Sunteți pe pagina 1din 49

HISTORIA DE

LA EVALUACIÓN

José Manuel Rodríguez GonzálaZ


Carmen Moreno Rosset

1. CUESTIONES PREVIAS

4.1. Sistematización de Anastasi


4.2. Sistematización de Pelechano
I a 1921
4.2.1. Desde la segunda mitad del siglo XX
4.2.2. Desde 1921 a 1940
4.2.3. Desde 1946 a 1965
4.2.4. De 1966 a 1975. Década Imperial Conductista
4.2.5. Final de los 70. Búsqueda de orden y sentido
4.2.6. Años 80. Replanteamiento de la Evaluación y ambivalencia
4.2.7. Años 90 y comienzo del nuevo siglo

5. ANTECEDENTES ESPANOLES DE LA HISTORIA DE LA


EVALUACI~NPSICOL~GICA
5.1. Psicología precientífica
5.l.1. Edad antigua y época medieval
5.1 -2. Época Renacentista
5.1-3. Época Moderna e Ilustrada
.
S *

36 EVALURCIÓN
PSKOLÓGICR.Concepto, proceso y oplicoción en los áreas del desarr&'{ &6i ' n % ~ ~ &

5-2. Psicología científica


5.2.1. Los precursores
5.22. Los fundadores. Constitución de la Psicologfa Cientffica
5.2.3. Los consolidadores de la Psicología Científica
5.2-4. Los polemistas o época de crisis de desarrollo
5.2.5, Los unificadares o epoca de madurez
5.2.6, Los propagadores o etapa de expansión
Determinar las principales influencias no psicológicas que han condicionado el desarrollo dt
la Evaluación.

Discriminar las características diferenciales de cada período histórico descrito.


'- :4'
inocG los hitos más importantes en la ivojución de la disciplina.

xx y comienzos del XXI. ycr:c


38 EVRLURCI~N
PSICOL~GICR.Concepto, proceso y aplicación en las áreas del desarrollo y de la inteligencia

Es algo extraño y apartado de lo habitual en Psicología considerar que los antecedentes de Las di-
ferentes ramas de nuestra Ciencia son algo importante. Lo usual en cualquier asignatura radica en ubi-
car un tema a modo de introducción en el que, a parte de establecer el concepto de la materia, se pasa,
de formarápida, revista a algunos hitos históricos que son planteados y organizados de manera crono-
lógica, sin conexión entre sí y con un tratamiento (en la mayoría de las ocasiones) anecdótico. El resul-
tado es uno de esos temas que el alumno sabe de antemano que no debe estudiar y leer puesto que; aun-
que ubicado en el programa, no entra a examea
El autor de los distintos textos o el profesor de las diferentes asignaturas vienen a creer que
dado que existe una disciplina denominada Historia de la Psicología, los conocimientos mínimo@
han debido -o deben- buscarse en ella. No obstante, a medida que con el paso del tiempo se van
conociendo las materias objeto de interés, se descubre que éstas reúnen toda una serie de circuns-
tancias particulares en su devenir histórico que condicionan su presente de una manera y no de
otra.
Por tato, conocer (y entender) el presente de la Evaluación Psicológica va a venir condicionado
pQr asumir un pasado, dominar esta materia no va a depender exclusivamente de haber leído el último
trabajo de la re-vista especializada de turno, sino de ser consciente de que a menudo (que no siempre)
las ideas en 61 expresadas tienen su origen en un momento que aunque pasado, no debe ser descono-
cido,
No olvidemos que el desconscimferfto de nuestra historia (familiar, profesional, ciudadana, re-
gional, nacional y universal) es la mejor garantía para volver a reproducir errores que ya tenían que ha-
ber sido superados a trav6s de las experiencias de otros. Esta idea ya expuesta por lo primitivos histo-
riadores griegos es lo que en el presente -salvando las correspondientes diferencias- denominamos
Condicionamiento Vicario. Profesionales de la Psicología de talla internacional como son Eysenck y
Eysenck (1987) ya planteaban «la perspectiva histbrica añade un grado de profundidad al estudio de
un tema particula.~,y mueho es lo que se puede aprender, tanto de los errores como de los aciertas de
invesdgacionss~~.
Ya en otro lugar planteamos (Rodríguez González, 1989) que tanto en períodos de crisis como
en aquellos caracterizados por una gran productividad creativa, los estudiosos de la Psicología tienden
a volver la vista al pasado, bien para hallar soluciones a problemas presentes bien para encontrar un
cierto sentido y la consecuente seguridad que dimana de la tradición,
Una última cuestión. Es muy dificil separar la historia de la Psicología de la historia del Psica-
diagnóstico/Evaluación. Se trata de evoluciones que, en ocasiones, son paralelas y en otras se encuea-
1
kan estrochamente imbricadas y por tanto de difícil separación.
1
- l
HISTORIA DE LR EVALURCIÓN
MlcOLÓGlCn a 39
bPI,PSICOLÓGICR.
Concepto, proceso y aplicación en las áreas del desarrollo y de la inteligencia

Años más tarde, Pelechano (1988 a) apunta una idea similar a lo indicado en el p&afo anterior;
aunque centrada en nuestra disciplha: la Psicología. Así hace hincapiti en que la Psicología es «una
cienciafuadamenta2mentesocial>>, es decir estrechamente imbricada eon el resto de círcuns~ciasque
condicionan el progreso del Hombre. De esta forma olvidar esta circunstancia s610 llevarfaa tener una
visión incompleta y, por tanto, distorsionada. Se encuadra por tanto en lo que podemos denominar So-
ciologia del Conocimiento.
En el presente ya no es habitual, no obstante hace ya bastantes años preocupaba mucho a los teó-
ricos de la Evaluación Psicológica (antiguo Psicodiagnóstico) localizar un momento concreto que per-
mitiera marcarlo como el comienzo, como el antecedente más deatacable de esta rama de la Psicología.
Caben resefiar en este sentido los intentos al respecto de Sundberg (1977) --quien recurría a la Biblia
(Jueces 7,4-6) para recuperar una primitiva (y a la vez primera) forma de selección de personas y, por
tanto de medida de capacidades-, McReynoLds (1975) - c i t a los descubrimientos arqueológicos de la
década de los años 40, y en los que se pone de manifiesto la existencia 2200 arios AC en China de cues-
tionarios de valoración de conocimientos de los aspirantes a ocupar puestos de funcionarios imperia-
le*, años m&starde Bowman (1989) lleva a cabo un completo y exhaustivo antílisis de estos cuestio-
narios cuyo lectura recomendamos o &vafez Villar (1972) y Anastasi (1473) y sus referencias a
Sócrates y Flatón como defensores de los estudios de las capacidades intelectuales y otras habilidades
entre los griegos del siglo IV AC,
La verdad es que cualqGera de estos intentos resulta baldío dado que son siempre cuestionables,
bien por dudas en cuanto al hecho de tratarse del primer acontecimiento vinculado con una evaluación,
o bien a causa de la «antigikdad,>real que puedan tener.
El interés por la diversidad es algo intdmseco al hombre, recordemos en ese sentido a Matarazzo
(1976) cuando affma «. .. es lógico suponer que con Ea evolución del lenguaje y despuifs, la diversidad
de formas de comunicacióa. escrita, se hizo discernible hace ya miles de arias la existencia de dqeren-
cias individuales entre los hombres.zs.
Personalmente consideramos que la Evaluación -Psicodiagncistico- S-eencuentra muy vincu-
lada a la Psicología Diferencial en sus inicios y, por ello, es muy complicado determinar en qué mo-
mento un ser humano (y en ese sentido podríamos remontamos al Homo Habilis -2,5 millones de
años- o al Homo Sapiens Sapiens -40.000 años-) comienza a ser consciente de la presencia de cier-
tas diferencias entre 61 y quienes le rodean y también entre éstos. Es esta toma de conciencia con la con-
secuente búsqueda de medios que le permitiesen determinar la cuantia de esas desigualdades lo que
puede caracterizar un «origen» $científico de la Evaluación.
Si esta es la visión en tomo al momento de la primera actuación evaluativa, otra cosa muy dife-
rente ocurre cuando se trata de determinar el instante en el que dichas acciones r e e n las condiciones
p d n e n t m corno para pasar a ser consideradas poseedoras de un planteamiento metodológico parecido
a las posturas actuales. En este sentido merece la pena recurrir a las apreciaciones de Fernández Balles-
teros (1983) -citando a N c Reynolds (1975)- en cuanto a los requisitos a satisfacer:
Requisistos a reunir para la ocurrencia de un precedente pseudocientíjico del Ysicodiagndstico.
1. Necesidad de un ambiente y una intención propios
con: ... ,, .. -
e,#--
;:., , ,n. - 'd:-., g
,rr;;#7J
,

+m..; -
r'
8 ,

'-;.<,,,-:.-?
rL=#
i
/ , < < : , ,.:$;<:#,.
I ,C
- -
, - ' ,
: ,
-.,:)T,,
<
para dicha operación. Así se tiene que
. . ; ! ¿ . . . . . . ., - . _. , *. . . . , . . .. . . .
8 .

~-.?g
,
8~
, , -i,
. . . .. . = r .
A

,.L- ,
. ,. - .
. -=-,y'
'"""'
.
.
--- -
- .- -
. . - . -~*- .=. - .
.
:.::-. -.-.
, 4,.;',7;.
3.

;4 .
-
-

-
,

-e.,.
__
-,

"
~
:
3 F
-

- evaluador ::Id: ,$;. ,,,:J,.,,,$k,$


, ,. ..+,,.,,fl. .:, .
. .,!
,,,: ;!TL :,-rT
,, :=~ $-:;;;~..~";;:;=.y;~,,~
,;:,,:~;;~~/?;;~,:j';~!,l;>;'!; ;?.
8

;Ir'! .:!S-,., ,:./'-, -"


-
i :
-~
- ,
, . . . . -. . . . L,.': 1'';. ,;:= - " - * : ~
,, , , ; r - , =-
yiL,-<,.*-.L,:.>.
=- ; , ;L;

, .-...
- J =

- evaluado , ,e -
., 85 , ?,,?lr# , ., ,. , , U ,
, , , , - = ,. . .'-=... +- .-- T s
. . . -"
.S
7c
.i
'
,+
,,-1.
,
8 , , . , .
: . :. r
- . . '.".~. - ..
~-

_ _
, .. c. , - -, . .-..-. ~..* -. , -.--, .
~
i-v

- técnica y/o instrumento de medida ' - .


.\

. .. . k~

; .. -.- - . 8 ~. .- .--- T ~ .,
_
-,<
, , .
.. . .
- -
- -- . .
' '
-
- . .
. . . .. . . . ~.
il ->
.
:
%

. . .
.%

. . .- ~
.' - ._
. . S
,,.= -
- procedimiento que permita interpretar Los valores alcanzados. . ::. .. , f;,
~
7 -
. '. ' . .
. .
- - ., . -
~ * = -

2. Presencia de un marco teórico previo al punto anterior y que permita la formulación de hipó-
tesis por primitivas que éstas sean. .
m
4
3, El mencionado marco debe contar con unos sistemas categoriales que faciliten la clasifíca-
*' ción del evaluado a partir de los resultados conseguidos anteriormente e, incluso, la predic-
ción de futuras conductas.

No obstante, un atento observador podría afirmar ante la lectura de estos puntos que con ellos
camente podemos hacer referencia a los antecedentes del Psicodiagnóstico (por esa razón hemos
asociando la anterior denominación de nuestra disciplina a la actual) en cuanto a sus connotaciones
instrumentales y clasificatorias. En el caso de la Evaluación las circunstancias cambiarían, dado
tan sólo nos podríamos remontar a 1948 como es bien sabido y se recoge más in extenso en el pri-
capítulo de este manual.

Esta fase es identificable con la denominada «Fuentes míticas* por Fernández Ballesteros (1980
1983), «Períodoprecientíjico» según Calero (1990) o «Evaluación psicológica en la antigüedad» por
ela-Casal y Sierra (1997 a).
Se trata de una fase en la que se cumplen los tres criterios ya citados en el punto anterior; pero
S referencias al respecto se basan más en la tradición que en textos fidedignos.
En este momento es viable hacer referencia, tal y como reconocen diversos autores, a que la his-
a de la Humanidad ha estado plagada de personajes que han sido excelentes conocedores de sus se-
antes. Se ha tratado de personas que, a sus dones naturales de perspicacia y capacidad de observa-
n, sumaban la práctica y experiencia en determinadas ciencias o pseudociencias envueltas en un
más o menos religioso-esotérico. No es una referencia sólo a líderes y dirigentes religiosos y poli-
, sino también a adivinos, brujos, chamanes, etc.

-- -- -
.
P
-z* ,

42 EV~LU~CIÓ Concepto, proceso y aplicación en las áreas del oesarrolio y de la inteligencid


~SICOLÓGIC~.
N -

Una muestra que r e h e la mayoda de los aspectos enunciados por Mc Reynolds (1975) la consti-
tuyen los diversos procedimientos de adivinación: Astrologia, Quiromancia, etc. Especialmente la
Astrologfa, además de ser considerada como el sistema más antiguo de augurio, es reputada como el
antecedente más remoto de1 Psicodiagn6stico según los referidos Silva, (1982), Mc Reynolds (1986) o
Pdechano (1988 a).
Sín lugar a dudas esta afirmación genera reacciones encontradas entre los profesionales de la
Evaluación, especialmente a causa de la insistencia continuada y necesaria por ajustarnos al m6todo
científico. No obstante es preciso asumir que el hombre acude a estas «ciencias%con el fin de resolver
sus dudas y problemas y, sobre todo, de conocer su futuro. Este áltimo deseo no entrafía otra cosa que
un reconocimiento de la existencia de diferencias entre él y sus semejantes. Dado que los destinos son
distintos es preciso (según la mentalidad de la clientela) recurrir a «fécnicas» que predigan el futuro in-
dividual refereate a cualquier actividad vital o laboral que preocupe.
Par tanto, es en esta concepción detemiinista-diferemialistadonde se ubica el origen y el interés
del ser humana por lo que más tarde se ha denominado Psicodiagnóstico y, posteriormente, Evaluación
Psicológica.

Se puede identificar a las denominadas por Maloney y Ward (1976) e ideas Griegas » - s i e n d o
sus máximos representantes Sócrates, Platón y Aristóteles (ver Figura 21)- o «Fuentes Raciondes-
Especulativasu según Fernández Ballesteros (1980).
Es una fase que la gran mayoría de las revisiones no suelen tener en cuenta, e hcluso es curioso
comprobar como en algunos casos a medida que va pasando el tiempo las referencias a este momento

Figura. 2.1
S6crates, Platán y Aristóteles.
al de Psicodiagnóstico (posteriormente Introducción a la Evaluación Psicológica) de Femández
steros entre 1983 y 1999.

ente se ha planteado la Psicología y, por ende, la Evaluación.


Intentar ocuparnos con detalle de este período supondría realizar una historia de la Filosofía, ta-
e se encuentra fuera de nuestra intención, no obstante escuelas como la Escolástica, Tomismo,
sianismo, Empirismo, Materialismo, Idealismo, Positivismo, Neotomismo, etc, han llevado a cabo

, la Frenología, la Caracteriología... Esta última, si recurrimos al diccionario de Psicología de

En definitiva, aunque no se hace Ciencia tal y como hoy en día la entendemos, sí que se estable-
lsls bases y prmequisitos que van a facilitar el establecimiento de la posterior Psicología Cientifiea.

Sistematización de Anastasi
Ha sufrido una relativa modificación su propuesta con el paso del
o. De aquel intento publicado en 1968 (y que tuvo un gran peso espe
hasta la decada de los años 80), pasa hoy en dia ( h t a s i y Urbiaa;
Figura 2.2
ortaciones de autores fundamentales en el origen del Psicodiagnóstico
Anne Anastasi.
--Ti 5
e---- -g-S
S

44 EVI~LU~CIÓN
PsIcOLÓGICI~.
Concepto, proceso y aplicación e"%~-=as del desarrollo y de la intdic)encia

C o ~ r u 6 abm o el hter.és se oegtra rn& en las asped.ar iatrmentdea, cm el inwnvenieati3


supone a el sentido de que los di8thtm m.ommtoá: enumiados san pe~rneabhy no tiaen
qua ~11s.)
por q d atenmsama Ir~calizadzkin@mp-cdclaray definida.
t. Sistematización de Pelechano
Ya se ha planteado en puntos precedenks cuál es la actitud de Pelechano (1988 a) a la hora de
ar la evolución del Psicodiagnóstico y la Evaluación, m el sentido que en estas ramas de la Psico-
ose (igual que en el resto de los aspectos del saber humano) circumtancias de
divmsa índole fruto del desarrollo del ser humano. Precisamente este hecho es el causante de que
erezca una mayor atención y un análisis cuidadoso y que, dentro de los marcos &limitadas por
cbano (Op. cit), vayamos haciendo aportacianes particulares que ayuden a tener un-a m j o r visión

En base a este parecer distingue las siguimes fases:

Existen, como ya se ha dkho, ras s&e de elementos ajenos a la Psi


de fapma vital s o b su avaam. los mis r q ~ f = ~ m t a t ique
v o ~de&

Este rnllsvirmueato ~ulturalgenera an í-ri6erBa marcado por el ser hamaao, su wodi~?6n$


identidad, t$t3saláilziindoseasl la indivi$ua;lldad (tanto del sujeto como de las regiotaes y &onw).
El resultado no sólo es el auge de los nacionalismos histáricos sino tam-
bién la orientaci6n de la preocupación por el hombre y sus diferencias.

- Avances en Neurología y Psiquiatría


Progresivamente dentro de estas disciplinas médicas se va evidencian-
do la necesidad de apoyar el diagnóstico en una serie de procedimientos obje-
tivos que facilite la veracidad y adecuación de este. Así cabe recordar los pri-
mitivos instrumentos aparecidos a finales del siglo XIX para valorar la
capacidad de retención en deficientes mentales.
-
Figura 2.3
Charles Darwin,
- Repercusiones de la Teoría Evolucionista de Darwin
Esta influencia viene a marcar aún más el interés por las diferencias in-
dividuales y especialmente en la forma de entender la causa de tales discrepancias. Recuérdense los es-
tudios efectuados por un primo de Charles Darwin (ver Figura 2.3) dentro de esta corriente y que han
resultado básicos para la Psicología: Francis Galton (ver Figura 2.4).
Son bien conocidos sus primeros intentos en el South Kensington Museum hacia 1884 intentan-
do relacionar variables tan diversas como el rendimiento académico, medidas de carácter sensorial (vi-
suales, auditivas, táctiles y cinestésicas), medidas psicológicas procedentes de elementales cuestiona-
ríos y estimaciones de la capacidad intelectual y los datos antropométricos, muy de moda en aquellos
momentos. En relación a estos últimos se incide de nuevo en el interés por las discrepancias individua-
les y consiste en un sistema de identificación policial desarrollado por el francés Bertillon (ver Figuras
2.5 y 2.6) a partir de la toma de una cantidad exhaustiva de graduaciones de diversas partes del cuerpo
con el fin de establecer una pauta para cada delincuente. Se trató de un procedimiento que tuvo una ex-
celente acogida (uno de sus impulsores e introductores en Rusia fue un médico militar y jefe de la poli-
cía de la ciudad de San Petesburgo, dicho comisario no era otro que uno de los padres de la Psicología
Rusa, Bechterev) (ver Figura. 2.7) hasta que el tiempo demostró su ineficacia.

Evidentemente la acumulación de datos numéricos llevó a Galton a


ocuparse del manejo estadístico de éstos, recurriendo a los sistemas desarro-
llados por Quetelet (ver Figura2.8) y que luego continuarían también en el
Reino Unido Sharpe y Wisler en 1901, apelando a la aplicación de técnicas
de correlación entre rasgos mentales y físicos. Curiosamente éstos vinieron a
demostrar que los sistemas desarrollados primero por Galton y más tarde por
Cattell eran poco fiables, disponían de una escasa capacidad predictiva y de
una baja correlación tanto entre ellas, como con otras medidas externas (en
especial, rendimiento académico), siendo superados en este caso por las cali-
nn
b- ficaciones escolares.
ap, F~WGT~
Mwnn
5

,..,llon. Medicion del volumen Sistema Bertillon. Diferentes medidas a


craneal tomar en el rostro.
I

Enfoque biológko de las teorías com~titucionalista~


Con antecedentes directos en la Fisiognomía y la Frenología, se
' ~ o i l a tipologias
n (destacan las de Kiechsmer y Sheldon) en las que
tarnbicsfl se contemplan las posibles formas de enfermar y sus correspon-
dientes pronósticos.
-
~igun
2.;

vladiTnir Mikhailovich
Bechrerev.

lémica de la relación cuerpo-alma contemplada desde la Fisiología Ex-

A través de este enfoque y con autofes como Weber y P e c h a , se


e r a todos los enfrentarnientos que habían venido ocurriendo
edor de esta cuestión.

'fi Influencia de los planteamientos del Asociacionismo inglés


4 Esta pue& resunirse en dos aspectos:
Mayor aterrcih a las influencias ambientalistas que a las imatistas.
Continuismo que establece esta corriente filosófica entre sensación y
pensamiento.
-
Figura L.-

Adolphe Quetelet.
- Aparición del concepto de test mental
A finales del siglo xor, concretamente en 1890 J. M. Cattell (ver Figu-
ra 2.9) acuña uno de los conceptos más básicos para nuestra disciplina: Test
Me~tak.
Su interes por las diferencias individuales (de hecho se le reconoce co-
mo su divulgador en Estados Unidos), como resultado de la influencia directa
de Gaíton, le llevo a directos enfrentarnientos con su maestro Wundt (ver Fi-
gura 2.10) a l a hora de la elaboración de su Tesis Doctoral, ya que este último
-
Figura 2.9
James M c W n Cattell
identificaba dichas diferencias como errores producidos a lo largo del devenir
del proceso experimental. Esta preocupación por las discrepancias entre los
(1860-1 9441, seres humanos fue lo que le llevó a investigar para lograr valorarlas de mane-
ra exacta. Hacia 1896 ya había construido dos baterfas de tests las cuales se
caracterizaban por su énfasis en las medidas objetivas.

- Creciente inclinación por el estudio de los aspectos educativos


Las ideas imperantes en aquel momento pretendían que se trabajase en
Educación obteniendo siempre los mejores resultados de los alumnos. Lógi-
camente para alcanzar este fin resultaba precisa una evaluación y, por tanto,
era necesaria la intervención de la Psicología. En Francia esta situación acaba
facilitando la aparición en 1903 del primer test de inteligencia: el Binet-Si-
mon (ver Figura 2.11); aunque ya existían precedentes similares (a finales del
Figura Z3 8
I en Chícago) debidos a un profesional de la Medicina norteamerica-
siglo XX
I no y orientado a la intervención con deficientes y tambign l a actualmente casi
desconocida escala de los suizos Blint (1902) y Damaye (1903).
Años más tarde (en 1916) la escala sería adaptada a la población nortea-
mericana por Teman (ver Figura 2.12) y a partir de ese momento, con el in-
centivo que supusieron las necesidades militares dascritag en el punto siguien-
te, se inició el despegue en la creacián y uso de los tests.

- 1Guerra Mundial
Ante la necesidad apremiante de Estados Unidos de clasificar a los sol-
dados en base a actividades generales a realizar, capacidad para asumir respon-
sabilidades y, por tanto, posibles secuenciaciones por rangos militares, se po-
tencia la construcción de los instrumentos necesarios para tal fin. En este caso
los A y a y Bera Army Tests adquirieron una importancia basica. Merece, no
-
Figuva 2.1 1

Alfred Binet.
obstante, la pena llamar la atención acerca de que en un periodo muy corto de
tiempo (no superior a los 2 años) se procede a la evaluación de la capacidad
a gr~f~s.iom1es
a cuya hdit.eel;liÓa y aoordinacióa se gma aYmW

ble tzqm~ada
dqukbda.
'
- El mommto iilgido Cen cuanto a vindwi6n cm el Pgi~~dnqg~ihti-
h e& bo- eon la aparicián del concepto de la matli:xia que nm h-
a. f i m o ya ha rssal'tb en d a p a d a d ~1.1: del primer capftdo, en
He- h Figw 214 y 2,f 6) pubE~olo qus
h m c b ~ (ver
B m4i-i tarde coma el manual & m t6dca. SE-mnraiderw, pw W~Q,
cap
-
La.wiI; Twman.
r d a e h es el c m d m 861t&mho q w da nombre a n u W a materia, da*
~ckmenXeam era el tlta;llo de su texto. No obstante hacia 1954
&r (amigo y comp&ro de R o r s b h ) afiafir que la idea ínidal

de m& impacto, que supu~opor primemi vez la d n dss dos.do&@


ta esa momento hablan oxi~tidode manera independiente: e s y c h -

,S. Desde 1921 a 1940


Una vez finalizada la 1 Guerra Mundial y demostrada la utilidad que po-
llegar a tener la Psicología y el aso de los instrumentos psicológicos o tests
cuanto a clasificación más que a evaluación, los psicólogos van a intentar
stituirse como profesionales a la ves que pretenden mostrar que, por ejem-
o, dentro de la orientación clínica (ya planteada por Witmer -ver Figu-
2.15- a finales del siglo m;pero que adquiere mayor entidad a comienzos
la siguiente centuria) es posible realizar otras tareas independientes de las
hasta ese momento se habían venido realizando (intenciones que todavía
m'an casi otxos 20 años en cristalizar).
De entre las diversas situaciones de este momento cabe destacar:
- Influencias bélicas
La creación de técnicas e instrumentos de evaluación vuelve a in-
crementarse una vez superada la primera revuelta antitests en los afíos 20
(que aunque no tendrá la raigambre de la de los años 60, las motivaciones
. serán similares a las ésta).
50 E V ~ L U ~ C IPsICOLÓGIC~.
ÓN Concepto, proceso y aplicación en las áreas del desarrollo y de la inteligencia

Las necesidades implantadas por el confiicto mundial van a obligar a que


se efectúen estudios más precisos de las habilidades especiales de los soldados. 1l
Ya no se trata sólo de ver el nivel intelectual (de hecho en fases avanzadas de la
guerra se pusieron en marcha medidas que potenciaban la incorporación a filas
,
j
de débiles mentales - q u e no deficientes- para ejecutar tareas primarias y sim-
ples), sino de determinar cuáles eran las personas más capacitadas en el domi-
nio de ciertas habilidades. Todo ello supone el comienzo de los tests de Aptitu-
des Generales (como por ejemplo el Test de Aptitudes Mentales Primarias
-PMA-} y de otros dedicados a la valoración de aptitudes específicas: cálcu-
lo numérico, destreza mecanica, etc.
-
Figura 2.1 5
Ligh-tner Witmer. Padre - Desligamiento entre la tdcnica de R a r s c k h y el término Psicodiagnóstico
de la Psicología Clínica.
Esta separación se produjo con una enorme celeridad y aun hoy en día no
se han podido justificar los motivos que la generaron.
Rwurriendo a la experiencia europea, Braunshausen publica en 1930 - s e trata de la segun- 1
da edíción española, con lo que es posibl~pensar sin error que la edición gemaia procede de unos
ótirios anks- su «Introd~cció~z a la Psicolagla Eqerimentcab (cuando ya la prueba de manchas lle-
vaba unos 9 aSzos publicada) y titula un capítulo de este texto como ~PsBcodiagnÓsticoy Psicoaná-
lisis~.Es decir a la altura de estas fechas la relación concreta con el instrumento ya ha desapareci-
do; p e ~ oel término sigue situhdose pr6ximo a la orientación en cuyo seno nació. I
Curiosmente (como verificación de la anterior conclusión) en e1 mismo libro aparece otro
capítulo que: lleva por titulo «Iave~igacianespsicodiagnÓsticas» las cuales están centradas en la
asocia~ióny donde la técnica de Jung adquiere un papel preponderante. El hecho curioso estriba
que tanto en el. primer capítulo como en el segundo, en nin&n momento, se menciona la tecnica de
Rorschach ni a su creador.

En Estados Unidos hacia 1934, Warrenpropone la siguiente definición


de Psico&agnÓstico «estudio de la personalidad con ayuda de las mnifesta-
cienes zU1"Iernas(flsonornta,porte, voz,gestos, escrs'tu~a,&.B. Tan sólo hace 4
&os que la prueba de Herman Rorschach (ver Figura 2.16) se presentó a la co-
munidad científica nort&tmericana y, ya ha ocurrido la correspondiente sepa-
raci6n.

- Establecimiento de las bases de la Psicoloda Diferencial de la Inteligencia

-
Figura 2.1 6

Harman Ronchach.
No sólo se erigen las premisas de carácter teórico, sino también el apa-
rataje necesario tanto para efectuar evaluaciones como verificaciones de di-
chas construcciones teóricas (tanto las de índole mano como multifactorial). A I,
-
Figura 2.17
Figura 2.1 8

S. R. Htithaway, Lauretra Bender, Arthyr L. Benton, L. L. Thurstone y David Wechsler.

&ta etapa ~ i t aa CW@-B $(;U-m hírlIisout%1e pmdamigio

& 1%
&@Ti3&E& &1,wb$o a. Bxtm las p&~jhpJsh@$'-mgwbptdr5clb:&si-
HISTORIA DQ U
4 GVMCI~)N ~~ + 53

1+- Aparición de Terapia Comportamental


El giro que esto representa en las concepciones clásicas acaba por
repercutir también sobre los procedimientos que para el diagnóstico se
utilizan, intentando que dichos procedimientos sean objetivos tanto en la
evaluación del paciente como en la valoración de la eficacia de las inter-
venciones. En referencia a este momento es Eysenek (ver Figura 2.39)
quien merece una mención por sus trabajos iniciales.

Surgimiento de diversas orientaciones dentro del Modelo Conductista


Esta coyuntura va a tener para la Evaluación unas consecuencias ,ürgen Eysenck,
, que dependerán de los planteamientos de cada orientación en particular.
! De esta manera es posible distinguir entre posiciones partidarias de eva-
- luar sólo lo observable, hasta aquellas otras que pretenden hallar un nuevo modelo evaluativo que
+ sirva de opción a los ya existentes y los que representan un nuevo estilo con influencias cogni-
tivas.

Esplendor de los dibros de Recetas»


Dentro del Psicodiagnóstico y de la Psicología Clínica se tiende al establecimiento de perfi-
, les prototípicos de aquellos tests que, en base a sus caracteristicas así lo permitan (Escalas de

, Wechsler, MMPI, etc.). A través de este sistema se pretende lograr un diagnóstico rápido y efecti-
, vo; aunque no falto de c~íticasy limitaciones. Lograr, por ejemplo, perfiles promedio caracterfsti-
cos (encualquiera de las pruebas enunciadas) de diversas patologfas e incluso de divmos tipos de
personas se acaba convirtiendo en una utopía a causa de la enorme variabilidad que se detecta in-
cluso dentro de grupos particulares; pero en los que hay que tener en cuenta el paso progresivo de
la edad o las circunstancias culturales (no sólo de la formación, sino tambi6n de las propias circuns-
'
tancias sociales en las que se desenvuelven y que cambian a un ritmo
vertiginoso). El esfuerzo que todo ello requería supone una alta inversión
de la que se obtiene un mínimo beneficio, motivo por el que esta actitud
sufre un radical replanteamiento.
El número de autores a destacar aumenta mucho más que en el
caso anterior: Eysenck, Lazarus, Sidman, Kanfer, Saslow, Glulliksen,
Fiske, etc.

.2.4. De 1966 a 1975. Década Imperial Conductista


2.20
En esta fase se hace evidente la snpremacia conseguida por el Con-
ductismo que desde su gestación con Watson (ver Figura 2.20) y posterior J. B. watson.
54 •€ V ~ L U ~ C I ÓP N
S I C O L ~ G ~co
C~. es~rrolloy de IQinteligencia

desarrollo con Sklluier (ver Figura 2.21) se ha implantado progresivamente en


1
malquier forma de intervención terapéutica o evaluativa. Teniendo lugar wia
expansión de los sectores de aplicacián del Análisis Funcional y de La Terapia
11 de Conducta.
Todo ello repercute en una nueva influencia norteamericana en e1 quehacm
1/ psicológico europeo. Es posible extraer los siguientes hechos caracteristicos de
este periodo:

-
Figura 2.21

B. F. Skinner
- Perfeccionamiento de1 Modelo Psicom6tico
Vuelven a refmulmse determinados aspectos y se intenta superar o-
que quedan parcialmente resueltos en fases anteriores. La consecuencia final estriba en un mayor
acrisolamiento a la hora de crear, estandarizar y establecer criterios de exigencia en cuanto a fiabilj-
dad y validez de los tests, como un intento de superar las críticas que desde la Evaluación Compm-
tamental se le han venido haciendo a esta forma de evaluación que se llama en este momento T r d -
cional con un carácter denostativo.

Teniendo su oripn en la Terapia de Conducta, va a reprosentar un ataque directo a la ya cita-


da Evaluación Tradicional (tanto en su versión psicométrica como proyectiva). No debe olvidarse
que teniendo en cuenta las premisas del Situacionismo, en inicio no tiene sentido la evaluación de
constructos tales como Actitudes, Inteligencia o Personalidad, los cuales pueden ser modificados
dependiendo de la situación particular.

- Aparición de disensiones dentro del Conductismo


Autores como Lazarus, Krasner o Patierson van tomando una postura un tanto distante de los
rigidos planteamientos comportamentales originales, en cierta medida camo consecuencia de la sa-
lida del Conductismo de los laboratorios. De esta manera se produce una perdida dé la plena ads-
cripción o, la que es lo mismo, se evidencia la necesidad de cambios rnetodológicos que a su voz
provocan conflictos tebricos.
Otra separación que todavía tiene una mayor importancia que las anteriores acontece con el sw-
girniento de la Psicollolgia Cognitiva a paxtir de la aparicidn del texto de Pribam, Gallantha y Millar.
Mc Repolds, Cook, Patterson, Cronbach, Mischel, Kanfer Sasloy o Wiggins son algunos de
S autores destacados del momento (ver Figura 222).
ira 2.22
v

raa~1w m lo@ ~~~ d&&a.~$* $llmm&


6nCL%. lar2kmei.apsiglmi*@a en @ @ ~ P - B Ck
de .se

Auge de1 concepto «Valoracióa»


A través de las recapitulaciones citadas no se va a procurar otro objetivo que el de detectar
los posibles déficits de aquello que se está valorando o con lo que se está haciendo, con el fin de su-

No sólo se va a valorar la eficacia y la efectividad de un instrumento, sino también la de los


procedimientosterapéuticos, sistemas educativos o programas de intemea~:iOn social, lo cual justi-
k a el hecho de que en ciertos momentos se llegue a hablar de un ccproceso val orador^ (Cronbach,
1978), de una c<evalwciónvalorativa» Pernández Ballesteros, 1985) o de una ~vabraciónevalua-
tiva» (Pichot, 1988). Cuestiones que ya se han tocado en el capítulo que precede a éste, en el apar-

Tendencia al abandono de la rigidez metodológica científica


La aparición de nuevas cuestiones y ámbitos de estudio, a los que no es posible acceder utili-
n los años 70, tiene como consecuencia el surgimiento de
numerosas posibilidades evaluadoras (no intrusivas o no perturbadoras, por ejemplo). Por tanto no
1 es que la metodología de trabajo se deje de lado, sino que se buscan nuevas posibilidades acordes a
S las realidades que tiene que afrontar el evaluador del momento.
56 @ EVI3lUI3CIÓN PS~CO~ÓGICI~.
Concepto, proceso y aplicación en las áreas del desarrollo y de la inteligencia

- Aceptación oficial de los procedimientos estadisticos por parte del Análisis Funcional de la Con-
ducta
Relegada la estadística m momentos anteriores por considerarla inapropiada y representativa
de la Evaluación Tradicionalil,empiezan a encontrarse en publicaciones, como Joumal of Aplied
Behavior Anfilysis, términos y conceptos característicos de este procedimiento de análisis rnatem&
tico.

- Modifkaciones estnacnirales e uiterpretativas en los tests clásicos


Al aparecer nuevas áreas de estudio resulta tambien neoesario crear instrumentos o refomu-
lar algunos de los que hasta ese momento se han venido utilizando. Así algunas orientaciones, co-
mo por ejemplo el Procesamiento de la Información, promueven un replanteamiento en el uso y la
interpretación de los tests más tradicion&les dedicados a la tarea de evaluar funciones específicas
que resultan también de interés para estas otras corrientes. La t6cnica de Rorschach o las propias
Escalas de Wechsler son una muestra representativa de este nuevo empleo.
Pelechano (1988 a) finaliza su revisión histórica en esta fase planteando una reflexión básica
y que en la actualidad se olvida muy a menudo: la Psicología y la Evaluación de mmera paulatina
se han ida convirtiendo cada vez más en Ciencias con compromisos sociales, lo cual condiciona la
investigación en dos claras direcciones:

tos gua no clasifiquen, sins que tengan la sraficbirt~smsibxhdad


Y1

mLogro de pmeiEras m p o datos


~ peggitán p o p eagwcha 1%&megc&i.ies o p o que~ pm- ~

3igui~ndiseoa el cado planteado por es& autor Q3elechan0, I9@3a] serfa podble. (desde
d pmonal punto de vista de los autores de este capitulo) que desde fuiales de los años 70 al presente ss
viable estimar la presencia de dos periodos más:

4.2.6. Años 80. Replanteamiento de la Evaluación y ambivalencia


- Hasta la fase anterior han convivido dentro del lenguaje profesional y académico los concep-
tos de Evaluacióny el de Psicodiagnóstico, aunque este último ha perdido importancia en fa-
vor del primero. Se insiste en la necesidad de modificar el estilo a la hora de abordar al clien-
te (entendido este bien como persona, como ambiente o como entidad u organización). El _fin
HlSTORlR DE I R EvRLuRCIÓNPSICOLÓCICR 57

último pasa de ser la colocación de una etiqueta a buscar una utili-


dad a dicha intervención, por tanto hay que ir más allá del diagnósti-
co, éste debe ser un <d)iagaósticoPropositivo» o, en téminos de los
procedimientos informhicos que empiezan a imperar en estas fe-
chas, un «Diagnóstico Inteligente».
- Las campañas de promoción de la Salud (inicialmente ffsica y en
momentos posteriores mental) arraigan en la población general, esta
~omienzaa preocuparse y plantea a los diversos profesionales la ne-
*sidad de actuaciones preventivas.
- Podría afirmarse que se trata de una implantación definitiva, y sin pa-
so atrás, del Modelo Vail establecido en la Psicología Clinica de la
-FhgUnd2-73

''
de los 70. En este sentido merecen especial atención las apor-
risciones de Matarazzo (1987) (ver Figura 2.23) quien ante el incipiente movimiento consisten-
@ en el planteamiento de especialidades psicológicas ( h t o de los diversos hbitos de trabajo
ya tradicionales ya novedosos) como ramas independientes de la Psicología viene a plantear la
unicidad de esta ciencia; pero con distintas aplicaciones de orden práctico.
- Se soluciona el enfrentamiento entre: la Evaluación Tradicional y la Conductual; aunque a mitad
de este período aún es posible hallar en los programas formativos de las Universidades de los 5
~ontinentestendencias radicales en la formación de los alumnos en uno u otro sentido. El resul-
tado de la confrontación no puede ser otro que una integración mutua de tecnicas y planteamien-
tos metodológicos de ambas orientaciones, logrando de esta forma actuaciones más eficaces.
Todo ello no evita que aún se mantenga una actitud r e m a d a hacia el empleo de los hs-
trumentos de evaluación. Mientras que el profesional de a pie continúa con su uso, dado que sus
necesidades diarias le obligan a ello, el docente y el investigador adoptan una postura crítica.
- Los nuevos retos surgen de forma inusitada: actuaciones en e n f m o s c-rónicos, terminales, etc.
Es el gran momento de las Escalas de Evaluación a través de las que es factible lograr datos
puntuales para un uso inmediato. Ello provoca un cierto olvido de los tests de screening o
cribado en aras de estos otros más particulares.
- Los programas de formación en Evaluación para profesionales, rechazados y na subvencio-
nados en años anteriores vuelven de nuevo a la actualidad; aunque con los replanteamientos
resultantes de acusar las críticas recibidas.

Iños 90 g el comienzo del nuevo siglo


-

- El cambio se va evidenciando y se hace manifiesto, hay un uso no culpabilizador de los


-

tests. Los profesionales (teóricos y aplicados) asumen las limitaciones y los condicio-
I
- il

58 €VFilUFiClON P S I C O L ~ G ~ C
Concepto,
~~. proceso y apticoción en las áreas del desarroiio y de lo inteliaencia "::m *
2 . $
,

nantes de las pruebas de evaluación psicológica, pero sin que ello suponga renunciar a su

-
empleo.
La tecnologfa imperante en el momento es rápidamente incorporada, de manera que el uso
i
de la inf~rrnáticase generaliza. Ya no se va a tratar de ocasionales correcciones de los tests
mediante ordenadores, lo cual por orra parte ya se venía produciendo desde los 60, sino de la
introducción en el macado de los «Tests Informatizadosz>,instrumentas asumidos sin proble-
mas y en ocasiones precipitadamente y sin que superen controles de calidad.
..- W t o los investigadores como los evaluadores aplicados acaban por asumir un hecho eviden-
te: en d continuo esfuerzo por incorporar los plmteamient-os próximos a L idea que se ha
impuasto a lo largo de años acerca de la Evaluación (metodología objetiva, ocuparse de lo
que de positivo tiene la persona, etc.) han olvidado la tarea de «Dkagrzóstico>>,
han puesto de-
masiado énfwis en una tarea, perdiendo la noción de que en un alto porcentaje de ocasione#
el mencionado diagnóstico es imprescindible o, por lo menos, preciso.
- Los modelos dímensionales, no suficientemente valorados hasta el momento, hacen su apari-
ción, cristalizando también cuestionarios de evaluación basados en sus principios y que en
los prbximos años supondrán una alternativa importante a los insmmmtos al uso.
- La necesidad de asociacionismo se hace evidente. La facilidad en las comunicaciones y la
sucesiva desaparición (en especial en Europa) de las fronteras genera un transvase inmediato
de la información. a t a s posibilidades descubren lo pertinente de conexiones continuas entre
los evalu&res, la comunicación de sus problemáticas profesionales cotidianas, la puesta en
comdn de los límites dé sus tareas y las dudas éticas que surgen de estas Líltimas. Por todo
ello no es extraiío que se vayan sacrificando las Asociaciones nacionales y que éstas se inte-
gren en otras de orden superior. Se trata de una realidad que en nuestro medio hoy en día ya
resalta innegable.
En definitiva, tiene lugar un comportamiento pragmático que ya hace a o s pronosticábmo,
(Rodrígaez González, 1989), la sociedad requiere solucion& a los problemas que se le van planteando;
aunque dichas soluciones precisen de una aprobación científica previa es, en definitiva, esa misma so-
ciedad la que; va a sancionar e integrar la opción más pertinente, y esta casi nunca suele ser la que po-
dría dar mejores resultados, sino la que fúcticarne~telos proporciona. De esta manera resulta impres
cindible una vinculació-n estrecha entre investigación, teoría, práctica y necesidades planteadas a nivel
social, puesto que ello va a facilítar la apertura de nuevos ámbitos de trabajo,
En cuanto a instrumentación se refiere, Las tests tradicionales se han revelado como incombusti-
b l e ~(como así parece desprenderse de la revisión histórica efecniada). A pesar de haber sido criticado
y negada su utilidad (tanto desde un punto de vista científico-profesional como neófito comunitario),
estas pruebas han sabido adaptarse, modificarse e incluso integrarse con oaos modelos dominantes y
más dignos de. cddito en ~iertosmomentos.
Quizás esta versatilidad pueda ser entendida como una consecuencia de esa necesidad social
obtener resultados fácticos ya que, de forma independiente a las polémicas cientificas, son estas
as (mejoradas en cuanto a detalles técnicos) las que pueden satisfacer mejor las peticiones

Asimismo, la metodología, en la práctica y en la investigacibn, se ha perfeccionado eonfome los


es tecnolbgicos asi lo permiten y la comunidad lo reivindica, El resultado es innegable: se ha en-
o (sin posibilidad ya de marcha atrás) una dinámica dialkctica que tiende a un enriquecimiento
e EVRLUÁCI~NPsICOL~GICR.Concepto, procsso y aplicación en las áreas del &mrroiio y ds ki inrslrg ia

actuales, cuyas aportaciones y trabajos sí que merecen la atención fuera de nuestras fronteras; pero
esto ya es historia.
¿Cuálpuede ser la causa de esta ausencia de reconocimiento?, es bastante posible que sea debida
a unprobable desconocimiento interior de la labor de nuestros propios pensadores e investigadores. Si
bien en los iiltimos 10 años la preocupación por este tema en gerieral se ha incrementado y las publica-
ciones al respecto han sufrido un aumento (en este sentido la publicación periódica Historia de la Psi-
cología se convierte en una inagotable fuente de datos), a lo largo de la mayor parte del siglo xx-pon-
gamos la segunda mitad- el interés tan sólo ha cristalizado en escasos trabajos de los que es viable
destacar: Avila, (1989); Carpintero (1976, 1980,1986,1989 y 1994); Carpintero y Tomsa (1980); Cer-
d6 (1976); Cruz Hemández (1976); Fernández Ballesteros (1991); Germain (1954); Kirchner (1979);
Lafuente (1980); Mallart (1971); Manzanedo (1969); Pinillos (1976); Siguán (1975 y 1978); Ullersper-
ger (1954) y Yela (1954 y 1976), entre otros.
No obstante, apesar de que l a gran mayoría de los trabajos citados nos permiten conocer autores
y sus aportaciones e instituciones así como sus logros, se caracterizan también por ocuparse bien de as-
pectos muy puntuales o bien demasiado generales, lo cual hace que los antecedentes de la Psicología
en Espafia aparezcan todavía más vagos y difusos de lo que son en realidad.
Si ésta resulta ser la situación de la historia de la Psicología española, la del Psicodiagnóstico y
la Evaluacián es todavía más dificil de captar, siempre y cuando tanto la una como el otro han ido uni-
dos en el pasado. Es indudable que existen figuras espaiiolas conocidas por todos los profesionales; pe-
ro es usual recurrir a ellas como simples referencias, centrando la mayoría de la atencíón en autores ex-
tranjeros. Por ejemplo, para el alumno resulta m;ís familiar Alfred Binet que Luís Simarro o H.J.
Eysenck que José Germain.
En este apartado no vamos a pretender hacer una revisión extensa de la Evaluación en España a
lo largo de los iiltimos 100 &os, lo cual requeriría un extenso manual, sino rescatar a aquellos que han
sido relativamente olvidados y llamar aún más si cabe la atención sobre los más conocidos.
Con el fin de que la presente revisión tenga un carkter más sistem4tico se parte de la sistemati-
zacicin propuesta por Rodriguez Rodríguez (1981), pues aunque existe una aportación posterior de
Buela-Casal y Sierra (1997 b), esta tan solo se centra en el siglo xx y en el presente capítulo el objetivo
buscado es algo más amplio.
Como método de partida es preciso distinguir entre una Psicdogía Precientífica y una Psicología
Científica (Rodrisez Rodríguez, op. cit,), debiéndose la causa de esta diferenciación a:

- En la Psicologfa Precientífica, la vinculación entre Filosofía y Psicología es tan importante


que hasta los propios @pensadores»creen hacer aportaciones a la primera; aunque hoy en
día se intente -generalmente con kxita- reprograrnar y ubicar estas ideas dentro de la se-
gunda.
- La llamada Psicología Científica, aunque en apariencia independiente de la Filosofía, no
puede negar la influencia que concepciones y movimientos como el Tomismo, Positivismo,
Krausismo, Materialismo, etc. han tenido sobre ella.
- Las conclusiones de los pseudopsicólogos p~científicoscarecen de un fundamento metodo-
lógico empirico, siendo éste más bien especulativo. Circunstancia que no ocurre durante el
periodo científico, en el que predominan los estudios de laboratorio.

Psicología precientífica
!Y 1 Edad antigua y época medieval
i El " - sus principales representantes cabe destacar:
o Ameo Seneca (4-65)
Se le viene a considerar como un antecedente de los planteamientos de Huarte de San Juan
:a del temperamento.

En sus aportaciones acerca de la inteligencia distingue entre unas concepciones de orden


" z ,..' sbfico y otras más pragmáticas. Así mismo en su &Deinstidutione o r a t o ~ i aya~ aporta di-
-- -
dim mi en tos para mejorar la memoria de los oradores.
oro de Sevilla (560-636)
Ensalza la introspecci6n como metodo más adecuado para conocer el alma humana,
- Abengabkol o Avicebron (¿ 1022-1070?)
A destacar su afirmación de que la observacián es el sistema más adecuado de que dispone el
hombre para conocerse a sí mismo.

Distingue entre un «entendimiento agente» y otro «paciente*. El primero de ellos se en-


muga de actuar sobre las imágenes de nuestro cerebro, generando ideas y abstracciones. A nivel
de curiosidad, niega la existencia de la personalidad,
- dado que equipara al hombre con los ani-

1 De disponer de mayor espacio cabrín qeñalar a Domingo Gundinsalvo (s. WI), Pedro Hispano

$5 bien no todos apartan primitivos ~1~~"~12:cS-Iiientos


de estudio (como sucede con Quhtiliano o
Bidoro), el 4Bsto plantea o señala elementos cuyo conocimiento puede resultar. importante.
desarrollo y de la inteligencia

5.1.2. Época Renacentista


Luis Vives, Fox Morcillo, Huarte de San Juan y Miguel Sabuco merecen especial atención.
- Luis Vives (1492-1540) I
Son diversos los autores actuales (incluso fuera de nuestrris fronteras) que le consideran co-
mo el d'adre de h Psicología Moderna». 1
Insiste en que es necesario dejar de lado el estudio de cuestiones cuyo conocimiento es
inasequible a trav&sde la observación y la experiencia, debiendo centrarse el inbrés ea aquellas ac-
tividades que son más vitales, A él se debe la ubicación dentro de la vida racional de funciones ta-
les como: inteligencia, juicio, razón, memoria, etc.

- Fox Morciiio (41526-1560?)


Comienza a efectuar localiza~ionescerebrales de lo que él denomina «sentidos internos»:
l
Sentido comiln: Tiene como misión unificar las sensaciones captadas por los diversos -
tidos. Lo ubica en la parte frontal del cerebro.
Memoria: Su finalidad consiste en mantener las imágenes de lo percibido en ocasiones pa-
sadas, se localiza en el lóbulo occipital.
Imaginación: Se asienta en la parte media del cerebro. Su actividad consiste en indagar
acerca de Ls imkgenes resultantes del análisis reaiizado por el sentido común.

- Huarte de San Juan (1529-1588).


El patrón de la actual Psicología Española afirma enla introducci6n de su archiconocido
c&xarnen de los ingenios para las Ciencias*:

«Saber,pues, distinguir y conocer esas diferencias naturales de2 ingenio humano y aplicar con
1
1

arte a cada uno la ciencia en la que más ha de aprovechar, es el intento de esta mi obra» (Huar- {
te de San Juan, 1575).

En diversos momentos y por parte de distintos autores se le ha reconocido como uno de los
más importantes predecesores bien de la Psicología Diferencial, Selección y Orientación Profesio-
nal como de la Evaluación Psicológica.
Con el fin de conocer las discrepancias existentes entre los seres humanos Huarte apunta la
posibilidad de utilizar ciertas pruebas o procedimientos de evaluación (repetir en orden directo o
inverso las letras del alfabeto en un tiempo determinado o recitar determinados números en base a
una cadencia establecida de antemano, entre otras posibilidades) de determinadas habilidades.
latina se van analizando los datos facilitados por los sentidos.

-3. Época Moderna e Ilustrada


Se trata del periodo más amplio, ya que incluye los siglos xvn, xvm y primera mitad del XE, se-
Rodríguez Rodrígucz (1981).
El principal aspecto que caracteriza a esta fase es el retraso con el que las corrientes filosóficas

ya se indica en el estudio realizado en la primera parte de este capítulo) van a influir, provocando
ardo y poniendo cortapisas a lo que debe ser considerado como una evolución precisa y necesaria.
Lo curioso de la situación es que tal estado de cosas no se circunscribe sólo a estos siglos ya pasa-
s. Saiz Barberá (1978) cuando habla de las corrientes foráneas de estas epocas las acaba calificando
M WRLURCI~N PSICOL~O~CR.Concepto, prouso y aplicación on las ómat clul dosarrollo y d<s le Inkligsncio

de «la psicología extrarzjerizada,laica y materialista de los siglos XVIII, xm y xx»,la cual aparece como
contraposición de aquella otra «milenaria y tradicionalmente cristiana>> que es la autóctona. La predic-
ción que lleva a cabo este autor, a todas luces no objetiva y por tanto guiada mas por posicionamientos
personales, es que nuestro país (i.. . ~ienefinesprovideeacialescontra los cuales se estrellar& 20s ewlba-
tes de la Psicología hterodaxa y atea>».Por suerte, el tiempo lo devuelve todo a su cauce, casi siempre.
La época que nos interesa continúa cmuterizándose por la estrecha vinculación entre Psicología
y Filosofía.

- Siglo XVII
El pensamiento místico va a marcar estos años. Francisco Suárez (1548-1617), Juan de Santo
T o d s (1589-1644) y Juan Martínez de Prado (¿-1668) son quienes destacan dentro de nuestro ob-
jeto de interés, especialmente Francisco Sukez.
Es acerca de quien se conserva una mayor cantidad de documentación y aunque sus aporta-
ciones tienen un caracter metafísico y ontológico, insiste (en lo que afecta a la Psicologfa) en que
para el conocimiento del alma y sus potencias es necesario estudiar su actividad o, como se dice en
el presente, sus manifestacianes.

- Siglo xvm
El movimiento ilustrado hace su entrada en Espctña (aunque con retraso) como resultado del
aperturimo de Carlos III y de la Guerra de la Independencia. Este movimiento, con unos radicales
eqiristas-materialistas y en el que se acaba integrando el dualismo (cuerpo-mente) cartesiano, ve
en Sevilla y Valencia los principales focos.
Tiene lugar una orientación hacia la metodologia empirista obsewacional difundida por
Francis Bacon o Thomas Hobbes.
Salas y Cortés, Justo Garcia, Tomás Níiñez y Martel (todos ellos docentes en Salamanca) son
algunos de estas fíl&sofos-psic6logoque entran en contacto (muy brevemente) con las ideas posi-
tivista~,empiri~tasy asociacionistas y que pudieron ser el inicio de una Psicología Experimental.
De todas formas se trata. de un intento que rilpidamente fue abortado.

- Siglo xna
En esta centuria va a producirse un nuevo avance, en ella se pretende conjuntar las ideas tra-
dicionales y las actuales en aquel entonces, resultando un movimiento fisiológico-frenológico que
mayoritariamente va a estar coordinado por profesionales de la Medicina como Hernández Morejón
( L -1836), Labra y Soldvilla (¿ -1839), Monlau (1808-1871), Herrera Davila (¿ - L), Alvera (¿ - ¿),
MulZoz y Capilla ( L - i,), Gubí y Soler (1801-18751, estos cuatro últimos localizados dentro del mo-
vimiento frenológico.
Los representantes de h Medicina ( H ~ r n h d e Mmejh,
z Labra y S ~ l d e ; v i lrepesatan
l~~ los
polo%mtxe 70s que se &genvcívft%el quehawr investigador m6dico en es& &poca: d o d o k-
dustivo y l6gico y un materialismo a 1i1trwa que venía a suponer que al @onochkntose raduc1; a

t!
- Monlau
En su a;Curso de Pdcologian de 1849 ya se mueshs pmididano do una psead~separaúónen-

-1
Influenciado por el Positivismo, considera que la Psicología es una «ciencia positiva, le-
gitima y experimental, que tiene un objeto bien determinado» (Monlau,1866). Dicho objeto son ;.
los fenómenos psicológicos, los cuales son susceptibles de observación, análisis, experimenta-
ción y se encuentran sometidos a unas leyes determinadas. - . .

1
- r a

D..
i Asimismo opina que el estudio de los mencionados fenómenos psíquicos debe realizarse
mediante la ayuda de cuatro procedimientos:
Observación.
Análisis del lenguaje.
Análisis del sentido.
Estudio de la historia de la Humanidad. , - . -
f,
- . - * -

.
L

r
i Finalmente en los años 1871 y 1875 aparecen respectivamente los «Elementos de Higiene
; Pública, o arte de conservar la salud de los pueblos» y <<Elementosde Higiene Privada, o arte de
conservar la salud del individuo*, en ellos se deja ver claramente su formación mddica y en los que,
I
lo que hoy en día se ha dado en llamar «Salud Mental», ocupa una parte importante de los textos.
- Cubí y Soler
Es, en cuanto a los frenólogos, el más destacado aunque, durante su larga estancia en Estados
1 Unidos, autores como Herrera Dávila, Alvear o Muñoz Capilla ya se encargaron de difundir las ide-
as de Gall, a pesas de no haberlo hecho con tanta influencia como Cubí.
No se hablará de las contribuciones de estos estudiosos por cuanto en el caso de Cubí, sobre
todo, son conocidas o, en todo caso, representan una mera transmisión de pensamientos con algu-
nas innovaciones - e n cuanto a los restantes investigadores-.
- De manera simultánea se detecta durante el inicio de la segunda mitad del siglo m la influencia
del Smsismo Escocés o Movimiento Escocés del Sentido Común. Este infiujo se deja notar en hom-
bres de la talla de Martín d'Eixalá (1808-1857), Llorens y Barba (1820-1872) y Letamendi (1828-
1877). El primero de ellos será maestro del segundo y éste ejercerá una gran influencia en el tercero.
Todos ellos abogan por una Psicología y un método de trabajo eminentemente experimental, el cual
contraponen a una metodología demostrativa racional de corte más filosófico.
Se finaliza esta secuencia temporal haciendo una llamada de atención acerca de una Psicología a
la que se podría identificar como poseedora de importantes componentes de la Filosofía Neokantiana,
- .

hecho que a menudo es olvidado.


Los exponentes más representativos resultan ser los sevillanos Manuel e Ignacio del Mármol,
quienes recogen la tradición de Wolf (cuyo pensamiento influye inicialmente en Kant) y aceptan la se-
paración que hace éste entre Psicología y Filosofía Natural, así como la división de la primera en «em-
pirica y racional» -recuérdese que Monlau (1849) parte también de esta base.
También Rey y Heredia (1818-1861) puede ser considerado como un representante de este movi-
miento.

En su «Curso de Lógica» (1849) a pesar de mostrar una importante carga filosófica, dedi-
ca un amplio apartado a la Metodología, en el que el estudio del m6todo analítico-inductivo,ob-
servación, experimentación, planteamiento de hipótesis, definición y consideración de la Cien-
cia como fin del método, se encuentra envuelto en un halo que, salvo algunas imprecisiones
justificadas, traslada a cuestiones y conflic<os de lo más actual.

En último lugar destacar que no sera hasta finales del siglo XIX (prácticamente igual que en el
resto del mundo con pequeñas diferencias) cuando la Psicología española -y por extensión los primi-
tivos sistemas de diagnóstico y evaluación- se consolide como ciencia independiente, viéndose así li-
bre del influjo filosófico.
' 1 1

5.2. Psicología científica


Al entrar en un período de tiempo más cercano a nuestra realidad es muy adecuado seguir la se-
cuenciación que planteayela en 1976. Se trata de una ordenación que aunque olvidada con el paso del
tiempo, obedece a un firme conocimiento del devenir de la Psicología en España. En este caso la siste-
matización no se debe al tiempo, sino que se centra en las personas.

5.2.1. Los precursores


Mayoritariamente desarrollan su labor a lo largo de la segunda mitad del siglo mx, aunque su in-
fluencia se dejará notar en el siglo siguiente. Es viable organizar sus aportaciones en dos grupos: uno
de raíz krausista y otro de carácter más científico-médico e influenciado por el Positivismo.
sta es preciso reconocer que en
ipio va a carecer de vinculación con la Psicología. Su introductor en Es-
es Sanz del Río (1814-1869); aunque será su discípulo Francisco Giner
quien al unir su reducida (pero
ncial) labor psicológica con sus creencias de carácter fiosófico, de lugar
denominado ccgrupo bausista».
En 1874 Giner de los Ríos publica junto a Eduardo Soler y ALfredo
e el resto de su produccion se
en la Pedagogía, titulado «Lecciones sumarias de Psicologíazz. Cabe
las ideas de la incipiente Psi-
a la asunción de la relacibn
-
Figura 2.24
FranciscoCiner
de los Ríos

Es interesante la atracción de estos autores por la Psicologfa Individual, centrando su interks en


estudio de las diferencias debidas al temperamento, sexo, carácter y aptitudes. En este sentido no só-
se podría considerar a Giner como un precursor español de la Psicología Diferencial, sino también
la Orientación Profesional.
En cuanto al grupo científico-médico, será Pedro Mata (1811-1877) el más representativo. Es
dario de una Psicología de base fisiológica y con claras influencias de la Frenología, publica -
e: otras obras dignas de interés- «Criterio médico-psicológico para el diagnóstico de la pasión
locura» y «Tratado de M~zemotécnia»,En ellos recoge toda una gama de procedimientos fisio-
cos-psicológicos para discriminar entre los diversos estados de la razón humana y sus capa-

.a. Los fundadores. Constitución de la Psicología Cientiñca


al terreno de la Medicina- van a constituirse en los
os representantes.

Luis Símarro (1851-1921) (ver Figura 2.25) es considerado el introductor de la Psicología Expe-
do también la primera a nivelmundial y que se esta-
en Neurología como Psiquiatría y Fsicalogfa. Desgra-
mcritos (en más de una ocagión se le ha tachado de
estigador krafo), siendo necesario recurrir a las notas de sus ~ ~ S C ~ P Ucorno
~.D S por
. e~emploVi-
Ein el h b i t o de la Psicología aplicada Simarro aparece como creador de diversos tests, alguno
de los cuales sería desarrollado con posterioridad por Mira y López, según indica Viqueira (1939).
Turró (1854-1926) (ver Figura 2.25) presenta la innovación de intentar explicar9estudiar e inves-
tigar sobre los fenómenos psíquicos desde una óptica genética, impregnada así mismo de una metodo-
logía positivista-experimental.
En cuanto a R w 6 n y Ca~al(1852-1934)(ver Figura 2.25) poco hay que exponer por ser su obra
suficientemente conocida. Baste tan solo con decir que sus descubrimientos acerca de la neurona per-
mitieron y facilitaron la comprensión de las bases fisiológicas de la conducta.

Achúcarro (1881-1918) junto a Rodríguez Lafora son identificados como los fundadores, en
1914, del primer laboratorio de: Psicología Aplicada española, perteneciendo al Patronato Nacional de
Anormales. Ambos formaron una excelente pareja de investigadores que llegaron a tener reconoci-
miento a niveles intem~cionales.En este sentido cabe destacar que Achúcarro fue nombrado Doctor
Hanoris Cauaa por la Universidad de Yale a comienzos de la primera década de siglo.
Rodríguez Lafora (1886-1971) conjuga de una forma coordinada la investigación clínica teó-ri-.
ca y práctica con la acción social. Se le reconoce como promotor de la fundación de instituciones co-
mo: Instituto Frenopático, Instituto Medico-Pedagógico de Carabanchel, Liga de Higiene Mental y
Consejo Superior Pedi&tri~o. Simultáneamentejunto a Ortega y Sacristán crean en 1920 la revista Ar-
chivos de Neurobiologfa, considerada como la primera publicación periódica sobre Psicologla en
nuestro país.
En cuanto a la cuestión del Diagnóstico, una de sus constantes preocupaciones junto con el Tra-
tamiento, su intergs se centra especialmente en niños deficientes mentales. Publica diversos manuales y
artículaa entre 1930 y 1933 y en los que la entoncespujante Psicotdcnia ocupa un lugar importante.

-
Figura 2.25
Luís Simarro, Ramón Turró y Santiago Ramón y Cajal.
. Con respecto a los instrumentos (tests), Rodrígnez Zafara hace constantes llamadas de atención
el fui de perfeccionarlos y obtener así unos resultados fiables y válidos. Reconoce que las pruebas
personalidad eran incompletas dado que no proporcionaban datos sobre la personalidad total de los
;xaminados, teniendo en cuenta que ésta incluye tanto componentes heredados como otros aprendidos
quiridos. Especialmente su texto d o s niYaos mentalmente anormalesr>puede ser considerado como
de las mejores recopilaciones de los tests infantiles del momento.
1 Se muestra partidario de un triple acercamiento al diagnóstico infantil, puesto que hay que tener
menta su evolución escolar (el hoy diagnósticopedagógico), sus conocimientos extraescolares (más
ladrahle en un diagnóstico psicológico y en el que las pruebas Binet-Simon,Yerkes-Bridges, Teman
S
,. Laberintos de Porteus jugaban un importante papel) y su salud física (tratkdose en este caso de un
gnóstico mkdico), de esta manera se consigue una visión integradora de ese niño objeto de estudio.
Finalmente hay que reconocer que Rodríguez Lafora es uno de los príslclpaTes críticos de la épc4;-
e los instrumentos de evaluación, sobre todo de los de personalidad como ya hemos apuntado, ea
o a que reconoce su imperfección, no obstante considera que ccpor ahora más vale seguir practi-
los con todos sus inconvenientes antes de entregarse a la inacción» (Roddguez Lafora, 1930).

os consolidadores de la Psicología Científica


Este asentamiento definitivo se debe a la labor aplicada que de la Psicología se realiza a partir de
20. Tarea aplicada que eminentemente tiene un sentido psicotécnico y psicopedagógico, foca-
se en dos ciudades: Madrid y Barcelona. Mira y López (1896-1964), Germain (1897-1986) y
(1897-1989) pueden ser identifzados como los principales personajes de este período.
Mira y López puede ser considerado como uno de los investigadores españoles con mayar pro-
ión internacional (recuérdense los resultados del estudio de Boeing y Watson en 1968 y ya
estos). No en vano, antes de su exilio en 1939 es uno de los promotores y organizadores de las se-
as (1921) y séptimas (1930) Conferencias Internacionales de Psicotécnia.
Ya en 1919 tuvo sus primeros contactos con la primitiva Evaluación Psicológica al inctx-porarse
oratorio Psicotécnico Municipal de Barcelona y en 1927 es nombrado director del Instituto de
ación Profesional de la misma ciudad, donde la práctica de la Psicología Aplicada se convierte
a labor constante que transciende de forma que, en aquellos años se llega a hablar de una Escuela
arcelona (Miralles, 1985) frente a una Escuela de Madrid.
Intentar captar de forma específica y en unas pocas líneas las aportaciones de Mira y LBpez a la
ología, Psicodiagnóstico y Psiquiatría es una labor descabellada y supera con creces cualquier pre-
n. Si bien durante años ha sido olvidado unas veces y en otras se le han adjudicado aspectos n s
s a su prdctica profesional (durante bastantes años propagandísticamente se le consideró coma
or de las Checas del Gobierno republicano), en los iiltimos SO años su prestigio ha ido creciendo
mera marcada.
70 E V ~ L U ~ C I PSICOLÓGIC~.
ÓN Concepto, proceso y aplicación en ios áreas del desarrollo y de io inreiigancia

Sus manuales ccPsic01ogla de la Guerra» y «Psicología Jurkdica» siguen siendo aún en el pre-
sente fuente de lectura obligatoria para muchos de los profesionales que se desenvuelven en estos ám-
bitos y en los que es posible profundizar en la técnica que creó: el Psicodiagm5stico Miokinético
(PMW.
Es posible afirmar que Germain junto con Mira y López constituyen las bases de la Psicotecnia
en España, especialmente en los años que preceden a la Guerra Civil. Se constituye en el sentido de
coaseguir su aceptación a niveles sociales, asl' como su inclusión en aras de conseguir una información
importante en áreas escolares (orientación y clasificacián), laborales y de investigación. Tal y como re-
coge Carpintero (1994) cuando en nuestro país hacia 1934 se elaboró la reglamentación relativa a la
circulación vial, se consideró necesario que los conductores de primera clase superasen un examen psi-
cotecnico,recomendación que se ha ido manteniendo con altibajos desde aqud momento y que se ha
generalizado aun más a partir de los años 80 del pasado siglo.
Miralles (1985) le incluye en lo que él viene a llamar la slEsczaela de Madrid>>en contraposicion a
la de Barcelona. Mira y López forman parte junto con Mercedes Rodrigo y Valenciano del equipo de
profesionales que acuden al Instituto Médico-Pedagógico de Carabanchel fundado por Rodríguez Lafora.
En el campo del diagnóstico aplicado adapta y crea muy diversos instrumentos de uso todavía
eficaz. En 1930 realiza con Mercedes Rodrigo la adaptación española del Stanford Binet, prueba que
alcanzó un uso frecuente m el entonces Instituto Nacional de Psicotécnia entre 1930 y 1936. Hacia
1932 construye el test Madrid con una finalidad inicial de Orientación Profesional.
La Guerra Civil va a suponer, no sólo en el caso de Gennain, un aletargamiento de la actividad
cientffica durante su desarrollo y en los años inmediatamente posteriores. De esta manera hallamos que
profesionales como Mira y López (quizás el más destacado) deben abandonar nuestro país y orientar su
actividad profesional a Estados Unidos y diversos países de Arnbrica del Sur. Los que permanecen en
Espaaia deben constreñir sus trabajas e intereses a un planteamientopolítico concreta a la vez que redu-
cir sus contactos con el exterior.
A pesar de la incuestionable importancia de Germain para la Psicología y el Psicodiagnóstico es-
pañol no vamos a extendernos más en sus aportaciones puesto que, afortunadamente, es una de las
grandes ñguras de la Psicología que nos ha dejado m biografía y una extensa relación de sus aportacio-
nes (se trata de diversos artículos distribuidos en diversos números de la Revista de Historia de la Psi-
cología y Psicología General y Aplicada).
Otros varios autores, muchos de ellos pertenecientes a la Medicina y la Psiquiatría, van a hacer
interesantes aportaciones a la Psicotécnia del momento., No debemos olvidar a Sacristh quien, en
1925, publica el primer texto en castellano sobre la técnica de Rorschach y es considerado como uno
de sus principales difusores en nuestro país. Mallart y su Cuadriperceptímetro que podrfa encuadrase
en lo que hoy en día se vienen a considerar Técnicas Objetivas. Juarros, Rodríguez Arias, Femhdez
Sanz forman parte de un largo listado de investigadores que lograron el auge de la Psicologfa a la vez
el p&ec~ioneunlento de la instfu-mentacibndiagri&stica,llegmdo a mnsegair q u la
~ Ciencia psico-
, sus estudios y procedimientos, fuesen aceptados a nivel gubmmmtal y social.
Paulatinamente los laboratorios de Psicologfa Experimental y Psi~ologíaAplicada haron adqui-
do carta de naturdeza, de esta manera no es exoraño que en los años 30 se les halle btaladas tanto
stituicionespúblicas como en centros privados d e s como:
- El fundado originalmente por Simarro en la FtwuLtad da Ciencias de Madrid y dirigido en
aqueuos momentos por Rodrigo Lavín, Se trató de un centro que fue perdiado empuje de
manera paulatina hasta que finalmeate acabó por ser cerrado y trasladado a la Facdtad de Fi-
losofia y Letras; aunque dejando de lado los fines implí~tosen su constitución.
- Georges Dwelshauvers (1867-1937), de nacionalidad belga, organizú a petición de- la
Mancomunidad de Cataluña un laboratol-io de Psicologia E;upeximental que u n q u e d~
breve perdarabiliaad (1922 a 1924) tuvo un ~iertoimpacto. De hecho puede ser considerado
como una de las clásicas muestras de las implicaciones que las circunstancias polfticas vie-
nan a t6ner en nuestra Ciencia. Nace a instancias con una firme préocupaci6n experimental
pero orientada hacia la Pedagogía p r o sus k e s se desvanecen a conmuencia de la Dieta-
dura del general Primo de Rivera cuando &te disuelve la Mancomuddad que le servía de
soporte,
- Laboratod~de la Escuela de Estudios Superiores de Magisterh de Madrid. Orientado y dedi-
cado bgsicamente a cuestiones de desmllo pedagógico.
; - El padre Palmés (1878-1963) fue el encargado de organizar el laboratorio (psieoti.cnieo) en
A el colegio de los jesuitas de SaPriá en 1925 cuyos fines se diriglan h&a la orientaci6n acade-
mica y profesional.
- Instituto de Orientación y Selección Profesional de Madrid, en cuyo seno se constit& ei
Comi~ Nasional de Orgmimción (Yientifica del Trabajo, a cargo de Madariaga y Mitllart
(Pérez,2003).
i - Instituto de Orientación Profesional de Barcelona5i, cargo de Mira y Ldpez y s-u C ~ I ~ Q ~ P -
diente Laboratorio Psjcotécnico, siendo en d primero de ellos donde elaborá su Te;s-is$&&o-
ral aerca de las comeLaciones sorncl.tir:asasociadas al trabajo mental,
- Instituto para la Reduc&ón Profesional de Imrálidos delTrabajo de Cmbaa~bel,dirigido a
sa vez par Mallart.
- La Obfa de ProtecciQna la Infancia Incluía un laboratorio de Psicologia Infantil creado por
FoXch.
1 - instituto Médico-Pedagógico de Garabanchel organizado por Rodrígues Lafara en 1925 y
smgido para complementar la falta de intm& g u b m a m m a acerca de la deficiencia mental.
12 r rbM.UBUdtiN PSICOC~%ICB. Comapto, proceso y aplicación aa;nlas áreas da;l dssarrollo y de tu imfigancia

En aquella época atrajo y consiguió la colaboración de Germain, Mercedes Rodrígo [que ha-
cia estas fechas sería su directora pedagógica @errero, 2003)J o el propio Valenciano.
- En una Unea similar al anterior cabe citar a la Escuela Central de Anomiales de Madrid.

5.2.4, Los polemistas a época de crisis de desarrollo


Abarca esta fase los momentos previos al comienzo de la Guerra Civil (años 1934 o 1935) hasta
el inmediato final de ésta (1939). Si el período que acaba de finalizar se considera un momento de
desarrollo y evolución eficaz de la Psicología española, de manera que no implica sólo la salida
de nuestros profesionales fuera de nuestras fronteras para formarse, sino tambien para hacer arias
aportaciones y demostrar el grado de avance de esta ciencia en nuestro país, éste que ahora se enuncia
se caracteriza por suponer un claro estancamiento.
Asi, como indica Pelechano, la Psicología vuelve a ser <<laCiencia que estudia el akrma~>.>,
es d e
ciq nuevamente se retorna a los planteamientos filosóficos, con el consecuente relatívo olvido del Psi-
codiagnóstico. La tradición y los trabajos de autores como Simarra, Rodriguez Lafora o Mira y López
son rechazad~so ignorados, bien por la adscripción ideológica de algunos de los investigadores, bien
por no coincidir en el ámbito neoesc.olástico imperante.
No obstante, dentro de esta corriente neoescolástica se generó un marcado interes por la Psicolo-
gía Experúnental y por la medida de los individuos en situaciones controladas y, por tmm, facilitadas
por el laboratorio. Religiosos corno Ugarte de Erciila (1884-1940), el ya citado padre P a h é s y Barbado
(1886-12)45) serán los principales representantes de este movimiento. Do manera especial el padre Bar-
bado (con seguridad el más conocido de todos por la posteridad) y su labor hicieron que se llegue a afir-
mar que es quien wn.ds ha contribuido con sus obras, su enseriaraza y las institucionm que organizó, al
renacimiento de la Psicologí~espaiaoda desde 1939%mela 1954). No obstante habría que insistir en des-
tacar sobre todo su afán por la investigación y el desarrollo de las ciencias psicológicas más que por su
insistencia en considerar las obras de Bíistóteles y Santo Tomás de Aquino como elementas claves de la
Psicología. A modo de anécdota cabe resaltar que fue uno de los prúlcipdes opositores al Conductismo
por considerarlo un *verdadero nihilismo psicológico» (Barbado, 1943) dado que su claro materialismo
y apartamiento del ideal introspectivo hacían que esta corriente se apartara de las ideas escolásticas,
A modo de epílogo de estos años insistir da nuevo en el hecho de que circunstancias politícas,
sociales y bélicas inciden de m e r a que los desarrallos científicos se vea entorpecidos, enlentecidos e
incluso rechazados,

5.2.5. Los unificadores o &posade madurez


Finalizada la contienda bélica y una vez superada la más inmediata posguerra y con el condicio-
nante que viene a suponer el aislamiento de España del resto de las naciones por encontrarse éstas en
-
oceso y aplicación en hs ápew det &smrOaa y Ba; i~bbwbe

Un ejemplo que viene a demostrar lo productivo de las actividades que se venían haciendo hasta
el momento se encuentra en la Memoria Anual (correspondiente a 1951) que publicó el ya citado De-
partamento de Psicología Experimental del Instituto de Filosofía Luis Vives del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC). Centrando la atención sólo en la tarea desarrollada en la adaptación
y creación de instrumentos diagnósticos cuyo departamento (de Psicometría y Tests) dirigía Mariano
Yela es posible citar lo siguiente:

DAPTACIONES EN P E R Í O D ~EXPERIMENTAL CON I N k C A C I ó N DE LOS CORRES:"


_ . .
]
3NDIENTES INVESTIGADORES: ;f;f: .. ,l.! . . -
r. - '4 1
Escala de Inteligencia de Wechsler-Bellevue (W-B). Adaptaciijn de Siguán, Herr
Cocchi, Guera y Pertejo. Hasta ese momento disponían de 6000 protocolos.-.,;.,--:+*Pk,:
Aptitudes Mentales Primarias (PMA). Gennain y Secadas. 400
Kent Emergency Scale (KES). Germain y Secadas.
Cuestionario STDCR. Germain y Secadas.

dríguez y la de los chicos organizada por García


. Test Wartegg. Pinillos.

OPIOS CONSTRUÍDOSY OTROS

a. Test autocinético.
b. Test del triangulo.

Test progresivo Madrid.


Tal y como se puede verificar, dada la época y las condiciones de la
paila de los años 50, la labor desarrollada no tiene demasiado que envidiar
otros países, sobre todo si se tiene en cuenta que se trata del trabajo llevado
cabo por uno de los centros de investigación (posiblemente el más presti-
oso; pero al ñn y al cabo sólo uno) que en aquel momento había.
Otra de las cuestiones a destacar es la productividad propia en cuanto
arataje e instrumentos; muchos de los cuales no han llegado a tener conti-
ero sí demuestran un interés en el perfeccionamiento de las medidas
en contextos españoles. -
Figura 2.26

Asimismo, ya en estas fechas comenzaba a destacar el qu-e sin lugar a lose Luis Pin'llos.
s puede ser considerado como uno de los pilares de la Psicología españo-
de la mitad del siglo m: José Luis Pinillos, por excelencia: el Profesor (ver Figura 2.26).
Estos tímidos intentos creativos son el prólogo de lo que puede entenderse como un segundo
mento dentro de esta fase que nos ocupa. A p e s a de que las adaptaciones continuaron y continúan
hoy en día (cosa completamente normal si consideramos el nivel de productividad del ámbito an-
comienza la elaboración propia de tests tales como: test de Memoria Auditiva Inmediata
,Batería de aptitudes Generales, test de Cultura verbal (TCV), test Elemental de Inteligencia
test de Rapidez de Movimientos, de Rapidez Bimanual, Inventario de Adaptación de Conducta
,test de Percepción Taquitoscópica, Inventario de Hábitos de Estudio (m), etc.
Finalmente, otro de los hitos de esta fase es la llegada de la Psicología a la Universidad, aun
do durante años habían existido cátedras y asignaturas, es a partir de la creación de las secciones
sicología en las Facultades de Filosofía y Letras (BOE de 20 de Agosto de 1969) cuando nuestra
fesión adquiere auténtica prestancia universitaria. No obstante estas secciones se fundan originaria-
te en Madrid y Barcelona, estableciéndose de forma progresiva en el resto de España (en 1975 con-
an creándose algunas de ellas todavía como en el caso de Sevilla).
Estudiar individualmente a cada uno de los autores que conforman este período, tal y como hemos
do haciendo hasta ahora resulta algo fuera de lugar, dado que se trata de personas cuyas aportacio-
son sobradamente conocidas por todos (por haber sido discípulos directos o indirectos, por haber
ado mediante sus manuales y/o trabajos de investigación). Por otro lado, muchos de ellos prosi-
aún hoy en día contribuyendo al avance de la Psicología, él Psicodiagnóstico y la Evaluación. En
a todo ello, nuestro intcnto no sería más que poner un tope a unos investigadores cuya producción
ogreso no permanece en absoluto inactiva.
Existe una Última razbn, no científica pero si afectiva y pe~sondaccesible a cualquiera que lea estas
as: ¿a usted le agradaría (estando aún vivo -y con plena conciencia de su peso especifico en la Psico-
a-) encontrar en un texto que se le considera como un componente básico de la Evaluación; pero que
ya parte de la historia de ésta? A mi, por lo menos, NO. Inconscientementetodos llegarnos a consi-
que la historia forma parte del pasado, aun cuando racionalmente rechazamos esa tendencia.
La mayor parte de los autores suelen concluir su estudio histórico en este momento que acab
mos de analizar (y que cada uno de ellos denomina de forma diferente). La causa se debe a que se hal
cerca del momenta en el que publicaron sus trabajos (años 70 y 80). A pesar de ello no se puede neg
que en los ultimos años han aontecido como para pensar en un sexto apartado que - e n función de
terminología hasta ahora seguida- denominm'arnos: d o s propagadores>>.

5.2.á m~ropagadoses
.- o etapa de expansión
-El estudio que se va a realizar tiene un carácter descriptivo ya que, en m5s de un caso, las aporb
cimes precisan de revisiones, siendo el futuro quien se encargará de juzgar y decidir su valor y en
presente, carecemos de la suficiente perspectiva para hacerlo de forma eficiente y eficaz.
iF
Esta fase se iniciaría en el momento en el que los historiadores de la Evalmción y el Diagnóstico
suelen finalizar la anterior, es decir, con la salida de la primera promoción de psicólogos de las Univer-
sidades en 1971,
Una vez instalada la Psicologia en los c6ntros d~ educacidn mperisr, con Io que de aceptacida
instituoional entraña esto, se abre una nueva era tanto para la investigación como para la enseñanza y
preparación de futuros profesionales.
C m el paso de los años (comienzos de los 80), las Secciones de Psicología acaban por indepen-
dizarse y constituirse en Facultades (acción finalizada en la totalidad del Estado espafiol hace pocas fe-
chas) con la mejora que esto implica en los planes de estudio en cuanto a su separación de los de Filo-
sofia -en el caso de Sevilla se trata de una de las primeras Facultades de España en la que esto
sucedió. Simultáneamente esta independencia favorece el establecimiento de Departamentos y, a conti-
nuacidn la de Áreas de Conocimiento (ubicándose el original Psicodiagnóstico y la posterior Evalua-
ción Psicológica dentro de la denominada Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos~.
Los 90 suponen la creacic'rn oficial de las Facultades de Psicología en nuestro país, desaparecien-
do las denominaciones de 'Facultad de Filosofía y Letras y Psicología.
Finalmente, el comienzo del nuevo siglo supone para la Evaluación una nueva serie de retos al
verse implicada tanto directa como indirectamente en el Titulo de Especialista en Psicología Clínica o
en la integración en el marco de estudios europeos (Espacio Europeo de Educación Superior -EE-
ES-) que supone una fecha tope de adaptación en la primera decena de este casi comenzado nuevo si-
glo; aunque a nivel eqa-ntal ya tendrh lugar los primeros intentos en octubre de 2004.
El empleo de los tests, tan frecuente unos años antes, pasa por un perlodo de crisis que se. pu&
identificar con el desarrollo de la Terapia de Conducta y, en consecuencia, del AnCilisis Funcional de la
Conducta. En otras palabras, no se trata más que de una extensión del conficto que en Estados Unidos
ocurrió unos años antes entre la Evaluación Tradicional y la Conductual. Esta crisis, que Pelechano
(1988 a) localiza entre 1975 y 1983, se ve agravada por lo deficiente de algunas adaptaciones de tests
realizadas y entraña un re.chazo a cualquier tipo de instrumento que no cumpla los requisitos preconiza-
dos por el d s estricto paradigma conductual.
Se inicia, por tanto, el auge de las Escalas de Evaluacidn, aunque el paso de los aflos ha venido a
postrar que la versión castellana de éstas también incluye errores importantes. El más frecuente, que
ghoy en día parece haberse superado casi en su práctica totalidad, consistía en hacer traducciones li-
s de las pruebas originales, con 10 cual era fácil hallar m ellas situaciones y cuestiones que, a pe-
de ser habituales en la cultura anglosajona, nada t~níanque ver Con aquellas otras propias de la cul-
europeo-latina-espaiíola.
Superado ese enfrentamiento entre lo conducíaal y lo tradicional, una vez que las aguas han
a su curso, se dirige de nuevo la mirada hacia los denominados tests cldsicos, trabajhdose con
s desde nuevas orientaciones.
En cuanto a la investigación, a medida que los medios técnicos lo han permitido, los estudios psico-
cos sobre fiabilidad, validez o estancbización se han ido haciendo cada vez más exhaustivos y exactos.
La práctica clínica aplicada en centros hospitalarios, que pasó por un momento crítico en los
70, vuelve a tener importancia al tomar conciencia los diversos profesionales de la Salud y de la
d Mental del incremento de las necesidades que han supuesto los cambios ocasionados en sus in-
iones a consecuencia de las peticiones de los usuarios.
Los psicólogos regresan otra vez a los hospitales en los 80 con los programas PIFt -PsicCilogo
o Residente- (ya existen precedentes a finales de los 70, concretamente en la Unidad de Psico-
ra del Hospital Un Viirgen de la Macarena) y ello suponer que la actk
se va a extender pc ?asunidades de estos centros. 1 'nominada hace unos
lompcrrtamental, la de Programas de Intervención Calidad Asistencia1 (
más consideradas) ha ido obligando a la incorporación de todo un nuevo bagaje instmmental que
a ese momento concreto se venia desconociendo o sobre el que no se tenia experiencia (hoy en día,
el contrario, dicha experiencia se encuentra suficientemente probada).
En cuanto al marco te6rico del Psicodiagnóstico y de la Evaluación Psicológica, las contribucio-
teóricas son conocidas con una mayor rapidez que en años anteriora, no ya sólo por la facilidad de
plazamiento de los profesionales entre los diversos países, por la mejora del acceso a la información
día cualquier Facultad pone en biblioteca de suscripciones rev&as foráneas Con una an-
d mhima de entre 15 3 años) c w la difusión de revistas en )POrte informiitico, sino tam-
&na causa de que los textos y manuales se traducen con una mayor rapidez que antaño.
,
, En relacián a lo planteado en el p k a f o anterior basten los siguientes ejemplos:
. - El texto de Anastasi «Tests psicológicos» ve la luz por primera vez en Estados Unidos en
1966, mientras que la primera publicación en Espafía es de 1973. Este manual ha ido tenien-
do diversas ediciones con el paso de los años, la Gltima (la 7.7 data de 1997, habiéndose edi-
tado en nuestro pds en 1998.
- Junto con el anterior, el manual de Cronbach fluradavnentos de la exp1owcio"apsicológi-
ca»ha sido uno de los manuales que más impacto ha tenido a niveles formativos durante los
78 •EVFILUBCIÓN PS~COLÓGICR.
concepto, ción en las áreas del desor6II8 y
6 * 1 & $ q L '

*-- $&%?>b
& f¿iite 7igencia

años 70 en España. La primera edición en Estados Unidos data de 1949, mientras que la 2."
es de 1960 y la 3." se encuentra fechada en 1969. La segunda edición en castellano es una ac-
tualización de todas las anteriores y se encuentra fechada en 1W2. La quinta edición inglesa
aparece en 1998, siendo en ese mismo año cuando se traduce al castellano.
- En cuanto a laPsicometría, el texto «Teoría Psicométrica» de Nunnally apareció en 1978,
llevándose a cabo h traducción m 1987.
De otro lado, la década de los años 80 comenzaba con La publicación del posiblemente m&sco-
nacido libro de nuestra materia debido a un autor español: @sicodiugnóstico» de la profesora Fernán-
dez Ballesteros. Durante más de una década y en sus cuaero ediciones ha sido e1 «Manucal>rpor excelen-
cia. En las ultimas fechas la productividad se ha incrementado de forma significativa. Así cabe la
posibilidad de hacer referencia a los textas de Ávila, Jiménez, Ortiz y Rodríguez (1992); Ávila (1997);
Blanco (1986, 198757 1993 y 1999); Buela-Casal y Sierra (1997 c); Calero (1990); Cordero (1997); Ea-
raígordobil(1998); García-Riaiío (1993 y 1999); Gutierrez, Raich, Shchez y Deus (2003); Matud e
Ibánez (1993); Mufioz, Roa, PÉSrez, Santos-Olmo, de Vicente (2002); Pelechano (1988 a y b); Roa (19953
y Silva (1982, 1983, 1985 y 1993 y 19991. Téngase presente que en esta breve (y no exhaustiva recopila-.
ción) sólo se incluyen los textos que hacen un abordaje general del Psicodiagnóstico y de la Evalua~ión
Psicológica3dejando de lado otros que se ocupan de poblaciones particulares (infancia y adolesce~cia),
cuestiones metcrdológicas (por ejemplo el Proceso Diagnóstico), t6cnicas particulares (es el caso de la
Entrevista, Observación y Auto-observación, etc.). LOindicado en este párrafo lleva a considerar que el
inter6s por esta rama de la Psicología y por el bien hacer profesional (comenzando por una correcta
formación de los alumnos -futuros profesionales-) se ha incrementado de manera notable.
Finalmente, el evaluador (tanto en cuanto que psicólogo), ha pasado de ser considerado con una
cierta desconfianza -por parte de otros profesionales y de la gente de a pie- bien a causa de sra «ju-
ventud~(ya en lo profesional aunque por lo que se desprende de este capítulo se desvela lo incorrecto
de ese pensamiento, ya en lo personal - l a edad promedio de los psicólogos en ejercicio actualmente
ronda los treinta y pocos años aunque con una tendencia alcista como resultado de los cambios en la pi-
rámide de edad-) bien por el halo de misterio en el que se le ha envuelto, a convertirse en una persona
que tiene como finla Salud, el bienestar del individuo y el de la Sociedad a la que pertenece.
A modo de condusión y con respecto al futuro a corto plazo de la Evaluación Psicológica, las
opiniones son divergentes en cuanto a los aspectos f m a l e s p m no en los contenidos. En este sentido
parece correcta la predicción que Pelechano (1988 a) hacía a corto plazo y que, aunque no cumplida en
su plenitud, el momento presente nos indica que se encuentra en trance de ello en los años venideros.
Este autor indicaba:
<. I - - -- - - & . - --- -- - .- - -- -

~ s c u ~ lJa ~s Q B Qdi2ttnt~s
S de pewar la evaluactcin, m donde &c-
dr? eofidacta3e complematrrre coa afidllsis ec.~al6girzosy va1~-
md&i.& indole muy distinta».
---
1 1. Psicología Recientifica: Séneca, Quintiliano, San Isidoro, Avicebron y Averroes.

I 2. Renacimiento: Vives, Fox Morcillo, Huarte, Sabuco.


3. Etapa Moderna e Ilustrada (siglos XVII a m):Suárez, Santo Tomás, Marti'nez de Prado, Mon-
lau, Cubí y Soler.

1 4. Psicología Científica:

I - Precursores: Sanz del Río y Giner de los Ríos.


- Fundadores (Constitución de la Psicología Científica): Simarro, Turró, Achúcarro, y
Rodríguez Lafora.
- Consolidadores de la Psicología Científica: Mira y López, Germain, Mallart, Mercedes
Rodrígo, Valenciano.
- Polemistas o época de crisis de desarrollo (Guerra Civil): Palmés y Barbado.
I
I - Unificadores o época de madurez: Germain, Pinillos, Yela, Secadas.
- Propagadores o etapa de expansión: Constitución de las Facultades de Psicología. Ex-
pansión de la investigación. Integración en el Espacio Europeo de Educación Superior.
;f: 'Los avances en l a EvaluacZin PsicoI6gica es& 5. Anastasi (lY6-), cuando propone su secuencia-

1:
influenciados por: ción temporal del Psicodiagnóstico se guía por:
, a) Desarrollos técnicos psicométricos a) Localización temporal
' b) Cambios culturales ocurridos en la sociedad b) Hitos en la historia de la Psicología
c) Replanteamientos ocurridos en el seno de la Psi- c) Predominio por el interés evaluador
cología aspectos del ser humano
d) Todo lo anterior d) Todo lo anterior
'1

2 El antecedente más remoto de La Evaluación Psi- En sus primeros estudios de medida, Galton
I
cológica se sitúa en: cibió una fuerte mfluencia
a) La China Imperial (2200 afios antes de Cristo) a) Darwin

I
b) 1575 con el texto de Huarte de San Juan b) Bertillon
c) La Biblia (Jueces 7,4-6) c) Wundt
d) El laboratorio de Wundt en Leipzig d) J. M. Cattell
i l
.. m
- ,
8 .

f '>" -. ,,-

3. Un precedente pseudocientífico del Psicodiag-


nóstico debe reunir: 7. El test de Binet-Simon sufrió su máxima
a partir de su adaptación:
1 a) AItafiabilidad
I
, a) Norteamericana
1 b) Alta validez m - *
I , b) Española

Uno de los antecedentes protocientíficos más an-


tiguos del Psicodiagnóstico, reconocido como tal 8. En los anos 30 el concepto de Psicodiagnós
1 por los investigadores es: permanecía estrechamente relacionado con:
Y
a) Cartomancia a) La técnica de Rorschach
b) Quiromancia b) E1 Psicoanálisis
c) Astrología C) No, se había liberado de su influencia dinámica
d) Augurios por el vuelo de los pájaros d) Todas las anteriores
82 O ~vnru~P
u SóI C
~ O L ~ G ~Concepto,
CR. proceso y aplicación en las

9. La primera cátedra de Psicología Experimental, 10. El primer intento de explicación, en España, de


a nivel mundial, y en una facultad de Cien

a) Alemania con Wundt


b) España con Simarro

--
*
'' % & g ~ del
Esnidio dcomportamiento de1 ser humano
a tmvés de sus rasgos faciales.
logía. Movimiento iniciado por Gall y que se en-
m t r a a caballo entre varias ciencias @fedicina, Psi-
d o g i a , Fisiología, etc.). Viene a considerar que hay
lnaa vincu1ación entre diversas áreas cerebrales y otras
tantas capacidadesintelectuales y rasgos del carácter.
mayor o menor desarrollo de cadauna cie estas capa-
Pse&c&nli@a

co
Que no se atiene plenamente a los cntP
nos fundamentales establecidos por el m6todo cientE-

Psicob& Clínica. Rama de la Psicología debida a Wit-


mer a finales del siglo XIX en Estados Unidos. Hoy en
día supone la integración de actividaes en las que se ve1
implicados: Evaluación-Tratamíento e Investiga~ión
No tiene parque ir orientada exclusivamentea lainter-
4 d d e s supondrá la aparición de protuberancias en el vención en trastomos mentales.
los indMduos. Rotnanticisrno. Movimiento cultural durante la primer
ecetas (CookBook). Actitud de un amplio sec- mitad del siglo XIX (aunque tuvo también una expan
de prafesionales noizeamericanos durante la mayor sión en la segunda mitad) que poxxe todo su dnfasis el
e @artede la década de los años 50 y en la se pretendía el individuo como ser diferente y como acentuación d
conseguir peEfiles genéricos en diversos sectores de la su libertad persond.
-evaluacióncon el fin de facilitar diagnósticos simples y TkwnbEvottcciom'sta. Planteamiento teórico debido al bri
tánco Darwin en el que se explica el desarro210 del se
bctenti$co. Planteamiento no cien&co y que se pier- humano a partir de la evohciitn de las espeGies. Supon
de a los anales de la Humanidad. Frecuentemente no una clara insistencia en el papel básico de las dife~en
existenfuentes documentales al respecto. das individuales.

S-ar putea să vă placă și