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DEL CAPITALISMO
EN AMNRICA LATINA
ensajo de interpretación
bistórica
pof
AGUSTIN CUEVA
6. LA ESTRUCTURACIÓN DESIGUAL DTiL
SIJBDESARROLLO
[101]
lO2 ESTRUcTuRÂclóN DESIGUAL DEL suBDEsÂRRoLLo
f,rï:'::;ffiïi't*"iffi
heredada áe h colonia según q,',. éiÈffiéÃ--g 6-las
";Aõ;ü;Aã;6m;ión", las "colonias de población"
o las "reservas territoriales prácticamente inexplota-
das", a la vez que para el período de "desarrollo hacia
afuera" establecen una marcada diferencia entre las
"economías de enclave" y las "economías nacionalmen-
te controladas",2
Por su parte, Celq-$rgqglo intenta. explicar la di
versidad dã nuesro pio."to en raz6n d{-tlgsJç-g-'
ducto exportable con que nos incorporamos al mercado
6üffi-ií:ËAd daría origen a una diferenciación en-
tre "países exportadores de productos agrícolas de clima
templado" ("simple frontera de la economía europea
fro.uro de industrializaciín" ), "países exportadores
"n
de productos agrícolas tropicales" ("tegiones incapa'
ces de crear nuevas tecnologías"), y "países exporta-
dores de productos minerales", con economías general-
rnente desnacionalizadas.s
En fin, Sunkel y Paz elaboran un modelo mucho más
complej o quããõ'mïõããil por dis tinguir cuatro situaciones
básicas en el punto de arranque: los "cenffos colonia-
les" que serían México y Perú; las "áreas de subsisten-
r'^.í-ì*"1.'t,
b3útsq9-gy:ldç-{.grtt-tq4'*dts{,f ggz1,s*p:eduçuyas.
En condiciones como éstas, se dan a nuesffo juicio
dos situaciones que a la postre producen los efectos de
atraso más abeüantes: a] el mismo sector exportador
se impregna
-u., hata la médula de raìgos'-pi€èapìíá
.o-o ìl .oro'Ì=oàtoluniõ er deÏs ìii*èms
taciones de algodón y caía de azú,car en el Peú; o se
conÍigr-rra s,implemente una situación*de "gpçl-qye", aun
con independe'ncía del carácter nacional o extraniero d€l
sectof exportador, que en este caso es ìetarnente ca-
pitalista.
El ejemplo de Bolivia en la era del estafio es el más
iúustrativo al respecto. En efecto, resulta bastante difícil
afirmar que en este pâís y en estâ época no hubiera
habido aormulación de capital o que hiciera falta un
real "espíritu emptesarial": al momento de su muert
ESTRUcruRAcróN prsrcuAr, DEL suBDEsARRoLLo 109
Patifio había acumu[ado una de las fortunâs más cuan-
tiosas del mundo y era un verdadero pro{otipo del
"bourgeois conquérant". El secreto de su imesistible
ascenso no encierra, por lo demás, misterio a,lguno: Pa-
tifro su,po combinar adecuadamente los niveles más
avanzados de la tecnología de su tiempo con los niveles
más bajos de salarios, para lo cual ni siquiera necesitó
abatir el valor de la fuerza de trabajo: Ie bastó con
conservarlo en el nivel vegetativo en que "normalmen-
te" se reproduce el siervo de la gleba.
Sin embargo, las fabr.ilosas superganancias obtenidas
de esta manera distaron mucho de contribuir a la acumu-
lación interna en su pals; a la postre no hicieron más
qu€ engrosar la masa del capital monopó,lico interna-
cional, y no porque Patiõo estuviera dominado por
éste, sino porque se le incorporó en pie de igua,ldad,
âctuândo por 1o mismo conÍorme a sus leyes. Con lo
cual la minería del esrtaio par'ó a constituir en Bolivia
un típico islote de capital monopólico incrustado en una
formación económica de base precapitalista, que a caÍn-
bio de proporcionar mano de obta banta no recibía
el más mínimo impuilso "dinamizador" por parre del
sector minero. Y es que, al no encontrar algún produc-
to "colonia,l." que por sedo garantizara una inversión
rentable, ni Patião ni los otros dos magnates del
estafro veían ruz6n alguna para reinvertir en el binter-
land, baliviano, que en rigor comenzaba en las fronte-
ras mismas del enclave estafiífero. Fomentar el desa-
rrol,lo agrícola e industrial de este enorme anerpo fzudal
habría equivalido a incoar una revolución burguesa
profunda, que ciertamente no estaba en las miras de
esos magnates que habían acumulado su fortuna preci_
samente a costa de la miseria de las masas de su país.
Ellos prefirieron como es lógico, incorporarse al movi-
miento_ del capital imperialita en esca,la mundiaÍ, y no
por falta de "patriotismo", sino porque Ia patria del
110 EsTRUcTURAcIóN DESIGUAL DEL suBDEsÂRRoLLo
18 lbid., p. 62.
17 Op. cit., p.208.
ls Quiero de1'ar en claro que esto alude a ciertas simoüfica-
ciones de dirigentes políticos que no han profunCizado en el
problema. Muy distinto es el caso de un Rodney Arismendi, por
ejenrplo, cuyos análisis del desanollo del capitalismo en el agto
uruÍluâyo son de una admirable riqueza. Cf., entre oüos, su tta-
trajo incluido en el libro La cuestión agraria y el moainiertto de
liberación nacional (varios autores), Praga, Editorial paz y So-
cialismo, 1964.
1I4 ESTRUCTURACIóN DESIGUAL DEL SUBDESARROL
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á.i t.tt de Europa. Esas itasformaciones sociales son
ãI.*"ttt"t decisivos en la más úrpida -urbanización
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í"í-;jì-iú"; paulista, en la formaiión de un núcleo
d,e mercado iuterno en esa región y en su postenor
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124 EsrRUcruRÁcróN DESIGUÂL DEL SUBDESARRoL
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