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Algunas causas de hernia discal cervical

 Degeneración vertebral: artrosis, descalcificación ósea...


 Contracturas cervicales: en muchos casos de hernia discal cervical la
musculatura del cuello está contracturada. La contracción constante de la
musculatura cervical puede ser en sí la primera causa de la hernia discal
pues ejercerá una presión permanente en las vértebras que ocasionará el
aplastamiento discal con la consiguiente herniación de su núcleo. De aquí
la gran importancia del masaje descontracturante como principal terapia.
 Malos hábitos posturales: la postura es otra principal causa, las posturas
mantenidas en flexión cervical principalmente (cuando miramos el
ordenador, el móvil, la tablet...) favorecen la herniación del disco vertebral,
por tanto, corregir los malos hábitos y concienciar al paciente de la postura
correcta que debería tener (llevar el mentón hacia adentro y hacia arriba,
como si lo quisiéramos esconder) son imprescindibles en el tratamiento.
La constancia y repetición de estas posturas hará que al final las
adoptemos natural y automáticamente sin esfuerzos.
 Ansiedad y estrés: enseñar al paciente a controlar su ansiedad pues
puede ser otra causa que acumule tensión en la zona cervical.
 Causas viscerales: por alteraciones en el hígado o en el estómago.

Tratamiento de la hernia discal cervical


Cirugía: este procedimiento se hará en casos graves y como última alternativa a
otros tratamientos que no den resultados satisfactorios.
Fase aguda (dolor intenso):
 Tratamiento farmacológico: analgésicos, antiinflamatorios, relajantes
musculares.
 Reposo: collarín cervical para descargar e inmovilizar la zona, lo que
evitará más irritaciones.
Fase de remisión del dolor intenso:
Tratamiento fisioterápico:
 Masoterapia descontracturante de la musculatura cervical
 Punción seca en los puntos gatillo existentes
 Termoterapia en musculatura contracturada y zona álgica
 Reentrenamiento de los arcos normales del movimiento cervical
 Tracciones vertebrales cervicales
 Ejercicios neurodinámicos
 Vendaje neuromuscular
 Reeducación y corrección de posturas cervicales incorrectas
Diagnóstico
Durante la exploración física, el médico te examinará la espalda para buscar
puntos sensibles. Este puede pedirte que te recuestes y muevas las piernas en
distintas posiciones con el fin de determinar la causa de tu dolor. El médico
también puede realizar un examen neurológico para determinar lo siguiente:

 Los reflejos
 La fuerza muscular
 Capacidad para caminar
 Capacidad para sentir toques, pinchazos o vibración suaves
En la mayoría de los casos de hernia de disco, tan solo se necesitan una
exploración física y una historia clínica para hacer el diagnóstico. Si tu médico
sospecha que puede haber otra afección o necesita saber qué nervios están
afectados, te puede pedir una o más de las siguientes pruebas.
Pruebas de diagnóstico por imágenes

 Radiografías. Las radiografías simples no detectan hernias de disco, pero se


pueden realizar para descartar otras causas de dolor de espalda, como
infecciones, tumores, problemas de alineación de la columna o una fractura de
hueso.
 Exploración por tomografía computarizada (TC). Una exploración por
tomografía computarizada toma una serie de radiografías desde varias direcciones
diferentes y luego las combina para crear imágenes transversales de la columna
vertebral y de las estructuras que la rodean.
 Resonancia magnética (RM). Se usan ondas de radio y un campo magnético
fuerte para producir imágenes de las estructuras internas del cuerpo. Esta prueba
se puede usar para confirmar la ubicación de la hernia de disco y para observar
qué nervios están afectados.
 Mielografía. Se inyecta un tinte en el líquido cefalorraquídeo y luego se toman
radiografías. Esta prueba puede mostrar la presión sobre la médula espinal o sobre
los nervios causada por múltiples hernias de disco u otros trastornos.

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