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Universidad Pedagógica Nacional de Colombia

Licenciatura en Ciencias Sociales


Teorías y métodos de investigación en geografía
Luisa Fernanda Jiménez Higuera
Cod: 2015260031

Bogotá sin hambre: Una oportunidad para reconocer el papel central de los
campesinos en la construcción de Colombia

“La geopolítica del hambre (…) concluía que el hambre colectiva es un fenómeno
del orden social, provocado generalmente por un aprovechamiento no optimo de
las posibilidades y recursos naturales, junto a una desigual distribución de los
bienes de consumo, configurada por un orden social mucho mas condicionado por
factores económicos que geográficos”

Rodríguez, 2006

Parece que la capacidad de la naturaleza fuese suficiente para alimentar a la


población total del planeta tierra, es una afirmación relevante con la que el geógrafo
de la Universidad Nacional de Colombia, Bladimir Rodríguez (2006), refiere que el
problema de la escasez de alimentos en algunos sectores de la sociedad no
respecta de forma directa a la producción agrícola de la tierra sino a una distribución
desigual de la misma en donde son muy pocos los que se benefician de la riqueza
que produce el excedente que genera la tierra.

A partir de lo anterior, Rodríguez (2006) señala que el problema de la desigualdad


social se configura por unas inequidades en la distribución de ingresos y bienes de
consumo. La dificultad de algunos sectores para adquirir comida, además de la
distribución desigual de la tierra, también se relaciona con el poco o casi nulo poder
adquisitivo de los sectores marginados.

Con el texto, lo que busca el geógrafo Rodríguez es abordar el problema alimentario


de Bogotá, la relación de esta ciudad con su región asociada y la producción,
distribución y consumo que conlleva. Así, su objetivo es evidenciar la capacidad del
campesinado para alimentar a Bogotá y también demostrar que existen algunos
intereses económicos que impiden el debido cumplimiento de abastecimiento
alimenticio el cual es fundamental para el bien general de los bogotanos y sectores
circundantes.

El autor señala que para el estudio planteado la geografía puede aportar


metodologías y conceptos para el análisis de la región y el territorio como lo es el
problema de la alimentación en la ciudad y el país, y también para analizar cómo se
relaciona con estos aspectos la soberanía alimentaria, no solo de las grandes
ciudades sino también de las regiones productivas.

El programa “Bogotá sin hambre” se propuso durante el periodo 2004 – 2008 en la


alcaldía de Luis Garzón, del PDA, mejorar el consumo alimentario de la población
con menor poder adquisitivo en la ciudad por medio de subsidios y comedores
comunitarios. Rodríguez menciona que lo que establece, describe y reglamenta
este proyecto se llama “Plan maestro de abastecimiento de alimentos para el distrito
capital y la región” o las siglas PMAAB. El principal objetivo de este proyecto fue
una inversión pública de infraestructura y gestión considerable para que el capital
privado, generado por empresas dedicadas a la comercialización de alimentos,
monopolizara el suministro alimenticio de la ciudad de Bogotá, dejando por fuera a
muchas personas vinculadas al sistema alimentario de la época antes de dicha
alcaldía. Rodríguez (2006), señala que este plan desconoce las iniciativas de
agricultura urbana, la cual se relaciona con los sectores periféricos o circundantes
de la ciudad de Bogotá, que, aunque es un sector pequeño podría beneficiar
bastante a la ciudad en materia de soberanía alimentaria y la descentralización de
la economía. La agricultura urbana se convierte así en una alternativa viable pues
brindaría empleo a muchas personas de las zonas periféricas de la ciudad,
generaría una oferta de productos a menores precios ya que se evitarían costos de
transportes e impuestos por importaciones pues la producción seria casi que
próxima e inmediata a la ciudad.

En conclusión, el texto de Rodríguez (2006) se estructuró desde el análisis de la


geografía del abasto alimentario de Bogotá por medio de las zonas de producción
de alimentos y las formas de producción campesina de esos bienes, los intereses
económicos de los monopolios comercializadores de alimentos quienes se
enriquecen por medio del excedente que produce el transporte y la distribución de
comida.

El tema de la soberanía y seguridad alimentaria debe ser de análisis fundamental


para el estudio de la geografía del país, ya que muchas brechas de tipo social,
político y económico generan cada vez más desigualdad y exclusión, causa directa
del surgimiento del conflicto armado, desplazamiento forzado, migración
involuntaria a las urbes, y, por ende, el ensanchamiento y recrudecimiento de los
cinturones de miseria. Por ello es necesario que cualquier apuesta político-
económica relacionada con la alimentación y la agricultura recoja las tradiciones y
practicas propiamente campesinas para generar a la par empleo y una dinamización
coherente de la economía nacional que no solo beneficie a unos pocos sino, sobre
todo, al grueso de las poblaciones populares, étnicas y campesinas que
históricamente han evidenciado las consecuencias de la desigualdad y el
acaparamiento de la tierra en manos de los poderosos latifundistas.

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