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666 Manual de Derecho Comercial * Tomo §) La prohibicion, a perpetuidad o por un periodo no mayor de cinco afios, de participar en actividades destinadas a la captacién de valores provenientes del ahorro publico; h) La confiscacién de la cosa que ha servido o estaba destinada a cometer la infracci6n, o de la cosa que es su producto; i) La publicacién por carteles de la sentencia pronunciada o la difusin de ésta, sea por la prensa escrita o por otro medio de comu- nicaci6n. Parrafo.- Negligencia u Omisi6n de la Persona Moral. Asimismo, se considerard responsable civilmente a una persona moral cuando la falta de vigilancia o de control de su representante legal o emplea- do haya hecho posible la comisién de un acto ilicito previsto en la presente ley.”En tal sentido estas podrin ser condenadas al pago de indemnizaciones civiles a favor del sujeto pasivo. La aplicaci6n de estas sanciones y conforme lo dispone el Articulo 61 de la comentada Ley, no “impide recurrir a las acciones admi- nistrativas que puedan resultar de leyes y reglamentos especiales aplicables.” Se trata de una accion publica a instancia privada, confor- me a lo previsto en el Cédigo Procesal Penal. 95. EL CONTRATO DE ALMACENAJE O DE ALMACENES GENERALES DE DEPOSITO 95.1 Generalidades. Regulados en nuestro pais por las Leyes Nos. 6186 del 1963 y 456 del 1973, este contrato es muy usual cuando se trata de exportacién e importacidn de bienes, como también, para la conservaci6n de bienes importados que entran en la categoria de “mercancia en trénsito”, o de “internacién temporal” en el pais, criterio bajo el cual funcionan, por ejemplo, las empresas industriales de zona franca. Sin embargo, el contrato de almacenes generales de de- posito, no es privativo del comercio internacional, sino que también se verifica en las actividades del comercio local. Los Contratos Comerciales 667 Contrario a lo que se sucede en el contrato de depésito del derecho civil, regulado por los articulos 1915 y siguientes del Cédigo Civil, siendo, en principio, un contrato meramente gratuito,’ en este tipo de contrato, realizado por y entre comerciantes, es un contrato oneroso, que cae dentro de los contratos comerciales, pudiéndose reputar como tal, un acto de comercio absoluto. Asi el contrato de Almacenes de Depésito, puede ser defi- nido como: “aquel por el cual una persona denominada depositante entrega a otra denominada depositario, determinados bienes muebles para su conservacion, cuidado y custodia, a cambio de una remune- raci6n que serd establecida en comtin acuerdo entre ellas”’. De esta manera, y bajo la modalidad que se adopte, en ocasiones el contrato de almacenaje tiene similitud con el contrato de arrendamiento, pues, las partes pueden convenir el alquiler de un determinado espacio dentro del almacén, pero y a diferencia de éste, el depositario esta en la obligacion de responder por las cosas depositadas y puestas bajo su res- ponsabilidad y cuidado, pudiendo proceder a devolverlo a requerimiento del depositante. 95.2 Naturaleza Juridica. Se trata en realidad de un contrato innominado de natura- leza mixta, pues siempre, y para el depositario o almacenista se reputaré un contrato comercial, mientras que para el de- positante, cuando no tenga la condicién de comerciante, se reputard un contrato civil. - Es sinalagmatico, bilateral, y las obligaciones de las partes estan claramente definidas desde el principio. - Consensual, pues se forma en el mero intercambio de voluntades. - Es real, porque los efectos del contrato exigen, como pre- supuesto, la entrega de la cosa. 176. Articulo 1917 Cédigo Civil. r 668 Manual de Derecho Comercial ¢ Tomo I 95.3 Obligaciones y Derechos de las Partes. 95.3.1 Del Depositante. En principio las mismas estan reguladas, al igual que las del Depositario, por los articulos 1947 y 1948"” del Cédigo Civil, como también por las de la Ley 6186 sobre Fomento Agricola y la Ley General de Almacenes Fiscales. Estas obligaciones y } derechos del Depositante son: 1.- La entrega de la cosa, es la obligacién esencial del depositante, esto es, hacer la tradicién efectiva del bien a ser almacenado, o sea, entregarla al depositario, a los fines de su conservacién. Conjuntamente con la entrega del bien se de- bera dar seguridad y garantia al depositario o almacenista de la propiedad del mismo por parte del depositante, asi como una descripcién de su naturaleza, sus caracterfsticas, aunque las mismas se encuentren empacadas, conservando el deposi- tario la facultad de verificarlas. Cuando el depositante acttie en nombre de otro, y no sea el propietario de la cosa que se pretende poner en depésito, deberd y en principio, demostrar o establecer el mandato en virtud del cual acttia; 2.- La segunda obligacién del Depositante es la de pagar el precio convenido por el servicio de depésito o de alma- cenaje, al almacenista 0 depositario, en los plazos, y formas convenidos. Cuando éste, el depositante, incumple con su obligacion de pago, el depositario o almacenista puede ejercer el privilegio que le concede el articulo 2102 del Cédigo Civil y ejecutar asi el derecho de retencién que le reconoce la ley sobre las cosas depositadas; 3.- Retirar la cosa dada en depésito cuando se haya verifi- cado el término contratado; 177. Art. 1947.- El depositante estd obligado a reintegrar al depositario los gastos que haya hecho para la conservacién de la cosa depositada, y a indemnizarle todas las pérdidas que haya podido ocasionarle el mismo. Art. 1948.- El depositario puede retener el depdsito hasta que se le pague por completo lo que se le deba, por razén del mismo. Los Contratos Comerciales 669 4.- Pagar los gastos de conservacién cuando no hayan podido ser contemplados por las partes dentro del precio de almacenaje, los cuales se consideraran como gastos extraordi- narios 0 urgentes; y 5.- El derecho de vigilancia, el depositario puede inspec- cionar personalmente o por medio de un representante si los bienes son custodiados con la debida diligencia y cuidado. Los derechos del depositante, son a su vez las obligaciones del depositario, cuya violacién o incumplimiento compromete su responsabilidad civil y contractual. 95.3.2 Obligaciones del Depositario. 1) Conservacién de la cosa depositada. Las disposiciones de los articulos 1927 y siguientes del Cédigo Civil’, como también las contenidas en el articulo 273 de la Ley No. 6186 de 1963, como el articulo 14 de la Ley No. 456 de 1973, ponen a cargo del depositario, en el caso de la especie a los Almacenes 178. Art. 1927.- El depositario debe emplear en la custodia de la cosa deposi- tada, los mismos cuidados que tenga para con las cosas que le pertenecen. Art. 1928.- La disposicién del articulo precedente debe aplicarse con més rigor: 1ro. si el depositario se ha ofrecido por si mismo para recibir el depésito; 2do, si hubiese estipulado un salario por la guarda del mismo; 3ro. si se hubiese hecho el depésito sélo en interés del depositante; 4to, si se ha convenido expresamente en que el depositario responda por cualquier clase de falta. Art. 1929.- No es responsable el depositario, en ningiin caso, por los accidentes de fuerza mayor, a menos que se le haya constituido en mora para restituir la cosa depositada. Art. 1930. No puede servirse de la cosa depositada, sin el permiso expreso 0 presunto del que realiza el depésito. Art. 1931.- No debe tratar de descubrir qué cosa son las que han sido deposita- das, si le han sido confiadas en una caja cerrada o bajo sobre cerrado. ‘Art. 1932.- El depositante debe devolver idénticamente la misma cosa que ha recibido. Por tanto, el depésito de sumas en moneda, debe devolverse en las mismas clases en que se ha hecho, ya sea en el caso de aumento o disminucién de su valor. Art, 1933.- El depositario no esté obligado a devolwer la cosa depositada, sino en el estado en que se encuentre en el momento de la restitucién. Los deterioros que haya sufrido, no siendo éstos por culpa suya, son de cuenta del que hizo el depésito. 670 Manual de Derecho Comercial ¢ Tomo I Generales de Depésito, como obligacién esencial, la conserva- cidn de las cosas cuyo cuidado les haya sido confiada, siendo responsable en el caso de estos tiltimos, de “responder” de los bienes depositados aunque se hayan destruido o deterio- rado por caso fortuito o de fuerza mayor, salvo que dicho deterioro o destrucci6n tengan su origen en los vicios internos de las cosas depositadas. Una obligacién adicional le impone la Ley No. 6186, al disponer que: “La responsabilidad por pérdida o deterioro por caso fortuito o fuerza mayor deberd estar asegurada mediante poliza de Compania legalmente autorizada”, con lo que, y en este punto, este tipo de contrato se aparta del derecho civil, y del contrato de depésito, en el cual, y en principio, el depositario no ha de responder y, salvo en el caso de que haya sido puesto en mora para restituir la cosa depositada, “por los accidentes de fuerza mayor”.'*! En esta responsabilidad, el alma- cenista debera comportarse como un buen padre de familia Art, 1934.- El depositario a quien la cosa le fue quitada por fuerza mayor, ¥y que hubiese recibido un precio 0 alguna cosa en su lugar, debe restituirlo que ha recibido en cambio. Art. 1935.- El heredero del depositario que ha vendido de buena fe la cosa, cuyo depésito ignoraba, no esta obligado sino a devolver el precio que recibi6, o a ceder su acci6n contra el comprador, si no hubiere percibido aquél. Art. 1936.- Si la cosa depositada ha producido frutos que hubieran sido perci- bidos por el depositario, esta obligado a restituirlos. No debe ningiin interés por el dinero depositado, a no ser desde el dia en que se le puso en mora para hacer Ia restitucion. Art. 1937.- No debe el depositario restituir la cosa depositada, sino a aquel que se la confid, o a aquel en cuyo nombre se hizo el depdsito, oa quien se ha indicado para recibirla. Art. 1944.- Debe entregarse el depésito al depositante, tan pronto como lo reclame, atin cuando el contrato fije un plazo determinado para la devolucién, a menos que se haya hecho en manos del depositario un embargo u oposicién a la entrega y al traslado de la cosa depositada. Art. 1945.- Al depositario infiel no se le admite el beneficio de cesién de bie- nes. Art, 1946.- Cesan todas las obligaciones del depositario, cuando llega a descubrir ya probar que es él mismo duefio de la cosa depositada. 180. Articulo 273 de la Ley No. 6186 de 1963. 181. Articulo 1929 del Cédigo Civil. Los Contratos Comerciales 671 © mejor decir, como un buen gestor de negocios, debiendo poner el celo y cuidado que hubiera puesto en la conservacién de los bienes de su propiedad. 2) Secreto del depésito hecho en bulto o caja cerrada. Es una obligacién del almacenista depositario conservar la in- tegridad del contenido de los bultos y contenedores en que puedan haberse embalados los bienes a ser conservados. En principio, el almacén no ha de responder por su contenido, salvo que el depositante pruebe y establezca que se alteraron o se cambiaron, y pueda justificar su contenido." 3) Uso de la cosa depositada 0 almacenada. En principio, y salvo que se trate de bienes fungibles, el almacenista esta impedido de utilizar la cosa almacenada, pues la esencia de este contrato es el de evitar el deterioro o desgaste por el uso indebido. En este sentido se pronuncia no tan sdlo la Ley No. 6186 de 1963, sino también el Cédigo Civil, que rige suple- toriamente esta relacién, en su articulo 1930. Cuando, y a contrapelo de estas disposiciones, el almacenista depositario hiciere uso de las cosas depositadas, se podra reputar como un arrendador de ella, debiendo en su caso pagar el propietario en ese sentido por su uso, respondiendo ademas por los da- fos que hubiese sufrido por utilizarlo, pudiendo ser ademas demandado en reparacién de los daftos y perjuicios que éste hecho pueda generarle al propietario depositario quien pue- de verse impedido de vender ese articulo, o eventualmente, ver disminuido el precio de la venta de la cosa, y sin que se descarte una accién penal por abuso de confianza que pueda interponer el depositante contra el depositario almacenista. 4) Gastos de conservacién, si bien como hemos dicho el al- macenista depositario es acreedor del pago de la tarifa que por los servicios prestados haya podido fijar con su contraparte, y en el cual se incluyen los gastos propios del mantenimiento de los bienes depositados, como también los costos de las pélizas de seguro, no es menos cierto que, y cuando el caso lo requie- 182. Articulo 274 de la Ley No. 6186 de 1963. 672, Manual de Derecho Comercial * Tomo I ra, y se precise realizar gastos extraordinarios, que no hayan podido ser previstos por las partes en el contrato al momento del mismo efectuarse, éste, el almacenista depositario, esta en la obligacién de informar a su contraparte sobre los mismos a los fines de ser autorizado para ello, salvo el caso de que la urgencia impida proceder a esta comunicacién, y sea necesa- rio incurrir en esos gastos, pero en todo caso, siempre tendra la obligacion de notificarle a los fines ya indicados. 5) Deber de restitucién: es obligacién del almacenista devolver los bienes almacenados una vez haya concluido el contrato, en las condiciones que fueron recibidos. Esta restitu- cion debera efectuarse a su legitimo propietario, 0 a la persona indicada al recibir el depdsito, o a sus herederos. En este aspecto, es obligacién del almacenista depositario y al momento de procederse a la firma del contrato de alma- cenaje 0 depésito, expedir al depositante un “resguardo de deposito” que no es otra cosa que el documento por el cual se verifica este hecho, y que cede el dominio de una cantidad de mercancias 0 productos a ser almacenada. Este documento lo integran, el tal6én o matriz, y el certifica- do de depésito. Para la emisién de resguardo, es obligacién del almacenista verificar las siguientes situaciones: a) que los bienes descritos en el resguardo hayan ingresado efectivamente en los depdsitos del almacén; b) que el depositante acredite satisfactoriamente su calidad de propietario; y c) que dichos bienes estén libre de todo gravamen o embargo judicial notificado al almacén. Esto ultimo no impide, sin embargo, que dichos bienes puedan ser dados por su propietario en prenda como garan- tia de obligaciones, mediante la cesién del “resguardo”, como también puedan ser embargados, pero dicho embargo, que necesariamente ha de ser por la via del embargo retentivo u oposicién, debera ser notificado en manos del almacén. El propietario de los bienes almacenados, cuando por su naturaleza sea posible dividirlos, podra retirarlos parcial- mente o por lotes. Los Contratos Comerciales 673 La Ley No. 6186 de 1963, expresamente declara en su articu- lo 287, como: “carentes de eficacia” las operaciones de transmision del dominio de los efectos depositados, o de préstamos con garantia de los mismos, que no consten en el certificado de depésito, mediante anotaci6n firmada de las mismas y que a la vez sean registradas por el almacén general de depésito en Ia corriente matriz. Sin embargo, podria entenderse que, no obstante lo antes ci- tado, el propietario podria, y con posterioridad a la celebracién del contrato de deposito, proceder a realizar estas operaciones, teniendo la obligacién de notificar al almacén de este nuevo contrato, requiriéndole que se proceda a la anotacién de este nuevo hecho, que implica la modificacién del contrato inicial. De donde, la participacién al almacén depositario de cual- quier situacién que pueda afectar la propiedad de los bienes a cuyo cuidado hayan sido confiados, es de la esencia de este contrato, vista la obligacién del depositario de devolverlos a su legitimo propietario. Amén de ello, el articulo 288 de la ya varias veces citada Ley No. 6186 de 1963, permite la cesién del certificado de depésito, con todas sus consecuencias juridicas, por el simple endoso del mismo. En esta operacién se debera hacer constar la fecha en que se produce, nombre, domicilio y firma del endosante, y agregamos nosotros: el ntimero del do- cumento de identidad nacional, y el nombre del endosatario, como también su direccion, y ntimero de cédula de identidad si se tratase de una persona fisica, onombre y cédula del represen- tante legal autorizado, y sello, si se tratase de una persona moral. La ley en cuestién hace responsable solidariamente por los pagos e indemnizaciones a que hubiere lugar, y por los derechos que se transmiten, a todos aquellos que participen en dicho endoso, vale decir al endosante y al endosatario. 95.4 Prueba del Contrato. Contrario a lo que, y en principio, se verifica en el derecho comercial, el contrato de almacenaje de depésito en general, debe ser redactado siempre por escrito para probar su existen- cia. Al dorso de dicho documento deberaén aparecer impresas 674 Manual de Derecho Comercial * Tomo I las principales disposiciones legales de la comentada Ley No. 6186 de 1963. 95.5 Garantias sobre este Contrato. Estos certificados de depésito pueden, como hemos visto, servir como garantias prendarias de contratos de préstamos y encaso de incumplimiento de la obligacién de pago el acreedor podra, y previo puesta en mora a su deudor de pagar la suma adeudada, en el plazo de ocho (8) dias, requerir al almacenista depositario, después de haber transcurrido el plazo seftalado, hacer vender los bienes depositados en publica subasta, la cual se efectuard en el lugar donde se ubique el almacén, venta que debera ser anunciada en un periédico local, silo hubiese, sino de amplia circulacién, con 5 das de antelacién a la fecha fijada para ella, sefialandose en dicho aviso el lugar, dia y hora de la venta, descripcidn de los objetos a ser vendidos y el precio de la primera puja, que sera igual al monto del préstamo mas los intereses y las cargas de servicios a la fecha de la subasta. Existe la obligaci6n de comunicar este hecho tanto al propietario como al acreedor mediante correo certificado, comunicaci6n que debera hacer el almacén, y asi lo dispone el articulo 281 de la Ley No. 6186 de 1963, que establece las menciones que debera contener el resguardo (documento en que consta el depésito y el dominio de una cantidad de mercancias 0 productos) que es integrado por la “matriz” o “certificado de depésito”; entre los cuales citamos “el valor del de- posito”, la fecha de su expedici6n, la relacién de los productos depositados, con indicacién de su calidad, cantidad y valor aproximado, indicacién de la suma en que han sido asegura- das las mercaderias, efectos objetos del depdsito, mencién de los honorarios y costas a que tiene derecho el depositario por el servicio, entre otras menciones. Si la venta no se efectuase en el dia sefialado, la cual y por demas estara a cargo de un empleado del almacén, investido de ese modo con la calidad de vendutero publico, se fijara nueva fecha de venta, sin necesidad de poner en mora al deu- Los Contratos Comerciales 675 dor nuevamente, pero si existiendo la obligacién de publicar el aviso de venta con las indicaciones sefialadas. No obstante ello, entendemos que a los fines de observar el debido proceso de ley, y preservar el derecho de defensa de la parte embargada, se debera proceder a denunciarle esta venta, una nueva vez. De la no venta se levantara acta por un funcionario del al- macén, en la que haga constar el resultado de la misma, como también hacer figurar si el deudor asistié no a la misma, copia de la cual deberd ser remitida a las partes en litis, con indica- cién de la nueva fecha en que se procedera a la nueva venta. En caso de que efectivamente se haya procedido a su venta, copia de esta acta, que recogera los pormenores de la adjudicacion, sera firmada por el representante del almacén y remitida tanto al deudor como al acreedor embargante, y el adjudicatario de los bienes, personalmente 0 por correo certificado. No obstante disponer el articulo 294 de la Ley No. 6186 de 1963 que: “no se derivaré efecto alguno por el hecho de que estas cartas no Ileguen a los destinatarios”, lo prudente es notificar a las partes el contenido de la misma por acto de alguacil, a los fines de asegurar su recepcién, no siendo su inobservancia causal de nulidad del procedimiento seguido. Si en la segunda subasta no se presentaren licitadores, los bienes embargados seran adjudicados al persiguiente, por el precio de la primera puja, y éste asume la responsabilidad de pagar las cargas de servicios y a retirar dichas mercaderias del almacén de depésito. En caso de que surgiesen controversias sobre la forma di la subasta, o de la validez o no de la misma, el tribunal com petente para conocerlas lo sera el Juez de Paz del Municipi donde esta ubicado el almacén, mediante una demanda co apoderamiento directo, respetandose el plazo de los empl. zamientos para ante este tribunal de excepcién (un dia franc entre la demanda y la fecha de la audiencia), y la sentenci que pueda surgir no sera susceptible de “recurso alguno”. 676 Manual de Derecho Comercial * Tomo I Al respecto tenemos que entender por “recurso alguno”, los recursos ordinarios establecidos por el Cédigo de Procedi- miento Civil, Oposicién, Apelacién, Revisién Civil, no asi los extraordinarios como la Tercerfa y la Casaci6n. El deudor puede y tiene la facultad de impedir la venta, pagando el monto adeudado directamente en manos de su deudor o del almacén y, en cada caso, segtin sea, deberé noti- ficar del pago realizado ya sea al acreedor embargante ya sea al almacén llamado a realizar la subasta. Debemos recordar que, el depositario en este caso goza del privilegio de hacerse cobrar sus honorarios con preferencia a los acreedores, el cual se plasma en el derecho de retencién. Independientemente de que el articulo 297 de la Ley No. 6186 de 1963, le permite deducir del pago el cobro de sus honorarios, las contribucio- nes fiscales, almacenaje, seguro y otros gastos hechos para la conservacién de los mismos y el remanente entregarlo al acreedor cuando el importe de la venta, 0 de la pdliza de seguro cuando ésta fuere liquidada por alguna de las causas que se contemplen en la misma por la ocurrencia de uno de los riesgos protegidos, el tenedor del certificado de depésito podria reclamar por la diferencia no cubierta. Otro derecho del almacén depositario es la de proceder a la venta, en publica subasta, siguiendo el procedimiento ya sefialado, cuando los bienes depositados fueren por su natu- raleza susceptibles de deterioro inmediato, 0 dieren sefales de descomposicién, de alteracién 0 averfa que pudiesen ser causa de disminucién considerable de su valor u ocasionar dafios a otros objetos depositados en el almacén, por razon de sus emanaciones, filtraciones o inflamabilidad 0 de su carac- ter explosivo, si habiendo puesto en mora, a quien los haya consignado, de retirarlo en el plazo dado por el almacén, no lo hiciere. Si bien la ley no seftala qué entiende por “plazo razonable” habra de interpretarse que se trata del plazo de derecho co- muin, es decir la octava franca, salvo que se demuestre que el mismo pueda resultar excesivo. Los Contratos Comerciales 677 En lo que respecta al plazo para proceder a realizar el anuncio de la fecha de la venta, ésta queda reducido en este caso a 2 dias, igual que el precio de la venta, el cual conforme al articulo 299 de la Ley No. 6186 de 1963, lo sera por el de las tres cuarta (3/4) partes del valor en plaza de los objetos em- bargados, el cual se fijara como precio de la primera puja, y la mitad del valor en mercado en caso de no haberse producido la venta en la primera subasta. En este caso, y si en la segunda subasta no se produjese la adjudicacién se declarara como adjudicatario al almacén, por un precio igual al importe de las cargas de servicio. 95.6 Competencia. Salvo el caso ya sefialado, el tribunal competente para co- nocer de todo lo relativo a la ejecucién de este contrato lo sera el Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial donde se ubique el almacén, en sus atribuciones comerciales. Excep- cién hecha del procedimiento de embargo por falta de pago, donde el tribunal competente lo sera siempre el Juzgado de Paz del municipio asiento del almacén. Las acciones del titular del certificado de depésito sobre los bienes depositados prescriben a los dos afios, a contar del vencimiento del plazo convenido para el depdsito mientras que las acciones en responsabilidad contra el almacén, cadu- can en el plazo de un afio, el cual empezaré a correr, a partir de la fecha del retiro de los bienes de sus instalaciones. 95.7 Requisitos para Ofertar el Servicio de Almacén General de Depé6sito. El establecimiento de un Almacén General de Depésito esta sujeto al cumplimiento de los requisitos establecidos por el articulo 264 de la Ley No. 6186 de 1963, y su funcionamiento a las disposiciones que establecen los subsiguientes articulos. Dispone la ley en este sentido que, sdlo podran operarlos las compafifas por acciones constituidas exclusivamente con este objeto, pudiendo también ser manejados por Banco Comercia- 678 Manual de Derecho Comercial * Tomo I les, o por el Banco Agricola de la Reptiblica Dominicana. Sus operaciones estén sometidas a la supervisién del Ministerio de Industria y Comercio, a quien deberdn prestar una fianza, excepcién hecha de cuando el operador sea un banco. Sera obligacién de la compafiia almacenista, ademés de la prestacién de la fianza antes indicada, a) cubrir los productos que hayan de ingresar en sus locales con seguro contra incen- dio, robo y otros riesgos, conforme lo determine el Ministerio de Industria y Comercio; b) tener un reglamento interno, para su funcionamiento, debidamente aprobado por el Ministerio de Industria y Comercio; c) tener tarifas aprobadas por el referido organismo estatal; y d) ser propietario de los loca- les donde funcionen dichos almacenes, los cuales deben ser previamente aprobados por el organismo supervisor, y final- mente, obtener de éste la licencia para iniciar sus operaciones. En su funcionamiento estos almacenes estaran obligados a cumplir con todas las obligaciones que tanto el Codigo de Comercio como el Cédigo Tributario, asf como la Ley de Re- gistro Mercantil, les imponen a los comerciantes. 95.8 Los Almacenes Fiscales de Depésito. A la par con los almacenes generales de depésito, ya vistos, porlaLey No. 456 del 1973 fueron creadoslos Almacenes de De- posito Fiscales, los cuales, y contrario a lo dispuesto por la Ley 6186 de 1963, estan bajo la supervision, y autorizaci6n para su instalacién y funcionamiento dela Direccién Gral. de Aduanas. Este tipo de establecimiento permite el ingreso temporal de mercancias en el pais, sin que el importador tenga la obli- gacién de pagar los aforos o impuestos aduanales, cuando dicha mercancias han de ser reembarcadas hacia otro destino, como también permitiendo la internacién de los bienes im- portados con destino al territorio nacional, que siendo sujeto de impuestos de importacién, no se quiera dejarlos en el area de puerto o aduana, o se desee conservarlos depositados en dichos almacenes, hasta tanto se verifiquen las operaciones de liquidacién y pago de dichos impuestos. Los Contratos Comerciales 679 Las obligaciones del almacenista depositario, son las mis- mas en este contrato que en el del Contrato General de Dep6- sito, pero a diferencia de este tiltimo, las mercaderias deberan ser verificadas y aforadas previamente al ingreso de ellos al mismo por la Direccién General de Aduanas, a fin de deter- minar el monto de los derechos e impuestos, previa solicitud que en este sentido por parte del interesado haga al Colector de Aduanas, efectuando con ello el registro y reconocimiento de dichas mercaderias e internando dichos bienes bajo la vigi- lancia y control de la Direccién General de Aduanas. De donde, esa Direccién Gral., se convierte asi en Supervi- sora de este tipo de contrato, en lo que a su ejecucion se refiere. Contrario a lo que sucede con el contrato de Almacenes Ge- nerales de Depésito, el Estado goza del privilegio de cobrar los impuestos dejados de pagar por las mercancias alli deposita- das sobre cualquier otra deuda, inclusive sobre el almacenista depositario, atin cuando se trate del pago de indemnizaciones que en caso de siniestro le hayan de ser pagadas. El depésito de los bienes importados en estos almacenes obliga al importador de los bienes, a pagar a la Direccidén General de Aduanas, un 1% del valor legal de las mercancias depositadas por un perfodo de seis (6) meses o fraccién del mismo, e igual valor cuando este depésito se prorrogue por otro perfodo similar. Nada impide que el importador pueda ir retirando parcial- mente los bienes almacenados, previo pago de los impuestos a la Direccién General de Aduanas sobre la parte alicuota de los bienes a ser retirados. Estos almacenes, que en principio gozan del régimen propio de las zonas francas en cuanto y tanto permiten la introduc- cién de mercaderias importadas a los fines de ser depositadas en ellos, constituyen un excelente aliado de los comerciantes importadores quienes pueden optar por este régimen cuando no cuenten con los recursos necesarios para pagar todos los impuestos fiscales, disfrutando asi, de un plazo de gracia de FP 680 Manual de Derecho Comercial ¢ Tomo I seis meses, prorrogable por igual periodo, para poder comer- cializar dichos productos y con el resultado de sus ventas, pagar o saldar los impuestos 0 recaudar los fondos necesarios para el saldo de los impuestos fiscales de importacion. Nada impediria que, y conforme la Ley de Aduanas No. 3489 del 14 de febrero del 1953, el importador decida reexpor- tar dichas mercancias allf depositadas a otro destino, o de ce- der, vender, transferir dichos bienes asumiendo el comprador la obligacién de pagar los valores de los impuestos aduanales correspondientes. Las operadoras de estos almacenes son responsables frente al Estado, representado por la Direccién General de Aduanas, de las mercancias puestas bajo su cuidado, y deberan respon- der de la custodia y conservacién de las mismas, asf como por el pago de los derechos e impuestos aduaneros y demas cargas a que estén sujetas, sin perjuicio de otras responsabili- dades que les pudiesen corresponder frente al depositante. Toda manipulacién, verificacién, reembalaje de la mer- cancia alli consignada a depésito debera ser realizada bajo la supervisin de los funcionarios de aduana. 96. EL CONTRATO DE TRANSPORTE Se ha de entender por contrato de transporte aquel por el cual una persona denominada transportista se compromete a trasladar a otra persona, o bienes y propiedades de ella, 0 tanto a la persona conjuntamente con sus bienes, de un lugar a otro, la cual suele 0 puede denominarse pasajeros, salvo y sano a un punto determinado por ellas, a cambio de un precio estipulado de antemano entre ellos, que se denomina flete. De esta definicion resulta que las partes en esta convencién son, y en principio, el transportista, y el pasajero, 0 expedi- dor, cuando se trata de un comisionista que trata a nombre del destinatario del bien a ser transportado. Pero, frecuen- temente, existe un destinatario diferente al de la persona del expedidor, y en ocasiones un comisionista 0 corredor de transporte. En este tiltimo caso, y en la mds de las ocasiones,

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