Sistema Nervioso

El Sistema Nervioso está formado por:

1. Encéfalo
2. Cerebelo
3. Tronco encefálico
4. Medula espinal
5. Nervios craneales
6. Nervios raquídeo

Los cuatro primeros forman el sistema nervioso central, el cual cumple una función
integradora, al analizar e interpretar la información del medio que le llega al organismo a
través de los sentidos; los otros dos forman el sistema nervioso periférico, el cual se
encarga de regular funciones corporales involuntarias (sistema nervioso autónomo) y
además proporciona la necesaria comunicación entre el mundo exterior y el sistema
nervioso central (sistema nervioso somático). A través de los sentidos es como el ser
humano obtiene información del mundo que le rodea. Mientras más exacta sea la
reproducción de la realidad que nos hagamos, mejor podremos operar en el mundo para
producir cambios en beneficio de todos.

El estímulo, que puede ser visual (luz) o auditivo (sonido) por ejemplo, irrita el
respectivo órgano sensitivo el cual traducirá ese estímulo a través de complejas

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reacciones bioquímicas a una corriente eléctrica. Luego, a través de una neurona aferente,
el impulso nervioso viaja hacia la medula espinal, subiendo por ella hasta llegar al principal
centro nervioso, el producto final de la evolución: el cerebro humano. En él se lleva a cabo
la función que nos separa de los animales: el raciocinio. A partir de esta función superior
el ser humano ha conquistado el planeta Tierra modificándolo a través de la tecnología.
Desde el cerebro, entonces, baja el impulso nervioso por la neurona eferente hacia el
efector, el cual desencadenará la respuesta.

Se dice que el ser humano no ocupa más del 10% de su cerebro, dando paso a
ideas descabelladas en cuanto sus capacidades potenciales. Los que sostienen esta idea
tal vez no sepan que efectivamente el 10% del cerebro corresponde a los cuerpos
neuronales o somas de las 100 billones de neuronas que lo componen, los cuales forman
la corteza cerebral, sobre la cual se tejen, por decirlo así, los pensamientos más elevados.
El 90% restante está conformado por los axones cubiertos de vainas de mielina, los que
aglomerados dentro del cráneo, forman la sustancia blanca, la cual cumple la función de
transmitir las respuestas voluntarias hacia los efectores y las causas de estas respuestas,
los impulsos nerviosos de los órganos de los sentidos al cerebro, siempre y cuando no se
trate de un reflejo, en el cual la función de integración la cumple la interneurona de la
Medula Espinal.

Ahora bien ¿cómo se transmite el impulso nervioso de una neurona a otra? Como
decíamos anteriormente, el circuito por el cual transita el impulso nervioso está
compuesto por más de una neurona, incluso si nos fijamos en el circuito más básico, el
arco reflejo, encontraremos que la señal necesita traspasar el espacio sináptico para
cumplir con su objetivo. Ocurre que al final de la neurona pre-sináptica, en su terminal
axónico, se encuentran las vesículas sinápticas, las cuales contienen neurotransmisores,
que son liberados al llegar el impulso nervioso. Estos neurotransmisores atraviesan el
espacio sináptico encajando en receptores especializados en las dendritas de la neurona
post-sináptica.

sinapsis neuronal

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 Las drogas actúan a nivel sináptico, ya sea esta alucinógena, estimulante o
depresora, se produce la estimulación o inhibición, según sea el caso, de diferentes
mecanismos de regulación del impulso nervioso, lo que se traduce en los efectos
provocados por la droga. En el caso de la cocaína, una droga estimulante, se produce la
liberación del neurotransmisor dopamina en el cerebro, provocando agitación y aumento
de la frecuencia cardiaca, pudiendo provocar un colapso del corazón. El alcohol por su
parte, va a activar los receptores del neurotransmisor GABA, provocando una baja en la
función del sistema nervioso central al activar los canales que permiten el ingreso del
anión cloro, polarizando la neurona que se hace aún más negativa en su interior,
impidiendo la normal despolarización y con ello, la transmisión del impulso nervioso,
llevando esto a la desinhibición y el relajamiento moral, aunque en altas dosis pueda
provocar un estado de coma y hasta la muerte por paro cardio-respiratorio.