MISA DEL DOMINGO DECIMOQUINTO DEL TIEMPO ORDINARIO

Buenas tardes hermanos, hemos llegado a nuestra comunidad en este

decimoquinto domingo del tiempo ordinario, para reunirnos como
asamblea orante, y celebrar el día del Señor. Hoy su Palabra nos
muestra la misión de la Iglesia, que comienza con el envío de los doce
apóstoles, desprovistos de medios y seguridades, siendo su única
fortaleza IR EN EL NOMBRE DE JESUS. Esta es también una ley
esencial para la eficacia de la misión de la Iglesia en todas las épocas
y lugares. Los bautizados estamos llamados a dicha misión.
Para dar inicio a la celebración les invito a ponerse de pie y cantar con
alegría junto al coro.

PERDON: (Lo hace el Sacerdote)

GLORIA:
Nuestro corazón agradecido hace brotar un canto de alabanza al Dios
uno y Trino, cantemos al Padre, Hijo y Espíritu Santo.

MESA DE LA PALABRA
Primera Lectura. Amós 7, 12-5

El profeta nos indica en esta Palabra que sólo al Señor hay que
obedecer, pues de El proviene toda misión.

Que el Espíritu abra los oídos de nuestro corazón, para entender el

mensaje.
SALMO 84:

Al Señor que promete la paz de su pueblo lo alabamos con el salmo

84 y cantamos la antífona: “muéstranos Señor tu misericordia y danos
tu salvación”

SEGUNDA LECTURA:

Efesios 1, 3-14

San Pablo bendice a Dios Padre, porque nos ha elegido y bendecido

en su Hijo Jesucristo, convirtiéndonos así en un pueblo que El adquirió
para sí.

Con oído de discípulo escuchemos esta Palabra.

EVANGELIO: Marcos 6, 7-13

Jesús hoy, con el envío de los apóstoles, inicia la misión de la Iglesia,

la que consiste en llevar la buena nueva que es signo de esperanza
para todos los pueblos.

Con nuestro corazón, abierto a la gracia, les invito a ponerse de pie,

para escuchar la proclamación del Santo Evangelio.

ORACION UNIVERSAL:

Te pedimos Señor, por el papa Francisco, nuestro obispo Ricardo y

todos los pastores de nuestra Iglesia, para que la conduzcan en la
misión, según Tu voluntad.

Roguemos al Señor.

Te pedimos Señor, por los misioneros que entregan su vida por el

anuncio del evangelio en el servicio a los enfermos, marginados y a
toda la Iglesia sufriente.

Roguemos al Señor.
Te pedimos Señor, por la Iglesia perseguida, para que Tú, que todo lo
puedes, pongas paz y criterio en los perseguidores.

Roguemos al Señor.

Te pedimos Señor, por las familias que participan de la Catequesis

familiar, para que ellas lleguen a encontrarse con Jesucristo y sentir su
amor.

Roguemos al Señor.

Te pedimos Señor por el aumento de las vocaciones sacerdotales,

religiosas y laicales, para poder llevar de mejor manera el evangelio de
Jesucristo a todos los rincones de la tierra.

Roguemos al Señor.

Te pedimos Señor, por nuestros legisladores, para que en conciencia,

puedan legislar teniendo presente el respeto a la vida, desde su
concepción hasta la muerte natural.

Roguemos al Señor

OFERTORIO:

Te presentamos Señor el pan y el vino que con tu Espíritu Santo se

transformarán en el cuerpo y la sangre de Jesús, para que ellos
alimenten nuestra vocación cristiana y misionera.

La canasta con mercadería que donamos con amor y generosidad a

nuestros hermanos más necesitados.

Hermanos de nuestra comunidad recogerán el aporte que podamos

hacer a la Iglesia, recordando siempre en nuestro corazón que el
Señor bendice al que da con alegría.