Sunteți pe pagina 1din 11

Recurso de protección

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

Constitución Política de la República de Chile de 1980, edición de la Editorial Jurídica de Chile.

El recurso de protección es una acción jurisdiccional que consagra el artículo 20 de la


Constitución Política de la República de Chile y que busca obtener que la Corte de Apelaciones
respectiva tome las providencias necesarias para restablecer el imperio del Derecho y garantizar
la debida protección del afectado frente a hechos u omisiones ilegales o arbitrarias que vulneren
algunos derechos constitucionales. En efecto, dispone dicha norma que:

El que por causa de actos u omisiones arbitrarios o ilegales sufra privación, perturbación o
amenaza en el legítimo ejercicio de los derechos y garantías establecidos en el artículo 19,
números 1º, 2º, 3º inciso cuarto, 4º, 5º, 6º, 9º inciso final, 11º , 12º , 13º, 15º, 16º en lo relativo
a la libertad de trabajo y al derecho a su libre elección y libre contratación, y a lo establecido en
el inciso cuarto, 19º, 21º, 22º, 23º, 24 °, y 25º podrá recurrir por sí o por cualquiera a su nombre,
a la Corte de Apelaciones respectiva, la que adoptará de inmediato las providencias que juzgue
necesarias para restablecer el imperio del Derecho y asegurar la debida protección del afectado,
sin perjuicio de los demás derechos que pueda hacer valer ante la autoridad o los tribunales
correspondientes.

De acuerdo con estas características, el recurso de protección chileno es similar a la acción que
en Argentina y otros países latinoamericanos se conoce como el recurso de amparo, en el
sentido de que ambos mecanismos (más allá de las diferencias procesales y sustanciales
existentes entre ellos) son acciones que tienen por objeto la tutela de derechos fundamentales
vulnerados.

Las dos grandes fuentes jurídicas que reconoce esta acción jurisdiccional son, en primer término,
el art. 20 antedicho y el "auto acordado de 1992 sobre tramitación del recurso de protección de
garantías constitucionales", dictado por la Corte Suprema el 24 de junio de 1992 y que fue
modificado el 8 de junio del 2007, el 17 de julio de 2015 y modificado nuevamente el 27 de
septiembre del 2018.

Índice
1 Naturaleza jurídica

1.1 Naturaleza del recurso

1.2 Naturaleza del proceso

2 Legitimación

2.1 Legitimación activa

2.2 Legitimación pasiva

3 Presupuestos del recurso de protección

3.1 Acción u omisión ilegal o arbitraria

3.2 Privación, perturbación o amenaza en el ejercicio legítimo de un derecho

3.3 Derechos amparados

4 Procedimiento

4.1 Tribunal competente

4.2 Plazo

4.3 Tramitación

4.4 Apelación

5 Sentencia de protección

5.1 Eficacia de la sentencia

5.2 Cosa juzgada

6 El recurso de protección ante el Derecho comparado

7 Véase también

8 Referencias

9 Bibliografía

10 Enlaces externos

Naturaleza jurídica

Naturaleza del recurso


A pesar de la denominación que le da el artículo 20 de la Constitución Política, en verdad, el
recurso de protección no es un recurso sino una acción jurisdiccional. No es un recurso por
cuanto no busca modificar, revocar o anular una sentencia judicial; muy por el contrario, lo que
se pretende con la interposición de la protección es provocar la intervención jurisdiccional en
resguardo de la observancia de los derechos constitucionales. Con todo, el auto acordado de
1992 que dictó la Corte Suprema sobre tramitación del recurso de protección hace sinonímicas
ambas expresiones en su art. 1º al decir: "El recurso o acción de protección...".

Es una acción específica de emergencia, con un procedimiento rápido e informal. Se ha dicho, en


este sentido, que se trata de una "acción cautelar" o de una "acción cautelar inmediata", toda
vez que tiene por objeto garantizar el debido resguardo de un derecho constitucional
conculcado. Acorde a este carácter, se ha agregado que es necesario que el derecho que se dice
vulnerado sea "legítimo", es decir, "que se funde en claras situaciones de facto que permitan por
este especial procedimiento restablecer el imperio del Derecho; pero es improcedente que por
medio de él se pretenda un pronunciamiento sobre situaciones de fondo, que son de lato
conocimiento".1

Con todo, hay alguna doctrina encabezada por Raúl Tavolari que cree errada dicha calificación,
porque al recurso de protección le falta la accesoriedad necesaria que es propia de la actividad
cautelar, cuanto toda acción busca al final la protección o garantía de un derecho. Lo que sí es en
muchas veces cautelar en la protección, es la sentencia que la acoge, por cuanto dispone
medidas tendientes a cautelar el derecho o garantía constitucional infringida;2 no obstante, son
más numerosos los recursos de protección que por su intermedio, la jurisdicción constitucional
formula una simple declaración.

Naturaleza del proceso

Así como se ha discutido en la doctrina nacional acerca de la naturaleza de la protección, se ha


debatido acerca de si ella se desenvuelve en un proceso jurisdiccional o no. En lo particular se ha
dicho al respecto que la protección en sí es un proceso jurisdiccional;3 otros han sostenido que
sólo se trata de una relación jurídica que se desarrolla entre un particular y la jurisdicción, a raíz
de la cual esta puede adoptar medidas que afecten a terceros.4 Finalmente, hay quienes piensan
que se trata de una acción jurisdiccional que, como tal, da origen a un proceso jurisdiccional.5

Legitimación

Como en toda acción jurisdiccional, en el recurso de protección es posible distinguir una


legitimación activa, que hace referencia a quién puede ejercerla eficazmente; y una legitimación
pasiva, es decir, la persona en contra de quien se acciona.

Legitimación activa

El recurso de protección, según lo dispone el art. 20, puede ser ejercido por el propio afectado o
por cualquiera a su nombre.

Cuando el afectado ejerce el recurso por sí, se habla de una "legitimación ordinaria", ya que
quien lo ejerce es, a su vez, el afectado por la acción u omisión a la que se intenta hacer frente;
en cambio, cuando el recurso de protección es ejercido por cualquier otra persona distinta al
afectado, pero a nombre de este, estamos frente a una "legitimación extraordinaria": quien
ejerce la acción es alguien distinto del afectado por la acción u omisión.

Con respecto a quiénes son titulares de esta acción, no existe discusión acerca de que quedan
amparadas por la protección del recurso tanto las personas naturales como las personas
jurídicas. Es más, en muchos casos el recurso puede ser interpuesto por un grupo o comunidad
de personas, aun cuando no estén constituidos a través de una entidad con personalidad jurídica
propia.

En la práctica se han dado todas estas posibilidades; sin embargo, la única gran limitación estaría
representada por el hecho de que "nadie puede reclamar un derecho genéricamente, por simple
amor al mismo, sino que tiene que sufrir menoscabo o una amenaza alguna persona
determinada"6 Con base en estas ideas, se han rechazado las protecciones impetradas en favor
de grupos indeterminados de personas, argumentando para ello que "el recurrente debe
expresar en forma precisa en nombre de quién recurre, toda vez que es indispensable para que
prospere la acción determinar quiénes son objeto del acto arbitrario o ilegal del recurrido",7 y
descartándose, atendido los términos del art. 20 CPR, "toda posibilidad de accionar en nombre
de la sociedad toda o de los miles de personas supuestamente afectadas, pues ni las una ni los
otros –tomados como un todo— son titulares de la acción".8

Legitimación pasiva

La legitimación pasiva del recurso de protección recae sobre el autor del acto u omisión ilegal o
arbitraria que ha vulnerado una garantía constitucional. Al respecto, el auto acordado de 1992
contempla el deber del tribunal llamado a conocer de la protección, de requerir informe de la
persona o personas, funcionarios o autoridad que, según el recurrente o en concepto de la
Corte, fueren los causantes del acto o de la omisión denunciada.

Es por ello que los tribunales han demandado en la mayoría de los casos la determinación del
agresor. Empero, en casos excepcionales se ha declarado que no resulta improcedente el recurso
de protección por no indicarse precisamente la persona o autoridad contra la que se recurre. Se
ha dicho al respecto que autorizada constitucionalmente la Corte para adoptar las medidas que
juzgue necesarias para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida protección del
afectado, no se divisa cómo la falta de determinación del agresor pudiere impedir la adopción de
tales medidas. Ese ha sido el criterio a utilizar, por ejemplo, en materia de secuestro.9 En la
doctrina, esta peculiar característica del recurso de protección ha sido denominada como la
"unilateralidad".10

Presupuestos del recurso de protección

Acción u omisión ilegal o arbitraria

De partida, tanto la ilegalidad como la arbitrariedad son antijurídicas. Se estima comúnmente


que lo ilegal representa una contravención formal al texto legal y lo arbitrario una ausencia de
fundamento racional, o sea, una manifestación del simple capricho del agente.11 Tratándose de
una omisión ilegal o arbitraria, obviamente, debe existir la obligación legal de actuar para el
agente. Solo así podrá cometerse un agravio a través de la inactividad.

Dentro de la jurisprudencia de los tribunales superiores de justicia chilenos, se ha señalado al


respecto que "Un acto es ilegal cuando no se atiende a la normativa por la que debe regirse o
cuando un órgano ejerce atribuciones exclusivas en forma indebida, contrariando la ley".12 Se
ha dicho que la arbitrariedad, por su parte, "implica carencia de razonabilidad en el actuar u
omitir; falta de proporción entre los medios y el fin a alcanzar; ausencia de ajuste entre los
medios empleados y el objetivo a obtener o una inexistencia de los hechos que fundamentan un
actuar".13

Privación, perturbación o amenaza en el ejercicio legítimo de un derecho

Otro presupuesto de la acción de protección consiste en la privación, perturbación o amenaza en


el ejercicio de un derecho. Sobre el significado de cada una de estas expresiones, se ha
establecido que privar consiste en "apartar a uno de algo o despojarlo de una cosa que
poseía".14 Perturbar "equivale a trastornar el orden y concierto de las cosas a su quietud y
sosiego"15 y por último, "amenaza" debe conllevar al peligro inminente, mal futuro, es decir,
debe ser "seria y no ilusoria, actual, precisa y no vaga y concreta en sus resultados.16

Derechos amparados

De acuerdo a la misma norma del art. 20, quedan amparados por el recurso de protección los
derechos comprendidos en el art. 19:

1º El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona.

2º La igualdad ante la ley.

3º El derecho a un juez natural. Esto es, que nadie pueda ser juzgado por comisiones especiales,
sino por el tribunal que señalare la ley y que se hallare establecido por esta con anterioridad a la
perpetración del hecho (el recurso de protección solo contempla el inciso quinto de este
numeral, que corresponde al juez natural). Se suele confundir este inciso con el derecho a un
debido proceso, pero la doctrina ha entendido que este último se encuentra consagrado en el
inciso sexto del mismo número.

4º El respeto y protección a la vida privada y a la honra de la persona y su familia.

5º La inviolabilidad del hogar y de toda forma de comunicación privada.

6º La libertad de conciencia, la manifestación de todas las creencias y el ejercicio libre de todos


los cultos que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres o al orden público.

9º El derecho a elegir el sistema de salud al que desee acogerse, sea este estatal o privado.

11º La libertad de enseñanza.

12º La libertad de emitir opinión y la de informar, sin censura previa.

13º El derecho a reunirse pacíficamente sin permiso previo y sin armas.

15º El derecho de asociarse sin permiso previo.

16º La libertad de trabajo y al derecho a su libre elección y libre contratación. [...] Además,
ninguna clase de trabajo puede ser prohibida, salvo que se oponga a la moral, a la seguridad o a
la salubridad públicas, o que lo exija el interés nacional y una ley lo declare así.

19º El derecho de sindicarse en los casos y forma que señale la ley. La afiliación sindical será
siempre voluntaria.

21º El derecho a desarrollar cualquiera actividad económica que no sea contraria a la moral, al
orden público o a la seguridad nacional, respetando las normas legales que la regulen.

22º La no discriminación arbitraria en el trato que deben dar el Estado y sus organismos en
materia económica.

23º La libertad para adquirir el dominio de toda clase de bienes, excepto aquellos que la
naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres o que deban pertenecer a la Nación toda y la
ley lo declare así

24° El derecho de propiedad en sus diversas especies sobre toda clase de bienes corporales o
incorporales.

25º La libertad de crear y difundir las artes, así como el derecho del autor sobre sus creaciones
intelectuales y artísticas de cualquier especie, por el tiempo que señale la ley y que no será
inferior al de la vida del titular.

Procedimiento

Consecuente con la naturaleza del recurso, el auto acordado de 1992 establece un


procedimiento sumarísimo y exento de todo formalismo, a fin de hacer expedito el ejercicio de
esta acción.

Tribunal competente

El recurso o acción de protección se interpondrá ante la Corte de Apelaciones en cuya


jurisdicción se hubiere cometido el acto o incurrido en la omisión arbitraria o ilegal que
ocasionen privación, perturbación o amenaza en el legítimo ejercicio de las garantías
constitucionales respectivas.

Esta disposición ha sido criticada por algunos, quienes plantean que sería mucho más razonable
que el tribunal competente fuera el del domicilio del perjudicado, a quien no corresponde
agravar aún más su situación. Piénsese, por ejemplo, en que el perjudicado se encuentra
domiciliado en Punta Arenas y el acto que se intenta impugnar emana de un órgano público de
Santiago, la "Corte respectiva" sería por tanto la de Apelaciones de Santiago, en circunstancias
que, por motivos de facilitar el acceso a la justicia, debería ser la de Punta Arenas.17

Plazo

En sus inicios, el Nº1 del auto acordado disponía un plazo de 15 días para interponer el recurso
ante la Corte de Apelaciones en cuya jurisdicción se hubiere cometido el acto o incurrido en la
omisión arbitraria o ilegal que ocasiona el agravio, contados desde la ejecución del acto o la
ocurrencia de la omisión o, según la naturaleza de estos, desde que se hayan tenido noticias o
conocimiento de los mismos. Actualmente, en virtud de la última modificación efectuada a tal
norma, el plazo fue aumentado a 30 días.

Uno de los mayores problemas que presenta el tema de los plazos, son los vinculados con la
posibilidad de recurrir en contra de actos permanentes y en contra de aquellos que se suceden
en el tiempo.

(1) Caso del perjuicio permanente. En este tema, la jurisprudencia ha señalado que "el plazo
comienza a correr cuando se interrumpe la actividad o causa que produce el trastorno".18

(2) Reiteración consecutiva de actos. Al respecto, los tribunales han indicado que el "plazo
comenzará a correr desde que se cometió el último de ellos".19

Tramitación

La Corte Suprema conoce del recurso de protección en segunda instancia. En la imagen, el


Palacio de los Tribunales, edificio que alberga a la Corte Suprema desde 1915.

Acogido a tramitación el recurso, la Corte de Apelaciones ordenará que informe, por la vía que
estime más rápida y efectiva, la persona o personas, funcionarios o autoridad que según el
recurso o en concepto del Tribunal son los causantes del acto u omisión arbitraria o ilegal, que
haya podido producir privación, perturbación o amenaza del libre ejercicio de los derechos que
se solicita proteger, fijándole un plazo breve y perentorio para emitir el informe, señalándole que
conjuntamente con este, el obligado en evacuarlo remitirá a la Corte todos los antecedentes que
existan en su poder sobre el asunto motivo del recurso.

El Tribunal, cuando lo juzgue conveniente para los fines del recurso, podrá decretar orden de no
innovar, es decir, decretar medidas destinadas a conservar la situación de hecho o de derecho
presentada al momento de la admisión de la demanda, en relación a personas y bienes
comprendidos en el proceso. Del mismo modo, para el mejor acierto del fallo se podrán decretar
todas las diligencias que el Tribunal estime necesarias.
Recibido el informe y los antecedentes requeridos, o sin ellos, el tribunal ordenará traer los
autos en relación y dispondrá agregar extraordinariamente la causa a la tabla del día
subsiguiente, previo sorteo, en las Cortes de Apelaciones de más de una Sala.20

La Corte apreciará de acuerdo con las reglas de la sana crítica los antecedentes que se
acompañen al recurso y los demás que se agreguen durante su tramitación. La sentencia se
notificará personalmente o por el estado a la persona que hubiere deducido el recurso y a los
recurridos que se hubieren hecho parte en él.

Apelación

Contra la sentencia de la Corte de Apelaciones puede interponerse el recurso de apelación ante


la Corte Suprema dentro del plazo de 5 días, contados desde que se les notifique a las partes
personalmente o por el estado diario la sentencia. No es procedente el recurso de casación.
Ahora bien, la Corte Suprema, para entrar al conocimiento del recurso o para el mejor acierto
del fallo, podrá solicitar a cualquier autoridad o persona los antecedentes que considere
necesarios para la resolución del mismo.

Sentencia de protección

La sentencia que acoge el recurso de protección tiene por objeto disponer las medidas que el
tribunal estime pertinentes para restablecer el imperio del Derecho y garantizar la debida
protección del afectado.

Eficacia de la sentencia

Como toda sentencia, la que acoge la protección solo produce eficacia inter partes, es decir,
alcanza únicamente a quienes han sido parte en el proceso de protección. Sin embargo, en casos
excepcionales, se ha producido una eficacia ultra partes de la sentencia, beneficiando con ello a
personas que no han actuado en el juicio. Así aconteció, por ejemplo, en 1978 cuando la Corte
de Apelaciones de Santiago acogió la protección deducida por un particular en beneficio de su
derecho individual, pero la acogió respecto de toda la población afectada. Y ordenó, por
consiguiente, a la empresa recurrida a reemplazar, en el menor tiempo posible, un
transformador técnicamente insuficiente en un determinado sector de la población, ya que su
mantención "implica establecer una diferencia arbitraria con relación a un determinado sector
que igual que los otros paga el suministro correspondiente".21
Asimismo, se dio lugar en 1993 a un recurso de protección interpuesto por un estudiante contra
el alza del pasaje escolar de locomoción colectiva. Se entendió por la Corte que esta situación
conculcaba el derecho de propiedad (art. 19, N.º 24 CPR) del recurrente; en consecuencia, se
declaró ilegal el acuerdo adoptado por la recurrida, se le ordenó dejar sin efecto dicha alza y a
seguir cobrando un valor que no excediese del porcentaje máximo determinado por la autoridad
de transporte del precio de un pasado adulto.22 Aquí, como puede apreciarse, la satisfacción del
interés del recurrente importó además la satisfacción del interés de todos los demás usuarios de
dicho sistema de transporte que pagaban la tarifa estudiantil.

Cosa juzgada

La norma del art. 20 no dice nada respecto a la autoridad de cosa juzgada que debe reconocerse
a la sentencia de protección. Para la mayoría de la doctrina, siguiendo la tesis de Eduardo Soto
Kloss, para determinar los efectos de la cosa juzgada en el recurso de protección se debe poner
atención al resultado favorable o desfavorable de la sentencia. Si el recurrente obtuvo una
sentencia favorable, se produce cosa juzgada sustancial, en caso contrario, alcanza solamente
cosa juzgada formal.23

Sin embargo, hoy en día se ha comenzado a pensar que la sentencia alcanza cosa juzgada formal
sin importar su contenido, es decir, indistintamente de si es favorable o no para el afectado.24
Esta idea descansa básicamente en el carácter cautelar que posee el recurso de protección y en
la existencia de un concurso de acciones en la expresión "sin perjuicio de los demás derechos
que pueda hacer valer ante la autoridad o los tribunales correspondientes" que utiliza el art. 20.
En efecto, si el recurso de protección deja a salvo otras acciones, entonces ello explica, por
ejemplo, que el perdedor en un recurso de protección relativo al derecho de dominio pueda
revertir esta sentencia mediante el ejercicio de una acción reivindicatoria que le reconozca su
derecho en un proceso ulterior.

El recurso de protección ante el Derecho comparado

Si bien es cierto que la denominación "recurso de protección" es propia del Derecho chileno, no
es menos cierto que en otros ordenamientos jurídicos a nivel de Derecho comparado también es
posible encontrar otras figuras que también tienen por objeto la tutela de derechos
fundamentales. Así, por ejemplo, en otros países de Latinoamérica (como Argentina) se cuenta
con el recurso de amparo para proteger esta clase de garantías y derechos. En México se
contempla el juicio de amparo.
En el Derecho brasileño existe el mandado de segurança (o mandamiento de seguridad),
contemplado por el art. 150 pár. 21, de la Constitución Política brasileña. Esta norma establece
que "Concédese mandado de segurança para proteger todo derecho individual líquido y no
cierto no amparado por habeas corpus, cualquiera que sea la autoridad responsable de la
ilegalidad o abuso de poder".

En Europa, un instituto similar al "recurso de protección" puede encontrarse en la figura jurídica


del référé que contemplan los ordenamientos francés y belga y que consiste en una especie de
prolongación de los interdictos posesorios que busca proteger derechos en forma urgente y
provisional. En efecto, el mismo art. 484 del Código de Procedimiento Civil francés la define
como "una decisión provisional dada a petición de una parte, estando presente la otra o
notificada, en los casos en que la ley confiere a un juez que no conoce de lo principal el poder de
ordenar inmediatamente las medidas necesarias"

S-ar putea să vă placă și

  • Zootomia
    Zootomia
    Document4 pagini
    Zootomia
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Maztozoologia
    Maztozoologia
    Document5 pagini
    Maztozoologia
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Virologia
    Virologia
    Document16 pagini
    Virologia
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Entomologia
    Entomologia
    Document4 pagini
    Entomologia
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Biologo
    Biologo
    Document8 pagini
    Biologo
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Zootecnia
    Zootecnia
    Document5 pagini
    Zootecnia
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Libro de Viaje
    Libro de Viaje
    Document4 pagini
    Libro de Viaje
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Qué Es El Estado
    Qué Es El Estado
    Document2 pagini
    Qué Es El Estado
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Habeas Corpus
    Habeas Corpus
    Document15 pagini
    Habeas Corpus
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Autobiografia
    Autobiografia
    Document12 pagini
    Autobiografia
    Vite Chavarria
    100% (1)
  • Demanda Ordinaria Laboral
    Demanda Ordinaria Laboral
    Document16 pagini
    Demanda Ordinaria Laboral
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Verdadero o Falso
    Verdadero o Falso
    Document1 pagină
    Verdadero o Falso
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Demanda Ordinaria Laboral
    Demanda Ordinaria Laboral
    Document16 pagini
    Demanda Ordinaria Laboral
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Memorias
    Memorias
    Document1 pagină
    Memorias
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • 21 09 21
    21 09 21
    Document2 pagini
    21 09 21
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • DENSIDAD DE LA POBLACION Ejercicios
    DENSIDAD DE LA POBLACION Ejercicios
    Document1 pagină
    DENSIDAD DE LA POBLACION Ejercicios
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • 19 LeyOrganicaInstitutoAAVD PDF
    19 LeyOrganicaInstitutoAAVD PDF
    Document10 pagini
    19 LeyOrganicaInstitutoAAVD PDF
    Esvin Soto de León
    Încă nu există evaluări
  • Alta Verapaz
    Alta Verapaz
    Document12 pagini
    Alta Verapaz
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Sociedad
    Sociedad
    Document5 pagini
    Sociedad
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Sistemas de Parentesco
    Sistemas de Parentesco
    Document4 pagini
    Sistemas de Parentesco
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Hecho Imponible
    Hecho Imponible
    Document5 pagini
    Hecho Imponible
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Normativo de Práctica Directa
    Normativo de Práctica Directa
    Document12 pagini
    Normativo de Práctica Directa
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Derechos Constitucionales
    Derechos Constitucionales
    Document8 pagini
    Derechos Constitucionales
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Accidente de Chernobyl
    Accidente de Chernobyl
    Document3 pagini
    Accidente de Chernobyl
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Derecho Civil II
    Derecho Civil II
    Document13 pagini
    Derecho Civil II
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Matrimonio
    Matrimonio
    Document4 pagini
    Matrimonio
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Socioeconomia
    Socioeconomia
    Document4 pagini
    Socioeconomia
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări
  • Juicio Sumario
    Juicio Sumario
    Document3 pagini
    Juicio Sumario
    Jose Gonzalez
    Încă nu există evaluări
  • Maltrato Infantil
    Maltrato Infantil
    Document29 pagini
    Maltrato Infantil
    Vite Chavarria
    Încă nu există evaluări