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HACIA UNA PASTORAL VOCACIONAL EN MISIÓN

1. PRINCIPIOS FUNDANTES DE LA PASTORAL VOCACIONAL

1) La pastoral vocacional es una prioridad de toda comunidad cristiana:


Juan Pablo II, en el Discurso a los participantes al Congreso sobre el tema de
“Nuevas vocaciones para una nueva Europa”, Roma 5-7 de Mayo de 1997 decía: “La
actual situación histórica y cultural, que ha cambiado bastante, exige que la pastoral de
las vocaciones sea considerada como uno de los objetivos primarios de toda la
Comunidad cristiana”.
- Si algunos autores hablan que la pastoral vocacional como la clave de la
revitalización en la vida religiosa, qué decir sobre la comunidad cristiana. Como un
matrimonio está llamado a engendrar vida, la comunidad cristina está llamada a acoger,
promover, sustentar todas las vocaciones (carismas y llamadas), que como semillas el
Señor siembra en el corazón de cada uno de sus hijos.
- Power Point “La Roca”. El Señor le dice a un hombre que dormía
tranquilo en su cabaña: “tengo un trabajo para ti”. Debes empujar con todas tus fuerzas
esta roca”. El hombre así lo hizo. Día tras día volvía cansado a su cabaña sin haber
logrado mover ni un milímetro la Roca. Tentado por el diablo, decidió dejar la misión y
reclamar a Dios: “Señor, tú me dijiste que empujara la roca y no he conseguido moverla
ni un poquito”. El Señor compasivo le respondió: “Mira, en ningún momento te dije
que tenías que mover la piedra, sólo te dije que empujaras y tuvieras confianza”. Mira
tus esfuerzos no han sido en vano. Ahora tienes más músculos, eres más flexible que
antes, tus articulaciones se mueven sin problema…tus esfuerzos han dado fruto. Ahora
yo moveré la roca”. Moraleja: cuando todo parece no caminar: ¡sólo empuja!. Cuando
ves que la misión es imposible: ¡sólo empuja! Si todos empujamos en la misma
dirección, Dios moverá la Roca.
- Hermano Carlos: O jugamos todos, o se rompe la baraja

2) La vocación es pregunta radical y definitiva: ¿qué debemos hacer?


En Hechos 2, 4-6, con la Venida del Espíritu Santo en Pentecostés, Dios cumple
la promesa de estar presente siempre en la vida de la Iglesia, subrayando el amplio
horizonte de la misión de la Iglesia. Pedro pronuncia el discurso en el que narra la
Historia de la Salvación: “en pie…, y en voz alta” (2,14), un discurso que “conmueve
el corazón” de quien lo escucha y provoca la pregunta decisiva de la vida: “qué
debemos hacer” (2, 37). Pregunta que hay que plantearle al Señor si no cada día, en
los momentos más importantes de nuestra vida. Es la respuesta a las distintas llamadas
que El nos hace.
- Para esto es imprescindible:
a) Tomar conciencia de nuestra propia vocación
b) Cuidar nuestra formación+servicio caritativo
(Diaconia)
c) Trabajar en planes de acción catecumenales y
misioneros serios: Anuncio y Testimonio
(Martyria)
d) Reforzar los vínculos ecuménicos y comunitarios
(koinonia)
e) Celebrar con gozo la fe en comunión (Leiturgia)
f) Responder a la pregunta ¿qué puedo hacer yo hoy
por las vocaciones, por mi vocación?
3) La vocación es el fundamento transversal de la vida cristiana y de la vida de la
Iglesia.
Juan Pablo II decía en Pastores Davo Vobis, 34: “La dimensión vocacional es
esencial y connatural a la pastoral de la Iglesia”, es decir, a su vida y a su misión”1
- Ecclessia: “Convocatoria”, “Asamblea de los llamados”
- Vocación: Si nos vamos a la raíz etimológica de la palabra vocación, nos dice
que viene del latín VOCATIO y del verbo VOCARE, esto es: llamar, es una llamada,
pero me pregunto ¿a qué estamos llamados? y lo que para mí es más importante
¿Quién es el que llama. Y ahora bien, aquél que nos llama, ¿nos dará también los
medios para acudir a su llamada? Y por otra parte ¿para qué nos llama?

Según esto tenemos que:


- Nuestra pastoral vocacional debiera ser más
a) Provocadora (provocar preguntas más que dar respuestas)/ Eso es más que
consoladora.
b) Dinamiazodora-agresiva (tomar la iniciativa más que esperar a que las
tomen, pero siempre en clave de propuesta: La luz entre las tinieblas…
Encarnación)/ Eso es más que conformista.
c) Creativa y comunitaria (poner todas nuestras energías, métodos y
conocimientos, más que hacer lo que siempre se ha hecho)/ Eso es más que
individualista.
c) Misionera (salir a la búsqueda de los que no están anunciándoles, para
atender a todos los que tenemos).Ej. del Buen Pastor. Eso es más que pastoral
de mantenimiento. Capaz de transmitir el sentido dramático de la vida del
hombre, llamado a hacer algo que ningún otro podrá realizar en su lugar. En el
discurso de Pedro de los Hechos esta tensión pedagógica es notable:
- Discurso valiente de Pedro:
- En la elección de Matías por Judas
- “En pie y en alta voz”
- En la acogida del mensaje: “con el
corazón conmovido”.
4) La vocación ha de inculturarse (cultura vocacional):
- Uno de los grandes logros de la vida de San Pablo, fue encarnar y traducir el
Evangelio a la cultura de su tiempo. San Cirilo y Metodio, patronos de Europa
tradujeron la Escritura a las lenguas eslavas en el siglo noveno. De esta manera
colaboraron y expandieron el Evangelio por nuestro continente. Ya más cercanos a
nosotros, Robinson, Tillich y Bultmann, teólogos de envergadura, deben su éxito según
O. González de Cardenal a su horandez en concebir a Dios y traducirlo (experiencia
de Dios) en términos que sean inteligibles por sí mismos, antes que pronunciarlos a los
oyentes. No quisieron inventar un Dios, in una moral fácil, sino palabras y estilos para
redescubrir al que no es ni viejo ni nuevo.
- Se necesita para esto dar tres pasos:
a) Experiencia mística: José Antonio Pagola escribía hace unos años en
el diario Vasco un artículo titulado: “Vivir enamorado”. Creer decía, es
estar enamorado de Dios. Esta ha sido la constante en la tradición de la
Teología mística. Tradición que arranca del cuarto Evangelio: “Como el
Padre me ha amado, así os he amado yo, permaneced en mi amor”. San

1
Esta expresión está en la Exhortación apostólica Pastores Davo Vobis, 34.
Agustín nos dice que solo Dios puede colmar las expectativas y deseos
de plenitud del hombre: “Nos hiciste, Señor…”
b) Trabajar desde la clave de la Nueva Evangelización (Juan Pablo II):
El mismo mensaje con nuevos métodos, nuevo ardor…
c) Tener en una mano la Biblia y en otra el periódico (Kalr Rahner)

Conclusiones:
a) “Id y haced discípulos…” En la llamada de la Iglesia a comunicar la fe,
se fundamenta la teología de la pastoral vocacional. Como dice un teólogo italiano,
S. Dianich: “La Iglesia existe porque hay una comunicación de la fe”
b) La pastoral vocacional es hoy la vocación de la pastoral (Documento
Nuevas Vocaciones para una Nueva Europa, 3.26)

2. IMPLICACIONES PARA NUESTRA PASTORAL VOCACIONAL


PROVINCIAL
a) Datos en los que nos apoyamos y que hay que tener en cuenta:
1. Dios sigue llamando mientras haya pobreza, increencia y dolor. “Como me
ha enviado a mí el Padre, así os envío yo” “Rogad al dueño de la mies”. “A menos
llamados, más llamada para nuestra vida” (D. Saturnino)
2. Los tiempos en los que vivimos, son tiempos de relativismo moral, laicismo
imperante, desestructuración familiar, pérdida de modelos de referencia…Hablar de
vocación en estos tiempos es difícil. Madurar la vocación si no hay cultura vocacional,
si no existen compromisos duraderos, es complicado:
- En una encuesta que hicieron a los jóvenes sobre los religiosos, decían
que los admiraban, pero no como para comprometerse con esa vida.
- Amedeo Cencini dice en esta línea: “la crisis de las vocaciones no es
sólo una cuestión de número de aspirantes al sacerdocio, sino la crisis de todas las
vocaciones”.
3. No debe haber motivo para la desesperanza pero sí para hacer todo lo que
podamos hacer.
- “El Ap trata de alentar a los creyentes: más allá de toda apariencia, y
aunque no vean aún los resultados, la victoria de Cristo ya se ha realizado y es
definitiva” (Juan Pablo II, Ecclesia in Europa, 5). El mensaje del Ap es de esperanza a
una comunidad atribulada, que necesita discernir el teimpo que le ha tocado vivir y que
debe interpretarlo desde la mirada de kDios. En El se habla de un hecho que ha
transformado la historia de la humanidad: La Pascua. El alegre y definitivo paso del
Dios trinitario por la historia. Se le ha llamado el libro del consuelo cristiano.
- El magisterio de la Iglesia nos recuerda la prioridad del anuncio
(contenido de la fe) y del testimonio (EN 14).

b) Desde aquí entendemos que nuestra pastoral debe caminar hacia:


1. Una pastoral insertada en una espiritualidad mística, como antes
hablábamos, desarrollada y planificada en clave misionera y evangelizadora. Esto lleva
a:
- Todos implicados con planes y acciones concretas y coordinadas.
- Privilegiar los momentos de oración y la experiencia de Dios.
- Privilegiar el proceso con los contenidos y objetivos bien marcados:
Ej. Antonio González Paz dice la que “única posibilidad de
alumbrar vocaciones para la Iglesia, es una pastoral genera lúcidamente programada y
perseverantemente realizada por hombres y mujeres que vivan con pasión contagiosa el
Evangelio”.
2. Insistencia en una PV, que haga especial hincapié en el proceso catecumenal.
Priorizando como nunca, la dimensión de anuncio, la celebración creativa y
experiencial, el servicio especialmente a los pobres (proyecto caritas), y la comunidad
como eje transversal. En España quizás tengamos que seguir insistiendo en el
acompañamiento y crecimiento del grupo local. Cuidando siempre los retiros de
evangelización, posibilitando experiencias profundas (Taizé, Camino de Santiago…), y
con continuidad en los objetivos y procesos.
3. Cuidado de la formación permanente, de nuestros religiosos y agentes de
PJV. La sociedad forma al hombre de hoy desde la técnica, pero no desde la reflexión y
la interiorización. De ahí que todos los pastoralistas insistan en la búsqueda de la
interioridad como clave:
a) De conocimiento del hombre en profundidad (algo muy agustiniano).
b) De florecimiento de preguntas y con ellas, el deseo de buscar a Dios y
servirle.
Ej. Congregación de Amedeo Cencini: “El que sigue una formación
permanente descubre cada día razones de consagrarse a Dios y de hacer su
consagración cada día más bella, más fresca, más motivada”
4. Proposición e implicación vocacional en clave no de “espera” sino de “salida
y encuentro”.
- El Congreso Nuevas Vocaciones para una Nueva Europa, insiste en que
la pastoral no puede ser de “espera” sino de actuación de quien busca y no se da por
vencido hasta que haya encontrado y se hace encontrar en el “pozo”, justo donde el
joven da cita a la vida y al futuro.
- Sembrar, acompañar, educar, formar y discernir, es la pedagogía
del que hace el camino con los discípulos de Meaux (Mt 13, 3-8/Lc 24,13-35).
- Amedeo Cencini comentando una encuesta que se hizo en Italia, donde
el 11% de los encuestados había pensado emprender un camino sacerdotal o religioso
sin que se hubiera puesto en contacto con ellos un religioso o sacerdote, dice: “Se
comprueba que muchos son los llamados y pocos los que llaman”.
5. Acompañamiento personal con eficacia y calidad:
a) Como camino de maduración personal y cristiana. No estamos en
tiempos de masas y sí de atender más los procesos de cada uno.
b) Como instrumento de discernimiento vocacional. La propuesta
vocacional hay que hacerla personal y de manera formal.
c) Como medio de comunicación afectiva. Llegar al corazón del otro,
transmitiéndole seguridad y paz con la experiencia vivida de un Dios que me hace feliz.
En plan testimonial esto es muy eficaz y engancha. Se trata de narrar nuestra
experiencia de Dios.
- El hermano Barra decía: “El confesionario es la clave de la pastoral
vocacional”.
- En el manifiesto de “convicciones comunes” que fue redactado por un grupo
de 150 religiosos en el transcurso del Encuentro de Responsables de PJV y superoriores
mayores, organizado por la CONFER, en Abril de 2007, se insistía en la deficiencia de
este acompañamiento.
6. Estructuras y plataformas de coordinación vocacional
- De nuevo insistimos en el cuidado del proceso y la continuidad del mismo.
- Revisar y evaluar con frecuencia y espíritu crítico y constructivo los proyectos
y procesos: “Lo que no se evalúa, se devalúa”. Estas reflexiones pueden y deben
permitir dilucidar las nuevas prioridades en clave vocacional y una apuesta más
estructurada de nuestra líneas de acción y especialmente a nivel local: Equipos locales,
prioridad y transversalidad de la PV, procesos más graduales y continuos a la vez que
asumidos por todos, acompañamiento y discernimiento efectivo…
En este sentido, Secundino Movilla nos advierte del cambio que se está
produciendo en los nuevos procesos. ¿Caminos para seguir? ¿puntos de reflexión?
¿advertencia a navegantes?. Sea lo que fuera, será bueno recordar estos cambios y
como siempre, contextualizarlos, acoger lo que convenga y saber qué direcciones nos
apuntan:
- De los procesos cuidadosamente programados y de carácter grupal…a los
procesos centrados en el individuo y en la interioridad de la persona.
- De los procesos de larga duración y de marcado acento catequético-
evangelizador…a los procesos de contenidos fluidos que privilegian sobre
todo la experiencia religiosa.
- De las comunidades juveniles con opciones radicales y con fuerte sentido de
pertenencia…a las comunidades aparentemente “Light” y con flexibilidad
de pertenencia”.

3. CAMPOS DE ACCIÓN

Analizado y justificado en los puntos anteriores la importancia de una PV


inserida en la pastoral de conjunto, quisiera apuntar aunque sea brevemente,
indicadores en los que esta pastoral se pueda aplicar. Realmente, el peso fuerte de una
propuesta vocacional seria, debe recaer en una PV bien estructurada y ampliamente
asumida. Junto a esto, se siguen abriendo campos de acción a mi juicio, más que
considerables para la acción misionera y la propuesta vocacional.
a) Plan de visitas estructuradas y continuadas a colegios y pueblos
determinados, tengamos o no ministerios. Las convivencias vocacionales
trimestrales pueden ser el inicio y culmen del trabajo de siembra de estas
visitas. Revisando nuestra historia, creo que fue una constante en el buen
hacer de nuestros religiosos (promotores vocacionales) durante muchos
años. Aunque es un trabajo de equipo y bastante ingrato, pudiera ser en los
tiempos en los que estamos, una acción misionera muy a tener en cuenta.
A lo largo de estos años, en los que me dediqué de una manera especial a
la animación vocacional, he tenido la dicha de poder contar con gente buena
y disponible, que en todo momento me abrieron las puertas de los centros
educativos. Creo que desde una perspectiva de fe, el camino que hemos
recorrido es camino de Dios. Se siguen abriendo posibilidades y puertas en
muchos pueblos y centros con los que poder trabajar. Sería iluso pensar que
por hacer una visita, pueda salir una vocación. Se necesitaría como decimos,
un plan de acción estructurado y continuado con dinámicas, testimonios,
sensibilización, convivencias, etc…. Evaluado periódicamente y asumido
por religiosos y laicos en equipo.
b) Discernimiento a distancia. Existen materiales de reflexión e itinerarios
vocacionales que se pueden ofrecer para hacer un camino vocacional de
discernimiento. Inconveniente: que haya canditados que quieran ser
acompañados.
c) Presencia y testimonios vocacionales de los religiosos en fase de formación.
A la vez, que mantenimiento de los encuentros con contenidos vocacionales
y experiencias de fe profundas que nos brindan lugares como el Camino de
Santiago, Taizé, pascuas vocacionales…
d) Una vez más, recordaremos como lugar privilegiado de camino vocacional,
el proceso catecumenal que vive el grupo de reflexión y profundización en
la fe, que cada semana se reúne en nuestro ministerio.
e) Seguir rezando al “Dueño de la mies” con perseverancia y confianza, con
iniciativas y modos variados, especialmente con la Palabra de Dios.
f) Otras iniciativas que surjan fruto del interés, esfuerzo y evaluación común.
En este año AVAR 2008 surgieron muchas y buenas. Bueno sería que quede
en la conciencia de todos, el compromiso por asumir el trabajo vocacional
no en un año, sino todos los años de la vida.

3. BUSCANDO ALGUNAS CLAVES DE ESPIRITUALIDAD VOCACIONAL


No es posible llevar a cabo una pastoral vocacional auténtica, como tampoco se
puede recibir las llamadas que Dios nos hace si no es desde la base de una
espiritualidad profunda y de interioridad. Intentando buscar algunas des las claves o
valores que posibilitan este apertura a Dios en clave vocacional, nos atrevemos a citar
algunas:
a) Vivir desde la gratuidad: quien no es capaz de agradecer y valorar lo que
tiene y lo que Dios le ha dado, difícilmente podrá responder con responsabilidad a lo
que Dios le pide en el futuro. Vivir en gratuidad es vivir desde la experiencia de ser
enviado y sentir que todo se nos ha regalado…”Curad a los enfermos, resucitad a los
muertos, limpiad a los leprosos, expulsad los demonios; gratis lo recibisteis, dalo
gratis” (Mt 10,8). Dios es el que primero me cura a mí, me resucita, me limpia, me
aparta del mal…Es vivir desde la Encarnación (todo es regalo).
- No siempre pasando factura. Te hago este favor porque tú me vas a hacer…
b) Vivir desde la alegría: es experimentar constantemente el encuentro con
Cristo Resucitado. Es vivir la experiencia que vivieron los primeros discípulos de Jesús
tras encontrarse con él después de la Resurrección…”Los discípulos se llenaron de
alegría al ver al Señor” (Lc 20,20). Es la experiencia de los que se sienten amados para
siempre por Dios, amigos de Dios, comprometidos con su tarea y misión.
- Nietzsche: Se ponía en la puerta de la Iglesia para criticar a los cristianos y
decir cómo salían de la misa, más tristes que habían entrado.
c) Vivir desde la ternura de Dios: es descubrir la mirada de Dios preferente y
cercana hacia los pobres, los marginados, los pequeños, los enfermos, los abandonados,
los que no cuentan en nuestro mundo…”El espíritu del Señor está sobre mí porque me
ha ungido para anunciar la buena nueva a los pobres…” (Lc 4, 18).
Mientras haya dolor, pena, tristeza en el mundo, Dios seguirá llamando a
muchos para que atiendan esas situaciones.
d) Vivir desde la disponibilidad y la escucha: es saber que Dios sigue
llamando a hombres y mujeres y que llama muchas veces a lo largo de la vida. Como
dijo a los primeros discípulos que preguntaron dónde vivía, el les dijo “Venid y lo
veréis” (Jn 1, 35-42). Ellos fueron y se quedaron. Difícilmente sin actitud de escucha,
de diálogo sincero, de cercanía con Dios, podemos escuchar la invitación de Jesús a
seguirle y responderle.
e) Vivir desde la gracia y el perdón de Dios: es saber que sin sacramentos no
hay vida, que sin savia la vida se va, sin unión no hay fuerza y que sin comunión, no
hay verdadero testimonio de Dios. Dios nos llama a permanecer en El, en su amor (Jn
15, 4-9). ¿Para qué? Para que demos fruto (Jn 15, 16). Esta la gloria de Dios, que
demos fruto (Jn 15, 8). Permanece en Dios, quien guarda sus mandamientos Jn 15,
10.14).
- El verbo ménein es usado 118 veces en el nuevo Testamento: 67 veces por San
Juan, 17 por San Pablo y 12 veces en los evangelios sinópticos. Este permanecer
conlleva una actitud o una serie de posturas que nos dicen mucho de lo que es una
buena acogida vocacional:
- Estar con…
- Seguir con…
- Tenacidad…
- Fidelidad…
- Acogida…
- Perseverancia…
- Recuerdo…
- Profundizar…
- Ir calando…
- Fecundidad…
4. CONCLUSIÓN

Termino esta reflexión, siendo consciente de la tentación que supone, buscar


recetas magistrales para el trabajo vocacional. Una vez más habrá que recurrir a Jesús,
maestro y modelo de toda vocación. El nos recuerda que “pidamos al Dueño de la
mies”. Debe tener cabida, además de la oración confiada y constante, en nuestros
planes y proyectos de futuro, iniciativas, ideas y programaciones que estimulen y
prioricen nuestra PV. Denotará que nuestro compromiso como cristianos y religiosos,
no es el de pactar con esquemas teóricamente ya superados, más bien al contrario, será
mirar al futuro con esperanza buscando siempre los nuevos impulsos del Espíritu.
Significará pues que además de nuestra oración confiada y constante, abriremos las
manos y el corazón para que la semilla que Dios sembró en nosotros como vocación,
llegue a madurar y de vida a otros que quiera Dios llamar. Significará esto, que la PV
ha entrado en nuestra comunidad como corriente de aire fresco, capaz de revitalizar
nuestra vida religiosa y comunitaria. Y que, desde la implicación de todos, lo
vocacional será un Proyecto común donde circule la siempre nueva savia de la Buena
Noticia.
Ojalá que todos nuestros esfuerzos fueran encaminados en un futuro inmediato
en esta dirección: La necesidad de un proyecto evangelizador y misionero de todos
nuestros ministerios como tarea urgente y la prioridad de la PV como eje transversal de
toda nuestra pastoral. La continuidad y calidad en los procesos, así como el esmero
cuidado en el acompañamiento, Dios lo quiera, debe llevar a afianzar los pasos, la
formación y el discernimiento de todo joven, con el que Dios quiere salir a su
encuentro.

Fr. Rafael Jesús Morales

Monachil 2009

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