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]ORC;E ARZATE SALGADO*

La perspectiva metodológica cualitativa


de la investigación social.
Acción social y reflexividad

INTRODUCCIÓN

U NO DE LOS sociólogos que más han inspirado el desarrollo


de la sociología cualitativa ha sido Simmel, quien, a diferen­
cia de Weber y su método de tipo ideal centrado de la racionalidad
instrumental (en tanto que modelo comparativo típico ideal),J pen­
saba que habría que comprender la historia, simplemente, por la
cadena de conexiones unitarias de los elementos (Simmel, 2001), así
buena parte de su sociología se construyó en torno a la noción de
relaciones recíprocas entre los individuos (Simmel, 2002), nunca
intentó aprisionar la teoría y fue, gracias a ello uno de los mejores
observadores de su tiempo cotidiano. En este trabajo hablaremos de
la acción social desde un punto de vista inspirado en Simmel:
desde la idea de lo indetemzinado de la acción social del individuo.
El objetivo del trabajo es distinguir algunos fundamentos epis­
témicos de naturaleza sociológica para la perspectiva metodológica
cualitativa. Estos fundamentos se hilan en torno a lo que denomi­
namos una teoría de la acción social riflexiva; para luego, finalmente,
enunciar algunas de las posibles implicaciones de esta idea en el
quehacer de sociología contemporánea y su práctica educativa.

'Investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la


Uni\'ersidad Autónoma del Estado de México.
1 Esta idea puede parecer muy parcial respecto a la obra de Weber. pues él pensaba.

sobre todo en Econo1l/ía ~y sociedad, en términos de una articulación de por lo menos tres
formas de la racionalidad, las cuales se resumían en términos metodológicos en lo que de­
nominaba conexiones de sentido o conexiones de sentimiento; la cuestión es que una gran
mayoría de lecturas posteriores, incluso contenlporáncas, han tenninado por reducir el
pensamiento 'Yeberiano a la razón instrumental, y, finalmente, el tipo ideal se plantea, por
su naturalel':a comparativa y formal, desde y por la racionalidad instrumental.

IJIII
10R(;E ARZAfE SALeADO LA PERSPECTIVA METODOLÓ(;¡CA CUALITATIVA 113

LARCO DEBATE ENTRE LO CUALITATIVO nente ha sido Niklas LuhmannY De esta forma, mientras la socio­
y LO CUANTITATIVO () EL SENTIDO PROFUNDO logía dé bate con argumentos antinómicos, desde otras disciplinas
DEL CONOCIMIENTO DE LO SOCIAL todo la física y la biología, pero también desde la ciberné­
tica y la nouvelle ecología) se conforma un frente que ha terminado
DENTRO de la sociología se ha desarrollado un largo debate en
desmoronar los principios del "positivismo" montados en el
torno él lo que distingue y fundamenta epistémicamente lo cuan­
funcionalismo y estructuralismo convencionales: IlIla objetividad
titativo de lo cualitativo;2 como resultado, por un lado, se ha
y la pureza del quehacer científico no existe más. Este
a la construcción de series antinómicas: explicación-com­
de sociologías configura un paradigma que evidencia que se está
l notación numérica-notación lingüística," entre obje­
llegando al fin de la ciencia convencional (Prigogine, 1994).
tividad-subjetividad;) pero, por otro lado, una serie de teorías
Principios contemporáneas como el del sistema observador de
emergentes han realizado una crítica a la ciencia normal o Hcinz von Foerster, II los principios biológicos de autopoiesis y acopla­
nante (aquélla centrada en la noción de objetividad y en la separa­ miento estructural de Maturana y Yarela (1984) Y su aplicación en la
ción entre sujeto-objeto, o sea, cenl rada en los llamados métodos sociología de los sistemas sociales por Luhmann (a pesar de sus diver­
cuantitativos), entre los que destacan por lo menos tres versio­ gencias con Maturana en torno al problema del sujeto), han dado
nes: la nueva explicación biológica de la vida construida en torno por resultado el acuñamiento de un concepto que implica todos
a la noción de autopoiesis cuyos autores más visibles han sido estos logros y que, por tanto, es algo más que una nueva tecnología
Maturana y Varda,' lo que se denomina el paradigma de la com­ domesticar la subjetividad: la riflexívidad.
plejidad y cuyo principal exponente y polemista ha sido Edgar Mientras sucede todo esto, los debates centrados en antino­
Morin,R y la nueva teoría de sistemas sociales, cuyo principal expo­ mias (cuanti-cuali), durante los años ochenta y noventa, busca la
:!Una historia de la:. hases origrnarias de la polémica ~-sustanl¡\'¡smü-forHwlismo-- est,í
"complementariedad" entre lo cuantitativo y lo cualitativo (Cook
en Conde (1 \1\16); en la compilación ljue hace Delgado y Culiérrez (1 \I'ih) es posible en­ y Reinhardt, 1986); una complementariedad que, digámoslo claro,
cuntrar yarios texlOS sohre el 1l1iSI'l.10 tema elaborados por autores de la l1al'uada escuela de siempre plantea una desventaja para las perspectivas cualitativas
socioloí!ía crítica l'spaíl.ola.
galileana '·'<'!'SII' Hcrrncnt'utka (Erkliirl'1l Vá,teltm): no hay ljuc olvidar (Callejo, 1998), los cuales aparecen como secundarias al dato "obje­
ljue detrás de cada tcorÍa de la ciencia se lucha por diversos modelos de hombre y ~ociedad tivo" estadístico, tomando un papel de técnicas exploratorias o
(Mardones y Ursua, 1\lIU) ,
Quizá la antinomia más simplista es la distinci6n que se hace desde el lIivel técni­
4
co de la codificación dato entre escritura nUITH?rica y escritura narrativa (Sch\-vartz ~/
Jambs, l 91l4), decir mUchas cosas sobre e! pensamiento complejo. pero tal vez lo ljue más seduce es su
apuesta la indeterminación de! lo cual equivale a pensar ordenadamente (Morin,
5En este caso se puede caer en el extremo npol(;getico: la itlvestigadún cU;Jlitativa
LOOO), método (Morin, 1981) es vez su gran obra hasta ahora, nos dice ljue la comple­
es inductiva, halística, sensible, comprensiva, humanista y, al final de cuentas, es un arte
(Tavlor 1987), jidad se fundamenta en el bucle tetralógico: inlcracciones-dcsorden-organización-orden,
9 La obra de Luhmann una ruptura con la tradki6n sociológica occidental,
. influidos por t'I naturalismo científico.
desecha los conceptos se t rata de un D<>nSall1Íento heredero dc la cibernética
duda su obra n"is ll'Ílb H iÍrbol del CO/W(ÍllliCllt" (Matumna v Varela, 191-14) ('11
donde {~xponcn las bases hiológims del cOJwcimieuto, las cuales giran en torno al concepto segundo orden o cibernética de la observación
ilutOJ!(IÍl'sis. Concepto que (',~ oc gran cl1\'erg-adura ya que sintet iza, por lo menos, otra\.) cineo
poiesis de Matulal1a; la polémica con la
que explican el ft'nórneno de la organiLación de lo vivo: autonomía, t'I1K':rgencia, clausura dc como sistcll1a de coll1unicaci6n, Este autol es un de una sociología reflexiva y bajo
operación, autoestructuración y reproducción üutopoi¿tica. Para una rápida explicación al estc DrinciDÍO funda la autonomía de la disciplina (Luhlllann, 1991),
cuncept" V(T el pr61ogo de Javier 10r1<'s Nafarrate al texto de Matunma (1995). historia de estas ideas véase en Ciddens (1988),
K Para Morin 1" complejidad aparece cuando haya la Vt'/, difkultad<?s lú)';;cas y dificul­
Foersler (1974), fundamenta los sistcmas observadores sobre la base de dos princi­
tades ('lnDírica~. Jo cual se dehe a oue nada está reahnente ablado ('11 el univcr?o v todo está pios de la física contemporánea: «l. Las observaciones no tienen valor absoluto sino
en articulación; desde esta ¡dca r('aULa una son relativas al punto de vista de un observador (esto es, son sistemas de
crític'<1 a la cienda (o tecnociencia) quien
para él ha desintegrado a la sociedad al Einstein); 2, Las obSClvaCÍones afectan a lo observado hasta anular (oblitera te) la esperan/a
el conocimiento (Morin, 19941», Es po.sible
de predicción dt'l observador (esto es, ,su incertidumbre es absoluta: Heisenberg),"
114 ¡ORGE ARZArE SAl.GADO LA PERSPECfIVA METODOLÓCICA CUALITATIVA 15

complementarias a la encuesta; 12 también se plantea como solución Es la tradición constructivista de la epistemología (Bourdieu
una complementariedad desde un punto de vista metodológico­ et al., 1975), la que nos ha enseñado que la sociología como dis­
técnico -del cómo hacer- (Scribano, 2000), en donde la cuestión ciplina científica se funda en una reflexión profunda de su que­
profunda del porqué y para quién hacer (lo epistémico) deja de hacer, LB o sea, que todo quehacer científico debe practicar la
ser relevante, situando al quehacer científico como mero sistema consabida fórmula de Bacherald (2000) de la ruptura epistemolágica:
de interés instrumental; algo que invita al escepticismo pues la debe crear su conciencia constructiva o metateoría como mecanis­
sociología siempre ha sido, al final de cuentas, un discurso ideo­ mo de validación del cómo se hace, cómo se mide, y el para qué
lógico. l :l y para quién se conoce, en una suerte de autoanálisis. La cuestión
Si bien han existido intentos importantes para fundamentar es que la teoría sociológica y su proyección en métodos y técnicas
espistémicamente algunas de las principales herramientas cualita­ siempre ha corrido aliado de la ideología del poder como princi­
tivas usadas por la sociología, 14 paradójicamente esta fundamen­ pio de realidad, quizá ésta sea la razón de la llamada y tan sonada
tación se ha buscado en la psicología -sobre todo desde cierto crisis de la sociología de los años setenta y ochenta,l9 También
conductismo- (Criado, 1992), la lingüística (Scribano, 2001) o en es curioso que buena parte de las teorías sociológicas surgidas en los
metateorizaciones más bien de origen filosófico o, incluso, desde Estados Unidos después de la posguerra, o sea una gran mayoría
la antropología (más bien desde la etnografía),l5 pero muy pocas de la teoría sociológica contemporánea, se han abocado a la so­
ocasiones (quizá la teoría fenomenológica de Schutz) desde la pro­ lución del problema del orden en la sociedad, así, han desarrollado
pia teoría sociológica, desde una teoría de los sujetos sociales o programas de investigación en torno a los sujetos y su acción en
de la acción social por ejemplo. 16 A su vez, hoy en día, el descrédito, microescenarios pero siempre estudiados desde la idea de que los
o por lo menos la angustia por la falta de calidad y relevancia del sistemas estructurales terminan por estructurarles -escuela de
dato cuantitativo y su principal herramienta la encuesta (lo que Chicago, etnometodología, fenomenología, teoría del intercam­
Maffesoli llama orden estadístico), recorre la sociología institucio­ bio- (Ritzer, 1997), o sea, donde las estructuras dominan a los
nal (Infestas y Lambea, 1997),17 sujetos: la estructura sobre los sujetos y su acción. El uso metodo­
"En muchos casos el problema se resuelve sólo mejorando los diSC/los metodológicos lógico de lo cualitativo ha venido tomando un lugar por lo menos
cualitativos (es un problema de "calidad" metodológica). o lo que es lo mismo asimilándolos singular en las ciencias sociales gracias a las teorías contemporá­
método científico (Lankshcar y Knobel. 2(00). Es curioso pero Weber
lo contrario: los acercanücntos eSladísticos a la realidad ':icrvían (omo antecedente
neas que han puesto el acento en el sujeto frente a la estructura:
exploratorio para la compremión de la acción social, y esto último era la sociología. la argumentación fenoménica y existencial de La construcción social
"'''La función sodal de la socÍol",'ía es -desde su nacimientn- ideo1{,,'ic,,'
justitlca el orden social, y un mmlejo (emplneO) 411C [losumHe
de la realidad de Berger y Luckmann, las teorías mkTosociológicas de
oprimid"s por las clases dominantes", nos dice lbáñcz (1990). Goffman, y la teoría de la estructuración de Giddens.
de las más serias ha sido la de Jesús lbáñez en el caso del grupo de discusión A lo que queremos llegar es a la hipótesis planteada por Dawe
(!báñez, 1979).
15 Se puede caer en la tentación de confundir el análisis etnográtlco con el cualitativo, (1988) de que el concepto de acción social ha sido el fundamento de
lo cual no es correcto pues el primero nace como teoría cstructuralpositiv,1, recordcmo,s la toda la sociología,20 pero que éste no ha podido crear un discurso
tradicional separación entre científico y nativo, entre hombre moderno y aborigen (Harris,
1979), entre lo indígena y lo ladino.
"El conocimiento sociológico, nos dice Bourdieu (1975), se c01lquista, se constn~vc.y se
!!'Castañeda (2004) nos dice que buena parte de la sodo!ogía clásica y del siglo xx
neg6 al sujeto socia! como objeto de investigación y se centró en el lema de las esl ructuras comprueba.
'''Sobre todo la sociología norteamericana de la primera mitad del siglo xx hasta Par­
sociales.
sons (siempre legitimando el orden funcional), luego eslá su crítica en Milis, Gouldner y la
17 Aunque, claro. en muchas lIniversidades planteando el esludio de la mctodo­
segunda y lercera generaciones de la Escuela de Frankfurt.
logía casi como lo plantea Durkheim en las del método socio/ógím, es decir, desde una concepto recorre práclicamente lodas las teorías sociológit'~'s de una u otra manera.
concepción n,'\t 11T:lh,t:l
16 ¡ORCE AIZZArE SALGADO LA PERSPECTIVA METODOLÓGICA CUALITATIVA 117

metateórico de la naturaleza humana, dominio de lo humano, orden yel control, el siglo xx fue el siglo de! horror de la guerra
como autonomía y por tanto como discurso comprensivo de la tecnológica (y su metáfora del hombre devorado por el
dominación antes que del orden. De esta forma, por hombre), pero al mismo tiempo fue el siglo de la jaula de hierro webe­
tanto Weber como Parsons, dos de los más importantes teóricos riana: la esquizofrenia de la razón instrumental como tecnología
de la acción social, han terminado construyendo, implícitamente, poder.
una teoría unidimensional de! hombre: el hombre y su acción La filósofa española María Zambrano nos dice que el fin de la
social dominado por la racionalidad instrumental y el hombre y su historia sacrificial estaría fincado en la toma de conciencia del hom­
acción dominado por e! sistema, en donde, lo humano y su posi­ bre, es decir, en la responsabilidad de su acción social; se trata de un
bilidad de autonomía es negada, en ambos casos, por una ideo­ viejo ideal: el hombre en y por la polis, con voz, en diálogo frente
logía del orden o el deber ser de una ética protestante a los otros como iguales, construyendo con ese diálogo el futuro
dogmática y etnocéntrica;2! es por esta razón que, por ejemplo, el como civilización: el hombre como semidiós, creador, político, sí,
problema de la desigualdad como explotación no es considerado por pero sólo por su misma naturaleza como creador, su capa­
la sociología contemporánea como relevante y es tratado dentro cidad de poiesis: Entonces nos referimos al dominio de lo humano
la filosofía liberal como teoría de la justicia y en la sociología como posibilidad de asumir el tiempo histórico como paradójica­
como teoría de las oportunidades o teoría de la estratificación y la mente irracional a la vez con una conciencia de sentido: Avante
¿
movilidad sociaJ.22 El ideal de Rousseau del hombre autónomo (del asistido por los dioses frente a las murallas de Troya.
hombre moral) y por tanto con capacidad de diálogo legítimo
te al poder ha sido obviado por e! grueso de la teoría sociológica, 23e!
REFLEXIVIDAD
caso más patético ha sido el del marxismo no occidental el cual
COMO RESONANCIA DEL SENTIDO
derivó en una teoría y una praxis del orden social de naturaleza auto­
ritaria (el socialismo real). Paradójicamente este hombre moral
Es LA CIBERNÉTICA Y la denominada investigación social de segundo
sólo en la filosofía existencial y en e! arte de las vanguar­
orden quien introdujo en la sociología el concepto de
dias del siglo XX 24 pero, claro, como discurso disociado de la socio­
dad. La nueva cibernética o cibernética no clásica rompió con el
logía como disciplina científica, pues frente a la sociología institu­
supuesto según el cual una realidad puede considerarse un sistema
cionalizada estos discursos aparece como precientíficos. Así, algunas
en la medida que es objetivable, que es definible como una estruc­
sociologías y filosofías hegemónicas han avalado la concepción de
tura separada y diferenciada del sujeto definidor; la cibernética
historia humana como historia sacrijicial, en donde el hombre, el
no abandona el supuesto de objetividad pues bajo éste es
parece prisionero de la historia (Zambrano, 1988), apa­
imposible captar la conducta de realidades ontológica y epistémi­
rece ciego de su acción social, a la vez que es aplastado por los
camente complejas. Nos dice Navarro (1
grandes sistemas que obran sobre él gracias a la maquinaria de la
razón instrumental y por la misma necesidad de mantener el Un sistema es una realidad compuesta por el sujeto y la rea­
21 No hay que olvidar que el llamado estructural-funcionalísmo se construyó como un
lidad que ese sujeto intenta objetivizar. La estructura y la acti­
reflejo ideológico de la sociedad norteamericana de su tiempo (Laurin-Frencttc. 1976), vidad de esa realidad aparecen así como dependientes de la
~2 El mejor ejemplo de eIJo está en; K. lJavis y E. Moore (1974).
23 Una excepción es Habermas y su t~oría de la acción comunicativa.
actividad del sujeto que la define, y viceversa. Considerado de
"4 Al respecto véansc los excelentes ensayos de Octavío Paz, Los hijos de/limo. El arco.y la este modo, un sistema adquiere características reflexivas, al resultar
lira, eteétera.
118 LA PERSPECTIVA METODOLÓCICA CUALlTATIVA. 19
JORGE AltZATE SALGADO

constituido por la flexión recíproca de la actividad del sujeto sobre la Los "fracasos" de las teorías clásicas sociológicas por construir
actividad del sistt'ma presuntamente objetivo por él difinido. una teoría de la acción social en donde domine la concepción de un
hombre moral, ha traído como consecuencia una tendencia a
Entre los diversos efectos reflexivos, niveles de complejidad de la construir discursos sociológicos a favor del problema del orden,
reflexividad, la autonefiexividad corresponde a los sistemas sociales lo cual a su vez ha sido el fundamento del sentido profundo de la
humanos, así, "la comprensión del sistema objeto (el otro) por ego cientificidad; al respecto nos dice Ibáilez (1985 Y 1986) que la so­
implica la autocomprensión de ego en tanto que sujeto" (Navarro, ciología positivista-estructural ha respondido al reclamo
1990). Esta propuesta teórica de la reflexividad se encuentra en mantenimiento del orden, así recolecta datos para que los grupos
el centro de la sociología que proponen la nueva teoría de 1m; de poder manipulen el cambio desde arriba, por eso tiene como téc­
sistemas sociales y la sociología de la complejidad de Morin; nos nica privilegiada la encuesta, una técnica neutra, objetiva, no dia­
Yarela (1990) al respecto: "No podemos salir del mundo de­ lógica y que no gatilla procesos de cambio social en sí misma. La
terminado por nuestro cuerpo y nuestro sistema nervioso." Esto herencia de Durkheim en este sentido todavía se deja ver: los hechos
es una forma de entender lo social que, al final de cuentas, le da como cosas, externos al investigador, la sociedad entendida
la vuelta a toda la sociología clásica y contemporánea centrada en como suprasistema que domina al individuo sin escapatoria; inclu­
el principio de diferenciación entre sistema y entorno, entre obser­ so buena parte del marxismo terminó pensando al hombre unidi­
vador y sistema, entre sujeto y objeto. Pero finalmente lo que mensionalmente, sólo como homo ecollomicus, por tanto atado a la
emerge aquí es el estructura de la producción y luego a la sumisión al partido y,
En términos políticos si bien el liberalismo ha sido el discur­ "dialécticamente", al estado socialista. El sujeto para Marx es
so del sujeto y su condición ontológica y política por excelencia, la histórico porque transforma y domina su mundo natural y así dia­
libertad como concepto teórico-normativo nunca ha podido termi­ lécticamente construye sus relaciones sociales de producción (Intro­
nar de explicar al sujeto como autonomía (Almino, 1986);20 mien­ ducción general il la crítica de la economía política), pero no tiene con­
tras que la cibernética y la nueva teoría de sistemas, por un camino ciencia de sí, sólo conciencia de clase, ideología de clase, pero no
duro (la física y la biología), paradoja, han llegado a construir una tiene conciencia como hombre en la historia, como ser universal,
teoría radical del sujeto, es decir, un discurso en donde el sujeto como acción de responsabilidad y como principio de autonomía,
existe como condición de autonomía. La cual está dada biológica­ lo que la teoría de las clases termina por ser un cerrojo ideológico:
mente, enraizada, en el hombre como ser vivo por el principio de una teoría de la alienación del sentido heterónimo de la política
autopoiesis, pero que se afirma socialmente en un orden superior, autonomía del hombre), paradoja: la teoría marxista de la lucha
aquí ya entendido como sujeto social, en el decir-hacer del hombre: de clases nace como un discurso contra la alienación, la cosifica­
su expresión, conciencia y praxis sobre el mundo humanizado, sobre ción, del mundo (recuérdense Los Manuscritos) pero termina como
todo en y por el lenguaje. discurso autoalienado al pervertir la universalidad y totalidad
hombre en una teoría de la clase en donde éste no puede existir
Para evitar concepciones autoritarias de la autonomía social y polltlca y para. por
contrario, hacer de ésta una fórn1ula contra lo autoritario, nos dice Ahnino, C's necesario como conciencia histórica fuera de su posición de clase, fuera de
"al referimos a la autonomía, al autogobiemo o a la autoorganización social (se tendría que su orden productivo que le realiza como sujeto histórico (homo
introducir): a) la cuestión de las iniciativ<ls individuales y de los grupos: /1) la de la
la sociedad, del poder que existe sobre los demás, y e) la del economicus) .
miento y ampliación de las formas de reprcs('ntación" Alnüno, 1986. Para Casloriadi, El problema de la dominación implica el de la autonomía c::>mo
(1 (88) la autonomía es la concreción de la autocreación de la sociedad, es decir, uno d,~ Jos
principios fundmnentales para pensar en términos de sociedad, antinomia, Dues ésta se encuentra fundada en la razón dialógica
120 JORGE ARZATE SALGADO LA PERSPECTIVA METODOLÓGICA CUALITATIVA 12!

como posibilidad de realización del la teoría de la de- esta forma lo imaginario nos da la posibilidad de reencantar la
mocracia es por tanto su esperanza, su horizonte; siempre y historia en tanto que espacio de la imaginación junto por y para el
cuando se entienda como una amplísima teoría de la realización trabajo humano (idea que el surrealismo trabajó muy
y protección del hombre frente a toda forma de poder (lo cual ha La reflexividad significa una teoría de la resonancia del sentido
sido muy bien dicho por Bobbio). La autonomía implica pensar producido por el sujeto social. Pero esta ret1exividad no puede
en la creación humana como orden reproductor de la acción social: existir sin sujetos humanos, ya que es y está condicionada por un
implica la afloración del sentido en tanto que origen fondo y dominio de lo humano, el cual es pluralidad de racionalidades a la
horizonte de lo humano. Por el contrario el problema del orden im­ vez que capacidad de auto instituirse como sujetos individuales
la antinomia de la estructuración, la cual está basada en la a la vez que colectivos individuo-sociedad. lbda sonoridad
meritocracia como aspiración (la sociedad racional burocrática de un haz de registros: son el silencio reinventado en diálogo: reinven­
Weber), lo que significa asumir como orden estructurador a la lógica tado en sentidos. La historia es por una conciencia que es a su vez
de la acción social instrumental: el silencio del sentido. una relación con el sujeto: es historicidad.
Lo importante de toda esta discusión es plantear la necesidad
de una teoría sociológica que sitúe al sujeto social y su acción en LA REFLEXIVIDAD COMO PRINCIPIO
el dominio de lo humano como condición para la comprensión del DE LA ACCIÓN SOCIAL
sentido, lo cual implica iniciar por definir eso que puede ser la con­ O EL FANTASMA DE LO HUMANO
humana.
la concepción de la condición humana como Jlita EN LAS VERSIONES contemporáneas de las teorías de la acción social
activa y por lo tanto como trabajo, labor y agencia (Arendt, 1993) (Luckmann, 1996), acuñadas desde la fenomenología y la antro­
Y que por ello se encuentra anclada en el terreno de la necesidad pología filosófica de Gehle/ B se llega al consenso de que la acción
(la economía y el trabajo), pero también está en el terreno de la necesita como marco para emerger a las instituciones, pero que
labor-del gasto diría Bataille, del horno demes diría Morin (2001 éstas son elaboradas históricamente por la acción social; así, las
y de la acción o praxis. Nada más cercano a esta vita activa que la instituciones sociales organizan la solución de los problemas hu­
acción reflexiva, pues nos sitúan como W frente al espejo del manos fundamentales y son el marco para la emergencia de la
mundo: estar-en-el mundo fenomenológico (J\llerleau-Ponty, 1975). acción social que a su vez es quien les forja; en tal versión las ins­
conciencia en el tiempo histórico permite pensar en términos tituciones en las sociedades complejas no se imponen al
de producción de sentido, hace posible lo imaginario como aquello de manera unilateral y en forma absoluta, sino que son producto de
que está en el tiempo: en la historia. Cierto marxismo pensó que una acción social pedagógica de socialización (un guiño Durkheim­
lo único que podía poner en la historia al sujeto era el trabajo. de niano). Si bien se reconoce la conciencia como algo indispensable
para que exista la acción, implícitamente se reconoce que la ins­
2(, Por desgracia huena parte de la ha centrado su análisis de lo social en la
esfera económica -en la acción sodal lo cual ha dado lugar a una lamentahle
confusión en lomo al concepto de necesidad; creemos que este concepto debe rcdimensio. "Arnold Gehlen (1904-1 '176) filósofo, antropólogo y sociólogo alemán que desarrolló
narse desde la noción de la ¡ab",', la cual implica el gasto y todos los rituales dd goce que le una teoría de las instituciones, según la cual éstas, "como elementos manifiestos de
hacen posible. En este sentido las sociologías d", la vida cotidiana han dado el primer paso cultura. proporcionan al homhre la descarga ..necesaria para vivir en medio de complejas
y junto con ellas van los métodos y técnicas cualitativas de investigación. estructuras sociales- de la presión que suponen las decisiones y la planificación" (HiIlmann.
L7 El hombre es total v su no alienación se asienta sobre el principio de su capacidad :1001). Por cierto, kka tomada por buena parte de las teorías que abordan el lema de las ins­
autoillSlit'1yente (CaslOriadis, 1988). titucJoncs y que se vende como nueva por el nuevo instituc1onaHsmo.
122 JORGE ARZATE SALGADO LA PERSPECTIVA METODOL[)GICA CUALITATIVA 123

titucionalización funciona como un límite a esa conciencia y en medida desde la psicología, por eso Lamo de Espinosa habla de la
general se trata de un límite para la capacidad de autonomía del necesidad de una sociología reflexiva como autoanálisis, el cual tiene
hombre. De nuevo se plantea el dilema de lo micro y lo macro, en la reflexividad inmediata su fundamento; sintomático de esta
de lo cualitativo versus lo cuantitativo, de la antinomia entre in­ fundamentación es el hecho de que habla de hecho social (siempre
dividuo y estructura. con una connotación conductual) y no, por lo menos explícitamen­
Lamo de Espinosa plantea el problema en términos de acción te, se habla en términos de ac(Íón social (que implica, a la manera
y situacíón, nos sugiere que este dilema tiene diversas soluciones de Simmel, una relación de conexión). La perspectiva fenomeno­
dependiendo el nivel de análisis que se quiera (metodológico, epis­
témico u ontológico), pero nos advierte que, desde el punto de
vista ontológico, "tenemos que aceptar, salvo que cosifiquemos la
sociedad, que las situaciones son creaciones humanas y entonces
desciframos la mediación social comenzando con el nivel micro
y con las acciones y procediendo a deducir lo exterior de lo interior,
,
.,

'~,
de la acción social si bien escapa a los determinismos de
conducta por su misma postura existencial, el estar aquí por y en
la historia, no puede todavía pensar al sujeto como actor reflexi­
vo pleno, así el sujeto siempre está mediado, mediatizado,
instituciones. Ante estos dilemas antinómicos, planteados como
juegos sin salida, creemos que es necesario un replanteamiento de
las

lo general de lo particular, completando el punto de vista del actor la reflexividad dentro de la sociología y lo que proponemos es
con el del observador". Lo que implica esta idea es que la acción entender la acción social como riflexividad inmediata.
social es central para el análisis sociológico e histórico, pero que Una acción social que reconozca como principio de autopro­
este análisis tiene como estrategia privilegiada la exp!ícación com­ ducción la reflexividad inmediata supone la incorporación plena
'Wb~C;"fl ( .. ~ guiño weberiano): principio de sistema observador de Foerster a la definición de la
acción social: se está en la historia por la acción que es conciencia
la comprensión nos informa de por qué los hombres hacen lo ésta no puede salir de su situación histórica porque forma parte
que hacen y por tanto pone en marcha procesos de reflexividad de ella, además de que su acción modifica la situación histórica.
la explicación nos informa de qué es lo que los hom­ La acción social entendida como acción reflexiva del sujeto, como
bres producen y por lo tanto permite un control racional de reflexividad inmediata, tiene la ventaja de poner el acento en el suje­
las acciones ¡;I el primer método al poner en marcha procesos to y no en la estructura, 10 estructurante o la institución; lo que
de reflexividad, aumenta nuestro autoconocimiento y es, por lo emerge de este modo es el 16 como posibilidad de conexión indeter­
tanto, un proceder emancipa torio al cambiar nuestros Dioses
minada de sentido.
y valores mientras que el segundo nos enseña no a querer lo A la sociología no le resulta fácil aceptar la emergencia del Yo
que queremos, sino cómo conseguirlo sin frustrar la acción (obviando su referencia psicoanalítica), pues siempre ha preferi­
(Lamo de Espinosa, 1
do hablar de la estructura, en consecuencia con una noción de
condición humana en donde el sujeto es un ser egoísta y por lo
De nueva cuenta tenemos dos encontradas, una que parte tanto autodestructivo, o sea, por una ideología del orden en donde
la estruc'tura hacia la acción del sujeto y otra que considera la estructura es necesaria para evitar la destrucción de la sociedad
al sujeto como inicio de la acción. (Dawe, 1988)29 por tanto el Yo es peligroso. Una concepción de
Si bien la reflexividad ha sido llevada de la cibernética al aná­
lisis de 10 social la argumentación epistémica ha venido en buena 2" Ideas asociadas a las leorías de la anomia social, la desviación e, incluso, la del
partido como vanguardia de la sociedad.
124 ¡ORGE ARZATE SALGADO LA PERSPECTIVA METODOLÓGICA CUALITATIVA 125

hombre opuesta es la de Castoriadis (1988) quien siempre argu­ el tiempo (praxis) frente al otro o lo que es lo mismo como histo­
mentó a favor del hombre como ser creador, anteponiendo al ricidad: práctica: conciencia del estar-aquí como conexión social. Es
pesimismo de la razón instrumental una confianza en la capaci­ necesario reafirmar que tal acción social reflexiva implica al hom­
dad creativa del hombre;30 uno de sus presupuestos en los que se bre como "totalidad" (guiño marxista), por lo tanto la acción es por
basa tal confianza es el descubrimiento de la fantasía (phantasia) naturaleza acción indeterminada (no reducida a reglas nomoló­
o imaginario, lo que no es otra cosa que valorar el lado no racional gicas, de determinación racional o a una mera lógica del lenguaje).
del hombre, y el conjunto de las representaciones sociales imaginarias La historicidad práctica es y constituye a la cultura en un sentido
las cuales funcionan no sólo desde una lógica de la racionalidad amplio del término.
instrumental sino desde una lógica indeterminada, magmática Morin (1994a) advierte que la esperanza en el hombre, lo
(Maturana y Varela hablarían de deriva estructural); dicha capacidad que llamamos la emergencia del Yo por efecto de su acción social
imaginaria del hombre representa su poder para estar en la histo­ reflexiva, implica la incertidumbre, pues el individuo con y por su
ria, es su herramienta para la poiesis: para la creación. 31 El meollo de capacidad reflexiva es un sujeto incierto (hamo demens a la vez que
esta capacidad creativa está en el lenguaje, entendido como una hamo economicus, poesía y economía, etcétera); la esperanza es
totalidad expresiva: como decir-hacer. incertidumbre, de una vez por todas; por tanto, la ciencia del hom­
El hombre no egoísta, el hombre moral de Rousseau, es el ideal bre y la sociedad no puede seguir pensando en la certidumbre
de las teorías reflexivas, nos dice Ibáñez (1990): "un sistema que como principio instrumental de su praxis de pensamiento frente
incluye sujetos es un sistema reflexivo, el sujeto es un espejo en el a la realidad (el poder y el hombre: economía política, teoría de
corazón del sistema, que lo refleja con sus visiones, que lo refrac­ juegos, etcétera), y, claro, no debe seguir pensando en términos
ta con sus manejos"; la reflexividad representa la conciencia del nomotéticos y bajo el esquema de la objetividad;32 lo que queda
sistema, por eso equivale a la moralidad del hombre, pero hasta aquí entonces es la complejidad de lo indeterminado (apeiron): "la
la teoría no es sociológica sino ontológica ya que falta el discurso vida verdadera" de Rimbaud.
de la conexión social, de la acción. Ese hombre reflexivo, todavía abs­
tracto, necesita incorporarse a la historia. ¿Cómo hacerlo?: por el CONOCIMIENTO CUALITATIVO
concepto de acción social; la acción es el concepto sociológico que COMO NUEVA RUPTURA O EL ENCUENTRO
le sitúa realmente en la historia por su efecto de conexión social CON EL Yo POLÍTICO
(de sentido diría Weber, sí, pero también de conexión de fanta­
sía); la acción social sitúa al sujeto reflexivo como decir-hacer en LA ACCIÓN social reflexiva al situar en el tiempo al sujeto pone en el
centro de la interpretación de la acción al hombre pleno, es decir,
iO Quiero entender que aquí hay cierta conexión por lo menos semántica con lo que
al hombre como conciencia histórica, al hombre con todas sus
Arent identificaba como labor. contradicciones, al hombre como persona, como 10 y como socie­
31 El imaginario para Castoriadis es la capacidad para la comprensión reflexipa del mundo.

lo cual es .a su vez, la principal herramienta humana para al/to-collstruir su mundo social (el dad (recordar las propuestas críticas contra el estructuralismo de
dominio histórico-social). La concepción humana de Castoriadis está fuertemente influenciada Wright Milis), al hombre como razón (hamo sapiens) y el hombre
por la obra de Marx y su primera teoría de la alineación. así la capacidad auto instituyente no
es más que una forma de dialectizar el mundo humano y. por tanto. no es más que una
como sin sazón (hamo demens); creemos que tal concepción de la
forma de praxis, gracias a lo cual el hombre se resuelve como hombre, como totalidad; si bien
las diferencias finales son notables (Marx escribió a tono con los conceptos científicos de su 3' Morin (1998). siguiendo a Foerster, piensa. finalmente. que el conocimiento se
época), el espíritu radical en torno a la potencialidad del hombre (que también es ({lOS. vincula en todas partes con la estructura de la cultura. la organización social y la praxis
Ilbismo, lo sinfondo) es similar. histórica, es decir, no existe objetividad.
126 JORGE ARZATE SALGADO LA PERSPECTIVA METODOI ÚCICA CUALITATIVA 127

acción social puede ser la base para construir un fundamento espis­ l. Al concebir al sujeto como ret1exivo se convierte en una
témico de naturaleza sociológica para la metodología cualitativa de estrategia para comprender los procesos de hístoricidad, enten­
investigación y su técnica; esto significa que el sentido profundo (su didos como las relaciones de conexión de sentido e imagina­
para qué y para quién) de los acercamientos cualitativos es e! cono­ rias que establece el sujeto con el tiempo histórico, lo cual
cer la acción social de los sujetos pero desde su punto de vista como acaba con la historia como linealidad y como historia del poder
sujetos reflexivos, por lo que no basta con decir que los métodos (Ferrarotti, 1991), dando oportunidad a la emergencia de las
cualitativos ponen el acento en el sujeto, sino que hay que decir y historias de los sujetos como discursos legítimos para la cons­
subrayar que se trata de un sujeto rifle.tivo y no uno cualquiera a secas, trucción de la autonomía, las ideologías de la identidad y la
lo cual equivale a un total replanteamiento epistémico de la pers­ diversidad cultural (lo heterónomo de Castoriadis). Por lo de­
pectiva cualitativa. Implica una ruptura epistémica con la sociología más, todo esto, es algo urgente en el inicio de siglo, después de
nonnal pues lo cualitativo no entiende la realidad como separación un siglo xx signado por el fracaso del proyecto de modernidad
sujeto-objeto, sino como una experiencia ~'ital sujeto-sujeto, es decir, como reafirmación del hombre fincado en la ciencia y en la
el sujeto que conoce se transforma en un sujeto epistémico, pues al racionalidad instrumental. La reflexividad representa el en­
conocer se realiza como ser (lbáñez, 1985).:l3 cuentro con el }ó político: la no cosificación del individuo por
La metodología cualitativa planteada desde esta hipótesis se el poder y sus formas (ciencia normal, poder político, demo­
supone como una alternativa a una concepción de la sociología que cracia formal, etcétera).
entiende la acción social como racionalidad instrumental domi­ 2. El investigador social al ser él mismo un sistema observador,
nada por lo estructural, y, por tanto, se distancia radicalmente de tiene la posibilidad de transformación de la realidad -inyecta
los métodos que recopilan información objetiva de lo social (méto­ neguentropía al sistema, nos diría lbái1ez ( 1990)-, es decir, el
dos que usan tanto notaciones numéricas o lingüísticas); lo cua­ sociólogo cualitativo puede operar en el nivel dialéctico de la
litativo adquiere una heurística específica: su estrategia de conoci­ producción del conocimiento; lo cual lo hace consciente de
miento se resuelve por un proceso dialéctico de conocimiento su producción de lenguajes teóricos (le da responsabilidad fren­
centrado en el sujeto reflexivo, en donde e! 16 funciona como ca­ te a su tiempo histórico). Lo más importante de esto es que tal
pacidad comprensiva de la realidad, en donde e! 16 del sujeto rifle:ávo opción epistémica funciona como plataforma para la emergen­
es la garantía de la poiesis, es decir, es la garantía de! hombre mo­ cia de un sociólogo moral, consciente de su decir-hacer cientí­
ral, constructor del mundo y que en e! mundo moderno adquie­ fico, en donde la práctica del conocer implica el cuestionamien­
re una condición humana como vita activa (como trabajo, labor y to del porqué y para qué (implica trascender los niveles
agencia). El 16 es también el encuentro con la conciencia de his­ metodológicos y técnicos del quehacer científico, trascender
toricidad del hombre, la garantía de su autonomía y, finalmente, así la sociología ingenua fincada en una noción de la metodo­
la garantía de su politicidad.
logía como sinónimo de filosofía y técnica naturalista). La
Concluyendo, la metodología cualitativa tiene desde esta
reflexividad es de esta forma una praxis de la criticidad o una
concepción varias posibilidades y potencialidades para el proceso
nueva regla de ruptura epistemológica de naturaleza constmc­
de creación de conocimiento, ahora sólo queremos destacar tres:
tiva crítica.
Tl Esto es lo que Iháñe/. (1985) denomina perspectiva dia/letim el" im'fstigación en don­ 3. Al recobrar su iV, al ser persona y sujeto, el investigador re­
de "el sujeto es integrado total y definitivamente [al proceso de investigación o del conocer], cobra su capacidad creativa; lo cual tiene varias implicaciones
pues integra total y definitivamente los niveles de contenido y relacional", aboliendo la
distinción suif'to-ohl(~tn para el sociólogo cualitativo, pero queremos destacar una: la
12H JORGE ARZATE SALGADO LA PERSPECTIVA METODOLÓ(;!Ci\ UJALlT/\T1VA 29

creación de una nueva escritura sociológica. Revalorar el texto El problema de la legitimidad "científica" de lo cualitativo no
sociológico implica desechar la noción de objetividad y se resuelve con las propuestas de complementariedad cualitativo­
en tonces, por una noción comprensiva-expresiva que denomi­ cuantitativo o con documentar sólo sus antinomias, pues desde un
namos como narratil'a etnogrqfica actilla, en donde el pensamien­ metodológico tradicional (tecnológico) el problema
to de lo social encuentra un proceso de des-objetiwlción en la encuentra resuelto; el asunto profundo es el sentido del
escritura del texto sociológico. La desobjetivación mediante del sociólogo y su papel frente a la sociedad y a su tiempo histórico,
la lectura comprensiva-expresiva del dato sociológico cualita­ d nivel epistémico de por qué y para qué: la opción es un queha­
tivo resulta un principio de método para producir teoría social cer sociológico cualita.tivo no alienado. Entonces lo cualituti¡J{) se COll­
creativa, sin la necesidad de caer o recurrir a la lógica del orden esta COllcel'cilÍll eH UIl programa cielltifico opuesto ti la cíCllcia
estadístico. Esto supone recobrar y revalorar la sensibilidad del sociológica pero también en un programa educativo y político.
investigador dentro de los procesos comprensivos de la reali­ Este encuentro con el ro político del sociólogo cualitativo
dad (la sociología de lo ordinario de Maffesoli, 1997). Se trata tea una pregunta al sentido que tiene la enseñanza de la disciplina
de reconocer al investigador como autorH a la vez que como en las universidades latinoamericanas: ¿Jo social para qué? En este
actor activo en la realidad. autónomo: ciudadano-científico. caso lo mejor es una pedagogía de la sociología que busque compren­
der las desigualdades, o sea, la disciplina es una formación para
tres potencialidades heurísticas de los métodos cualita­ político y pedagógico con y frente a la domi­
tivos centrados en una teoría de la acción social reflexiva cualitativo estú para pensar y actuar frente
epistémicamente, a la sociología dentro y frente al problema de la desigualdad (explotación, discriminación y
dominación, es decir, la sociología de los sujetos reflexivos se con­ el papel del sociólogo como intelectual
vierte en un diálogo con los mecanismos de poder, cualquiera que MJl..Íólogo cualitativo puede ser, dignamente,
fuera su naturaleza y forma: un diálogo crítico frente a la desi­ un llZ!'esngCltwr público, y el profesor universitario un intelectuu
gualdad y sus diversos rostros, por ejemplo. Una sociología cuali­ público)!. antes que un.fí·ee lance posfordista que trabaja por "com­
tativa planteada desde este principio tiene la posibilidad de pensar petencias" o un tecnólogo de lo
la dominación antes que el orden, es decir, tiene la alternativa por la
construcción de la autonomía y heteronomía de los sujetos his­ BIBLlO(~RAFÍA
tóricos. A la vez, una sociología cualitativa que parte de una teoría
de la acción social reflexiva, recobraría su autonomía (actualmen­ ALM1NO, (1986), La edad del Tiempo, /lJitllUilIllI

te cosificada por un uso técnico de la teoría sociológica) respecto México, FeE.


a la sociedad, nos dice Morin (1995): "La sociología debe reco­ La condicÍó11 humanil, España, Paídós.
nocer y hacer reconocer su derecho a pensar acerca de la sociedad
que la utiliza [;] ese derecho no tiene que ejercerse solamente "Esto ya desde el descreimiento de los grandes pwwc\Os ideológicos del siglo lo
frente a los poderes; debe ejercerse frente a todo un sistema, una ventaja.
América Latina algonos departamentos de sociología uni\'t'rsidadc, ya lo en­
civilización de la eficacia inmediata, de la rentabilidad, de la ra­ tienden a~í, vtat-.c el caso de la Universidad de Lanúr.; la Nadonul dí.:' General
cionalización. " Sarrnil'nlO (:11 Argentina, nlguno'i grupos de h1\ cstigaciún cualitativa y nt'da~óº"ica de la
Uniwrsidad de Porto Alegre en Brasil. yen México el caso ,le las
34Esta concepción centrada en una inteligt'JIcifl teórica vital rompe es irreconciliable y IlO hav que ol"idar la masa crítica producida por la educación p"¡lular v
con los métodos cualitativos objetivos o positivistas como los de tipo de contenido. de Paulo Frcire en el Br,,,iI, entre otros intentos en este sentido,
I:lO JORGE t\RZ/ITE SALGADO PERSPECTIVA f>.lETODOLÓC¡C:\ (:U¡\LlT¡\rIVA 131

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