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Observaciones sobre la nota dieciocho de “Veinticuatro notas

sobre los usos de la palabra ‘Pueblo’” de Alain Badiou: “El


Justo Medio”
Universidad de Valparaíso // Facultad de Humanidades // Taller de Integración III // Julio
Palominos Chacón

INTRODUCCIÓN
En el presente informe analizaremos la nota dieciocho sobre los usos de la palabra “Pueblo”
de Alain Badiou. La primera parte constará de la presentación del párrafo a analizar,
posteriormente, se desarrollará la idea central y secundarias que se pueden desprender del
texto analizado y, finalmente, se realizarán los comentarios y conclusiones respectivas. Se
pretende comprender lo que Badiou explica en su párrafo desde una postura crítica, que
abarque los conceptos tratados y los lleve a la actualidad, entendiendo que la “clase media”
es un intento de las clases dominantes para la satisfacción de la masa popular y consolidar su
hegemonía sobre esta “clase” semánticamente manipulable.

Párrafo N° 18
“Cabe notar que al pueblo oficial se le da, en nuestras sociedades,
el muy extraño nombre de <clase media>. Como si lo <medio>
fuera admisible… Es que la ideología dominante de nuestras
sociedades es aristotélica. Aristóteles ha establecido, contra el
aristocratismo manifiesto de Platón, la excelencia de lo que sitúa
en un justo medio. Es él quien sostiene que la creación de una
importante clase media es el soporte obligatorio para una
construcción de tipo democrático. Cuando los diarios de la
propaganda oficial (es decir, la casi totalidad de los diarios)
celebran que la clase media china asciende -lo han hecho,
febrilmente…- a quinientos millones de personas que consumen
productos nuevos y quieren que se las deje tranquilas, son
aristotélicos sin saberlo. Llega a la misma conclusión que
Aristóteles: en China, la democracia -media…- está a la vista. El
<pueblo> es para ella el conjunto satisfecho de la gente de clase
media, que se hace masa para que el poder de la oligarquía
capitalista pueda ser considerado democráticamente legítimo”.1

1
Alain Badiou, “Veinticuatro notas sobre los usos de la palabra `pueblo´”, en: AAVV, ¿Qué es un
pueblo?, Santiago, LOM, 2014, op. cit., p. 16.
DESARROLLO
Primero, es el <justo medio>, la virtud ética, que conduce a optar por el equilibrio entre dos
extremos viciosos (pobres y ricos, unos por defecto y otros por exceso), pues, según
Aristóteles2, no basta con haber elegido bien una vez, sino que es una tendencia permanente
en la elección de lo correcto que genera en nosotros una costumbre. La “prudencia” es esa
virtud que adquiere el ser humano que ha elegido correctamente el justo medio siempre. Por
lo tanto, la “clase media”, según el párrafo, representaría esa virtud, que evita los defectos y
los excesos, satisfecha e indiferente, pero que permite a la oligarquía, aberración de la
aristocracia, solapar y transitar entre la democracia y la demagogia.
Entonces cabe preguntarnos qué es una “clase”. Al respecto, E. P. Thompson (1966)
afirma que la clase es “una relación que debe encarnarse siempre en personas reales y en
un contexto real”3, siendo así elementos esenciales para un Estado. Pero ¿qué es lo que
Aristóteles pensaba al respecto? Para él4, el Estado es la comunidad de “iguales” cuyo
objetivo es la mejor vida posible, considerando al hombre (ser humano) un animal social, y
su instrumento político, el lenguaje. De esta manera, en su teoría, distinguió unas formas de
gobierno: la monarquía, gobierno de una sola persona y que puede degradarse en tiranía; la
aristocracia, el gobierno de un grupo y que puede degradarse en oligarquía; y, la democracia,
el gobierno de muchas personas, pero que puede degradarse en demagogia (manipulación de
la opinión pública como instrumento político). Por lo tanto, son las virtudes de los hombres
las que determinan el orden político, en otras palabras, la democracia es el gobierno de los
virtuosos, del justo medio. Sin embargo, estas apreciaciones ya quedan obsoletas ante las
complejidades de las sociedades contemporáneas, pues, cómo Rancière escribe, “la política
es primero una intervención sobre lo visible y lo enunciable como manifestación del disenso
y como presencia de mundos sensibles en uno sólo”5 y no una interacción entre hombres
libres e iguales.
De esta manera, y como Aristóteles plantea, la ideología de que la “clase media” es
el soporte obligatorio para la construcción un orden “democrático” es porque celebra ese
“sentido común” -justo medio- y el buen sentido moral satisfecho -la prudencia- y
capitalizado6. Sin embargo, Badiou dice que “la clase media es el ‘pueblo’ de las oligarquías
capitalistas”, porque ésta proyecta que lo que importa y cuenta es el “hoy” o el “mañana” y
que no existe acción más reprobable que la insurrección o la revuelta popular que pueda
cambiar el statu quo o producir una percepción del cambio en la repetición del hábito. Pero
si el “pasado mañana” cuenta en el reparto sensible, y cuenta más que el “hoy” y que el
“mañana”, la revuelta es un hecho que suscita la anticipada aparición de lo que vendrá,

2
Aristóteles (1094ª) Ética a Nicómaco.
3
Ellen Meiksins, “El concepto de clase de E. P. Thompson”, Cuadernos Políticos, número 36,
ediciones era, México, D.F., 1983, p. 87-90.
4
Aristóteles (1252ª) Política.
5
Jacques Rancière, “Diez tesis sobre la política”, en: Política, policía, democracia, Santiago de Chile,
LOM, 2006, p. 59-79.
6
Andrian Cangi, “Cantos de pueblos, imágenes de mundo”, UNDAV, RDD, Argentina, 2009, p. 3-
5.
porque es la exasperación de las clases medias llevada al punto de poder superarlas. El pueblo
que se sustrae a su inercia nacional establecida entra en estado de revuelta y tiene derecho a
declarar y testimoniar que el “Nosotros” del que habla aún está por venir. Ese “Nosotros”
sólo existe bajo la forma dinámica de un inmenso movimiento político que el Estado
considera ilegítimo y que cree debe desaparecer7.
Ahora, la palabra “pueblo” aparece recién en la tradición literaria judeocristiana y
grecorromana aproximadamente entre el siglo I a. C (Cicerón) y el V d. C (Agustín de
Hipona). Proviene del latín <populus>, es decir, “la asociación basada en el consentimiento
del derecho y en la comunidad de intereses” -pero no de iguales-. Pero también puede ser
una identificación étnica, racial o cultural, sin embargo, en la configuración moderna, alude
a un término propio del derecho constitucional. Según la RAE, la definición de la palabra
“pueblo” es “todo grupo de personas que constituyen una comunidad u otro grupo en virtud
de una cultura, religión o elemento similar comunes”, incluyendo toda subsección. Por lo
tanto, la palabra “pueblo” no es sinónimo de “clase media”, pero si tiene que ver con los
proyectos emancipatorios modernos que involucran a esta última, aunque quizás el término
más apropiado sería “clase trabajadora”, elaborados por Marx y Weber.
Sin lugar a duda, los preceptos teóricos de antaño no aplican a la compleja
configuración de las sociedades capitalistas modernas. Por ejemplo, para pensar la dimensión
política del pueblo, Hannah Arendt8 propone salir de la obstinación de una generalidad
abstracta denominada “el hombre”, porque la práctica de la relación entre los cuerpos que
declaran y se reúnen sólo puede pensarse en nombre de algo distinto que la identidad
sustantiva9, en otras palabras, el lenguaje o la semántica, aquel instrumento político definido
por Aristóteles. Entonces, “Pueblo” es una categoría política que reparte lo sensible común
con su declaración y movilización -como explica Ranciére-, incluso antes de la existencia de
un Estado deseado cuya condición es siempre cuestionada y desplazada por una potencia de
movilización, o en el marco de un Estado establecido cuya crítica y debilitamiento es siempre
exigido por un pueblo insurreccional, a la vez interior y exterior al pueblo oficial, y que poco
tiene que ver con una comunidad de hombres libres e iguales. Como lo ha expresado Badiou
“la palabra `pueblo´ sólo tiene un sentido positivo con respecto a la inexistencia posible del
Estado, ya sea que se trate de un Estado prohibido cuya creación se desea o de un Estado
oficial cuya desaparición se desea”10 y no como sinónimo de “clase media”.
CONCLUSIONES
Badiou al decir que “es que la ideología dominante en nuestras sociedades es aristotélica” no
hace más que refutar la tesis de Aristóteles de que la sociedad civil surge a partir de la
asociación de individuos que conforman una sociedad, dando origen a un estado que se da

7
Alain Badiou, “Veinticuatro notas sobre los usos de la palabra `pueblo´”, en: AAVV, ¿Qué es un
pueblo?, Santiago, LOM, 2014, op. cit., p. 14-17
8
Hannah Arendt, ¿Qué es la política?, Barcelona, Paidós, 1997.
9
Andrian Cangi, “Cantos de pueblos, imágenes de mundo”, UNDAV, RDD, Argentina, 2009, p. 1.
10
Andrian Cangi, “Cantos de pueblos, imágenes de mundo”, UNDAV, RDD, Argentina, 2009, p. 3-
5.
en forma natural, pues, el “hombre” es un animal social, político, con el fin de llegar a la
autosuficiencia, libertad y participación política. Cuando Aristóteles habla del “justo medio”
no habla de una “clase social”, sino de la capacidad de los “hombres” -libres e iguales- de
poder elegir “lo correcto” constantemente hasta transformarlo en “costumbre”, lo que
denominó “prudencia”. Pero hoy, la sociedad se estructura de manera más compleja, de tal
manera, las asociaciones, intereses y acciones también se complejizan, por lo tanto, al haber
una “clase media”, existe una “clase baja” y una “clase alta”, pero, es entonces que, estos
últimos, no pertenecen o incluyen en la palabra “Pueblo”.
No es que lo “medio” fuera admisible, sino que representa el “equilibrio” entre
dualidades (si y no, el bien y el mal, Dios y Satanás, blanco y negro, etc.), como una
característica positiva de la vida política o civil. Y es esa conducta, hecha costumbre, la que
transforma al conjunto en satisfecho. Pero eso no representa fidedignamente lo que se
entiende actualmente como “clase media”, sino que más a “clase trabajadora”. Badiou al
decir que “la clase media es el ´pueblo’ de la oligarquía capitalista” hace más comprensible
esto, por ejemplo, que la propaganda oficial, controlada por la oligarquía capitalista
autodenominada “clase media”, celebre el “ascenso de la clase media china”, atribuyéndose
mayor democracia legítima por extensión (pues, aumenta la cantidad de individuos libres e
iguales). Sin embargo, que cierto es que la “clase media” es el “pueblo” de la oligarquía
capitalista, pues, éstos representan valores como la “meritocracia”, la “prudencia”, etc.,
excluyendo a los más desafortunados, por eso, no es extraño ver políticos, empresarios y
otros definiéndose como de “clase media”.

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