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Hamlet

La historia comienza en el palacio de Dinamarca, en donde dos


soldados, durante su vigilancia nocturna, observan un fantasma
que presenta un enorme parecido al difunto Rey Hamlet. Horacio,
amigo del príncipe Hamlet, también es testigo de dicha escena, por
lo tanto deciden darle pronto aviso al joven príncipe de dichos
sucesos. En el salón del palacio, Claudio, hermano del rey difunto,
festeja su boda con Gertrudis, madre de Hamlet, y exhorta a todos
los presentes a reconocer el nuevo contrato nupcial entre la reina y
él, lo cual, tras la muerte del rey de Noruega quien perdió sus
tierras en un combate justo contra el rey Hamlet. Laertes, hijo de
polonio, interrumpe al solicitarle a Claudio su permiso para regresar
a Francia. Dado que polonio, consejero del reino, ya aprueba dicha
decisión, Laertes es libre de marcharse con la bendición del rey.
Concluido esto, Claudio le pide a Hamlet que no se acongoje mas
por la muerte del rey, pues desea que lo considere como su nuevo
padre. Sin embargo, el príncipe demuestra su negación ante este
matrimonio; Gertrudis, le ruega a su hijo que deje de lamentarse
por los muertos y que trate de ser feliz. Hamlet, en su soledad, se
lamenta profundamente por le casamiento entre su madre y su tío,
desaprueba la actitud de Gertrudis, la juzga y la condena por
incestuosa. Horacio interrumpe sus pensamientos para informarle
lo que ha visto al fantasma de su padre. Hamlet, asombrado,
solicita que lo lleven ante su espíritu cuanto antes. En las afueras
del palacio, la sombra vuelve a aparecerse y Hamlet decide
seguirle para averiguar la causa de su tormento. El fantasma es el
espíritu condenado de su padre, quien ha venido a contarle a su
hijo el asesinato que cometió al verter veneno en su oído mientras
dormía, asimismo le pide que no apruebe el nuevo matrimonio y
que vengue su muerte. Días después, el rey Claudio hace llamar a
dos amigos de Hamlet, Ricardo y Guillermo, ya que ha escuchado
rumores acerca de la extraña actitud de su sobrino y por ello, les
solicita que averigüen la causa de su locura. Polonio le comenta a
Claudio que cree que la locura de Hamlet proviene del enorme
amor que este siente por Ofelia, su hija, y la forma en la que ella ha
tenido que rechazar a Hamlet desde que descubrió su relación
amorosa. Así pues, propone organizar un encuentro vigilado entre
Ofelia y el príncipe para confirmar dichas suposiciones. Ricardo y
Guillermo se presenta ante Hamlet para averiguar la razón de
locura, mas este evade sus preguntas sin evidenciar sus
verdaderas causas y propósitos. Claudio es informado de esto y
comienza a sentir miedo y preocupación por esta peligrosa locura,
mas se reconforta un poco al saber que Hamlet planea presentar
una obra con el nuevo grupo de comedia que llegó al pueblo. En la
galería del palacio, Claudio y Polonio se esconden para espiar al
príncipe y a Ofelia. Ella, temerosa y consciente de que es
observada, se acerca a Hamlet para darles las cartas de amor que
éste le ha dado, sin embargo, Hamlet consciente del plan y de que
es observado, la rechaza y la juzga, evidenciando su resentimiento
hacia Gertrudis y el matrimonio, a través de Ofelia. Ante esto,
Claudio descubre que Hamlet no está loco por un desamor ya que
sus palabras producen otro mensaje, por ello decide enviarlo a la
Inglaterra con el pretexto de cobrar los tributos atrasados. Polonio
le sugiere que espere a que Gertrudis hable con su hijo para
descubrir las causas verdaderas de las acciones de Hamlet y
mientras tanto él se ocultará para escuchar la conversación entre
ambos. En el salón del palacio, todos se disponen a presenciar la
obra de teatro que Hamlet ha preparado para el rey y la reina, cuyo
argumento refleja el asesinato cometido contra su padre, el amor
eterno que Gertrudis le promete al rey y la forma en la que esta ha
fallado a su palabra. Esta sátira critica desemboca en la partida del
rey y la reina a mitas de la representación por indignación, Ricardo
y Guillermo, consternados por el hecho, confrontan a Hamlet para
pedirle una explicación, éste, enfurecido y con frases críticas, se
burla de ellos y se retira para ver a su madre. En la habitación de la
reina, Polonio se oculta detrás de unos tapices y Gertrudis espera
la llegada de su hijo. Hamlet arriba al cuarto y le reclama a su
madre los actos incestuosos y la forma en la que ella ha decidido
olvidar al Rey Hamlet. Gertrudis, atemorizada de que Hamlet la
lastime, pide socorro y Polonio hace evidente su presencia en la
habitación, de tal suerte que Hamlet saca su daga y lo asesina
pensando que es su tío. Hamlet le pide a su madre que recapacite
bien, el se lleva el cuerpo de Polonio y lo oculta en la galería del
palacio. Claudio enfadado de estos actos, decide enviar a Hamlet a
Inglaterra junto con Guillermo y Ricardo, en donde será asesinado
por ordenes de su tío, ya que otro tipo de represalia no funcionaria
por el amor que el pueblo y Gertrudis siente por el Príncipe. Días
después, en la frontera de Dinamarca, Fortimbrás le pide a su
criado presentarse ante el Rey Claudio para mostrarle su respeto y
solicitarle su permiso para pasar por e territorio Danés y conquistar
las tierras de Polonia. En el palacio, Ofelia ha perdido
completamente la razón, tanto por la muerte de su padre como por
los rechazos y palabras hirientes de Hamlet. Claudio y Gertrudis,
preocupado por su demencia, solicita que la vigilen. Laertes,
hermano de Ofelia e hijo de Polonio, arriba al palacio, junto con el
pueblo sublevado, con el ávido deseo de vengar la muerte de su
padre.
El Rey se declara inocente de su muerte y le explica que Hamlet no
ha sido debidamente castigado por el aprecio que le tiene el
pueblo. Ofelia entra a la sala y hace evidente su incurable locura, la
cual afecta el animo de Laertes y jura vengar la muerte de su
padre. En casa de Horacio, un mensajero le lleva un par de cartas
de Hamlet, una para Claudio y otra para él. En estas, Hamlet
explica que no consiguió llegar a Inglaterra debido a un ataque
pirata durante el viaje, asimismo le cuenta que Guillermo y Ricardo
siguen en camino a Inglaterra. Claudio, al enterrarse de que Hamlet
regresa, planea con Laertes la muerte del Príncipe: ambos se
confrontarán en una batalla de esgrima, Laertes untará su espada
con veneno y Claudio le ofrecerá a Hamlet durante la batalla, una
bebida envenenada en caso de que el primer no funcione.
Gertrudis los interrumpe para anunciar el suicidio de Ofelia
ahogada en el río y ante esto, Laertes decide llevar a cabo dicho
plan. Hamlet, al regresar, es informado de la batalla con Laertes;
con miedo y malos presentimientos, se dispone a luchar contra él a
quien antes de iniciar el combate le pide disculpas por los agravios
cometidos por su demencia. El Rey Claudio le ofrece a Hamlet la
bebida envenenada, sin embargo, este se niega a tomarla y
Gertrudis la bebe para brindar por su hijo. Tras una intensa lucha,
Laertes y Hamlet resultan heridos por las espadas envenenadas, a
su vez, la Reina agoniza por el veneno de la bebida y acusa a
Claudio de traición. Laertes, al darse cuenta de las consecuencias
de sus planes con el Rey, confiesa que tanto la espada como la
bebida están envenenadas y el tiempo de vida que les queda a los
tres es muy corto. Hamlet, en sus últimos alientos, persigue al Rey
y lo asesina, asimismo le pide a Horacio que cuente la historia que
ha presenciado para salvar el honor del trono. Fortimbrás arriba al
palacio para informar acerca de la conquista de Polonia, sin
embargo, éste se encuentra con la muerte de toda la familia real y
ante esto, se proclama el nuevo Rey de dichas tierras, mas no sin
antes, reconocer que en Príncipe Hamlet hubiera sido un excelente
y digno Rey.

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