Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
El impacto de la actividad social del hombre sobre el ambiente ha existido siempre, pues se
utilizan los recursos para el bienestar y beneficio, donde se satisfagan no solo sus necesidades
básicas, sino incluso las culturales, sociales, estéticas, recreativas, etc. Para que se den todas
estas condiciones de bienestar, es necesario que exista un equilibrio hombre-ambiente, pues el
uso de los recursos no podrá convertirse en el “abuso”, ya que entonces no podrá existir el
bienestar que se persigue. En este sentido, el término salud define el marco de ese equilibrio
hombre-ingeniería y ambiente, pues implica el completo bienestar físico, mental y social.
Esta definición general y global que no limita la salud a la parte exclusiva de las enfermedades,
existe simplemente porque se ha demostrado que hay una estrecha relación entre las incidencias
de las enfermedades y el nivel de desarrollo económico y social, que por supuesto depende del
estado emocional de los individuos. Es por esta razón que la salud no está exclusivamente en
manos de los profesionales de la medicina, sino relacionada con grupos interdisciplinarios, que
van desde los encargados de educar hasta los responsables de curar, y allí por supuesto la
Ingeniería Civil tiene su rol específico, pues el ejercicio profesional está orientado a la
consecución del bienestar colectivo de la sociedad a través de obras de infraestructura.
En los últimos tiempos, casi que en todos los aspectos de la vida diaria, se ha demostrado que
los niveles de prevención son más efectivos, económicos y relativamente fáciles en la solución
de los problemas, y el aspecto salud no escapa de esta realidad.
Aún cuando hoy en día se maneje la salud integral, no deja de ser importante el aspecto
relacionado con la parte de salud física, entendida como la ausencia de enfermedades, y donde
tradicionalmente se han asociado únicamente a los profesionales de la medicina como los que
tienen inherencia en este aspecto. Retomando los conceptos de niveles de prevención,
entonces se observa claramente que existen diversos profesionales en este campo de la
prevención de enfermedades, en donde el ingeniero civil es parte de este ámbito disciplinario.
Específicamente en lo que se ha denominado protección específica en el nivel de prevención
primaria del período prepatogénico en la historia natural y social de la enfermedad y sus niveles
de prevención.
Es por ello que se requieren entender y manejar una serie de conceptos básicos sobre
enfermedades, específicamente sobre un tipo de ellas que aparece como consecuencia de una
cadena de acontecimientos que enlazan tres elementos fundamentales: Agente Causal, Vía de
Transmisión y Hospedero, llamadas Enfermedades Transmisibles, en donde los niveles de
prevención a través de obras de infraestructura juegan un papel fundamental para su
minimización o erradicación.
Las enfermedades infecciosas de origen hídrico son generalmente producidas por un grupo de
agentes infecciosos que se localizan en el tracto intestinal y los cuales se eliminan a través de
las evacuaciones intestinales, constituyéndose los cuerpos de agua en una vía de transmisión.
Las enfermedades transmitidas por artrópodos son aquellas producidas por el transporte de los
organismos patógenos a través de mosquitos, moscas, cucarachas, trialóminos (chipos),
caracoles tipo babosas y pedículos (piojos) u otros organismos vivos, que generalmente
Prof. Henry Blanco 1/16 2012
Salud y Enfermedades Transmisibles
constituyen lo que se denomina el vector de la enfermedad. Existen otras que se producen por
cuadros tóxicos o alérgicos que ocasiona el artrópodo (arañas). .
TABLA Nº 1
TIPOS DE ENFERMEDADES TRANSMISIBLES
Clasificación Ejemplos
Fiebre tifoidea, Fiebre paratifoidea A y B
Amebiasis, Lambliacis, Tricocefalosis
Enfermedades infecciosas de origen hídrico
Enterobiasis, Esquistomiasis,
Anquilostomiasis
Paludismo, Fiebre amarilla, Filariasis
Enfermedades transmitidas por artrópodos Tifus exantemático, Peste, Mal de
chagas, Oncocercosis
Silicosis, Dermatitis, Saturnismo,
Enfermedades profesionales
Intoxicaciones, Traumatismos
Difteria, Tuberculosis, Escarlatina
Otras Sarampión, Tos ferina, Viruela
Resfriado común
Brucelosis, Rabia, Tularemia,
Enfermedades de origen animal
Fiebre aftosa, Carbunco
El tipo de enfermedades en las cuales la prevención está más asociada con los profesionales de
la ingeniería civil, debido a que obras de infraestructura específicas se convierten en la
protección específica de la prevención primaria, son algunas de las que tienen carácter
transmisible, razón por la cual serán este tipo de enfermedades las que se aborden en este
material.
Para que se produzca una enfermedad transmisible es necesario el agente causal y el lugar
donde pueda sobrevivir para que a través de una vía, entre al hospedero: el hombre. Los
propios seres humanos son el principal elemento donde la mayor parte de esos agentes
causales patógenos pueden vivir y desarrollarse, constituyéndose el reservorio, para
posteriormente transmitir la enfermedad.
Adaptado de OMS, 19
Figura Nº 1.
Vías de transmisión de los agentes patógenos presentes en las excretas.
Como se observa, los patógenos que se encuentran fundamentalmente en las excretas, pueden
penetrar en el organismo humano por vías directas o casi directas, o utilizando una serie de
medios, vehículos o vectores, como mecanismo indirecto.
La secuencia de pasos que sigue el agente causal para llegar al hospedero (hombre) constituye
la cadena epidemiológica, la cual se representa en la Figura Nº 2, y se describe a continuación.
Figura Nº 2.
Eslabones que conforman la cadena epidemiológica.
Agentes Físicos: Son los no vivos o inanimados, y agrupan una variedad de elementos:
maquinarias y equipo industrial, radiaciones, ruido, etc.
El agente causal de tipo biológico se denomina patógeno, definido como un agente que causa
infección en un hospedero vivo, y que puede actuar como un parásito dentro de ese hospedero,
transformando las actividades fisiológicas normales. La capacidad que tiene este agente
Prof. Henry Blanco 4/16 2012
Salud y Enfermedades Transmisibles
patógeno para causar daño al hospedero y que se designa como virulencia, depende de factores
inherentes al patógeno y al hospedero. Entre los organismos patógenos que tienen la virulencia
suficiente para infectar hospederos humanos en condiciones apropiadas, se encuentran ciertas
especies de bacterias, virus, algas y hongos, así como protozoarios y helmintos.
3. Puertas de salida: es la parte del reservorio por la cual escapa el agente causal.
Usualmente la puerta de salida del agente es una sola. Las salidas más comunes son: intestinal,
urinaria, lesiones abierta producto de la enfermedad, eliminación mecánica por heridas y
picaduras, y vías respiratorias. La facilidad de salida del agente del reservorio condiciona la
peligrosidad y la forma como lo haga determinará en parte la transmisión de la enfermedad.
Tal vez, una de las puertas de salida más frecuente de los agentes causales del reservorio sea la
porción superior del aparato respiratorio (boca, nariz y garganta). Al toser, estornudar o hablar,
las personas expulsan gotitas de saliva que contienen el agente causal. Es de esta forma como
salen y se propagan los gérmenes de las enfermedades infecciosas de las vías respiratorias
altas, tuberculosis, influenza, viruela, etc. Por ello, la facilidad y el riesgo de propagación de los
agentes en una comunidad es mucho mayor cuando utiliza la puerta respiratoria que cuando lo
hacen por otras puertas de salida, por lo que usualmente su control es difícil.
La puerta intestinal es la salida que utilizan algunos agentes causales para abandonar el
reservorio. No es una forma de salida permanente, como la respiratoria, sino intermitente, puesto
que en las heces de un enfermo o portador no necesariamente se van a encontrar siempre los
agentes de la enfermedad. Esta puerta la utilizan los gérmenes del grupo entérico, como los
bacilos tíficos, disentéricos, salmonellas, huevos de parásitos y los parásitos mismos. Fácilmente
se comprende que las medidas de control son factibles de poner en práctica pues, con una
adecuada disposición de excretas se soluciona el problema.
Adicionalmente, algunas enfermedades infecciosas presentan lesiones abiertas por las cuales
los agentes patógenos abandonan el reservorio. Por ejemplo, las supuraciones de un oído
eliminan estreptococos, las lesiones sifilíticas eliminan treponemas, etc.
Se ha visto como el agente causal abandona por sí mismo el reservorio sin ayuda alguna, pero
existen algunos gérmenes que necesitan se les facilite la salida del reservorio, generalmente a
través de una herida. De esta forma, un insecto hematófago al picar o al utilizar una jeringa de
transfusión, se abre una puerta al agente causal.
4. Vías de transmisión: una vez que el agente patógeno sale del reservorio, se encuentra un
medio desfavorable y debe sobrevivir hasta llegar a un nuevo reservorio o al hospedero final,
justamente dependiendo de su constitución y capacidad de adaptación en el ambiente, es que es
capaz de sobrevivir y llegar al hospedero. Algunos agentes patógenos solo son infecciosos
durante breves períodos después de su salida del reservorio, pese a lo cual la incidencia de la
enfermedad que causan es elevada. La latencia de un organismo que se define como el período
que transcurre desde que éste abandona el reservorio hasta que comienza a transmitir la
infección, puede variar desde cero en el caso de algunas infecciones bacterianas, hasta
semanas, como lo es para algunos huevos de helmintos. Por ejemplo, los huevos de
esquistosomas se caracterizan por una latencia de algunas semanas, durante las cuales se
desarrollan en un reservorio intermedio antes de convertirse en cercarias, que nadan libremente
en el agua y producen la infección, no obstante, si no penetran en un nuevo reservorio
(intermedio o humano), la persistencia de los huevos y de las cercarias es solo de unas horas.
En cambio, los huevos de Ascaris pueden tornarse infecciosos en un plazo de diez días a partir
de su excreción (período de latencia) pero pueden permanecer en el suelo durante un año o más
y seguir siendo infecciosos (persistencia). En este sentido es importante considerar que el
agente siempre elige aquella vía de transmisión que le permite sobrevivir más fácilmente fuera
del reservorio, y por ello la misma puede ser directa o indirecta.
Transmisión Directa: Es utilizada por agentes patógenos frágiles al medio externo, que
requieren pasar inmediatamente del reservorio al hospedero. El contacto directo puede ser
reservorio-hospedero o a través de gotitas expulsadas al toser, estornudar, hablar ente personas
agrupadas en locales reducidas, entre otras.
Transmisión Indirecta: Es utilizada por aquellos agentes que pueden mantenerse fuera del
reservorio, por lo que se valen de intermediarios, que pueden ser vehículos o vectores.
Vehículos: son un elemento inanimado, como el agua, la leche, los alimentos, el aire, el suelo o
los objetos de uso personal, que utiliza el agente para transportarse.
El agua es uno de los vehículos de transmisión más importante de los agentes causales de la
fiebre tifoidea y otras enfermedades hídricas, parasitarias intestinales, etc.
La leche, además de tener una capacidad de transmisión muy similar a la del agua, es un medio
de cultivo extraordinario, pues los gérmenes que la contaminan pueden vivir en ella por largos
períodos de tiempo, mucho mayores que en el agua. La leche es vehículo de enfermedades del
animal productor (brucelosis, tuberculosis bovina, etc.) y también de enfermedades propias del
hombre (enfermedades hídricas, estreptocócicas, etc.).
Cualquier alimento puede ser vehículo del agente causal de enfermedad, por supuesto que
algunos más que otros, de acuerdo a sus características. Ellos son la vía de transmisión de
infecciones e intoxicaciones alimentarias.
El aire es también un vehículo de agentes patógenos al recibir las gotitas expelidas por una
persona enferma al toser, estornudar, hablar. Dichas gotitas, que pueden permanecer
suspendidas en el aire por largos períodos de tiempo, están constituidas por un núcleo formado
Prof. Henry Blanco 6/16 2012
Salud y Enfermedades Transmisibles
por el agente causal cubierto por una fina capa de humedad o moco. Por consiguiente, el aire es
un vehículo de transmisión de algunos gérmenes productores de enfermedades infecciosas del
árbol respiratorio y bajo ciertas circunstancias puede serlo también de la histoplasmosis, viruela,
varicela, sarampión, etc.
Bajo la denominación de “fomites” se agrupan una serie de objetos inanimados, incluyendo los
de uso personal, como termómetros, vendajes, libros, juguetes, etc. Actualmente tienen escasa
importancia, y únicamente juegan un papel importante en la transmisión en aquellas
comunidades pobres y de bajo nivel sanitario.
El suelo, además de ser reservorio del agente causal, también puede actuar como vehículo de
transmisión de gérmenes productores de distintas enfermedades, particularmente los
esporulados como el del tétanos, botulismo, tenias, etc. Nuevamente es importante destacar que
para que el suelo sea considerado reservorio, el agente patógeno debe crecer y/o desarrollarse
allí.
Vectores: son organismos vivos, generalmente artrópodos, que transportan los gérmenes
patógenos mecánicamente, por picaduras o después de sufrir un proceso biológico en el
organismo del vector. En la transmisión mecánica el principal vector es la mosca, quien se posa
sobre materia contaminada y transporta el agente en sus patas, alas, o cuerpo, al igual que las
cucarachas. En la transmisión por picadura el insecto pica a una persona enferma, ingiere el
agente y después lo inocula al picar de nuevo a una persona sana, o mediante las heces que
expulsa al picar, pudiendo el agente experimentar alguna transformación en el interior del
insecto. En este tipo de transmisión, el agente causal puede sufrir una transformación biológica
en el organismo del vector antes de ser transmitido al hospedero, en cuyo caso no es correcto de
tipicarlo como el reservorio, sino de vector biológico, a diferencia del vector mecánico donde sólo
hay transporte del agente.
a) Respiratoria.
b) Digestiva.
c) Mucosas.
d) Piel.
Cada patógeno tiene una puerta de entrada específica hacia su hospedero. Los patógenos
entéricos son los que causan afecciones en el tubo alimenticio o en el sistema digestivo. Los
organismos que producen tifoidea, disentería, gastroenteritis y cólera son ejemplos de patógenos
entéricos, los cuales deben ser ingeridos para que puedan causar infecciones. Los organismos
que atacan los pulmones deben ser inhalados. Otros deben entrar a través de abrasiones en la
piel, en donde pueden producir infecciones locales o penetrar al sistema circulatorio y
propagarse por el cuerpo. Muchos patógenos crecen en los cuerpos de animales o insectos, y
los únicos humanos infectados en estos casos son los que son mordidos o picados por algunos
de ellos.
Por lo general, el agente infeccioso entra en el huésped y sale de él por la misma ruta. Por
ejemplo, los patógenos entéricos entran y salen por el sistema digestivo: entran por la boca,
continúan por el canal alimenticio y salen por las heces. Los patógenos respiratorios que se
inhalan se emiten por secreciones de la nariz o la garganta, o en aerosoles que se forman al
estornudar o toser y que transportan los microorganismos por el aire. Los patógenos que infectan
Prof. Henry Blanco 7/16 2012
Salud y Enfermedades Transmisibles
6. Hospedero: es el final del recorrido del agente causal, y en muchos casos la literatura lo
identifica como huésped, aunque en la realidad es quien recibe el agente causal y por ello el
término correcto es hospedero.
Después que el agente ha utilizado una vía de transmisión que le ha permitido sobrevivir y ser
transportado hasta el hospedero, ha tenido que encontrar la forma de penetrar en él a través de
una puerta de entrada acorde a su naturaleza. Ahora bien, esto no es suficiente para que ocurra
la enfermedad, pues existen ciertas variables en el hospedero que influyen y participan en el
proceso, incluso puede no producir la enfermedad sino multiplicarse y desarrollarse y ser sólo el
reservorio, lo que generalmente complica un poco el control de la enfermedad.
Hay que tomar en cuenta ciertas variables del hospedero que influyen en el origen y propagación
de la enfermedad, tales como la susceptibilidad, resistencia e inmunidad (variables primarias).
Además, existen otras secundarias, tales como edad, sexo, raza, estado nutricional, trauma,
fatiga, ocupación, etc., que van a jugar un papel importante en el origen y la propagación de la
enfermedad.
La edad es tal vez, el más dinámico de todos los factores epidemiológicos que participan en la
interacción del agente-hospedero-ambiente y es por tanto, un determinante en la aparición de la
enfermedad. A través de la vida, el individuo va modificando su respuesta inmunitaria al estímulo
patógeno. En los primeros tiempos de vida, el niño tiene inmunidad pasiva natural adquirida de
su madre vía placentaria que lo defiende de alguna que otra enfermedad, pero es muy vulnerable
en general, (especialmente a la infecciosa). A medida que madura el individuo, la actividad
fisiológica llega a su óptimo estado, pero en la edad adulta ya los mecanismos comienzan a
deteriorarse y puede adquirir ciertos estados patológicos y entonces ser más vulnerable a los
agentes infecciosos. Algunas enfermedades ocurren más en la vejez, pues el individuo se hace
más susceptible a la enfermedad.
Existen diferencias en cuanto a la incidencia de enfermedad entre las diversas razas. Es difícil
saber por qué el agente causal produce más enfermedad en uno u otro grupo étnico. Hasta el
momento ha sido prácticamente imposible separar los factores verdaderamente raciales
(diferencias en susceptibilidad), de los factores puramente ambientales (especialmente los del
ambiente social, económico y cultural), aunque últimamente se está avanzando algo al respecto.
AGUA: La mayor parte de las enfermedades transmitidas a través del agua son de origen
intestinal. La materia fecal de hospederos o portadores infectados puede introducirse de diversas
maneras en un sistema de abastecimiento de agua o en un área de natación. La más común es
por descarga directa de aguas residuales sin tratamiento, en el agua receptora. Las letrinas
ubicadas demasiado cerca de un pozo o arroyo también pueden ser fuentes de contaminación.
Se ha rastreado el origen de brotes específicos de enfermedades a interconexiones entre
tuberías de aguas y alcantarillado, a rupturas en cañerías de acueducto, y a contaminación de
sistemas de abastecimiento de agua durante inundaciones o fallas temporales de una planta de
tratamiento de aguas residuales.
Los organismos patógenos son incapaces de crecer en el agua, pero pueden sobrevivir en ella
por varios días. Los patógenos capaces de formar esporas o quistes tienen la capacidad de
existir fuera de un huésped durante un tiempo mucho mas largo. Por ejemplo las esporas de
Clostridium tetani, el patógeno que causa la infección de tétanos, sobrevive durante años en la
naturaleza.
Las infecciones de transmisión por aire son las que contagian los patógenos que portan los
minúsculos núcleos de las gotas, los cuales se suspenden de nuevo y después el aire los hace
circular, el polvo los acarrea, o vuelven a circular a través de sistemas de ventilación
inadecuados. Estas partículas se introducen en el cuerpo por el sistema respiratorio. La parte
superior de éste esta integrada por la cavidad nasal, la tráquea, el árbol bronquial, que en cada
pulmón es la ramificación de la tráquea en tubos cada vez más pequeños. Este sistema
básicamente funciona como una vía para que el aire llegue a los pulmones. El sistema
respiratorio inferior se compone de los bronquiolos, extremos muy pequeños de los tubos
bronquiales, y los alvéolos, racimos de pequeños sacos de aire en el extremo de cada bronquiolo
y que tienen el tamaño aproximado de una cabeza de alfiler. En un pulmón sano hay varios
cientos de miles de alvéolos, los cuales proporcionan un área superficial interior próxima a 56 m2.
Las únicas partículas capaces de penetrar hasta el sistema respiratorio inferior son aquellas cuyo
tamaño está entre 0,1 y 1,0 µm, intervalo que corresponde al que abarca desde virus y esporas
fúngicas hasta células bacterianas individuales. Los mecanismos de defensa del sistema
respiratorio superior eliminan las partículas más grandes, en tanto las más pequeñas se inhalan.
Las infecciones cuya puerta de entrada son los alvéolos o los bronquiolos necesariamente son
de transmisión por aire, pues solo pueden penetrar en el pulmón al estar suspendidas en la
corriente de aire. Son ejemplos de infecciones respiratorias inferiores la tuberculosis pulmonar, la
micosis pulmonar y las formas neumónicas de la peste.
Conforme el aire es respirado hacia los pulmones, debe habérselas con un cierto número de
giros abruptos en el sistema respiratorio superior. Las partículas más grandes no pueden dar
vuelta en las esquinas y por tanto chocan contra las paredes recubiertas de los senos, la tráquea
y el árbol bronquial, las cuales son las puertas de entrada para las enfermedades del sistema
respiratorio superior como la difteria, la influenza y las afecciones respiratorias virales agudas,
así como para enfermedades contagiosas agudas como el sarampión y las paperas. Las
partículas grandes alcanzan su portal de entrada con más facilidad que las partículas causantes
de infecciones del sistema respiratorio inferior y, por tanto, es más difícil clasificarlas como
infecciones de transmisión por aire. Por ejemplo, los patógenos que se depositan en la boca
podrían alcanzar el sistema respiratorio superior. Sin embargo, el mecanismo de transmisión por
aire es sin duda importante.
Los ciclos epidemiológicos básicos en las enfermedades de transmisión por insectos son dos. El
más sencillo es un ciclo de los insectos a los humanos y de regreso a los insectos. El insecto
debe ser de preferencia uno que toma su alimento de humanos, y debe tener una alta
susceptibilidad y poder infeccioso para adquirir la enfermedad. La capacidad de satisfacer estas
condiciones es relativamente poco frecuente, pero cuando los requisitos se cumplen, los brotes
de la enfermedad pueden ser explosivos. Son ejemplos de esto el paludismo y la tripanosomiasis
(enfermedad del sueño), que son infecciones de protozoarios procedentes, respectivamente, del
mosquito Anopheles hembra y la mosca tse-tsé.
Adicionalmente, los agentes físicos también tienen importancia en otro tipo de enfermedades no
infecciosas, ya que muchos de ellos tienen que ver con la actividad profesional de la ingeniería
civil. En la tabla N° 5 aparecen esto agentes y los efectos en la salud.
Medidas de Control
medidas para mejorar las condiciones de salud de una población es la implementación eficiente
de un sistema de acueducto, ya que además del simple hecho de prevenir enfermedades de
origen hídrico (directa e indirectamente), tiene implicaciones de orden social, cultural y
económico, acelerando el desarrollo de la comunidad.
Adicional al sistema de acueducto existe otra gran cantidad de medidas de control, las cuales
están íntimamente relacionadas con el ingeniero civil. Entre ellas podemos mencionar:
También es función del ingeniero civil participar en la creación de normas necesarias para evitar
cualquier actividad que cause impacto al ambiente e interfiera en la salud de las poblaciones.
Los programas a desarrollar para este caso particular, están dirigidos a lo siguiente:
1. Educación Sanitaria
2. Sistema de abastecimiento de agua potable
3. Sistema de disposición de excretas o aguas residuales
4. Manejo de los desechos sólidos.
Educación Sanitaria: En las comunidades rurales esto puede ser llevado a cabo introduciendo
los conocimientos a través de los grupos objetivos, es decir, a través de las familias
(específicamente la mujer), la escuela y los lideres locales; medios masivos de comunicación,
con el principal inconveniente que existe el riesgo de ser selectivo (sectores más privilegiados en
tener los medios) y contactos interpersonales como reuniones en equipos pequeños y visitas
domiciliarias.
Las áreas urbanas marginales no están pobladas por un mismo tipo de gente, por tanto la
educación allí debe realizarse en forma directa, donde el objetivo fundamental a manejar es la
integración de la ciudad, en la medida de lo posible.
manantiales o pozos. La recolección de agua de lluvia puede utilizarse en ambos casos como un
complemento de abastecimiento. Al igual que en las zonas rurales la calidad debe enfocarse al
aspecto microbiológico y con vigilancia a las sustancias tóxicas que podrán contaminar las
fuentes.
Manejo de los Desechos Sólidos: En el medio rural uno de los procedimientos más sencillos y
económicos se logra mediante un enterramiento cubierto, mediante la excavación de foso. Sin
embargo, también puede ser implementada una recuperación de los desechos orgánicos y
transformarlos mediante compostaje en acondicionadores de suelo. En las áreas marginales
muchas veces no es factible el enterramiento ni la recuperación, a pesar de que su producción
es más variada que en el medio rural, la solución más sencilla en esta área es la educación hacia
el buen manejo y recolección de los desechos sólidos, sobre todo en aquellos casos donde
existen depósitos comunes para la recolección (contenedores). Actualmente se están
desarrollando programas de reciclaje tendientes a la disminución de los desechos a disponer; sin
embargo, los desechos de tipo orgánico son difíciles de recuperar en estos sectores, teniendo
presente que éstos son los que representan más inconvenientes desde el punto de vista de las
enfermedades transmitidas por artrópodos. Sigue teniendo validez la idea de la concientización
motivados al riesgo que implica el mal manejo de los desechos sólidos.
REFERENCIAS
FRANCEYS, R.; PICKFORD, J. AND REED, R. (1994) “Guía para el Desarrollo del
Saneamiento in situ”. Organización Mundial de la Salud, Ginebra.