Recensión de las obras de Jacobo Cárcamo

Flores del Alma (1935): es el primer poemario publicado por Cárcamo, en el se

expresan vivamente las emociones y los deseos de un joven escritor de 19 años que por

primera vez enfrenta su obra ante el escrutinio de los demás poetas y críticos de su época.

Este libro es el más extenso publicado por el autor, consiste en 103 poemas con

diferentes formas en los cuales a excepción de los sonetos, 43 en todo el texto, la cantidad

de estrofas en cada poema varía. El autor utiliza en la mayoría de los poemas versos de arte

mayor (ocho o más sílabas):

En / la / ru / ta / es / ca / bro / sa / de / mi / vi / da

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

y pocos de arte menor (menos de ocho sílabas):

me + voy a + dor + mir (En tu alma p. 83)

1 2 3 4

Los temas que aborda el autor en Flores del Alma van desde el amor y la traición, la

vida y la muerte, la acumulación injusta de bienes y la pobreza, entre otros. Es importante

señalar que las temáticas se establecen en dicotomías constantes, las cuales acompañan al

lector en un viaje de montaña rusa que tiene su ápice en la ensoñación amorosa y desciende

hasta el desprecio de aquel ensueño a causa del recuerdo de la mujer a la que la voz poética

aun ama:

Yo sé que si te digo, ¡Oh, adorada, / por ti brota la sangre de mi herida! / contestarás

con expresión florida: / “ya que me quieres, yo seré tu amada” (…) / Mas no puedo
 quererte porque adoro / a una mujer de cabellera de oro / ¡que nunca…. nunca

volverá a ser mía! (No puedo quererte, p. 149).

En medio de los tratamientos desalentadores, Cárcamo también le aplica destellos a

su obra con el poema Epigrama, el cual se aproxima ya al corte vanguardista que

constituirá la obra del poeta en el futuro:

¿Qué haría usted, tía Clara, / si una pantera viniera? / - A la carrera me fuera / para

que no me alcanzara. / - ¿Y si tiempo no tuviera / de correr, tiíta Clara? / - A un

árbol me subiera / - ¿Y si un árbol no encontrara / para salvarse, qué hiciera? / - no

fregués, lo que querés / es que me coma la fiera (p.87).

En cuanto a la crítica que se ha efectuado a la obra se pueden mencionar las

características que Carlos R. Flores (2003), señala en la biografía Que no nos llore nadie…

Vida y obra de Jacobo Cárcamo con respecto al autor y su poemario Flores del Alma:

Su estética continuó debiendo mucho a la tradición modernista (…) El carácter

posmodernista de Flores del Alma se evidencia –entre otros elementos- en la

métrica-: 41 poemas contienen versos alejandrinos, 3 contienen dodecasílabos, 1

contiene ambos metros y 4 están escritos en hexadecasílabos; en total, 49 poemas

escritos en estos tres tipos de verso, fundamentales en la tradición modernista.

Además de la mencionada abundancia de sonetos, muchos de ellos escritos en los

metros modernistas que arriba se mencionaron (p. 40 - 41).

No hay duda en que este poemario marcará el comienzo y el final de una escritura

llena de luz que posteriormente será reemplazada por una que tomará tintes oscuros y

menos optimistas, la de Brasas Azules (1938)