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Hijo de Luigi Bobbio, cirujano en el Ospedale S.

Giovanni de
Turín, y de Rosa Caviglia, perteneció a una acomodada
familia filofascista. En 1927 organizó la sección de la
Avanguardia Giovanile Fascista en el liceo Massimo d'Azeglio
en el que estudiaba y, al año siguiente, cuando comenzó sus
estudios universitarios, se afilió al Partido Nacional
Fascista.1 Tras graduarse en Derecho y Filosofía en
la Universidad de su ciudad natal, fue profesor de Filosofía
del Derecho en la Universidad de Camerino desde 1935
hasta 1938, en Siena desde 1938 hasta 1940, y
en Padua desde 1940 hasta 1948, volviendo por último a
ejercer la docencia en Turín hasta 1979, fecha en la que fue
nombrado profesor emérito de Filosofía Política. En 1943 se
casó con Valeria Cova, de la que tuvo tres hijos: Luigi,
Andrea y Marco2 . Perteneció a la Accademia Nazionale dei
Lincei y fue miembro correspondiente de la Academia
Británica desde 1966.
En 1935 fue arrestado por el régimen por primera vez, junto
con sus amigos del grupo antifascista Giustizia e Libertà.
Entre 1942 y 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, fue
encarcelado debido a su pertenencia a la resistencia
italiana.
Fue nombrado senador vitalicio de Italia siendo Presidente
de la República Sandro Pertini. Fue Doctor honoris causa por
las Universidades de París, Buenos Aires, Complutense de
Madrid, Bolonia, Chambéry y Carlos III de Madrid.

Actividad política[editar]
Bobbio ha sido llamado un socialista liberal en la tradición
de Piero Gobetti y Carlo Rosselli. Participó desde 1942 en
el Movimento Liberalsocialista creado por Aldo Capitini y Guido
Calogero. En octubre de 1942 se afilió al clandestino Partito
d'Azione, por el que llegaría a ser candidato en las
elecciones a la Asamblea constituyente italiana de 1946.3
Durante este período Bobbio fue también influido -debido a
sus estudios de leyes y economía- tanto por Hans
Kelsen como Vilfredo Pareto.
En 1943 Bobbio ingresó a la resistencia antifascista,
integrándose en el movimiento Giustizia e Libertà -de
inspiración social demócrata- debido a lo cual -en diciembre
del mismo- fue encarcelado.
Después de la guerra, y por mucho tiempo, Bobbio se alejó
de la política activa, especialmente después de un
fracasado intento de ocupar un escaño en
el congreso italiano, a pesar de lo cual continuó
participando en diferentes actividades de carácter cultural.
En 1967 Bobbio participa en la asamblea constituyente
del Partido Socialista Unitario. Sus aportaciones mayores a
la vida política han tenido lugar en el ámbito ideológico y
programático, especialmente su actividad académica en
la Universidad de Turín -en la cual llegó a ser fundador de la
cátedra de Economía política y decano de la Facultad
de Ciencias políticas. Por sus trabajos en estas áreas llegó a
ser miembro de la Accademia Nazionale dei Lincei y
la Academia Británica. Adicionalmente fue nombrado (en
1979) Profesor Emérito de la Universidad de Turin
y Senador por Vida (1984)
Como senador, Bobbio se registró como independiente en el
grupo socialista.
Esta situación coincidió con un período particularmente
inestable y confuso en la vida política italiana, que culminó
con el secuestro y muerte de Aldo Moro por las Brigadas
Rojas, (1978), el escándalo de la logia Propaganda
Due (1981); el asesinato del jefe de los Carabinieri, el
general Carlo Alberto Dalla Chiesa por la Mafia (1982) y
finalmente el colapso y disolución de la Democrazia
Cristiana (1991-1994) (ver también: Manos Limpias (Italia))
Durante este período Bobbio se mostró como un firme
partidario del principio de legalidad, la limitación
y separación de poderes y, al mismo tiempo, como
socialista, se opuso a lo que percibía como la
tendencia autoritaria y antidemocrática de la mayoría de
los partidos comunistas. Estuvo a favor del compromiso
histórico italiano, del reencuentro entre el socialismo y
la democracia y de una política por la paz, tanto interna
como internacionalmente. En 1996 se inscribió en el
Partido Demócratas de Izquierda.
Posteriormente, llegó a ser un duro crítico de Silvio
Berlusconi.
Por todo lo anterior Bobbio es percibido como el filósofo de
“La democracia en el mundo contemporáneo”,4 5 entendida
como la búsqueda crítica de consensos. Según su opinión,
son esenciales una participación colectiva y no coercitiva
en las decisiones comunes, la alternancia no violenta de los
partidos y sectores sociales en el poder, etc. (ver,
particularmente: Bobbio: L'età dei diritti-El tiempo de los
derechos;1990).

Pensamiento[editar]
Tanto en sus enseñanzas como en sus muchas obras, tales
como Politica e cultura (Política y cultura, 1955), Da Hobbes a
Marx (De Hobbes a Marx, 1965) y Quale socialismo? (¿Qué
socialismo?, 1976), Bobbio ha analizado las ventajas y
desventajas del liberalismo y del socialismo, tratando de
mostrar que quienes defienden ambas ideologías basan sus
actividades en el respeto al orden constitucional y en el
rechazo a los métodos antidemocráticos, incluyendo, como
es obvio, el análisis y la crítica a la corrupción que ha
caracterizado la vida política italiana de los últimos años y
el terrorismo al que se opuso con energía durante las
décadas de los años 1960 y 1970.
En los años cincuenta, Bobbio dedica diversos escritos a la
defensa de la teoría pura del derecho de Hans Kelsen contra
las críticas de iusnaturalistas y marxistas. En esa época,
Bobbio concibe el ordenamiento jurídico desde un punto de
vista estructural inspirado en el positivismo jurídico del
autor austriaco citado. Bobbio es uno de los principales
exponentes del socialismo liberal.
En filosofía, su pensamiento experimentó cambios
determinantes, pasando de una posición inicialmente
cercana a los planteamientos de la fenomenología y
del existencialismo (que se puede datar entre 1934 a 1944) a
una toma de postura cercana al empirismo lógico y
la filosofía analítica. Abandonará la fenomenología pues
aprecia en ella una suerte de teorización de la doctrina de la
"doble verdad" y por ello un retorno a la vieja metafísica.
También abandonará el existencialismo, denunciándolo por
antipersonalista y apolítico.
Llamado por muchos el «filósofo de la democracia», en
materia política Bobbio tendió siempre a la defensa de tres
ideales autoimplicativos y que él mismo reconoció
expresamente: democracia, derechos del hombre y paz; así lo
citaba ya en las páginas VII a VIII de la introducción a L’età
dei diritti:

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