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Materiales ferrosos

1. Hierro puro. Este material, de los más abundantes del planeta, es


un metal gris plateado de capacidad magnética, gran dureza
y densidad. Se le considera puro cuando se integra en un 99,5% de
átomos del mismo elemento y, sin embargo, no es demasiado útil,
dada su fragilidad (es quebradizo), su punto de fusión elevado (1500
°C) y veloz oxidación a condiciones normales.

2. Hierro dulce. También llamado hierro forjado, posee un contenido de


carbono ínfimo (no alcanza el 1%) y es una de las variedades
comerciales más puras que existen del hierro. Es útil para aleaciones
y para la forja, tras calentarlo a altísimas temperaturas y martillado al
rojo vivo, pues enfría y endurece muy rápidamente.

3. Acero al carbono. Conocido como acero de construcción, es uno de


las principales derivados del hierro que se produce en la industria
siderúrgica y de los más empleados en el mundo. Se produce a partir
de la mezcla con carbono en proporciones variables: 0,25% en el
acero dulce, 0,35% en el semidulce, 0,45% en el semiduro y 0,55% en
el duro.
4. Acero al silicio. Llamado también acero eléctrico, acero magnético o
acero para transformadores, lo cual revela ya en qué industria se
utiliza mayormente, es producto de una aleación del hierro con un
grado variable de silicio (del 0 al 6,5%), así como manganeso y
aluminio (0,5%). Su principal virtud es la de tener una muy alta
resistencia eléctrica.

5. Acero inoxidable. Esta aleación del hierro es muy popular, dada su


alta resistencia a la corrosión y a la acción del oxígeno (oxidación),
producto de su fabricación a partir de cromo (10 a 12% como mínimo)
y otros metales como molibdeno y níquel.

6. Acero galvanizado. Se llama así al hierro recubierto de una capa de


zinc, que al ser un metal mucho menos oxidable, lo protege del aire y
retarda considerablemente su corrosión. Esto es sumamente útil para
fabricar piezas de tubería y herramientas de plomería.

7. Acero de Damasco. El origen de este tipo específico de aleación se


supone al Oriente Medio (La ciudad siria de Damasco) entre los siglos
XI y XVII, cuando las espadas de este material se cotizaron
ampliamente en Europa, debido a su gran dureza y filo “casi eterno”.
Aún se debate cuál fue exactamente la técnica usada para obtenerlo
en la época, si bien hoy en día se lo ha replicado para una amplia
gama de cuchillos y utensilios cortantes de hierro.

8. Acero “wootz”. Este acero se obtiene tradicionalmente mezclando


residuos de hierro (menas o arrabio) con carbón de origen vegetal y
cristal, en hornos a altas temperaturas. Esta aleación posee
numerosos carburos que le hacen particularmente duro e
indeformable.

9. Fundiciones del hierro. Se llama así a las aleaciones de alto


contenido de carbono (entre 2,14 y 6,67% típicamente) a las que se
somete al hierro, para obtener sustancias de mayor densidad y
fragilidad (fundiciones blancas) o más estables y mecanizables
(fundiciones grises).

10. Permalloy. Aleación magnética de hierro y níquel en diversas


proporciones, caracterizado por una alta permeabilidad magnética y
resistencia eléctrica, que lo hace ideal para elaborar sensores,
cabezales magnéticos y otros implementos del ramo.

Materiales no ferrosos
1. Cobre. De símbolo químico Cu, es uno de los elementos de la tabla
periódica. Es un metal dúctil y buen transmisor de la electricidad y el
calor, por lo que suele empleársele abundantemente en las
telecomunicaciones y no tanto en labores que exijan dureza.

2. Aluminio. Otro gran conductor eléctrico y térmico, el aluminio es uno


de los metales más populares hoy en día, debido a su baja densidad,
ligereza y baja oxidación, así como bajísima toxicidad, por lo que es
ideal para elaborar recipientes para alimentos.

3. Estaño. Comúnmente empleado para proteger al acero de la


oxidación, se trata de un metal denso y de color brillante, que al ser
doblado emite un crujido al que llaman “grito de estaño”. Es muy
blando y flexible a temperatura ambiente, pero al calentarlo se vuelve
frágil y quebradizo.
4. Cinc. Sumamente resistente al óxido y la corrosión, por lo que se le
emplea a menudo en los procesos de galvanización, este elemento es
ligero y económico por lo que posee una alta demanda industrial en
nuestros tiempos.

5. Latón. Se trata de una aleación de cobre y zinc (entre 5 y 40%), que


mejora la resistencia a la tracción de ambos metales sin quitarles su
ligereza y baja densidad. Es muy utilizado en la fabricación de
herrajes, piezas de fontanería y herramientas en general.

6. Bronce. Con una aleación de base de cobre y un añadido de 10% de


estaño, se obtiene este metal más resistente que los latones y de
suma ductilidad, que ha jugado un rol importantísimo en la historia de
la humanidad, a punto tal de dar nombre a una edad de la civilización.
Se emplea en estatuas, piezas accesorias y llaves, entre miles de
otros usos.
7. Magnesio. Muy abundante en la corteza terrestre y disuelto en las
aguas del mar, este elemento metálico constituye ciertos iones
esenciales para la vida en el planeta, a pesar de que no suele
encontrarse en estado libre en la naturaleza, sino como parte de
compuestos mayores. Reacciona con el agua y es sumamente
inflamable.

8. Titanio. Más ligero que el acero, pero también más resistente a la


corrosión y de semejante dureza, es un metal abundante en la
naturaleza (nunca en estado puro) pero costoso para el hombre, por
lo que no demasiado empleado. Se le utiliza en la fabricación de
prótesis médicas con mucha frecuencia.

9. Níquel. Otro elemento químico metálico, de color blanco plateado y


dúctil, maleable, duro, que es resistente a la oxidación y, a pesar de
no ser ferroso, posee propiedades magnéticas muy notorias. También
forma parte importante de numerosos compuestos
orgánicos vitales.
10. Oro. Otro de los metales preciosos, quizá el más conocido y
codiciado dada su apreciación comercial y económica. Su color es
amarillo brillante y se trata de un elemento dúctil, maleable y pesado,
que reacciona al cianuro, mercurio, cloro y lejía.

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