EL ORIGEN DE LAS CIVILIZACIONES

Tomado de: en línea https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/primeras-civilizaciones-fluviales-caracteristicas-mas-importantes-2291.html

La civilización ha sido sin duda un pilar fundamental para el avance de las poblaciones humanas
hasta el día de hoy. Un pilar fundamental dentro de esta sin duda ha sido el agua, como elemento
vertebrador de la vida. En esta lección estudiaremos cómo surgieron las primeras civilizaciones
fluviales, para de esa manera ir comprendiendo las grandes civilizaciones antiguas que aún hoy en
día siguen maravillando, además de ser las poseedoras de esos halos de misterios a día de hoy.

El agua como elemento vertebrador de la vida

Sin duda, dentro de la lección sobre las primeras civilizaciones fluviales hemos de hablar de la
importancia del agua (aún en nuestros días lo es). Como sabemos, nuestro organismo está
compuesto en su mayor parte por este elemento, al igual que toda la materia orgánica que nos
rodea. Por otro lado, sabemos que la vida en nuestro planeta comenzó en el agua con organismos
unicelulares. No es por tanto extraño que las primeras poblaciones de homínidos se asentaran
siempre cerca de alguna fuente de agua, ya fuera un río o un riachuelo.

Da la casualidad que, además, las primeras civilizaciones que aparecen en el mundo lo hacen en
regiones que a día de hoy no veríamos como verdaderos paraísos, pues estas regiones fueron el
Próximo Oriente, Egipto o China.

Si nos centramos en las dos primeras, lo primero que se nos viene a la mente es el desierto pero
estos dos lugares guardan un elemento indispensable para dar la vida: los ríos. Sería en las orillas de
estos lugares donde comenzarían a conformarse las primeras civilizaciones.
El inicio de la civilización fluvial

Seguimos hablando de las primeras civilizaciones fluviales y esta vez nos detenemos a hablar con
más detenimiento de los ríos. Estos, como hemos dicho anteriormente, atravesaban amplias zonas
de desierto donde era imposible cultivar o que hubiera vida, más allá de sus orillas.

Los ríos en estos lugares tienen ciclos

torrenciales que se producían cuando había
grandes tormentas en las cordilleras donde
nacían y ello hacía que una gran cantidad de
agua recorriera éste. De esa manera, estos
iban arrastrando todo a su paso
depositando limo en los laterales de los ríos,
que, al secarse, dejaban una tierra muy fértil
para el cultivo.

Esto fue lo que aprendieron las primeras

civilizaciones y haciendo uso de esto, y
creando una serie de canales hicieron
posible convertir partes del desierto en
verdaderos oasis donde se daba la vida.
 La construcción de los canales

Otro punto importante dentro de las primeras civilizaciones fluviales es cómo crearon sistemas para
mejorar la fertilidad de los campos. En primer lugar, hemos de decir que ello se hizo gracias al
estudio de las estaciones; los sacerdotes estudiaban año tras año el comportamiento del río para
saber cuándo venía la crecida y cuando volvía a la normalidad el caudal.

Ello era fundamental a la hora de tener claro las fechas para la siembra y la recolección, pues de ello
dependía la población. Por ello los egipcios desarrollaron un medidor, el cual se situaba en el Nilo
para ir viendo el nivel que llevaba de agua (aproximadamente).

Una vez las poblaciones supieron el funcionamiento de la naturaleza, el siguiente paso fue la
creación de canales que conducían el agua de los ríos hacia el interior de la tierra (a la cual no llegaba
de manera natural con la crecida). De esa manera, se podía incrementar la extensión donde se
depositaba el limo (abono).

Esto hizo que una buena porción de tierra a ambas orillas de los ríos pudiera ser utilizadas y, así, el
resultado fue la obtención de cantidades enormes de productos de cultivo, lo cual incrementó la
población de aquellos lugares. Claro está, ello dependía de las lluvias y desde el inicio de los tiempos
ha habido periodos de sequía y de abundancia.
 Las primeras civilizaciones fluviales
Por último, dentro de las primeras civilizaciones fluviales, hemos de decir que, en un primer
momento, estas fueron dirigidas por los sacerdotes, los cuales se encargaban de almacenar los
excedentes de las cosechas para luego repartirlo entre la población, guardando una parte para
posibles hambrunas.

Con el paso del tiempo y la llegada de los especialistas, el poder bascularía entre el poder religioso
y el militar (el rey), apareciendo clases privilegiadas. Será en dicho momento cuando se pueda hablar
de civilización como tal.

Mesopotamia
En el 3.000 a.C. aparecía en el Próximo Oriente la escritura cuneiforme a manos de los sumerios.
Este hecho es el establecido como el inicio de la civilización, dado que refleja una gran complejidad
en las poblaciones del momento.

Esta civilización se situó entre las orillas del río Tigris y Éufrates creando extensos centros de cultivos,
los cuales con el tiempo desaparecerían debido a la tierra arcillosa que hay en aquella región que se
fue salinizando, haciendo que se perdiera la fertilidad de la zona.

De esa manera, en un periodo de tiempo más o menos corto, la civilización fue basculando hacia
lugares periféricos como la franja siro-palestina, donde tenían acceso al mar y donde las tierras eran
algo más ricas.

Egipto
Es una de las primeras civilizaciones fluviales más conocidas y, aunque tuvo una gran extensión
territorial, la vida no hubiera sido posible sin la existencia del Nilo, el verdadero eje vertebrador de
la vida.

Este gran río deposita al año cantidades enormes de limo en sus orillas (hoy en día menos debido a
la construcción de presas, las cuales se hicieron para controlar sus crecidas). Debido a la
composición de la tierra, no le pasó lo mismo que a Mesopotamia, y a día de hoy sigue teniendo
buenos campos.

Aun así, era una población que dependía en exceso del río, si había sequía o abundancias de lluvia,
la población podía morir de hambre y otras enfermedades, elemento que recaía sobre el
gobernador, el faraón en este caso. Al que se le culpaba de los males de Egipto.

China
Sin duda, sabemos que fue el primer lugar donde apareció la agricultura en el 7.000 a.C. por lo que
poco a poco las diferentes poblaciones fueron teniendo cada vez más miembros, debido a los
excedentes que dejaban anualmente los cultivos.
Sus ríos también son muy traicioneros, ocasionando enormes inundaciones en época de lluvias, y
con generando un sinfín de pérdidas.