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JURISPRUDENCIA

Roj: STSJ GAL 5279/2015 - ECLI: ES:TSJGAL:2015:5279


Id Cendoj: 15030340012015103516
Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Social
Sede: Coruña (A)
Sección: 1
Fecha: 19/06/2015
Nº de Recurso: 4741/2014
Nº de Resolución: 3737/2015
Procedimiento: RECURSO SUPLICACION
Ponente: RAQUEL MARIA NAVEIRO SANTOS
Tipo de Resolución: Sentencia

T.S.X.GALICIA SALA DO SOCIALA CORUÑA


PLAZA DE GALICIA
Tfno: 981184 845/959/939
Fax:881881133 /981184853
NIG: 36057 44 4 2013 0001505 402250
SECRETARIA: SRA. FREIRE CORZO
TIPO Y Nº DE RECURSO: RECURSO SUPLICACION 0004741 /2014 BB
JUZGADO DE ORIGEN/AUTOS: PROCEDIMIENTO ORDINARIO 0000306 /2013 JDO. DE LO SOCIAL nº 001 de
VIGO
Recurrente/s: Teresa , Edurne
Abogado/a: ANTONIO HEREDERO GONZALEZ-POSADA
Procurador/a: JUAN LAGE FERNANDEZ-CERVERA
Graduado/a Social:
Recurrido/s: INSTITUTO NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL, TESORERIA GENERAL DE LA SEGURIDAD
SOCIAL , TRANS AYAN SL , MUTUA UNIVERSAL MUGENAT
Abogado/a: SERV. JURIDICO SEG. SOCIAL(PROVINCIAL), LORENZO SABELL PELAEZ ,
Procurador/a:
Graduado/a Social:
ILMO. SR. D. EMILIO FERNÁNDEZ DE MATA
ILMA. SRA. Dª. PILAR YEBRA PIMENTEL VILAR
ILMA. SRA. Dª. RAQUEL NAVEIRO SANTOS
En A CORUÑA, a diecinueve de Junio de dos mil quince.
Tras haber visto y deliberado las presentes actuaciones, la T.S.X.GALICIA SALA DO SOCIAL, de acuerdo con lo
prevenido en el artículo 117.1 de la Constitución Española ,
EN NO MBRE DE S.M. EL REY
Y POR LA AUTORIDAD QUE LE CONFIERE
EL PUEBLO ESPAÑOL
ha dictado la siguiente

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JURISPRUDENCIA

SENTENCIA
En el RECURSO SUPLICACION 4741/2014, formalizado por el/la D/Dª ANTONIO HEREDERO GONZÁLEZ-
POSADA, Letrado, en nombre y representación de Teresa , contra la sentencia dictada por XDO. DO SOCIAL
N. 1 de VIGO en el procedimiento ORDINARIO 306/2013, seguidos a instancia de Teresa y Edurne frente
a INSTITUTO NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL, TESORERIA GENERAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL,
TRANS AYAN SL, MUTUA UNIVERSAL MUGENAT, siendo Magistrado-Ponente el/la Ilmo/a Sr/Sra D/Dª RAQUEL
NAVEIRO SANTOS.
De las actuaciones se deducen los siguientes:

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO: D/Dª Teresa y Edurne presentaron demanda contra INSTITUTO NACIONAL DE LA SEGURIDAD
SOCIAL, TESORERIA GENERAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL, TRANS AYAN SL, MUTUA UNIVERSAL MUGENAT,
siendo turnada para su conocimiento y enjuiciamiento al señalado Juzgado de lo Social, el cual, dictó la
sentencia de fecha veintiocho de Julio de dos mil catorce .
SEGUNDO: En la sentencia recurrida en suplicación se consignaron los siguientes hechos expresamente
declarados probados: "1.- D. Baldomero , nacido el día NUM000 dey 1964, vino prestando servicios para
la empresa Trans-Ayan, S.L., domiciliada en Gondomar, Pontevedra, y dedicada a la actividad de transporte
de mercancías por carretera, desde el día 30 de agosto de 2009, con la categoría profesional de conductor
mecánico y con una base reguladora anual de 14.607,65 €.
2.- El día 10 de febrero de 2010 D. Baldomero acudió al centro de trabajo de la empresa Inergy Automotive
Systems Spain, S.A. en Gondomar, Pontevedra, para cargar mercancía, disponiendo para ello del vehículo
propiedad de Trans-Ayan, S.L. furgoneta Mercedes Sprinter 318 CDI, matrícula ....YYY , procediendo a efectuar
la carga un operario de la primera empresa. El último albarán fue expedido a las 19:44 horas.
3.- El trabajador tenía que entregar la carga antes de las 24 horas del día 12 de febrero en la sede de la empresa
Inergy Autornotive Systems Spain, S.A. en la localidad alemana de Rottenburg, situada por carretera a 2.362
km. del punto de carga. El día 12 sobre las 8:45 horas, a unos 7 km. de su destino, con una temperatura de
7° bajo cero, buena visibilidad, carretera nevada y resbaladiza, si bien no nevaba en ese momento, con una
pendiente del 4%, curva del 4% pero con amplia visibilidad y velocidad permitida de 100 km/hora, a tomar la
curva a una velocidad de entre 75 y 90 km/hora, perdió el control de la furgoneta que chocó frontalmente
contra un camión que circulaba en sentido contrario y que, al ver a la furgoneta, consiguió detenerse antes del
impacto. El trabajador falleció en el acto.
4.- El Dr. Justiniano , Perito jurado especializado en análisis de accidentes de tráfico, realiza un informe el
25/06/2010, a petición de la policía alemana en el que recoge el análisis técnico de la furgoneta y dice que
no evidenció fallos en la dirección, los ejes y su rodamiento, las luces y en el sistema de frenos que pudieran
causar el accidente. Que se analizaron los frenos en las cuatro ruedas, verificándose una buena acción de
frenado y que los neumáticos tenían un perfil suficiente de unos 5 mm., sin embargo se ti-ataba de neumáticos
de verano.
5.- La empresa había facilitado al trabajador un "manual del conductor" en el que se indicaba que debía observar
el buen acondicionamiento de las cargas y que si observaba defectos en la estiba debía llamar a Tráfico y que
no debía sobrepasar la carga máxima permitida. Se señalaban como riesgos: la mala distribución o sujeción
de la carga y el exceso de la misma.
6.- Trans-Ayan, S.L. tenía plan de prevención de ri,4esgos efectuado por Unipresalud, que había efectuado
evaluación de riesgos el 10 de febrero de 2009 que se facilitaron al actor el día 14 de julio de 2009 al igual
que el "manual del conductor".
7.- Por Sentencia de este mismo Juzgado de fecha 30 de julio de 2012 se condenó solidariamente a la empresa
Trans-Ayan, S.L. y a Helvetia Compañía Suiza, S.A. de Seguros y Reaseguros a abonar a D. Socorro , viuda de D.
Baldomero , al abono de 5.108,53 E y a D'. Edurne y D Teresa , hijas de D. Baldomero , al abono de 10.217,06
E en concepto de indemnización de daños y perjuicios por fallecimiento de D. Baldomero . Dicha Sentencia ha
sido impugnada por las partes y está pendiente de recurso de suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia
de Galicia.
8.- Se inicia expediente de recargo de prestaciones derivadas de Accidente de Trabajo a la empleadora
demandada como consecuencia del informe-propuesta de la Inspección de Trabajo. En dicho informe, la
inspectora concluye que la causa principal del accidente es la falta de dotación suficiente del vehículo,

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que debería estar provisto de neumáticos de invierno, dadas las condiciones meteorológicas existentes en
Alemania y la sobrecarga de la furgoneta.
9.- En fecha 16/11/2012, la Dirección Provincial del INSS dieta resolución en la que resuelve denegar la
petición de responsabilidad empresarial por falta de medidas de seguridad e higiene en el trabajo, acordando
la improcedencia de recargo alguno sobre las prestaciones económicas derivadas del Accidente de Trabajo,
porque de las actuaciones practicadas no se deduce la relación causa-efecto existente entre la omisión de
las medidas de seguridad exigidas y el accidente acaecido. Interpuesta reclamación previa por la actora, tras
solicitar informe-propuesta al Equipo de Valoración de Incapacidades, el INSS dicta Resolución por la que
desestima la reclamación previa interpuesta sobre la base del informe del EVI, que dictamina la falta de relación
de causalidad.
10.- El accidente ha dado lugar a prestaciones económicas de viudedad, indemnización a tanto alzado y auxilio
por defunción."
TERCERO: En la sentencia recurrida en suplicación se emitió el siguiente fallo o parte dispositiva: "Que
desestimando íntegramente la demanda interpuesta por D' Edurne y D Teresa , contra la empresa TRANS-
AYAN, S.L., el Instituto Nacional de la Seguridad Social, Tesorería General de la Seguridad Social y la Mutua
Universal, debo absolver y absuelvo libremente a la parte demandada de los pedimentos formulados en su
contra, confirmando la resolución dictada en vía administrativa."
CUARTO: Frente a dicha sentencia se anunció recurso de suplicación por Teresa y Edurne formalizándolo
posteriormente. Tal recurso fue objeto de impugnación por la contraparte.
QUINTO: Elevados por el Juzgado de lo Social de referencia los autos principales, a esta Sala de lo Social,
tuvieron los mismos entrada en esta T.S.X.GALICIA SALA DO SOCIAL en fecha 6 de noviembre de 2014.
SEXTO: Admitido a trámite el recurso se señaló el día 17 de junio de 2015 para los actos de votación y fallo.
A la vista de los anteriores antecedentes de hecho, se formulan por esta Sección de Sala los siguientes,

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO .-La sentencia de instancia desestima la demanda interpuesta por la parte actora frente a
las codemandadas; frente a dicho pronunciamiento se alza la parte demandante e interpone recurso de
suplicación en el que solicita que previa estimación de la demanda interpuesta se dicte nueva sentencia por
la que se estime la demanda rectora en su integridad. El recurso ha sido impugnado por la empresa TRANS-
AYAN S.L.
SEGUNDO .- En sus diez primeros motivos de recurso la parte actora solicita, al amparo del art. 191 b) de la
LPL (sin duda por error pues hoy seria art 193 de la LRJS ), otras tantas modificaciones fácticas.
Antes de resolver sobre cada una de las modificación solicitadas hemos de partir de la base de que el recurso
de Suplicación no tiene la naturaleza de la apelación ni de una segunda instancia, sino que resulta ser- SSTC
18/1993 ( RTC 1993\ 18 ), 294/1993 ( RTC 1993\ 294 ) y 93/1997 (RTC 1997\93) - de naturaleza extraordinaria,
casi casacional, en el que el Tribunal ad quem no puede valorar ex novo toda la prueba practicada en autos.
Tal naturaleza se plasma en el art. 193 de la LRJS cuya regulación evidencia que para el legislador es al Juez
de instancia, cuyo conocimiento directo del asunto garantiza el principio de inmediación del proceso laboral,
a quien corresponde apreciar los elementos de convicción -concepto más amplio que el de medios de prueba,
al incluir también la conducta de las partes en el proceso: STS 12/06/75 , para establecer la verdad procesal
intentando su máxima aproximación a la verdad real, valorando, en conciencia y según las reglas de la sana
crítica la prueba practicada en autos conforme a las amplias facultades que a tal fin le otorgan los arts. 316 ,
326 , 348 y 376 LECiV , así como el art. 97.2 LRJS . Y esta atribución de la competencia valorativa al Magistrado
a quo es precisamente la que determina que el Tribunal Superior ha de limitarse normalmente a efectuar un
mero control de la legalidad de la sentencia y sólo excepcionalmente pueda revisar sus conclusiones de hecho
precisamente para cuando de algún documento o pericia obrante en autos e invocado por el recurrente pongan
de manifiesto de manera incuestionable el error del Juez «a quo».
Esta naturaleza extraordinaria del recurso de suplicación a la que hemos hecho referencia anteriormente
supone que los hechos declarados como probados pueden ser objeto de revisión mediante este proceso
extraordinario de impugnación si concurren las siguientes circunstancias:
a) Que se concrete con precisión y claridad el hecho que ha sido negado u omitido, en la resultancia fáctica
que contenga la sentencia recurrida;

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b) Que tal hecho resalte, de forma clara, patente y directa de la prueba documental o pericial obrante en
autos, sin necesidad de argumentaciones más o menos lógicas, puesto que concurriendo varias pruebas de tal
naturaleza que ofrezcan conclusiones divergentes, o no coincidentes, han de prevalecer las conclusiones que
el Juzgador ha elaborado apoyándose en tales pruebas. Así las cosas a los efectos modificativos del relato
de hechos siempre sean rechazables los posibles argumentos y las conjeturas e interpretaciones valorativas
más o menos lógicas del recurrente hasta el punto de que -precisamente- se haya dicho que la certidumbre del
error excluye toda situación dubitativa, de manera que si la parte recurrente no aduce un hábil medio revisorio
y el mismo no acredita palmariamente el yerro valorativo del Juzgador, estaremos en presencia del vano e
interesado intento de sustituir el objetivo criterio judicial por el comprensiblemente subjetivo de la propia parte
(así, SSTSJ Galicia 03/03/00 R. 499/00 , 14/04/00 R. 1077/00 , 15/04/00 R. 1015/97 entre otras).
c) Que carecen de toda virtualidad revisoria las pruebas de interrogatorio de parte- confesión judicial- y
testifical; tampoco es hábil a estos efectos el acta del juicio por no constituir «documento» en el sentido del
art. 193.b LRJS alusivo a la prueba documental señalada en el art. 196.2 lrjs , y por no tratarse propiamente de
un medio de prueba sino de mera síntesis de la que se ha aportado en juicio, en manera alguna modificativa
de los medios utilizados en aquél.
d) Que la convicción del Juzgador ha de obtenerse a través de la prueba practicada en el correspondiente
procedimiento y no viene determinada-vinculantemente- por las conclusiones deducidas por el mismo u otro
órgano jurisdiccional en procedimiento diverso y dotado de diferente prueba, por lo que -salvo los efectos de
la litispendencia y cosa juzgada-no trascienden a procesos ajenos las declaraciones fácticas llevadas a cabo
en una determinada sentencia.
e) Que el recurrente ha de ofrecer el texto concreto a figurar en la narración que se tilda de equivocada, bien
sustituyendo alguno de sus puntos, bien completándola;
f) Que tal hecho tenga trascendencia para llegar a la modificación del fallo recurrido, pues, aun en la hipótesis
de haberse incurrido en error, si carece de virtualidad a dicho fin, no puede ser acogida;
g) Que en modo alguno ha de tratarse de una nueva valoración global de la prueba incorporada al proceso.
Examinaremos a continuación cada una de las modificaciones propuestas.
1.-En cuanto al hecho probado segundo solicita que quede redactado con el siguiente contenido: "El día
10 de febrero de 2010 D. Baldomero acudió al polígono de Porriño para recoger la mercancía y la
furgoneta previamente cargada en el local de la empresa Inergy Automotive Systems, Spain SA en Gondomar,
disponiendo para ello del vehículo propiedad de Trans- Ayán, SL, furgoneta Mercedes Sprinter 318 CDI ,
matrícula ....YYY ".
La recurrente apoya su modificación en su prueba pericial caligráfica (folio 71 a 182) señalando que ha de
darse prioridad a la misma frente a la aportada de adverso ya que la empresa se realizó utilizando como
documentos indubitados fotocopias por lo que carecen de validez, lo que le priva de validez como señala
reiterada jurisprudencia. La Sala no comparte esta afirmación ni en base a la misma puede modificarse la
redacción judicial. Es al Juez de instancia quien le corresponder valorar la prueba practicada, y en concreto
con respecto a la pericial, lo hará conforme a las reglas de la sana crítica, teniendo en cuenta el dictamen en su
conjunto y siendo uno de esos elementos a valora la idoneidad de los documentos utilizados como indubitados
para la realización de tal cotejo. En este punto no es cierto que haya de rechazarse de plano una prueba
pericial caligráfica por haberse basado exclusivamente en fotocopias puesto que existen datos tales como
trazos, direcciones de los rasgos, tamaño e inclinación de las letras, que se aprecian tanto en documentos
originales como fotocopias, mientras que otros como son la intensidad de la presión del objeto utilizado para
imprimir las letras sobre el papel en el que se escribe solo pueden ser apreciados en el documento original;
ello supone que pueda considerarse más fiable la pericial practicada confrontando la firma dubitada con otra
indubitada original que si la indubitada consta en una fotocopia. Pero en el presente caso no consta que la
pericial realizada a instancia de la empresa fuera con apoyo en fotocopias salvo la del DNI; en cuanto a las
nóminas dice la recurrente que el perito reconoce que se las facilitó la empresa, lo cual no puede entenderse
como algo que pueda generar desconfianza, sino que es lo normal ya que la empresa es quien tiene que estar
en posesión de la nómina con la firma del trabajador al ser esta la forma de acreditar el pago; en cuanto al
contrato de trabajo se supone que cada parte ha de tener su copia con las firmas originales. Por lo tanto no
podemos apreciar que la Juez haya razonado de forma arbitraria o discrecional cuando prefiere dar credibilidad
a la pericial caligráfica de la empresa y concluye que las firmas que están en la carta de porte y el albarán
son del Sr. Baldomero , señalando que tal dato se ve corroborado por las declaraciones del Sr. David y del
Sr. Edemiro , declaraciones testificales que no pueden ser revisadas en suplicación. Por ello esta revisión
no procede.

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2.- También con respecto al hecho probado segundo solicita que se añada un nuevo párrafo con el siguiente
contenido: "Según la carta de porte la carga era de 1450 Kg . Pero la carga real, según los albaranes de entrega
era de 1580 kg. La carga máxima autorizada era de 1145 kg. La furgoneta llevaba un claro exceso de carga de
un 38% (435 kg), tanto global como en los ejes delantero y trasero. Este exceso de carga infringe las normas
de uso del fabricante".
Apoya la adición en el folio 402 (carta de porte), folios 403 y siguientes (albaranes de entrega) y pericial de
parte.
Se admite la adición relativa a la carga que figura en la carta de porte y la carga real la carga máxima autorizada
al tratarse de datos objetivos que resultan de la lectura de los documentos en los que se apoya. El resto del
párrafo no puede añadirse por tratarse de conclusiones y valoraciones de tales datos objetivos y que por lo
tanto no deben constar en sede fáctica.
3.- La última modificación que pretende con respecto a este hecho probado segundo es que se haga constar
que "En los albaranes de Energy Sistems, figuraba que el vehículo a usar debía ser un "tráiler en vez de una
furgoneta".
Apoya la redacción en dichos albaranes (folios 402 a 405 y 778 a 782). La adición no se admite al no
evidenciarse relevante para la resolución de la presente litis.
4.- En cuanto al hecho probado tercero solicita que la parte inicial quede redactada con el siguiente contenido:
"El trabajador, que había salido de Vigo, alrededor de las 20.00 horas del día 10 de febrero , tenía que entregar
la carga antes de las 24 horas del día 11 de febrero en la sede de la empresa Inergy Automotive Systems Spain
S.A. en la localidad alemana de Rotemburgo, situada por carretera a 2.362 km del punto de carga."
Apoya la redacción en los albaranes de entrega (folios 402 a 405 y 778 a 782). La modificación no procede y
así los albaranes acreditan que el último de ellos fue expedido en Gondomar las 19.44 horas pero no que el
trabajador hubiera salido de Vigo sobre las 20.00 horas. Y en cuanto a la llegada señala la parte impugnante
del recurso que la hora de entrega había sido consensuada para el día 12 de febrero antes de las 24.00 horas
lo que fue acreditado mediante prueba testifical, declaración Don. David , por lo que no puede ser revisada
en vía de recurso. Por otro lado, como también apunta la parte impugnante, no se alega infracción jurídica que
pudiera estar relacionada con esta cuestión ya que nada se menciona en relación a infracción de jornada y/
o tiempos de conducción y descanso.
5- También con respecto al hecho probado tercero solicita que la parte en el que se relata el momento del
accidente de trabajo quede con el siguiente contenido : "El día 12 sobre las 8:45 horas, a unos 7 km de su
destino, con una temperatura de 7º bajo cero, buena visibilidad, carretera nevada y resbaladiza, si bien no
nevaba en ese momento , con una pendiente del 4% curva en descenso del 4% con una amplia visibilidad y
velocidad permitida de 100 km/horas, al tomar la curva a una velocidad de unos 45,63 km/h perdió el control
de la furgoneta que chocó frontalmente contra un camión que circulaba en sentido contrario y, la velocidad de
la furgoneta al momento de la colisión era de 13,89 km hora, y la velocidad del camión ( que no estaba parado )
era de 31,27 km horas. El trabajador falleció en el acto.
Pretende la modificación para tratar de corregir lo que parte recurrente señala como un dato erróneo que influye
en el resultado final consistente en que el camión, en el momento del siniestro, no estaba parado, y se apoya
en su pericial de parte.
La modificación no procede puesto que lo pretende la recurrente es sustituir la valoración probatoria que realiza
la Juez a quo por otra. Ya hemos indicado con anterioridad que la valoración de la prueba le corresponde
al Juzgador de instancia y la misma no puede ser dejada sin efecto salvo que se demuestre patentemente
errónea, irracional o arbitraria. La Juez a quo se han encontrado, en lo que atañe a la producción del accidente,
con tres informes periciales, el realizado por el perito jurado alemán Don. Justiniano , especialista en el análisis
de accidentes de tráfico, la prueba pericial de la parte actora y la prueba pericial de la demandada, y ante tales
pruebas lo que tiene que hacer es valorarla conforme a la única norma reguladora de la valoración del dictamen
pericial contenida en el art. 348 LEC , esto es, valorarla conforme a las reglas de la sana crítica y ello es así
porque cuando en el art. 335.1 de la LEC cuando se establecen los diversos criterios de designación de peritos
- a instancia de parte o por designación judicial- no se fija una graduación legal de la eficacia de los informes
periciales ni preeminencia de unos sobre otros, sin perjuicio de la posibilidad de tacha prevista en el artículo
343 de la LEC Por lo tanto, la mayor o menor eficacia probatoria de un documento se ha de hacer depender
de la valoración crítica de los informes y no de la condición del informante salvo -claro está- que la valoración
probatoria tenga que realizarse sobre presupuestos e inferencias técnicas muy específicas de las que carezca
alguno de los peritos informantes, lo que no parece que ocurra en el caso de autos. Pues bien, cuando el
Juez se encuentra con varios dictámenes técnicos discrepantes lo que tiene que hacer es razonar cuál de

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ellos le ofrece más credibilidad conforme a las normas antes indicadas (la sana crítica), y lo que no puede
pretenderse es que entre a discrepar sobre las conclusiones técnicas y que alcance sus propias conclusiones
técnicas constituyéndose como otro perito más. Y esto es lo que pretende la recurrente cuando nos indica
que valoremos las fotografías que reproduce en el recurso y que identifiquemos a que movimiento y velocidad
de los vehículos responden las huellas de frenada y otros vestigios se aprecian en ellas. Y también es lo que
pretende cuando va desgranando su propio informe pericial puesto en contraposición con el del perito en el que
se apoya la sentencia y el de la otra parte. Ciertamente si leemos todas las argumentaciones de la recurrente
de cómo se produjo el accidente nos resultan verosímiles, pero también nos resultan igual de verosímiles las
contra argumentaciones que realiza la empresa en su impugnación y ello es así porque la Sala, al igual que la
Juez a quo, carece de conocimientos técnicos en la materia. Por lo tanto la Sala solo puede entrar a valorar si
las reglas de la sana crítica han sido respetadas por la Juez en el sentido de si su elección por un dictamen
pericial u otro es razonable y razonado y en este caso sí lo ha sido puesto que la Juez indica que prefiere dar
credibilidad al informe de la policía alemana por entender que es el que presenta mayor objetividad ya que sus
autores no tienen ningún interés personal en los hechos acaecidos, porque estuvieron en el lugar del accidente
momentos después, porque ellos tomaron los datos de los que parte los otros informes periciales y porque
además corroboraron los vestigios con la declaración de los testigos del accidente: conductor y copiloto del
camión.
6.- A continuación el recurrente solicita la modificación del hecho probado cuarto para que se añada la parte
que resalta en negrita y quede redactado de la siguiente manera:" Dr. Justiniano , perito jurado especializado
en análisis de accidentes de tráfico, realiza un informe el 25/06/2010 a petición de la policía alemana. Con
respecto a la velocidad el informe es "resumido" y no realiza el test crash, ni realizó otras simulaciones o
cálculos . En el que se recoge el análisis técnico de la furgoneta y dice que no evidenció fallos en la dirección,
los ejes y su rodamiento, las luces y en el sistema de frenos que pudieran causar el accidente.Que se analizaron
los frenos en las cuatro ruedas, verificándose una buena acción de frenado y que los neumáticos tenían un
perfil suficiente de unos 5 mm, sin embargo se trataban de neumáticos de verano".
Apoya la redacción en el folio 224 en donde obra el informe del Sr. Justiniano . No se admite la modificación
por todo lo argumentado en el apartado anterior ya que la Sala carece de conocimientos técnicos para saber si
el test crash es o no decisivo; reiteramos que no procede valorar técnicamente los informes, sino jurídicamente
y si la Juez a quo, en su valoración probatoria, ha aplicado correctamente las normas de la sana crítica.
7.- También con respecto al hecho probado cuarto solicita que se añada tras la mención que se trataban de
neumáticos de verano que "Las normas del fabricante de Mercedes ya exigían el uso de neumáticos de invierno
para esa furgoneta desde años antes .El uso de neumáticos de invierno reduce en más de la mitad la distancia
de frenado sobre nieve."
La modificación, como ya señalamos al resolver el recurso de suplicación nº 292/2013, por sentencia de 8 de
junio de dos mil quince , contra la sentencia dictada el 30 de julio de 2012 sobre indemnización de daños y
perjuicios derivados de este accidente de trabajo, no prospera pues se apoya en un link de una página web que
carece de carácter de prueba documental hábil para revisar;
8.- Finalmente en cuanto al hecho probado cuarto solicita que se añada el siguiente párrafo: El informe del
sr. Justiniano , establece como conclusión la siguiente: Considerando todos los resultados en su conjunto ,
resulta: Para el conducto de la furgoneta Don Baldomero ( 01) la colisión se hubiera podido evitar si hubiera
adaptado la velocidad y el equipamiento (neumáticos de invierno) a las condiciones de la carretera.
Apoya la redacción en el informe del Sr. Justiniano (folios 225 a 273) en relación con la ampliación de obrante
a os folios 687 y siguientes. Se admite la revisión y ello porque con independencia de que en el informe
complementario posterior realizado por este perito se matice que entiende que la causa principal del accidente
fue la velocidad inadecuada de la furgoneta no excluye de forma tajante lo señalado en el informe al que
complemento, esto es, la existencia de dos causas influyentes en el resultado final: la falta de adaptación de la
velocidad y la falta de adaptación del equipamiento ( neumáticos de invierno a las condiciones de la carretera).
9.- Con respecto al hecho probado quinto solicita que se sustituya la redacción judicial cuando señala que
la empresa había facilitado al trabajador un manual del conductor que en su lugar se haga constar que "La
empresa no había facilitado al trabajador el manual del conductor".
Apoya la redacción en los folios 71 a 161, 81 y 854. La modificación no procede puesto que se apoya en la
misma documental que ya ha sido valorada por el juzgador de instancia y no es licito sustituir la valoración
objetiva e imparcial del juzgador por la subjetiva e interesada de la parte recurrente salvo que se acredite error
lo cual no acontece en el supuesto de autos .

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10.- Finalmente solicita la adición al hecho probado quinto del siguiente contenido: "La empresa no ha
acreditado haber realizado a la furgoneta revisión alguna".
Apoya la revisión en la falsedad de las hojas ficha aportadas. El mismo argumento que se ha indicado para
desestimar la modificación anterior ha de utilizarse para rechazar la presente. A ello ha de unirse que no
procede incluir en el relato fáctico lo pretendido, en el relato de hechos probados ha de consignarse lo que ha
resultado probado, y no lo que no se ha conseguido probar. El argumento de la falsedad de los documentos
aportados en otros autos no puede sustentar la modificación pretendida, y lo que tiene hacer el recurrente es
presentar querella en los términos regulados en el art. 86.2 LRJS . Finalmente hemos de indicar que ninguna
trascendencia tiene la pretendida adición ya que el recurrente no alega en ningún momento, ni ningún otro
hecho probado lo admite, que la furgoneta no estuviera en buenas condiciones para circular, por lo el hecho,
en su caso, de no haber pasado las revisiones reglamentarias no habría influido en la causación del accidente
litigioso.
TERCERO .- En su undécimo motivo de suplicación la recurrente, al amparo del art. 196.2 de la LRJS , que
entenderemos complementado con el art. 193 .c) de la LRJS , alega la infracción de las siguientes normas:
1.- Artículo 123 de la LGSS al entender que concurren todos los elementos necesarios para la procedencia
del recargo básicamente porque: a) el uso de neumáticos de invierno habría minorado el resultado final; b) la
furgoneta iba sobrecargada y c) la estiba no fue correcta.
2-Infracción de la Ley de Transportes por Carretera 15/2009, art. 17
3.- Infracción por aplicación indebida del RD 1215/1997, anexo II, punto 3.
4.- infracción por no aplicación de lo dispuesto en el art. 14.2 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales
5.- Infracción por inaplicación del art 15.1 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales .
6.- Infracción de las normas relativas a la apreciación de la prueba, art. 348 de la LEC en lo que se refiere a
la valoración de la prueba pericial.
Comenzaremos por este último motivo porque nada tiene que ver con los submotivos anteriores dedicados a
la alegación de infracción de normas sustantivas mientras que este último se refiere a infracción de normas
procesales.
El artículo 193 c) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social establece como objeto del recurso de
suplicación "examinar las infracciones de normas sustantivas o de la jurisprudencia"; el término "norma" ha de
entenderse en sentido amplio abarcando tanto las emanadas del Estado, como los Tratados Internacionales
ratificados y publicados en el Boletín Oficial del Estado, normas convencionales y normas consuetudinarias.
En lo que se refiere a normas sustantivas, la jurisprudencia matiza la referencia que el legislador realiza a
"normas sustantivas", en el sentido de que existen supuestos en los que la norma procesal determina el Fallo
de la Sentencia de instancia, sin que pueda alegarse su infracción por la vía de la letra a) del ya precitado
artículo 193 de la LRJS , lo que ocurre en los casos de cosa juzgada, incongruencia, contradicción en el Fallo y
error de derecho en la apreciación de la prueba. También ha de tenerse en cuenta que las cuestiones de hecho
y de derecho han de ser tratadas por separado, de tal forma que cuando lo discutido es un error fáctico ha de
denunciarse por el cauce del artículo 193 b) de la LRJS ,mientras que si lo discutido es un error de derecho en
la apreciación de la prueba el recurso ha de ser formalizado por la vía del artículo 193 c) de la LRJS , si bien
en la resolución del recurso conforme a uno u otro cauce no se pueden olvidar que el recurso de suplicación
es de naturaleza extraordinaria, y no puede transformarse en una segunda instancia.
Dicho esto, y a la vista de las alegaciones de la recurrente, hemos de recordar que se considera error de
derecho en la apreciación de la prueba la infracción cometida en la eficacia y valoración de la prueba, por
ignorar la Sentencia la norma que fija el valor probatorio de un medio concreto de prueba, o al atribuírselo a uno
que en realidad no lo tiene, vulnerando o desconociendo la norma legal de valoración probatoria. Como tiene
reiterado el Tribunal Supremo, entre otras en sus Sentencias de fechas 25/03/1992 , 13/02/1991 , 02/03/1987
y 16/06/1986 , para que un motivo por error de Derecho pueda prosperar es preciso que se alegue y acredite
la vulneración de un precepto que imponga al Juzgador una determinada valoración de la prueba que haya de
prevalecer frente a su libertad de apreciación, pues no hemos de obviar que es al Juzgador de instancia, cuyo
conocimiento directo del asunto garantiza el principio de inmediación del proceso laboral.
Cabe así afirmar en primer lugar que, nuestro o sistema procesal, atribuye al Juzgador de instancia la
apreciación de los elementos de convicción- concepto más amplio que el de medios de prueba- para fijar una
verdad procesal que sea lo más próxima posible a la real, para lo que ha de valorar, en conciencia y según
las reglas de la sana crítica, la practicada en autos, conforme a las amplias facultades que a tal fin le otorga

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JURISPRUDENCIA

el artículo 97.2 de la LRJS Laboral ; así lo ha declarado de forma reiterada el Tribunal Supremo (entre otras
sentencia de 17 de diciembre de 1990 ) y en la misma medida se ha pronunciado el Tribunal Constitucional en
sentencia 81/88 de 28 de abril señalando que el Juez de lo Social incardina unos hechos en las previsiones
legales, reiterando que la carga de la prueba de los hechos corresponde a las partes, mientras que al Juez
corresponde la determinación de los hechos probados, decidiendo "en conciencia y mediante una valoración
conjunta". Ello implica, atendiendo a la especial naturaleza del Recurso de Suplicación, que el Tribunal Superior
no puede efectuar una nueva ponderación de la prueba sino realizar un control de la legalidad de la Sentencia
recurrida en la medida que le sea pedido y sólo de excepcional manera puede hacer uso de la facultad de
revisar las conclusiones fácticas con base en concreto documento auténtico o prueba pericial que obrante en
autos patentice de manera clara, evidente y directa, de forma contundente e incuestionable y sin necesidad de
acudir a hipótesis, conjeturas, suposiciones o argumentaciones más o menos lógicas, naturales o razonables,
el error de aquel juzgador cuya facultad de apreciación no puede ser desvirtuada por valoraciones distintas o
conclusiones diversas de parte interesada.
Partiendo de estas premisas el motivo no prospera puesto que ni nos encontramos ante un medio de prueba
tasado ni estimamos que la valoración que realiza la Juez a quo hubiera sido contrario a las reglas de la sana
crítica, y a tal efecto nos remitimos a lo que argumentamos al rechazar los diferentes motivos de revisión
fáctica con apoyo en la prueba pericial practicada por la actora.
CUARTO .- En cuanto a los restantes motivos , antes de comenzar con el análisis de los mismos, hemos de
tener en consideración que recientemente esta misma Sala ha tenido ocasión de pronunciarse en el recurso de
suplicación 292/2013, sentencia de 8 de junio de 2015 , relativo a la indemnización de daños y perjuicios con
origen en el mismo accidente de trabajo que ahora nos ocupa, en la que confirmamos la sentencia de instancia
que imponía la indemnización de daños y perjuicios a la empresa por entender que había incurrido en una
responsabilidad en relación con este punto ha de tenerse en consideración que la acción ejercitada en aquél
procedimiento y el presente son independientes; ello supone que lo allí resuelto (y confirmado en parte por
sentencia de esta Sala antedicha) no tiene con respecto al presente procedimiento eficacia de cosa juzgada
negativa pero en definitiva si es relevante porque en definitiva se está enjuiciando la situación del mismo
trabajador , en la misma empresa, y en los mismos periodos que lo que ahora han de tenerse en consideración
a efecto de imposición del recargo de prestaciones, por lo que no es posible que el mismo supuesto de hecho
se califique por una sentencia (la que resuelve sobre indemnización de daños) como una situación en que la
empresas incumplía las medidas de seguridad exigibles, y que en la que ahora resolvemos digamos que dichas
medidas de seguridad eran cumplidas a efectos de no imponer el recargo, y ello porque como ha señalado el TC
(sentencia de 34/2003 de 25 de febrero ) la existencia de pronunciamientos contradictorios en las resoluciones
judiciales de los que resulte que unos mismos hechos ocurrieron o no ocurrieron es incompatible con el
principio de seguridad jurídica que, como exigencia objetiva del Ordenamiento se impone al funcionamiento
de todos los órganos del Estado en el art. 9.3 CE - en cuanto dicho principio integra también la expectativa
legítima de quienes son justiciables a obtener para una misma cuestión una respuesta inequívoca de los
órganos encargados de impartir justicia, añadiendo las STC 171/1991 , o la 207/1989 o la 190/1999 que la
intangibilidad de lo decidido en resolución judicial firme, fuera de los casos legalmente establecidos, es , pues,
un efecto íntimamente conectado con la efectividad de la tutela judicial tal como se consagra en el art. 24.1
de la CE de tal suerte que éste es también desconocido cuando aquella lo es. Matizamos que en este caso
desconocemos si nuestra resolución recaída en el recuso 292/2013 es firme pero aun de no serlo seríamos
incongruentes si con respecto a aquel litigio apreciamos que el uso de neumáticos inadecuados fue motivo
determinante en un 50% del resultado final y ahora dijéramos que no lo es apreciando culpa exclusiva de la
víctima.
Entrando ya en la acción de recargo que ahora nos ocupa ha de tenerse en cuenta que en materia de imposición
de recargo de prestación por omisión de medidas de seguridad ha de tenerse en cuenta los siguientes criterios:
1º.-Que si bien no es una sanción propiamente dicha, si tiene un cierto carácter sancionador, por lo que ha de
ser de objeto de interpretación estricta y restrictiva.
2º.-Que dada su naturaleza punitiva es de aplicación personalísima, de tal modo que solo puede imputarse,
de forma exclusiva , a la empresa incumplidora en sus deberes de materia y de seguridad e higiene en el
trabajo, sin que pueda ser desplazada tal responsabilidad del pago del recargo a terceros, no siendo posible su
aseguramiento ni derivación de responsabilidad al INSS como sucesor del Fondo de Garantía de Accidentes
de trabajo ( STS de 8 de marzo de 1993 , 12 de febrero de 1994 , 20 de mayo de 1994 o 22 de abril de 2004
entre otras).
3º -Que se trata de responsabilidad empresarial en que si bien ,no es de naturaleza objetiva, sí tiene escasa
incidencia la conducta del trabajador, y en todo caso ha de existir una omisión de medidas de Seguridad e
Higiene en el trabajo por parte de la empresa, sean estas generales como las particulares exigibles en cada

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JURISPRUDENCIA

actividad en concreto. En todo caso la conducta del empresario habrá de valorarse con criterios razonables
y según máximas de la convivencia industrial que son criterios coincidentes con los recogidos en el art. 16
del Convenio 155 de la Organización Internacional del Trabajo de 22 de junio de 1981 y ratificado por España
en 26-7-1985 en cuanto impone a los empleadores, en la medida que sea razonable y factible, garantizar que
los lugares de trabajo, operaciones y procesos sean seguros y no entrañen riesgos para la salud y seguridad
de los trabajadores .
4º.-Que ha de existir un nexo causal entre la infracción de la medida de seguridad y el accidente de tal modo que
no se puede imponer el recargo si la infracción no es la causa del accidente, excluyéndose la responsabilidad
empresarial cuando la producción del evento acontece de manera fortuita, de forma imprevista o imprevisible,
sin constancia diáfana del incumplimiento por parte del empleador de alguna norma de prevención, o cuando
se produce la ruptura del nexo causal por acción u omisión del propio trabajador, conducta que en todo caso
ha de merecer el calificativo de imprudencia temeraria.
Como ya se ha resuelto por esta Sala en anteriores ocasiones (sentencia 12 de abril de 2011, recurso 513/2008 ,
30 de enero de 2012, rec.2351/2008 ) existen posturas estrictas o restrictivas que concibiendo el recargo de
prestaciones como una sanción, y haciendo hincapié en la aplicación del principio de tipicidad propia de las
sanciones, exige que exista una infracción de concretas y preexistentes disposiciones legales o reglamentaria
de forma que el incumplimiento de las mismas por parte de la empresa haya producido por adecuada relación
de causalidad la lesión constitutiva del accidente, o lo que es lo mismo, que si tales medidas legalmente
impuestas se hubieran adoptado el accidente no se hubiera producido. Frente a esta existe la tesis más
amplia que permite que para imponer el recargo de prestaciones basta con la infracción del genérico deber de
seguridad que sostiene (tal como señala entre otras la sentencia del STSJ Andalucía (Gra) Sala de lo Social de
14 enero 2009, con remisión la sentencia del Tribunal Supremo de 8 de octubre de 2001 ), que la infracción que
da lugar al recargo se comete cuando no se han observado las medidas generales o particulares de seguridad
e higiene en el trabajo adecuadas a las circunstancias de tiempo, lugar, y circunstancias del trabajo realizado
y personas intervinientes, apuntando las referidas sentencias que tras la promulgación de la ley 31/1995 de
prevención de riesgos laborales se ha producido un cambio en la perspectiva jurisprudencial, desde la que
era enfocado el recargo, acentuándose su finalidad preventiva del accidente de trabajo, en detrimento de la
indemnizatoria, viéndose como una medida mas para lograr el cumplimiento del deber de seguridad en el
trabajo, lo que permite concluirse que el incumplimiento al que se refiere el artículo 123 del LGSS no es solo el
que hace referencia a la omisión de medidas de seguridad reglamentarias, sino, también el de normas que no
estén específicamente impuestas, procediendo por lo tanto imponer el recargo, cuando no se adoptan medidas
de seguridad fácilmente previsibles, cuando las medidas de seguridad quedan desfasadas en el tiempo, y no
mejoran con los avances de la técnica y se adaptan a los nuevos sistemas de trabajo.
Partiendo de esta tesis, junto con lo resuelto por la sentencia de indemnización de daños y perjuicios precitada,
la imposición del recargo procede, puesto que si estimamos que existe una negligencia tan grave como para
entender que procede imponer a la empresa una responsabilidad por haber incurrido en el grado de culpa
previsto en el art. 1104 del Código Civil , hemos de entender que también ha incurrido en una infracción del
genérico deber de seguridad que sustenta la imposición del recargo de prestaciones previsto en el art. 123
LGSS . Y tal infracción ha de verse sustentada en la denuncia formulada en relación con la inadecuación de los
neumáticos, y no con respecto a las otras dos cuestiones, puesto que con respecto a las denuncia relativa a la
sobrecarga de la furgoneta y la incorrecta estiba de la misma en el referido recurso de suplicación 292/2013,
sentencia 8 de junio de 2015 , indicamos que: " En relación a las operaciones de estiba de la carga y exceso de
carga se denuncia infracción de los artículos 20 y 23 de la ley de transportes por carretera de mercancías para
derivar también responsabilidad a la empresa Inergy system ;cabe decir que el juzgador de instancia da por
probado que el trabajador que deberá observar el buen acondicionamiento de la carga, y si observase defectos
en la estiba o en la carga lo comunicara al departamento técnico de la empresa, y dado que el trabajador había
recibido la formación adecuada y no efectuó manifestación alguna al respecto, por lo que no se puede atribuir y
derivar responsabilidad para el cargador; siendo de señalar asimismo que el artículo 20 de la ley de transporte
establece que " sin embargo el porteador responderá de los daños sufridos por las mercancías debidos a una
estiba inadecuada cuando tal operación se haya llevado a cabo por el cargador siguiendo las instrucciones del
porteador" ; y en el caso examinado en el presente recurso ha resultado acreditado en autos y así consta en el
sentencia de instancia que la carga y estiba de la mercancía la hizo la empresa Inergy, con la colaboración y
siguiendo las instrucciones e indicaciones del trabajador, el cual había recibido formación adecuada al efecto
(según consta en HDP inalterado); siendo asimismo de señalar respecto del exceso de carga denunciado que
la circunstancia de que entre la carta de porte y los albaranes existiese una diferencia de peso no implica en
modo alguno ocultación o engaño y se corresponde con que en la carta de porte es norma usual referenciar un
peso estándar, de hecho en los albaranes entregados al porteador-transportista constan los respectivos pesos
de los bultos o mercancías y de haber querido ocultar dicha información no se habrían entregado los mismos

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JURISPRUDENCIA

al porteador; Y siendo asimismo de señalar el dato esencial de que en modo alguno ha quedado acreditado
que el exceso de carga fuera elemento determinante del accidente que causa la muerte del trabajador, siendo
las causas como señala el juzgador de instancia en la sentencia recurrida, otras circunstancias tales como , los
neumáticos inadecuados del vehículo, el estado de la carretera y la propia conducción a velocidad inadecuada
las causas determinantes del accidente que produjo el fatal desenlace; Siendo por ultimo de destacar que aun
careciendo de relevancia el exceso de carga a efectos de producción del accidente, es que señalar que la ley de
ordenación de transporte terrestre en su artículo 140 regula los supuestos en los que es sancionable el exceso
sobre la tasa máxima autorizada del vehículo, estableciendo que en los vehículos de hasta 10 toneladas el
exceso sancionables es aquel que supera el 25% y sobre eje el 50% ; en el caso de autos la diferencia de
mercancías de 130 kilos ( que no alcanza el 9%) en modo alguno supone rebasar estos porcentajes; por lo
que no sería sancionable, además de no existir relación de causalidad acreditada entre el exceso de carga y
la producción del accidente"; por lo tanto no apreciamos incumplimiento de norma de seguridad específica o
genérica que influyese en la causación del resultado final.
Pero con respecto al uso de neumáticos que no eran de invierno, al resolver el recurso que en este punto plantea
la empresa, para desestimarlo, indicamos: " La respuesta es positiva a la vista del indiscutido relato histórico
de la instancia y ello por cuanto que ha resultado acreditado que el vehículo no llevaba ruedas de invierno , las
cuales si bien no eran obligatorias, en España y tampoco en Alemania en la fecha de siniestro, si bien en este
último país se pasó a considerar obligatorio el uso de ruedas especiales de invierno cuando hubiese hielo y
nieve en la calzada y ello bajo multa de 40 euros, que podía pasar a 80 si se obstaculizaba el tráfico ;lo cierto
es que no resultaron las adecuadas al existir nieve y hielo sobre el asfalto, siendo además de señalar como
razona el juzgador de instancia que el hecho de que una medida de seguridad no venga impuesta por una
norma no supone que no deba adoptarse y así el artículo 3 del RD 1215/1997 de 18 de julio , establece que :"
el empresario adoptara las medidas necesarias para que los equipos de trabajo que se pongan a disposición
de los trabajadores sean adecuadas al trabajo que deba realizarse y convenientemente adaptados al mismos,
de forma que garanticen la salud y seguridad de los trabajadores al utilizar equipos de trabajo "añadiendo que
"para la elección de los equipos de trabajo el empresario deberá tener en cuenta los siguientes factores .a) las
condiciones y características específicas del trabajo a desarrollar, b) los riesgos existentes para la seguridad y
salud de los trabajadores en el lugar de trabajo y, en particular , en los puestos de trabajo, así como los riesgos
que puedan derivarse de la presencia o utilización de dichos equipos o agravarse por ellos"Y en el supuesto a
resolver en el presente recurso es evidente que las ruedas de invierno tienen un mayor agarre sobre nieve y las
noticias cuando el fallecido inicio el viaje indicaban que varios países europeos entre ellos Alemania, estaban
en alerta por un temporal de frio polar; por lo que una mínima precaución debió de haber llevado a la empresa
a colocar en la furgoneta ruedas de invierno aunque la normativa sobre circulación de vehículos de motor en
ambos países no obligase a ello."
Por lo tanto ha habido un incumplimiento del deber de seguridad impuesto al empresario quien siendo
conocedor de las circunstancias que existían en el país de destino del transporte no previó la evitación del
riesgo dotando a la furgoneta de los medios necesarios- neumáticos de invierno- para impedir el resultado
final, por lo que existe incumplimiento empresarial que sustenta la imposición del recargo.
QUINTO .- La cuestión que resta por resolver es en qué medida ha influido la velocidad inadecuada que llevaba
la furgoneta en el momento del siniestro y si ello contribuye a la ruptura del nexo causal entre la infracción
cometida por la empresa y el resultado final; esto es si la conducta del trabajador es lo suficientemente
imprudente como para excluir la imposición del recargo. Para que la imprudencia atribuible al trabajador
pueda constituirse en causa de exención de la responsabilidad de la empresa es necesaria que la misma sea
temeraria entendida esta, como ya señaló el Tribunal Supremo desde la sentencia de 16 de julio de 1985 la
que se corresponde con aquella conducta en la que el trabajador, de forma consciente y voluntaria, contraría
las órdenes recibidas por el patrono, o las no respeta las más elementales normas de precaución, prudencia
y cautela exigidos a toda persona.
Doctrina reiterada en sentencias más recientes como la del Tribunal Supremo de 18 de septiembre de 2007 a la
que hace referencia entre otras las sentencias del TSJ de Galicia de 12 de abril de 2011 ( recurso 513/2008 ), o
la del 2 de marzo de 2010 en la que se indica que " el concepto de imprudencia temeraria no tiene en este ámbito
del ordenamiento la misma significación que en el campo penal ( sentencia de 30 de mayo de 1998 , pues
en el primer caso el efecto que provoca su concurrencia es la pérdida de protección cualificada de un riesgo
específicamente cubierto, en tanto que el Derecho Penal tiende a proteger al colectivo social de los riesgos
causados por conductores imprudentes", aunque advirtiendo que "la imprudencia se configura en relación con
las circunstancias de hecho que se dan en cada supuesto litigioso, y esas circunstancias concurrentes son de
apreciación inicial del juzgador en cada caso concreto, para determinar si existe o no la causa de exclusión
de la presunción de laboralidad, y por eso no son posibles las declaraciones con vocación de generalidad".
Así las cosas, para el Tribunal Supremo "la imprudencia temeraria se diferencia de la imprudencia profesional

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JURISPRUDENCIA

de manera palmaria; esta última especie de imprudencia, que no rompe el nexo causal entre la lesión y el
trabajo, es consecuencia del ejercicio habitual del trabajo y se deriva de la confianza que éste inspira por la
repetición de unos mismos actos, en tanto que la imprudencia temeraria presupone una conducta en la que
su autor asume riesgos manifiestos, innecesarios y especialmente graves ajenos al usual comportamiento de
las personas"; lo cual, dicho en otras palabras, supone concebir la imprudencia temeraria "como el patente y
claro desprecio del riesgo y de la prudencia más elemental exigible, definida en la sentencia de esta Sala de
16 de julio de 1985 como aquella conducta del trabajador en que excediéndose del comportamiento normal
de una persona, se corra un riesgo innecesario que ponga en peligro la vida o los bienes, conscientemente".
Y es sobre esta base conceptual sobre la cual, según el Tribunal Supremo, se debe proceder a enjuiciar el
caso concreto, "sin olvidar que el enjuiciamiento de las conductas a estos efectos no debe acometerse con
criterios de la ciencia penal", siendo conveniente apuntar "como criterio interpretativo, que la jurisprudencia de
la Sala Segunda de este Tribunal ha oscilado entre la teoría de consentimiento y de la probabilidad; conforme
a la primera de esas teorías, se ha calificado de dolosa la conducta desplegada por el sujeto que conoce el
peligro propio de una acción que supera el límite del riesgo permitido, considerándola como una modalidad
del dolo eventual; la segunda teoría parte de la representación como probable la realización de un hecho con
el resultado de un peligro concreto al que se somete el sujeto. Puesto que el núm. 4 del precepto estudiado se
conforma con la imprudencia temeraria para excluir el accidente de trabajo, sin la exigencia del dolo, el paso
siguiente ha de darse para calificar, a la luz de la doctrina expuesta, el comportamiento del demandante".
Pues bien, en el caso de autos no se aprecia tal imprudencia temeraria, máxime si tenemos en consideración
que en el proceso en el que se ejercitaba la acción de indemnización de daños y perjuicios no se apreció culpa
exclusiva de la víctima sino que mantuvimos la compensación de culpas en el 50% empresa y 50% trabajador
accidentado. Por otro lado no consta en sede fáctica los datos que alega la empresa impugnante del recurso
en lo que se refiere a la existencia de multas por exceso de velocidad impuestas al Sr. Baldomero ni tampoco
se hace referencia al grado de alcohol en sangre. Sin embargo dicha participación de la conducta del trabajador
accidentado en el resultado final sí ha de ser tenida en consideración a efectos de la graduación del recargo
estimándose adecuado imponerlo en el grado mínimo, esto es, en un porcentaje del 30%, y cuyo coste deberá
ser asumido por la empresa demandada.
En base a todo lo argumentado:

FALLAMOS
Que estimando el recurso de suplicación interpuesto por el Letrado D. Antonio Heredero González- Posada,
actuando en nombre y representación de DÑA. Socorro , DÑA. Araceli , DÑA Teresa , contra la sentencia de
fecha veintiocho de julio de dos mil catorce, dictada por el Juzgado de lo Social nº 1 de Vigo en autos 306/2013
seguidos a instancia de los recurrentes contra la empresa TRANS-AYAN S.L., el INSTITUTO NACIONAL
SEGURIDAD SOCIAL y la TESORERIA GENERAL DE SEGURIDAD SOCIAL y la MUTUA UNIVERSAL sobre recargo
de prestaciones revocamos la misma y en su lugar, estimando la demanda interpuesta, imponemos con cargo
a la empresa TRANS - AYAN S.L. el recargo de las prestaciones derivadas del accidente de trabajo sufrido por la
Sr. Baldomero en un porcentaje del 30%, condenando a la referida empresa a estar y pasar por tal declaración
y a que capitalice el coste de dicho recargo absolviendo a los demás codemandados de las pretensiones de
la demanda.
Notifíquese esta resolución a las partes y a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, haciéndoles
saber que contra la misma, sólo cabe Recurso de Casación para unificación de doctrina que se preparará por
escrito ante esta Sala de lo Social dentro de los DIEZ DIAS siguientes a la notificación de esta Sentencia y de
acuerdo con lo dispuesto en los artículos 220 y siguientes de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social . Una
vez firme, expídase certificación para constancia en el Rollo que se archivará en este Tribunal incorporándose
el original al correspondiente Libro de Sentencias, previa devolución de los autos al Juzgado de lo Social de
procedencia.
MODO DE IMPUGNACIÓN : Se hace saber a las partes que contra esta sentencia cabe interponer recurso de
Casación para Unificación de Doctrina que ha de prepararse mediante escrito presentado ante esta Sala dentro
del improrrogable plazo de diez días hábiles inmediatos siguientes a la fecha de notificación de la sentencia.
Si el recurrente no tuviera la condición de trabajador o beneficiario del régimen público de seguridad social
deberá efectuar:
- El depósito de 600 € en la cuenta de 16 dígitos de esta Sala, abierta en el Banco de SANTANDER (BANESTO)
con el nº 1552 0000 37 seguida del cuatro dígitos correspondientes al nº del recurso y dos dígitos del año
del mismo .

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JURISPRUDENCIA

- Asimismo si hay cantidad de condena deberá consignarla en la misma cuenta, pero con el código 80 en vez
del 37 ó bien presentar aval bancario solidario en forma.
- Si el ingreso se hace mediante transferencia bancaria desde una cuenta abierta en cualquier entidad bancaria
distinta, habrá que emitirla a la cuenta de veinte dígitos 0049 3569 92 0005001274 y hacer constar en el
campo "Observaciones ó Concepto de la transferencia" los 16 dígitos que corresponden al procedimiento (
1552 0000 80 ó 37 **** ++).
Una vez firme, expídase certificación para constancia en el Rollo que se archivará en este Tribunal
incorporándose el original al correspondiente Libro de Sentencias, previa devolución de los autos al Juzgado
de lo Social de procedencia.
Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN.- Leída y publicada fue la anterior sentencia en el día de su fecha, por el Ilmo. Sr. Magistrado-
Ponente que la suscribe, en la Sala de Audiencia de este Tribunal. Doy fe.

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