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Test de Szondi, la prueba para revelar lo más profundo de tu personalidad

2 noviembre, 2018

Este artículo fue redactado y avalado por la psicóloga Valeria Sabater

El test de Szondi no cuenta ya con validez científica y apenas se utiliza. Está basado en la teoría del
inconsciente familiar, por la cual, se buscaba revelarnos aspectos profundos y hasta inquietantes
de nuestra personalidad.

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Una de las pruebas proyectivas más curiosas de la historia de la psicología es, sin duda, el test de
Szondi. Conocido también como el «análisis del destino humano», fue diseñado en 1935 para
obtener información sobre la personalidad y los instintos más profundos de la persona. Su técnica
no podía ser más sencilla: el paciente debía elegir un rostro en base a las preguntas que le fueran
planteadas.

Antes de nada, cabe señalar que esta prueba carece a día de hoy de validez científica. Se basaba
en un predeterminismo genético poco objetivo, sin embargo, hay ciertos contextos donde se sigue
aplicando. Hay algunos profesionales de los centros penitenciarios o psiquiátricos que lo
consideran útil, siempre y cuando, eso sí, se complemente con otras pruebas diagnósticas más
estandarizadas.

La base de esta herramienta consiste en la idea de que muchas de las elecciones que hacemos se
relacionan con ciertos procesos reprimidos, con dimensiones que elegimos esconder en nuestra
etapa infantil. Sabiendo esto ya podemos adivinar que el test está basado en la teoría de los
instintos de Sigmund Freud.

Leopold Szondi, su creador, fue un psicoanalista húngaro de gran renombre, además de


psicopatólogo y profesor de psicología. Durante casi diez años estuvo a la misma altura que el
propio Freud y Carl Jung, pero todo su trabajo quedó interrumpido de forma dramática cuando
estalló la Segunda Guerra Mundial, momento en que él y su familia fueron llevados por los nazis a
un campo de concentración.

Afortunadamente, los intelectuales estadounidenses supieron de su suerte y decidieron pagar a


los alemanes por su liberación. Ahora bien, tras aquella experiencia Szondi ya no pudo retomar de
igual modo su labor para convertirse en otro gran exponente dentro del campo de las teorías
psicodinámicas.

Sin embargo, son muchos los que valoran su logro científico más conocido: la teoría de la
psicología del destino así como su test. Es más, a día de hoy aún sigue existiendo la Sociedad
Internacional de Szondi, orientada a divulgar sus teorías y enseñanzas.

“No hay ciencia que descubra los artificios de la mente por la apariencia del rostro”.

-William Shakespeare-

Test Szondi

El test de Szondi y la psicología del destino

El test de Szondi usa la fotografía como método de diagnóstico. En esta prueba los pacientes
deben elegir un rostro en base a una pregunta. No obstante, cabe señalar algo importante. Esta
prueba usa 48 tarjetas organizadas en 6 series de ocho personas. Asimismo, todas las fotografías
que aparecen son de personas que sufren trastornos mentales.

Por tanto, Szondi partía de la idea de que cada paciente elegiría esas imágenes cuya expresión o
rasgos faciales denotaran un trastorno o problema similar al suyo. Es decir, los impulsos
reprimidos aflorarían al realizar una elección determinada ante cada pregunta planteada por el
terapeuta.

Se supone (según este contexto teórico) que cada uno de los pacientes emite una reacción ante
esas características físicas (genéticas por tanto) compartidas con la imagen. Este fenómeno se
denomina genotropismo y hunde sus raíces en las teorías que el propio Szondi nos dejó con su
teoría sobre la psicología del destino humano.

Leopold Szondi y la teoría del destino humano

Leopold Szondi buscó desde sus inicios una tercera vía entre los enfoques de Sigmund Freud y Carl
Jung. Así, mientras el primero abogaba por el inconsciente individual y Carl Jung por el
inconsciente colectivo, Szondi definió una nueva opción: el inconsciente familiar.
El núcleo duro de su teoría se basaba en lo siguiente:

Los genes de nuestros antepasados siguen presentes en nuestro inconsciente, determinando


nuestras elecciones.

Esa conexión, a menudo nos trae la infelicidad e incluso el heredar determinados trastornos,
pulsiones, instintos…

De ese modo, si somos capaces de conectarnos con nuestro «inconsciente familiar», podremos
darnos cuenta de esos lastres que aún nos determinan y, entonces, trabajar en ellos para
rechazarlos y ser libres.

El test de Szondi es, según este enfoque, el primer paso para lograrlo.

Rostros uno dentro de otro simbolizando el Test de Szondi

¿Cómo se aplica el test de Szondi?

El test de Szondi se puede aplicar a niños desde los 5 años y a adultos de forma individual o en
grupo. La metodología es sencilla, se le pregunta al paciente cuestiones como ¿con cuál de estas
personas te irías de viaje? ¿De quién te harías amigo/a? ¿Cuál de estas personas te parece más
simpática o antipática?

Seguidamente, se le presenta una tarjeta con ocho fotografías. El paciente debe dar una respuesta
rápida, no se le permite por tanto dudar demasiado. Originalmente, tal y como hemos señalado,
todas estas imágenes eran de personas con trastornos mentales. De ese modo, las elecciones
podrían dar una pista sobre los instintos más profundos de cada paciente, esos con los que se
identifica de forma inconsciente.

Asimismo Szondi definió una serie de unidades con las cuales medir las elecciones realizadas por
los pacientes:

Unidad sádica

La unidad catatónica

Unidad paranoica

La unidad histérica

Unidad maníaca

La unidad depresiva.
Unidad «h-drive» (para personas hermafroditas u homosexuales)

La unidad «e-drive» o «unidad epiléptica».

Conclusiones

Insistimos una vez más en un hecho evidente: el test de Szondi fue creado en 1935, carece de
validez científica y la principal crítica que se le hace es su claro enfoque genetista y determinista.
Estudios como el llevado a cabo por la Universidad de Marsella, por ejemplo, nos demuestran que
aunque era habitual aplicarlo en el campo de la psiquiatría, a partir de los años 80 cayó ya en
progresivo desuso.

Ahora bien, cabe señalar otro detalle. A día de hoy se utiliza una alternativa mucho más práctica
del test de Szondi. Las empresas de márketing y publicidad, sustituyen las imágenes de personas
con trastornos mentales para incluir otras dimensiones con las que medir los gustos, preferencias
o inclinaciones de compra de los consumidores.

Test de Szondi moderno

Ahora, esos rostros inquietantes de principios del siglo XX se han sustituido por personas
realizando actividades, por colores, animales o alimentos. Atrás ha quedado ya la teoría del
inconsciente familiar para explorar otras dinámicas más simples, no patológicas y orientadas al
neuromárketing.

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