que las resoluciones recaídas al recurso no podrán ser impugnadas de nueva
cuenta por ese medio de defensa; solamente será permisible controvertir la resolución a través del juicio de nulidad que podrá
iniciarse ante el Tribunal Fiscal de la Federación.
Al igual que el párrafo anterior, no serán impugnables las sentencias emitidas por el Tribunal Fiscal de la Federación, pues
debemos recordar que los actos o resoluciones de las Salas, no podrá el gobernado impugnarlas ante la autoridad
administrativa.

La fracción IV se refiere a que todos aquellos actos que no hayan sido combatidos dentro del plazo de 45 días previsto por el
artículo 121, se tendrán por consentidos, entendiendo por ello el que el inconforme los ha aceptado sin haber hecho uso del
derecho de defensa.

Por cuanto a la causa de improcedencia integrada a la fracción V, debo señalar que el ocursante estará obligado a impugnar,
tratándose de actos conexos, mediante la misma via que haya utilizado para el primero, esto es, que si la resolución se ventila
ante el Tribunal Fiscal de la Federación, tendrá que hacerlo valer por ella misma; una de las razones de esta medida es evitar
que el órgano administrativo y la Sala del Tribunal emitan resoluciones encontradas.

El recurrente, cuando niegue conocer el acto que la autoridad señale, podrá, de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 129
fracción II del Código Fiscal de la Federación, impugnar el requerimiento de la autoridad, para lo cual estará obligada a
dárselo a conocer, teniendo el afectado un plazo de cuarenta y cinco días para producir la ampliación del recurso, y sólo en
caso de no ampliarlo o a falta de agravios, será improcedente.

Finalmente, cuando el acto haya sido revocado por la autoridad que lo emitió, el recurso no procederá; ello es comprensible
ya que al no existir afectación del interés jurídico del particular, no existe razón para interponer el recurso, en este caso la
autoridad lo declarará sin materia.
http://eprints.uanl.mx/1433/1/1020131281.PDF

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2.10. Causas de terminación del recurso administrativo (doctrinalmente)
Una vez desahogadas las pruebas de mérito y las que aún se han pedido para mejor proveer; el magistrado instructor tendrá
diez días ya que haya concluido el trámite de mérito (es decir, la sustanciación del juicio) y si, no hubiere ningún asunto
pendiente que impida la natural terminación, se notificará por lista a las partes para que a su vez realicen alegatos por escrito
dentro de los cinco días siguientes contados a partir del auto de notificación.

Los alegatos presentados en tiempo y forma deberán ser considerados y valorados para dictar sentencia, vencido el plazo de
cinco días referidos, hayan sido presentados los alegatos y admitidos o no, se emitirá el acuerdo correspondiente mediante el
cual se declara cerrada la instrucción. En este momento ha terminado la parte de la sustanciación del proceso administrativo,
y únicamente se procede a dictar sentencia.

Sentencia
La sentencia es el acto mediante el cual el órgano jurisdiccional termina de plano con el proceso fiscal y resuelve la litis.

En el caso de las sentencias fiscales dictadas por la Sala Federal, deben ser unánimes o por mayoría de votos de los magistrados
de la Sala y se deberá dictar dentro de los sesenta días siguientes al cierre de la instrucción, de acuerdo al proyecto que sea
formulado por el magistrado instructor, dentro de los 45 días siguientes al cierre de la instrucción, en caso de que la votación
sea por mayoría, el magistrado disidente podrá formular un voto particular.

Toda sentencia fiscal deberá estar integrada por la parte de resultados que es donde se fijan los puntos que han sido materia
de controversia, la parte de considerando que corresponde a los razonamientos y fundamentos legales que determinan las
valoración de las pruebas y la parte de resolutivos que es donde se señalará la sentencia final, de manera concreta en el sentido
del fallo incluyendo sus alcances y sus efectos.

Los alcances que podrán tener las sentencias son:


1. Reconocer la validez de la pretensión actora y confirmarla.
2. Declarar la nulidad para efectos.
3. Declarar la nulidad en parte de la resolución impugnada.
4. Declarar la nulidad de la resolución, reconociendo al actor en el derecho que reclama.

La terminación anormal del proceso administrativo (el sobreseimiento)


La desestimación de la causa por medios no “naturales” entendiéndose natural como el acto donde el magistrado instructor
dicta la sentencia, se le llama sobreseimiento, en dicho acto se concluye el proceso sin llegar al fondo del mismo ni se hace
una valoración de pruebas que den como resultado la emisión de la valoración de los medios que le han provisto al magistrado
de la causa.

Regulados en el artículo 9 de la Ley Federal del Proceso Contencioso Administrativo, las causales de terminación por
sobreseimiento son:
a. Por desistimiento del demandante: cuando de forma unilateral, voluntaria y libre el actor desiste de su pretensión.
b. Cuando durante el juicio aparezca o sobrevenga alguna de las causales de improcedencia que dictan en la ley: Que puede
ser en razón de territorio, materia, cuantía, de forma y de fondo.
c. En caso del deceso de la actora que ocurra durante el juicio, si su pretensión fuere intransferible o bien, si con su muerte
deja de tener materia el proceso.
d. Si el juicio administrativo o fiscal queda sin materia: Es decir que se derogara alguna contribución, si se consigna el pago,
por espontáneo cumplimiento de la autoridad, entre otros.
e. Si la autoridad demandada deja sin efecto la resolución o cesa en la ejecución del acto impugnado siempre que así se
satisfaga la pretensión de la actora y:
f. Cuando exista disposición legal para que haya impedimento para emitir la resolución en cuanto al fondo.
https://moodle2.unid.edu.mx/dts_cursos_mdl/UNI/RH/FA/FAS12/FA12_Lectura.pdf

Ley Federal del Procedimiento Administrativo


 La resolución del mismo;
 El desistimiento;
 La renuncia al derecho en que se funde la solicitud, cuando tal renuncia no esté prohibida por el ordenamiento
jurídico.
 La declaración de caducidad;
 La imposibilidad material de continuarlo por causas sobrevenidas, y

27
El convenio de las partes, siempre y cuando no sea contrario al ordenamiento jurídico ni verse sobre materias que no sean
susceptibles de transacción, y tengan por objeto satisfacer el interés público, con el alcance, efectos y régimen jurídico
específico que en cada caso prevea la disposición que lo regula.
https://mexico.justia.com/federales/leyes/ley-federal-del-procedimiento-administrativo/titulo-tercero/capitulo-decimo/

2.11. Procedimiento Administrativo (LFPA)


2.11.1. Partes (interesados)
Las partes de los sujetos procesales
10.2.1 El demandante.
El demandante será la persona que interpone la demanda, propiamente llamado actor, que necesariamente y debido a la
naturaleza jurídica del procedimiento contencioso administrativa, será un particular. No puede demandar el Estado, ni ninguna
persona representando al Estado, toda vez que lo contencioso administrativo se deriva de un acto de autoridad, es decir, el
derecho de acción y de excitar a los órganos jurisdiccionales en materia administrativa, únicamente lo posee el particular y se
perfecciona cuando se actualiza el supuesto de un acto administrativo que cree, daña su esfera jurídica, no se actualiza en
ningún otro supuesto, sino los que estrictamente se han sido conferidos por la ley, el actor o demandante exige la revocación
o la ejecución de acto administrativo, que ha sido dictado y ha causado Estado.

Esta petición debe versar sobre un acto tributario o bien del acto administrativo.

10.2.2 El demandado.
La parte demandada siempre será el Estado, en su vertiente ejecutiva, cuando haga una actividad que afecte la esfera del
administrado, se demandará desde luego a la institución a través del funcionario público que firmó el acto reclamado, y
responderá a través de la unidad administrativa encargada de litigios, quejas o reclamaciones.

Si bien es cierto que una persona física es la que actuó como Estado y la que provocó el acto administrativo reclamado,
también es cierto que no puede responder con su patrimonio ni con su personalidad jurídica, sino la personalidad jurídica del
Estado.

El demandado desde luego, el Estado en su función Ejecutiva, tendrá la personalidad jurídica capacitante para actuar, por este
motivo le surgen una serie de excepciones para interponerlas frente a una parte demandada.

10.2.4 Los terceros y otras partes.


Los terceros en un proceso son las personas que pueden ser interesadas o afectadas en su esfera jurídica derivado de una
sentencia que vaya en sentido contrario de su interés, los terceros no son parte del proceso hasta que se vuelve legítimo su
interés.

Un tercero no es por definición “parte” en un procedimiento, toda vez que no es la persona a la que se le demanda una
prestación o un derecho, ni es quien ejecuta el derecho de acción para acceder a la jurisdicción de la autoridad, no obstante,
adquiere una condición de interés jurídico causado por la prestación que está siendo reclamada o por los efectos jurídicos que
una resolución tendrá.

Veamos, la parte actora vía la demanda, hace del conocimiento del juez que tal o cual derecho está siendo violentado y exige
un dictamen del juez que cambie la situación jurídica, no obstante, en caso de que el juez efectivamente conceda la razón a la
actora, podría afectar a otra persona que no es ni actor ni demandado en el proceso del cual se tiene conocimiento, en este
caso, es preciso que el tercero se presente con el juez de la causa a exponer las razones por las cuales, cree que dicho acto de
autoridad o situación jurídica que se está intentando revertir por parte del actor debe quedar firme y no modificar su existencia.

Un tercer podrá presentar acciones perentorias u omisiones a lo que alegue tanto el actor como la parte demandada, alegando
lo que a su derecho convenga para evitar que se le quite el derecho que previamente se la otorgado, cuando un tercero no sea
llamado a juicio ni se le notifique la existencia de un procedimiento, será posible que impugne la resolución a través del juicio
de amparo, en caso contrario podría perder su derecho a actuar.

https://moodle2.unid.edu.mx/dts_cursos_mdl/UNI/RH/FA/FAS10/FA10_Lectura.pdf

2.11.2. Iniciación del procedimiento


Artículo 14.- El procedimiento administrativo podrá iniciarse de oficio o a petición de parte interesada.

Artículo 15.- La Administración Pública Federal no podrá exigir más formalidades que las expresamente previstas en la ley.

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Las promociones deberán hacerse por escrito en el que se precisará el nombre, denominación o razón social de quién o quiénes
promuevan, en su caso de su representante legal, domicilio para recibir notificaciones, así como nombre de la persona o
personas autorizadas para recibirlas, la petición que se formula, los hechos o razones que dan motivo a la petición, el órgano
administrativo a que se dirigen y lugar y fecha de su emisión. El escrito deberá estar firmado por el interesado o su
representante legal, a menos que no sepa o no pueda firmar, caso en el cual, se imprimirá su huella digital.

El promovente deberá adjuntar a su escrito los documentos que acrediten su personalidad, así como los que en cada caso sean
requeridos en los ordenamientos respectivos.

Artículo 42.- Los escritos dirigidos a la Administración Pública Federal deberán presentarse directamente en sus oficinas
autorizadas para tales efectos, en las oficinas de correos, mediante mensajería o telefax, salvo el caso del escrito inicial de
impugnación, el cual deberá presentarse precisamente en las oficinas administrativas correspondientes.

Cuando un escrito sea presentado ante un órgano incompetente, dicho órgano remitirá la promoción al que sea competente en
el plazo de cinco días. En tal caso, se tendrá como fecha de presentación la del acuse de recibo del órgano incompetente, salvo
que éste aperciba al particular en el sentido de que su ocurso se recibe sólo para el efecto de ser turnado a la autoridad
competente; de esta circunstancia deberá dejarse constancia por escrito en el propio documento y en la copia sellada que al
efecto se exhiba.

Los escritos recibidos por correo certificado con acuse de recibo se considerarán presentados en las fechas que indique el sello
fechador de la oficina de correos, excepto en los casos en que hubieren sido dirigidos a una autoridad que resulte incompetente.
Para tal efecto, se agregará al expediente el sobre sin destruir en donde aparezca el sello fechador, y cuando así proceda se
estará a lo dispuesto en el párrafo anterior.

Artículo 43.- En ningún caso se podrán rechazar los escritos en las unidades de recepción de documentos.

Cuando en cualquier estado se considere que alguno de los actos no reúne los requisitos necesarios, el órgano administrativo
lo pondrá en conocimiento de la parte interesada, concediéndole un plazo de cinco días para su cumplimiento. Los interesados
que no cumplan con lo dispuesto en este artículo, se les podrá declarar la caducidad del ejercicio de su derecho, en los términos
previstos en la presente Ley.

Artículo 44.- Iniciado el procedimiento, el órgano administrativo podrá adoptar las medidas provisionales establecidas en las
leyes administrativas de la materia, y en su caso, en la presente ley para asegurar la eficacia de la resolución que pudiera
recaer, si existieren suficientes elementos de juicio para ello.

Artículo 45.- Los titulares de los órganos administrativos ante quienes se inicie o se tramite cualquier procedimiento
administrativo, de oficio o a petición de parte interesada, podrán disponer su acumulación. Contra el acuerdo de acumulación
no procederá recurso alguno.
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/112_180518.pdf

2.11.3. Términos y plazos


Artículo 17.- Salvo que en otra disposición legal o administrativa de carácter general se establezca otro plazo, no podrá exceder
de tres meses el tiempo para que la dependencia u organismo descentralizado resuelva lo que corresponda. Transcurrido el
plazo aplicable, se entenderán las resoluciones en sentido negativo al promovente, a menos que en otra disposición legal o
administrativa de carácter general se prevea lo contrario. A petición del interesado, se deberá expedir constancia de tal
circunstancia dentro de los dos días hábiles siguientes a la presentación de la solicitud respectiva ante quien deba resolver;
igual constancia deberá expedirse cuando otras disposiciones prevean que transcurrido el plazo aplicable la resolución deba
entenderse en sentido positivo.
Párrafo reformado DOF 24-12-1996, 19-04-2000

En el caso de que se recurra la negativa por falta de resolución, y ésta a su vez no se resuelva dentro del mismo término, se
entenderá confirmada en sentido negativo.

Artículo 17-A.- Cuando los escritos que presenten los interesados no contengan los datos o no cumplan con los requisitos
aplicables, la dependencia u organismo descentralizado correspondiente deberá prevenir a los interesados, por escrito y por
una sola vez, para que subsanen la omisión dentro del término que establezca la dependencia u organismo descentralizado, el
cual no podrá ser menor de cinco días hábiles contados a partir de que haya surtido efectos la notificación; transcurrido el
plazo correspondiente sin desahogar la prevención, se desechará el trámite.

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Salvo que en una disposición de carácter general se disponga otro plazo, la prevención de información faltante deberá hacerse
dentro del primer tercio del plazo de respuesta o, de no requerirse resolución alguna, dentro de los diez días hábiles siguientes
a la presentación del escrito correspondiente. La fracción de día que en su caso resulte de la división del plazo de respuesta se
computará como un día completo. En caso de que la resolución del trámite sea inmediata, la prevención de información
faltante también deberá hacerse de manera inmediata a la presentación del escrito respectivo.

De no realizarse la prevención mencionada en el párrafo anterior dentro del plazo aplicable, no se podrá desechar el trámite
argumentando que está incompleto. En el supuesto de que el requerimiento de información se haga en tiempo, el plazo para
que la dependencia correspondiente resuelva el trámite se suspenderá y se reanudará a partir del día hábil inmediato siguiente
a aquel en el que el interesado conteste.
Artículo adicionado DOF 24-12-1996. Reformado DOF 19-04-2000

Artículo 17 B.- Salvo disposición expresa en contrario, los plazos para que la autoridad conteste empezarán a correr al día
hábil inmediato siguiente a la presentación del escrito correspondiente.
Artículo adicionado DOF 24-12-1996

Artículo 18.- El procedimiento administrativo continuará de oficio, sin perjuicio del impulso que puedan darle los interesados.
En caso de corresponderles a estos últimos y no lo hicieren, operará la caducidad en los términos previstos en esta Ley.

Artículo 28.- Las actuaciones y diligencias administrativas se practicarán en días y horas hábiles.

En los plazos fijados en días no se contarán los inhábiles, salvo disposición en contrario. No se considerarán días hábiles: los
sábados, los domingos, el 1o. de enero; 5 de febrero; 21 de marzo; 1o. de mayo; 5 de mayo; 1o. y 16 de septiembre; 20 de
noviembre; 1o. de diciembre de cada seis años, cuando corresponda a la transmisión del Poder Ejecutivo Federal, y el 25 de
diciembre, así como los días en que tengan vacaciones generales las autoridades competentes o aquellos en que se suspendan
las labores, los que se harán del conocimiento público mediante acuerdo del titular de la Dependencia respectiva, que se
publicará en el Diario Oficial de la Federación.

Los términos podrán suspenderse por causa de fuerza mayor o caso fortuito, debidamente fundada y motivada por la autoridad
competente.

La autoridad podrá, de oficio o a petición de parte interesada, habilitar días inhábiles, cuando así lo requiera el asunto.

Artículo 29.- En los plazos establecidos por periodos se computarán todos los días; cuando se fijen por mes o por año se
entenderá que el plazo concluye el mismo número de día del mes o año de calendario que corresponda, respectivamente;
cuando no exista el mismo número de día en el mes de calendario correspondiente, el término será el primer día hábil del
siguiente mes de calendario.

Si el último día del plazo o la fecha determinada son inhábiles o las oficinas ante las que se vaya a hacer el trámite permanecen
cerradas durante el horario normal de labores, se prorrogará el plazo hasta el siguiente día hábil.

Cuando el último día del plazo sea inhábil, se entenderá prorrogado hasta el día siguiente hábil.

Artículo 30.- Las diligencias o actuaciones del procedimiento administrativo se efectuarán conforme a los horarios que cada
dependencia o entidad de la Administración Pública Federal previamente establezca y publique en el Diario Oficial de la
Federación, y en su defecto, las comprendidas entre las 8:00 y las 18:00 horas. Una diligencia iniciada en horas hábiles podrá
concluirse en hora inhábil sin afectar su validez.

Las autoridades administrativas, en caso de urgencia o de existir causa justificada, podrán habilitar horas inhábiles cuando la
persona con quien se vaya a practicar la diligencia realice actividades objeto de investigación en tales horas.

Artículo 31.- Sin perjuicio de lo establecido en otras leyes administrativas, la Administración Pública Federal, de oficio o a
petición de parte interesada, podrá ampliar los términos y plazos establecidos, sin que dicha ampliación exceda en ningún
caso de la mitad del plazo previsto originalmente, cuando así lo exija el asunto y no se perjudiquen los derechos de los
interesados o de terceros.

30
Artículo 32.- Para efectos de las notificaciones, citaciones, emplazamientos, requerimientos, visitas e informes, a falta de
términos o plazos establecidos en las leyes administrativas para la realización de trámites, aquéllos no excederán de diez días.
El órgano administrativo deberá hacer del conocimiento del interesado dicho plazo.
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/112_180518.pdf

2.11.4. Notificaciones, impugnaciones de previo y especial pronunciamiento


Artículo 35.- Las notificaciones, citatorios, emplazamientos, requerimientos, solicitud de informes o documentos y las
resoluciones administrativas definitivas podrán realizarse:

I. Personalmente con quien deba entenderse la diligencia, en el domicilio del interesado;


II. Mediante oficio entregado por mensajero o correo certificado, con acuse de recibo. También podrá realizarse mediante
telefax, medios de comunicación electrónica o cualquier otro medio, cuando así lo haya aceptado expresamente el promovente
y siempre que pueda comprobarse fehacientemente la recepción de los mismos, en el caso de comunicaciones electrónicas
certificadas, deberán realizarse conforme a los requisitos previstos en la Norma Oficial Mexicana a que se refiere el artículo
49 del Código de Comercio, y Fracción reformada DOF 30-05-2000, 02-05-2017
III. Por edicto, cuando se desconozca el domicilio del interesado o en su caso de que la persona a quien deba notificarse haya
desaparecido, se ignore su domicilio o se encuentre en el extranjero sin haber dejado representante legal.

Tratándose de actos distintos a los señalados anteriormente, las notificaciones podrán realizarse por correo ordinario,
mensajería, telegrama o, previa solicitud por escrito del interesado, a través de telefax, medios de comunicación electrónica u
otro medio similar.
Párrafo reformado DOF 24-12-1996, 30-05-2000

Salvo cuando exista impedimento jurídico para hacerlo, la resolución administrativa definitiva deberá notificarse al interesado
por medio de correo certificado o mensajería, en ambos casos con acuse de recibo, siempre y cuando los solicitantes hayan
adjuntado al promover el trámite el comprobante de pago del servicio respectivo.
Párrafo adicionado DOF 24-12-1996

Artículo 36.- Las notificaciones personales se harán en el domicilio del interesado o en el último domicilio que la persona a
quien se deba notificar haya señalado ante los órganos administrativos en el procedimiento administrativo de que se trate. En
todo caso, el notificador deberá cerciorarse del domicilio del interesado y deberá entregar copia del acto que se notifique y
señalar la fecha y hora en que la notificación se efectúa, recabando el nombre y firma de la persona con quien se entienda la
diligencia. Si ésta se niega, se hará constar en el acta de notificación, sin que ello afecte su validez.

Las notificaciones personales, se entenderán con la persona que deba ser notificada o su representante legal; a falta de ambos,
el notificador dejará citatorio con cualquier persona que se encuentre en el domicilio, para que el interesado espere a una hora
fija del día hábil siguiente. Si el domicilio se encontrare cerrado, el citatorio se dejará con el vecino más inmediato.

Si la persona a quien haya de notificarse no atendiere el citatorio, la notificación se entenderá con cualquier persona que se
encuentre en el domicilio en que se realice la diligencia y, de negarse ésta a recibirla o en su caso de encontrarse cerrado el
domicilio, se realizará por instructivo que se fijará en un lugar visible del domicilio.

De las diligencias en que conste la notificación, el notificador tomará razón por escrito.

Cuando las leyes respectivas así lo determinen, y se desconozca el domicilio de los titulares de los derechos afectados, tendrá
efectos de notificación personal la segunda publicación del acto respectivo en el Diario Oficial de la Federación.

Artículo 37.- Las notificaciones por edictos se realizarán haciendo publicaciones que contendrán un resumen de las
resoluciones por notificar. Dichas publicaciones deberán efectuarse por tres días consecutivos en el Diario Oficial de la
Federación y en uno de los periódicos diarios de mayor circulación en el territorio nacional.

Artículo 38.- Las notificaciones personales surtirán sus efectos el día en que hubieren sido realizadas. Los plazos empezarán
a correr a partir del día siguiente a aquel en que haya surtido efectos la notificación.

Se tendrá como fecha de notificación por correo certificado la que conste en el acuse de recibo.

En las notificaciones por edictos se tendrá como fecha de notificación la de la última publicación en el Diario Oficial de la
Federación y en uno de los periódicos diarios de mayor circulación en el territorio nacional.

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Artículo 39.- Toda notificación deberá efectuarse en el plazo máximo de diez días, a partir de la emisión de la resolución o
acto que se notifique, y deberá contener el texto íntegro del acto, así como el fundamento legal en que se apoye con la
indicación si es o no definitivo en la vía administrativa, y en su caso, la expresión del recurso administrativo que contra la
misma proceda, órgano ante el cual hubiera de presentarse y plazo para su interposición.

Artículo 40.- Las notificaciones irregularmente practicadas surtirán efectos a partir de la fecha en que se haga la manifestación
expresa por el interesado o su representante legal de conocer su contenido o se interponga el recurso correspondiente.

Artículo 41.- El afectado podrá impugnar los actos administrativos recurribles que no hayan sido notificados o no se hubieren
apegado a lo dispuesto en esta ley, conforme a las siguientes reglas:
I. Si el particular afirma conocer el acto administrativo materia de la notificación, la impugnación contra la misma se hará
valer mediante la interposición del recurso administrativo correspondiente, en el que manifestará la fecha en que lo conoció;

En caso de que también impugna el acto administrativo, los agravios se expresarán en el citado recurso, conjuntamente con
los que se acumulen contra la notificación;

II. Si el particular niega conocer el acto, manifestará tal desconocimiento interponiendo el recurso administrativo
correspondiente ante la autoridad competente para notificar dicho acto. La citada autoridad le dará a conocer el acto junto con
la notificación que del mismo se hubiere practicado, para lo cual el particular señalará en el escrito del propio recurso, el
domicilio en el que se le deba dar a conocer y el nombre de la persona autorizada para recibirlo, en su caso. Si no se señalare
domicilio, la autoridad dará a conocer el acto mediante notificación por edictos; si no se señalare persona autorizada, se hará
mediante notificación personal.

El particular tendrá un plazo de quince días a partir del día siguiente a aquél en que la autoridad se los haya dado a conocer,
para ampliar el recurso administrativo, impugnando el acto y su notificación, o cualquiera de ellos según sea el caso;

III. La autoridad competente para resolver el recurso administrativo estudiará los agravios expresados contra la notificación,
previamente al examen de la impugnación que, en su caso, se haya hecho del acto administrativo; y

IV. Si se resuelve que no hubo notificación o que ésta no fue efectuada conforme a lo dispuesto por la presente Ley, se tendrá
al recurrente como sabedor del acto administrativo desde la fecha en que manifestó conocerlo o en que se le dio a conocer en
los términos de la Fracción II del presente artículo, quedando sin efectos todo lo actuado con base en aquélla, y procederá al
estudio de la impugnación que, en su caso, hubiese formulado en contra de dicho acto.
Si resuelve que la notificación fue legalmente practicada y, como consecuencia de ello, la impugnación contra el acto se
interpuso extemporáneamente, desechará dicho recurso.
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/112_180518.pdf

2.11.5. Excusas recusaciones


Artículo 22.- El servidor público que se encuentre en alguna de las circunstancias señaladas en el artículo anterior, tan pronto
tenga conocimiento de la misma, se excusará de intervenir en el procedimiento y lo comunicará a su superior inmediato, quien
resolverá lo conducente dentro de los tres días siguientes.

Cuando hubiere otro servidor público con competencia, el superior jerárquico turnará el asunto a éste; en su defecto, dispondrá
que el servidor público que se hubiere excusado resuelva, bajo la supervisión de su superior jerárquico.

Artículo 25.- Cuando el servidor público no se inhibiere a pesar de existir alguno de los impedimentos expresados, en cualquier
momento de la tramitación del procedimiento, el interesado podrá promover la recusación.

Artículo 26.- La recusación se planteará por escrito ante el superior jerárquico del recusado, expresando la causa o causas en
que se funda, acompañando al mismo las pruebas pertinentes. Al día siguiente de integrado el expediente con la
documentación a que se refiere el párrafo anterior, el recusado manifestará lo que considere pertinente. El superior resolverá
en el plazo de tres días, lo procedente.

A falta de informe rendido por el recusado, se tendrá por cierto el impedimento interpuesto.
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/112_180518.pdf

2.11.6. Impedimentos
Artículo 21.- Todo servidor público estará impedido para intervenir o conocer de un procedimiento administrativo cuando:

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I. Tenga interés directo o indirecto en el asunto de que se trate o en otro semejante, cuya resolución pudiera influir en la de
aquél; sea administrador de sociedad o entidad interesada, o tenga litigio pendiente con algún interesado;
II. Tengan interés su cónyuge, sus parientes consanguíneos en línea recta sin limitación de grados, colaterales dentro del
cuarto grado o los afines dentro del segundo;
III. Hubiere parentesco de consanguinidad dentro del cuarto grado o de afinidad dentro del segundo, con cualquiera de los
interesados, con los administradores de entidades o sociedades interesadas o con los asesores, representantes legales o
mandatarios que intervengan en el procedimiento;
IV. Exista amistad o enemistad manifiesta que se hagan patentes mediante hechos o actitudes evidentes del servidor público
que la demuestre objetivamente o con alguna de las personas mencionadas en el apartado anterior;
V. Intervenga como perito o como testigo en el asunto de que se trata;
VI. Tenga relación de servicio, sea cual fuera su naturaleza, con las personas físicas o morales interesadas directamente en el
asunto; y
VII. Por cualquier otra causa prevista en ley.

Artículo 23.- La intervención del servidor público en el que concurra cualquiera de los impedimentos a que se refiere el
Artículo 21 de esta Ley, no implicará necesariamente la invalidez de los actos administrativos en que haya intervenido, pero
dará lugar a responsabilidad administrativa.

Artículo 24.- El superior jerárquico cuando tenga conocimiento de que alguno de sus subalternos se encuentra en alguna de
las causales de impedimento a que se refiere el Artículo 21 de la presente Ley, ordenará que se inhiba de todo conocimiento.

Artículo 27.- Contra las resoluciones adoptadas en materia de impedimentos, excusas y recusaciones no cabrá recurso, sin
perjuicio de la posibilidad de alegar la recusación al interponer el recurso que proceda contra la resolución que dé por
concluido el procedimiento.
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/112_180518.pdf

2.11.7. Tramitación del procedimiento


Artículo 46.- En el despacho de los expedientes se guardará y respetará el orden riguroso de tramitación en los asuntos de la
misma naturaleza; la alteración del orden sólo podrá realizarse cuando exista causa debidamente motivada de la que quede
constancia.

El incumplimiento a lo dispuesto en el párrafo anterior, será causa de responsabilidad del servidor público infractor.

Artículo 47.- Las cuestiones incidentales que se susciten durante el procedimiento no suspenderán la tramitación del mismo,
incluyendo la recusación, en la inteligencia que de existir un procedimiento incidental de recusación, éste deberá resolverse
antes de dictarse resolución definitiva o en la misma resolución.

Artículo 48.- Los incidentes se tramitarán por escrito dentro de los cinco días siguientes a la notificación del acto que lo
motive, en el que expresará lo que a su derecho conviniere, así como las pruebas que estime pertinentes fijando los puntos
sobre los que versen; una vez desahogadas, en su caso, las pruebas que hubiere ofrecido, en el término que se fije y que no
excederá de diez días, el órgano administrativo resolverá el incidente planteado.

Artículo 49.- Los actos necesarios para la determinación, conocimiento y comprobación de los hechos en virtud de los cuales
deba pronunciarse resolución, se realizarán de oficio por el órgano que tramite el procedimiento.

Artículo 50.- En los procedimientos administrativos se admitirán toda clase de pruebas, excepto la confesional de las
autoridades. No se considerará comprendida en esta prohibición la petición de informes a las autoridades administrativas,
respecto de hechos que consten en sus expedientes o de documentos agregados a ellos.

La autoridad podrá allegarse de los medios de prueba que considere necesarios, sin más limitación que las establecidas en la
ley.

El órgano o autoridad de la Administración Pública Federal ante quien se tramite un procedimiento administrativo, acordará
sobre la admisibilidad de las pruebas ofrecidas. Sólo podrá rechazar las pruebas propuestas por los interesados cuando no
fuesen ofrecidas conforme a derecho, no tengan relación con el fondo del asunto, sean improcedentes e innecesarias o
contrarias a la moral y al derecho. Tal resolución deberá estar debidamente fundada y motivada.

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Artículo 51.- El desahogo de las pruebas ofrecidas y admitidas se realizará dentro de un plazo no menor a tres ni mayor de
quince días, contado a partir de su admisión.

Si se ofreciesen pruebas que ameriten ulterior desahogo, se concederá al interesado un plazo no menor de ocho ni mayor de
quince días para tal efecto.
Las pruebas supervenientes podrán presentarse siempre que no se haya emitido la resolución definitiva.

Artículo 52.- El órgano administrativo notificará a los interesados, con una anticipación de tres días, el inicio de las actuaciones
necesarias para el desahogo de las pruebas que hayan sido admitidas.

Artículo 53.- Cuando las disposiciones legales así lo establezcan o se juzgue necesario, se solicitarán los informes u opiniones
necesarios para resolver el asunto, citándose el precepto que lo exija o motivando, en su caso, la conveniencia de solicitarlos.

Artículo 54.- Los informes u opiniones solicitados a otros órganos administrativos podrán ser obligatorios o facultativos,
vinculantes o no. Salvo disposición legal en contrario, los informes y opiniones serán facultativos y no vinculantes al órgano
que los solicitó y deberán incorporarse al expediente.

Artículo 55.- A quien se le solicite un informe u opinión, deberá emitirlo dentro del plazo de quince días, salvo disposición
que establezca otro plazo.

Si transcurrido el plazo a que se refiere el párrafo anterior, no se recibiese el informe u opinión, cuando se trate de informes
u opiniones obligatorios o vinculantes, se entenderá que no existe objeción a las pretensiones del interesado.

Artículo 56.- Concluida la tramitación del procedimiento administrativo y antes de dictar resolución se pondrán las
actuaciones a disposición de los interesados, para que en su caso, formulen alegatos, los que serán tomados en cuenta por el
órgano competente al dictar la resolución.

Los interesados en un plazo no inferior a cinco días ni superior a diez podrán presentar por escrito sus alegatos.

Si antes del vencimiento del plazo los interesados manifestaran su decisión de no presentar alegatos, se tendrá por concluido
el trámite.
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/112_180518.pdf

2.11.8. Causas de terminación del procedimiento administrativo


Artículo 57.- Ponen fin al procedimiento administrativo:
I. La resolución del mismo;
II. El desistimiento;
III. La renuncia al derecho en que se funde la solicitud, cuando tal renuncia no esté prohibida por el ordenamiento jurídico.
IV. La declaración de caducidad;
V. La imposibilidad material de continuarlo por causas sobrevenidas, y
VI. El convenio de las partes, siempre y cuando no sea contrario al ordenamiento jurídico ni verse sobre materias que no sean
susceptibles de transacción, y tengan por objeto satisfacer el interés público, con el alcance, efectos y régimen jurídico
específico que en cada caso prevea la disposición que lo regula.

Artículo 58.- Todo interesado podrá desistirse de su solicitud o renunciar a sus derechos, cuando éstos no sean de orden e
interés públicos. Si el escrito de iniciación se hubiere formulado por dos o más interesados, el desistimiento o la renuncia sólo
afectará a aquél que lo hubiese formulado.

Artículo 59.- La resolución que ponga fin al procedimiento decidirá todas las cuestiones planteadas por los interesados y de
oficio las derivadas del mismo; en su caso, el órgano administrativo competente podrá decidir sobre las mismas, poniéndolo,
previamente, en conocimiento de los interesados por un plazo no superior de diez días, para que manifiesten lo que a su
derecho convenga y aporten las pruebas que estimen convenientes.

En los procedimientos tramitados a solicitud del interesado la resolución será congruente con las peticiones formuladas por
éste, sin perjuicio de la potestad de la Administración Pública Federal de iniciar de oficio un nuevo procedimiento.

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Artículo 60.- En los procedimientos iniciados a instancia del interesado, cuando se produzca su paralización por causas
imputables al mismo, la Administración Pública Federal le advertirá que, transcurridos tres meses, se producirá la caducidad
del mismo. Expirado dicho plazo sin que el interesado requerido realice las actividades necesarias para reanudar la tramitación,
la Administración Pública Federal acordará el archivo de las actuaciones, notificándoselo al interesado. Contra la resolución
que declare la caducidad procederá el recurso previsto en la presente Ley.

La caducidad no producirá por sí misma la prescripción de las acciones del particular, de la Administración Pública Federal,
pero los procedimientos caducados no interrumpen ni suspenden el plazo de prescripción.

Cuando se trate de procedimientos iniciados de oficio se entenderán caducados, y se procederá al archivo de las actuaciones,
a solicitud de parte interesada o de oficio, en el plazo de 30 días contados a partir de la expiración del plazo para dictar
resolución.

Artículo 61.- En aquellos casos en que medie una situación de emergencia o urgencia, debidamente fundada y motivada, la
autoridad competente podrá emitir el acto administrativo sin sujetarse a los requisitos y formalidades del procedimiento
administrativo previstos en esta Ley, respetando en todo caso las garantías individuales.
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/112_180518.pdf

2.11.9. Visitas de verificación (procedimiento)


Artículo 62.- Las autoridades administrativas, para comprobar el cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias
podrán llevar a cabo visitas de verificación, mismas que podrán ser ordinarias y extraordinarias; las primeras se efectuarán en
días y horas hábiles, y las segundas en cualquier tiempo.

Artículo 63.- Los verificadores, para practicar visitas, deberán estar provistos de orden escrita con firma autógrafa expedida
por la autoridad competente, en la que deberá precisarse el lugar o zona que ha de verificarse, el objeto de la visita, el alcance
que deba tener y las disposiciones legales que lo fundamenten.

Artículo 64.- Los propietarios, responsables, encargados u ocupantes de establecimientos objeto de verificación estarán
obligados a permitir el acceso y dar facilidades e informes a los verificadores para el desarrollo de su labor.
Artículo 65.- Al iniciar la visita, el verificador deberá exhibir credencial vigente con fotografía, expedida por la autoridad
competente que lo acredite para desempeñar dicha función, así como la orden expresa a la que se refiere el artículo 63 de la
presente Ley, de la que deberá dejar copia al propietario, responsable, encargado u ocupante del establecimiento.

Artículo 66.- De toda visita de verificación se levantará acta circunstanciada, en presencia de dos testigos propuestos por la
persona con quien se hubiere entendido la diligencia o por quien la practique si aquélla se hubiere negado a proponerlos.
De toda acta se dejará copia a la persona con quien se entendió la diligencia, aunque se hubiere negado a firmar, lo que no
afectará la validez de la diligencia ni del documento de que se trate, siempre y cuando el verificador haga constar tal
circunstancia en la propia acta.

Artículo 67.- En las actas se hará constar:


I. Nombre, denominación o razón social del visitado;
II. Hora, día, mes y año en que se inicie y concluya la diligencia;
III. Calle, número, población o colonia, teléfono u otra forma de comunicación disponible, municipio o delegación, código
postal y entidad federativa en que se encuentre ubicado el lugar en que se practique la visita;
IV. Número y fecha del oficio de comisión que la motivó;
V. Nombre y cargo de la persona con quien se entendió la diligencia;
VI. Nombre y domicilio de las personas que fungieron como testigos;
VII. Datos relativos a la actuación;
VIII. Declaración del visitado, si quisiera hacerla; y
IX. Nombre y firma de quienes intervinieron en la diligencia incluyendo los de quien la hubiere llevado a cabo. Si se negaren
a firmar el visitado o su representante legal, ello no afectará la validez del acta, debiendo el verificador asentar la razón
relativa.

Artículo 68.- Los visitados a quienes se haya levantado acta de verificación podrán formular observaciones en el acto de la
diligencia y ofrecer pruebas en relación a los hechos contenidos en ella, o bien, por escrito, hacer uso de tal derecho dentro
del término de cinco días siguientes a la fecha en que se hubiere levantado.

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Artículo 69.- Las dependencias podrán, de conformidad con las disposiciones aplicables, verificar bienes, personas y vehículos
de transporte con el objeto de comprobar el cumplimiento de las disposiciones legales, para lo cual se deberán cumplir, en lo
conducente, las formalidades previstas para las visitas de verificación.

2.11.10. Recurso de revisión, términos jurídicos, procedencia su substanciación


Artículo 83.- Los interesados afectados por los actos y resoluciones de las autoridades administrativas que pongan fin al
procedimiento administrativo, a una instancia o resuelvan un expediente, podrán interponer el recurso de revisión o, cuando
proceda, intentar la vía jurisdiccional que corresponda.

En los casos de actos de autoridad de los organismos descentralizados federales, de los servicios que el Estado presta de
manera exclusiva a través de dichos organismos y de los contratos que los particulares sólo pueden celebrar con aquéllos, que
no se refieran a las materias excluidas de la aplicación de esta Ley, el recurso de revisión previsto en el párrafo anterior
también podrá interponerse en contra de actos y resoluciones que pongan fin al procedimiento administrativo, a una instancia
o resuelvan un expediente.
Artículo reformado DOF 19-04-2000, 30-05-2000

Artículo 84.- La oposición a los actos de trámite en un procedimiento administrativo deberá alegarse por los interesados
durante dicho procedimiento, para su consideración, en la resolución que ponga fin al mismo. La oposición a tales actos de
trámite se hará valer en todo caso al impugnar la resolución definitiva.

Artículo 85.- El plazo para interponer el recurso de revisión será de quince días contado a partir del día siguiente a aquél en
que hubiere surtido efectos la notificación de la resolución que se recurra.

Artículo 86.- El escrito de interposición del recurso de revisión deberá presentarse ante la autoridad que emitió el acto
impugnado y será resuelto por el superior jerárquico, salvo que el acto impugnado provenga del titular de una dependencia,
en cuyo caso será resuelto por el mismo. Dicho escrito deberá expresar:
I. El órgano administrativo a quien se dirige;
II. El nombre del recurrente, y del tercero perjudicado si lo hubiere, así como el lugar que señale para efectos de notificaciones;
III. El acto que se recurre y fecha en que se le notificó o tuvo conocimiento del mismo;
IV. Los agravios que se le causan;
V. En su caso, copia de la resolución o acto que se impugna y de la notificación correspondiente.

Tratándose de actos que por no haberse resuelto en tiempo se entiendan negados, deberá acompañarse el escrito de iniciación
del procedimiento, o el documento sobre el cual no hubiere recaído resolución alguna; y

VI. Las pruebas que ofrezca, que tengan relación inmediata y directa con la resolución o acto impugnado debiendo acompañar
las documentales con que cuente, incluidas las que acrediten su personalidad cuando actúen en nombre de otro o de personas
morales.

Artículo 87.- La interposición del recurso suspenderá la ejecución del acto impugnado, siempre y cuando:
I. Lo solicite expresamente el recurrente;
II. Sea procedente el recurso;
III. No se siga perjuicio al interés social o se contravengan disposiciones de orden público;
IV. No se ocasionen daños o perjuicios a terceros, a menos que se garanticen éstos para el caso de no obtener resolución
favorable; y
V. Tratándose de multas, el recurrente garantice el crédito fiscal en cualesquiera de las formas prevista en el Código Fiscal de
la Federación.

La autoridad deberá acordar, en su caso, la suspensión o la denegación de la suspensión dentro de los cinco días siguientes a
su interposición, en cuyo defecto se entenderá otorgada la suspensión.

Artículo 88.- El recurso se tendrá por no interpuesto y se desechará cuando:


I. Se presente fuera de plazo;
II. No se haya acompañado la documentación que acredite la personalidad del recurrente; y
III. No aparezca suscrito por quien deba hacerlo, a menos que se firme antes del vencimiento del plazo para interponerlo.

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Artículo 89.- Se desechará por improcedente el recurso:
I. Contra actos que sean materia de otro recurso y que se encuentre pendiente de resolución, promovido por el mismo
recurrente y por el propio acto impugnado;
II. Contra actos que no afecten los intereses jurídicos del promovente;
III. Contra actos consumados de un modo irreparable;
IV. Contra actos consentidos expresamente; y
V. Cuandos se esté tramitando ante los tribunales algún recurso o defensa legal interpuesto por el promovente, que pueda
tener por efecto modificar, revocar o nulificar el acto respectivo.

Artículo 90.- Será sobreseído el recurso cuando:


I. El promovente se desista expresamente del recurso;
II. El agraviado fallezca durante el procedimiento, si el acto respectivo sólo afecta su persona;
III. Durante el procedimiento sobrevenga alguna de las causas de improcedencia a que se refiere el artículo anterior;
IV. Cuando hayan cesado los efectos del acto respectivo;
V. Por falta de objeto o materia del acto respectivo; y
VI. No se probare la existencia del acto respectivo.

Artículo 91.- La autoridad encargada de resolver el recurso podrá:


I. Desecharlo por improcedente o sobreseerlo;
II. Confirmar el acto impugnado;
III. Declarar la inexistencia, nulidad o anulabilidad del acto impugnado o revocarlo total o parcialmente; y
IV. Modificar u ordenar la modificación del acto impugnado o dictar u ordenar expedir uno nuevo que lo sustituya, cuando el
recurso interpuesto sea total o parcialmente resuelto a favor del recurrente.

Artículo 92.- La resolución del recurso se fundará en derecho y examinará todos y cada uno de los agravios hechos valer por
el recurrente teniendo la autoridad la facultad de invocar hechos notorios; pero, cuando uno de los agravios sea suficiente para
desvirtuar la validez del acto impugnado bastará con el examen de dicho punto.

La autoridad, en beneficio del recurrente, podrá corregir los errores que advierta en la cita de los preceptos que se consideren
violados y examinar en su conjunto los agravios, así como los demás razonamientos del recurrente, a fin de resolver la cuestión
efectivamente planteada, pero sin cambiar los hechos expuestos en el recurso.

Igualmente, deberá dejar sin efectos legales los actos administrativos cuando advierta una ilegalidad manifiesta y los agravios
sean insuficientes, pero deberá fundar cuidadosamente los motivos por los que consideró ilegal el acto y precisar el alcance
en la resolución.

Si la resolución ordena realizar un determinado acto o iniciar la reposición del procedimiento, deberá cumplirse en un plazo
de cuatro meses.
Artículo 93.- No se podrán revocar o modificar los actos administrativos en la parte no impugnada por el recurrente.

La resolución expresará con claridad los actos que se modifiquen y si la modificación es parcial, se precisará ésta.
Artículo 94.- El recurrente podrá esperar la resolución expresa o impugnar en cualquier tiempo la presunta confirmación del
acto impugnado.

Artículo 95.- La autoridad podrá dejar sin efectos un requerimiento o una sanción, de oficio o a petición de parte interesada,
cuando se trate de un error manifiesto o el particular demuestre que ya había dado cumplimiento con anterioridad.

La tramitación de la declaración no constituirá recurso, ni suspenderá el plazo para la interposición de éste, y tampoco
suspenderá la ejecución del acto.

Artículo 96.- Cuando hayan de tenerse en cuenta nuevos hechos o documentos que no obren en el expediente original derivado
del acto impugnado, se pondrá de manifiesto a los interesados para que, en un plazo no inferior a cinco días ni superior a diez,
formulen sus alegatos y presenten los documentos que estime procedentes.

No se tomarán en cuenta en la resolución del recurso, hechos, documentos o alegatos del recurrente, cuando habiendo podido
aportarlos durante el procedimiento administrativo no lo haya hecho.
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/112_180518.pdf

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Unidad 3. Procesal Administrativo, Amparo Administrativo
3.1. Concepto, naturaleza procesal jurídica
Concepto de Derecho Procesal Administrativo:
El Derecho Procesal Administrativo tiene por objeto y fin la protección de los administrados frente a la Administración
Pública, así como mantener la eficacia del Derecho Administrativo a través de la función jurisdiccional, es decir, el Derecho
Procesal Administrativo como disciplina jurídica es un conjunto de normas, debidamente ordenadas, sistematizadas, y
jerarquizadas cuyo objeto específico es el ejercicio de la función jurisdiccional administrativa. La emisión de un acto o una
resolución administrativa que se considera contraria a derecho, en primera instancia faculta a los afectados a utilizar como
medios de impugnación los denominados recursos administrativos de carácter no jurisdiccional. Sin embargo, estos recursos
administrativos son del conocimiento de la propia autoridad que emitió el acto o la resolución administrativa. La emisión de
un acto o una resolución administrativa que considere contraria a derecho, en primera instancia faculta a los afectados a utilizar
como medios de impugnación los denominados recursos administrativos de carácter no jurisdiccional. Sin embargo, estos
recursos administrativos son del conocimiento de la propia autoridad que emitió el acto o la resolución en cuestión, o en su
caso de su superior jerárquico, quienes en la mayor parte de los casos no actúan con la imparcialidad y justicia debida. Por lo
tanto, el juicio contencioso administrativo o, también llamado juicio de nulidad se convierte en el medio de control
jurisdiccional por excelencia, sobre los actos y resoluciones ilegales de la Administración Pública.
https://www.derecho.unam.mx/investigacion/publicaciones/revista-cultura/pdf/CJ2_Art_2.pdf

Naturaleza procesal jurídica del Derecho Procesal Administrativo:


De modo que, salta a la vista la importancia jurídica, política, y social de la función jurisdiccional administrativa, porque
mediante ella, el Estado cumple en última instancia, con la obligación de administrar justicia, sin la cual la sociedad no puede
subsistir, ni mucho menos desarrollarse. Dicha importancia queda de manifiesto en la Constitución Federal, en la Ley
Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, en la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, y en el Reglamento de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, las cuáles
definen y delimitan perfectamente el Proceso Administrativo, establece los órganos correspondiente para su ejercicio, y señala
los recursos en contra de sus resoluciones, incluyendo al juicio de amparo que es el medio de control constitucional por
excelencia.
https://www.derecho.unam.mx/investigacion/publicaciones/revista-cultura/pdf/CJ2_Art_2.pdf

Concepto de Amparo Administrativo:


El amparo en materia administrativa presenta dos modalidades:
- Como una derivación de su utilización para atacar los actos de las autoridades administrativas que afectan los derechos de
los particulares, el amparo administrativo es un sustituto del contencioso administrativo en aquellos casos en los que los actos
de la administración no sean susceptibles de ser impugnados ante los tribunales administrativos locales (ya sea porque éstos
simplemente no existan; o bien, porque sólo posean competencia limitada), o en los casos en que el TFF o los tribunales
agrarios sean incompetentes. Así, los tribunales judiciales federales garantizan el respeto de los derechos de los administrados;
- El amparo contra las decisiones de los tribunales administrativos está destinado a examinar la legalidad de dichas sentencias
y resoluciones, de manera parecida al recurso de casación.

Esto explica por qué, en México, los tribunales judiciales federales examinan en última instancia, por la vía del juicio de
amparo -que como hemos dicho funciona en este caso como un recurso de casación-, las sentencias definitivas dictadas por
los tribunales administrativos federales y locales.

Así, el juez de amparo es al mismo tiempo juez de derecho común y juez constitucional. Todo litigio administrativo puede
venir ante él, ya sea directamente cuando no exista otro órgano jurisdiccional competente; o bien, por la vía de la "casación",
cuando dicho litigio hubiere sido planteado, en principio, a otro juez o tribunal.

Esta doble función del amparo administrativo implica la existencia de dos procedimientos distintos: el amparo de una sola
instancia o "directo", dado que es interpuesto ante los TCC (y excepcionalmente ante la SCJN) y el amparo de doble instancia
o "indirecto", que es interpuesto en primera instancia ante los jueces de distrito, y en segundo grado (en apelación) ante los
TCC (o en su caso, ante la SCJN).

A. El amparo como sustituto del contencioso administrativo


El amparo en materia administrativa es el medio del cual disponen los particulares para protegerse contra la arbitrariedad
administrativa en los casos en que no hay ningún proceso contencioso administrativo a su disposición.

Este amparo comprende el examen, por parte del juez, de los actos y resoluciones de carácter administrativo que violenten los
derechos fundamentales consagrados por la Constitución.

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Es necesario agregar que, a nivel federal, el juez de amparo en materia administrativa posee la calidad de juez de derecho
común, es decir, que es competente para conocer de todas las controversias en materia administrativa que no hayan sido
atribuidas por un texto legal a otro órgano jurisdiccional. En contraste, el Tribunal Fiscal de la Federación y los tribunales
agrarios sólo son jueces de atribución, debido a que sólo son competentes para juzgar los litigios en materia fiscal y
administrativa en virtud de un texto expreso, sea éste el del Código Fiscal de la Federación, la Ley Agraria, la Ley Orgánica
del TFF o aquella de los Tribunales Agrarios o una ley especial.

B. El amparo como casación en materia administrativa


En ocasión del amparo casación (llamado "amparo directo"), el tribunal administrativo (sea federal o local), se coloca en la
situación de un tribunal de primera instancia y sus sentencias son susceptibles de ser atacadas por la vía de amparo ante los
tribunales del Poder Judicial de la Federación. Este tipo de amparo puede ser utilizado para atacar tanto los errores "in
procedendo" (las violaciones a las reglas del procedímiento), como los errores "in iudtcando" (los errores cometidos en el
fondo del sentencia).
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3397/10.pdf

3.2. Sujetos de amparo


3.2.1. Quejoso o agraviado, personas físicas, personas morales privadas, personas oficiales, el Estado como quejoso
Los sujetos de la relación procesal que supone el ejercicio de una acción de amparo son el órgano jurisdiccional y las partes.

El artículo 5° de la Ley de Amparo considera como partes del proceso de amparo: al actor, a la autoridad responsable, al
tercero perjudicado y al Ministerio Público.

a. El actor. Es el titular de la acción de amparo. En principio, toda persona física o moral tiene la capacidad de actuar en
justicia y puede, por ello, comparecer ante el juez de amparo en calidad de actor. La calidad de actor implica la capacidad de
actuar en justicia y el interés para actuar en juicio.

1) Capacidad para actuar en justicia. Ella corresponde a todo ciudadano desde el momento que un acto le causa perjuicio. No
obstante, existen ciertas excepciones en cuanto a la capacidad: los menores, los adultos incapaces y las personas jurídicas de
derecho privado, deben ejercer sus derechos por medio de sus representantes.

2) El interés para actuar. Según el artículo 107 de la Constitución "el juicio de amparo se seguirá siempre a demanda de la
parte agraviada".

Es necesario, pues, que el actor justifique un interés personal, directo y actual.

b. La autoridad responsable. Es el órgano u organismo de la administración pública que dicte, ordene, ejecute o trate de
ejecutar la ley o el acto atacado. En materia tributaria puede tratarse de ciertos organismos descentralizados considerados
como organismos fiscales autónomos.

c. El tercero perjudicado. Es la persona a la que la sentencia de amparo pueda causarle un perjuicio. En materia administrativa
tienen ese carácter la persona o personas que hubiesen gestionado la realización del acto que se impugna; o que, sin haberlo
gestionado, tengan un interés directo en que dicho acto subsista.

Por cuanto al amparo contra resoluciones emitidas por tribunales (entre los que se encuentran los tribunales administrativos),
será tercero perjudicado la persona que haya figurado como contraparte del agraviado en el juicio en que se pronunció la
resolución, o cualquiera de las partes, si quien promovió el amparo fue un tercero ajeno al procedimiento.

d. El Ministerio Público. Siempre es parte en el amparo por disposición legal. Los agentes del Ministerio Público federal
podrán intervenir en todos los procesos de amparo, incluyendo aquellos en los que se enjuicien resoluciones de los tribunales
locales.

3.3. Autoridades responsables


3.3.1. Autoridades federales y locales
Cabe señalar que, en todos los casos, los órganos del Estado, para ser considerados como autoridades, deben actuar de manera
unilateral, imperativa y coercitiva, lo que implica que para que sus decisiones tengan validez no requieren ser consultadas con
las personas a quienes van dirigidas, pues con éstas no se presenta una relación de coordinación sino de supra a subordinación;
además de que se imponen aun contra la voluntad de éstas y, en caso necesario, se ejecutan mediante el uso de la fuerza
pública.

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En este tenor, todas las autoridades —federales, estatales o municipales; ejecutivas, legislativas o jurisdiccionales—, de iure
o de facto, pueden tener el carácter de autoridades responsables, estableciéndose como único requisito para ello que por
circunstancias legales o de hecho estén en posibilidades de ejercer actos públicos, por ser pública la fuerza que hacen valer
cuando infringen los derechos del gobernado, cuestión ésta que se corrobora con el siguiente criterio:

La Suprema Corte de Justicia de la Nación sostiene que para efectos del juicio de amparo no sólo es autoridad responsable
aquella que se encuentra constituida con ese carácter conforme a la ley, sino también la que dispone de la fuerza pública en
virtud de circunstancias legales o de hecho y que por lo mismo esté en la posibilidad formal o material de obrar como individuo
que ejerza actos públicos, dictando resoluciones obligatorias para los gobernados, cuyo cumplimiento pueda ser exigible
mediante el uso directo o indirecto de la fuerza pública, o bien a través de otras autoridades.[36] Luego, pueden señalarse
como los principales atributos de las autoridades responsables,[37] los siguientes:

• Tienen el carácter de parte en el juicio, pues deben realizar los actos procesales tendentes a defender el acto que de ellas se
reclama.

• Pueden pertenecer a cualquiera de los tres niveles de gobierno —federal, estatal o municipal— y a cualquiera de los tres
poderes —Ejecutivo, Legislativo o Judicial— e, incluso, a los entes autónomos.

• Pueden ser autoridades de hecho o de derecho, pues no es necesario que su actuación se apoye en un norma que las faculte
para ello, sino que basta con la existencia de un ente que establece una relación de supra a subordinación con un particular.

• Su relación con los particulares tiene nacimiento en la ley, lo que dota a los entes de una facultad administrativa cuyo
ejercicio es irrenunciable, al ser de naturaleza pública la fuente de esa potestad.

• Emiten actos unilaterales a través de los cuales se crean, modifican o extinguen, por sí o ante sí, situaciones jurídicas que
afectan la esfera legal del particular.

• Para emitir sus actos no requieren acudir ante los órganos judiciales ni tampoco precisan del consenso de la voluntad del
afectado e, incluso, pueden hacer cumplir sus determinaciones aún en contra de dicha voluntad.

• Actúan en uso del poder público; es decir, con imperio, dotadas de poder de mando con el correlativo deber de obediencia.
https://mexico.leyderecho.org/autoridad-responsable-en-el-juicio-de-amparo/

3.3.2. Autoridades ordenadoras y ejecutoras


Por tanto, es autoridad el órgano del Estado que tiene poder de decisión y / o ejecución y que, en consecuencia, puede realizar
actos que inciden en la esfera jurídica del gobernado incluso contra la voluntad de éste, por lo que no a todos los órganos del
Estado corresponde el carácter de autoridad, pues algunos no están investidos de facultades de decisión y ejecución, y menos
aún de la potestad de imponer sus determinaciones.
https://mexico.leyderecho.org/autoridad-responsable-en-el-juicio-de-amparo/

3.3.3. Organismos descentralizados


ORGANISMO DESCENTRALIZADO AUTORIDAD PARA LOS EFECTOS DEL JUICIO DE AMPARO, CUANDO
RESUELVE CONTROVERSIA ADMINISTRATIVA ENTRE PARTICULARES. Las tesis relativas a la necesidad de contar
con el apoyo de la fuerza pública, para poder determinar si se está o no en presencia de una autoridad, no resultan aplicables
cuando se trata de un ente de la administración pública descentralizada que puede también incurrir en actos de autoridad, ya
sea de facto o de derecho, cuando sus decisiones constituyen una resolución que pone fin a una controversia administrativa
entre particulares, misma resolución que puede hacerse exigible mediante el uso directo o indirecto de la fuerza pública, bien
sea que la autoridad atraiga el concurso de otras autoridades para hacer respetar su resolución, o bien que el particular
favorecido por esa resolución acuda ante otras autoridades que dispongan de fuerza pública, para hacerla respetar como
obligatoria, de manera que no resulta estrictamente indispensable que la autoridad señalada como responsable disponga
directamente de la fuerza pública, como puede verse en todos los casos en los cuales nuestras leyes administrativas establecen
un procedimiento contencioso en el cual se ventilan derechos de particulares. Una concepción simplista del concepto de
autoridad para los efectos del juicio de amparo, que se vincule al imperio, ya ha sido superada por los tribunales de amparo
quienes han sentado diversos criterios, considerando en casos específicos, a algunos organismos descentralizados como
autoridades para los efectos del juicio de amparo. Como el concepto de autoridad abarca tanto las de derecho como las de
facto y como además los particulares carecen de facultades para determinar, por sí ante sí, cómo debe resolverse un conflicto

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de posesión de terrenos, se impone concluir que en este caso la autoridad recurrente sí queda incluida dentro de la categoría
requerida por el artículo 103, fracción I, de la Constitución General de la República.
http://sjf.scjn.gob.mx/SJFSist/Documentos/Tesis/803/803047.pdf

3.4. Ministerio Público


3.4.1. Federal
En materia de amparo, el Ministerio Público de la Federación, órgano de la Procuraduría General de la República, tiene como
tarea fundamental fungir como la parte que tiene encomendada la tutela del interés público.

Su intervención encuentra fundamento tanto en el artículo 107, fracción XV, de la Constitución Federal, como en el 5o.,
fracción IV, de la Ley de Amparo. Conforme al primero de ellos, el procurador general de la República o el agente del
Ministerio Público Federal que al efecto designe debe ser parte en todos los juicios de amparo, aunque puede abstenerse de
intervenir en aquellos que, a su juicio, carezcan de interés público.

Otros Aspectos de Intervención del Ministerio Público en el Juicio de Amparo


Por su parte, el segundo de los preceptos referidos otorga al Ministerio Público Federal, en su carácter de parte, la facultad de
interponer los recursos previstos en la Ley de Amparo, siempre que no se trate de amparos indirectos en materias civil —con
exclusión de la materia familiar— y mercantil en que sólo se afecten intereses particulares.

En este tenor, el Ministerio Público de la Federación puede intervenir en todos los juicios de amparo cuando, a su juicio, se
afecte el interés público, para buscar que se observe el orden constitucional y se respeten las garantías individuales de los
gobernados, así como para defender los intereses sociales o del Estado.

Desarrollo
Luego, el Ministerio Público, aun cuando actúa como parte en el juicio de amparo no tiene un interés particular propio ni se
inclina por los intereses de alguna de las otras partes —quejoso o autoridad responsable—, sino que su función es armonizar
los intereses que están en controversia y, sobre todo, velar por el interés social que representa, procurando que en todos los
casos el juicio se resuelva conforme a derecho.
https://mexico.leyderecho.org/intervencion-del-ministerio-publico-en-el-juicio-de-amparo/

3.4.2. Local
Del fuero común

3.5. Tercero Perjudicado:


3.5.1. En materia penal, administrativa, laboral, agraria
Tercero perjudicado en materia penal.
Este punto se encuentra referido en el artículo 5 fracción III inciso b) de la Ley de Amparo, porque dice que “son partes en el
juicio de amparo, el ofendido o las partes que, conforme a la ley, tengan derecho a la reparación del daño o a exigir la
responsabilidad civil proveniente de la comisión de un delito, en los juicios de amparo promovidos contra actos judiciales del
orden penal, siempre que éstos afecten dicha reparación o responsabilidad.”

En la tramitación del incidente de reparación del daño o responsabilidad civil proveniente del delito, la parte actora es la
víctima o sus causahabientes tienen derecho a esta reparación, y son considerados como terceros perjudicados en el juicio de
amparo.

Es importante mencionar que es el Ministerio Público el que tiene el monopolio de la acción penal244, y que el ofendido no
es parte en el proceso penal, ni es parte en lo que se refiere al derecho sustantivo, tampoco lo es respecto del Derecho procesal,
y la víctima de un delito no puede tener interés jurídico en las resoluciones que se dicten en el proceso penal, en relación con
la responsabilidad del acusado y, en consecuencia, con la imposición de una pena, sí son recurridas por medio del juicio de
amparo, subsista su validez y no se declare su inconstitucionalidad.

De acuerdo a la opinión de Alfonso Noriega, en materia penal, se debe afirmar, que puede ser tercero perjudicado únicamente
el ofendido o sus causahabientes, cuando se trate de actos que afecten la reparación del daño.

Por lo tanto, en materia penal, la víctima y sus causahabientes, solamente van a tener derecho a ser aceptados como terceros
perjudicados cuando el juicio de amparo se promueve contra las providencias dictadas en el incidente de responsabilidad civil
exigible a terceros, en el que son actores y en el proceso penal, cuando la reparación se exige al autor del delito, sólo en los
casos en que el acto reclamado afecte el aseguramiento del objeto del delito, la entrega de los objetos del mismo, el monto de

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la reparación, porque es indudable, que la acción penal corresponde, al Ministerio Público y consecuentemente ningún interés
procesal tiene la víctima.

Tercero perjudicado en materia administrativa.


Ya está mencionado anteriormente, que la teoría general, considera que el tercero perjudicado tiene un interés opuesto,
incompatible con el del quejoso y puede ser afectado en sus intereses jurídicos por la sentencia que se dicte en el amparo
interpuesto por el quejoso, y de acuerdo al criterio de la Suprema Corte de Justicia, para reconocer a una persona el carácter
de tercero perjudicado, era requisito indispensable que esta persona hubiera gestionado en su favor el acto contra el cual se
pide amparo.

Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia ha aceptado en muchas ocasiones, al tercero perjudicado sólo por tener un interés
opuesto al del quejoso, aun cuando no estuviese comprobada la gestión previa del acto reclamado.

Y al irse perfeccionamiento la definición de tercero perjudicado en materia administrativa, se ha dicho que tiene este carácter
también quien intervino como contraparte del agraviado en el procedimiento que antecedió al acto que se impugnó.

En materia administrativa, el tercero perjudicado es la autoridad por lo que va a recurrir a la figura de la revisión fiscal ante
el Tribunal Colegiado de Circuito, debido a que no puede recurrir al Amparo Directo porque se trata de problemas de legalidad
y no de constitucionalidad.

Tercero perjudicado en materia civil y laboral.


El artículo 5 de la Ley de Amparo dice que son partes en el juicio de amparo: “el tercero o terceros perjudicados, pudiendo
intervenir con ese carácter, la contraparte del agraviado cuando el acto reclamado emana de un juicio o controversia que no
sea del orden penal o cualquiera de las partes en el mismo juicio, cuando el amparo sea promovido por persona extraña al
procedimiento.”

El autor Alfonso Noriega, considera que el carácter de tercero perjudicado lo pueden tener no solamente la contraparte del
agraviado o cualquiera otra de las partes en el juicio, sino que, deberán ser tenidos en cuenta, como terceros perjudicados,
toda persona que tenga derechos opuestos a los del quejoso e interés por tanto, que no se declare la inconstitucionalidad del
acto reclamado y subsista su validez.
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/ledi/balandra_p_m/capitulo4.pdf

Tercero perjudicado en materia agraria


En este contexto del Derecho mexicano, una definición de Tercero Perjudicado podría ser la siguiente: Persona física o moral
a la que se da el carácter de posible afectado en un juicio de amparo promovido para solicitar la protección constitucional y a
quien se emplaza para que comparezca, a manifestar su interés jurídico y alegar lo que a su derecho convenga. Es requisito
formal de la demanda de amparo señalar al tercero perjudicado. Pueden intervenir con el carácter de tercero perjudicado:

• La contraparte del agraviado;

• La victima u ofendido, o las personas que tengan derecho a la reparación del daño, y

• La persona o personas que hayan gestionado en su favor el acto contra el que se pide amparo.

Esta figura se mencionaba en la anterior Ley de Amparo, la cual se sigue aplicando en los asuntos en trámite al momento de
que entró en vigencia la nueva Ley de Amparo.
https://mexico.leyderecho.org/tercero-perjudicado/

3.6. Principios rectores del Amparo


3.6.1. Principio de instancia de parte agraviada
El principio de instancia de parte señala que el juicio de amparo sólo puede iniciar mediante el ejercicio de la acción, como
su nombre lo indica, a petición de parte; excluye la posibilidad de que el amparo inicie su curso de forma oficiosa. El principio
de instancia de parte encuentra su fundamento en el artículo 107, fracción I, constitucional, que dispone: “El juicio se seguirá
siempre a instancia de parte […]”. Disposición que se encuentra implícita en el artículo 4o. de la Ley de Amparo, que
categóricamente señala que el juicio de amparo únicamente puede promoverse por la parte a quien perjudique el acto o ley,
el tratado internacional, el reglamento o cualquier otro acto que se reclame. Dicho principio no tiene excepciones, es decir, el
amparo no puede, en ningún caso, iniciar oficiosamente.

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El principio de instancia de parte incluye, para quien ha promovido el juicio de amparo, en aquellos casos en que el acto
reclamado sea del orden civil o administrativo, la carga de impulsar el procedimiento, ya que no basta con la petición inicial
de amparo, plasmada en la demanda, sino que es necesario que lo impulse periódicamente para que no se produzca un lapso
de inactividad procesal que sea causa de sobreseimiento. La carga procesal que tiene el quejoso de impulsar el procedimiento
es considerada, por algunos autores, como un principio independiente, llamado principio de prosecución judicial.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3065/27.pdf

3.6.2. Principio de agravio personal y directo


El principio de existencia de un agravio personal y directo establece que la persona que promueve el juicio de amparo debe
ser aquella que, en su concepto, sufre la violación de sus derechos fundamentales provocada por acto de autoridad. Este
principio también se desprende del artículo 107, fracción I, constitucional, que prescribe que “el juicio se seguirá siempre a
instancia de parte agraviada” y se reproduce, con mayor claridad, en el artículo 4o. de la Ley de Amparo, de la siguiente
forma:

El juicio de amparo únicamente puede promoverse por la parte a quien perjudique la ley, el tratado internacional, el reglamento
o cualquier otro acto que se reclame, pudiendo hacerlo por sí, por su representante, por su defensor si se trata de un acto que
corresponda a una causa criminal, por medio de algún pariente o persona extraña en los casos en que esta ley lo permita
expresamente; y sólo podrá seguirse por el agraviado, por su representante legal o por su defensor.

La existencia de un agravio, entendido como una afectación de los derechos fundamentales, da lugar a que la persona que
promueve el juicio de amparo sea denominada agraviado; en términos del artículo 5o., fracción I, de la Ley de Amparo, que
dispone que “son partes en el juicio de amparo: I. El agraviado o agraviados” y produce, a su vez, el interés jurídico. Así
entendido, el agravio es sinónimo de perjuicio, el cual puede ser definido de la siguiente forma: “Perjuicio, en materia de
amparo, es toda privación de un derecho o imposición de un deber que ordena o realiza una autoridad del Estado y que se
presumen violatorios de garantías”.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3065/27.pdf

3.6.3. Principio de prosecusión judicial


El principio precedente ha sido definido de manera extractada de los distintos criterios emitidos por el Poder Judicial de la
Federación por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al establecer que “Es una de las reglas fundamentales que rige el
juicio de garantías y que determina que éste es una institución que constituye un verdadero juicio, pues además de que tiene
como fin dar solución a un problema controvertido, se tramite ante los tribunales del Poder Judicial de la Federación, los
cuales deben observar los principios generales de la teoría general del proceso y reconocer el equilibrio y la igualdad de las
partes que contienden.”

En algunos de esos criterios de la Corte se ha declarado de forma clara y precisa, que la institución jurídica llamada Amparo
es un verdadero juicio con todas las etapas procesales, lo que implica al principio de prosecución judicial.
http://cursos.aiu.edu/Derecho%20de%20Amparo%20I/PDF/Tema%203.pdf

3.6.4. Principio de relatividad de la sentencia


El artículo 107, fracción II, párrafo primero constitucional dispone que “la sentencia será siempre tal, que sólo se ocupe de
individuos particulares limitándose a ampararlos y protegerlos en el caso especial sobre el que verse la queja, sin hacer una
declaración general respecto de la ley o acto que la motivare”. En esto consiste el carácter relativo de la sentencia de amparo,
que también se conoce como fórmula Otero.

El artículo 76, párrafo primero, de la Ley de Amparo, establece que las sentencias que se pronuncien en los juicios de amparo
sólo se ocuparán de los individuos particulares o de las personas morales que lo hubiesen solicitado, limitándose a ampararlos
y protegerlos si procediere, en el caso especial sobre el que verse la demanda, sin hacer una declaración general respecto de
la ley o acto que la motivare. El principio de relatividad limita el efecto de la sentencia de amparo al quejoso, de manera que
quien no haya promovido no puede beneficiarse con la declaración de inconstitucionalidad del acto reclamado.

Actualmente, se reconoce que el principio de relatividad de la sentencia puede crear situaciones de inequidad o desigualdad
entre las personas; puesto que aquéllas, que por no haber estado en posibilidad de acudir al juicio de amparo, están obligadas
a cumplir con leyes o actos de autoridad declarados inconstitucionales. La propia Suprema Corte de Justicia ha resuelto que,
por virtud del principio de relatividad de la sentencia, el amparo no puede tener efectos erga omnes, ni para hacer una
declaratoria general de inconstitucionalidad ni para obligar al Estado a reparar sus omisiones legislativas,
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3065/27.pdf

43
3.6.5. Principio de estricto derecho
El principio de estricto derecho estriba en que el juez debe estudiar la constitucionalidad del acto reclamado a la luz de los
argumentos expuestos en los conceptos de violación y, si se trata de resolver un recurso, en que el revisor se limite a apreciar
tal resolución tomando en cuenta sólo los agravios. El principio de estricto derecho tiene diversas excepciones, reunidas todas
ellas dentro de la suplencia de la queja deficiente. El artículo 76 bis, de la Ley de Amparo, señala cuáles son los casos en que
juez de amparo puede suplir la queja, o sea estudiar el acto reclamado y, en su caso, declarar su inconstitucionalidad con
independencia de los argumentos que le hayan sido formulados; lo que permite afirmar que el principio de estricto derecho se
delimita por exclusión, en todos los casos no previstos en el mencionado precepto legal.

Un primer cometario puede hacerse en cuanto al artículo 76 bis, fracción I, de la Ley de Amparo, que ordena suplir la
deficiencia de la queja “[…] en cualquier materia, cuando el acto reclamado se funde en leyes declaradas inconstitucionales
por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia”, puesto que la abundante interpretación que al respecto ha hecho el
Máximo Tribunal del país hace indispensable su actualización, para incorporar el supuesto en que se reclame la ley misma
que ha sido declarada inconstitucional (y no sólo su aplicación), para precisar que opera cuando se trate del primer acto de
aplicación o de un acto posterior, y para dejar en claro que opera aún ante la ausencia total de conceptos de violación.

Un comentario especial merece también el artículo 76 bis, fracción VI, de la Ley de Amparo que prescribe la suplencia de la
queja “en otras materias, cuando se advierta que ha habido en contra del quejoso o del particular recurrente una violación
manifiesta de la ley que lo haya dejado sin defensa”. Para saber la justa dimensión en que opera la suplencia de la queja, con
fundamento en esta disposición, es indispensable conocer el contenido íntegro del artículo 76 bis para determinar qué es lo
que puede incluirse dentro de la expresión otras materias. Los supuestos que dan lugar a la suplencia de la queja se presentan
cuando se reclaman leyes declaradas inconstitucionales o su aplicación (fracción I), en materia penal, a favor del reo (fracción
II), en materia agraria (fracción III), en materia laboral, a favor del trabajador (fracción IV), a favor de menores e incapaces
(fracción V) y en otras materias, cuando haya habido una violación manifiesta de la ley (fracción VI).
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3065/27.pdf

3.6.6. Principio de atracción


Formal. La facultad de atracción está contemplada en el art. 107 de la Constitución, fracción V, último párrafo, y fracción
VIII, inciso b), primer párrafo; asimismo, tiene una regulación legal prevista dentro de las reglas de competencia, en los arts.
40 y 85, ambos de la Ley de Amparo. Recordemos que la mecánica de dicha figura procesal se traduce en el conocimiento de
asuntos respecto de los cuales no se tiene competencia para conocer. Así, resulta indispensable determinar, en primer término,
cuál es la competencia inicial u originaria que otorgan los preceptos legales y constitucionales, de lo cual se concluye que los
tribunales colegiados de circuito conocerán de los amparos directos promovidos en contra de sentencias definitivas y la
Suprema Corte de Justicia conoce de los recursos interpuestos en contra las sentencias dictadas en amparo indirecto, siempre
y cuando se hubieran impugnado normas generales y subsista en el recurso el problema de constitucionalidad, o cuando se
trate de las relativas a los denominados amparo-soberanía. De esa forma, a contrario sensu, se desprende que la Suprema
Corte de Justicia no tiene facultad originaria para conocer de amparos directos ni de los recursos de revisión previstos en el
art. 81, frac. I, de la Ley de Amparo (con excepción del promovido en contra de la sentencia en la que se involucre una
cuestión de inconstitucionalidad); por tanto, es en estos casos en donde la figura procesal encuentra cabida.
https://mexico.leyderecho.org/facultad-de-atraccion/

3.6.7. Principio de definitividad excepciones:


El juicio de amparo es un medio extraordinario de defensa. De esa idea deriva el principio de definitividad del acto reclamado,
que significa que el juicio de amparo sólo procede contra actos definitivos, es decir aquellos respecto de los cuales no hay un
juicio, recurso o medio ordinario de defensa susceptible de revocarlo, anularlo o modificarlo. La Constitución Federal contiene
este principio en el artículo 107, fracción III, inciso a), y fracción IV, y la Ley de Amparo en el artículo 73 fracciones XIII y
XV, que señalan, estas últimas, respectivamente, que el juicio de amparo es procedente contra las resoluciones judiciales o de
tribunales administrativos o del trabajo respecto de las cuales conceda la ley algún recurso o medio de defensa, dentro del
procedimiento, por virtud de la cual puedan ser modificadas, revocadas o nulificadas, aun cuando la parte agraviada no la
hubiese hecho valer oportunamente [y] contra actos de autoridades distintas de los tribunales judiciales, administrativos o del
trabajo, que deban ser revisados de oficio, conforme a las leyes que los rijan, o proceda contra ellos algún recurso, juicio o
medio de defensa legal por virtud del cual puedan ser modificados, revocados o nulificados […].

El principio de definitividad de acto reclamado encuentra su justificación en el hecho de que, al tratarse de un medio
extraordinario de defensa de carácter constitucional, el quejoso debe, previamente a su promoción, acudir a las instancias que
puedan producir la insubsistencia del acto de autoridad que le produce afectación, salvo los casos de excepción previstos legal
y jurisprudencialmente. Este principio, a diferencia de los dos anteriores, si tiene excepciones, las cuales se encuentran
dispersas en la Constitución, la Ley de Amparo y la jurisprudencia, razón por la cual, el primero de los comentarios sobre

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cómo mejorar en este aspecto la estructura básica del amparo se dirige hacia una sistematización de las excepciones al
principio de definitividad.

Algunos esfuerzos se han hecho para contener en un mismo texto todas las excepciones al principio de definitividad, por
ejemplo el proyecto de Ley de Amparo elaborado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cuyo artículo 73,
fracciones XVI y XVIII, se contienen los supuestos en que el quejoso no está obligado a agotar los medios ordinarios de
defensa; pero dicho proyecto tiene una desventaja, su futuro incierto, pues no se sabe si algún día llegará a ser ley. La siguiente
tesis de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es otro ejemplo:

Definitividad. Excepciones a ese principio en el juicio de amparo indirecto. De la interpretación literal y teleológica del
artículo 107, fracciones III, IV, VII y XII, de la Constitución Federal, así como de los artículos 37, 73, fracciones XII, XIII y
XV y 114 de la Ley de Amparo y de los criterios jurisprudenciales emitidos al respecto por los Tribunales del Poder Judicial
de la Federación, se deduce que no existe la obligación de acatar el principio de definitividad que rige el juicio de amparo
indirecto, cuando se reclaman los siguientes actos: I. Los que afectan a personas extrañas al juicio o al procedimiento del cual
emanan; II. Los que dentro de un juicio, su ejecución sea de imposible reparación; III. Los administrativos respecto de los
cuales, la ley que los rige, exija mayores requisitos que los que prevé la Ley de Amparo, para suspender su ejecución; IV. Los
que importen una violación a las garantías consagradas en los artículos 16, en materia penal, 19 y 20 de la Constitución
Federal; V. Leyes, cuando se impugnan con motivo del primer acto de aplicación; VI. Los que importen peligro de la privación
de la vida, deportación o destierro o cualquiera de los prohibidos por el artículo 22 constitucional; VII. Actos o resoluciones
respecto de los cuales, la ley que los rige no prevé la suspensión de su ejecución con la interposición de los recursos o medios
de defensa ordinarios que proceden en su contra; VIII. Los que carezcan de fundamentación; IX. Aquellos en los que
únicamente se reclamen violaciones directas a la Constitución Federal, como lo es la garantía de audiencia; y X. Aquellos
respecto de los cuales los recursos ordinarios o medios de defensa legales, por virtud de los cuales se puede modificar, revocar
o nulificar el acto reclamado, se encuentran previstos en un reglamento, y en la ley que éste regula no se contempla su
existencia.

Otra de las excepciones al principio de definitividad que puede ser objeto de reflexión refiere a los casos en que sólo se hagan
valer contra el acto reclamado violaciones directas a la Constitución. Esta excepción encuentra su fundamento formal en la
jurisprudencia siguiente:

recursos ordinarios. no es necesario agotarlos cuando únicamente se aducen violaciones directas a la constitución. En principio
un juicio de garantías es improcedente y debe ser sobreseído cuando la parte quejosa no hace valer, previamente a la
promoción de dicho juicio, los recursos ordinarios que establezca la ley del acto, pues entre los principios fundamentales en
que se sustenta el juicio constitucional se halla el de definitividad, según el cual este juicio, que es un medio extraordinario
de defensa, sólo será procedente, salvo los casos de excepción que la misma Constitución y la Ley de Amparo precisan, y,
con base en ambas, esta Suprema Corte en su jurisprudencia, cuando se hayan agotado previamente los recursos que la ley
del acto haya instituido precisamente para la impugnación de éste. Como una de las excepciones de referencia, esta Suprema
Corte ha establecido la que se actualiza cuando el acto reclamado carece de fundamentación y motivación, ya que no instituirla
significaría dejar al quejoso en estado de indefensión, porque precisamente esas carencias (falta absoluta de fundamentación
y motivación) le impedirían hacer valer el recurso idóneo para atacar dicho acto, pues el desconocimiento de los motivos y
fundamentos de éste no le permitirían impugnarlo mediante un recurso ordinario. Empero, no hay razón para pretender que,
por el hecho de que en la demanda de garantías se aduzca, al lado de violaciones a garantías de legalidad por estimar que se
vulneraron preceptos de leyes secundarias, violación a la garantía de audiencia, no deba agotarse el recurso ordinario, puesto
que, mediante éste, cuya interposición priva de definitividad el acto recurrido, el afectado puede ser oído con la amplitud que
la garantía de audiencia persigue, ya que tiene la oportunidad de expresar sus defensas y de aportar las pruebas legalmente
procedentes. En cambio, cuando únicamente se aduce la violación de la garantía de audiencia, no es obligatorio, para el
afectado, hacer valer recurso alguno. El quejoso debe, pues, antes de promover el juicio de garantías, agotar el recurso esta
blecido por la ley de la materia, pues la circunstancia de que en la demanda de amparo se haga referencia a violaciones de
preceptos constitucionales no releva al afectado de la obligación de agotar, en los casos en que proceda, los recursos que
estatuye la ley ordinaria que estima también infringida, pues de lo contrario imperaría el arbitrio del quejoso, quien, por el
solo hecho de señalar violaciones a la Carta Magna, podría optar entre acudir directamente al juicio de amparo o agotar los
medios ordinarios de defensa que la ley secundaria establezca.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3065/27.pdf

3.6.8. Cuando la Ley especial exige mayores requisitos para otorgar la suspensión
Sin embargo, en la LFPCA se exigen mayores requisitos para suspender los actos reclamados o impugnados. Tales requisitos
son, según el criterio de la SCJN, los siguientes:

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1. Circunscribe la posibilidad de solicitar la suspensión del acto administrativo, a los supuestos en que la autoridad ejecutora
niegue la suspensión, rechace la garantía ofrecida o reinicie la ejecución (párrafo primero).
2. Obliga al solicitante a ofrecer, en su caso, las pruebas documentales relativas al ofrecimiento de garantía; a la solicitud de
suspensión presentada ante la autoridad ejecutora, y si la hubiere, la documentación en que conste la negativa de la suspensión;
el rechazo de la garantía, o el reinicio de la ejecución, únicas admisibles en la suspensión (fracción III).
3. Para solicitar la suspensión, se obliga a ofrecer garantía mediante billete de depósito o póliza de fianza, para reparar daños
o indemnizar perjuicios que pudieran causarse a la demandada o terceros con la suspensión si no se obtiene sentencia favorable
en el juicio, debiendo expedir dichos documentos a favor de las partes mencionadas (fracciones IV y V).
4. Se obliga a exponer en el escrito de solicitud de la suspensión, las razones por las cuales se considera que debe otorgarse
la medida y los perjuicios que se causarían en caso de la ejecución de los actos cuya suspensión se solicite (fracción VII).
5. Condiciona el otorgamiento de la suspensión a que, sin entrar al fondo del asunto, se advierta claramente la ilegalidad
manifiesta del acto administrativo impugnado (fracción IX, inciso c).
6. Establece que se otorga la suspensión si la solicitud es promovida por la autoridad demandada por haberse concedido en
forma indebida (fracción XIV).

Por exigirse en el contencioso administrativo los mencionados requisitos, se actualiza la excepción al principio de
definitividad previsto en el artículo 73, fracción XV, de la LA; por lo tanto, no es necesario agotarlo para impugnar en amparo
indirecto las resoluciones objeto de competencia del TFJFA.

Así valorados los anteriores aspectos, se tiene entonces que el procedimiento contencioso administrativo, con la regulación
normativa prevista en la LFPCA, es ineficaz como de medio de defensa a favor de los administrados en contra de los actos de
la Administración, pues no permite suspender con menores requisitos que los previstos en la LA, los actos impugnados materia
de la competencia del TFJFA. Por ello, resulta más conveniente acudir al juicio de amparo indirecto.
https://www.ijf.cjf.gob.mx/publicaciones/revista/26/RIJ26-03FJimenez.pdf

3.6.9. Cuando la una Ley contempla una autoridad de hecho que se encuentra disuelta o no exista
En la vigente definición legal de "autoridad" para efectos del juicio de amparo destacan como características materiales
esencialísimas del acto de autoridad la unilateralidad y la obligatoriedad, con las cuales se establece una relación de "supra a
subordinación" entre la "autoridad" y la persona a quien se dirige su acto; y en virtud de la cual se crea, modifica o extingue
una situación jurídica respecto de la última. También es un acierto que la nueva Ley de Amparo aluda a los actos omisivos,
ya reconocidos desde el artículo 103 constitucional, con que se impiden estos últimos efectos jurídicos, pues de esa manera
se logra una mayor precisión y concordancia en su texto.

En esta nueva definición general también cabe la procedencia del juicio de amparo contra autoridades "defacto", que sólo se
previó jurisprudencialmente y que constituye un supuesto de necesaria consideración. El concepto primigenio de "autoridad
de hecho" corresponde a la carente de legitimidad política, y sirvió a Vallarta para ir contra la llamada "incompetencia de
origen" con que se pretendió dar forma jurídica a impugnaciones políticas dirigidas a los titulares de los órganos estatales.
Presidida por el jurista jalisciense, la Corte cerró esta vía admitiendo impugnaciones sólo en relación con la "competencia"
jurídicamente entendida, y no por aquel defecto.

De esta manera, una "autoridad de facto" puede ejercer funciones públicas y al hacerlo cometer violaciones a los derechos
fundamentales; contra éstas procederá el juicio de amparo, sin importar que aquélla sea ilegítima o no, sin que en este proceso
se estudie el último aspecto. Hoy la doctrina de la "incompetencia de origen" quizás admita un muy ligero matiz ante la
creación de autoridades que deben reputarse de facto; pero en esta hipótesis debe observarse que no es posible reclamar un
acto por el solo hecho de que la autoridad que lo emitió es ilegítima, sino que dicha reclamación habrá de dirigirse contra la
irregularidad de la creación del órgano cuyo acto ocasiona perjuicio inmediato, quedando en tal caso dicha reclamación como
una mera cuestión de "competencia".

Asimismo, tiene importancia que este precepto ya concibe a la autoridad responsable "con independencia de su naturaleza
formal", lo que deja fuera de duda que los organismos descentralizados tengan ese carácter cuando emiten actos unilaterales
y obligatorios. Este problema se superó tiempo atrás en algunos casos claros, en los cuales también produjeron dificultades la
especial naturaleza y la distinta personalidad jurídica de estos entes públicos.21 Pero actualmente, pese a esta nueva definición
legal, persisten zonas grises a su respecto,22 para las cuales podrían ser útiles las respuestas a las cuestiones que suscita el
carácter de "autoridad" que en algunos casos puede tener un particular, tema al que nos referiremos enseguida, y que
finalmente resolverá la sistematización de la jurisprudencia sobre este concepto.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0041-86332014000100011

3.6.10. Tercero extraño a juicio

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El tercero extraño a juicio por equiparación es la persona que debió ser llamado a juicio y no se le hizo el llamamiento, o se
le hizo el llamamiento pero de forma defectuosa.

“De no entenderse así, se presentaría una cadena interminable de amparos, alegando que no ha sido emplazado debidamente
y que no se conoce ningún dato del asunto a debate”.
- Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Ministro SCJN, Ponente.

“Esto que pomposamente se llama tercero extraño a juicio por equiparación, no es sino una parte del juicio que fue
indebidamente llamada a juicio una vez que la persona conoció del juicio agotó, ya sea, o el juicio de amparo indirecto o la
nulidad de actuaciones; él ya está enterado de ese proceso”.
- Arturo Zaldívar, Ministro SCJN.

De acuerdo con el ponente, el que una persona sepa que tiene una demanda en su contra, a pesar de que impugne con éxito el
llamamiento a juicio y, por ello, se ordene su nulidad, no implica que haya un desconocimiento total sobre el asunto.

En la otra contradicción de tesis en lista para esta sesión, el Pleno profundizó en el estudio del proyecto de resolución que
propone fijar como criterio jurisprudencial que:

No procede suplir la deficiencia de agravios cuando se interpone recurso de queja contra la resolución que desecha una
sentencia de amparo indirecto.
https://www.canaljudicial.mx/es/noticia/la-scjn-fija-criterio-en-materia-de-tercero-extrano-en-juicio

3.6.11. Falta de fundamentación y motivación


AMPARO CONCEDIDO POR FALTA DE FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. NO PROCEDE NUEVO JUICIO
DE GARANTÍAS POR LA MISMA CAUSA. La sentencia que otorga la protección constitucional contra un acto que carece
de fundamentación y motivación, tendrá por efecto dejar insubsistente el acto reclamado y que la autoridad dicte nueva
resolución subsanando los vicios formales que le afectaron, por lo que si en este último acto la responsable incide en dicha
omisión, no es impugnable mediante el juicio de garantías, sino a través del recurso de queja, ya por exceso, defecto en la
ejecución de la sentencia de amparo, o por repetición del acto reclamado, como lo disponen los artículos 95, fracción IV y
105 de la Ley de Amparo; además, porque estimar lo contrario propiciaría la promoción de diversos juicios de amparo
indirecto, cuantas veces la autoridad responsable dejara de motivar y fundar las nuevas resoluciones que emitiera, en
cumplimento de cada una de las ejecutorias en que se concediera la protección constitucional por violación a la garantía
contenida en el artículo 16 de la Constitución Federal.
http://sjf.scjn.gob.mx/SJFSist/Documentos/Tesis/187/187331.pdf

3.6.12. Por violación directa o algún precepto constitucional


RECURSOS ORDINARIOS Y AMPARO. VIOLACIONES DIRECTAS DE LA CONSTITUCION. La tesis que sostiene
que cuando se reclama sustancialmente la violación directa de preceptos constitucionales y no la violación de leyes ordinarias,
y sólo indirectamente la de la garantía de legalidad consagrada en los artículos 14 y 16 constitucionales, el particular afectado
puede optar por acudir directamente al juicio de garantías, sin necesidad de agotar los recursos o medios ordinarios de defensa,
no es una tesis que haga nugatoria la existencia de tales recursos y medios de defensa, pues éstos serán utilizables y será
necesario agotarlos cuando se trate de impugnar sustancialmente violaciones a las leyes ordinarias. Por lo demás, no queda al
arbitrio del afectado el referirse maliciosamente a violaciones de preceptos constitucionales para evitar los recursos ordinarios,
pues para que la impugnación prospere es menester que se demuestre ante el juzgador de amparo la violación directa de un
precepto constitucional, y si las autoridades no han incurrido en tal violación, el amparo no podrá ser concedido. Si las
autoridades hubiesen incurrido en violación de preceptos ordinarios, que sólo indirectamente violan la garantía de legalidad
mencionada, así tendrá que plantearse el concepto de impugnación, lo que definirá la necesidad de acudir a los recursos
ordinarios. Además, si los recursos ordinarios están destinados a proteger la legalidad, y el juicio de amparo a tutelar la
constitucionalidad, no se ve qué daño se haga a las autoridades cuando para la defensa directa de sus garantías violadas
(excepto la de legalidad, como se dijo), se permite al particular optar por acudir desde luego al juicio de amparo; ni se ve qué
ventaja legal pudiera implicar para las autoridades obligar siempre al afectado, aunque lo estime contrario a sus intereses
constitucionales, a agotar los recursos y medios ordinarios de defensa antes de plantear al Juez de amparo las violaciones
directas a la Constitución, cuyo conocimiento corresponde propia y específicamente a ese Juez de amparo. Por último, la
posible malicia con que las cuestiones sean planteadas, deberá ser estudiada y decidida, en todo caso, por el Juez de amparo,
partiendo del principio de que la buena fe se presume, y de que quien alega la mala fe de su contrario está obligado a
demostrarla.
http://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Documentos/Tesis/254/254874.pdf

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3.6.13. Opción de vías para la protección del gobernado
La tramitación del Juicio de Amparo se ejercita tomando en consideración la naturaleza del acto que se pretende reclamar. La
ley de la materia prevé dos vías: Amparo Directo, el cual procede en contra de sentencias definitivas, laudos y resoluciones
que pongan fi n al juicio y el Amparo Indirecto, que procede en contra de normas generales, actos u omisiones cometidos
dentro, fuera o después de concluido un juicio, contra actos u omisiones de autoridades administrativas, contra actos de
autoridad que no tengan el carácter de sentencias definitivas, así como contra actos en el procedimiento que sean de imposible
reparación, entre otros.
http://www.senado.gob.mx/64/pdfs/documentos_apoyo/64-65/LXIV/Medios_de_Control_Constitucional.pdf

3.6.14. Amparo contra leyes


AMPARO CONTRA LEYES. SUS EFECTOS SON LOS DE PROTEGER AL QUEJOSO CONTRA SU APLICACIÓN
PRESENTE Y FUTURA.
El principio de relatividad de los efectos de la sentencia de amparo establecido en los artículos 107, fracción II, constitucional
y 76 de la Ley de Amparo, debe interpretarse en el sentido de que la sentencia que otorgue el amparo tiene un alcance relativo
en la medida en que sólo se limitará a proteger al quejoso que haya promovido el juicio de amparo. Sin embargo, este principio
no puede entenderse al grado de considerar que una sentencia que otorgue el amparo contra una ley sólo protegerá al quejoso
respecto del acto de aplicación que de la misma se haya reclamado en el juicio, pues ello atentaría contra la naturaleza y
finalidad del amparo contra leyes. Los efectos de una sentencia que otorgue el amparo al quejoso contra una ley que fue
señalada como acto reclamado son los de protegerlo no sólo contra actos de aplicación que también haya impugnado, ya que
la declaración de amparo tiene consecuencias jurídicas en relación con los actos de aplicación futuros, lo que significa que la
ley ya no podrá válidamente ser aplicada al peticionario de garantías que obtuvo la protección constitucional que solicitó,
pues su aplicación por parte de la autoridad implicaría la violación a la sentencia de amparo que declaró la inconstitucionalidad
de la ley respectiva en relación con el quejoso; por el contrario, si el amparo le fuera negado por estimarse que la ley es
constitucional, sólo podría combatir los futuros actos de aplicación de la misma por los vicios propios de que adolecieran. El
principio de relatividad que sólo se limita a proteger al quejoso, deriva de la interpretación relacionada de diversas
disposiciones de la Ley de Amparo como son los artículos 11 y 116, fracción III, que permiten concluir que en un amparo
contra leyes, el Congreso de la Unión tiene el carácter de autoridad responsable y la ley impugnada constituye en sí el acto
reclamado, por lo que la sentencia que se pronuncie debe resolver sobre la constitucionalidad de este acto en sí mismo
considerado; asimismo, los artículos 76 bis, fracción I, y 156, que expresamente hablan de leyes declaradas inconstitucionales
por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; y, finalmente, el artículo 22, fracción I, conforme al cual
una ley puede ser impugnada en amparo como autoaplicativa si desde que entra en vigor ocasiona perjuicios al particular, lo
que permite concluir que al no existir en esta hipótesis acto concreto de aplicación de la ley reclamada, la declaración de
inconstitucionalidad que en su caso proceda, se refiere a la ley en sí misma considerada, con los mismos efectos antes
precisados que impiden válidamente su aplicación futura en perjuicio del quejoso. Consecuentemente, los efectos de una
sentencia que otorga la protección constitucional al peticionario de garantías en un juicio de amparo contra leyes, de acuerdo
con el principio de relatividad, son los de proteger exclusivamente al quejoso, pero no sólo contra el acto de aplicación con
motivo del cual se haya reclamado la ley, si se impugnó como heteroaplicativa, sino también como en las leyes autoaplicativas,
la de ampararlo para que esa ley no le sea aplicada válidamente al particular en el futuro.
http://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Documentos/Tesis/1005/1005115.pdf

3.6.15. Amparo contra reglamentos administrativos


Los reglamentos administrativos son actos de autoridad que son vulnerables a ser afectados por una impugnación mediante la
figura del amparo, ya que es una disposición de observancia general, abstracta y obligatoria, que regula una materia específica,
y su creación es consecuencia de una ley, por lo que su vida está condicionada a la existencia de la figura que la crea.

Aquellos reglamentos considerados actos de autoridad que generen supuestos de observancia obligatoria, pueden ser
impugnados mediante el juicio de amparo. Cuando se pretenda impugnar un reglamento administrativo a través de esta figura,
se aplicaran las disposiciones que señala la Ley de Amparo, en cuanto a lo dispuesto por el amparo contra leyes, como es el
caso de suplir la deficiencia de la demanda cuando ese reglamento haya sido declarado inconstitucional por la SCJN en
jurisprudencia.
https://definicionlegal.blogspot.com/2016/04/amparo-contra-reglamento-administrativo.html

3.6.16. Amparo contra invasión de la soberanía


Los supuestos jurídicos objetivados en las frs. II y III del art. 103 de la vigente Constitución (idem frs. II y III del art. 101 de
la Constitución de 1857) por su texto y como competencia de los tribunales de la Federación para resolver las controversias
que se suscitaran con motivo de las situaciones jurídicas abstractas insertas en dichas fracciones, por mandato constitucional
expreso, enuncian como susceptible materia del juicio constitucional las siguientes hipótesis:
Fracción II. Por leyes o actos de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la soberanía de los Estados.

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Fracción III. Por leyes o actos de las autoridades de estos que invadan la esfera de la autoridad federal.

Ahora bien, sin prejuzgar en forma alguna sobre la procedencia o improcedencia del llamado Juicio de Amparo-soberanía,
que se motivare por la invasión de soberanías, federal y de las entidades federativas, recíprocamente, y partiendo del supuesto
de que la fr. II del art. 103 constitucional alude a las controversias que se susciten por leyes o actos de la autoridad federal
que vulneren o restrinjan la soberanía de los estados, y la fr. III del propio precepto habla de las que surjan por leyes o actos
de las autoridades de los estados que invadan la esfera de la autoridad federal, o sea, que las controversias que se mencionan
en las fracciones transcritas con antelación, se concretan a las invasiones del poder federal en los estados y a las de estos en
la esfera federal; y considerando que la fr. I del precitado art. 103 constitucional instituye la procedencia del Juicio de Amparo
contra leyes o actos de autoridad (de la Federación o de las entidades federativas) que violen las garantías individuales,
acotando imperativamente y en forma categórica la identidad de la persona afectada por tales leyes o actos de autoridad; es
de creerse, dada la claridad enunciativa de las frs. II y III del art. 103 de la Carta Magna, que el constituyente estableció que:
Las entidades federativas o estados miembros de la Federación mexicana, son los entes a que se alude en el supuesto implícito
en la fr. II; y la Federación es el sujeto a que se contrae el supuesto previsto en la fr. III, como los afectados con los actos
intromisorios e invasores de soberanías que trastocan el ámbito de competencia constitucional bajo el cual se estructura nuestra
organización jurídico-política, y el predicado a tales sujetos lo constituye precisamente la invasión de soberanías.
http://www.pjenl.gob.mx/cj/Publicaciones/47.pdf

3.6.17. Principio de la deficiencia de la queja


Juventino V. Castro define la suplencia de la queja, en los términos siguientes:
Es un acto jurisdiccional dentro del proceso de amparo, de eminente carácter proteccionista y antiformalista, cuyo objeto es
integrar dentro de la litis las omisiones cometidas en las demandas de amparo, para ser tomadas en cuenta al momento de
sentenciar, siempre a favor del quejoso y nunca en su perjuicio, con las limitaciones y requisitos constitucionales conducentes.

Por su parte, Ignacio Burgoa, respecto a la suplencia de la queja deficiente, nos dice “que implica no ceñirse a los conceptos
de violación expuestos en la demanda de amparo, sino que para conceder al quejoso la protección federal, el órgano de control
puede hacer valer oficiosamente cualquier aspecto inconstitucional de los actos reclamados”.

La suplencia de la queja es una institución procesal que se justifica por la necesidad de equilibrar el proceso, especialmente
cuando se trata de favorecer a determinados sectores de la sociedad históricamente desventajados.
El objetivo de la suplencia es la búsqueda del equilibrio procesal; la finalidad de nivelación previa a resolver la cuestión
planteada, mediante la cual el juez puede realizar los ajustes necesarios, en la medida de las posibilidades del caso, con la
finalidad de que las partes en el litigio puedan acceder al mismo de una forma más equitativa y, por ende, más justa, en
relación con el momento en que acudieron al proceso.

Por lo anterior, la suplencia de la queja está sujeta a una racionalidad: la búsqueda de la igualdad procesal, que es uno de los
más importantes principios procesales.

En el proceso penal, la igualdad procesal se conoce como “igualdad de armas”, y supone la existencia de un mandato según
el cual cada parte del proceso penal debe poder presentar su caso bajo unas condiciones y garantías judiciales que permitan
equilibrar los medios y posibilidades de actuación procesal de tal manera que no se genere una posición sustancialmente
desventajosa de una de las partes frente a la otra, como la que de hecho se presenta entre el acusador (Ministerio Público) y
el acusado, a favor del primero y en detrimento del segundo.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4317/28.pdf

3.6.18. Excepciones:
3.6.18.1. Amparo agrario: sujetos activos, ejidos, comunidades, ejidatarios, comuneros, aspirantes a dichas categorías,
personalidad, demanda, informes justificados, alegatos, suspensión de oficio y de plano, sentencia, art. 227 LFA
Independientemente de las reglas procesales aplicables para la tramitación del amparo directo o indirecto, el amparo en materia
agraria por la naturaleza social del derecho agrario posee algunas excepciones. Algunas reglas específicas que se aplican a
esta clase de amparo son las siguientes:

Tienen representación legal para interponer el juicio de amparo en nombre de un núcleo de población:
I. Los comisariados ejidales o de bienes comunales;
II. Los miembros del comisariado o del Consejo de Vigilancia o cualquier ejidatario o comunero perteneciente al núcleo de
población perjudicado, si después de transcurridos quince días de la notificación del acto reclamado, el comisariado no ha
interpuesto la demanda de amparo.

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III. Quienes la tengan, en los términos de la Ley Federal de Reforma Agraria, en los casos de restitución, dotación y de
ampliación de ejidos, de creación de nuevos centros de población y en los de reconocimiento y titulación de bienes comunales.

Quienes interpongan amparo en nombre y representación de un núcleo de población, acreditarán su personalidad en la


siguiente forma:
I. Los miembros de los Comisariados, de los Consejos de Vigilancia, de los Comités Particulares Ejecutivos y los
representantes de bienes comunales, con las credenciales que les haya expedido la autoridad competente y en su defecto, con
simple oficio de la propia autoridad competente para expedir la credencial, o con copia del acta de la asamblea general en que
hayan sido electos. No podrá desconocerse su personalidad, aun cuando haya vencido el término para el que fueron electos,
si no se ha hecho nueva elección y se acredita ésta en la forma antes indicada.

II. Los ejidatarios o comuneros pertenecientes al núcleo de población perjudicado, con cualquier constancia fehaciente.

La demanda de amparo podrá interponerse en cualquier tiempo, cuando el amparo se promueva contra actos que tengan o
puedan tener por efecto, privar total o parcialmente, en forma temporal o definitiva, de la propiedad, posesión o disfrute de
sus derechos agrarios a un núcleo de población sujeto al régimen ejidal o comunal.

Cuando el juicio de amparo se promueva contra actos que causen perjuicio a los derechos individuales de ejidatarios o
comuneros, sin afectar los derechos y el régimen jurídico del núcleo de población a que pertenezcan, el término para
interponerlo será de treinta días.

Se notificará personalmente a las entidades o individuos que cita el artículo 212 de la Ley de Amparo en vigor:
I. El auto que deseche la demanda;
II. El auto que decida sobre la suspensión;
III. La resolución que se dicte en la audiencia constitucional;
IV. Las resoluciones que recaigan a los recursos;

V. Cuando el Tribunal estime que se trata de un caso urgente o que, por alguna circunstancia se puedan afectar los intereses
de los núcleos de población o de ejidatarios o comuneros en lo particular, y
VI. Cuando la ley así lo disponga expresamente.

Cuando se señalen como reclamados actos que tengan o puedan tener por efecto privar de sus derechos agrarios a un núcleo
de población quejoso, o de sus derechos individuales a ejidatarios o comuneros, podrá acudirse, en los términos del artículo
38 de la Ley de Amparo, a la competencia auxiliar, que estará facultada para suspender provisionalmente el acto reclamado.

Con la demanda de amparo, el promovente acompañará copias para las partes que intervengan en el juicio. No será obstáculo
para la admisión de la demanda la falta de cumplimiento de este requisito, en cuyo caso el juez oficiosamente mandará
sacarlas.

En los amparos interpuestos en materia agraria, las autoridades responsables deberán rendir sus informes justificados dentro
del término de diez días, que el juez de Distrito podrá ampliar por otro tanto, si estimare que la importancia del caso lo amerita.
http://cursos.aiu.edu/Derecho%20Procesal%20Agrario/PDF/Tema%203.pdf

3.6.18.2. Amparo laboral, demanda, personalidad, informes justificados, alegatos, suspensión social, sentencia
(art.76 bis LFA)
PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD EN MATERIA LABORAL. LA EXCEPCIÓN PREVISTA EN EL SEGUNDO
PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 171 DE LA LEY DE AMPARO EN BENEFICIO DEL TRABAJADOR, TAMBIÉN ES
APLICABLE CUANDO RECLAME ACTOS JURISDICCIONALES EN AMPARO INDIRECTO. En el artículo citado se
estableció la obligación de las partes de reclamar en el amparo directo las violaciones al procedimiento que adviertan y que
consideren que los perjudican, siempre y cuando hubieran agotado los medios ordinarios de defensa que cada legislación
prevé; empero, eximió de este requisito, entre otros, a los trabajadores. La causa de la exención indicada en asuntos de
naturaleza laboral radica, medularmente, en la circunstancia de que quien promueve es la parte obrera, respecto de la cual los
tribunales federales han considerado históricamente que se encuentra en desventaja frente a su patrón, por lo que se estima
que es aplicable también para actos de naturaleza jurisdiccional que son materia de amparo indirecto, como lo es el reclamo
de la notificación del laudo dictado en un juicio; lo anterior, acorde con el principio de mayor beneficio en favor del gobernado,
derivado de la reforma constitucional que privilegió el análisis, protección y promoción de los derechos humanos.

3.7. Suspensión en el amparo:

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3.7.1. Oficiosa
La suspensión contra actos que ataquen la dignidad, libertad o integridad personales del quejoso, debe proceder oficiosamente.
De esta manera, se asegura un “recurso sencillo y efectivo” contra dichas violaciones. Se reitera en la fracción III que
proponemos, la suspensión que debe darse a los efectos del auto de apertura de juicio oral, según lo señalado en la sección
anterior. Esto con el objeto de que se impida la ejecución de dicha resolución, y se ocasionen los perjuicios irreparables que
traería consigo la tramitación del juicio oral. Proponemos derogar el último párrafo del artículo 130 de la Ley de Amparo, en
virtud de que la suspensión provisional que dispone para el caso de la restricción de la libertad personal fuera de procedimiento
judicial, corresponde a la suspensión dictada a instancia de parte; y por ende se refiere a una hipótesis incompatible con
nuestra sugerencia de reforma. El otorgamiento de esta suspensión de oficio no implica la permanencia de beneficio indebido
a la persona a quien se otorgue. El artículo 140 de la Ley de Amparo permite revocar o modificar esta suspensión, cuando
hayan variado las circunstancias del caso, como de haber elementos que justifican la detención; lo que el juzgador podrá
apreciar con base en la ponderación que manda la regulación suspensional. Finalmente, proponemos reformar, como
sugerimos en algún momento, el artículo 117 de la Ley de Amparo, para que no tenga el sentido de que se exija a quien
promueve el juicio de garantías por una privación de libertad fuera de procedimiento judicial, indicar el lugar en que está
detenido el agraviado. Usamos los mismos términos que la fórmula vigente, habiendo simplemente sustituido sus signos de
puntuación e invertido sus frases para hacer notar el cambio. Con esta sencillísima modificación, se obtiene una disposición
mucho más clara y, especialmente, apegada al derecho internacional.
https://mexico.leyderecho.org/suspension-oficiosa/

3.7.2. A petición de parte


En amparo indirecto, la suspensión a petición de parte puede concederse de manera provisional o definitiva.

a) Suspensión provisional. Procede sólo cuando existe peligro inminente de que se ejecute el acto reclamado con notorios
perjuicios para el quejoso, caso en el cual el Juez de Distrito, con la sola presentación de la demanda de amparo, puede
ordenar, en el mismo auto admisorio, que las cosas se mantengan en el estado que guarden hasta que se notifique a la autoridad
responsable la resolución que dicte sobre la suspensión definitiva, tomándose las medidas que se estimen convenientes para
que no se defrauden derechos de tercero y se eviten perjuicios a los interesados.

Luego, la suspensión provisional implica la paralización del acto reclamado únicamente en tanto se resuelve si es o no
procedente la suspensión definitiva, y para que ella se otorgue, además de los requisitos que deben satisfacerse para que se
conceda la suspensión a petición de parte —artículo 124 de la Ley de Amparo— es necesario que se cumplan dos exigencias
más: que se presente un peligro inminente de que se ejecute el acto reclamado y que tal ejecución pueda causar notorios
perjuicios al quejoso.
https://mexico.leyderecho.org/suspension-a-peticion-de-parte-del-amparo-indirecto/

SUSPENSIÓN A PETICIÓN DE PARTE. REQUISITOS DE PROCEDENCIA CONFORME A LA LEY DE AMPARO,


VIGENTE A PARTIR DEL 3 DE ABRIL DE
2013. Conforme a los artículos 107, fracción X, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 125, 128 y 131
a 158 de la Ley de Amparo, vigente a partir del 3 de abril de 2013, en el análisis de la suspensión deben distinguirse diversos
temas de estudio escalonado como son: i) los requisitos de su procedencia que, en su conjunto, tendrán como resultado
determinar si la medida cautelar debe o no concederse; ii) los efectos de dicha medida, que consiste en la precisión detallada
de lo que las autoridades deben hacer o abstenerse de realizar; iii) las medidas o garantías que, en su caso, se pidan al quejoso
para que los efectos de la suspensión continúen; y, iv) las previsiones que el juzgador tome para que no se abuse de los efectos
de la suspensión. Respecto al primer tema, fuera de los casos en que proceda de oficio o de las regulaciones especiales, podrá
otorgarse la suspensión de los actos reclamados, siempre y cuando se cumplan los siguientes requisitos de procedencia en el
orden que se señalan: 1. La petición de parte; 2. La existencia del acto reclamado, que en el caso de la suspensión provisional
se presume con base en las manifestaciones o afirmaciones que el quejoso formule bajo protesta de decir verdad en su
demanda, y para la definitiva requiere que se haya aceptado su existencia, o bien, prueba de ella; 3. La naturaleza del acto
reclamado, esto es, que el acto reclamado sea susceptible de ser suspendido conforme a su naturaleza, análisis en el cual debe
tomarse en cuenta la clasificación que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha formulado respecto de los que admiten
suspensión y los que no (actos consumados, negativos, futuros e inciertos, etc.); 4. El quejoso debe resentir una afectación a
su interés jurídico o legítimo, aspecto que debe estar acreditado indiciariamente para efectos de la suspensión provisional y,
en un grado probatorio mayor, para la suspensión definitiva; y, 5. La ponderación entre la apariencia del buen derecho y el
interés social o las disposiciones de orden público en los términos desarrollados por el Más Alto Tribunal.
https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Documentos/Tesis/2006/2006085.pdf

3.7.3. Social

51
SUSPENSIÓN EN EL JUICIO DE AMPARO. PARA DETERMINAR SI SE AFECTA EL ORDEN PÚBLICO E INTERÉS
SOCIAL, DEBE SOPESARSE EL PERJUICIO REAL Y EFECTIVO QUE PODRÍA SUFRIR LA COLECTIVIDAD, CON
EL QUE PODRÍA AFECTAR A LA PARTE QUEJOSA CON LA EJECUCIÓN DEL ACTO RECLAMADO Y EL MONTO
DE LA AFECTACIÓN DE SUS DERECHOS EN DISPUTA. El artículo 124 de la Ley de Amparo condiciona la concesión
de la suspensión, además de la solicitud del quejoso, en primer lugar, a que no se afecte el orden público y el interés social, y
en segundo, a que sean de difícil reparación los daños y perjuicios que se le causen al agraviado con la ejecución del acto
reclamado. Ahora bien, para determinar si existe esa afectación no basta que la ley en que se fundamente el acto sea de orden
público e interés social, sino que debe evaluarse si su contenido, fines y consecución son contrarios a los valores y principios
que inspiran el orden público, capaz de restringir derechos fundamentales de los gobernados, o si son realmente significativos
para afectar el interés social. Efectivamente, las leyes, en mayor o menor medida, responden a ese interés público, sin embargo,
esto no puede ser una habilitación absoluta, capaz de afectar derechos fundamentales de modo irreversible, ya que también es
deseable por la sociedad que las autoridades no afecten irremediablemente derechos sustanciales de los particulares,
especialmente cuando tienen el carácter de indisponibles o irreductibles como la libertad, igualdad, dignidad y los demás
consagrados en el artículo 16 constitucional, por ser sus consecuencias de difícil o de imposible reparación. Así las cosas,
para aplicar el criterio de orden público e interés social debe sopesarse el perjuicio que podrían sufrir las metas de interés
colectivo perseguidas con los actos concretos de aplicación, con el perjuicio que podría afectar a la parte quejosa con la
ejecución del acto reclamado y el monto de la afectación de sus derechos en disputa.
http://sjf.scjn.gob.mx/SJFSist/Documentos/Tesis/180/180447.pdf

3.7.4. Definitiva
SUSPENSION DEFINITIVA DEL ACTO RECLAMADO. SU FINALIDAD Y EFECTOS.
El principio que uniformemente se ha sostenido sobre la materia como condición fundamental para que pueda decretarse la
suspensión, es el de que ésta no deje sin materia el juicio de amparo, ni surta los efectos de reparabilidad del acto reclamado
que competen a la sentencia que en este último se dicte, sino que las cosas se conserven en el estado jurídico en que se
encuentre al impetrarse la protección federal. Sobre el particular pueden citarse las tesis jurisprudenciales constantes a fojas
1418, voz "Suspensión" y 1436, voz "Suspensión, efectos de la" del Apéndice al Tomo LXIV del Semanario Judicial de la
Federación. Ahora bien, analizando la petición del quejoso, resulta que, de accederse a ella, se contravendrían las expresadas
reglas, supuesto que, al verificar el quejoso el desmantelamiento de la planta de su propiedad y disponer de ella, vendiéndola
como lo tiene concertado, por medio del Banco Hipotecario, Fiduciario y de Ahorros, S. A., según la escritura de ese convenio
que el mismo promovente exhibió como prueba en autos, se violaría el requisito que manda conservar la materia de juicio,
toda vez que para el caso de negativa del amparo en cuanto al fondo, ya no podría surtir efecto alguno el fallo correspondiente.
Por otra parte, el efecto de la suspensión no sería otro que el de una verdadera restitución de las cosas al estado que guardaban
antes del acto que se estima violatorio de garantías, porque al interponente el amparo, quedaría en aptitud de ejercitar los
derechos que le restringen las autoridades responsables.
http://sjf.scjn.gob.mx/SJFSist/Documentos/Tesis/816/816994.pdf

3.8. Recursos en el Amparo


3.8.1. Queja, reclamación, revisión
Ley de Amparo
Capítulo XI. Medios de Impugnación.

Artículo 80.
En el juicio de amparo sólo se admitirán los recursos de revisión, queja y reclamación; y tratándose del cumplimiento de
sentencia, el de inconformidad.

Los medios de impugnación, así como los escritos y promociones que se realicen en ellos podrán ser presentados en forma
impresa o electrónicamente. Los requisitos relativos al acompañamiento de copias o de presentación de cualquier tipo de
constancias impresas a los que se refiera el presente Capítulo, no serán exigidos a las partes que hagan uso de las tecnologías
de la información a las que se refiere el artículo 3o de esta Ley, en el entendido de que, cuando así sea necesario, tales
requisitos serán cumplimentados por esa misma vía.

Para el caso de que los recursos se presenten de manera electrónica, se podrá acceder al expediente de esa misma forma.

 Sección Primera. Recurso de Revisión


Artículo 81.
Procede el recurso de revisión:

I. En amparo indirecto, en contra de las resoluciones siguientes:

52
a) Las que concedan o nieguen la suspensión definitiva; en su caso, deberán impugnarse los acuerdos pronunciados en la
audiencia incidental;

b) Las que modifiquen o revoquen el acuerdo en que se conceda o niegue la suspensión definitiva, o las que nieguen la
revocación o modificación de esos autos; en su caso, deberán impugnarse los acuerdos pronunciados en la audiencia
correspondiente;

c) Las que decidan el incidente de reposición de constancias de autos;

d) Las que declaren el sobreseimiento fuera de la audiencia constitucional; y

e) Las sentencias dictadas en la audiencia constitucional; en su caso, deberán impugnarse los acuerdos pronunciados en la
propia audiencia.

II. En amparo directo, en contra de las sentencias que resuelvan sobre la constitucionalidad de normas generales que
establezcan la interpretación directa de un precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos o de los
derechos humanos establecidos en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, u omitan decidir sobre
tales cuestiones cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y trascendencia, según lo
disponga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cumplimiento de acuerdos generales del pleno.

La materia del recurso se limitará a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras.

 Sección Segunda. Recurso de Queja


Artículo 97.
El recurso de queja procede:

I. En amparo indirecto, contra las siguientes resoluciones:

a) Las que admitan total o parcialmente, desechen o tengan por no presentada una demanda de amparo o su ampliación;

b) Las que concedan o nieguen la suspensión de plano o la provisional;


c) Las que rehúsen la admisión de fianzas o contrafianzas, admitan las que no reúnan los requisitos legales o que puedan
resultar excesivas o insuficientes;

d) Las que reconozcan o nieguen el carácter de tercero interesado;

e) Las que se dicten durante la tramitación del juicio, o del incidente de suspensión, que no admitan expresamente el recurso
de revisión y que por su naturaleza trascendental y grave puedan causar perjuicio a alguna de las partes, no reparable en la
sentencia definitiva; así como las que con las mismas características se emitan después de dictada la sentencia en la audiencia
constitucional;

f) Las que decidan el incidente de reclamación de daños y perjuicios;

g) Las que resuelvan el incidente por exceso o defecto en la ejecución del acuerdo en que se haya concedido al quejoso la
suspensión provisional o definitiva del acto reclamado; y

h) Las que se dicten en el incidente de cumplimiento sustituto de las sentencias de amparo;

II. Amparo directo, tratándose de la autoridad responsable, en los siguientes casos:

a) Cuando omita tramitar la demanda de amparo o lo haga indebidamente;

b) Cuando no provea sobre la suspensión dentro del plazo legal, conceda o niegue ésta, rehúse la admisión de fianzas o
contrafianzas, admita las que no reúnan los requisitos legales o que puedan resultar excesivas o insuficientes;

c) Contra la resolución que decida el incidente de reclamación de daños y perjuicios; y

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d) Cuando niegue al quejoso su libertad caucional o cuando las resoluciones que dicte sobre la misma materia causen daños
o perjuicios a alguno de los interesados.

 Sección Tercera. Recurso de Reclamación


Artículo 104.
El recurso de reclamación es procedente contra los acuerdos de trámite dictados por el presidente de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación o por los presidentes de sus salas o de los tribunales colegiados de circuito.

Dicho recurso se podrá interponer por cualquiera de las partes, por escrito, en el que se expresan agravios, dentro del término
de tres días siguientes al en que surta sus efectos la notificación de la resolución impugnada.
https://www.sitios.scjn.gob.mx/leyamparo/?q=t1cp113

3.8.2. Su sustanciación, ante las diversas instancias federales


La Ley de Amparo que entró en vigor el 3 de abril de 2014 introdujo modificaciones importantes, incluso en materia de
recursos, de las cuales me ocuparé en este trabajo.

El primer cambio que se observa en la nueva ley es en la denominación del Capítulo XI –que esencialmente se refiere a los
recursos en la anterior y la actual–, ya que en la abrogada se titulaba “De los recursos”2 y en la vigente se rotula “Medios de
Impugnación”. El artículo 80 de la ley vigente añade a los recursos de revisión, queja y reclamación que preveía la anterior
ley (artículo 82), el de inconformidad, “tratándose del cumplimiento del cumplimiento de sentencia”, que en la jurisprudencia
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se consideraba como un medio de defensa, previsto en los artículos 105 y 108
de la anterior ley, y no propiamente como un recurso. La denominación genérica de medios de impugnación puede ser
entendida por el hecho de que ahora no sólo comprende a los recursos mencionados en primer lugar, sino también incorpora
a la inconformidad, que procesalmente es un medio de defensa, cuestión ésta que sólo dejo anotada, pues no nos es posible
detenernos ahora en su estudio.

En términos generales, los cambios más importantes en cuanto a los recursos en el amparo se concretan en la regulación de
la revisión y la queja, dado las implicaciones mutuas que conllevan, puesto que algunas de las resoluciones que en la anterior
ley se impugnaban mediante el recurso de revisión, ahora son recurribles por medio del recurso de queja (por ejemplo, debe
destacarse el caso del auto que desecha la demanda de amparo o tiene por no interpuesta la demanda admitían el recurso de
revisión), y en otros casos, que habían dado lugar a múltiples interpretaciones, que había dilucidado la Suprema Corte de
Justicia, ahora se aclara normativamente, al incorporar el legislador en el texto de la nueva ley lo que ese Alto Tribunal ha
resuelto (por ejemplo, se incorpora en la ley que el recurso de queja procede contra la admisión o el desechamiento parcial de
la demanda, lo que antes se había determinado por vía de interpretación jurisprudencial).

Cabe resaltar que en la nueva Ley de Amparo continúa una antigua tradición consistente en incorporar en su texto
generalmente criterios estables y trascendentes emitidos por la Suprema Corte de Justicia o por los Tribunales Colegiados de
Circuito. Cuando esto sucede, la remisión a la tesis de jurisprudencia o ejecutoria correspondiente debe constituir una fuente
interpretativa relevante, de una importancia similar a la que representa acudir a los trabajos preparatorios de cualquier
ordenamiento legislativo.

En este sentido, cualquier duda sobre el significado que pueda atribuirse al texto normativo que sintetiza esos criterios, puede
ser resuelta por medio de la consulta a la jurisprudencia o ejecutoria de la que derive, que debe ser el punto de partida para
establecer el alcance de la disposición de que se trate –no de llegada, porque la interpretación que se obtenga puede ampliar
los beneficios, o limitar las restricciones, según corresponda, del criterio que sirvió de fuente normativa–.
https://revistas-colaboracion.juridicas.unam.mx/index.php/judicatura/article/viewFile/31535/28521

Unidad 4. Juicio de Nulidad (Procedimiento Administrativo)

4.1. Juicio de nulidad, concepto, naturaleza procesal jurídica


El juicio de nulidad es el proceso mediante el cual el contribuyente al no verse satisfecho por la resolución de algún recurso
administrativo, ejerce su derecho de demandar la nulidad del acto que recurre ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa. Esto es lograr el objeto de anular una resolución que impone una carga fiscal.
https://revista-amparo.webnode.mx/news/juicio-de-nulidad/

El Juicio de Nulidad, el cual es un procedimiento que puede hacer valer el contribuyente únicamente ante el TFJFA.

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La autoridad sólo constituye una de las partes, a la par del particular y el que conocerá será una autoridad jurisdiccional, en
este caso denominada “Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa”.

La naturaleza jurídica del Juicio de Nulidad es una naturaleza jurisdiccional (aún cuando dicho Tribunal posee una naturaleza
jurídica formalmente legislativa, materialmente es jurisdiccional), por el hecho de constituir un proceso. Por tratarse de un
control jurisdiccional.

El control jurisdiccional es el control que despliegan los jueces, lo que implica como conditio sine qua non que el administrado
acuda ante el juez competente y deduzca ante él las pretensiones correspondientes en contra de la administración pública con
motivo de actuaciones concretas de ésta. Todo aquello discurre dentro de la estructura del proceso, por lo cual es necesario
que exista un juicio en el que se configure una contienda, razón por la que también se le conoce como control contencioso.
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lfis/mesta_m_r/capitulo3.pdf

4.2. Sujetos del juicio de nulidad

4.2.1. Actor
I. Al demandante o el actor. "En este caso se trata de la persona física o moral a quien lesiona la resolución administrativa
impugnada en sus derechos o pretensiones legítimamente tutelados por la legislación positiva, lo que le otorga el interés
jurídico para poner en movimiento la acción jurisdiccional del Tribunal Fiscal de la federación y obtener una sentencia
favorable
https://revista-amparo.webnode.mx/news/juicio-de-nulidad/

4.2.2. Autoridades demandadas


II.
A los demandados. Tienen el carácter de tales:

a) La autoridad que dictó la resolución impugnada


b) El particular a quien favorezca la resolución cuya modificación o nulidad pida la autoridad administrativa.

c) El jede del Servicio de Administración tributaria o titular de la dependencia o entidad de la Administración Pública
federal, Procuraduría General de la República o Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, de la que deprenda la
autoridad mencionada en la fracción anterior.

d) La Secretaria de Hacienda y Crédito Público, que podrá apersonarse en juicios en que se controviertan actos de autoridades
federativas coordinadas, emitidos con fundamento en convenios o acuerdos en materia de coordinación en ingresos federales.
La Secretaria de Hacienda y Crédito Público podrá apersonarse como parte en otros juicios en que se controvierta el interés
fiscal de la Federación dentro del mismo plazo que corresponda a la autoridad demandada.
https://revista-amparo.webnode.mx/news/juicio-de-nulidad/

4.2.3. Tercero perjudicado


Al tercero que tenga un derecho incompatible con la pretensión del demandante."
https://revista-amparo.webnode.mx/news/juicio-de-nulidad/
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lfis/mesta_m_r/capitulo5.pdf

4.3. Demanda, concepto, naturaleza procesal jurídica


Ovalle Favela define la demanda como “el acto procesal por el cual una persona, que se constituye por el mismo en parte
actora o demandante, inicia el ejercicio de la acción y formula su pretensión ante el órgano jurisdiccional”.

Desde luego, no debe confundirse este acto procesal con el escrito a través del cual normalmente se manifiesta. En el caso del
juicio contencioso administrativo, el derecho subjetivo de acción no se agota con la presentación de un escrito de demanda,
sino con el transcurso del plazo que la ley otorga para impugnar el acto administrativo de que se trate; lo que implica que,
mientras no se extinga dicho plazo, pueden presentarse varios escritos a través de los cuales se vaya completando la exposición
de la pretensión del actor, todos los cuales deben considerarse como partes del acto procesal denominado demanda.

La demanda con la cual inicia un juicio contencioso administrativo contiene la pretensión de que se declare la nulidad de uno
o más actos administrativos y, en su caso, se provea para la efectividad del fallo; caracterizándose por la formulación de
conceptos de impugnación (razonamientos lógico-jurídicos dirigidos a evidenciar la ilegalidad del acto impugnado).

55
Ahora bien, la delimitación del concepto de la ampliación de demanda resulta un poco más compleja, pues varía dependiendo
del tipo de juicio dentro del cual se examine. Para contextualizar esta figura, conviene revisar lo que sobre ella establecen el
Código Federal de Procedimientos Civiles (CFPC), la Ley de Amparo y, finalmente, la propia Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo (LFPCA).
http://cesmdfa.tfja.gob.mx/investigaciones/historico/pdf/elproblemadelasegundaampliacionededemanda.pdf

NATURALEZA JURÍDICA DE LA DEMANDA Se fundamenta su origen al derecho de petición, exigir el cumplimiento de


sus derechos conculcados; el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, que más que un derecho procesal es un derecho
humano de categoría universal.
https://es.slideshare.net/stalintalospon/la-demanda-partes-conceptoejemplos-clases

4.4. Contestación de la demanda


De acuerdo con el artículo 258, el demandado formulará la contestación de la demanda en lo términos prevenidos para la
misma. Es decir, que el escrito de contestación de formulará en cuatro partes: proemio, hechos, derechos y puntos petitorios.
https://www.uaeh.edu.mx/docencia/P_Presentaciones/huejutla/derecho/derecho%20procesal%20civil%201/el_juicio_ordina
rio_civil.pdf

La contestación a la demanda en el proceso contencioso administrativo es el escrito en el que la parte demandada fija su
posición procesal y se opone a las alegaciones formuladas por el recurrente en el escrito de demanda con la debida separación,
los hechos, los fundamentos de derecho y las pretensiones,
https://practico-administrativo.es/vid/contestacion-proceso-administrativo-427619058

CONTESTACION DE LA DEMANDA JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO


 las pruebas que ofrezca
 prueba testimonial y pericial
Además se debe adjuntar a la contestación:

 copias y documentos que acompañe


 documento que acredite la personalidad
 cuestionario que debe desahogar el perito
 las pruebas documentales que se ofrezcan
 los incidentes a que haya lugar
 las consideraciones que a su juicio, que no hay o se ha extinguido el derecho del actor sobre los hechos que se le
imputen
 se referirá a cada uno de los hechos que se le imputen
 los argumentos por medio delos cuales se demuestre la ineficacia de los conceptos de impugnación

CONTESTACION DE LA DEMANDA JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO


NO PODRAN CAMBIARSE LOS FUNDAMENTOS DE DERECHO DE LA RESOLUCION IMPUGNADA
EL DEMANDADO EN SU CONTESTACION DEBE EXPRESAR:
 se corre traslado al demandado
 se emplaza a 45 días
 en caso de ampliación de la demanda
 se emplaza a 20 días
 si no se produce contestación de la demanda se dará por ciertos los hechos que el actor impute
 la autoridad demandada o la facultada para contestar la demanda expresara los hechos y el derecho en que apoya la
misma

Cuando haya contradicciones entre los hechos y fundamentos dados por la contestación de la autoridad federativa, que dicto
la resolución impugnada y la formulada por el titular de la dependencia descentralizada se tomara en cuenta lo expuesto por
esta última.
https://prezi.com/5pgknyelp9pb/contestacion-de-la-demanda-juicio-contencioso-administrativo/

4.5. Acuerdos:

4.5.1. Admisorio
 Lugar y fecha

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 Referir al escrito y especificar anexos.
 Establecer quien comparece si es por conducto de apoderado, especificarlo y describir su poder (en este momento
estudiamos si cumple los requisitos de ley)
 Domicilio (ojo 1390 bis 10)
 Autorizaciones (simples o mandatarios judiciales)
 Admitir o prevenir
 En caso de admitir ordenar emplazamiento, señalar plazo para contestar.
 Anuncio de que las partes deberán asistir a la audiencia preliminar con apercibimiento de multa 1390 bis 21 y 1390
bis 33
 Las demás peticiones que se hagan.
http://stj.col.gob.mx/Centro_de_Estudios_Judiciales/assets/docs/materiales/2013/REQUISITOS%20M%C3%8DNIMOS%2
0DE%20AUTOS.pdf

AUTO DE ADMISIÓN DE LA DEMANDA DE AMPARO DIRECTO. EL PRESIDENTE DEL TRIBUNAL COLEGIADO


DE CIRCUITO DEBE MANDAR NOTIFICAR A LAS PARTES Y HACERLES SABER EXPRESAMENTE QUE
CUENTAN CON EL PLAZO DE QUINCE DÍAS PARA FORMULAR ALEGACIONES O PROMOVER AMPARO
ADHESIVO (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 181 DE LA LEY DE AMPARO, VIGENTE A PARTIR DEL TRES
DE ABRIL DE DOS MIL TRECE). En el proceso en general y en el amparo, existen, entre otros principios, el de interés
público o general del proceso, el de igualdad de las partes ante la ley procesal y en el proceso, y el de obligatoriedad de los
procedimientos establecidos en la ley; conforme a los cuales el procedimiento del juicio de amparo debe desarrollarse de
acuerdo con los lineamientos establecidos en la legislación y ni las partes ni el juzgador están facultados para modificarlos o
alterarlos, salvo que la ley expresamente lo permita. Por su parte, el artículo 181 de la Ley de Amparo, vigente a partir del
tres de abril de dos mil trece, prevé que si el presidente del Tribunal Colegiado no advierte motivo de improcedencia o defecto
en la demanda, la admitirá y mandará notificar a las partes el acuerdo relativo, para que en el plazo de quince días presenten
sus alegatos o promuevan amparo adhesivo; esto es, dicho precepto legal impone el deber procesal al presidente del Tribunal
Colegiado de Circuito, que al admitir la demanda de amparo directo mande notificar a las partes el acuerdo y les haga saber
el plazo y el objeto de éste; lo que se corrobora con el contenido del artículo 287 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, de aplicación supletoria por disposición expresa del artículo 2o. de la citada ley, al establecer que en los autos debe
asentarse la razón del día en que comience a correr un término y del en que deba concluir. Por tanto, en el supuesto de admitir
la demanda de amparo directo, resulta ineludible el deber procesal del presidente del Tribunal Colegiado de Circuito, de
mandar notificar a las partes y hacerles saber expresamente que cuentan con el plazo de quince días para formular alegaciones
o promover amparo adhesivo.
https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Documentos/Tesis/2003/2003922.pdf

4.5.2. Preventivo
Cuando de la lectura de la queja se deprenda que no se cumplen con las formalidades mínimas, como acreditar personalidad,
señalas domicilio para oír y recibir notificaciones del quejoso y del requerido. Para el caso de que se prevenga, se notificará
de manera personal al quejoso la prevención para efecto que subsane las omisiones de su escrito de queja en un término de
cinco días hábiles.
https://www.prosoc.cdmx.gob.mx/subprocuradurias-y-coordinaciones/subprocuraduria-de-derechos-y-obligaciones-de-
propiedad-en-condominio/procedimiento-administrativo-de-aplicacion-de-sanciones

4.5.3. Desechamiento de incompetencia


DESECHAMIENTO DE DEMANDA POR INCOMPETENCIA. IMPROCEDENCIA DEL.
Es indebido el proceder del a quo al desechar la demanda de amparo argumentando falta de competencia en razón de que tal
circunstancia no encuadra dentro de ninguna de las hipótesis previstas en el artículo 73 de la Ley de Amparo; máxime que
cuando se presenta ante un juez de Distrito una demanda de garantías contra los actos expresados en el artículo 44 de la Ley
de la materia deberá declararse incompetente y remitirla al tribunal colegiado que corresponda, en atención a lo dispuesto por
el artículo 49 de la Ley en cita.
http://sjf.scjn.gob.mx/SJFSist/Documentos/Tesis/228/228305.pdf

4.6. Notificaciones, términos, incidentes de previo y especial pronunciamiento, nulidad de actuaciones


INCIDENTE DE NULIDAD DE NOTIFICACIONES EN EL JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.
1) Es de previo y especial pronunciamiento (suspende el procedimiento hasta su resolución).
2) PROCEDENCIA. Contra las notificaciones de las resoluciones emitidas ya sea por el Magistrado instructor o por la Sala
Fiscal en Pleno.
a. Si no se practicaron conforme a lo previsto en el Código Fiscal Federal.
b. Por omisión de la notificación.
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c. Que se refiera a cualquier actuación o acuerdo o resolución unitaria o colegiada, que deba ser del conocimiento del afectado.
d. Dictada en cualquier etapa del juicio:
- Puede ser contra un auto preventivo.
- Un requerimiento.
- Contra una resolución interlocutoria.
- Incluso si se trata de la sentencia que ponga fin al juicio de nulidad.

3) TRÁMITE.
a. LEGITIMACIÓN: Sólo la tiene la parte perjudicada, no así su contraparte.
b. INTERPOSICIÓN: Ante la propia Sala o sección del conocimiento respectiva.
c. PLAZO: Dentro de los cinco días siguientes a aquel en que conoció el hecho.

En el mismo escrito de promoción del incidente se deben ofrecer las pruebas


d. ADMITIDO EL INCIDENTE:
- El Magistrado instructor dará vista a las demás partes por el término de cinco días para que expongan lo que a su derecho
convenga.
- Vencido el plazo la Sala emitirá su fallo.

4) RESOLUCIÓN DEL INCIDENTE.


Puede declarar la validez de la notificación o su nulidad, caso en que se ordena reponer la notificación anulada y las
actuaciones posteriores. Además, se puede imponer una multa al actuario, equivalente a diez veces el salario mínimo general
diario del área geográfica correspondiente al Distrito Federal, sin que exceda del 30% de su sueldo mensual; y puede ser
destituido sin responsabilidad para el Estado en caso de reincidencia.
https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/anexos/T2132904.PDF

4.7. Suspensión transitoria de los actos


SUSPENSIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO EN EL JUICIO DE NULIDAD. DEBE PROMOVERSE ANTES DE QUE
SE DICTE "SENTENCIA DEFINITIVA". Lo previsto en el artículo 28 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, en el sentido de que la suspensión de la ejecución del acto impugnado puede promoverse "en cualquier tiempo
mientras no se dicte sentencia firme", de modo alguno significa que la aludida medida cautelar pueda solicitarse aun después
de dictarse sentencia definitiva en el juicio de nulidad, ya que del proceso legislativo que dio origen a la norma en comento,
se advierte que el legislador expresamente señaló que la solicitud de suspensión podrá formularse desde la demanda o
mediante escrito que se presente en cualquier tiempo, "hasta en tanto no se dicte sentencia definitiva", lo que es acorde con
su naturaleza y finalidad, a saber, conservar la materia de la litis y evitar un daño irreparable al actor; cuestión que se corrobora
al tener en cuenta que una vez dictada la sentencia definitiva, el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa agota su
jurisdicción y, por ende, no podría ordenar la suspensión del acto administrativo combatido en esa instancia, menos aun
cuando dicho fallo es impugnado a través del juicio de amparo directo, ya que en tal supuesto, la medida cautelar debe
solicitarse, precisamente, en tal medio de control constitucional.
https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Documentos/Tesis/2010/2010290.pdf

4.7.1. De instancia de parte


"Artículo 127. El incidente de suspensión se abrirá de oficio y se sujetará en lo conducente al trámite previsto para la
suspensión a instancia de parte, en los siguientes casos:

"I. Extradición; y

"II. Siempre que se trate de algún acto que, si llegare a consumarse, haría físicamente imposible restituir al quejoso en el goce
del derecho reclamado."

"Artículo 128. Con excepción de los casos en que proceda de oficio, la suspensión se decretará, en todas las materias salvo
las señaladas en el último párrafo de este artículo, siempre que concurran los requisitos siguientes:

"I. Que la solicite el quejoso; y

"II. Que no se siga perjuicio al interés social ni se contravengan disposiciones de orden público.

"La suspensión se tramitará en incidente por separado y por duplicado.


https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/paginas/DetalleGeneralScroll.aspx?id=41875&Clase=VotosDetalleBL

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4.8. Pruebas, alegatos
ALEGATOS. PLAZO OTORGADO A LAS PARTES EN EL JUICIO DE NULIDAD POR EL MAGISTRADO
INSTRUCTOR PARA PRESENTARLOS. El verbo "sustanciar" en lenguaje forense, según el diccionario de la lengua
española de la Real Academia, decimonovena edición, significa "conducir un asunto o juicio por la vía procesal adecuada
hasta ponerlo en estado de sentencia". Ahora bien, para el tratadista mexicano don Eduardo Pallares, la instrucción es "el
período del juicio civil durante el cual se producen las pruebas y se oyen los alegatos de las partes, a fin de poner el proceso
en estado de citación para sentencia" (Diccionario de Derecho Procesal Civil, Editorial Porrúa, S.A., Decimoséptima edición,
página cuatrocientos veintiocho). De la interpretación armónica de los artículos 235 y 236 del Código Fiscal de la Federación,
de conformidad con las definiciones apuntadas, se desprende que los vocablos "substanciación del juicio" e "instrucción",
empleados en ambos preceptos, no son términos sinónimos. Por substanciación debe entenderse desde la recepción de la
demanda hasta su contestación, incluyendo el período de ofrecimiento de pruebas que se realiza tanto con la demanda como
con la contestación. Y, por instrucción, el desahogo de las probanzas y el período de alegatos. Lo anterior porque si para
sobreseer en el juicio de nulidad no es necesario cerrar la instrucción, según el artículo 236 en comento, la palabra de que se
trata debe abarcar el desahogo de las pruebas y la presentación de alegatos o la conclusión del plazo concedido a las partes
para tal fin, en atención a que el sobreseimiento es la no resolución del litigio fiscal y, por ende, no se hace menester valoración
de prueba alguna en relación con la litis, ni mucho menos ponderación de los alegatos que también giran en torno de la
cuestión litigiosa aun cuando no formen parte de ella.
http://sjf.scjn.gob.mx/SJFSist/Documentos/Tesis/224/224338.pdf

ALEGATOS EN EL JUICIO DE NULIDAD ANTE EL TRIBUNAL FISCAL DE LA FEDERACIÓN.- De conformidad con


el artículo 235 del Código Fiscal de la Federación, las Salas del Tribunal Fiscal de la Federación, deberán considerar en sus
sentencias los alegatos presentados en tiempo por las partes. Pero para que la omisión cause perjuicio y por ende, se haga
necesaria la reposición del procedimiento para el efecto de considerarlos en el fallo, es menester que no se limiten a repetir
los mismos razonamientos que se expusieron en los conceptos de nulidad. En efecto, porque, aun cuando la Sala Fiscal
responsable haya omitido hacer referencia expresa al escrito de alegatos presentados en tiempo por el actor, violando con esa
exclusión el artículo 235 del código tributario federal que obliga a las Salas del Tribunal Fiscal a tomarlos en consideración
al dictar sus sentencias, dicha omisión no le causa agravio jurídico alguno al actor, si el escrito de alegatos es una mera
reproducción de determinado concepto de nulidad, del cual la Sala ya se ocupó al dictar el fallo impugnado, puesto que en
ningún momento se le deja en estado de indefensión, y a nada práctico conduciría el conceder el amparo para el solo efecto
de que la autoridad responsable hiciera alusión expresamente al escrito de alegatos, sin que tal alusión condujera a variar el
sentido de su resolución; lo que por otro lado, contrariaría el principio de economía procesal contenido en el artículo 17
constitucional.
http://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Documentos/Tesis/912/912429.pdf

4.9. Audiencia de Ley


Desahogo de la Audiencia de Ley.- En sentido procesal, la audiencia de ley constituye una de las formalidades preestablecidas
por el artículo 64 de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, para substanciar el procedimiento
administrativo disciplinario, siendo esta audiencia el complejo de actos de varios sujetos, realizados con arreglo a
formalidades preestablecidas, en un tiempo determinado ante la autoridad correspondiente facultada para tal efecto, en el que
se substancian los trámites precisos para que el órgano administrativo resuelva sobre el asunto de mérito. La audiencia será
de pruebas y de alegatos, y la finalidad que pretende con el desahogo de dicha "audiencia", no es más que la apropiada
satisfacción de la garantía de audiencia prevista en el artículo 14 Constitucional.

Fases de la audiencia. Del contenido del artículo 64 antes citado, se desprende que la audiencia deberá llevarse a cabo
principalmente en dos frases:

Fase de contestación, ofrecimiento, admisión y desahogo de pruebas.


En esta fase el presunto responsable, tiene la oportunidad de contestar todos y cada uno de los actos o hechos irregulares que
se le imputan, afirmando o negando la existencia de los mismos, agregando las explicaciones que estime convenientes.
Asimismo, el presunto responsable tiene derecho a ofrecer las pruebas que estime pertinentes, en relación con los hechos o
actos controvertidos.

La autoridad debe acordar sobre la admisión o desechamiento de las pruebas, atendiendo a las disposiciones del Código
Federal de Procedimientos Penales, de aplicación supletoria a la Ley de la materia, debiendo fundar y motivar tal
determinación, procediéndose al desahogo de las pruebas admitidas, lo cual constituye la última parte del procedimiento
probatorio y consiste en el perfeccionamiento, desarrollo o descargo de las mismas.

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Fase de presentación de alegatos.
Una vez desahogadas las pruebas y con anterioridad a que se emita la resolución en el procedimiento, el probable responsable
tiene derecho a alegar lo que a sus intereses convenga. Por su parte, el Diccionario Jurídico Mexicano define “alegatos” como
la expresión oral o escrita de los argumentos de las partes sobre el fundamento de sus respectivas pretensiones, una vez agotada
la etapa probatoria y con anterioridad al dictado de las sentencias de fondo en las diversas instancias del proceso.

Es importante señalar, que de conformidad con lo establecido en la fracción III del artículo 64 de la Ley Federal de
Responsabilidades de los Servidores Públicos, si en la audiencia la autoridad encontrara que no cuenta con elementos
suficientes para resolver o advierta elementos que impliquen nueva responsabilidad administrativa a cargo del presunto
responsable o de otras personas, podrá disponer la práctica de investigaciones y citar para otra u otras audiencias.

Diligencias de carácter administrativo


Existen diversas diligencias o actuaciones de la autoridad disciplinaria, que tienen por objeto reunir los elementos suficientes
para deslindar la responsabilidad del servidor público presunto responsable. La Ley Federal de Responsabilidades de los
Servidores Públicos, no detalla en qué consisten estas "diligencias de carácter administrativo", sin embargo, en la práctica se
traducen como actas administrativas, solicitudes de información, comparecencias de testigos, solicitud de documentación,
constancias, e incluso, actuaciones que tienen por objeto comprobar de manera flagrante la conducta del servidor público.
Dichas diligencias o actuaciones son genéricas y pueden llevarse a cabo durante la etapa indagatoria, o bien, durante el
desahogo del procedimiento administrativo disciplinario, siendo pertinente aclarar que estas actuaciones no podrán ser
utilizadas o realizarse indistintamente, es decir, sólo algunas aplican para una etapa y otras para la subsecuente.

No obstante, el artículo 64 fracción III de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, establece que si en
la audiencia la autoridad no encontrara que no se cuenta con los elementos suficientes para resolver o advierta elementos
nueva responsabilidad administrativa, podrá disponer la práctica de investigaciones y citar para otra u otras audiencias;
asimismo, el artículo 66 de la misma Ley señala que la autoridad debe levantar acta circunstanciada de todas las "diligencias"
que se practiquen.

Resolución
Concluido el período para la presentación de alegatos, la autoridad procederá a analizar todas y cada una de las constancias y
actuaciones que obren en el expediente, relacionándolas con las imputaciones que se hubiesen señalado en el citatorio a
audiencia; de tal ejercicio y tomando en consideración las diferentes hipótesis previstas en la fracción III del artículo 64 de la
Ley de la materia, la autoridad puede arribar a las siguientes conclusiones…
http://www.contraloriadf.gob.mx/contraloria/cursos/MARCOJURIDICO/paginas/pad.php

4.10. Sentencia Definitiva


Una sentencia es la resolución en la que el Juzgador decide los derechos y obligaciones de cada una de las partes.

En ella podemos encontrar un análisis cronológico del procedimiento, el estudio de los derechos y obligaciones que fueron
afectados a cada una de las partes y las acciones que deberán llevarse a cabo a partir de la elaboración de la sentencia para
proteger esos derechos y obligaciones de las partes.

¿CUÁLES SON LOS EFECTOS DE LA SENTENCIA DEL JUICIO DE NULIDAD?


Existen tres efectos de la sentencia del juicio de nulidad: nulidad lisa y llana, nulidad para efectos y de validez.

¿QUÉ ES UNA SENTENCIA CON NULIDAD LISA Y LLANA?


Es la sentencia que determina la ineficacia de un acto administrativo al carecer de los elementos esenciales para su realización
para su existencia jurídica.

En este caso, el acto o resolución administrativa impugnada queda anulado, ya que se declara que los agravios señalados por
el actor de la demanda de nulidad quedan fundados.

¿QUÉ ES UNA SENTENCIA CON NULIDAD PARA EFECTOS?


Cuando existen violaciones de forma y/o fondo en el procedimiento, la sentencia de nulidad para efectos, tiene por objeto
subsanar dichas deficiencias.

En este caso, la sala responsable ordena reponer el procedimiento a partir de la ilegalidad cometida, ya que el actor demostró
a través de sus agravios dichas violaciones.

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¿QUÉ ES UNA SENTENCIA CON VALIDEZ?
Las sentencias con validez establecen que los agravios expuestos por el actor en su demanda de nulidad, resultaron infundados
para restar la legalidad del acto o resolución impugnada.

¿CUÁL ES EL ARTÍCULO QUE PREVÉ LOS EFECTOS DE LA SENTENCIA EN EL JUICIO DE NULIDAD?


Es el artículo 52 de la Ley Federal del Procedimiento Contencioso Administrativo, tal y como lo transcribo a continuación:

Artículo 52. La sentencia definitiva podrá:

Reconocer la validez de la resolución impugnada.


Declarar la nulidad de la resolución impugnada.
III. Declarar la nulidad de la resolución impugnada para determinados efectos…

Siempre que se esté en alguno de los supuestos previstos en las fracciones II y III, del artículo 51 de esta ley, el tribunal
declarará la nulidad para el efecto de que se reponga el procedimiento o se emita nueva resolución; en los demás casos, cuando
corresponda a la pretensión deducida, también podrá indicar los términos conforme a los cuales deberá dictar su resolución la
autoridad administrativa.

V. Declarar la nulidad de la resolución impugnada y además:

A) reconocer al actor la existencia de un derecho subjetivo y condenar al cumplimiento de la obligación correlativa.

B) otorgar o restituir al actor en el goce de los derechos afectados.

C) declarar la nulidad del acto o resolución administrativa de carácter general, caso en que cesaran los efectos de los actos de
ejecución que afectan al demandante, inclusive el primer acto de aplicación que hubiese impugnado. La declaración de nulidad
no tendrá otros efectos para el demandante, salvo lo previsto por las leyes de la materia de que se trate.

D) reconocer la existencia de un derecho subjetivo y condenar al ente público federal al pago de una indemnización por los
daños y perjuicios causados por sus servidores públicos.
http://tareasjuridicas.com/2015/10/27/efectos-de-la-sentencia-del-juicio-de-nulidad/

4.10.1. Elementos de la sentencia


El fáctico: Es el que se refiere a la exposición de los hechos que dan lugar a la controversia entre las partes.
La regulatoria: relativa al razonamiento que hace el Juez para determinar cuales son las disposiciones legales aplicadas a esos
hechos.
La etapa lingüística: que es muy importante y es la forma que debe observar el Juez para que su sentencia sea bien entendida,
bien interpretada y que refleje realmente cual ha sido su decisión.
La etapa lógica: se refiere al razonamiento que hace el Juez una vez que tiene en sus manos los hechos y el derecho para llegar
a la conclusión de tomar su decisión en uno u otro sentido.
La parte axiológica, que es la de los valores éticos que se toman en cuenta al momento en que el Juez estructura su sentencia.
https://fc-abogados.com/es/elementos-de-una-sentencia-planos-o-materias-implicados-en-el-razonamiento-judicial/

4.10.2. Partes de la sentencia


Las partes de una sentencia son: vistos, resultandos, considerandos y resolutivos.

¿QUÉ SON LOS VISTOS?


Es la primera parte que verás en una sentencia, es el anuncio concreto que cuenta sintéticamente el problema que va a
resolverse en ese juicio, así como también los autos que conforman el expediente, ejemplo:

VISTOS los autos para resolver el amparo en revisión número ___/2015, que versará sobre la constitucionalidad de los
artículos ____, ____ y ____ del Código Fiscal de la Federación y los artículos ___, ___ y ____ de su reglamento.

¿QUÉ SON LOS RESULTANDOS?


Son los antecedentes de la sentencia, en este apartado se hace énfasis sobre los hechos probados con la debida referencia en
los autos.

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Ahora bien, en los resultandos no es necesario describir todos y cada uno de los hechos que se probaron en el juicio, sino más
bien, reducirse a los hechos esenciales de las diferentes actuaciones y no así los actos y hechos que en nada afectan a la
resolución del caso en la instancia en la que se está, o los que no tengan ninguna relevancia, por ejemplo, no son relevantes
en un juicio a resolver, los requerimientos de copias de la parte quejosa que hizo 10 veces durante todo el proceso, sin embargo,
sí es relevante la presentación de la prueba pericial con la cual se acreditó que la entrada en vigor de un impuesto contraviene
la garantía de equidad tributaria del quejoso.

¿QUÉ SON LOS CONSIDERANDOS?


Son las consideraciones o razonamientos de fondo¸ este es el apartado más importante de la sentencia, pues aquí el juzgador
estudió todos los razonamientos de forma y de fondo hechos por las partes en el juicio.

Se estudia la competencia, la oportunidad, la procedencia, estudio de los conceptos de violación o agravios hechos por la parte
quejosa, etc. Por ejemplo:

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Competencia. Este Tribunal es competente para conocer del presente recurso de revisión, en términos de lo
dispuesto en los artículos…

SEGUNDO. Oportunidad de los recursos. Las revisiones principal y adhesiva fueron interpuestas de manera oportuna, como
se verá a continuación…

TERCERO. Materia de la revisión. Se constriñe a determinar si la parte quejosa logra, con sus agravios, desvirtuar las razones
por las que el Juez de Distrito negó el amparo con relación a los artículos ____, ____ y _____ de la Ley _________.

CUARTO. Estudio de fondo. Los agravios expresados por la parte quejosa recurrente en el recurso principal, resultando en
parte infundados y en otra parte inoperantes, como se verá a continuación:
http://tareasjuridicas.com/2015/10/13/partes-de-una-sentencia/

4.10.3. Ejecución de las sentencias (problemática)


La situación brevemente descrita se modificó desde el 1o. de enero de 2006, cuando entró en vigencia la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo (LFPCA). En esta ley se prevén mecanismos de apremio para que la autoridad
administrativa renuente cumpla con las sentencias que en su contra dicte el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa.

El cumplimiento de la sentencia dependerá, en primer término, del contenido y alcance del fallo, es decir, si se declaró la
nulidad lisa y llana o para efectos, o bien, si se impuso una condena a la autoridad administrativa.

Cuando la sentencia declara la nulidad para determinados efectos, la autoridad pública debe cumplir lo dispuesto en aquella
y dictar una resolución definitiva dentro de un plazo de cuatro meses, contados a partir del momento en que la sentencia queda
firme, al tenor de lo dispuesto por la fracción V del artículo 52 de la LFPCA. Esta norma precisa lo siguiente:
Transcurrido el plazo establecido en este precepto, sin que se haya dictado la resolución definitiva, precluirá el derecho de la
autoridad para emitirla salvo en los casos en que el particular, con motivo de la sentencia, tenga derecho a una resolución
definitiva que le confiera una prestación, le reconozca un derecho o le abra la posibilidad de obtenerlo.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3282/27.pdf

4.11. Recursos

4.11.1. Revisión: por las autoridades


a). Nulidad lisa y llana: Esta sentencia es determinada por la ineficacia de un acto administrativo al carecer de los requisitos
esenciales exigidos para su realización o para su debida existencia jurídica, quedando anulado el acto o resolución
administrativa que impuso la Institución, ya que se declara que alguno de los agravios esgrimidos por el actor han resultado
fundados. En este caso, la Profeco puede promover un recurso de revisión fiscal en contra se la sentencia (Ver Capítulo de
Recurso de Revisión Fiscal).

b). Nulidad para efectos: Esta sentencia surge cuando existen violaciones de forma o fondo en el procedimiento, por lo tanto,
tiene como propósito subsanar dichas deficiencias, la sala por lo tanto ordena reponer el procedimiento a partir de la ilegalidad
cometida, ya que al menos un agravio ha sido considerado como fundado. En este caso, la institución puede presentar un

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recurso de revisión fiscal (Ver Capítulo de Recurso de Revisión Fiscal), o el actor interponer un amparo directo en busca de
que se revoque la sentencia.
https://www.profeco.gob.mx/juridico/documentos/sj/manuales/mp.../anexo%201.doc

4.11.2. Apelación: por los particulares


La apelación es un recurso ordinario y vertical, por el cual una de las partes o ambas solicitan al tribunal de segundo grado
(juez ad quem) un nuevo examen sobre una resolución dictada por un juzgador de primera instancia, (juez a qua), con el objeto
de que aquél la modifique o revoque.

La apelación es el instrumento normal de impugnación de las sentencias definitivas; en virtud de ella se inicia la segunda
instancia, el segundo grado de conocimiento del litigio sometido a proceso. Como ya hemos
señalado anteriormente, al recurso de apelación se denominó también en el derecho medieval español recurso de "alzada", ya
que se interponía ante el tribunal superior, el tribunal de "alzada". Actualmente la apelación continúa siendo un recurso vertical
o devolutivo.

Becerra Bautista recuerda la etimología de la palabra apelar, que viene del latín appellareJ que significa pedir auxilio; "la
apelación –afinnaes una petición que se hace al juez de grado superior para que repare los defectos, vicios y errores de una
resolución dictada por el inferior".
http://historico.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/facdermx/cont/105/dtr/dtr13.pdf

4.11.3. Reclamación: (art. 84 LTCADF)


ARTÍCULO 84.- El Recurso de Reclamación es procedente contra las providencias o los acuerdos de trámite dictados por el
Presidente del Tribunal, por el Presidente de cualesquiera de las Salas o por los Magistrados, así como en los demás casos,
señalados por esta Ley.
http://www.fimevic.df.gob.mx/documentos/transparencia/ley_local/LTCADF.pdf

https://www.gordillo.com/pdf_tomo5/03/03-capitulo1.pdf

Tipos de recurso que resuelve el tribunal de cdmx, la ley de amparo, el tribunal federal y cuales no resuelve

Cuántas salas, secretarios y magistrados tienen cada uno de los tribunales, duración en el cargo

Funciones o facultades de la junta de gobierno y administración, de las salas superiores, salas ordinarias, salas metropolitanas,
de tribunales colegiados de circuito

Quien resuelve en casos graves y casos no graves a nivel de cdmx y a nivel federal

Cuánto tiempo se tiene para poner un recurso, para contestarlo

Procedimiento

Principios en derecho procesal administrativo

Fuentes del recurso, del derecho procesal

Derecho de petición, de audiencia, de acción jurídica

Seguridad jurídica

Certeza jurídica

Acción

Presunción

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Jurisdicción
Competencia

Soberanía

Ley de responsabilidades de los servidores públicos

Leyes orgánicas

Tipos de recursos de las diferentes leyes:

Apelación
Revisión
Revocación
Inconformidad
Queja

Con que otro nombre se le conoce también al amparo

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