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1. INTRODUCCIÓN:
1. Formatted: Indent: Left: 0.28", No bullets or
1-1) Características de la masa de suelo: numbering
El suelo es un sistema disperso, heterogéneo, trifásico y poroso. La naturaleza
dispersa del suelo y su consecuente actividad interfacial, da origen a
fenómenos tales como la adsorción del agua, el intercambio iónico, la adhesión,
la contracción dilatación, la dispersión y floculación y la capilaridad. Las tres
fases que representan al suelo se muestran en la Fig.1.1 y se pueden clasificar
en:
Los constituyentes de la fase sólida o matriz.
La fase líquida o agua, en la cual están disueltos substancias y que se
denomina comúnmente solución del suelo.
La fase gaseosa o atmósfera.
De donde:
∂v𝑥 ∂v𝑦 ∂v𝑧
+ + =0 (𝐸𝑐. 2.2.6)
∂x ∂y ∂z
La Ec. 2.2.6 juega un papel importante en la teoría de flujo de agua y se conoce con
el nombre de ECUACIÓN DE CONTINUIDAD.
Si también se supone válida la Ley de Darcy, la velocidad de descarga a través del
elemento es:
∂h
𝑣 = 𝑘 × 𝑖⃗ = −𝑘 (𝐸𝑐. 2.2.8)
∂s
Lo cual, expresando al gradiente hidráulico a través de sus tres componentes, da
lugar a:
∂h
𝑣𝑥 = −𝑘𝑥 (𝐸𝑐. 2.2.8)
∂x
∂h
𝑣𝑦 = −𝑘𝑦 (𝐸𝑐. 2.2.9)
∂y
∂h
𝑣𝑧 = −𝑘𝑧 (𝐸𝑐. 2.2.10)
∂z
∂ψ
𝑣𝑦 = (𝐸𝑐. 2.2.19)
∂𝑥
Puede demostrarse que una función ψ también cumple con la ecuación de Laplace
y por lo tanto es solución de la misma. Analizando el sentido físico de la curva ψ =
cte según la Fig.2.3:
Si se tiene en cuenta la trayectoria del agua que pasa por el punto P(x; y); el agua
posee una velocidad v, que es, naturalmente, tangente a su trayectoria. Si se trata
ahora de encontrar la ecuación de esa trayectoria a lo largo de la curva se tiene:
𝑉𝑦 𝑑𝑦
𝑡𝑔𝜃 = = (𝐸𝑐. 2.2.20)
𝑉𝑥 𝑑𝑥
De aquí:
𝑉𝑦 𝑑𝑥 − 𝑉𝑥 𝑑𝑦 = 0 (𝐸𝑐. 2.2.21)
ψ1 ψ1
𝑞 = ∫ 𝑣𝑥 𝑑𝑦 = ∫ 𝑑ψ = ψ 1 − ψ 2 = 𝑐𝑡𝑒 (𝐸𝑐. 2.2.23)
ψ2 ψ2
Los gradientes hidráulicos y las áreas de las secciones son: Formatted: Font: 14 pt
Formatted: Font: 14 pt
ℎ0 − ℎ1 Formatted: Font: 14 pt
𝑖1 = (𝐸𝑐. 2.4.2)
𝐿1 Formatted: Font: 14 pt
ℎ1 − ℎ2 Formatted ...
𝑖2 = (𝐸𝑐. 2.4.3)
𝐿2
𝐴1 = 𝑎1 × 𝑏 (𝐸𝑐. 2.4.4) Formatted ...
Si se decide trazar las líneas equipotenciales de tal manera que las perdidas de
carga entre cada par de líneas contiguas sean iguales:
Esto significa que la relación de los lados de los rectángulos de una red de corriente,
formados por la intersección de líneas de flujo y equipotenciales, es constante. Así,
si un rectángulo de una red de corriente es aproximadamente cuadrado, a1 = L1,
todos los otros rectángulos de la red son aproximadamente cuadrados. El caudal
Δq que pasa por el canal vale, según la Ley de Darcy:
𝑁𝑓 𝑎 Formatted: Centered
𝑞 =𝑘×ℎ× × (𝐸𝑐. 2.4.13)
𝑁𝑐 𝐿
En la Ec. 2.4.13 puede notarse que al ser q, k, h, Nf y Nc constantes para una red
de flujo dada, la relación a/L debe serlo también. Así, si han de satisfacerse todas
las condiciones que se ha decidido cumplir, la relación entre el ancho y el largo de
todos los rectángulos curvilíneos de una red de flujo debe ser la misma. En aras de
la sencillez, se fija como valor de esa constante a/L la unidad. De esta forma, los
rectángulos se transforman en cuadrados curvilíneos de manera que la red
dibujada cumple con la condición de que por cada canal pase el mismo caudal y de
que entre cada dos líneas equipotenciales haya la misma caída de potencial,
simplemente si las figuras definidas por esas líneas son cuadradas. Evidentemente
el cuadrado es la figura mas sencilla y conveniente, con la ventaja de permitir
verificar si esta bien dibujada la red con sólo observarla, lo que no sucedería con
los rectángulos, pues al variar el tamaño de ellos no se puede decir sin tomar
medidas si conservan sus proporciones o se han dibujado diferentes, con el
correspondiente error.
Aceptando lo dicho hasta ahora, el caudal puede escribirse:
𝑁𝑓 Formatted: Centered
𝑞 =𝑘×ℎ× (𝐸𝑐. 2.4.14)
𝑁𝑐
Dicha ecuación es la fórmula más sencilla que permite calcular el gasto ó caudal
por unidad de longitud normal a la sección estudiada que ocurre a través de una
región de flujo en la que se ha dibujado la red correspondiente.
El término Nf / Nc depende solamente de la forma de la región de flujo y se le llama
factor de forma y se lo representa por:
𝑁𝑓 Formatted: Centered
𝐹𝑓 = (𝐸𝑐. 2.4.15)
𝑁𝑐
2.4.1. Cuadrados singulares:
Hay ocasiones en las cuales dentro de las redes de flujo, las circunstancias
geométricas de la región fuerzan la situación de manera que se produce una
singularidad, dando así lugar a cuadrados en la red que quedan aparentemente
fuera de la regla común. La Fig. 2.7 presenta una singularidad típica como ejemplo:
En el punto A concurren una línea de flujo y una equipotencial que son colineales;
es decir, forman entre si un ángulo de ciento ochenta grados, en lugar del usual
ángulo de noventa grados.
Aquí, se forma un cuadrado singular, que tiene como lados dos líneas de flujo y
dos equipotenciales al igual que los otros campos equipotenciales, pero aunque dos
de dichas líneas forman entre sí el ángulo normal de noventa grados, se manifiesta
la particularidad que la primer línea de flujo y la primer línea equipotencial son
colineales en esta situación, dando lugar a que se vean sólo tres de los cuatro lados
en el campo equipotencial analizado.
En estos casos se trata de dividir el canal de flujo original, en el cual pasa el caudal
Δq, obteniéndose así dos canales por cada uno de los que pasa la mitad de Δq. Si
se siguen haciendo subdivisiones posteriores se obtienen canales por los que irá
pasando la cuarta parte, la octava parte y así sucesivamente del caudal. Pero, la
sección de cada canal es mucho menor que la mitad de la subdivisión anterior, en
tanto que por consiguiente la velocidad debe ser mayor al acercarse al punto A (ya
que el caudal no varía). De hecho, la velocidad aumenta hacia A, de manera que en
ese punto, teóricamente, es infinita. Lo expresado anteriormente es una regla
general y puede decirse que si una línea de flujo y una equipotencial se intersecan
en un ángulo mayor que 90º (ciento ochenta es un caso particular simplemente), en
el punto de unión, el agua tiene una velocidad de infiltración infinita.
Al considerar teóricamente que la velocidad en el punto A es infinita, lo expuesto
anteriormente bajo la hipótesis de flujo laminar y de validez de ley de Darcy no es
real ya que se consideraban bajas velocidades. Es por esto que se puede aceptar
que en las vecindades de A, las velocidades del agua aumentan mucho y el flujo se
concentra, razón por la que zonas de este tipo son consideradas criticas en relación
a las erosiones y arrastres de suelo, en especial cuando estén en la salida de la red
y el material no tenga suficiente confinamiento.
𝜎𝑠 = 𝑖 × 𝛾𝑤 (𝐸𝑐. 2.5.7)
Esta fuerza se conoce como presión de filtración. Tiene la dimensión de un peso
específico y, en cualquier punto, su línea de acción es tangente a las líneas de
corriente.
Un factor importante en el análisis de estabilidad de presas de hormigón, sujetas a
filtraciones dentro de la masa de suelo donde está apoyada, es la presión aplicada
por el agua en la base de la estructura conocida como subpresión. Esta presión es
el empuje ascendente que resulta de la distribución de presiones intersticiales
(neutras) en la base de la presa, y por consiguiente es función de la distribución de
dichas presiones (Fig. 2.10), la cual puede obtenerse de la red de flujo calculando
las presiones como se explicó anteriormente, aplicando la Ec.2.5.1.
Una vez calculada la presión del agua en todos los puntos bajo la estructura
(subpresiones) podrá trazarse con una escala conveniente un diagrama que las
represente. El área de esa figura será la subpresión total, que pasará por el
centroide de la misma.
Cuando la supresión en la base de una estructura excede el peso de la misma más
las cargas que soporta, la estructura se levantará y se producirá el colapso
estructural.
Donde:
Di: abertura del tamiz por el que pasa el i% del material
f: material de filtro
s: material a ser protegido
Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos:
𝐷50 (𝑓)
𝑅50 = ≤ 25 (𝐸𝑐. 2.6.9)
𝐷50 (𝑠)
5 ≤ 𝑅50 ≤ 40 Granulometría Uniforme (Cu=3 a 4)
12 ≤ 𝑅50 ≤ 58 Bien graduado (Granos sub-angulares)
9 ≤ 𝑅50 ≤ 30 Bien graduado (Granos angulares)
Las siguientes figuras (Fig. 2.15 y Fig. 2.16), ilustran otros ejemplos de utilización
de geosintéticos para drenaje y filtración, en donde el geosintético actúa reteniendo
las partículas de suelo, permitiendo el paso del agua sin alterar las condiciones de
permeabilidad.
2.7. Cálculo del gasto o caudal en suelos anisótropos:
Mediante la teoría de la sección transformada se puede reducir el caso de un suelo
anisótropo (caso en que el coeficiente de permeabilidad para el flujo en la dirección
horizontal kx, es distinto al coeficiente para el flujo en la dirección vertical ky), a la
situación de un suelo homogéneo e isótropo. Con esta reducción se logra que la
Ecuación de Laplace y sus soluciones sean aplicables para describir el flujo a través
del medio anisótropo. La teoría de la sección transformada es un simple artificio de
cálculo que se logra por una transformación de coordenadas y que modifica sobre
el papel las dimensiones de la zona de flujo en estudio, de manera que la nueva
sección obtenida, supuesta isótropa con kx = ky, tiene todas las condiciones de flujo
que interesan, iguales a las prevalecientes en la sección propuesta en la que kx ≠
ky. Para hacer esto posible se reordena la ecuación de Laplace (Ec. 2.2.14) como
sigue:
𝑘𝑥 ∂2 ℎ ∂2 ℎ
+ =0 (𝐸𝑐. 2.7.1)
𝑘𝑦 ∂𝑥 2 ∂𝑦 2
En el eje vertical, los valores de “y” permanecen iguales y para el eje horizontal se
define una nueva variable:
𝑘𝑦
𝑥1 = √ × 𝑥 (𝐸𝑐. 2.7.2)
𝑘𝑥
Obteniendo la expresión:
𝑘𝑦 2
∂x2𝑡 = √ ∂𝑥 (𝐸𝑐. 2.7.3)
𝑘𝑥
∂2 ℎ ∂2 ℎ
2
+ =0 (𝐸𝑐. 2.7.4)
∂𝑥 ∂𝑦 2
∆ℎ
∆𝑞𝑡 = 𝑘𝑒 × 𝑖 × 𝐴 = 𝑘𝑒 × × 𝑏 × 1 = 𝑘𝑒 × ∆ℎ (𝐸𝑐. 2.7.6)
𝑏
Y para la sección original:
∆ℎ
∆𝑞𝑡 = 𝑘𝑒 × 𝑖 × 𝐴 = 𝑘𝑥 × × 𝑏 × 1 = √𝑘𝑥 × 𝑘𝑦 × ∆ℎ (𝐸𝑐. 2.7.7)
𝑘
𝑏×√ 𝑥
𝑘𝑦
ℎ = ℎ1 − ℎ2 = 7𝑚 − 1𝑚 = 6𝑚 = 600𝑐𝑚
𝑁𝑓 = 4 𝑦 𝑁𝑐 = 10
Dicha ecuación es la fórmula más sencilla que permite calcular el caudal por unidad
de longitud normal a la sección estudiada que ocurre a través de una región de flujo
en la que se ha dibujado la red correspondiente.
El término Nf/Nc depende solamente de la forma de la región de flujo. En conclusión
el caudal para el problema propuesto es:
𝑐𝑚 4 𝑐𝑚 3 𝑚3
𝑄 = 2.5 × 10−5 × 600𝑐𝑚 × × 100𝑐𝑚 = 0.6 = 0.6 × 10−7
𝑠 10 𝑠 𝑠
ℎ𝐴 = 3
𝑁𝑐𝐴 = 0.9
ℎ1 = 7𝑚
𝐾𝑁
𝛾𝑤 = 10
𝑚3
𝑁𝑐 = 10
Se adopta el peso específico del agua igual a 10 KN/m3 ya que resulta conveniente
a los fines prácticos, siendo el valor del peso específico de 9.81 KN/m3 para dicho
fluido en condiciones normales de presión y temperatura.
En este caso consideramos que el número de caídas al punto A es
aproximadamente 0.9 ya que se encuentra entre 0 y 1 dicho número. Finalmente la
presión neutra en el punto A queda expresada por:
DRENAJE SUPERFICIAL
Drenaje transversal de la carretera
Aspectos generales
El Estudio de Hidráulica y Drenaje se recomienda iniciarse después de aprobado el
proyecto de Diseño Geométrico, y es de actividad obligatoria la inspección insitu del
drenaje natural.
El drenaje transversal de la carretera tiene como objetivo evacuar adecuadamente
el agua superficial que intercepta su infraestructura, la cual discurre por cauces
naturales o artificiales, en forma permanente o transitoria, a fin de garantizar su
estabilidad y permanencia.
El elemento básico del drenaje transversal se denomina alcantarilla, considerada
como una estructura menor, su densidad a lo largo de la carretera resulta importante
e incide en los costos, por ello, se debe dar especial atención a su diseño.
Las otras estructuras que forman parte del drenaje transversal es el badén y el
puente, siendo éste último de gran importancia, cuyo estudio hidrológico e hidráulico
que permite concebir su diseño, tiene características particulares y serán tratadas
de manera general en el numeral 4.1.1.5 del presente Manual.
El objetivo principal en el diseño hidráulico de una obra de drenaje transversal es
determinar la sección hidráulica más adecuada que permita el paso libre del flujo
líquido y flujo sólido que eventualmente transportan los cursos naturales y
conducirlos adecuadamente, sin causar daño a la carretera y a la propiedad
adyacente.
El objetivo principal del drenaje superficial es mejorar la estabilidad del talud
reduciendo la infiltración y evitando la erosión. El sistema de recolección de aguas
superficiales debe captar la escorrentía, tanto del talud como de la cuenca de
drenaje arriba del talud y llevar el agua a un sitio seguro, lejos del talud que se va a
proteger.
El agua de escorrentía debe, en lo posible, desviarse antes de que penetre el área
del deslizamiento o se infiltre en dirección al talud. Por otro lado, el agua de las
lluvias que cae directamente sobre la superficie del talud, debe ser evacuada lo más
rápidamente posible, evitando al mismo tiempo que su paso cause daños por acción
de la erosión, almacenamiento e infiltración.
El drenaje es una tecnología que tiene como objetivo eliminar el exceso de agua
que se puede acumular, tanto en la superficie como en el interior del suelo, con el
fin de proporcionar las condiciones de aireación y actividad biológica necesarias
para el crecimiento y desarrollo de las raíces.
Precipitaciones.
La acción de la precipitación se manifiesta fundamentalmente en la zona húmeda.
En estas zonas, la precipitación excede a la evaporación y, en consecuencia, hay
períodos de exceso de humedad, durante los cuales el suelo se encuentra saturado,
y al ocurrir nuevas lluvias, el agua no puede ser absorbida, aumentando el
escurrimiento y produciendo acumulación en los terrenos ubicados en posición más
baja.
Inundaciones.
Las inundaciones son una causa frecuente de problemas de drenaje,
particularmente en los terrenos adyacentes a los ríos y esteros. Lluvias de alta
intensidad en la parte alta de las hoyas hidrográficas, crean un aumento
considerable del caudal de los ríos, los cuales al no ser contenidos en el cauce
normal, se desbordan provocando problemas de drenaje a lo largo del plano de
inundación.
La alta precipitación en sí misma, sin embargo, no es la única causante. El mal
mantenimiento del cauce de los ríos y esteros, puede ser en muchas ocasiones el
factor determinante en su desbordamiento.
Suelos.
Las características de textura, estructura y de estratificación, son determinantes en
la formación de problemas de mal drenaje. Los casos más importantes al respecto
son los siguientes:
Suelos de texturas finas (arcillosas), y de estructura masiva en la estrata
superficial, tienen una baja velocidad de infiltración.
Ocurrencia de depósitos de limo en la superficie de los suelos, formando
costras que impiden la infiltración.
Suelos estratificados, particularmente aquellos que se encuentran en planos
depositacionales de ríos (“vegas”) o de cenizas volcánicas, presentan estratos que
se comportan como impermeables e impiden el movimiento vertical del agua.
Topografía.
Se distinguen tres casos característicos, en que la topografía es causante del
problema de drenaje.
Topografías muy planas (< 0,5%), que impiden el libre escurrimiento de las aguas
y con frecuencia causan acumulación superficial. Este efecto se agrava con la
existencia de microrelieve con pequeñas o medianas depresiones.
Suelos de lomaje, de topografía ondulada, tienen un alto escurrimiento superficial
y los excesos se acumulan en las depresiones. Si éstas no poseen una adecuada
salida natural, se presentan severos problemas localizados.
Microrelieve con depresiones pequeñas y medianas, que dificultan el movimiento
superficial del agua.
Filtraciones.
La red extra e intrapredial de canales de riego, construidos casi en su totalidad
directamente en tierra, presentan filtraciones laterales de mayor o menor grado, que
van a abastecer la napa freática, o afloran a la superficie en sectores de posición
más baja.
SUBDRENAJE
Las técnicas de drenaje subterráneo o subdrenaje son uno de los métodos más
efectivos para la estabilización de los deslizamientos. El drenaje subterráneo tiene
por objeto disminuir las presiones de poros o impedir que éstas aumenten. A menor
presión de poros la resistencia del suelo es mayor.
El diseño de los sistemas de subdrenaje es complejo debido a que la mayoría de
los taludes no son homogéneos desde el punto de vista del drenaje subterráneo y
es muy difícil aplicar principios sencillos en el diseño de obras de subdrenaje. El
movimiento de las aguas en los taludes por lo general, es irregular y complejo.
El monitoreo es una parte esencial del programa de drenaje. La instalación de
piezómetros y la medición de caudales en los subdrenes, es una herramienta muy
importante para evaluar, complementar o actualizar con el tiempo, los sistemas de
drenaje construidos.
Métodos de subdrenaje
Entre los tipos de obra utilizadas para subdrenaje se encuentran las siguientes:
Cortinas impermeables subterráneas. El objetivo es evitar el paso interno del
agua hacia las zonas inestables.
Subdrenes de zanja. Los subdrenes de zanja tienen por objeto abatir los niveles
freáticos.
Subdrenes de penetración. Son subdrenes horizontales profundos que logran
grandes abatimientos de los niveles freáticos.
Colchones de drenaje. Se colocan debajo de los terraplenes o llaves de cortante,
para impedir el ascenso de los niveles de agua.
Drenes verticales de alivio. Consisten en perforaciones verticales del drenaje para
disipar las presiones de poros.
Galerías de drenaje. Son túneles con objeto de disipar las presiones de poros y
disminuir los niveles freáticos.
Drenes de pantalla. Son colchones inclinados de drenaje para evitar que en los
afloramientos de agua subterránea se formen cárcavas de erosión.
CORTINAS IMPERMEABLES
Las cortinas impermeables profundas tienen por objeto impedir que el agua
subterránea alcance la zona de inestabilidad potencial (Figura 2.15). Las barreras
impermeables se han utilizado con frecuencia para impedir el paso de
contaminantes, y en los últimos años su uso se ha extendido a la estabilización de
deslizamientos (Figura 2.16).
Las pantallas subterráneas pueden consistir en zanjas profundas rellenas de arcilla,
asfalto o concreto, tablestacados, cortinas de inyecciones o líneas de bombeo de
agua que emplean hileras de pozos verticales.
En el diseño de las cortinas se deben considerar los efectos que tiene el cambio del
régimen de aguas subterráneas sobre las áreas adyacentes.
Este sistema produce un aumento del nivel freático y el represamiento del agua
subterránea arriba de la pantalla y su utilización debe complementarse con la
construcción de subdrenes para controlar los efectos negativos.
Figura 2.16 Ejemplo del uso de una cortina impermeable para estabilizar un deslizamiento
(Cornforth, 2005).
Cortinas de Inyecciones
Las cortinas de inyecciones se construyen perforando líneas de huecos poco
espaciados, en los cuales se inyectan a presión, productos impermeabilizantes.
Éstos se traslapan formando una cortina (Figura 2.18). Como productos de
inyección se usan lechada de cemento, polímeros u otros productos químicos de
baja plasticidad que penetran dentro de los poros del suelo.
En los deslizamientos se emplean inyecciones para impedir el paso del agua en los
depósitos de materiales aluviales de grava y arena gruesa e igualmente, en los
depósitos de bloque de roca. El objetivo, generalmente, es impedir el paso del agua
a través de los mantos permeables hacia el deslizamiento.
Estos subdrenes cumplen con dos funciones, bajar el nivel freático y mejorar la
resistencia en la zona de superficie de falla, mediante la resistencia del material
granular que atraviesa la zona de falla (Figura 2.22).
Subdrenes Interceptores
Los drenes interceptores son drenes que se colocan en sentido trasversal al talud,
por lo general, en la parte superior de éste o en la corona o cabeza de un
deslizamiento (Figura 2.23). El objetivo de estos subdrenes es interceptar el agua
subterránea antes de llegar al talud. Idealmente, estos subdrenes deben penetrar
por debajo de la superficie de falla para lograr un mayor efecto, pero el riesgo de
desestabilización debida a la zanja, es muy alto.
Los subdrenes interceptores se construyen en la parte superior de los
deslizamientos, precisamente donde las fuerzas actuantes son mayores y donde es
mayor el riesgo de desestabilización por la excavación de las zanjas (Figura 2.24);
también se colocan para garantizar la estabilidad de los terraplenes. (Figura 2.25).
En ocasiones, se les construyen columnas verticales de piedra colocadas por
debajo de los subdrenes de zanja, a fin de aliviar las presiones artesianas (Figura
2.26).
Figura 2.20 (a) Detalle de zanjas profundas para el drenaje y subdrenaje (b) Sistema de filtro
invertido para controlar la erosión en las zanjas de subdrenaje.
Se puede construir un solo dren o varios drenes paralelos. Es muy difícil y complejo,
en la mayoría de los casos, utilizar subdrenes de zanja para el control del agua
subterránea en formaciones rocosas y generalmente, se prefiere el uso de
subdrenes de penetración.
En las masas de roca, el flujo de agua generalmente está determinado por las juntas
y por lo tanto, cualquier sistema de subdrenaje debe estar destinado a
interceptarlas.
Igualmente, un sistema de subdrenaje puede generar cambios importantes y
peligrosos en el sistema interno de drenaje de un macizo de roca.
Bibliografía:
- MANUAL DE HIDROLOGÍA, HIDRÁULICA Y DRENAJE.
“INGENIERÍA Y GESTIÓN 2011”
- MECÁNICA DE SUELOS “JUARES BADILLO” TOMO 1
- DESLIZAMIENTO: TÉCNICAS DE REMEDIACIÓN “JAIME SUAREZ”