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LOS APORTES NOVELISTICOS DE GLORIA ELENA DE TERCERO

Isidro Rodríguez Silva

“ Busco las palabras, las letras para encontrarme


Y de deshacen…El libro va a decir todo de mí
hasta cuando ya no escriba “
Túnica de Lobos

Para comprender y valorar los aportes novelísticos de Gloria Elena de Tercero a la


literatura nacional y por ende a la centroamericana, debemos tener claros varios
aspectos importantes. En la última mitad del siglo XX que la mujer nicaragüense asume
un rol innovador, que pasa de mujer objeto en el discurso narrativo masculino de la
novela, o en el objeto estético en el caso de la poesía, a ser mujer sujeto de su propio
discurso narrativo. Mujeres hablando de mujeres, desnudándose ante ellas mismas.

Si en la poesía existe una polifonía de voces disímiles y concepto estéticos en cuanto el


cómo abordar la mujer desde un concepto histórico social que la ha marginado y
humillado. Así encontramos una Ana ILCE Gómez, que no tiene nada que ver con las
formas de poetizar de Vidaluz Meneses o Yolanda Blanco, pero que sí pretenden, no
sólo liberar a la mujer del hombre, sino también liberar a la mujer de la mujer misma.

En el caso de la novela, las cosas cambian. Lejano es el eco de una novela escrita por
una mujer, tal es el caso de la novela “Vendo mi vida” de Graciela González (1944),
también es nulo el reconocimiento y valorización del aporte novelístico de la mujer a la
narrativa nacional. Es la Dra. Nidya Palacios quien rescata a la mujer como novelistas
excepcionales en su “Antología de la novela nicaragüense” editada en 1989. Años
después escribirá un libro fundamental: “Voces femeninas en la narrativa de Rosario
Aguilar, en la que dedica un capitulo al aporte de la mujer a la novela nacional. Los
ensayos de la Dra Palacios son fundamentales para valorar el rol de la mujer
nicaragüense en la apropiación de su propio discurso narrativo.

El capitulo IX de esta antología de la Dra. Palacios está dedicado a las cinco primeras
novelas de Rosario Aguilar, reconociéndola como la fundadora de la novela escrita por
mujeres. Es también la Dra. Palacios quien hace un análisis profundo del personaje de la
“La mujer habitada” de Gioconda Belli, quien va a ser después de Rosario Aguilar,
quien va a llevar la novela escrita por mujeres a otros linderos. Debemos de agregar a
esta lista, una voz nueva, pero de igual calidad temática y narrativa, nos referimos a la
leonesa Gloria Elena de Espinoza, con su última novela “Túnica de lobos”, que también
ha sido estudiada y valorizada por la Dra Palacios, quien presentó dicha novela en la
Biblioteca del Banco Central de Managua.
Entre Rosario Aguilar, Gioconda Belli y Gloria Elena de Tercero hay algo fundamental,
las tres no incursionan esporádicamente en la novela, todo lo contrario, las tres viven
escribiendo novelas. Para las tres escribir novelas es su única forma de vivir la vida. En
Gloria Elena de Tercero mas que un oficio es una vocación de su pasión, es por eso que
nuestra autora dice en el preámbulo de su novela “Túnica de lobos” : “ Vivo con mis
personajes, son mis contertulios, mi sombra, mi alma…Ellos son mi mundo y yo les he
creado el suyo “.

II

Gloria Elena de Tercero nació en León además de escritora es pintora y actriz,


incursionando también en el canto y la música. Si es cierto que es una escritora tardía,
también es cierto que es una escritora prolífica e innovadora, que ha llevado a publicar
tres novelas: La casa de los Mondragón, El sueño del ángel y Túnica de Lobos, tiene
inéditas dos novelas más. Teniendo el reconocimiento nacional e internacional por su
obra.

El primer aporte de Gloria Elena de Tercero es la conceptualización del personaje


femenino, desde su sencillez de mujer en una heroína en su grandeza humana, tal es el
caso de María Esperanza, personaje central de Túnica de lobos, no sin antes aclarar que
María Esperanza es el resultado evolutivo de sus anteriores personajes, Lucrecia en la
Casa de los Mondragón y Augusta en El sueño del ángel.

Las mujeres de Gloria Elena de Tercero no “participan en la revolución asumiendo el


liderazgo político y formando parte del comando militar al igual que los hombres”, ni
tampoco convive en un mundo de mitos y de regiones mágicas, mucho menos hay una
rebeldía absoluta de la sexualidad y el erotismo como en las novelas de Gioconda Belli.
Para Gloria Elena de Tercero la novela no es un arma de combate revolucionario. En
este sentido Rosario Aguilar está más cerca de Belli con su novela El Guerrillero.
Tampoco hay una preocupación por el tema histórico que hay en Aguilar y Belli, esto no
significa que a Gloria Elena no el preocupe el contexto histórico y cultural, todo es
cuestión de orden y prioridad en el hilo argumental de sus novelas.

Tampoco las mujeres de Gloria Elena de Tercero viven esa atmósfera de delirios y
monólogos , aplastantes de mujeres angustiadas, alcohólicas violadas y ultrajadas, que
pierden hasta su lucidez, pero que encuentran en la escritura de Rosario Aguilar, las
voces que denuncian desde el texto hasta el contexto del lector su opresión y
destrucción pasmosa.

La Dra. Nidya Palacios dice que las mujeres de Rosario Aguilar son “mujeres heroicas
luchando más por su independencia que por su virtud”. Esa es precisamente la otra cara
de forma de narrar y conceptualizar al personaje de Gloria Elena de Tercero. Sus
mujeres son mujeres sencillas, que luchan más por su virtud que por su independencia.
¿Qué significa esto? Significa que no son mujeres violentadas como en la narrativa de
Aguilar o que evolucionan en el proceso narrativo como los personajes de Belli.

Augusta personaje central de El sueño del ángel, es una mujer sencilla, moldeada por
una infancia infeliz, pero que trasciende por una lucha cotidiana de ser feliz, aun en
contra de sus propios prejuicios. La búsqueda de Augusta es dejar de ser para ser. Su
lucha no es con el contorno sino consigo misma. Augusta busca salvar a Augusta dentro
de su yo interior y sus recuerdos. En la Casa de los Mondragón la autora describe a
Lucrecia de la siguiente manera:

“La vida de Lucrecia era simple, sencilla, inocua, una serie


De acontecimientos repetidos. Se sentaba en una silleta
Frente a la mesa de la cocina a escoger frijoles, les sacaba
uno por uno los gorgojos, las piedras y los gusanos”.

En esta misma línea conceptual del personaje femenino, que pareciera antiheroínas
María Esperanza se describe :

“ Soy sentimental, ambigua, tonta, de pensamientos inútiles


pero los tengo, no puedo evitar; son en mi vida como el aire,
como el viento, como mi propia piel, obsesivos, mas que para
acariciarme, se inclinan a perturbarme “.
,
.
María Esperanza no es sólo una evolución de Lucrecia y Augusta, sino también uno de
los personajes más bellos creados por ésta extraordinaria escritora nicaragüense. Una
mujer que va padeciendo de una terrible enfermedad incurable, pero que hace de su
dolor una virtud mística: “Desearía apuntar en mi libro para recordar los instantes
fértiles de la vida, cuando el dolor de otros se hace propio “. Y es que ella se envuelve
con su dolor y el ajeno: “ Me siento como si me envolviera una túnica y como si fuera
pintando su sombra “ .

Con María Esperanza, Gloria Elena de Tercero nos presenta un nuevo concepto del
personaje femenino. Un personaje que convierte el dolor en un medio para templar el
espíritu humano. Su grandeza como personaje es su capacidad de amar, cuando el dolor
de lo demás se convierte en su propio dolor. Hay en María Esperanza un hondo lirismo
solidario, que nos conmueve como lector, pero también hay una enseñanza, una
moraleja humanística, que cuando albergamos amor en nuestro espíritu y en nuestra
vida, no hay enfermedad ni obstáculo que no podamos vencer. La tesis de Túnica de
Lobos, es que quien tiene la capacidad de amar, tiene la capacidad de ser feliz. Es por
eso que en su libro ella escribe: “Libro, amigo mío, propietario de mis sueños. ¿Qué
debo de escribir en tus páginas que no haya sido escritas ¿ Nada, todo está escrito, pero
mi aceptación personal es mía y única, sólo yo puedo aceptarme como soy y
perdonarme ”.

Otro elemento innovador de Gloria Elena de Tercero es convertir el espacio en un


personaje símbolo. Nuestra autora se apodera del espacio y lo nutre con una descripción
viva, en ocasiones con una fluidez plástica, en contrastes de colores, o cinematográfica,
cuando la narración la percibimos en escenas hechas por el paneo de una cámara: calles,
casas, iglesias que caracterizan la arquitectura colonial de León surgen en amaneceres, o
se pierden entre las sombras de los crepúsculos leoneses.

Pero la abstracción más completa es la catedral de León, que está presente en todas sus
novelas. No puede concebirse una novela de Gloria Elena de Tercero, que no sea León,
porque la catedral simboliza León y León representa Nicaragua y lo nicaragüense.
IV
También Gloria Elena de Tercero hace una innovación en el lenguaje narrativo. Su
forma de narrar es original y nueva para nosotros. La novela que es el texto en si, esta
tejida por un enjambre de intertextos, que forman un tejido orgánico, tanto semántico
como lingüístico, pero sobre todo un nuevo paradigma estético. Para ello utiliza una rica
simbología como la muñeca de dos caras que es una dualidad del carácter humano, el
lobo como animal símbolo, también en una dualidad de temor y de enfermedad. La
túnica de lobos es la túnica de la enfermedad:

“Al desnudarme y verme en el espejo recapacito en la


Mancha extraña de la espalda, se ha hecho más grande
Y ahora tiene un borde, parece una piel encima de otra.
Vuelvo al dormitorio, me tumbo en la cama y me duele
La caída. Cierro los ojos, acaricio almohadas para
Sobarme yo misma…el dolor aparece como por encanto
En mis manos… tengo miedo… ¡ el aullido¡ Oh Nani,
El aullido señalado sobresalta “.

Otro símbolo importante es el libro, que escribe María Esperanza, que no es un diario
sino un libro donde se encuentra el dolor, el amor, el dolor, los olores, los personajes, las
alegrías, es decir la vida misma, también este símbolo presenta su dualidad. El libro de
María Esperanza es la novela misma. Cuando leemos la novela Túnica de lobos,
estamos leyendo el libro de María Esperanza y entramos en el juego narrativo entre
texto y lector que nos impone Gloria Elena de Tercero y es que la novela está dentro de
la novela que configura el libro en una gran símbolo que une todos los códigos,
símbolos, signos y significantes.

Junto a estos intertextos se encuentran la mezcla de estilos artísticos, como


descripciones plásticas, técnica de cine y de teatro, música, canto y poesía, todo
sazonado dentro de un contexto histórico cultural. También hay intertextos que nos
hablan de la muerte, de la importancia del agua, el poder de la política, las guerras, el
medio ambiente, el hambre, etc.

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