Sobre el precio de ser diferente

Nuestros padres y la sociedad desde que nacemos nos presentan una propuesta
conceptualizada de lo que debe ser nuestra realidad. En parte, es la realidad que ellos
entienden, comprenden y heredaron de sus propios padres. Ellos nos muestran como debemos
vestirnos, hablar, comer, comportarnos, que el azul es para los hombres a lo que el rosado para
las mujeres y que cualquier tema que se salga de “la norma” será mal visto dentro del grupo
(Básicamente todo lo que hemos ido desarrollando desde la estructura mas general: El
inconsciente colectivo).

En este caso, ellos tratan de mantenernos por esa senda que nos enseñaron ya que entienden
que todo lo diferente pasara algún tipo de trabajo o discriminación. Su instinto es el de
cuidarnos, pero, ¿Como saben nuestros padres que se pasará algún tipo de trabajo? Porque lo
han visto, han sido los que discriminan o vivido en carne propia la discriminación.

Diferentes temas pueden entrar aquí como los temas de sexualidad, belleza, dinero, clases,
étnico, género, entre otros. Por esto me hice la pregunta, ¿Que significa ser diferente? Y mi
conclusión es que ser diferente significa estar solo (por un tiempo) para abrirse a la
vulnerabilidad. Esto quiere decir que aunque estés rodeado de personas puedes sentir que no
encajas, significa estar en la boca de la gente por estar rompiendo paradigmas que la gente
considera no se deben romper. Es también comenzar a hacer algunas cosas que otros hacen a
una edades, en momentos diferentes. Cosas tan sencillas como enamorarte.

El precio de ser diferente lo pagan todos los que no están dentro de la (falsa) norma y están
dispuestos a no aparentar. Esto trae consigo luego la capacidad de ser uno mismo sin ningún
tipo de atadura, y lo bonito de esto, es el proceso de autoconocimiento que te permite
entenderte. Luego de un tiempo aprendes a estar en silencio y contigo mismo. Te permite
volverte mas empático tomando mucho mas control de tu vida y de tus decisiones.

Como todo, la sociedad va evolucionando y va aceptando nuevos cambios que antes eran
condenables. Va “normalizando” nuevos conceptos que en su momento fueron extraños y
difíciles de entender para ellos. La razón de estos parámetros ficticios es que los humanos
estamos acostumbrados a clasificarlo todo, nos encanta categorizar y nada se escapa de esto
pero al final con un poco de empatía nos damos cuenta que todos somos diferentes y lo normal
no existe. Todo es relativo a quien lo vea.

Se imaginan la cantidad de problemas que nos ahorraríamos si dejáramos de etiquetar lo que

no se necesita etiquetar, que no lo queramos cambiar sino solo lo entendamos.

Así que seamos conscientes de lo maravilloso que es ser diferentes. De que la diversidad
fortalece nuestra sociedad y démonos la oportunidad de conocer al de a lado. Reconozcamos la
belleza de lo que nos hace diferente, esa es la salsa que le da vida a lo que somos hoy. Ser
diferente se trata de aceptarte a ti y luchar tu batalla interna desde que te levantas. La diferencia
esta en quien se da cuenta que esta luchando y quien no.