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Michel Foucault
El lenguaje esta presente en todas las dimensiones del ser humano, tanto
en actividades propias de su intelecto, como en las de interacción con los
seres del entorno que le rodea; pudiéndose llamar, entonces, facultad
humana por excelencia, que le permite abstraer, conceptualizar y
comunicarse.
El lenguaje es un instrumento de comunicación y también de
representación simbólica de la realidad. Para Wittgenstein, el lenguaje
consiste en mil juegos, el uso diario de las palabras genera todo y cualquier
sentido en el mundo. En este sentido, se comprende el lenguaje como una
caja de herramientas, como el instrumento y “vehículo del pensamiento, de
nuestros conceptos. ” El lenguaje llega a ser el medio de pensamiento que
está directamente vinculado al proceso mismo del aprendizaje, esto quiere
decir que el lenguaje explica lo que uno piensa y aprende. Cuando el niño
se comunica con los movimientos de su cuerpo, y con las palabras, el niño
no está aprendiendo el lenguaje sino que está aprendiendo a utilizarlo
como instrumento del pensamiento.
Los juegos del lenguaje para el niño y para el adulto son una forma de
usar la inteligencia o mejor dicho, una actitud con respecto al uso de la
inteligencia. Son formas de combinar el pensamiento, el lenguaje y la
fantasía. Así pues, lo que permite a un niño desarrollar todo su potencial
cognitivo no es el aprendizaje de la lengua o la forma de razonar, sino las
oportunidades que tenga de jugar con el lenguaje y con el pensamiento. En
este mismo sentido afirmo que el juego favorece el desarrollo intelectual,
el niño aprende a prestar atención en lo que está haciendo, a memorizar, a
razonar, etc. A través de los juegos de lenguaje, su pensamiento empieza a
desarrollar hasta lograr ser conceptual, lógico y abstracto.
Es por ello que el lenguaje está en la base de todas las relaciones que se
producen en la escuela, a través de él se vehiculan los contenidos de la
enseñanza. El juego es el recurso educativo por excelencia y contribuye
enormemente al desarrollo intelectual, emocional y físico.
Es lícito señalar que por medio de los juegos de lenguaje, los niños
consiguen entrar en contacto con el mundo y tener una serie de
experiencias de forma placentera, significativa y agradable. Jugar con el
lenguaje es investigar, crear, conocer, divertirse, descubrir, esto es, la
expresión de todas las inquietudes, ilusiones, fantasías, que un niño
necesita desarrollar para convertirse en adulto.