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Origen de la epistemología:
El periodo clásico epistémico, según Bunge (1995), abarca desde Platón a Bertrand
Russell, con autores intermedios como John Herschel, Augusto Comte, Alexander von
Humboldt, Friedrich Engels o Ernest Cassirer. En la época siguiente, la epistemología se
profesionaliza a través de la fundación del círculo de Viena (Wiener Kreis) en 1927, que se
ocupa del empirismo lógico. Algunos de los autores de esta época son: Moritz Schlick,
Rudolf Carnap, Hans Reichenbach, Viktor Kraft, Herbert Feigl y, tangencialmente, Karl
Popper y Ferdinand Gonseth. No se puede dejar de hablar de la “epistemología artificial”,
en la que para Ledwing Wittgenstein, la gente dejó de hablar de ciencia para hablar de
lenguaje de la ciencia, dejó de interesarse por los problemas auténticos planteados por las
teorías científicas para formularse cuestiones triviales acerca del uso de expresiones. 14
Las reflexiones acerca de la naturaleza de la ciencia y del conocimiento científico, implican
siempre preguntarse por las formas de investigación, validación y comunicación; así como
por el valor, la interpretación y el lugar asignado a conceptos tales como: realidad,
verdad, racionalidad, certeza, objetividad, experimentación, observación, teoría,
preguntas, explicación, etc. Es preguntarse por las reglas o los estatutos de cientificidad o
por aquellos criterios que permiten diferenciar el conocimiento científico de otras formas
de conocimiento (Henao 2011).La respuesta a la pregunta por la naturaleza del
conocimiento no ha sido única ni universal. En las sociedades occidentales, herederas de
la antigua cultura grecolatina, por muchos siglos, el criterio de cientificidad se remitió a los
dogmas de la filosofía racionalista. Con el advenimiento de trabajos como los de Copérnico
y Galileo y más tarde, con la divulgación de los escritos de filosofía de Francis Bacon en el
Siglo XVII, las supuestas verdades reveladas de la “ciencia” son cuestionadas. En 1620,
Bacon escribe su “Novum organum”, nueva lógica o “juicios verdaderos sobre la
interpretación de la naturaleza” y en clara oposición a la filosofía racionalista y a la lógica
deductiva, proclama la necesidad de que el hombre interprete la naturaleza observándola
(Jahn et al., 1990), instaurando así una visión empirista de la ciencia. Visión que será
posteriormente apoyada por el positivismo de Augusto Comte y que se erigirá como visión
hegemónica de la ciencia por varios siglos y, hasta nuestros días, en los albores del Siglo
XXI. Las posiciones antagónicas del racionalismo y del empirismo nos hacen recordar las
teorías de Platón, que en su obra trata por primera vez todos los temas de los que se han
ocupado los filósofos de todos los tiempos, incluyendo los actuales (Bunge, 1995). En
cuanto al tema del conocimiento y cómo se origina, Platón plateó una profunda
desconfianza en los sentidos, porque según él, estos sólo nos ponen en contacto con lo
que es momentáneo, con lo que constantemente deja de ser. Platón depositaba la
confianza, a la hora de buscar conocimiento en la razón, puesto que ella nos permite
acercarnos a objetos inmutables, que no cambian y son permanentes. Para él, entonces
existe una realidad aparente, cambiante, la que percibimos, y otra realidad, la inmutable,
la del mundo de las ideas, de la razón, que es la que debemos buscar si queremos
conocer la verdad. El mundo sensible, el que puede ser percibido por los sentidos, 15 es
temporal y mutable. El mundo inteligible, o inmutable, es transcendente e inmaterial, a él
pertenece la razón y las ideas. A partir de esto Platón realiza una clasificación sobre el tipo
de conocimiento que se puede obtener y crear. El conocimiento que se basa en el mundo
sensible (sensorial) es la opinión, porque parte de sensaciones, es cambiante y puede ser
falsa. El conocimiento que recae sobre el mundo inteligible se llama, para Platón, ciencia.
Este conocimiento es pleno e inmutable. Aristóteles no creía en la existencia de dos
mundos como su maestro, Platón, sino que él proponía que la realidad lleva en sí misma la
esencia, su verdadero ser, que la hace ser como es.