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a LOS MGLTIPLES CONCEPTOS DE LA EDUCACION EDUCACION Y PEDAGOGIA F La pedagogia puede considerarse desde diversos puntos de vista. Para algunos es el planteo y la solucién cientffica de los problemas educativos. Para otros, el conjunto de reglas o de normas que rigen, o deben regir, la actividad educativa. No nos interesa, por ahora, discutir la exactitud de esas definiciones. Lo importante es que nos enfrentan con el objeto propio de la pedagogia y nos permi introducirnos en nuestro tema. Si se analizan las definicione uladas, se notara, en ambas, la re- ferencia a lo educativo. Ciencia, problema o regla, la pedago- gia trabaja siempre con la educacidn, y cualquiera sea el con- cepto que de aquélla se adopte, no puede discutirse que su vi- gencia y su sentido le vienen de su objeto propio: la educacién. Por cierto que existen miltiples definiciones de ese objeto y diversas maneras de ier su ciencia. Pero esto no afecta el hecho que aqui queremos puntualizar: una cosa es la pedago- gia y otra la educacién; una cosa es el objeto y otra, la cient que de é] se ocupa. Este principio valido para cualquier plina, debe destacarse en el caso particular de la nuestra porque al no estar atin definitivamente constituida se la confunde a menudo con la educacién misma, que, como tal, es una realidad, un proceso, un hecho o una actividad concreta. En otras pala- bras: la pedagogia es la disciplina, el estudio o el conjunto de normas, que se refieren a un hecho o 4 un proceso 0 actividad, | la educacion. Por su parte, de la educacién como realidad viva surgen los problemas que el esfuerzo tedrico y experimental | del. hombre intenta resolver y reunir en un sistema o cuerpo de doe: trina o de normas capaces de explicar el fenédmeno de ud cién, en tanto realidad, o de conducirlo, en tanto ¢ j Ahora bien; hemos dicho que el sentido y la vigencia de la disciplina pedagégica procede de su objeto, esto es, la educacion. ‘<4 Beery tees) Ye ahi que ja estructura de la pedagogia si previamente 1 ‘menos un acereamiento al concepto de la educaci “Arrollo de este concepto, con la mayor amplitud posible, es lo ‘que nos proponemos en primer término, FL PEDAGOGO FRENTE AL CONCEPTO DE EDUCAGION La primera caracteristica que se encuentra de la educacion al buscar su concepto es lo que podria llamarse su humanidad. ‘Aparece siempre como un proceso del cual el hombre es autor e intérprete, juez y parte. Del animal, cuando mas, decimos que es “adiestrable” o “domesticable”, pero no “educable”, Esto Jo reservamos para el hombre —ya veremos mas adelante de qué manera, Aqui interesa sefialar que la humanidad de la educa- cién es el primer inconveniente que le sale al paso al pedagogo cuando quiere definirla. Recurramos a una comparacién: el fisi- co, el quimico, el matematico, como todos los que cultivan las ciencias que comtinmente denominamos exactas y naturales, pue- den darse el lujo de meditar serenamente sobre su campo de tra- bajo y circunscribirlo, delimitarlo, m nte la observacién des- apasionada, la especul ada o el experimento que puede ser repetido en cond propieias para su realizacién. Estos investigadores no ven comprometida, al menos en forma: inmediata, su propia humanidad; pueden abstraerse de ella y ser neutrales frente a los fenémenos que estudian. No ocurre lo mismo con los trabajadores de ciencias generalmente deno- minadas humanas, las que por su mismo objeto envuelven al in- vestigador mismo, que es un hombre, en su propio juego. No puede el socidlogo ser totalmente neutral frente a los movimien- tos sociales, ni el psic6logo prescindir de su experiencia perso- nal, ni el que estudia cientificamente la religion dejar total- mente de lado algunas de sus creencias subjetivas. Esto tam- bién le sucede al pedagogo: se siente involucrado en el proceso que estudia que es nada menos que el educativo, en e] cual arries- ga, de una o de otra manera, su propio destino juntamente con — , el de su comunidad. Por algo Kant llamé a la educacién “la mas” _ grande aventura humana” ; por algo en nuestros dias esperamos | de ella la solucién para todos nuestros males sociales; cand Ie poseemo, fe ajudicamas todos Tos bene, primer inconveniente (si es que asi puede decirse) para dar ur coneepto objetivo de la educacién a pues en la ye J aa pare SIGNIFICADO ETIMOLOGICO DE LA EDUCACION. nidad misma de quién debe definirla, y depende en gran arten i de su ubicacién en el mundo, de sus inspiraciones profundes eo de sus aspiraciones mas auténticas. Quizé en ello resida la a deza y la miseria de la pedagogia. Quiz por ello no termine de constituirse la ciencia pedagégica como un sistema cerrado y definitivo. No es sélo por esa raz6n, como veremos més ade- lante, pero es raz6n que vale la pena destacar para comprender, aunque mds no sea medianamente, la disparidad de tendencias que se reflejan en los miltiples y a veces disimiles conceptos de la educacién. LA ETIMOLOGIA Y SUS DOS SENTIDOS La segunda dificultad para definir la educacién surge de la misma etimologia del término. Etimolégicamente, la palabra educacién procede del la’ educare, que significa “criar’, “nutrir” o “alimentar”, y de = ducere, que equivale a ‘ vr’, “llevar” o “conducir desde den- tro hacia afuera’”. Esta doble etimologia ha dado nacimiento a los acepciones que, por lo menos a primera vista, resultan opuestas. Si se acepta la 7 , la educaci6én es un proceso de alimentacién o de acrecentamiento que se ejerce desde fuera; si, - en cambio, se adopta la nda, ya no se trata de una crianza 0 de una alimentacién mediante presién externa, sino de una con- duccién, de un encauzamiento de disposiciones ya existentes en el sujeto que se educa. Los dos sentidos que esas raices etimo- _ légicas sustentan han recibido, respectivamente, la calificaci6n de-acrecentamiento (educare) y de crecimiento (ex-ducere), y constituyen los conceptos centrales de dos ideas distintas de la educacién que a través del tiempo han luchado por imponerse. Esta misma oposicién sirve a los pedagogos de hoy para distin- guir la llamada educacién tradicional, de corte intelectualista, con predominio del educador sobre el educando convertido en pasivo receptdculo de conocimientos, de la educacion nueva 0 progresiva, basada en la actividad, la libertad y la espontanei- dad del alumno *. me “Los MULTIPLES CONCEPTOS DH LA EDUCA‘ ¢PUEDE SALVARSB LA OPOSICION? La antinomia (oposicién), a primera vista insalvable, entre el concepto de educare y el de ex-ducere, entre influencia exter- na y desarrollo interno, entre acrecentamiento y crecimiento, no resiste a un anilisis profundo, desaparece ante él. Ello es asi, porque no se trata de términos tedricos, ideados por el hombre y abstraidos por su pensamiento, sino de hechos reales como los que el hombre se enfrenta continuamente en la misma vida, Si se piensa en esa antinomia se comprenderé que la exage- racién de cualquiera de sus términos es ilicita, y no esta de acuer- do con la realidad. El alimento espiritual que viene desde fuera, y el desarrollo que realizan nuestras propias fuerzas interiores, no son ni excluyentes ni opuestos. El hombre no puede prescin- dir, en su formacion, de los poderes que constituyen su circuns- tancia, pues aunque no lo quiera penetrara sutil e insensible- mente en su ser. Pero tamp ubjetividad es una materia d6cil que se adapte facilmente a cualquier influencia extrafia. La educacién (como presién ext: no puede hacerlo todo hasta el punto de modelar a capricho la vida individual, mas > su tampoco esta vida puede configurarse con total desprecio de su circunstancia natural, social y cultural. Puede, pues, o bien predominar la influencia externa o bien la disposicién interior o capacidad para el desarrollo, pero el predominio de una no significa el total aniquilamiento de la otra. HI EROEDUCACION Y AUTOEDUCACION A partir de la antinomia entre edueare y ex-ducere esta- mos en condiciones de considerar las formas de la educacién desde el punto de vista de su direceién. ,Qué queremos signifi- car al hablar de la direecién de la educacién? Simplemente, que el camino recorrido por la educacién como influencia (edueare) es inverso al que sigue la educacién como desarrollo desde den tro (ex-ducere) (el punto de referencia es, por cierto, el sti jeto que se educa). Si el proceso educativo se organiza, ae ejer- ce y se impone desde fuera y desde arriba, debe hablarse de heteroedueacién (del griego heterds, que significa “otto” o “dis. tinto”), Si, en cambio, el proceso educativo recorre la direccion inversa, esto es, nace del individuo mismo, i , para desde él apro- iarse de lo que le es exterior y conformarlo a su individual E a " qebe hablarse de autoeducacién (del i ieee ‘uno mismo” 0 “propio”). (Ae griego, autés, que quiere Heteroeducacin y autoeducacién son, pues, que —en primera instancia y desde el punto de vi vién— presenta la edueacién, Al mismo tiempo posibles definiciones de la misma, A ambas Je Jas mismas consideraciones hechas para educare y en-ducere para acrecent”miento y crecimiento, En consecuencia no deben interpretarse como términos opuestos o contrarios, sino como dos aspectos 0 momentos de una misma realidad, o de un mismo proceso que recibe el nombre general de educacion, En la hete- roeducacién el hombre es formado; en la autoedueacién el hom- bre'se forma, de acuerdo a una voluntad auténoma de desarrolio. interior, Ninguno de estos modos puede darse aislada y abso- lutamente, como si nada tuvieran que ver entre si. Se comple- mentan, se insertan el uno en el otro, se sintetizan en la vida misma, La mejor manera de expresarlo seria formulando un ideal educativo: si por Ja heteroedueacién el hombre es forma- do y por la autoeducacién se forma a si mismo, toda educacion auténtica es aquella que lo ayuda a formarse. Lo ha dicho mejor Maurice Debes Iucacién io crea al hombre, lo ayuda a erearse a si mismo’ las dos formas ista de su direc- constituyen dos 8 son aplicables LA EDUCACION COMO PROCESO DINAMICO Conforme a lo expuesto hasta aqui pueden darse tres con- ceptos de la educacién: i 1) La educacién es una influencia externa que configura al individuo (heteroeducacién) ; ae 2) La educacién es un desarrollo interior que hace que el individuo se configure a si mismo (autoeducacién) ; proceso que proporeiona al individuo 3) La edueacién es un i figuracién (hetero y autoeducacion Jos medios para su propia con! reunidas). Si se analizan las definiciones precedentes se comprobara que en las tres la educacién se presenta como una accion aug puede ser ejercida sobre los demas (1 heteroeducaciéon), 0 sobre tmo mismo (autoeducacién). Si después de ese andlisis lus mos la palabra educacién en el diccionario de la lengua Tey trarembnel.siguiente significado: “Accién y. efecto. Ge siuiaiag Fas etapas de te educecién, pis. 159. ekando literalmente, el concepto es mas amplio que los que ta ahora han surgido de nuestro estudio, porque ademas de con- cebir a la educacién como una aceién nos la muestra como un efecto. En el lenguaje cotidiano hay multiples aplicaciones de esta misma idea, por ejemplo, cuando decimos de alguien que “tiene educacién”’ o “no tiene educacién”, segtin sea su conduc- ta en el efrculo social, circunstancia en la que hacemos referen- cia a la educacién como efecto, como resultado de un perfodo de ejercicio, de aprendizaje o de experiencia. Si se tiene en cuenta ese sentido amplio de la palabra nada impide decir que la educacién es: «) todo proceso de influencia, de configuracién o de desarrollo del hombre, y b) el efecto de esa influencia, de esa configuracién o de ese desarrollo, Sin embargo este concepto sélo puede aceptarse con algunas reser- vas importantes; sera vélido si a la idea de la educaci6n-efecto le ponemos un limite, si Je negamos un valor absoluto. Para comprender esto basta con apelar a nuestra propia experiencia. personal, Ella demuestra que en la vida todas las adquisiciones © conquistas no son mas que la » de nuevas adquisiciones y conquistas que se modifican a le luz de nuevas posibilidades y | de nuevas realizaciones. Lo que aprendemos hoy sirve para aprender majiana otra cosa superior y es modificado y reelabo- S rado por lo nuevo que se incorpora a nuestro haber intelectual o moral. El efecto educativo no es, pues, lo definitive e inmévil | sino un peldafio para posteriores ascensiones. La realidad en- | sefia que la educacién es por esencia un acto, un proceso dind- | mico que nace con el hombre y muere con él, en la medida en | que éste es capaz, aunque con diversos matices y grados, de for- a marse y de recibir influencias a lo largo de toda su vida. Sin embargo, la idea de la educacién como efecto parece tener mayor fuerza en el dominio de la vida social y cultural. En él cristalizan ciertas formas e instituciones edueativas (por ejemplo la escuela), con caréeter objetivo y no individual; y la educacién misma se convierte en un cuerpo cultural e hist6- fice que, como tal, integra la cultura también objetiva de un pue- loo de la humanidad. Esto hace posible el andlisis de la edu. cacién como sistema que rige en un determinado lugar y para una cierta época, como el resultado de una serie de elementos que se han ido combinando paulatinamente por la accion del tiempo. Pero tampoco aqui el sentido puede ser absoluto, porque Gi como el individuo se desarrolla y cambia, también cambia ; de lo contrario no tendrfa historia, En conse- evista. 3 8 que un efecto o un produet e inmutable, es un proceso dindmico que tiene un de expansién y de crecimiento, i LA EDUCACION COMO REALIDAD Si una detenida reflexién nos ha obligado a aceptar con re- servas el concepto de la educacién como resultado o efecto, por el mismo camino podemos llegar a sostener la posibilidad de defi- nirla, sin limitaciones, como mucho més que una accidén, como una realidad, para cada hombre y para la comunidad. Con ella, en sus multiples formas, nos enfrentamos diaria- mente. Por ella somos, en gran parte, lo que somos. Hay edu- caci6n en el afan de la madre para ensefiar a caminar, a hablar, a comer a su hijo pequefio, o por darle una norma de vida; la hay en el esfuerzo del maestro por inculearnos conocimientos y desarrollar nuestras aptitudes; la hay en el amigo que quiere transmitirnos un sentimiento; 0 en el adversario que quiere con- vencernos de nuestro r, y de la verdad de sus ereencias; la hay en la accién anénima del sabio que lucha denodadamente por iluminar algo mas el camino del hombre. La hay en la presen- cia sutil de la sociedad que, sin sentirlo, nos impregna de sus usos, sus costumbres y sus normas convencionales, y hasta en Ja naturaleza misma que nos ayuda a configurar el caracter. Toda nuestra vida es el fruto de un permanente contacto de nuestra subjetividad con las influencias exteriores que recha- zamos, aceptamos 0 transformamos, pero que nunea estén ausen- tes, sino muy presentes y en forma concreta y real, La educacién es también una realidad en la vida de las co- munidades. Para comprenderlo es preciso apelar al sentido de lo real, En su acepcién mas amplia real es lo inserto en el espa- cio y en el tiempo; lo que est en el espacio y se desenvuelve en el tiempo, De que Ja educacién se desenvuelve en el tiempo no hay ninguna duda, puesto que tiene historia (la historia dela educacién) ; esté dotada de temporalidad y condenada a sufrir, en su estructura y en su forma, la evolucin que sufren las cultu- ras en las diversas épocas. Esta también en el espacio porque | la vida de cada pueblo se desarrolla dentro de un ambito fisico, argentina” no nos referimos s6lo a un conjunto de insti delimitado politica y geograficamente. Al decir la “edu 2 eel % LOS MULTIPLES CONCEPTOS DE LA EDUCACION, y de ideales que se realizan en ux determinado tiempo, sino tam bién a un cuadro fisico en que esa realizacién fué y es posible. LA INTENCION EDUGATIVA Mas arriba hemos visto las formas de la educacién segiin la direccién del proceso educativo (hetero y autoeducacion). Las consideraciones hechas sobre la educacién como acto dinamico y como realidad, en sus conexiones con la vida social, cultural y natural, nos imponen la tarea de distinguir otras formas posi- bles de aquélla: Pero esta vez no lo haremos segiin la direcci6n que sigue el proceso correspondiente, sino a partir de la inten- cién que lo guia, mejor dicho, apoyandonos en el hecho de que la influencia educativa puede ejercerse con o sin intencién, cons- ciente o inconscientemente. De acuerdo a este criterio la educacién puede ser césmica 0 sistemédtica. Se ha dado en lamar educacién césmica a la in- fluencia de los factores, fenémenos y elementos del mundo (¢os- mos) en su mas amplio sentido (esto es. lo que rodea al indi- viduo) que inciden sobre el hombre y lo configuran. Esta edu- eacién es inconsciente (no se propone deliberadamente educar), dsistemdtica (sin sistema ni orden), ametddica (no tiene pro- cedimientos predeterminados), natural, espontdnea y refleja. Obra por accién de pre vegnacién; aprendemos a hablar, escuchando; a comportarnos, experimentando Ia rela- cién social con nuestros semejantes: a sentir, viviendo nuestros sentimientos y participando de los de los demas; a actuar, ac- tuando. En general, todo ambiente, natural y social, cumple una funci6n educativa que se involucra en la educacién césmica, La educacién sistemdtica es una forma mas restringida que la anterior. Es la que se imparte en Ia escuela, entendiendo que ésta supone una relacién voluntaria entre alguien que educa y alguien que es educado. Se cwracteriza, a diferencia de la cés- mica, por el definido propdsito de educar 0 de ser educado y es, por lo tanto, consciente o intencionul, metédica y artificial, : Al decir que la educacién sistemdtica es una forma mas res- tringida que la educacién cdsmica, queda ya sefialada la relacion primordial que ambas mantienen entre si. Pero conviene insis- tir en ese vineulo, lo que puede hacerse desde dos angulos: el individual y el social. Individualmente, esto es, ex el desarroll de la existencia, la educacién cdsmica es anterior w la sixtemd= es Duos antes de sufrir la influencia metédica de ésta, fuer cae ge después de ella, sufrimos otras influencias que, sin pro- Ponérselo elias ni quererlo nosotros, nos dotan de destrezas inte- (ectuales y sociales y de normas morales. Desde el punto de nee a sucedido lo mismo, pues en la historia de la hu- janidad la primera escuela de] hombre fué la comunidad, hasta que hizo su aparicién la escuela propiamente dicha, como érgano especialmente encargado de transmitir determinados contenidos y normas, tarea para la cual ya resultaban inefieaces la familia y el grupo social. : _ Otra relacién: la educacién sistemdtica depende de la cés- mica, que le proporeiona elementos para cumplirse, Una educa- cién sistematica concebida con total olvido de los factores na- turales y sociales del medio en que vive esta condenada al fra- caso, y ya veremos cémo la escuela juega el papel de conden- sadora y de seleccionadora de las influencias difusas del ambiente. UN CONCEPTO GENERAL DE LA EDUGACION Puntualizadas estan las diversas formas de lo edueativo y algunas de sus m posibilidades de definicién, Pero todas ellas, tomadas separadamente, no muestran mas que aspectos parciales o incompletos d Jejo fenémeno educacional. Se far su reunién en un coneepto que por nos hace necesario int Jo menos comprenda sus facetas fundamentales, De conseguirlo habremos formulado un concepto general de la edueacién y arri- pado a una vision sintética de todo lo expuesto precedentemente, Ese concepto general no puede ser otro que el siguiente: da tia-cxterior-consciente-ovinconseiente (heteroeducacién), oxpor x ae ps: forme=a-sw propia ley "(autoedweacion). La férmula dada abarca al fenémeno de Ja educacién en sus diversos rasgos. Primero lo hace por su fin mas general (for- 1 hombre), aunque no especifique de qué formacién ge trata; en segundo término, nos pone en contacto con el ca- raeter de influencia que le es propio en tanto heteroeducacién conseiente (educacién sistemdtica) o inconsciente (educaeién ‘césmica) ; en tercer lugar, y finalmente, comprende el sentido macion del sin dejar de reconocer que ese desarrollo no puede cum el apoyo, por lo menos, de un estimulo externo. Claro en su afan por abarcar en un tinico golpe de vista el ntimero de notas, epto.ca n e generalidad-y-amplitud. En cierta forma es lo que buscébamos, pero no podemos quedarnos en esa sola idea general. Si nos cor formamos con ella, no cumpliremos con el propésito de agotar en _ todo lo posible el concepto de la educacién. De ésta también hay una idea restringida que evita el riesgo de que la educaci6n sea © pueda ser cualquier cosa de las que el hombre hace, para con- vertirla en un proceso de sdlida fundamentacién cientffica. MODOS DE LLEGAR AL CONCEPTO RESTRINGIDO DE LA EDUGACION A la idea restringida de la educacién puede legarse por dos _ caminos: el primero, a p: el concepto de la edueacién como actividad intencional (educacién sistemédtica); el segundo, te niendo en cuenta el proceso educativo general, y haciendo de la educacién (en sentido estricto) uno de los momentos precisos de ese proceso. LA EDUCACION COMO ACTIVIDAD INTENCIONAL. Al hablar de las formas de 1a educacién desde el punto de vista de la intencién, dijimos que la forma sistemdtica es mas restringida, menos extensa que la césmiea; que es posterior a ella y de ella depende. Con ese criterio puede afirmarse que la educacién, bajo su forma consciente, es una actividad intencio- nal que, como tal, cumple con el propésito definido de formar a otros o de formarse a uno mismo. Desde este punto de vista requiere la presencia del educador (ser formado) y del edu- cando (ser no formado o inmaduro), que entran en la relacién viva y conereta que se denomina acto educative 0 pedagégico. Eh la heteroeducacién los dos términos del acto son diferent en la autoeducacién, es el mismo indiyiduo quien se convierte el educador de si mismo. ; Aunque refiriéndose sélo a la heteroeducacién, dos p sis con tmrorineos han expresado este concepto restr PE ele oS a MOMENTOS DEL PROCESO EDUCATIVO GENERAL La-segunda manera de restringir la idea de la educacién, atin mas de lo que se ha hecho en el punto anterior, es conside- rarla dentro del proceso educativo general como uno de sus mo- mentos 0 aspectos. Con ese propésito llamamos proceso educa- tivo general al conjunto de influencias que se ejercen sobre el Ser para configurarlo, no sélo desde el punto de vista espiritual ¥ social, sino también biolégico. Asi entendido, este proceso al- eanza no tinicamente al hombre, sino también al animal que es pasible de adaptarse a ciertas influencias que lo eonduzean a 1a domesticacién y al adiestramiento. El proceso educativo se cumple en etapas que pueden deli- mitarse perfectamente a pesar de sus relaciones mutuas. Se ini- cia con la crianza, sigue con el] adiestramiento, continga con la tustruccién y la educacién, para culminar con la autoeducacion. Aclaramos que aqui los términos deben ser tomados en su valor mas limitado olvidando toda: sinonimias que surgen de su uso vulgar, ademas del mismo significado amplio de la educa- cién que antes hemos desarrollado. La erianza es una conduccién que se mantiene en el plano biolégico y cuyo fin primordial es asegurar la subsistencia orgé- nica del ser. Puede adoptar la forma de “alimentacién”, de “cuidado”, de “proteccién” o de “abrigo”. Es, en otro terreno, la misma funcién que el agricultor cumple con la tierra: un “eultivo”. El adiestramiento es un paso mas adelante.~Busca la consti- tucién de habitos, de mecanismos que permitan al individuo adaptarse y reaccionar adecuadamente frente a situaciones ex- teriores y que le son imprescindibles para la feliz realizacién de su vida natural y social. : Tanto el adiestramiento como la crianza, si bien le son apli- cables al hombre, no trascienden el plano de lo meramente + Pedagogia fundamer Introduccién, pag. 13. 2 Femdeken nde un Shea de pedaogier cap. TH. 1, ple $3 os Recién con la instruceidn entramos en la humana, para hacer posible la educacién y Ia aut eid. Porque el hecho de que todos los sefialados sean mome distintos, no debe hacernos olvidar que pertenecen a un m proceso en el que cada etapa depende de la que le antecede y p - para a la que le sigue. Atin més, en el acto educativo conereto pueden darse simulténeamente, sobre todo la instruccion y la educacién. LA INSTRUCCION Un pedagogo argentino, Sati] Taborda, ha eserito que la “instruecién es un concepto que alude al momento en que la re- lacién educando-educador se supedita a un bien objetivado” *, La idea de Taborda es perfectamente comprensible si se piensa en el mecanismo de la instruccién. Utilicemos un ejemplo: una leccién de historia. F] profesor debe en ella transmitir ciertos contenidos (fechas, nombres, sucesos) y el alumno aprehender- los y retenerlos. Ambos se tenidos cuya forma itan, pues, a la ley de esos con- no depende de ellos, ya estan elaborados y no son subjetivos, sino objetivos, Al elaborarlos como contenidos para un conocimiento, el historiador los ha transformado en bienes de cultura supraindividuales. Pertene- cen a todos, estan en los libros, en la vida social misma, o quizé en la mente del profesor. Si es esto tiltimo, en cuanto el maestro los expresa, los comunica, dejan de ser exclusivamente suyos para convertirse en propiedad de todos los que los aprehenden. Ademas, para comunicar un contenido instructivo (materia, tema de estudio) lo primero es no deformarlo sino respetar la forma y el fondo que le son propios. Igualmente la aprehensién supone que el contenido debe captarse tal cual es, Quien asi no lo haga mereceré una reprobacién. Hs claro, entonces, que tanto) el profesor como el alumno estan, en la instruccién, supeditados a Ja ley del bien objetivo que el primero transmite 0 segundo aprehende o aprende. Por otra parte, los dos mom tos de la instruccién, transmisién o ensenanza y aprehensién 0 aprendizaje, afectan sdlo a la capacidad intelectual de quienes — i participan de] acto instructivo. En este acto no hay relacién directa entre maestro y alumno, sino indirecta a través del b: objetivado que se transmite o se aprende; en él no importa “1 Investigaciones pedagéeicas, vol. 1, tomo 2%, cap. IX, pég. 300. ee do instrueti esta en juego. Todo esto queda dicho sin perjuicio rmat gue Ja transmisién de un contenido Dees See pro- veeciones que trasciendan lo meramente intelectual, y “eduear” ademas de “instruir”. Si hemos hecho esa separacién tajante ha sido tinicamente para expliear el significado de la instruc: cién en su sentido mis estrieto, LA EDUGACION EN EL PROCESO EDUCATIVO En la instruccién propiamente dicha no hay contacto diree- to de hombre a hombre, sino un vinculo externo entre maestro y alumno, subordinandose ambos a la ley del bien cultural 0 materia de estudio a transmitir o a aprender. Se trata de un contacto meramente intelectual y mediato' en el que la direc- cin del proceso esta determinada por la estructura del contenido. ___ La edueacién va mucho més alla. No puede preseindir de la instruccién, ni del bien objetivo, pero apunta al valor que tras de ese bien se oculta. Asi por ejemplo, mas que el conocimiento es- tricto del hecho histérico le interesan las energias espirituales (entusiasmo, admiracién, respeto, patriotismo, etc.) que ese hecho puede despertar. Pero para lograrlo no se fija exclusi- vamente en la ley del contenido a transmitir sino principalmente en las capacidades y disposiciones que el alumno tiene para aprehenderlo o realizarlo, En ella hay relacién directa de hom- bre a hombre, en la cual la influencia del edueador parte del educando, entra en contacto con é1 y Jo eleva, 0 se eleva conjun- tamente con él a la pesea del valor que todo bien cultural en- cierra. Desde este punto de vista es, propiamente hablando, una “eondugcion espiritual”. La educacién, més que el intelecto, apunta a la personalidad total del educando, y para ello se vale de una influencia intencional y metédiea que se centra sobre el educando, y que hace del contenido a transmitir un medio para el desarrollo de las potencias cel ser inmaduro, No otra cosa surge del concepto que de la educacién da el ya citado Taborda: “Hacer deliberado y querido, regido por un pensamiento espe- cifico y propio que se propone formar y fomentar a un ser hu- mano de acuerdo a sus posibilidades valiosas” * i / cen In medida en que el bien educative sirve de medio y, en cierta may sGueador y el edueando, cap. X, 1, pisina, $01, Tieaasaaie era, se “Snterpone”” entre ele 2 Ob, cit,, vol. 1, tomo os MOLTIRLES CONCEDTOS DE It EDUCACION EDUCACION. FORMACION Y¥ AUTOEDUCACION Por encima de la educacién en el proce ae genera) Fi autoeducacion cuyo concepto yi s dado (volun. se ubiea la auto formacin). Pero entre ambos (educaciin tad auténowi) se filtra otro término, el de formacién, enya autoeduoneii*euente en materia pedagdgica, como puede com. a8 es evga estas mismas paginas. Parece afectar por igual al Poe ao de la educacién y al de la autoeducacién, Y esta Shatidad del término tiene su raz6n de ser. Participa de la edn. aeién porque cuando ésta es auténtica debe culminar en for. mnacién 0 configuracion personal del ser, en el desarrollo de su forma propia (la palabra formacion nace justamente de forma) pero en tanto esa forma propia tamiza todo lo que pasa a su trae yés y le impone su ley, ya no puede hablarse estrictamente sino de autoeducacién. En consecuencia: vista como uno de los momentos del pro- ceso educativo general Ia educacién se limita a ser una actividad consciente que se cumple mediante una auténtica conduceiin espiritual; a un sistema que pose¢ do y sus normas dis tintas del meramente instructivo. Se define por el propésito de elevar al hombre a partir de sus posibilidades, para dejarlo en los umbrales de la autonomia. René Hubert sostiene que “es una tutela que tiene por objeto conducir al ser hasta el punto en que no tenga ya necesidad de tutela” ’. En esa frase del pedago- &o.francés est claramente expresada la unidad, Ja continuidad, y la intencién del proceso que nos interesa comprender, La educacién apunta a la formacién. Esta es desarrollo de la forma individual que se apropia de los elementos que Ja escuela 0 él Bate be propersionan para darles su sello peculiar. Con ello se ha convertido en autoeducacién. 1 Sel RESUMEN DRL CAPITULO I jeto de la pedagogia. Frente al fenémeno be 4 Ta pedagogia es el estudio de esa realidad, No Sue regulan esa actividad, 4 10 a6 fenmentetderse la naturaleza de la pedagogia si previa °) Las dieu oie Concepto ile edueacién, ie | Para formular ese concepto proceden, no s6lo d® 8) La educacién es } ob; cativo, real y singulai el eonjunto de norma; * Tretado MOM belatonie sence, sets parte ia | cap. TT, 4, pig. 614. f) g) h) oe) k) n) 0) se Cnaiaee roe SQmplesidad del fenémeno que se quiere definir, ss EN relacién del investigador (el pedagogo) con su campo de ti (a edueacién), Frente a él es dificil permanecer neutral. eee en la palabra educacién tiene dos sentidos. Uno que ieee eo ee ee criar, alimentar); otro que proviene de ex- Goneenn car, llevar, conducir de dentro hacia afuera). atimentacion que eee 2 etimologia: 1) educacién es el proceso de Biolerredyleenin fal Ae a fase influencia externa acrecienta el ser milento 0 de coudusetin de. diapasisionce ya acictautes etal ee propone'la eonfiguraciOn fisiea y earivital del ae (on toca anna Equivalencias que surge ae os espiritual del ser (ex-ducere). ‘ eee eee eee ent la etimologia: 1) educare — influencia rs miento; 2) ex-ducere — desarrollo interno - ee educare: ex-ducere es superable, Ambos términos tra- i a reeciones del proceso educativo: 1) presién de arriba ha- ee Gelobjeto al eclels (Seine =a desde ex-ducere). Formas de la educacién segiin la direccién del proceso: heteroeduca- cion (influencia externa) y autoeducacién (desarrollo del sujeto con- forme a una voluntad auténoma de formacién). No hay oposicién entre estas formas. Se complementan. Toda educacién auténtica es aquella que “ayuda al hombre a crearse a si mismo”. Todos los conceptos anteriores presentan a la educacién como un proceso, como una accién que se cumple por una influencia, por un desarrollo 0 por ambas cosas a la vez. Sin embargo, también es po- sible concebirla como un efecto 0 un resultado, Esta idea debe acep- tarse con reservas, y uniéndola a la anterior, puede culminar en este concepto de la ed én: ién es todo proceso de influencia, de configuracién o de rollo del hombre, al mismo tiempo que el efecto de esa influ , de configuracién o de ese desarrollo. No obstante, siemp por encima de su valor como efecto o resul- tado, la educacién ha de tomarse como un proceso dindmico, Una de las caracteristicas centrales de ese proceso es su realidad para la vida individual y colectiva, su concreta vigencia en la experiencia de cada hombre y en la historia de los pueblos y culturas. La real vigencia del proceso educativo obliga a considerar a la educa- cién no slo como una influencia que un individuo puede ejercer sobre otros conscientemente, sino también como la ejercida por factores de la naturaleza, de la sociedad y de la cultura que educan por su sola aceién de presencia, sin proponérselo ellos, ni sentirlo nosotros. La intencién o el propésito educativos, sirven, pues, para determinar, segtin existan 0 no, otras dos formas de la educacién: eésmica (incons- ciente, ametédica, asistematica, espontanea y natural) y sistematica (consciente, intencional, metédica y artificial). 3 Concepto amplio de la educacién integrando los elementos obtenidos hasta aqui: Formacién del hombre por medio de una influeneia exte- rior consciente o inconsciente (heteroeducacién) 0 por un estimulo que si bien no procede del individuo mismo, ee ti él una ee ie desarrollo auténomo, conforme a su propia ‘autoeducacion). Rae de formular un concepto restringido de la educacién: 1) to- CONCEPTOS DE LA EDUCACION | . rn te como influencia intencional; 2) 0 ¢ entos del proceso educativo general, Bren el primer punto de vista: “Influencia co: ‘el ser ductil e inculto con el propésito de formarlo” ( tividad planeada mediante la cual los adultos tratan de formar la y animica de los seres en desarrollo” (Dilthey). Momentos del proceso educativo: crianza, adiestramiento, instr — educacién y autoeducacion, aa La educacién, momento del proceso educativo general: “Hacer berado y querido, regido por un pensamiento especifico y propio se propone formar y fomentar a un ser humano de acuerdo a sus sibilidades valiosas” (Taborda). a s) Educacién (en sentido estricto) y autoeducacién: “La educacién e: a una tutela que tiene por objeto conducir al ser hasta el punto en q ; no tenga ya necesidad de tutela” (René Hubert).

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